Hablemos bien, tratemos bien ABRIL

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Lunes 1 de abril de 2013 o 23 DH MILENIO www.milenio.com Hablemos bien, tratemos bien “Maricón” y “Puñal”, términos a debate social Tania Ramírez Hernández L os términos “maricón” y “puñal” fueron objeto de debate en días recientes. La discusión sobre la relación que guardan estas pala- bras con el respeto a los derechos humanos tuvo una de sus más sabrosas arengas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) acertó al señalar que las manifestaciones homofóbicas comprendidas en estos términos representan una categoría de discursos de odio, específicamente cuando se refirió al caso de dos periodistas poblanos que intercambiaban, más que cuestionamientos, juicios, insultos y descréditos. En este sentido, la SCJN destacó que los comentarios de estos comunicadores provocan o fomentan el rechazo hacia un grupo social por medio de expresiones de menosprecio e insulto que generan sentimientos sociales de hostilidad y discriminación. De inmediato, la tendencia fue asumir que emplear estos términos podía ser motivo di- recto de demanda, sentencia y cárcel. Algunas personas comentaron el tema en diversos es- pacios y analizaron si debían desarrollar algún tipo de estrategia de autocensura o ampararse para poder seguir hablando “a la mexicana”. Pocas veces como ésta, la sociedad mexicana estuvo tan al tanto del castigo para este tipo de conductas. En todos los ámbitos, la conciencia de que es incorrecto emplear estos términos se convirtió en un asunto de observancia totalitaria y de una especie de persecución, más obsesiva que informada. SE PUEDE, PERO NO SE DEBE Por escandalosa que pueda parecer la idea –he de decirlo con claridad–, por supuesto que se puede decir “maricón” y/o “puñal”. Se puede e incluso podría argumentarse que dicha expresión está contemplada en el ejercicio del derecho abordado en el artículo XIX de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: la libertad de expresión. Efectivamente se puede y no hay que caer en el dramatismo de ubicar esta sentencia como la antesala de la censura ni cosa parecida. Se puede también matar, robar y hacer todo lo que el libre albedrío mande. Se puede, pero no se debe. Y en ese deber es prioritario entender que no hay obligación de garantizar el derecho a la libre expresión cuando ésta se realiza para incitar el odio, promover la discriminación y afectar inte- reses de terceros (las famosas y controversiales “limitantes” a la libertad de expresión que también habitan en nuestro artículo 6º constitucional). Pero para que este derecho pueda ejercerse ERROR MáS COMúN TéRMINO POLíTICAMENTE CORRECTO Gay Persona con preferencias sexuales distintas a las heterosexuales Homosexual Maricón Puñal Joto Breves En Colima Se abre discusión sobre matrimonios de personas del mismo sexo Luego de anunciarse la primera boda entre personas del mismo sexo en el estado de Colima, se han registrado por lo menos siete nuevas peticiones de matrimonio, tanto en distintos municipios de la entidad como en otros estados del país. Ante ello, el gobernador Mario Anguiano Moreno decidió abrir diversas mesas de discusión para, “de ser necesario, llegar a hacer adecuaciones o reformas a los ordenamientos legales”. La alcaldesa de Cuauhtémoc, Colima, Indira Vizcaína Silva, señaló que la unión realizada en el municipio cumplió con los requisitos que marca el Código Civil estatal y, tras determinar que está facultado por la Constitución federal, afirmó que no hay impedimento para la realización de “nuevos casamientos gay”. Busca empoderar a la ciudadanía Campaña a favor de defensoras y defensores en México La labor de las y los defensores en México no es reconocida en el país, e incluso son amenazados, acosados y calumniados. Por este motivo, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos y organizaciones del estado de Tabasco presentaron Defendamos la Esperanza: Campaña Nacional a favor de las Defensoras y Defensores de Derechos Humanos. El proyecto busca, por un año, compartir la experiencia de las personas defensoras en la construcción de una sociedad más justa, con el objetivo de empoderar a las y los ciudadanos para que, a través de los derechos humanos, exijan que el Estado cumpla con las obligaciones que por ley le corresponden. La responsabilidad recaerá en el gobierno federal Aprueban las reformas a la Ley de Víctimas Con el respaldo del PRI, PRD, organizaciones sociales y líderes sociales como Javier Sicilia y Alejandro Martí, el Senado aprobó las reformas a la Ley General de Víctimas, que establece los mecanismos de ayuda, asistencia, acceso a la justicia y reparación integral a las personas afectadas. De un total de 150 cambios agrupados en 69 conceptos, destaca la concentración de responsabilidad en el gobierno federal, porque será éste quien garantice, en el ámbito de su competencia, el cumplimiento de la ley y los instrumentos internacionales aplicables. Mientras tanto, el PAN insiste en incluir disposiciones que obliguen a los estados a resarcir los daños de las víctimas. La reforma incluye nuevos conceptos como “víctimas indirectas”, definidas como los familiares o personas que tengan relación inmediata con la persona afectada; y “víctimas potenciales”, cuya integridad o derechos están en riesgo por asistir a la víctima. Los cambios buscan mejorar la aplicación y viabilidad operativa de esta nueva ley. con plena libertad debe conocerse y entenderse cabalmente. Si se usa el “poder” de decir estas cosas, resulta imposible aspirar a que el Esta- do mexicano proteja y respalde expresiones y prácticas lingüísticas discriminatorias. Dicho de otra forma: no se espere que al decir estos términos, el Estado quede tranquilo e incluso vele porque se digan en total libertad. Hay un acto de responsabilidad respecto a la forma como hablamos que está dejando una reflexión de calado más profundo. Sí puedo, pero no debo; ¿qué responsabilidad habré de afrontar en el momento que se me señale que he incumplido un deber en el terreno de lo ético? La Real Academia Española de la Lengua con- templa en el significado del término maricón al “hombre afeminado o que comete sodomía”, pero también al “insulto grosero con su significado preciso o sin él”. Es decir, la función social de este término es la de ofender e insultar. Con puñal sucede algo distinto, ya que se trata de una suerte de eufonía alterada, pues se emplea el término como sustituto de puto, compartiendo la misma sílaba inicial, bajo la conciencia de que emplear ese término es contraproducente. Entonces, la sociedad mexicana evita decir “puto” porque en el fondo sabe que no es correcto, pero juega con la posibilidad y entonces genera términos que aluden a lo que se quiere decir a partir de términos que “libran” las barreras de la censura. EL CAMBIO ESTÁ EN LOS VOCABLOS Y LAS MENTES Es un hecho: las palabras pueden provocar o fomentar cierto tipo de comportamiento como el insulto, el rechazo, el menosprecio y la dis- criminación. En este caso pudimos observar en primera fila cómo las palabras hieren y cómo se consideró que este daño podía ser más amplio por suceder en un medio de comunicación. Vale la pena que quienes trabajan en estos espacios comunicativos no pierdan de vista jamás que expresarse discriminatoriamente sólo potencia, a través de sus metafóricos altavoces, expresiones de odio que pueden instalarse en la sociedad mucho más rápidamente. Pero como bien dijo mi alumno Emmanuel: qué bueno que hayan hecho esta sentencia, pero mientras los medios sigan haciendo mofa, incluso con palabras políticamente correctas, de la diversidad sexual, los crímenes por ho- mofobia seguirán siendo la expresión de que el cambio es más urgente y profundo. Y sin duda está en los vocablos, las sensibilidades y las mentes. H Pensemos antes de hablar

