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FUNDAMENTOS TEÓRICOS
PARA BOMBEROS
Pablo J. Boj
Manuel García
Sergio Martínez
Pedro D. Pacheco
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Todos los derechos reservados.
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la Ley, cualquier forma de reproducción,
distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con autorización
de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede
ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.
Fundamentos teóricos para bomberos
2ª Edición
Autores:
Pablo Jesús Boj García
Manuel García Pastor
Sergio Martínez Valdés
Pedro David Pacheco Mora
Editor: Pedro D. Pacheco Mora
ISBN: 978-84-616-7894-5
Depósito Legal: MA 2264-2013
Editado e impreso en Málaga, España.
54 Física 1.6.2 La polea
Una polea real está formada por una roldana
móvil y un cuerpo o estructura que la sustenta y
que dispone de un punto de anclaje. La roldana
o rueda está acanalada, con una anchura
determinada, para albergar un cable de cierto
diámetro el cual se desplaza solidario a la roldana
sin existir deslizamiento entre ambos. El cuerpo
sustenta el eje de la roldana sobre el cual gira
loca.
1.6.2.1 Polea fija
Una polea fija no desmultiplica, solo cambia la
dirección de la fuerza, su = 1 por lo que la
potencia es igual a la fuerza resistencia.
1.6.2.2 Polea móvil
Una polea móvil anclada a la carga que se pretende elevar sí ofrece una potencia menor
que la resistencia con una = 2.
Figura 27 - Polea móvil
La Figura 27a representa el caso más simple de polea móvil solidaria a la carga a elevar.
En la Figura 27b se muestra la misma polea móvil en combinación con una fija, la cual
solo cambia la dirección de la fuerza sin aumentar la desmultiplicación, la = 2 como
en el caso anterior.
1.6.2.3 Polipastos
Un polipasto es un aparejo compuesto por dos grupos de poleas: uno fijo y otro móvil. El
fin perseguido con esta combinación de poleas es obtener una ventaja mecánica
superior a la de la polea fija. La ventaja mecánica o desmultiplicación del polipasto es
siempre mayor de dos.
Figura 26 - Partes de una polea
Máquinas elementales 55
Figura 28 - Polipastos con desmultiplicación (a) 1:3 y (b) 1:4
El polipasto mostrado en la Figura 27b representa el montaje real de una polea móvil y
es el polipasto más simple que se puede montar. Tiene una desmultiplicación 1:2,
= 2. Añadiendo una polea y anclando el extremo de la cuerda a la carga se obtiene
el polipasto de la Figura 28a con una = 3, o una desmultiplicación 1:3.
Para lograr la desmultiplicación 1:4
mostrada en la Figura 28b se precisa una polea
móvil más. Nótese que en la desmultiplicación
anterior, = 3, el cable se ancla a la carga y
en este caso el cable se ancla a un punto fijo.
El polipasto mostrado en la Figura 29 es otra
forma de montar una desmultiplicación 1:4, pero
en esta ocasión con dos cables en vez de con
uno, a diferencia de los ejemplos anteriores. El
primer cable sustenta la carga, está anclado a un
punto fijo y a la otra polea móvil soportando la
mitad de la carga, esto es una tensión de
tracción de 2. Sobre el otro cable se realiza la
fuerza potencia, sostiene una polea móvil con
una resistencia de valor 2 y está anclado a un
punto fijo, soportando una tensión de tracción de
4.
La fórmula que determina la ventaja
mecánica o factor de desmultiplicación de un
polipasto depende de que esté formado por uno o
varios cables.
Figura 29 - Polipasto con desmultiplicación 1:4
84 Química
volumen seguirá siendo fijo, pero no la forma, que se adapta al recipiente que lo
contiene. En este caso estamos hablando de un líquido.
Si la temperatura es todavía mayor, las moléculas no están retenidas por las fuerzas
intermoleculares ya que la fuerza cinética es mayor que las fuerzas que las mantienen
unidas entre sí, de forma que se separan unas de otras, moviéndose por todo el
recipiente, en este caso hay un espacio vacío entre molécula y molécula, y es fácil
acercarlas y alejarlas. Es decir, ni la forma ni el volumen son fijos, ambos cambian con
facilidad, ya que estamos sobre todo ante un espacio vacío, en el que se mueven las
moléculas. En este caso se trata de un gas.
Podemos establecer como norma general que la mayoría de las sustancias son
sólidas a temperaturas bajas, líquidas a temperaturas medias, y gaseosas a altas
temperaturas.
2.2.1 Transferencia de calor y calor específico
Cada sustancia tiene propiedades distintas, entre ellas la cantidad de calor necesario
para elevar su temperatura. Esta propiedad, denominada calor específico, se define
como la cantidad de calor que es necesario aportar a un gramo de masa de una
sustancia para que ésta eleve su temperatura un grado Celsius. El agua en estado
líquido5 tiene un calor específico de 1 cal/g·°C (o 4,18 kJ/kg·K en el SI), de forma que
para elevar un grado la temperatura de un gramo de agua se requiere una caloría.
La cantidad de calor que es necesario aportar a una sustancia de masa y calor
específico para incrementar su temperatura entre dos puntos recurrimos a la siguiente
expresión:
=
Donde es la cantidad de calor, y , son las temperaturas final e inicial y , el calor
específico, que es una constante de la sustancia.
De esta forma, podemos conocer cuánto calor absorbe un litro de agua al pasar de
20 a 80 °C que, aplicando la fórmula, son 60.000 calorías.
Cuando aportamos energía a una sustancia, por ejemplo un líquido como el agua,
observamos que su temperatura se eleva linealmente hasta que nos aproximamos a la
temperatura a la que se produce el cambio de estado, en nuestro ejemplo del agua a los
100 °C a 1 atm de presión. Al llegar a esta temperatura la aportación de energía no se
verifica en el aumento de temperatura debido a que la energía es invertida en el proceso
de cambio de estado. Esto implica que la temperatura del agua no aumentará hasta que
haya pasado de líquido a gas, siendo conocida la cantidad de energía que requiere este
proceso y que se denomina calor latente.
5 El calor específico para el vapor de agua y el hielo es aproximadamente 0,5 cal/g ºC. Los valores del
calor específico experimentan variaciones atendiendo no solo al estado de la sustancia, sino también a la
temperatura, de este modo para el vapor de agua varia de 0,451 cal/g °C a 100 °C a 0,478 cal/g °C a 300 °C.
