Guía de lectura Cuentos policiacos (1 Mb)

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GUÍA DE LECTURA Presentación Esta compilación de seis cuentos policiacos, cada uno con sus peculiaridades y caracterís- ticas distintivas, ofrece una panorámica bastante completa del género al que pertenecen. Pese a que algunos estudiosos defienden que este tipo de relatos comenzaron a gestarse en una etapa mucho más remota, la mayor parte de ellos está de acuerdo en que la eclosión del relato y la novela policiaca tuvo lugar en torno a finales de la primera mitad del siglo xix. En ese momento, el inicio de la Revolución Industrial favoreció la creación de núcleos urbanos en los que las con- diciones de vida de ciertos segmentos de la población inspiraron a los autores europeos y norte- americanos para narrar los peligros que acechaban a los ciudadanos, así como las formas de afrontarlos-soluciones siempre basadas en la racionalidad—, que aportaban diversos tipos de per- sonajes (no necesariamente detectives o policías profesionales). Así pues, aunque no se pueda desestimar la existencia de ciertos precedentes bastante anteriores —como Zadig o el destino (1748), de Voltaire, o La señorita Scuderi (1819), de E. T. A. Hoffmann—, sí se puede afirmar que hay que esperar hasta las décadas de 1830-1840 para encon- trar los primeros ejemplos de lo que actualmente conocemos como «relatos policiacos». Si hay un escritor al que hoy en día se considere padre del género detectivesco, es Edgar Allan Poe. Nacido en 1809 en Boston (Estados Unidos), fue escritor, poeta y crítico y periodista literario. Durante su infancia, y ya con su familia adoptiva, pasó cinco años en Inglaterra. A pesar de no haber completado sus estudios universitarios, Poe comenzó a publicar en la prensa norte- americana relatos y artículos de crítica que le concedieron cierta notoriedad. Aun así, sus proble- mas económicos fueron constantes, algo que unido a la enfermedad de su esposa —su prima Virginia Clemm— y sus propias dificultades emocionales, hizo que su vida fuera, cuando menos, complicada. Pese a que Poe tocó muchos otros géneros, con relación al tratado en estas páginas hay que destacar la importancia de su obra Los crímenes de la calle Morgue (1841), en cuya introducción el autor defiende el método analítico que utilizará el protagonista del relato, Auguste Dupin, un aristócrata francés cuya afición a lo detectivesco lo llevará a resolver el problema que se le plantea en el cuento. Otra de las grandes aportaciones al género presentes ya en este relato es la de la creación del «narrador cómplice», una figura que, como se verá más adelante, ha quedado fijada en la mente del lector gracias al doctor Watson, el fiel compañero de Sherlock Holmes. La carta robada (1844) es el tercero de los relatos escritos por Poe y protagonizados por Dupin. En él, el método del que se sirve el detective aficionado para resolver el enigma de la carta se basa en la identificación de la mente del investigador con la del criminal. En cuanto al escritor inglés William Wilkie Collins (1824-1889), hay que subrayar la mul- tidisciplinariedad de su genio creativo, puesto que, además de escritor, fue también pintor y dramaturgo. Su amistad con el gran novelista Charles Dickens le permitió introducirse en los círculos literarios y publicar varios de sus relatos en Household Words, el semanario que dirigía este último. Tal fue el caso de Una cama terriblemente extraña, que apareció en la revista de Dickens en 1852. En este relato, el protagonista de la historia es también su narrador (lo que favorece la in- trospección psicológica) y el encargado de desentrañar el misterio de la cama sin ningún tipo de ayuda externa. OXFORD | 1

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GUÍA DE LECTURA

Presentación

Esta compilación de seis cuentos policiacos, cada uno con sus peculiaridades y caracterís-ticas distintivas, ofrece una panorámica bastante completa del género al que pertenecen. Pese a que algunos estudiosos defienden que este tipo de relatos comenzaron a gestarse en una etapa mucho más remota, la mayor parte de ellos está de acuerdo en que la eclosión del relato y la novela policiaca tuvo lugar en torno a finales de la primera mitad del siglo xix. En ese momento, el inicio de la Revolución Industrial favoreció la creación de núcleos urbanos en los que las con-diciones de vida de ciertos segmentos de la población inspiraron a los autores europeos y norte-americanos para narrar los peligros que acechaban a los ciudadanos, así como las formas de afrontarlos-soluciones siempre basadas en la racionalidad—, que aportaban diversos tipos de per-sonajes (no necesariamente detectives o policías profesionales).

Así pues, aunque no se pueda desestimar la existencia de ciertos precedentes bastante anteriores —como Zadig o el destino (1748), de Voltaire, o La señorita Scuderi (1819), de E. T. A. Hoffmann—, sí se puede afirmar que hay que esperar hasta las décadas de 1830-1840 para encon-trar los primeros ejemplos de lo que actualmente conocemos como «relatos policiacos».

Si hay un escritor al que hoy en día se considere padre del género detectivesco, es Edgar Allan Poe. Nacido en 1809 en Boston (Estados Unidos), fue escritor, poeta y crítico y periodista literario. Durante su infancia, y ya con su familia adoptiva, pasó cinco años en Inglaterra. A pesar de no haber completado sus estudios universitarios, Poe comenzó a publicar en la prensa norte-americana relatos y artículos de crítica que le concedieron cierta notoriedad. Aun así, sus proble-mas económicos fueron constantes, algo que unido a la enfermedad de su esposa —su prima Virginia Clemm— y sus propias dificultades emocionales, hizo que su vida fuera, cuando menos, complicada.

Pese a que Poe tocó muchos otros géneros, con relación al tratado en estas páginas hay que destacar la importancia de su obra Los crímenes de la calle Morgue (1841), en cuya introducción el autor defiende el método analítico que utilizará el protagonista del relato, Auguste Dupin, un aristócrata francés cuya afición a lo detectivesco lo llevará a resolver el problema que se le plantea en el cuento. Otra de las grandes aportaciones al género presentes ya en este relato es la de la creación del «narrador cómplice», una figura que, como se verá más adelante, ha quedado fijada en la mente del lector gracias al doctor Watson, el fiel compañero de Sherlock Holmes.

La carta robada (1844) es el tercero de los relatos escritos por Poe y protagonizados por Dupin. En él, el método del que se sirve el detective aficionado para resolver el enigma de la carta se basa en la identificación de la mente del investigador con la del criminal.

En cuanto al escritor inglés William Wilkie Collins (1824-1889), hay que subrayar la mul-tidisciplinariedad de su genio creativo, puesto que, además de escritor, fue también pintor y dramaturgo. Su amistad con el gran novelista Charles Dickens le permitió introducirse en los círculos literarios y publicar varios de sus relatos en Household Words, el semanario que dirigía este último.

Tal fue el caso de Una cama terriblemente extraña, que apareció en la revista de Dickens en 1852. En este relato, el protagonista de la historia es también su narrador (lo que favorece la in-trospección psicológica) y el encargado de desentrañar el misterio de la cama sin ningún tipo de ayuda externa.

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CUENTOS POLICIACOS

Robert Louis Stevenson nació en Edimburgo (Escocia) en 1850. A lo largo de su vida cambió de residencia en numerosas ocasiones hasta instalarse definitivamente en Samoa, donde murió a los cuarenta y cuatro años de edad.

El relato de Stevenson incluido en esta antología, Markheim (1884), destaca no solo por-que en esta ocasión el protagonista de la historia es el asesino, sino también por la originalidad que aporta al cuento la introducción del elemento sobrenatural y de la preocupación del autor por el elemento del doble.

El creador de Un incendio imperfecto (1886), Ambrose Bierce, nació en Ohio (Estados Uni-dos) en 1842. Participó en la guerra civil estadounidense y en una expedición por los territorios indios. Posteriormente trabajó como periodista y comenzó a escribir relatos y novelas, activida-des que continuó desarrollando cuando, ya casado, se trasladó con su esposa a Inglaterra. De vuelta en Estados Unidos, empezó a cultivar los géneros del terror y el misterio. Los relatos de Bierce descollan por el excepcional manejo del idioma de su autor y por la concisión de su estilo.

Un incendio imperfecto forma parte de la antología «El club de los parricidas» y sobresale entre los demás relatos de Bierce debido al empleo del humor negro, la irreverencia y el absurdo.

