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Haritu 10 julio de 2007ko uztaila 3 euros África, una mirada con otro color Sísifo, de vuelta a la trinchera Unai Basurko & José Luis Korta Comercio Justo, consumo con-sentido Oriente Próximo, un conflicto sin fin Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Publicación de Lokarri, Red ciudadana por el acuerdo y la consulta

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Haritu 10julio de 2007ko uztaila 3 euros

África, una mirada con otro colorSísifo, de vuelta a la trinchera

Unai Basurko & José Luis KortaComercio Justo, consumo con-sentidoOriente Próximo, un conflicto sin fin

Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkariaRevista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Editorial Queremos saber

Pies de foto Urratsen joan-etorrian

Al hilo Sísifo, de vuelta a la trinchera

Ezbaian Ramón Jauregui & Rafa Díez

Alegiak «Tina, ene maitea», María Lizardi

En primera persona Mbuyi Kabunda

A dos bandas El abordaje del Pakea

Unai Basurko & José Luis Korta

Orratza Comercio Justo, consumo con-sentido

Opinión Una cuestión de fe, Pedro Urquijo

Munduari so Oriente Próximo, un conflicto sin fin

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Haritu 10Sumario Aurkibidea

Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, Miguel Sarratea eta Ruth Soria.

Ale honetako kolaboratzaileak: Pedro Urquijo, Carlos Martínez Orduna, Ramón Jauregui, Rafa Díez eta Lokarriren Bruselasko Foroa.

- Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan.

Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038

Haritu no se responsabiliza de las opiniones emitidas por sus colaboradores.

Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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Han transcurrido más de 6 meses desde que ETA provocó una crisisirreversible en el proceso de paz con el atentado cometido en la T4 deBarajas, y más de 1 mes desde que la propia ETA certificó esta situa-ción con la declaración de ruptura del alto el fuego. Lo que en marzode 2006 parecía un camino irreversible hacia la paz y la normalizaciónse ha convertido en una nueva frustración para la sociedad vasca.

Es lógico que en estas circunstancias haya un deseo por conocer cuá-les fueron los motivos, razones y causas que nos han conducido a unasituación objetiva de riesgo de vuelta al pasado. La sociedad vasca de-legó la tarea de llegar a acuerdos en los principales responsables deldesarrollo y culminación del proceso, aceptando que la imprescindiblediscreción con la que se gestionan este tipo de negociaciones impedíaconocer día a día el estado de las conversaciones. Por tanto, es naturalque ahora quiera tener una información detallada de los avances, blo-queos, principios y contenidos que se manejaron tanto en el ámbitocorrespondiente a los partidos políticos como en el tocante a ETA y elGobierno Central. Además, esta necesidad de información tambiénestá justificada por la obligación de aprender de los errores cometidospara que en futuras oportunidad no se repitan.

En las últimas semanas han aparecido diversas informaciones en me-dios de comunicación sobre las conversaciones mantenidas. No son

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explicaciones “oficiales”, es decir, ofrecidas por los partidos políticos olas instituciones implicadas. Más bien, algunos de ellos han utilizadolos medios de comunicación afines para dar a conocer su versión sobrelo acontecido. No es la manera más adecuada de presentar la visiónparticular de cada una de las partes ya que este sistema de hacer balan-ce impide la tanto la crítica como el contraste directo. El receptor deestas noticias, el conjunto de la sociedad vasca, únicamente puede ela-borar su propia narración de los acontecimientos según la credibilidadque le merezca el medio de comunicación en cuestión.

Es especialmente grave que en estas noticias se abuse de la frase“fuentes de ....” o “cercanas a...” afirman tal o cual cosa. La duda saltaal instante. ¿Son las explicaciones oficiales de una de las partes o úni-camente un contraste de la información conseguida por el medio decomunicación? Siendo así, ¿cuál es la fuente primera de la informa-ción? La situación política en relación a la paz y la normalización ya eslo suficientemente crítica como para que la sociedad vasca tenga queconocer lo que ha ocurrido gracias a informaciones indirectas.

Esta propuesta para tener más información no se refiere a querer co-nocer absolutamente todos los detalles del desarrollo del proceso depaz. Es indiferente que las reuniones se celebrasen en Loiola, Noruega,Turquía o Alemania, o que los moderadores de las reuniones fuesen el

Centro Henri Dunant o un gobierno europeo. Lo importante es quecada parte presente oficialmente un análisis sereno, ajustado y argu-mentado sobre los elementos de consenso alcanzados y especialmen-te sobre las causas que llevaron al fracaso de las conversaciones. Elconocimiento de estas cuestiones permitiría que la sociedad vascapudiera construir de manera crítica su propio juicio acerca de loocurrido.

Finalmente, esta mirada al pasado puede permitir centrar todos losesfuerzos en el futuro. La prioridad es evitar una vuelta al pasado don-de la violencia, la exclusión y la ausencia de diálogo acaparen todo elprotagonismo. Lo sucedido no puede servir de justificación para evitarlas responsabilidades de cada uno. ETA no puede alegar la falta deavances para volver a la lucha armada. El Gobierno Central no puedealegar la ruptura del alto el fuego para regresar a las medidas de recor-te de derechos y libertades. Los partidos políticos no pueden alegar elfracaso del proceso para cerrar las puertas al diálogo. La sociedad nopuede alegar la decepción sufrida para desistir del trabajo por la paz yla normalización. La prioridad reside en respetar las voluntades socia-les mayoritarias de fin de la violencia, diálogo sin exclusiones y acuer-do plural. La forma más directa y democrática de respetarlas es convo-car una consulta popular que impulse el camino de la paz y la norma-lización.

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Urratsenjoan-etorrianCrónica anunciada

1999/11/29, Donostia

Nago batek baino gehiagok pentsatuko duela berriki zizelkatuak direlahormako eleak. Azken buruan, 1999ko urrats hartara egin dugu itzulia,egin dute. Konpromisoaren zutoinak zartatuta berriz. Urrats bat aurrera,beste bat atzera. Hori al dugu euskal jendearen madarikazioa? Erorialdi-tik inoiz baino sasoikoago eta tinkoago altxatuak ginelarik, amildegianbehera beste behin. Izango al dugu indarrik erorialdiari aurre egiteko? Ezgaitzala irabazi nekeak, etsipenak. Baliteke, bai, Espainiako Gobernuakekarpenik egin ez izana, loaldian geratu izana. Baliteke ez, hala da. Alta,hori ez da berriro hiltzen hasteko aitzakia. Gogaitasuna, atsekabea, sa-minaren dolua. Doazela gugandik urrun!

Miguel Sarratea

La noticia por esperada no es menos grave y traumática. Una vez más,pero no una cualquiera sino la que con más cauteloso furor había abiertola vereda del feliz desenlace, dilapidadas nuestras esperanzas, reventadas,destripadas. Afortunadamente –¡como si la fortuna tuviere lugar dentrodel infortunio que se nos ha anunciado!–, sin el estallido de kilos y kilosde amonal, mediante un simple comunicado; o sea, valiéndose del poderde la palabra, la única arma que podría aprobar la ITV de los vehículos ap-tos para construir una sociedad pacífica y democrática, esa arma que tanpronto aparece y nos cobija cálidamente en su regazo, como más tarde al-gunos se encargan de enviarla al destierro. Barajas ya nos puso sobreavisoel pasado 30 de diciembre y el proceder posterior tampoco auguraba bue-nos presagios: la presión que tanto el PP como la derecha mediática hanejercido sobre ZP, la tan discutida Ley de Partidos, dejando sin derechospolíticos y representación a un importante sector de la población vasca,intereses partidistas culpables de encallar el proceso, víctimas... El reini-cio en el ejercicio de la violencia retoma el acecho. ¿Volverá la señora pa-labra de su destierro?

Ruth Soria

Pies de foto

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Al hilo

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A. B. López de Lerena Texto

Sísifode vuelta a la trincheraRota la tregua, tanto el Gobierno como ETA parecen dispuestos avolver a enrocarse en posiciones de fuerza como ya ocurrió tras losanteriores procesos de paz frustrados. La inmediata vuelta de Iñakide Juana a la cárcel, el encarcelamiento de Arnaldo Otegi y las de-tenciones y extradiciones de etarras «controlados» residentes en elextranjero por un lado, y el imparable aumento de la kale borrokay la amenaza de una fuerte campaña de verano que se evidenció enAyamonte, por otro, parecen ser el anticipo de un tiempo que seantoja oscuro mientras la piedra de la esperanza rueda de nuevo la-dera abajo.

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«Cuando se rompe un proceso, el Estado de Derecho sólo puedepensar en firmeza, determinación y en el peso de la ley. Cualquier otraespeculación o hipótesis carece absolutamente de sentido». El pasado14 de junio, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, seexpresaba en estos contundentes términos después de reunirse con to-dos los grupos parlamentarios para recabar su apoyo de cara a la nue-va situación de reapertura de «todos los frentes» que ETA había anun-ciado diez días antes. «ETA se ha metido en un callejón sin salida» yen su cúpula «se han impuesto los más descerebrados». «Vamos a ha-cer todo lo que dentro del Estado de Derecho esté en nuestras manos,con la máxima determinación, firmeza e inteligencia para combatir-la», concluía.

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armados, realmente aprovecha estas situaciones para reorganizarse yapuntalar su entramado logístico, como demuestran el robo de Ti-tadyne en Plevin, o el más reciente abastecimiento de un gran nú-mero de coches, placas de matrícula, troqueladoras y demás materialoperativo y sobre todo las 350 pistolas con que un comando se hizoen medio de la tregua. Pero también como estrategia de negocia-ción; como demostración de fuerza de cara a revalorizar el precio deuna hipotética desactivación futura de los «frentes» que ha decididovolver a abrir.Por su parte, el Ejecutivo tiene que probar su capacidad de respues-

ta a través de una «firme» y «contundente» aplicación del Estado deDerecho. Sin contemplaciones. En este sentido, llama la atención laenorme similitud que guardan el discurso que Zapatero pronunció acomienzos de este pasado mes de junio, después de que se conocierala decisión de ETA de romper la tregua, y el que José María Aznarpronunciara cuando la organización suspendió el alto el fuego propi-ciado por el proceso de Lizarra, como recogió una simpática y reco-mendable comparativa que elaboró Cuatro y que aún se puede en-contrar en su web (www.youtube.com/watch?v=yOdo1jQOYZY).Las dos experiencias más recientes, y las que mejor aguantan el

contraste con la actual situación, son las que siguieron a los proce-sos de Argel y Lizarra, en 1989 y 1998 respectivamente.A finales de los años ochenta, y en medio de una furibunda cam-

paña de atentados de ETA que tuvo sus puntos álgidos en el merca-do barcelonés de Hipercor y la Casa Cuartel de Zaragoza, y de losGAL, que asesinó a unas 30 personas, el Ejecutivo de Felipe Gonzá-lez comenzó a tirar cabos con la cúpula de la banda a través de hom-bres de su confianza como el que fuera Secretario de Estado para laSeguridad, Rafael Vera, hasta que en 1988 se estableció una dinámi-ca de contactos que propició uno de los procesos de diálogo más fun-damentados de los que se han producido hasta la fecha. A lo largode aquel año, ETA llegó a ofrecer hasta tres treguas a González, acambio de que éste se comprometiera a buscar con ella una salidapactada al problema político vasco.El líder socialista aceptó abordar determinados aspectos como el

desarrollo de las capacidades del Estatuto y la Constitución, pero seplantó cuando la banda quiso imponer como interlocutores a algu-nos de sus cabecillas como Ternera, txikierdi o Mamarru, lo que hi-

Zapatero se ha querido mostrar firme en todas las apariciones que harealizado después de que ETA decidiera dinamitar todo el esfuerzo inver-tido y no parece dispuesto a quedarse solo defendiendo la bandera deldiálogo en un momento tan sensible como el actual, sino que parecemás inclinado a hacer bueno el amagado acercamiento al PP haciendouna exhibición de mano dura que quizá no haya hecho sino comenzar.En realidad, esta estrategia es lógica en un momento en el que las

tensiones negociadoras han hecho que la cuerda termine rompiéndo-se y, para el Gabinete Zapatero así como para la propia ETA, existe elriesgo de caer al suelo en una postura poco decorosa. Tanto el presi-dente como la organización parecen haberlo entendido así y envíanmensajes de fuerza a sus bases, pertrechándolas para que puedanaguantar un nuevo tiempo de trincheras. Prietas las filas y al enemi-go ni agua. Pero, más allá de la lógica del corto plazo y el mensaje in-terno, el problema, como estrategia, quizá sea precisamente que estosupone volver a la fatal dinámica de la confrontación desde la que re-sulta casi imposible construir un futuro de acuerdo para este país.En la Grecia clásica se contaba la historia de Sísifo, el hijo de Eo-

lo; un hombre hijo de dioses que tenía fama de ser tan listo que qui-so engañar incluso a la muerte. Cuando Hades, el Rey del otro mun-do, descubrió sus planes, le castigó con tener que empujar una piedraenorme cuesta arriba por una ladera empinada, condenándole ademása que antes de que alcanzase la cima la piedra siempre rodara hastaabajo, obligando a Sísifo a empujarla de nuevo desde lo más profun-do del valle. Así lo recoge Homero en La Odisea, y así ha sucedido alo largo de la historia de los diferentes momentos históricos en los quequienes han ocupado el palacio de La Moncloa han intentado solu-cionar el conflicto vasco y caminar hacia una convivencia pacífica ynormalizada.

La tempestad después de la calmaA la ruptura de cada proceso de paz que se ha emprendido en el

País Vasco ha seguido un recrudecimiento de las diferentes expre-siones de violencia, así como de la actuación de los distintos meca-nismos del Estado. Más allá de la teoría acuñada por Jaime MayorOreja de la tregua trampa declarada sólo para rearmarse, lo cierto esque tras un contexto de tregua, la organización siempre ha vueltocon fuerzas renovadas. En parte porque ETA, como todos los grupos

Al hilo

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«Cuando se rompe un proceso, el Estado deDerecho sólo puede pensar en firmeza, deter-minación y en el peso de la ley»José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español.