Cambios en la materia: Estados de agregación 85
2.2.2 Cambios en los estados de agregación
El estado de un sistema físico depende de varios factores, siendo los principales la
temperatura y la presión, de los que prestaremos especial atención al primero ya que la
mayoría de los cambios de estado que observamos se producen a presión atmosférica.
El cambio de estado es un proceso que se puede recorrer en ambos sentidos
pasando por los tres estados fundamentales de la materia: sólido, líquido y gaseoso, en
el que para ir avanzando o retrocediendo es necesario aumentar o disminuir la energía
interna de la sustancia, de forma que para poder pasar de hielo a agua líquida y a vapor
hay que ir aumentando la temperatura aportando energía y viceversa. Pero además, en
las fronteras entre los estados, (que se denominan temperatura de fusión, vaporización,
solidificación, etc. en función del sentido en el que se produzca el cambio) hay que pagar
un peaje energético equivalente a la formación de la nueva estructura, por lo que el coste
energético final es la suma de la energía necesaria para elevar la temperatura más la
necesaria para los cambios de estado que se hayan producido.
Todo este proceso se aprecia en la Figura 41 en la que se observa la evolución de
los cambios de estado del agua a una atmósfera de presión en función al calor que se le
aporta.
Figura 41 – Evolución de la temperatura y estado en función del calor aportado
De forma general, se puede afirmar que todo cambio de estado va acompañado de tres consecuencias:
1. Aporte o desprendimiento de una cantidad de calor
2. Cambio en la densidad y por lo tanto el volumen del sistema
3. El cambio de fase se produce siempre a una temperatura constante para cada presión.
134 Hidráulica
3.6.5 Efecto Venturi
En multitud de dispositivos, máquinas, procesos y aplicaciones donde se ve implicado un
flujo se utiliza el efecto Venturi para provocar una depresión. El efecto Venturi
consiste en la modificación de las condiciones de un flujo para provocar la disminución
de su presión. El dispositivo o elemento que logra esta modificación del flujo se
denomina “venturi” y hay que diferenciarlo del efecto Venturi. El primero es un elemento
físico y lo segundo es el nombre que se le da a un fenómeno.
Un venturi consiste en un estrechamiento de la sección del conducto por donde
circula el fluido, que produce un aumento de la velocidad y una disminución de la
presión, la cual, si llega a ser inferior a la presión atmosférica, provoca una depresión
que permite realizar una aspiración del exterior.
El efecto Venturi tiene su explicación en el teorema de Bernoulli y en la ley de
continuidad. Por una parte, la continuidad del flujo explica el aumento de la velocidad
en el estrechamiento de la conducción. Por otra parte, la conservación de la suma de la
presión estática y la presión dinámica a lo largo de las líneas de corriente justifica que la
presión estática disminuya, al haber aumentado la dinámica como consecuencia del
aumento de la velocidad.
3.6.6 Golpe de ariete
Se define como la sobrepresión producida en los elementos de una instalación,
fundamentalmente tuberías, producida por una variación de la velocidad del flujo en un
intervalo de tiempo muy pequeño. Normalmente el cierre brusco de una válvula por la
que circula una corriente.
Cuando la velocidad del flujo se hace repentinamente nula, toda la energía cinética
se transforma en energía de presión, originándose una serie de sobrepresiones y
depresiones alternativas, de carácter cíclico, que se amortiguan con el tiempo. Es decir,
se origina onda de presión amortiguada que constituye este fenómeno.
Generalmente, el golpe de ariete produce choques violentos de la pared de la tubería
y elementos de la instalación, que se traduce en un ruido como un martilleo intenso o
trepidación, especialmente si la tubería no está firmemente anclada, produciendo
además esfuerzos y fatiga sobre la misma, las uniones, codos bridas y demás elementos
situados en su recorrido.
3.7 Efectos sobre las lanzas
3.7.1 Fuerza de reacción
En las lanzas de proyección de agua usadas por los cuerpos de bomberos, y en todos
los elementos de este tipo, se produce una fuerza de reacción, según la tercera ley de
Newton que, en el caso de lanzas manuales, debe ser soportada por la persona que la
sostiene.
Esta fuerza de reacción tiene la misma dirección que el chorro de agua proyectado
y sentido opuesto al flujo. Cuanto más abierto es el chorro proyectado la fuerza de
Efectos sobre las lanzas 135
sujeción de la lanza en la dirección del chorro es menor, debido a que las reacciones se
compensan entre sí por tener sentidos opuestos.
Figura 50 - Efectos de una lanza de bombero: a) chorro sólido, b) cortina de protección
Como se aprecia en la Figura 50.a, la fuerza de reacción aparece en la dirección de la
manguera de entrada y el chorro de proyección, y debe ser soportada por el bombero
que manipula la lanza. La Figura 50.b representa un caso ideal de proyección de agua
en un plano perpendicular al flujo de entrada de agua en la lanza, denominada
proyección en cortina. Al producirse la proyección en la dirección radial las reacciones se
compensan unas con otras al estar formadas por parejas en la misma dirección y
sentidos opuestos.
La intensidad teórica de la reacción que se produce en la lanza, en el caso de
una proyección en chorro sólido como en la Figura 50.a es:
= 2 ,
donde es la sección del orificio de salida del chorro, y es la presión manométrica en
punta de lanza12
. Por ejemplo, para una presión de 15 bar y una sección de salida de
Ø 16 mm se obtiene una fuerza de reacción de 60,3 daN.
3.7.2 Caudal en punta de lanza
El caudal que suministra una lanza depende fundamentalmente de la presión en punta
de lanza y del diámetro del orificio de salida. Se utilizan fórmulas empíricas para
determinar el caudal suministrado por una lanza concreta, obtenidas a partir de la
ecuación de descarga. Son fórmulas del tipo:
= ,
12
Se pueden encontrar otras fórmulas de tipo empírico, que ajustan el valor de este resultado teórico a una lanza concreta, determinando un coeficiente de proporcionalidad . Así, se obtienen fórmulas del tipo = , donde la presión y el diámetro del orificio de salida deben expresarse en unas unidades
concretas y, por tanto, el resultado viene dado en otra unidad.
166 Electricidad
receptor es el producto de la intensidad que circula por él y la diferencia de potencial
a que está sometido:
=
4.3.6 Sentidos real y convencional de la intensidad de corriente
Históricamente, cuando se comenzaron a analizar los fenómenos eléctricos, se supuso
que las cargas positivas eran las que se desplazaban por los conductores y producían el
movimiento de la carga eléctrica. Con esta suposición, se estableció el sentido positivo
de circulación de la corriente del polo positivo al polo negativo de una fuente de
alimentación en un circuito eléctrico. Sin embargo, posteriormente, cuando se
descubrieron los electrones se averiguó que las cargas eléctricas con posibilidad de
movimiento son las negativas, pero no se cambió el sentido positivo adoptado para la
circulación de corriente.
