Freud y El Metodo Psicoanalítico

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  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    1/17

    El

    método

    de

    Freud

    (Itgo+ eo3l)

    psicoanalítico

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    2/17

    Nota

    introductoria

    Ediciotes

    en

    demót

    (1903

    1904

    1906

    7924

    t925

    t942

    r97

    5

    Fechaprobable

    de redacción

    del

    trabaio.

    En

    L. Iiiwenfeld,

    Dic

    psychkcben

    Zwangserschein-

    ngen. Yiesbaden Bergmann,págs.5{l-jl.

    . J(JN,

    1, págs.

    18.24.-(191t,2t-ed.,

    áes.

    t3-9;

    192Q,

    3e ed.; 1922,

    4t ed.)

    Tecbnik

    and Metaps"rcbol.,

    áes.

    1.10.

    GS, 6,

    págs.

    3-10.'

    -

    GV,

    5,

    pas

    3-10.

    Sá,

    Volumen

    complementario

    ,

    págs.99-106.

    Traducciones

    castell¿¡o

    *

    19J0

    (El

    métodopsicoanalítico

    e Freud>.BN

    (17

    vols.),

    14, págs.

    69-76.

    Traducción

    de Luís lópez-Balles-

    terG.

    1943

    Igual

    ftulo.

    EA,14,

    págs.

    1-8.El

    mismo

    raductor.

    1948

    Igual

    frulo.BN

    (2

    vols.),2,págs.30l-4.

    El

    mismo

    t¡aductor.

    195)

    Igual

    tltulo.

    JR, 14,págs.57-62.

    El mismo

    maducto¡.

    1967

    lgltal

    tltulo.

    3N

    (3

    vols.), 2, págs.

    3%-6.

    El

    mis.

    mo traductor-

    1972

    l$al

    tltulo. BN

    (9

    vols.),

    3,

    págs.

    1003-6.

    l mis-

    mo t¡aductor.

    Este trabaio ue originalmentena conribuciónal lib¡o

    de

    Liiwenfeld

    ace¡ca

    e

    los

    fenómenos

    bsesivos.

    onsidera-

    do

    por

    Freud

    como

    el

    ob¡e as neu¡osis

    obsesivas,

    egin

    afirma

    en su historial

    cllnico del

    (1909¿\,

    JE, 10, pág.

    221,

    n. 2. Explica

    Liiwenfeld

    que

    persuadió

    a

    Freud pará que

    hiciera esta

    on-

    .."

    (Cf..la

    "Adve¡rencia

    sobre la

    edición en castellano",

    sapra,

    pÁg.

    xnr

    y

    r. o.t

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    r¡ibución

    a

    causa

    de

    las

    grandes

    modificaciones

    ue

    habh

    **.iÁ.ti"¿á

    su

    técnica

    .tde

    qu" {ue¡a

    descrita

    por él en

    f"*iiii'.¡ri

    lin¡iilrio ttsgs¿\.

    El

    prefacioe

    Lbwenfeld

    data

    de

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    El

    peculiar

    método

    psicoterapéutico

    ue

    F¡eud

    aolica v

    define como psicoanálisis

    roviene

    del

    l.lamado

    rocedimieí-

    to

    catártico acerca

    del

    cual informó

    en 7895,

    en los

    fu¡udios

    sobe

    Ia bisteria,

    escritos

    en colabo¡ación

    cón

    'l6se-fT-¡eTéñ

    La. te¡apiacqtártica ue un.d$cub¡im¡-ento e-EF intiñl

    @r-

    A,ulrült ¡

    C.rlürrá

    ú

    ulen, unos

    diez

    añosantes,üabla

    curado

    con su

    a¡rda

    a

    una

    enfetma

    histérica,

    obteniendo

    al hacedo

    una inteleic.ión

    sobre

    la

    patogénesis

    e sus

    slntomas.A

    nlz de una

    incitación

    per-

    sonal

    de

    Breuer,(GEíd)

    r-9_romé_& pces

    l

    procedim.ienü

    y

    lo

    puso

    a

    prueba

    en i

    nTñéio mayor

    de

    áfe¡mos.

    '

    El

    procedimiento

    atá¡tico enla ¡or

    co¡diciónou,

    unos

    diez

    añosantes.

    I'u'*¡a

    l"G

    en

    ese estado.

    trasmuda-

    qente

    :

    u'r*t¿aí

    me|t

    yoc"

    áf.,aaa{,

    TeDB

    r

    G

    e,.b,nn&l

    t

    ti h>.¡¿

    T"rq¿it

    D[,utl.'1,-

    ror notk{5

    I t t .