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La campaña de verano

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El hallazgo de un coche cargado con 130 kilos de explosivos y diezdetonadores anuncia la posibilidad de que ETA quiera hacer presen-te su vuelta a las armas mediate su campaña de verano, en una de-mostración de fuerza tejida a base de espectaculares atentados conbombas. Desde el nacimiento de ETA en las postrimerías del régi-men franquista, la organización siempre ha utilizado sus armas con-tra los intereses turísticos españoles durante el periodo de veranocon un doble objetivo: dañar la economía española atacando uno desus sectores de más peso, y aprovechar la presencia en el Estado deturistas para intentar que el eco de sus acciones se oiga también másallá de los Pirineos. Durante los últimos años, mientras se llevabana cabo las conversaciones que facilitaron la llegada de la tregua aho-ra rota, esta estrategia ha ido perdiendo peso, pero ahora habrá queesperar para ver si ETA recupera este camino, una vez que ha deci-dido «abrir todos sus frentes».El año pasado, gracias al «alto el fuego permanente», fue el prime-

ro sin «campaña» propiamente dicha en décadas. En 2005, dos ex-plosiones en los arcenes de sendas autopistas toledanas bloquearondurante horas la Operación Salida de miles de madrileños, en unaacción que ya se había ensayado unos meses antes cuando, coinci-diendo con el puente de la Constitución, ETA hizo estallar hastacinco artefactos de forma coordinada en otras tantas gasolineras delas salidas de la capital española. Un año antes, en 2004, la campa-ña tuvo tintes de demostración de fuerza, ya que más que el golpe ensí, lo que la organización buscaba era demostrar su capacidad opera-tiva, entonces muy discutida. Los terribles atentados del 11-M nodejaban márgen para que se produjeran más víctimas, por lo que uncomando, siguiendo la ruta jacobea -según la Policía-, se dedicó asembrar el miedo colocando pequeños artefactos (hasta nueve ensólo un mes) por la cornisa cantábrica; desde Santander hasta LaCoruña, causando algunos heridos leves.Si obviamos el verano de 2003, cuando la banda sólo colocó arte-

factos explosivos en hoteles de Benidorm y Alicante y en el aero-puerto de Santander, el ejemplo más claro de una tradicional cam-paña de verano de ETA se encuentra en el año 2002. El 21 de juniode aquel año, dos coches bomba rompían la paz de las localidades deFuengirola y Marbella, coincidiendo con el inicio en Sevilla de laCumbre Europea y aprovechando así el eco mediático internacio-nal. Tan solo 24 horas después, otro coche explotaba en Santandery un paquete bomba lo hacía en Mijas. Finalmente, el 4 de agosto,un último coche cargado de explosivos se llevaba la vida de dos per-sonas en la localidad alicantina de Santa Pola; una de ellas, una ni-ña, hija de uno de los agentes que habitaban la casa cuartel contrala que ETA quería atacar. Un ataque contra una hamburgueseríamuy frecuentada por turistas extranjeros también en Alicante, enTorrevieja, ponía el punto final a aquella alocada carrera de violen-cia en una postrera demostración de la fuerza y la voluntad de ma-tar y hacer daño que entonces tenía la organización terrorista.El tiempo dirá si algunas informaciones policiales que ya apuntan

a la posibilidad de que ETA va a reactivar este «frente» de forma in-minente como forma de presionar al Gabinete Zapatero para reto-mar el diálogo a medio plazo son erróneas, o si, desgraciadamente,se ven confirmadas por las acciones de esta organización.

Explosión Estado en el quedó el coche bomba, un Renault Clio, que hizo es-tallar ETA el 22 de junio de 2002 en la calle Vargas de Santander.

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año 2000 -entre los que se encontraban figuras como las de ErnestLluch o Fernando Buesa- y 16 más en 2001. Por su parte, Aznar ob-tuvo la mayoría absoluta en las elecciones de 2000, y de sobra es co-nocido cómo respondió a la vuelta de ETA a las armas -aprobaciónde la Ley de partidos, cierre de Egin, de las herriko tabernas, perse-cución del entorno, redispersión de los presos que habían sido acer-cados, endurecimiento de condenas, escalada de recorte de liberta-des...-. Además, los interlocutores de las conversaciones de Zurichfueron siendo detenidos uno tras otro y el interlocutor, el obispoUriarte, fue quemado públicamente por el ministro del Interior, Jai-me Mayor Oreja.Ahora, rota la más reciente etapa de esperanza, los empresarios

han denunciado la llegada de nuevas remesas de cartas que exigenel pago del impuesto revolucionario, la kale borroka vuelve a pasaral primer plano de las noticias, y la Guardia Civil interceptó el pa-sado día 21 de junio un coche en Ayamonte en el que los terroristastransportaban casi 130 kilos de explosivos y hasta 10 detonadores,lo que hace pensar en la intención de ETA de plantear una campa-ña de verano en localidades costeras del sur de España a base debombas. Desde el Estado, la Policía ha llevado a cabo importantesdetenciones, entre las que destacan el encarcelamiento del máximointerlocutor de la izquierda abertzale, el líder de Batasuna ArnaldoOtegi -al que el propio Zapatero defendió durante la tregua como un«hombre de paz»- y la detención de Iban Apaolaza -presunto res-ponsable del atentado con el que ETA rompió de facto la tregua deLizarra- en Canadá, o la de Antxon Aspiazu en Méjico, desde don-de estaría encargándose de aspectos mportantes de la financiaciónde la banda. Además, la vuelta a la colaboración con el PP anuncia-da en la reunión que Zapatero mantuvo con Rajoy en La Moncloa,podría ser el origen de los pactos en Alava y Navarra, y anticiparuna nueva etapa de confrontación total.Muchas veces, la Historia puede ofrecer un retrovisor desde el que

contemplar lo que se acerca al presente. Entre los procesos de Argely Lizarra pasaron 10 años, mientras que sólo ha habido que esperar7 para éste último intento. Y dicen los expertos en optimismo queesto significa que el ciclo se acorta y que todos los agentes entien-den que sólo mediante uno de estos procesos es posible lograr el fi-nal del conflicto.

zo que las conversaciones no llegaran a buen puerto. Sin embargo,sí sirvieron para sentar unas bases desde las que en enero de 1989partieron las conversaciones de Argel, avaladas por una tregua queETA fue prolongando hasta abril de aquel año. Después, fracasadoel proceso, la organización se embarcó en una espiral violenta quese saldó, sólo en los meses que restaban de año, con 19 muertos co-brados en 15 atentados; dos cada mes.Por su parte, el Ejecutivo socialista quiso mantener los canales de

comunicación abiertos y no activó todos sus mecanismos a la espe-ra de que la situación pudiera reconducirse. Así, recién comenzado1990, el entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera, asegura-ba que, si se avanzaba en la buena dirección, «¡quién se va a negara ser generoso!».Pese a los intentos de retomar el diálogo -incluso se volvió a Argel

para comprobar la disposición al diálogo que podían tener las partes-, la estrategia terrorista tomó unas dimensiones que hoy resultan im-pensables, ya que sólo en 1991 ETA fue responsable de 45 asesinatos.Así las cosas, la labor policial volvió a primer plano y se tradujo enla desarticulación de hasta 12 comandos de la banda y, sobre todo,en el golpe a la cúpula de Bidart, en marzo de 1992; históricamente,uno de los más serios varapalos recibidos por la dirección etarra.Hubo que esperar hasta la txanpa final de aquella década para vol-

ver a ver sentados de forma oficial a emisarios de ETA y del Gobier-no español con una tregua de por medio. Después de la caída de sucúpula en Bidart, la banda demostraba que estaba reestructuradacon altos picos de violencia, que incluyeron los intentos de asesina-to de Aznar -que salvó su vida por el blindaje de su coche- y el Reyde España, pero sobre todo, el de Miguel Angel Blanco. Tocada porla visceral respuesta popular, ETA redujo su macabro ritmo hastaque llegó la tregua de Lizarra.El 16 de septiembre de 1998, la organización planteaba una tregua

«indefinida», a lo que el Gabinete dirigido por José María Aznarrespondió con acercamientos de presos, excarcelaciones, y el envíode un grupo de representantes a Zurich, donde se entrevistaron conla cúpula etarra liderada por Mikel Antza. Desgraciadamente, unnuevo comunicado emitido el 28 de noviembre de 1999 ponía fin ala etapa de alto el fuego y abría una nueva de total enfrentamiento.Un total de 23 personas murieron por decisión de ETA durante el

Al hilo

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Zapatero parece más inclinado a hacer buenoel amagado acercamiento al PP llevando acabo una exhibición de mano dura

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La Historia también recuerda que tanto Felipe González como Jo-sé María Aznar contaban con mayorías absolutas cuando se embar-caron en estos procesos y quizá eso le haya faltado a Zapatero paraafrontar con más seguridad y contundencia la oportunidad abierta,sobre todo teniendo en cuenta el tipo de oposición que, por encimadel espíritu del pacto antiterrorista, ha apostado por mantener elprincipal partido de la oposición.Sólo el tiempo dirá si el escenario vasco vuelve a enrocarse en lo

peor de la estrategia de las trincheras, o si es posible resucitar el es-píritu que hizo posible que tantos corazones se llenaran de esperan-za. Por el momento, Sísifo vuelve a lo más bajo del valle y, resigna-do, contempla un segundo el horizonte con los brazos en jarras y co-mienza trabajosamente a empujar de nuevo la piedra ladera arriba.

Respuestas tras la ruptura de la tregua

Jose María Aznar,28 de noviembre de 1999:-«ETA se equivoca de nuevo».-«La fortaleza y unidad que hemos demostrado en los momentos

más difíciles siempre prevalecerán sobre los que intentan sembrar ladesesperanza y provocar el desánimo».-«Me comprometí como presidente del Gobierno a impulsar con toda

determinación las iniciativas que condujeran al inicio de un proceso».-«ETA se equivoca de nuevo cuando desoye el clamor unánime de

la sociedad en favor de la paz y de la convivencia pacífica».

José Luis Rodríguez Zapatero,5 de junio de 2007-«ETA vuelve a equivocarse».-«La sociedad española ha mostrado a través de un periodo ya muy

largo que su dolor no debilita su fortaleza».-«He realizado todos los esfuerzos posibles para alcanzar la paz y abrir

un marco de convivencia para todos en el que pudiesen defenderse de-mocráticamente todas las opciones y supere todo enfrentamiento».-«ETA va radicalmente en la dirección contraria al camino que

desean la sociedad vasca y la española, el de la paz».

Un observador del proceso vasco que quisiera confrontar con laHistoria sus incontenibles ganas de ver luz donde ahora sólo se venterribles sombras podría alimentar su esperanza buscando un nue-vo paralelismo con el proceso de paz que actualmente hace sonreira Ian Paisley y Martin McGuiness en el norte de Irlanda. Y es quela tregua que ETA hizo volar por los aires en Barajas y rompió so-bre el papel el pasado día 5 de junio evoca la situación de estanca-miento que el proceso del Ulster vivió hace una década, antes dedesembocar en el desarme del IRA de hace dos años.La Declaración de Downing Street de 1994 había abierto las

puertas al diálogo y dejaba entrever la posibilidad de lograr unacuerdo resolutivo entre las partes. Pero, tras año y medio de con-versaciones, el IRA creyó que el proceso se había estancado y de-cidió atentar. Y aunque muchos entendieron que no quería causarmuertos, sino llamar la atención sobre la situación de bloqueo queapreciaba y presionar así a Londres para que retomara el impulsonegociador inicial, se cobró dos vidas más cuando, el 10 de febrerode 1996, un comando hizo estallar media tonelada de explosivosescondidos en una camioneta aparcada en la estación de tranvía deSouth Quay, en el distrito financiero londinense de Canary Wharf.Con aquel atentado, el IRA ponía fin a 17 meses de alto el fuego(por los 14 que ahora rompe ETA).

La violencia pareció desaparecer entonces de la escena para pro-piciar que se retomaran las conversaciones. Sin embargo, el 15 dejunio, y mediante el mismo mecanismo efectista de la camionetafuertemente cargada de explosivos, el IRA golpeaba Manchesterdestrozando literalmente su centro comercial, pero sin causar víc-timas mortales. Con sus dos atentados, la organización trasladó unmensaje de fortaleza que probaba que, si el conflicto no se desatas-caba, estaba en condiciones de hacer daño a los puntos neurálgicosdel país. Afortunadamente, el diálogo prosiguió de forma discretay, tras la llegada de Tony Blair al poder en 1997, el proceso recobrófuerza por encima de los brotes de violencia y devolvió la esperan-za a los irlandeses desembocando en los Acuerdos de Viernes San-to que se alcanzarían un año más tarde y que llevarían al IRA en2005 a inutilizar su arsenal y renunciar a la lucha armada.

