Guillermo Maldonado -Transformación Sobrenatural Cap 1.pdf

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  • A menos que se indique lo contrario, todas las citas bblicas han sido tomadas de la versin Santa Biblia, Reina-Valera 1960, rvr, 1960 Sociedades Bblicas en Amrica Latina; renovada 1988 Sociedades

    Bblicas Unidas. Usadas con permiso. Las citas bblicas marcadas (rvr1977) han sido tomadas de la Revisin 1977 de la versin Reina-Valera de la Biblia, realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo

    de especialistas en traduccin bblica. 1977 por CLIE para la presente Revisin 1977 de la versin Reina-Valera. Las citas bblicas marcadas (rvr1995) han sido tomadas de la versin Santa Biblia, Reina-Valera 95, 1995 Sociedades Bblicas Unidas. Usadas con permiso. Las citas bblicas marcadas (nvi) han sido tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versin Internacional, nvi, 1999 por la Sociedad Bblica Internacional. Usadas con permiso. Todos los derechos reservados. Las citas bblicas marcadas (lbla)

    han sido tomadas de La Biblia de las Amricas, lbla, 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso. Derechos reservados. (www.LBLA.org).

    Nota: El nfasis en negrita en las citas bblicas es del autor.

    Algunas definiciones de palabras hebreas y griegas son traducidas de las versiones electrnicas ingls de Strongs Exhaustive Concordance of the Bible [Concordancia exhaustiva Strong de la Biblia], strong,

    (1980, 1986, y asignado a World Bible Publishers, Inc. Todos los derechos reservados.) y la New American Standard Exhaustive Concordance of the Bible [Nueva concordancia exhaustiva de la Biblia norma

    de las Amricas], nasc, ( 1981 por The Lockman Foundation. Todos los derechos reservados.), o la versin ingls de Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamento de Vine, vine, ( 1985

    por Thomas Nelson, Inc., Publishers. Todos los derechos reservados.).

    Todas las definiciones de palabras son traducidas de Merriam-Webster.com, 2014, http://www.merriam-webster.com.

    Traduccin al espaol realizada por Adriana Cardona, Gloria Zura y Jessica L. Galarreta. Correccin y revisin de textos realizada por Jose Anhuaman.

    Transformacin Sobrenatural:Cambia tu corazn de acuerdo al de Dios

    Guillermo Maldonado13651 S.W. 143rd Ct., #101

    Miami, FL 33186http://www.elreyjesus.org/

    www.ERJPub.org

    ISBN: 978-1-62911-197-1 eBook ISBN: 978-1-62911-198-8Impreso en los Estados Unidos de Amrica

    2014 por Guillermo Maldonado

    Whitaker House1030 Hunt Valley Circle New Kensington, PA 15068

    www.whitakerhouse.com

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  • Contenido

    1. Asuntos del corazn .............................................................................. 5

    2. Entendiendo el corazn ...................................................................... 18

    3. Las funciones del corazn ................................................................... 37

    4. Corazn de piedra o corazn de carne?...................................... 56

    5. Sanidad para el corazn ofendido ..................................................... 93

    6. Libres de un corazn de incredulidad ............................................. 118

    7. El corazn obediente ......................................................................... 145

    8. El corazn rendido a Dios ................................................................ 175

    9. El corazn quebrantado ....................................................................200

    10. La transformacin sobrenatural de la mente .................................225

    11. Un corazn conforme al corazn de Dios ......................................256

    12. Conformados a la religin o transformados por su presencia ......282

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    Asuntos del corazn

    Cul es la pregunta ms importante que le han hecho?Durante el ministerio de Jess en la tierra, uno de los religiosos escribas le pidi que nombrara entre todos los mandatos de Dios el primero o ms significativo de los mandamientos. (Vea Marcos 12:28). Esta interrogante equivale a preguntarle: Qu es lo ms importante en el mundo?.

    Jess respondi: El primer mandamiento de todos es:Amars al Seor tu Dios con todo tu corazn, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas (Marcos 12:2930). Y de inmediato, conect ese mandamiento con otro: Y el segundo es semejante: Amars a tu prjimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que stos (Marcos 12:31).

