Guia Del Ama de Casa en La Granja

230

Transcript of Guia Del Ama de Casa en La Granja

  • G U A DEL

    EN L A G R A N J A

    THATAD1T0 DE ECONOMA DOMSTICA POR

    PEDRO C. DE SOBREGRAU

    propietario agricultor.

    C O N L I C E N C I A

    B A R C E L O N A IMPRENTA DE SUBIRANA HERMANOS

    C A L L E D E LA P U K R T A F E K R I S A , NMERO 14 I899

  • ES P R O P I E D A D D E L A U T O R

    QUEDA HECHO EL DEPSITO QUE MARCA LA LEY

  • A M I S H I J A S

    URANTE el t iempo que he em-pleado en escribir la presen-

    te obrita, nadie he tenido ms presente que vosotras; por esto notareis en ella, sin duda, que he procurado adaptar la vuestras ne-cesidades para auxi l iaros en todos los casos que mi limitado entendi-miento ha podido prever.

    El la me proporcionar la satis-faccin de estar s iempre mora lmen-te vuestro lado para prestaros mi apoyo en el momento que de l necesitis, 3' de continuar esta obra tan grata para un padre hasta des-pus de mi muerte .

    A vosotras, pues, la dedico, de-

  • 4 seando os sea provechosa: es, mi entender, el mejor don que puedo ofreceros, el ms precioso recuerdo que, puedo legaros, abr igando la confianza de que lo recibiris como un testimonio del intenso cario de vuestro padre

    E L AUTOR.

  • Fif 51 i

    as B E

    GUA DEI,

    A M A DE C A S A EN LA G R A N J A

    i

    I n t r o d u c c i n . p A economa domstica es, despus de la t rel igin, la base ms segura del bien-

    estar de la familia y de la prosperidad de la casa.

    L a madre de familia es la l lamada e s -tablecer el orden y la harmona que debe reinar entre las personas reunidas en un mismo hogar y en todo cuanto tiene r e l a -cin con las necesidades de las mismas.

    P o r esto es indispensable que la buena ama de casa posea un buen acopio de c o -nocimientos, tan necesarios como variados y difciles de encontrar reunidos en un v o -lumen de corta extensin.

    Haca t iempo que, ref lexionando sobre este particular, senta un interior estmulo

  • 6

    que me impela escribir una obrita que llenase este vaco , pero por otra parte me retraa lo arduo de la empresa, tal vez s u -perior mis dbiles fuerzas.

    A l ' fin, el deseo de auxiliar las madres de familia en el cumplimiento de su difcil ca rgo , y las circunstancias de que mis hijas y mis nueras hasta el presente v i v e n en ca-sas de campo; la de haber tenido ocasin de admirar en mi familia y en el crculo de .mis relaciones amas de casa adornadas de virtudes ejemplares y de singulares dotes para desempear la delicada misin que la Prov idenc ia les haba confiado; y, finalmen-te, la experiencia adquirida, de que un libro de esta clase es poco menos que indispen-sable para cuantos v iv imos habitualmente por temporada en granjas aldeas, me d e -cidieron emprender su publicacin en forma de artculos en el conocido y catlico diario de esta ciudad el Correo Cataln.

    U n a vez terminada la larga serie de art-culos que en ella se invirt ieron, las instan-cias de muchs imos benvolos lectores de aqullos, me han decidido hacer una nue-va edicin de esta obrita; en la cual he pro-curado corregir esmeradamente lo que me ha parecido necesitarlo y completado cuan-to he creido deficiente.

  • He suprimido la parte referente m e d i -cina casera, porque en los artculos publ i -cados resultaba a lgo incompleta. E s materia que para tratarla debidamente , ponindola al alcance de los que estn l lamados p o -nerla en prctica, necesita una latitud que habra dado al presente opsculo proporcio-nes superiores lo que me he propuesto.

    Prefiero publicarlo en otro manual , y ello, con la ayuda de Dios , me dedicar tan pronto como se h a y a impreso el presente, por creerlo as imismo m u y necesario para cuantos v iv imos de continuo, acc identa l -mente, apartados de mdicos y boticas.

    E n esta obrita he dado lugar preferente la exposicin de las dotes morales de que debe estar adornada la buena ama de casa, porque sino est bien penetrada de su i m -portancia y no procura adquirirlas sino las posee, es intil esperar que prospere la h a -cienda ni que la familia goce del bienestar que debe aspirar cada uno segn su clase.

    L a felicidad no est vinculada en la r i -queza, raras veces los que estn en posesin de sta gozan de aqulla: frecuentemente se pueden admirar familias m u y modestas respirando satisfaccin y holgura ; es que las necesidades que verdaderamente merecen este nombre son l imitadas, la divina P r o v i -

  • 8

    dencia as lo ha dispuesto para nuestro bien: poco basta si se contienen los afectos d e s -ordenados y se administra rectamente, y nada es capaz de saciar al que no sabe poner un lmite los impulsos de los apetitos exces ivos .

    M u y presente debe tenerlo el ama de casa que desee cumplir su elevada misin, y por esto se empieza este trabajo enterndola de los deberes que se debe imponer para gozar de una vida tranquila y alcanzar una muerte santa, dejando una memoria grata y honro-sa las personas que le han sido queridas y las cuales ha dedicado su car io, su t r a -bajo y todo su ser.

    E m p e c e m o s , pues, por aqu, y veamos cul debe ser el principal estudio de la que aspire ser una excelente madre de familia y una buena administradora de los haberes de su casa.

    II

    D o t e s n e c e s a r i a s l a s a m a s d e c a s a .

    A marcha ordenada de una familia y de una casa depende, como se ha indica-

    do, ms del ama de la misma que del propio dueo: ste tiene por lo regular sus obliga-

  • 9 ciones fuera del hogar , y en consecuencia le pasan por alto muchas menudencias que si no se encaminan bien, repetidas diar ia-mente en forma inconveniente , suelen ser origen de males grav s imos ; la madre de fa-milia, por el contrario, tiene sus deberes dentro de la casa, y su cargo ha de correr la administracin de la misma; por ms que sea tarea pesada y ardua para su natural debilidad y los asiduos cuidados de que sus hijos necesitan: as se comprende desde los pasados t iempos, pues un antiguo poeta y a dijo: Q u e la mujer y el buey son los fun-damentos de la casa; ste para que are y haga producir la tierra, y aqulla para que guarde y distribuya de manera razonable los frutos recogidos.

    Partiendo del principio de que la mujer ha de ser la administradora de la casa, vea-mos las dotes y virtudes de que ha de h a -llarse adornada para estar la altura de su delicada misin; y para acertar en negoc io tan importante, lo mejor es guiarnos por lo que la Sabidura eterna nos ha reve lado so-bre este particular.

    Esta, en el captulo lt imo de los P r o v e r -bios nos dice por boca de Sa lomn: que la madre de familia perfecta ha de ser mujer de valor varonil, lo cual quiere decir, segn

  • 10 autorizados intrpretes, que ha de poseer nimo levantado, fortaleza de corazn, g e -nio industrioso, grac ia para mandar , discer-nimiento para saber ordenar todas las cosas, y los. dems dones convenientes para que sea tan cabal en el cumplimiento de la ley de Dios y en el gobierno de la familia, que en esto nada le falte. Q u e es difcil poseer una sola criatura todas estas cualidades, no hay duda; pero tampoco la hay en que sera ms comn encontrar ejemplares que las poseyesen, si hubiese ms aficin adqui-rirlas.

    P o r su rareza, contina diciendo, que de la mujer de valor es extremado su precio, como indicando la preciosidad de una joya tan difcil de encontrar: de manera que el hom-bre que acierta con una mujer de valor se puede desde luego tener por rico y dichoso, como dice Fr . Luis de L e n , entendiendo que posee en una sola pieza un verdadero tesoro.

    A a d e en seguida: Confa en ella el cora-zn de su marido y de despojos no tendr nece-sidad. L o cual quiere decir que el esposo est tan convenc ido de su aptitud para el desempeo de su cargo , que puede en-tregarse tranquilamente sus ocupaciones, seguro de que en la casa queda quien cuida

  • de la guarda de sus sudores y afanes, a d e -ms de procurar el aumento del haber de la familia; por lo cual el jefe de la misma est satisfecho, y no teme verse en necesidad de arriesgarse en empresas y negocios pe l igro-sos para subvenir sus necesidades.

    Le dar el bien, ( su esposo) y no el mal, en todos los das de su vida, dice el texto s a -grado, asegurando que la buena madre de familia empezar por no causar molestias in-necesarias su mar ido, consolndole y a l i -vindole en sus penas, siendo para l una fiel y solcita compaera y procurndole las mayores ventajas y bienes. D e fcil e j e -cucin es esta regla si el ama de casa sabe prescindir de exteriorizarse sin necesidad, evitando gastos suprfluos, proscribiendo de su casa las modas extremadas ; pozo sin fondo para el dinero y fuente inagotable de tiempo perdido, sin que se reporte de ello ms que un castigo para la vanidad; porque cuanto ms se ha esmerado la p r e -suntuosa para presentarse deslumbrante, ms humillada queda al verse superada por otras con menores esfuerzos. L a que sabe c o n t e -nerse dentro lmites razonables, aprovecha el tiempo tilmente y aumenta los recursos; y como gasta poco, es buena guarda de ellos, siendo as el mejor consuelo de su marido y

  • 12 ! lazo de unin para toda la familia: que; donde no hay harina todo es mohna.

    Cont inua Sa lomn dic iendo: Busc lana y lino y lo trabaj con la industria de sus manos. \ C o n ' l o cual se indica que el ama de casa hacendosa inteligente no necesita que su marido, le compre lo necesario para los me-nesteres de casa , sino que ella del valor de : sus industrias caseras saca lo necesario para cubrir este gasto , a l iv iando su esposo de i este cuidado.

    Hilse como nave de mercader que trae su pan de lejos, pros igue el L i b r o santo, dando entender, que aprovechando lo que sobra y hasta lo que parece perdido y vendin-dolo , el ama de casa intel igente encuentra medios para hacerse con lo que se produce en lejanos pases y es necesar io para el uso de su familia: es comparada con una nave porque, aunque como ella parezca no mo-verse , aprovechando las horas y los das, va aumentando insensiblemente el bienestar de su familia y el caudal de la misma, l l evan- ; do seguro puerto la buena fama y repu- ; tacin de su casa.

    Madrug y reparti sus gaanes y doms-ticos las raciones, la tarea sus criadas. No es buena ama de casa la que descuida las obl igaciones que este versculo de la Sagra-

  • 1 3

    da Biblia ex ige la madre de familia p e r -fecta: de su cumplimiento depende la m a r -cha ordenada de la casa: si falta quien por la maana reparta las tareas, p r e v e n g a las comidas y v ig i le la distribucin de a l i m e n -tos los animales, todo es confusin, se pierde el t iempo miserablemente y se l lega la mitad del da sin haberse hecho gran cosa, con descontento general de cuantos habitan la casa, porque no es el trabajo lo que fastidia, lo que aburre y pone de mal humor: es la falta de orden.

    Puso la mira en un campo y lo compr: del fruto de sus manos plant una via. E s t a no es una nueva cualidad de la buena madre de familia, si no una consecuencia n e c e s a -ria de las anteriores; la buena adminis t ra-dora ahorra y de lo ahorrado puede p r o -porcionarse la satisfaccin de aumentar el patrimonio en proporcin adecuada los bienes puestos bajo su sa lvaguardia .