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Una píldora contrala desesperanza

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<tas.Para aquellas almas cándidas que siguen confiando en ETA, el coche aban-donado en Ayamonte con 130kg de explosivo, tampoco será motivo de alarma,como no lo fue en su día, la bomba de Barajas, pero hay que suponer con rea-lismo que las ocho bombas que, al parecer, pretendían fabricar, no eran para ju-gar a las canicas. Ojalá me equivoque, pero creo que entramos de nuevo en eltúnel del dolor y de la tragedia que impone la violencia de ETA. Es la vieja nor-ia vasca del eterno conflicto que algunos consideran causa de una lucha, otrossimplemente niegan y muchos queremos resolver razonablemente, en el marcode la política y de la democracia sin la presión del chantaje terrorista.Se nos pregunta ¿quedan rescoldos del proceso y bases construidas para reto-

marlo? Leyendo las informaciones del Gara de estos días -hábilmente manipu-ladas, como es lógico- me quedan pocas dudas sobre las intenciones destructi-vas del proceso, por parte de las fuentes de dicha información. EvidentementeETA o Batasuna -igual me da, que me da lo mismo- han contado su versión delllamado proceso con un doble objetivo: en primer lugar, responsabilizar al Go-bierno de Zapatero de la ruptura por sus «incumplimientos» y dejar sentada lanaturaleza política de la negociación que sustentaba el proceso. ETA tiene es-pecial interés en esto último, por razones obvias. Pero nadie debe sorprenderseporque siempre han hecho lo mismo. Es decir, cuando han considerado acaba-do el proceso y han decidido volver a la violencia, cuentan los secretos de lotratado, se atribuyen toda la razón de su causa y de su intervención en el diálo-go y de paso, destruyen a sus interlocutores. De manera que no hay bases en esepasado porque, entre otras cosas, ellos mismos las han destruido.Desconozco los lazos humanos y políticos trabados en estos años. No los des-

precio pero ya no sirven. Lo más grave de lo ocurrido es que ya no podemosconfiar más en tantos portavoces oficiosos que nos dicen una cosa y hacen lacontraria. Que aseguran el fin de la violencia y desconocen lo que piensan ohacen los violentos o simplemente nos engañan aceptando la violencia parale-la de sus primos. Lo importante es aprender del pasado y hoy sabemos que yano bastan las «treguas» ni los «alto el fuego» ni nada parecido porque ETA hademostrado que esos movimientos son tácticos y que nunca ha habido verda-dera voluntad de cese de la violencia. Lo evidente es que ellos conciben el fi-nal tras una negociación acompañada de presión violenta que pone un precioa su disolución. Lo que se ha probado es que ETA no acepta su disolución acambio de su inserción humana y política en la democracia, es decir, a cambiode defender sus reivindicaciones con la voz y la palabra sino que pretende im-ponerlas a cambio de la paz.Y así no. Así no puede haber proceso ni paz. Con esta organización incapaz

de ver el siglo XXI, prisionera de su lógica militarista y enloquecida por su pa-ranoia de representar a un pueblo oprimido que lucha con las armas para libe-rarlo, con esa ETA y con su mundo político plegado y sometido a su delirio, nohay camino.Quizás sea pesimista pero ¿tienen ustedes razones para desmontar mis argu-

mentos? ¿Recuerdan el comunicado de la ruptura de la tregua en junio de 2007?Léanlo y piénsenlo.

El pasado 5 de junio, ETA anunciaba la ruptura oficial de la tregua que mantenía desde marzo del año pasado. Pocashoras después, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, comparecía ante los medios para subra-yar que la organización se había vuelto a «equivocar», pero también para apuntar que él seguirá trabajando, empeñándo-se en que «la paz se alcance cuanto antes». A renglón seguido, Arnaldo Otegi, en su valoración de la noticia, se compro-metía a «redoblar esfuerzos» para que «el proceso se dé», y concluía afirmando rotundamente que «no se puede transmi-tir a la ciudadanía que todo ha acabado, porque no es verdad». ¿Está el conjunto del proceso totalmente muerto y ente-rrado tras el atentado de Barajas y el comunicado del fin de la tregua, o quedan rescoldos de los que, como sucedió en Ir-landa, podría renacer en un futuro más o menos cercano aprovechando las bases construidas durante estos meses?

¿Punto final

¿Está definitivamente roto el proceso? ¿Podrá reanudarse alguna vez? Para res-ponder a las preguntas centrales de este debate sin fin, hace falta conocer dossecretos. El uno es de pasado, del reciente pasado y consiste en calibrar con

exactitud qué pasó para que ETA decidiera romper elalto el fuego permanente de marzo de 2006, en la Ter-minal de Barajas el 30 de diciembre de ese mismoaño. El otro es de futuro y afecta exclusivamente a losdirigentes de ETA, puesto que sólo ellos saben si vol-verá a haber atentados o no.Yo tengo pocas dudas sobre ambos interrogantes,

aunque, naturalmente, me baso en análisis y especu-laciones. Análisis e informaciones sobre lo aconteci-do en los últimos años y especulaciones sobre previ-siones de la violencia. Siento decepcionar a los lecto-res de Haritu, pero, sí, estoy convencido de que elproceso está roto. Definitiva e irreversiblemente fini-quitado. Si no lo creyera y afirmara así, estaría acep-tando una dinámica predemocrática inaceptable co-mo es la negociación del fin de la violencia a travésde un diálogo político con ETA.De la experiencia producida en estos años pasados

todos debemos extraer enseñanzas y consecuencias.Mi lectura del pasado es ésta: por razones varias que no hace falta repetir, a lolargo del año 2004 el Gobierno llega a la conclusión de que hay una seria opor-tunidad de fin de la violencia. Más allá de propuestas concretas y declaracionesvarias, fuimos persuadidos de una clara voluntad de negociar el fin de ETA enel marco de nuestras leyes, es decir, sin contrapartidas políticas que modificarannuestro statu quo jurídico-político. Durante meses, ese camino se ha ido cons-truyendo discreta e inteligentemente, hasta que el 22 de marzo de 2006 ETAanunció el alto el fuego permanente. ¿Qué ocurrió a partir del verano de 2006para que todo se frustrara? Dos cosas que no podremos olvidar: la primera, laaparición de una controlada y planificada violencia paralela al diálogo, que ge-neró una creciente suspicacia sobre la auténtica voluntad de abandono de lasarmas por parte de ETA y Batasuna (encapuchados en Aritxulegi, Kale Borro-ka, robo de armas, movimientos operativos en Francia, etc). La segunda es la re-aparición en el diálogo de una serie de viejas demandas políticas, inviables, de-mocráticamente hablando, al mismo tiempo que se rechazaba el diálogo sobrela disolución de ETA.Encajonado el proceso en esas condiciones imposibles, a los dirigentes etarras

no se les ocurrió mejor idea que ordenar un gran atentado en Madrid para «en-grasar el diálogo», que dirían ellos.Mi lectura del futuro es que ETA volverá a la violencia. En el momento de

escribir estas líneas (finales de junio) todavía nada ha ocurrido. Pero, quien sa-be si cuando sean publicadas o leídas, no tendremos sobre la mesa del análisis,nuevas desgracias humanas que añadir a la larga lista de víctimas de los terroris-

14 Haritu

Ramón JaureguiPortavoz del PSOE enla Comisión Constitu-cional del Congreso delos Diputados

Ezbaian

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>rrerse el camino hacia la paz en un conflicto que necesita medicina política para re-conocer la existencia de un pueblo y el respeto a su libre decisión democrática.A pesar de que Zapatero, pienso, es consciente del valor y de la posibilidad de lle-

gar a un escenario de paz, ¿por qué ha especulado hasta la saciedad con esta oportu-nidad pretendiendo debilitar a la izquierda abertzale y desvirtuar un proceso integralde soluciones políticas? A mi entender, Zapatero ha buscado atajos para evitar unproceso de diálogo y negociación política intentando ensamblar un final dialogadocon una mera remodelación estatutaria, pretendiendo aplicar un «modelo catalán»que en Hego Euskal Herria no sirve. En lugar de abordar con determinación los pa-sos que necesita un auténtico proceso de diálogo y negociación, ha priorizado, con elaval e interés del PNV, el debilitamiento de la izquierda abertzale en el marco de unageometría política influenciada por el ruido que hacían el PP y sus «hooligans» me-diáticos. ¡Así es imposible!En esta mirada retrospectiva habrá que considerar los errores que la izquierda aber-

tzale haya, también, cometido en modelo de negociación o en la implicación de lasociedad en el mismo. Da la impresión que se ha hecho un proceso sin sociedad, enel ático político. Es verdad, además, que no se pueden eludirlos hechos de Barajas, pero hay que recordar que hasta el 30de diciembre pasan muchos meses en un esquema especulati-vo que termina por horadar confianzas, aumentando los meca-nismos posicionales de negociación.Decía un experto sudafricano que las negociaciones posicio-

nales siempre terminan en ruptura, que sólo se desarrollan oavanzan las llamadas negociaciones de intereses; es decir, enuna negociación las partes tienen que convencerse del interéscomún del proceso abierto, de lo contrario rápidamente la ne-gociación se convierte en un espacio de especulación, cálculopolítico y degradación.¿Y ahora qué? Ésa es la pregunta que nos hacemos todos y

todas. ¿Todo está roto? ¿Empezamos de cero? Creo que detrásde la ruptura de este proceso o intento negociador hay factoresnegativos, pero también hay que considerar cuestiones positi-vas que deben ser trabajadas adecuadamente para el futuro. Se han debatido y trata-do los temas nucleares. Se han considerado los problemas y límites recíprocos. Hanexistido acercamientos considerables en el llamado diálogo de Loiola. ETA, por pri-mera vez en su historia, ha hecho propuestas para desmantelar las estructuras mili-tares en función de la proyección de un proceso de diálogo y negociación que abor-de en términos democráticos un acuerdo integrador sobre territorialidad y derecho adecidir.Así pues, no partimos de cero; las cartas están sobre la mesa. El camino recorrido

puede y debe servir para poner bases sólidas e irreversibles a un auténtico proceso dediálogo, de negociación hacia un acuerdo que ponga cimientos a una «segunda tran-sición» democrática en Hego Euskal Herria. Zapatero sabe que es posible y que la pazpodría estar cerca. La cuestión, tras la experiencia de estos últimos meses, es saber siasumirá los riesgos, los compromisos básicos para una reconstrucción necesaria delproceso para una solución política negociada.Por eso, en este momento de incertidumbre colectiva, es más necesario que nun-

ca establecer los mecanismos de comunicación, contraste y negociación que permi-tan encauzar la situación. Apostar por lo contrario, encarcelando interlocutores,adoptando medidas vengativas o apelando a «unidades o pactos antiterroristas» esmantener la confrontación, la conculcación de derechos y el sufrimiento sin perspec-tiva. Es volver a caminos ya transitados y conocidos en sus múltiples y desgraciadasconsecuencias. El diálogo y la negociación no tienen alternativa para solucionar elconflicto y la izquierda abertzale, estoy convencido, siempre estará abierta a recorrerese camino.

Si hace casi 15 meses el anuncio de alto el fuego de ETA abrió un horizonte deesperanza en la sociedad vasca, la ruptura de este compromiso, en el marco de unproceso de diálogo y negociación totalmente atascado, abre un panorama pleno deinterrogantes, sombras y preocupación que hace necesario un mayor esfuerzo de re-flexión constructiva por parte de gobiernos, comunidad internacional y agentes so-ciopolíticos de Euskal Herria.No es momento para fatalismos que expandan el pesimismo y la resignación pre-

dicando la entrada en un túnel que cierre sine die el anhelo de la sociedad vasca.Tampoco para frivolidades y voluntarismos, cuando existe una realidad de sufri-miento y vulneración masiva de derechos básicos. Entiendo, eso sí, que, por enci-ma de los hechos objetivos -ruptura del proceso negociador iniciado-, todas las par-tes tienen que seguir trabajando en la misma dirección: encauzar un proceso real desoluciones democráticas que permitan construir la paz. Lo contrario sería condenara la sociedad vasca a la pérdida de esperanza y a la convivencia en confrontación.Dicho esto, ¿por qué hemos llegado a este punto? ¿Qué es lo que ha pasado? Si

tan cerca hemos estado, o podemos estar, de un auténtico proceso de diálogo y ne-gociación, ¿por qué esta situación de ruptura?; y, ¿por qué se ha desaprovechado es-ta oportunidad con decisiones y actuaciones incomprensibles?En la sociedad vasca y la comunidad internacional se generó una gran expectati-

va. El escenario que se abría necesitaba de prudencia, tranquilidad... pero, sobre to-do, de convicción y confianza entre los sujetos determinantes en la construccióndel proceso de diálogo y negociación política. La experiencia de otros procesos si-milares apelaba a tejer complicidades que fueran capaces de superar los obstáculosque, a buen seguro, podrían surgir.La inexistencia de un pacto de Estado para abordar un problema de Estado fue

una primera gran carga de profundidad contra el nuevo contexto. El PP y su espa-cio mediático establecen desde el primer minuto una estrategia de acoso y desgas-te que permanentemente sitúa a Zapatero y al Gobierno socialista en posiciones de-fensivas e, incluso en ocasiones, para contradecir al PP, en actuaciones más regresi-vas. Son los tiempos de actuaciones de la Audiencia Nacional, encarcelamiento deArnaldo Otegi, aplicación de la doctrina Parot a más presos y presas, caso de Iñakide Juana, mantenimiento de impulsos ilegalizadores en la actividad de la izquierdaabertzale...; es decir, con la nueva situación se mantenía un arsenal político-judicialcontra la izquierda abertzale totalmente incompatible con el contexto que abre elalto el fuego.Esta estela de presión político-judicial, de chantaje con presos y presas, de vacío

en la consolidación de un espacio de diálogo y negociación política, ha sido unaconstante en la hoja de ruta de Zapatero. Detrás de palabras que pretendían darcuerpo a un nuevo talante político y voluntades etéreas de «recorrer el camino ha-cia la paz», nos hemos encontrado con un Gobierno débil y dubitativo. Un Gobier-no incapaz de soltar amarras con respecto a la presión del PP y sectores del Estadoy, al contrario, en continuo vaivén, al ritmo del titular de tal o cual medio de co-municación. Zapatero ha sido rehén del CIS, ha estado preso de presiones internasy permanentemente ha actuado, por sus dudas y cálculos perversos, a remolque dela agenda impuesta por el PP. De esta manera no puede funcionar, no puede reco-

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Rafa DíezSecretario Generaldel Sindicato LAB

o posible reanudación?

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Tina, ene maitea

Alegiak

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MMomentu zailenetan ohitura txarra hartu zuen,inor kontutan hartu gabe lurrak irentsi zezan uzten zuen.

Drogen putzu sakon eta ilunak irentsi zezan utzi zuen Tinak momen-tu zailenetan. Ni kontuan hartu gabe, inor. Alta, litxarreria hilgarrienmaitaleen patua da hori, menpekotasunaren atzaparretan eroritagainerakoak, ingurukoak, bihotzekoak, beren bizitzatik erbesteratzeakaltea baino egingo ez dien maitale ahalguztidunaren mesedetan.

Luze, luze eskertu zuen zure,zure gogo eta izate.Beti izan zintuen gogoan,ohartu ez bazinen ere.

Zalantza hori izango dut betiko, marraskaka. Izan al ninduen gogo-an? Eta gaur egun, gogoan al nauka? Eskergarri ote zitzaizkion nire go-go eta izatea? Nola lagundu, ordea, laguntzari muzin egiten dionari?Zaila da herioaren atakan joka dabilenari eskutik heltzen saiatzea.Eromen bihurtzen da azkenean. Ezintasunaren sentsazio hutsala.

Beti izango zaitut gogoan, nere azken eguna iritsi arte.