    ú

    Et ¡

    inell'rera

    eüminar os slntomas

    .patológicos,

    Ia alcanzaba

    ha-Erendo

    et¡ocede_¡

    l

    paciente

    hasta

    el estadopsíquico

    en

    que

    el slntoma

    se hablapresentado

    or primera

    ver. Entotr-

    ces

    emerglan

    en

    el.enfe¡mo hionotizado

    ¡e:cuerdos, ensa-

    mtentos

    lmpulsos

    hastaentonces

    usentes

    e su conciencia,

    Y

    tan

    pronto

    como,

    p¡esa

    de intensaJGálijGiici-dñEs-a-ÍEldi-

    vas,

    comunicaba

    al médico

    estos

    procesos

    anímicos

    suvos.el

    slntoma quedaba

    uperado

    no

    retornaba

    más. En

    iu ía-

    baio en cómún,ambosautóreselucidatonestaexoedencia.

    susceptible

    de repetición

    regular, aflrmando

    que

    ei sl4tomá

    ción

    (

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    @,-4,

    bien,

    que

    os

    slntomasdesaparezcan

    or

    sf mismos

    cuando

    a intervención

    médica,

    que

    se basaen cie¡tas

    p¡e-

    misasace¡cadel mecanismo

    síquico,

    ogra

    hacer

    qu.

    uinos

    ptocesos

    anímicos

    pasen

    a

    un ci¡cuito

    {Verlaal\

    diferente

    del

    que

    desembocó n la formación

    de síntoma.

    ., Las modif cacion., ou. lFñiJr-,r n-lt]odñó)n el orocedi-

    A>sr¿¿,Ár'

    o,i.nto

    c@

    cegqbigr$la

    trL.e.

    técnicaiahota bien, estos

    btindaron nuevos esultados

    ,

    en

    :-*.

    Io

    sucesivo, bligarona

    adoptat

    una

    concepción iversaacer-

    ca del rabajo terapéutico,

    si

    bien

    no contradictoria con la

    anterior.

    El método

    fi-tic? va

    había renunciado la susestión;

    Freuá

    empren&ó-eT-segundo

    paso:

    abando¡4-I4fp¡rosis.

    He

    aquíei modoen

    queioy

    trát" a

    rrr-éffiJii-iiEñr

    Itgt¡def sob¡eellosninsuna nfluenciade ot¡a lndole. os invita a ten-

    de¡secómodamente e espaldas obre

    ryf¡i

    mientrasé1,

    sustraldo 6u

    vista,

    toma asientoen una silla situada

    detrás,

    Tampoco es

    pide que

    cierren los

    olos,¡

    y

    evita

    todo contacto

    sag éq.entre os

    personasgualmente-leitas,

    a

    c A-&Jrs

    en

    estado

    de

    hionosismediante

    procedimiento.

    Por

    :'^Y f

    qñ.té-aTor¡t

    iodo

    esñ¡zo

    muscular ioda-imo-presióo

    hpt'¡" ffiff s-'rJ,&;álJ"*id y-noá+'i"-.án*"io"u

    -oc.orren¡,rb.atencí6n

    ob¡e su

    propia

    actividad

    anlmica.

    Como es sabido, a

    pesar

    de la habilidad del

    médico,el ser

    o no hipnotizado depende del albeddo

    del

    paciarte, y

    un

    g¡an

    número

    de

    personas

    neutóticas no

    pueden

    ser

    puestas

    cso

    ra

    tenuncla a

    un

    sustituto de esa lndole.

    enteramente atisfsctorio.

    los oetrsamientosnvoluntarios,sentidoscasi siempre

    tos.Y si no

    podla

    encontrarse

    ingún

    sustituto

    para

    esa

    alta,

    hubierasido moosible

    habla¡ de influencia e¡aDéutica.

    Ahora

    bien.

    iqreudhaltó en las ocur¡encias

    e los

    enfer-

    tp

    áco'c'tdc

    como i

    f

    eriiirbadorei 6fé-so-á -áiiáilos

    n ci¡cunstancias

    o

    mos

    Pq¡.I& Son

    thr

    r

    [f,¡

    la descripcióo

    ue

    hizo del

    procedimiento

    n

    Ia

    inrerprc'

    taciót dc los tacñot

    (l900a\,

    SE,4,

    píg.

    101,F¡eud ¿ún

    recomen'

    daba

    quc

    el sujeto mantuviesece¡tados

    os ojos.l

    sg¡n¡r

    nvtnVhientés,

    que

    suelen¡urrt..