    Cise de fortaleza y fortific su brazo, tomo gusto en el granjear, su candela no se apag de noche, puso sus manos en la tortera y sus manos tomaron el huso. C o m e n t a fray Luis de L e n este texto en la forma s iguien-te: T e n g a valor la mujer y plantar v ia: ame el trabajo y acrecentar su casa: pon-ga las manos en lo que es propio de su

  • 1 4

    oficio y no se desprecie de l y crecern sus r iquezas: no se descia, esto es, no se enmollezca, ni h a g a de la delicada, ni tenga por honra el oc io , ni por estado el descui-do y el sueo sino ponga fuerza en sus brazos , y acostumbre la vela sus ojos y saborese en el trabajar, y no se desdee de poner las manos en lo que toca al ofi-cio de las mujeres por bajo y menudo sea, y entonces ver cuanto valen y donde l legan sus obras . T r e s cosas les pide S a - \ lomn: que trabaje, que vele y que hile. P o c o podra aadir al sabio comentar io que he copiado, y por esto me limitar decir, corroborndolo , que el trabajo ordenado es salud del alma y del cuerpo, y que la oc io- j sidad es or igen de muchos disgustos; final- i mente , el descanso pro longado en demasa debilita el cuerpo y le deja en condiciones de contraer enfermedades: por regla g e n e - I ral el ocioso y el perezoso en el pecado en-; cuentran la penitencia.

    Abri su mano al desvalido y extendi sus manos al pobre. D e s p u s de las reglas con-ducentes la prosperidad de la casa y al bienestar de la familia, ensea la Sabidura eterna el buen uso que debe hacerse de la riqueza adquirida. S e g n el texto copiado, [ la madre de familia debe ser caritativa y

  • i 5 -siendo cristiana, debe serlo de una manera conforme con la ley de Cr isto ; la l imosna ba de ser proporcionada los haberes del que la da, hecha sin ostentacin personas verdaderamente necesitadas y no h o l g a -zanes, perdidos y v ic iosos , y a c o m p a n -dola s iempre de palabras afables, dulces y buenas que sirvan de consuelo al necesitado y le ayuden conformarse con su s i tua-cin. Quien no cumple el precepto de la caridad no puede ser feliz, ni alcanzar m i -sericordia de D i o s nuestro S e o r ; y la mu-jer que es esplndida para s y para los su-yos y avara para con sus prj imos no puede tener suerte ni en esta vida ni en la otra; falta uno de los ms grandes preceptos que nos impuso Jesucr i s to m o m e n t o s antes de sacrificarse por nosotros y la Just ic ia d i -vina cuida de que no quede impune la transgresin de uno de los m a y o r e s p r e -ceptos. L a mujer modesta en el vestir y sobria en el comer , tendr s iempre medios para acudir al socorro de los necesitados: la que se deja arrastrar por las pasiones contrarias, falta casi s iempre este deber, se hace infeliz s misma y pocas veces suce-de que no sea la ruina de su casa y la perdicin de su familia.

    No temer para los de su casa los fros de

  • 16

    la nieve: porque todos sus domsticos estn ves-tidos de ropas dobles. L a caridad bien en-tendida debe ejercerse principalmente con los que v iven debajo de un mismo techo y ! se renen junto un mismo hogar : por esto ;

    la buena ama de casa vigi lar que sus do-msticos empleen su dinero en objetos y : cosas tiles, convenientes indispensables, j fin de que se encuentren siempre provis- 1 tos de cuanto necesiten para resguardarse ; de la intemperie y para presentarse en p-blico con la debida decencia. T a m b i n ha de procurar buen trato por todos conceptos todos sus dependientes: la falta de este cuidado convierte menudo en enemigos personas que tratadas conforme seran seguros puntales de la casa.

    Hi%o para si un vestido acolchado: el lino fino, y la prpura el vestido de ella.La mu-jer e jemplar que la Sabidura eterna nos propone como modelo , despus de procu-rar para los pobres y de poner toda la dili-genc ia en el buen trato de su familia y de- , pendientes, se hizo un vest ido para s de 5 m u c h o abr igo y de tela superior conforme \ su clase; no corri tras de modistas pa- \ gar hechuras , cuyas formas pueden durar \ una temporada lo m s , sin parecer ridcu- ; las, sino que c o m p r un gnero bueno y ;

  • 17

    ella misma se confeccion un vestido de corte sencil lo, sin adornos costosos ni e x a -gerados, y que hemos de suponer le duraba aos, atendida la bondad de la tela e m p l e a -da y la modesta forma de su factura, que le permita l levarlo l a rgo t iempo sin chocar con el gusto . E s una hermosa leccin para muchas madres de familias de nuestros das, que obrando de una manera antieconmica y fastidiosa para ellas mismas, tienen el pru-rito de gastar ms en adornos y modistas que en la tela, hacindose por este procedi-miento con vestidos tan exagerados que ms que de abrigo les s irven de tormento , faltndoles t iempo para ir cambindolos de forma, fin de irlos amoldando los fre-cuentes cambios impuestos por la caprichosa moda. L a s tales olvidan que el buen gusto anda s iempre enmaridado con la sencil lez, y que la casa bien provista y la familia m e -jor tratada proporc ionan un bienestar y una satisfaccin que jams podrn hallarse l u -ciendo costosos vestidos, adquiridos e x -pensas de aquellas ineludibles atenciones. En esto deberan dar ejemplo las madres de familia de alta alcurnia, poniendo de m a n i -fiesto que no residen en el vest ido, sino en el que lo l leva , la distincin, la superioridad en educacin y modales , y el lustre y es-

    AMA DE C A S A 2

  • plendor que, como brillante aureola, rodea las personas bien nacidas. P o c o vale la que necesita del vest ido para demostrar es-tas cualidades.

    Su esposo ser conocido en las puertas, cuan-do se sentare con los senadores de la tierra. T a n t o honra una casa y una familia una mujer ejemplar, que hasta para el marido el poseerla es pedestal que le eleva ante la consideracin pblica: por esto dice Salo-mn que el esposo de ella ser distinguido entre sus conciudadanos por la suerte que le cupo en hallar una joya de tan inestimable va lor . S lo esta consideracin debera bas-tar la madre de familia para estimularla perfeccionarse, sabiendo, como debe saber, que al brillo de sus virtudes aparecen dig-nificados y ennoblecidos su esposo y sus hijos y que la casa que la cobija adquiere nuevo respeto y esplendor los ojos de los que la contemplan engrandecida y embelle-cida por su ingeniosa industria y por su in-j cansable v ig i lancia .

    Liento teji y vendilo; franjas dio al C-namo.Como colmo de las dotes posedas por la buena ama de casa, nos dice el texto sagrado que todava encontr t iempo para fabricar con sus manos objetos de valor que vendi al Cananeo , es decir al mercader,

  • 19

    N o parece posible que una persona tenga tiempo para cuanto nos propone el libro de los Proverbios ; pero si ref lexionamos sobre el partido que puede sacarse de doce horas diarias bien empleadas, comprenderemos fcilmente que hay t iempo para todo; slo falta saberlo distribuir bien, no perder un instante y concertarlo de tal manera que un trabajo sea descanso de otro: as se l lega la noche sin sentirse fatiga; los das se pasan admirablemente bien, y el bienestar brilla en la frente de cuantos tienen la dicha de vivir en una casa donde reina el temor de Dios, y el orden presida todas las o p e -raciones que se dedica la familia.

    Fortaleza y decoro el vestido de ella y estar risuea en el da ltimo.El aspecto que presenta la mujer virtuosa, modesta , g r a v e y honesta, aplicada con dil igencia al c u m -plimiento de sus deberes, representar siem-pre una figura dulce, agradable , digna de respeto y admiracin; siendo sus adornos y hermosura la piedad y misericordia , r e t ra -tadas en ella: su vida transcurrir sin penas ni contratiempos que le causen r e m o r d i -mientos, y por esto tendr una plcida ve jez , preludio de la felicidad eterna que Dios le tiene preparada en premio de su aprove-chada vida, empleada en su servicio y en

  • - 2 0 procurar la m a y o r suma posible de c o m o -didades y conveniencias cuantos han te-1 nido la dicha de v iv i r i su alrededor. Por i poco que reflexione cada uno encontrar en i el crculo de sus relaciones, digns imas amas de casa en las cuales podr admirar los efec-tos que produce una conciencia tranquila,, una vida hacendosa y modesta y un genio apacible y dulce, s iempre dispuesto re-cibir agradablemente cuantos tienen la suerte de tratarla.

    Abri su boca la sabidura, y la ley de la clemencia est en su lengua.Razn discreta y palabra dulce debe tener el ama de casa perfecta, segn este texto, y por esto todas se han de esmerar en poseer estas cualida-des que representan la sabidura y la bon-dad, formando como el alma del conjunto de prendas de que debe estar adornada la buena madre de familia. Para acertar en el hablar con cordura y discrecin es lo mejorj hablar p o c o , y ese poco hablarlo despus; de haber pensado en las palabras que van decirse: el callar no es m e n g u a , y en cam-bio es defecto g r a v e insufrible una lengua necia y parlera, spera y desentonada; : cal lando se evitan estos escollos, y no ha-blando ms que lo preciso jams se molesta, y hasta la necia l lega tener apariencias de

  • 21 sabia. A la que habla poco le es fcil no descomponerse cuando se ve en el caso de corregir, logrando que sus avisos sean bien acogidos y mejor practicados.

    Consider las veredas de su casa, y no co-mi ociosa su pan.La buena ama de casa recorre todos los r incones de la misma, todo lo ordena y concierta y todo lo atiende y vigila: es esta cualidad tan necesaria que para dejarla fijada en la memor ia es re-petida aqu: la mujer ha de ser guarda de su casa, y como tal ha de estar s iempre la vista de lo que en ella se hace y al co-rriente de lo que contiene para distribuirlo convenientemente y aprovechar lo en la for-ma ms til y ventajosa: el cumplimiento de un deber tan personal la impide, es ve rdad , el emplear el t iempo en viajes , visitas y frusleras, pero como no ha comido ociosa su pan encuentra la compensacin en lo que dice el versculo s iguiente.

    Levantronse sus hijos, y la predicaron por beatsima; y su marido tambin la alab. A qu m a y o r glor ia puede aspirar una m u -jer que la de ser proc lamada el alma y la providencia de la familia, el ngel del h o -gar y el objeto predilecto del amor de su esposo y de sus hijos? Q u valen al lado de este triunfo los que puede alcanzar por

  • otros conceptos? Sern brillantes como un j r e lmpago , pero c o m o l desaparecer ra- ' pidamente su resplandor, dejando obscuro! su entendimiento y vaco su corazn: al re-; vs sucede con la que ha sido una buena; madre de familia; v i v e una vida de satisfac-cin y de continuados consuelos, acabando j su carrera temporal rodeada del cario, ve-j neracin y respeto de la generac in que la s igue, la cual por largos aos slo pro-nuncia su nombre para ensalzarla y ben-decirla.

    T a l es, brevemente comentada, la her-mosa y respetable figura de la buena madre de familia que Sa lomn, inspirado por Dios, nos ha dejado dibujada. A la mujer cristiana-no le es tan difcil imitarla como parece . primera vista, porque el no hacerlo es faltar sus deberes, y no son muchas las que de-, l iberadamente los olv iden: por esto, an en medio de nuestra perdida sociedad, se en-cuentran numerosas familias que son una esperanza tangible de nuestra futura rege-neracin. A vosotras , amas de casa, os toca aumentar el nmero de ellas, abreviando las horas de abatimiento y dolor que estamos; sufriendo.

