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  • Indice: Captulo 1 El decretoCaptulo 2 - El baileCaptulo 3 - El matarifeCaptulo 4 - El NegroCaptulo 5 El golpeCaptulo 6 - Cndores sin alasCaptulo 7 - El viento fro Captulo 8 La Aduana paralelaCaptulo 9 Las firmasCaptulo 10 La PrimeraCaptulo 11 Los diplomasCaptulo 12 El canal blancoCaptulo 13 MensajesCaptulo 14 - Ni un gramoCaptulo 15 TroyanosCaptulo 16 - PatotaCaptulo 17 El venezolanoCaptulo 18 La revanchaCaptulo 19 Instrucciones Captulo 20 El escracheCaptulo 21 Retenciones Captulo 22 El HackerCaptulo 23 El viejoCaptulo 24 InocentesCaptulo 25 Operativo descontrolCaptulo 26 La familiaCaptulo 27 LagunasCaptulo 28 Los intocablesCaptulo 29 El changarnCaptulo 30 El gran saltoCaptulo 31 AcorraladosCaptulo 32 AbogadosCaptulo 33 CometasCaptulo 34 EsclavosCaptulo 35 PiedrasCaptulo 36 Lo lgica

  • Introduccin

    Pero este tipo realmente se merece un libro? Eso pregunta el entrevistado cerca del final de la charla. Afuera, el otoo porteo empieza a cobrarse miles de hojas por vctimas. El entrevistado ha sido en el pasado un funcionario importante de los dos gobiernos kirchneristas. Ha visto muy de cerca el desempeo de Ricardo Echegaray y conoce el pao.El periodista entiende hacia dnde va dirigida su pregunta. Se la ha hecho a si mismo en repetidas ocasiones. No slo se ha preguntado si Echegaray merece ser protagonista de un libro sino tambin si merece la dedicacin periodstica casi cotidiana. Frente al entrevistado, el periodista ensaya una explicacin rpida que justifique el tiempo que ambos dedicaron a elaborar una memoria. Coinciden. Pero cuando sale de sus oficinas, la pregunta vuelve a golpetear dentro de su cabeza, una y otra vez, en cada vuelta de esquina.Merece Ricardo Echegaray ser protagonista de un libro? Eso pregunta tambin un ex legislador que conoce al matrimonio Kirchner desde los das en que gobernaban Santa Cruz, y se ha cruzado espordicamente con este personaje oscuro e huidizo que colaboraba con ellos desde entonces, pero a diferencia de cualquier otro nunca se mandaba la parte. En busca de una respuesta, el diccionario aporta su definicin de merecer. Dice: Hacerse digno de lo que nos corresponde, sea recompensa o castigo. La definicin ayuda. El periodista ha sido autor de otro libro. Hace un largo tiempo recopil y escribi sobre la vida de otro argentino: un artista excepcional, un buen hombre, el cantor de tangos Roberto Goyeneche. Durante aquella paricin nadie le pregunt si haba merecimiento porque aquella biografa, sin duda, era merecida por el personaje. Aquel libro era recompensa.Echegaray, en cambio, no se ha lucido en nada que lo haga merecedor de un lomo y un par de cientos de pginas. Echegaray ha sido simplemente un funcionario gris, que ni ha destacado intelectualmente entre sus pares ni ha producido cambios importantes en su entorno o en beneficio del conjunto de los argentinos. No hay nada en su gestin que pueda otorgarle cierto brillo y lo haga merecedor de recompensa, si uno entendiera este libro como aquella. Pero el diccionario ayuda: tambin habla de merecer como castigo. El periodista se abraza a esa definicin para justificar tantas horas, tanto trabajo, tantas entrevistas. Para explicar los retazos de vida propia que ha dejado detrs de esta larga investigacin periodstica. Para dar sentido a su tarea, el periodista entiende este libro como eso, como un castigo. Castigo al hombre que simula ser lo que no es, que aparenta saber lo que no sabe, que nunca dice lo que realmente piensa. Castigo a quien condujo tres de los ms importantes organismos de control del Estado a lo largo de la dcada kirchnerista, y desde esa posicin impuso, propici o permiti todo tipo de irregularidades. Castigo a quien despreci a los empleados pblicos en cada uno de esos lugares, los humill e hizo de sus vidas un sinsentido. Castigo a quien coloc al Estado y a su gente al servicio de causas bastante ms pueriles que las que dicen sus estatutos. A quien utiliz el poder pblico para perseguir a empresarios y a opositores; a quien presion a periodistas; a quien uso de mala manera el dinero pblico; a quien habilit zonas liberadas para delitos menores y para desfalcos millonarios. Castigo, pequeo castigo en formato de libro, para un destructor, para un verdadero demoledor del Estado. Echegaray es esa cara semioculta que muchos se niegan a

  • descubrir en el kirchnerismo. Lejos del folclore de la poltica, Echegaray, el funcionario gris, quizs sea una de las mejores maneras de descubrir lo que realmente ha sido el kirchnerismo. Por eso, porque fue protagonista de la historia, s se merece ser protagonista de este libro. Se interroga a si mismo el periodista: Que habr sucedido en este pas para que ahora la mayora de los libros duelan como latigazos y no sanen como caricias?

  • Captulo 1 El decreto

    El 25 de febrero de 2011 la Argentina amaneci con una noticia sorpresiva para la inmensa mayora de sus habitantes. En el Boletn Oficial, el lugar donde cobran vida las decisiones del Gobierno, era publicado el decreto 192, que llev las firmas de la presidenta Cristina Kirchner y de todo su gabinete de ministros. A cada uno de sus 16 colaboradores ms cercanos, incluso a aquellos que nada tenan que ver con el asunto, Cristina los hizo desfilar por la Casa Rosada para que rubriquen la decisin, para que compartan la responsabilidad histrica de sus implicancias. El decreto se haba terminado de confeccionar unas horas antes de su publicacin. La presidenta requiri las firmas de todos sus ministros bien entrada la noche, a las 23 horas. La mayora se enter de lo que estaba firmando recin delante del documento, pero nadie puso objecin ni pregunt, y algunos ni siquiera leyeron su ttulo. Para pertenecer al kirchnerismo una condicin indispensable es la disciplina. Disulvese la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, organismo descentralizado en el mbito del Ministerio de Agricultura, Ganadera y Pesca, deca el primer artculo de ese decreto, el nico importante. El resto eran cuestiones de forma, adecuaciones obligadas a la Ley de Ministerios, que deban ser hechas a partir de la decisin antes tomada: la desaparicin, eliminacin, disolucin de todo un organismo pblico que tena ms de 800 trabajadores y un presupuesto multimillonario. Los considerandos del decreto fueron mucho ms extensos, pero adrede confusos, nada claros respecto de la verdadera intencin que persegua la medida. S recordaban que la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) haba sido creada por otro decreto presidencial de 1996, con la responsabilidad de fiscalizar el estricto cumplimiento de las normas de comercializacin en el sector agropecuario, a fin de asegurar un marco de transparencia y libre concurrencia para estas actividades. A fines de febrero de 2011, cuando Cristina decide llevar adelante este sacrificio, ya haban pasado cinco largos meses desde el fallecimiento de su marido, Nstor Kirchner. Cuando ambos compartan el ejercicio cotidiano del poder, medidas sorpresivas como esta le eran achacadas sobre todo al ex presidente. El pago de la deuda con el FMI o la estatizacin de las AFJP fueron ejemplos acabados. Aunque de menor peso, la disolucin de la ONCCA permiti saber que la audacia a la hora de gobernar no era un rasgo solo del ausente, de quien ya no estaba. Con esa definicin, la presidenta tambin mostr su agrado por dar sorpresivos giros de timn, su gusto por los sucesivos golpes de efecto. Esos golpes de efecto que, en definitiva, terminaron convirtiendo al matrimonio Kirchner en el factotum de la poltica argentina de la ltima dcada. La ONCCA, un organismo de control que no haba llegado ni a cumplir los quince aos, era arrasada de la faz de la tierra por decisin de Cristina. Una decisin tomada en la evidente soledad del poder, sin la sombra de nadie detrs, mucho menos la de su ex marido. Una decisin solo compartida con su secretario Legal y Tcnico, Carlos Zannini, el Chino, el nico de los soldados kirchneristas con quien el matrimonio acept debatir las cuestiones ms sensibles para su derrotero poltico. La decisin de hacer desaparecer la ONCCA haba sido masticada todo un mes, desde los das calurosos de enero. Quince de los diecisis ministros que rubricaron el decreto, sin embargo, no supieron de ella hasta que los convocaron a firmar. Solo el titular del rea afectada por la decisin, el ministro de Agricultura, Julin Domnguez, fue informado de la novedad, pero apenas unos das antes. En la Secretara Legal y Tcnica, los abogados redactaron en total hermetismo el texto de un decreto que luego, una vez publicado, se revel repleto de errores, pues transfera el personal de la ONCCA a un lado pero las funciones y el presupuesto a otro. Poco

  • importaba: la premura de una decisin poltica, una vez ms en la era K, se antepona al respeto de las reglas estatales ms bsicas. Todo era as: las cosas primero se hacan y luego se vea si las reglas lo permitan.La urgencia por dar el golpe de gracia a la ONCCA se desencaden hacia mediados de febrero. El 1 de marzo la presidenta deba hablar ante la Asamblea Legislativa que inaugurara el 129 perodo de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. La confeccin de ese discurso, el que marca el inicio del ao poltico en la Argentina, desencaden el final de la ONCCA, lo precipit. A las apuradas, Zannini redact otro decreto, el 192/2011, que dispuso la creacin de la Unidad de Coordinacin y Evaluacin de Subsidios al Consumo Interno (UCESCI) y que fue publicado el mismo 25 de febrero. En el imaginario oficial, la UCESCI, que hasta la fecha no cuenta con ninguno de los elementos que debe exhibir un organismo pblico (estructura, presupuesto y personal), vendra a absorber gran parte de las funciones que haba acumulado la ONCCA a lo largo de su corta existencia. Otra tanda de esas tareas pasara al Ministerio de Agricultura. Si para desterrar el pasado Cristina eligi rodearse de todos sus ministros, la creacin de la UCESCI necesit nicamente de la firma de los responsables de las reas estatales que estaran involucradas. Refrendaron ese segundo decreto el jefe de Gabinete, Anbal Fernndez, y los ministros de Economa, Amado Boudou; el de Agricultura, Julin Domnguez; y la de Industria; Dbora Giorgi. Firmaron en balde, aunque no lo supieran. Porque muy pronto se supo que el verdadero poder en la UCESCI sera ejercido en realidad por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Tres das despus de haber disuelto la ONCCA, Cristina enfrent a la asamblea legislativa sin la incomodidad de su existencia. A lo largo de su extenso discurso, la presidenta no hizo ninguna mencin al asunto. Pero s dedic un largo prrafo al flagelo de la evasin de impuestos en la Argentina y a sus supuestos responsables. Luego de elogiar a su Gobierno por la recaudacin rcord de 2010, que todos los economistas serios atribuan a una desatada inflacin, la presidenta enumer uno a uno los sectores que ms haban colaborado al cumplimiento de esa meta. Recin sobre el final marc una curiosidad, al dar cuenta de que el sector de agricultura y ganadera -uno de los ms dinmicos de nuestro pas, en cuanto a productividad y rentabilidad- solamente ha participado en esa recaudacin en 2,8%, casi igual que lo que ha recaudado la enseanza privada en la Argentina, con el 2,1%. Algo ms agreg la presidenta antes de que la interrumpieran los aplausos de los legisladores y la tribuna oficialista. Reflexion: Hay algo que me suena inconsistente en el dato: o estn cobrando muy caras las cuotas de los colegios privados o hay evasin en nuestro sector primario de la economa, que debe ser realmente abordada con mucha seriedad y mucha responsabilidad de todos los sectores. Qued muy claro en aquel prrafo, ante aquel recinto colmado, que la presidenta busc premeditadamente hacer recaer sobre el agro la mayor parte del peso, de la responsabilidad, de la evasin impositiva. Lo que no explic la presidenta, ni en ese momento ni despus, es por qu razn, si la evasin en el sector agropecuario era tan elevada como deca, apenas 72 horas antes haba ordenado disolver la ONCCA, en definitiva el nico organismo del Estado que se ocupaba especficamente de combatir la competencia desleal y controlar a los operadores marginales de las principales cadenas agroalimentarias. La inconsistencia, aqu, tambin fue elevada. La letra chica sobre la participacin de los diferentes sectores econmicos en el crecimiento de la recaudacin exclua a propsito el aporte de los derechos de exportacin, denominados vulgarmente como retenciones, el mayor aporte del agro a la