    "o

    l" ttama

    de una exposición

    '

    ,,

    deliberada.

    a¡aapoderarsee esas cu¡tencias,

    teud exhor-

    ¡t

    l{ta

    a

    los

    enfermos

    a

    que

    se deien ¡ en su¡

    comunicaciones

    tv P.ü0t

    238

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    6/17

    (como

    ha¡lan

    en r¡na conversación

    en

    que

    se h¿Uáse

    de bue-

    yes perdidos>.

    Agqg¡le

    €xbg¡1arbs

    a

    se

    es

    pasEpo-la

    cabeza, unque es

    parezca ue

    no es im-

    portante,

    o

    que

    no_viene

    l caso,

    o

    que

    es disparatado;

    or

    el contario, les

    de la comunicación ensamiento

    ocur¡encia lgunos,

    por

    más

    que

    os

    avergüence

    les

    resultepenoro

    h"c.rio.

    Giaii"s

    a

    sus esfue¡zos

    caso

    se desdeña,

    que

    en todo ofto

    que

    Plqqlon_

    amnesia e

    w',i¡ll

    itn;[i' a;;

    ;;;;1",ñ;;

    ;; ;rffi¡#

    i.i

    1

    $;,1

    rff"Itt¿l

    ¿"1

    tLq:7,5

    tl

    el r:¡lffiEid6 del

    D.+'r'4

    ser

    decisivas

    para

    ;r;;'

    -;;iit'

    ü;.;:rff;ü&d;:i"l"i;:

    .-,^'"'

    ciones

    de tiempoo se desa¡ticulanos nexii-iáGales de talmodo que ¡esultanefectosncomp¡ensibles.

    in

    amnesia e

    alguna

    lase

    ¡o oriste historial

    cllnico neu¡órico.G-lnsta

    lgunaclase

    no odste historial

    al telato¡

    a llenar

    estas

    agunas

    e su

    memoriamedia¡te

    un

    ."forrad9,-$ "4d.,

    ateniión, se advierte

    -que

    as ocu¡ren--

    clas

    que-Q9J&@sobte

    este

    punto

    son

    ¡ef¡enadas

    zwüch-]C,;

    L,t^

    dñn&en)

    Wt

    él con todos

    os recursos e la crírica,

    hasta

    que

    -rc64aca*

    por

    fin

    siente

    un franco malesta¡

    uandose le

    instala

    rcil-

    I

    mente

    el ¡ecue¡do.

    De estaexperiencia,(F@iñffrQue

    las

    amnesias on el resultadode un procül@-3ifu 4_4r- ró¡oro;

    PlPr

    V

    cttyo

    motivo individualiza

    en el

    sentimientode

    diaplacer.

    n

    cuanto

    a las fue¡zas

    sfquicas ue

    han

    origina-

    T,c,B

    -h

    do esta

    represión,

    cree

    registtarlai en la

    reiistencia qui

    se

    o&*" i

    opone

    a

    la reproducción.

    Este factor

    de la ¡esistencia

    a

    pasado

    a

    ser

    uno de los

    fundamentos

    e su teorla. A

    las oiu¡¡encias

    que

    suelen

    de-

    jarse

    de

    lado con toda

    clasede

    pretextos como

    os

    que

    enu-

    mera la, fó¡mula antetiot), Freud las conside¡a e'toGr de

    Ios productos

    pslquicos

    eprimidos

    (pensamientos

    mocio-

    nes),

    desfiguraciones

    e

    estos

    últimos

    provocadas or

    re-

    sistencia ue

    se opone

    a su reproducción.

    mas

    4gc¡as6.

    Ahotabienl

    valor

    qoá -"Ti-lá-íZGGi

    tica tienen

    las

    ocunenciasno deliberadasest¡iba

    terapá.r-

    -tua&q

    en

    este

    vlnculo suyo

    con

    el

    matedalpslquico

    eprimido. Si uno

    po-

    see un procedimientoque permíta avanzatdesde as ocu-

    rrencias

    asta

    o rcprimido,

    desdeas desfiguracionesasta o

    desfigurado, puede

    también,

    :in

    rcc1¡¡¡L;14-hip¡a$ s, vol-

    *6

    Ye¡

    asequlble la

    conqenclao

    oue

    antesera lnconclente n

    la

    vida anlmica.

    Sobre esa

    base Freud ha

    creado ln arte ¿e

    iflteftrctaciótt

    destinado, or

    así decir,

    ffi

    lglggJ¡¡c fu

    no delibe¡idas el cbntenido metálico

    hg¡r-

    sS¡S¡enlgC_fpdmidos.