  • 23

    III

    A t r a c t i v o s d e l a v i d a r u r a l .

    ^^pcHAauE frecuente es de muchas p e r -l l l l l l sonas no estar contentas de su suer-te, aunque no es nuestra clase la ms afecta-da por esta antigua mana , por si estos escritos l legan manos de alguna persona cansada de la v ida rural, permtaseme poner de manifiesto a lgunos de los atractivos que en ella se encuentran; para que, re f lex io-nando sobre la realidad de las cosas, c o m -prenda lo errado de las esperanzas fundadas en un cambio de posicin, s iempre desven-tajoso cuando se trata de trocar la vida del campo por la de la ciudad. E jemplo palpable de ello es el aprecio que hace de aqulla el habitante de stas, los sacrificios que se im-pone y lo m u c h o que gasta para poderse proporcionar por a lgunos das la tranquili-dad, los aires puros, la a l imentacin sana y la libertad de que nosotros gozamos conti-nuamente sin apercibirnos.

    As como un limpio estanque reproduce fielmente los cambios incesantes que se producen en nuestra atmsfera y en las a l -tas regiones de la esfera celeste, de la m i s -ma manera la superficie del g lobo que h a -

  • hitamos es terso espejo donde se refleja la grandeza , la bondad, la sabidura, en una ; palabra la omnipotencia de Dios , y por lo i tanto con la contemplacin de los campos y de ' os bosques, de los montes y de los; val les , de los cursos de las aguas , de sus verdes y frtiles mrgenes , y del infinito j nmero de animales que desde el microsc - j pico insecto hasta la poderosa guila lo! pueblan, la tierra nos presenta un espec-l tculo tan grande , var iado y maravilloso! que el hombre es incapaz de inventar otro! semejante: slo el hbito de tenerlo sin ce-] sar la vista, la ignorancia , puede dejar] de apreciarlo; pero para una inteligencia] cult ivada, amante de lo bello, ser siempre,! mientras la humanidad exista, una fuente! inagotable de puros goces y de satisfaccio-] nes incomparables de que disfruta de baldei el agricultor . i

    E l trato sencillo con los aldeanos, las ex-cursiones los pueblos de la vec indad cuan-do celebran sus fiestas y ferias, y las visitas, parientes y amigos , son otras tantas di-versiones inocentes que pagan peso di oro los habitantes d l a s ciudades y que no-sotros tenemos la puerta, pudiendo discre-. tamente gozar de ellas, sin molestias ni per-juicio de nuestros intereses.

  • 25

    L a posesin de una casa aislada, rodeada de frutales y ores , sana, aireada y con buen sol de que puede disfrutar poca costa todo agricultor dil igente y cuidadoso, es una ventaja slo asequible para las gentes ms acomodadas de las c iudades.

    Una ocupacin continua como la que pesa sobre la buena ama de la casa de cam-po es el mejor recurso para pasar una vida agradable, sin envidias ni rencores , llena de las satisfacciones que proporcionan la seguridad del cumplimiento del deber, el buen xito de las pequeas industrias que tiene su cargo y el placer de encontrarse continuamente rodeada de todas las p e r s o -nas que le son queridas.

    En parte a lguna como en las aldeas puede ejercitarse la caridad con ms acierto, con menos dispendio y con mejor resultado: en ellas todos nos conocemos , y por tanto pue-de darse cada uno lo que le falta con la seguridad de que socorremos una verdadera necesidad: veces vale ms un buen conse-jo que una ddiva; otras es ms apreciada una prenda de ropa que dinero, y f recuen-temente es ms til la visita hecha al pobre al enfermo que cuanto podramos darle en concepto de l imosna. L a prctica de esta virtud reporta las amas de casa de n e s -

  • tro pas, tan hbiles en ejercerla, contentos y alegras indefinibles, superiores sin c o m -parac in los que se buscan en los paseos, tertulias y diversiones de las ciudades.

    D a d gracias Dios , seoras que v iv s en la granja , por el favor que os ha concedido al colocaros en la situacin en que os en-contris: no lo dudis, estis muchsimo mejor que las amas de casa de las ciudades: algunas de ellas v iven en la abundancia, pero esto nada os ha de importar : nuestra j clase est acostumbrada las penalidades y j la sobriedad: repartid bien lo poco que poseis, y jams caeris en la miseria; veris crecer lozanos, robustos y contentos vues-tros hijos; seris amadas de cuantos os ro-dean, y al influjo del sol de los campos se elevar vuestra alma y veris fortificada j. vuestra salud. f.

    D e b e r e s d e l a m a d e c a s a .

    A prosperidad de la familia depende en gran parte del orden y economa es-

    tablecidos por el ama en la marcha de la ca-sa: no m e cansar de repetirlo: por esto debe penetrarse bien de la importancia de sus de-beres y practicarlos sin desfallecimientos ni

  • prevenciones; empiece con resolucin s e -gura de que encontrar en el cumplimiento de su tarea goces pursimos, nacidos de la utilidad de su trabajo.

    El fastidio y el mal humor son e n g e n -drados por la ociosidad por la insubstan-cialidad de las ocupaciones: evi tando estos escollos se el iminan del espritu aquellos sentimientos y se l lega poseer la dicha, consiguiendo pasar una vida tranquila, que es augurio de una muerte santa; aspiracin suprema que ha de tender todo entendi -miento bien organizado.

    La misin de la mujer puesta en una gran-ja es doble: ha de dirigir la familia y la mar -cha de la casa: para la pr imera se ha de convertir en una verdadera institutriz, i n -culcando sus hijos y sus hijas hijas principalmente, lo que no les ensearn des-graciadamente en ninguna escuela, y s u j e -tando las ltimas un verdadero aprendi-zaje de economa domstica rural ; respecto de la segunda ha de encargarse de la i n s -peccin inmediata de las aves de corral , co -nejos, abejas, cerdos, animales productores de leche, y de las huertas , frutales y jardn (de que n inguna casa debiera carecer ) , sin descuidar todas las otras obl igaciones d o -msticas que pesan sobre el ama de familia,

  • 28

    c o m o son: la distribucin y orden de las comidas , l impieza y conservacin de la casa, muebles y ropas y la continua vigilancia sobre la moral idad de la familia y de cuan-tas personas tenga su servic io . D e b e , asi-m i s m o , enterarse de los asuntos propios del marido para encontrarse en aptitud de subs- -tituirle en enfermedades y ausencias; y por j esto ha de estar al corriente de las pocas de las siembras, del orden de los trabajos, i de la manera de ejecutarlos, de la rotacin de cosechas establecida, del rg imen ali-i m e n t i d o de los animales; cuyos datos a d - ; quirir fcilmente si da sus paseos un ca-i rcter til que no es incompatible con la distraccin y recreo .

    L a economa acertada distribucin del t iempo es la pr imera de las economas y la que procura verdadero bienestar y holgada posicin: por esto la buena madre de familia ha de poner en ella toda su atencin; las diversas estaciones han de regular el empleo del t iempo: en invierno se han de dedicar ms horas la reparacin y confeccin de; ropas , utilizando las ve ladas , impropias para ; otras ocupaciones ; de da se l impian y re- pasan los muebles , se ponen en orden todos: los aposentos de la casa y se adelantan to-dos los otros quehaceres cuya ndole lo per-;

  • mita: as en la buena estacin, m o m e n t o del gran trabajo, se pueden dedicar ms horas la vigilancia de las diversas labores c u y a inspeccin viene cargo de la mujer; la cual no debe olvidar que el mejor obrero necesita de direccin; ocupado rutinariamente en su tarea no discurre, y raramente se le ocurren procedimientos ms expeditos para ade lan-tar hacer ms fructuoso su trabajo: es de la incumbencia de quien le r ige la prosecu-cin de este ventajoso resultado.

    Est tambin cargo de la mujer la con-servacin de la salud de la familia, y por tanto siempre que se necesite del facultativo ha de cuidar de que se cumplan sus pres-cripciones. Si ella posee algunos c o n o c i -mientos sencillos de h ig iene y medicina le servirn de gran recurso en mil ocas io-nes en que le permitirn prescindir del m -dico: de ello nos ocuparemos ms adelante.

    La distribucin de l imosnas, el cuidado de que todos cumplan con los preceptos di-vinos, y la conservac in de las buenas cos-tumbres, son otros tantos deberes que ha de atender la buena ama de casa. S u e j e m -plo ser poderoso imn que atraer todos sus subordinados no faltar las prcticas religiosas ni las leyes de la moral cristia-na: si l no bastase, con tacto y dulzura

  • 3 procurar enderezar por buen camino al dscolo: cuando estos medios no producen efecto, se hace necesario despedir al delin-cuente antes de que pervierta los dems: el rebelde Dios ser siempre un mal ser-v idor de su amo y un perturbador de la ; tranquilidad que debe reinar en la familia. ]

    F ina lmente , el ama de casa ha de estar! enterada: pr imero, de todo lo que existe en] la casa, procurando tener ordenadamente! cada cosa en su lugar , sin permitir que na-] die lo desconcierte; y luego de todo lo que se hace dentro de la misma para que se haga conforme debe hacerse, y con suges-tin las rdenes que haya dado: stas de-ben ser s iempre claras y precisas, no tole-rando su incumplimiento mala interpre-tacin. L a s rdenes todos los dependien-tes deben darse la vspera; as se evita el que causas imprevistas introduzcan el des-concierto en la casa: por la maana cada uno va su deber; veces una visita inespe-rada basta para que se quede ocioso alguno de los dependientes por ignorar en lo que < se ha de ocupar , lo cual puede evitarse f- - c i lmente si se tiene la previsin que dejo , apuntada.

  • 31

    V

    D e l o s d o m s t i c o s .

    mozos y criadas se acostumbra g e -neralmente contratarlos por un tanto al

    mes: antiguamente se contrataban por aos, lo cual era ms favorable para ellos y para el amo; con ello se evitaban los cambios frecuentes, ios cuales ocasionan prdidas al uno y los otros: adems de la continua-cin del trato mutuo resulta m a y o r harmo-na entre ambos: por esto soy partidario de que los amos estudien la manera de r e -tener los dependientes cuanto sea posible, siendo uno de los medios que dan regular-mente resultado el tomarlos jvenes y tra-tarlos bien: as toman apego la casa y cumplen mejor su deber.

    Al estipular los contratos debe procurar-se que los trminos de los mismos sean claros: las ambigedades slo s irven para promover discusiones y acarrear disgustos. Al principio se ha de ofrecer poco salario, consiguiendo de esta manera el poderlo mejorar paulat inamente, lo cual s irve los criados de estmulo para portarse bien.

    En los criados se han de buscar las s i -guientes cualidades: p rob idad , actividad,

  • 3 2 buena voluntad, orden y l impieza. L a pri-mera es indispensable que la posean al con-tratarles; si carecen de a lguna algunas dej las dems , el ama de casa cuidar de irlas in- j culcado todos los que tenga bajo su domi-nio; conseguido lo cual lograr al igerar su trabajo. Durante los pr imeros das se ense-ar los criados el lugar donde se encuen- tran todos los objetos de que necesitan y sel les ex ig i r que los restituyan all mismo tan pronto se h a y a n servido de ellos. La l impieza ha de brillar s iempre en ellos y en todos los lugares que frecuentan: cuando se les ha acostumbrado ello, aprenden no mancharse y no ensuciar , y todo aparece l impio sin m u c h a molest ia para conservar-lo en este estado.

