Generación Y
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Transcript of Generación Y
Gloria Cartes
Andres Niklitschek
Luis Gonzalez
MBA Universidad Austral de Chile
Profesor: Cristian Salazr
Agosto 04 de 2012
Introducción
La generación net, millennials, «Y» o «nativos digitales», está
integrada por jóvenes entre 20 y 29 años, identificados por el uso de Internet y la llegada del tercer milenio, que están ingresando al mercado
laboral. Suelen definirse como apolíticos, se preocupan por el ambiente,
valoran la iniciativa personal y pueden llegar a ganar mucho dinero gracias a su dominio de las tecnologías (Fonseca, 2003).
Esta generación, educada en la cultura de la conectividad digital,
constituye actualmente el segmento de mayor crecimiento en el campo laboral.
La generación "Y" ha desarrollado más el lado derecho de su
cerebro, aquél que se concentra más en lo
creativo. El hemisferio izquierdo del
cerebro, el más desarrollado por parte de los "baby-boomers" y la generación
"X", es el que se concentra más en la
lógica. Es por esto que antes la educación iba dirigida al hemisferio
izquierdo. Leer resultaba estimulante. "
El desarrollo del hemisferio derecho es producto, de nuevos
estímulos que no existían antes. "La educación compite hoy día con
los X-Box, los Nintendo, el Internet, el VH1 y el MTV, todos ellos
instrumentos que van dirigidos al hemisferio derecho del cerebro.
Antes el único estímulo era la lectura, pero hoy la realidad es
distinta. EL sistema educacional debe ser adaptado para llegar a los
jóvenes de la generación "Y" para conseguirlo es necesario utilizar
estrategias que vayan dirigidas a
estimular el hemisferio derecho. No
es que la lectura haya dejado de ser
importante. La diferencia es que
ahora, para que utilicen el lado
izquierdo del cerebro, primero hay
que haber estimulado el derecho".
Muchos autores destacan la flexibilidad de la tecnología asistida
que se encuentra en el corazón de los estilos de vida de los jóvenes en la
sociedad contemporánea. Como tales, estos jóvenes se presentan como una "generación multitarea", que depende de un "malabarismo digital" de sus
actividades diarias y compromisos (Wallis, 2006). Esta flexibilidad de la
vida cotidiana con mayor frecuencia se presenta en términos positivos y de
celebración, transmitiendo una sensación de un individuo joven que es libre de elegir con quién interactuar, cuándo y con qué fines. De esta
manera, los nativos digitales se ven beneficiados de una individualización
distinta de la vida cotidiana que se deriva específicamente de uso de la tecnología digital (Green et al, 2006).
Generación Y:
Cuando nos preguntamos cómo llegamos a esta generación, cuáles fueron las condiciones que se dieron para su desarrollo, nos
encontramos con que estos nativos digitales han tenido experiencias infantiles sustancialmente diferentes de las de sus predecesores de la ge-
neración X. Fueron bebés especiales, crecieron con vidas planificadas, frecuentemente sobresaturadas de actividades, con padres ausentes por
razones laborales o con familias disfuncionales. Son el producto de un sistema educativo que en los años noventa privilegió el desarrollo de la
autoestima en sus programas de estudios, están acostumbrados a recibir comentarios frecuentes de elogio, así como reconocimientos incluso para
las últimas posiciones en cualquier tipo de competencias (Chirinos, 2009; Spitz, 2010). En definitiva, fueron educados en una atmósfera
caracterizada por el «tú puedes lograr cualquier cosa».
Las principales características de esta Generación Y son: Usuarios de Internet que disponen de una cuenta en las principales redes
sociales: Facebook, Windows Redes Sociales (Messenger, Hotmail), Orkut (de Google), Twitter y Hi5. Son los promotores de esta «revolución
tecnológica», jóvenes que se encuentran en cualquier lugar moviendo ágilmente los dedos en sus teléfonos inteligentes y escuchando música en
sus iPods.
Esta nueva generación caracterizada por la hiperconectividad, que no concibe su vida sin Internet: para ellos una PC sin conexión carece
de sentido. Son los grandes consumidores de las nuevas tecnologías, están globalizados a través de los blogs y las redes sociales. Como tal, el
nativo digital es a menudo retratado como autónomo y altamente sociable.