  • economa. Y, como corresponde, le fue facilitada a la presidenta por el administrador federal de Ingresos Pblicos, Ricardo Echegaray. El jefe de la poderosa AFIP, por esos das, actuaba en perfecta sintona con la presidenta. Desde principios de 2011 lanz una intensa saga de operativos destinados a detectar posibles casos de evasin y fraude laboral en el sector agropecuario. Decenas de establecimientos y cerealeras fueron auditadas por los sabuesos impositivos. En una entrevista concedida al diario ingls The Guardian, Echegaray lleg incluso a tildar de criminales a las principales empresas exportadoras del pas. La estrategia, qued claro, era echar graves mantos de sospechas sobre la cadena agroexportadora al mismo tiempo que se intentaba acallar cualquier debate pblico sobre la disolucin del organismo pblico encargado de controlarla. La muerte sbita de la ONCCA se produjo a das del inicio de un perodo de sesiones legislativas particulares, pues deba desarrollarse en un ao electoral: la Argentina elegira nuevo presidente. La liquidacin del organismo abort el intento de los bloques de la oposicin en la Cmara de Diputados que pretendan debatir una ley para reformar ese organismo y fijar de nuevo sus reglas y responsabilidades. Ese debate es clave para el futuro de la Argentina, porque se trata de saber hasta cunto y cmo debe intervenir el Estado en los mercados agropecuarios.La muerte de la ONCCA abort adems otra iniciativa: la creacin de una Comisin Bicameral que deba dedicarse a analizar las mltiples denuncias por irregularidades cometidas en el organismo y que comprometan seriamente a su ex titular. No era otro que Echegaray. El funcionario ya se hallaba imputado en una causa judicial que investigaba esos hechos. Era una acusacin ms de las muchas que haba acumulado en su foja de servicios al kirchnerismo. Pero era la acusacin ms grave y mejor fundamentada.Con la decisin de la presidenta, ambas iniciativas se convirtieron en un sinsentido y quedaron excluidas de la agenda legislativa. En un hecho extraordinario en la historia de los Estados, en la Argentina contempornea hubo un Gobierno que decidi hacer desaparecer un organismo simplemente para borrar las pruebas de una serie de delitos que podran mandar a prisin a uno de sus funcionarios predilectos. El Estado y su estructura fueron la variable de ajuste para eludir a la justicia.La oposicin qued desconcertada y sin respuestas. Pero quien haba impulsado la creacin de la ONCCA en 1996, en sus tiempos como secretario de Agricultura de Carlos Menem, evalu el final de su criatura con mucha frialdad. Era el diputado del peronismo disidente, Felipe Sol. Razon con sencillez: "La corrupcin no se disuelve por decreto".

  • Captulo 2 - El baile

    En 1980 la dictadura ms sangrienta que gobern el pas haba liquidado cualquier foco de resistencia popular. Emilio Eduardo Massera, el representante de la Armada en la primera junta de gobierno militar, era por entonces uno de los hombres ms poderosos de la Argentina e incluso soaba con llegar a ser elegido presidente por el voto de sus ciudadanos. Ya moldeaba el Partido de la Democracia Social, el engendro que el mximo responsable de la matanza y desaparicin de cientos de personas en los campos de exterminio de la ESMA invent para blanquearse, para mutar de asesino a demcrata. La guerra de Malvinas todava no figuraba en los planes de los jerarcas militares. Aquella Armada se senta inexpugnable.El 25 de abril de 1980, en medio de esas ansias de grandeza, de esa sensacin de perdurabilidad, fue tomada la decisin de crear en la ciudad de Necochea, en un predio vecino al puente colgante que la une con el puerto de Quequn, el Liceo Naval Capitn de Fragata Carlos Mara Moyano. Sus cursos comenzaron exactamente el 9 de febrero de 1981.Ricardo Echegaray, que haba vivido durante los primeros aos de escuela secundaria en el liceo naval Almirante Brown de la Base Naval de Ro Santiago (cerca de La Plata), como parte de la Camada XXXII fue enviado al flamante liceo de la ciudad de Necochea en 1983, para completar all el quinto ao y recibirse de Guardiamarina de la Reserva Naval. La mudanza tena una explicacin sencilla: en los planes de estudio de esa fuerza los chicos que ingresan a primer ao necesitan de la supervisin de un brigadier de servicio, un puesto asignado a alguno de los alumnos que cursan el ltimo ao del Liceo. Y como la escuela de Necochea era nueva y no dispona de ellos, haba que importarlos.A Echegaray le vino bien el cambio. A diferencia de la ciudad de La Plata, Necochea queda mucho ms cerca de Punta Alta, donde viva su familia. Su padre, Juan Luis Echegaray, naci en 1937 y durante mucho tiempo brind servicios como suboficial en la Base Naval Puerto Belgrano, donde tramit su retiro. Y all se qued, aquerenciado. Fund la pea folclrica Indio Fermn y todava hoy, con ms de 70 aos a cuestas, ensea a bailar tango los martes y jueves a la noche en la escuela 23, ubicada en la esquina de las calles Luiggi y Passo. Sus vecinos lo respetan ,lo consideran un buen hombre. Pero su hijo mayor, el guardiamarina Ricardo, no le dirige la palabra desde que a comienzos de los noventa se separ de su madre, Carmela Munaf, para irse a vivir con otra mujer de la que se haba enamorado.Ricardo Echegaray vivi el retorno de la democracia y el final de los sueos de perpetuidad del criminal Massera a fines de 1983 gradundose como Oficial de la Armada Argentina en su grado ms bajo, el de Guardiamarina. Sin embargo, permaneci en el Liceo Naval de Necochea todava un ao ms, prestando servicios y cobrando salario como oficial. Lo recuerdan muy bien sus compaeros de camada. Le decamos La Morsa Echegaray, porque era gordo y negro, relat uno de ellos con saa. A Echegaray, sin embargo, no le molestaba llamar la atencin de los dems y hasta pareca que lo buscara. Segn relatos de sus ex camaradas de armas, se hizo modificar la visera de su gorra militar, que de ancha pas a angosta, y de mirar hacia delante pas a mirar hacia abajo: quedaba pegada a su frente, al estilo de los viejos soldados nazis. Los alumnos que ingresaron a primer ao en ese colegio en 1984 tambin lo recuerdan con claridad, sobre todo por lo que sucedi una madrugada de septiembre, cuando todava el fro del invierno haca doler como latigazo. A las tres de la madrugada, el joven oficial Echegaray ingres al cuarto donde decenas de adolescentes dorman sabiendo que deban amanecer tres horas ms tarde, recin a las seis de la maana.

  • Cuento hasta diez y los quiero a todos formados afuera!, los despert a los gritos. Y empez a contar tan rpido que muchos tuvieron que salir con lo que llevaban puesto, es decir, semidesnudos.Estbamos todos medio en bolas, pero igual nos llev hasta la canchita de ftbol. Nos tuvo corriendo desde las 3 hasta las 6 y nos gritaba de todo. Me acuerdo bien que nos deca bpedos y bisoos, una palabra que todava hoy no s qu quiere decir, record sobre aquella noche uno de los ex alumnos de aquella divisin de primer ao del Liceo Moyano. En lxico militar, bisoo es el soldado nuevo, el inexperto. Pero aquella madrugada esos pibes de 13 o 14 aos no tuvieron chance de preguntar. Echegaray los hizo bailar alrededor de la cancha durante tres largas horas. Y si alguno caa de cansancio o acalambrado, el tipo se acercaba y te gritaba para obligarte a seguir corriendo. Cuando a las seis finalmente los mand a las duchas, no termin el suplicio: los hizo baar con agua fra.Son unos haraganes! No se merecen ser cadetes!Todava retumban los gritos de Echegaray en el recuerdo de dos ex alumnos del Moyano que aceptaron hablar para este libro. En 1984, mientras miles de jvenes se lanzaban a vivir la primavera democrtica, ni ellos ni Echegaray, con 18 aos, tenan permitido hablar de poltica. Una vez por semana, el oficial oriundo de Punta Alta se ocupaba de hacer la guardia de aquel Liceo Naval, que luego fue cerrado en los aos noventa, por falta de presupuesto. Esos das eran especialmente dramticos para los alumnos que tuvieran la mala fortuna de cruzrselo durante sus tediosas recorridas por el predio, siempre solo y sigiloso, como animal que sale de caza. Andaba todo el da dando vueltas y si vos salas del aula y te lo encontrabas empezaba a bailarte con cualquier excusa. Carrera march! Cuerpo a tierra! Flexiones de brazo! y Salto de paracaidista! Eran esas sus rdenes preferidas, silbato en mano. Los bailes no siempre tenan explicacin. Podan durar de 10 a 20 minutos y a veces se desarrollaban en una zona conocida como las lomitas, que daba a la reja del fondo del predio, un territorio escarpado donde se planeaba levantar un anfiteatro. Echegaray era quien tambin les impona la mayor cantidad de partes de castigo, una suerte de amonestacin que los oficiales decretaban para los alumnos indisciplinados y que, en caso de acumularse, podan dejar a los chicos sin el ansiado regreso a sus casas los fines de semana. Los partes de castigo se anunciaban a viva voz a lo largo de todo el da. Y a las ocho de la noche cuando las divisiones se reunan en el playn luego de haber dedicado todo el da al estudio, la instruccin militar y los deportes, se distribua entre los cadetes un papel en blanco para que cada uno de ellos declarase por escrito cuntas amonestaciones haba recibido. Cada chico tena una suerte de cuenta corriente con 10 puntos. La acumulacin de penas, que segn la gravedad podan descontarles de 0,25 a 2 puntos, poda llegar a ser causal de expulsin.A diferencia de otros oficiales, Echegaray no tena a su cargo ningn curso ni tampoco funciones administrativas. El responsable de aquella camadaa la que bail de madrugada era el teniente de fragata Carlos Daniel Vzquez, a quien por decreto 2681/83 se le otorg la condecoracin por su valor en combate en las Islas Malvinas durante el conflicto blico de 1982. A Vzquez los ex alumnos del Liceo lo consideraban un hroe y de l guardan un recuerdo imborrable: fue quien les hizo tirar sus primeros tiros en las enormes playas desiertas de Quequn. De Echegaray, en cambio, solo recuerdan su saa y que era dueo de una enorme moto negra de alta cilindrada, a bordo de la cual sola ausentarse del Liceo por varios das. Los chicos admiraban esa moto, pero la preferan ver desde lejos, perdindose tras el acceso al Liceo Naval de Necochea. Si Echegaray se iba, tendran paz por algunos das.

