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GUÍA CEVA DE LA PRODUCCIÓN

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6Ceva Salud Animal S.A.

Carabela La Niña nº 12 | 08017 Barcelona | Tel: (+34) 902 367 218 | www.ceva.es | [email protected]

INDICEPROFILAXIS DEFENSIVA

1. MEDIDAS DE PROTECCIÓN 9 1.1. Formación del apicultor 9

1.2. Medios genéticos 10

1.3. Apiarios 10

1.3.1. Localización 10

1.3.2. Clima 11

1.3.3. Vegetación 12

1.3.4. Disponibilidad de agua 13

1.3.5. Presencia de depredadores 14

1.3.6. Uso de agroquímicos 14

1.4. Materiales 14

1.4.1. Colmena 14

1.4.2. Equipo de protección y manejo 15

1.4.3. Combustible para el ahumador 16

1.4.4. Utillaje y herramientas, máquinas de extracción y procesado 16

1.4.5. Vehículo 17

1.4.6. Locales 18

1.5. Manejo 18

1.5.1. Observaciones previas 18

1.5.2. Limpieza de fondos 19

1.5.3. Reservas alimenticias 19

1.5.4. Control de peso 20

1.5.5. Dinamismo de la población 20

1.5.6. Potencial de puesta de la reina 20

1.5.7. Introducción de colonias foráneas 21

1.5.8. Cambio de cera 21

1.5.9. Infestación de Varroa destructor 21

1.5.10. Estado de la cría 22

7

1.5.11. Reducción de piqueras 22

1.5.12. Retirada de alzas 22

1.5.13. Estanqueidad de las colmenas 22

1.5.14. Revisión de alzas 23

1.5.15. Reparación del material 23

1.5.16. Alimentación artificial 23

1.5.16.1. Calidad de los ingredientes 24

1.5.16.2. Equipos y utensilios, almacenamiento, suministro 24

1.5.16.4. Suministro del alimento 25

1.5.16.5. Selección y utilización de los alimentadores 25

1.5.17. Patología. Prevención. 26

PROFILAXIS OFENSIVA

2. MEDIDAS DE ERRADICACIÓN 32

2.1. Sanidad apícola 32

2.2. Diagnóstico 32

2.3. Control 33

2.3.1. Tratamientos 33

2.3.2. Eliminación 34

2.3.3. Desinfección 35

3. COSECHA 37

4. PERSONAL 38

4.1. Salud 38

4.2. Capacitación en seguridad e higiene 38

4.3. Higiene y seguridad en el trabajo 38

ANEXO I. Normas para el envío de muestras al laboratorio 39

ANEXO II. Sintomatología de las principales enfermedades de las abejas 41

ANEXO III. Glosario 55

9

PROFILAXIS DEFENSIVA

1. MEDIDAS DE PROTECCIÓN

En el estudio de la patología apícola, los esfuerzos realizados para conseguir, por inmunización, preservar a las colonias de las enfermedades, no han dado resultados satisfactorios.

La utilización de medidas defensivas, empleadas como protección, tiene como fin evitar la aparición de enfermedades en nuestro colmenar, mientras que el empleo de métodos de erradicación (medidas ofensivas) pretende disminuir la acción nociva de los agentes patógenos y sanear las colonias afectadas.

Ahora bien, el tratamiento de precaución pretende, en un colmenar ya infestado, acabar con nuevas fuentes de contaminación y atajar la enfermedad antes de que se manifiesten síntomas clínicos en colonias aparentemente indemnes, pero ya afectadas. Por ello, en colmenas en las que aparece un foco infeccioso, el tratamien-to debe ser aplicado a todas las colonias sin excepción.

Es preciso tener en cuenta que los medicamentos utilizados afectan a los agentes ya instalados en el organismo animal y que, finalizada su administración, siempre es posible una reinfección.

1.1. FORMACIÓN DEL APICULTOR.

La cualificación del apicultor es importante como medio sanitario, ya que el conocimiento de la etología de las abejas y el respeto de las reglas profilácticas servirán para evitar el asentamiento de procesos patológicos.

Cada apicultor debe estar capacitado para reconocer e identificar cuales son los problemas que se pueden presentar debido a la presencia de elementos patóge-nos, acciones climáticas o actividades de manejo incorrectas.



Se debe potenciar eventos de diversa índole con el fin de servir de punto de encuen-tro y discusión de la problemática apícola en el más amplio sentido de la palabra.

1.2. MEDIOS GENÉTICOS.

Con la selección, muy utilizada en otros campos y que apenas tiene expresión en apicultura, se persigue obtener abejas resistentes a las enfermedades. La utilización de híbridos demanda una mayor vigilancia e intervención del apicultor, y en oca-siones se obtienen resultados no deseados.

El apicultor debe tener en cuenta no sólo la producción de las colonias de abejas sino también el potencial de limpieza, factor importante para el mantenimiento de la sanidad en el interior de la colmena.

Una mejora “masal” como primer paso en el trabajo de selección de nuestra abeja, sería en principio suficiente para aumentar considerablemente las producciones y la defensa ante distintas enfermedades.

El empleo de ecotipos adaptados al medio en el que viven da excelentes resultados.

1.3. APIARIOS

1.3.1. Localización

La instalación de un colmenar encierra algunas dificultades por la cantidad y complejidad de los factores que intervienen.

El apiario debe situarse, preferentemente en un lugar nivelado y seco, con espacio suficiente de tal forma que se pueda transitar libremente por detrás de las colmenas para realizar las diferentes prácticas de manejo, se deben evitar lugares húmedos para que la humedad no afecte a las colonias; sitios sombreados, una orientación adecuada y una protección de los vientos dominantes son factores que evitarán problemas de manejo y de sanidad.

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El lugar en donde se coloquen las colmenas debe estar limpio de toda maleza, revisando que no haya alrededor hormigueros u otros enemigos de las abejas. Las colmenas se colocarán sobre una base resistente: de metal, madera, piedras o ladrillos para que tenga una altura mínima de 20 cm. del suelo, esto facilitará el manejo y favorecerá la ventilación de la colmena.

Cuando se instalan las colmenas en un asentamiento, la orientación hace referen-cia a la dirección en la que se encuentran abiertas las piqueras; este hecho tiene estrecha relación con la incentivación al instinto de pecorea.

La orientación del asentamiento debe ser, preferentemente Sur, y las piqueras de las colmenas han de ser también Sur o Sur-Oeste.

La distancia mínima de un apiario a otro, así como entre colmenares y otras normas, deben estar de acuerdo a la legislación vigente y teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos apibotánicos en la zona. Anexo I.

Por cuestiones de buena vecindad es conveniente tener muy en cuenta que la eto-logía de las abejas no influya de forma negativa sobre personas o animales y sobre

actividades económicas o lúdicas.

Los accesos han de han de habilitarse, en el caso de no existir, para poder transitar con vehículos, imprescindi-bles en el caso de carga y descarga, que deben ser transitables en todo tiempo.

1.3.2. Clima

Si bien las abejas están adaptadas a vivir en zonas con climas muy diversos y extremos, los asentamientos pueden ser afectados por vientos, nieblas y lluvias persistentes, que impiden una pecorea regular y el normal desenvolvimiento de las colonias de abejas.



1.3.3. Vegetación (Recursos Apibotánicos)

La flora constituye uno de los ingredientes fundamentales en la instalación del apiario; las abejas dependen de los vegetales para su subsistencia. El néctar es fuente de Hidratos de Carbono y el polen de proteínas.

Es conveniente ubicar el apiario donde exista abundante vegetación néctar-poliní-fera, ya que de ello depende la alimentación de las abejas así como la producción de miel y polen.

Las abejas recolectan sus alimentos en un área, denominada radio útil de pecorea, en la que les resulta rentable, en términos de gasto de energía. Esta zona, no deben sobrepasarla si queremos optimizar la producción.

Las abejas dominan una zona de 2 a 3 Km. de radio, sin embargo cuanto más cerca se encuentren de las plantas melíferas, más rápido será el transporte de néctar y polen y gastarán menos energía. El resultado será un rendimiento mayor.

Una cuestión bastante difícil de resolver es el cálculo de la carga ganadera. La res-puesta está en el conocimiento exhaustivo de la flora y de su potencial productivo, para determinar el número de colmenas que pueden asentarse en la zona.

Idealmente debería ser muy baja o inexistente en las proximidades del colmenar. Es difícil resolver el problema que constituye el tamaño ideal que debe tener un colmenar para que permita a las abejas el aprovechamiento óptimo de los recursos de flora contenidos en su zona de aprovechamiento.

Los colmenares de 40/50 unidades son más fáciles de manejar que los muy numero-sos. En estos últimos, el rendimiento unitario, no siempre considerado, se resiente.

Los apicultores que realizan trashumancia deben conocer con anterioridad a la rea-lización de un traslado, la floración de destino y seguir las indicaciones señaladas anteriormente previas a la creación de un asentamiento. Asegurarse de estar en regla en cuanto a documentación necesaria para las colmenas como para el medio de transporte. Anexo I

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Se recomienda que los apicultores lleven a cabo trabajos de recuperación de la flora nativa con propiedades néctar-poliníferas y que comprenda el acopio de semillas, conservación y reproducción con la finalidad de incrementar las cosechas, sobre todo si florecen en forma alterna.

1.3.4. Disponibilidad de agua

El agua es indispensable para la vida de todas las especies, en el caso de las abejas estas se proveen generalmente de manantiales, arroyos, ríos y del rocío de las plantas durante las mañanas. En climas templados, durante el verano las abejas re-quieren al día aproximadamente 3 litros de agua limpia por colmena; en ambientes húmedos, sus necesidades son menores.