El escocés Arthur Conan Doyle (1859-1930) es, junto con Poe, uno de los escritores de cuentos policiacos más conocidos por el público en general, puesto que es el creador del famosí-simo Sherlock Holmes. Ya se ha mencionado la importancia de su fiel compañero, el doctor John Watson, como narrador de las aventuras del detective. Sin embargo, su efectividad debe de ser mayor en el caso de los relatos, ya que al principio, cuando Doyle escribió novelas, su éxito fue muy inferior al alcanzado a partir de 1891, cuando comenzó a publicar sus cuentos en The Strand Magazine.

En La aventura de la banda moteada, Holmes se enfrenta al problema que, dentro del géne-ro, se conoce como «de la habitación cerrada». Doyle lo consideraba uno de sus mejores relatos holmesianos.

Por último hay que mencionar los relatos del londinense Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), caracterizados por estar cargados de humor y de un estilo barroco del que se sirve para defender los valores tradicionales del catolicismo. También creó un personaje aficionado a lo detectivesco, el padre Brown, que aparece en muchos de sus relatos. No es el caso, sin embargo, del cuento Los tres jinetes del Apocalipsis, cuyo principal personaje es el señor Pond, un alto funcio-nario inglés de carácter peculiar y muy aficionado a unas paradojas que él mismo termina por resolver en las historias que cuenta a sus oyentes.

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GUÍA DE LECTURA

Actividades

1 Señala al menos tres condiciones socioculturales o económicas que favorecieran la aparición del género policiaco.

2 ¿Cuáles fueron las principales aportaciones de Edgar Allan Poe a ese género? ¿A qué otro autor se puede considerar su principal heredero en ese sentido?

3 Lee con atención el siguiente fragmento de la obra y responde a las preguntas que se formulan a continuación:

«Así como el hombre robusto se complace en su habilidad física y se deleita con aquellos ejerci-cios que exigen la acción de sus músculos, del mismo modo el analista encuentra placer en esa actividad del espíritu que consiste en dilucidar y entender. No importa que se trate de las ocupa-ciones más triviales. Gozará de ellas siempre que pongan en juego su talento. Le apasionan los enigmas, los acertijos, los jeroglíficos, que soluciona con un grado de perspicacia que a la mayoría de las mentes les parece sobrenatural. Fruto esencialmente del método, sus resultados tienen, no obstante, la apariencia de una intuición» (p. 247).

a) ¿A qué se está haciendo referencia en esta cita con el sintagma «el analista»? b) ¿A qué método alude en ella el autor? c) ¿Crees que la figura del detective meramente racional y analítico es todavía útil hoy en día?

Justifica tu respuesta mediante ejemplos.

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CUENTOS POLICIACOS

4 Busca en Internet o en algún recurso bibliográfico propuesto por tu profesor un relato protago-nizado por un detective del estilo de Holmes y Dupin y analiza sus características y funciones como personaje.

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GUÍA DE LECTURA

Estructura y motivos recurrentes

Por lo general, los relatos que conforman esta antología siguen una estructura lineal clási-ca. Comienzan con una introducción en la que se presenta a los personajes y la situación inicial. A continuación, el narrador o uno de los personajes plantean el misterio que el detective tendrá que desentrañar. Una vez recopilados todos los detalles del enigma, el investigador aplica sus dotes analíticas y deductivas al problema para terminar solucionándolo y señalando al culpable.

Sin embargo, hay varias excepciones a esta norma. La primera de ellas es Markheim, el re-lato de Robert Louis Stevenson incluido en esta recopilación de cuentos. Dado que el lector co-noce desde el principio la culpabilidad del protagonista, el misterio se traslada al elemento sobre-natural que se introduce en la historia. Así pues, la parte de «investigación» queda reducida a una cierta especulación referente a la identidad de la presencia.

Algo similar ocurre en Un incendio imperfecto, relato en el que el misterio del armario igní-fugo se resuelve casi por casualidad, sin que por parte del protagonista haya una verdadera volun-tad de solucionarlo.

La estructura de Los tres jinetes del Apocalipsis también varía, puesto que se produce un desplazamiento temporal desde el momento de la narración hasta el de la acción, así como un cambio de narrador, que permite distinguir la existencia de dos niveles de narración distintos.

1 Estructura global

Partes de la narración introducción nudo desenlace

Estructura del relato Introducción de los personajes y, en ocasiones, de la situación espacio-temporal.

Planteamiento del enigma.

Investigación basada en el método analítico.

Resolución del misterio y explicación.

Tiempo En la mayor parte de los casos, el pasado reciente de los personajes y los autores (siglo xix).

En la mayoría de las ocasiones, el pasado reciente de los personajes. Valga como excepción Los tres jinetes del Apocalipsis.

Espacio En la mayor parte de los casos, coincide con el espacio de la narración.

En casi todos ellos, coincide con el espacio de la narración. Valga como excepción, de nuevo, Los tres jinetes del Apocalipsis.

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CUENTOS POLICIACOS

2 Análisis estructural de cada relato

Relato y año de publicación

Introducción Planteamiento Investigación Desenlace Tiempo Espacio

La carta robada (1844)

El narrador y su amigo Auguste Dupin fuman tranquilamente en la biblioteca de este último. Entonces reciben la visita de G…, el prefecto de la policía de París.

G… les plantea un sencillo misterio que la policía no es capaz de resolver: saben que el ministro D… ha robado de las habitaciones reales una carta que está utilizando para chantajear a una persona importante. Sin embargo, no pueden demostrar que el documento esté en posesión de D… porque no son capaces de encontrarlo en su casa.

Dupin se sirve de la anécdota del escolar que siempre ganaba a «pares o nones» para explicar que el método que ha utilizado para resolver el enigma consiste en la identificación de la mente del razonador con la de su oponente. Es consciente de que los métodos de la policía parisina no son útiles en el caso del ministro D…, ya que ni su inteligencia ni las circunstancias son comunes. Así, concluye que en los registros no se había encontrado la carta porque, simplemente, no estaba oculta, sino a la vista de todos.

Tras visitar en dos ocasiones la casa del ministro D… (la primera para localizar la carta en su despacho y la segunda para sustituir el documento por una copia del original), Dupin se hace con la misiva que tantos quebraderos de cabeza le había causado a G… y consigue parte de la recompensa ofrecida a cambio del documento. Además, consigue favorecer a la persona poderosa a la que D… chantajeaba y precipitar la caída del ministro.

Un momento indeterminado del siglo xix.

Biblioteca del tercer piso del n.º 33 de la calle Dunot, en el distrito de Saint-Germain, París.

Una cama terriblemente extraña (1852)

El protagonista y un amigo suyo, también inglés, disfrutan de las diversiones que les ofrece la ciudad de París tras haber terminado sus estudios universitarios. Acuden a una casa de juego de reputación dudosa, donde el personaje principal gana muchísimo dinero y se emborracha. Cuando su amigo se marcha, un militar veterano de Austerlitz convence al protagonista para que se quede a dormir en la sala de juegos y lo conduce a una habitación con una gran cama inglesa.

El inglés se dedica a contemplar la habitación durante un rato, y así es como se da cuenta de que, poco a poco, la parte superior de la cama comienza a descender sobre él con la intención de aplastarlo. Consigue escapar del artilugio y lo examina con atención.

En su análisis, el protagonista descubre que la cama está formada por un colchón macizo y cuatro postes por los que la parte superior de la misma puede descender cuando el largo torno de madera que sale del techo de la habitación la empuja.

El personaje principal se da cuenta de que ha sido víctima de una conspiración criminal: lo han drogado y lo han conducido a esa habitación para matarlo y robarle sus ganancias de la noche. Toma conciencia de que él no debe de haber sido la única víctima de ese complot y huye por la ventana para acudir a la policía. Vuelve a la casa de juegos con el subcomisario y le muestra la cama y el mecanismo. Todos los culpables son detenidos y el protagonista decide alejarse del juego definitivamente.

Un momento indeterminado del siglo xix.

Una casa de juegos situada en las cercanías del Palais Royal de París.

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GUÍA DE LECTURA

Relato y año de publicación

Introducción Planteamiento Investigación Desenlace Tiempo Espacio

Markheim (1884)

Markheim discute con el anticuario acerca del supuesto regalo que tiene que hacerle a una dama y sobre diversas cuestiones relacionadas con la vida y la naturaleza humana, pero el lector intuye que el protagonista del relato tiene oscuras razones para visitar la tienda del otro personaje.