  • Captulo 3 - El matarife

    El decreto 1343 fue firmado en diciembre de 1996 por el ex presidente Carlos Menem y un par de sus ministros. Fue una suerte de marcha atrs forzada, un reconocimiento tardo, una suerte de mea culpa. Ese decreto vena a revisar al menos una parte de otra medida tomada por el mismo Menem cinco aos antes, en pleno proceso de desmantelamiento del Estado: la disolucin en 1991 de la Junta Nacional de Carnes, el organismo que, mal o bien, ejerca desde 1933 el control estatal sobre uno de los sectores industriales ms antiguos y a la vez ms grises de la Argentina. Un lustro le llev al menemismo darse cuenta de que el Estado no siempre deba ser considerado mala palabra. A mitad de la dcada de los noventa, casi sin ningn tipo de regulacin en vigencia ni organismo que la pusiera en prctica, el negocio de la carne era un festival. Por los bifes y la milanesa se pagaba entonces el IVA normal, de 21%, y la tentacin para los operadores marginales era enorme. En esos momentos, la Direccin General Impositiva (DGI) calculaba que la evasin en la cadena de la carne llegaba a los 800 millones de pesos convertibles. O de dlares. El decreto 1343/96 fue sugerido a Menem por el ex secretario de Agricultura, Felipe Sol, quien por entonces mantena una guerra en varios flancos contra los grandes matarifes del conurbano bonaerense, a quienes acusaba abiertamente de semejante nivel de evasin. El decreto de marras dispuso la creacin, en el mbito de su Secretara, de la ONCCA. En sus primeros renglones, la norma admita que es una funcin ineludible y prioritaria del Estado Nacional asegurar que no existan distorsiones o restricciones que puedan afectar la libre competencia en los mercados. Verdad de Perogrullo, pero una verdad olvidada durante largos aos. Unos pocos meses antes de la creacin de la ONCCA, esos grupos marginales de la carne haban dado una muestra acabada de la impunidad con que se movan. Y nada menos que en plena Exposicin Rural de Palermo. Anocheca y en el aristocrtico Restaurante Central del predio, donde por entonces todava se poda saborear el afamado asado con cuero, haban corrido las mesas para albergar a unos 500 ganaderos de fuste, quejosos de lo difcil que era hacer negocios en convivencia con el malandraje que dominaba la industria de la carne. En esos cabildeos, a un respetado ex presidente de la JNC, Enrique Garat, se le ocurri ponerle nombre y apellido al mal que los aquejaba: defini a Alberto Samid como el paradigma de la evasin. Hubo sonoros aplausos. A los pocos minutos el matarife ms famoso de la Argentina ingres furioso al enorme saln y dej atnitos a todos. A quin le debo plata ac? Conozco a muchos de los presentes, a varios les compr hacienda, dispar a boca de jarro. Luego el corpulento Samid se retir campante. A sus espaldas, la elite ganadera qued muda. Tres das despus de aquel episodio, desde la Casa Rosada el ministro de Justicia anunciaba que la DGI haba presentado una denuncia penal contra el Grupo Samid, un conglomerado de 27 frigorficos bonaerenses. Se lo acusaba de constituir una asociacin ilcita que haba evadido impuestos por la suma exacta de 88.077.885 pesos/dlares. La causa qued radicada en el juzgado federal de Carlos Liporaci. La DGI reclam al magistrado la inmediata detencin de Alberto Samid y otras personas de esa supuesta banda, incluidos varios de sus familiares.Alberto ya cargaba con un extenso prontuario judicial. Pero se jactaba de ser amigo personal de Menem, de quien ciertamente haba sido asesor en los dos primeros aos de su gobierno. Un curioso episodio lo oblig a dejar ese cargo: mientras transcurra el bloqueo de Estados Unidos a Irak, en 1993, Samid don 140 toneladas de carne al

  • derrotado rgimen de Saddam Hussein. Celoso de guardar las formas diplomticas frente a sus aliados estadounidenses, Menem se vio forzado a pedir su alejamiento.Meses antes, el 26 de marzo de 1992, el hermano de Alberto, Juan Manuel Samid, haba prestado un favor histrico al menemismo. Juan Manuel haba sido elegido diputado nacional en momentos en que, entre muchas privatizaciones, se debata la ley que luego permiti el desmembramiento de Gas del Estado, la tercera mayor empresa gasfera del mundo. El oficialismo recin consigui el qurum para sesionar cuando una banca fue ocupada ilegalmente por un asesor del diputado Samid. Se llamaba Juan Abraham Kenan y como nica excusa para sentarse en pleno recinto dijo haberse descompuesto. En la penosa historia de la democracia argentina este episodio qued grabado como el del diputrucho.Pero entre rabes no se pisan la tnica. A pesar de la espectacularidad con que el Gobierno denunci la evasin y reclam la detencin de Samid en 1996, ste jams piso una celda. A las pocas semanas de aquel anuncio en la Casa Rosada, el matarife fue citado a declarar y neg ante el juez Liporaci ser propietario de alguno de los 27 frigorficos en los que se haban confirmado las maniobras delictivas. Por cierto, no figuraba en ninguno de aquellos estatutos societarios. Afuera de los tribunales de Comodoro Py, veinte obreros del Feet Up, uno de los frigorficos que se le atribuan a Samid, reconocan que las vacas entraban all sin guas y que tanto los inspectores del Senasa (el servicio veterinario estatal), como los de la DGI "hacan la vista gorda y dibujaban los papeles, porque estaban arreglados". Una dcada despus de aquella indagatoria, al inaugurar en 2008 un enorme local de su red de carniceras La Lonja en el centro de la localidad bonaerense de Cauelas, Samid fue consultado por un periodista de Perfil sobre el estado de esa y otras causas judiciales iniciadas en su contra. Yo tuve denuncias. Pero eso fue en el siglo pasado! Jams nadie me tuvo que llevar cigarrillos. Ciertamente, a esa altura, ya no quedaban rastros de su nombre en la justicia.Aunque olvidado, el raid de aquella denuncia por evasin fue un papeln de la justicia. El juez Liporaci dict un fallo inslito en el que consideraba que la asociacin ilcita formada por la familia Samid en realidad nunca fue dirigida por Alberto sino por su padre Khalil y su hermano Juan Manuel, que para entonces ya haban fallecido. Es decir, la justicia federal consider que el corpulento Alberto no haba sido el cabecilla sino un mero partcipe de las maniobras que provocaron un millonario perjuicio al Fisco. As, el matarife sigui caminando tranquilo por la calle. Y encar nuevos negocios. Para ese entonces, la DGI ya se haba fusionado con la Administracin Nacional de Aduanas en un nuevo organismo, la Administracin Federal de Ingresos Pblicos (AFIP), que era comandada por Carlos Silvani. Este funcionario clamaba por justicia y apel ante la Cmara Federal, que le dio la razn. "Aunque pudiera probarse que las personas fallecidas fueran los organizadores, Vuestra Excelencia no podra dejar de reconocer que Jos Alberto Samid no puede quedar afuera: en el mejor de los casos para l, habr sido un jefe o coorganizador o, si se quiere un tercer organizador, o al menos el continuador de dicha organizacin iniciada por su padre y su hermano", suplicaba el escrito que AFIP present a la justicia. En mayo de 1999, el juez Liporaci volvi a rechazar el pedido de la AFIP para que se detenga a Samid. Un par de meses antes, este magistrado se haba envalentonado con un fallo de su par Gabriel Cavallo, que lo haba sobresedo en una causa paralela iniciada cuando nada menos que su ex secretario en el juzgado, Guillermo Gowland, denunci que Liporaci haba demorado deliberadamente el llamado a indagatoria y el procesamiento del empresario de la carne. Segn esta versin, Samid fue eximido de ir a

  • prisin luego de una supuesta reunin de Liporaci con el dirigente justicialista Jorge Antonio, en la que ste habra dado dinero al juez. Gowland habl concretamente de 250.000 pesos. O dlares. Pero ya se dijo: su denuncia fue desestimada.En octubre de 1999 haba elecciones presidenciales y Silvani volvi a la carga: el del matarife era un caso clave para mostrar que la flamante AFIP poda hacer bien las cosas. Una alta fuente de ese organismo, segn la present el diario La Nacin, preanunciaba el fin del manto de impunidad. "A Samid se le termina la cobertura poltica ", se ilusionaba.La causa ya haba sido trasladada al fuero Penal Econmico. Una letra y no mucho ms diferenciaban a Liporaci del magistrado que all deba ocuparse del caso: Carlos Liporace. Sobre ste, los abogados de la AFIP hicieron prcticamente la misma observacin que sobre su antecesor. "Se observa una injustificada demora en la adopcin de las medidas conducentes para activar el expediente principal". A esa altura nada haba cambiado, salvo el milenio. En marzo de 2001, el juez Liporaci que haba exculpado a once senadores presuntamente involucrados en el caso de sobornos conocido como la Banelco, present su renuncia para evitar ser sometido a juicio poltico. Su casi homnimo Liporace dur algunos aos ms, hasta mayo de 2006, cuando su dimisin fue aceptada por Nstor Kirchner y le evit ser investigado por su actuacin en el caso de contrabando de cocana a Espaa, transportado en un vuelo de la compaa Southern Winds.En ese largo interregno, con algunas computadoras donadas, la ONCCA comenz a llevar a cabo la tarea para la que haba sido creada: controlar que en los mercados agropecuarios no actuara libremente tanto malandra. Sus registros obligatorios de operadores comenzaron a transformarse en un dolor de cabeza para las empresas que no tuviesen sus papeles en orden y todos los impuestos pagos. El Estado, aunque todava rengo, quera ponerse a caminar de nuevo.En enero de 2005, la ONCCA clausur y denunci penalmente a un frigorfico de Cauelas, porque ya que haba advertido una falsificacin de los documentos que Green Protein SA haba presentado ante el organismo para obtener su correspondiente licencia. En los documentos elevados a la ONCCA apareca como accionista una mujer diferente a la que realmente figuraba en el estatuto de la sociedad. La verdadera duea, la oculta, no era otra que la esposa de Alberto Samid. El matarife que eludi a la justicia estaba de nuevo entre nosotros.

