Francisco Guerra "El efecto demográfico de las epidemias tras el descubrimiento de América" (1986)

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    5E

    FR{}iCISCO

    GUERRA

    Corotario

    ,

    Con una

    perspectiva

    de

    cinco

    sielos,

    aun

    asoirbra

    el clesastre

    sanitario resultante

    del Descubrimicnto

    de Anrrica.

    Eran

    rierras

    nuevas,

    con

    hombrcs

    nue\:os,

    v

    el

    e[ec-,o de

    ]a

    cnfermedad

    fue

    desolad-r.

    Pero

    no

    es un caso nico cn la

    historia, ni

    fueron

    los

    espaoles

    nicos

    protagonistas

    de ru"r

    contagio;

    ntira'do

    hacia

    atrs

    jo

    liemos

    con frecuencia,

    r"ro

    a

    distancia de

    siclos, sino

    cn

    fe-

    chas

    ms cercanas.

    Por

    ejemplo, en

    Jc

    vincla,

    cuando

    en

    1707 la

    introclu.jeron

    los daneses

    en

    Isla:rdia

    muricron

    1S.000

    cle los 50.000

    habitantes,

    -v

    ca-si

    aler,

    en

    195

    1,

    cuanclo

    aparcci cn Grocrilandia

    se

    contasiaron

    4.221

    de

    Ios

    ,1,4-i8

    que

    tena

    un

    distrito.

    Y

    este

    p3noran'ra

    de

    dolor deI

    que

    f'iu'ios,

    ]lu\: a nLtesir-o

    pesrrr,

    Fiotagoui.-ct;ls

    ccn

    cl

    Descubrinliento

    cie

    .\riil'ica,

    si

    pr,-reha

    Lrne

    .sci

    ccsa

    cs

    que

    Las

    Cas;rs

    iue

    injusio

    con

    los dc:rcubriciorcs. EI

    ind,eena

    arnericano

    fue

    licrimacio

    por

    ia

    enfernedr.cl, no

    por

    el

    espaol.

    Revisla

    de

    Indias, 1986, t,ol. XLVI,

    nm.

    17

    LAS

    PANACAS DEL CUZCO Y LA PINTURA INCAIC..\.

    I OR

    FER.\AJ{DO I\\"{SAKi

    CAUTi

    Universidad

    Catiica dcl

    Peru

    Con singuiar

    xito han sido

    estudia'las

    por

    los investigadores

    estructlri'as socio-politicas

    dcl

    Tarvantinsul'o

    y

    todas

    aquellas

    m

    ni[estaciones

    cultnralcs

    qr.re poclren

    formar

    parte

    de un

    resistr

    andino.

    No obsiante,

    subsiste

    aitn ia

    posibilidad

    cle

    rcalizar

    algun

    punt'.ralizaciot-rt:s

    v l'ei:rcioncs

    ct-)

    L'sios

    canlpos.

    Si

    l:icn

    cs

    cie

    quc

    no

    disponemos

    de

    un e\ponell'Le concreto

    c1e

    la

    pintura

    incai

    rcsulta

    irrefutabie

    -por

    el cotejo de las

    fuentes-

    qu

    sta

    utiliz

    con

    los

    fines

    de

    ccnrnemorar

    determinados acontecimien

    y

    salvaguardar

    ia tradicin.

    Empero, sus

    iunciones

    v

    aplicacion

    en.contextos

    estriciamenie

    polticos

    -v

    sociales

    no

    estn

    claros

    sus

    descendientes,

    salvo ai heredero

    del

    trono.

    mia

    real,

    etc.). Por

    oiro

    lado,

    estas

    pana

    'O)

    .i

    6

    -

    C>

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