Francisco Toledo - El Lenguaje de La Serpiente

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El Lenguaje de la Serpiente

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  • REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE MXICO | 51

    FranciscoToledoEl lenguaje de la serpiente

    Jos Gord o n

    Francisco Toledo es una de las joyas vivas del arte mexicanocontemporneo. Su obra, plena de metamorfosis y de inquie-tantes hallazgos visuales, se sumerge en las honduras de laimaginacin para explorar el difuso y siempre cambianteuniverso de los arquetipos. Pocos artistas han logrado, comoToledo, adentrarse en el imaginario colectivo y combinar lasms arcaicas representaciones de la cultura mexicana con lastcnicas ms audaces de las artes visuales. La suya es unaobra en constante renovacin. Autor de una serie de ilustra-ciones al Manual de zoologa fantstica de Jorge Luis Borges,editado por el Fondo de Cultura Econmica, Toledo siemprese ha mantenido cerca de la creacin literaria y de la investi-gacin antropolgica.

    El escritor Jos Gordon, autor de El libro de la vida y Elnovelista miope y la poeta hind, conversa con el artistajuchiteco acerca del nagual, la serpiente, el zapoteco y lasrelaciones siempre fascinantes entre la literatura y la imagen,revelndonos los pormenores de la creacin de uno de losartistas ms significativos de la plstica actual.

    Rogelio Cullar

  • La figura de Francisco Toledo se recorta al lado de unrbol que parece imaginado por un pintor que mezclaformas que no se suelen ver juntas: en el tronco gruesose dibujan mltiples espinas, como en el tallo de unarosa, recubiertas por una fibra semejante al algodn.Ermilo Ab reu Gmez describa as esta botnica fants-tica: El pochote es como una motita de algodn que sedesprende de un rbol y vuela por el cielo. El pochotevuela y vuela y cruza la ciudad y va a parar lejos. Es unaalegra ver aquellos copos blancos y casi transparentesrodar en alas del viento, remontar las alturas y con-fundirse con las nubes! Toledo admira el rbol en me-dio de la tierra rojiza del patio oaxaqueo en el que nosencontramos. ste es un rbol que se consideraba sa-grado, explica. Le pregunto sobre su reencuentro conel paisaje juchiteco, sobre los colores y las formas quemarcan su imaginacin plstica:

    Hablemos del periodo en que re g resas de Pars y te re e n-cuentras con el pochote. se es un momento muy impor-tante de tu vida artstica. Vuelves a Juchitn, te internasen sus veredas, haces recorridos por sus paisajes para recu-perarlos nuevamente.

    Cuando yo viv en Pars siempre viv con la nosta l-gia. Quera vo l ve r. De hecho, nosotros somos una fa-milia de emigrantes, mis padres estuvieron primero enChiapas, luego en el sur de Veracruz, ah murieron.

    Cada vez que mi mam iba a tener un hijo se iba allado oaxaqueo porque all viva la abuela. Hacamos

    un recorrido por tren desde el istmo ve r a c ruzano, desdeel lado ve r a c ruzano hasta el oaxaqueo. Era un viaje ma-ravilloso porque pasaba por la selva y en ese momentotodava haba animales, monos y jaguares. Pasaba pordiferentes pueblos, con diferentes lenguas, diferentescomidas, la gente suba a los trenes a vender la comida.Era un viaje maravilloso. Nosotros tenamos cinco oseis aos y lo recuerdo con mucha nostalgia.

    Al regresar de Pars recorr esa zona a pie y en trenpara recobrar esas imgenes que habamos visto. Luegome dio tambin por conocer todas las plantas que dancolores. Esta investigacin me llev a muchos pueblosdonde sembraban el ail o el achiote y otras plantas sal-vajes que se usaban para teir las redes de los pesca-dores. Ese recorrido fue una enseanza, pero, por otrolado, no trabaj casi nada en esa temporada. La idea eraquedarme en Juchitn, formar una familia, quera quemis hijos hablaran zapoteco, comprar una casa y all ins-talarme, pero no pude quedarme, era muy difcil.

    Toledo seala varios factores:Est el calor, tambin muchas festividades, hay una

    vida social muy intensa en la comunidad y uno no pue-de zafarse de los compromisos, hay mucha fiesta, muchafiesta. Decidimos salirnos y unos nos fuimos a Oaxaca,otros a Mxico.