    L a buena a m a de casa trata sus depen-dientes con dulzura pero sin familiaridad; s iempre los ha de mantener distancia J nunca ha de permitir la traten con llaneza, ni que falten sus rdenes ; poniendo mu-cho cuidado en no enterarles de las interio-' r idades de la familia. P rocurar con delica-; deza ganar su confianza, dndoles buenos; consejos siempre que los necesiten, enses ndoles economizar , vestirse con ropas1; fuertes y duraderas, y proporcionarles; medios para colocar bien sus ahorros: si haj;

  • 33 en las cercanas Cajas destinadas para guardarlos, ella misma puede cuidar de ha-cer las imposic iones.

    Si alguno de los cr iados se deja l levar de algn mal vicio, como la gula, el juego, el lujo, otros peores, es preciso vo lver le al buen camino, y si no se consigue se i m p o -ne despedirlo antes de que contagie los dems: estos resabios los cogen con la fre-cuencia de visitar las poblaciones, donde adquieren amistades perversas y v e n malos ejemplos; por esto es m u y conveniente dis-traerles de pasar el tiempo que tienen libre en ellas, siendo un buen medio dejarles d i -vertir honestamente en casa, pr inc ipa lmen-te durante las tardes de los das festivos, en las cuales se les puede dar una merienda mejor que la de los das de trabajo. T a m -bin son buenos medios para retenerlos en casa el mandarles lo menos posible en los das de fiesta y el celebrar las principales, dndoles en ellas comida extraordinaria : esto les adhiere la familia y les ayuda saberse sujetar las disposiciones de sus amos. Parece que esto ha de ser costoso, y no lo es: un criado trabajando con mala voluntad pierde m u c h o ms en una s e m a -na de lo que importa lo que en ello se gasta.

    AMA DE CASA 3

  • i 34 l

    C u a n d o se tratan los criados de la mane' ra que dejo expuesta han de ser m u y in-gratos que no correspondan los cuida-j dos que por ellos se tienen; la experiencia! me ha demostrado que raras veces se en-; cuentran insensibles las atenciones que por ellos, por su salud y por sus intereses! se toman los amos. L o s criados que no sir-j ven bien por buena vo luntad no lo hacenj por buen salario: casi s iempre se v e que los! amos que pagan salarios altos son los peoij serv idos .

    V I

    D e l o r d e n q u e d e b e e s t a b l e c e r s e e n l a c a s a .

    g f f i O D O en la casa debe estar en un ordec | perfecto: el ama que no lo tenga esta-blecido, que lo ponga : aunque le repugne j le amedrente por parecer le obra superior i sus fuerzas debe l levarla cabo; la satisfac-cin interior que exper imentar al fin de st trabajo la indemnizar de l; empiece por l impiarlo y clasificarlo todo, de forma qui; cada cosa tenga su sitio determinado y qu v u e l v a al mismo siempre que h a y a servid para el uso que est destinada: el armarif; de los vest idos no ha de servir para guarda'j

  • 35 -trapos viejos, y las cosas que no tengan co-nexin han de estar no obstante ordenadas para que no anden por los armarios en una mezcla confusa. E d u q u e su familia y c r i a -dos que contraigan el hbito del orden y de la l impieza, y para conseguir lo dles el ejemplo.

    Aqu como en todo, en el medio est la virtud: algunas hay que se hacen esc lavas de una limpieza nimia que r a y a en r id icu-lez. L a casa debe estar l impia, y para c o n -seguirlo se ha de tener cuidado en no ensu-ciarla; los muebles sencil los se conservan mejor que los cargados de adornos , siendo aqullos los ms propios para una casa de campo, donde el lujo es m u y fastidioso, porque ex ige cuidados que lo hacen incom-patible con la v ida rura l .

    Una ama de casa no debe sufrir que se aplace lo que puede hacerse inmediatamen-te: la negligencia es el o r igen del desorden. Ordinariamente los dormitorios y a p o s e n -tos de ms uso en la casa han de quedar cada da arreglados antes del a lmuerzo: si en los das cortos del ao esto no fuera po-sible, es preciso hacer lo inmediatamente despus.

    El primer talento que debe poseer una ama de casa es saber distribuir el t iempo: la

  • - 36 -que l lega adquirirlo hace maravi l las : una v e z hecha la distribucin de las horas del da, es preciso observar la con regularidad, no permitiendo que la familia ni los criados! falten ella.

    L a madre de familia de una casa de cam-; po ha dejar la cama de buena hora , fijando; sta con arreglo las estaciones: as tienen t iempo antes del a lmuerzo para enterarse de si se cumplen sus rdenes, pasando re-vista todas las dependencias de la casa y luego puede peinarse, arreglarse y prestar iguales servicios aquellos de sus hijos que lo necesiten, y sealarles las tareas en que han de ocuparse, no permitindoles que pa-sen el da en la ociosidad.

    Despus del a lmuerzo , s e g a r a de que cada cual cumple con su deber, puede dedicarse sus ocupaciones personales hasta el medio- . da, hora en que regularmente se come en nuestro pas: acabada la comida en invier-no puede dar un paseo con su familia ente-rndose de la marcha de las labores y de si los guardas del ganado estn descuida-; dos: en verano debe hacer un ratito dtj siesta. ;

    L a tarde debe emplearla en coser rodea- [, da de sus pequeuelos, los cuales educa-; r paulat inamente, ensendoles la doctrina;

  • 37 -cristiana y la manera de portarse bien con sus semejantes, empezndoles sujetar trabajos compatibles con su edad, fin de que no se acostumbren estar ociosos. Tambin debe a p r o v e c h a r las tardes para salir de casa siempre que le sea preciso para hacer alguna visita cercana, ver algn e n -fermo, hacer compras , etc.

    Soy partidario de que se cene t e m p r a -no en todas las casas donde los amos no comen con los mozos y de que la comida de stos no coincida con la de aqullos. A primera vista parece que importa ms t r a -bajo, pero bien considerado es un gran ali-vio para las criadas, las cuales en hora tem-prana tienen lavada y puesta en su lugar toda la vajilla: en inv ierno , despus de la cena, queda as un buen rato para emplear-lo en los quehaceres propios de la mujer , y mientras tanto los criados, concluida su t a -rea y reunidos y a junto al hogar , pueden recibir lecciones que les aprovechen para el espritu y para el cuerpo, dando fin la jornada en hora regular con el rezo en comn del santo R o s a r i o .

    En verano, despus de la cena puede darse el paseo que se da en invierno por la tarde, bien emplear el t iempo que falta basta la vuelta de los trabajadores, en la

  • _ 3 8 -

    huerta, en el jardn: cuando todos se han reunido se reza segn costumbre, y se d la cena los criados, los cuales, entre tan-: to, pueden recibir las rdenes para el da; s iguiente. Esta distribucin adems de hi-ginica y econmica , es cmoda y permite; todo el mundo recogerse temprano dor- mir, necesidad imperiosa para quien se haj de levantar con el alba. !

    C a d a da la buena ama de casa ha der destinar un rato para hacer sus apuntes, notando todo aquello que ms tarde puede servir le para adquirir conocimientos y ex-periencia, pues la memor ia generalmente e infiel; y para poner en orden las entradas y gastos del da de conformidad con lo que l u e g o se dir.

    V I I

    C o n t a b i l i d a d .

    A abundancia y el bienestar de una fa-, milia depende en gran parte de la am

    de casa: sta con el orden y la economa es; la que impr ime carcter propio al modo di i ser de aqulla y la transforma de conformi-dad con el s u y o personal . Dichosa la casi; que tiene la suerte de topar con una buena j administradora! E l porvenir de la farruto I

  • 39 queda asegurado, porque todo lo que pasa por sus manos adquiere nuevo y ms creci-do valor y nada se desperdicia, util izando cada cosa en aquello en que es ms apro-piada.

    La experiencia ensea que raros son los patrimonios arruinados, en cuya prdida no quepa gran parte de responsabil idad la mujer: ella es la que corre con el gasto dia-rio, y si se descuida los errores cotidianos conducen la miseria rpidamente .

    El mejor medio para evitarlo es la conta-bilidad: si uno sabe lo que tiene y lo que gasta, es facilsimo ajustar el consumo los haberes de que se disponga: adems, si se conoce el valor de las materias que se uti-lizan se va con ms tiento en desperdic iar-las. Por esto aconsejamos las amas de casa que l leven un l ibro, que podremos t i -tular de cocina, dividido en tres columnas: en la primera apuntarn diariamente todo lo que compren; en la segunda todo lo que se consuma de la casa, sealando cada cosa el precio que alcanzara en el mercado , si se vendiese; y en la tercera la suma total diaria de las otras dos: al fin de la pgina se suman todas, y as se sabe cont inua-mente lo que se gasta y como se gasta , acortndose el camino para l legar al fin que

  • 40 debe proponerse toda buena administradora de dar el mejor trato, apropiado su clase, con el m e n o r gasto posible.

    O t r o libro m u y conveniente debera te-ner toda seora puesta al frente de una casa de campo de regular movimiento , el de en-tradas y salidas; en la plana de la izquierda se apunta todo lo que se paga , y en la dla derecha cuanto se cobra. L o s gastos que arroja el libro de cocina se pueden poner en un solo asiento al fin de cada mes; peridi-camente, cada tres meses , seis, cada ao, segn el mov imiento de la casa, puede pa-sarse un pequeo balance para cerciorarse de si se han sufrido equivocaciones se ha descuidado a lgn asiento: para ello se ha de contar el dinero existente y anotarlo de-bajo de la plana de los gastos, y entonces, sumando sta, su total ha de ser igual con la de los cobros . Si no resulta as se ha in-currido en algn error y es necesario bus-carlo: el pr imer asiento del perodo siguien-te ha de ser el del dinero existente que se ha de anotar en la plana de los cobros. Este l ibro es, como hemos dicho, sumamente til porque simple golpe de vista se v el estado de entradas y gastos , y para el caso de incurrir en equivocaciones en los pagos cobros se aver igua enseguida donde est el error .

  • 41

    En una libreta se han tener apuntados todos los criados, jornaleros y dependientes que intervengan en la casa y estn las rdenes de su ama: primero se anota su nombre, luego el da en que ha entrado ser-vir, salario que gana y condiciones con que se ha contratado; seguidamente se van apuntando los cantidades que se le entregan, y as se tiene s iempre la vista el estado ac-tual de cada uno de ellos, evitndose dis-cordias y disgustos.

    Finalmente, como la m e m o r i a es casi siempre infiel, es tilsimo l levar s iempre en el bolsillo un libro de memorias con su correspondiente lpiz para apuntar i n m e -diatamente todo aquello que es necesar io no olvidar, como por e jemplo el da de una siembra plantacin hecha en el huerto, un contrato con cualquier persona, el da que ha nacido un becerro , las fechas en que se ponen empollar las cluecas, etc. Estas notas, tan fciles c o m o convenientes para evitar quebraderos de cabeza, son, para el que las l leva con exactitud, camino trillado para adquirir verdadera exper iencia de las cosas que trae entre manos , y casi siempre son consultadas con fruto.