A pesar de estar expuestos permanentemente a información y conocimientos, a estos jóvenes no les gusta leer ni escribir, sus destrezas en
estos ámbitos suelen ser bastante limitadas (Fonseca, 2003). Esto se puede apreciar fácilmente al dar un pequeño recorrido por las redes sociales;
En éstas es habitual encontrarse con faltas de ortografía, ideas que carecen de sentido, abreviaturas inventadas por los mismos usuarios,
conceptos creados y adaptados por los usuarios, que hacen poco comprensibles estos términos para personas de otras generaciones. En este
sentido, gran parte de la forma de expresarse de la generación Y hace un mejor uso de la tecnología vista como un medios de comunicación
"ecológica", donde los medios de comunicación más tradicionales, como los libros, la televisión y la radio, son convergentes con los medios
digitales y usados como medios de comunicación para la comunicación social (Ito et al., 2008, p. 8).
Ahora bien, para los nativos digitales, comunidad no implica un grupo de amigos con intereses comunes; es algo más global, como una
ciudad, una nación, un planeta (Howe y Strauss, 2007). Quizá esta forma de ver el mundo explique en gran parte el auge de las redes sociales e
incluso el surgimiento de tribus urbanas como los góticos, los modernos, los emos, que existen en la mayoría de las grandes urbes mundiales
(Spitz, 2010).
Esta generación es, en definitiva, culta en el ámbito tecnológico, inquieta, impetuosa, retadora, tolerante a la diversidad, sin temor a decir
lo que piensa y, sobre todo, capaz de romper con naturalidad muchos de los esquemas tradicionales que aún prevalecen en algunos ámbitos de la
sociedad. Sin lugar a dudas, lidiar con ellos parece un gran reto, sobre todo si se pretende entenderlos mediante los cánones que han definido a
las generaciones precedentes.
Relación con el mundo laboral
La incorporación de los nativos digitales al mercado laboral
implica la convivencia de, al menos, tres generaciones en el
escenario organizacional: baby boomers (45 a 60 años), generación
X (30 a 44 años) y generación Y (20 a 29 años). Esta mezcla de
personas con experiencias y valores diferentes es, sin duda, una
fuente natural de desavenencias entre los integrantes de los equipos
de trabajo en las organizaciones. La situación resulta bastante
evidente en el caso de la generación net, cuyo perfil sustancialmente
diferente del de sus predecesores se
ha convertido en un dolor de
cabeza para muchos gerentes y
directivos, quienes aún no
logran descifrar qué les
incentiva y motiva.
Las principales
fuentes de conflicto entre
estas tres generaciones se
encuentran en el estilo de
liderazgo, la noción de
lealtad organizacional, el
respeto a la autoridad, la
necesidad de balance vida laboral, vida
personal y el uso de la tecnología de información.
El reto de las organizaciones: ¿qué hacer con ellos?
La respuesta a la pregunta «qué hacer con los nativos
digitales» es, simplemente, integrarlos. Su llegada al mercado
laboral es un hecho irreversible. Para ello es importante que las
generaciones mayores comprendan que ninguna generación es mejor
que otra; todas cuentan con atributos positivos y negativos. La clave
reside en capitalizar la interacción de los distintos grupos
generacionales, y ello requiere aceptar la «diversidad».
El manejo exitoso de la diversidad
generacional exige,
necesariamente, repensar muchas
de las políticas y prácticas que
utilizan las organizaciones para
gestionar su capital humano. No
se trata de cambiar radicalmente a
las empresas, sino de ser más
flexibles y aprovechar al máximo
las potencialidades de las dife-
rentes generaciones que las
integran.
Javitch (2010) recomienda algunas prácticas que podrían ser
fácilmente instrumentadas y contribuirán a integrar exitosamente a
los nativos digitales:
• Múltiples tareas. Esta generación está acostumbrada a rea-
lizar múltiples tareas a la vez, para ellos este proceder es natural e
incluso podría ser percibido como un reto.
• Equipos de trabajo. El espíritu gregario de esta generación
hace que vea con buenos ojos cualquier iniciativa de este tipo.
• Estructura. Proporcionar soporte y directrices claras para
que puedan alcanzar los objetivos. Si bien los jóvenes de esta
generación parecen seguros de sí mismos, requieren la proximidad
de la jefatura como facilitadora.
• Tecnología. Promover el uso de la tecnología en el ámbito
laboral y establecer normas de buen uso.
• Retos. Establecer de manera permanente desafíos acordes
con sus intereses y capacidades.