    La entrada al reino

    El escriba que hizo la pregunta contest que estaba de acuerdo con la res-puesta de Jess, diciendo que amar a Dios con todo el corazn y amar al pr-jimo como a uno mismo es ms que todos los holocaustos y sacrificios (Marcos 12:33); y Jess le respondi: No ests lejos del reino de Dios (Marcos 12:34).

    De este intercambio, vemos que la entrada al reino de Dios y la vida de acuerdo al reino es, en esencia, un asunto del corazn. Lo ms impor-tante que podemos hacer es amar a Dios con todo nuestro ser.

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    Qu es el corazn?

    Hablando en trminos fsicos, el corazn es el rgano central del cuer-po humano. Su funcin es hacer circular la sangre a travs de todos los sistemas corporales, bombear oxgeno y nutrientes a los dems rganos y expulsar las toxinas de ellos. Si el corazn deja de latir de forma permanen-te, la vida del cuerpo termina; por eso, es obvio que el corazn es indispen-sable. Todo el sistema fisiolgico del ser humano est diseado para sal-vaguardar ese rgano, sobre todos los dems. Por ejemplo, en condiciones de fro extremo, la sangre comienza a retraerse de las extremidades para mantener la integridad del corazn.

    Pero tambin tenemos otro corazn que es el centro de nuestro ser espiritual. La Escritura dice: Y el mismo Dios de paz os santifique por com-pleto; y todo vuestro ser, espritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Seor Jesucristo (1 Tesalonicenses 5:23). Un ser humano es un espritu que tiene un alma y vive en un cuerpo fsico. En este libro, uso el trmino corazn en el sentido de espritu, pero tam-bin incluyo las interacciones y conexiones espirituales con el alma que es el asiento moral del ser humano y se compone de mente, voluntad y emociones.

    El fundamento de nuestro ser y carcter

    La palabra corazn aparece cientos de veces en las Escrituras. En el Antiguo Testamento, las palabras que ms a menudo se traducen como corazn son los trminos hebreos relacionados lebb y leb. Lebb alude al corazn como el rgano ms interno; este trmino tambin se utiliza en el mismo sentido de leb. Leb significa corazn; tambin usado figurativa-mente en un sentido amplio para los sentimientos, la voluntad e incluso el intelecto.

    De modo que, figurativamente, estos trminos se refieren al ser inte-rior de los humanos su esencia misma, incluyendo sentimientos, deseos, voluntad e intelecto. En el Nuevo Testamento, la palabra principal que se traduce como corazn es karda que, en un sentido figurado, indica los pensamientos o sentimientos (mente). El corazn es nuestro verdadero

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    yo, y es el catalizador de nuestros deseos, motivos, intenciones y acciones. Un deseo es un fuerte anhelo: anhelar tener algo o hacer algo. Un motivo es aquello (como una necesidad o un deseo) que lleva a una persona a actuar. Una intencin es aquello que usted planea hacer o alcanzar; un objetivo o propsito.

    Otro trmino que la Biblia usa para referirse al corazn o espritu es hombre interior: Para que [Dios] os d, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espritu (Efesios 3:16). Repito, el corazn es la esencia o identidad del ser humano. Es la parte ms compleja, sagrada e ntima de una persona; el fundamento de todo su ser y su carcter; donde se originan sus deseos, diseos, propsitos, voluntad, pensamientos y actitudes.

    Por lo tanto, la condicin de nuestro corazn ser la condicin de nuestra vida. El estado de nuestro corazn espiritual afecta todos los aspectos de nuestro diario vivir. Todo asunto de orden espiritual, mental y emocional, y muchos de orden fsico, tienen su raz en el corazn.

    Cmo llegar a la sanidad espiritual del corazn

    Hoy en da, tener un corazn saludable es una frase popular. La es-cuchamos de mdicos, nutricionistas, instructores fsicos y fabricantes de comida, que nos animan a seguir un estilo de vida de bienestar que for-talezca nuestra resistencia cardiovascular, prevenga enfermedades y pro-mueva una larga vida; es una forma de vida saludable que incluye ejercicios regulares e ingerir alimentos nutritivos utilizando recursos tales como libros de cocina, dietas y ciertos restaurantes. En los Estados Unidos, el smbolo de que un producto es aprobado por la Asociacin Americana del Corazn, para la salud de este rgano vital, es un corazn rojo con una marca de visto bueno, en blanco, en el centro del mismo.

