Fray Vicente Rubio Sánchez, O.P., historiador y maestro · PDF fileFray Vicente Rubio...

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  • Fray Vicente Rubio Snchez, O.P.,historiador y maestro

    Raymundo Manuel Gonzlez de Pea *

    Hace algunos meses que el director de Clo, el acadmicoEmilio Cordero Michel, me hizo la distincin de encargarmeun breve escrito sobre fray Vicente Rubio, O.P. Me pidientonces una contribucin para el homenaje que prepara en suhonor la Academia Dominicana de la Historia, con motivo decumplirse este ao medio siglo de residir y trabajar en nuestropas, fecha que coincide adems con la efemride del 50aniversario del retorno de los padres dominicos a la RepblicaDominicana.

    Acept el encargo gustoso sabiendo que no sera tareafcil, incluso para m, que ya llevo varios aos al lado de frayVicente Rubio, siendo alumno y asistente suyo a la vez, en lostrabajos de investigacin histrica que ha emprendido desde1988. Efectivamente, me vincul a l a raz de su proyectadoplan de formar una coleccin documental de la historiacolonial de la Repblica Dominicana, en el cual todavaestamos trabajando juntos. Por eso me decid por trazar unabreve semblanza del historiador que conozco y a quien veotrabajar, y a hablar de l como el maestro que ha sido paraconmigo.

    En ms de una ocasin ya estando en Sevilla nos dijo aGenaro Rodrguez y a m que nos haba escogido para realizar

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    * Miembro de nmero (electo) de la Academia Dominicana de laHistoria e historiador asistente de fray Vicente Rubio Snchez,O.P.

  • dicho proyecto porque ramos jvenes con inters por lainvestigacin. Con ello nos daba a entender que crea ennosotros, que podramos comprender la importancia de latarea y continuarla. Le agradezco que haya confiado de esamanera en los dos jvenes que ramos ambos, confianza quenos falta muchas veces a los adultos de hoy.

    Desde antes de aquel ao Genaro vena colaborando confray Vicente Rubio en la transcripcin de Libro Becerro delAyuntamiento de Santo Domingo. A m en particular meconoci a travs del entonces fraile dominico FernanditoBelliard, amigo mo desde muy joven y excelente jugador deajedrez. Fray Vicente posteriormente me refiri que apunt minombre en la solapa de una Biblia que llevaba consigo.Casualmente Genaro y yo tambin nos conocamos previa-mente, pues ambos colaborbamos en las investigacionesdirigidas por Roberto Cass, nuestro profesor y amigo, en elArchivo General de la Nacin.

    Por mi parte yo saba de fray Vicente Rubio comosacerdote y orador sagrado. Sobre todo por sus valientessermones de las Siete Palabras en Viernes Santo, que todo elmundo escuchaba y comentaba. No olvidar la frase quepronunci en un clebre sermn durante Los Doce aos deBalaguer (1966)1978) cuando seal que en nuestro pas lavida de una persona vala menos que un cigarrillo. Yo apenasdespertaba a la realidad, aunque yendo y viniendo del colegioen ms de una ocasin fui sorprendido por los famososmicromtines que se hacan en la calle de El Conde por elmedio milln para la UASD en los aos 1968)1969 y otrasprotestas, y poda captar que haba algo que no marchaba bienen mi pas.

    Pero fue aos despus en la Universidad Autnoma deSanto Domingo, en el ao 1978 1979, cuando le vi porprimera vez en funcin de historiador, con su maquinilla

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  • porttil frente a un lector de microfilmes que l sola usar en lasala dominicana de la Biblioteca Central de dicha institucinde educacin superior. Yo acuda all con frecuencia paraestudiar y leer libros de historia dominicana en mis horaslibres. Desde luego yo slo le observaba de lejos. Hoy losfacultativos de aquella Sala siguen gozando de la amistad defray Vicente: Melania Guerrero, profesional de labibliotecologa que ahora tiene a su cargo los procesostcnicos de dicha Biblioteca Central, y quien, adems, ha sidode continua ayuda en materia bibliogrfica; y AlejandroPaulino, hoy profesor de historia y miembro de la AcademiaDominicana de la Historia. Y, desde luego, la entoncesdirectora, la Dra. doa Martha de Castro.

    Ya trabajando junto a fray Vicente Rubio fui poco a pococonociendo por referencias suyas muchos detalles de su vidaque de alguna manera estn relacionados con su formacin dehistoriador y sus proyectos de investigacin histrica.Quisiera mencionar aqu algunos de ellos aunque puedanparecer algo anecdticas y deshilvanadas las ideas quepresento.

    De su tiempo de estudiante de instituto, fray VicenteRubio hace referencia a las dos ocasiones en las que le tocestar de cerca con don Miguel de Unamuno: una vez cuando lotuvo de jurado en sus exmenes finales de bachillerato; la otra,cuando vio a don Miguel conversar animadamente con supadre. Luego le pregunt a su padre qu hablaban l y donMiguel, su padre le contest que ste le haca muchaspreguntas sobre las pieles y acerca de su oficio de curtidor, queaquella materia pareca interesarle mucho. Creo que de esasexperiencias aprendi y supo trasmitir lecciones de sencillez yhumildad que han servido de guas en mltiples aspectos,incluso en el mbito histrico.

