Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

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michel foucault el nacimiento de la clínica )TilT,t (fif Eil

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michel foucaultel nacimientode la clínica

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x(:ilii,Tl?If""s¡glo xx¡oditoros, méxico s¡slo xxieditoEs, a¡qentina

¡tu 4rúd r.És m rsallo dé página bibl¡oteca nueva anüropos

Rr33F6a1a

:012 ¡oucault,Mi.h€lLl natiñ¡¿nto d¿ la clihlLa : L ¿ arqúobltí" ¿¿ La niuLa ni¿i.a /

Michel Foucauh i hducción de l'rancis.a Perujo. - Mé{ico :

Siglo XXI edito.es, 2012.272 p. (Saludlsciedad)

Tradü..ión de: Naisane ¡1¿ lL ¿bLiqt

ISBNI3: 9?81j0743438t2

l. Medicina Hisrona, 2. Medicina ¡ilosofia. I. Perujo,Erán.is.á, tradu.rr,IL 1. IIL Sei

primera .dición en españoi, 1966\igesimosegun.la reimpBión, 2009scgnnda .di.ión, ¡dieda, 20U@ siglo si cditor¿s, s.a. d€..v

pnm€n edición en fm.és, 1963@ preses nnile.sitaires d€ fru.e, pa.isríú,o onqinal: nai.tsMu d¿ k .l¡nktü.

imp¡.so 6n litográfica ingmmex, s.a. de c.v.

col. ganias ¿smemldaméxico, d.t cp.09810

Indice

l. Espa.ios y.lasés

2. U¡¡a corci€rcia poftica

3. El .jdpo librelás est¡ucturd de lG hospitales se ponen en tela

dejun ro. 67: Ll dere, ho de ejen er ) la rnsn¿n/¿

4. Atrtigü€dad de la clínica

5. La lec.ióü de los hospital€sLd medrdd dei l.l lrim¡rio del ano ¡¡1, I02,Reforma y dikuiones dlrr¿¡te los años V y l¡1, 106;

Lá intervención de Caba¡is y la reorganiza.ión delaño XI- ll3

Los síDtomd constiluyen una capa primaria, o a lavez significmte y signincada, r28i La sobermía dela concie¡cia es lo que transforma el síntoma ensig¡o, l3l i El ser de la .nfermedád es

eDtermente enun.iable en su verdad, 133

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r25

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8. Abrid algunos cadáveres

Muy pronto vincularon los histori¿dores el nue\o espíritu,nédico con el descubrimiento de la anatomíá patológicq ésta pare-cía definirlo par¿ Io eseúcial, Ue¡arlo y recubrirlo, formar á la vez sú

cxpresión más vilz y su ruón má p¡ofutrda; los m¿todos de u isis,

.l et¿men clÍni.o, y h¿sta la reorganizacióD de ]d escuelas I de los

hospitales parecían prestarle su signifi.ación.

Una época nue\¿ pan 1a medicina ¿caba de comcüar en

Fr¿ncia I...lj el análisis apli.ado al estüdio de los fenómenosfisiológicos, un Susto ilurrado por los escntos de la ant;güedad, Ia reunión de 1a medicin¿ y dc la cirujía, l¿ orga-

¡ización de las escDeld .línicás hán operado esm dom-b¡osa revolución car¿cterizada por los progresos de laanatomía p¿tológica.1

Ústa rccibía cl curioso privilegio de venir, en el último ñomento tielsabea a dar los primeros principios de su posniüdad.

¿Po. qué esla inversión .ronológi.a¡ ¿Por qué el tiempo habrí¿ de-

positado al término de1 recoÚido lo quc estaba conlenido e¡ la par-tid¿, abriendo el.¿mino Ijustificándolo¡ DuEnte ciento ci¡cuenllaños se ha reperido la misma expli.ación: la medicina Do püdo en-

cotrfar acceso a lo que la fundaba científicáúre¡te, snro da¡do, conlentitud y pruden.ia, la welta a un obsticuto dccisivo, cl que la rcl;

1 P. R^ye\ lkMit¿ ¿ttu¿ hnbi¿ al,¿gí¿ tl¿ l Makñi¿ ?atha¡aCiq .(P¡ris, r8l8), nfrod.. p. !.

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r72 rn. NA(irirIINro D¡r r.a (r'iN¡(ra

gión, la m, al y ob¡urls prejuicios oponían a q,,é qe áhricnn .adávrcs. l.¡ aratdnÍa p¡td.igi( a rilni una liil¡ dc Penumb.a, en los lími'tes dc lo pr()l¡il)ido, l gncias a cse lalor de los s¡h.r(:§ ,landesli¡o$

guu soport¡ro¡, l¡ n,üli.ió¡i ¡o sc diurn)n¿ba si¡o ¿l ¡mP¡ro dc

dudosos ,rtpúsculot, cn ( l H¡!n nicdo dc los n,,,err{Á: "ItD cl punn)

del dia cn que se ¡.erca l¿ nochc yalsah¿- sc (lcdiz¡l¡ Iurli\amertc en los (cmo,rerios, p¿r¡ .studia¡ allí «rt holgun los Pn)gtrrs (le l¿ vklá y dc la der.u..iótr"iscIio ¡srvezr NlorS¿g¡li "(x(:¿vá,

la rr¡ b¡ de k^ ¡N.rtos v h¡n,dir sn es.¿lpclo cn { adáv.res robado\

¡l sepulcro".? Luego li¡ieroD ld Iix esi la mucr. r¡,v,) cl deI..ho a

l¡ .l¡ridad y sc conli¡ rni r)a.a el espiritu fi1,¡ñ1fi.o en objc(o v trcnk

(iua¡do l¿ fil,roti¡ ¡nrodu¡o {, ¡nrorcha cn ncdio ilel()s pueblos civiliádos, se pernjtió ¡l fil llcv"r,¡¡¡ mi_

r¡da .v r,,Lador¿ ¿ los ¡cr(¡s ina¡imados dcl .tre¡po ho

n¿no, , .ros despol6, antcs mise¡ál)le presa dc los Susanos. se .on!¡ticron ¡ la lueDtc lccunda de las le.dadcs

Ilcrnxxa r.asmut¡.nn, del.adáveri unticnx)¡lspetolocondcn¡haaprdrn¡., ¿l r¡$ajo ncgro.lc la derN..ióDi ctr l¡ inr¡ePider del gcs¡o

{1,,. no viohsnx) pa sicar a l¿ h¡7, cl(adzi\er se.o¡!icf(: eD cl ,rGmcnn, r,ás cl¡ro cn k)s i)sl r)s de lañrd¿d. [lsal]e. prosigu. dondc

se lo¡¡¿ba la l¿rv¡.Esur rc.onstru.rinlr es histó¡c¡mcnle fáIq. Mo¡gagni,,¡ mcdiados del

sigl,) \vrrr, oo turo difi, ,,lLid pam h¿ccr ss auk)Psiasi rlunt r tanu X r ),

alg.¡nos ¡n,a .tás t¡rdci los.oñflicros dar¡¡dos po, su hiógafo son dcl

,,(le. dc l¿ ¡né( (iora I Do in,li.¿¡ nn,gud¿ oposiciin .lc p,nt.iPb.a

ARRD ^I,CLTNOS

CADÁ\¡¡]R¡]S ITJI

I ¡ .lÍnic¿ dc Viena. desde 175+, (1n,t2ba co¡ u¡a s¿la de dikrr.ióu-,,Jmo la de Pavi¿ q,,e Tissot ,,g¡niza: Dcsaul¡, en el Hórcl-l)icu,t)L¡edc libn cnrc 1lo¡ostr¿r sobre el.uei.lfr privad() d. rida l¡s al.,a.tuncs qxc habia¡ hecho ¡l ¡rre in¡itil'..It¡fc rccorder el¡r-

ri.trto 25 del Dederi) de ya,lv: '()rdcD¡mos a los magisL,ados v al,)\ dirc.rorcs d. los hospiralcs que propor.n»ren .¡rln!¡res a k^t¡,,f,.u,!\ D.'r.' 1,.x., l.'. dé',',,.r'J, i,,",*,1,',,.,, ld opcraciones de .iru¡ííá".(i r\sí pucs, n¡.1¿ dc pcnuria de (¡dí\.Fs ei el siBl() xÍr, n,d¡ .lc scpulturas üolad¿s di de nris¿s necr¿s.u,¡t.nnic¡sj sc cs¡á cn .l pleno .lía de la dis,:nnr. l'or uDa ilusntrliccucnte e¡ el siglo xN, \ a la.nal Nli(hclct ir¡puso l¿s rlnncnsio,k,s de ,tr¡ n,iro, l¡ historir! h¡ prcs¡ado al lin¿1 de1,\,riAuo R¿gimenl()s.o1ocs dc la Idad yedia c,, sN úlri¡x)s ar'los. ha conli,.,lidor on los dcsgar.amieDros de1 Ren¡.i¡ie¡,ro kx froblcnr v nx deb¿-t.s de la At4hlirun{.

En 12 hisnfin d( l¿ ¡¡.dicina, er¿ ilusnn¡ Liei,. un so,tido pieci«)iln¡cion¡ como.j¡rili.¡.ií», rerr()sB{ ti!,: si las ric.i.s crcen{:ias h¡¡rcni(ló, dn¡rnk: r¡ni() ti, mpo. tal poder de i¡re&li..nnr, cs que los,,xi(lnos dcbÍ¿n.xpcriment¡., desde el firxl,) d. sn ¡pctilo.ie,,rí',,¡ lJ n.,,.xhLl','t,'i,,'',la,l,'1,,,,,:"1nr..,,\ l:-,., 1 ¡L r,,,l,.l.üott ) ]a tuz(t, sildxn)sa qu. l,¿ hc.ho comcrerlo r¡n dnrstantrntJ,te: 1leñ1c cl dí¡ c¡ qr¡. s. admiúi que 1as lesn,n es .xplicaban l(,ssinto¡ras, v qüe l¡¡¡¡1d¡ír parológn¡ nmd¿b¿ !¡ clinica, iue ¡,cncerrr co¡!(xr¡ xna hisn)rir¡ transñgur¿da. c¡ la .uil abrir .¿d:Nrrcs,

Inr lo mcDos ¿ tÍtu10 dc cxigen.ia .ienlíft¿, pre.cdí¿ ¡ l¡ obse¡!a-.i.nr, ¿l 1]o posirilo dc l()s c¡fe¡¡¡)si la n...si.lad d. .o¡o.{r looNe'.ro debí¡ exirn ),a ,r¡rnd,, aparccia cl cuid¿do de (omt)rc¡dcrk) \.i!o. Cim n)do.sto, sc ha in¡Binado po.lo ranro,tr,¡ .onjum.ia,i,'cl¡ndc la disccció¡, uni iglesiade h rn¡t,»ní¡ ¡¡ilitanrc) dolnli(,(lyo espí.irtr,nulr(, hah¡í¡ pcrmitido la cl¡ri.a anres de scr.ll.,risn, l¿ srpcrli.ic c¡ l¿ práctic¿ reguiar, ¿xroriáda 1 diurD¿ de la

2 Rt)st!¡. li dü ¡¡,mnait ¿e diago\ú , tb l'.n¡ni., tl in¿, rlr,\/It¿y'¡zlri¡¿r (Iüi\ lr¡26), i.

', p.3.

