Fray Diego Rodríguez Rodríguez-Sala

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Ciencia (1991\ 42, 171-184 Fray Diego Rodríguez Se1nblanza socio-histórica de un científico criollo Maria l"~lliwl Rodrfgu ez-Sa la. Maria Eugenia Cué, Ignacio G6mezgil, Felipe G6mez y Leanel Rodrfguez RESUMEN FrayDiego Rodriguez es el prim~r científico criollo que destaca en '" campo teórico de las matemáticas y en la astronomía- astrología, Fue su máximo representante: durante el siglo XVII y el antecesor del movimiento de la Ilustración mexicana, en su aspecto estrictamente científico y en el social y cultural. Lo consideramos como uno de los precursores del proceso de conformación de lú mexicano, Recibido el 15 de marzo de 1991 Aceptado el15 de abril de 1991 María Luisa Rodríguez-Sala es Investi- gadora Titular en el Instituto de Investi- . gaciones Sociaks de la UNAM, Inicia- _ .. dora del área de sociología de la cien- "~·~·fJlO). 'Méx' A I rd' ~ ",''i:l:;\ Cla en ,lCO" c~ua ~ente coo lOa :! ';!f-i;'i, e~ proyecto IOtenn~l1tuclOnal:,La cultura ¡ '''.,t'' .'. clen¡[fico-tecnol6gica en México, sus as- o •• P,Xlos sociales, econ6micos hisl6ricos y cOfnu";cal;vo ..•.. María Eugenia Cué es pasante de Antropología Social. Colaboradora en !os subprci'ectos: "Base nacional de datos sobre científicos. :n México" y "Científicos, exploradores y navegantes en el Ieptentriól1 novohispano, siglos XVI y XVII". Ignacio Gómezgil es estudiante de historia, colaborador en \:>subproyectos: "Los científicos en la Real y Pontificia Ur!Íver- ¡idadde México" y "Científicos, exploradores y navegan tes en el Ieptentri6n novohispano, siglos XVI y XVII". Felipe Gómez es estudiante de antropología social, ex-".ola- oorador en el subproyecto: "Base nacional de datos sobre científicos en México". Leonel Rodrfguez es in'/estigador y profesor en la Universi- dad de Sinaloa, colaborador en el subproyecto: "Cientí(icos en d Pacffico Norte, Sinaloa y Sonora, siglos XVIII y XIX". INTRODUCCIÓN poco es lo que se conoce acerca de la vida personal de Diego Rodríguez) en especial, antes de su ingreso a la orden de la Merced. Nació, según el cronista merced ario Fray Francisco de Pareja, en el pueblo de Atitalac que "está hacia la parte Sur 15 leguas de México", de padres españoles y cristianos viejos de pocos recursos. No se conocen sus nombres, con seguridad fueron criadores de ganado menor, ya que el poblado estaba con- siderado como un asentamiento de españoles donde hay ganado menor, destinado a la matanza paré: extraerle la grasa utilizada en la elaboración de las velas para el alumbrado de las habitaciones de toda la región. A pesar de no tener muchos recursos económicos, sus familiares pudieron enviar al joven Diego a estudiar a la Ciudad de México. SUS ESTUDIOS Y ACTIVIDADES PROFESIONALES Inició, ya en la ciudad de México, sus estudios' con los de gramática, no se dispone de información acerca del estable- cimiento en que los pudo haber realizado, probablemente en alguno de los colegios de las órdenes religiosas, que I eran las instituciones indicadas para ello. Pareja informa que fue un alumno muy aprovechado en esa etapa y

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Ciencia (1991\ 42, 171-184

Fray Diego RodríguezSe1nblanza socio-histórica de un científico criollo

Maria l"~lliwl Rodrfgu ez-Sa la.

Maria Eugenia Cué,

Ignacio G6mezgil,

FelipeG6mez

y

Leanel Rodrfguez

RESUMEN

FrayDiego Rodriguez es el prim~r científico criollo que destacaen '" campo teórico de las matemáticas y en la astronomía­astrología, Fue su máximo representante: durante el siglo XVIIy el antecesor del movimiento de la Ilustración mexicana, ensu aspecto estrictamente científico y en el social y cultural.Lo consideramos como uno de los precursores del proceso deconformación de lú mexicano,

Recibido el 15 de marzo de 1991

Aceptado el15 de abril de 1991

María Luisa Rodríguez-Sala es Investi­gadora Titular en el Instituto de Investi-

. gaciones Sociaks de la UNAM, Inicia-_ .. dora del área de sociología de la cien-

"~·~·fJlO). 'Méx' A I rd'

~ ",' 'i:l:;\ Cla en ,lCO" c~ua ~ente coo lOa

:! ';!f-i;'i, e~ proyecto IOtenn~l1tuclOnal:,La cultura¡ '''.,t'' .'. clen¡[fico-tecnol6gica en México, sus as-

o •• P,Xlos sociales, econ6micos hisl6ricos ycOfnu";cal;vo ..•..

María Eugenia Cué es pasante deAntropología Social. Colaboradora en

!os subprci'ectos: "Base nacional de datos sobre científicos.:n México" y "Científicos, exploradores y navegantes en elIeptentriól1 novohispano, siglos XVI y XVII".

Ignacio Gómezgil es estudiante de historia, colaborador en\:>ssubproyectos: "Los científicos en la Real y Pontificia Ur!Íver­¡idadde México" y "Científicos, exploradores y navegan tes en elIeptentri6n novohispano, siglos XVI y XVII".

Felipe Gómez es estudiante de antropología social, ex-".ola­oorador en el subproyecto: "Base nacional de datos sobrecientíficos en México".

Leonel Rodrfguez es in'/estigador y profesor en la Universi­dad de Sinaloa, colaborador en el subproyecto: "Cientí(icos end Pacffico Norte, Sinaloa y Sonora, siglos XVIII y XIX".

INTRODUCCIÓN

poco es lo que se conoce acerca de lavida personal de Diego Rodríguez) enespecial, antes de su ingreso a la orden de laMerced. Nació, según el cronista merced arioFray Francisco de Pareja, en el pueblo deAtitalac que "está hacia la parte Sur 15 leguasde México", de padres españoles y cristianosviejos de pocos recursos. No se conocen susnombres, con seguridad fueron criadores deganado menor, ya que el poblado estaba con­siderado como un asentamiento de españolesdonde hay ganado menor, destinado a lamatanza paré: extraerle la grasa utilizada enla elaboración de las velas para el alumbradode las habitaciones de toda la región. A pesarde no tener muchos recursos económicos, susfamiliares pudieron enviar al joven Diego aestudiar a la Ciudad de México.

SUS ESTUDIOS Y ACTIVIDADESPROFESIONALES

Inició, ya en la ciudad de México, susestudios' con los de gramática, no sedispone de información acerca del estable­cimiento en que los pudo haber realizado,probablemente en alguno de los colegios de lasórdenes religiosas, que I eran las institucionesindicadas para ello. Pareja informa que fueun alumno muy aprovechado en esa etapa y

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que, antes de iniciar los estudios mayores defjlosofía se inclinó a la religión. Ingresó a. losmercedarios y profesó como religioso el 8 deabril (k lG13. H(',ihió los hábitos de manosdel padre maest.ro Fray Francisco Jillléucz,el vicario provincial de los conventos de laorden.

Cursó los cstudios acostumbrados en laprovincia mercedaria, entr~ ellos la teología.Su cronista afirma que fue "muy grande estu­diante". Al ordenarse sacerdote fue destinadoa la predicación en el mismo convento y, alparecer, con bastante éxito.