  • Captulo 4 - El Negro

    La facultad de derecho de la Universidad Nacional de Mar del Plata tena cupos de hasta cuarenta o cincuenta alumnos en tiempos de la dictadura. Su viejo edificio se alzaba en Funes y Pea, y recin fue mudado a su ubicacin actual en 1996. All, derruida la exclusividad de ingreso por arte y parte de la democracia, inici en 1984 su carrera de abogado un joven de Punta Alta llamado Ricardo Echegaray. Echegaray no sola reconocer ante sus pares de curso su paso previo por la escuela naval, pero tena actitudes que lo delataban como el tpico facho recin llegado del interior. Se vesta como un conservador del campo. Camperita ajustada al cuerpo y pauelo al cuello, estilo Top Gun, lo recuerda uno de ellos.Tras la dictadura ms feroz de la historia argentina, aquellos eran tiempos de derribar muros y alumbrar oscuridades. Y una manera de hacerlo era participando polticamente en la flamante vida democrtica, como hacan muchos jvenes. Como en la mayora de las universidades de todo el pas, el escenario poltico en la Facultad de Derecho estaba dominado por la Franja Morada, el poderoso brazo universitario de la Unin Cvica Radical (UCR), por entonces el partido de gobierno. Miguel Salas, estudiante en aquellos aos, era oriundo de Mar del Plata y tena una casa amplia con quincho. All reuni cierta noche de 1984 a otros tres estudiantes de abogaca que no comulgaban con las ideas reformistas del ex presidente Ral Alfonsn y tampoco digeran fcilmente los juicios que ste impulsaba contra la Junta Militar, aquel primer frustrado intento de Nunca ms. Los fundadores de aquella UPAU (Unin para la Apertura Universitaria) fueron Salas, Fernando Villaverde, Juan Guiaz e Ivn Budassi. Los ltimos tres, ms de veinte aos despus, seran importantes funcionarios del kirchnerismo. Ivn Budassi, hijo de un mdico que tambin habra tenido vnculos con las Fuerzas Armadas, provena de Baha Blanca. Villaverde y Guiaz eran marplatenses. El ltimo de ellos era hijo de Rafael Guiaz, un ex capitn de la Armada que fue jefe de los Buzos Tcticos entre 1976 y 1978 y subjefe de la Base Naval de Mar del Plata en 1977. Ya retirado de la fuerza, daba clases de Derecho de la navegacin en la misma universidad donde estudiaba su hijo. Mucho tiempo despus, ese ex marino fue detenido y procesado, acusado de cometer 430 delitos de lesa humanidad.Aunque naci en 1983 como un desprendimiento del viejo Partido Demcrata que albergaba a la clase alta ms rancia, la UPAU pronto se convirti en el brazo universitario de la UCD (Unin de Centro Democrtico, ms tarde conocida como UCeD), el partido fundado por el ingeniero Alvaro Alsogaray, uno de los principales impulsores del liberalismo econmico en el pas y colaborador activo de varias viejas dictaduras. En la histrica eleccin de 1983, la UCeD obtuvo el 8,7% de los votos. Pero con el correr de los aos, y hasta su fundicin con el menemismo en los aos noventa, lleg a consolidarse como la tercera fuerza electoral. Echegaray se acerc de inmediato a la flamante UPAU de Derecho de Mar del Plata. Y tanto fue as que lleg rpidamente a convertirse en uno de los candidatos a vocal para el Centro de Estudiantes de la Facultad en la eleccin de 1985. No obtuvo el escao. Una aplastante victoria de la Franja Morada los dej con las ganas. Detrs de los radicales qued la lista MNR Mariano Moreno (Movimiento Nacional Reformista, brazo universitario ligado al Partido Socialista Autntico), que por aquellos aos estaba integrada por los actuales abogados Sergio Aguirre, Alba Salinas, Alberto Rodrguez, Rubn Surez y Fernando El mono Gonzlez. Los jvenes estudiantes liberales jugaron fuerte en su debut electoral. UPAU: para enderezar la Franja, decan los afiches que haban impreso y colgado en todos los

  • pasillos de la universidad. Lejos de intimidarse, los militantes de la UCR fotocopiaron la imagen de una banana y la pegaron sobre esos afiches, justo arriba de la palabra Franja. Difcil enderezar una banana. Fue una manera poco sutil de tratar a sus adversarios de la UPAU como gorilas; de tratarlos como a gente que despreciaba los nuevos movimientos populares democrticos y prefera mantener el statu quo, sin condenar ni la trgica historia argentina ni a sus protagonistas. Esa descalificacin de viejo cuo peronista no le calzaba mal a algunos integrantes de aquella UPAU marplatense, que en su mejor eleccin lleg a obtener el 22% de los sufragios del estudiantado."El Negro era uno de los ms entusiastas a la hora de ponderar a los militares por su tarea contra la guerrilla. En ms de una ocasin lo hemos odo gritar 'viva el general Videla'. La revelacin es parte del relato que uno de los integrantes de la desaparecida UPAU hizo mucho tiempo despus, en 2009, al periodista Santiago Fioritti del diario Clarn. Ni bien ingres a la Facultad, Echegaray ya era conocido por el apodo que le haban puesto sus compaeros de origen ms acomodado: El Negro.No haba sido una frase aislada. Removiendo la historia universitaria marplatense surgen muchas ancdotas que lo ubican defendiendo a los militares que no dudaron en utilizar la fuerza del Estado para matar y desaparecer a gran cantidad de personas en los aos de plomo de la dictadura. Un ex estudiante que ingres a Derecho en 1985 y se encolumnaba con Franja Morada recuerda muy bien la asamblea universitaria realizada a pocos das de la Semana Santa de 1987, cuando un alzamiento militar liderado por el carapintada Aldo Rico puso en jaque el gobierno de Ral Alfonsn y lo oblig a dictar las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Echegaray hizo escuchar su voz en aquella reunin. Despus de defender a los gritos la posicin de los militares sublevados, que rechazaban ser juzgados por los delitos que pudieran haber cometido durante la dictadura, El Negro lament que en la Argentina no se hubiera producido una solucin final al estilo de la que Augusto Pinochet, quien todava gobernaba Chile, puso en prctica luego de derrocar a Salvador Allende en 1973. Esto es: el exterminio casi completo de la amenaza comunista. El abucheo fue ensordecedor, pero Echegaray pareca disfrutar, le gustaba llamar la atencin. "Ay ay ay/ay ay ay ay/hay que matar/a Echegaray", le cantaban en la cara."En los cafs y lugares pblicos, donde todos los que militbamos en la UPAU nos cuidbamos de hablar en voz alta porque ramos mala palabra, Echegaray era uno de los pocos que apoyaba la figura del general Videla y lo deca abiertamente", confes a Fioritti uno de sus ex compaeros en la UPAU. Echegaray no ocultaba nada. Ya entonces jugaba a fondo. Lleg a defender la figura del dictador en un programa de televisin llamado Apertura Universitaria, que se emita los sbados en el canal de cable CCTV, luego absorbido por Cablevisin. El dueo, Fabin Salvioli, era de Mar del Plata y estaba vinculado con la UPAU. Guillermo Castelo, el joven conductor del ciclo, no poda creer lo que escuchaba. Como suceda con la UCeD a nivel nacional, la UPAU estaba dividida entre un ala ms conservadora y otra ms liberal. La agrupacin universitaria obtuvo su primer gran xito en 1985, cuando gan las elecciones del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza. De esa provincia provenan los cuadros de la derecha ms recalcitrante, muchos de los cuales formaron luego la denominada Agrupacin Pucar. Echegaray sola viajar a los congresos nacionales de la Federacin Universitaria Argentina y reunirse con ellos. No eran fachos a secas. Eran recontra fachos, recuerda un habitu de esas reuniones.

  • En la UPAU marplatense tambin estaban las dos lneas bien demarcadas. Su fundador Salas y otros integrantes como Wenceslao Tejerina, preferan el liberalismo romntico que en aquel entonces expresaba a nivel nacional fundamentalmente el ex diputado Carlos Clerici. Echegaray estaba en las antpodas: era conservador y pro-militar. Como todos en Punta Alta, su pueblo, defini uno de sus ex colegas. Villaverde, otro de los fundadores, se mostraba permeable, quera llevarse bien con todos. Era uno de los pocos amigos que El Negro supo cosechar en sus das como universitario. El otro fue Sergio Mancini, de Baha Blanca, forneo como l. Mancini integr la lista de candidatos de la UPAU en 1986. Y de la mano de Echegaray tambin lleg a ocupar altos cargos en la gestin de Nstor y Cristina Kirchner. A todo esto, en Mar del Plata la Franja Morada era imbatible. En 1986 impuso a Guillermo Toto Lorenzo (actualmente, ao 2011, es secretario acadmico de la carrera) como presidente del centro de estudiantes de Derecho; un ao despus lo sucedi el ahora juez de Necochea Carlos Pauelo Herrera.En 1989, la agrupacin radical se permiti instalar por primera vez una mujer al frente de un centro de estudiantes no muy acostumbrado a ese tipo de cambios. Ana Laura Vulcano era de Ayacucho y fue una de las promotoras del Centro de Residentes Universitarios (CRU), una suerte de club que sola alquilar un local y sbado de por medio organizaba fiestas para los alumnos que, como Echegaray, no eran de la ciudad balnearia. Los marplatenses los llamaban los renegados. Y preferan ir a bailar a los boliches de moda. En Frisco Bay haba un discjockey carilindo muy simptico que tambin militaba en UPAU de la Facultad de Ciencias Econmicas que se llamaba Amado Boudou. Exeter era otra alternativa, lo mismo que Puig May. Los ms progresistas preferan esquivar este ltimo boliche: el que iba a bailar all con frecuencia era el capitn de navo Alfredo Astiz.Sin demasiado espacio para hacer poltica universitaria, y hasta despreciado por sus pares de la propia UPAU, Echegaray opt por saltar el cerco de la facultad e intent actuar como nexo entre esa agrupacin y el partido de los Alsogaray. Quien le abri algunas puertas fue Jos Mara Ibarbia, elegido diputado nacional por la UCeD en 1987 cuando apenas tena 32 aos. Ibarbia sola concurrir a los escrutinios de Derecho y otras facultades. Representaba al sector ultraliberal del partido, tanto que en los noventa, como parlamentario en el Congreso Nacional, fue promotor de leyes que propiciaron la apertura econmica y las privatizaciones. Ibarbia fue tambin quien ms breg por la disolucin de las juntas nacionales de granos y de carnes. Entre 1987 y 1988, El Negro ya mantena una intensa actividad poltica por fuera de las huestes universitarias, especialmente cuando dejaba la Feliz y regresaba por unos das a su ciudad, la surea Punta Alta. En enero de 1991, Carlos Menem decret decenas de indultos y puso patas para arriba a quienes en las calles o universidades haban peleado por un poco de justicia. Echegaray se haba recibido de abogado unas semanas antes, con promedio 6 e igual nmero de materias aplazadas. Fernando Villaverde, su gran amigo marplatense, no pudo siquiera llegar a eso, aunque a lo largo de casi dos dcadas igual ejerci la profesin y simul ser abogado. Se desempe incluso en altos cargos junto con Echegaray en la ONCCA y la AFIP, donde se haca llamar Doctor. Recin en septiembre de 2010 un periodista del diario La Nacin, Hugo Alconada Mon, puso final a esa farsa al informar que Villaverde no haba llegado a terminar la carrera pero igual haba declarado ante el Estado poseer el correspondiente ttulo profesional para as cobrar un plus salarial indebido. "No busques ms, yo cobraba la categora ms alta. No saba que era para profesionales y, en cuanto al contrato, no me acuerdo siquiera haberlo firmado. Pero algo tiene que

  • quedar claro: si hubo algo raro, no fue mi intencin", se excus en aquel momento el falso abogado.