El personaje cuyo nombre da título al relato mata al avaro anticuario y comienza a llenarse los bolsillos con las cosas de valor que lo rodean. Ya se sabe quién es el culpable del crimen.

Dado que ya se conoce que Markheim es el asesino, el verdadero misterio de este relato consiste en tratar de averiguar quién es la presencia que acompaña al protagonista durante el robo y con la que debate sobre la bondad o la maldad de su naturaleza. ¿Es su conciencia? ¿Es un emisario del demonio?

Finalmente, Markheim comprende que el mal domina su vida y que solo tiene una salida para dejar de actuar de ese modo: se entrega a la criada del anticuario y confiesa su crimen, ante lo cual los rasgos faciales del visitante «Se iluminaron y dulcificaron con una suave expresión de triunfo» (p. 128). Así, el lector se ve inclinado a pensar que la presencia sobrenatural que acompañaba al protagonista era, en realidad, su conciencia.

El día de Navidad de un año indeterminado del siglo xix, probablemente.

La tienda de un anticuario de Londres (Reino Unido).

Un incendio imperfecto (1886)

El protagonista y su padre están en la biblioteca de su casa repartiéndose el botín de un robo.

Ambos quieren quedarse con una bella caja de música y el padre trata de ocultársela al hijo, pero éste consigue descubrir a su progenitor y decide asesinarlo con un hacha que también habían robado. Para que no lo descubra, el protagonista mata también a su madre y, a continuación, resuelve —siguiendo el consejo del jefe de policía y del juez de la Corte de Jurisdicción Variable— esconder los cadáveres en una estantería con puertas y prender fuego a la casa para cobrar el seguro. De nuevo, también en este relato se conoce quién es el culpable.

No se puede considerar que la investigación tenga que ver con la búsqueda del criminal. Más bien está relacionada con el misterio de por qué la estantería donde el protagonista ha metido los cadáveres de sus padres es lo único que consigue sobrevivir al incendio.

Tres años después, en Nueva York, el protagonista encuentra una réplica exacta de la estantería que había dejado al descubierto su crimen. Averigua que se trata de una pieza de mobiliario ignífuga y con cristales de asbesto.

La acción comienza en junio de 1872 y concluye unos tres años más tarde.

Wisconsin y Nueva York, Estados Unidos.

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CUENTOS POLICIACOS

Relato y año de publicación

Introducción Planteamiento Investigación Desenlace Tiempo Espacio

La aventura de la banda moteada (1892)

Watson repasa los cuadernos de notas sobre los casos en los que ha trabajado con Holmes y uno le llama particularmente la atención. En 1883, una joven acude muy agitada a la casa que ambos compartían en Baker Street para que la ayuden a desentrañar un misterio.

Helen Stoner vive con su padrastro en la vieja casa que a éste le queda en Surrey. Él es quien administra todas las rentas de la joven, que está a punto de casarse. Se trata de un hombre hosco que tan solo se relaciona con unos gitanos nómadas a los que deja acampar en sus propiedades y cuya única afición son los animales de la India. La hermana de Helen, Julia, murió en circunstancias extrañas en 1881, cuando estaba a punto de contraer matrimonio. Su fallecimiento nunca se aclaró, pues la joven permanecía en una habitación cerrada a la que nadie pudo tener acceso. Lo único que Helen sabe con certeza es que, durante las noches previas a su muerte, Julia oyó silbidos y que, cuando entró en la habitación de su hermana alertada por sus gritos, ella misma oyó un silbido y un estrépito metálico. Las últimas palabras de Julia fueron: «¡Dios mío, Helen! ¡Ha sido la banda! ¡La banda moteada!», (p. 160). Ahora, Helen se ve forzada a dormir en la habitación de su hermana debido a las reparaciones que están realizando en la suya y ha comenzado a oír el silbido que anunció la muerte de Julia, de ahí su miedo y su solicitud de ayuda a Holmes.

Antes de partir hacia Surrey para examinar la habitación donde falleció Julia, Holmes comprueba que la madre de las jóvenes Stoner dejó escrito en su testamento que sus hijas debían recibir una determinada parte de su renta cuando se casaran, cosa que perjudicaría mucho a su padrastro. Una vez en la casa, Holmes analiza con detalle la habitación de Julia y las contiguas (la de Helen y la de su padrastro). En la habitación de Julia descubre que hay un tirador de una campanilla que no sirve para nada y que el orificio de ventilación da a la habitación del padrastro en lugar de al aire libre. En el cuarto del padrastro, llaman su atención una caja fuerte, un platillo de leche colocado sobre la misma y un pequeño látigo para perros con un nudo corredizo. Una vez visto esto, le pide a Helen Stoner que esa noche se retire temprano a su habitación y que cuando su padrastro se retire a la suya, les haga una señal y se traslade a la contigua, a la que ocupaba anteriormente. Entonces Watson y él se introducirán en el cuarto donde murió Julia y pasarán la noche allí.

Sobre las once de la noche, se cuelan en la habitación de Julia. Allí se quedan a oscuras y en silencio hasta que perciben un resplandor y el olor de una linterna sorda a través del orificio de ventilación. A continuación, oyen un silbido y, justo en ese momento, Holmes golpea con furia el cordón de la campanilla. Poco después, de nuevo a través del orificio de ventilación, captan un grito de dolor y rabia. Cuando entran en la habitación del padrastro de las Stoner, ven al doctor sentado sobre una silla, con el látigo en el regazo y la puerta de la caja fuerte entreabierta. En la frente lleva una banda amarilla con lunares marrones. Allí está la famosa banda moteada, que resulta ser una peligrosísima serpiente. El doctor guardaba la serpiente en la caja fuerte. Con el látigo y su nudo corredizo la hacía pasar a través del orificio de ventilación para que descendiera por el cordón de la campanilla y picara al ocupante de la cama fijada al suelo. La víbora, amaestrada, deshacía el camino como respuesta a los silbidos del doctor. El ruido metálico que percibió Helen Stoner la noche en que murió su hermana fue el que provocó su padrastro al cerrar la puerta de la caja fuerte.

Abril de 1883. Londres y Surrey, Reino Unido.

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GUÍA DE LECTURA

Relato y año de publicación

Introducción Planteamiento Investigación Desenlace Tiempo Espacio

Los tres jinetes del Apocalipsis (comp. 1936)

El señor Pond y el diplomático Sir Hubert Wotton conversan en el jardín de la casa de la familia del narrador.

El señor Pond plantea a sus oyentes un enigma: el mariscal Von Grock fracasó en sus aspiraciones militares debido a que sus soldados lo obedecieron con demasiado celo, ya que el poeta Petrovski fue puesto en libertad a pesar de que los hombres de Grock mataron al hombre que llevaba el indulto para el poeta.

En Poznan estaban a punto de dejar en libertad al poeta Petrovski. Solo una orden de Von Grock los habría convencido de que debían hacer lo contrario. El mariscal envió, por medio de uno de sus soldados, una orden de ejecución contra el poeta pero, poco después, recibió en su campamento la visita del príncipe prusiano, que desaprobaba la ejecución. Cuando el príncipe descubrió que Grock había enviado la sentencia de muerte del poeta, convocó al jinete más rápido del cuerpo de Húsares Blancos y lo envió a toda prisa hacia Poznan con un indulto para Petrovski firmado de su puño y letra. Von Grock, en lugar de acatar la orden, decidió mandar a la ciudad a un tercer hombre con la orden de que el poeta Petrovski fuera ejecutado. El tercer jinete alcanzó al que lo precedía y le disparó. Al acercarse a comprobar la efectividad de su disparo, observó que el cadáver pertenecía al segundo de los jinetes, así que volvió al campamento para informar al mariscal del éxito de su misión. No obstante, poco después Grock recibió las noticias de que Petrovski seguía vivo y de que en Poznan no habían recibido ningún tipo de orden al respecto.

Se descubre que el primer jinete, viéndose alcanzado por el segundo, decidió matarlo y continuar hacia Poznan con la sentencia de muerte de Petrovski. El tercer jinete, que tuvo que disparar de lejos, mató en realidad al primero de los emisarios. Sin embargo, al acercarse para comprobarlo, halló el cadáver del segundo jinete, que el primero había abandonado y dejado caer por un terraplén. Así, a la ciudad de Poznan no llegó ninguna orden y, por lo tanto, se siguió adelante con la idea original de dejar al poeta en libertad. Para Pond, está claro que Grock no consiguió su objetivo porque sus hombres lo obedecieron demasiado bien.