    Esta sencilla contabil idad, que no ocupa un cuarto de hora diario, es tan til que

  • 42

    puede ser la salvacin de una casa: ahorra discordias y disgustos, y es suficiente para que una ama de familia pueda darse cuenta del empleo de los intereses que administra y para adquirir una experiencia de otra ma-nera difcil de alcanzar.

    V I I I

    V e s t i d o , c o m p o s t u r a y a l i o .

    este particular hay algunas que se pierden por carta de ms y otras por

    carta de menos , no s iendo, por lo regular, stas las ms econmicas . L a que es lim-pia y aseada sin exagerac in , tiene la ven-taja de que los vestidos se le conservan, y por consiguiente emplea menos t iempo en lavar y remendar y gasta menos .

    L a s modas y el lujo en el campo son ridculos, costosos impropios : cuando aqullas l legan los vi l lorrios, l levan y a el sello del mal gusto , porque han perdido la finura de formas con que fueron creadas por el artista que las invent; han pasado por tantas manos inhbiles, que de ellas slo queda, como hemos dicho, lo r idculo. Por esto es tan fcil un ojo experto distinguir las diferentes clases de la soc iedad, aunque vistan todos trajes parecidos.

  • 43 El vestido de la seora de una granja ha

    de ser proporcionado su clase: si es rica, que vista ropas buenas, pero siempre c o n -feccionadas con gran sencil lez; es el mejor medio para aparecer elegante; su educacin y sus buenos modales brillarn con nuevo esplendor, y la fama cuidar de extender su reputacin de excelente madre de familia: al revs, los adornos y afeites slo servirn para cargarla con el sambenito de di lapida-dora y de mala ama de casa: el menos a v i -sado comprende que la mujer emperej i lada no es propsito para emplear sus manos en muchas cosas de que no puede p r e s -cindir la que est al frente de una casa, m u -cho menos si sta es de campo, aunque sea de las ms acomodadas . D e una de ellas, y por cierto noble ella, y emparentada con la primera nobleza catalana, s de boca de uno de sus hijos, que no se inquietaba de que sus visitas la encontrasen en su casa solar cuidando las aves de corral , como una v e r -dadera labradora, con su vestido sencillo y hasta con su delantal de tejidos; habindose adquirido un renombre envidiable y s iendo horada su reciente muerte , no slo por su familia y amigos , sino por toda una comarca.

    Si el ama de casa es de modesta posicin, an debe cuidar ms de no malgastar en

  • 44 baratijas y tonteras: sea su vestido de tela fuerte, confeccionado en casa para que los cosidos sean duraderos y el corte sencillo, no dejndose engaar por los que venden ropas hechas , cuya baratura corre parejas con la poca duracin y cuyo corte exage-rado las hace parecer ridiculas al fin de una temporada. C o m o ella deben vestir sus hijos, cuidando mucho de privarles el uso inmoderado de novedades , que la vuelta de poco t iempo son manantial inagotable de penas y disgustos, los cuales pueden evitar-se fcilmente, ensendoles ser modestos y tener pocas necesidades.

    U n a s y otras deben ser l impias y aseadas por ser una de las cualidades que dan me-jor atractivo la mujer. T o d o s los das ha de dedicar a lgunos minutos en las prime-ras horas de la maana peinarse y asear-se, procurando que esta corta labor sirva para todo el da, evitando el ensuciarse y desgrearse , como sabe hacerlo toda mu-jer bien educada. Mi l lorada madre deca m u y menudo las criadas: Queris apa-recer limpias? evitad las manchas . Que-ris tener limpia la casa? cuidad de no en-suciarla. C u a n d o se co ge el hbito de obrar con tiento se aparece s iempre limpio, sin caer en el g r a v e defecto de pasarse el

  • 45 ~ da lavando y pe inando, barriendo y l a -vando ropa como sucede en las casas d o n -de falta el cuidado de no ensuciar, en las cuales, no obstante la molestia y gasto que esto ocasiona, brilla la l impieza por su au-sencia.

    En el campo se ha de procurar que las ropas exteriores s irvan para todas las e s t a -ciones: los vestidos arr inconados son c a p i -tales muertos que pierden continuamente, y como los agricultores no andamos sobrados en los tiempos desgrac iados en que v i v i -mos, bueno es aprovechar todas las miga jas .

    I X

    L a h a b i t a c i n .

    l l p S T A debe ser proporc ionada los m e -s l * dios de que dispone su dueo, pero la casa de campo siempre se ha de distinguir por la sencil lez, unida que contenga t o -das las comodidades necesarias que no son incompatibles con aqulla y estn al a lcance dlos que la habitan. L a casa es el cielo de la vida, me deca muchas veces una buena ama de casa en mi niez, y es una gran verdad: el que est bien en su casa, por mo-desta que ella sea, tiene mucho adelantado para pasar menos mal esta miserable vida.

  • - 46 -

    T o d a casa de campo debe tener su hogar, donde pueda reunirse la familia durante la m u y larga temporada del ao que de l se necesita; se ha de procurar que ste sea ca-paz, claro y caliente y que el humo tenga buena salida para que no moleste, lo cual se logra dando la chimenea la anchura y altitud necesaria , cuidando que el aire le v e n g a de frente y de que aqulla tenga una embocadura proporcionada. S i detrs del fuego se pone una plancha de hierro del grueso de uno dos centmetros, y en el suelo otra de m a y o r superficie, el calor que transmiten ayuda e levar la temperatura del aposento, ahorrando lea y trabajo.

    Si es posible la cocina debe estar separa-da del h o g a r , cerca de l y al lado del co-medor: aquella dependencia ha de brillar por la l impieza y por el orden en que estn colocados , todos los enseres que en ella se necesitan: debera tener armarios para con-tener estos utensilios y para guardar los v-veres al abr igo de gatos , perros insectos. C o m o al propio tiempo es conveniente que penetre en ellos el aire, hoy es facilsimo construir las puertas de ellos con un basti-dor de madera cubierto con tela metlica fina y ga lvanizada . Modernamente las coci-nas econmicas sustituyen con ventaja los

  • 47 antiguos hornillos y si son un poco grandes en la poca calurosa se puede prescindir de tener fuego en el h o g a r la m a y o r parte del da sin que por esto puedan sustituir ste en absoluto. P a r a la compra de una cocina econmica se ha de tener en cuenta que pueda al imentarse con lea: en la m a y o r parte de las casas de campo es ms cmodo y ms econmico calentarlas con ella que con carbn. O t r o de los tiles ms n e c e s a -rios de la cocina son las balanzas, la que toma el hbito de medirlo y pesarlo todo tiene mucho adelantado para ser una buena administradora: el poco ms menos es ca-mino trillado para sufrir equivocaciones de aquellas que acarrean desazones y prdidas.

    El comedor es conveniente sea una pieza independiente inmediata la cocina: un buen armario para la vaji l la, donde cada ob-jeto ocupe su lugar ; una mesa fuerte y s u -ficiente, no slo para la familia, sino para un da de fiesta, y una sillera resistente y modesta, con un lavamanos , es el mobi l i a -rio preciso de ese indispensable departa-mento de una casa: debe gozar de buena luz, y si tiene vista agradable es todo lo que se puede desear.

    En las casas donde los mozos no comen con los amos se ha de destinar una pieza

  • - 4 8 -

    para comedor de stos, que est lo ms cer-ca posible de la cocina y del hogar : una mesa y bancos cmodos es todo el mobilia-rio que necesita.

    U n a sala destinada recibir las personas que visiten la familia es uno de los depar-tamentos tiles de toda casa a lgo acomoda-da; al propio t iempo puede servir para que en ella trabajen el ama y sus hijas, con slo tengan el cuidado de no convertir la en una trastera. Su mobiliario debe ser adecuado la posicin de la familia, pero para una casa de campo debe ser s iempre fuerte, sencillo y econmico sin que por ello tenga que re-nunciarse la e legancia , cuando se tiene gusto en saberlo e legir .

    P r x i m a esta pieza debe haber otra destinada guardar las ropas y los trastos que se necesiten para su recompostura y entrenimiento. L o s ms necesarios son: una mquina de coser, un buen costurero (hoy se encuentran cmodos y muy bonitos por precio m d i c o ) , canastillo para el trabajo, bolsas para hacer calceta, etc. E n dicho aposento se ha tener en un armario cajn un depsito bien ordenado de objetos de mercera, como botones, hilos, cintas de hilo, a lgodn y seda, agujas , alfileres, etc.: estos objetos comprados al por m a y o r en los al-

  • 49 macenes salen baratos y se tienen mano cuando se necesitan. E n esta pieza debe haber asimismo un lugar destinado g u a r -dar las ropas para planchar, las que neces i -tan de recomposicin, los retales que p u e -den tener a lguna aplicacin, una carpeta en que se guarden los patrones para el corte, y una tabla en madera blanca y delgada, de unos 50 centmetros de ancho por 7 5 de largo, con una escotadura en medio, la cual colocada sobre las rodillas s irve para cortar pequeos objetos de costura.

    Los cuartos dormitorios deben reunir la sencillez y la comodidad: soy e n e m i g o declarado de alcobas y colgajos y de c u a n -to puede convert irse en depsito de aire corrompido, de polvo de miasmas in fec-ciosas. U n a salita cuadri longa con abundan-te luz y una buena cama de hierro, sillera sencilla, un lavabo-tocador y una mesita de noche, es un dormitorio sano , cmodo y arreglado con poco coste. E l sommier de tela metlica, sin muelles , es el colmo de la sen-cillez y el medio de tener las camas s iem-pre limpias sin gran trabajo: v iene m u y bien poner los lados d l a s camas perchas donde se puedan colgar los vest idos al irse descansar.

    Los dormitorios de mozos y criadas d e -

    AM,V DE C A S A i

  • S o -ben estar lo ms separados posible, y deben arreglarse de manera que s i rvan, como han de servir , de lugar de descanso: al que tra-baja todo el da es m u y justo que se le pro-porcione lugar relat ivamente cmodo para descansar y reponer sus fuerzas: es otro de los medios que ayudan hacerles tomar inters por la casa y apego sus amos.

    E n las salas y cuartos pueden colocarse las cmodas y armarios destinados guar-dar las ropas de porte: para las blancas es bueno tener un armario expreso , indepen-diente de los dormitorios y propsito para contenerlas .

    P a r a adorno de las habitaciones van muy bien los cuadros : es preferible poner pocos y buenos que muchos y malos : los mama-rrachos, caricaturas y figuras indecorosas que empiezan verse co lgados de las pa-redes de algunas casas, deben proscribirse, sobre todo en los dormitorios y comedor, poniendo en su lugar grabados escogidos, copias de buenos cuadros, representando santos escenas rel igiosas: stos no chocan nunca con las que se desarrollan en las fa-milias: moderan nuestras cortas alegras, recordndonos que v iv imos en un destierro, y nos animan en las pro longadas tristezas, levantando nuestro espritu la contera-

  • - si -placin del alto fin para que hemos sido criados. E n las salas van m u y bien los cua-dros que representan los hechos ms c u l -minantes de nuestra Historia. L o s cuadros influyen ms de lo que parece en el p o r v e -nir de la familia: si se acostumbra los nios contemplar representaciones de hechos virtuosos y heroicos, l legan grabarse en sus entendimientos y despertarles el deseo de imitarlos.