3 I L. Alibút, r\i6,l,§,/,,r,¡¡l¿, (PrIn, 18lll, r'.li'¡¡rcs. r, P rrr.,1 aiI h l,isn»iadc I¡ ¡!opsi, delgigutr, c. D. Oftle!, .Vie d..Jln' tr

llLrnreD rn ar¿ú¡a ¿?,¿lr,¿idel. Hu kr (ú:d.lir, I'aris, lrl31)), r. r 5 Il. A. Prrir, .¡:],)gc de Desr rl¡' ( I 7!a), cn )l¿¿¿.iú ¿ r..¡rt\ | | ¡ln.(i ll(;ilibcri, rr ,i/,¡ ll)l)

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r?4 1.¡. NA()NxlrNrO D!r r,a (ir,íNrca

Pero la.ronologia no es flerible: Morgag¡i publi.¿ sú De se¿ib6 en1760, y por medi¿.ió¡ del Squll:hrehm de Bone¡, se sitúa en la gran fi-liación dc Valsah¿: Licutaud da utr resumen de cllo en r 767. El .adá-ver lbrma parte, sin oposició¡ religiosa ni Doral, del campo médico.Ahol¡ bie¡, Bichatysus cónteúpóráneos tienen elsentiúie.to, cua-

renta años má t¡rde, de /oh)d a d¿scubtula anatoñía patológica nárallá de una zoná de sombra. Un tiempo latenre separa e1 Lexto de

Morgagni, como eI descubrimie¡lo de Auenb¡ug$r, de su ulilizaciónpor Bichat y por Corlisart: cuarenta añós quc son aquellos en que se

ha formado cl método clínico. tss allí, no en td liejás obsesiones,

donde yace eI punto de represió¡: la cltuica, mirada neúra posada

sobre l¿s manifesla.ione§, lás fre.:ueñciás y lás cronologías, preocu-pada por emparcntar los sintomd y por aprehender su lenguaje, em,

por su esüuctu¡a, exrmñ¿ aesla invesd8a.ión de los cuerpos mudos,

e inremporalesr ls.ausas, o los lugúes,la dejaba¡ indife.erte:h¡lo'ri¿, no geo8T¿fia. An¿tomía y clíDica ¡o son del mismo espírixü porextraño que esto pueda parece¡ ahora que esá establecido, y i¡n-dada, Iejos e¡ el tiempo, la.ohere¡.ia análomo<lí¡i.¿, es ú pe¡s¿-

micnto clíni(o el que duft¡te cu¿renta aios impidió a la medicimcntcndcr lalccción dc MoE¿gDi ¡,1conflicto no cs cnt¡c unjolcn sa-

ber y viejs creen.i6, sino e¡tre dos rosfos del saber Para que, desde

el inteno¡ de laclí¡ic¿, se dibuie tse iúpo.gáel ll¿ñádo de l¿ anato-

mia patolóBica, seni nenester un mutuo dreglo: aqui, la apdiciónde nue\¿s lÍneas geográlicas, y allá, una nueva manera de leer eltiempo. En 1(» !énninos de esl¿ erru.turzción en litigio, e1 conoci-miento dc la enfermedad üv¡ y sospcchosa podrá aline¡Be sobre labl¿nca visibilidad de los nuertos.

Abrir de nu€ro ¿ Morgapi no signüicaba, no obstan¡e, para Bi.hatroú¡pe. .on 1a eipe¡ien.iá .lni.¿ que s ac¿b¿ba de adqúnn: Por e1

co¡tr¿no,la Edelid¿d ¡l método de los elí¡icos perma¡ecc como locscncial, c incluo más ¿lLá de clla, elcuid¿do, quc compaftc conPincl,de darlu¡dmenro ¿ una .l¿sili.¿ción nosológica. Pandójicamente la

\uelet a l:15 cuefn¡Des del D¿ r¿dió¿! se h¿.e ¿ partir de un problemá de

agrupación dc síntonid -v dc ord.nmiento dc cnfcrmcdadcs.

aDxrD ArGÚNos cADÁvxRlrs r?6

Coño e\ S4,tch¡e¡umy ñtchos úatados de los siglos x\{t y \1.In, l¿s

.¡rts de Morgagni üeguraban la espe.ifca.ión de las enfe¡ñcdades

t)or uDa distribución local desüssínloñas o de su punto de origenj ]a(lispe.siór a¡atór¡ica er¿ elprincipio rector dcl análisis nosológico:rl lrcncsi pertcnecía,.omo la apoplejÍ¿, a las enfernedades de lá ca-hczat ¿sma, peripneumonía I hemoptisis fornrabán especies próxi-¡¡as, porqúe se 1oc¿1izában las tres eD cl pccho. Itl pareriresco mó¡hnl()se apo)aba en u¡principio de \ccindad orgánic¿: el espacio quelo dcfinÍ¿ en local. Ll medicina de las clasifica.iones después de la.linica había desligado el arálisis pátológico de este regionalismo, y.{,rstiiuido pa¡¿ ella un espacio ¿ la \cz más complejo y más abslracto, dotrde se traraba de ordeD, de su.esiones. de .ói,r.iden.ias I

El des.ubrimiento decisito dcl lrdúi d6 nmtrun$. shremadzadodespués en La ,{r¿io¿p gád¿l", es un principio de descifnmiento delcspacio coryoml que es a tavez i¡tnorgánico, inte.oqá.ico v rransorgánico. El eleme.to á¡átóüico ha dej¿do de dcfiDir la fon¡a lund¿me¡t de la espacialización y de ordenar, por una rela.ió¡ de ve-

cindad, los cminos de la.omunica.iór fisiológi.á o p¿tdógic¿j no

'\., m¡\ que uñ¡ lo,, a.Étsundr d. ',¡ c'pdrrollamienrc, superposicióD, condensación, la constitqe. [ste esp¿'(io fund¿Dental está int€grmente delinido por la delgadez del te-

ii.loi la Andtoñe gónétuk enumer¿ vei¡ tiüno de ellos: e1 celul¿r, el ¡erlioso de tá vidá nnim¿l, el {erüoso de laúda orgánic¿, el dterial, el

rc¡oso, el de los vasos exhalantes, el de los abso¡bentes, el óseo, elmedula\ eI .arlilagi¡oso, el fibróso, el fibroso-cartila8inoso. el mus.ular animal, el ñús.ular, el ñucoso, .l seroso. el sinovial, el gtandulal] el dermoideo, el epidemoideoyel piioso. Lls memb.2nicsón in-diüdu¿lidades de rcjidos que, a pesar de su delg¿de? ¿ menudocrtre¡Di no 4se ligú sino por relacioDes indirectas dc organiz¿ció¡(on las partes vecinas":' una miEd¿ global las conlü¡de a menudo.on el órgáno que ellas enaetlen o de6¡e¡i se ha hecho l¿ ¿n¿tomíá

1 r<. Bichat, T¡ai¡t d¿s n¿ñbtux.J (.d. d. 1327,.on nota\de

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rt6 rr- N crMrENro DE r-a cr-ÍNrcA

dcl comzó¡ sin distinguir el pencardjo, la del pulmón sin aislar lapleuEi se han co¡tundido elperitoDco ylos órgmos gástricos.s Pero§É puedÉ ) .é Jpbc ¡J.fl cl dnili.i\ dF esro. volúmeñcq o'g¡ñicor en

s,rperficies de teiidos si se quiere .omprender l¿.omplejidad del fun".ionamicntoyde las alteracioDcs: los órr¿nos huecosesáD gu¿rnecidos de membrmas mu.osas, cubiertas de un Iluido que hunedecehabitualñente susüperficie 1ib¡c r que prcpodon¿r pequeir¿s glán-

du16 inherentes a su estructun"i e1 peric¿rd1o, la pleura, el perito-neo, las ¿racnoides son membranas serosas ".ara.tedzadas por elfluido li¡fático que las lubrica sin .es¿r ) que está separado por ex¡a'lación de l¿ m6a de s¿Dgre'iel periostio,la dur¿madre,l¿s aponeu-rosis est:in iorm¡das pormembrmd "que Din81in fluido humedece"y ¡¡que .oúpone una fibra blan.a análoga a los ten.lone§'.g

Sñlo J p", ',, d. l, ^ ,rt,d, ^ lr ¡J r', ' ¿1,,¡ r' ¿b{¿ ,1'

simplicidad de matcri¿les. Son los elcmentG de los órg¿nos, perolos atraviesan, los emparent¿n I, por e¡.imá de ellos, confituyen\¿stos "sisien¡á$" e¡ los.uale§ el (!el?o hur,a.o encue.trá la§ fo¡'md concretd de su unidad. Habú tantos sisremas como tc.jidos: enellos la ind¡idualidad compleja, inagotable, de los órganos se disr.lve y, de A{rpe, se simpli6{:a. Así l¿ nanrr¿leza se muestr¿ (uni-

formc por todas partes e¡ s,s pro(ediDientosi v¿riable rólo en sus

resütados, avau de los medios que emplea, pródig¿ de los efectos,l',( oh' iclr ¿l m^difi' ¿r.le ,nil m¿n-, ¿. ¡lSU¡ó' p.i1, ipio, gcneÍ¿-les".10 Entrc los ¡.jidos y los sistemas, los órg¿Dos ¿p¿rcccu courosimples repliegues luncionales, enieramente relativos, en su papel,o en sus trastornos. á 1os eleñentos de los cuales están coústituidosy a los conjuntos e¡ tos cuales esáD presos. Es me¡ester analizar su

espesor y proyectarlo sobre dos superfi.ics: la p¿rricular, de sus

ñembrá¡¿s, y Ia general de los sis1ern6. YBi.haL surituye et prin-cipio de diversificació¡ se8ún los ór8anos, que ordc¡aba la an¿to'mía de Morgagni y de sus prede.esores, por un principio de isomor-6sño de los tejidos fü¡dado en 'l¿ ide¡tidad siúultá¡ea de l¿

aBRD AlcuNos cADnvF.RES 177

.onl¿rmación e¡rerior de la esrucrura, de l¿s propicdades viralesv cle las fun.io¡es".t1

Dos percepcio¡es cst¡ucturalmeDte muv distinh: Morgagni quierepercibir bajo la superficie corpor¿l los espesores de los órganos cuv¿§

ligurd d¡ersas especifi.a¡ lá elrferñed¿d; Bichat quiere reducir losvolúme¡es orgánicos a gr¿ndes superficies homogéneas de tejidos, a

,agioDes dc ide¡tidad donde las modiiica.iones secu¡darias encon-r raf,í¡ sus pare¡lescos furdúentálesi Bich¿t impon e, -1 el Tiait¿ des

ruar,¿kJ, ma le.tur¿ diagonal del cüerpo qur se hace de acucrdo,rln cap6 de parecidos uaiómicos, que atraviesm los órganos, los(nnelven,los dividen, los compo.en y los descomponcn, ks anali-nn y al mismo tieúpo los

"mal¿n. Se ü-¿¡a dcl mtmo modo dc pcr-

.epción que el que la clínica tomó a la tilosolia de Condillac:sacar a

l¿ luz un elemenial que es aI mismo dempo ur universal, y urá lec,tura metódica que, al re.orre.las for r¡as de la descomposición, des-üibe las leyes de la composicióD. Bichat es, en el sentido estricto, uDan¿listarla reduc.ión delvolumen orgánico al espa.io del tejido prGbablemente sea, de lodar hs aplicaciones del análisis, la más ccrc¿n¿al modeló ú¿temádco que éste se h¿bi¿ dado. El ojo de Bich¿tes unojo de clinico porque concede u¡ privilegio episkmolósi.o absoturoa la nirula ü suqdÍi.ú-

Ul prestigio bien pronlo adqüi.ido por e1 ?i¿ifi d¿r umbtutur tóca p;"-mdóji.ame.te a aquello que Io sepe. en lo csencial. de MorgagDi,y lo sitlia en el cdpo de1 análisis clÍnico: análish al cual apofta, noobstute, un entorpecimienlo de los sentidos.