Los apiarios, deben colocarse, preferentemente, en lugares con fuentes naturales de agua, sin embargo no siempre es posible disponer de ella para todos los apiarios y en ocasiones no es apta para el consumo. Por tal motivo, en zonas templadas y áridas, con frecuencia se requiere que los apicultores coloquen bebederos en los apiarios. Si es necesario establecer bebederos en los apiarios se deben utilizar recipientes no contaminantes y con capacidad para abastecer el volumen de agua necesario para todo el apiario.

Ya existen bebederos adaptados para esta especie.

Como una medida preventiva, es recomendable que los apiarios estén alejados un mínimo de dos Km. de aguas contaminadas o residuales.



1.3.5. Presencia de depredadores

Previo a la instalación del apiario el apicultor debe investigar cual son los principales depredadores de las abejas en la zona, paso de animales, pastoreo, etc. y aplicar las medidas necesarias para evitar daños a las colmenas.

1.3.6. Uso de agroquímicos

En las áreas donde se practica la agricultura intensiva, existe el riesgo de contami-nación de los productos de la colmena por agroquímicos, debiendo establecerse una estrecha coordinación entre agricultor y apicultor en la aplicación de los mismos, tomando en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Utilizar productos de poco efecto residual para las abejas.• Convenir en la fecha y hora de la aplicación para retirar y/o proteger el apiario.• Aplicar los plaguicidas, preferentemente, por la tarde o noche.

1.4. MATERIALES

1.4.1. Colmena

Entendemos por colmena cualquier recipiente accesible al hombre donde pueden mantenerse y desarrollarse las abejas.

La colmena como hábitat de las abejas tiene suma importancia y el modelo utiliza-do nos impondrá el sistema de explotación.

En la colmena deben confluir dos tipos de intereses: la etología de las abejas y el manejo del apicultor.

Las colmenas de corcho, tronco o de otros materiales que se han utilizado desde hace muchos años, hoy día se conservan como tradición y no tienen ninguna ventaja.

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La colmena de cuadros móviles está totalmente impuesta en el mundo, teniendo más ventajas la de tipo vertical que las de desarrollo horizontal. Una y otra deben tener un diseño que facilite las diferentes operaciones, siendo al mismo tiempo ligeras pero robustas, aislantes a las variaciones térmicas, con el fin de disponer de una colmena en que las abejas puedan desarrollar su trabajo en las mejores condiciones posibles.

La evaluación técnica de cualquier modelo de colmena, ha de tenerse en cuenta aspectos relativos al nivel de manejo que permita al apicultor ejercer sobre las abejas la aplicación de tratamientos sanitarios y otras medidas de profilaxis, la introducción de raciones alimenticias, el control de la población, la extracción de la cosecha, la facilidad de transporte, etc.

Realizada la evolución técnica, para la elección del tipo de colmena hay que tener en cuenta una serie de condicionantes entre los que destacan el entorno de la uti-lización, la forma de explotación, el tipo de explotación, la orientación productiva, el grado de profesionalización, el tamaño de la explotación, etc.

Para la conservación de las colmenas se recomienda el uso de cera de abejas, parafina grado alimentario o aceite de linaza. No se debe utilizar gasoil y otros contaminantes. Cuando se utilicen pinturas, estas deberán ser epóxicas y no aplicarse en el interior de las colmenas, ni en los cuadros.

1.4.2. Equipo de protección y manejo

Por equipo del apicultor se entiende la indumentaria propia y específica del operario (ropa de trabajo) y los pequeños utensilios y herramientas que facilitan el desarrollo de la práctica apícola.

El equipo de protección básico para apicultura consta de careta, mono, guantes y botas.

La careta y el mono deberán mantenerse limpios, se recomienda lavarlos des-pués de su uso con agua limpia y detergente, enjuagándolo perfectamente y durante el traslado a los apiarios colocarlos en bolsas de plástico, para evitar su



contaminación. Las herramientas básicas que el apicultor utiliza en su trabajo diario son las siguientes: espátula o rasqueta y ahumador. Otras herramientas son: levantacuadros o alzacuadros y cepillo. Se recomienda contar con dos equi-pos limpios para cualquier imprevisto.

Al terminar las actividades diarias, deberán lavarse el equipo y utensilios (rasqueta, cepillo, etc.) utilizados y almacenados en sitios donde no se ensucien o contaminen.

1.4.3. Combustibles para el ahumador

Se recomienda emplear viruta, cartón y otro material de origen vegetal que no esté contaminado. No utilizar petróleo, telas u otros productos contaminantes.

El ahumador deberá limpiarse dia-riamente con el objeto de evitar la acumulación de residuos del material de combustión.

1.4.4. Utillaje y herramientas, máquinas de extracción y procesado.

Al igual que en otras actividades, la apicultura también incorpora a su utilería de inspección o manejo todo un amplio grupo de maquinaria específica.

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Realicemos una lista: espuela del apicultor, transformador eléctrico, hornillo o fogón, pulverizador de líquidos, soplete, generador de calor seco, carretilla, carros para alzas, cuchillos desoperculadores, peine, soporte de apoyo de cuadros,

colador, gaveta, grifos de guillotina o cizalla, extractor, caldera de vapor, cerificador solar, decantador, secador de polen, filtro de miel, bomba de trasiego, envasadora.

Los utensilios y recipientes deberán estar limpios. La limpieza de estos se realizará diariamente, en la época de su utilización, con agua limpia y detergen-te, enjuagando perfectamente.

Evitar el uso de madera y otros materiales que no puedan lavarse adecuadamente.

1.4.5. Vehículo

Cuando se vayan a transportar colmenas, alzas con miel u otro material, las condi-ciones del vehículo deben evitar la contaminación y ser adecuadas para conservar sus características de inocuidad, requiriendo establecer un programa de limpieza para el vehículo a fin de que no sea una fuente de contaminación.

Retirar de la plataforma del vehículo los residuos de material apícola o cualquier otro contaminante, lavarse con agua limpia, detergente y preferentemente aplicar algún desinfectante.

Inducir el uso de las buenas prácticas a todas las personas que tengan acceso al vehículo.

Evitar el uso del vehículo que transportó otro tipo de animales o cualquier conta-minante, sin haber sido previamente lavado y desinfectado.



1.4.6. Locales

En épocas pasadas referirse a locales en apicultura, era referirse, a lo sumo, a un local que servia para todo: guardar colmenas, extraer la miel, etc.

Actualmente es necesario que existan unos locales que se dediquen a diferentes fines: almacén para el material de campo o de manipulación, lugar (taller) para clasificar y recuperar diverso material, preparar alimentación, cámara de acondicionamiento, zona de extracción de los productos de la colmena, área de envasado, etc.

Toda esta infraestructura, deberá pasar por un proceso de limpieza, desinfectado y desinsectado en caso necesario.

1. 5. MANEJO

1.5.1. Observaciones previas

El apicultor debe cuidar sus abejas y evitar todo error técnico que pueda debili-tarlas. Cuando el apicultor realiza una visita a su colmenar, debe realizar una “observación de piquera” para diferenciar las colonias que se apartan del hacer normal del resto y esas serán las primeras a observar.

En observación de piquera se diferencia perfectamente la colonia de abejas que tiene unos ritmos de entrada y de salida de abejas distintos al resto. Dependiendo del periodo del año observar la entrada de alimento (néctar, polen, propóleos, agua, etc.), así como la presencia en piquera de abejas “pilladoras”, abejas ventilan-do, etc. Todo ello tiene un significado concreto que produce distintas alteraciones en la etología de las abejas.

Si fueran detectadas colmenas vacías durante la revisión y considerando que esto pudiera deberse a enfermedades, deberá recogerse todo el equipo para lavarlo y desinfectarlo. La miel de estas debe procesarse por separado.

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1.5.2. Limpieza de fondos

A principios de primavera, cuando el tiempo lo permita puede comenzarse a hacer la limpieza de fondos de las colmenas, que será realizada de forma rápida, para evitar el enfriamiento de la cámara de cría. Cuando sea posible conviene tener fondos de repuesto que sustituiremos por los que hay que limpiar, para hacer la operación de una forma más intensa y cómoda. La “lectura” de los fondos de las colmenas nos indica el estado sanitario de las colonias de abejas.

1.5.3. Reservas alimenticias

Un control sobre las reservas alimenticias es un factor primordial y la época de invernada estará asegurada con una alimentación abundante y de buena calidad, no siendo por tanto, una buena práctica sustituir la miel por otro tipo de alimento.

Al inicio de primavera, si el deseo del apicultor se inclina por una potenciación de la colonia, debe administrarse jarabe, teniendo en cuenta que un descuido en este tipo de manejo puede traer graves consecuencias y que en esa época puede faltar el aporte proteico por ausencia de polen, por lo que es preciso suministrar materias primas sustitutivas del mismo.

Cuando el personal maneje panales, deberán mantener las manos y/o guantes limpios, lavándose las manos con agua limpia las veces que sea necesario.

Cuando se rompa algún panal con miel o se retiren panales con miel, se deberán colocar cuidadosamente en un recipiente (cubeta) limpio, evitan-do mezclarlos con panales con cría. El recipiente deberá cubrirse para evitar su contaminación.



1.5.4. Control de peso

Es una buena práctica, levantar ligeramente la colmena, que nos permite evaluar el estado de reservas o de cosecha y que, si la diferencia entre colmenas es evidente, es precisa la intervención del apicultor con el fin de igualar el potencial alimentario

1.5.5. Dinamismo de la población

El dinamismo y la importancia nu-mérica de las colonias son un punto importante con vistas a la obtención de una buena cosecha. Es preciso tener colonias fuertes e igualadas en el colmenar para evitar el pillaje.