Algún momento indeterminado del siglo xix.

Algún punto indeterminado de Inglaterra y las vastas llanuras polacas.

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CUENTOS POLICIACOS

3 Motivos recurrentesPese a la diversidad que ofrecen estos relatos, en todos ellos se puede encontrar una serie

de motivos comunes que ayudan a relacionarlos y a definir el concepto de relato policiaco como género.

El más evidente de todos ellos es la presencia de un protagonista-detective que se caracte-riza por su perspicacia, su capacidad de observación y su rigurosidad a la hora de seguir el método analítico para alcanzar sus conclusiones respecto al crimen que investiga. Muchos de ellos se convierten en figuras recurrentes en la obra de sus autores (tal es el caso de Dupin, Holmes o el señor Pond, por citar algunos ejemplos). Suele tratarse de detectives aficionados que consiguen superar el trabajo de los policías gracias a su superioridad intelectual y su lucidez. Así, se puede afirmar que tales personajes suponen una cierta crítica velada hacia los, por aquella época, recién creados cuerpos policiales, como por ejemplo Scotland Yard.

Sin embargo, la presencia del detective aficionado no es un requisito indispensable para clasificar un relato como perteneciente al género policiaco. Otro motivo recurrente en algunos de los cuentos objeto de análisis es el de la inmersión en la mente del asesino. Así, tanto en Markheim como en Un incendio imperfecto, el delincuente se convierte en el centro de la narra-ción, de manera que el objeto de la investigación se desplaza desde la averiguación de la iden-tidad del criminal hacia la búsqueda de las motivaciones que lo han impulsado a ejecutar tales actos.

Ya se ha mencionado con anterioridad la relevancia de la figura del narrador que es a la vez amigo y cómplice del investigador o detective. Existe un claro precedente del empleo de ese recurso en la obra de Edgar Allan Poe —tal y como se puede apreciar en La carta robada—, pero tal técnica narrativa alcanza su cénit en el personaje del doctor John Watson, el fiel compañero de Sherlock Holmes. Como se observa en La aventura de la banda moteada, la utilización de este tipo de narrador por parte de Conan Doyle resulta sumamente efectiva a la hora de involucrar al lector en la historia, puesto que consigue mantener el suspense del misterio hasta el final al tiem-po que sitúa al receptor muy cerca del brillante detective.

También en La aventura de la banda moteada aparece un magnífico exponente de lo que en el género policiaco se conoce como «el problema de la habitación cerrada». Se trata de relatos en los que el crimen se comete cuando la víctima se halla en una sala a la que, aparentemente, nadie puede haber tenido acceso. El detective debe, por tanto, tratar de descubrir de qué manera ha conseguido llegar el asesino hasta la víctima.

Es habitual que los cuentos policiacos se desarrollen en grandes núcleos urbanos. Esta característica se debe principalmente a que fue en esos emplazamientos donde comenzaron a tomar forma, a principios del siglo xix, no solo las organizaciones delictivas y la inseguridad ciudadana, sino también su contrapartida, los cuerpos policiales y la figura del detective. Así, en esta antología hay dos relatos que se localizan en París y otros dos que tienen lugar en Lon-dres.

Finalmente, hay que tener en cuenta que, desde el punto de vista cronológico, la mayor parte de estos cuentos se desarrolla en el pasado reciente de las vidas de los personajes. Así ocurre en La carta robada y en La aventura de la banda moteada, donde los narradores relatan, poco después de que hallan ocurrido, las hazañas de sus admirados amigos. También es ese el caso de Una cama terriblemente extraña, relato en el que el protagonista narra a posteriori la conspiración a la que logró sobrevivir. También en Markheim y en Un incendio imperfecto se re-

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GUÍA DE LECTURA

latan los hechos en pasado —en el caso de esta última historia, se indica que entre el crimen y la resolución del misterio del armario ignífugo transcurren unos tres años, pero no cuánto tiempo pasa desde entonces hasta que se produce la narración—. La única excepción respecto a esta norma tiene que ver con Los tres jinetes del Apocalipsis, ya que en ese relato el señor Pond narra una historia que transcurre en un lugar remoto y en un tiempo relativamente lejano al de la narración.

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CUENTOS POLICIACOS

Actividades

1 Relaciona los diferentes relatos según sus similitudes o diferencias respecto a la estructura. ¿Crees que se pueden considerar todos parte de un mismo grupo o que, por el contrario, pertenecen a varios?

2 Realiza la misma actividad que en el caso anterior, pero en este caso atendiendo a la figura del narrador. ¿Qué relatos se parecen en ese sentido?

3 Ordena los siguientes episodios pertenecientes a tres relatos distintos:

Una cama terriblemente extraña: a) El personaje principal gana mucho dinero y lo celebra bebiendo grandes cantidades de cham-

pán. b) El soldado veterano convence al protagonista para que se quede a pasar la noche en una de

las habitaciones de la casa de juego. c) La policía detiene a los culpables y el estudiante inglés disfruta de una efímera fama en la

ciudad de París. d) La parte alta de la cama en la que está acostado comienza a descender sobre el protagonista,

pero él consigue escapar y averiguar cómo funciona el mecanismo que ha estado a punto de matarlo.

e) El protagonista y su amigo deciden ir a divertirse a una casa de juego del Palais Royal.

Un incendio imperfecto: a) El parricida consulta con el jefe de policía qué debe hacer para ocultar su crimen. b) En Nueva York, el asesino descubre que el motivo por el que la estantería en la que ocultó los

cuerpos de sus padres no desapareció en el incendio es porque era ignífuga. c) El protagonista asesina a su padre y, después, a su madre. d) Para asombro del personaje principal del relato, la estantería resiste al incendio que calcina

toda la casa y deja al descubierto los cadáveres de sus padres. e) El protagonista decide ocultar los cuerpos, contratar una póliza contra incendios y prenderle

fuego a la casa.

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GUÍA DE LECTURA

Los tres jinetes del Apocalipsis: a) El señor Pond concluye su historia y demuestra que la paradoja que la había provocado es

cierta. b) El mariscal Grock envía a un tercer jinete hacia Poznan para que aniquile al segundo. c) El príncipe prusiano envía en pos del primer jinete a un segundo soldado para lograr que

Petrovski sea liberado. d) El señor Pond afirma que la derrota de Grock se debió a que sus hombres lo obedecieron con

demasiado celo y que el poeta Petrovski fue liberado porque su indulto nunca llegó a la ciu-dad de Poznan.

e) Se descubre que el primer jinete había asesinado al segundo y que el tercero en realidad había matado al primero.

4 ¿Conoces algún relato, aparte de La aventura de la banda moteada, que desarrolle el enigma de la habitación cerrada? Busca al menos dos y resume el planteamiento del misterio y el proceso de investigación que lleva a su resolución.

5 Redacta en una hoja aparte tu propio relato policiaco. Ten en cuenta tanto las indicaciones sobre la estructura como las orientaciones acerca de los motivos recurrentes que se han señalado. Re-cuerda que el protagonista de tu cuento debe seguir el método analítico para resolver el enigma que se le plantee.

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CUENTOS POLICIACOS

Significación del espacio y del tiempo

Desde mediados del siglo xviii la sociedad británica experimentó una serie de cambios que desembocaron en lo que hoy en día conocemos como «Revolución Industrial». Se trató de una enorme transformación socioeconómica, tecnológica y cultural que tuvo grandes repercusiones en la vida diaria de los ciudadanos, puesto que se pasó de la producción manual a la mecánica, se desarrolló el comercio y se mejoraron las condiciones higiénicas y sanitarias. Todo ello conlle-vó el aumento de la población y la migración masiva desde el medio rural hacia el urbano.

Consecuencia directa de esos cambios fue el nacimiento de grandes ciudades como Lon-dres. La población urbana londinense aumentó de manera desproporcionada y, pese a la gran demanda de trabajadores que existía en las industrias, pronto comenzaron a escasear los empleos y a crecer los delitos. Así, hacia el año 1800, se crearon diversos cuerpos policiales —como la po-licía marítima de Londres y, en 1829, el cuerpo de Scotland Yard— con la intención de aumentar la seguridad ciudadana y reducir el índice de criminalidad.

Algunos estudiosos hablan de una Segunda Revolución Industrial. Se trataría del período, a mediados del siglo xix, a lo largo del cual los avances que se habían producido en Reino Unido y principalmente en la ciudad de Londres afectaron a otros países como Alemania, Estados Uni-dos, Francia, Bélgica y Rusia.