  • Captulo 5 El golpe

    Punta Alta tiene una de esas plazas chatas, casi desnudas, en las que todo lo que sucede se nota muy fcilmente. En los primeros das de junio de 1988, el cortejo fnebre que acompaaba los restos de Alberto Roque Blanch transit por una de las calles laterales de esa plaza. En medio de la congoja por la despedida de alguien muy querido por los vecinos, del carnicero del barrio, de quien ofreca generoso los cortes necesarios para los asados en el centro cvico, muchos recuerdan haber visto a Ricardo Echegaray parado en una esquina. No se les borra de la cabeza la mirada socarrona y el aire burln con que el joven estudiante de derecho vio pasar aquella maana aquel cortejo triste. Blanch fumaba y, por sobre todo, era apasionado en las discusiones polticas. Su pequea familia, esposa e hija, siempre le peda que no se exaltara y mantuviera la calma. Cada vez que parta rumbo al nico local partidario de la UCeD de Punta Alta, le pedan lo mismo. Blanch no era viejo, tena 57 aos, pero en junio de 1988 ya haca un tiempo que llevaba un marcapasos. Blanch fue uno de los fundadores del partido de raigambre liberal en esa localidad y uno de los precursores de la extensin de la UCeD hacia toda la sexta seccin electoral bonaerense. Fue el profesor Antonio Bermejo, que enseaba historia y geografa en el Colegio Nacional, quien lo haba invitado a participar. Y el carnicero comenz a militar de buena gana. Para las elecciones de 1989, en el ocaso del alfonsinismo, el carnicero iba incluso a ser primer candidato a concejal de Coronel Rosales. Apenas fundada la UCed de Punta Alta, Blanch fue designado secretario de la Comisin Directiva. En un pueblo de rasgos conservadores, el pequeo grupo poltico se abraz con ganas al discurso del ala ms liberal del partido fundado por Alsogaray. En territorio bonaerense lo encarnaban los diputados Carlos Clrici, Federico Zamora y Francisco Duraona y Vedia, quienes solan aparecerse de vez en cuando por la localidad. Blanch lleg a ser secretario del propio Clrici. Una vez por semana viajaba a la Capital Federal, donde mantena reuniones en la sede partidaria de Piedras 160. En 1985, la UCeD local vivi su primer momento de gloria. Fue cuando logr colocar nada menos que dos concejales: Ral Visconti y Santiago del Collado. La otra gran figura del partido era Mauricio Lisandro Sejas, otro de sus fundadores, que en 1987 lleg a ser elegido diputado provincial. Fueron l y Blanch quienes coordinaban todo en el primer local partidario ubicado en Irigoyen y Avellaneda. Lo abran todas las tardes a partir de las siete. Y las reuniones de comisin directiva solan realizarse todos los viernes. Entre un buen nmero de vecinos, a aquellas reuniones sola concurrir Juan Luis Echegaray, profesor de folclore y zumbo jubilado, que por entonces completaba sus ingresos trabajando en el taller de cuadros y marcos que haba montado en el local anexo a su vivienda de la calle Murature, a menos de dos cuadras de la plaza. Echegaray lleg a ser vocal de la Comisin Directiva, pero no ocup ninguna candidatura. Tambin asista, cuando no se encontraba estudiando en Mar del Plata, el mayor de sus dos hijos. La UCeD de Punta Alta lleg a tener su rama juvenil. La coordinaba Liliana Blanch, la hija del carnicero. Con 17 o 18 aos, a esa comisin se pleg el joven Ricardo Echegaray. Iba y vena, de la Facultad a Punta Alta, relata uno de sus compaeros de partido.Para sus ex compaeros de militancia resulta imposible olvidar la pertenencia del joven Echegaray a las filas de quienes en los aos ochenta abrazaron la causa liberal y reclamaban la desregulacin de la economa y la privatizacin de todos los servicios pblicos, dos polticas que finalmente aplic el menemismo. Echegaray era muy

  • inteligente, sobresala del resto de los jvenes de Punta Alta y tena una verborragia muy fluida. Siempre citaba Las Bases de Alberdi. Nos apabullaba, recuerda uno de ellos. Las diferencias eran tan notables con los chicos de su misma edad que esto no siempre era bien visto: En trminos humanos, era muy soberbio, apunta una fuente. Era mala persona, describe otra que lo conoci en aquella poca. Echegaray se haba aproximado a la UCeD de Punta Alta junto a un par de jvenes oficiales de la Marina. Sejas y otros dirigentes llegaron a pensar que el grupo operaba para aquella fuerza militar. Siempre buscaba cosas negativas para que todo terminara en una discusin y se levantaran las reuniones. Era un tipo disociante, rememora un ex directivo del local. Tambin por aquella actitud, cuando faltaron de la sede partidaria algunos libros administrativos, muchos sospecharon del joven estudiante de derecho. Un rasgo que atesoran los asistentes a aquellos encuentros en el centro cvico era el desprecio con el que Ricardo Echegaray sola tratar a su padre. Cuando Juan Luis hablaba, su propio hijo lo descalificaba. No le hagan caso, que l no est bien, les deca irnico a sus compaeros de juventud, mientras miraba la escena con gesto sobrador. Ese mismo gesto que le recuerdan bien quienes acompaaron aquella maana el cortejo fnebre de Blanch, muerto de un paro cardaco el 8 de junio de 1988. Dos das antes, un militante haba llegado corriendo hasta la casa de Sejas. Requera al diputado provincial de manera urgente en el local partidario, ubicado a escasas cuadras, porque la discusin que all se produca estaba atravesando los lmites civilizados. Cuando llegaron al lugar, ya era tarde: Blanch estaba tirado en el piso. Parado a su lado, Echegaray le haba propinado un tremendo derechazo. Qu ests haciendo!- le grit Sejas al muchacho, al tiempo que le tiraba un manotazo. Pero Echegaray esquiv la mano del diputado, que solo alcanz a quedarse con una manga de la campera desmontable, y escap. Ni bien Blanch pudo recuperar la respiracin, todos caminaron hacia la comisara, ubicada a menos de una cuadra de la casa de Echegaray, para formular una denuncia. Sejas todava llevaba en la mano, como prueba, la parte del abrigo que le haba arrebatado al agresor. Los recibi el comisario. Mire, mejor devuelva ese abrigo y dejemos todo como est. Recin vino ese muchacho a formular una denuncia por hurto- les comunic el oficial. Decidieron que era lo mejor y devolvieron la manga ah mismo. Dos das despus, Punta Alta amaneca con dos nuevas ausencias: la de su carnicero y la de Echegaray, que nunca ms volvi a pisar aquel local partidario. Sus compaeros de la UCeD lo declararon persona no grata.

  • Captulo 6 - Cndores sin alas

    En enero de 1991, Estados Unidos y sus aliados iniciaron la invasin militar a Irak en represalia porque el rgimen de Sadam Hussein haba ocupado meses antes Kuwait. Aquella primera Guerra del Golfo, como se conoce al episodio blico, cont con la participacin de la Argentina, cuando Carlos Menem rindi pleitesa al Consenso de Washington y a uno de sus principales exponente, el ex presidente estadounidense George Bush. En dos diferentes grupos de tareas, la Armada Argentina decidi mandar a combate al destructor Almirante Brown y a la corbeta Spiro, en lo que se conoci como El Operativo Alfil. Acompaaron a esos barcos dos helicpteros Alouette III. En otro flanco, la corbeta Rosales y el transporte Baha San Bls cumplieron misiones de patrullaje y transportaron ayuda humanitaria, como vveres, agua y trigo.La flota nacional debi alistarse en menos de una semana luego de declaradas las hostilidades. Zarp hacia Oriente Medio el 25 de setiembre de 1990. Se volva a respirar olor a guerra. Y como buena localidad militar, Punta Alta estaba convulsionada por aquellos das. Los marinos argentinos no tiraron un solo tiro y sus navos abrieron fuego en apenas cuatro ocasiones. Durante la Operacin Escudo del Desierto, que fundamentalmente llevaron a cabo fuerzas estadounideses y britnicas (las mismas que aos antes haban recuperado las Islas Malvinas), la misin de los argentinos fue el control del trnsito martimo para asegurar que se cumpliera el embargo que las Naciones Unidas haban decretado contra Irak. La estadstica final sobre esa aventura blica mostr unas 800 interceptaciones y unas pocas misiones de escolta. Y la pomposa Escuadrilla Aeronaval de Helicpteros realiz 67 vuelos, con tanta mala fortuna que la falla de una turbina redujo el parque areo a un solo aparato. En julio de 1991, derrotado el tirano iraqu y con el objetivo cumplido, las naves de la Armada emprendieron el regreso al pas.Desde meses antes, en Estados Unidos y Europa eran febriles las negociaciones entre enormes grupos empresarios para repartirse el botn: la reconstruccin de Kuwait y la administracin de los recursos petroleros en la regin aparecan como la prioridad de negocios para cientos de corporaciones. El negocio de la guerra mostraba su peor cara.Tambin aquella situacin tuvo su captulo argentino. En junio de 1991 el grupo kuwait Al Rayes firm un contrato de asociacin con las empresas locales Helpoil SA y RMA & Asociados. La primera tena domicilio en Belgrano y era dirigida por una familia ligada al Ejrcito, los Cepparo Reina. El segundo socio local tena como presidente a Ricardo Avellaneda y tambin estaba ubicado en la Capital Federal.La idea del emprendimiento era prestar el servicio para el apagado de los pozos petroleros que, tras la batalla, haban quedado ardiendo en el desierto de Kuwait. Helpoil deba hacerse cargo de la provisin de tecnologa y personal capacitado para hacer el trabajo, y RMA de otras cuestiones operativas.El 27 de agosto de 1991 esta unin de empresas firm un nuevo acuerdo con Kuwait Oil Co por seis meses de trabajo o su equivalente: el apagado de 60 pozos petroleros. Menem, junto al ex canciller Guido Di Tella, hicieron pblica la novedad el 2 de setiembre de 1991. Volvimos de Kuwait con el reconocimiento de todo el mundo y ahora retornaremos para su reconstruccin, se alegr el patilludo. La construccin de los equipos comenz ese mismo mes en los Talleres Milani SA, ubicados en Lujn de Cuyo, Mendoza. Tambin eran mendocinos, por contar con experiencia en la petrolera YPF, los ms de veinte tcnicos que se alistaron para viajar a Kuwait pensando en ganar suculentos salarios. Alberto Batn, uno de ellos, fue enviado