1.5.6. Potencial de puesta de la reina

La reina es el principal componente de la colonia de abejas. La presencia de la reina en la colmena, su puesta y su edad son puntos a tener en cuenta para asegurar una rentabilidad adecuada a la unidad de producción.

La vigilancia en la postura de la reina no sólo nos indica la presencia o no de la misma, sino que también manifiesta su potencial de puesta y la necesidad de una renovación periódica. Para ello, es importante tener marcadas a las reinas de nuestro colmenar.

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1.5.7. Introducción de colonias foráneas

El incremento del número de efectivos de la explotación apícola puede realizarse por compra de núcleos a otras explotaciones. En España no existe el mercado del enjambre desnudo y el apicultor adquiere núcleos formados por cinco cuadros con reservas y ganado.

Es muy aconsejable, que estos núcleos sufran una cuarentena, antes de introducir-los en nuestra explotación, con el fin de evitar la transmisión de enfermedades. En un asentamiento especial y llevando a cabo una inspección profunda teniendo en cuenta: estado general de la cría, cantidad de reservas alimenticias, potencialidad de la puesta de la reina, estado general de la colonia de abejas, cálculo de la tasa de infestación por varroa, observación de la presencia de otros síntomas correspon-dientes a otras patologías, etc.

Cuando se trata de enjambres y colonias silvestres es necesario aislarlos el tiempo necesario para corroborar la sanidad de las abejas, antes de llevarlas al apiario y cambiar la abeja reina por una procedente de origen conocido.

1.5.8. Cambio de cera

La cera de la cámara de cría envejece rápidamente y sirve de asiento a las formas de resistencia de diversos microorganismos. Conviene la renovación de esta cera con una cadencia aproximada de dos cuadros por año. Si los cuadros a cambiar tienen miel o cría se pueden subir a las alzas. Si no existiera esa posibilidad, antes de entrar en la invernada se desplazan a las orillas para eliminarles al comienzo de la primavera.

1.5.9. Infestación de Varroa destructor

El nivel de infestación por Varroa destructor debe ser una constante preocupación del apicultor. En todas sus revisiones debe realizar una observación cuidadosa con el fin de visualizar ácaros sobre las abejas o abejas con alteraciones morfológicas. La observación de la cría, si es de zángano mejor, completará el diagnóstico, que nos indicará el calendario de tratamiento acaricida a seguir.



1.5.10. Estado de la cría

Una “mancha” de cría amplia y compacta nos está indicando que estamos en presencia de una reina sana y con amplio potencial de puesta. La puesta en pequeños grupos, con opérculos abultados y celdillas con varios huevos nos indica colonia zanganera. Puesta

irregular o en mosaico, con opérculos hundidos y rotos o cría abierta con el desarrollo de la larva disminuido y olores extraños, nos debe hacer inclinar por la presencia de distintas patologías que de-ben ser diferenciadas con el diagnóstico laboratorial. Confirmado el diagnóstico, la eliminación de la enfermedad se llevará a cabo de forma inmediata.

1.5.11. Reducción de piqueras

Al inicio de la invernada las piqueras deben reducirse para evitar la entrada de enemigos que buscan alimento y calor. Por otra parte disminuimos la pérdida de calor de la cámara de cría.

1.5.12. Retirada de alzas

Las alzas, una vez limpiadas por las abejas, las guardaremos con las debidas precau-ciones para evitar el ataque de la polilla (G. mellonella).

1.5.13. Estanqueidad de las colmenas

Es conveniente observar que los tejadillos de las colmenas mantengan su posi-ción original con el fin de evitar la entrada de agua en el interior de la colmena y convendrá poner, cuando el viento es fuerte o el colmenar puede ser visitado por otro tipo de ganado, encima de la tapa algún elemento que impida la pérdida de la misma por efecto del viento.

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1.5.14. Revisión de alzas

Los apicultores que en su explotación utilizan alzas, deben tener presente que estas deben estar preparadas para cuando llegue el momento de aumentar la capacidad de sus colmenas en producción. Aquellos cuadros con cera muy vieja deben ser nuevamente “encerados”. Si la madera ha cubierto muchos ciclos debe ser también sustituida.

1.5.15. Reparación del material

A menudo es necesario realizar pequeñas reparaciones del material de explotación: colmenas, cuadros, etc. y ello debe hacerse de una manera cómoda y eficiente. Debe de disponer de un utillaje no muy abundante pero si preciso para poder llevar a cabo pequeños arreglos.

1.5.16. Alimentación Artificial

Las abejas poseen una elevada potencialidad productiva asociada a su eficacia biológica. Tal potencialidad debe ser puesta es términos reales poniendo a las abejas en lugares con una excelente fuente de alimentos o poniendo en marcha una tecnología específica: la alimentación artificial.

Las abejas requieren de alimentos ricos en carbohidratos (azúcares), grasas, proteí-nas y minerales, que obtienen en forma natural de la miel y el polen. En las épocas en las que estos alimentos escasean, es necesario complementar la dieta de las abejas con alimentación artificial, la cual puede ser de apoyo o de estímulo.

Además de estas dos funciones principales, hay otras tareas apícolas a las que esta técnica proporciona una importante ayuda: multiplicación de las colonias, administración de medicamentos, etc.

La alimentación de apoyo es el aporte de sustancias nutritivas a la colonia que garantiza el alimento en cualquier estación del año. Es de tipo energético, y su presentación es sólida o pastosa basada, preferentemente, en el empleo de miel en



panal, miel industrial o aquellas sustancias que contengan los Hidratos de Carbono en la cantidad que se precisa.

La alimentación de estímulo comprende toda aportación de nutrientes con objeto de producir una reacción de incremento de la cría, que de no aportarse este tipo de alimentación, no se produciría.

La alimentación artificial puede repre-sentar riesgos de contaminación para la miel, por lo que es necesario que el apicultor tome los cuidados de higiene necesarios tanto en la elaboración como en el suministro de la misma.

1.5.16.1. Calidad de los ingredientes

Todos los ingredientes que se empleen para la preparación de los alimentos, deberán ser inocuos para las abejas y para las personas.

No se deberán utilizar alimentos saborizados o coloreados para evitar la contami-nación de la miel.

El agua que se emplee deberá ser hervida sin no conocemos su procedencia y potabilidad.

Si se usa miel y/o polen, estos deberán proceder únicamente de origen conocido.

1.5.16.2. Equipo y utensilios para la preparación, almacenamien-to, traslado y suministro de alimentos para las abejas

Los equipos que se utilicen en la preparación de los alimentos, serán Inocuos y de fácil limpieza.

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Tanto los equipos como utensilios deberán ser de materiales calidad alimentaria, sin presencia de óxidos u otros contaminantes, químicos o biológicos.

Todo el equipo y utensilios, deberán lavarse y desinfectarse cuidadosamente.

1.5.16.4. Suministro del alimento

Al administrar la alimentación, se debe considerar la fortaleza de la colonia, la época del año y las condiciones de la vegetación néctarpolinífera de la región.

Para seleccionar el tipo de alimento y la cantidad requerida, se debe tomar en cuenta el objetivo del apicultor, por ejemplo: para mantenimiento o para estímulo. En colonias débiles, si se alimenta en exceso, las abejas no lo terminan y el alimento puede fermentar o ser almacenado.

La alimentación de estímulo se debe dar 45 días antes de la floración y suspenderla al inicio de la misma a fin de evitar alteración de la miel.

1.5.16.5. Selección y utilización de los alimentadores

El suministro de los alimentos líquidos puede ser en forma interna o externa me-diante alimentador. Estos deberán estar limpios. También pueden utilizarse bolsas de plástico alimenticio. Tras su colocación el apicultor deberá cerciorarse que las abejas tengan fácil acceso al alimento y no se ahoguen.

El suministro de alimentos sólidos se realiza únicamente en forma interna colo-cando las porciones de alimento envueltas en plástico limpio y nuevo o papel encerado, sobre los cabezales de los cuadros de la cámara de cría.



Se recomienda llevar el alimento envasado de tal forma que se eviten contamina-ciones, y derrames.

Tomar las precauciones necesarias para evitar que durante la alimentación de las abejas, se pueda desencadenar o propiciar el pillaje.

Deberá contarse con un lugar para el almacenaje de los utensilios y alimentadores, el cual tendrá que cumplir con las características adecuadas de limpieza e higiene.

1.5.17. Patología. Prevención

La prevención comprende la serie de actividades que los apicultores deben realizar con objeto de evitar el ingreso y/o desarrollo de los agentes patógenos que causan las enfermedades y plagas de la cría de las abejas y abejas adultas. Estas medidas deben aplicarse para evitar el ingreso en primera instancia a los apiarios y en segundo término a cada una de las colmenas. Entre ellas se cuentan:

a) Vigilancia y Muestreob) Movilización de Colmenas, Abejas reina, y Núcleos de abeja.c) Introducción de Colmenas, enjambres y material biológico.

a) Vigilancia y Muestreo

Las visitas al colmenar son el punto de partida para todas nuestras intervenciones, que están íntimamente relacionadas con el período del año en el que se llevan a cabo estas inspecciones.

Las enfermedades de las abejas presentan, de forma generalizada, dos épocas en las que la sintomatología es más evidente: otoño y primavera; y será durante estas épocas cuando nuestro control deba ser más exhaustivo.