    Como veremos en el captulo 2, todo ser humano enfrenta un proble-ma de salud espiritual; todos tenemos una enfermedad en el corazn y necesitamos ser sanados, llegar a tener un corazn sano. Las Escrituras dicen: Engaoso es el corazn ms que todas las cosas, y perverso; quin lo conocer? (Jeremas 17:9). Si bien el corazn es el centro de nuestro ser,

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    mucha gente no lo entiende ni sabe cmo funciona. Jesucristo vino a la tierra no slo a revelarnos a Dios el Padre, sino tambin a revelarnos a no-sotros mismos. l quiere que entendamos la naturaleza de nuestro corazn y cmo sta afecta nuestra relacin con el Padre celestial y con otros seres humanos, as como todo el curso de nuestra vida.

    Si bien hemos sido perdonados y reconciliados con Dios a travs del sa-crificio de Jess en la cruz, debemos enfocarnos activamente en este asunto del corazn y en las leyes espirituales que Dios ha escrito en l (vea, por ejemplo, Hebreos 8:10), para conocer la plenitud de vida que l desea que tengamos. Muchas veces, los asuntos del corazn nos impiden superar los problemas u obstculos que encontramos. Dios quiere que nuestro corazn experimente una transformacin que nos lleve a estar completos otra vez.

    Todo asunto espiritual, mental y emocional incluso muchos asuntos fsicos tiene su origen en el corazn.

    Las Escrituras nos animan a llevar una vida espiritual con un corazn sano, a ganar el sello de aprobacin de Dios para nuestro corazn. Un co-razn espiritual fuerte nos capacita para ser todo lo que Dios nos cre para ser, y para cumplir su voluntad en los tiempos cruciales que vivimos. Por tanto, debemos llevar una estricta dieta de su Palabra, as como ejercitar-nos en principios y mandamientos espirituales especficos, relativos a nues-tro corazn, para el bienestar de nuestro ser interior. Un corazn espiritual sano es la tabla de salvacin sobrenatural que nos lleva de vuelta a Dios y a sus propsitos.

    Qu sale del corazn?Cmo determina Jess, el Gran Mdico, la condicin actual de su co-

    razn? La Escritura contrapone dos condiciones fundamentales: Un cora-zn que posee un buen tesoro, y un corazn que guarda un mal tesoro:

    El hombre bueno, del buen tesoro de su corazn saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazn saca lo malo; porque de la abundancia del corazn habla la boca. (Lucas 6:45)

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    Comparemos estas dos clases de tesoros:

    El corazn que posee un buen tesoro est lleno de bondad, humil-dad, pureza, obediencia, justicia y fortaleza espiritual. Tiene la capacidad de amar, someterse y rendirse a Dios, de acuerdo a su propsito y voluntad.

    El corazn con un mal tesoro no le cree a Dios, se hiere y ofen-de fcilmente, y se niega a perdonar. Est lleno de desobediencia, egosmo, ambicin y orgullo; est endurecido.

    Ha pensado qu tipo de tesoro est guardando usted en su corazn? Jess dijo: Porque donde est vuestro tesoro, all estar tambin vuestro cora-zn (Mateo 6:21).

    Aunque es verdad que vamos creciendo en gracia, tambin es cierto que en nuestro interior an manifestamos una mezcla de tesoros buenos y malos. A veces revelamos el buen tesoro que llevamos dentro, gracias al Espritu Santo. En otras ocasiones, manifestamos algn aspecto del mal tesoro; esto demuestra que necesitamos que el Espritu de Cristo reine en esa rea, y remueva la corrupcin y nos limpie, para que podamos andar en vida nueva (Romanos 6:4; vea tambin 2 Pedro 1:310).

    El apstol Santiago escribi acerca de la incompatibilidad espiritual y la mezcla de las dos naturalezas:

    Con ella [nuestra lengua] bendecimos al Dios y Padre, y con ella mal-decimos a los hombres, que estn hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendicin y maldicin. Hermanos mos, esto no debe ser as. Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos mos, puede acaso la higuera pro-ducir aceitunas, o la vid higos? As tambin ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. (Santiago 3:912)

    Las palabras que decimos, incluso la forma cmo nos expresamos y co-municamos con otros, de alguna manera reflejan la naturaleza de nuestro corazn. Porque de la abundancia del corazn habla la boca (Mateo 12:34).