  • como avanzada. El grupo estaba animado. Se denominaron Blue Deviles (diablos azules). El 22 de septiembre estaba todo listo. Los especialistas argentinos deban viajar hacia la zona de conflicto en aviones Hrcules de la Fuerza Area. Sin embargo algo fall y la espera en Buenos Aires dur un mes entero. El 15 de octubre de 1991 finalmente se recibi la orden de desmovilizacin por parte de la RMA/Helpoil. La explicacin fue que Al Rayes haba conseguido un nuevo socio en los Estados Unidos que hara la fajina originalmente asignada a los argentinos. El representante de la local Helpoil, Luis Cepparo Reina, ni siquiera pidi disculpas a quienes en Buenos Aires esperaban tomarse el vuelo. Nunca les pedimos que dejasen sus trabajos estables, les dijo a los mendocinos antes de mandarlos a llorar a un rincn. El diario mendocino Los Andes, el 29 de diciembre de 1991, relat la triste experiencia de los expertos argentinos que nunca salieron del pas. Una propuesta que se apag como el fuego de los pozos, fue el ttulo de aquella nota. Para ese entonces, en la lejana Kuwait ya se haban apagado los ms de 700 pozos petroleros incendiados por la guerra. Pese a aquel penoso antecedente, apenas un par de meses despus otro mendocino con domicilio en Lujn de Cuyo, llamado Roberto Nicols Lucero, utilizaba su nmero de CUIT para crear una empresa a la que bautiz Los Cndores Construcciones - Grupo de servicios. No se sabe de qu manera, Lucero firm el 18 de julio de 1992 un nuevo acuerdo con la corporacin norteamericana The Rendon Group, con domicilio en Washington DC, muy cerca de la Casa Blanca. Esta empresa merece un prrafo aparte.Fundado por John Rendon -quien se describi a si mismo como un guerrero de la informacin- Rendon estaba especializada en la prestacin de servicios de comunicacin. Fue as que tras una orden secreta de Bush fue contratada por la CIA para generar las condiciones en la opinin pblica necesarias para llevar a cabo el derrocamiento de Sadam Hussein y la invasin a Irak.Lucero explot su sociedad al mximo. En una carta fechada el 8 de setiembre de 1992, dirigida al presidente Menem, le agradeca su apoyo moral y le informaba que Los Cndores estaba integrado por personal civil y militar con conocimientos y experiencias en todas las reas de la construccin. Hablaba de dos equipos y un total de 750 hombres. Y blanqueaba la matriz de su verdadero negocio: Cada uno de ellos aport un pequeo capital para insertarse en esta sociedad de hecho y as poder lograr el objetivo, por intermedio de The Rendon Group, que es la insercin en el mercado internacional para la reconstruccin de Kuwait. En realidad, por esos meses Lucero estaba en plena colecta de fondos. En enero de 1993, organizaba charlas en la mendocina San Rafael en las que convocaba gente para viajar al pas recuperado por las fuerzas aliadas. Pero no solo all reclutaba su fuerza laboral. Tambin lo hizo en el sur bonaerense, en Baha Blanca (tena oficinas en San Martn 341, departamento 5) y sus zonas aledaas. Tanta era su actividad en aquella regin que en el Consejo Deliberante de Coronel Dorrego se lleg a aprobar un proyecto de resolucin donde se decidi invitar a los responsables de la Agrupacin Cndor, a efectos de que concurran el 6 de noviembre de 1992, a las 9,30, para informar sobre su funcionamiento, objetivos y actividad en el distrito. Luego explicaba el por qu de la convocatoria: Existen una serie de interrogantes y dudas que han sido planteadas por los futuros contratados, algunos de ellos abonando dinero en carcter de inscripcin. La gente ya sospechaba.Pero fue en Punta Alta, lindera a la base naval Puerto Belgrano, lugar donde sobrevivan cientos de oficiales y suboficiales retirados de la Armada, donde Lucero realiz su mejor cosecha. El 6 de abril de 1993, el coordinador de Los Cndores en la zona, Jorge Moyano, le enviaba un listado de al menos sesenta vecinos de esa ciudad y algunos ms

  • de Coronel Dorrego que estaban listos para viajar y que, adems, estaban al da con los aportes. Eran muchos los que queran viajar hacia un futuro venturoso en los desiertos kuwaites. Los aportes haban sido recaudados a lo largo del segundo semestre de 1992. Cada uno de los que se alistaban deba poner de su bolsillo 1.500 dlares en concepto de gastos internos, aunque esa suma se poda abonar en cmodas cuotas mensuales de 150 dlares. El 24 de abril de 1993, Los Cndores pareca tener todo listo para concretar su misin. Lucero y su gerente de operaciones, Ral Fernndez Ferrari, emprendieron la avanzada hacia la zona caliente, en un periplo que, va American Airlines, los hizo pasar primero por Miami, Washington, Nueva York, Londres y Amsterdam. Antes de irse, dejaron sus directivas por escrito. Deca este documento: Durante el tiempo que dure la ausencia de los suscriptos por motivos de viaje al exterior, la direccin del grupo Los Cndores quedar a cargo de la siguiente comisin (...) y designaba una serie de personas para ocuparse de los asuntos de la empresa en Mendoza, San Rafael y Tunuyn. Luego defina: El mismo rol en Punta Alta, Baha Blanca, Coronel Dorrego y Buenos Aires ser cumplido por el Dr. Ricardo Echegaray. El joven abogado se haba abrazado con ahnco la causa de Lucero. Tanto que en su estudio jurdico, montado en el local ubicado al frente de su casa natal de Punta Alta, en Murature 625, se cobraban las cuotas de muchos vecinos que se haban suscripto a Los Condores y soaban con un mejor destino para sus vidas.Echegaray ejerca adems la representacin legal de Lucero. Ya a mitad de 1993, cuando le llovan a su domicilio las cartas documentos de los damnificados, y hasta alguna amenaza de golpiza, se vea obligado a presentarse ante los juzgados en lo criminal de Baha Blanca, donde se haba abierto una causa caratulada Moyano Jorge y otros sobre estafas reiteradas. En ese escrito, Echegaray peda una prrroga a una audiencia fijada por el juez, ya que mi defendido se encuentra en viaje de negocios fuera del pas. Lucero nunca regres a Punta Alta y mucho menos devolvi el dinero a quienes estaban dispuestos a trabajar en la lejana Kuwait. La causa por estafas iniciada en Baha Blanca luego se fundi con otra semejante que se haba iniciado en los juzgados de San Rafael, Mendoza, en donde Los Cndores tambin dej un tendal de vctimas. Con los aos, el socio argentino de The Rendon Goup fue condenado a cuatro aos de crcel. Falleci hace algn tiempo cumpliendo esa condena. En Punta Alta todava hoy muchos recuerdan a Echegaray como la cara visible de esa gran estafa. Los Cndores nunca levantaron vuelo. Pero quien a los pocos meses si dej la ciudad, rodeado de sospechas y acusaciones, fue el joven abogado. Un da cualquiera, como lo haba hecho Lucero, desapareci sin dejar rastro.

  • Captulo 7 - El viento fro

    A las pocas semanas de haber asumido como titular de la AFIP en el verano de 2009, Ricardo Echegaray se negaba a ser entrevistado por periodistas de medios de prensa nacionales, pero invit a un grupo de periodistas de Punta Alta a la sede central de organismo, en la ciudad de Buenos Aires. Luego del almuerzo, el enviado de El Rosaleo Digital, quizs sin saberlo, recogi el testimonio ms completo sobre la vertiginosa carrera del funcionario.

    Cmo se siente un hombre del interior en este puesto?Vine a acompaar un proyecto poltico. Es un cargo difcil, ya que uno no es la cara ms simptica del Estado, sino que cumplimos el rol ms duro del Estado que es el de recaudar impuestos.Cmo llega a Kirchner?En Punta Alta hice la escuela primaria, luego me fui a La Plata, a Ro Santiago, al Liceo Naval Almirante Brown. Despus curs la universidad en Mar del Plata. Luego volv a Punta Alta (me haba ido a los 12 aos, ms o menos) e instal mi estudio jurdico en la calle Murature. Ingres a la Aduana de Baha Blanca y de all fui a Ro Gallegos, provincia de Santa Cruz, donde conoc a Kirchner. Tuve un estudio jurdico y trabaj con l como profesional y con sectores allegados al gobierno de la provincia de Santa Cruz, como abogado y funcionario de la Aduana.1

    Aunque puntilloso, en aquel reportaje Echegaray no explic cmo haba logrado obtener un puesto en la tan cotizada Aduana sin tener ni estudios en la materia ni experiencia previa. Hasta fines de 1993, cuando obtuvo ese primer puesto dentro del Estado, el joven abogado de 27 aos haba tenido dos trabajos previos en relacin de dependencia. Entre agosto de 1988 y diciembre de 1989, Echegaray fue contratado por Viviendas Amaike SRL, una firma dedicada a la construccin de casas prefabricadas de madera. La empresa fue inscripta en la Capital Federal, en un departamento de Paraguay 776, sptimo F, en la que aparecen anotadas tambin numerosas firmas. Curioso: el telfono de ese departamento corresponda a la Congregacin Esclavas del Sagrado Corazn de Jess. Su segundo trabajo formal lo desarroll ya de regreso a Punta Alta, en paralelo con el montaje de su estudio jurdico. Fue en el Instituto Jos Mara Estrada, un establecimiento secundario de Punta Alta manejado por los salesianos donde durante dos aos, entre marzo de 1991 y diciembre de 1993, dict clases de Educacin Cvica.Me acuerdo de que a Ricardo lo intimidbamos muy fcil en clase. Y que se negaba a que lo enganchramos sentimentalmente con la profesora solterona de Geografa. Ricky (como le decamos algunos) o Zapatos Rotos (como le cantaban bajito las chicas del curso) nos preguntaba: Qu es la democracia? Qu forma de gobierno tiene Argentina? Cuntos senadores tiene el parlamento? Si respondamos bien a principio de ao, hacamos la plancha el resto de los das. Democracia proviene del griego y significa gobierno del pueblo a travs de sus representantes elegidos libremente, le respond de memoria en marzo. Y en diciembre tuve un 9 de promedio. La simptica aoranza fue escrita por un periodista de Baha Blanca que termin la secundaria en el Instituto Estrada en 1991, y fue publicada en el diario La Nueva Provincia. "Zapatos Rotos nos daba Educacin Cvica, aunque una de mis compaeras dice que en realidad la materia debera haberse llamado Educacin Cnica", finaliza.2