El apicultor deberá realizar una revisión de sus apiarios con una frecuencia de entre 8 y 15 días máximo, para la detección de signos sugerentes a enfermedades, así como cambios de comportamiento de las abejas.

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Se recomienda que el apicultor realice un muestreo al 10% de sus colmenas por lo menos una vez al año, a fin de detectar oportunamente la presencia de enfermedades.

b) Movilización de Colmenas, Abejas Reina, y Núcleos de Abeja

Para el movimiento de colmenas pobladas, abejas reina, paquetes de abeja, Nú-cleos de abejas deberá contarse con lo dictado por la legislación vigente. Anexo I

El vehículo para el transporte de las colmenas debe contar con características apro-piadas para este fin, es decir contar con espacio suficiente, permitiendo en todo momento la ventilación adecuada de las colmenas, así mismo, ofrecer la seguridad de las personas que lo conduzcan y de la población en general.

Es recomendable revisar periódicamente los vehículos para evitar la producción excesiva de gases y que estos puedan penetrar a las colmenas.

De igual forma es recomendable cubrirlas con una malla mosquitera para evitar la salida de las abejas y que estas piquen a las personas.

El traslado de las colmenas pobladas deberá realizarse preferentemente por las noches, a fin de mantener unas temperaturas adecuadas reducir los riesgos de accidentes.


BAYVAROL

TirasPara el control de los ácaros de la varroasis en las abejas

Composición:1 tira contiene 3,6 mg. de flumetrina

Indicaciones: Para el tratamiento de la varroasis sensible a flumetrina en las abejas.

Modo de empleo:Colgar las tiras de Bayvarol en la zona central del nido de cría, entre los cuadros, de modo que las abejas puedan posarse sobre ambas caras. Para tal fin se doblan las lengüetas (líneas de puntos) en el mismo sentido y se cuelga la placa del marco de madera. Para colonias grandes, con varias zonas de cría, se pueden unir dos tiras por su extremo inferior, de manera que puedan ser introducidas y extraídas de los pasillos, sin esperar los cuadros de cría.

Posología: Para una colonia de desarrollo normal se em-plean 4 tiras.La dosis se reducirá a la mitad –es decir a dos tiras– al tratarse de enjambres y de colmenas jóvenes.Para las colonias grandes que ocupan varias zo-nas de cría, se colocan 4 tiras por zona. Las tiras deben distribuirse en los pasillos centrales de la colonia, en cada una de las zonas de cría.

Momento y duración del uso:Se consigue una mejor eficacia cuando Bayvarol se emplea al final del verano después de la cosecha de la miel. Idealmente, no deben uti-lizarse las tiras de Bayvarol durante los periodos de máximo flujo de miel. No obstante, Bayvarol puede emplearse en cualquier época del año en caso de graves infestaciones cuando está en peligro la supervivencia de la colonia.Las tiras deberán permanecer en las colmenas

un máximo de seis semanas y luego deberán ser retiradas.

Precauciones:Únicamente para uso veterinario.Mantener fuera del alcance de los niños.Únicamente para el tratamiento en abejas de la varroasis sensible a flumetrina.evitar el contacto de las tiras con el miel que vaya a ser destinada a consumo humano.

Protección para la persona que manipule el medicamento:No comer, beber o fumar. Lavarse las manos después de manipular las tiras, antes de las comidas o después del trabajo.

Tiempo de espera:No se requiere tiempo de espera para la miel sea cual sea el momento de utilización de Bayvarol en el año. Otros productos de las abejas no deberán destinarse a conusmo humano hasta la primavera siguiente al tratamiento.

Conservación:No almanecar encima de 25 ºC.Almacenar en un lugar fresco y seco, alejado de alimentos, bebidas y piensos.No abrir los sobres hasta el momento inmedia-tamente previo a su utilización. Una vez abierto, las tiras deben ser utilizadas y desechadas en 6 semanas.No utilizar una vez transcurrida la fecha de caducidad.

El producto no utilizado deberá ser eliminado de acuerdo con las reglamentaciones locales y nacionales en la materia.La flumetrina es peligrosa para los peces. No contaminar estanques, vías fluviales o acequias con las tiras o con los nevases usados.

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INOKUO

Composición:Peróxido de hidrógeno 27 %, Ácido peracético 5%, Ácido acético 8 %, Excipientes csp 100%.Interracciones e incompatibilidades:No deberá mezclarse con ningún otro producto.

Indicaciones:Desinfección de instalaciones ganaderas:• Todo tipo de superficies y ambientes (bebede-

ros, suelos, paredes, techos, mesas...).• Tanques, depósitos, utensilios y recipientes. Salas de incubación.

Posología:Aplicación por pulverización, remojo, inmersión, cepillado o nebulización del producto diluido en agua:• Desinfección final de granjas y salas de incuba-

ción: 0,5-1% (1 l solución/3,5-5 m2).• Pediluvios y rodaluvios: 1% (renovación cada

5 días).• Desinfección vehículos: 0,5%.• Desinfección útiles: 0,5-1%.• Desinfección contenedores y fosas: 1%. Precauciones especiales:A fin de evitar riesgos para las personas y el medio ambiente siga las instrucciones de uso.Corrosivo.En caso de contacto con los ojos, lávense inme-diatamente y abundantamente con agua.En caso de contacto con la piel, lávela con abun-dante agua y jabón, sin frotar. Usese indumentaria y guantes adecuados y protección para los ojos/la cara.En caso de accidente o malestar, acúdase inme-diatamente al médico ( si es posible muéstrele la etiqueta). Retire a la persona de la zona conta-minada. Quite la ropa manchado o salpicada.No administrar nada por vía oral.En caso de ingestión: no provoque el vómito, Manténgase el paciente en reposo, consérvese la temperatura corporal, controle la respiración.

Si fuera necesario respiración artificial. Si la persona está inconsciente, acuéstela de lado con la cabeza más baja que el resto del cuerpo y las rodillas semiflexionadas. No deje solo al intoxicado en ningún caso.

Tiempo de espera:No procede.

Modo de conservación: Consérvese en recipiente bien cerrado y en lugar fresco.Manténgase lejos de alimentos, bebidas y piensos.

Presentación:Envases con 5 y 20 litros.

APIVITAMOL FORTEPienso ComplementarioComposición por 1 ml:Glucosa monohidrato 2%; Cloruro sódico 0,5%. ADITIVOS: Vitaminas, provitaminas y sustancias químicas bien definidas de efecto similar: Vita-mina A (E-672) 10.000 U.I.; Vitamina D3 (E-671) 2.000 I.U.; Vitamina B1 1,75 mg; Vitamina B2 2,50 mg; Vitamina B6 1,15 mg; Vitamina B12 1,25 mcg; Vitamina H (Biotina) 1 mcg; Vitamina K3 0,50 mg; Vitamina B3 (Nicotinamida) 16,50 mg; Dexpan-tenol 7,50 mg; Inositol 2,50 mg. Aminoácidos, sus sales y análogos: Hidrolizado de proteínas de origen vegetal (composición por 1 ml: Alanina 12,00 mg; Arginina 6,50 mg; Ácido aspártico 10,00 mg; Cisteina 2,20 mg; Fenilalanina 5,70 mg; Glicina 10,00 mg; Ácido glutámico 22,00 mg; Histidina 4,80 mg; Isoleucina 6,00 mg; Leucina 13,00 mg; Lisina 9,50 mg; Metionina 2,25 mg; Prolina 9,50 mg; Serina 7,00 mg; Tirosina 5,50 g; Treonina 5,00 mg; Valina 6,50 mg). Soporte agua c.s.p. 1 ml.

Composición Analítica:Proteína bruta 12%; Aceites y grasas brutos 5%; Fibra bruta 0%; Ceniza bruta 1%; Humedad 45%; Carbohidratos 4%; Calcio 0 %, Sodio 0,1%; Cloru-ros 0,1%; Magnesio 0,02%, Fósforo 0%; Potasio 0%; Lisina 0,25%; Metionina 0,5%; Azúcares (en % de sacarosa) 3%.


Especies de destino:Abejas.

Indicaciones:Indicado como suplemento nutricional cuando hay déficit de vitaminas y aminoácidos.

Uso y adminsitración:Oral, mezclado con jarabe.

Dosis:Preparar previamente un jarabe de agua y azúcar: 5 litros de agua más 8 Kg de azúcar, hervir el agua, remover y dejar enfriar a temperatura ambiente. Una vez frío el Jarabe, adicionar de 10 a 20 ml de APIVITAMOL FORTE por cada litro de Jarabe. Rea-lizar una mezcla homogénea. La mezcla resultante debe ser administrada en un alimentador o por otro medio utilizado habitualmente por el apicul-tor. Se recomienda administrar 2 litros de la mezcla por colmena, dependiendo de la población total. Revisar las colmenas cada 7 ó 10 días para reponer la falta de producto. Recomendación: Aplicar a última hora de la tarde para evitar el pillaje.

Conservación:Conservar tapado en lugar fresco, seco y al abrigo de la luz. Manténgase fuera del alcance de los niños.

Volumen Neto: 5 L

ECOXALDenominación del medicamento veterinario:Ecoxal

Composición cualitativa y cuantitativa:Ácido Oxálico dihidrato……333,0mgExcipiente c.s.p….……………...1,0g

Forma farmacéutica:Polvo para solución para uso en colmenas Datos clínicos:Especies de destino:Abejas melíferas (Apis mellifera).