    De modo similar, cualquier accin que tomemos, sea buena o mala, procede de una motivacin o intencin de nuestro corazn. Esto significa

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    que todo pecado es concebido primero en el corazn. Jess dijo: Porque de dentro, del corazn de los hombres, salen los malos pensamientos, los adul-terios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engao, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre (Marcos 7:2123). Por ejemplo, si usted tiene una actitud arrogante significa que su corazn todava guarda arrogancia; no refleja su verdadera identidad en Cristo, que es humilde de corazn (Mateo 11:29, nvi). Por otro lado, si muestra de manera consistente una actitud de genuina humildad, en-tonces tiene un corazn humilde, que refleja la naturaleza de Dios en esa rea de su vida.

    Del mismo modo, si usted proyecta una actitud de resentimiento o ira, prueba que su corazn est herido y amargado; tal vez sienta la necesidad de protegerse para no volver a ser herido, por lo que ataca verbalmente a los dems. Y si se ve insensible a las necesidades de su familia y al evidente dolor a su alrededor, eso muestra que su corazn se ha endurecido.

    Tal vez se preguntar: Cmo puedo amar a Dios al punto de compro-meter todo mi ser corazn, alma, mente y fuerzas cuando la condi-cin de mi corazn es la que usted describe?. En nuestras propias fuerzas ninguno puede; pero nuestro corazn ser transformado cuando respon-damos al profundo amor que Dios nos tiene: Nosotros le amamos a l, por-que l nos am primero (1 Juan 4:19).

    Dios est listo, incluso ahora mismo, para cambiar nuestro corazn y hacerlo como el Suyo, a travs de una transformacin sobrenatural. Slo la obra del Espritu Santo de Dios en nuestro interior puede realizar una transformacin total de nuestro corazn y sabemos que nuestro corazn tambin es la llave a nuestra alma, mente y fuerzas. Dios quiere que le cedamos el lugar a l y cooperemos activamente en ese proceso de transfor-macin. Dicho proceso comienza con el nuevo nacimiento (vea Juan 3:37) y contina a lo largo de nuestra vida a medida que crecemos, diariamente, con el fin de parecernos cada vez ms a nuestro Padre celestial.

    Una mujer llamada Victoria experiment un cambio en su corazn que la llev a un encuentro con Jess como su Salvador y Rey. sta es su historia:

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    A principios de la dcada de 1990 llegu a New York como refugiada de Kiev, Ucrania. Siempre haba sido bendecida en mis finanzas; sin em-bargo, en el rea de las relaciones especficamente en el matrimonio haba experimentado la destruccin, y ya llevaba dos divorcios. Ver a mis dos hijas sin su padre, me llev a buscar respuestas de lo alto.

    Comenc a explorar religiones orientales como el budismo, pero mi vida pareca complicarse ms que antes. Un da, clam a Dios diciendo: Dios, no te he hallado en las tradiciones judas, en las religiones orientales ni en las iglesias ortodoxas rusas; por favor, dime quin eres. Cambia mi vida!. Visitando a mi padre en la Repblica Checa, conoc a una pareja rusa que se present como cristiana evanglica. Ellos oraron por m y, ya de regreso en New York, dondequiera que iba me regalaban una Biblia.

    En la Navidad de 2000, alguien me dio unas grabaciones del Nuevo Testamento y me dijo: Victoria, escucha esto cuando vayas en tu autom-vil. As lo hice y algo comenz a suceder; una atmsfera llenaba mi vehcu-lo, la cual empez a atraerme hacia mi automvil para or las grabaciones. Da tras da, lloraba en mi auto, sin entender lo que suceda en mi corazn.

    Al terminar de escuchar el evangelio de Juan, sent que estaba lista para dar a luz. Cuando o el nombre de Jess, sent fuego en mi interior. Despus recib una llamada de la persona que me haba entregado las gra-baciones; me dio la direccin de una iglesia donde habra un servicio ese mismo da. Asist al servicio y me gust lo que escuch aquella noche de martes de 2001. Durante la adoracin, el Seor abri mis ojos espirituales y vi a Jess. No lo vi como una imagen sino vivo, como un rey; y el Espritu Santo me dijo que l era el Mesas. No pude or la prdica; lloraba muy fuerte, arrepintindome de mis pecados, me senta tan sucia!