Beti izango zaitut gogoan, Tina. Hiru minutu eta hogei segundo.Gehiago ez. Nahikoa nire bihotzean zartadura sakonak egiteko.Samina da maitatzea, borrokatzea; samina zoriontsu izatea ere. Eztarriageratzen zaidan garagardo apurrarekin busti eta banoa, nire lo eskasazgozatu, edo agian hobe nire loa pairatu, ohi duen ohean etzatera. Niregorputzari hiru orduz atseden har dezan agintzera, soilik hiru orduz. A-tsedenaldi luzeagoen lekuko zen nire ohea Tina alboan nuenean. Bigorputzen arteko ezkontzak irudikatzen duen maitasunezko a-tsedenaldiena. Laztanen ordu ahantzia.

undu desorekatuan instalatzen ahalegindu zen...

Hiru minutu. Oroi-minerako hiru minutu. Kerobiaren doinu eta hi-tzen goxotasun melodikoaren magalean. Oroitzapenei tiraka. Astebu-ruro gau luzeetako aterpe dudan nire auzoko taberna-zulo honetan tal-de iruindarraren «Tina, maite zaitut» nire belarrien barrunberainokobidea egiten hasi da. Malekoniazko bidea nire kasuan. Sentipenezkoa.Zigortzailea ere bai.

Mundu desorekatuan instalatzen ahalegindu zen, eta ez zuen inoiz galde-tu ere alboan ote zinen.

Are zehatzago: hiru minutu eta hogei segundo. Nafar musikarien«Rose Scargot» disko bikainaren abestirik laburrena da, denborak be-rahala daroana, beti nahi baino lehenago. Tamalez. Ezin konta ahalaminutu emango nituzke nik sentimendurik hunkigarrienak ernatzendizkidan kanta honen doinuetan murgilduta, bide batez garagardoarenitsasoan igeri eginez hasia naizen honetan, itotzen oraindik ez. Auska-lo hori ere ez ote den laster gertatuko. Bost axola. Kalterako badut ere,gauaren luzetasuna hitz madarikatu hauei helduta joko nuke. Bihotzaurratzen badidate ere. Antza, gizakiaren joera omen da, madarikazioaesango nuke nik, samina eragin dioten gertaerei lotuta, atxikita, geldi-tzea. Eta ni irmoki iltzaturik nago, tinko. Belenen jaiotakoa gurutzeanbezala. Nireak ziren espazio guztiak opa nizkion Katalinari, Kerobiare-na ez nirea den Tina maiteari.

María Lizardi Idazlea

Ramanujan Marrazkiak

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gai izateko eskubide demokratikoa, urratu egin diate. Torquemadarenlagun inkisidore horiek!-Ez zekiat nik! Ez diat piperrik ulertzen. Alderdi bereko zerrenda ba-

tzuk baliogabetuta, beste batzuk ez. Nahaste-borraste galanta. Zerrendakutsatuak? Itsasoa, horixe bai ari gaituk kutsatzen. Uretara isuritakozinkinkeria munta-eskerga hilzorira zeramak antxoa. Ikusiko orduan.Etorkizun goibela.-Etorkizun goibela euskal herritar askorena bozka ematen ere uzten

ez bazigutek. Erantzun egin behar zaiok bidegabekeria honi. Nolabait.Maiatzaren 27an herri-eskolan izango nauk, pankarta eskuetan. Bide-gabekeria honi aurre egiten.

Joxe Antonio eta Tomas Etxalekukoaren elkarrizketa hau entzunnuenerako banekien han izango nintzela ni ere. Ordurako jasoa nuengutuna. Hitzordura huts egitea otu zitzaidan, eta horretarako zori-zorian egon nintzen, Anderrek, Krisketako goizeko txandakotabernariak, kontuz ibiltzeko esan zidan arte.

-Imanol, ez duk hain erraza marroi horretatik libratzea. Ez bahaiz zin-tzo portatzen, isuna hartuko duk.-Ez, ba! Nolako isuna?-Diru kontuko isuna soilik ez, espetxealdia ere omen zegok jokoan

«herritarren betebeharra» den lan honi ihes eginez gero.-Espetxealdia? Ziegara? Hauxe fardela sartu zidatena!

00.09. Ion Endarlazak, zozketan nirekin eta Ainhoa Epelderekin ba-tera hautes-mahaian egotea egokitu zitzaionak, ireki du eskolako ateabozkatzera datorren jendearentzat. Kalean jada badira horretarako zaindaudenak, hamar bat lagun. Jendeak igande batean ez al du bestezereginik goiz jaikitzea baino? Krisketan ez, tenore horretan jada itxitadagoelako, Ekine taberna goiztiarrean harrapatzen nau ni ordu horrekigandeetan, oraindik etxeratu gabe, jakina.Guztiz ezberdinak ziren igande goizak Tinarekin. Behintzat hasiera-

ko garaietan. Bezperan sofaren gainean elkarri gerritik, bizkarretik, es-kuetatik helduta zinema-istorio batez gozatu gauerdira arte eta igande-an goiz jaiki. Pasioa eman, hamaiketako oparoa dastatu...Milagarren edo miloikagarren aldiz Tinarengana naramaten oroi-

tzapenek lausotua nagoela, nortasun agiri bat jarri dute bozkak gorde-tzeko kutxaren gainean. Eta eskuetan hartu dut.Katalina Elizegi Otxoa, Jose Luis Elizegiren eta Juana Maria

Otxoaren alaba. 1968an jaioa, Artiagoitin.

Lotarako hiru ordu, prestatzeko hamar bat minutu eta, goizeko zor-tzietarako, pixka bat lehenago ziurrenik, herriko eskolako atarian. Ba-so-esnerako tarterik ez, ez eta kaferako ere, edari alkoholgabe horienzaporea aspaldi ahaztua duen honentzat.Gutunean agindu bezala, zortzietan herriko-eskolan. Hitzordu

saihestezina, edo behintzat saihesteko zaila. Ez du inporta, trukean53.34 euroko ordainsaria. Otorduak egiteko ematen omen dute diruhori. Sos hori sakelarako eta egun oso bat Krisketa nire taberna-zulo-tik urrun, nire eguneroko galzoritik aldenduta, Tinarengananaramaten zorabiozko amets gazi-gozoei agur eginez, egun bakar bate-rako agurra bada ere. Apika, agur zerrenda luzea, behin betikoa,etorriko da atzetik. Hobe hala balitz, bai!

07.45. Atarian naiz. Bakarrik. Eguneko bigarren zigarretaren keaxurgatzen. Eta alde egingo banu? Ordu amaiezinak mahai baten a-tzean herrikide guztien nortasuna, segundo gutxiz bada ere, deskubri-tuz? Nortasun ezberdinak, bai, eta zer! Azken buruan, artalde berekoakgara denak. Artzaina galdua dugun artalde berekoak. Agirian ezkertiardeiturarekin sinatu eta jokabide eskuindarra dutenak, eskuindar direlaaldarrikatu eta egiazki izaera sozialista nagusitzen zaienak, ezkertiaragertu eta badirenak... Zer leku ote dut nik nahasmen-kutxa horretan?

08.20. Dena dago ondo, hautestontziak, kabinak, gutun-azalak etaboto orriak eskatu bezala daude. Gorabeherarik ez, mementoz.Aurtengoak gatazkatsuak izango direla dago iragarrita. Krisketan egu-neroko solasaldiko gai bihurtu da hondar aste honetan.

-Zerrendak kutsatuta? To! Demokrazia, hori bai zegok aski ku-tsatuta, kirastua. Ez gaituk libre herri honetan hautu politikoa ere uka-tzen bazigutek!-Egingo zinaten gaiztakeriarik! Hola edo hala, besterik gabe, ez dituk

jartzen debekuak, areago instituzio goren horietatik.-Ezetz? Hi ez al habil beti beti biraoka dabilena lege-debekuak dire-

la eta? Badakik zerrenda bat osatzen hasita luze emango geniakeelabarra honen aurrean.-Antxoa harrapatzeko debekua. Horrek egiten didak niri zauririk

mingarriena. Ez niri bakarrik. Emazteari eta gure haurrei ere bai. Etajakina, gainerako arrantzaleei, eta beren emazteei, eta berenhaurrideei. Ez dik itxura onik kontu honek. Itsasoa utzi beharko laster.-Hara, bada! Uler nazak orduan. Ezin diat hautatu ordezkari

politikorik, ez nahi niakena behintzat, debekatu egin diatelako hauta-

Alegiak

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Irtenaldia mundura ez zuen Artiagoitin egin, Donostian baina, adi-nez gertukoak garen herriko asko bezala. Hiriburuko ospitaleren bate-an jaio baina nortasun agirian herriaren, gure izatearen, izenarekin si-natu.Artiagoitiko Kale Berriko bigarren zenbakian helbideratua. Kilome-

troen urruntasunak ez ei du sorterriarekiko zilborrestea ebakitzen. Be-re sustraiak nolabait bizirik, oroimenan galdu gabe, mantentzeko mo-dua da herrian helbideratuta jarraitzea? Ez dakit, garrantzi nabarmenikbai galdera horrek? Hemen da, oraintxe. Nire aurrean dut. Tina. Kero-biarena ez, nirea.

«Samina da maitatzea, borrokatzea;samina zoriontsu izatea ere»

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Haritu: una de las noticias, lamentable-mente, más comentadas últimamente es laruptura de la tregua por parte de ETA.¿Qué opinión le merece?

Mbuyi Kabunda: es una noticia muy triste.Que se consiguiera llegar a vivir en paz, aun-que de una manera relativa, sin muertes, hasido extraordinario. La ruptura del alto elfuego en este país que yo tanto amo, en elque viví del año 1998 al 2000, es muy preo-cupante. Gracias al Partido Socialista, sehabían dado muchos avances, ya que semostraba con disposición a dialogar, a escu-char. Pero parece que ahora, aunque me gus-taría que no fuera así, han acabado con elmandato del PSOE.

Haritu: sin embargo, ETA justifica su deci-sión aduciendo la falta de iniciativa por par-te del Gobierno español.

Mbuyi Kabunda: el Gobierno está entre dosfuegos. Por un lado, tiene al PP, que ejerceuna oposición radical utilizando la luchacontra el terrorismo como tema de campa-ña. Por otro, soporta la presión de ETA. Noes fácil para un gobierno adoptar una acti-tud coherente, y me da mucha pena, porque

con la decisión de ETA, en general, se hapresentado la actitud del PSOE como inco-herente e irresponsable. Al final, el granperdedor va a ser el PSOE y el PP va salir fa-vorecido, teniendo en cuenta que las Elec-ciones Generales están a la vuelta de la es-quina. El anuncio de ETA va a traer el retor-no del PP, de su línea pura y dura, y del findel diálogo, de cualquier forma de diálogo.

Haritu: ¿cree que hay posibilidades de reto-mar el proceso de paz?

Mbuyi Kabunda: se debe retomar, porqueno hay solución al problema vasco median-te la violencia. Es la peor de las opciones. Sedebe dialogar, y ETA debe comprender, y yocreo que lo sabe muy bien, que se puedenconseguir muchas cosas negociando, avan-zando con el PSOE, con el gobierno del pro-greso, y no con la gente que utiliza su nega-ción y su violencia para seguir reprimiendo.

Haritu: usted pertenece a la ONG Sodepaz,que nació con el objetivo de ayudar a quelos países del sur se emanciparan. ¿Piensaque el País Vasco no se ha emancipado encuanto no ha podido ejercer el derecho deautodeterminación?

Mbuyi Kabunda: yo pongo como ejemplo elcaso africano, que se puede extrapolar aquí.Me refiero al afrofederalismo, partiendo delpropio pluralismo étnico y cultural de la so-ciedad. El Estado africano es multiétnico,multicontinental, multinacional, más o me-nos como España, con los gallegos, los cata-lanes, los vascos, los andaluces... y hay querespetar este pluralismo cultural de las na-cionalidades. A mi parecer, aquí, con laexistencia de las Comunidades Autónomasya se dio un paso muy importante, porquepienso que la solución consiste en la descen-tralización, la desconcentración, la demo-cracia ciudadana, en acercar el poder a sususuarios y sus beneficiarios, y en España conlas Comunidades Autónomas el problemaha sido resuelto en cierta medida. Africa,sin embargo, es un estado unitario, centrali-zado, jacobino, que se impone desde arriba.El derecho al etnodesarrollo es fundamentalpara un país, a desarrollarse según su cultu-ra, su lengua y sus valores, y ¿por qué no elderecho a la autodeterminación? Yo creoque corresponde a los vascos decidir sobre sudestino, quizás en colaboración con los es-pañoles y los franceses, con quienes hancompartido el pasado y el destino. Se debehallar una fórmula de una cierta autonomía,

Mbuyi KabundaMiembro de Estudios Africanos de la UAM

Arropado por la paz interior que embriaga a quien se acerca al enclave del Santuario deArantzazu encontramos el mes pasado a Mbuyi Kabunda, trasladando la realidad africanaa la sociedad vasca dentro de las jornadas organizadas por el centro Baketik y la Funda-ción Tau sobre el continente negro. «Un modelo afrocentrista que fortalezca la capacidadde actuación interna» es la fórmula que defiende este socio de Sodepaz y miembro del Ins-tituto de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma de Madrid que afirma que «elfracaso que se recrimina a Africa es el fracaso de Occidente».

En primera persona

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María Lizardi Texto

Karlos Corbella Fotografías

«En Africa la ayuda aldesarrollo ha servido para

todo, salvo para el desarrollo»

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En primera persona

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aunque, como he dicho, con las autonomíasse ha avanzado bastante, pero es necesarioencontrar otra fórmula para resolver el pro-blema vasco. He hablado mucho con amigosvascos sobre el derecho de autodetermina-ción y me han dicho que un Estado vasco esviable, pero yo, sobre todo, insisto en el de-recho al etnodesarrollo, según los valores deeste país, como su lengua, el euskara, unalengua tan bonita. Valores que han de serrespetados y no negados como a los africa-nos, que nos han negado nuestras lenguas enfavor de las coloniales. Hoy por hoy, en estemundo de la globalización, donde el mundose ha integrado globalmente y desintegradolocalmente, se debe, al mismo tiempo, per-mitir este globalismo y reconocer lo local.

Haritu: se ha definido usted mismo como unafrorrealista. ¿Podría explicarlo un poco?