Mirada de supe.ñ.ie, l¿ de Bichar, no lo es exacramenre e¡ el setr-tido en que lo er¿la experienci¿ ctínica. rn región del tejido no es ellugd vacio y en sÍmismo impercepüble e. el.ú1 los áconle.imie!-tos patológi.os offe.e. presa 2la pcrcepción: cs un seSmento de esp¿.io perceptiblc en el cual sc puedeD señalar los lenómcnos de ]aenfermedad. E¡ lo sucesivo l¿ superli.ialidad toma cuerpo, gracias a

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r78 m NAcrMrEN'ro DE r-a cr-ÍNrcA

Bi.hai en las supe¡-ficies reales de 1a! membranas. I¡s.apás de tejidoformm el corrclato pcrceptivo de esia mir¿da de superfi.ie que defi-níala clíni.a. Lasuperficie, estrucnrra dcl quc mir¿. se h¿ convertidoe¡ rost¡o de lo mnrdo, por on desplazamiento realista €n el cual Eaencontrár su ori8en el positilismo ñédi.o.

De ¿hí eI .ariz que tom¿ desde su punto de partida la a¡atomíapatoLógica: el de u¡ fundmenro al fi¡ objetivo, real e indüdable de

una dcs.ripcióD de enfermedades: "U¡á ¡osografia fund¿da en laaféc.ión.le los órganos será necesalianente invári¿b1e".12 En

cfecro, et anáIisis de los tejidos permite esrablecer. por cDcima de lódistribuciones geog¡áficas de Morgagni, formás patológicas genen-Ieq se verán dibuj¿Ne, a tnaés del espacio org.inn:o, grándes fáútilias

de enferúedades que üenen los mismos sintomas dccisivos ] elmismo tipo de evolución. Tod¡s las infl¿maciones de ls membrandseros¿sse reconocen por $ condef§¿.ión, por la desapzri.ión de su

1.a¡sparen.ia, por su color blanquccino, porsus alteraciones granl¡-

losas, por lás adhe.en.ias que forma¡ .on ios tejidos aq¿centes. Ydel mismo modo que las nosologí¡.! tradi.io¡ales comenzaban poru¡a deflni.ión de Id .l¿ses más gencEles. la a¡atonía patdógicacomenzará por ¡'una histo¡ia de las alleraciones comunes a .ada sistema", sean cuales fuere¡ elórgano o la región afectados.I3 En el in-te¡ior de ca.la sistema. será menesier rcstituir eñseguidá e1 aspe.toque «¡ñan, de a.trerdo.on el lejido, los Ienómenos patoiógicos. L¿inflamación, que iie¡e 1a misña esru.iDra e¡ todd las membranassercsas. no ata.¡ á todas con la misma facilidad y no se desarroll¿ enellas co. ]a misúa iapidez: por orden decreciente de suscepribili-dad, está¡ la pleura, el peritoneo, el peri.ardio, la túni.a \aginal y

por último la ¿racnoides.la Laprese¡cia de tejidos de l¿ misña tei'tur¿ a tÉvés del organismo permite leer de enl¿rnedad en enferme-dad parecidos, parertes.os, es decir, todo un sisrema de comunica'ciones que esá itrsc to en la confiBuración prófunda del cuerpo.

ARRID AI,(IJNOS CADÁVER},S T?q

llsta configuración. ¡o loc¿1, esiá he.ha de un empalme de ge¡era-lidades concretas, de todo un sistema orgañizndo de implicacio.es.Iiene, en el1b¡do, la mism¿ armu ón lógica que el pe$diento no-rclógico. Y más nllá de la clíni.a de la.ual parte y qúe quiere fú¡dar.Ili.hat no encuentra l¿ gco8Éfia de ios órganos, siDo el ordetr de las.lasificaciones. Ia analomía patológica há sido ú/dir¿¿antcs de ser ¿G

Dabá Do obstante al aná-lisis un valor nucvo y decisiro al rnostra¡ a lai.!e,sade los médi.os, qrclaenl¿rmedad no es et objeto póiro r con-l¡so al cuales Deces¿rio aplic¿rlosino en l¿ñedida en que ésta es'rá ypor sí misma el sujeto rtivo qu€ se ejerce impleablenente sobre el or-

t/ Fmo. ii l¿ dñr-r mc¡Ld dÉbp inel/¿re. É\ qup e\ cñ n rnnm¡ aná-

lisisi ,v la descor¡posición idcológicano puedesersino la,epetició¡ enla .on.ienci¿ del módico de lo quc cll¿ cdtiSa cn cl cue¡po del en-l¡r¡no. AunqDe Van Horne, e¡ la segu¡.la mitad del siglo x\Í, ld haladjstin8uido, muchos autores, coño t.ieucrd, confundíú aún la añc-Doides y la pimadre. I¡ alter¿ción 16 sepaa clalmenrei baio el efecto,le l¿ inflamacióf, la piamad¡e etrroje.e, mostmndo que está toda ellarejida de canales; es cnto¡ces más dura y más sec¿; Ia aracnoides se

vnelk de un blan.o má denso, y se cubre de una exud¿ció¡ viscosa,

«ilo ella puede cotrlraer hialropesías.l5 En ta lotalialad orgáúica delpuhnón, la pleuresía no ataca sino a la pleurai Ia peripr¡eumoni¿, a1 Pa-rénqúma; las loses.atarmles, a 16 menbnnas mucoss.l6 Dúpuylre¡lha mostrado que el efecto de l¿! ligádu¿s ¡o es hoñogé¡eo en todo elcspesor del c¿nal dterial: desdc que se comprime, ld tl-¡nicas medid eintern¿s .eden y se dilide¡; resiste sólo la lirnica celuloe, la más exte-rior, no obstante, porque su estructura esLi más comprimida.l? El pri¡-cipio de homogeneidad de los teiidos, que asegxü los tipós patológjcosgeneÉles, tie¡e como.orreialilo un pri¡cipio de diüsión re¡]de los(jrs¿nos baio el efecto de l¿s alreraciores úórbidas.

t2 Án¿tonit pathotnsitt@ lP ís,1425),p.a.1n Anatmi¿ gh¿ruh lP,ns, 1801), t. 1 , prólogo, p. x61r.\4 Anatni2 ftthok{tqu, p. 39.

Truilí d6 ñentrun*, pp. 2t 1261.Anatañi¿ furnabgig ¿, p. 12.

Cihdo cn r¡Ucna¡d, ¡¿.¡¿¿¡ ú dtuto1¿-path¡lagq6 er t ¿ t¿Phab

15

16

Page 8: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

r80 EL NAcrMrENro Dr LA .iLlN¡cA

I¡ analomÍa de Bichat hde mucho nás que dd un ca¡rpo de apli-cació¡ objetiv¿ a,os mótodos de ¿nálisisj hace del an:ilisis un momentoesen.i¿l del proceso patológicoj ¡o realiza en el i¡teior dc la enferme-dad, en l¿ tlrmade su histori¿. N¿da, er un senrido, estí más ¿lejadodet nominalisño implí.ito del mérodo clinico, al.ual ller-¿ba el análi-sis, si ¡o en las palabras, por io menos en los seg¡renros de percepciónsiempre suscepübles de ser üanscritos en un leDguqjet se lEta ahom deun málisis cohpromc.ido en una sern: dc fcnómenos reales y que ac-túa de modo que disocia la complejidad funcio¡al eD simplicidadesú¡atómicasj libera los elemeDtos que por haber sido aisládos por abs-

tÉcción no son por ello menos reales y con.rctosj e¡ et cor¿zón, haceaparecer el pericardio, en el cerebro l¿ dacnoides, en et ¿pero inteeú¡a1 L¿s mu.osas. La anatomía no h¿ podido ser parológi.a sino en lam.dida en qüe lo patológico úatoúüa esponráneámente. I2 enfer-medad, autópsia eD la Dche del .uerpo, dise.ción en lo üvo.

Il en,u\i¿.mo que Bi, hrr L \us .lb.rpulos cxpe.im. nr¡ron en\e-

Baida por el des.ubdniento de la a¡aromía patológicá roma de ahísu senlido: no encontrabm a Morg¿gDi, más a1lá de Pil)el o de Caba-nisi encontr¿ban el a¡álisis en el cuepo misúoj s¿caban a la lu2, enla profundidad, cos¿¡ del orden de l¿¡ supcrfi.iesi definí¿n paÉ laeDfermedad u¡ sistema de ¿,¿a añalítiÑ cúyo eleñe¡ro de descom-posició¡ patológica era pri¡cipio dc genemliz¿ción de ld espe.iesmórbidas. Se pasaba de una percepción analítica a l¿ percepcióD delos análisis reales. Y muy natunlmeDre Bichar ha reco¡ocido en sudescubrimiento un áconrecimietrto simétri.o al de L¿voisier: "La quí-ñic¿ tiene sus cuerpossimples que lbrman, por ld diversas co!¡bina-ciones de lás .uales son suscepúbles, los cucryos .ompEstos t...1 . Asi-mismo, la anatomía tie¡e sus rejidos simples que t...1 por sus

córnbiDaciones fbrmm los ór8anos".l8 f,l r¡étodo de 1á ¡ueva ¿n¿tcmía es, como el de 1¿ quími.a, el análisis: pero un análisis desligado desu apolo b,gúístico, y qDe define la dilisibilidad espacial de ls cóesú¡ás que la sintais lebal de los aco¡le.n¡ientos y de los fenóñenos.

Dc ahí, la pdadójica reactivación del pe¡smiemo .lasifiúdor, al

ARRID ALCUNOS 'JADÁV¡]RIS

T8¡

.omienzo dcl siglo xrx. Lejos de disipár el licjo prqe.to nosdógi.o,la anatomía patológica, que iba a te er r¿zón algrnos años ,tis tarde,Ie daun nuevo vigor, en la ñedid¿ cn que pare.e aportole un IuDd¿-mento sólido: el antilisis rcal segúD superfi.jes perccptibles.

A menudo nos asombra que Bich¿t h¿F citado, al comienzo de sudescubrimie¡to, u¡ fex«) de Pincl

-Pinel, que hast¡ cl fiD de su üda

debía pem¿necer so¡lo a 16leccbnes esenci¿les de la anaromía pak>lógi.a-. uD h pnmera edició¡ de l¿ N6¿g%p¿¿ Bichar h¿bía podniolcer est¿ frM que fue páÉ él como un¿ re\riación: "¿Qué importa +¡ela de¡oides, la pleur¿ y el perironeo residan cn diferentes .egio¡esdel cuerpo )a que estas membranas tieDc¡ co¡lbrmidades gener¿les decstru.rura? ¿No e\pe¡iñeDto lesiones análogas en el cstado de 1]eg-

masia?".lo En ell¿hab1¡ en el¿.ro unade 1as púmem delini.iones alel

principio de analogía, apli.ádo a la patologÍa de los rejidosi pero ladeuda de Bi.har respe.to dc Pincl cs malor aú¡, ya que encontnb¿lbrmuladas, pero no llc¡as, eD la rva'¿Áy¿r¿¿ las exigencis a las cualesdebía reponder este prin.ipio de i$moffismo: un an:ilisis con v¿lor declasificación que permite im orde¡anie¡to ge¡e.¿l del cuadro nosológico. rn elordenamiento de ld enfeiDcdades, Bichar.olo.a pnmera-menr. Ias "alteracio¡es coñunes a cada sistema". sear .uales lirren elórgano o la región áfectados; pcro no atribuye esta forma general sinoa tás inflamaciones y a los cirros; las demás alteraciones son regiónales

I deben estudiaBe órgaro por órg¿no.20 La localización orgánica nointerlieDe sino a tfulo de método residual, a1lá do¡dc no puede a.tuarla regl¿ del isomorfismo de los tejidos; Nforgagni no es uüliz¿do áqu. a falta de nna le.túra más ¿dccuda de los fenónrenos patotógi.G.Laénlec estima que cstlt mejor lectura se húi posiblc con et tienpo:"A1gún día se podrá probar que .si ródas las forms de lesió¡ puedenexistir en todas las partes del cuerpo hunano y que úo presentan cnc¿da una de ellar sino ligeras modifica.io.es".2l El mismo Bichar node.e quizi dcmüiada confianzá e. su descublimie¡ro desriD¡do, no

\9 linel, ilñtt¿Phk Phit¡\oih,@¿ ¡, p. §u.2t) A^atantu gniraL, t. t, pp. \út-xú[.21, R. L¡énrcc, ü.timaift d8 S¿aab zi¿üal"-§, aÍiculo: "A¡¡romic

P2thologique" (I, p.49).'\A Anatani gaL¿ruh, t t,p.ñ1\.