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En cuanto a la localización espacial de los relatos, ya se ha mencionado que, debido a las condiciones económicas, sociales y culturales que dieron lugar al nacimiento del género, lo más habitual es que estén situados en grandes núcleos urbanos como Londres y París. Al localizar sus historias en lugares reales y reconocibles para el público lector, los autores pretenden dotar a sus relatos del mayor grado de verosimilitud posible.

Especialmente curioso resulta el hecho de que Arthur Conan Doyle fijara la residencia ficticia de su más célebre personaje en el 221B de la calle Baker Street de Londres. Se trata de una dirección que nunca existió y que, sin embargo, quedó tan grabada en la memoria de todos

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GUÍA DE LECTURA

los lectores de las hazañas de Sherlock Holmes que el 27 de marzo de 1990 se procedió a la renu-meración de la calle para darle al museo dedicado a este famoso personaje el número que corres-pondía a su supuesta residencia.

También es interesante el caso de Los tres jinetes del Apocalipsis, por tratarse de la única historia que utiliza un emplazamiento remoto y exótico para situar parte de la narración.

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CUENTOS POLICIACOS

Actividades

1 Localiza en el siguiente mapa todas las ciudades y regiones que se mencionan en los relatos.

2 Analiza el tipo de emplazamiento donde se desarrolla cada uno de los relatos. ¿Relacionarías el hecho de que los cuentos se sitúen en un lugar o en otro con las sensaciones que su lectura pro-voca en el receptor?

3 ¿Por qué crees que la mayor parte de estos relatos está contextualizada en el pasado inmediato del autor y no en algún otro tiempo más remoto? ¿Consideras que el hecho de que casi todos ellos transcurran en diferentes momentos del siglo xix tiene alguna significación especial?

4 Analiza detenidamente el relato titulado Un incendio imperfecto y completa el siguiente cuadro:

Momento de la narración

Momento del asesinato

Momento del incendio

Momento de la resolución del misterio

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GUÍA DE LECTURA

Construcción y función de los personajes

Es común que en los relatos policiacos los personajes más importantes pertenezcan a una clase social acomodada. Así ocurre en los casos en los que el autor recurre a la pareja formada por el detective y su amigo fiel, que es además el narrador del cuento. Tanto en el relato de Edgar Allan Poe como en el de Arthur Conan Doyle, se puede hablar de un investigador inteligente, observador y sagaz cuya situación económica le permite dedicarse de manera casi total a sus afi-ciones detectivescas. Sin embargo, eso no impide que Auguste Dupin y Sherlock Holmes obten-gan en ocasiones significativas remuneraciones económicas a cambio de la resolución de los enigmas que se les plantean. Por su parte, los amigos que los acompañan también suelen hacer gala de una posición económica holgada.

Ese es, asimismo, el caso del señor Pond, el alto funcionario inglés que desafía a sus oyen-tes con paradojas que al principio parecen absurdas. Él es quien introduce en la antología, a través de la historia que aclara su paradoja, el estamento militar y los tópicos sobre la personali-dad de los prusianos. De acuerdo con Los tres jinetes del Apocalipsis, el exceso de disciplina y la obediencia celosa desembocan en el fracaso del mariscal Grock, un hombre testarudo y de firmes convicciones capaz de desoír las órdenes de su príncipe con tal de lograr lo que él considera me-jor para su país.

El protagonista de Una cama terriblemente extraña pertenece también a una clase social acomodada, puesto que ha estudiado en la universidad y puede permitirse viajar a París desde Inglaterra para celebrar, llevando una vida disoluta, el final de su formación académica. No obs-tante, los personajes más interesantes de este relato son, probablemente, los antagonistas del personaje principal: los hampones que intentan acabar con su vida para robarle. El viejo militar, el crupier y la mujer que forman parte de la conspiración contra el estudiante son magníficos ejemplos de los rufianes que inundaban las grandes ciudades del siglo xix y que eran capaces de hacer cualquier cosa con tal de conseguir dinero de manera fácil.

A una categoría similar a la anterior pertenece el protagonista de Un incendio imperfecto, el relato de Ambrose Bierce. Desde el comienzo, el lector sabe que el personaje principal del cuen-to se dedica a robar y que es capaz de asesinar a su familia sin ningún tipo de escrúpulos. Y eso es, precisamente, lo que lo diferencia de Markheim, el otro asesino-protagonista presente en esta antología de cuentos policiacos. El propio Markheim cuenta que, según él, han sido la pobreza y la miseria las condiciones que lo han arrastrado hasta el punto en el que se encuentra cuando mata al anticuario. Sin embargo, durante la «conversación» que mantiene con la presencia que lo visita en la tienda de su víctima, revela que su intención es apartarse del mal en cuanto consi-ga salir de la penuria económica, pues considera que aún es esencialmente bueno. Sin embargo, cuando toma conciencia de que el mal que lo arrastra no es algo circunstancial, decide entregar-se. Así, Markheim se convierte en uno de los personajes más complejos e interesantes que pode-mos encontrar dentro del género del relato policiaco.

Resulta curioso el escaso número de mujeres que aparecen en este tipo de relatos. La úni-ca que merece cierta atención es la señorita Helen Stoner, que solicita la ayuda de Holmes en el relato La aventura de la banda moteada. Se trata de una mujer joven que apenas tiene posibilidad

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CUENTOS POLICIACOS

de defenderse de los abusos de su padrastro. Aun así, consigue reunir el valor para escapar a Londres desde Surrey y buscar la ayuda del detective afincado en Baker Street, a pesar de las consecuencias que ello podría acarrearle.

Mención aparte merece la presencia sobrenatural que Robert Louis Stevenson introduce en Markheim y cuya identidad, nunca desvelada del todo, supone el principal misterio del relato.

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GUÍA DE LECTURA

Actividades

1 Lee los siguientes fragmentos referidos a G…, el personaje que le plantea el enigma a Dupin en La carta robada, y responde a las preguntas que se formulan a continuación:

«Le dimos una cordial bienvenida, pues aquel hombre era bastante divertido, aunque tenía su lado despreciable» (p. 10).

«—He aquí otra de sus ideas extrañas —dijo el prefecto, que tenía la costumbre de llamar extraño a todo lo que superaba su comprensión, por lo que vivía rodeado de una verdadera le-gión de extrañezas» (pp. 10-11).

«El prefecto tiene una serie de recursos muy ingeniosos que utiliza como una especie de lecho de Procusto, a los que adapta sus designios. Pero casi siempre se equivoca, porque se mues-tra demasiado profundo o demasiado superficial para lo que se trae entre manos, y muchos cole-giales razonarían mejor que él» (pp. 27-28)

a) ¿Qué imagen se nos transmite de los cuerpos policiales a través de este personaje? b) ¿Qué podemos deducir del carácter y las habilidades de Dupin a partir de los de G…?

2 Busca en el texto citas que puedan ayudarte a definir la clase socioeconómica a la que pertenecen los protagonistas de cada relato. ¿Podrías incluirlos a todos dentro de la misma o por el contrario encuentras diferencias entre unos y otros a este respecto? En caso de que existan esas discrepan-cias, ¿influyen de alguna manera en la temática y la estructura del relato?

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CUENTOS POLICIACOS

3 Presta atención a la siguiente cita:

«No había para mí mayor placer que acompañar a Holmes en todas sus pesquisas y ad-mirar las brillantes deducciones, siempre sustentadas en una base lógica pero rápidas y certeras, con las que resolvía los problemas que se le planteaban» (p. 147).

¿Conoces algún personaje de ficción actual que pueda encajar en esta descripción de Holmes? ¿Qué otros adjetivos podrías aplicarle que fueran también atribuibles a la celebérrima creación de Conan Doyle?

4 Vincula cada una de las parejas de adjetivos con el personaje correspondiente. Justifica tu elec-ción con ejemplos concretos sacados de los textos:

a) Perspicaz y observador 1. Markheim b) Singular y cortés 2. El parricida c) Fiel y entusiasta 3. El anticuario d) Fanático y despiadado 4. El estudiante inglés e) Avaro y mezquino 5. El señor Pond f) Frío y calculador 6. El mariscal Grock g) Ingenuo y valiente 7. Dupin h) Reflexivo y coherente 8. Watson

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GUÍA DE LECTURA

El lenguaje de la obra

Como ya se ha comentado, esta antología recoge seis relatos de autores distintos. Pese a que todos ellos datan de una misma época —aproximadamente la segunda mitad del siglo xix— y, por lo tanto, comparten ciertos rasgos lingüísticos, los variados estilos de Poe, Wilkie Collins, Stevenson, Bierce, Conan Doyle y Chesterton llevan a apreciar más diferencias que similitudes en el lenguaje de estos cuentos.