En 1623 fue electo comendador de la ordenen el convento de Veracruz, ahí tuvo quesortear algunas dificultades administrativas yregresó a la ciudad de México. Se dedicó alestudio, a la vida de oración y de penitencia,misma que mantuvo a lo largo de su existen­cia. Pareja dice al respecto:

" ... hizo unal1a.ve para. el coro, a. dónde seiha. t.udas las :1()cll('s <!('sPIlPS QIl<' los rPli¡.>;iosos

se rccogían y en él hacía gra.ndes peni tencias yoración muy dilatada, tanto que ... hallabanel suelo del coro regado de sangre ... , yaÚn en mucho tiempo no se supo de quiensería aquella sangre, hasta que la curiosadiligencia de los religiosos, descubrieron queera el Padre Fr Diego Rodrfgllez, con cuyanoticia y ejemplo vivió siempre muy veneradode todos" (F de Pareja: "Crónicas de laProvincia de Visitación de NS de la Merced",

• vol II, p 244).

Su inclinación personal fueron las ma­temáticas, se dedicó a su estudio en el con­vento y recibió clases del vicario general dela orden, Fray Juan Gómez, quien, según elcronista, fue persona que entendía bastantede esa materia .. Tuvo como condiscípulo aFray Pedro de Sandoval, quien después sededicó a la teología, Fray Diego continuósus estudios con tanta aplicación que llegó atener correspondencia con los más destacadosespecialistas, principalmente con los jesuitas.

De acuerdo con Plaza y Jaén, fue Bachillerpasante cn las faclIlt.ades de Artes y Teología,110 se precisa. si lo (uc de la. Hea.l y I'ontificiaUniversidad de México, lo más seguro esque así haya sido. Procuramos localizar losdoc.)mentos correspondientes en el Archivo dela Universidad, sin lograrlo aún.

Ihuante el desempeño de su cargo como"Com€Úid~rl.Qf" en el convento de Veracruztuvo seria.s dificultades con el visitador, quienle acusó de ha.ber lTlalversa.do los [oudos.

ML Rodrigue::-Sa/a y.¡;o/

Este hecho le costó a Fray Rodríguez seriasdificultades con sus superiores, quienes seopusieron sistemáticamente a su solicitud deobtener la distinción académica denominada"Presentado" en la orden, y que cn algunaforma correspondía con la maestría universi­taria. Lo logró sólo hasta el año de 1664, apesar de ostentar el cargo de catedrático de laUniversidad. Al respecto, en la propia crónicade la Provincia mercedaria se le reconocensus méritos y se le propone para que seaconsiderado:

"en el grado de Presentado de rigor y

asimismo que en lo que en adelante leyere endicha cátedra (la de la Universidad), le valga,como si fuera lectura en el convento para elgrado de Maestro, y se expone para el gradode Presentado de rigor, en una de las vacantesde esta Provincia ... Por cuya exposición (>

informe le despachó la confirmación del gradode Presentado del número ... a28 de Agostod(' 16tl:I"-( ib¡:dem, p 2"9) ..

A pesar de este reconocimiento no se ¡('

confirmó la distinción de "Presentado" hastaque se aclaró totalmente el cargo en su contray se le absolvió de toda culpa al revisarse loslibros de cuentas del convento de Veracruz.Fue en el año de 1664, poco antes de S1l

muerte, que recibió la pat~nte de 511 gradode "Presentado" y como continuó en sucátedra universitaria, también le fue otorgadala maestría en su orden el 4 de julio de!mismo año "con que quedó graduado comolo merecían sus prendas y grandes estudiosr.(ibidem, p 250).

En el año de 1637 s~ estableció la primeracátedra de "Matemáticas", la que fue soli­citada- por los estudiantes de la facultad deMedicina de la Real y Pontificia Universidadde México. Las autoridades universitariasconsideraron su necesidad y utilidad en do­cumento que establece:

"Para que esta Real Universidad fueseen aumento y se erigiesen las Cátedras quefaltaban para su lustre, en veinte y seis deFebrero de mil seiscientos y treint.a y sietc, elClaustro De Rector y Concilianos, habiendovisto lo pedido por el 'Pe Presentado' FrDiego Rodríguez del Orden de Nuestra Señorade la Merced, Bachiller pasante en las faculta­des de Artes y Teología pOi esta Universidady el Estatuto de Salamanca, del título treintay tres de ellas provisiones de Cátedras enel párra.fo undécimo, y el ofrecimiento que

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El nombramiento fue confirmado por elvirrey, Marqués de Cadereyta con fecha 23de marzo de 1637. Ocupó el cargo por cerca

1 de treinta años, hasta su muerte en 1668.Las actividades profesionales de Fray Diego

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j,

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se hizo a dicha Universidad de leer en ella

la Cátedra de Matemáticas, con 10 pedidopor los cursantes de la facultad de Medicina,en esta razón y ser la cátedra tan útil yprovechosa para los cursantes y U niversídad,se aceptó el ofrecimiento por esta Real Uni­versida:J; y atendiendo a la suficiencia queel Presentado tiene cn dichas facultades y

principalmente en la de Matemáticas, se ieconcedió licencia para que públicar.:lente laleyese y enseñase en dicha Universidad, con

las calidades siguientes:Primeramente, que el Presentado Fr Diego

Rodríguez, haya de tener precisa obligaciónde acudir a la lectura de dicha Cátedra yasistir (~.!I esta CilJd;td, sin que de ella pucdahacer ausencia sin licencia de los Rectores dela Real Universidad.

!temo Se señala el Gene!'al donde se leen

~~S Cátedras de Medici::1.a, y la lección sea dediez a once de la mañana, después de haberleído el Catedrático de Prima de Medicina,y los cursantes de esta facul tad hayan de serobligados a cursar y probar uno de los cuatrocursos, acompañando las Cátedras de Prima yVísperas con la de Jvlatemáticas, probándoloscon ce."tificados del Catedrático, 10 cual nose entienda con los cursantes que van en elcuarto curso de esta facultad.

!temo Ha de leer la Cátedra sin limitación

de tiempo alguno ... se señala cien pesos desala.rio en cada un ailO, por sus tercios, de lospropios bienes, rentas y censos que tiene laUniversidad ... Que los estudiantes artistasque hubieren de gradu'arse de Bachillerespor cursos, conforme a Estatutos, hayan deprobar la Cátedra de Matemáticas el tercero,acompañando con la Cátedra de Lógica ... yde otra manera no puedan obtener el gradode Bachiller.

... Se IH0sentó por el Pe Fr Diego Rodrí­

guez en Claustro de Rector y Conciliarios deveinte y seis del propio mes; se obedeció yse le mandó dar posesión de esta Cátedra dePropiedad de Matemáticas, la cual tomó en

este día, sin contradicción. Fueron testigos losBachilleres Dn Pedro de Longoria y Dn Pedrodel Castri11o."

"Crónica de la Real y Pontificio.. Univer­sidad de México" (Plaza y Jaén, TI, pp341-342).

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Rodríguez fueron varias, especialmente den­tro de la misma Real y Pontificio.. Uni­versidad. Su prestigio como matemático lollevó, poco después de ser catedrático, a ser,además, el contador de la institución. Con

motivo de los nuevos Estatutos, de Palafoxy Mendoza, la Universida.d le nombró, en oc­tubre de 1645, su Contador con un salario decincuenta pesos en cada año. En la crónica de

su nombramiento se menciona, por primeravez, el nombre completo de la cátedra, dice eltexto:

"Se nombró por Contador de ella, consalario de cincuenta pesos en ~ada un arIO,conforme a los nuevos Estatutos, al Presen­tado Fr Diego Rodríguez, Cc tedrático de As­

trología y Matemáticas ... " libidem, p 372).