Page 9: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

I8' ¡¡ NA.¡M]¡NTo DE IA.IÍNT.A

obstmt , a "cmbia ]a faz de la a¿tomia pátológicá'; reervó, piensa

l¡ónnec, una pate demiado importante a la geogr¿fn de los óryaos,a la cual b¿st¿ re.urir pm an¡lizd lc rastomos de foma y de posición(luxaóóñes, her¡i¿s) , y krs b-dtornos de nutrición, ld atrcfid e hipertrGñNi pu€de sr que ¿19ún dÍa se puedm considetu como de la üisma f¿-

milia patológica las hipertrolas del cotuón y l¿s del en.éf¿k,. En c¿mbioI ¿¿nnec analiza, siú límites regioDales, lc oerpos ex¡Iaos y sobre todol3 alteracione de textun, quc tienen la misma tipologíá en todos ldconjuntos de tejido: existen siempre )E sem soluciones de .ondnuidad(llags, fÉ.tuÉs), lE seú a.umulaciones o desborduie¡tos de líquidcnatur¿les (nmores gmss o apoplEía), )z kan i¡Ameiones como en lanemoní¿ o la g trit¡, )a sean, por úlümo, des¡ollos a..idenhles deLejidcñ qúe no ex¡tíar anter de ln enfermedad. Éste es €l cdo dc los ci-rrcs y de los tubérculc.22 En h época de l?é¡nec, Alibe& sobrc el mGdcto de los químicos. intenia establecer u1a nomenclálxm médi.a: las

termi¡¿.iones en dirdesignm ld form gener¿les de la ¡lteú.ión (ga.e

tros¡, lencosis, enterori5) , eD ,r.§ designa Ld imiteio¡cs de los tejidos,

cD r¿G los dcrmes, etc. Y slo esre proyecto de fúú un \ocabulario m*ticrüos y analíti.o conflúde sin esá¡dalo (porqüe aúÍ er¿ conceptual-úente po§ble) 1os teñd de una nosología de tipo boLinico, tos de la lGcaliación a l¿ maDera de Morgagai. los de la descripción clÍniG y lc de

la anatomia patológica:

Me valgo del método de los bolínicos va propuesto porSauvages [...]. Método que consiste en ap.oaimar objelosque tienen á6nidad y en ¿pa.tzr k» que no tieDen ningunaaf¿logía. Par¿ Uq'¿r ¿ esta clasificación ñlosófica, paradarle bdes fij6 e inÉriables, he ¿grupado la e¡fermedades según los órganos que son su sede especial. Se verá queer¿el LinicoDedio pda enco¡tmr los sancte¡es que tieneD

más lr orp¡ra el méalico .Iíni.o.23

A¡IR¡D AI,(}UNO§ CADÁVNRES I83

¿Pcro cómo es posiblc dust la per.epción anaúñica alale.rur¿dek,s síntomó¡ ¿Cómo un conjunto simDlláneo de fe¡ómenos espaciales podrÍa iundar Ia.oheren.ia de un¿ scrie tcmpo¡al qúe Ie es, pordefi¡i.ión, íntegiamentc anterior? Desde Saueges hasra Double, lanica mism¿ de un tundanento matómi.o de la patologia ha renidosus advesdioq todos .onltn.idos de que ld lesiotres visibles del cadá,ver no pódía¡ designar la esencia dc la enle¡medad inüsible. ¿Cómodisúnguir e¡ un co{unto complejo de lesiones, el a¿r ¿sfla1?l dc l¿

saie d¿ las Í¿ctas1 ¿lÁ adheren.ias del pd ón, en el cuerpo de un eD-

lérmo de pleúesía, soD uno de los fenómenos de la p¡opiá e¡I¿rmedad, o u.a consecuencia mecánica de Ia irilación?241á misma dil!cultad para situar ¡¿ /rni¡¡tó y lo ¿dtuülo en tn cirro del pílo¡o se

encuentnn eleme¡tos cnror» en elepiplóny eI mesenknoi ¿dóndesituarel he.ho patológico pnmero? Por último,los signós anaüimi.osinrlican m¿l la intensidad del proceso mórbido: h¿y ahcraciones orgánicas muy luertes que no suponen snro ligeros desarreglos e! la e.ononía; pero no se supon(lría que u¡ mi¡úsculo lumor de cerebro pu-diera acarrear la muertc.?s Narrando únicame¡re l.r visible, y en laforma simple, tinal y abstrecta de su coexistencia espacial, la aDatomiano puede de.ir 10 que es encadenamiento, procesoy te¡tó le8ibl€ e¡el orden deliiernpo. Unaclínica de los sÍntomd busca el cuerpo !i\ode l¿ eDfermed¿di la matomía no le ofre.e más quc eL cadáve.

(hdá\er doblemenle e.g¿nador )"¿ que ¿ los fenómenG que 1a

rtuerte i.terrumpe se añaden 1os que ésta pro\oca y deposita en los ór-ganos sBin un tiempo que Ie es prcpio. H¿n por supuesto, los fenómenos de descomposi.ió¡, difi.iles de dirccia¡ dc los que peftenecen alcudró .línico de la ga¡grena, o de la ñebre pútridai hay e¡ cmbio 16fcDómcnos de receso o de desapdición: el enrciecnDieDto de las irritáciones deepare.e múy pronto después de deteners la circulació¡; esra

ntkrrupdón de los movimie¡tos narur¡tes (puls¿cio¡es del corzó¡, dilusión de la lini:r, respimión) delermina e.fectos culz div¡ión dc loselenietrtos ñóibidos esdificilheer: la obfrucción del ce¡ebro y el rc

21 F.J Do\ble, Senáabgie ginfti¿, r. t, ptt. 6G3725 11d., pp.61J,1.

2a J.-L. ¡Jt6.tt, No¡ataEi natlr¿le (Parí§, I 81 7), .Ad!érrencia", p r. ClóuJ.,-Áill, ri,, ,. fun,ld¡". en ld rn?rori¡ p¡'ológ1J rnMfandcl (asa, ¡{¡ &r imi¿lr,ru, P G, 1807) o en A¡dml.

Page 10: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

r84 EL N^(:rMrDNro D¡: r.^ cLÍNx;1

bla¡d.cnriento ápnklquc lc sigue ¿sn clcrecb dc un¿congesti(i' pa-

tológica,orleunacirenació¡inkrrun¡pidaporla,nuertc?Porúldmo,§ d¡eoe$cr quiá tencr cr .úent¡ lo que Huntcr lla'nó el "6tímulo dela mucnr", y quc de¡.adena el detc¡cñr de laüdá sh pencnc@ a

láenlermcdrd, dctacual, ¡ro obsanle, d€pcnde.26En todo.aso,los fe'n(t.enosdc agot¡mienro (lue se produ(eD al términ()de un¿ctrfcrmedad c¡ini.a (llaccidcz I¡lus(ülaa disni rcntn de la *nsibilidad y de Ia

conductib¡lnhd) ri,alan mis una cicrta rela.ió¡ dc lz úda (o¡ la

huÚte quc un¡esüu.turir p¿tológiú deti¡ida.Dos seriesdc pregD¡las sc pla¡tean ¡ n¡a anatomía patológicá que

q(iere fund¡r trna ndnoAía: una, ¡r,n(crnicntea la coluñtu.a dc un(on¡rnro tcnrlx,¿ldc sínrdnasy dc una.oexisror.ia espaci¡lde re.iidosi otra, concernierte a l¿ mue.te y n lá delinici(h riglrosa .le su

rela.ión (on la\idar con lacDferñedad. un N esfi¡erzo po..cs()lverstc problcnEs, la a¡ar()mía dc Bichat hace cacr (odas srs signifi@-

Par¡ rc.l'a2¡r la primera scric de objc(iones, há parc.ido quc no ha-

bía nccesnhd dc m(xlific¡r la esrru.lr¡ra miúa dc la miÉd¡ flínica:

¿no b¿sta nlirar a los muertos como se mi.a ¿ kx vivos? Yaplicar a losúdáreres el principio diaüiti.o de Ia obserEció r¡édi. t No hq lE.tu' pdto@íd, si@ @ú¿tlth.

Eñ el rBo de este prin.ipio, Bichat y sus suc6ores encucntmn nosóLo¿CabanisyaPnrel,sinoaMorgagni,aBonetyáValsalv . I¡xpri-mcros ¿natuDist¿t sahiD bicn que €ra mcnesier"ejücer lá discc(iriñ<te cuertxx Mnos" si sc quería d«'ifr¿r, en un cadáver, una ¿nl¿rme-

dad: ¿de qué modo, si no, distinguir un¿ e¡ltrmcdad iDt6ti¡tal, deestas "concreciones púliposas" que produce la tnuert( o qúe aporana leces lü csraciones cn los smosl2? ti mencstcr rambién (o¡nparar

¡os suietos mücrka de h ¡nisma enf.rmedad, adr¡itiendo (l viejo

^BxrD Ar.(;rrNos car,,(vERls ¡ 86

principio que for¡¡Nlaba et Sq t h¡e¡un; tas altetu ion.s obse¡lada§cn todos los cuerpos defineñ, ,i no la causa, por lo nenos ta sede d.la enlbrmedad, v quir:¡ su natr'rnlea, ts que dilicren de una auk)tBia¿ oir¿ y»' delorden del erecro, de ta rimparía o de ra.omdi(ación.28

Companción por úlrimo enrrc to que seve de n órgano altenrl,y lo qu€ se sabe de sn funcionamienlo rórm¿I cs menesrer ".omp¿-¡2r .onsranremcnre cstc lénóInrn(b rDsibtcsy prcpios d( ta vida, dela eh¡d dc cada órgano, con tos dcsarreglos que .ada uno de etrosprcscnta en su lesi(in".?s

Pe.o b propñ dc la cxperieDcia a¡árono{lÍnica es haber áplica.toel principio di&rírico a unadimensión mu.ho más.onptcia y prcbtemá¡i.ar aquellá en la cuatrienen a ani.utaM tar forms recono.ibtesde la hisron¿ p¿tológic¿ylos ele,Denros\isibles que ésá ileiá aparecerü¡a vez.o ch,ida. (:orüsür sueña ñstituir ctviejo rarado de 1760por un lcxro, Iibro primero y aby rb de ta af¡ar<rñía patotóai@, qurtcDdría por úrul¡r: ,.). qr¡ir6 ¿t.a.6ü ñútoruñ l,a sign¿ .liagnostia ñ!6tigati.\ ¿t fr anakn¿n mjih¿¿t§30 y es¡á coheren.i¿ ¿náromcclí_nic¿quc CoNiqrr percibe en elscntidode unacoñfimaión ale lanGrclogía po.la aubpsia la deline táénne. cn dirección invers: un

'lmontae de la lcsión a lG sÍnromas quc ela ha pl1)úado:

La amtomí¿ p¿lont8ica cs una ciencia quc riene por tjn el.ono.iñienro dc l5 alteracion6 yisibtcs que et $rado deenfcrmedad produce eñ tos órganos det .uerpo humano.\brir.¿dri\ercj cs el m.dio de ¿dquiri, c{rr , onot imien¡óipero paú quc éstc sea de üna utilidad directa [...] cs ¡¡e-n$ter unir a e¡lo la oterv¿.iór dc to§ sin(om¿s, o dc t8alter¡ciones de f¡n.iones quc coinciden con cad¡ cspeciede altera.bñcs dc órganos.sl

21i' l. Hnntcr, oa& hñtlitt (Pari§,1839), t.,, p.262.27 Md.l!¿Bni, ttahnh.r an Lñi9u-¡ \.d. de la En4¡.L,p¿¿¡¿ n¿t §rtu:

-¡ai.¿á-i r s.ión, r. uD, p. 17.