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Sección del Suplemento DH de los errores al hablar.

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Lunes 1 de abril de 2013 o 23

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“Maricón” y “Puñal”, términos a debate social

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Los términos “maricón” y “puñal” fueron objeto de debate en días recientes. La discusión sobre la relación que guardan estas pala-bras con el respeto a los derechos

humanos tuvo una de sus más sabrosas arengas.La Suprema Corte de Justicia de la Nación

(SCJN) acertó al señalar que las manifestaciones homofóbicas comprendidas en estos términos representan una categoría de discursos de odio, específicamente cuando se refirió al caso de dos periodistas poblanos que intercambiaban, más que cuestionamientos, juicios, insultos y descréditos. En este sentido, la SCJN destacó que los comentarios de estos comunicadores provocan o fomentan el rechazo hacia un grupo social por medio de expresiones de menosprecio e insulto que generan sentimientos sociales de hostilidad y discriminación.

De inmediato, la tendencia fue asumir que emplear estos términos podía ser motivo di-recto de demanda, sentencia y cárcel. Algunas personas comentaron el tema en diversos es-pacios y analizaron si debían desarrollar algún tipo de estrategia de autocensura o ampararse para poder seguir hablando “a la mexicana”. Pocas veces como ésta, la sociedad mexicana estuvo tan al tanto del castigo para este tipo de conductas. En todos los ámbitos, la conciencia de que es incorrecto emplear estos términos se convirtió en un asunto de observancia totalitaria y de una especie de persecución, más obsesiva que informada.

se puede, pero no se debePor escandalosa que pueda parecer la idea –he de decirlo con claridad–, por supuesto que se puede decir “maricón” y/o “puñal”. Se puede e incluso podría argumentarse que dicha expresión está contemplada en el ejercicio del derecho abordado en el artículo XiX de la Declaración universal de los Derechos Humanos: la libertad de expresión. Efectivamente se puede y no hay que caer en el dramatismo de ubicar esta sentencia como la antesala de la censura ni cosa parecida. Se puede también matar, robar y hacer todo lo que el libre albedrío mande. Se puede, pero no se debe. Y en ese deber es prioritario entender que no hay obligación de garantizar el derecho a la libre expresión cuando ésta se realiza para incitar el odio, promover la discriminación y afectar inte-reses de terceros (las famosas y controversiales “limitantes” a la libertad de expresión que también habitan en nuestro artículo 6º constitucional). Pero para que este derecho pueda ejercerse

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GayPersona con preferencias sexuales distintas a las heterosexuales

Homosexual

Maricón

Puñal

Joto

Breves

En Colima

Se abre discusión sobre matrimonios de personas del mismo sexoLuego de anunciarse la primera boda entre personas del mismo sexo en el estado de Colima, se han registrado por lo menos siete nuevas peticiones de matrimonio, tanto en distintos municipios de la entidad como en otros estados del país. Ante ello, el gobernador Mario Anguiano Moreno decidió abrir diversas mesas de discusión para, “de ser necesario, llegar a hacer adecuaciones o reformas a los ordenamientos legales”.