    Las salas y comedor pueden adornarse con poco coste colocando en estas piezas jardineras rsticas con plantas v ivas : unas en los r incones, otras colgadas del techo colocadas sobre las mesas. L a s plantas ms propias y menos ex igentes son: Cactus serpentaria, Fresero de la India , L o b e -lia, P e l a r g o n i u m , Sax f raga s a r m e n t o -sa, Sedum de Siembold y muchas otras que pueden escogerse en casa de los j a r d i -neros por mdico precio. Estas plantas de-ben cultivarse en tierra de brezo, m a n t e n i -das en l igera humedad, teniendo la p r e c a u -cin de lavar menudo las hojas para quitarles el p o l v o , y de sacarlas algn rat i -ta al sol en invierno y a lgunas noches al se-reno durante el verano. S o n estas plantas adornos graciosos y baratos, los ms p r o -pios para una casa de c a m p o .

  • - 52

    Finalmente: las pinturas y papeles pin-tados debe preferirse el sencillo y limpio emblancado: una casa emblanqueada peri-dicamente es mucho ms higinica que otra cuya costosa decoracin dura varias gene-raciones, convirtindose en depsito de miasmas y microbios, transmisores convic-tos de las enfermedades infecciosas, que son el peor azote de una familia. E l hombre tie-ne tendencia despreciar lo til para correr tras lo perjudicial, si esto puede halagar su vanidad dar pbulo sus pasiones. Mantengmonos nosotros en la sobriedad en que vivieron tranquilos y satisfechos nuestros antepasados, y nos ahorraremos las pesadillas y trabajos en que se ven me-tidos aquellos que se dejan arrastrar por las locas corrientes de nuestra contempornea sociedad.

    X

    E n t r e t e n i m i e n t o y c o n s e r v a c i n d e l a c a s a .

    a v a d o de p a v i m e n t o s . T a n t o como repugna el lujo en una casa de campo,

    agrada la l impieza: el primero es molesto ]' conduce la ruina, y la segunda da algn trabajo, no mucho si se tiene cuidado, pero

  • - 53 en cambio es higinica y hace agradables las habitaciones, produciendo bienestar. Hay algunas comarcas en nuestra querida Catalua que, bajo este concepto, son un modelo digno de ser imitado: por esto v o y ocuparme en dar una reg la concisa para lavar rpidamente los pavimentos .

    Para lavar el pav imento de un aposento se quitan todos los muebles con cuidado, y en un extremo del mismo se echan unos cuantos litros de agua , pocos, y con una escoba fuerte se frota el enladril lado, h a -ciendo correr esta agua un poco ms all; en-seguida se pasa agua clara en la parte lava-da, hacindola correr as imismo juntarse con la primera, frotando con las dos otra porcin del aposento, que se enjuagua igual-mente con agua l impia: de esta manera con no mucho ms t iempo del que se emplea en barrer, se lava un aposento. Despus , si queda demasiada h u m e d a d , puede secarse con un trapo v ie jo , con una esponja b a s -ta, quitando con cuidado el agua que puede haber quedado en las junturas. L a s manchas se quitan frotndolas con cido clorhdrico (salfumanf) mezclado con agua .

    Lavado de vidrieras y espejos.Se t o -ma una porcin de blanco de Espaa , se pone en un plato, se le aade agua sufi-

  • ~~ 5 4

    cente, y pronto aqul se derrite y forma! una lechada: se moja en ella un trapito en' forma de tapn, y con l se frota el vidrio que se quiere l impiar; enseguida se enjuga-con otro trapo seco y l impio, que se hace pasar por los r incones por medio de un pa-lito envuelto con l. Se ha de operar siem-pre en un solo vidrio, porque si se moja, toda una vidriera el blanco se seca y en-tonces requiere mucho ms trabajo quitarlo,

    L a lega y el aguardiente limpian igual- :

    mente ios vidrios, pero se hace ms difcil i secarlos y la l impieza es menos completa. ;

    L o s espejos grandes se limpian por par-; tes por no tropezar con la dificultad que i; dejamos apuntada, para el caso de que se se-case demasiado la lechada de blanco. Se ha; de procurar que con los trapos no se toque' la madera que les sirve de marco , porque se; empaa, y si es dorada se echa perder, 1

    P a r a los espejos algunos prefieren el aguar-; diente y el alcohol la lechada de blanco:: pero con ellos se ha de tener igual cuidadc en no tocar las maderas. Si stas llegan i mancharse es difcil remediar el dao, prin-cipalmente si son doradas: en este case puede intentarse el humedecer la mancha con agua clara por medio de una esponja m u y fina, sin frotarla para no quitar la

  • ss delgada capa de oro que cubre la madera .

    Desinfeccin de los aposentos.La ven-tilacin enrgica es el mejor de los desinfec-tantes: para hacerla eficaz es menester dejar el aposento en que se quiere operar con las puertas y ventanas abiertas da y noche por una temporada; al mismo t iempo se c o -locan en l vasos con cloruro de cal h u m e -decido; finalmente, si las paredes no estn pintadas, cubiertas de papel, se blanquea, y antes de que se seque se cierran ventanas y puertas lo ms exactamente posible y se queman dentro 3 0 gramos de azufre por metro cbico, dejndolo cerrado cuatro cinco horas. Con este procedimiento un cuarto queda como n u e v o : el cido sulfu-roso producido por la combustin del a z u -fre destruye todos los miasmas y mata todos los insectos, que tienen que sufrir sus e fec -tos: pero tngase presente que deteriora los dorados y destruye los colores: los muebles barnizados pueden quedar dentro, y si se ha practicado bien la operacin quedan igualmente desinfectados.

    El mejor medio para desinfectar ropas es tenerlas unos diez quince minutos en agua hir viente. P a r a los muebles es un buen procedimiento lavarlos con el l icor Swie ten , que preparar cualquier farmacutico y que

  • - 56 -puede prepararse uno mismo disolviendo un g r a m o de sublimado corrosivo en 100 de alcohol y mezclndolo l u e g o con un ki-l o g r a m o de agua : se ha de manipular con gran cuidado, porque es un violento vene-no, guardndolo bajo l lave y con etiqueta clara para evitar desgracias . N o altera los colores ni las maderas .

    L a s cuadras, gall ineros, poci lgas , etc., se desinfectan perfectamente quemando dentro de ellos azufre, en la proporcin que antes hemos dicho, si hay medio de cerrar estas dependencias hermticamente: s i n o se pue-de hay que blanquearlas cuidadosamente con lechada de cal preparada con agua en que se h a y a disuelto prev iamente 3 0 4 ki-logramos de sulfato de cobre por hectolitro de agua: con esta lechada se deben pintar adems de las paredes las maderas que en el aposento se encuentren, hacindola pe-netrar en las junturas y grietas de las mis-mas y en las de las paredes y techos. Los pav imentos deben lavarse exactamente con la solucin de sulfato de cobre los que no importa se coloren, y los de salas y cuartos se lavan con una solucin preparada con 3 g ramos de sublimado corrosivo disueltos en alcohol y mezclados con 1 k i logramo de agua : hecho esto se aaden 5 gramos de

  • - 57

    cido clorhdrico (slfuman). Con este l-quido y por medio de un pincel se lava el enladrillado, el cual se puede tener la s e g u -ridad de que queda completamente des in-fectado. V u e l v o advertir que el sublimado es un veneno violentsimo, hasta diluido con el agua: por lo tanto, todas las manipu la -ciones deben hacerse con gran precaucin y tener los sobrantes s iempre bajo l lave, con una etiqueta que exprese claramente el contenido del paquete botella.

    Destruccin de insectos molestos.Las moscas durante el verano l legan c o n v e r -tirse en una plaga si no se persiguen asidua-mente: en una casa de campo no puede r e -currirse los ingredientes que se venden para matarlas, porque son arseniosos, y no slo mata las moscas , sino tambin los animales que despus las comen. Se venden bajo precio unas botellas propsito para cazarlas; tres cuatro de ellas bastan para destruirlas mil lares ; debajo la botella, que descansa sobre tres pies, se pone un poco de miel, azcar un pedacito de fruta que les sirve de cebo, y dentro la misma se p o -ne agua jabonosa con v i n a g r e , para que mueran las moscas que en ella caen. C o n manojos de ramas de sauce co lgados del te-cho, l lamados mosqueros , se cogen tambin

  • - 5 8 -

    muchas: por la noche se posan en ellos, y entonces con auxilio de un saco, en el cual se hace meter el mosquero sin tocarlo, y ce-rrando luego arriba con el puo, se cazan tambin millares, matndolas sacudiendo el saco contra el suelo contra una pared,

    Se l impian de pulgas los aposentos, cuan-do no basta barrerlos menudo, extendien-do por el suelo de l o s mismos polvos insec-ticidas formados por el Pireiro el Cucaso, secos y finamente pulverizados: se encuen-tran preparados estos polvos en los almace-nes de drogas , y con ellos se pueden polvo-rear las camas, si se quiere: llenando con ellos las hendiduras y grietas de los mue-bles y paredes se exterminan las chinches; son eficaces igualmente para matar las hor-migas , los pulgones y los piojos, pero siem-pre se ha de repetir la operacin, porque no perjudican los huevos de estos insectos, y cuando se abren dan vida otra generacin que no ha sufrido los efectos del insectici-da. L o s lavados bien hechos de camas y paredes con la solucin de sublimado co-rrosivo de que hemos hablado son remedio seguro contra las chinches.

    L o s animales se libran de las moscas pa-sndoles un trapo de lana humedecido con lardo en que se hayan hecho cocer hojas de

  • - 59 -laurel; y de p u l g a s , piojos y otros insectos

    con unturas de aceite de lino p e t r l e o : los

    perros que se a c o s t u m b r a n d o r m i r en t o -

    neles de los que h a n s e r v i d o para t r a n s p o r -

    tar petrleo se v e n libres de p u l g a s .