Indicaciones de uso: (especificando especies de destino y tipo de trat-amiento):Tratamineto de la varroosis de las abejas pro-ductoras de miel causada por el ectoparásito Varroa destructor. Contraindicaciones:No se recomienda su utilización en primavera/verano ya que diversas investigaciones sugieren una mayor susceptibilidad de las abejas al ácido oxálico durante estos periodos.Igualmente la aplicación del producto no debe-rá realizarse cuando la temperatura ambiental media sea inferior a 10ºC ya que al gotear el pro-ducto se disminuye la temperatura de las abejas y se puede provocar un excesivo enfriamiento de las abejas provocando su muerte. Reacciones adversas (frecuencia y gravedad):Se han observado efectos adversos en la evolu-ción de las colonias principalmente cuando se realizan los tratamientos en presencia de cría.El acto de gotear una solución en las colmenas produce una cierta mortalidad de abejas. Posología y modo de administración:La dosis de empleo es de 5g de Ecoxal por colmena y tratamiento, disueltos en 50 ml de jarabe de agua y azúcar. Se recomienda realizar 2 tratamientos separados por 21 días, de forma que la dosis final de AO es de 3.3g por colmena.Preparación del producto (para 50 colmenas): disolver 250g de Ecoxal en jarabe de agua y azúcar a partes iguales (previamente calentado a

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HIVEALIVE

37º aproximadamente) hasta completar 2,5 litros. Mantener la solución caliente hasta su uso. Con una jeringa aplicar 50 ml de la solución entre los cuadros de la cámara cría de forma homogénea, procurando que todas las abejas se impregnen de la solución. Repetir el tratamiento a los 21 días.Se recomienda que el agua utilizada para la pre-paración del producto sea destilada o de baja mineralización, ya que las altas concentraciones de calcio en el agua da lugar a la formación de sales de calcio, que se unen al AO quelándolo y por tanto eficacia del producto disminuya. Advertencias especiales para cada especie de destino:La administración de este producto se realiza en otoño, durante el periodo de parada productive de las abejas. Tiempo de espera:Cero días

CHECK MITE

Denominación del medicamento veterinario:CheckMite

Denominación del principio activo y otras sustancias:Cada tira de 13,6 g contiene 1,36 g de Cumafós

Indicaciones:Las tiras para colmenas CheckMite se aplican durante 42 días entre los cuadros en la zona del nido de cría, siendo de este modo muy eficaces contra Varroa destructor.

Contraindicaciones:No utilizar en operación de cría de reinas.

Reacciones adversas:La cría y producción de reinas se ven perjudica-das cuando se trata la colonia con CheckMite.

Si observa cualquier efecto de gravedad u otros efectos no mencionados en este prospecto, le rogamos informe del mismo a su veterinario.

Especies de destino: Abejas

Posología para cada especie, vía y modo de administración: Únicamente para uso en colmenas.Usar 2 tiras de CheckMite para cada colonia de abejas. Colgar las tiras entre dos cuadros en la zona del nido de cría y dejarlas durante 42 días. Tratar todas la colonias infestadas del colmenar. Se consigue una mejor eficacia cuando se tratan las colmenas antes del primer flujo de miel o en otoño después del último flujo de miel. Los datos indican que el uso durante la estación de flujo de miel no provoca residuos por encima de los LMRs en la miel cosechada.

Recomendación para una correcta administración:

Tiempo de espera:Cero días para la miel.No recoger la miel antes de 2 semanas desde el último tratamiento.

Precauciones especiales de con-servación:Manténgase fuera del alcance y la vista de los niños.No almacenar bajo luz solar directa.

Advertencias especiales:Precauciones especiales para su uso en anima-lesNo exceder el tiempo de aplicación recomen-dado de 42 días.No reutilizar las tiras.

Presentaciones:Caja con 1 bolsa de aluminio conteniendo 10 tiras

Únicamente para uso veterinario:Con prescripción veterinaria

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PROFILAXIS OFENSIVA2. MEDIDAS DE ERRADICACIÓN

Con estas medidas se intenta suprimir, de forma tan duradera como sea posible, los agentes productores de las enfermedades.

El éxito será más rápido cuanto más lo sean la localización y la eliminación de las fuentes de contagio.

2.1. SANIDAD APÍCOLA

Se considera de suma importancia la obtención de productos de la colmena libres de contaminantes, y las medidas que se adopten para el control de las enfermeda-des de las abejas repercutirán en la calidad de los productos finales de la colmena.

El apicultor deberá tener sumo cuidado en seguir las recomendaciones con el fin de que las medidas de diagnóstico y control sean aplicadas de la mejor manera posible, lo cual evitará gastos innecesarios y obtención de productos de calidad.

2.2. DIAGNÓSTICO

Parte fundamental en el manejo sanitario de un apiario es el diagnóstico precoz de las enfermedades de las abejas. Esta medida sanitaria es básica para la apicultura, ya que con ella, el apicultor podrá conocer la salud de sus abejas y establecer las medidas de control necesarias. Esto requiere de una vigilancia constante de las colmenas, la toma de muestras ante la sospecha de alguna enfermedad, el envío a laboratorio y el posterior análisis e interpretación de los resultados que el laboratorio emita.

En el momento que se presentan modificaciones en el comportamiento de las abejas o se observen síntomas de enfermedades es imprescindible realizar una toma de muestra de abejas y/o de panales.

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En caso de abejas adultas de 50/100 abejas vivas de las colonias sospechosas de padecer una enfermedad y si es en cría, un trozo de panal con cría con una medida de 10x10 cm. y enviarla de forma urgente a un laboratorio oficial ó aprobado. Anexo IIEl diagnóstico puede realizarse a dos niveles:

a) Diagnostico clínico

Este se realiza a partir de los cambios observados en la apariencia de la cría y el comportamiento de las abejas adultas, mediante lo cual se deduce la presencia de una enfermedad. Anexo III

Cuando se detecte la presencia de enfermedades en una colmena, deberá marcar-se y dejarse la revisión de esta para el final.

Después de la revisión de cada apiario y cuando se detecte una colonia con cría enferma, deberá desinfectar la rasqueta, para evitar la diseminación de enfermedades.

Por ello es importante que el apicultor conozca los principales síntomas de las diferentes patologías que afectan a to-dos los estadios de las abejas (Anexo II).

b) Diagnóstico laboratorial

Resultado del análisis de las muestras enviadas a un laboratorio oficial o aprobado.

2.3. CONTROL

2.3.1. Tratamientos

Son la aplicación de sustancias químicas, farmacéuticas y naturales, comple-mentados con medidas de manejo para controlar o eliminar una enfermedad o



plaga. Para el control de las enfermedades de las abejas se cuenta con diversas alternativas, entre las que podemos citar:

• Productos farmacológicos• Productos naturales o alternativos• Control biológico y biotécnico• Métodos Físicos

Productos FarmacológicosSon productos que deben contar con un registro de autorización emitido por la autoridad competente, ser específicos para abejas y aplicados conforme a las indi-caciones señaladas en la etiqueta (dosis, tiempo y forma de aplicación). En ningún caso se debe aplicar el principio activo en forma directa.

Productos naturalesSon extractos vegetales, aceites esenciales y/o ácidos orgánicos empleados para el control, principalmente de enfermedades parasitarias. Estos deben ser apli-cados bajo metodologías validadas científicamente y fuera de temporadas de floración.

Control Biológico y biotécnicoAcciones para controlar las plagas o enfermedades de la colmena utilizando orga-nismos vivos benéficos, mediante técnicas validadas científicamente.

Métodos físicosAcciones para controlar las plagas o enfermedades de las abejas utilizando proce-dimientos de limpieza y desinfección.

2.3.2. Eliminación

Conjunto de acciones que se aplican al material biológico, colmenas y material contaminado a partir del diagnóstico de una enfermedad que por sus característi-cas requiera la aplicación de estas medidas.

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2.3.3. Desinfección

La desinfección debe ser objeto de todos los cuidados. El apicultor tendrá en cuenta que la misma es el medio de lucha más eficaz contra las enfermedades, que si bien no evita utilizar la terapia medicamentosa, permite limitar su uso.

El material de explotación conviene que esté en perfecto estado de limpieza y ello hace que con cierta periodicidad se limpie a fondo y se desinfecte.

Para todas las operaciones de desin-fección se debe disponer de un local donde poder realizarlas con facilidad y comodidad, teniendo en cuenta que el apicultor llevará vestimenta espe-cial, dependiendo su especificidad del producto desinfectante a utilizar.

La primera operación es seleccionar el material a desinfectar. Los cuadros, tapacuadros y colmenas muy viejas deben eliminarse.

La elección del procedimiento de des-infección dependerá de la estación, posibilidades del apicultor y de la importancia del material a desinfectar.

Los panales viejos serán fundidos y la cera deberá ser esterilizada, lo cual se llevará a cabo en establecimientos adecuados.

Previo a la desinfección de cajas, cuadros, fondos, tapacuadros u otro



material, es necesaria una esmerada limpieza para eliminar la cera, el propoleos u otras sustancias que impedirían una acción desinfectante del producto a utilizar.Otro método es el calor húmedo, utilizando esta técnica cuando se dispone de una instalación que proporcione vapor a baja presión. Los vapores deben actuar durante 30 minutos, siendo un procedimiento seguro y cómodo, pero de coste elevado.

El empleo de calor seco proporcionado por la llama de una lamparilla es de fácil utilización, si bien es lento, consistiendo en un flameado del material que dejará

la madera ligeramente tostada. Es conveniente tener a mano un reci-piente con agua, que permita una rápida intervención si se produce un principio de combustión.