    Supe que haba llegado a la casa de mi Padre y que ya no haba vuelta atrs. Definitivamente, haba nacido de nuevo! A medida que avanzaba en mi caminar con el Seor, empec a buscar sanidad y liberacin, cosas que faltaban en mi iglesia. Haba mucho conocimiento, pero poca de-mostracin del mismo. Luego de aos all, el Seor me trajo al Ministerio Internacional El Rey Jess, en octubre de 2010.

    Ahora soy una mujer con propsito y destino. Estoy soltera y comple-tamente llena en el Seor; por primera vez en mi vida me siento una hija

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    del Rey. Antes conoca al Seor, pero su reino no era algo que tuviera muy claro. He descubierto el reino y estoy muy agradecida.

    El monitoreo de nuestro corazn

    Sabemos que, en general, la condicin de nuestro corazn fsico de-termina la salud de nuestro cuerpo. Incluso en los exmenes de rutina que nos hacen en la consulta mdica, nos revisan el pulso cardaco y la presin, como medios para determinar nuestra salud en general. Y si descubren un problema si nuestras pulsaciones son altas por ejemplo nos recomien-dan hacer ajustes en nuestra dieta o ejercitarnos con mayor regularidad.

    Es ms, cuando alguien se interna en un hospital, las enfermeras y tc-nicos en medicina continuamente registran los signos vitales del paciente. Entre otras cosas, monitorean la actividad elctrica de su corazn, para determinar si su pulso cardaco es constante y si est dentro de los rangos normales. Si no fuera as, es probable que comiencen a administrarle medi-camentos u otros tratamientos.

    De la misma forma, con regularidad tenemos que evaluar la condicin de nuestro corazn espiritual. Mantener un corazn saludable delante de Dios es un asunto de cuidado. Debemos monitorear la actividad de nuestro ser interior y evaluar si estamos viviendo segn la vida y los propsitos de nuestro Padre celestial.

    Un proceso continuo El verbo monitorear significa mirar, observar, escuchar o revisar (algo)

    con un propsito especial, durante un periodo de tiempo. Entonces, mo-nitorear nuestro corazn es un proceso continuo; es algo que deberamos hacer voluntariamente, y siempre en conjuncin con el Espritu Santo de Dios que est dentro de nosotros, con el propsito de ser cada vez ms como el Padre. Nadie sino Dios puede ver y conocer, en verdad, nuestro ser interior. Despus de establecer que, Engaoso es el corazn ms que todas las cosas, y perverso; quin lo conocer? (Jeremas 17:9), la Escritura dice: Yo Jehov, que escudrio la mente, que pruebo el corazn, para dar a cada uno segn su camino, segn el fruto de sus obras (Jeremas 17:10).

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    Dios nos conoce por completo; por lo tanto cuando descubrimos un problema en nuestro corazn ya sea que lo hagamos leyendo y estudian-do su Palabra, por conviccin, o a instancias del Espritu Santo debemos tratarlo, para que podamos llevar una vida gozosa y productiva delante de Dios, y mantener una relacin cercana con l. Slo si estamos espiritual-mente sanos, podemos permanecer alertas y listos para responder al mover del Espritu de Dios en nuestra vida y en su iglesia.

    Los problemas de la vida El libro de Proverbios dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu cora-

    zn; porque de l mana la vida (Proverbios 4:23). Veamos el mismo verscu-lo en otras dos versiones: Por sobre todas las cosas cuida tu corazn, porque de l mana la vida (nvi). Por sobre todas las cosas cuida tu corazn, porque de l mana la vida (lbla).

    La palabra traducida como guarda o cuida incluye la idea de prote-ger o mantener. El sentido combinado de estas traducciones de Proverbios 4:23 es que nuestro corazn necesita ser supervisado con diligencia, y re-quiere ser defendido del ataque de fuerzas espirituales negativas y de cual-quier otra cosa que lo pueda daar.