Al igual que como catedrático, Rodríguezpermanece como contador durante el resto de

su exif.tencia. La carga de trabajo fue muyfuerte, ya que la Universidad tenía asuntosvarios. relacionados con los pagos de los ca­tedráticos, ajustes de cuentas y pagos de tra­bajos que se realizaban para la conservacióny engrandecimiento de las construcciones dela institución, el control de los ingresos yegresos y demás asuntos relacionados· con lainstitución. Especiales y difíciles tareas fueron

las quc se relacionaron con los ajustcs a losadeudas de los catedráticos, síndicos y demás

personal de la institución. No fueron pocos lospleitos y demandas que en este sentido tuvo

que enfrentar para deslindar las responsabili­dades institucionales, entre ellas, el ajuste de

cuentas al exsíndico de la Universidad, Fran­cisco Molinos, personaje que gozaba de ciertaposición social y apoyos oficiales. Además,entre sus labores, se incluía la de allegarsefondos para sufragar los gastos y presionar afin de que los impuestos acordados a ciertas

comunidades indígenas para sufragar parte

de los ingresos universitarios, fueran pagados.Notable fue el problema del adeudo de lostributarios de la encomienda. de la provinciade Jicayári, que tomó al Contador bastantetiempo para poder encauzar parte de lascuentas. El difícil trabajo le obligó a solicitar,durante 1649 un a.umento de su pago:

"El padre Fr Diego Rodríguez propuso serpoca la cantidad de salario de cincuenta pesospor el trabajo de cuentas, rateo y 10 demás

que se ofrece tocante al oficio de Contador,y se le a.crecentaron otros cincuenta pesos

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de salario a fin de Diciemore de este año."(ibidem, p 394).

La situación finitncier,L de I.L Univ(~rsiditdfue, sin duda alguna, difícil durante esos años,ya que para 1667, pocos meses antes de sumuerte, se presentó en Claustro de Rector yDiputados de Hacienda la. petición siguiente:

"En Claustro de Rector y Diputados deHacienda de diez .v nueve de agosto de esteaño (1667), se trató de lo pedido por el Pre-sentado Fr Diego Roclríguez, Contador de estaReal Universidad, con certificación, de que sele estaban debiendo cuatrocientos sesenta ysiete pesos de salario; y que había ocurridoa pedirlos del efecto de los doscientos pesosde las obras y reparos. Se mandó informaseel Claustro; se hizo el informe que en elArca de la Universidad no había efectos; quelos Excelentísimos Virreyes Conde de Alvay Duque de i\lbuquerquc, hahía.n manda.dopagar de estos efectos; quc su Exa ma.ndasclo que fuese servido. Quedó en este est.ado."(ibidem, p 51).

Corno puede comprobarse, aun el propiocontador no podía disfrutar su salario com-pleto, y es muy probable que nunca hayacobrado el adcudo, ya que moría. a los pocosmeses, en marzo de 1668. La. Crónica de laUniversidad no registra el que se le hubiesepagado.

El mercedario participó, como miembroqlÍe era de la admi nistración y de la docencia,en 'los claustros de la Universidad. Su acti-vidad en ella tiene una doble significación;desempeñó con acierto su difícil cargo conta-ble, que le involucró en numerosas, largas ycomplejas tareas diferentes. Figuró, además,en otras actividades, entre ellas destaca suparticipación en el dictamen encargado a laUniversidad, en 1637, por el Marqués deCadereyta sobre los trabajos de ingenieríaque habían sido efectuados para las obras deldcsagiie del Valle de México, más adelantese profundizará en este tema. Como miembrodd claustro uuiv(~rsitario 1.011\(') parte en d en-frentamiento de los catedráticos con el virrey,Marqués de Villena, quien quiso imponer asu médico de cámara, el doctor Manuel deSosa, como catedrático interino en la cátedrade "Prima" de medicina sin someterse alas disposiciones vigentes. Es notable señalaraquí la defensa del claustro académico frentea una manifiesta imposición de la autoridadvirreinal lo que llevó a situaciones de fuerte

ML Rodríguez-Sala y col

conflicto de autoridades, que, finalmente, seresolvió en favor de la a,cademia.

Sin duda alguna, de las varias actividadesti ni ver~i tarias de Fra.y Diego, la docente fuela de mayor trascendencia científica. Como yase vió, le correspondió el establecimiento de laprimera catédra de Matemáticas y Astrologr'a

que se impartió en América. Su larga perma-nencia al frente de esta innovadora temáticale dió la oportunidad de ser el maestro deun número importante de alumnos, entreellos algunos que destacarían muy prontoy que serían sus sucesores, no sólo en lacátedra, también en las ideas científicas decorte renovador. Fray Diego Rodríguez fue elformador de la siguiente generación que sedestacaría en la época. de la ilustración. Sumás destacado estudioso, Elías Trabulse, hadejado plenamente asentado el haber sido elforjador del eslabón de continuidad entre laintensa actividad científica del siglo XVI y laque florecería a partir de la segunda mitaddel XVIII.

A su muerte, su sucesor inmediato en lacátedra fue Fray Ignacio Muñoz, predicadordominico, quien propiamente estaba de pasode las Filipinas hacia España. Fue el únicoque se presentó a la oposición por la cátedravacante con la autorización del provincial desu orden. Se le otorgó debido a que el Rectory los Conciliarías lo consideraron "eminenteen esta facultad" con las circunstancia deque se prorrogaron los edictos con términoabierto, para que corriesen "hasta que hubieseopositores" (Plaza y Jaén, T n, p 54). La

ocupó durante cuatro años. A su regreso aEspaiía, se presentó a oposición Luis BecerraTanco, también religioso y destacado comoferviente apologista guadalupanoj no tuvooponente por lo que fue adjudicada en marzode 1672 en propiedad ·"por los días d~ suvida". Estos no fueron muchos, ya que unospocos meses después, en julio, se presentaa oposición, por muerte y fin de BecerraTanco, el que sería su sucesor, don Carlosde Siguenza y Góngora, el más brillante delos a.]¡¡mnos de Fray IIiego, quien cierra losailOS del siglo XVII. No corresponde aquídestacar la obra particular de este dentífico,tan solo se menciona que fue, en todos lossentidos, destacado continuador de un pro-ceso modernizador en la actividad científiciInovohispana. Consideramos necesario señalaruna circunstancia que resulta importante, y

lo destacamos como interrogante: ¿Por quéno hubo oponente entre sus disCípulos para

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ClcTlcia (1991)

;uceder a Fray Dicgo a su muerte en sucátedra?

APORTACIONES CIENTÍFICAS Y S,UDIFUSIÓN

L éL importa.nte obra. científica de FrayDiego Rodríguez ha sido cuidadosa, am­plia y aménam~nte expuesta por el des­tacado historiador de la ciencia mexicana,!-:lías 1'rahul:,e, ('11 varios trabajos que a estepersonaje ha dedicado, No pretendemos aquísólorepetir lo que éJ tan escrupulosamente haestudiado. Sin embargo, sí haremos uso de suinformación, procurando situarla en el ámbitoespecífico de nuestro trabajo: la importanciasociocultural de las aportaciones científicaslid fraile mercedario en lo que se relacionaron la difusión de la ciencia v la conformaciónde nuest,ra identidad cultural y nacional.

Fray Dil~go pertenece a la serie de perso­najes que, acordes con la época que vivieron,muestran una· especial capacidad para abar­car varios campos de, y aproximaciones a laciencia. Su vocación profesiona.l se manifiestatempranamente en la.s matemáticas, ya desdesu etapa de estudiante mostró una especialhabi\jdad por esta disciplina. A partir de ellaincursiona en campos científicos aledaños yestrechamente relacionados. En ellos aportaconocimientos, tanto teóricos como aplicados,a: la ciencia de los números, la astronomia, laastrología, la. geografía, la ingeniería. En elnivel empírico y de ap1icaciáp técnica incur­siona en la instrumentación, participando enla construcción de relojes de sol y de aparatosde ingeniería y de astronomía.