    Obieto de €ste traba,o interpretativo

    -

    Qpar

    -

    .61

    l'

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    7/17

    ,¡"tl

    oo son sólo las ocu¡¡eBciagdel enfetmo, sino. también sus

    k. r ./

    sueños

    --que

    brindan a

    vla de

    acceso

    más directa

    para

    el

    ¡d

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    8/17

    sólo

    están

    separadas

    or

    umbrales

    de sumación

    determina-

    bles

    en Ia pfáEifEdT6-lTddffii-rularse

    ¡rara

    el rratamienro

    mnguna

    ot¡a

    m€ta

    que

    una

    cu¡ación

    práctica

    del enfe¡mo.

    el

    testablecimiento

    e su capacidad

    e rendimiento

    de

    eóae.

    En

    caro de.qle

    la cu¡lo

    sus

    resultados

    ean

    ncomolitos,

    sc-obtrenebásicamenterB_jm-p9lfa$9-_Eei9l¡4el esrado

    psiqulco

    gen€¡al,

    mi€ntras

    que

    os

    slntomas

    pueden e¡sistir.

    aunque

    su-importancia

    ab¡á

    disminuido pata

    el

    enfermo

    y

    no le

    pondrán

    el

    ma¡bete

    de tal.

    .Si

    prescindimos

    e -lni-ar_-djliSeS 9¡qr,

    el

    procedi-

    mlento

    re¡apéutico

    s el

    rnismo

    qgg

    todos

    os

    cuad¡os

    into-

    g3gg _ de la hrsteria,

    an

    variados,y

    aun

    para

    todas as

    üariedades

    e Ia

    neu¡osis

    bsesiva.

    e¡o

    ello no

    implica

    quc

    su aplicabilidad sea iresticta. Lt naturalezadei m¿todopsicoanalítico

    upone

    ndicaciones

    contrainücaciones,

    anto

    con

    _¡elación

    las

    personas

    ue

    debense¡ tratadas

    uanto

    a.l

    cuadro patológico.

    son

    los casos

    ,u.|¡.utncl&:

    con

    escasos

    violentos

    o peligrosos;

    obre

    odo,

    Iasdiversas

    ariedades

    e

    la

    neurosis

    bseiiva.pensamiento

    acción

    obsesivos,

    casos

    d€.hiiteli.a

    n

    que

    as obias

    las

    abulias esempeñan

    l

    pape)

    principal;

    pero,

    además,

    ódas

    as expresiones

    omáticas'de

    Ia histeria, iempre ueel médicono tenga omo areaDe-

    renton'a

    a

    rápida

    eliminación

    e los síntom¿s,

    o*o

    "u.éde

    n

    Ia ano¡exia.

    En

    ca¡g --?Sdprj¡_Li$s ia,

    debe

    esperarse

    a

    que

    sob¡evenga

    n estadio

    más calmo;

    en todos

    os casos

    en que

    el agotarniento

    erviosopresida

    el cuadro,

    e evita¡á

    emplear

    un

    procedimiento

    que

    requierepor

    sl mismo es-

    l".t:o,

    pry_.1.n Af+ g

    y

    duranre

    un

    lapso

    debedesel-

    renoerse

    e

    ta

    pers)stenc_¡a

    e

    los sig g3j',

    La pe¡sona ue hayade som-ete¡seon provecho l psico- an ,¡ell,¿fl

    análisis

    ebe

    lenar

    muchosffil io-if

    En primer

    Jugar,'tjene

    que,

    s€r.

    apaz

    de.

    un estglqlltíq-

    uico

    normal; en

    épocasde

    conlrsron

    o

    de

    .dep¡esión

    n:Sb¡(él.ie¿-_¡g_ 9__S l gigg

    adr

    ni

    siquiera

    n

    el caso

    de una histeria.

    iiemZs,

    o¡responde

    .,.io

    exigirle

    iertogrado

    de inrelieencia

    atural

    v de

    desa¡rollo

    rik',lar.

    eJgg;

    en

    personas

    arentes

    e ¡odo valo¡,

    el médico

    pronto

    pierde

    el interés

    ue

    e

    permiteprofundizar

    n

    Javiáa anl-

    mica del en_fermo.as rúlfo¡¡n¿cjors. acusadas"1caráctc¡.

    ios rasgos

    e

    una constitución

    ealmente

    egenerativa,

    eex-

    terio¡iza¡

    en

    la cu¡a

    como fuentes

    de ¡esistencias

    ue

    es

    muy

    óiticil

    vence¡. n

    esamedida,a

    constituciónn

    sen€-

    ral

    il"none.ug

    líTite

    a la

    posibilidad-F?iiádo-n

    rnedíant.

