Gente DUE

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Historias de gente como tú Varios novios quieren compartir con nosotros de alguna manera, su gran día como recién casados o actos que le llevaron a ello. En este primer número descubrinos algunos de los momentos especiales de las vidas de Mariló Magallanes y Verónica Irles.

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Historias de gente como tú

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Historias de gente como túVarios novios quieren compartir con nosotros de algunamanera, su gran día como recién casados o actos quele llevaron a ello. En este primer número descubrinosalgunos de los momentos especiales de las vidas deMariló Magallanes y Verónica Irles.

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DUE marzo 2013

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Y es que una boda no puedeorganizarse si el novio no pidela mano de su futura esposa,Marilo vivió un viaje de pedidade mano que nunca olvidará.Mi preciosa historia de amorempezó hace ya ocho años,pero cuando de verdad se hizorealidad fue la Semana Santade 2010. Aprovechando esaspequeñas vacaciones mi novioen aquella época me llevo aRoma, ciudad que siemprehabía dicho que cuando la vi-sitará, lo haría con la personaque quería pasar el resto de mivida.He viajado mucho durante mivida, pero siempre he guar-dado ese viaje para visitar laciudad eterna con la personaadecuada. Todo durante elviaje fue una consecución desorpresas increíbles que hicie-ron ese viaje, realmente pararecordar.Mi novio me dijo que prepararála maleta para 5 días con ropapara todas las ocasiones, asíque hice la maleta como pudey nos pusimos hacía rumbodesconocido.

Cuando llegamos al aero-puerto fue un verdadero caos,salimos corriendo hacía nues-tra puerta de embarque y conlas prisas no me dio tiempo amirar donde íbamos. La aza-fata me pidió la tarjeta de em-barque y el DNI, mi novio se loentregó por mi para que no pu-diera ver el destino.Cuando entramos al avión ynos sentamos en nuestrosasientos me enteré donde íba-mos porque el piloto dijo quenos dirigíamos a Roma, que eltiempo era bueno en aquellaciudad.En tierra romana nos alojamos

en un hotel precioso muy bienubicado. Recorrimos Roma dearriba a bajo, lugares especia-les.El momento más especial delviaje se acercaba. El segundodía de estar en Roma mi noviome llevo a las 12 de las nochea la "Fontana di Trevi", los quehabréis visitado la ciudad ospodéis imaginar la gente quehabía allí viendo la fuente, derepente allí entre la multitud else arrodilló y me entrego unimpresionante anillo, pronun-ciando a la vez, las palabras:

"¿quieres casarte conmigo?”Yo me puse muy nerviosa yempecé a llorar, todas las per-sonas que nos rodeaban em-pezaron a aplaudir. Le dije unSí gigante, la gente de alrede-dor nos felicitaba, nos dababesos y la enhorabuena. Fuerealmente de película.Qué queréis que os diga,cosas como esta ocurren unavez en la vida. Y claro, la em-ción es parte importante queluego quedará en el recuerdode lo que fue para mí un díafeliz e inolvidable.

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Verónica Irles ha querido com-partir con todos nuestros lecto-res su gran día.

¡Llegó el gran día! El sábado26 de mayo de 2012 celebraríauno de los días más bonitos demi vida.Desde las 8 de la mañana noparé de hacer cosas: peluque-ría, depilación, maquillaje. Quénerviosa estaba cuando llega-ron las 4 de la tarde y el fotó-grafo ya estaba en casa, ¡Quési ponte la mantilla!, el tocado,la peluquera realizando los úl-timos retoques. Cuando ter-miné la sesión fotográfica salíde casa de mis padres ¡Quegran sorpresa! estaba toda lagente que conozco esperán-dome en el portal. Me espe-raba una gran limusina blancade la cual salieron mis nueveamigas.Cuando llegué a la Iglesia a lascinco de la tarde bajé de la li-musina y me pusieron unalarga alfombra roja hasta elaltar, era todo un sueño.Mi futuro marido estaba mirán-

dome al final de la iglesia, unmomento que nunca olvidaré.Finalizada la misa nos dirigi-mos a varios lugares emble-máticos de la zona parahacernos fotos como marido ymujer.Llegada la noche disfrutamosde nuestro gran salón, en elque hubieron múltiples sorpre-sas, momentos inolvidables yregalos.Mi sorpresa fue cuando me dícuenta que no llevaba puestala liga para regalar, menos malque mi madre está en todo y lahabía cogido. El momento más esperado fuenuestro esperado baile con lacanción de Marc Anthony “Teamaré”.Sin duda, uno de los grandesmomentos fue el viaje de lunade miel a borod de un crucerodesde el puerto de Barcelona,visitando las islas griegas e ita-lianas. Es un viaje que nuncaolvidaremos y que, de algunamanera, consolidó nuestraunión, más allá del simple díade la boda.