Con relación a aquello que comparten los seis cuentos. tanto en La carta robada como en las cinco historias que la siguen, se detecta la utilización de un registro lingüístico bastante eleva-do, como suele ser habitual en la narrativa decimonónica. Así lo demuestra el empleo de pala-bras y expresiones como «versada» (p. 27), «carecer» (p. 52), «inexorablemente» (p. 53), «fragor de la tormenta» (p. 104), o ««grotesca» (p. 206).

Además, es evidente que en todos ellos predomina el léxico relacionado con los campos semánticos del misterio, el crimen y la investigación detectivesca basada en el método analítico. Por eso en los relatos se encuentran expresiones como «atento examen» (p. 40), «capacidad de raciocinio» (p. 74), «conspiración criminal» (p. 74), «daga» (p. 96), «cuerpo de la víctima» (p. 97), «cadáver» (p. 136), «conclusión» (p. 187), «enigma» (p. 208), etcétera.

Tampoco se puede desdeñar la importancia que tiene en gran parte de estos cuentos el estilo dialógico. Por lo general, el diálogo suele producirse entre el personaje que plantea el enig-ma y el detective que va a investigarlo. También es bastante habitual que, al final del relato, se produzca un diálogo entre quien ha desentrañado el misterio y otros personajes (como el amigo narrador, por ejemplo) en el que se aclara el método que ha seguido el investigador y se señalan las pistas que lo han llevado hasta la resolución del misterio. Ese es el caso de Sherlock Holmes con la señorita Stone, en primer lugar, y con Watson al concluir el relato, y también el de Dupin con G… y su gran amigo.

Sin embargo, y aquí comienzan las diferencias, el diálogo es prácticamente inexistente en las historias que se centran en la figura del asesino, como Markheim o Un incendio imperfecto. En el primer caso, como ya se ha dicho, lo más relevante es la introspección en la mente del criminal, y así lo demuestran citas como la siguiente: «Y sin embargo, mientras lo contemplaba, aquel far-do de ropa vieja y aquel charco de sangre empezaron a expresarse con voces elocuentes. Era cuanto quedaba del anticuario, y allí tenía que quedarse. Nadie podía hacer funcionar aquellas articulaciones o devolverles el milagro de la locomoción. Allí seguiría hasta que lo encontrasen. Y ¿qué ocurriría entonces? Su carne muerta lanzaría un grito que resonaría por toda Inglaterra y poblaría el mundo con el anuncio de su persecución. Muerto o vivo, aquello seguía siendo el enemigo» (pp. 97-98).

En cuanto a Un incendio imperfecto, aparte de la ausencia de diálogo, lo que más llama la atención en cuanto al lenguaje empleado por Bierce es la utilización del absurdo. Así, se nos dice que la caja de música «cacarearía» (p. 134) al amanecer o que la idea de encerrar a los padres en un armario, contratar un seguro contra incendios y prender fuego a la casa desprende «bondad» (p. 137).

Tampoco destaca por el empleo del diálogo el cuento de Wilkie Collins, Una cama terrible-mente extraña. Se trata de un relato narrado en primera persona por la víctima de un intento de asesinato. Así, en él predominan la tensión y el miedo, en un primer momento, y la satisfacción

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CUENTOS POLICIACOS

y el orgullo cuando el protagonista consigue que la policía detenga a los malhechores. Por tanto, de expresiones como «Sentí como si mi pulso se detuviera. Un frío mortal, paralizador, se apode-ró de mí» (p. 71), se pasa a otras del estilo de: «durante una semana, lo que es mucho tiempo, fui el personaje de moda en la sociedad parisiense. Tres autores de teatro escribieron dramas inspi-rados en mi aventura» (p. 85).

El estilo barroco y recargado de Chesterton brilla con claridad en Los tres jinetes del Apoca-lipsis. Su reiterado uso del color blanco (caballos blancos, húsares blancos, caminos blancos) y sus descripciones del señor Pond como una persona intrincadamente ligada al agua («estanque», p. 205; «pez», p. 206; «rana», p. 206; «emergían», p. 206; «superficie», p. 206; «boqueadas» p. 207, etcétera) son solo dos de los más destacados ejemplos de ello.

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GUÍA DE LECTURA

Actividades

1 Completa las actividades que se indican a continuación:

a) Busca el significado de los siguientes términos: «audaz» (p. 14), «berbiquí» (pp. 20-21), «relum-brón» (p. 50), «inexorablemente» (p. 53), «tumultuosas» (p. 92), «lívido» (p. 102), «irrumpir» (p. 135), «presuntuoso» (p. 135), «pesquisas» (p. 147), «hacendado» (p. 152), «nítida» (p. 205), «ciénagas» (p. 209).

b) Añade otros cinco vocablos que te hayan llamado la atención a lo largo de los relatos y busca sus significados.

2 Señala en cada uno de los cuentos al menos dos términos que se puedan relacionar con el campo semántico de la «deducción».

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CUENTOS POLICIACOS

3 Compara los relatos de La carta robada y Un incendio imperfecto en cuanto a la utilización que ha-cen del diálogo. ¿Qué semejanzas y diferencias encuentras entre ellos?

4 Esta imagen ilustró uno de los relatos que acabamos de leer. ¿Cuál crees que es? ¿Por qué? Señala los fragmentos del cuento que te hayan llevado a identificarlo.

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GUÍA DE LECTURA

Valoración crítica y conclusión

El género policiaco y sus derivaciones actuales (por ejemplo, la novela negra) han conse-guido hacerse un sitio en el canon de la literatura contemporánea. El desarrollo de la Revolución Industrial y el consiguiente crecimiento de los núcleos urbanos europeos —especialmente britá-nicos— y norteamericanos supusieron un excelente caldo de cultivo para un tipo de relato que necesitaba tanto de los criminales como de sus antagonistas para enfatizar los impresionantes resultados del método analítico y racional.

Así, las creaciones de autores que en el siglo xix no gozaban de prestigio dentro de los círculos literarios, como Arthur Conan Doyle y sus célebres Holmes y Watson, han pasado a formar parte, hoy en día, del imaginario colectivo. Tanto es así que se continúan haciendo pelí-culas basadas en sus aventuras (Sherlock Holmes, del director Guy Ritchie, vio la luz en 2009) y siguen sirviendo de inspiración para la construcción de otros personajes de ficción (como el doc-tor House, protagonista de la serie televisiva que lleva su nombre).

Desde los primeros relatos de Edgar Allan Poe —considerado el padre del género— hasta el boom que la novela policiaca está experimentando en la actualidad —gracias, especialmente, al éxito de la saga «Millenium», del periodista sueco Stieg Larson—, muchos han sido los autores que se han adentrado en lo detectivesco y muchas, en consecuencia, han sido también las nove-dades que se han introducido en el tema (como, por ejemplo, la utilización de las armas de fuego y la violencia, algo que, en la mayor parte de los casos, era innecesario para Dupin o Holmes). Sin embargo, la figura del protagonista sagaz y observador que en ocasiones utiliza métodos poco convencionales para desentrañar los misterios que lo rodean está aún plenamente vigente.

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CUENTOS POLICIACOS

Actividades

1 Observa con atención este cuadro. Se trata de La reproducción prohibida (1937), de René Magritte. ¿Qué crees que representa? ¿Consideras que guarda relación con alguno de los relatos que esta-mos analizando? ¿En qué sentido? Escribe una breve redacción explicando las sensaciones y re-flexiones que te despierta esta obra.

2 Lee detenidamente el siguiente poema de Jorge Luis Borges titulado Ajedrez:

I

En su grave rincón, los jugadoresrigen las lentas piezas. El tablerolos demora hasta el alba en su severoámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigoreslas formas: torre homérica, ligerocaballo, armada reina, rey postrero,oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,cuando el tiempo los haya consumido,ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerracuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizadareina, torre directa y peón ladinosobre lo negro y blanco del caminobuscan y libran su batalla armada.