    Deterioros y reparos.El t i e m p o n o

    pasa intilmente; c o n lentitud, p e r o sin i n -

    termisin, c o n s u m e t o d o lo existente en

    este miserable suelo; p o r esto la b u e n a a m a

    de casa ha de v i g i l a r todo c u a n t o est bajo

    su inspeccin p a r a m a n d a r reparar los m s

    insignificantes m e n o s c a b o s : Oui no adoba

    hgotera, ha d' adobar la casa entera, d ice el adagio cataln, y es la v e r d a d ; c u i d a n d o

    las cosas se p r o l o n g a su d u r a c i n : es m u y

    til que el albail y el carpintero den un

    repaso anual la casa , sin perjuicio de v o l -

    ver colocar e n s e g u i d a el ladrillo q u e se

    levanta, la v i s a g r a g o z n e que se e n t o r p e c e

    o rompe y de a r r e g l a r la puerta v e n t a n a

    que se desquicia e s q u e b r a j a . E s c o n v e -

    niente poner de v e z en c u a n d o un p o c o

    de aceite m e z c l a d o c o n , p e t r l e o en las c e -

    rraduras y v i s a g r a s , e v i t a n d o as que sean

    tomadas p o r el orn; c o n s i g u i n d o s e a d e m s

    la ventaja de que c ierren y abran bien. L a s

    maderas e x t e r i o r e s d e b e n tenerse s i e m p r e

    pintadas con aceite de l inaza y a l b a y a l d e ; a s duran m u c h o m s y es o p e r a c i n q u e

  • - 6o

    p u e d e h a c e r c u a l q u i e r d e p e n d i e n t e a l g o in-

    t e l i g e n t e ; el c o l o r se e n c u e n t r a y a prepara-

    do en los a l m a c e n e s de d r o g a s . L a s baran-

    dillas de hierro se pintan c o n alquitrn, que

    se e n c u e n t r a barat s imo en las fbricas de

    g a s : c o n l p u e d e n pintarse a s i m i s m o las

    puertas y v e n t a n a s de c u a d r a s , estercoleros,

    corrales , etc .

    tiles necesarios.Finalmente, en una

    casa de c a m p o es i n d i s p e n s a b l e tener un

    a r m a r i o c o n los tiles s iguientes : escoplos

    asurtidos, l l a v e i n g l e s a , cola fuerte, carta-

    b n , azuela (aixa), martil los ( u n o pequeo

    y otro m a y o r ) , l i m a s y escofina (raspa), ni-

    v e l , papel de v i d r i o , p i n c e l e s , g a r l o p a , cepi-

    llo de c a r p i n t e r o , sierra y s e r r u c h o , tenazas,

    berbiqu c o n asurtido de t a l a d r o s , barrenas

    asurtidas, atornil lador y c a j n c o n compar-

    t i m i e n t o s para un asurtido de c l a v o s , puntas

    y tornil los. E s t a m b i n n e c e s a r i o un banco

    de carpintero c o n su c o r r e s p o n d i e n t e usillo

    de h i e r r o y tener un asurtido de maderas

    s e c a s para r e m e n d a r a p e r o s , puertas , etc.,

    y p a r a t o d o s aquel los usos que s e pueden

    p r e s e n t a r : los tiles a p u n t a d o s ahorran di-

    n e r o y permiten a p r o v e c h a r t i e m p o que

    sin ellos se p i e r d e en idas y v e n i d a s por

    frioleras q u e cualquier d e p e n d i e n t e maoso

    p u e d e a r r e g l a r .

  • 6I

    X I

    C o n s e r v a c i n d e l m o b i l i a r i o .

    n c u s t i c o para las maderas. E m p i e -

    z a g e n e r a l i z a r s e el uso de los m u e -

    bles de m a d e r a sin e m b a r n i z a r , y stos son

    los ms p r o p i o s para u n a casa de c a m p o y

    los que se e n t r e t i e n e n c o n m e n o s trabajo.

    Para m a n t e n e r l o s c o m o n u e v o s se usa esta

    mezcla: esencia de t r e m e n t i n a (aguarrs*), 6o

    gramos; c e r a amaril la b l a n c a , 3 0 g r a m o s ;

    se parte la cera en p e q u e o s f r a g m e n t o s , y

    se pone derretir c o n p o c o f u e g o junto c o n

    la esencia de t r e m e n t i n a , m e n e a n d o c o n -

    tinuamente la m e z c l a hasta q u e sta q u e d a

    bien h e c h a ; tan l u e g o c o m o lo est se

    retira del f u e g o y se c o n s e r v a en u n b o t e

    cacharro cubierto c o n un p e r g a m i n o .

    Tngase presente que la esencia de t r e -

    mentina es u n a m a t e r i a inf lamable .

    Para usar esta c o m p o s i c i n se e x t i e n d e

    Ma p o r c i o n c i t a de la m i s m a s o b r e la m a -

    dera, v a l i n d o s e de un t a p n p r e p a r a d o c o n

    un trapo de l a n a , y e n s e g u i d a se frota r p i -

    damente c o n o t r o t r a p o de la m i s m a m a t e -

    la. A u n q u e lo m e j o r es usar el e n c u s t i c o sm color , si q u i e r e p u e d e c o l o r e a r s e de r o j o ,

    cociendo c o n la m e z c l a u n pedacito de raz

  • - 62

    d e n o q u i l e s p a l o m i l l a de tintes, en cata-

    ln peu de coloni. Almcigas (mstic).Para tapar grietas

    de m a d e r a s , para i m p e d i r la entrada del

    aire y del a g u a t r a v s de las vidrieras,

    para tapar p e q u e a s roturas de vasijas y

    c a e r a s , etc. , se usa la s i g u i e n t e almciga:

    blanco de Espaa c u a n t o se quiera; aceite

    de l inaza el suficiente para f o r m a r u n a pas-

    ta e s p e s a q u e se t r a b a j a c o n un cuchil lo sin

    p u n t a s o b r e una m a d e r a p i e d r a fina, ba-

    t iendo l a r g o r a t o la pasta incorporndole

    m s p o l v o m e d i d a q u e se necesita : cuanto

    m s se t r a b a j a , m e j o r resulta la a l m c i g a y

    se seca c o n m a y o r s o l i d e z .

    L a a l m c i g a d i a m a n t e , que s i r v e para

    p e g a r v i d r i o , p o r c e l a n a , c o n c h a , etc., se

    o b t i e n e h a c i e n d o u n a s o l u c i n a c u o s a de

    cola de p e s c a d o , la cual se a a d e un poco

    de a l c o h o l que l l e v e disuelta g o m a amona-

    co resina a l m c i g a . T a m b i n s i r v e para

    el m i s m o uso u n a s o l u c i n g e l a t i n o s a de

    cola de p e s c a d o , la q u e se a a d e cido

    a c t i c o cr istal izano, f o r m a n d o c o n los dos

    c o m p o n e n t e s u n a pasta q u e se aplica la

    r o t u r a , u n i e n d o las p a r t e s y comprindolas

    f u e r t e m e n t e un buen rato.

    Colas diversas.La m s sencil la es la

    f o r m a d a p o r la d i s o l u c i n de g o m a arbiga

  • _ 63 -en a g u a , !a cual se a c t i v a si la ltima es

    caliente; esta c o l a se usa para p e g a r ptpel

    cartn, para h a c e r flores, para p o n e r e t i -

    quetas, etc. T a m b i n es e x c e l e n t e la q u e se

    prepara d i s o l v i e n d o harina de arroz en a g u a

    Ira, c o c i n d o l a d e s p u s f u e g o lento: r e -

    sulta una cola m u y b l a n c a que se v u e l v e

    transparente al s e c a r s e , y tan fuerte q u e es

    imposible d e s p e g a r el papel c a r t o n e s que

    con ella se h a n u n i d o .

    Se p r e p a r a u n a cola fuerte, liquida en fro,

    haciendo derretir cola (ayguaat), y a a -

    dindole i g u a l v o l u m e n de v i n a g r e m u y

    fuerte y un p o c o de a l u m b r e . E s t a p r e p a r a -

    cin sirve p a r a e n c o l a r f r a g m e n t o s de m u e -

    bles, m o l d u r a s y t o d a clase de m a d e r a s , las

    cuales es n e c e s a r i o m a n t e n e r c o m p r i m i d a s

    hasta q u e est seca la cola.

    Conservacin de los muebles de made-ra.Para m a n t e n e r l o s s i e m p r e en buen e s -

    tado es n e c e s a r i o n o p e r d e r l o s de vista , r e -

    parando h a c i e n d o r e p a r a r los p e q u e o s

    desperfectos que sufran: el q u e n o se c u i d a

    k estas p e q u e n e c e s , que se c u r a n c o n un

    poco de cola , un tornillo u n a p u n t a , d e s -

    pus se v e o b l i g a d o h a c e r g a s t o s i m p o r -

    iantes.

    C u a n d o se m a n c h a un m u e b l e b a r n i z a d o

    tasta l a v a r l o con u n a e s p o n j a fina h u m e d e -

  • - 6 4 -

    cda en a g u a , s e c n d o l o e n s e g u i d a con un

    t r a p o s u a v e : si el b a r n i z est a l t e r a d o se le

    d e v u e l v e la bri l lantez frotndolo l igeramen-

    te c o n un p e d a z o de franela e m p a p a d o en

    u n a m e z c l a de partes i g u a l e s de aceite de

    o l i v o y alcohol : f inalmente se conservan

    bien los m u e b l e s e m b a r n i z a d o s , frotndolos

    de v e z en c u a n d o c o n u n trapo s u a v e hu-

    m e d e c i d o c o n p e t r l e o : los trapos fuertes

    y speros r a y a n el barniz a u n q u e sean de

    l a n a .

    A los m u e b l e s sin barniz , que son los

    m s propios para una casa de c a m p o , se les

    c o n s e r v a su bril lantez f r o t n d o l o s menudo

    con un trapo fuerte de lana, si estn des-

    c u i d a d o s m a n c h a d o s c o m o s u c e d e con los

    pies de las sillas, c m o d a s , m e s a s , etc.: se

    frotan p r i m e r o c o n un pao de lana im-

    p r e g n a d o d e aceite s e c a n t e , l u e g o c o n otro

    p a o s e c o , y si se p a s a un p o q u i t o del en-

    c u s t i c o de que h e m o s h a b l a d o , frotndolo

    c o n un t r a p o s e c o , q u e d a n c o m o nuevos:

    las m a n c h a s p r o d u c i d a s p o r el a g u a des-

    a p a r e c e n c o n aceite y ste c o n s e r v a la ma-

    dera.

    L a s m e s a s de c o m e r de n o g a l caoba se

    l i m p i a n c o n un p e d a z o de tela embebido en

    l e c h e bien cal iente, c o n lo cual se quitan

    t o d a s las m a n c h a s p r o v e n i e n t e s de grasas,

  • - 6s

    kores frutas, y l u e g o se frotan con un

    .rapo de lana h u m e d e c i d o en aceite. L a l e -

    ;he da lustre la m a d e r a y la r e v i s t e de u n

    inte h e r m o s o : d e s p u s de ella p u e d e usarse

    1 encustico.

    L o s e n c e r a d o s con que se c u b r e n las m e -

    as resultan e c o n m i c o s p o r q u e la facilidad

    le lavarlos c o n una esponja m o j a d a a h o r r a

    jucho trabajo; en a l g u n a s c a s a s los usan

    illancos a h o r r n d o s e los m a n t e l e s .

    Limpia de plata, joyas y cobre dorado. - P a r a l impiar objetos de plata, se desle

    Janeo de E s p a a en a g u a c lara hasta f o r -

    jar u n a l e c h a d a clara: se m o j a en ella un

    lapo fino y c o n l se frota s u a v e m e n t e la

    eza que se desea abrillantar; se deja secar

    i! poco y l u e g o se e n j u g a c o n u n p e d a z o

    le balds (luda) c o n el r e v s de un g u a n -

    ee viejo. S i la pieza es l a b r a d a se s i r v e p a r a

    iijugarla de u n cepil lo s u a v e . E n v e z del

    ilanco de E s p a a p u e d e s e r v i r s e de u n pol -

    io c o m p u e s t o de 50 g r a m o s de c r m o r tr-

    iro, 50 g r a m o s de c r e t a . y 2 5 g r a m o s de

    tambre, todo finamente p u l v e r i z a d o y bien

    teclado: se desle u n p o c o de este p o l v o

    algunas g o t a s de a g u a y se usa c o m o el

    anco.

    Las j o y a s de o r o se l i m p i a n p e r f e c t a -

    mente h a c i n d o l a s h e r v i r en un litro de

    AMA DE C A S A 5

  • 66

    a g u a la cual se h a y a n a a d i d o 50 gramos

    de sal a m o n a c o .