De su obra.s escritas conocidas, podemosd!'sprender la relevancia sociocultural de susaportacionc.; científjca~; y técnicas. Se co­nocen, a la fecha, siete trabajos, sólo unoimpreso y el resto en manuscritos. De acuerdocon Trabulse, quien cita a Moreno de losAr~os, sus manuscritos son:

1'. Tractatus Proemialium Afalhematices, y

de Ccomel¡'ía del PF D'icgo Rodz MC¡'cedarío&,;l'l'lejier> contiene 119 folios.

2. De los logaritmos y Aritmética del PFDiego Rodz Mercedario de México, de 164folios.

3. Tratado de hzs equaciones. Fabrica y uso

de la Tabla Algebraica discursiva. Por el P FDiego Rodz Mercedarioo de Méjico. Floreció amediados del siglo 170, consiste de 157 folios.

4. Tratado del modo de fabricar reloxesllorízonlalcs, VC7"liralcs, O¡·icnl. s, cte. Con

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declinación, inclinación, o sin ella: por Se-nos rectos, tangentes etc para por vía denúmeros fabricados con facilidad.' Por elPF Diego Rodríguez Mercedario Calzado deMéjico. Lleva 145 folios.

De acuerdo con Trabulse, los títulos deestos manuscritos es probable que no co­rrespondan a los que les dió su autor: sinembargo, son característicos de la época ytienen similitud con los que menciona elbibliógrafo Beristain y 8ouza. Los cuatro tra­bajos señalados se localizan, de acuerdo conlo que establece Moreno de los Arcos, "en losacervos del Fondo Reservado de la BibliotecaNacional de México. Personalmente hemosverificado esta información y en septiembrede 1990 constatamos sólo la permanencia enla institución de dos de ellos: De los logarit-mas y aritmética con la signatura M8 1520 YTratado de las equaciones. Fábrica y uso dela tabla algebraica discursiva, signatura MS1518

Según Beristain existen dos man uscri tosmás:

5. Modo de calcular cualquier eclipse de

Sol y Luna según las tablas arriba puestasdel mobimiento de Sol y Luna según Tychon,tiene 15 folios.

6. Doctrina general repartida por capítulosde los eclipses de Sol y Luna y primero delos de Sol que suceden en los 90 grados deeelíptica sobre el horizonte en todas las alturasde polo así septentrionales como meridiona-les. Por el PF Diego Rss del orden de NtraSra de la Merced Ron de Captivos, consta de70 folios.

La única publicación que se conoce es:"Discurso etheorológico del Nuevo Cometa,

visto en aqueste 1Iemisferio Mexicano; y ge-neralmente en todo el mundo. Este año de

1652 ... Compuesto por el Padre PresentadoFr Diego RodrÍguez, del Orden de Nra Señorade la Merced, Redención de Cautivus y Cat­hedratico en propiedad de Mathematicas enaquesta Real Universidad de Mé::ico ... ConLicencia en México. Por la viuda de BernardoCalderón, en la calle de San Agustín, dondese venden." Consta de 32 folios.

Se tiene noticia, por medio de su principalbiógrafo no contemporáneo, que terminó unavaliosa obr L sobre los logaritmos que tratóde publicar, pero nunca lo logró. De haberlohecho, se hubiera adelantado, en el mundocientífico hispanohablante, al español Joséde Zaragoza, el primero que publica, en lametrópoli (1672) tablas de logaritmos. Apesar de no haber difundido en forma escrita

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Cienc¡

esta parte de su obra científica, se sabe, porsus manuscritos, que trabajó ampliamenteesta parte de las matemáticas. Así como queél mismo utilizó las tablas en sus trabajosempíricos, y, sin duda, debe haber difundidooralmente, por medio de su cátedra, estamodalidad dd álgebra.

LOS MERCEDARIOS y SUPARTICIL\.CIÓN EN LA IDENTIDAD

CULTURAL

La casi fotalid",': de su obra fue escdtaen ca.stellano, este hecho responde, porel lado social, probablemente a la costumbreestablecida por la creación de la Academia d('Matemáticas de Felipe II duraute la segundamitad del siglo XVI. Esta tendencia habíapermeado inclusive hasta la mayoría de lasinstituciones universitarias, avalada y susten­tada por la corriente del humanismo.

Por otro, en el plano de la respues';apersonal del científico a la situación social ycultural de su con texto, también es proba.ble,que Diego Rodríguez: a) buscara una ampliadifusión de sus conocimientos al emplearel "romance" y no el la.tín como lenguajecientífico, b) se rebelara, mediante su re­dacción castellana, frente a las desigualda­des sociales y económicas que recaían en. elámb1to acádemico en quienes se ocupabande las disciplinas exactas frente a quieneslo hacían en las teológicas y humanísticas;c) considerara para los fines pragmáticos desu actividad, la necesidad de expresars~ enel idioma de uso social que asegurara ele.ntendimiento de la información que estabaproporcionando. Especial importancia tieneel empleo de la lengua vulgar en los trabajosde carácter aplicado, éste es el caso frecuentede las matemáticas, área del conocimientoqne, junt.o con la medicina, SOIl la.'; dos eulas que se producen, durante los siglos XVIy XVII, simultáneamente, estudios teóricosy aplicados. El empleo del idioma científico,el latín, quedó en est.as disciplinas, reducidoa la exposición académica de temas teóricos.De aquí se explica el hecho de que el mismoDiego Rodríguez empleara el latín solament.epa.ra redactar su "l'r()(,llliu" ;d '/htlllllo ti.:

Matemáticas y GeometT'ía. En esta parte desu obra, el merced ario presentó una síntesisteórica de su propio tra bajo académico.

En el fondo de esta faceta de su compor­tamiento científico, también está presente,su propia condición de criollo mexicano, ya

no más novohispano, quien empieza a tomarconciencia de su situación de clase y semanifiesta en una incipiente crítica al sistemasociopolítico imperante. En esta toma deconciencia, el manejo del idioma representauno de los rasgos distintivos en la formaciónde UIla comunidad, más tarde de una nación.su grado de identidad está en relación directacon la posibilidad de compartir, no sólo unalengua, también un conjunto de símboloscom unes.

La profundización en el desarrollo de algu·nas otras d¿ sus actividades y aportacionescientíficas y tecnológicas contribuirá a desta·car su actitud en relación con el surgimientode una identidad cdtura1 mexicana y UD

nacient.e nacionalisffie.De cntre la variad.L actividad científica 'j

técnica que desempenó Fray Diego Rodrígutl.destacan, por su relación estrecha con elproceso de formación de la identidad culturalmexicana, algunas facetas. La más descollanli:y representativa es la integración de un¡incipiente comunidad científica en tornó almatemático, y extensivamente, a la ordenreligiosa de los Mercedarios.