2,l l h ooner,.ir,,¿¡flrx' r, PFt¡ io",: e,. p, iD¡,p,o cs kr,,rd¡doInrMorg¡gnilúd.. p. tB)

2lt c,orisatl, Esai!w tz' tt¿iÁ.tt ¡ti,itú o¡E niqus, du ¡düt.t d¿,

. 8br?ia"r¡rPJ'h.1,.,1.. t^Ii,, L,n.ruj,p,,hnr,,-,.,¡.,,r.Í) Corq!¿'r, L4 a/., p r.'t¡ ¡1. ll.trtr\. ¿dx u¡o -\n¿,óñi. p¿¡tull8iltnr-, Drl&,epl^

*iru6 nnli¡¿Lr t t,p 41

Page 11: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

I86 nL NACINIIEN"To DI I,A c,,ÍN(]A

Es menes¡er, por lo hDto, que la ¡rirad¿ médica recorÉ un c¿mi¡1o

que no Ie había sido abicrto hóta ento¡ces: vía vertical que va dc la

superñ(ie sirlomáüca a l¿ superlicie dcl tcjido, vín e¡ p.ofundidadque se hundc de lo manifiesto ha.i¿ 10 oculto, üa que cs menesterrc-cofer en los dos sentidos y co¡inuanrcúte si se quiere, de un tér-mi¡o a otro. defirir la red de las necesidades escn(iales. I-¿ mir¿da

médi.a que hcmos visto posarse en regio¡es de dos dimeDsiones. la

de los lejidos y la de los síntomd. deberá, para concilidlos, despla-

zasc ¿lo largo de ú¡a tercera dimelsión. De cste ¡,odo se definirá el

volumen aDáiomeclínico.La mirada se hunde en el campo que se ha dado la tarea de recc

lrer La lectura clínica, bajo su lbrma pura, implicaba üDa sobeúníadelsujeto que descifñ, que, más¿lláde lo que él delefeaba, daba or-,leñ. \i,,r¿ri. ) \enrido.qz I I oju mF.l,"o. rn l¿ r\pc, ien¡ id JnJ,omcclínica. ¡o dor,ina snro estrücturando él m¡mo, eD su profundidadesencial, el cspacio que debe des.übrir: eDtn en el volumeD P¿tológnxr, o mái bien constiruye lo patológico coño volumen; es Ia protun-didad cspacialn¡e¡te discursna del mal. Lo que hace que el e¡fermorenga un cuerpo espcao! consisterte, espa.ioso, un cuerpo ¡ncho )pesadó, no es que hayá un entermo, ee que hat un úédico. Lo paro-

lógico no forma u. cuerpo con el cuerpo mismo sino por la fuerza,

espa.ializante, de csta mirada Profunda.Es úenesler dejár a h lenom.nolo8íd el cüdado de describir en

lon¡¡ de encueDiro, de dislancia o de .omprcnsión", los avatares de

l¿pareja nédico€nfermo. Tom¿ndo l¿{.oes en su seleridad esruc-tu.al, no h¿habido ni marimonio nipareja, sino .orstitü.ión de una

expericncia, en la cual Ia mirada del médico sc ha coúle.tido e¡ el

eleme¡lo de.isivo del esp¿cio patológico y sD armazón iDtema. lln e)

nivel ongin¿ri.,, se ha anudado la ñgura complej¡ que una psicologia,

inclusoen profuDdidad, no es capaz de domindi a partir de l¿ a¡alomí¿ patológica, el nédico y el enfermo ro so¡ ye dos elementos.o-rrclativos y cxreriorrs, como eI sujeto ) cl objcto,lo que úinylo

'nirado, cl ojo I lá supe.fi.iei su contacto no cs posible sino sotfe el

ARRID ^LCUNOS

CADÁVERES I ¡]'

londo de uná estructura en la.ual lo médico y 10 paLológico se perte-necen, desde el intcrior en la plenitud dcl organismo- El escalpelono es siDo el relu.ierte, Det.iilico y prorision¿l sírnbolo dc esta peft6nencia. No Ucva y¿ este lalor de liacrur¿ qüe el siglo x\{n rese¡tía aúntan liv¿me¡tc; medicina y .irugía no son )¿ sino u¡a sol¿ y única(osa, en el mo¡rerto en quc el desciframiento de los sÍnromd se

ajusta a la lectur¿ de ld lesiones. Et c¿dálcr ¿bierto y exre.i.)ri7¿do csla verdad interior de Ia enfermedad, es la prolúndidad extendida deIa ¡clación médico+¡ferr.o.

trs me¡ester ahon enrt¿r un po.o e¡ der¡lle y ha.er el i¡ve¡taiodÉ lñ. mum.nroq p n.rp¿lc. ,ld (\Lr,u.\¿ penep, iñn

Sustituye et ¡ré1odo de .o,"dd¿¿.i6, por un análisis que se podría.leclr en Lablü), o cn 6h¿¿dr. La ¡epericioncs siDromáli.as dejan a

ne¡udo mezcld dc lormas mór¡nias cq"¿ aDa¡omía p uede sol¡ moerrar la diversid¿d. La sensación de ahogo, las palpitaciones repenütrd, sobre lodo después de un eslüerzo,la respiración corta ydificil,los despert¿res con sobresaltos, una palidez caquécrica, un scnti¡¡iento de presión, o de co¡sricción en Ia ¡egión p¡ccordial, de pesadez y de entorpecimiento en el br¿o iTquicrdo signilica. de unaúlnera masim enlermedades del coEzón. cn ld cuales sólo la oa-rómia puede distinguir la pericarditis (que afe.ra ¿ las enlolturasmenbranosar, el aneurism¿ (que afe.t¿ 1¿ sustancia muscular), 1ó.onfácciones y los endure.inrientos (en los cuales el corazón es

¡fectado en sDs partes lendinoss o fbrosas) 33 l.a coinciden.ia, opor lo ¡renos la sucesiótr regular del cararroy de la tisis, no prueba,a pes¿r dc 16 nosógmIbs, su ideniidad, )¿ que Ia autopsiá muesrrácn un.aso una afé..ión de l¿ membEna mu.osa, e¡ el otro, unaalteráción del paréDquima que puede ir h¿sta la ulcemción.34 Pero, ala inve6¿, es mcnester reurir.omo pertenecienLe a la ñisna célulalocal la tuber.Dlosis y 1a hemoptisis, enlre las cuales una siDromalclogÍa como l¿ de Sauages no ercontr¿ba un vÍnculo de frecuenciasuficiente para reunirlas. L¿ coincidencia que define la idenridad

c-"L. B^ytr, Iüfh-.h.s et tu ?hthi.1¿ pulrunaiq (Piís, ln\o) .

Page 12: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

r88 trL N^crMrrNTo DE r.A cLíNrca

patológicá no tcndráv¿lorsino para una percepcióD localme¡te di-üdida-

trs dccir que la erperien.i^ mé¡lica \^ a s[srl¡\ir el reeis¡ro ü las Ír?¿úd¡¿ias pot l^ señ.al del fuz¿"r7. El curso si¡tomático de l¿ tisis pul-

¡nonar ofrece la tos, la dilicult¿d de respirar, el marasmo, l¿ ñebre

héctica.I a veces eipe.tom.iones purulcnt¿s: pero ninguna de estar

modili.¿ciones üsibles es absolulamente itrdiBpensnble (hay túber.u-'o\ó\ qúp no ,o\en '. ) .u o, d.n .ld enr.ad¿ en Fs enr no c§ I8!,o\o(la fiebrc puede apare.er pronto o no desencade.arse sino al tér-

mino de la cvolución). Un solo fenómero es constmtri, condi.ión nscesária y sulicienre paE que h¿ya tisis: la lesión del paré¡quima pul-

monar que, en la autopsia,

se revela esp cido de más o menos centros purulento§. E.algúnos csos, son t¡n numerosos que el pulmón no Parecescr ya m᧠que un tejido alveol¿r que los coútiene- Estos

cenrros esán atravesados por un gEn trúmcro de bidar;(n l¿. ptu,e\, ér, ¿nd ". .¡, urnr ¡ un endu,p, imien,o mÁo menos 8ránde.35

Por e¡.ima de esre punto fijo,los síntoúas se deslizan y dcsaparecen;

el índice de probabilidad, en el cual la clínnra 1os áfecnba, se borraen prolecho de un¿ única iñpli.ación necesariaque es de¡ orde¡, no

de la fre.uencia tempoEl, sino de la constancia locat "Es menest rconsiderr.omo tísicos a individuos que no tieren ni fiebre, ni delga-

dezni expectonción pürulenta; basra que los pulmones estén afe.ta'

dos porunalesión que tjeDde adesorganiz¡rlosyaulccrarlos: l¿ tisis

es esta misma lesión".36

Ligada a este puñto f{o, la rd¿ dotulógi.¿ de los sí¡tom¿s se ordena

b¿io la forña de fenómcnos secundarios, en la /¿m,rcación del e'pacia

¡1¿ la l6¡óny enlalóglc !¡te le es propia. Efudiando el progreso, "cu_

!5 X. B:,char, AnaMi. !othd¡!i,lu., p. 1J1.36 C.-L. Ba¡e, ¿r. ¿i¡., pp, 8 9.

ARRID ALGUNOS CADÁVLR!]§ I89

,,uqo e inr\p',.Jble". de áluun¿s tipbre\. P.rir ,omp¡,¿ i{emrirk¿-,nenre los cuadros de obserÉción obrenidos en el curso de la e.fer-rneilad y cl resuttado dc ld auropsid: lasD.esión de signos intestinales, gástricos, febdles, glandulares, in.tuso cnceiálicos, debe estarprimiliv¿rbetrte vin.ulada cn su lót¿lidad a ,atreracioDes perfecta-mente scmejanres del tubo i¡te§tiDal". Se r.¿i¿ siempre de 1¿ región,le la {ilwl¿ ileocec¡l; ésl¡ esá cubierla de man.htu li¡osd, hinchá-rld, ha.ia el interiori ! las gláDdulas delseSmenro mesentérico qúe le.or.esponden esl.in engrosadas, de un rcjo sor¡bío y azuloso, pro-fnnd¿mente i.)ectadas y obsrruidd. Si la enfermedad ha durado mu-cho tieñpo, hay ulceracióD y desüúcción alel rejido intesti¡al. Sepuede ¿dmirir enb¡ces que se está en presenciadc una a.ción deler(1rc¡ etr el.an¿l digesti\o, cuyd funciones so¡ ld primer¿s ¿lteraala.si$lc ¿ge¡te es "trasmirido por ¿bsor.ión a las gtándulas del mesenrerio, al s¡tema li¡fárico" (de ahÍ et trn§torDo vegerarj\o), de ahí.,a la,ú,ilcrsalidad del sistem¿", ysbgxlarmenle a sus elemenlós encefálij.os y nerviosos. lo que inplica la som¡olcncia, elurodorrmienlo delas li¡n{:ioncs sen$riales, ci delirio y ld fses de esrado comaroso.srL¿sucesiótr de las formas y de los síDtomas ¿parece enlonces simplenr.nte como la inagen .ronológi.¿ de una red üás rompteja: unaflo¡a.ión espacio re¡¡poral a paftir de un amque primitiro y a rravés(le toda la vida orgánica.