    El pintor regresa al tema de los recorridos:Tambin viajbamos para buscar un cdice o un l i e n-

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  • zo, en una regin que se llama Gu e vea. En esa poca nohaba carretera. Fuimos con los arrieros a travs de l amontaa. Este viaje siempre se haca de noche porq u elos das eran muy calurosos. Pasar de pronto por los ros,entre pescados fosforescentes, daba miedo y a la vez eramaravilloso.

    Me interesaba mucho la antropologa, quera hacervocabularios de algunas lenguas. Mi padre, mi madre ymis abuelos hablaban zapoteco. Nosotros no lo apren-dimos bien porque al salir mis padres de Juchitn, alestar en tierra extraa, tenan muchos problemas consu identidad, no queran que se les reconociera comogente india por la discriminacin. Siempre hubo algomuy ambiguo porque adems en esa zona de Veracruzel comercio y la poltica eran manejados por los juchi-tecos, eran dueos de todo. Eso tambin creaba riva-lidades. A nosotros, nios en la escuela, siempre nosvean aparte, tenamos que estar aparte, pero haba detodo: rabes, chinos, japoneses, libaneses, gente nhuatlde esa regin, popolucas y nosotros los zapotecas. Eramuy interesante.

    La investigacin antropolgica que te atrae tanto te llevaa explorar los mitos de diversas culturas. Cmo te interio-rizas con estas historias?

    En casa estaban las viejas tas que haban llegado alsur de Ve r a c ruz como cocineras, cuando todava estabanlas compaas petroleras, holandesas y nort e a m e r i c a n a s .De hecho, los juchitecos llegaron ah tambin cuandose construy el ferrocarril y se instalaron en esa zona pan-

    tanosa que nadie aguantaba. Los juchitecos se adaptaro nbien a esa regin de muchas lluvias.

    Con las viejas tas convivamos en la mesa y oamosde las tradiciones de Juchitn. De ah empieza mi inte-rs. Tena una ta, Laureana, que fue la que me inicien la historia de Juchitn. Los mitos y narraciones quedespus he ilustrado tambin nacen ah, con estos fa-miliares que estaban con mi padre.

    EL N AG UA L Y LA S E R PI E N T E

    Hay una historia de tu abuela relacionada con la existen-cia del nagual. Cmo la entiendes?

    La abuela era comerciante y tena mucho xito. Ma-taba cochinos y haca chicharrn. Tena un puesto en elmercado. Logr tener una fortuna. Entonces en el pue-b l o , no s si por envidia, o por no s qu, siempre decanque era raro que una mujer que vena de una rancherapudiera tener dinero. La explicacin que despus escu-chamos, por parte de la familia, es que ella siempre es-tuvo ligada a la serpiente y la serpiente es la que cuidael oro, la que cuida el agua. Ella tuvo suerte porque siem-pre desde nia la acompa.

    Tu vo encuentros con serpientes y no le hacan nada.Cuando era nia, le toc ir a lavar ropa con amigas desu misma edad y bandose sali una gran culebra quetena una pluma en la cabeza. Ella le dijo a sus amigas:Vean la serpiente, pero nadie vea a la serpiente msque ella. Cuando regresaron del ro y le contaron a los

    SOBRE FRANCISCO TOLEDO

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  • f a m i l i a res lo que ocurri, le dijeron: Es una gran suert eq u e puedas ver a esa serpiente del ro. Este animal te vaa acompaar siempre para protegerte.

    T vives en ese mundo y el animal que tu padre asocia con-t i g o es la iguana rey, te llamaba as: Guchachi.

    Ah bueno, s, sonre ampliamente, pero no ten-go nada de rey ni de Guchachi ni de iguana.

    La iguana era el animal de mi padre, su alimento favo-r i t o. Los juchitecos cazaban iguanas en el rea de Oa x a c ay se las llevaban hasta Veracruz porque no les gustabanlas de ah. En casa siempre tenamos iguanas. A las igua-nas las amarraban, les cosan la boca y las metan debajode la cama donde se quedaban semanas sin comer nitomar agua. Entonces cuando se quera una iguana, sesacrificaba en el momento y se tena un plato fresco. Enla casa, bajo la cama, siempre aparecan las iguanas ama-rradas o tambin bajo las mesas. Todo eso lo he pintado.