• Relaciones. Construir relaciones fundamentadas en la con-
fianza mutua, de manera que puedan sentirse cómodos con las
figuras de autoridad.
• Refuerzo positivo. Recompensar y proporcionar feedback
frecuentemente.
• Liderazgo comprometido. Es importante que estos jóvenes
cuenten con un liderazgo cercano, que muestre un genuino interés en
su crecimiento profesional.
Riesgos y Peligros del uso de la tecnología.
Algunos autores han comenzado a sostener que la mayor autonomía derivada del uso de la tecnología digital, la cual puede producir en
las personas una desventaja y marginación de los niños y jóvenes a través de un conjunto de "riesgos" y "peligros" (véase Byron Review, 2008).
Hablamos de los riesgos físicos, emocionales y sexuales asociados a los excesos de los jóvenes digital, también se han generado más de un
intelectual y académico "embrutecimiento. Por lo tanto, algunos autores sostienen que la actual generación son intelectualmente cleptómanos,
hacen propia su opinión con el solo hecho de copiar y pegar (Keen, 2007)
Aquellos que no han nacido en el mundo digital son como 'inmigrantes digitales'. Hemos adoptado muchos aspectos de la tecnología,
pero al igual que los que aprenden otro idioma más adelante en la vida, nos reservamos un "acento" porque todavía tenemos un pie en el pasado.
Un acento del mundo pre-digital a menudo hace difícil para nosotros una fluida comunicación.
Por ejemplo, estudios de investigación sugieren que las habilidades de los jóvenes para acceder a las tecnologías digitales siguen siendo
modelada fuertemente por el desarrollo económico y clase social, así como de género, la geografía (Golding, 2000). De hecho, algunos grupos
sociales de los jóvenes parece ser tan "digitalmente excluidos", como las generaciones anteriores, aunque de maneras que son más sut iles y tal
vez menos evidentes para los adultos (véase Selwyn y Facer, 2009). Por ejemplo como en países de Africa y Asia .
Empresa y Trabajador 2.0
La generación Y, es presentada como el trabajador 2.0 y la
"empresa 2.0", es caracterizada por las relaciones sociales,
culturales y económicas, entendidas como conversaciones. Además,
esto converge con la llegada de una comunicación abierta, sin límites
y completamente descentralizada, sustentada en "redes sociales".
En consecuencia, se ha confeccionado una empresa fundada con esta
filosofía. Algunos autores, como Thomas Friedman (citado en
Lucas, 2008:11), afirman la existencia de un conjunto de
mecanismos facilitadores del proceso de socialización y los
clasifican en tres grandes grupos, denominados "aplanadores". Así se
tienen los constituyentes de una plataforma general (internet,
workflow) y, a continuación, las nuevas formas de colaboración
(outsourcing opensourcing, offshoring). En tercer lugar están los
esteroides (virtualización, digitalización, personalización), elementos
potenciadores de los otros. Esto se observa en el conjunto de
mecanismos actualmente empleados en algunas empresas, no sólo
como herramienta de negocio, sino también como nueva línea de
negocio en sí misma. Como las wikis o los blogs, cuya frecuencia de
utilización es diaria en el ciberespacio, convirtiéndose así en los
elementos más populares de la red.
Con la llegada de estos recursos (humanos, económicos y
técnicos), la empresa 2.0 transita del mando y el control a la
colaboración entre pares, con un nuevo concepto de trabajador.
Simultáneamente, experimenta una evolución desde un modelo de
jerarquía de tipo vertical hacia otro de corte horizontal (Nordstrom y
Riddestrale, 2000), donde la expansión del conocimiento se hace
patente, y la innovación individual cerrada se abandona para crear
las condiciones propicias tendientes a una innovación social abierta.
En suma, es una empresa con una comprensión clara de la conexión
entre aprendizaje, innovación, y productividad.
Como consecuencia de este uso natural de las herramientas
provistas por internet (Eco, 2007), surge un nuevo modelo de
trabajador (usuario/ productor y amateur/experto), asociado al
concepto de empresa 2.0, conocido por analogía como el "trabajador
2.0". Cabe preguntar ¿quién es el trabajador 2.0? El trabajador 2.0
puede ser considerado como un administrador de la información o
un gestor del conocimiento, y por la naturaleza de su función, debe
poseer un conjunto de características particulares. La génesis de su
talento se encuentra en la diferenciación.
