¡FLOJOOOOO¡

Gino González

Desnudos los altaneros / se les descubre lo falso / oculto tras de los trapos / y el antifaz del dinero / cómo serán esos cueros / desnudos en una isla / en donde no se consiga / razones para adulancias / tan sólo tendrían la lástima / de los mismos que hoy humillan.

Al pueblo que no le den, sino que lo pongan donde hay una lanza o su propia humanidad para el exterminio.

Ni la valentía ni la participación en sí mismas son revolucionarias. La acción puede ir encaminada a cambiar el orden de cosas o alienadamente a sostenerlo.

Las guerras también han sido de carácter libertario o vandálico y entre ellas una ha dado paso a la otra y viceversa.

La rabia ancestral del hambre obesa sin la posibilidad libertaria de comprender lo inútil de aspiraciones sin ningún objeto.

Ser obrero o campesino no te hace revolucionario. El revolucionario precisa de un pensamiento que sostenga esa idea. Y de una práctica. Pero también interpreten esta paradoja: he conocido personas de comportamientos revolucionarios sin tener las ideas claras al respecto y he conocido personas que manejan perfectamente el pensamiento revolucionario pero su comportamiento es individualistas y de chocantes vicios busgueses.

Chavista mi compadre con su finca de 500 hectáreas y amorosamente vislumbrando la plusvalía que lo beneficia en un tiempo donde ya las motos sustituyeron a la bicicleta después que ella misma alguna vez impugnó el andar a pie, pero también liberó al caballo.

Esencialmente somos un pueblo que no pide y le avergüenza que le den y tan sólo pidió, pide y aspira es trabajar sin importar el trabajo mismo. Mi esfuerzo es con lo que cuento y yo le pago con eso.

¡Ah malaya que no comprender ese amor ¡

El rico bien rico estúpidamente confundido por un pensamiento absurdo que no le permite comprender que están a salvo porque los pobres, allá arriba en Petare, son chavistas.

Canto a los que cada mañana con ganas de trabajar o trabajadores cotidianos y de noche también, sostienen este mundo apretando la tuerca de su propio ahorcamiento escuchando el su propio grito humilde del intento alegre de esta revolución.

Son los pobres los que trabajan todos los días. Son los pobres los que están en las paradas en todas las madrugadas para ir ¡a trabajar! ¡a cumplir con el capitalismo!

“Ni trabajar como esclavos ni soñar como los amos”. Sin la incompatible actitud de llamar jefe a un camarada. No te digo jefe que no soy ni quiero ser. Te nombro amigo, mi pana, el mío, El Arañero de Sabaneta, mi negro te esperamos.

Estos argumentos del corazón.

Este sentimiento que lo sabes y no sabes por qué es.

Esta revolución elemental con todo y planeta.

Revolución que te estoy mirando desde Marte,Venus, el Sol y Los Misterios.

¡Viva Chávez!

Esta moral aun bárbara, pero certera.

Esta revolución que no tiene vuelta atrás.