Estos metodos deben ser completa-dos con el uso de un desinfectante que tenga accion viricida, bactericida y fungicida.

Para el uso de gases germicidas es preciso que el apicultor disponga de un habitáculo estanco, o bien de recipientes de cierto volumen, que se puedan cerrar perfectamente.

SIEMPRE USAR PRODUCTOS REGISTRADOS Y AUTORIZADOS

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3. COSECHA

Verificar que los panales de las alzas tengan miel operculada al menos en un 85/90 por ciento.

No utilizar repelentes o substancias químicas para desalojar a las abejas de las alzas como ácido fénico ya que pueden contaminar la miel.

Para desalojar a las abejas de las alzas con miel se puede hacer uso del cepillo, para el barrido de las abejas, sacudido manual y aplicación mecánica de aire o utilizar tapacuadros con escapes.

Una vez que las abejas fueron desalojadas de las alzas estas se retiran para ser colocadas en la plataforma del transporte la cual deberá estar limpia.

Las alzas cosechadas deberán colocarse en grupos cubriendo la última alza con una tapa exterior para que no se contamine la miel con polvo, insectos y abejas pilladoras.

Cuando se rompa algún panal con miel o se retiren panales naturales con miel, se deberán colocar cuida-dosamente en un recipiente limpio, evitando mezclarlos con panales con cría. El recipiente deberá cubrirse para evitar su contaminación.

Una vez completada la carga de alzas estas deberán protegerse con una lona limpia y se atarán para evitar que se muevan en el trayecto del apiario al establecimiento de extracción de miel.



4. PERSONAL

4.1. SALUD

El trabajador que tiene contacto directo o indirecto con las colmenas, no debe representar un riesgo de contaminación. Deberá estar libre de enfermedades infecto- contagiosas.

4.2. CAPACITACIÓN EN SEGURIDAD E HIGIENE

Deberá contarse con capacitación constante relacionada a las Buenas Prácticas de Producción que impidan la contaminación de la miel.

4.3. HIGIENE Y SEGURIDAD DEL PERSONAL

Mientras realice las actividades de manejo de las colmenas, deberá realizar las siguientes prácticas de sanidad e higiene.

Lavarse las manos antes de iniciar el trabajo y en cualquier momento cuando las manos puedan estar sucias, no utilizar lociones, perfumes, etc.

No deberán ingerirse alimentos cerca de las colmenas.

Deberá tener cuidado en el manejo de las colmenas y el equipo en general para evitar heridas y accidentes.

Asegurar que toda persona ajena siga las prácticas de higiene.

Se recomienda contar con un botiquín de primeros auxilios, incluyendo medica-mentos específicos para atender personas picadas por abejas.

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Anexo I

REMISIÓN DE LA MUESTRA

• Enviar 80/100 abejas vivas y afectadas de la colmena enferma.

• Si la enfermedad es de la cría o del polen almacenado, enviar un trozo de panal afectado de 20x10 cm., envuelto en papel y dentro de una caja de cartón o madera.

• No utilizar, para estos envíos ni PLÁSTICO ni CRISTAL.

• Adjuntar la siguiente información: nombre, apellidos, domicilio, población, provincia y teléfono.

• Incluir la identificación de la explotación apícola: Nº de registro,

• Nº de colmenas sanas, enfermas, muertas, síntomas observados, tipo de colmenas, etc.

• Ésta información es imprescindible para poder realizar el diagnóstico.

• Se facilita el trabajo de laboratorio si se indican los síntomas.

NORMAS PARA EL ENVIO DE MUESTRAS DE ABEJAS Y/O PANALES PARA EL DIAGNÓSTICO LABORATORIAL DE ENFERMEDADES APÍCOLAS



DATOS SOBRE LA SINTOMATOLOGÍA OBSERVADA

1. Las abejas forman grupos en la piquera. No vuelan.

2. Las abejas al iniciar el vuelo, caen

3. Las abejas se encuentran muertas en los panales con la cabeza introducida en las celdillas.

4. Hay cría muerta en la piquera: características.

5. El opérculo de la cría está hundido y agrietado.

6. Existen manchas en la piquera, plancha de vuelo, frontal de la colmena. Color.

7. Se han efectuado tratamientos fitosanitarios en el entorno del colmenar. Productos utilizados.

8. Calendario de tratamientos en las colmenas. Productos utilizados.

9. Otros síntomas y observaciones.

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Anexo II

LOQUE EUROPEA

En principio la Loque europea no tiene repercusión efectiva sobre el dinamismo de la colonia y es, un cierto tiempo después, cuando pierde su población de forma evidente, sobre todo en casos graves.

La cría aparece en el interior de la celdilla ocupando posiciones diferentes a la normal, con el dorso hacia la entrada y presentando aspecto de cría en «mosaico», salteada, ya que, si la celdilla se limpia cuando la larva muere y la reina vuelve a poner en la misma, el panal presenta un aspecto no uniforme.

La larva se vuelve frágil, muestra por transparencia el sistema traqueal y se transforma en una masa más o menos espesa, ni viscosa ni filante, cuyo color varia del gris al marrón oscuro; en ningún momento hay adherencia a las paredes de la celdilla y la extracción del cadáver es siempre fácil.

La mortandad de larvas jóvenes en las celdillas sin opercular, además de un olor agrio o pútrido, particularmente en la piquera o cuando se abre la colmena, son los primeros síntomas que presenta la enfermedad.

SINTOMATOLOGÍA DE LAS PRINCIPALES PATOLOGÍAS DE LAS ABEJAS



LOQUE AMERICANA

Al comienzo de la enfermedad el debilitamiento de la colonia es bastante lento, por lo que en poblaciones insuficientemente vigiladas no se constata la enferme-dad hasta el momento en que la falta de actividad se hace evidente. En estado avanzado, es perceptible un olor característico a cola de carpintero, aun antes de abrir la colmena.

Los opérculos sobre larvas muertas se oscurecen, se hunden, muestran orificios o grietas de mayor o menor tamaño y las abejas los quitan hasta dejar las celdillas totalmente abiertas.

La cría que presenta un aspecto irregu-lar, salteada o en «mosaico» adquiere una tonalidad parecida al marfil, corno el café con leche después y por último marrón, transformándose en una masa viscosa y filante. Por pérdida de agua se convierte en una escama seca de color pardo oscuro, casi negro, que se adhie-re fuertemente al fondo de la celdilla.

SEPTICEMIA

La septicemia produce en las abejas que la padecen inquietud y debilidad, se arras-tran agotadas y pierden la facultad de vuelo, si bien se mueven con las alas abiertas.

El abdomen está ligeramente abultado, se presenta parálisis y síntomas de mela-nosis. Las abejas apenas pican, caen sobre el dorso y mueren, desintegrándose en algunos segmentos corporales. Las alas y patas se desprenden y se produce un olor fétido, como consecuencia de la descomposición de su musculatura pectoral.

La hemolinfa pierde su color ligeramente opalescente para volverse color lechoso.

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CRÍA SACCIFORME

Si las larvas sanas se transforman en pupas cuatro días después de la operculación de las celdillas, la cría afectada por el virus M. aetatulae no sufre esa transformación y permanece estirada, ya que la cubierta externa se endurece formándose una especie de saco que encierra líquido y a la larva, que toma un color castaño oscuro.

La disposición de la cría, salteada, con los opérenlos hundidos, son síntomas muy parecidos a los de la Loque americana.

En las larvas afectadas no se produce una modificación sensible de su forma y su consistencia no es ni viscosa, ni fi-lante, no tienen un olor característico y cuando se desecan toman una forma peculiar, con los restos de tegumentos cefálicos dirigidos hacia arriba (cría en góndola) y pueden extraerse de las celdillas con facilidad.

PARÁLISIS

En la parálisis crónica se presenta un temblor anormal de las alas, que con frecuen-cia se encuentran dislocadas. Este temblor llega al cuerpo de las abejas enfermas que están incapacitadas para el vuelo, se arrastran por el suelo e intentan entrar en la colmena trepando por los tallos de las hierbas cerca de la piquera.

El abdomen aparece abultado, como consecuencia de la distensión del buche me-lario, que está lleno de líquido con gran cantidad de virus. Esta distensión provoca una disentería.

Los síntomas de parálisis aguda se presentan en abejas que al principio pueden volar; aparecen casi carentes de pelo (alopecia), lo que les hace parecer más



pequeñas y con un color oscuro, casi negro. Presentan el abdomen relativamente ancho y pasados unos días aparecen los temblores y la incapacidad de volar. Estas características hacen que sean rechazadas por abejas de su propia colonia, que las confunden con abejas ladronas.

ASCOSFEROSIS

La A. apis aparece en principio sobre cría de zángano, para extenderse posterior-mente a cría de obreras, aunque no es una regla que se cumpla estrictamente.

En el colmenar se nota la presencia de momias extraídas por las abejas limpiadoras sobre la plancha de vuelo o delante de las colmenas, apreciándose una despobla-ción y una baja actividad en las colonias afectadas.

Las larvas infectadas presentan inicial-mente una consistencia algodonosa, debido a la extensión del micelio. El agua de los tejidos se evapora y la momifica-ción comienza endureciendo a la cría.

Las larvas en el interior de las celdillas operculadas no están adheridas a sus paredes y esto hace que al mover el cua-dro se produzca un ruido de «tableteo».

La disposición irregular de la puesta que se produce por la limpieza de momias, al no estar afectadas todas las larvas, y la nueva puesta de la reina, hace que se presente en “mosaico”.

Las momias mantienen un color blanco sucio, si no se han producido esporas; en caso contrario, su colora-ción es gris azulada o casi negra.