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GUÍA DE LECTURA

No saben que la mano señaladadel jugador gobierna su destino,no saben que un rigor adamantinosujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero(la sentencia es de Omar) de otro tablerode negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y este, la pieza.¿Qué Dios detrás de Dios la trama empiezade polvo y tiempo y sueño y agonías?

a) ¿Qué importante concepto que ya hemos mencionado en varias ocasiones crees que domina estas líneas?

¿Qué autor de los que estamos estudiando consideras que ha influido más en Borges a la hora de escribir esta composición?

En consecuencia, ¿con qué relato policiaco de los que hemos leído relacionarías Ajedrez?

b) Busca en Internet o en la biblioteca información acerca del vínculo que une a estos dos auto-res (Borges y aquel que hayas elegido como respuesta de la pregunta anterior) y realiza un es-quema que lo explique.

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CUENTOS POLICIACOS

3 Después de ver con tus compañeros la película Sherlock Holmes (2009) del director Guy Ritchie, responde las siguientes preguntas:

a) ¿Qué rasgos del detective de los que se mencionan en esta guía se ven reflejados en el filme?

b) ¿Y de Watson?

c) ¿Crees que el director destaca alguna otra característica a la que nosotros no le hayamos pres-tado atención?

4 Sigue un capítulo cualquiera de la serie televisiva House y señala qué puntos en común encuen-tras entre el médico protagonista y el famoso detective literario en el que se supone que está inspirado.

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GUÍA DE LECTURA

Notas bibliográficas

• Díaz, César E., La novela policiaca: síntesis histórica a través de sus autores, sus personajes y sus obras, Barcelona, Acervo, 1973.

• Echaburu Soler, Sergi, Los héroes de la novela policiaca, Barcelona, Grafein, 2006. • Fernández-Colmeiro, José, Historia crítica de la novela policiaca española, Ann Arbor (Michigan),

Universidad de Michigan, 1991. • Hoveyda, Fereydoun, Historia de la novela policiaca, Madrid, Alianza Editorial, 1967. • Martín Cerezo, Iván, Poética del relato policiaco (de Edgar Allan Poe a Raymond Chandler), Murcia,

Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 2006. • Monte, Alberto del, Breve historia de la novela policiaca, Madrid, Taurus, 1962. • Symons, Julian, Historia del relato policial, Barcelona, Bruguera, 1982. • Vázquez de Parga, Salvador, De la novela policiaca a la novela negra: los mitos de la novela criminal,

Barcelona, Plaza & Janés, 1986.

Otros recursos de Internet • http://www.bne.es/es/Micrositios/Guias/novela_policiaca/index.html/ • http://www.circuloholmes.org.es/cholmes/ • http://www.estudioenescarlata.com/ • http://www.classiccrimefiction.com/

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CUENTOS POLICIACOS

Respuestas a las actividades

Presentación

1 Algunas de las condiciones socioculturales o económicas que el alumno podría mencionar son las siguientes: el desarrollo de la Revolución Industrial, el crecimiento de los núcleos urbanos, el aumento de los índices de criminalidad, la creación de los cuerpos policiales, etcétera.

2 Edgar Allan Poe realizó en sus relatos grandes aportaciones al género que se está analizando; no en vano, se lo considera el fundador de la novela policiaca. Entre ellas destacan, especialmente, dos: la creación del personaje de Auguste Dupin, un detective aficionado con una enorme habi-lidad para resolver misterios gracias a sus capacidades de observador y a su inteligencia práctica, y la del amigo-narrador, un fiel admirador que narra en primera persona las aventuras que vive en compañía del investigador.

Arthur Conan Doyle es el autor decimonónico que recibe una más clara influencia de Poe en este sentido. Así lo demuestra el hecho de que su personaje, Sherlock Holmes, haya quedado grabado en el imaginario colectivo contemporáneo como el ejemplo por antonomasia de detec-tive perspicaz. Además, el doctor John Watson es también uno de los mejores ejemplos de ese narrador-amigo cuya efectividad ya se ha mencionado en varias ocasiones.

3 a) «El analista» es, en este fragmento, otra forma de referirse al protagonista típico de estos rela-tos: un detective inteligente, observador y audaz capaz de resolver mediante la lógica proble-mas que consiguen dejar perplejos a otros personajes menos dotados para el razonamiento y la deducción. La comparación entre el analista y «el hombre robusto» clarifica la idea de la práctica del método como un ejercicio comparable al físico.

b) Se refiere al método analítico, ya que, además de oponerlo a la «intuición», Poe utiliza para referirse a él vocablos como «dilucidar», «entender», «enigma», «perspicacia», etcétera.

c) Respuesta libre.

4 Respuesta libre.

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GUÍA DE LECTURA

Estructura y motivos recurrentes

1 Teniendo en cuenta la estructura narrativa de los seis relatos que componen esta antología, se concluye que no es posible agrupar todos dentro de un mismo conjunto. Aunque las diferencias no son espectaculares, sí son lo suficientemente significativas como para establecer hasta tres grupos distintos. El primero de ellos estaría formado por La carta robada, Una cama terriblemente extraña y La aventura de la banda moteada, los tres relatos que siguen de una manera más fiel la clásica estructura lineal de introducción, nudo y desenlace. En un segundo conjunto podríamos incluir los relatos de Robert Louis Stevenson y Ambrose Bierce. Ambos tienen en común que la fase de la investigación del misterio queda diluida o desplazada hacia otro objetivo debido a que tanto en Markheim como en Un incendio imperfecto el lector sabe casi desde el comienzo quién es el autor del delito. Por último, Los tres jinetes del Apocalipsis se aparta de todos los demás cuentos de esta compilación desde el punto de vista estructural debido a que en ese relato la explicación de la paradoja planteada por el señor Pond requiere un desplazamiento hacia el pasado respecto al momento de la narración y un cambio de voz narrativa que lleva a distinguir dos niveles dis-tintos de la técnica conocida como mise en abîme.

2 También al considerar la figura del narrador hay que señalar diferentes niveles de relación entre los seis relatos que se están analizando. Una vez más, es posible relacionar los cuentos de Edgar Allan Poe y Arthur Conan Doyle gracias a la presencia de un narrador en primera persona que, sin embargo, no es el protagonista directo de la historia. También es evidente el vínculo que une el relato de Una cama terriblemente extraña con el de Un incendio imperfecto, ya que ambos están narrados en primera persona por el personaje principal del cuento. Por el contrario, en Markheim se emplea un narrador omnipresente en tercera persona. También en esta ocasión supone Los tres jinetes del Apocalipsis una pequeña excepción, ya que en ese relato hay dos narradores diferen-tes: uno situado en el nivel superior de la historia —aquel en el que el señor Pond charla con sus amigos en un jardín inglés— y el propio señor Pond, que toma la palabra para trasladar al lector al segundo nivel de la narración, en el que relata la anécdota del mariscal Grock y el poeta Petro-vski.

3 e, a, b, d, c; c, a, e, d, b; d, c, b, e, a.

4 Respuesta libre.

5 Respuesta libre.

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CUENTOS POLICIACOS

Significación del espacio y del tiempo

1

2 La mayor parte de los relatos se desarrollan en estancias cerradas y oscuras. En el caso de La carta robada, la acción tiene lugar íntegramente en el interior de la biblioteca de Dupin. En cuanto a Una cama terriblemente extraña, es el ambiente viciado de la casa de juegos el que domina el relato. Algo similar ocurre en Markheim, cuento en el que el escenario opresivo de la tienda y la casa del anticuario reflejan el estado mental del protagonista del relato. Tanto en el caso de Un incendio imperfecto como en el de La aventura de la banda moteada se puede afirmar que los espacios en los que se suceden los acontecimientos no son tan relevantes como en los otros relatos menciona-dos. En cualquier caso, en ambos cuentos se alternan los escenarios interiores y los exteriores, de modo que el lector no experimenta la sensación de opresión que ya hemos mencionado. Final-mente, hay que señalar que Los tres jinetes del Apocalipsis es el único de los cuentos que transcurre por entero al aire libre. Sin embargo, las detalladas descripciones que Chesterton hace de las llanuras de la Europa Oriental consiguen transmitirle al receptor una paradójica sensación de angustia.

3 Por la propia naturaleza del género (recordemos que para escribir un relato policiaco es necesario que en la sociedad del autor existan determinados tipos de criminales y también «agentes de la ley» que actúen como contrapartida de los primeros), es muy improbable hallar un cuento detec-tivesco —tal y como los entendemos hoy— que esté situado en un pasado remoto. Tan solo a partir de finales del siglo xviii y principios del xix se dieron las circunstancias necesarias para que floreciera lo policiaco.