Mbuyi Kabunda: es sencillo. En la actitud ovisión de los problemas africanos suelen pre-dominar dos extremos: por un lado, el afroca-tastrofismo, donde únicamente se ve el lado

tener en cuenta a los que caían en los combates, losque tiraban al mar y se convertían en comida paralos tiburones o los que mataban por la propia ley dela oferta y la demanda. De cada diez, uno llegaba alNuevo Mundo y nueve se quedaban en el camino.Sumando, 200 millones, eso es así. Fue una sangríahumana, se golpeó a Africa en su razón de ser. Deahí el fracaso del desarrollo, de ahí el fracaso delpropio Estado. Son orígenes históricos.

Haritu: ¿debemos atribuir a Europa, entonces, elorigen de los conflictos africanos?

Mbuyi Kabunda: ahí quería llegar. 100 años de colo-nización y, después, el neocolonialismo. Se da una in-dependencia ficticia, decorativa, pero en el fondo sesigue controlando la economía y el proceso de tomade decisiones del nuevo Estado. Y ahora, la globaliza-ción neoliberal, la peor, que, después de la esclavitudy la colonización, la que más daño nos ha hecho. EnEuropa existe una visión simplista de los problemasafricanos, que tienen orígenes más complicados.Aquíse se atribuyen a causas étnicas: «son combatesétnicos en los que se están matando los unos a losotros». Es una lectura monolítica, cuyo objetivo nodeclarado es responsabilizar a los africanos de sus con-flictos, eludiendo las responsabilidades exógenas.

Haritu: ¿qué puede decirnos de la creciente presen-cia norteamericana sobre todo en determinados paí-ses del Africa occidental?

Mbuyi Kabunda: EEUU ha estado en Africa desdela Guerra Fría, desde la lucha contra la Unión Sovié-tica, en la época de la bipolaridad. Hoy por hoy, supresencia es cada vez mayor por el control del petró-leo como sustituto del petróleo de Oriente Medio.

Haritu: pero EEUU justifica su presencia dicien-do que interviene para evitar brotes de terrorismoislámico.

Mbuyi Kabunda: también. Durante la Guerra Fría,Africa perdió su importancia geoestratégica, perotras el 11-S, ha vuelto a recuperar su importancia yatractivo, por dos razones: la primera es que los nor-teamericanos piensan que en Africa hay muchos es-tados que son zonas de nadie, sin control, y que pue-den servir de retaguardia para Al Qaeda con el fin deatentar contra los intereses norteamericanos. Razónpor la que los EEUU lanzaron la Iniciativa Pan Sa-hel, para entrenar las fuerzas de los países del Sahel

negativo de Africa, haciendo una definiciónnegativa del continente y reproduciendo tópi-cos, estereotipos del siglo pasado, y por otro,el afrooptimismo de la autocomplacencia,atribuyendo todo lo que sucede en Africa alcolonialismo y al neocolonialismo, sin negarsus responsabilidades en la agonía del conti-nente. Yo me aparto de ambos extremos paraatenerme a lo que amo: el afrorrealismo; esdecir, ver tanto el lado negativo como el posi-tivo, expresar la realidad africana tal y comoexiste, objetivamente. Viendo en cada plante-amiento más las causas que los efectos.

Haritu: más allá de esa visión catastrofistaque nos trasladan los medios de comunica-ción, ¿qué nos puede aportar Africa?

Mbuyi Kabunda: tiene mucho que aportar. Enprimer lugar, el humanismo. Esto es algo quefalta al mundo actual, donde priman el indivi-dualismo y la competitividad. El africano pue-de traer el humanismo, este sentimiento de vi-da gregaria y solidaria del que carece la socie-dad. Por otra parte, el arte africano, que inspi-ró a muchos europeos de siglos pasados, inclu-so a Picasso con el cubismo, puede ser unaaportación muy importante. En el panoramadel arte, Africa puede aportar muchísimo y, dehecho, lo está haciendo ahora, en una Europacada vez más rica y más vieja. Es un arte de unavalor excepcional, de una inspiración milena-ria. Nos tachaban de pueblo sin historia y sincultura y, precisamente, somos lo contrario,gozamos de un arte envidiable.

Haritu: la ayuda que está brindado Europa aAfrica se ha convertido en un arma de doblefilo, ya que los africanos se sienten deudores.

Mbuyi Kabunda: Europa está devolviendo aAfrica lo que le quitó durante mucho tiempoy no ha llegado a pagar aún suficientemente.Empezando por la esclavitud, ésa es una deu-da que tiene Europa y que duró cuatro siglos,del siglo XV al XIX. Unos autores hablan decinco millones de esclavos, otros de quincemillones, veinte... El profesor Joseph Ki-Zer-vo, que acaba de fallecer y fue conocido porsu rigor científico y académico, hablaba de200 millones. No hay que contar sólo los quellegaron al Nuevo Mundo, también hay que

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e incluso de Africa del norte, desde Senegalhasta Argelia y, en cierta medida, Marruecos,siendo el objetivo fortalecer la capacidad deestos estados, de controlar el Sahára y el Sa-hel, que es un desierto y que pueden utilizarlos terroristas. De ahí el interés por Africa.También por el petróleo. EEUU ve amenazadosu acceso al petróleo en Oriente Medio por laguerra, tanto en Irak como en Afganistán, unpetróleo que pasa por los estrechos y que, encaso de guerra, es muy vulnerable y, además,tiene un coste alto. En consecuencia, están in-tentando encontrar una alternativa en el Gol-fo de Guinea, donde el petróleo se puedetransportar fácilmente. La materia prima estáen alta mar y lejos de los disturbios del contin-tente. Proyectan, en su estrategia de diversifi-cación de aprovisionamiento a escala mun-dial, pasar sus importaciones del Golfo deGuinea del 15% actual al 25% en el año 2015.

Haritu: ¿cree que Africa debería buscar suspropias alternativas para reorganizarse sindepender tanto de la ayuda exterior?

Mbuyi Kabunda: sí, sí. El proceso de desarro-llo es, ante todo, un proceso endógeno quetiene que partir de las propias iniciativas yesfuerzos internos. La ayuda puede servir só-lo de paliativo. ¿Me podrían poner comoejemplo un solo país en el mundo que se hadesarrollado con la ayuda al desarrollo? Queyo sepa, no. Suelen decir que los Dragonesdel Sureste Asiático, pero es falso, porque, enprimer lugar, el papel que jugó el Estado fuefundamental. En esos países el Estado creíaen las infraestructuras, que después sirvierona las actividades del sector privado. Otro fac-tor determintante fue que nunca aplicaronlas condiciones políticas y económicas de lasgrandes financieras internacionales. Ade-más, dieron prioridad a la emancipación dela mujer y a la educación. Esos países recibie-ron muchos fondos de la época de la GuerraFría para luchar contra el comunismo, perofue un proceso globalmente interno y, des-pués, supieron conquistar los mercados ex-ternos. Por eso digo que el desarrollo supone,ante todo, una ruptura. Una ruptura conconcepciones, rupturas prácticas. Para eso,Africa tiene que contar con sus propias fuer-zas. Bienvenida sea la ayuda externa, pero

como un paliativo. No debe ser el objetivoprincipal, porque no se puede perder de vistaque el que da es luego el que manda.

Haritu: la emigración es otro de los grandesproblemas a los que se enfrenta Africa debi-do a esa falta de desarrollo...

Mbuyi Kabunda: Africa es el continente quemás dinero ha recibido y el resultado está ahí:el fracaso del desarrollo, o el desarrollo delsubdesarrollo. Porque en Africa la ayuda aldesarrollo ha servido para todo, salvo para eldesarrollo. Los intereses del norte, los intere-ses de los dirigentes africanos... prima la ma-la gestión. Era la ayuda de los países ricos a losricos de los países pobres. Además, se ha ayu-dado en los aspectos en los que había intere-ses, allí donde estaban las clases gobernantesafricanas, pero la ayuda nunca se ha utilizadopara luchar contra la pobreza. No. Ha sido laconstrucción de grandes elefantes blancos delas infraestructuras de la modernidad según elmodelo occidental de desarrollo basado en laindustrialización, la urbanización, la creacióndel estado-nación. Los países más pobres so-mos los países más endeudados como conse-cuencia de la deuda, que no se ofrece comouna ayuda o donación, sino como un présta-mo, un negocio. Desgraciadamente, en el fe-nómeno de la emigración, se ven más los efec-tos que las causas. Aquí se trata a los inmi-grantes como invasores, incluso con tópicos:«será un árabe terrorista, vividor, aventurero,el negrito sidoso». El efecto llamada es conse-cuencia de esas desigualdades estructurales y,mientras sigan, hay que prepararse, el fenóme-no migratorio no ha hecho más que empezar.

Haritu: se está intentando ponerle límites.

Mbuyi Kabunda: cuando llegué a este país,todavía llegaban aquí en avión. Después era através del estrecho en buques, ahora en cayu-cos y mañana encontrarán otra vía, en avione-tas por el espacio o por medios subterráneos.El problema que tienen allí es que la diferen-cia del nivel de vida entre un europeo y unafricano es tal, que un africano tiene que espe-rar 150 años para alcanzar el nivel de vida deun europeo. Y para alcanzar el nivel de vida deun inglés, el baliense necesita 250 años. El ar-

gelino 150 años. Esto desanima incluso al máspaciente. Hay que reducir estas desigualdades.Es un problema de justicia.

Haritu: pero la brecha cada vez es mayor.

Mbuyi Kabunda: mientras Europa siga man-teniendo su arrogante nivel de vida, constru-ída a través de la destrucción y robo de otrospueblos, esto seguirá adelante. Pero bajemosal nivel de las soluciones. Es un problema hu-mano, no policial ni administrativo. E inclu-so es un fenómeno que ha existido desde quela humanidad es mundo, siempre se habíapermitido a los seres humanos desplazarse,mezclarse, como forma de evolucionar. Porprimera vez, se están poniendo barreras a unfenómeno natural. El problema es estructural.Ante una Europa cada vez más vieja y rica yuna Africa cada vez más joven y más pobre,se constituye el efecto llamada. Y las solucio-nes consisten en un trato también estructu-ral. Se ha hablado del codesarrollo; es decir,ayudar a los países africanos en la zonas depri-midas utilizando a los propios emigrantes co-mo agentes de la cooperación al desarrollo.Hay otro aspecto de la emigración más preo-cupante: la fuga de cerebros. Ese capital hu-mano que nos costó mucho dinero formarahora está trabajando en Europa atraído porlos sueldos. Es la hemorragia cerebral de Afri-ca y puede conducir a su muerte. Del conti-nente salen miles de ingenieros, abogados,deportistas, modelos... Nos están quitandotodo y éstas son las personas que Africa nece-sita para la creación de estados sólidos, parala concepción de un desarrollo duradero.Cuando Sarkozy habla de la emigración ele-gida y no impuesta, está contribuyendo al sa-queo del patrimonio intelectual y cultural deAfrica. El problema de la emigración necesi-ta un trato humano, mejorando las condicio-nes de vida en el continente e incluso, comohe dicho, convirtiendo a los emigrantes enagentes de cooperación al desarrollo, porquehuyen del hambre, de la miseria y de la perse-cución. No hay barreras para el hambre, parala miseria y para la persecución. Huirán, sal-tarán, utilizarán cualquier medio para huir deuna Africa empobrecida, convertida en uninfierno, y llegar a una Europa enriquecida, alo que ellos creen un paraíso terrenal.

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El pasado mes se dio a conocer el último Sociómetro hecho públi-co por el Gobierno Vasco. En él se dan claves que apuntan haciadónde quiere caminar la sociedad. Entre ellas, destacan dos por susignificado en el actual momento político y social: el deseo de serconsultados y la apuesta por el diálogo como única vía capaz deabordar un conflicto que definen como «político». Un 83% de losciudadanos de la CAV se pronuncia a favor de la creación de unamesa de diálogo interpartito y de las iniciativas necesarias para lle-narla de contenido. Siete de cada diez ciudadanos consideran que elpueblo vasco tiene derecho a convocar un referéndum de autodeter-minación, si bien la mitad condiciona su convocatoria a que previa-mente haya desaparecido la violencia. Para afrontar estas demandas,un 58% cree que la ciudadanía debe tener una implicación activa eneste camino para la construcción de la paz, frente a un 22% que opi-na que debería limitarse a respaldar la labor de las fuerzas políticas yun 15% que opta por pensar que la pacificación es responsabilidadde los partidos. Esta prospección sociológica fue realizada entre el 17de abril y el 2 de mayo; es decir, antes de que ETA rompiera su «al-to el fuego permanente». Pero, si se observan los resultados de losanteriores sondeos, éste último no hace más que apuntalar una ten-dencia que se consolida entre los vascos, como Lokarri está pudien-do constatar en su actual campaña, en la que pueblo por pueblo, tra-ta de lograr el apoyo social para reivindicar el diálogo y conseguirque la ciudadanía sea consultada para que nadie pueda seguir mani-pulando su voluntad y asegurando hablar y actuar en su nombre.

El comunicado que nadie quería leer vio la luz la madrugada del pa-sado 5 de junio. Con él, ETA ponía fin a un tiempo de esperanzas yabría la puerta de la desolación con la macabra promesa de volver aabrir «todos sus frentes». La organización armada hacía pública estadecisión sólo 8 días después de que se celebraran las elecciones y ba-sándose en la necesidad de «defender por las armas a este pueblo queagreden por las armas». Sin hacer ninguna autocrítica y recuperandoel discurso de trazo más grueso, ETA apuntaba como responsables delfracaso del proceso al «fascismo» en que cree que se ha convertido eltalante del presidente de España, Jose Luis Rodríguez Zapatero, y a la«traición» que, a su juicio, ha cometido el PNV por intereses econó-micos.Tras conocer la noticia, la izquierda abertzale oficial ha sido la úni-

ca que, si bien reconoce que la única «responsable» de romper la tre-gua es la propia ETA, entiende que si el conjunto del proceso «ha fra-casado» ha sido precisamente por culpa del Gobierno español y elPNV. El resto de fuerzas políticas se han movido entre la indignacióny la frustración de un escenario en el que paz y normalización políticason dos objetivos que se alejan una vez más.