La alcaldesa de Cuauhtémoc, Colima, Indira Vizcaína Silva, señaló que la unión realizada en el municipio cumplió con los requisitos que marca el Código Civil estatal y, tras determinar que está facultado por la Constitución federal, afirmó que no hay impedimento para la realización de “nuevos casamientos gay”.

Busca empoderar a la ciudadanía

Campaña a favor de defensoras y defensores en MéxicoLa labor de las y los defensores en México no es reconocida en el país, e incluso son amenazados, acosados y calumniados. Por este motivo, la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos y organizaciones del estado de Tabasco presentaron Defendamos la Esperanza: Campaña Nacional a favor de las Defensoras y Defensores de Derechos Humanos.

El proyecto busca, por un año, compartir la experiencia de las personas defensoras en la construcción de una sociedad más justa, con el objetivo de empoderar a las y los ciudadanos para que, a través de los derechos humanos, exijan que el Estado cumpla con las obligaciones que por ley le corresponden.

La responsabilidad recaerá

en el gobierno federal

Aprueban las reformas a la Ley de VíctimasCon el respaldo del PRI, PRD, organizaciones sociales y líderes sociales como Javier Sicilia y Alejandro Martí, el Senado aprobó las reformas a la Ley General de Víctimas, que establece los mecanismos de ayuda, asistencia, acceso a la justicia y reparación integral a las personas afectadas.

De un total de 150 cambios agrupados en 69 conceptos, destaca la concentración de responsabilidad en el gobierno federal, porque será éste quien garantice, en el ámbito de su competencia, el cumplimiento de la ley y los instrumentos internacionales aplicables. Mientras tanto, el PAN insiste en incluir disposiciones que obliguen a los estados a resarcir los daños de las víctimas.

La reforma incluye nuevos conceptos como “víctimas indirectas”, definidas como los familiares o personas que tengan relación inmediata con la persona afectada; y “víctimas potenciales”, cuya integridad o derechos están en riesgo por asistir a la víctima. Los cambios buscan mejorar la aplicación y viabilidad operativa de esta nueva ley.

con plena libertad debe conocerse y entenderse cabalmente. Si se usa el “poder” de decir estas cosas, resulta imposible aspirar a que el Esta-do mexicano proteja y respalde expresiones y prácticas lingüísticas discriminatorias. Dicho de otra forma: no se espere que al decir estos términos, el Estado quede tranquilo e incluso vele porque se digan en total libertad. Hay un acto de responsabilidad respecto a la forma como hablamos que está dejando una reflexión de calado más profundo. Sí puedo, pero no debo; ¿qué responsabilidad habré de afrontar en el momento que se me señale que he incumplido un deber en el terreno de lo ético?

La real Academia Española de la Lengua con-templa en el significado del término maricón al “hombre afeminado o que comete sodomía”, pero también al “insulto grosero con su significado preciso o sin él”. Es decir, la función social de este término es la de ofender e insultar. Con puñal sucede algo distinto, ya que se trata de una suerte de eufonía alterada, pues se emplea el término como sustituto de puto, compartiendo la misma sílaba inicial, bajo la conciencia de que emplear ese término es contraproducente. Entonces, la sociedad mexicana evita decir “puto” porque en el fondo sabe que no es correcto, pero juega con la posibilidad y entonces genera términos que aluden a lo que se quiere decir a partir de términos que “libran” las barreras de la censura.

el cambio esTÁ en los vocablos y las menTesEs un hecho: las palabras pueden provocar o fomentar cierto tipo de comportamiento como el insulto, el rechazo, el menosprecio y la dis-criminación. En este caso pudimos observar en primera fila cómo las palabras hieren y cómo se consideró que este daño podía ser más amplio por suceder en un medio de comunicación. vale la pena que quienes trabajan en estos espacios comunicativos no pierdan de vista jamás que expresarse discriminatoriamente sólo potencia, a través de sus metafóricos altavoces, expresiones de odio que pueden instalarse en la sociedad mucho más rápidamente.

Pero como bien dijo mi alumno Emmanuel: qué bueno que hayan hecho esta sentencia, pero mientras los medios sigan haciendo mofa, incluso con palabras políticamente correctas, de la diversidad sexual, los crímenes por ho-mofobia seguirán siendo la expresión de que el cambio es más urgente y profundo. Y sin duda está en los vocablos, las sensibilidades y las mentes. H

Pensemos antes de hablar