Debido a que no se modificó el criterio históricamente tomado del sentido positivo de
la corriente eléctrica, se entiende que el sentido convencional de la corriente eléctrica
en un circuito es del polo positivo al polo negativo de una fuente de tensión. Sin
embargo, el sentido real de circulación de corriente por el circuito es del polo negativo
de dicha fuente hacia su polo positivo, ya que son los electrones en movimiento los
causantes de circulación de la carga eléctrica.
Figura 66 - Sentidos real y convencional de la corriente en un circuito
El movimiento de cargas en el interior de la fuente de tensión es inverso al sentido de su
movimiento por el conductor del circuito, tanto si consideramos el sentido real o el
sentido convencional. Entendiendo la fuente de tensión como la responsable de poner en
movimiento las cargas eléctricas y estableciendo una analogía gravitatoria, se puede
decir que en su interior los electrones suben desde el polo positivo al polo negativo para
caer en el circuito exterior del polo negativo al positivo. Es decir, en el interior del
generador de tensión la circulación real de la corriente es del polo positivo al polo
negativo y la circulación convencional es del polo negativo al polo positivo.
4.3.7 Circuito eléctrico
Se entiende por circuito eléctrico un conjunto de generadores y receptores
interconectados por conductores. Los circuitos se representan gráficamente por unos
símbolos establecidos que indican los elementos y una línea que los une que representa
el conductor.
Circuitos y sus elementos 167
Una condición necesaria que debe cumplir un circuito eléctrico es que se puedan recorrer todos sus elementos desde un polo de la fuente de alimentación hasta el otro polo a través de los conductores formando lazos cerrados.
Cuando en un circuito se está intercambiando energía entre el generador y el receptor se dice que el circuito está cerrado. En el caso contrario, cuando el conductor que los pone en contacto eléctrico se interrumpe se dice que el circuito está abierto. El dispositivo que tiene como función unir o separar el conductor eléctrico se denomina interruptor.
Dos elementos de un circuito se encuentran asociados en serie cuando la intensidad que los recorre es la misma. Dos elementos están asociados en paralelo o derivación cuando están sometidos a la misma diferencia de potencial.
Figura 67 - Lámparas asociadas en serie (a) y en paralelo (b)
4.3.8 Dispositivos para medir las magnitudes eléctricas
El nombre que recibe el aparato para medir cada una de estas magnitudes es:
- Voltímetro, para medir tensión. - Amperímetro, para medir intensidad. - Óhmetro u ohmímetro, para medir resistencia. - Contador, para medir energía eléctrica. - Vatímetro, para medir potencia eléctrica.
Estos dispositivos pueden ser electrónicos o analógicos. El aparato normalmente utilizado por un operador eléctrico para realizar mediciones eléctricas es electrónico y permite medir tensión, intensidad, resistencia, y otras indicaciones como AC/DC, polaridad de la corriente continua, frecuencia, etc., mediante un selector de función. Es el denominado polímetro o multímetro.
Los medidores dedicados a registrar una sola magnitud pueden ser también analógicos o digitales. Todos los dispositivos analógicos están basados en el galvanómetro.
Un galvanómetro es un instrumento muy sensible capaz de medir intensidades muy pequeñas. Basado en el principio de inducción electromagnética, produce la rotación de una bobina ubicada en un campo magnético cuando por ella circula una intensidad de
226 El fuego 5.11.3 Llamas de difusión
En la mayoría de los casos los gases que intervienen en la reacción no están
previamente mezclados, sino que dependen de los procesos de mezcla y difusión de los
vapores combustibles con los gases oxidantes que se producen como efecto de los
movimientos convectivos originados en la llama. Dicho de otra manera, el oxígeno se va
incorporando desde los alrededores gracias al movimiento de los gases ya
combustionados que arrastran el aire circundante desde el exterior hacia el interior de la
llama.
Figura 82 - Gráfico de la relación entre concentraciones de O2 y combustible
La llama de una vela es el ejemplo más utilizado para explicar los principios de la
combustión de una llama. El calor de la llama funde la cera que se acumula en forma
líquida bajo la mecha para ascender por capilaridad hasta una zona donde la
temperatura es más elevada y la cera fundida se vaporiza. En esta zona predomina la
concentración de combustible, por lo que se encuentra por encima del LSI, lo cual
explica que, al no poder producirse reacción, es una región que no emite luz y que se
encuentra a una temperatura relativamente baja. Según nos alejamos del eje vertical de
la mecha la concentración de combustible desciende al mezclarse con el aire, de forma
que su concentración baja mientras que la del oxígeno aumenta. En el momento en el
que la mezcla entra dentro del rango de inflamabilidad ya puede producirse la
combustión en una capa denominada zona de reacción cuyo grosor suele medir 1 mm
aproximadamente. Es en este punto donde se alcanza la mayor temperatura y donde se
produce la oxidación del combustible.
Las altas temperaturas que se generan permiten combustionar el hollín que se forma
entre la mecha y la zona de reacción, radiando luz visible blanca y amarilla. Para cuando
el hollín escapa de la zona de máxima temperatura, normalmente se ha transformado en
CO2. En caso de observar hollín en la pluma de la llama, es un indicador de que la
combustión no es completa debido generalmente a episodios de régimen turbulento.
Combustión con llama 227
Figura 83 - Zona de reacción de la llama laminar
Algunos autores definen tres zonas en una llama laminar de difusión:
- Zona interna. Oscura y fría, los gases no se inflaman. Es difícil de observar ya
que queda oculta tras la zona intermedia.
- Zona intermedia. Muy luminosa ya que la deficiencia de oxígeno hace la
combustión incompleta y las partículas carbonosas se vuelven incandescentes
dando gran brillo a la zona.
- Zona externa. Poco luminosa donde la proporción de oxígeno es mayor.
Existen discrepancias entre los diversos textos que recogen esta clasificación a la hora
de localizar el punto de mayor temperatura y sobre donde se produce la mayor parte de
la combustión. Estas discrepancias pueden surgir del hecho de que esta descripción no
sitúa los límites de las zonas y su posición respecto a la zona de reacción.