    ci_,L

    psicoterapia.

    ambién

    ecrean ondiciones

    esfavorables

    a

    ia

    el

    psiioanálisis

    i la edad

    del

    pacienti

    ,ondu

    "i

    qui,ito

    ^J.l

    d€rgg¡g

    pues

    en tal caso

    ya

    no

    es

    posible

    dominar

    i-lñ6á

    dil mate¡ial síquico,

    l

    liempo¡eo¡e¡irlooa¡a a curación

    24r

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    9/17

    d€ orn¿ d€masiado

    argo,

    y

    la capacidad

    c destiacer

    ptocesos

    psíquicos

    mpieza

    desfallecer.

    aptas

    pafa

    segrin firma

    Freud,

    esmuy

    que

    esieprocedimientofae a nueshopoder-hacer.,Paran tra-

    tamiénto

    eficaz,Freude*ig9

    nla"ot- g¡r S$te@l$

    hástá tres eños: bero nos lntofma oue hasta ahofa,

    a fau oe

    asta

    res años;

    pero nos nfoima

    que-Ta-sa

    hora,

    r,¡_---¿

    Efi;sta;fas-¡i:;

    fácilmente

    se coligen,

    debió aplicar

    c-asi

    enfe¡-

    iempre

    su

    t¡atamiento

    a casos muy

    graves, personasenlet'

    ma. desde hacía mncho tiemoo v oue- oo¡ así decir.

    hablan

    asdesde

    hacíamucho iempo

    y que,

    por

    así decir,

    buscado n último refugio

    en

    su

    nuevo

    ptocedimiento,

    ue

    despertaba. uchas

    .dudas.

    Eg¡4¡9¡

    f¡ig-lggs,

    la dutación

    del t¡atamlento

    podrla

    acortafse

    mucho

    y

    se oDt€nqlla

    nna

    extraordina¡ia anancia n lo que concierne profilaris pa-

    ra el

    futu¡o.

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    10/17

    n l

    üoDfe

    PslcotefaPn

    (tto>

    ¡rto+1)

    I

    I

    l

    I

    I

    I

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    11/17

    Nota introductoria

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    12/17

    tef ia. ' .roqo

    antes

    (rÓ7rr, €n corsn()fac¡of¡

    cu¡r

    F' ¡n{LUr

    GF[ffii)vo habla

    publicado

    os Estudios

    obre a

    histe'

    /i4. donde. sob¡e.la

    base del nuevo conoclmlento que oeoe'

    Señores:

    Han

    pasado

    unos

    ocho años

    desde

    que,

    a

    pcdido

    I lqmenrc¿¡n nrc"i.{e¡te de esta casa- el ¡rofesor Von Redc¡.

    el lamentado

    rtsidente

    de

    estacasa, l

    profesorVon

    c¡ ¡aúc¡¡Leuv

    P¡lr

    '.1.-

    :--:-_'

    tuve la oportunidad

    de habla¡ aqul

    sobre el

    tema de la

    his-

    ia.1 Póro

    antes

    (1895),

    en-coisho¡eqÉrlrg¡r-€lioctr¡¡

    pued:o

    decir

    loltr¿umas

    , l a

    tadosde

    r¡na

    a lo

    corporal,

    deas

    para

    las cualeshablamoscreadolos té¡minos de

    ,

    oy

    son

    conocidas

    comprendidas

    nive¡sal-

    mente.No

    hay

    -ai

    menosen

    los

    palses

    e habla

    alemana-

    ninguna

    exposiciónde la

    histeria

    que

    no

    las

    tenga

    en

    cuenta

    hasiacierto

    punto, y

    no existe

    esPecialista

    ue no compa¡ta

    esta

    docttina

    al menosen

    un t¡amo.

    iY

    ello a

    pesar

    de

    que

    esas

    esis

    y

    esos

    érminos,cuando

    odavfa

    elan

    novedosos,

    ¡onaban

    bastante

    ext¡años

    No puedodecir lo mismo del procedimientoe¡¿péutico

    oue oiopusimos

    a nuestros

    colegas

    simultáneamente

    on

    nuerti" áo.ttin",

    el

    cual todavla

    hoy sigue

    uchando

    por

    su

    ¡econocimiento.

    Quizá

    puedan

    aduci¡se

    azones

    especiales

    para

    ello.

    En aquel iempo,

    a técnica

    del

    procedimiento

    ún

    no

    habfa sido áesarrollada;

    o

    pude proporcionaral lector

    médico

    del lib¡o

    las indicacionei

    que-lo

    habrían

    habilitsdo

    oara ealizaroor sl

    mismoun

    tatami€nto

    de esaclase.