Esperanza rota Diálogo y consulta

Hilvanando

Hari-muturrak...

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A lo largo de este pasado mes de junio se han conformado los equi-pos de Gobierno que regirán las diputaciones y los ayuntamientosvascos durante los próximos cuatro años. La complejidad del mapapolítico vasco evidenció ante las urnas que el diálogo y la negocia-ción serían las claves del periodo postelectoral en una situación en laque pocos obtuvieron mayorías absolutas para gobernar en solitario.Respecto a las capitales, Bilbo y Donostia no tendrán caras nuevas enel sillón principal y, finalmente, tampoco las tendrá Iruñea, donde elPSN no ha querido tragarse el sapo de coincidir con ANV siquiera enapoyar conjuntamente la candidatura alternativa que encabezabaUxue Barkos por Nafarroa Bai.Más allá de cómo quedan los nuevos Consistorios, el desarrollo de

las alianzas también ha puesto de manifiesto otros factores que pro-yectarán su sombra sobre la política vasca. La ruptura de la coaliciónde PNV y EA ha reforzado las diferencias que separan a ambas forma-ciones hasta el punto de que en algunos ayuntamientos, y pasandopor encima de las directrices marcadas por su Ejecutiva Nacional, loscandidatos de EA han aupado a la alcaldía a los candidatos de otrasformaciones, y a su vez, candidatos de EA se han hecho con localida-des en las que el PNV era la lista más votada basándose en el apoyode otros grupos. Por su parte, a pesar de algunas especulacionespreelectorales, el partido jeltzale no ha llegado a traducir la buenasintonía entre Imaz y Zapatero en alianzas de gobierno y, en conjun-to, ha perdido mucha de su representación municipal y foral. El ma-yor descalabro lo ha sufrido el PP, que sólo ostentará dos alcaldías y

pierde la diputación alavesa, mientras que el PSE ha gestionado suascenso electoral y ha consolidado en base a él una importante pre-sencia sin necesidad de apoyos externos.Pero la Ley de Partidos ha hecho de ANV el verdadero protago-

nista, y la constitución de las nuevas instituciones se ha visto salpi-cada por los resultados causados por la ilegalización de muchas de suscandidaturas. Protestas, ayuntamientos regidos por gestoras, conce-jales que se sienten obligados a ceder sus escaños para «respetar lavoluntad de los ciudadanos» y expedientes disciplinarios a aquellosque han decidido contar con los votos de estas listas «contamina-das» para gobernar son algunos de los resultados que esta ley ha te-nido de nuevo, dejando además una sombra de deslegitimación so-cial que empañará la gestión de muchos ayuntamientos durante lospróximos cuatro años; sobre todo en aquellos lugares donde los vo-tos nulos fueron más que los obtenidos por las candidaturas que sípudieron concurrir.

Los votos toman cuerpo

...hilos sueltos

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Hemeroteka

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Umorea

OrozDiario de Navarra, 6 de junio.

El rotoEl País, 16 de junio.

TasioGara, 22 de junio.

RicardoEl Mundo, 4 de junio.

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Esandakoak

Arnaldo Otegi, portavoz de Batasuna.

José Luis Rodríguez Zapatero, presidentedel Gobierno español.

Comunicado de ETA

Pernando Barrena, portavoz de Batasuna.

Comunicado de los obispos de Bilbao,San Sebastián y Vitoria-Gasteiz.

«Lo que no se puede hacer es transmitir que to-do se ha acabado. El acuerdo y el proceso son po-sibles en este país (...) Hay que redoblar esfuerzos,pero existesespacios concretos (...) que permitenque se alcance un acuerdo político».

«Estoy convencido de que más temprano quetardela sociedad española conquistará definitiva-mente la paz, y me empeñaré en que esa paz se al-cance cuanto antes».

«Expresamos nuestra decisión de reabrir todoslos frentes(...) para defender por las armas al pue-blo que es atacado por las armas».

«Objetivamente, nos guste o no, con violenciaserá imposible avanzar en un proceso. Si la vía esun diálogo político, la posición a favor de la au-sencia de violencia tiene que ser permanente».

«La violencia ejercida real o potencialmente escontraria a la justicia, a la libertad y a la paz, y cierracualquiercamino hacia ellas. Debe, por tanto,desaparecer sin contrapartidas».

«No estamos dispuestos a entregar eltimón de nuestro futuro a ETA (...).Nadie nos va a arrebatar el futuro enpaz. Es ahora cuandose necesita másque nunca la iniciativa política parasuperarla violencia y solucionar el

conflicto».

Juan José Ibarretxe, lehendakari delGobierno Vasco.

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Haritu: ¿cómo véis las aguas de la políticavasca?

Unai Basurko: revueltas, muy revueltas. Enrealidad yo apenas estoy aterrizando porque hepasado mucho tiempo fuera, pero siempre si-gues un poco todo desde donde puedes y ya meiban contando algo de lo que pasaba.

José Luis Korta: yo mira; a los políticos losmetía a todos en una sala, les daba apenas de

comer, y ahí les dejaba encerrados hasta quelleguen a un acuerdo.

Unai Basurko: Sí, podíamos montar como unGran Hermano, pero con los políticos en unamesa, ¿no? (Ríe)

José Luis Korta: pues sí; claro. Es que a éstos,les ves discutiendo acaloradamente en el Parla-mento, o en los pueblos, o en la televisión, pe-ro luego se están tomando un café tan tranqui-

los, y eso siempre ha pasado y siempre se ha di-cho. Pues que se pongan de una vez al tema ylo agarren por los cuernos.

Haritu: una vez rota la última tregua, ¿cre-éis que este proceso es reconducible?

Unai Basurko: bufff... La verdad es que ya des-pués de lo de Barajas, con la muerte de dos per-sonas, la cosa pintaba muy mal. Pero es queahora, en pleno siglo XXI y cuando ya han pa-

El abordaje del PakeaJosé Luis Korta & Unai Basurko

Ver a José Luis Korta (Orio, 1949) y a Unai Basurko (Portugalete,1973) explorando juntos el interior del impresionante velero Pakea esun privilegio. Han recorrido mucha mar y son ya historia de la nave-gación vasca. A bordo del barco que ha dado la vuelta al mundo sal-sean, comentan, tiran de cada cabo y manipulan cada pieza. MientrasKarlos les inmortaliza sonrientes, ellos hablan un lenguaje sólo desci-frable por otros lobos de mar compuesto por garzas, quillas y cabestran-tes. Korta se interesa por casi todo, como haría un niño, y Basurko,que juega en casa, responde diligente. A veces parece que el veteranoes él, pero en su mirada hacia «Jose», como él le llama, se descubreninmediatamente el respeto y la amistad que les unen. Pie a tierra, losdos abordan la actualidad vasca desde sus peculiares ojos que, cansa-dos de ver tormentas terribles e incontables, también les recuerdanque, incluso cuando parece que el cielo se va a desplomar sobre nues-tras cabezas, termina saliendo el sol.

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Alvaro González Texto Karlos Corbella Fotos

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sado cosas como el 11 de marzo en Madrid y de-más, ¿podemos seguir así?

José Luis Korta: sí, esto tiene que ir paraadelante, pero haciéndose las cosas bien, nocomo se han hecho esta vez.

Haritu: ¿que creéis que podían haber hechoETA y el Estado para mantener viva la llamade la esperanza?

José Luis Korta: más que eso, yo creo queson los partidos políticos vascos los que ten-drían que ser capaces de sentarse y llegar a unacuerdo. Y ser capaces de hacerlo sin mirar a

Madrid ni dejarse enredar por lo que les digandesde allí.

Unai Basurko: los pasos son importantes, yestá claro que ambos deberían haber hechocosas que no han hecho. Pero lo importantees seguir hablando; que ninguno rompa lacuerda por tirar demasiado.

José Luis Korta: sí. Está claro que es difícil,pero a la hora de ver quién se mueve, quiénhace qué y demás, aquí lo que hay que tenerclaro es que nadie puede querer ganar al otro.Todos deben estar dispuestos a perder paraque ganemos todos.

Unai Basurko: Con la fuerza sólo se arrasaal otro, pero no se soluciona el problema. Niéste nuestro, ni ninguno a lo largo de la His-toria. Y yo creo que, afortunadamente, eso lotiene claro todo el mundo.

José Luis Korta: claro. Si no, fíjate en Esta-dos Unidos: cuenta con el mejor ejército quehay en el mundo y, sin embargo, se le muerenlos soldados. Matar es muy fácil, pero hay queluchar mucho para acercar posturas y lograrque se termine el matar y el morir. Y lo másbonito de este mundo es la vida, y a ningunamadre nadie se debería plantear quitarle a sushijos.

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Haritu: durante esta tregua, la sociedadestaba muy esperanzada y confiaba en quela clase política sacara esto adelante aun-que no supiera lo que se hacía en la coci-na. ¿Habéis echado en falta una mayor mo-vilización social?

José Luis Korta: no, no creo que le corres-ponda a la sociedad ese papel. En muchas oca-siones y de muchas formas hemos dicho lo quequeremos y lo que no queremos.

Unai Basurko: sí. Nosotros podemos acom-pañar, sostener en algunos momentos un ar-

gumento u otro, pero a partir de ahí, sonaquéllos en los que hemos puesto nuestraconfianza los que tienen y deben saber cómogestionarla.

Haritu: a lo largo del proceso, muchas ca-ras conocidas e incluso muchos deportistashan hecho pronunciamientos públicos, ypelotaris, futbolistas y demás han ofrecidosu imagen, o la capacidad de movilizaciónque pudieran tener entre sus seguidorescomo dinamizador del proceso. ¿Creéis quelos personajes públicos podéis o debéis ha-cer este tipo de contribuciones?

Unai Basurko: bueno... a mi no me parece enabsoluto mal que se hagan este tipo de aporta-ciones si se cree que pueden ser positivas, pe-ro yo no me considero especial. Soy una per-sona que se dedica a hacer un deporte y pocomás. En absoluto creo que pueda ser banderade nada, ni que nadie me deba seguir porqueadmire lo que hago.

José Luis Korta: cada cual, como vea, pero yotampoco suelo ser de esas partidas, la verdad.Sé que futbolistas del Athletic y de la Real ytal han hecho este tipo de cosas pero, aunpensando que puedan ser buenas estas cosas,

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José Luis Korta

«A los políticos los metía a todos en una sala, les daba apenas decomer, y ahí les dejaba encerrados hasta que lleguen a un acuerdo»

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la responsabilidad de esto ya te digo que nocreo que esté en la sociedad ni en los iconosque se puedan crear.

Haritu: por cierto; ¿sois futboleros?

Unai Basurko: sí, yo sí, y llevo un par detemporadas pasándolas canutas con el Ath-letic...

Haritu: y tú, Korta, imagino que lo mismo,pero con la Real...

José Luis Korta: también. Pero yo soy másdel Athletic. En Orio, casi todos los chava-les éramos entonces del Athletic. Otra cosaes que cuando me fui a remar a Bizkaia, mehice otra vez de la Real por aquello de llevarla contraria. Pero sí que hemos sufrido, sí. Yel Athletic no ha bajado este año por la afi-ción que tiene, porque si en Anoeta hubieralo mismo que hay en San Mamés, segura-mente las tornas hubieran cambiado.

Haritu: volviendo a la actualidad política, eneste caso a la de vuestros pueblos, en Orio síse pudo presentar ANV, pero en Portugaleteno... ¿cómo habéis vivido todo este procesode ilegalizaciones y listas limpias?

José Luis Korta: yo no entiendo nada. Seráque los de Orio somos demócratas y los dePortugalete, terroristas, ¿no? ¡Pues que lesmetan en la cárcel si han hecho algo!

Unai Basurko: Yo tampoco entiendo muybien todo esto de que unos sí puedan competirelectoralmente y otros no. No sé. Igual es por-que me ha pillado que acabo de llegar, y...

José Luis Korta: No, no. No es que falte al-go que te has perdido y por eso no entiendes.¡Es que una persona normal no puede enten-der nada de lo que está pasando con eso!

Haritu: ¿existen las listas contaminadas?

José Luis Korta: contaminado está el poder...

Unai Basurko: ¡Y el ambiente!

José Luis Korta: lo que realmente hay quemirar en las listas es quién se presenta. Notiene que ser el partido el que elige el alcal-de. Y el pueblo tiene que elegir al que creaque lo va a hacer mejor. Por encima de las si-glas y los dictámenes de los de arriba, seanlos que sean.

Unai Basurko: sí, es que con todo esto se hadesvirtuado un poco lo que creo que tienenque ser unas elecciones: la competición por verquién crees que va a defender mejor el futurode tu gente. Al final se ha hablado más del líode quiénes son legales y quiénes no que de laverdadera política.

Haritu: hay concejales que están renuncian-do a sus actas en favor de las personas queiban en las listas anuladas, ¿os parece quepuede ser una buena solución para este pro-blema?

José Luis Korta: no es legal. Lo que habíaque hacer era protestar y pelear para que esaslistas fueran legales. Luego no se puede an-dar haciendo el paripé de si me interesa dar-te esto o esto otro. Aunque ahora lo veamosen la desembocadura, el problema que ensu-cia toda esta situación viene de río arriba, yes de ahí de donde tienen que venir tambiénlas soluciones.

Unai Basurko: hombre, por lo menos sonsinceros, porque dicen estar en contra de lalegislación que nos ha llevado a esta situa-ción y, en consecuencia, piensan que igualasí contienen el problema. De todas formas,estoy de acuerdo en que no deja de ser unparche.

José Luis Korta: si uno es un bandido, quele metan en la cárcel, pero ¿qué ha hecho de

delictivo esta gente para que el pueblo no lespueda votar? ¿A dónde vamos a ir en un pa-ís en el que un colectivo, te guste o no, haintentado sentar a su gente en una mesa y sela han metido en prisión? Con estas estrate-gias violentas, ni con las otras, vamos a nin-gún sitio. Yendo un poco más allá de lo quedecíamos al principio del Gran Hermano,esto yo creo que se puede arreglar sentando alos políticos la legislatura entera en una me-sa y obligándoles a no levantarse hasta quelleguen a un acuerdo, que para repartirse latortilla bien que discuten y bien que se en-tienden.

Haritu: ¿cómo véis el futuro?