    Volviendo a la serpiente, esta abuela que se llamabaZenorina, una vez estaba recogiendo su ropa tendida enlos matorrales para secarse, entonces envolvi sin quere runa serpiente y se la llev bajo el brazo.

    Toledo hace una pausa y explica:All la ropa se guarda en bales, no se plancha, siem-

    p re se hace bola y se meten ah las enaguas y los huipiles.As mi abuela meti dentro del bal a la serpiente. En lanoche la serpiente empez a hacer ruidos con la cola, agolpear el bal. El abuelo fue a ver qu pasaba, la sac y ladej ir. Entonces dijo: Ha de haber sido Zenorina la quetrajo la serpiente, porque ella fue la que recogi la ro p a .Esa fue la confirmacin de que este animal la protega o

    que la segua para protegerla. No s. Su fortuna est liga-da a este don que hace la serpiente en algn momento.

    Tu tradicin artstica, de alguna manera, tambin se ligaa ese don. Toledo re:

    A lo mejor s. Me sigue dando un poco de lo que ledio a la abuela.

    EN M E D I O D E LA ZO O LO G A FA N T S T I C A

    Cmo te conectas con esas historias? Qu te pasa a ti?Viviendo en Europa lo que pint est ligado a todas

    estas tradiciones. Hay algunas imgenes: ya empiezana salir los sapos y las iguanas. De nio, en el pueblo,cuando pasbamos las temporadas en Oaxaca y en elistmo, rumbo de Ixtepec y Juchitn, no haba agua del l a ve, entonces tena uno que ir a recogerla al ro en lataso con cntaros. Las seoras lavaban la ropa y uno sequedaba ah bandose. En el ro aparecan los pecesbarbudos que tanto he pintado, las culebras de agua, lospescados que tienen cuatro ojos y que sacan dos para ve rpor debajo y otros dos para ver arriba en la superficie.De nio yo vi a todos esos animales.

    En tu obra se nota un respeto y una admiracin profundapor la belleza y el diseo de esos animales. Esto te hacepreguntarte si hay detrs de ello un diseador?

    sa es una pregunta muy difcil.

    Cuando ves el pochote, no te preguntas por el dibujante?Un creador?

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    Rogelio Cullar

  • SPues no s. No me quiero meter en honduras, como

    dicen.

    T trazas, dibujas, pintas, sabes de la sutileza de disearla figura de un insecto y de insinuar su mirada, de subra-yar los pequeos detalles. Cuando ves esa elaboracin enla naturaleza, qu impresin te da?

    Generalmente, cuando veo la naturaleza tiendo acomparar mi trabajo y me parece que lo que yo hagono tiene la fuerza ni la belleza que tienen los animales ylos insectos. Siempre se queda uno un poco atrs y en-tonces uno dice: la prxima lo intentar, pero nuncavamos a poder competir con la naturaleza.

    KA F K A, E L I D I S H Y E L ZA P OT E C O

    Hablemos sobre tus pasiones literarias, una de ellas es laobra de Kafka. Cmo se vincula con tu trabajo?

    Yo le a Kafka por un amigo, Antonio Sousa, quientena una galera con la cual trabaj en 1958. Creo queen esos das le la traduccin de La metamorf o s i s de Kafkay creo que tambin en esos aos apareci el Manual dezoologa fantstica de Borges, en la edicin del Fondode Cultura Econmica. Ah, en ese libro, vienen algu-nos textos de Kafka que me impresionaron. Cuandoestaba en Eu ropa le ms cosas de l, sus diarios, sus cua-dernos, su biografa.

    A veces, cuando se habla de Kafka se piensa en par-bolas. A Kafka no le gustaba que dijeran que sus histo-rias eran parbolas. Se tratan de animales siempre o casisiempre y eso es lo que yo he ilustrado en los textos queescogi Borges para su Manual de zoologa fantstica.Debe haber una o dos imgenes de Kafka que hice: lade unos venados que viven bajo la tierra y que los mi-n e ros encuentran cuando estn escarbando en las minas.No s si a veces los llevan por lugares secretos o des-cubren oro o los pierden y se quedan ah encerrados. Laotra es de un animal que hered de su padre, es unamezcla de borrego y gato. Hay varias de estas imgenesque ilustr.

    Ot ra narracin de Kafka que inspira tu trabajo plstico es In f o rme para una academia, un texto que relata la tra n s-f o rmacin de un mono en ser humano. Cmo te re l a c i o n a scon esta historia?