Por lo que concierne a la Orden religioc..1.es muy probable que su relativamente, tardí~incorporación al proceso de evangelización ~las poblaciones de la Nueva España, haya de­terminado, en parte, la dedicación de algunO!de sus miembros a las actividades académica.!.La orden se estableció, formalmente en 15~con la llegada de su primer Vicario GeneI41,el padre Francisco Vera y ocho religiososmás. Sin embargo, ya desde la Conquistahabían arribado a la Nueva España algunO!mercedariosj el capellán de las tropM d(Hernán Cortés fue Fray Bartolomé de 01·

medo, acompañó a las tropas conquistadora!de Chiapas, Fray Juan de Varillas. Pocos añosdespués el Consejo de India.s dió a Cortés, ensu viaje a España, doce frailes de la Mercedque embarcaron con él de regreso a México;llegaron once, ya que 11110 de ellos muriódurante la travesía. Al frente de ellos veníaFray Juan de Leguízamo, hombre de letras y

confesor de Cortés y de su esposa. El grupode mercedarios no logró su instalación total,debido a que la fort.una de Cortés empezabaya Sil gran decli ve, y los mi cm bros de la naocien t.e sociedad novohispana no los apoyaron,es más, según el padre Cueva!>, les hicieron elvacío y sufrieron ob~:trucciones por parte delCabildo de la ciudad. Permanecieron hasta1537 y en ese año fueron llevados por elobispo a Guatemala. En aquella provincia

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Ciencia (1991)

sí pudo establecerse y desarrollarse la ordende la Merced, e inclusive durante la segundamitad del siglo enviaron a sus novicios ala Nueva España para que estudiaran en larecién fundada Universidad. Seguramente elcelo de las órdenes ya establecidas entorpeciólas tareas de los n ucvos religiosos, ya quetuvieron serias dificultades pa.ra encontrarhospedaje. Fue hasta el año de 1589 quelograron comprar una pequeña propiedad,pero la autorización del virrey don Luisde Velasco, el Segundo, para establecer suprimera casa les fue otorgada hasta 1593. Enella hospedan a doce religiosos, todos ellosestudiantes.

Una vez establecida oficialmente la ordenlograron apoyos oficiales, tanto en Españacomo en su nueva sede novohispana, que setradujeron en beneficios económicos para susostenimiento y la erección de su primeracasa. Fue la intervención del llllllCio papal enEspaña, el Cardenal Cayetano, la que vino aafianzar la permanencia de los mercedarios.Con fecha de 1596 expidió un decreto en elque, en forma breve, previno a. las restantescomunid;t,des religiosas de la Nueva España,"bajo gravísimas penas, que no molestasena los mercedarios, a los que debían vercomo hermanos y eficaces coadjutores desus santos trabajos". (M Cuevas, Historia

de la Iglesia en México, vol II, p 325). Apartir de ese momento los miembros de laorden pudieron desempeñar con lihertad susa,ctividades, tanto de servicio social comode estudio. Esta.blecieron d"os colegios, el deSan RamÓn para estudiantes comendadoresy el de Belem como casa de estudios de laorden. Fundaron casas en otras ciudades dela Nueva España y para la p::imera décadadel siglo XVII pudieron celebrar ya su primerca.pítulo como provincia independiente de lade Guatemala.

Sin duda que su tardía y secundaria incor­poración a las tareas evangelizadoras señalóa la orden y a sus miembros un derroterodiferente. Según el historiador de la iglesiaen México, el padre Cuevas, se trató "de unaorden rica, entregada a los ministerios fruc­tuosos, sí, y muy bien recibidos, pero de losfáciles. Edificarbn templos magníficos, perolevantaron a. su j;ulo rOllvC'lltos SlIlItuosbilllOH

COII primorosos claustros verdaderas filigra­nas de piedra, cuya utilidad no acabamosde explicarnos" (ibidem, p 326). Prueba deesas edificaciones que califica Cuevas de"suntuosísimas" queda aún en el convento dela Merced en la ciudad de México, de precioso

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barroco, y ejemplar magnífico de la tendenciaestilística que, en alguna forma, se manifiestaen el propio Fray Diego Rodríguez.

Otra afirmación de Cuevas, confirma la.inclinación académica de gran parte de losmiembros mercedarios, dice: "En letras y for­mación intelectual ocupaban muy buen lugaren el reina, mayormente en el siglo XVII.Regen tearon con aplauso buenas cátedras enla Universidad y tuvieron algunos varonesverdaderamente isignes por su gra.n saber"(ibidem, p 326).

Esta cita se confirma con la consulta quehemos realizado en la "Crónica de la Realy Pontificia Universidad" de Plaza y Jaén.A lo largo del siglo XVII la presencia en lascátedras y tareas universitarias de destacadosmiembros de la orden es muy frecuente. Amodo de ilustración se proporcionan algunosejemplos:

En 1635 era maestro de la Real y Pontificiael Provincial de la Orden _de la Merced, FrLuis Baca de Salazar, quien fue uno de loscomisionados para recibir al nuevo virrey, elMarqués de Cadereita. Sustentó temporal­mente, durante dos cuatrienios (1645 a 1653),la cátedra de Artes el mercedario Fr FranciscoRernándcz, quien también fue Diputado dehacienda en 1650. Maestro de Artes fuetambién otro mercedario, Fray Francisco deArmenta. Tanto éste como Fray Rernández,tuvieron a su cargo pronunciar el sermóndurante la celebración más importante de laUniversidad, la. que se ofrecía con motivo deldía de Santa Catarina, la santa patrona dela Real y Pontificia Universidad de México.También durante esos años se encargó lacelebración de la misa a Santa Catarina, en elmes de noviembre, a religiosos de la Orden dela Merced. Fray Francisco de Armenta, quienhabía sido designado Obispo de Nicaragua,falleció el año de 1661, con ese motivo seescribe en la Crónica de la Universidad losiguiente:

"Uno de los sujetos de estimación y aprecioen esta Real Universidad por su virtud yletras, quedó su retrato en la sala de Actosliterarios de ella" (ibidem, p 15).

En el ailO de 1658 se concedió el honor dela jubilación en la cátedra de "Prima de Teo­logía" al maestro Fray Juan de Rerrera de laOrden de Nuestra Señora de la Merced. Para1661 se le reinstala. El destacado cronista dela Orden, Fray Francisco de Pareja, tambiénocupó cargo de catedrático en la Universidad

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178

y participante en las fiestas de Santa Catarinaen el año de 1674.

Los ejemplos, que constituyen sólo unamuestra de lo que contiene la "Crónica dela Universidad", dan una idea general de laparticipación de mercedarios en a,ctividadesacadémica.s. Lo anterior comprueba la exis­tencia en ]a Orden de "un nÚcleo activo de

estudios ci(,llt.íficos" ('1'rabu1sl" 19T·1, p :~8).Formaba. part.l· di' I~I,con !!lIIY dl'st.a.ca.dopapel, el propio Fray Diego Rod ríguez.

Desde nuestro punto de vista, la formaciónde una comunida.d de estudiosos en torno

al mercedario se explica, en primer lugar,gracias a un clima favorable auspiciado porla relevancia intelectua.l de miembros de la.

Ordell. Scgllidaml'Ilt.(' por la. índole misma.que algunas de las actividades científicas quedesarrolló el fraile, específiea.men te la quese relacionó con sus estudios astronómico­

astrológicos.

LA ASTRONOMÍA Y ASTROLOGÍA ENFRAY DIEGO

Durante lo siglos XVI y XVII pervivela estred-l, l\..;:~l.::ión entre la astronomía,ciencia que se ocupaba de los conocimientosteóricos sobre los astros y el Universo engeneral y la aplicación de ¿sos conocimientosal pronóstico de diferen1.8s Suresos de la vidacotidi;;na y del ser btillJaIlO, la. ast.rología..Éste fue el término que se empleó gene­raJiza.da!!I('nt.c y ('n ('SI' mO!IH'!Jt.O aÚn deconotación unív·oca. Fue la verticnte aplic;tda.de la cosmografía aceptada por los miembrosie h sociedad en general y por los dela Iglesia, en particula.r, Pedro Ciruelo, elnotable matemático de principios del XVIescribió al respecto:

" ... el verdadero filósofo que conoce lasvirtudes y propiedades de las estrellas, podrápor ellas conocer los efectos sobredichos en loselementos y en los hombres y arboles, y podránaturalmente decir!os antes que vengan ...esta astrología es !feita y verdadera cienciacomo la filosofía natural o la Illedicina". (1)Ciruelo: "Tratado en el qual se repruevantodas las supersticiones y hechizerías" en:López Pifíero, p 1] 5).

