CANDIDATURAS, EL PARTIDO Y LA UNIDAD

Gino González

El psuv analiza las posibles candidaturas a las alcaldías. Ya no son primarias. La selección es menos complicada y mucho más barata. Tan sólo se debe recurrir a la ética, a la moral, al estudio franco y sincero de las y los revolucionarios que cuenten con los méritos suficientes.

El tiempo ya no está para más equivocaciones.

Las experiencias pasadas de “participación” no escaparon a la manipulación del poder. Sería una vergüenza permitir que ciertos poderosos mafiosos “revolucionarios” se impongan a fuerza de dinero ante cualquier “opción democrática” de escogencia que decidiera el partido como método.

Para eso el partido nos solicita unidad.

Unido debería estar todo el país ante cualquier amenaza imperial. Es una vergüenza nacional que sectores opositores de la manera más rastrera, no sólo clamen por una crisis que estrangule al pueblo, sino que soliciten una intervención extranjera.

La propuesta socialista debe cada día en los hechos y en la teoría conformar nuestra conciencia revolucionaria. Aquí tenemos una gran tarea, más aun quienes tienen la responsabilidad de la política cultural que debe sobrepasar las barreras del pasado, de la alienación capitalista y de las “bellas artes”

Imperdonable también es que a las bases revolucionarias se les pida la unidad en cada proceso electoral y luego no sean tomadas en cuenta.

En nombre de la unidad no podemos alcahuetear vagabunderías. ¿En nombre de la unidad cómo apoyamos a un alcalde o cualquier funcionario ladrón cuando viene con su cara muy lavada a pedirnos que votemos por él?

En nombre de la unidad no debemos dejar de señalar los errores, los vicios y denunciar a los mercenarios del proceso estén donde estén. Denunciarlos más bien nos fortalece.

Los partidos también tienen la tendencia a la unidad, a la cohesión de mafias y cúpulas. Está conformado por gente hija de la pervertida sociedad capitalista. Eso lo saben las mafias que infectan al chavismo. Intentarán incidir en las decisiones.

Nosotros tenemos una bonita intuición, tenemos el pálpito de que el relevo dejado por nuestro comandante Chávez, empezando por Maduro, sabe muy bien que

ahora más que nunca nos estamos jugando la patria y si por estúpidos o ridículos negocios intrascendentes, no decidimos acertadamente, seremos viles traidores al legado de nuestro comandante Chávez.

Los y las revolucionarias estamos unidos en torno al legado de nuestro Comandante Chávez para que no se detenga el curso de la historia. No nos devolvemos al pasado. Además la verdad es que la mentira se marchita, la verdad tan clara y grande como el sol es que la revolución es imparable.