El trabajador 2.0 se presenta como el poseedor de una
concepción multidimensional de su entorno, con sólidas bases para
la competencia, es decir, una personalidad polifacética, sustentada en
la imaginación, creatividad e innovación. También destaca su
ingenio, basado en e! error o en su fracaso. Porque a pesar de sus
continuos fallos, es ese camino precisamente el más atingente para
aprender de manera notable (Nordstrom y Riddestrale, 2000:196-
215).
Además de su multifuncionalidad, es necesario reconocer en
él una personalidad honesta, ya que uno de los pilares fundamentales
en su forma de entender la interrelación en los flujos de información
(esta última la recibe y comparte libremente) es la confianza. Al
cultivar estos valores se encuentra en posibilidad de ampliar su red
virtual de contactos (su comunidad).
Cabe preguntarse sobre el trabajador 2.0: ¿dónde obtiene sus
ideas?, ¿cómo aprende?, ¿cuáles son los ámbitos personales de
referencia del trabajador 2.0? Una posible aproximación de respuesta
la proporciona Andrew McAffe (citado en Tebbutt, 2009). El
considera cuatro ámbitos esquematizados en círculos
concéntricos (figura IV). El primer
círculo, es decir, su ámbito inmediato,
está integrado por las personas con
quien el trabajador 2.0 tiene nexos
fuertes (sus colegas, las personas
con quien trabaja o toma el
almuerzo y quizá con quien
socializa a diario). El siguiente
está integrado por gran
cantidad de personas con
las cuales tiene encuentros
incidentales en un bar o
restaurante. A
continuación se ubican los
potenciales colegas o conocidos.
Todos los círculos son dinámicos y se
subsumen unos en otros de manera interactiva. El
anillo exterior contiene el mundo de personas quizá más
útiles para el trabajador 2.0, porque sus mundos son totalmente
divergentes y le proporcionan datos a los cuales no tendría acceso.
¿Cuál es la dinámica de estos círculos?
En la empresa 2.0 las tecnologías no causan todos estos
sucesos, pero pueden actuar como amplificadores de estos procesos
naturales (Tebbutt, 2009; Eco, 2007: capítulo 2; Missika, 2007). Por
ejemplo, los wikis quizás sean populares entre individuos totalmente
sedentarios, mientras Twitter o Facebook quizás sean utilizados en
todas las áreas de la organización. El ámbito potencial no podría ser
realmente explotado sin la tecnología en la empresa 2.0,
particularmente los blogs. La compañía de McAfee denomina a esta
forma de trabajo como "narrar el trabajo". Esta manera de funcionar
en la operación diaria se logra con la ayuda de búsquedas
periódicas en internet, a través de las etiquetas (tags
en los blogs) o los lazos o ligas (links)
dirigidos hacia otras fuentes
(Tebbutt, 2009). Todo este conjunto
de actividades permite al
trabajador 2.0 atraer como un
imán a otras personas interesadas
en sus temas de interés o de
trabajo (Turner, 2006; Dumaine,
2008). Ésta es la nueva cultura de
redes abiertas y de la convergencia
(Jenkins, 2008; Rao, 2009), a fin de
construir el conocimiento de manera
participativa y con disponibilidad para
todos los interesados en un determinado
campo del quehacer humano.
Generación Y en Chile
Ya en los años sesenta el otrora gurú de la tecnología
Marshall McLuhan señala que la juventud era el grupo humano más
proclive a los cambios tecnológicos.
Aunque muchas de sus teorías han sido fervorosamente
denostadas, esta percepción se ha mantenido. Para el psicólogo
uruguayo Roberto Balaguer (2004) este fenómeno se explica por que
las nuevas generaciones han crecido frente a las pantallas. Lo que
Cárcamo, Cladellas y Estaún (2006) sostienen es cada vez más
prematuro. “Desde las videocámaras que vigilan a un bebé, los
juegos y hobbies de infantes y adolescentes, además de los cambios
que se dan en los procesos de escolarización” (Cárcamo, Cladellas y
Estaún, 2006: 14). Siguiendo esta lógica, se habla de los nativos
digitales, en contraposición con los veinteañeros y treintañeros que
crecieron con el juego Atari y los disquetes 5 ¼. “Son los nativos
digitales, aquellos “teens” que nacieron cerca de un computador
personal o un Nintendo, que han visto los mouses y teclados desde
pequeños y aprendieron a interactuar con ellos naturalmente, los que
no conciben ir a revelar un rollo para ver las fotografías que
tomaron, los que consideran una pérdida de tiempo escribir una carta
y enviarla por el correo tradicional” (Africano, L. 2007)”.