José Luis Korta: bueno; muy bueno, ¡que encuatro años ganamos La Concha con Kaiku!(Ríe)

Unai Basurko: yo soy bastante optimista. Enlos momentos más difíciles hay que tirar de fe,y yo creo que, a medio plazo, si éstos se ponena dialogar de verdad, tenemos que ser capacesde solucionar nuestros problemas pacífica-mente. La lógica y todo apuntan a que tieneque ser así. Estamos en el 2007 ya, y yo he na-cido siempre con esto, mis aitas también, y miamama,... Y espero que no puedan decir lomismo mis hijos. Tenemos un país precioso,envidiado y admirado en todo el mundo, y esuna pena que sigamos así.

José Luis Korta: tenemos barco, tenemosvelas, tenemos viento... lo único que falta esun buen patrón que nos lleve a buen puertoy haga las cosas bien, como se debe, sin im-portarle tener que enfrentarse con muchospor hacerlo.

Unai Basurko: con esfuerzo, voluntad y ganas,se puede llegar a conseguir todo. Genios de és-tos que logran las cosas sin trabajárselas, pocoshay en todo el mundo... Así que, ya se sabe: atrabajar.

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Unai Basurko

«Lo importante es seguir hablando;que ninguno rompa la cuerda por tirar demasiado»

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Haritu: hace no mucho dijiste que el remoestaba «podrido». ¿Qué le pasa?

José Luis Korta: eso lo dije a raiz de la polé-mica que se desató, porque había una tripula-ción que estaba ganando regatas con catorceenfermos que iban por ahí haciendo récords.Yo tengo otro concepto del deporte. No tienenada que ver.

Haritu: ¿hay mucho doping también en esemundo?

J.L. Korta: no, bueno. Hubo un caso concre-to en Astillero, que tenían 16 remeros autori-zados para tomar medicinas y productos far-macéuticos, cuando lo normal es que tengasuno o así que puede estar malo... y la tripula-ción se negó a que les hicieran las pruebas. Yosiempre he dicho a mis remeros que se cuiden,que no cojan frío, que entrenen; y si para ga-nar regatas tengo que decirles lo contrario, nome interesa seguir compitiendo. Ya no es de-porte.

Haritu: ¿qué te hizo elegir el remo frente a losotros deportes?

J.L. Korta: es que cuando no tienes otra co-sa... En Orio lo único que teníamos era el mar,entonces te echabas al agua a jugar, cogías unbote con remos y te ponías a hacer regatas conlos amigos imitando lo que hacía la traineraque veíamos entrenar por la ría. Si hubiera te-nido un campo de golf a lado de casa, hubierasido golfista, y si llego a tener bici, ni te digo.

Haritu: ¿qué hay que tener para llegar tanalto y mantenerse tanto tiempo?

J.L. Korta: no hay secretos raros. Nadie nacecon nada especial. Hay que llevar buena vida.En futbol dicen que a los 30 hay que pensar enretirarse; pero ¡es que los futbolistas se pasanmás tiempo de juerga que entrenando! Mira loque ha pasado con el Madrid; un equipo cojoha ganado la Liga, pero jugaban como equipo,mientras que sus rivales estaban a otras histo-rias.

Haritu: ¿eres madridista, o qué?

J.L. Korta: no; me alegro de que ganen porCapello, porque todos van en su contra peroél, firme. Me gusta la gente así, que tira para

adelante. Es como Clemente. Incluso me caebien Piterman, porque una vez que ha puestoel dinero que nadie más quería poner, es nor-mal que quiera mandar. ¡No van a decirle loque tiene que hacer otros que no se mojaroncuando había que hacerlo!

Haritu: a ti te han sancionado, has salido pe-leado con las directivas... ¿Crees que tienenrazón los que dicen que tienes problemascon la autoridad?

J.L. Korta: para mi, lo más corrupto es el po-der, y lo demuestran cada día. A mi no me va-le que me vendan que cinco son más que cua-tro. Yo prefiero uno contra veinte. Y sigo na-vegando. El problema es saber quién pone alos jueces. Es como en el Oeste, donde el másbandido era el que elegía al Sheriff. Y a mi esono me va. Aquí pasa igual. Cada vez que al-guien llega a mandar, pone a los jueces quequiere, y los jueces deberían ser independien-tes. Y yo, si veo una injusticia, lucho contra loque sea.

Haritu: ¿qué te animó a meterte en televi-sión?

«La vida aquí es mucho más duraque en la selva»

José Luis Korta es historia viva del remo vasco. A sus 58 años, 14 banderas de La Concha con-seguidas a lo largo de 36 años le contemplan como resumen de una trayectoria amplia que siem-pre ha estado marcada por su fuerte carácter. Parece no importarle estar abonado a que le sigala polémica, dice que aún le queda mucha mar por recorrer y no esquiva nunca una pregunta.Korta, en estado puro. Genio y figura.

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J.L. Korta: el pensar que aún soy capaz demeterme en problemas y solucionarlos por mímismo sin pistoleros que me jueguen sucio.

Haritu: ¿y no los tuviste?

J.L. Korta: sí. Me hacían emboscadas losde la organización, pero a esos les puedo.La vida es mucho más dura aquí fuera queen la selva.

Haritu: ¿cómo se lleva que la gente tenga esaimagen de broncas de ti?, porque te pintanmuy fiero, pero en la tele y en La Concha tehemos visto llorar de emoción...

J.L. Korta: hay que intentar siempre cono-cer las dos caras de las personas antes de juz-garlas. Y muchos de los que hablan mal demi no me conocen. Yo soy como soy; comouna serpiente: cortas por la mitad, y soy elcascabel que hace ruido, pero no daño.Otros son la otra parte. En todo caso, yoduermo muy tranquilo.

Haritu: ¿qué te veremos haciendo en elfuturo?

J.L. Korta: pues me iba a coger un año sabá-tico, pero de momento soy entrenador deKaiku para cuatro temporadas, así que ya

ves. Y luego igual cruzo el Lago Ness reman-do. Yo pensaba que un año sabático era dedi-carse a no hacer nada, pero parece que esono sé hacer. Me liaron unos gallegos, y voy aayudarles, tengo otro compromiso con Ría2000 para hacer una trainera,... Ya ves, ¡añosabático!...

Haritu: ¿te ves fuera del remo?

J.L. Korta: no creo. Me quedan unos 40años o así, porque llegaré hasta los 99-100(ríe), pero mientras haya agua y no nos tirenninguna bomba americana encima, seguiréal pie del cañón.

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Haritu: 32.000 millas de travesía transo-ceánica recorridas en 160 días y sin la ayu-da ni la compañía de nadie más allá delequipo. ¿Proeza, o sencillo y dulce paseopor las afueras del Gran Bilbao?

Unai Basurko: (ríe) sí, nada; un garbeo quedecidí darme para conocer el océano, el GranNervión, je, je... No, hablando en serio, paramí ha sido un todo reto que, además de las32.000 millas de competición, me ha exigidohacer casi otras tantas de entrenamiento, me-ter muchas horas de trabajo y preparación, ymucho curro. Pero ha sido muy bonito y laverdad es que estamos encantados con el re-sultado final.

Haritu: ¿cómo nace la idea de participar enla Velux 5 Oceans?

Unai Basurko: ya desde pequeño, cuandoempiezas a navegar, tu vocación es irte cadavez un poco más lejos y cada vez con menosgente, porque ves que eres más autónomo. Porotro lado, los que vivimos aquí tenemos un re-ferente como el de Ugarte, que dio la vuelta almundo y a los que éramos chavales nos marcó

un montón. Al final, esto de embarcarte paradar la vuelta al mundo en solitario es como elcierre natural de toda una progresión; la granaspiración que tienes desde que empiezas unpoco en serio. Por eso, una vez que se te meteen la cabeza, pones todo tu trabajo y terminasen la línea de salida. De todas formas, yo te di-ría que la Velux en realidad son dos regatas:una que hay que hacer hasta la línea de salida,en la que hay que aunar voluntades, confor-mar un proyecto fuerte, elegir, construir y pre-parar el barco... y otra desde ahí en adelante,que es la competición en sí.

Haritu: ¿y el proyecto Pakea?

Unai Basurko: bueno, a la hora de empezar ahacer ese trabajo de aunar voluntades y darleforma a esta idea, nos pareció que el de Pakeaera un concepto atractivo para todos. Es unnombre sonoro, y algo que es muy necesarioen todo el mundo. Además, el proyecto Pakeano es sólo algo deportivo. Aparte hay un obje-tivo que va más allá y que en este caso es quemiremos un poco hacia el mar, aunque en es-te caso sea a través de la vela. La mar es unamuy buena educadora. Exige compromiso, res-

peto, trabajo... pero también ofrece muchísi-ma libertad, y todo eso te puede ayudar a cre-cer mucho como persona y a forjar un tipomuy concreto de carácter.

Haritu: ¿en qué se piensa estando tantotiempo solo en alta mar?

Unai Basurko: la verdad es que en todo. Entierra solemos ir siempre rápido de aquí paraallá, consumidos por las prisas y las urgencias.Estás metido en una rueda que no te deja nipensar en lo que haces, en lo que tienes, en loque quieres... Y todo eso, te lleva a pensar quea veces somos como prisioneros de nuestra pro-pia vida y, en ese sentido, el mar te libera mu-cho de esa presión.

Haritu: has comentado que dormías poco ymal y que eso te hacía incluso ver alucina-ciones. ¿Tuviste alguna en la que vieras a lospolíticos vascos celebrando que habían llega-do a un acuerdo?

Unai Basurko: ja, ja... Sí, la verdad es que tu-ve problemas con el barco y no podía permi-tirme descansar. Y sí que tuve alucinaciones,

«En los momentos difíciles tienes que vi-sualizar tu objetivo y centrarte en lograrlo, yeso es trasladable a la situación de Euskadi»

Salió del puerto de Getxo para darse una vuelta alrededor del mundo y ahora vuelve al muelleque le vio partir para compartir su experiencia e intentar que volvamos a mirar al mar. Su op-timismo le ha ayudado en los peores momentos de la travesía, y cuando se le pregunta si ve al-go de luz en el escenario político de su tierra, recurre de nuevo a él obstinadamente. Mientras,aterriza de un viaje duro, pero del que se ha traído una buena dosis de paz interior a bordo delPakea. Y se le nota.

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pero más que gente a bordo de farra, lo que ve-ía eran cosas absurdas como que me faltaba elmástil o el timón, porque estaba muy preocu-pado e imagino que proyectaba mis angustias.Y luego también me veía a veces a mi mismodesde fuera, lo cual es toda una experiencia yacojona bastante...

Haritu: en tu travesía se te han roto velas,has soportado tormentas, casi chocas con

una ballena... y sin embargo has podido lle-gar a la meta. ¿Puede haber algún paralelis-mo con el proceso de búsqueda de la paz enEuskadi?

Unai Basurko: pues seguro que sí. Si tienesun objetivo, un fin, una ilusión, sabes que vasa tener días muy malos, sobre todo cuando esun proceso largo, y hay días en los que estás a60 grados bajo cero en la Antártida en los que

no puedes como ni casi respirar y crees que novas a llegar. Pero en esos momentos hay quecentrarse en esa meta final que te ha llevado aembarcarte en el intento y pensar que en unasemana o dos va a salir el sol, va a subir la tem-peratura, y vas a ir para adelante. Creo que enlos momentos difíciles es muy importante vi-sualizar tu objetivo y centrarte en lograrlo, yeso es perfectamente trasladable a la situaciónde Euskadi.

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Comercioconsumo con-sentido

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Luchar para una mayor justicia e igualdad de condiciones en el terre-no del comercio mundial, principalmente en los países del Sur. Es el di-fícil reto al que se enfrenta el movimiento del Comercio Justo desdehace más de tres décadas. Miles de organizaciones de solidaridad, de co-operación para el desarrollo, cooperativas y colectivos de productoresdel Sur han contribuido a tejer en estos años una amplísima red de in-tercambio, de apoyo mutuo y de comercialización. Desde las primeraspioneras tiendas de la solidaridad, surgidas en los países del norte deEuropa, hasta las numerosas entidades importadoras u otras asociacio-nes internacionales, esta iniciativa se ha visto varias veces reconociday apoyada por diversos organismos internacionales, como el Parlamen-to Europeo en 1994 o el más reciente Dictamen del Comité Económi-co y Social de la UE.Sin embargo, su mayor reconocimiento es representado por los logros

en el terreno de la sensibilización y de la cooperación y, resultado mu-cho más ambicioso y realmente difícil de conseguir, por las cuotas co-merciales alcanzadas en estos últimos años. El último anuario de EFTA(European Fair Trade Association) habla de 3.000 tiendas de Comer-cio Justo consolidadas en toda Europa, 45.000 puntos de venta y unfacturado calculado en más de 80 millones de ECU. Algunos produc-tos «estrella», como el café, han consolidado cuotas de mercado alre-dedor del 5% en países como Suiza o Holanda, en una dinámica de cre-cimiento en todo el continente.

Criterios éticosAdemás de los criterios económicos, unos valores éticos que abarcan

aspectos sociales y ambientales son los cimientos sobre los que se asien-ta el Comercio Justo.

Texto: Garazi Landa

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Ofrecer mejores condicionescomerciales y asegurar los dere-chos de productores y trabaja-dores desfavorecidos, especial-mente en el Sur, es desde haceaños el objetivo del Comercio

Justo, una iniciativa que, altiempo que va consolidando supresencia, origina nuevos deba-tes. Una perspectiva que tras-ciende a la visión tradicional

empieza a instalarse en este cir-cuito de economía solidaria.