    Ahora, observemos el contexto ms amplio del versculo anterior:

    Hijo mo, est atento a mis palabras; inclina tu odo a mis razones. No se aparten de tus ojos; gurdalas en medio de tu corazn; porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazn; porque de l mana la vida. (Proverbios 4:2023)

    Observe que hay criterios especficos segn los cuales vigilaremos nuestro corazn. Quien habla en Proverbios 4 anima a su hijo a guardar la palabra de su padre en su corazn y a buscar sabidura e inteligencia. (Vea Proverbios 4:46). nicamente as crecer como hombre justo. Slo cuando guardemos la Palabra de Dios en nuestro corazn y sigamos sus mandamientos y su sabidura, nuestro corazn producir manantiales de vida1.

    1. Vea The Wycliffe Bible Commentary, Charles F. Pfeiffer y Everett F. Harrison, eds. (Chicago: Moody Press, 1962), 561.

  • 14 Transformacin Sobrenatural

    Proverbios 4 tambin dice: Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el da es perfecto. El camino de los impos es como la oscuridad; no saben en qu tropiezan (Proverbios 4:1819). Nuestro corazn determina el camino de nuestra vida; por lo tanto, es nuestra posesin ms preciada y nuestro recurso ms crucial.

    La condicin de su corazn ser la condicin de su vida.

    La vida comienza en el corazn

    Sabemos que el pecado comienza en el corazn, pero la vida de Dios tambin empieza all. Todos tenemos reas en nuestra vida que debemos alinear a los caminos de Dios. Ese tipo de cambio puede ocurrir slo a tra-vs de la transformacin sobrenatural del corazn.

    Como expliqu anteriormente, la condicin de nuestro corazn afec-ta todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, una enfermedad fsi-ca a veces puede tener su origen en la falta de perdn en el corazn. Una vez, mientras enseaba acerca del corazn espiritual durante un servicio, el Seor me gui a demostrar que muchas enfermedades, incluyendo las mentales y las emocionales, estn conectadas con la falta de perdn. Llam a todos aquellos que tuvieran diversos males, como una afliccin fsica o una depresin, y los gui a arrepentirse de sus pecados, a perdonar a otros, a pedir perdn y a renunciar a la amargura y la falta de perdn que guarda-ban en su corazn. Sin exagerar, luego de esto, y de hacer una sencilla ora-cin a Dios, alrededor de 250 personas fueron libres. Al instante fueron sanadas de diabetes, artritis, depresin y muchas otras afecciones!

    Otro claro ejemplo de esta verdad se puede ver en la vida de una em-presaria llamada Lesley, quien asisti a un retiro de Sanidad Interior y Liberacin que realiza nuestro ministerio peridicamente. Ella escribe: Antes de conocer a Cristo, tena resentimiento, dudas y amargura hacia mi familia. Era tanto, que hasta llegu a perder la vista en cuestin de sema-nas. Despus de consultar a varios mdicos, descubr que no haba colirio, lentes ni operaciones que me pudieran ayudar, ni nada ms que pudieran

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    hacer por m. La ceguera era crnica y sin causa aparente. Entonces decid rendir esta situacin a Dios. Pese a que haba recibido mensajes de mis parientes, y aun de extraos, acerca de perdonar a ciertos miembros de mi familia con los que tena problemas, nunca pens que eso tuviera algo que ver con mi ceguera. Pero un da, mi prima Denise me dijo que el Seor le haba mostrado que mis ojos no estaban enfermos, que lo nico que tena que hacer era perdonar, porque se trataba de un asunto espiritual. Ella me invit a un retiro de liberacin, pero yo no quera ir. Dado que la inscrip-cin al retiro era limitada, le ped a Dios que si era su voluntad que yo fuera, se abriera un cupo para m y as fue! A regaadientes asist, y all recib revelacin acerca de la falta de perdn y de lo que son las maldiciones. Perdon, renunci y cancel toda maldicin sobre mi familia, y fui libre. La gente or por m, y Dios me devolvi la vista al instante!.

    Nuestras actitudes son una proyeccin de nuestro corazn.

    Revelacin fresca acerca del corazn

    Este libro es un viaje al corazn humano, a fin de explorar su prop-sito, motivaciones y potencial. Llegaremos a entender e identificar nuestro verdadero yo y a tomar decisiones clave con respecto a nuestro hombre interior. No hay lugar para quedarnos espiritualmente tibios; no podemos permanecer espiritualmente neutrales. En esta poca, Dios est trayendo una revelacin fresca a su pueblo acerca del estado de su corazn. Yo creo que la razn de esto es que el regreso de Jesucristo a la tierra est cercano, y que su venida ser precedida por tiempos difciles, como lo anticipa la Biblia.