Otros autores identifican cuatro zonas50
:
- Zona I. Su principal característica es la baja temperatura relativa y la falta de
luminosidad.
- Zona II. Es la región luminosa azul/verde, donde se produce principalmente la
reacción en la parte inferior y en los laterales. El color de esta región indica que
en ella se produce una reacción similar a la producida en las llamas de
premezcla gracias al mejor aporte de oxígeno producido por el arrastre que
generan los movimientos de convección.
- Zona III. Zona poco luminosa que ocupa la región exterior y superior de la llama
visible.
- Zona IV. Zona amarillo pálido que se extiende desde el centro hacia el extremo
de la llama.
50
Modelo descrito por Klaus Roth, Freie Universität Berlin.
Fenómenos en los incendios confinados 259
5.18.5 Otros fenómenos
Aparte de los descritos, hay varios fenómenos más que alteran significativamente la
progresividad del incendio y que han sido descritos por diversos autores sin que haya
unanimidad con respecto a la terminología, por lo que es fácil encontrar descripciones
distintas para un mismo término en función de la bibliografía que se consulte, a lo que
debemos añadir confusiones en las traducciones.
Científicamente solo están reconocidos los términos flashover y backdraft, a los que
se añade otra categoría, fire gas ignition, en la que entran el resto de fenómenos y de
los que solo unos pocos están reconocidos formalmente.
Este término, traducido como “ignición de gases del incendio”, engloba un amplio
abanico de fenómenos que se agrupan bajo esta clasificación y de forma general se
pueden definir71
como “la ignición de gases y productos de la combustión, que se
encuentran, o son llevados, a un estado en el que son inflamables”. La ignición es
causada por la introducción de una fuente de ignición en una mezcla que se encuentra
en el rango de inflamabilidad o cuando los gases que se sitúan por encima del LSI
encuentran un lugar en el que mezclarse con oxígeno en presencia de una fuente de
ignición.
Algunos de los fenómenos que entran dentro de esta categoría y que no han sido ya
tratados son:
Flash fire72
.- Fuego que se desarrolla rápidamente a través de un combustible
difuso como polvo, gas o vapores de líquidos inflamables, sin que se produzca
un aumento peligroso de la presión. En un incendio en un recinto cerrado se
puede manifestar como la combustión rápida de los gases del incendio, pero sin
que llegue a crear la onda de presión característica de las explosiones.
Forward-induced explosion.- Con este término se describe la inflamación de
bolsas de gas que se han desplazado fuera del compartimento donde se
generaron.
Existen más términos como son: flash back, gas combustion, smoke gas explosion, fire
gas explosion, etc.
Por otro lado, la dificultad que supone identificar concretamente cuál ha sido el
fenómeno desencadenado en un incendio real, ha empujado a englobar todos estos
fenómenos bajo el término rapid fire progress para su anotación estadística73
por las
autoridades de EE.UU. En este concepto se encuadran los incendios que se desarrollan
anormalmente rápido por factores derivados de la configuración del recinto donde se
desarrolla y por factores de ventilación.
71
Paul Grimwood, 2003. 72
NFPA 921 Ed. 2004. En la traducción española de la norma se recoge como “llamarada”. 73
NFIRS 5.0 (National Fire Incident Reporting System).
260 El fuego De esta forma, los distintos fenómenos se clasifican según el esquema de la Figura 106.
Figura 106 – Clasificación de los distintos fenómenos
Con respecto a la distinta terminología existente, se debe tener en cuenta que solo se
consideran científicamente aceptadas74
:
Término Traducción
Rapid fire progress Desarrollo rápido del incendio
Flashover Combustión súbita generalizada
Backdraft Explosión por contratiro
Fire gas ignition Ignición de los gases del incendio
Smoke explosion Explosión de humo
Flash fire Llamarada
Tabla 30 – Equivalencia entre terminología75
74
Paul Grimwood, 2003. 75
Picabea y Boj, 2011.
306 Agentes extintores 6.4.5.2 Mecanismos de actuación
Los mecanismos de actuación de estos agentes extintores para metales son la
sofocación y el enfriamiento. En el primer caso con la cubrición del combustible y en el
segundo por la conductividad térmica del agente que se funde, absorbe y disipa el calor.
6.4.6 Agentes químicos especiales para fuegos de clase F
Uno de los fuegos más frecuentes son los que se producen en las cocinas en los que se
ven involucrados combustibles de bajo punto de fusión como son las grasas animales.
Estos combustibles clasificados clase F en el adendum A1 de la norma EN 2, tienen
unas características concretas y suelen desarrollarse en unas condiciones definidas.
Dentro de este contexto, en el mercado existen sistemas de extinción basados en el
acetato potásico (CH3CO2K) como agente extintor. Este compuesto se presenta en
estado sólido en forma de polvo cristalino, escamas o copos y funde a 292 °C. Como
agente extintor se presenta en disoluciones acuosas ligeramente básicas, ya sea en
extintores portátiles o móviles o bien en sistemas fijos de extinción.
Este compuesto alcalino en contacto con las grasas forma un gel o espuma
jabonosa, producto de la saponificación de las mismas, a la vez que al fundirse la sal
forma una costra que actúa por sofocación.
Los sistemas fijos para este agente no están regulados en el RIPCI, por lo que
siguen la reglamentación de la NFPA (NFPA 10 Extintores portátiles contra incendios y
NFPA 17A Sistemas de extinción por agente químico líquido) y las certificaciones UL.
6.5 Gases inertes
Estos gases actúan principalmente por dilución y de forma secundaria por enfriamiento
(en función de las características particulares de cada gas). Los más comunes son el
dióxido de carbono y el nitrógeno, aunque también se pueden emplear helio, neón o
argón, pero al ser caros de obtener solo se emplean en casos especiales como los
incendios de magnesio y otros metales. Aunque no se incluye, el vapor de agua entraría
dentro de esta categoría de agentes extintores.
También se emplean como agentes impulsores de otros agentes extintores, como
los polvos.
Un factor fundamental en la efectividad de estos gases son las condiciones de
confinamiento y de renovación de la atmósfera en el lugar donde se desarrolla el
incendio, ya que es preciso que se mantenga la concentración necesaria del gas inerte el
tiempo suficiente para extinguir el fuego en un primer momento, y para evitar la reignición
posterior. Si al cabo de un tiempo se disipa el gas, las brasas o los metales calientes que
mantengan una temperatura elevada pueden producir una reignición, fenómeno que es
común en fuegos profundos.