Junto y frente a esta faceta de ]a astrologíaexistía la otra, la que como subcultura seextendió e infiltró en los diferentes estratos

sociales. Se let conoció como la "astrología

ML Rodríguez-Safa ,"1

judiciaria", de difícil distinción con su her.

mana, la magia negra. Su condena reiigiosase basó en que convertía al pronóstico 1.'11

una adivinación determinista que conlieva~la negación del libre albedrío del ser humano.La Inquisición se encargó de establecer (~precisión teórica las distinciones entre la "3$.

trología judiciaria" y la astrología científic¡oSill ('!Ilba.rgo, en la !'{'alidad social de laépO(:l¡110 fue fAcil fijar la línea divisoria entre 14t

dos prácticas. Ésta fue una de las razones p01

las cuales durante el siglo XVI no se proc~con mucha frecuencia a los sospechosos d.t

ejercitarla. Pero, a partir de la publicadA",en España de la Bula papal de Sixto V

("Codi et Terra") en el año de 1612, t-Q>

hubo denuncia de sospecha que quedara ~¡;persecución sistemática. Los estudiosos de ~

astrología y los médicos mostraron siemp:~extremado cuidado en no transigir las regu!~.ciones inquisitoriales, con el fin de no rozarrnabsoluto la faceta oscura y poder ser sujet();;

de sospecha. De aquí se explican las siemprtpresentes constancias, opiniones o dictáment{que se incluían en toda publicación y qa~avalaban la ausencia de interpretaciones ck

tipo "judiciar;o" o "mágico", que garantiza~la impresión y libre circulación del libro.

A pesar de la fuerte censura inquisitorial.fue muy probable que la curiosidad propi~del científico le acerca'(\, a indaga.r las mo­dalidades condenadas, en especial, dehido i\

la enorme dificultad de limitar prácticam(1nt~los rCslwctivos campos de cada faceta as.trológica.. Mucho se ha escrito acerca dela estrecha relación de Fray Rodríguez conalgunos de los personajes más destacados dela época que fueron sometidos a juicio pOi

ejercer la "judiciaria". N o sería fantasiosodecir que pudo existir un grupo de estu·diosas y personas con preparación superiorque se reunían para intercambiar informaciónastrológica y matemática y que, a partir deella, pudieron haber traspasado los limitesde la ciencia autorizada e incursionar en lasub cultura condenada. Se tiene constancia

acerca de los juicios seguidos a sospechososde practicar la "judiciaria" y de las repetidasmenciones en ellos a los nombres, tanto deFray Diego como de muchos de sus conocidos.No es s('creto el hecho de que en el famosoy triste proceso que se siguió al maestroprincipal o arquitecto de las obras de laCa.tedral, Melchor Pérez de Soto, se citaracolIfrecuencia el nombre de nuestro mercedario,y de que éste tuvo relaciones científicas

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Figura 1. Declaración ante la Audiencia de la Inquisición relativa a la pa.:1icipación de Fray Diego

Rodrfguez en actividades astrológicas. (Primera de dos rojas; AGN, Ramo Inquisición: 1022/369.)

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con el procesado. También se conocen variosprocesos seguidos en contra de miembros de laOrden de la Merced. Algunos otros nombresde la. 0poca, cOflPct.ados COII la. fac('(,a oscurade la ast.rología y con los mcrcedarios son:Gabriel López de Bonilla, médico con quienRodríguez realizó la medición de la longitudde la Ciudad de México. El navegante de lascostas septentrionales y almirante Pedro Por­ter de Casanate, fue maestro en este "arte"de los pronÓst.icos no autorizados de P~rezde Soto, probabIPII1<'nl.<' desdp <¡lIe flavq?;a.rofljuntos alas Californias, en tiempos del virreyConde de Salvatierra.

También los religiosos y no sólo los seglarespracticaban el arte de "levantar figuras"y consultar las estrellas, según consta enlos testimonios del proceso al arquitecto dela Catedral. Son varios los nom bres de los

religiosos de posición destacada que aparecenmencionados, desde el bachiller estudiantede filosofía con los jesuitas, José BenÍtez dela Cruz, quien tradujo del latín algunos delos pasajes astrológicos de destacados autorescomo Guido Bonato, Ptolomeo y el españolPedro Ciruelo, hasta el rector de la mismaCompañía, don Horacio Caroche y el padreFrancisco Javier Faria, a quienes con~ultabaPérez de Soto los cuadernos de astrologíaque poseía en su rica. biblioteca, sin duda. decarácter científico. '!';ullbi{'fI Fray Diego fueuno de los religiosos con quiencs compartió elprocesado, ya que a] parecer intercambiab<.nobras cien tíficas.

Con los datos que a.porta este famoso.prOCeSO que, si b;~n se inicia en 1~54, estáreferido a sucesos ocurridos varios años antes,se infiere la existeflcia de uua comunidad dehombres de ciencia. en ella el interés en el

est udio de la astro'logía y las matem áticaspudo abarcar y derivar a la práctica, tanto delos pronósticos aceptados como de los judicia­rios. Esta segunda faceta, la condenada se diómanifiesta: en algunos de sus miembros, la­tente, oculta o hábilmente encubierta en otrosde ellos., 1 t,,~i~roll ser estos los CélS0S, aIlosatrás, de otro celebre científico, el alemánEnrico Martínez y del propio personaje queanalizamos.

Algunos de los den tíficos prod ujeror. enhrma sistemática los pronósticos autorizados,en ocasiones adicionados CQn los almanaques;Enrico MartÍnez los incluye en sus obras.El propio Rodríguez, bajo el nombre ocultode Martín de Córdoba los publicó. En laalahanza Cluc la Universidad le brinda. a suIlIlwrl.(~, Ii(~c(Jllliiglla. (·sl.,~11(~cll():

ML Rodríguez-Sala J c.l

". " muy buen predicador, eminente cn b

facultad de Astrología y Matemáticas, qUt

escribió muchos años los Repertorios del año •.('011 e] nom hre de Cordobés, y unos ]ibrt)!m uy curiosos y bien trabajauos de la faculta¿de Matemáticas y Astrología, todos de ~:;letra en tres tomos, bien grandes, que ;i

manuscritos." (ibidem, p 54).

El cronista mercedario al respecto rei~·ciolla esta a.ctividad con su capacidad para tíejercicio de las matemáticas declara ql\e ('f~

tanta su experiencia que:

" ... a petición de todos sacaba todos 101

años el pronóstico ~r lunario de los temporal,.;del año, al principio en su mismo nombre,,.después por accidente que le sucedió, ]0 sacómucho tiempo con nombre supuesto queeradde Martín de Córdoba, siempre muy acertadoen sus discursos, y en la ca.1cu]ación de !M

eclipses, que jamás se vió que los errase en sr:punto." (Pareja, op cit p 245).

Era ésta una actividad lícita y permitjd~.como se ve por las citas anteriores, y, adem;Í$,prod uctiva.

La integración de la. comunidad en la (jlltse compartían, no sólo los intereses estricta.11\('11te cien t.íficos de la época, también los di'

la subcultura astrológica, conlleva rasgos d~identidad cultural. Consideramos que ésta ~conforma por un conjunto de sectores cultu·rales relacionados por un vínculo común qu~presenta tres vértices: interacción social, comunicación y relaciqn experiencia-expresiónque se manifiesta por medio del uso de signO:!verbales y no verbales.