    L o s c o b r e s d o r a d o s se l i m p i a n c o n una

    e s p o n j a cepil lo s u a v e e m b e b i d o e n alco-

    hol , m e z c l a d o c o n a g u a , y c o l o c n d o s e en-

    s e g u i d a d e n t r o d e s a l v a d o h a s t a que estn

    s e c o s : e n t o n c e s c o n u n p i n c e l cepil lo sua-

    v e se quitan las partculas de s a l v a d o que

    q u e d e n a d h e r i d a s al o b j e t o . L a ceniza, el

    b l a n c o de E s p a a y los cidos deterioran

    los d o r a d o s .

    Manera de fregar el cobre y el hierro, y de limpiar el hierro blanco.Para abri-

    l lantar el c o b r e se m e z c l a u n a cantidad dada

    d e p o l v o fino de a s p e r n (pedra esmoladori)

    c o n u n a d c i m a parte de harina, y luego se

    m o j a c o n v i n a g r e . C o n esta composicin

    se r e f r i e g a c o n la m a n o la p i e z a que se

    quiere l impiar , se e n j u g a e n s e g u i d a con un

    t r a p o y l u e g o se frota c o n tierra de fregar

    en s e c o : c u a n d o q u e d a bien brillante se la

    s u m e r g e en a g u a c l a r a , se la s e c a con un

    t r a p o bien l i m p i o y se la e x p o n e un sol

    fuerte c e r c a del f u e g o para que pierda

    r p i d a m e n t e t o d a la h u m e d a d : c o n este pro-

    c e d i m i e n t o las c a z u e l a s y p u c h e r o s de co-

    bre q u e d a n brillantes c o m o o r o . P u e d e tam-

    bin e m p l e a r s e p a r a este uso u n preparado

    l l a m a d o a g u a de c o b r e , q u e s e compone de

  • - 67 -esta manera: en un litro de a g u a bien c l a r a

    se disuelven 3 0 g r a m o s de c i d o o x l i c o y

    luego se le a a d e n tres c u c h a r a d a s de a l c o -

    hol y otras dos de e s e n c i a d t r e m e n t i n a

    (aguarrs'); se c o n s e r v a en u n a botella bien

    tapada, y para usarla se m o j a en ella un

    tapn de tela y c o n l se frota el utensilio

    hasta que se abril lante: se pasa p o r a g u a

    limpia, se le e n j u g a c o n un trapo y se le

    frota con un p o l v o l l a m a d o trpoli. E l a g u a

    de cobre q u e m a las r o p a s que t o c a .

    C u a n d o una c a z u e l a otro v a s o se h a

    quemado, se ha e n n e g r e c i d o su interior,

    se la p o n e al f u e g o c o n c e n i z a y a g u a , h a -

    cindola h e r v i r por e s p a c i o de u n a h o r a , y

    luego se frota bien c o n un e s t r o p a j o (fregalT)

    de esparto; as se l impia sin deteriorarse .

    Si se frota c o n a l g n i n s t r u m e n t o c o r t a n t e

    se hace saltar el e s t a a d o esmalte.

    L o s cuchil los de m e s a se l i m p i a n f r o t n -

    dolos con la m i t a d de u n a patata cubierta

    con tierra de f r e g a r p o l v o s de ladrillo i n -

    gls; se p a s a e n s e g u i d a un trapo m o j a d o y

    luego se e n j u g a n c o n otro s e c o .

    Para l impiar los objetos de h i e r r o se usa

    el aspern (pedra esmoladora) en p o l v o y

    humedecido; p a r a bruirlo se usa el papel

    de vidrio fino y l u e g o se abrillanta p o r m e -

    dio de un trapo c o n p o l v o s de esmeril .

  • 68

    E l hierro b l a n c o estaado, para lim-

    piarlo, se h a c e h e r v i r en a g u a c o n ceniza y

    u n o s c u a n t o s cristales de sosa: n u n c a se ha

    de bruir, p o r q u e se d e s t r u y e el estaado y

    l u e g o se e n n e g r e c e .

    Enseres de cocina.Para l impiarlos lo

    m e j o r es la leja de a g u a y c e n i z a , cuya

    fuerza se a u m e n t a , c u a n d o se quiere, con

    cristales de s o s a ; c o n ella se l impian las

    m a d e r a s , vaj i l la , v i d r i o , etc . ; para este lti-

    m o s e h a de tener c u i d a d o en n o usarla

    d e m a s i a d o cal iente y en n o p a s a r l a con ra-

    pidez de este estado al a g u a fra, porque

    s e r o m p e fcilmente. L a s botellas se lim-

    pian del interior a a d i e n d o la leja hojas

    d e parietaria (niorella roquera), de borraja

    cola de caballo y s a c u d i n d o l a bien. Los

    r a b o s colas de las h o j a s de a c e d e r a usa-

    das de esta m a n e r a l impian perfectamente

    los v a s o s que h a y a n c o n t e n i d o aceite .

    Como se destapan las botellas.- Para destapar una botella, c u y o t a p n se haya

    a d h e r i d o la m i s m a , se p o n e en la ranura

    existente entre ste y el g o l l e t e u n a s gotas

    de a g u a si la botella contiene un lquido

    a z u c a r a d o alcalino; de a g u a r d i e n t e si con-

    tiene perfumes esencias ; de aceite si la

    botella encierra materias o l e a g i n o s a s re-

    sinosas; se deja un rato y l u e g o se sacude

  • - 6 9 -suavemente el tapn con un m a n g o de m a -

    dera. U n b u e n m e d i o es t a m b i n h a c e r

    aguantar la botella por otra p e r s o n a y c o n

    un bramante fuerte dar u n a s c u a n t a s - v u e l -

    tas al cuello de aqulla, y l u e g o c o g i e n d o

    un cabo c o n c a d a m a n o tirar y aflojar r p i -

    damente hasta que se cal iente c o n el calor ,

    as se e n s a n c h a el cuello y sale el t a p n ;

    calentando el cuello de la botella c o n a g u a

    caliente n o se c o n s i g u e i g u a l r e s u l t a d o p o r -

    que se cal ientan p o r i g u a l el cuel lo y el t a -

    pn y v e c e s se r o m p e la botella por c a -

    lentarse sta c o n e x c e s o .

    Pulimento bruido de los utensilios de concha cuerno.La c o n c h a u s a d a

    pierde su t r a n s p a r e n c i a m a t i z a d a , q u e es s u

    principal mrito : se le d e v u e l v e el lustre,

    frotndola c o n un t r a p o l i m p i o y tierra de

    fregar h u m e d e c i d a : tan p r o n t o c o m o r e a p a -

    rece el lustre se e n j u g a c o n un trapo l i m p i o ,

    luego se frota otra v e z s u a v e m e n t e c o n la

    citada tierra s e c a y se t e r m i n a e s t r e g n d o l a

    un rato c o n la p a l m a de la m a n o con u n

    pedazo de piel fina.

    Cuando u n objeto de c o n c h a , un peine

    por ejemplo, h a t o m a d o u n a m a l a f o r m a ,

    se ha d e s v i a d o de la q u e p r i m e r a m e n t e t e -

    ma, quiere drsele otra n u e v a , se p r e s e n -

    ta delante del f u e g o , v o l v i n d o l a de u n o

  • - 7o otro lado', c u i d a n d o de que n o se queme,

    hasta que la c o n c h a est bien cal iente: en-

    tonces se v u e l v e dctil , y c o n u n a presin

    s u a v e y p r o l o n g a d a se le da la f o r m a que se

    desea, la cual c o n s e r v a al resfriarse, efecto

    que se l o g r a r p i d a m e n t e a p a r t n d o l a de la

    influencia del f u e g o .

    A l r o m p e r s e un p e i n e de c o n c h a puede

    r e c o m p o n e r s e a s i m i s m o p o r m e d i o del calor:

    se le p o n e en r e m o j o en a g u a hirviendo, y

    c u a n d o se h a r e b l a n d e c i d o se u n e n las par-

    tes, m a n t e n i n d o l a s a p r e t a d a s ; se deja res-

    friar y n o falta m s que l imar los rebordes.

    C o n i g u a l e s p r o c e d i m i e n t o s se tratan los

    o b j e t o s de c u e r n o .

    Limpia de peines, cepillos y escarpido-res.Se frotan c o n an cepillo de crin em-

    bebido en una m e z c l a por m i t a d de agua y

    a m o n a c o , e n j u a g n d o l o s e n s e g u i d a en agua

    l i m p i a y s e c n d o l o s c o n un trapo. S i r v e n de

    la m i s m a m a n e r a q u e la m e z c l a anterior

    una d e c o c c i n de palo de P a n a m , agua

    caliente en que se h a y a n disuelto algunos

    cristales de sosa.

    L o s cepil los para la c a b e z a se desengra-

    s a n frotndolos s e n c i l l a m e n t e c o n salvado:

    si el crin que los f o r m a pierde su firmeza,

    v o l v i n d o s e d e m a s i a d o f lexible, se le resti-

    t u y e su p r i m i t i v a rigidez, r e m o j n d o l o s con

    a m o n a c o y d e j n d o l o s secar.

  • 7i Conservacin del calzado. E l betn

    para el c a l z a d o , n o slo h a d e s e r v i r p a r a

    mantenerlo l impio, sino t a m b i n para c o n -

    servar al c u e r o s u flexibilidad. R e n e las

    dos c o n d i c i o n e s la s i g u i e n t e c o m p o s i c i n :

    Negro de marfil, 6o g r a m o s ; a z c a r m e l a z a ,

    45 g r a m o s ; aceite de o l i v o , una c u c h a r a d a .

    Se mezclan n t i m a m e n t e estas m a t e r i a s , y

    luego se les a a d e c o n lentitud y r e m o -

    vindolas sin cesar m e d i o litro de c e r v e z a :

    se deja r e p o s a r durante v e i n t i c u a t r o h o r a s

    y luego se g u a r d a en u n frasco de cuello

    ancho.

    X I I

    C o n s e r v a c i n y l a v a d o d e v e s t i d o s d e l a n a y s e d a .

    ||||||anera de limpiarlos con madera de i t i l l Panam.Con 2 5 0 g r a m o s de a s -

    tillas de esta c lase, q u e v a l e n p o c a c o s a ,

    hay lo suficiente para l a v a r un v e s t i d o d e

    seda de l a n a : este p r o c e d i m i e n t o es r e -

    comendable p r i n c i p a l m e n t e p a r a las telas

    de color n e g r o , las c u a l e s a v i v a el c o l o r :

    con otros colores p r e c i s a o p e r a r c o n c u i -

    dado al usar esta c o r t e z a j a b o n o s a , p o r q u e

    veces los altera; p o r esto es m e n e s t e r en-

  • 72

    s a y a r l o antes con un retal de la m i s m a tela

    q u e se desea l a v a r .

    P a r a usar dicha c o r t e z a s e desmenuza

    con u n c u c h i l l o , t e n i e n d o c u i d a d o de des-

    v i a r la c a r a de ella, p o r q u e sus partculas

    aspiradas h a c e n toser y e s t o r n u d a r ; se pone

    l u e g o en r e m o j o en el a g u a fra suficiente

    p a r a baarla c o n amplitud, dejndola asi

    p o r e s p a c i o de 2 4 h o r a s ; l u e g o se decanta

    y se a a d e el a g u a caliente que sea menes-

    ter para e m b e b e r bien la tela que se ha de

    l i m p i a r ; se e x t i e n d e sta sobre una madera

    l impia y fina y p o r m e d i o de un cepillo de

    crin se e m p a p a c o n esta a g u a el derecho ]'

    r e v s ; se