Este fenómeno es aún más relevante tomando en cuenta que los jóvenes se encuentran en un período de definición de identidad. Citando a
Turkle (1995) y Wallace (1999), la psicóloga chilena Beatriz Zegers (2003) dice que la red se está convirtiendo en un enorme laboratorio de
experimentación de la identidad, mediante los MUD (Multi User Dungeons, dominios multiusarios, en los cuales se construye un mundo virtual),
metamundos, chats abiertos o cerrados (como lo es el Messenger), grupos de noticias, y comunidades virtuales. Para esta autora (2003), la red es
un nuevo espacio en donde los jóvenes viven la llamada moratoria psicosocial, que Graciela Castro (2002) define como el período en el cual el
muchacho se prepara para ser adulto.
“…allí pueden tener las experiencias –libre de las obligaciones y consecuencias que tienen los experimentos en la vida real– necesarias
para lograr definir la identidad. Cuando Erikson formuló su teoría de la Identidad (Erikson, 1968, 1972), la juventud leía más y a través de la
lectura de grandes obras y biografías, de la caracterización espiritual y psicológica de sus personajes, podía identificarse con ellos, aprendiendo
en un nivel simbólico más que concreto; no obstante hoy, para algunos el ciberespacio está tomando su lugar” (Zegers, 2003: 5-6).
De acuerdo al sociólogo chileno Fernando de Laire (2001), en su afán por encontrar espacios, uno de los lugares donde los jóvenes se se
repliegan, buscan abrigo, es el ciberespacio, donde el autor destaca el papel de los foros virtuales y los chat. En este contexto, para Adriana Gil
(2003) los cibercafés, lugares donde se paga por un PC con acceso a Internet durante un período determinado, adquieren particular relevancia.
La juventud chilena le quito el café al término, pasando a denominarlo simplemente ciber, vocablo más apropiado para un recinto en el
cual rara vez hay café.
Para Sergio Balardini (2004), los adolescentes viven en lo que denomina una tecnocultura. Dicha terminología se vincula con lo que
propone su colega chilena, Ana María Raad (2004), sobre la fascinación que sienten los jóvenes hacia las TIC, lo que ella denomina
tecnofascinación. Desde esta perspectiva, es muy esclarecedor el término ciberchabones, con el que Balardini (2004) titula su análisis, que en su
experiencia es un calificativo con el cual se denomina a los jóvenes mexicanos que piden plata para poder ingresar a un ciber.
De esta forma, para Balardini (2004) la relación de los jóvenes con la tecnología es más amplia que una cuestión comercial y pasa a ser un
espacio de identificación. Las herramientas tecnológicas les brindan seguridad, estabilidad y compañía fiel. Las TIC (tecnologías de la
información y la comunicación) resulta un mundo habitual, familiar, conocido y estable. El PNUD (2006) añade que las tecnologías cumplen la
función de entretención, y también, les ofrecen independencia.
Según datos de la encuesta del INJUV del 2002, ejecutada por Fernando Soto y sus colaboradores, en una población que fluctuaba entre
los 15 a 24 años, un 80,5% de los encuestados reconoció usar habitualmente la Internet. El acceso a la red entre los jóvenes alcanzaba un 35%,
siendo el grupo etéreo que presenta mayor conectividad.
Este porcentaje bajaba a un 21% entre los 19 y 29 años, y a un 14% entre los 30 y 44 años (ver gráfico 1. 1).
Gráfico 1.1
Navegar en el ciberespacio fue la séptima actividad más frecuente que realizaban los jóvenes en sus tiempos libres, entre 21 posibles
tareas en listadas. Sin embargo, dada la vertiginosidad de los cambios en la informática, y el acelerado crecimiento de la penetración de la web en
la población chilena (desde el 2001 al 2005 la introducción del Internet aumentó un 218,7%) [2] estos resultados no son del todo efectivos para el
día de hoy. El último informe de la World Internet Proyect (WIP), que desde el 2003 viene investigando la evolución de la penetración de la red
en varias sociedades en el mundo, deja en claro que en el caso chileno la Internet es un asunto, prioritariamente, de jóvenes. Entre los 6 y los 29
años se concentra el 84,3% de los internautas chilenos (ver gráfico 1. 2).