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NOSEMOSIS(NOSEMA APIS Y NOSEMA CERANAE)

A veces se presenta una agitación anormal de la colonia durante el invierno y una falta de dinamismo en primavera, con la presencia de abejas arrastrándose por el suelo en los alrededores de las colmenas.

El apicultor evidencia en la colonia afectada una neta despoblación, a pesar de tener la cría sana, lo que puede llevar consigo un enfriamiento del «pollo», al no estar cubierto de abejas.

Las abejas infestadas viven solamente la mitad del tiempo que los individuos sanos, si bien la mortandad no es siempre reveladora de la gravedad de la enfermedad.

El insecto presenta abdomen globoso y distendido por la acumulación de excre-mentos, que no siempre generan una diarrea intensa, con deyecciones de color marrón claro verdoso y olor fétido.

Las abejas presentan un aspecto brillante, una debilidad general y una imposibi-lidad de volar, probablemente a consecuencia de una compresión de los sacos aéreos abdominales. Se manifiestan temblores y parálisis.

Estudios realizados en los ovarios han demostrado que la infestación de Nosema apis producía un proceso de degeneración de los mismos, hasta llegar a la este-rilidad, lo que motiva que haya múltiples sustituciones de reinas en una misma temporada.

En las formas más graves, las colonias mueren rápidamente. Ahora bien, existe una forma latente, no detectable clínicamente, que afecta de una forma más negativa a la población de invierno.

NOSEMA CERANAE

Según los últimos estudios publicados, es uno de los responsables del síndrome de despoblamiento de la colmena.



En muchas ocasiones se presenta falta de vigor, descenso en la producción, sin otros síntomas aparentes. Este parasito ha saltado de especie parasitada, de la Apis Cerana a la Apis Melifera y se ha demostrado que es mucho más patógena y agresiva en la especie de nuestro país que en la de origen.

Tambien puede provocar que otros tratamientos no funcionen normalmente por la desorganización que se provoca dentro de la colmena.

AMEBOSIS

Los síntomas son parecidos a los de la Nosemosis. Los casos típicos de Amebosis se ponen de manifiesto por unas abundantes diarreas, color amarillo claro, acuosas o pastosas, que manchan tanto los cuadros como la piquera, y la plancha de vuelo.

Las abejas aparecen con signos diarreicos a la menor excitación que sufren, como pueden ser la apertura de la colmena, presentando un abdomen engrosado y distendido, como consecuencia de la re-pleción de los sacos aéreos, en contraste con el abdomen abultado y más corto que presentan cuando la enfermedad es la Nosemosis.

El agotamiento de las colonias es rápido y las abejas mueren en el exterior de la colmena.

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ACARAPISOSIS

La sintomatología de la enfermedad no es precisa ni característica. Cuando la in-festación es leve no se manifiestan síntomas y la abeja continua sus trabajos de forma habitual. La parasitosis puede tener un largo período de latencia, dos-tres meses, en los que no se presentan síntomas. Sin embargo, cuando la enfermedad se agrava el vuelo de las abejas es lento y a veces imposible por la alteración de los músculos de las alas. Estas presentan una posición anormal, perpendiculares al cuerpo y caídas, como dislocadas.

Las abejas se arrastran fuera de la colmena y tratan de volver a entrar trepando por los tallos de la hierba.

La enfermedad puede permanecer durante todo el invierno en la colonia. Un consumo prematuro de las reser-vas corporales provoca una repleción excesiva en la ampolla rectal de las abejas parasitadas, que presentan un abdomen dilatado, lo que puede dar como resultado una disentería.

VARROOSIS

El período de prelatencia (ausencia de síntomas) varía considerablemente con la climatología y el sistema de explotación.

El desarrollo de las larvas parasitadas se demora, sufriendo un retraso la eclosión de las jóvenes abejas.

Las larvas fuertemente parasitadas mueren y al sufrir un proceso de pu-trefacción desprenden un olor desa-gradable. Entonces los opérculos son



retirados por las abejas limpiadoras, y en el fondo de las celdillas se observan los excrementos de los ácaros, que tienen forma filamentosa de color blanco. El peso reducido de las pupas parasitadas, así como la pérdida de proteínas, tie-ne efectos inmediatos sobre las abejas, que no alcanzarán un tamaño adecuado, acompañado de malformaciones anatómicas, que se traducen en una reducción de la vida productiva de las abejas.

La presencia de parásitos provoca en las mismas una actividad más intensa, ya que intentan desembarazarse de sus huéspedes. En invierno, en los casos de infestacio-nes medias y fuertes, los «racimos» de abejas son menos densos, saliendo de las colmenas muchas abejas.

La falta de vitalidad de las abejas parasitadas, y su muerte prematura, ocasiona un menor aporte de néctar y polen, que origina un debilitamiento de la colonia, y por tanto, puede producir su desaparición.

Cuando la cría es parasitada por más de ocho ácaros, las pupas mueren y no termi-nan su transformación en abejas adultas, presentándose entonces en los cuadros unas características parecidas a las producidas por el Paenibacillus larvae productor de la enfermedad denominada «Loque americana.

En condiciones más favorables, la eclosión de la abeja adulta se puede ver retrasa-da de dos a cuatro días.

En estos casos, la acción patógena sobre la cría repercute de una forma decisiva en el futuro de la abeja adulta, y se presentan entonces malformaciones, reducción de la vida productiva y, como consecuencia, debilitamiento general.

Las malformaciones se concretan en la presencia de alas rudimentarias, patas atro-fiadas, abdomen acortado, y dan como resultado individuos no útiles a la colonia, que son eliminados por el resto de las abejas.

Existe una correlación entre el número de parásitos que soporta una cría y el peso de la futura abeja, el cual puede verse disminuido hasta el 20 por ciento.

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Se ha constatado que con infestaciones leves se reduce la vida productiva de las abejas hasta un 64 por ciento, llegando al 83 por ciento, cuando la infestación es muy grave.

La presencia en invierno de varroas en la “piña invernal” hace que el consumo de alimentos aumente considerablemente, lo mismo que el calor producido por las abejas, lo que puede provocar un alargamiento del periodo de puesta de la reina, que tiene como consecuencia un incremento en el periodo de reproduc-ción del ácaro.

Es preciso tener en cuenta que la presencia de varroosis en una colonia puede tener consecuencias nefastas, no solamente por esta parasitosis, sino también por su acción vectorial para ciertos agentes patógenos, que incrementan su virulencia cuando entran en la hemolinfa: virus de la pa-rálisis aguda.

La colonia en fase terminal pierde prácticamente la población, la col-mena aparece con reservas pero sin abejas.

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La investigación y bibliografía sobre esta parasitosis es muy escasa y sólo se refieren al control con productos ya utilizados en la Varroosis.

Parece lógico pensar que si el ácaro desarrolla gran parte de su vida en el interior de las celdillas con cría y las parasita, los síntomas de las abejas cuando nacen serán si-

milares a las provocadas por V. destructor: abdomen acortado, alas atrofiadas y otras malformaciones anatómicas.

En la misma línea, cuando la presión pa-rasitaria es muy fuerte, la cría de abeja no nacerá y presentará una sintomatología como de enfermedad de la cría se tratara: opérculo roto, olor peculiar, etc.

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AETHINOSIS

Las colmenas afectadas por el pequeño escarabajo de la colmena presentan un gran número de larvas introducidas en las celdillas, por los cuadros y en el fondo de la colmena.

La miel, contaminada por las deyecciones del escarabajo, presenta un aspecto espu-moso y olor a naranja en descomposición, que puede fermentar.

GALERIOSIS

Los daños causados por las polillas (larvas) consisten en la destrucción de las reser-vas de la colonia, cera, etc., estando después de algunas semanas todos los cuadros de una colmena afectados, amén de dejar en ellos hilos sedosos y excrementos que dan un aspecto desolador al conjunto.

La destrucción se realiza a través de galerías que hacen las larvas de uno a otro lado del panal.

Estos ataques se manifiestan en las zonas atacadas, en el caso de A grisella por galerías de trazado recto y de varios centímetros de longitud y por celdillas abiertas de bordes prominentes (cría tubular), debido a la ascensión de la larva al sentirse molesta por el ataque subterráneo de la polilla.

En colonias atacadas por polilla existe una frecuencia mayor de lo normal de Loque americana, por el transporte realizado por G. mellonella de esporos de P. larvae.



BRAULOSIS

Cuando el parasitismo es intenso se han llegado a contar de 15 a 20 “piojos” en una reina; ésta puede sentirse molesta e incómoda y su puesta disminuye. Por otra parte al competir por la comida con las obreras, pueden interferir en la labor de alimentación larvaria.

Los cuadros se alteran debido a la presencia de túneles excavados por las larvas y se vuelven repugnantes para las abejas. La miel pierde su valor, al poder llegar a fermentar por la absorción de vapor de agua, y la que se comercializa en secciones se deprecia.

MAL DE MAYO

El proceso se desarrolla con mayor frecuencia cuando el agua escasea, ya bien sea cuando las condiciones meteorológicas impiden la salida de abejas, y como conse-cuencia la entrada en la colmena del líquido elemento, o bien por asentamientos de colmenas en zonas no provistas de fuentes de agua, así como una ausencia prolongada de mielada.

En estos momentos si hay un gran consumo de polen, éste se acumula en la am-polla rectal y en el intestino delgado y medio, aumentando la concentración del contenido intestinal y adquiriendo una mayor consistencia.

La obstrucción intestinal tiene como consecuencia que aumente en aparato di-gestivo la carga de toxinas producida por la flora intestinal, sobre todo bacterias y hongos.