Otro factor a tener en cuenta son las características específicas del combustible, ya
que si este cuenta en su composición química con comburente incorporado, como es el
Gases inertes 307
caso de la pólvora o del combustible sólido de los cohetes, estos agentes extintores no
tendrán ningún efecto salvo el derivado del enfriamiento.
6.5.1 Dióxido de carbono
El dióxido de carbono solo puede
existir a presión atmosférica como
sólido o como gas (ver la línea
discontinua del diagrama de la
Figura 112), por lo que al proyectar
dióxido de carbono en estado líquido
se evapora instantáneamente al entrar
en un ambiente a 1 atm de presión,
reduciendo su temperatura según las
leyes que rigen los gases. En este
proceso de enfriamiento una parte del
gas se solidifica (aproximadamente el
25 %)95
formando el denominado hielo
seco o nieve carbónica, a una
temperatura de –79 °C, la cual se
observa como una nube blanca
compuesta por finas partículas y,
debido a la baja temperatura, el vapor
de agua del aire se condensa provocando una niebla adicional. Posteriormente, la nieve
carbónica precipitada se sublimará. Las partículas de hielo seco que se producen
pueden estar cargadas de electricidad estática con el consiguiente riesgo de explosión,
así como el extintor si no está conectado a tierra.
Las características del CO2 como agente extintor son:
- Incoloro, inodoro y ligero sabor
ácido.
- Densidad relativa del gas 1,5 a
1 bar y 15 °C
- Densidad relativa licuado 1,03.
- Punto crítico a 31,06 °C y 73,83
bar.
- Calor de sublimación 136,9 cal/g.
- No reacciona con la mayoría de
las sustancias, no es combustible
ni comburente.
- Con temperaturas por encima de
los 2.000 °C se descompone en
CO y O, pudiendo reaccionar en
fuegos de metales.96
- No es tóxico pero sí asfixiante y
mortal en concentraciones entre el
9 y 10 %.
- Se licua fácilmente a temperatura
ambiente a una presión de
57,8 bar y 20 °C.
- Permite su almacenamiento en
estado líquido a presiones
moderadas, a 21 °C se encuentra
a 58 atm.
- Se proporciona su propia presión
para proyectarse desde el
recipiente donde se encuentra
licuado.
95
Fire Protection Handbook, NFPA. 96
Según FISQ.
Figura 112 - Diagrama de fases CO2
Comportamiento frente al fuego 343
7.9.2 Hogar tipo clase B
Los ensayos para este tipo de hogares se realizan en recipientes cilíndricos de chapa de
acero soldada cuyas dimensiones varían en función de la eficacia para la que se quiera
declarar el extintor. La superficie del recipiente, expresada en decímetros cuadrados, es
igual al producto del tamaño del hogar tipo y .
Figura 119 - Hogar tipo clase B
Estos hogares, como ya se ha visto, se designan por un número seguido de la letra B, el
número representa el volumen del líquido contenido en el recipiente, en litros. El
combustible utilizado para este tipo de ensayos es heptano industrial.
Para dar comienzo al ensayo se prende el combustible dejando que arda libremente
durante 60 segundos, una vez transcurridos los cuales se da comienzo a la extinción.
Al igual que para los ensayos de hogares clase A el extintor puede descargarse de
una vez o en proyecciones sucesivas, debiéndose extinguir todas las llamas.
Los hogares tipo B que se clasifican para extintores portátiles son: 21B, 34B, 55B,
70B, 89B, 113B, 144B, 183B y 233B.
7.9.3 Hogar tipo clase F
La clase F hace referencia a los fuegos producidos por aceites y grasas de cocina.
Según especifica la norma, debido a las características de estos combustibles y en
especial a las altas temperaturas que alcanzan, que pueden llegar a su punto de
autoinflamación, se hace necesario disponer de un tipo de ensayo así como de medios
de extinción específicos113
. Los hogares tipo para esta clase de fuegos son: 5F, 25F, 40F
y 75F.
Los ensayos se realizan en un recipiente metálico simulando una sartén de cocina,
en el caso del ensayo 5F, o en un recipiente rectangular en el caso de los ensayos tipo
25F, 40F y 75F.
El combustible empleado en el ensayo es aceite vegetal puro y comestible con una
temperatura de autoinflamación comprendida entre 330 y 380 °C. El volumen de
combustible, en litros, utilizado en cada ensayo será igual al número del hogar tipo.
113
Tanto los extintores de polvo como los de dióxido de carbono, que se venían utilizando en este tipo de fuegos, se consideran ahora peligrosos, por lo que su empleo está desaconsejado para la extinción de
fuegos clase F. Debido a esto, no podrán clasificarse como adecuados para este tipo de fuegos ni marcarse con el pictograma “F”.
344 Extintores
Figura 120 - Hogar tipo clase F
El ensayo comienza calentando el recipiente con el combustible hasta que se produce la
autoinflamación del mismo. Una vez se inflama el aceite se deja arder libremente durante
2 minutos, comenzando a partir de entonces la extinción del hogar.
Para que el ensayo sea satisfactorio, además de la extinción y la no reignición del
aceite, la aplicación del agente extintor no deberá producir la proyección del combustible
fuera del recipiente ni la expansión de las llamas114
.
7.10 Comportamiento frente al fuego de los extintores móviles
(UNE EN 1866-1)
Conviene describir algunas características específicas establecidas para los extintores
móviles de incendio en lo referente a los ensayos requeridos para su clasificación como
aptos para una determinada clase de fuego.
7.10.1 Ensayos clase A
Los fuegos de ensayo de clase A deben cumplir con la norma EN 3-7.
La norma de extintores móviles, UNE EN 1866-1, no exige especificar una eficacia
determinada de acuerdo a la clasificación de fuego clase A anteriormente vista, si bien
exige que, en caso de ser declara la aptitud para los fuegos de la clase A, se debe:
En el caso de extintores de polvo, ensayar el agente extintor en un extintor
portátil de 9 kg, debiendo extinguir al menos un hogar tipo clase 34A.
En los extintores a base de agua, ensayar el agente extintor en un extintor
portátil de 9 L, debiendo extinguir al menos un hogar tipo clase 13A.
114
Se considera que se produce la expansión de las llamas cuando estas alcanzan alturas superiores a los 2 metros durante periodos de tiempo iguales o superiores a los 2 segundos.