4 Momento de la narración Indefinido

Momento del asesinato Una mañana de junio de 1872

Momento del incendio La noche después de conseguir la póliza contra incendios

Momento de la resolución del misterio Unos tres años después

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GUÍA DE LECTURA

Construcción y función de los personajes

1 a) En La carta robada, las palabras del narrador nos presentan a G… como un personaje un tanto simple y bobalicón. Lo concienzudo que es en su trabajo no logra compensar su falta de inte-ligencia analítica y de adaptabilidad a las diferentes situaciones con las que se topa. A través de este ficticio prefecto de París, Poe consigue trasladarnos la idea que sobre los cuerpos poli-ciales tenía la mayor parte de sus contemporáneos: a pesar de que se empleaban a fondo en su trabajo, no eran lo suficientemente brillantes como para resolver algunos de los delitos a los que se enfrentaban.

b) Auguste Dupin representa en este caso la contrapartida de G…, ya que el detective aficionado sí es capaz de resolver el enigma de la carta sirviéndose tan solo de su capacidad de razona-miento y de sus dotes como observador. Él mismo explica que es su habilidad para identificar-se con la mente del malhechor lo que lo ayuda a moldear el método analítico a la medida de cada caso, y eso es precisamente lo que es incapaz de hacer G… «En efecto […]. Si el prefecto y sus hombres fracasan con tanta frecuencia es en primer lugar porque son incapaces de con-seguir esa identificación con su rival, y en segundo porque ni tienen en cuenta ni conocen el tipo de inteligencia al que se enfrentan» (pp. 30-31).

2 Los ejemplos que busque el alumno en el texto para justificar su respuesta son libres, pero debe diferenciar entre la clase socioeconómica alta a la que pertenecen tanto Dupin como Holmes, el estudiante inglés y el señor Pond, y el mundo del hampa y el delito en el que se mueven Markhe-im y el parricida del relato de Ambrose Bierce. Es fácil deducir, entonces, que, por lo general, los investigadores son los personajes a los que podríamos considerar pudientes, mientras que los asesinos o delincuentes que protagonizan los dos últimos cuentos mencionados se hallan más alejados de la comodidad económica. Desde el punto de vista temático y estructural, ya se han señalado las diferencias que implica que este último tipo de personajes protagonicen los relatos (véase la respuesta a la pregunta 1 del apartado «Estructura y motivos recurrentes»).

3 Respuesta libre.

4 a. 7, b. 5, c. 8, d. 6, e. 3, f. 2, g. 4, h. 1.

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CUENTOS POLICIACOS

El lenguaje de la obra

1 a) Audaz: ‘Osado, atrevido’.

Berbiquí: ‘Manubrio semicircular o en forma de doble codo, que puede girar alrededor de un puño ajustado en una de sus extremidades, y tener sujeta en la otra la espiga de cualquier herramienta propia para taladrar’.

Relumbrón: ‘Cosa deslumbrante de escaso valor’.Inexorablemente: ‘De manera que no se puede evitar’.Tumultuoso: ‘Que provoca confusión agitada o desorden ruidoso’.Lívido: ‘Intensamente pálido’.Irrumpir: ‘Entrar violentamente en un lugar’.Presuntuoso: ‘Lleno de presunción y orgullo’.Pesquisa: ‘Información o indagación que se hace de algo para averiguar la realidad de ello o sus

circunstancias’.Hacendado: ‘Poseedor de un conjunto de bienes y riquezas, especialmente una finca agrícola’.Nítido: ‘Limpio, terso, claro, puro, resplandeciente’.Ciénaga: ‘Lugar o paraje lleno de cieno o pantanoso’.

b) Respuesta libre.

2 Respuesta libre.

3 La distinta utilización que hacen del diálogo es una de las diferencias estilísticas más significativas que podemos señalar entre Una carta robada y Un incendio imperfecto. Mientras que en el relato de Edgar Allan Poe el diálogo es la base de la estructura (especialmente en las secciones que hemos llamado «Planteamiento» y «Desenlace»), en el de Ambrose Bierce tan solo se recurre a él en la breve conversa-ción entre padre e hijo y en las últimas líneas del cuento, cuando el asesino resuelve por casualidad el misterio de la estantería ignífuga. Es frecuente que los relatos que utilizan el diálogo de forma abundan-te resulten más rápidos y ligeros a la hora de ser leídos. Sin embargo, Un incendio imperfecto también consigue transmitir esas sensaciones al lector a pesar de ser un cuento fundamentalmente narrativo.

4 Se trata de una de las ilustraciones que Sidney Paget realizó para acompañar al texto de La aventura de la banda moteada, de Arthur Conan Doyle. Concretamente, hace referencia al momento en el que Sherlock Holmes, sentado a oscuras en la antigua habitación de Julia Stoner, oye un sonido sibilante, se pone en pie y golpea con saña el cordón del falso llamador. En la imagen podemos distinguir sin problemas la cama sobre la que se apoya Holmes, la expresión de miedo y rabia en su rostro y, por supuesto, el ademán de descargar su bastón contra el objeto extraño que, como al final se descubre, resulta ser una peligrosa serpiente. El fragmento que podría ayudarnos a identificar esta imagen con mayor claridad es el siguiente: «De pronto nos llegó otro sonido, un sonido suave y acariciante, como el de un chorro de vapor al salir de la tetera. En el instante mismo en que se hizo perceptible, Holmes saltó de la cama, encendió una cerilla y golpeó furiosamente el cordón de la campanilla con su bastón» (pp. 195-196).

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GUÍA DE LECTURA

Valoración crítica y conclusiones

1 René Magritte fue un pintor surrealista belga al que, entre otros muchos temas, le interesó pro-fundamente el problema del doble. En La reproducción prohibida se aprecia la figura de un hombre joven situada frente a un espejo que no devuelve su reflejo ―al contrario de lo que ocurre con el libro que descansa sobre la repisa―. Se trata de un elemento que podemos relacionar de forma directa con Markheim, el relato de Robert Louis Stevenson incluido en esta antología.

Al comienzo del cuento, el anticuario le ofrece al protagonista «Un espejo de mano, del siglo xv» (p. 92) como regalo para la supuesta dama a la que corteja Markheim. Este monta en cólera y sorprende al viejo avaro con su reacción: «―Un espejo ―dijo con voz ronca. Hizo una pausa y repitió la palabra con más claridad―. ¿Un espejo? ¿Para Navidad? Usted bromea. […] Mírese en él. ¡Véase usted mismo! ¿Le gusta lo que ve? ¡Claro que no! A mí tampoco. Ni a ningún hombre» (pp. 92-93). Otra variación de este tema del hombre que se enfrenta a su reflejo ―y en realidad la más importante― es la que se produce más adelante en el relato, cuando aparece el misterioso «visitante» cuya identidad nunca queda totalmente esclarecida: «la silueta del recién llegado parecía modificarse y oscilar, como la de los ídolos de la tienda bajo la luz vacilante de la vela. A veces le parecía reconocerlo, y hasta creía asemejarse a él» (pp. 115-116). Es evidente que la representación artística del doble ―que, dentro de la jerga literaria, se denomina doppelgänger― no tiene que ver con el miedo al reflejo físico, sino más bien al psicológico, a la verdadera representación de los horrores que en ocasiones alberga la naturaleza humana. Así, Markheim no es capaz de enfrentarse al hecho de que el mal ha conseguido dominarlo hasta que su doble lo desafía cara a cara.

En cuanto a la redacción, es de respuesta libre.

2 a) Ajedrez es uno de los poemas que con más frecuencia suelen citarse al hablar de la importancia de la paradoja en Borges. El propio autor de esta composición confesó y analizó la influencia que G. K. Chesterton había ejercido sobre su obra en varios ensayos y artículos (como «Sobre Chesterton», incluido en Otras inquisiciones). En los dos sonetos que componen este poema, Borges se centra en la paradoja que supone que tanto las piezas de ajedrez en su tablero como los hombres que las manejan crean que actúan con libertad cuando, en realidad, tanto las unas como las otras responden con sus acciones a los deseos de un ente superior de cuya pre-sencia no son conscientes. En Los tres jinetes del Apocalipsis, como ya hemos visto, la paradoja vertebra también toda la trama del relato.

b) Esquema, respuesta libre.

3 Respuesta libre.

4 Respuesta libre.

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