DISENTERIA

Los síntomas que caracterizan esta afección son: un abultamiento del cuerpo de las abejas y la distensión del abdomen, no solamente por los excrementos acumula-dos, sino también por el gas producido por la descomposición del contenido intes-tinal, que sale al exterior a la menor presión ejercida sobre las abejas enfermas.

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Hay presencia de deyecciones sobre las partes interiores de las colmenas, paredes, cuadros, cera y sobre la plataforma de vuelo y partes exteriores.

Las deyecciones son líquidas, de un color que varía del amarillo oscuro al marrón, y que pueden manchar a otras abejas e incluso obstruir sus estigmas respiratorios.

En casos graves, como síntoma característico las abejas afectadas realizan vuelos de limpieza, cuando las condiciones no son buenas, lo que ocasiona pérdidas de abejas.

CRÍA ENFRIADA

La apariencia de la cría enfriada es variable: se pierde el color blanco marfileño que presentan unas larvas sanas, y toman un color blanco amarillento, hasta llegar a un color marrón o negro, afectando a veces las alteraciones solamente a los bordes de los segmentos de la cría.

La consistencia de la larva muerta pue-de ser granulosa y seca o viscosa, pero nunca filante (Loque americana).- Nor-malmente no presenta ningún tipo de microorganismo. Los opérenlos que encierran crías muertas por frío están hundidos y rotos, lo que nos puede inducir a pensar en la presencia de Loque americana, pues también en cuadro presenta la cría salteada, en “mosaico”.

MUERTE POR HAMBRE

Los cuadros de una colmena en la que se presenta este accidente, muestran au-sencia total de miel y las abejas muertas, en el fondo de la colmena, e introducidas muchas de ellas en las celdillas, dejando al exterior el último tercio abdominal.



Una excepción se puede presentar a esta regla, en el sentido de que una colonia puede morir de hambre con presencia en los cuadros de la colmena de miel; ello

se produce durante la época de bajas temperaturas, cuando la población de abejas es escasa y las reservas alimen-ticias están alejadas de la “piña”, que for-ma el escaso número de abejas.

La presencia de polen almacenado en los cuadros de estas colmenas no impide la muerte de las colonias, pues se trata de un alimento plástico y no energético.

MUERTE POR FRÍO

Las abejas adultas pueden morir de frío si en la entrada de la invernada no vigila-mos la población de la colmena.

Conviene, antes de la llegada de los fríos, revisar las colmenas y proceder a la unión de las más débiles.

Las abejas intentan controlar la temperatura formando racimos en la parte más cálida de la colmena y allí mueren formando un agrupamiento de cadáveres que se llega a enmohecer por la humedad ambiente. Esta sintomatología se observa con la llegada de la primavera y la apertura de las colmenas.

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Anexo III: GLOSARIO

Abeja de la miel: Insecto himenóptero que produce miel y otros productos.

Abeja de interior: Abeja hasta los 20 días de edad, aproximadamente.

Abeja pecoreadota Abeja de exterior. Abeja de 20 días, aproximadamente, hasta su muerte.

Abeja pilladora: Abeja ladrona

Ahumador: Implemento del apicultor que utiliza para tranquilizar a las abejas

Ampolla rectal: Parte final del aparato digestivo de las abejas, en el que almacenan las deyecciones hasta su expulsión en el exterior de la colmena.

Apiario: Colmenar

Apicultor: Persona que se dedica a la apicultura.

Apicultura: Cría de abejas y aprovechamiento de sus productos.

Asentamiento apícola: Lugar donde se instala un colmenar para el aprovechamiento de la flora o para pasar la invernada.

Cámara de cría: Cuerpo de colmena en el que se encuentra la cría.

Careta de apicultor: Parte del equipo de protección del apicultor

Celdilla de panal: Cada uno de los departamentos de un panal de abejas

Cera estampada: Lámina, puesta por el apicultor en los cuadros de la colmena, a partir de la cual las abejas fabrican el panal.

Cera estirada: Cera fabricada por la abeja con la que forma el panal.

Cepillo de apicultor: Implemento que el apicultor utiliza en determinados momentos en el control de sus colmenas.

Cerificador solar: Implemento que el apicultor utiliza para extraer la cera vieja de los cuadros y del cerón utilizando la energía solar.

Colmena: Conjunto formado por un enjambre, el recipiente que lo contie-ne y los elementos propios necesarios para su supervivencia.

Colmena fijista: Aquella que tiene sus panales fijos e inseparables del recipiente.

Colmena movilista: Aquella que posee panales móviles pudiendo separarlos para recolección de miel, limpieza, etc.



Colmena muerta: Colmena el la que se evidencia la falta de actividad biológica de sus elementos vivos (Insectos adultos y crías).

Colmenar: Conjunto de colmenas, pertenecientes a uno o varios titulares que se encuentren en un mismo asentamiento.

Colmenar abandonado: Colmenar con más del cincuenta por ciento de las colmenas muertas.

Colmena de desarrollo Modelo de colmena que, por construcción, no puedehorizontal: incrementarse su volumen.

Colmena de desarrollo Modelo de colmena que, por construcción, puedevertical: incrmentarse su volumen.

Cuadro. Estructura en donde el apicultor fija la lámina de cera estampada para su posterior estirado por las abejas.

Cuchillo desoperculador: Implemento utilizado por el apicultor para quitar la cera que cu-bre a las celdillas.

Decantador: Implemento que se utiliza para la decantación de la miel.

Enjambre: Colonia de abejas productoras de miel

Espátula de apicultor: Útil que emplea el apicultor para el mejor manejo de las colmenas.

Explotación apícola: Cualquier instalación, construcción o lugar en los que se tengan, críen, manejen o se expongan al público abejas productoras de miel (Apis mellifera) cuyas colmenas se encuentren repartidas en uno o varios colmenares.

Explotación apícola Aquella explotación apícola cuyas colmenas estante: permanezcan todo el año en el mismo asentamiento.

Explotación apícola Aquella explotación apícola cuyas colmenas son trashumante: desplazadas a uno u otros asentamientos a lo largo del año.

Explotación apícola Aquella explotación apícola que tiene 150 colmenasprofesional: o más.

Explotación apícola no Aquella explotación apícola que tiene menos de 150 profesional: colmenas.

Explotación de Aquella explotación apícola utilizada para la obtenciónautoconsumo: de productos de las colmenas con destino exclusivo al consumo

familiar. El número máximo de colmenas para estas explotacio-nes no podrá superar las 15 colmenas.

Extractor: Parte del equipo utilizado por el apicultor para la extracción de la miel.

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Flora apícola: Parte de la vegetación visitada por las abejas con el fin de recolec-tar alimento.

Fondo de colmena: Parte inferior de una colmena.

Guantes de apicultor: Parte del equipo de protección del apicultor.

Levantacuadros: Implemento utilizado por el apicultor para el manejo de los cua-dros de la colmena.

Melario o alza: Caja utilizada por el apicultor en colmenas de alzas para el acopio de miel de cosecha.

Miel: Es la sustancia natural dulce producida por la abeja Apis mellifera a partir del néctar de las plantas o de las secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores pre-sentes en las partes vivas de las plantas, que las abejas recolectan, transforman combinándolas con sustancias específicas propias, depositan, deshidratan, almacenan y dejan en colmenas para que maduren.

Miel operculada: Estado de la miel acta para su extracción.

Mono de Apicultor: Parte del equipo de protección del apicultor.

Néctar: Producto proporcionado por las plantas que las abejas recolectan como elemento base para la miel.

Núcleo: Colmena de capacidad reducida, normalmente la mitad que la estándar, que el apicultor utiliza para la reproducción o para el transporte de abejas.

Panal: Conjunto de celdillas de un cuadro de colmena.

Pecoreo: Acción de pecorear. Libar, por parte de las abejas de las flores y/o partes de las plantas.

Opérculo: Capa de cera que cubre la celdilla de la cría, en un tiempo deter-minado y la miel almacenada cuando está madura.

Peine de apicultor: Implemento que el apicultor utiliza en el proceso de extracción de la miel.

Pillaje: Robo de la miel de una colmena por abejas de colmenas dife-rentes.

Piña invernal: Agrupamiento de las abejas en el interior de la colmena en perio-do invernal para alimentarse y protegerse del frío.

Piquera: Abertura frontal de la colmena por donde entran y salen las abejas.



Plancha de vuelo: Plataforma que disponen las colmenas debajo de la piquera que utilizan las abejas para el entrar o salir de la colmena.

Polen: Elemento masculino de las plantas que las abejas utilizan para su alimentación.

Pollo: Cría de abejas

Profilaxis: Metodología que pretende impedir que las enfermedades se ins-tauren en una explotación o que erradique una enfermedad que se ha diagnosticado en la explotación

Propoleos: Uno de los productos de la colmena.

Radio útil de pecorea: Distancia a la cual las abejas optimizan sus vuelos de pecorea.

Secador de polen: Parte de los implementos que el apicultor utiliza para el acondi-cionado del polen una vez cosechado.

Tapacuadros: Parte de la colmena que se coloca encima de la colmena y debajo de su tapa.

Titular de explotación Persona física o jurídica que ejerce la actividad apícola yapícola: asume la responsabilidad y riesgos inherentes a la gestión de la

misma.

Transformador eléctrico: Útil que emplea el apicultor para fijar la lámina de cera estampa-da a los alambres del cuadro.

Trashumancia apícola: Traslado de colmenas de un asentamiento a otro para aprovechar la flora apícola.

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