378 EPI La norma UNE EN 137, que los denomina ERACA, establece dos tipos de equipos de
respiración de circuito abierto, siendo:
- Tipo 1. Equipos uso industrial
- Tipo 2. Equipos para extinción de
incendios
Estos equipos están compuestos por:
- Espaldera o soporte dorsal
- Botella
- Manorreductor o válvula reductora de
presión
- Válvula de seguridad
- Alarma acústica
- Conductos de alta y media presión
- Manómetro
- Regulador o pulmoautomático
- Máscara facial
Espaldera
Es el elemento de sujeción principal del equipo, podrán ser metálicas, fabricadas con
fibras de vidrio o materiales termoplásticos. Incorpora el manorreductor y a ella va fijada
la botella de aire comprimido.
Figura 134 - Espaldera o soporte dorsal (a) y reductor de presión (b)
Reductor de presión
Es conocido normalmente como manorreductor si bien la norma UNE EN 137 lo define
como reductor de presión. Está ubicado en la espaldera conectado a la grifería de la
botella. Es el encargado de reducir la presión de la botella a la presión necesaria para el
regulador, normalmente entre 5 y 7 bar.
El reductor de presión o manorreductor dispone de una primera etapa en la que
entra el aire directamente de la botella y una segunda etapa, en la que se reduce la
presión hasta un valor intermedio, adecuado para que el aire llegue al regulador.
Figura 133 - ERACA
Equipos de protección respiratoria 379
Válvula de seguridad
Diseñada para reducir la presión en la etapa de media si esta supera la inicialmente
prevista.
Está diseñada para dejar pasar un flujo de aire de 400 L/min a una presión que no
exceda de 30 bar.
Alarma acústica
Debe activarse de forma automática cuando la válvula de la botella a presión esté abierta
o, si se activa de forma manual, no debe ser posible utilizar el equipo antes de que el
dispositivo este activado.
Se activa cuando la presión disminuye hasta los 55 ± 5 bar, con lo que la autonomía
de aire restante será de unos 7 o 10 minutos.
El nivel sonoro será de al menos 90 dB (decibelios) medidos en el oído más cercano
al dispositivo.
Figura 135 - Alarma acústica (silbato)
Manómetro
Mostrará la información sobre el aire contenido en la botella. El límite superior del rango
de medida estará al menos 50 bar por encima de la presión máxima de llenado de la
botella, además la franja que va de 0 a 50 bar deberá estar resaltada en color rojo o
fotoluminiscente.
Actualmente existen en el mercado aparatos que permiten la monitorización continua
del equipo, ofreciendo información calculada en función del consumo del usuario como
puede ser el tiempo restante de uso, presión restante en la botella, además de
proporcionar sistemas de seguridad como puede ser la información sobre el estrés
térmico soportado o las alarmas de inmovilidad, siendo estas, alarmas de tipo visual y
acústico que se ponen en funcionamiento al no detectar movimiento por parte del usuario
en un rango determinado de tiempo, por lo que también suelen ser conocidas como
“alarma de hombre muerto”. Normalmente esta alarma se puede accionar también de
forma voluntaria por el usuario, para advertir a los compañeros ante una emergencia.
416 Útiles y herramientas el bloqueo de la cadena. Por otra parte, el acelerador del motor, de tipo gatillo, dispone
de un pulsador previo sin el cual no es posible accionar el gatillo acelerador.
Figura 163 - Motosierra
Para el corte de materiales como el hormigón o el ladrillo de construcción se utilizan
motosierras especiales, de mayor potencia, con dientes de diamante y que incluyen un
dispositivo de proyección de agua para la lubricación (no utilizan aceite) y enfriamiento
de la cadena y la eliminación del polvo generado en el corte.
b. Electrosierra: De similares características a la motosierra, aunque generalmente de
menor potencia de corte, sustituye el motor de combustión por un motor eléctrico,
dependiendo de una fuente de alimentación externa para su funcionamiento.
Al carecer de motor de combustión tan sólo incorpora un depósito de aceite, cuya
misión es el lubricado de la cadena, manteniendo los mismos elementos de seguridad y
partes móviles existentes en una motosierra convencional.
Figura 164 - Sierras de cadenas
Sierras de disco: De forma generalizada podemos definirlas como herramientas
utilizadas para el corte o desbaste de elementos metálicos, materiales de construcción y
la madera o el pulido de superficies, realizado por un disco montado sobre un eje
giratorio.
Herramientas 417
Las características de la composición y la terminación del disco de corte variarán en
función de la naturaleza del material sobre el que se vaya a trabajar.
Según su portabilidad, estas herramientas podrán ser fijas, montada sobre una mesa
de corte y de funcionamiento eléctrico; o portátiles, dependiendo para su accionamiento,
al igual que las sierras de cadena, de un motor eléctrico o de combustión.
Para los trabajos de corte se utiliza un disco específico en función del material a
cortar, que podrá tener el filo recto, produciendo el corte por abrasión y desbaste, o
dentado, produciendo el corte por tronzado y con desprendimiento de viruta.
Figura 165 - Discos para corte por abrasión y tronzado
a. Amoladora: Conocida también como radial, es la sierra de disco más empleada por
los SEIS ya que es una herramienta ligera, de manejo sencillo y que permite realizar el
corte de diferentes materiales tras colocar el disco apropiado.
Es una herramienta multiuso pues permite utilizar discos para el corte, el desbaste o
pulido de madera, metal, piedra y cerámicas de diferente dureza.
Utilizada principalmente para el corte de pequeños elementos de construcción o
perfiles metálicos de pared delgada, empleando discos que realizan el corte por
abrasión.
Figura 166 - Sierra de disco de corte por abrasión y tronzado
b. Tronzadora: Para el trabajo con materiales de mayor dureza se emplean sierras
circulares que, utilizando discos dentados o segmentados, realizan el corte por tronzado
desprendiendo pequeños trozos del material seccionado.
Son herramientas generalmente de mayor potencia y dimensiones que las
amoladoras o radiales, lo que genera una mayor fuerza de reacción al contacto de la
538 Vehículos 10.4.2 Vehículos de rescate en altura
Los vehículos de rescate en altura son vehículos especiales utilizados por los SEIS para
la actuación en aquellas intervenciones que se desarrollan a distintos niveles de la
rasante, ya sean incendios, rescates u otros tipos de actuaciones.
Estos vehículos se caracterizan por disponer de una escalera extensible o brazo
articulado para alcanzar el lugar de la intervención, pudiendo llevar incorporada en su
extremo una cesta para el transporte de los bomberos, la evacuación de personas u
otras tareas. La norma UNE EN 1846 los denomina escalera giratoria y plataforma
hidráulica, respectivamente, pertenecientes al grupo de vehículos a motor “camión con
equipo elevador”. La serie de normas UNE 23900 no recoge esta clase de vehículos.