    No s cmo empez todo, pero claro, en el fondo,soy un mono que aprendi, un mono que fue expulsa-do de la selva para ir a aprender. De algn modo se diceque sa es la intencin de ese cuento, que habla de cmolos judos cuando se integran a otra cultura lo hacen conmucho dolor, como cuando se amaestra a un mono. Dealguna manera ste es el caso de gente que viene de otracultura. Tenemos que aprender a adaptarnos al mundomoderno, al mundo en que vivimos: hay que ir a la es-cuela, aprender a usar zapatos, a cortarse el pelo.Tal vezpor ah est la similitud entre ese mono cazado y yo, unmono que sal de la selva o me empujaron, me sacaron,me expulsaron de la selva y aprend muchas cosas.

    A m lo que ms me interesa de Kafka es su sentidodel humor maravilloso que, claro, est ligado a un drama.Incluso se deca que se rea a carcajadas cuando lea sustextos ms terribles a sus amigos.

    Hay ms de un smil entre el mundo que representa Kafkay el mundo juchiteco. Son dos culturas que viven en lasm rgenes: el mundo indgena y el extinto mundo deljudasmo centroeuropeo. Hay ms de un parecido entrequien habla idish, que casi no existe, y quien habla unalengua con re s onancias tan maravillosas como el zapoteco.

    Por ah hay un texto de Kafka, lo re c u e rdo muy va g a-mente, donde habla del teatro idish, de la cultura idish,aunque l no dominaba esa lengua, creo que tampocopudo con el hebre o. Esa cultura, esa literatura que se ha-ca en idish era para muy pocos, aunque luego obtuvoPremios Nobel. De algn modo, eso se relaciona tam-bin con la pequea literatura que se hace en zapoteco,que tiene una lucha constante ya que no hay lectores o haymuy poquitos lectores, porque no hay difusin. To d o sestamos pendientes de nuestra comunidad. Todos que-remos que sobre v i va, estamos muy ligados a esa lengua.

    A propsito, ahora estamos haciendo con el Fondode Cultura Econmica un libro para nios que va a serbilinge. Mi hija, que es poeta, lo est escribiendo. stos

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    SOBRE FRANCISCO TOLEDO

    No s cmo empez todo, en el fondo soy un mono que aprendi,

    un mono que fue expulsado de la selva para ir a aprender.

  • son pequeos intentos de mi parte porque no se pierdala lengua, porque la gente empiece a leer en zapoteco yque haya literatura escrita, que no sea todo oral.

    Hablando de la belleza del sonido zapoteco, hay unarelacin entre el lenguaje y la forma?

    Entre el lenguaje y la imagen?

    Traduce To l e d o. Se queda pensando. Mu e ve la cabeza de iz-q u i e rda a derecha como diciendo no, pero enseguida re s p o n d e :

    Curiosamente, con motivo de mi cumpleaos, al-guien me regal un libro sobre la cbala. Pens queno iba a poder con ese libro, pero lo empec a hojear yencontr ah una cosa muy bella. Lo he estado comen-tando con mi hija, pero no acabamos de entenderlo o nosabemos cul es el sentido. El libro es de Esther Coheny dice que en el hebreo la imagen y la lengua van jun-tas, son paralelas. Pone un ejemplo que es maravilloso:

    si uno asusta a la culebra dicindole en hebreo, por deciralgo no re c u e rdo la palabra ush ush, la culebra se va ,pero si uno escribe ush ush en hebreo y se le presentanlas letras a la culebra, tambin se va.

    Toledo sonre con todo el rostro. Me quedo pensando enque de nuevo surge la imagen de la serpiente. El artistafinaliza la conversacin con el problema grfico que con-frontan las letras zapotecas:

    Yo le deca a mi hija: lo que pasa es que t puedesc o r rer en zapoteco a la culebra, pero no vas a poder hacernunca que lea porque son letras latinas, no correspon-den a nuestra lengua esos smbolos escritos.

    Por lo pronto habra que ver cmo reaccionan las culebrasante la plstica de Toledo. En esas imgenes hay un rumorde zapoteco y de un rbol de copos blancos, casi transpa-rentes, que van a parar muy lejos.

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    En estas imgenes hay un rumor de zapoteco y de un rbol de copos blancos...