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    Fray Vicente Rubio Snchez, O.P., historiador y maestro

  • Tuvo tambin fray Vicente Rubio grandes maestros ymaestras en su carrera, algunos de los cuales recuerda congratitud. El maestro Ramrez, telogo extraordinario, despusprofesor en Friburgo (Suiza); Vicente Beltrn de Heredia,historiador eminentsimo de la Universidad de Salamanca,quien luego le acompa en su primer viaje a Santo Domingoen 1954. Nunca ha olvidado los nombres de don Juan Muoz,su maestro y mentor en Bjar, ni de doa Paulina Junquera,magnfica profesora de Historia del Arte, quien fuera despus,durante el rgimen franquista, directora del Museo del Pradode Madrid y, ms tarde, directora de los museos espaoles.

    Sus estudios de Teologa, Filosofa e Historia le llevarona aprender francs, italiano, latn, griego y hebreo, idiomasque domina a perfeccin; adems, un amigo le ense un pocodel euskera cuando fray Vicente Rubio predicaba por el pasvasco. Pero sobre todo su conocimiento del castellano,cimentado sobre su vasto conocimiento del latn y de laevolucin de la lengua romance que le dio origen. Lleno degozo, aprovechaba cualquier momento para leer y recitar aGonzalo de Berceo y as descansar del trabajo.

    La calidad de este predicador antes de llegar a nuestropas puede verse en un pequeo detalle: fue seleccionado paraauxiliar al padre Colunga en la tarea de traducir al castellanodesde los textos originales de algunos libros del AntiguoTestamento para la Biblia que entonces preparaba. Estosignific mucho para el joven investigador fray Vicente Rubioen quien el sabio que fue el padre Colunga despert una granadmiracin por el conocimiento de la historia bblica, de lalengua aramea y hebrea, por la rigurosidad y meticulosidad enla traduccin de cada versculo, la comparacin y la revisincuidadosa de todo el texto.

    El padre Rubio cuenta una ancdota en la que ademsresaltan las cualidades humanas de Colunga. Una vez

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  • terminada la traduccin y anotacin del libro del profetaJeremas, Colunga le encarg a fray Vicente que lo enviara porcorreo a los editores en Madrid. Pas el tiempo y los editoresllamaron al padre Colunga dicindole que no haban recibidoel paquete. ste le comunic a fray Vicente las nuevas y lepregunt que si haba puesto el paquete en el correo; a lo queste le contest que desde luego.

    Resignado ante la prdida del manuscrito el padreColunga se dispuso de nuevo a volver a hacer el trabajo.Algunos das despus fray Vicente buscando o limpiando ensu celda encontr el paquete postal amarrado y todo: Habaolvidado ponerlo en el correo! Lo que sinti entonces frayVicente creo que no se puede describir, pero fue de inmediatoante el padre Colunga y se prepar para una fuerte reprimenda.Sin embargo, no hubo regao, al contrario Colunga se alegr yse sinti aliviado, mandndolo de inmediato a poner aquelpaquete en el correo.

    Desde temprano se adentr en el estudio y la reflexin deproblemas de gran envergadura que l mismo perfil, loscuales no pocas veces le plantearon retos que todava no haabandonado.

    Uno de ellos, para poner un ejemplo, fue la indagacinsobre la genealoga de Santo Domingo de Caleruega, fundadorde la Orden de Predicadores, para despejar los orgenes de lafamilia de este santo, fundador de una orden de vocacinuniversitaria, algunos de cuyos aspectos permanecen todavahoy en la oscuridad. Fray Vicente Rubio avanz mucho en eseestudio, llegando a obtener da que luego) al prepararse paravenir nuestro pas) dej en manos de su compaero de Orden,el tambin investigador Venancio Carro, O.P. y que steltimo utiliz ms tarde en su monumental biografa de SantoDomingo.

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  • En la Repblica Dominicana, fray Vicente Rubio seinscribi en la Universidad de Santo Domingo para continuarestudios de doctorado en Filosofa, gradundose con honoresen el ao 1956.

    Fue en ese ao 1956 cuando escribi por primera vez enEl Caribe dos artculos )de los que tuve noticia gracias aArstides Inchustegui, quien me anim a buscarlos);artculos que fray Vicente incluir en las memorias sobre sullegada a esta ciudad junto a sus dos compaeros hacecincuenta aos. Se trata de un elogioso comentario a lapresentacin en la catedral del Rquiem de Gabriel Faur querealiz el coro del Convento de Santo Domingo.

    Adems descubri, para su sorpresa, que la biblioteca dela Universidad de Santo Domingo tena una amplsimabibliografa espaola y se mantena al da con las msimportante publicaciones peridicas especializadas en temasde historia de Espaa. Cuando recuerda aquella biblioteca sedeshace en elogios por su excelente organizacin, pero sobretodo por su amplia y actualizada bibliografa. En particularreciba los boletines de la fundacin burgalesa en queaparecan transcritos los documentos del archivo de la Casa delos Guzmanes, con los cuales pudo desde aqu plantearse lacontinuacin de sus estudios genealgicos sobre la casa deSanto Domingo de Guzmn. Ms tarde los descontinuporque el clima poltico se descompona en e