10.4.2.1 Autoescalas
Son los primeros vehículos utilizados
para los trabajos en altura por los
servicios de extinción y salvamento.
Las primeras autoescalas eran
completamente manuales (AEM),
haciendo muy lentas e inseguras las
maniobras de rescate. Los vehículos
actuales cuentan con un sistema
hidráulico que realiza todos los
movimientos de la escala (elevación,
giro y despliegue), empleando como
motor de arrastre el propio del vehículo
a través de una toma de fuerza. Se
diferencian dos tipos: las autoescalas semiautomáticas (AES), que solo pueden realizar
uno de los tres movimientos de la escala, haciendo más lenta la actuación en una
intervención; y las autoescalas automáticas (AEA) que pueden simultanear los tres
movimientos.
En caso de fallo del sistema hidráulico, el vehículo dispone de un sistema auxiliar o
de emergencia, de funcionamiento manual, donde hay que realizar el bombeo del aceite
hidráulico accionando una bomba manual o eléctrica de emergencia, y manejar los
elementos a través de los mandos de control o de otros específicos para estas
operaciones de emergencia. Dicho sistema sólo se utilizará para la recogida en caso de
fallo.
Para aumentar la seguridad al trabajar con esta clase de vehículos se les ha dotado
de unos apoyos hidráulicos que aumentan la estabilidad del vehículo y con ello el campo
de actuación del equipo elevador.
Una autoescala está compuesta básicamente por el chasis cabina del vehículo, la
plataforma donde se ubica la base giratoria (bogie), la escalera extensible con la cesta o
canasta de rescate (en caso de llevarla incorporada), y los apoyos para la estabilización
del vehículo.
Figura 314 - Vehículo autoescala
Principales vehículos de los SEIS 539
Figura 315 - Partes de un vehículo autoescala
Dispone, además, de armarios o cofres para el transporte del equipamiento de
herramientas, así como otros elementos empleados para los servicios de extinción y
salvamentos, como lanza-monitor, equipo semiautónomo de respiración, generador
eléctrico, etc.
La norma UNE EN 14043 Medios elevadores aéreos para los servicios de lucha
contra incendios. Escaleras pivotantes con movimientos combinados y la norma UNE EN
14044 Medios elevadores aéreos para los servicios de lucha contra incendios. Escaleras
pivotantes con movimientos secuenciales, regulan las características de las escaleras
giratorias con movimientos combinados o automáticos y secuenciales o semiautomáticos
respectivamente.
10.4.2.2 Brazo articulado
Este tipo de vehículo de rescate en altura, de posterior aparición a la autoescala, permite
alcanzar mayor altura y campo de acción al disponer de un brazo articulado que amplia
las funciones de la escala.
Básicamente, el equipo elevador consiste en
una escalera desplegable, como las de las
autoescalas, que tiene acoplado en su extremo
un brazo articulado con una cesta de rescate al
final. Esta configuración permite llegar a lugares
de difícil acceso, que una autoescala no
alcanzaría, como por ejemplo rebasar un
obstáculo que se interponga entre el vehículo y el
lugar de actuación, o posicionar la cesta en un
lugar no visible desde el bogie.
Hay disponibles en el mercado diferentes
configuraciones de brazos articulados. El más
básico carece de elementos telescópicos
Figura 316 - Brazo articulado
Máquinas hidráulicas 563
Atendiendo a los ejemplos de la Figura 334, la clasificación según estos tres criterios es
la mostrada en la Tabla 57.
Figura 334 - Hélice de barco (a): máquina rotodinámica. Bomba de pistones (b): máquina de desplazamiento positivo. Noria de agua (c): máquina gravimétrica
Máquina
Sentido de transferencia
de energía entre la
máquina y el fluido
Compresibilidad
del fluido
Principio de
funcionamiento
Turbobomba Transmisora entre líquido
y líquido Hidráulica Rotodinámica
Bomba centrífuga Generadora Hidráulica Rotodinámica
Turbina Pelton Motora Hidráulica Rotodinámica
Motor de explosión Motora Térmica Volumétrica
Hélice de barco Generadora Hidráulica Rotodinámica
Bomba de pistones Generadora Hidráulica Volumétrica
Noria de agua Motora Hidráulica Gravimétrica
Tabla 57 - Clasificación de algunas máquinas
11.1.1 Clasificación y definición de bomba hidráulica
Las bombas hidráulicas son artefactos mecánicos que convierten la energía mecánica
procedente del motor de arrastre al que están acopladas en energía hidráulica del líquido
que las atraviesa aumentando algunas de estas variables: presión, caudal y altura
relativa del líquido.
El nombre que recibe la máquina que realiza el proceso inverso a la bomba
hidráulica es la turbina hidráulica.
564 Bombas hidráulicas Se puede establecer una primera clasificación de las bombas hidráulicas, según el tipo
de movimiento de su elemento impulsor, en:
Bombas alternativas. El impulsor en contacto con el líquido realiza un
movimiento lineal alternativo o de vaivén, es decir, un desplazamiento lineal en
un sentido y el mismo desplazamiento en el sentido contrario.
Bombas rotativas. El impulsor gira solidario a un eje.
Pero la clasificación más completa y principal de las bombas hidráulicas se hace de
acuerdo con su principio fundamental de funcionamiento, analizando de qué manera la
energía mecánica de la máquina se transforma en energía hidráulica cinética, energía
potencial o energía de presión, según determina el teorema de Bernoulli:
Bombas rotodinámicas, bombas dinámicas, turbobombas o bombas de
intercambio de cantidad de movimiento. Son bombas de movimiento rotativo
en las que el elemento impulsor, denominado también rodete o rotor,
transforma la energía mecánica principalmente en energía cinética. A este
grupo pertenece la bomba centrífuga.
Bombas de desplazamiento positivo o bombas volumétricas. Estas bombas
trabajan basándose en el principio de desplazamiento positivo, según el cual se
impulsa el fluido por disminución del volumen de la cámara que lo contiene.
Pueden ser de movimiento rotativo, como las de engranajes o las de paletas, o
de movimiento alternativo, como las de émbolo o las de membrana144
. Este tipo
de bombas transforman la energía mecánica en energía de presión.
Bombas gravimétricas. Son aquellas que aportan al líquido energía potencial
en forma de incremento de altura, como las antiguas norias y los tornillos de
Arquímedes.