    Pero

    iin dud" influy.n también azones e náturaleza

    más

    general.

    I

    [Se ¡cfierc

    q

    u¡¡

    sctie de t¡e¡ conferencias

    p¡onunciada¡

    en

    el

    Colesio

    de Médicos de Viena

    los df¡s

    14, 2l

    y

    28 de octub¡e

    de

    189t(o sea. nlere años

    ¡t¡ás) estasco¡fe¡mcias

    nuoca fueton

    pu-

    blicadas.

    pero

    se las comentó

    mucho en la

    p¡ersa

    médica

    vieoes¡

    (F¡eud.

    1e95{). Un año más

    ta¡de, el 2 dc mayo

    de 1896,

    pronunció

    taobién una ionfe¡encia

    sobre

    cl-a

    etiolo*fa

    de la

    histeriar

    (1896c)

    cn la Ve¡ein

    fiir Psychiatrie und

    Neuolo¡ie

    (

    Socicdsd

    de Pslqulatrla

    v Neu¡oloela) r v cs oosible

    que

    lo5

    cocho ¡ñost ¡

    que

    álude en

    cl

    i-*to.."n-o¡odúcto dc una ónfusión ent¡e ¿mbas

    oc¡sionc¡.]

    247

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    13/17

    i;-'------':-:-

    ,

    \

    Ue-pslse ¡E@

    ogue

    pateciéndoles

    a

    .-¡nugl¡os

    médgos un

    producto

    del

    mlstlcismomodemo, y

    por

    com¡xración

    con

    - = - - - - _ '

    nu€st¡os

    ecufsos erapéuticosísico-químicos,

    uya aplica-

    ción se

    basae¡ conocimientos isiológicos,

    un

    producto

    direc-

    tamente

    acientlfico, ndigno

    del interés de un

    investigadot de

    1a na¡raJeza. Pe¡mltanme ustedes,entonces,que defienda

    el

    ins-

    @iamter

    Pslcho-

    [

    1897

    y Ia de los antiguos.Scpatte

    como

    psicote-

    rapia; con miras a la curación, se

    inducla en los e¡{ermos

    el

    estado

    de

    ,

    que

    todavla hoy nos

    presta

    idéntico

    se¡vicio. Y aül?espi¡és

    que

    los

    médicos descubric-

    aqul

    la causade la

    psicote¡apia

    y ponga

    de relieve lo

    que

    en

    ese

    uicio

    adversoha de tildatse

    de incor¡ecto o de erróneo.

    se

    uicio

    adversoha de tildatse

    de in,

    En

    primer

    lugat,

    1es

    ecordaté

    que

    liop

    Pt

    ¡on otlos tecufsos erapéuticos,os

    empeños

    sicot€rapéuü-

    cos

    de una u ot¡a clase

    nunca

    desapatecieron

    e a mcdicina.2

    En segundo

    ugat, las

    te:

    los

    médicos

    que más no seapotque

    €n cuenta

    en

    el

    proceso

    mos-

    tedes nientos

    que

    sobreeste

    punto

    debemos Ia

    (

    Liébeault,Bemheim). Un facto¡

    que

    de-

    bgi¡,;itqud;6É¡osotroslóbusquémos,4*€_¡Sr"g*4-

    cudquietp¡ocedimiento

    e¡apéuticont¡oducido

    or

    el

    mé-

    dico. Casi siempre o haceen sentido avorable,peroa me-

    nudo tambiénén

    senúdo

    desfavorable. emos aotendidoa

    aplicar

    a

    estehecho

    a

    palab¡a

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    14/17

    guiarlo

    y

    reforzarlo?

    A

    esto,

    y

    sólo

    a esto, los

    ¿lienta

    ¿

    psicoterapia

    ientlf

    ca.

    peflencn

    muy en

    de

    que

    a

    el

    médico:

    influencia

    pslouica

    a uavés

    de

    ella.

    {iE

    gustiñ-,.,stedet

    mucho

    de aquella

    i

    Pero. ,¡no

    se¡íamás

    adeorado,

    más acertado

    n la

    ma'

    yoría de

    ios casos,

    decir

    que

    pugde

    influirse,

    sobre

    o

    moral

    áe un

    hombre

    con

    recurso;

    mórales,

    ale decir,

    pslqücos?

    habitu¿l consuelo qoe tan liberalmente

    un

    cl

    es

    en

    la me-

    dida

    en

    que

    bien,

    señotes

    opinión a

    que

    el áteta

    Viiche¡

    dio expresión

    clásica

    en ¡u

    parodia

    del

    Fausto:

    ái*nt"r"or

    a

    los enfermos,

    iPronto

    estarásano

    de nq9'

    \l

    ooi,r, no

    ., sino

    uno

    de los

    métodos,

    sicoterapéuticos'

    ólo

    ,|J

    o1.'-no

    .t ,ino

    ,roo

    d. los

    méiodos

    psicoterapéuticos'

    ólo

    ^,- ,',-. :-r.I"^.i,

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    15/17

    f1

    /.