Los miembros del grupo comunitario perotenecían, en términos generales, a Ull secotor similar de la cultura novohispana. Comopartían una mundivisión. Desarrollaban lainteracción por medio de sus actividade al·guna de ellas podía llegar a ser una actuaciónhOlIlogéllea. La comunicación se establecíaenel ni vel personal y en el social por mediode las reuniones, de sus escritos, trabajos,docencia, y por las consultas de carácterastrológico que el público les hacía. Todoello era productG de una relación entre laexperiencia y la expresión, esta última Ile­vaha la identidad en el empleo de símboloscomunes: el lenguaje empleado en los trabajosencerraba una connotación particular, con élse CIlCUb ría., en oca.siones, el sen tido mismodel llleIlsaje, cuando éste podía representar

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.1 riesgo o sospecha por su tendencia innova­1 dora. El lenguaje fuertemente simbólico que

j >: empl~ab~ .en. la subcultura astrolós;i,ca deit imtes "JudICIarIOS" cerraba la relaclOn de

1- homogeneidad y pertenencia de los miembros1 que, sin duda alguna, acudían a las reuniones:1 :- ,tertulias que encabezaba Fray Diego,

'1 Los valiosos y amenos trabajos de Trabulse.;t .::'r(';¡ dd más desta.ca.do representante de la

1 'cirncia J la técnica (J¡.I sig]o XVII, seiialan:. con toda cJaridaJ y precisión el carácter de¡ protesta social que Pllcde desprenderse de la~, cornl1nidad ma.1.ern;Í.t.ic;\.··a.s1.ro]¡}gicaalrededorJ '¡•.llIlero·(l:trio. 'No cOlIsi(kraJlIOS de ut.ilidad

¡ ~epcrtir aquí lo que puede ser consultador!l (~] prestigiado historiador de la cienciamCXIcana.

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ALGUNOS RASGOS DE LO MEXICANOEN FRAY DIEGO

En el plano de aportar, mediante el estudio~ y análisis de este personaje de la ciemcianovohispana, información y conocimiento so'bre la forja de nuestra indentidad, incursio­namos en la línea diacrónica de la búsquedade lo mexicano. En ella coincidimos con unplanteamiento que, desde lo filosófico permiteun más adecuado y cabal acercarr.iento. To­mamos aquí algunas de las principales tesisdel maestro nasaV(~ y Ferná.ndez del Valle. Esgracia3 a ellas que entendemos mejor algunasde las import.antes contribuciones a través dela ciencia y técnica de Fray Diego Rodrígueza la formación de la mexicanidad.

De acuerdo con este autor lo que él llama;te! estilo mexicano" y que, con cierta libertad,pucde corn~sponder con la ident.idad naciona.l,presenta cuatro rasgos esenciales y permanen-tes. Éstos se han manifestado y abarcan atodos los estratos sociales, están presentes,desde la profundidad del "inconsciente co­lectivo" en una larga trayectoria diacrónica.Las constantes históricas pueden cambiar ycon c11as las actit.udes y expresiones tamhiénse slI('(·d('n y varían. Pero, r(,(·llt.(~a ellu lusrasgos esenciales son los mismos. Están enel novohispano de los siglos XVI y XVII,en el criollo que impulsa la Ilustración y laIndependencia, en el liberal de la Reforma,en el conservador del Imperio, en el porfiristapositivista, en el revolucionario de las capassocia.les m{ls diversas y en el mexicano pos­revolucionario que busca entra.r cabalmenteen la modernidad, actualmente ta.n en boga.De acuerdo con Daseve, los cuatro ragos

son: la religiosidad, el pathos estético, elbarroquismo y el sentido del humor.

Para quien busca estudiar al científiconovohispano, rescatar el sentido del humorque, por lo general, se manifiesta e.1 símbolosy conductas cotidianas, no es empresa fácil.Difícilmente se deja captar er. los escritosy las obras personales o en las crónicascontemporáneas de Fray Diego. Todos esosdocumentos, por su índole científica se pro­ducen en una modalidad que no es proclive alsentido dd humor.

La. idel t.ificadón de,1 primero de los ot.rostres rasgo; cn el científico del X VII no parecepresentar mayor dificultad. No hay dudaalguna de su profundo sentido religioso. Enpárrafos anteriores se ha señalado su prácticapenitenciaria y la opinión general que preva­lecía entre sus compañeros de convento. Debehaber sido siempre favorable, ya que, inclusivelos miembros del Santo Oficio, la debierontomar en cuenta con peso suficiente, puestoque nunca procedieron en su contra.

Los dos restantes componentes del "estilomexicano", el pathos estético y el barro­quismo, pueden para este análisis tomarseen conjunto. A partir de uno de los traba­

jos de Trabulse (El barroco y los n~merosimaginarios), podemos establecer que FrayDiego percibió y participó del sentido estéticode las matemáticas, ya que estaba inmersoen la concepción renacentista de las mismas.En ella ocupaba un lugar relevante la cienciade los números, estrechamente ligada con laestética. Se buscaba desentrañar el papel delos números en la aprehensión de lo bello ysu correspondencia con las artes, en especialcon la música. Se retornaba, como lo afirmaTrabulse, la idea agustiniana y neoplatóllicaacerca de que la esencia del arte estaba enel número y que el arte era la expresiónmás elevada de una aritmétic.a interior eincosciente.

El matemático Fray Diego Rodríguez, afir­maba en pleno siglo barroco mexicano, que"la. mlísica estaba formada de series numera­das concret.as". Idea que expolle má.s tardeLeibnitz para quien "la música era un cálculoefectuado por el espíritu sin percatarse deque estéLba contando" , es decir que la músicaera una relación numeral "sentida" (Trabulse,op cit p 53). Ideas estéticas muy similaresfueron descubiertas en la segunda mitad delsiglo XX por uno de los maestros más genialesque ha tenido la Universidad en esta época,don José Gómez Robleda. Desde su tambiéndominio de las matemáticas y la estadística

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supo aplicar las series matemá.ticas a lacomposición musical. Solía decimos, sentadoa.l piano, a quienes tuvimos la fortuna decontamos entre sus asiduos discípulos: "Estoque vaya interpretar corresponde a una curvalogarítmica, fíjese usted muy bien, como cam-bio después a]a exponellcial d('cr('ciente o a lahipÚbola., ust.ed corllo yo, deh(' s(,lIt.irlo". Do-minaba, entre otra.s materias, la mat.emát.icaestadística, el piano y la composición musicalcon un "pathos estético" particular.

El científico del XVII que estudiamosse desenvuelve en sus variadas actividadessimultáneamente al despegue del estilo cul-tura.l característico de lo novohiEpano y delo mexicano. De él toma, 110 sólo su sen-tido estético, también esa complejidad de lasformas, su desdoblamiento, su cobertura deespa.cios ilimitados, su ir de la realidad a loimaginario. Fray Diego acaba por aceptar eintroducir en sus conceptos matemáticos yen sus aplicaciones, la existencié!. real de losnúmeros "imaginarios" y de otras categoríasmatemá.ticas. A su quehacer científico y ala totalidad de sus ta.reas técnicas a.plicalo qtJe estaba siendo ya el "proyecto dela Nueva España", ese illcesable tratar deque el hecho alcance a lo imaginario, a loproyectado. En· este proyecto, entre otrosrasgos, la espléndida naturaleza del NuevoMundo, de imaginaria se ha convertido enrealidad para los sentidos, primero de lospeninsulares, deii¡>ués de lOf; novohispanos ya los criollos corresponde su tradu.cción a. une¡¡tilo de vida, la cultura barroca. Así fuecasi toda la obra de Rodríguez: se mueveen el vértice de dos etapas fundamentales,va del hermetismo al mecanicismo, inicio delmodernismo científico. De aquellas coneep-tua]izacioncs a punto de periclitar, pero aúnde imprescindible prescncia. y realidad pasaFray Diego a lo todavía imaginario, a losnuevos temas, a las teorías que se empiezana configurar y las introduce por medio de sucá.tedra, de sus tertulias y de sus aportacionestécnicas. Estas últimas con una vinculacióndirecta con lo estético.