Gráfico 1.2
Dentro de los usos que se hace de la red tanto la investigación del WIP (2006), realizado entre santiaguinos desde 6 a 60 años, y la tesis
doctoral de Luis Cárcamo (2007), concentrada en liceanos tanto de sectores urbanos como rurales, demuestra que los jóvenes usan la red con
múltiples propósitos: que van desde la entretención, descarga de vídeos y música y búsqueda de información de apoyo estudiantil [3]. Pero la
principal actividad de los jóvenes chilenos en la red responde a fines comunicativos, en esto coinciden Cárcamo (2007) y Godoy (2006).
Herramientas informáticas o fenómenos Internet
Así como la mensajería se instala rápidamente como uno de
los usos más frecuentes de la red, el gráfico 1.6 expresa las
motivaciones de los sujetos por usar herramientas, sean estas o no de
un uso frecuente para los estudiantes secundarios del estudio.
De esta forma, las estadísticas marcan que Chile es el país
con más usuarios de la herramienta fotolog.com
(34,4 % de los espacios Fotolog.com, son de
origen chileno), se puede estimar que el
fenómeno de descarga y visualización de
audiovisuales on line se transforma en un
fenómeno importante que motiva a los y
las estudiantes. Obviamente la ejecución
de estas herramientas tecnológicas pasan
por la accesibilidad a banda ancha
adecuada, pero desde los aspectos
motivacionales el portal Youtube, por
ejemplo, se instala más allá de una
herramienta informática y se
convierte en un fenómeno de
comunicativo. Gracias a la constante
baja de precios de los dispositivos de vídeo, el hardware y el acceso
a Internet facilitan el acceso de las clases subalternas, siguiendo los
planteamientos de Renó, a participar de Youtube.
En otras latitudes con mejores niveles de vida, los juegos en
línea son otro fenómeno que ha tenido un crecimiento fuerte en los
últimos años. A pesar de que para el caso chileno no existen
antecedentes, los estudios realizados en España por la Asociación de
distribuidores y editores de software de entretenimiento (ADESE)
nos dan luces sobre el tema. Desde el
2004 el porcentaje de jugadores
enlínea se ha duplicado en el caso
de los participantes de consolas. La
consola como sistema de hardware
y software para el hogar, diseñado
inicialmente para jugar videojuegos,
con el desarrollo tecnológico del
wireless y el bluetooth se ha
masificado en sociedades con
estándares socioeconómicos elevados
y en caso de España ha subido de un
26,8% a un 34,5% para los jugadores
en computador.
Conclusiones:
Como resultado de lo antes expuesto, se comprueba una
serie de cambios radicales en la sociedad actual. Estos son
generados en gran parte por la llegada de una variedad de medios
de comunicación, cuya característica principal es lo instantáneo.
Como consecuencia de esta nueva forma de vida, los jóvenes
actuales se mueven en un mundo global, de corto plazo, en el límite
entre lo físico y lo virtual, donde el trabajo es un mal necesario, pero
no esencial para existir, como ejemplo de ellos, vemos que en
Japón los jóvenes rechazan los ascensos laborales porque estos
implican más responsabilidades y mayor número de horas en el
trabajo. Para este grupo de jóvenes, así como la gran mayoría de
la generación Y es más importante convivir y construir de manera
colectiva el espacio de sociabilidad en internet (redes sociales).
La música, el Ipod, los videojuegos, el Iphone, los podcast y
los videos musicales se han convertido en el pretexto y el contexto
de vida. Les preocupa lo inmediato, porque para ellos el futuro
simplemente es algo tan borroso, incierto y lejano que no se deben
preocupar por él. El aquí y el ahora es lo importante. Esta idea se
constituye en un elemento diferenciador entre los jóvenes y sus
predecesores. Las telecomunicaciones dejaban tras de sí a la radio,
la televisión, el facsímil, el teléfono de disco y la computadora de
escritorio para dejar paso a la portabilidad y la usabilidad de los
equipos usufructuados por la novel generación Y.
Como consecuencia de la llegada de estos tecnológicos, se ha
generado un conjunto de trabajadores versados en todas o casi
todas las herramientas de comunicación, principalmente las basadas
en internet. Ahora el conocimiento es construido colectivamente
de manera global.
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