El análisis de la percepción mátomo-ciínica saca a la tuz tles refe,rencias (de loc¿liza.ión, de.entroyde p¡imiriüsño), que nodificánl¡ lectum ese¡.iálmcnre tempor¿lde la clinica. Et cDad¡iculdo orgá,,ico que permire determi¡á¡ pu»tos qjós pe.o arbores.entes Do eli-,nin¿ el espesor de la hiforia parológica eD pro\e.ho dc la pura su-

tierficie anatómic¿: lain[oduce e¡ el volumen especfico del cuerpo,nacicndo coincidir, por primera rez en el pensamienro médico, el(ienpo mórbido yel recorido señalable de las masas orBánicas. En-r(¡nccs! pero sol¿¡bentc enton.e§,la matomía patológica lDelve aen-.ontrar los temas de Morgagui, y, más allá, de Bonet:un espacio orFi

37 M. A. Penf,'ltu t¿ ¿a ttf¡1t¿ Litc i:cnthitu.(P Ís, tstz), sobrcbdo pp. xx, xxx I pp. l¡2-141.

Page 13: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

r90 rr- NActrnNr0 D'1 r.a .r.íNrcA

nico autónomo, con strs di¡reNi(,ies, !$ Gr¡inos, sus ¿rticulacioDc\propias, üe¡e a dobla. el espa.n) natur¿lo significatiyo dc laDosoh|gia ) exige que ésrc se¿, cn lo cscDcial, ¡clacionado. Na.ido del {rridado clí¡ico dc dclinir 1as dhutLura: ¿¿l lrarmt$o ka¡dógt.a (\éúc tlTtaiti üs Mnbtaha),1á ¡te!¿ per(:ep.rión médica sc da al lin por L1-

,e¿ señalar l¿s 6gur6 de l¿ localiz¿ción (véase las iNestiga.iores drCorrisart o dc G.-L. ¡la,vle). La no.ió¡ de yd, se srsriluye dcfinitiv¿-mcnre porla de ¿l¿r¿r "¿Qué es la obser!¿.ión

-preguniab¿ tsich¡t-

si se ig¡o.á ellug¿r del n,al?".r3 Y ltouillaud dcbí¿ contestd:

Si hal un axioma en medi.nra, es eskr ¿fir¡,¿ción dc quc¡o exisre erfer¡,cd¿d sin scdc. Si sc admiricr¿ la opinióncontr¡ri¿, §crí¡ mcDester adDitir también qoe exisLe. fun-cioncs sin ótganos, 1o quc es ur pátpable absurdo. I-2 de-

lermiM.ió¡ de lá sede de 1as cñfer¡,cd¿des. o su loc¿liz¿-

cnir, es nna de l¿s mayorcs conquistas de la medi.i¡a

El¿trálisis dc los tcjidos cuyo scntido origin¿rio era genéri.o ¡ó prdodej¿r. porsu propi¿ estrucrura, de ro'¡a. n¡ul p.o,tto el valor d{: unregla de lo.alización.

Morga8ri, n(¡ obsta¡tc, no sc había eD.oDtrado de ¡ue\o sin u¡inodilicación dccisim. Él había asocia¿lo la ¡o.ió. de sedepalológic¡¿ la <\e .aú\^: D? Sdibll\ ¿t .a?4¡... i en l¿ ¡ ucÍr üatomÍa patológicá, l¡detcrminación dc 1a scdc no lale como asig¡ación de causalidad: en-

contrar e¡ las iiebres adinámi.as lesiones ileo.:c(alcs no cs eDun-ciar su.¿usa dete¡ninantei Petii pcnsani en un "agcDtc.d€leréreo".Broussais en uD¿ irritacióD. Poco inpofta: lo.alizar es sóIo lijar u¡punto de partida espa.ial y tempo.áI. P¿r¡ Morg:rgni, l¿ sede eE clpüntó de insercntn en el dr8'¿nisno de l¿ cadcna dc causalidádesr sc

idcDtifi.ab¿con suúltimo eslabóD. Para Bichatt sus sú.ek es,lanGción de sede estri libenda de la p.oblen,áiic¿ eus¡l (y cn csto ellos

:l Bitl\ r, Amhnü ginaralr, ¡. t, p. x.t\.39 Boriua\t¿,, PhiLtaphú ni¿¡úb, p. 249.

ARRID ^r_clrNos

.j^DÁvrR¡.s rq¡

n,n herederos dc los c]Íni(or: ésra esá dirigida há.:ia el fu turo de 1.1

,J'Ié¡ne{I¿d más que hacia N pasadoi la s.de cs el punh del cual,,, ,1i.' l¿ o¡g¡ni/., i,ln pir¡"¿i,1 \ú.aü." ut 'aa.iño ttnttr t,nn,¡.,., ¡ n e{r re'.rid,, lJ rr x. !,n i.ñ r¡n t.'il.^Fr .",,,...s."",,,,t.

".-l,¡cio n,n,ó!ilpuede resolver los proble¡ras planreados por lo(.1e.:r, rolk¡s tcmporales de un¿ enfe,r,ed¡d.

¡ir el pensmicnto médico del sigl{) xrrx,l¿ mu.Itccra a ta }ez el hi.,lx) absolutoyel úás relativo dc los fenóme¡os. [m el rérü]ino dc l¿|nla v asnnismo. clde laenfermedad si estabaen su nar¡Eleza ser 1:r-r¡li¿ parijr de ella, el límire se al.ánzaba, la le¡dad se cumptÍ¿y por.lk) mismo se fErqucaha: en I¡ mucrte,la enfcrmedad, lle8ad¡ al fi¡, l( {¡ ca.re.¿, .allaba y sc (onlrftÍ¿ en algo de Ll ,nemód¡. pero si fe-N¡ba en las hucllas de l¡ enlermedad á morder el c¡dárcr r.nron.es,,i.gtrna prueba podía disli.gni, absolutamentc lo que era de el1¡ v¡.,.t,r. crJ,1. l¿ rnr i.' '.. rF.rgno§ \e e I e,I ¿t,Jr,, r, "r, i1a.\L rJ.I'le desordcn. Aunque la mne¡re eu este absohrto dcsorden, a pa¡rir,l,l , ',¡l no h¿\ \¡ 1i \i,1"

',i d,' lí m, rl.'d. \u..l..orgJ , i/r, r.n.. -,J,,

r,. n,i,mo qr¡- r,..1, \ t., f.nor1, noq rnor Ir Jo,. I ¿ .\pcr rrn¡ .! , trmL¿¡',!lo su for¡,a primera no volvÍa a po¡er en teta deiuicio esrc anbi-xLro.on(cPto de la muefle.

'I¿cnica del.¿dárc¡ la ¿naromía p¿lológn:a debe dar á csra noción,,¡ estatuL() más dguroso, es de.if, úás instruúcnr¡1. Est. dominio,,,).eph¡al de la mue.re h¿ snn) zdquirido primermrenre, .n un ni\.lmnyelernental, por Ia organización de l¿s.li¡i.as. La posibilidad,l, abrir i¡riediatdenre los.ue¡pos disminuyendo lo ná per¡¡,¡..¡rn,mpo l¡teDtc enre elde.e$ y la auropsi¿ ha pcrmitido hacercoiD-, i(lir. o.asi, el úlrnno mon,e¡ro del tiempo p¿rotógi.o I el prihcro'1,'l rcmp, ', j.l/\, '

¡ o. Io\elF, rr,lt i dr!.o1,tru\r ,on o,e;., , ¡ .u!,p,imen cdi por 1., nieros b¿io su formá más ma¡iliefa y nlás perh,rbadom; si bien cl infant. dcl deceso pucdc deseú¡peñ¡r.1 papcl,l, una seiral snr cspcsor, que melve a [email protected] el ticmpo nofug;á,ll.o,.o¡ú cl cscalpeloel espa.io orgtinico.l¡ nucrrc noesy,,.1,r, ¡u,,,ea!¡rticaly absoluiamc¡te tenuc que ure corrá¡dolas 1a serie de

l,'§ sintom¿5 v l¿ dc l3 lesiones.

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192 'I,

NAdMIENTO DE I,A CI,ÍNICA

Poroln pane, Bichat, volviendo a tomar diferenles indi.acioDes d(Hunter, se esfüera por distingun dos órdencs de fenóne¡os que la

anatomía de Morgagiri había contundido: las manifestaciones contem'

poitnes de la e¡fermedad y los mtecedenks de la muerte. trn efecto,

no cs necesario que una altera.ión remita a la c¡fermedád I a Ia ee

lructura patola)s.at puede remitir ¡ un pro.eso dferentc, cD parie ax_

ióno¡royen pdte deperdi€¡te, que muncia el á!ad.e de ]a muerle

,drí la fl¿. ez muscular forma pane de la semiología de algu¡a§ páni"

Iisis de origen e¡celáli.o, o dc una afe..ión \ital.omo la ñebre d§má'

tic¿i pem se la puede en.ontrár tambjén en .ualquier enfermedad

c¡ónica, o incluso cn un episodio agtrdo sienprc que sean el ú¡o ylaor¿ de duFció¡ bafante largai se ven ejcmplos de ellá en ló infl¿rna.

ciores de la aracnoides, o en las úlümd fóes de la t¡is. El lenómeno,

que no lendrÍa lu8¡r sin l¿ ederned¿d, no cs la enfermed¿d úismal

dobla su dur¿ción con una evolució¡ que no indica una figuÉ de lo

patológico, sino una proximidad dc la muertei designa, bajo cl Prcccso mó.bido, éste. asociado, pero diltrente, a la "mortific¿.ión".

Estos fcnómenos, sin duda, no carecen de analogía, de coütenido,

con los Signol' f¿tales, o favombles, analizados tan a nenudo desdc

Ilip.icr¿tes. Por su cstrudura¡ no obst2¡te, ysu\zlor semá¡ti.o, so¡

muy difcrentes: el signo remitc a uD r€súIl¡do en tanto se tuticiPa al

tiempo, e indica 12 graledad esencia.l dc la enfe.medad, o su Snve-dad accidenlal (se deb¿éstaa uúa complicación o auD crror ierapéu.