APORTACIONES TÉCNICAS

R ecord(,lIlOs su lahor t.(:rllica para la ills-talación de las ca.l1IpaJ\;~sde la Catedralmetropolitana. Su proyecto, entre otros cua-tro, fue el seleccionado y contó con el a.poyodel virrey, duque de Albuqucrquc, el entu-siasta impulsor 0.e las obras catedralicias. La

ML Rodríguez-Sala y col

construcción de sus aparatos e instrumentospara mover, primero las campanas ya existen-tes y después subir las nuevas llevó algunosmeses de fuerte trabajo. Las obras se llevarona cabo durante 1654 y 1655 Y las campanasprocedentes de diferentes poblados cercanosa. la. capital fueron colocadas en su sitio haciafi lIales de 1G55. Fray Dil'go se encargó desubir 21 campanas en total, su trabajo lorealizó con la presencia del virrey y, sin dudaalguna, con el enorme entusiasmo y los ruegosde las diferentes con1.unidades religiosas. Laparte de "pathos estético" está representadapor la belleza musical del repique a vuelo delas campanas. La solemnidad y el fausto de la.~ceremonias religiosas de dedicación en enerode 1656 con la asistencia de las ya numerosascorporaciones religiosas, representates dignasdel lujo barroco constituye otro toque delestilo estético de la época.

Otra de las aportaciones en que Fray Dicgoconjunta la aplicación de sus conocimientosmatemáticos, astronómicos y algebraicos conlo estético, está representada en la confecciónde sus relojes. El más destacado es el queconstruye para el barroquísimo convento deSa.nto Domingo en la ciudad de Oaxaca. Si-guiendo a Trabulse aquí sólo mencionaremosque correspondió a Fray Diego la elaboración,además del mismo reloj, del primer trabajoescri to sobre la construcción de los relojes desol y colateralmente de otros instrumentosastronómicos. En ese primer trabajo sobregnomónica en México se considera la ne-cesidad de tomar en cuenta la situación

geográfica de los lugares en que se instalanlos relojes. De aquí también el empellO deRodríguez de determinar, con toda precisión,las coordenadas y las mediciones de longitudde algunos puntos del país, como la. propiaciuda.d de México. El trabajo de referenciaes un manuscrito con el nombre: Tmtado

del modo de fabricar Reloxes Horizontales,Verticales, Orientales, etc. Con declinación,inclinación, o sin ella: por 'Senos rectos,tGngentes, etc. Para, por vía de números, fa­

bricarlos con facilidad. Según Trabulse constade 145 [alias y se conservaba en la BilbiotccaNacional de México con signatura MS 1521.La información fue válida para el año e11queel historiador de la ciencia escribe su trabajo;a la f('clta, oc.t.uhro de 1990, no ha.y ya registrodo dicho manuscrito en 01 Fondo Reservado de]a misma bilbioteca.

En cuanto a la construcción de relojes sesabe, por su propio testimonio, que construyó"por lo menos una docena. de relojes mayores

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Ciencia (1991)

de sol" que quedaron colocados, seguramenteen diferentes sitios. Para sí mismo construyóalgunos, uno de ellos lo describe detallada­mente en su tratado, según Trabulse, y es el1ue estaba colocado en su propio convento,'en el lado derecho de la ventana de su celdanirada desde la calle y no de dentro, esa ven­ana estaba orientada al noroeste. Había sido·a.lculado a la altura de México y era tanto de01 como de luna" (Trabulse: "El reloj de Oa­:aca" en: La ciencia perdida, p 81). Tambiénabemos que t.enía. especial prediler.ción por)s relojes portátiles y que elaborÓ, cuando1<'nos dos, uno q\le poseía. él mismo y otrouc obsequió a la virreina marquesa de Man­era, esposa de quien era su decido protectoraficionado a la astrología y matemáticas.

:stos relojes portátiles constituían tambiénrtículos estéticos, se construía.n como anillos

brazaletas, fi 11all J(' 11t.(~ t.;•.ilados ell oro o\ plata. Su consulta requería quitárselo y)lgarlo de un "suspcnsario" vertical que lo¡jetaba junto a los orificios que tenía, el rayo~ sol penetraba por uno de ellos y marcaba'hora. Llevaba. para ese efecto dos orificios,izquierdo sei';alaba la hora entre el 21 de

¡)tiembre y el 21 de marzo y el de la derecha¡tre la primavera. y el otoño.De todos los instrumentos que contruyó(1)' Diego solamente se conserva, hasta. nues­JS día.s, eireloj del claustro del convento. Santo Domingo en Oaxaca. Fue realizadopetición expresa de los dominicos para la'1uguración de su convento en esa ciudad.'obaV,emcnte se colocó en la. fachada laterale da a la (!i,e se llallló entonces la calle1 H('~": )u autor lo dcsr.rih(' en su ohraadjllIlta 1.. 'Labia de las a.\t.ura.t- del sol)re el horizc"lte" adaptada a la ciudad

Oaxaca. Se trata de un reloj vertical~ridional tallado en piedra en una "jJesada)ida de basalto de J .73 metros de alto por'4 metros de ítncho". Carece del gnomo n yo queda el orificio que ocupó. En la parte('rior tjpnc grahado: "1\ 110 1()~Q". Eu su

"a hay tlIl dibujo del reloj y esquemas conmedidas." (Trabulse, op cit pp 8·1-85).

[Ja importancia que la obra y vida de~y Diego Rodríguez representa para laulgación y comunicación de la cultura.rohispana no ha sido lo suficientementetacada .. Si bien los trabajos de Trabulsedejan duda acerca. de su relevancia •. esispensable propugnar. por una más am­, difusión de sus aportaciones científicasecnológicas desde la. perspectiva de suticipación en la conformación de la iden-

18~

tidad cultural de México. Su característicade ser el primer criollo que destaca en va­rios campos científicos y tecnológicos de lavida novohispana lo sitúa como uno de losindiscutidos iniciadores del proceso hacia elnacionalismo e introductor de las corrientesmodernizadoras en la actividad científica ytécnica. Importante fue su influencia desdela cátedra universitaria, ya que participó enla formación de la generación' que iniciaría elmovimiento ilustrado de la Nueva España.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo se deriva de la "Base nacional dedatos sobre científicos en México" a cargo delInstituto Iberoamericano de Estudios sobre laCiencia y la TecnoJogía. La Dra Rodríguez­Sala coordina el proyecto como investigadoradel Instituto de Investigaciones Sociales de]a UNAM. Contó con la coolaboración en larecopilación documental de Leonel RodríguezB, Ignacio Gómezgil RS y Felipe GÓmez.

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- o •• ._.

Page 14: Fray Diego Rodríguez Rodríguez-Sala

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ABSTRACT

f'r Dicgo Rodrfgllcz was thc first Mcxico-born scicntist in thc

ficlds of Mathcmatics and Astronomy-Aslrology. Ilc was the

outstanding spqkcsman for both sciences in the 17th century and

a forerunner of the Mexican IlII1~tra\ion movement as a scientist

and as a sociocuitural ¡cader. he is proposed as a pioneer of

Mexican national identity.

UL Rodríguez-Sala y col (

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