    El apstol Pablo le escribi a su hijo espiritual Timoteo: Tambin de-bes saber esto: que en los postreros das vendrn tiempos peligrosos (2 Timoteo 3:1). Por qu Pablo enfatiz esta declaracin encabezndola con: Saber esto? Pablo entenda la naturaleza humana y su tendencia a la degrada-cin, lo cual trae el juicio de Dios. Otra versin de la Biblia traduce la frase tiempos peligrosos como tiempos difciles (nvi). Si existe un tiempo en la historia en el cual esta frase se aplica apropiadamente, es ste. El juicio de

  • 16 Transformacin Sobrenatural

    Dios vendr sobre la tierra, aunque mucha gente crea que nunca va a suce-der. Yo creo que ocurrir en tres etapas: un juicio preliminar, un juicio inter-medio y un juicio final, y que ahora estamos en la etapa del juicio preliminar.

    La gracia de Dios ha provisto la salvacin y la redencin en Cristo, pero la corrupcin y rebelin perpetua de la humanidad contina provocando el juicio divino. No es necesario culpar a gobiernos, religiones u otros factores por el juicio que est atravesando nuestro planeta y la raza humana. La causa principal es la degradacin del carcter humano, la cual procede de la iniqui-dad que anida en su corazn.

    El apstol Pablo enumer dieciocho fallas de carcter que marcaran a la gente en los postreros tiempos; y stas describen a la presente generacin: amadores de s mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedien-tes a los padres, ingratos, impos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatua-dos, amadores de los deleites ms que de Dios (2 Timoteo 3:25).

    Esos impulsos negativos alejan nuestro corazn del de nuestro Padre celestial. Estamos entrando en un periodo en el que nuestro corazn ser pesado en una balanza para ver de qu lado terminamos. Las situaciones de nuestra vida y las circunstancias del mundo pronto nos empujarn a decidir a quin le somos fieles: a los intereses de Dios o a los intereses egostas; al buen tesoro o al mal tesoro. Estaremos en condiciones de tomar la deci-sin correcta?

    Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehov, hasta que venga y os ensee justicia (Oseas 10:12). Es tiempo de buscar al Seor con todo nuestro corazn. Necesitamos un corazn en el que Dios pueda confiar para seguirlo y obedecer lo que l nos llama a hacer, de modo que podamos participar de la manifestacin de su venida en gloria y de la lti-ma gran cosecha de almas sobre la tierra.

    Una transformacin radical y permanente

    El plan de Dios no es parchar los huecos que los problemas espiritua-les, emocionales, mentales o fsicos le han causado a nuestro corazn. l no

  • Asuntos del corazn 17

    intenta arreglar o mejorar la corrupcin del corazn; tampoco trata el pecado por encima. Como discutiremos en el captulo 2, ste es el enfoque que varias religiones utilizan; mas el plan de Dios consiste en una transfor-macin radical y permanente.

    Por eso, en los captulos siguientes trataremos sobre la naturaleza ori-ginal del corazn humano. Aprenderemos lo que significa la circuncisin del corazn; cmo perdonar a otros para que el corazn ofendido reciba sanidad; adems, aprenderemos a ser libres del corazn de incredulidad.

    Tambin descubriremos el propsito del quebrantamiento del corazn, cmo rendirlo por completo al Seor para que sea un verdadero reflejo de Su corazn de amor, justicia, gozo y otras cualidades divinas. Finalmente, aprenderemos cmo experimentar la transformacin por medio de la re-novacin de nuestra mente en la presencia de Dios (vea Romanos 12:2), para que as podamos experimentar un cambio profundo y permanente en nuestra vida.

    Quiere cambiar su vida? Cambie su corazn!

    El salmista escribi: He aqu, t amas la verdad en lo ntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabidura (Salmos 51:6). Dios ha provisto la nica solucin para la corrupcin del corazn humano: arrepentimiento, identificacin con la muerte y resurreccin de Jesucristo, nuevo nacimiento por medio del Espritu de Dios, y una transformacin constante a la ima-gen del Creador. De modo que si alguno est en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17). Usted puede convertirse en una persona nueva, una nueva creacin, por medio de la transformacin sobrenatural de su corazn.