11.1.2 Clasificación de las bombas hidráulicas según el Hydraulic Institute (USA)
El Hydraulic Institute145
distingue dos tipos básicos: bombas dinámicas y bombas de
desplazamiento positivo.
Las bombas dinámicas son aquellas que transfieren energía al fluido mediante la
rotación a velocidad elevada de ruedas giratorias o impulsores, los cuales pueden
consistir en alguno de los siguientes elementos:
- Elemento centrífugo, tanto rodetes de eje horizontal como rodetes de eje
vertical.
- Rodete regenerador, el que montan las bombas de turbina.
- Carcasa giratoria con tubo de Pitot.
144
Tanto las bombas centrífugas como las bombas de desplazamiento positivo de movimiento no lineal son bombas rotatorias, lo cual crea cierta confusión con la clasificación realizada inicialmente de las
bombas hidráulicas en rotativas y alternativas. Para evitar esta confusión, las bombas centrífugas se denominan rotodinámicas y las volumétricas rotoestáticas. 145
Organización privada norteamericana que, desde 1917, elabora normas sobre bombas hidráulicas y
establece nombres y clasificaciones extendidas por todo el mundo, especialmente en los países de influencia norteamericana, siendo el equivalente en este ámbito a la NFPA en la protección de incendios.
620 Transmisiones La diferencia fundamental con el sistema símplex es que en este sistema se establecen
dos frecuencias distintas, una para la emisión “F1” y otra para la recepción “F2”, no
siendo posible la comunicación directa entre terminales como ocurre en el sistema
simplex, por lo que es necesario la existencia de una estación repetidora que sea capaz
de convertir la señal emitida por el usuario “F1” en una señal que pueda ser captada por
el receptor “F2”. Esta conversión de frecuencias por parte del repetidor se produce de
manera automática gracias a la introducción de un dispositivo denominado duplexor.
Figura 374 – Comunicación símplex (a) y semidúplex (b)
La característica común con el sistema símplex es la imposibilidad de comunicarse de
manera simultánea entre los terminales, ya que el radiotransmisor no puede emitir y
recibir en el mismo instante. La introducción del repetidor proporciona un alcance mayor,
a la vez que se reducen las interferencias del sistema al separar las frecuencias de
emisión y recepción.
12.5.1.3 Sistema dúplex
Este sistema se caracteriza por hacer posible la comunicación simultánea entre los
terminales. Para ello, se asignan distintos pares de frecuencias de emisión y recepción,
dotando a cada radiotransmisor de un duplexor que haga posible la emisión y recepción
de manera simultánea.
La diferencia entre el sistema dúplex y semidúplex es, por tanto, la capacidad de los
transmisores de recibir y emitir simultáneamente tal y como sucede con el repetidor. Un
ejemplo de este sistema sería el servicio telefónico.
Figura 375 - Comunicación dúplex
Sistemas de comunicación móviles 621
12.5.2 Selectividad de llamadas
El uso de las técnicas de selectividad de llamadas permite cerrar las redes de radio, de
manera que se limitan las comunicaciones a un grupo de usuarios determinados. Con
ello se consigue que el mensaje se dirija hacia el grupo al que va destinado y no hacia
toda la red.
Algunos de estos sistemas pueden ser la emisión de subtonos de audio o la emisión
de una serie de tonos audibles, actuando estos como llave para la apertura del
transmisor o repetidor.
a) Subtonos de audio (código CTCSS)
Se trata de la emisión de una señal junto con la portadora. Esta señal permanecerá junto
con la portadora durante todo el tiempo que dure la comunicación, pero no se
reproducirá en el altavoz al estar emitida en una frecuencia no reproducible por este
(inferior a 300 Hz). Se utilizan 38 subtonos de radio, cada uno de los cuales tiene
asignada una frecuencia, que va desde los 67 a los 250 Hz.
b) Tonos secuenciales
Se trata de la emisión, al principio de la comunicación, de una serie de tonos
secuenciales actuando, de manera similar al código CTCSS, como una llave para la
apertura del repetidor o transmisor. En este caso, estos tonos sí se reproducen en el
altavoz del equipo de forma semejante a notas musicales.
Las emisiones acompañadas tanto por subtonos de audio, como por tonos
secuenciales, serán oídas por todos aquellos terminales que estén abiertos en
recepción, es decir, estas comunicaciones no son confidenciales. La ventaja está en que
los usuarios cuyos aparatos carezcan de dicho subtono no podrán conectar con el
repetidor, por lo que no podrán interferir en las comunicaciones.
12.5.3 Redes y mallas de comunicación
Una red de comunicaciones es un sistema de
organización y coordinación de las
comunicaciones, con el fin de asegurar una
buena gestión de los distintos recursos del
sistema.
Con este objetivo se divide la red en
mallas, estando compuesta cada malla por un
conjunto de usuarios con características
semejantes. De esta forma, cada malla
trabajará de forma independiente a las demás,
pero dentro de la misma red y supervisadas
todas ellas por el centro de coordinación.
A cada malla se le asignará un número determinado de frecuencias o canales,
dependiendo de sus propias características.
Figura 376 - Red de comunicaciones
650 Primeros auxilios
Figura 390 - Apertura de la vía aérea y exploración de la respiración
Si respira se la colocará en la posición de recuperación, es decir, en posición
lateral de seguridad (véase apartado 13.11), reevaluando su estado
periódicamente, por si este empeorase.
Si no respira se iniciaran las compresiones torácicas; para ello, el socorrista se
arrodillará al lado de la víctima colocando el talón de una mano en el centro del
pecho de la víctima (mitad inferior del hueso central del esternón) y el talón de la
otra mano sobre la primera entrelazando los dedos, colocando, al mismo tiempo,
los brazos rectos, de manera vertical sobre el pecho de la víctima. Una vez en
esta posición, se empezará a realizar las compresiones, empujando el esternón
al menos 5 cm, pero no más de 6 cm, y manteniendo una frecuencia de al
menos 100 compresiones por minuto, pero no más de 120. Se darán 30
compresiones torácicas de manera ininterrumpida.
Figura 391 - Compresiones torácicas e insuflaciones boca a boca
A continuación se comprobará la vía aérea, procediendo a la apertura de la
misma utilizando la maniobra frente mentón realizando a continuación
2 insuflaciones efectivas, para lo cual se procederá a pinzar la nariz utilizando
los dedos índice y pulgar realizando seguidamente una insuflación de 1 segundo
Soporte Vital Básico 651
Figura 392 - Soporte Vital Básico en adultos