li.o). Los feDóúenos de muerle p¿rcial, o p.ogresiE, no dticiPanñingún luturo: muestra¡ u¡ pro.esoen.uNo de realizació¡; despu¿s

de uDa apoplejía, la mayor parte de la funciones ¿nim2les són natu-

ralmente supendidas, y por consigrienre la muerte hacome¡zado y¿

pan ells mieDtras que las fi¡¡.iones or8áDic¿s coniinrian su vida prcpia.ao Adeñás, los gmdos de esia rruerte móülno sig¡en sólo, ni de

ese modo, las forúas ¡osológica, sino mált bie¡ las líneas de faciliü_

cióú propias al organismo; eros procesos noindican §ito de una ma-

¡era ecesona la látalidad morlal de lá enfermedád; h¿blan de Ia per-

AURID A] 'UNOS

CADÁVIRtrS I9J

,reabilidad de lavidayde lamucrte:cu¿Ddo u¡ estado parológi.o seprolonga, 1os primerG tejidos ale.rádos por la morrificació¡ sonsicmpre aquetlos e¡ los cuales la ¡ut¡ición es más ¡criaa (las ñuccsas)i luego üene cl pdéDquima de los órf¿nos f en la táse ú1tim¿. tosr( ndones y las apo¡eurosis.11

t¡ ñuerte es, porlo ra¡to, múlripte y est.t dispersa en el rieúpornors éste un punto absoluto y privilegi¿.Io, ¿parür del.ual los iemposse detiene¡ pda retrocede¡i rietre coúo la enfermed¿rt misma u¡ap¡csenci¿ ho¡migueante que elanálisis puede repáftir en et rieftpoycD el espacioj poco a poco, aquío ¿llá, cadauno {re ios nudos yietrenr rompe¡se, hdra quc cesa la róda orgánica, por lo me¡os en sus for_trta más imporrantcs,la que dura¡re mucho tiempo, aun después del¡ r¡uerte del indiliduo, mue¡res minús.uld v parci¿tes vendñn a suvez a diso.iúlos islotes de vida que se obsti¡an.42 En t¿ ñuerte narD,,al, l¿ vida animal es la primeE en apa8aNe: extiDció. sensorial pi-,¡eramente, errorpecimiento del cc¡ebro, debilirmienro ¿le lalocGr.ocióD, rigidez de los múscDlos, dismnn¡ción dc su conir2.rilirlárt,¡si parális¡ de los intesri.os y po¡ úkimo inmoliiización del coE-/on.4 r A.{e , uadro, ror'ologr ó de ts mui flFs !r.i{iv¿q, É\ mi np\re¡ añadir el espa.ial, de td i.rem.cioncs que desprenden, de ünJ'unto a or¡o del org¿nisno, muerres en cadena; tie¡en tles cenrros.scn.iales: .otuón, pulmoncsy cerebro. Se puede estable.er quc lanuerte del corazón no ¿carea la del.ercbro por la !ía nerviosa, snropor la red ar.erial (derenn¡ienro del movimicnto q!¡e mmriene lafid¿.erebral) o porla red vascuta. (dere¡imienro del movi,nienro. oIn,r el contr¿rio reflujo de sangrc negrá que obfruye et cerebro, lo( omprime I le impide ¿ctuar). Se pdedc mostEr raúbién cómo ia¡¡uer1e del pulñóD a.¿rrea la del coÉzón: sea porque la sanSre ha,n.o¡trado en cl pulmóD un obsáculo hecánicopara lacircuiació.,v:a porque ¿l cesar dc acluar el pulñón tas reaccio¡es quíni.a§ noricne¡ r¿ alime.to y la.oDtra..ión del coúzón se inrerrump..¡!4

41 \. Bi.h^r, Atuktui. lathat gigu,, p. 7 .42 \. lJi.nzr, R..hhhx li4tiobgtry*, p. 242.43 1¿¿., pp. 2341!38.44 /ri¿, pp. 25i y 538.

.10 x. Ri.hat, l?¿¿l¡mlA ,¡)§oüE W: sú ta ú¿ ¿t l¿ hút \ed. Mage¡dn) ,

P.251.

Page 15: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

'94 r:L N^.:rM¡rNlo Dn ¡.^ c¡.íN«i^

Los pro({}sos de l¿ ¡nr¡(rte, que ¡ro sc niendlna¡ ni .on l()s.le l,üda Di.on k» de la e¡l'crmcdad, y») dc natur¿lcuk qu€ ilDstr¡ Ios I¡-nómeños orgjnicc\ ), sG perturba(nn¡es. l¡ mrcte len|á j_ tr¡tur¡ld€l anci¡no toma.n vrrtido idv.rso el desáúlllo d. la vnl¿ en el¡,ino, cn (l (mbrnnt, acaso. in(:lur,, en la pl¡n(^r "El est¿.lo (lcl ani-¡nrl, al .r¡¡l la muerle náturál r¿ ¡ x¡ulár! se .pr)xima a ¡quel cn .¡cual sctr(o¡tmba cn clvrn)desu nradrc,cn'clusa aqnclilcl vegc-

tal que no ii\c sinó dentro de é1, y para quicn l(xt¡ la mrüErlcza esLi

cn silenci(f.45 L¿s enlolturas suc$ivás ite la vid¡ k.desliga¡ ratlrr¿l-mcntc,lo (r¡l e¡unci¡ sr ¿ü1o¡omÍa ys, \ddad c» lo misúo que las

iega. lilsiskan¡de las dcpcnden¡:ias li¡ncionaks yde l3 hr(a..n}ncs no.ütalcs o pak r'8i.ass ihrmnh rambiéo.on (.l análisis de csta$

mucrres p¡tlicularcs: r: f¡rede .econo(cr que, si h¿]¡ ¡cci.in direcl¡del pul¡n(ir küre el coraTón, éste re $rlic sin,, ir¡dir.e.larn.nkr lá i,!fluencia dcl ccrebroi l¡ apoplcjía, l¡ .pilelxia, l¿ nc.rGis,la.onBrcio¡c\.erebnles no prok,.atr ¡¡nguna ¡nodilicación inr¡cdiat¡v c<r

r.espondicnte del cor¿7ón; «il() €Lctos ry'undarios podránprodu.irsc pormediacnt¡ de la p¡riilisn musculnr, de lanrLerrupcióndc la rcspiación od. l('s r rasrornos (ircularo.ids.46 Así fii¿{l¡, c¡ srsnreañ¡smG propic, l¡ ,nncrtei .otr $u red orgániG, oo pucd( f¡ s'(onfundid¡ con la eul¡mcdad o sN htrellasi pu«le pór el conir¿rioscrürdc punro dclistás)bre 1o p¿l(n(tn:o I permitirfij¿r ss l¡rnaso sus etap¿r- Al esludiar las causa§ de la tisis, (;.-1.. Bavle ¡o.oDsntern

)¡¿ la r¡uenc como tro¡ paDralla (fw( n,nal y rc'npoEl), que lo str¡.aba dc láenferm.dad, snb.omo L¡¡a ritrEci,i!r cxperimcn tal espon-Lfue¿ qnc abre eI a..eso ¿ laverda(l misr¡. dc l¿ cnfermedad y a s$difcre¡les ldcs crónológicas. l¿ m uo te puedc, c¡ Gredo, produciN(a lo lar8)del @lendarn, patológ¡co, f, b¿jo el el¿(to de la rtrlérmedad nbmá, r¿ ¡ causa dc una afc.cnin sobrc¿ñ¿(tida, la, por úliiño,por ¡nolilo dc un ¿.(i(le¡re. UD¿ lcz (o¡o.idos y (l(minados los t¡-Dómc¡os invariablcs y l¿\ ¡,anii¿slaciones variables dc l¿ ¡¡r¡crte, r'puede rcco¡stiuir, gr¡ci6 a csra aperrtrm sb( cl riempo, la c!ol,!

auRrr,.,\r.r;UNos (jÁDÁv!:Rris ¡ an

.,r,',1, r, ¡.'u,,.,-. (rnu,bro.,.¡.rt.,,i.N.tr.^.l,,rnÉ.¡.,x.rr,.rut¡r,-,,,1,Á llrDrcs. hom,)g¡t¡rcos, btar(¡u«:inosj lDcAo ia.¡rar:i¿»es márL¡.unl¡s. rlrk. tictrcn c et.e¡ri' u[ ¡ri.teo de tr¡¡k.r puNtcnt¿ que.¡'¡.,' \'r ¡,no,. our ük.rni' r,n.{:rt,, Lle.r,r,r.rr i,h qu. pr,",x ¡ It,.,.,\ ), un (lestl r(1ia» dd palt¡q uinra pulmoDa,r4T SifeDali/a,rb ct

'i,i{no urtrodo. l-a¿¡nec tr¿ p(rti¡io mosrrai, «nrlra cl mis¡n) Bayle.,t,k l, nrcl¿DGis ñó la¡ maba uD ripo par(r,igi«) distnno, siDo uñár.§. poiibl. de l¿ evrn.nin. EI rie¡r¡po de Ia mu(.te pue.l¿ (t(§tiza6c.' l() l¡.8o (lc la evolu( nin mó.bnh; y (omo csla rnuerre ha p(rdido su,.1,i rtr ol)aco, se.olvielLe, parid(ijicane"rc y I)(rN cl¿.l() (le inre',,¡p.ntr tcr¡por¿|, ([ ct instrumctrk, {tu(: tXrmire inregr¡r ta dur¿,. !r¡ dt ln cnferm.dad cn etespa,:io inmóvitde un ( uc?o rc.oüado.

La yi(h, l¿ cDlerme(lad y 1a mu(jrc consrirLry( ¡hora un¡ lrilicla.l,!rrn'¡ y.o¡c.pru¿1. t,¡ vieja conliruidad dc t¡s or)scsiolcs rnilc¡a

',.¡s quc cok.aban (tr ta vida la ¡nrenu, dc tx cnf.ern¡ed¡d, y cn ta,'',lc¡nedad 1a prcsc¡(ia aptuxnná(la dc ta ¡n(rrc, esLi rora: en sul,,Aai sc arict¡la (n¡ lifi(m ¡nangula¡t.u)'¿ ( unrbrc supernn.csii deli,,id¡ pd¡ la muerll.. l)rsdc lo alr, de la mucrrc se puerteD vcf y an¿-r'l,,r 1¡s (lctÉndencias orFíni.¿s y hs scoeD.ias t,rk,¡ógic6. t:r, ttrga., n É, k' qrr habÍ¿ sido dur¿nrc t:1n«) r¡er,po. ,§á nfthe en t¡ (úat Éi, n l¡ vi.la, en la (r¡¿l sc co¡tundc ta enfermcdact misma, (§rti d._r.trla, c¡ lo $r.esi!o, d. csre gra¡ lr¡ter dc ilunjD¡.ntu {luc clonriD¡\ \.¡.a ¡ la luz¿l¡ vc, clespa.n¡ (lclorganismo r d ricmpo dc ¡¡ entér,¡n{¡¿.-. lil privikgn'(lc'u inrcmpoml¡d¡d, qr. cs ran!ie¡}sin düd¿' ¡r',o .l c¡¡r¡! n¡.nn' dc .u iIIrr¡r(rx1a. Dor p¡ilrrJ !, ? sr \urt\.rrsr.nn¡r¡rl() ró.ni.o que pernri«, npfts.r la ve!(t{d .1. l¡ üd¡ y 1a n,,ri¡lr/¡.t, .r¡ mJt. Lr n,,rr.r,..r t,,ar¡r¡ ¡,r¡h\r.¡¡1,r. mUc{ni jJ\iñ'n

xioncs despleg'án(lol¿s, ,v ha.e era ar t6 mn.¿vi[¿s de ta génesis,',r el.igor de la dcs.omposi.ión i y {rs mcresrer dejar¿ ra p^lnbra dd¡ d?¡/,,!Mrrr ecr e¡ la fesadeT d. su s(niido. Elan,íisis, tito$tí^ dc ltu, l.mcDros y de sus k,y(s, cncue¡lr.i e la muorc to que e¡ vano h¿-¡'i¡ búsca(lo en la nr¡rcmári.a, en t¡ .tuímic¡, e¡ el lenguaic mismo:

'1,' m.xiel(, nrrupcüble I prr riro por la naru¿kj1a; sobre csk gran

17 < .. t - Baylc, ta/¿a.h6 fl¡ h l,t¡t¡iq. !¿t,ao"a¡r, ?p 2t24.

Page 16: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

rgti ¡:r. NAdMIEN"To D! L{ cI-ÍNIcA

ejcrnplo, m a apoy¿rse en lo sucesilo l¿ mirada médi.a. No es r¿ la de

un ojoúvo, sino l¿.úinda de un ojo qúe ha visto la Inúe¡te. GrD ojo

bl¿nco qüe desa¡a l¿ vida.