    No es

    todavla

    posible,

    a consecuencia

    e las muchas

    rcsüiccionesprácticas

    que

    afectaron

    mi activided, señalar

    de

    mane¡a

    definitiva

    las indicaciones

    contraindicaciones

    e

    este ¡atamiento.

    No obstante,

    rataréde

    elucidar on

    ustedes

    árgunos

    untos:

    1.

    Además

    de la enfermedad.

    s

    Dreciso

    omar

    en cuenta

    el

    valo¡ de una

    persona

    n

    ot¡os.campos,.

    debe echaz¿rse

    a Ios enfermos ue

    no

    pos€an

    ierto grado

    de cultura

    y

    un

    catácte¡

    en

    alguna meüda

    confiable.

    No

    puede

    olvidarse

    que

    también

    hay

    personas

    anas

    u€

    ¡o si¡vin

    para

    nada,

    y

    que

    con excesiva

    acilidad se

    tiende, en

    el caso de esas

    Der.

    sonas

    de escaso

    alor,

    a atribuir a la

    enfetmedad odo lo

    que

    las

    welve incapaces ara

    Ia eústencia,

    con tal

    que

    muls.

    tren algúnasomode ieurosis.Sustento l puntodi vista de

    quc

    la neurosis

    en

    modo alguno

    estampa;n sus

    portadores

    el ma¡bete

    de dégenéré,

    eio q,re

    con-mucha ¡ecuencia

    e

    asocia on

    asmanifestaciones

    e a

    degeneraciónn

    un mismo

    inüviduo.

    Ahora

    bien, á

    psicoterapit

    analíticano es

    un

    pro-

    cedimientopara

    tratar la degeneración

    europática;

    l ion-

    tario,

    encuent¡a

    n

    esta

    su límíte. Tampocoes

    aolicablea

    personas

    u€

    no

    sesientenlevadas

    a terapia

    or

    su

    padecer,

    sino que sólo sesometena ella por o¡den de susparientes.

    En

    cuanto

    a la

    propiedad

    de

    qué

    el enfermo

    seasusceptible

    de

    educación

    aia que pueda

    á;licá¡sele l t¡atamiento

    sico-

    analítico,

    eberemoi

    xamínarlá

    odavladesde tro

    punio

    de

    vlsfa.

    _

    2.

    Si se

    quiere

    actuar sobre

    seguro,

    es preciso

    imitar la

    elección

    personas

    ue

    posean

    n estadonormai,

    pues

    en

    el

    procedimiento

    sicoanalítico

    os apoyamos n él

    para

    apro-

    piarnosde lo patológico.Las psícosis,os estadósde con-

    fusión

    y

    de depresión rofunda

    dirla:

    tóxica),

    son,

    pues,

    inapropiados ara

    el

    psicoanálisis,

    l

    menos al

    comohóy lo

    pfacticamos.

    No descatto

    otalrnente

    que

    una modificación

    apropiada

    del

    procedimiento

    nos permita

    superat esa con-

    r¡aindjcación

    abordar

    sluna

    psicote¡apia

    e as

    psicosis.

    3.

    La

    edad

    de los enfe¡mos

    umple

    un

    papelen

    su selec-

    ción para

    el tratamiento

    psicoanalltico:

    or

    una

    pa¡te,

    en la

    mediáa

    n

    que

    aspersonasue.. "..rcána la cincuentenala sobrepasanuelen

    a¡ecer e Ia

    plasticidad

    e los

    procesos

    anlmicos

    de la

    que

    dependea

    teraoia

    los

    ancianos

    a

    no

    son

    educables--

    y,

    pór

    ot¡a

    prrt..

    porqu.

    el mareriai

    que

    debe¡ía

    eelaboraise'

    durcbdrbeiten\'

    ¡oiongarla

    ndefinida.

    mente el

    tratamiento.

    El llmite

    inferior de edad sólo se de-

    termina

    segrínos

    ndividuos;

    os

    jóvenes

    ue

    no han llegado

    todavla

    a

    la

    pubertad

    a

    menudoconstituven

    n te¡renoóbti

    mo

    para

    a

    influencia

    erapéutica.

