Hanna Arendt

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Hanna Arendt Sobre la violencia. En tiempo post guerra del siglo XX, para la autora, la violencia ha dejado de ser el árbitro idóneo para los conflictos políticos. El desarrollo del armamento bélico ha hecho que en una guerra de a dos pierdan ambos. Para Arendt la relación medios-fines en la violencia supone siempre el peligro de que los medios superen a los fines. En la guerra no hay certeza, ni si quiera cuando se trata de calcular todo. Ahora una guerra pone en riesgo la vida de la humanidad, eso es por si mismo la falta de una certeza sobre la guerra. Que la guerra siga siendo el árbitro final es que no se ha encontrado un sustituto a este. Las ideas de autonomía exterior que justifican que países “subdesarrollados” desarrollen armas de una manera u otra legitiman que los países desarrollados también lo hagan. Lo peor es que se tratan de aplicar seudociencias para “medir” o proyectar los efectos de los nuevos desarrollos bélicos y que si algo sale fuera de control solo dirán que era algo imprevisible. Tratan de controlar los hechos futuros que son incontrolables, a no ser que el hombre no intervenga o que no suceda ninguna casualidad. Ya no se puede pensar que la

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apuntes sobre el libro " sobre la violencia"

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Hanna Arendt

Sobre la violencia.

En tiempo post guerra del siglo XX, para la autora, la violencia ha dejado de ser el árbitro

idóneo para los conflictos políticos. El desarrollo del armamento bélico ha hecho que en

una guerra de a dos pierdan ambos.

Para Arendt la relación medios-fines en la violencia supone siempre el peligro de que los

medios superen a los fines. En la guerra no hay certeza, ni si quiera cuando se trata de

calcular todo. Ahora una guerra pone en riesgo la vida de la humanidad, eso es por si

mismo la falta de una certeza sobre la guerra.

Que la guerra siga siendo el árbitro final es que no se ha encontrado un sustituto a este.

Las ideas de autonomía exterior que justifican que países “subdesarrollados” desarrollen

armas de una manera u otra legitiman que los países desarrollados también lo hagan.

Lo peor es que se tratan de aplicar seudociencias para “medir” o proyectar los efectos de

los nuevos desarrollos bélicos y que si algo sale fuera de control solo dirán que era algo

imprevisible.

Tratan de controlar los hechos futuros que son incontrolables, a no ser que el hombre no

intervenga o que no suceda ninguna casualidad. Ya no se puede pensar que la guerra es la

extensión de la política por otros medios o de la economía.

Después de la segunda guerra mundial un mundo complejo se ha desarrollado bajo el

trinomio de militar-industrial-laboral. Para que la paz es la extensión de la guerra por

otros medios. Una extensión donde se desarrollan nuevos armamentos bélicos. Sin

embargo estos mismos armamentos pueden significar el fin de esas potencias y de la

humanidad.

Para la autora si bien la violencia ha dejado de cobrar importancia vital en el ámbito

exterior en el ámbito interno tiene mucha fuerza a causa de las “revoluciones” Mao decía

“el poder nace del cañón de un fusil”. Hanna dirá que la izquierda interpreto mal a Marx el

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era consciente de la violencia pero lo relegaba a un segundo plano. Esta no traía el cambio

y no era la verdadera expresión del poder de las elites.

Las nuevas generaciones nacen bajo la idea de la no-violencia. Sin embargo siempre

parecen estar a la defensiva y los gobiernos los tildan de rojos revoltosos terroristas etc. Y

ellos aluden al capitalismo violento, a la crueldad de la Soc. de consumo etc.

El desarrollo constante en tácticas y herramientas bélicas ha generado una situación de

incertidumbre en la juventud de esa época. Parecería que no hay futuro a la vista.

El ejemplo de la autora es el de el movimiento estudiantes que tiene distintos matices en

distintos países pero que es algo global. Para ella tanto el movimiento como quienes lo

reprimen son violentos, creo, en realidad, al parecer, toda la izquierda maneja de una

manera errada las ideas de Marx y de Hegel.

Para la autora la idea del progreso se puede dividir en tres siglos la del XVII, XVII, XIX. En el

primero la idea estaba relaciona con la acumulación de saberes. En el segundo con la

educación de la humanidad, una mayoría de edad. En el tercero bajo la idea de marx de

que siempre en lo nuevo hay algo de lo antiguo la idea de progreso permanece y si se

entiende que este nace de cada choque, las repentinos frenos solo son temporales y

necesarios.