    1 http://elrosalenio.com.ar/ampliaranteriores.php?idnoticia=1868

  • Poco tiempo despus estall el escndalo de Los Cndores y Echegaray se vio obligado a dejar de apuro su estudio jurdico y tambin su ciudad natal. Ya estaba casado con Silvana Karina Oviedo, tambin de Punta Alta, cuatro aos menor que l. La esposa del abogado provena de una familia humilde y trabajadora. Su padre, Cachoto Oviedo, haba sido futbolista en el Club Rosario y sobreviva como esforzado operario de una fbrica.Lo de la Aduana le sali por palanca poltica, asegur un abogado de Baha Blanca que comparti algunos casos con Echegaray por aquellos aos. Sin embargo, aclar que no fue el gobierno peronista de aquel entonces el que le hizo el favor. Echegaray nunca fue peronista, enfatiz. Un ex vecino, mientras tanto, record que el abogado esper ansiosamente su nombramiento durante varios meses. Recal en Ro Gallegos porque ah ya estaba trabajando Marcelo, su hermano. Pero l en realidad quera instalarse en Ushuaia, coment. Esta fuente sospecha que fueron sus viejos camaradas de la Marina quienes movieron influencias para que ingresara en la Aduana. El Contralmirante Juan Carlos Martnez, que haba sido interventor del organismo entre 1977 y 1983, en tiempos de la dictadura, haba vuelto a ser designado all por Carlos Menem en 1991. Y aunque logr mantenerse en ese explosivo puesto solamente hasta junio de 1992, de su cuo fue el decreto 2259/91, que estableci una nueva estructura organizativa para ese organismo. Esa decisin habilit un largo proceso en el que se registraron muchos nombramientos. Igual de difusa fue la primera aproximacin de Echegaray con el poder en Santa Cruz. Nstor Kirchner haba ganado la intendencia de Ro Gallegos en 1987 y cuatro aos despus ya trepaba a la gobernacin de su provincia, de la mano de una alianza entre su novel Frente para la Victoria y el Peronismo Renovador que lideraba el diputado Rafael Flores, quien tomara distancia muy rpidamente. Luego de una primera reforma de la Constitucin provincial, en 1995 Kirchner logr su primera reeleccin, mientras que a nivel nacional Carlos Menem protagonizaba un derrotero equivalente. En 1999, Kirchner volvi a modificar la carta magna provincial y avanz hacia un tercer mandato. Menem no pudo. Menem no lo hizo.Unos pocos aos antes, el guarda aduanero proveniente de Punta Alta se confesaba admirador de Domingo Cavallo. El kirchnerismo luego deplorara de aquella dcada infame, pero por aquellos das todas las aguas bajaban mezcladas. S se sabe que quien acerc a Echegaray al kirchnerismo fue Rudy Ulloa Igor, quizs el primero de los leales que siguieron a Nstor en su escalada hacia el poder. Rudy haba sido cadete y chofer del estudio jurdico que mont el matrimonio Kirchner cuando, en 1976, decidi abandonar las calles calientes de La Plata para refugiarse en el fro de Ro Gallegos, a resguardo de la persecucin poltica que en la ciudad de las diagonales s padecieron muchos de sus compaeros de la Juventud Peronista. Y a partir de 1983, Rudy se convirti en una pieza clave del engranaje poltico de ese incipiente movimiento poltico. Con la llegada de la democracia, Nstor habilit de inmediato el Ateneo Juan Domingo Pern. Rudy, casi en simultneo, inaugur la unidad bsica Los muchachos peronistas. El primer local kirchnerista a la calle quedaba en la populosa barriada El Carmen, poblado sobre todo de inmigrantes chilenos que haban llegado a Ro Gallegos en busca de trabajo. Los hombres hacan la faena ms dura en una ciudad que por entonces no superaba los 60.000 habitantes: eran albailes o se ocupaban de otros oficios manuales.

    2http://www.lanueva.com/weblogs/blogcolectivo/comentarios/c4e161f106/1228100400/192/2678399/1cH ash%3D80d36f6c59/21807.html

  • Muchas mujeres de El Carmen, por otro lado, se empleaban como personal domstico de las clases ms acomodadas de la ciudad. Flores recuerda muy bien a Rudy Ulloa. No era ms que un puntero, seal. Los verdaderos referentes de esa incipiente corriente del peronismo santacruceo eran Nstor Kirchner y su cuado, Armando Bombn Mercado, el ex marido de Alicia Kirchner. Con ellos haba que hablar. Rudy nunca participaba de las reuniones de alto nivel poltico, agreg el ex diputado que, distanciado de Kirchner, migr rpidamente al Frepaso. Tanto Flores como el senador santacruceo por el radicalismo, Freddy Martnez, coinciden en que la explosin del kirchnerismo como grupo poltico se produjo recin a partir de la llegada de Nstor a la intendencia de Ro Gallegos, en 1987. Como sucedi luego en el gobierno provincial y en el nacional, su hermana Alicia ocup la Secretara de Desarrollo Social y desde all despleg una poltica de claro tinte clientelista. Una vez ms, Rudy Ulloa fue una pieza vital para el aprovechamiento poltico de los recursos que provenan del estado municipal. Tambin en el barrio El Carmen, Ulloa habilit un centro comunitario de carcter no partidario que actuaba como nexo entre los vecinos y el gobierno municipal. Por ejemplo, si alguien necesitaba una cama y recurra al centro, era Rudy quien elevaba ese pedido a la titular de Desarrollo Social. En todo ese manejo Alicia era muy efectiva pero tambin muy despiadada: si no eras kirchnerista no recibas nada, apunt Flores. Luego, cuando Kirchner accede a la gobernacin, ese tipo de ayudas se multiplicara. Los memoriosos ubican en aquel paso de Kirchner por la intendencia de Ro Gallegos el acercamiento a su grupo poltico de Carlos Zannini, actual secretario Legal y Tcnico de la Presidencia. De Echegaray no haba todava noticias. Aunque algunas versiones lo ubican, ya a mitad de los noventa, trabajando como asesor jurdico del Centro Comunitario El Carmen. Echegaray era simplemente una cara ms. Nunca jug como militante ni fue una figura relevante en el peronismo de Santa Cruz. Era Rudy Ulloa quien iba armando la estructura. Y fue Rudy quien lo convoc, porque le vena muy bien tener gente por fuera del partido, explicaron fuentes que siguieron muy de cerca lo que aconteca en ese centro barrial. En esa lgica, Echegaray tramit algunos casos judiciales menores vinculados con figuras del kirchnerismo, ya que las causas de peso eran manejadas directamente por Zannini, quien fue nombrado en 1998 presidente del Tribunal Superior de Justicia de Santa Cruz, a pesar de que la ley le exiga que acreditara cinco aos de ejercicio de la profesin, un requisito que no cumpla. En el caso de Echegaray, tampoco importara la visible incompatibilidad de su tarea judicial con su trabajo en la Aduana a partir de noviembre de 1994, donde fue rpidamente reconocido como asesor letrado y hasta se desempe como apoderado judicial del Fisco Nacional. El abogado no tuvo reparos para vincularse con el kirchnerismo ms all de una supuesta afinidad poltica. Sucedi con la fundacin de una radio ligada al centro comunitario. La FM del Carmen trasmita en el 104.9 del dial y fue el embrin del grupo meditico que todava hoy dirige el incansable Rudy Ulloa. La emisora se inaugur el 1 de agosto de 1997, con la presencia de Kirchner. Un da despus el diario santacruceo La Opinin Austral informaba del acto y avisaba que la radio "...trabajar en la difusin de la importante barriada".Por su condicin de comunitaria, esa radio no poda vender publicidad ni tener actividad comercial alguna. Esa era la condicin para obtener el permiso. Sin embargo, Rudy y sus socios resolvieron rpido el problema, porque abra los bloques un locutor leyendo auspicios. Era un truco para violar la ley, tenan auspicios y no avisos, seal

  • Flores. Quedaba claro: el apoyo econmico desde la administracin provincial era cuantioso. La vuelta de tuerca para transformar una iniciativa comunitaria en un buen negocio se produjo algunos meses despus de aquella inauguracin, con el diseo de una gerenciadora que se ocupara de comercializar los espacios y de canalizar la jugosa pauta oficial. Aquella firma privada tuvo como uno de sus primeros socios a Ricardo Echegaray, aunque por un lapso relativamente corto. En un edicto publicado el 8 de febrero de 2001 se informaba que por escritura pblica 242/00, Echegaray transfiri su cuota en la sociedad Estacin Del Carmen SRL, a sus verdaderos dueos. La suma declarada en esa venta fue de 16.000 pesos. En medio de la fra ventisca de Ro Gallegos, Echegaray encontr rpido cobijo dentro del kirchnerismo porque seguramente aplic las lecciones que haba recibido en sus aos de formacin militar. Aprendi rpido que Nstor y Cristina siempre premiaban a quienes les fueron leales y no dudaran en obedecer rpidamente alguna de sus rdenes. La nmina ms completa de ese ejrcito de leales es, con seguridad, el listado de los funcionarios, amigos y familiares del matrimonio Kirchner que en 2004 adquirieron con inusual facilidad generosas fracciones de terrenos fiscales en la localidad de El Calafate, ubicada a 320 kilmetros de Ro Gallegos, la puerta de ingreso al imponente Glaciar Perito Moreno.En 2004, violando buena parte de la legislacin comunal y a espaldas de sus vecinos, el ex intendente kirchnerista Nstor Mndez cedi a travs de un decreto una gran extensin de tierras del viejo aeropuerto de El Calafate a la Fuerza Area, que haca veinte aos ocupaba los terrenos pero nunca los haba escriturado. Pero a los pocos meses, esa misma fuerza con aprobacin presidencial- traspas esos mismos terrenos a la provincia y al municipio. Casi de inmediato, el matrimonio Kirchner y cincuenta de sus leales pudieron comprar extensos lotes al ridculo precio de 2,50 dlares por metro cuadrado, cuando los valores de mercado eran muchsimo ms elevados, de hasta 120 dlares.Nstor y Cristina, gracias a aquella subasta que todava hoy investiga la justicia (en este caso, justicia es slo una palabra, ya que la fiscal de la causa es Natalia Mercado, sobrina de la pareja y tambin beneficiada en el festival de terrenos), adquirieron 15.000 metros cuadrados, por los que habran pagado unos 50.000 dlares. En 2006, apenas dos aos despus, vendieron ese mismo terreno a 1,8 millones de dlares. Echegaray, siendo ya titular de la AFIP y ante una investigacin del diario Clarn, tuvo que admitir en setiembre de 2009 que era parte de ese generoso listado inmobiliario. Para esconder sus culpas, explic: "En la poca que adquir un predio en Calafate no era funcionario del gobierno de Nstor Kirchner. Trabajaba en ese momento para el Banco Interamericano de Desarrollo, que no tiene sede en Ro Gallegos sino en Washington, y desarrollaba mi actividad en distintos pases de Centroamrica donde cumpla las misiones que me encomendaba el banco". Aunque sea cierto que realiz algunas breves tareas de consultora para el BID, Echegaray nunca dej de ser funcionario de la Aduana. Y asumi la conduccin de ese organismo justamente en 2004. En su declaracin jurada ante la Oficina Anticorrupcin, correspondiente a ese ao, el abogado admiti ser propietario de 1.200 metros cuadrados en El Calafate, por los que dijo haber pagado 10.000 dlares (es decir, el doble por metro cuadrado que la pareja presidencial). Y en el mismo trmite obligatorio, pero ya en 2007, inform sobre la venta de ese mismo terreno en 64.300 pesos, unos 20.000 dlares de entonces. En el kirchnerismo nunca convino desafiar al jefe, y mucho menos aconsejable era superarlo. Si por un lote en el Calafate que era diez veces ms grande que el de Echegaray los Kirchner lograron en dos aos una ganancia equivalente a 48 veces el

  • capital invertido, el jefe de la AFIP declar ante la OA que apenas pudo duplicar su inversin en un lapso bastante ms largo. Tuvo que esperar tres aos para hacerlo.