HabrÍa mucho que decir sobre el "!iml¡mo" rrP Ri'r9r F§ !'r'l'dque al 1I alar de cercar el .aráctc¡ siDgular del f.nriñenó !n'o Ri.hái

vin.ulaba a su espec¡ncació¡ el desSo de l¿ er¡Iermedad: u¡ cuerPo

sünplemente fisico no puede desüarse de su tipñ ñ'hr,l 4a Per6 csró

Do impide quc el análisis de la enfermedád Pueda haceNe desde el

pu¡to de vista de la ¡ñuerle -de esta úuerte a la cual la vida se re_

sisre por delmición-. Bichal ha dado un cará.rer relarivo al con_

cePto .Ie mucrte al hacerlo desce¡der de csie rh$hllo en cl .dal

aParecía.omo uD aconte.imiento que no se puP'l' rlilirlir 'le'isivo ¿

irrecuper¿ble: lo havolatjlizado y repartido en la üda, b¿jo l¿ fo¡ma

de útrertes parli.ul¿res. muertes pücialcs, Progresivas, y tan lentás

como para.oNu'nañe más allá de la muerte mjstra. Pero coD este

hecho, él formaba una esfu.tura csencial del peDs¿mienro y de la

per.epción médi.osi es¿lo qDe §e @o¡¿laüday¿1o quc se ¿¡rD,¿i es

aquello por relación a lo cual ella es viva ¿r¿r.ú¡, por lo talto üdd;

aquello con rela.ión a Io cual ella est.í ¿nalíticamente *!u¿sta, pot lo

tanto dd¿¿ M¿gendie y ¿ntes que él Buisson iban al loDdo del prcblema, pero comobió]ogos, cuando üilicabd la definición de laüdapor la cuat se abre¡ ks a¿¿ld¿¿61á)"¡rrgi4m: "ldea falsa, ya que mG

.ir sigDifica e¡ todd las l.nguas dejar de viür y desde enton(e§ Ia pre-

tendida alefinición se reduce a esie .írculo vicido: la vid¡ es cl .o¡-ju¡to de funcioncs quc se resisten a la ausencia ale üdJ'.ao Pero Bich¿t

h¿bÍa pdtidó de una expeiencia primem de anatomoPatólogo, que

había .onstituido éI mbmo: experiencia cn Ia cüal la muerte er¿ la

única posibilidad de dar a la \ida un¡ lerdad positiva- Ia irreductibil;dad dc lo üvo en 10 mecánico, o eD lo químico, no es sino §ecu¡daria

.on rela.ión ¿ este vÍn.ulo fuDdment¡lde la viday de la muerte. El

ütalismo ap¿rccí¿ $bre el lbndo de esie mofialismo".

asRrD ar.cuNos (jaDÁvERLs rq?

El camino recorrido es i¡menso desde el momenloj próximo no()lxtante, e¡ el cual C¿b¿Dis asign¿ba al saberdc la vi{Ia cl mismo ori-gen yel mjsmo li¡ndamenro que a l¿vida misna:

L¿ iraluraleza haquerido que la f¡,enre dc Duesrros co¡o.i-mientos lüera 1a misma quc l¿ dc la !id¿. Es me¡ester reci-bir imp.esioDes pau vilir; es menesrer rc(ibir impresionesp¿ra co.occril.omo l¿ necesidad de e§tudim esri sicmp¡eFn r-ün dire,,¿ d, \u ¡' ' iu¡ .ubrr oo\ol... ! qiguc ,ld.trucstros medios de nrstrucción son siempre propo.cnrna.les¿ nuestrs necesid¿des.50

l'aE Cabanis, como pa.r el sigto r§,rn y par¿ ti)da una tradición quec.a fa¡rilia. ya en el Renacimienro, el cono.imjc¡to de t¿\ida se apo-rab¿de pleno de¡e.hocn la eseñciade lo viro, va que no en ésia sinouna ma¡ifesta.nin de ello. Por cso no se ¡ralaba.jamás de pcnsar e¡l¿ enfcrnedad sino a partir de lo üvo, o de $¡s modekls (mecánicos)

l dc lo que ios co¡srituía (huúoralcs, químicos)i et litalisnD y el a¡livitalismo na.en, cl uno ) .1otro, de esta a¡rcrioridad fuDdame¡l¿Ide tavidae¡ lacxperiencjade la e¡fermeitad. Cotr Bn,hat, el.onóci,¡iento de 1a lida encucnra su oriAcn en la desru{r:ión de Iá üda, ycn sr¡ extremo opucsto; la enfermedad y la vida dicen su !€rdad ¿ lamuerte: ve¡dad cspecífica, irredu.rible, proregidá co. iodd las j¡imi-lnciones de lo inorgtnico porei círculo de l¿ mkrre que las designaPor lo que éstas ion. Cab¿nis, que hundía 1an leios la vida en ta pro-lundidad de los orígenesj era nárutulmenrc más r¡ecánico que Bi-,t,at, que sólo la pensaba en su rclación con la muerte. Des.te el cc,nienzo del Re¡acimieDlo h¿st.a fines del siglo x\rü. elsaberde lalid¿cra obtenido en el.Ír.ulo de la \ida qüe ie repliega sobrc sí misrnarsc obse¡vai a p¿rti¡ de Bichal ese sabersc ha alesplaz¿do co¡ reta.ió¡r la \ida, y se h¿ sepando dc clla por el infr¿nqucabte límite .le 1a

m¡ertc, e¡.uro espejo la mira.

48 alt G. Canguil¡.n, ¿¿ .@"¿ú¿u.r l¿ l¿ ,i¿ (Paris, 1952), p 195

4 ' r. R. Bu,\-n n- h¿,. ^!r k Iht'-rtu l, a"P\4 ñ;- ',ñ)r¿/,gfl¿r (?2ís, 1302), p.5t q ta¡¡¡ri¿¡ Magendie, nún 1 de

¡a p. 2 dc su edición de ar¿¡flh$ ?¡»stuLEílu^5t) Cab^nis, D11 d¿s¿ ¿¿ ñtitun¿ ú k thale¡k \1. e¿,., P^ris. ].Btg),

Page 17: Foucault-Clínica (8 Abrid algunos cadáveres)

rrl8 rr- N^¡;rMrEñrro r¡r: r.a cLíNr{:á

Sn¡ duda da rDa tarcá hie¡1dificily paladóji.¿ pam la ¡niEda ¡¡nlicaopcr¿r1al(r»)!eñión. LlnrprcpcDsni¡r inmc¡úri.:I, lan á¡ligua.o,noelmic{ft,dc lc hon¡brcs, kn$í¡ los,'¡)sde lG mÁlicc ha.i¿ la ih¡úi-m.ión dc la enfcrmedad. h¿{:i¿ la.(rra(ión, ha(i¡ l¡ dda: no podía

tr¿t2¡se siñ)de restaur¡rllr. L¡muc,lf pcrm¡ne.ía, ir c$p¿ldas¿(l üré(lico..onn la gra¡ aúcn¡n$mbrí¡ (xr l¿cualsc ¡bolian susabcrysuhabilidad; cm el risao norílodt lar.i.l¡yde la cnfcr'nedad, snrc dclsahe. quc l¿s intc.rogáb¡. (lon Bntut, la mirada m¿di.a gir¡bt sobre

si misnra y p«lí¿ a la muerre cuenct de l¡ licl¿ I dc ln cnfermed¡d, ¿ su

iDmo\ilnhd dcfinitita dc r¡s tiempos y de rs ¡¡ovimic¡tos. ¿No cDmcnBter que la mcdn nta desiar¿ su más ¡ntiguo (arnhdo ¡'r leer,

cr lo 9ue rcstitr¡odiáb^ s¡r tra.aso,l,) qüe dcbía fun(lar ru verda.l?

Pero Bn:h¿r h¡ he.ho htis qúe libsar a la m(tlicina dcl n,irdo delá muerk!. H¿ intcg.ado csta müerlc cn ün.oni'm1o ¡écnn! y con-(clfúl, cn (:l.ual cll¿ t()¡na sns .ar¡ctcrcs cspe.íl¡«N ysu r?k'r fun-

damcnlaldc cxFden.iá. ^dnquc

l¿gr¿n ruphrr¡ cn la historia de la

n)edici¡ ¡ ¡ )ccid.Dinl data prc(is¿,nen( del momlr¡ro en quc lt €xpe-

rnJ,.ia clÍni.á se ha converlido cn lh ¡nirada ¿.atorb.\ínicr. L¿ Mí&riü ¿liniqú <le Pinel d^t^ <le lllt)2t I ¡\ RdotutuN da la MAI¿.in? áf)¡-

rc.c cn llÜ,1: las .egla3 {l€l ¿nálisis parc.cn triunlar en el purodesciftamnx¡to dc los «núun¡os sirtomáti.os. P.yo un año anLes, Bi-

chatl.Á hahí¡ relegado yr alahistori¡r

Uslc¿ fxlrÍa tontar dumnre veintid,co años de la mañan¡á la no(he notd $ e1 lecho de los cnferñ.,s sobre las alir:cn,,cs dcl (orañn, l()s pulmoncs, de la !í$era gásri.a, yro.l', Do se,á sn,', co,'hNión eD I,A !nror¡¡( r¡ue. no ürn ,ts

lánd(N: a oada.le olieccrán uDa scrie de lcn¿nre¡G in«»herentcs. Abrid algunos ca¿lverer: \créis desap¿re.er eusc-

guid¿ la oscurnhd qnc la observ( ií,r sols no había pod o

clisiPm5t

La tro.:Le vin se disipa.(,n la clarid¿d de la muc¡t€.

5\ X ltichú, An4t»¡i Ainad4 pnin,go, p. xiu.

L Lo invisible üsible

Vislit dcsdc ta nNerle, ta cn1¿rx¡cdad riene uDa ri(.ri¿. un,p¿rri¡ quc puede scnai¿*. un h¡g¡r subtorio«) pcro «lido. c¡ et.ualsc ¿nudan sñ parcnlGcos ysL¡r (onse.uen(its; tosrakres lo.,l.1deliúxr s$ formas. A pa[]. rlcl c¿ilále. r ra percibc, p¡ra.lóiicañe¡(:, vn¡r Co» u a lida que !(, cs 1¿ de l¡s lt(jas siDparr-¡s ¡i i; dc1¿s ¡qcs combiMro.i¿r de ¡a .oi¡rtri.aciones. snx) que d('llcsus figr¡_

'?s y sus leves propias.

¡ - prINcrrro Di LA coMuNrcac¡óñ DD r.os rEJ¡Do§

\ir Ro«lu(r y Waglcr habían defjlido el ,¿d¡ru | ,,z.or¿r ., rro una infl¡D¡(i(ln sus.epribkr de alc¿Dz^r la era ilner r¡¿ I crre,D¡.lr,t c¿nal¡¡imd, .rx, r,, urd., \', cx,er.i,i¡r:l ob,F,r.nni,, qu, 8.¡¡.rr¡iá Bi-.h¡r. Un knómeno parotógi(o si,$e eD elorgt ¡isúD et .¡n¡iDo prililegirdo que p.es.rib( la ideDridi.t de los teii(l(x. Caaa Lip,r <1., menrbmn¿ tio)c nxxl¡lida.lci parológic¡s qne 1e !)r propiis: ,yr qu. lase¡l¿.trtrrlades ¡o son sino alk¡i(ioDes atc las p¡úpic.larlcs !i;¡es. v't"d

( ¡.1.' r'.trdo diticrc,tc t,N ¡t,1 .§r,,t¡r.h(¡n,,t.hr.rt{t,pnd¿dcs, cs (iide re q u. dcbc dü¡rir lrln¡ bi¡n por sh cni¿rn¡cdt(les;.2 Laara.tr,,kles pucdc s(:r ¿le.r¿da p(».las nisms 1bnnas de hirlropesíague l¿ plcura det pütNt,, o ct pdir(,reo, )a (lne sc rmlá (n nnas votms dc me¡nbánils scr@s. Li r«t dc lcsnnFrí¿s qu. *,.,r,r- ¡í_

1lro:d,.,,1\1{¡df aL...P,.¡¡",.¿.r7\.rr2 X.Bnh¿t, lnat. .gma,t,_ p'.ftr(ro,L t, Ir\s\