    253

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    16/17

    vienen

    en

    este

    conflicto

    que

    se übra

    en la vida anlmica

    del

    oaciente:

    si losran

    movetlo a

    que,

    a

    los fines

    de

    alcanzar

    üna meior

    comirensión,a..pt.

    "lgo

    que

    hastaentonces

    a-

    bla

    rechazado

    reprimido

    )

    a

    consecue¡cia

    de

    la

    automática

    regulación del displacet,

    habrán

    conseguido

    rcalizat con él

    ciáto rabaio ed.riativo. Ya es educaciSn,en el casode un

    hombre

    que

    no abandona

    ícilmente a cama

    po¡

    la mañana

    tarnpr"no-,moverlo a

    que

    lo haga.

    En términos

    generales,

    pueden

    concebit

    el tatamiento

    psicoanalítico omo una

    pos-

    edrcación

    de esa lndole

    paftt

    úflcer

    resistencias nte¡iores.

    Ahora bien, en

    ningiín

    punto

    es

    más necesaria

    sa

    posedu-

    cación

    en

    los neuróticos

    que

    en lo

    que

    atañe

    al elemento

    anímico

    de su vida sexual.

    Es

    que-en

    ninguna

    parte

    la

    cultura y la educaciónhan provocadodaños tan grandes

    como aqul,

    y

    aqul

    justamente,

    omo

    la experiencia

    e los

    mostrará, e

    hallarán

    as

    etiologlas

    de las neurosis

    uscepti-

    bles de ser

    dominadas; l oto elemento

    tiológico,

    el aporte

    constitucional,

    oses dadocomo

    algo nmutable.

    ero

    esto

    plantea

    l

    médico n importante

    equerimiento.

    o sólo

    ie-

    n

    qua

    rat él mismo un

    cafácter

    ntegro

    -,

    omo suele

    decir el

    principal

    perso-

    naiede Auch Einer, la novelade Vischer-; también ieneque

    haber supetado en

    su persona a

    mezcla

    de lubticidad y

    moiigate¡fa.ón

    que,

    por

    dlsdicha, antos

    ot¡os

    suelenabor-

    dar los ¡¡oblemassexuales.

    Este

    s

    quizás

    el lugar

    Da¡a

    hace¡ ot¡a observación.

    é

    que

    mi insistencia

    n eI

    papel

    de

    lo sexual

    en

    la

    génesis e

    lás

    psiconeurcsis

    a llegadoa

    ser notoria

    en vastos

    cfrculos

    También sé

    que

    de

    póco

    aprovechan

    al

    gtan

    público

    las

    rest¡icciones

    precisiónes

    e una

    idea;

    el vulgo

    tiene-muy

    pocoespacio'en u memoria,y de una tesis¡etienesólo su

    trrl.l"o in bruto, se c¡ea

    una

    versión ext¡ema

    ácil de

    te-

    sistrat.

    Tal vez a muchos

    médicos

    e es

    haya ocurrido

    am-

    tién

    vislumbrar,

    como si

    fuera el contenido

    de

    mi docttina,

    oue

    en

    último análisis econduzco

    as

    neurosis

    a la absti

    nenciasexual.

    En las

    condiciones

    n

    que

    vive

    nuest¡a

    so-

    ciedad,esta

    no es ra¡¿.

    iQué

    sug€rente,

    on semejante

    re-

    misa.eludir

    el t¡abaioso

    odeo de

    la cuta

    pslquica

    y

    aspirar

    Do¡un caminodirecio a Ia curación, ecomendandoa prác-

    iica se"ual

    como medio

    terapéutico

    Y bien;

    no conozco

    nada

    que pudiera

    moverme

    a-

    sofocar

    esaconclusión

    i

    ella

    fuera

    áo¡récta.

    Peto

    Ia cosa€stá

    en

    ot¡a

    patte. La

    privación

    v la abstinencia

    exuales

    on

    apenas

    no

    de los

    facto¡es

    ue

    ántrrn

    .n

    juego

    en

    el meca¡ismo

    de la

    neurosis:

    si

    sólo

    existiera

    esá a"ctor,

    a consecuencia

    o

    serfa a

    enfermedad'

    sino el

    libertinaie.

    El oto

    factor,

    igualmente

    ndispensable

    v oue se olvidá con excesiva acilidad,es la repugnancia

  • 8/19/2019 Freud y El Metodo Psicoanalítico

    17/17

    sexual

    del

    neu¡ótico,

    su incapacidadpara

    amar:

    el

    rasgo

    psíquicoque

    he

    llamado