  • Captulo 8 La Aduana paralela

    La Administracin Federal de Ingresos Pblicos (AFIP) naci el 14 de octubre de 1996, apenas un par de meses antes que la ONCCA. Fue luego de que el ex presidente Carlos Menem, por decreto 1156, dispusiera la fusin en un nico organismo de la Direccin General Impositiva (DGI) y de la Administracin Nacional de Aduanas (ANA). No tuvo que ver, en esta decisin, el matarife Samid. Sus andanzas de entonces parecan cosas de nios frente a los monumentales escndalos de corrupcin que, a lo largo de la dcada de los noventa, protagonizaron diferentes gestiones que estuvieron al frente de la Aduana. La creacin de la AFIP puso fin a la poca de los alfajores. En la jerga de la Aduana, se denomin as a un lustro en el que se sucedieron all desastrosas gestiones de jvenes funcionarios cordobeses ligados al poderoso ex ministro de Economa, Domingo Cavallo. Aunque no todos los alfajores provienen de Crdoba, sonaba lindo.Para los aduaneros, la creacin de la AFIP tuvo un enorme peso simblico: por primera vez en una largusima historia, mucho ms vieja que la de la Repblica, deberan agachar la cabeza y subordinarse a los dictados de otro organismo. En su formidable reconstruccin de la historia de la Aduana, el historiador Carlos Horacio Bruzera lamenta que 219 aos de historia concluan desafortunadamente. Y explica: La institucin fiscal ms antigua de Argentina desapareca derrotada hasta cierto punto por el indomable contrabando. Aquel antiguo delito que, puesto en prctica por los fenicios y siempre perfeccionado, llegara hasta nosotros entre arbustos costeros y arribadas forzosas para culminar con la apoteosis de la Aduana Paralela".Fueron ms de 219 los aos de historia de la Aduana como entidad autnoma. Otros estudiosos prefieren pensar a ese organismo como la institucin ms antigua del pas, ya que consideran que su origen se remonta a los tiempos de la conquista y colonizacin espaola. Desde ese punto de vista, los primeros derechos aduaneros en tierras del Plata fueron establecidos por Real Cdula del 19 de julio de 1534, firmada por Carlos V a favor del primer colonizador que tuvieron estas tierras, Don Pedro de Mendoza. Aunque hubo que esperar a la segunda y definitiva fundacin de Buenos Aires, en junio de 1580 por Don Juan de Garay, para que la primera Aduana cobrara forma. Garay nombr al criollo Don Diego de Olabarrieta como Receptor de Rentas Aduaneras. La llegada, en junio de 1586, de mercaderas diversas a bordo de la carabela "Nuestra Seora del Rosario" resulta ser el primer registro oficial de una importacin. El debut de la exportacin, en tanto, se concret el 2 de septiembre de 1587, cuando zarp la carabela "San Antonio" transportando frazadas, sombreros y otros artculos artesanales de la regin. Brasil, en ambos casos, apareca ya como socio comercial obligado. Del contrabando no queda registro. Pero si ya en tiempos de coloniaje resultaba ser un dolor de cabeza o una tentacin para las autoridades, en la dcada menemista se transform casi en una costumbre. Varios escndalos y algunas muertes dudosas colocaron a la Aduana en el centro de todas las miradas. La muerte del interventor de la Aduana designado el 30 de enero de 1990 inaugur esa larga saga. Rodolfo Echegoyen era un brigadier retirado de la Fuerza Area que tuvo la mala suerte de ser una persona recta. El personal de la Aduana lo valor de entrada y agradeca el respaldo que este militar que de inmediato impuso un plan de jerarquizacin para los 3.500 empleados- le brindaba casi todos los das. El brigadier sola caminar por las oficinas y hablar con ellos, a punto tal que en la Secretara de Interior, los empleados bautizaron como el "Paso Echegoyen" a un acceso entre dos mostradores por donde acostumbraba circular.

  • "Usted no est estructurado para estar en la Aduana. Vyase. Olvdese". Esa recomendacin, segn revelaron sus familiares, fue la que escuch Echegoyen de parte del brigadier general Ernesto Crespo, ex jefe de la Fuerza Area, en un restaurant de Pinamar en septiembre de 1990. Echegoyen haba comenzado a investigar las posibles conexiones entre sus viejos camaradas de armas y algunas empresas que operaban en el aeropuerto de Ezeiza. El jefe de la Fuerza Area, en aquel momento, era el brigadier general Jos Julia.El 5 de noviembre de ese ao, Echegoyen tom la decisin de dejar el cargo. Fue cuando ley en el diario Clarn unas declaraciones del subsecretario de Finanzas Pblicas, Ral Ernesto Cuello. "La Aduana es un queso gruyere por el que se pierden 1.000 millones de dlares", haba dicho el alto funcionario de un gobierno que ya en ese entonces impulsaba sin disimulo la privatizacin de buena parte de los controles aduaneros. En una de esas concesiones, la de los depsitos de Edcadassa, apareci desde las sombras el empresario Alfredo Yabrn."No entiendo cmo me han hecho una cosa as. El nico que investig la subfacturacin fui yo, y justo a m me vienen a hacer quedar como un sospechoso", se quej el ex brigadier ante dirigentes sindicales aduaneros. Echegoyen haba detectado cerca de 57 mil expedientes con constancias de subfacturacin de importaciones y sobrefacturacin de exportaciones". Sus clculos eran peores que los de Cuello: hablaba de ilcitos por unos 1.800 millones de dlares. Por eso haba pedido una investigacin de las operaciones aduaneras concretadas entre 1988 y 1990.El 12 de diciembre de 1990, ya fuera del cargo y luego de participar del casamiento civil de uno de sus hijos, Echegoyen recibi un llamado telefnico y avis a los suyos que deba dirigirse a una reunin con gente de Aduana. Esa misma madrugada, su yerno lo encontr muerto en su escritorio de Arroyo al 800, con un balazo en la cabeza. La tesis oficial fue que se trat de un suicidio. Sus familiares sospechan que fue asesinado. Echegoyen era diestro. Pero segn las pericias se dispar con la mano izquierda.Quince das antes, el hermano de Echegoyen lo haba escuchado decir: "Yo frente a la droga me paro. Se trata del futuro del pas y de su juventud. Estoy reuniendo informacin y no me quedar callado". Poco tiempo despus de aquella muerte estall el Yomagate, bautizado as porque tuvo como principal implicada a la ex secretaria y cuada del presidente Menem, Amira Yoma. Su esposo por entonces era el sirio Ibrahim Al Ibrahim: ni siquiera hablaba castellano pero fue designado por el gobierno como responsable de la Aduana de Ezeiza. Ambos pertenecan a un grupo que se dedicaba a blanquear en el pas, a travs de diversas compras, varios millones de dlares producidos por el negocio del narcotrfico en Nueva York. Amira era quien haca pasar las valijas con el dinero por Ezeiza, donde se burlaban por completo los controles aduaneros. La mafia del oro, que actu entre 1993 y 1996, volvi a mostrar que el sistema aduanero estaba diseado para cometer todo tipo de tropelas. Al amparo de varias resoluciones del Ministerio de Economa, el grupo Casa Piana envi a los Estados Unidos metales sin valor, como medallitas de plomo, como si fueran supuestos embarques de oro. Fue una "calesita" montada para cobrar indebidamente millonarios reintegros del Estado. Enrique Piana, principal acusado de las maniobras, admiti tiempo despus que peridicamente sobornaba al ex secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, a cambio de cobertura poltica. En el primer periodo presidencial de Carlos Menem, adems, se produjo la venta ilegal de armamento hacia Ecuador y Croacia: unas 6.500 toneladas de fusiles, municiones y hasta caones del Ejrcito pasaron frente a los empleados aduaneros con destino a dos

  • pases que estaban en guerra y a pesar de los embargos dispuestos por las Naciones Unidas. Por este asunto, el ex presidente Menem lleg a estar detenido unos pocos meses en una cmoda casa quinta. Pero en setiembre de 2011 fue exonerado de toda culpa por la justicia, lo mismo que otra quincena de sospechados.En 1994, como si faltaran escndalos, al subcomisario Jorge Omar Gutirrez, hermano del actual intendente de Quilmes Francisco Barba Gutirrez, lo asesinaron de un balazo en la nuca sobre un vagn de tren, cuando regresaba a su casa. Investigaba un posible contrabando de droga en un depsito aduanero en Avellaneda. Por aquellos aos hasta se lleg a acusar a un juez federal, Carlos Branca, por brindar proteccin a una banda de contrabandistas que operaba en Ezeiza, y que ingresaba ilegalmente palos de golf, perfumes y otras mercaderas de free shop. Gustavo Parino, uno de los jvenes cavallistas cordobeses que protagonizaron la poca de los alfajores, lleg a la conduccin de la Aduana en 1992 y permaneci all hasta 1995. Segn una impecable investigacin que llev a cabo el periodista Daniel Otero, el principal rasgo de su gestin fue que se rode de un pequeo elenco de asesores de su confianza, a los que coloc en puestos claves de la conduccin del organismo. Se destac entre ellos Osvaldo Ferrer, otro cordobs que segn Otero "no cumpla con un requisito administrativo menor, que es el de haber pasado un mnimo de dos aos sin actividad como despachante de aduana. Fue al amparo de este tipo de personajes, que atendan en dos mostradores simultneamente, que se incub lo que despus se conoci como la Aduana paralela.Todo estall de casualidad. En junio de 1995, la SIDE recibi un alerta de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) que adverta que desde un puerto de Irn se haban embarcado con destino incierto seis peligrosos misiles. La Argentina ya haba sufrido dos atentados terroristas meses atrs. Convencidos de que podan estar delante de un peligroso complot internacional, los agentes de inteligencia investigaron presurosos si alguna de esas armas poda haber ingresado a la Argentina y fueron a dar a un depsito fiscal sospechoso. El contenedor de marras contena efectivamente mercadera de contrabando, pero no misiles sino 22 toneladas de corpios. El inslito caso motiv la primera denuncia formal en un Juzgado Penal Econmico, cuyo titular era el Juez Guillermo Tiscornia. Unos meses despus, la denominada Aduana Paralela tambin provoc la creacin en el Congreso Nacional de una comisin investigadora. Como la gestin kirchnerista con la desaparecida ONCCA, el menemismo opt por esconder sus propias culpas bajo una alfombra. Pero como no poda disolver la Aduana, decidi fundirla con la DGI en la flamante AFIP. Fue en octubre de 1996. El 31 de diciembre de ese ao, adems, el ex presidente Menem orden por decreto 1630 a la Procuracin del Tesoro, que rene a los fiscales del Estado, que instruya sumarios disciplinarios a cerca de 500 empleados sospechados de la Aduana.El escndalo era de tal magnitud que incluso salpicaba los puntos ms alejados del pas. En Ro Gallegos, Santa Cruz, la justicia federal tambin investigaba una serie de exportaciones irregulares de calamar por cerca de 800 millones de dlares, realizadas por 19 empresas pesqueras que haban cobrado reembolsos de manera indebida. Ricardo Echegaray haba sido nombrado agente de esa dependencia, como guardia aduanero, a fines de 1993. El periodista santacruceo que ms investig las gestiones de Nstor Ki