Justo

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Uno de los principios fundamentales que proclaman las Organiza-ciones del Comercio Justo no es otro que garantizar a los productoresdel Sur una compensación justa por su trabajo, un salario digno, yaque los sueldos que reciben los trabajadores del Sur les condenan a seresclavos de la pobreza. Unos 100 millones de personas viven del café.La mayoría son jornaleros o pequeños campesinos que cultivan susparcelas. Cuando caen los precios del café, los pequeños propietariosdeben aumentar el área dedicada a este cultivo en detrimento de losproductos para el autoconsumo. Los jornaleros deben andar varios ki-lómetros para llegar hasta las plantaciones y cargar los sacos de caféde vuelta.El rechazo a la explotación infantil es otro de los principios básicos

del Comercio Justo. Los niños y niñas trabajan como adultos en mu-chos países del Sur. Los jornaleros son ayudados por sus hijos e hijaspara así aumentar los ingresos. Las situaciones de extrema pobreza queviven las familias les fuerzan a ello. Sin una escuela que les facilite unmejor futuro, trabajan demasiadas horas y viven en condiciones insa-lubres y expuestos a enfermedades. Además, cobran menos por su tra-bajo y sufren trastornos que les afectan física y psíquicamente.Es habitual que la mujer cobre un salario inferior por realizar el mis-

mo trabajo que un hombre, y uno de los cometidos de este sistema co-mercial es intentar erradicar esa desigualdad. Desde la cuna hasta latumba, las mujeres están sistemáticamente discriminadas en el planosocial y económico. Esto les supone carecer de posibilidades de alcan-zar un empleo seguro, ingresos propios, formación y por tanto tomardecisiones sobre su propio futuro. El 70% de los que viven en la po-breza absoluta son mujeres y hay un abismo entre la retribución quelas mujeres reciben y el papel que desempeñan en la sociedad.El respeto al medio ambiente constituye otra de las preocupaciones

del Comercio Justo. La sobreexplotación de los recursos naturalescompromete el desarrollo de los países del Sur. En los últimos años seha intensificado el uso de pesticidas y fertilizantes en las plantaciones.Se estima que en los países del Tercer Mundo se utilizan sin controlunas 400.000 toneladas anuales de pesticidas, muchos de ellos prohi-bidos en los países del Norte. Aunque a corto plazo eliminan las pla-gas, estos productos afectan a la piel y a las vías respiratorias, y provo-can la degradación de los suelos y la contaminación del medio am-biente, con la consiguiente recesión de los cultivos. Una producciónde café sin productos químicos supondría un ahorro de entre 60,10 y

Tres secuencias de «China blue», documental dirigido por Micha X.Peledd que refleja las duras condiciones en las que trabajan empleadaschinas de una empresa textil exportadora.

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120,20 euros por año y hectárea, aunque la productividad de las tierrassería menor.La ausencia de derechos laborales dificulta la obtención de unas con-

diciones de vida y trabajo más dignas, y el Comercio Justo se encarga degarantizar, en la medida de lo posible, su cumplimiento. En muchos pa-íses de Sudamérica y Africa, los capataces van armados; los temporerosse hacinan en alojamientos precarios; no hay ninguna cobertura sanita-ria para prevenir enfermedades o accidentes; las leyes no permiten laasociación o sindicación y, si la permiten, los sicarios se encargan deperseguir a los activistas...

Productores e importadores, protagonistasDos son los grupos o sujetos protagonistas que rigen esta forma de co-

mercio equitativo: los productores y los importadores.En su mayoría, los productores pertenecen a comunidades de las zo-

nas más empobrecidas de América Latina, Africa y Asia. Pueden ser fa-milias, pequeñas cooperativas, grupos de mujeres, talleres para minusvá-lidos o empresas de mayor tamaño que engloban a pequeños grupos deproductores. Muchas organizaciones de productores han mejorado su si-tuación y la de su comunidad gracias al Comercio Justo, y han conse-guido hacerse un espacio en el mercado local, de manera que no depen-den sólo del comercio internacional.Los importadores compran directamente a los productores. Son el es-

labón entre el productor y la tienda. Entre sus competencias y obliga-ciones están: avalar la procedencia de los artículos; garantizar las condi-ciones de pago a los productores (precio justo, prefinanciación, relacióna largo plazo...); proporcionar a las tiendas información sobre los pro-ductos y los productores, y asesorar sobre el desarrollo de nuevos pro-ductos, los requisitos que deben cumplir para adaptarse a las legislacio-nes de los diferentes países, a los gustos de los consumidores, etc.

El sello FLO, un aval de garantía a debateDesde finales de 2005 podemos encontrar en nuestros mercados que

los productos de Comercio Justo cuentan con un Sello Internacionalque, además de garantizar unos estándares de justicia con los pequeñosproductores de los países del Sur, promueve la entrada de estos produc-tos en el mercado convencional, como supermercados, grandes superfi-cies, cafeterías, etc. El organismo encargado de aplicar este sello, el Fair-trade de Flo, popularmente conocido como el sello FLO, es la FairtradeLabelling Organization Internacional. El objetivo es que el ComercioJusto despegue en el Estado español, como ya ocurre en otros países deEuropa.No obstante, la aprobación en marzo del 2004 del sello en la Coordi-

nadora Estatal de Comercio Justo no estuvo exenta de dificultades ydesacuerdos. Después de un período muy largo de debates, se aprobó elsello por sólo tres votos de diferencia. Esto generó una cierta polariza-ción, ya que la Coordinadora estaba dividida en relación a este tema,

que en la actualidad continúa siendo muy discutido. La ruptura delconsenso en el seno de la Coordinadora derivó, en febrero de 2006, enla creación del «Espacio por un comercio Justo», otra plataforma queaglutina una treintena de tiendas, importadores y ONG del sector.Los detractores del sello FLO, principalmente, consideran que esta

certificación de garantía sólo analiza el producto en su origen, centrán-dose únicamente en las condiciones de producción. «Es el sello quiendice lo que es justo y lo que no, cuando puede haber pequeñas organi-zaciones de Comercio Justo que, a lo mejor, son justas pero que no pue-den acceder al sello. Un pequeño productor tiene que pagar un dineropara obtener este sello y, si no lo puede pagar, no puede vender sus pro-ductos. Criticamos el uso instrumental que las grandes multinacionalespueden hacer del Comercio Justo», afirma Esther Vivas, coordinado-ra junto a Xavier Montagut del libro «¿A dónde va el Comercio Jus-to?», donde explican el momento actual por el que atraviesa el mo-vimiento en el Estado español, así como sus perspectivas y sus retosdel futuro.

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Es, así, un tema que ha suscitado polémica; de hecho, en el últi-mo encuentro nacional de Comercio Justo se volvió a plantear eldebate sobre el sello FLO. Según la Red de Consumo Solidario y lasentidades del Espacio por un Comercio Justo, la iniciativa FLO«sólo certifica las condiciones de trabajo y elaboración de los pro-ductos en el Sur» y no tiene en cuenta cómo se ha distribuido yvendido el producto en el Norte. «Esto ha permitido que multina-cionales como McDonalds, Nestlé y Procter&Gamble vendan pro-ductos que ellos mismos certifican como de Comercio Justo, sin te-ner en cuenta el conjunto de sus políticas empresariales», apunta ellibro coordinado por Vivas y Montagut. Asimismo, Montagut aña-de que «apostar por el sello FLO significa apoyar únicamente pro-ductores del Sur y establecer unas relaciones Norte-Sur, sin teneren cuenta las relaciones Norte-Norte y Sur-Sur. No todo vale co-mo Comercio Justo, aunque se haya producido según sus criterios -los que recoge el sello FLO-, porque en el Norte también hay pro-ductos con componentes sociales y ecológicos que necesitan su es-

pacio». Como alternativa, este economista especializado en comer-cio internacional, consumo responsable y Comercio Justo apuestapor trabajar con artesanos y cooperativas en lugar de priorizar gran-des superficies.Al hablar de Comercio Justo, en la actualidad, ya no podemos refe-

rirnos a una perspectiva única del mismo. Si hasta hace pocos añosprevalecía, en el Estado español, una sola visión del Comercio Justodominada por las principales organizaciones que trabajaban este tema,la consolidación del movimiento y el planteamiento de nuevos deba-tes ha generado otra perspectiva que trasciende la visión tradicional.En estos momentos, el discurso único centrado en la producción enorigen y en la necesidad de aumentar las ventas, como vía para ayudara «los más pobres», se ha puesto en cuestión. Se trata de una perspec-tiva que rompe con un análisis estrictamente «asistencialista» y queplantea un modelo de comercio justo transformador, oponiéndose a laventa de sus productos en grandes superficies y rechazando su uso co-mo instrumento de márketing empresarial.

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«El Comercio Justono se puede separardel consumo responsable»

Haritu: ¿Qué es Setem?

José Luis Mariñelarena: es una organización de cooperación inter-nacional, una ONGD (Organización No Gubernamental para elDesarrollo), cuyos principios básicos tienen que ver con la sensibi-lización en el Norte a través de la educación en el desarrollo con elfin de transformar la sociedad del Norte.

Haritu: ¿qué campo de actuación tenéis?

J.L. Mariñelarena: las áreas de trabajo son, por un lado, la forma-ción, a través del curso «Colabora y aprende del Sur», que es un cur-so dirigido a voluntarios que quieran tener una experiencia de coo-peración en algún país del Sur, en concreto en Latinoamérica, conidea de que la gente conozca la realidad del Sur in situ. Es una ma-nera de que la persona tome conciencia de los problemas reales deesos países, se sensibilice y cambie su actitud una vez haya vuelto asu casa. Otro ámbito serían los proyectos de cooperación internacio-nal que desarrollamos y la sensibilización y promoción del Comer-cio Justo.

Haritu: ¿Qué proceso sigue la cadena de los productos del Comer-cio Justo?

J.L. Mariñelarena: en resumen, lo que es la cadena comercial en elComercio Justo se ve reducida porque uno de los criterios es inten-tar disminuir los intermediarios que, de alguna manera, hacen queel precio final sea más caro de lo que debería. Muchas veces el pro-ductor se queda con una parte muy pequeña del beneficio; en cam-bio, la cadena de intermediarios es muy grande y es ahí donde se vanquedando los beneficios. Lo que se hace es intentar acortar esa ca-dena. En ese sentido, el Comercio Justo nace de una relación direc-ta entre las organizaciones de Comercio Justo y las cooperativas oproductores. En algunos casos esta relación se sigue dando, hay al-gunas organizaciones de Comercio Justo que siguen haciendo im-portación directa desde los productores, pero en la actualidad estose ha complicado, porque las cadenas están empezando a estar pre-sentes. Por ejemplo, existe una importadora de Comercio Justo, quees la que directamente, sin contactar con el productor, trae los pro-ductos, pero luego los puede vender tanto a tiendas de ComercioJusto, como a proveedores minoristas e incluso grandes superficies.

Haritu: las grandes superficies brindan una importante vía deacceso a estos productos...

J.L. Mariñelarena: el Comercio Justo no lo puedes separar del con-sumo responsable. Al menos, ésa es la línea que mantenemos desdeSETEM. Por esa razón, nosotros no somos muy partidarios de que elComercio Justo se desarrolle a través de las grandes superficies, noqueremos que sea la manera en que el producto llegue hasta el con-sumidor, porque, de alguna manera, esas grandes superficies represen-tan un modelo de consumo bastante insostenible y poco solidario.Muchas veces, representa a los mismos agentes que han sido los cau-santes de esas injusticias, de esas desigualdades entre los países delNorte y del Sur. Es verdad que tiene su lado positivo, en cuanto fa-cilita el acceso al consumidor de a pie, cuyas pautas de consumo es-tán unidas cada vez más a un consumo rápido y cómodo, el que ofre-cen las superficies. Sin embargo, nosotros apostamos por el pequeñocomerciante, para que el producto de Comercio Justo sea coherenteen toda su cadena. Buscamos que se le pague al productor un preciojusto, pero que la importadora también sea justa, así como el lugardonde se comercializa.

Haritu: es un tema que está en el punto de mira...

J.L. Mariñelarena: sí, hay cierta división dentro de las organizacio-nes de Comercio Justo. Hay un sector que ve el acceso a estas super-ficies como una gran oportunidad y por otro lado, están quienes, des-de una línea más crítica, piensan que puede ser una amenaza que vaa llegar a desvirtuar al Comercio Justo.

José Luis Mariñelarena,

coordinador de SETEM

Nafarroa.

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Una cuestión de fe

Opinión

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Con motivo de aquella visita, se publicó en el Diario Vasco(1/09/97) una entrevista a Mary Rabbani a cargo de Alvaro Bermejo.Al final, el escritor donostiarra le preguntó, en forma de disyuntiva,qué le produciría más entusiasmo, si regresara al País Vasco unos añosdespués, un crecimiento espectacular de su fe o una discreta conquistade la paz. «Nos alegraría más la Paz, porque ésta también es una cues-tión de fe», respondió ella. Para comprender el significado de sus pala-bras recurro a unos versos que escribió en 1958 («Poems of the pas-sing»), en un momento para ella también de máxima aflicción, pues sumarido, Shoghi Rabanni -más conocido como Shoghi Effendi- habíafallecido repentinamente unos meses antes. Se trata de las primeras es-trofas de un poema titulado «This is faith»:

Caminar por donde no hay sendero,respirar donde no hay aire,ver donde no hay luz.Esto es fe.

Gritar en el silencio,en el silencio de la nochey no oír ningún eco, creer,y creer de nuevo, y volver a creer.Esto es fe.

Cuando Mary Rabbani nos visitó hace ahora una década, la sangrede Miguel Angel Blanco, aún goteaba del altar del sacrificio y se ibaextendiendo efervescente por todas partes. Ella, que a sus ochenta ysiete años había estado como representante de la Fe Bahá'í en casi to-dos los países del mundo, quiso aprovechar la venida a España, en elque iba a ser su último viaje antes de morir tres años después, para co-nocer a los vascos y a los gitanos. No sabemos bien cómo interpretóaquellas movilizaciones ciudadanas del llamado «espíritu de Ermua».En la rueda de prensa que dio en Vitoria los periodistas quisieron queconcretara alguna valoración del momento político, pero ella hablósiempre desde un plano general, evitando enzarzarse en cuestionespartidistas. Luego se fue a Alicante, donde fue recibida por una nutri-da representación de la etnia romaní. En aquel otro contexto, pese atodo, no hubo preguntas de contenido político, porque ya se sabe quelos gitanos son otra cosa: a lo largo de su historia no se conoce ningúnepisodio en el que algunos de ellos hayan entendido el asesinato co-mo instrumento para la construcción de una epopeya nacional; la su-ya es más bien la epopeya de los que han sufrido todas las guerras sinhaber iniciado, ni participado siquiera en ninguna. Lo que Mary Rab-bani vino a buscar fue el tesoro que se esconde en cada uno de los pue-blos del mundo, esa herencia particular que enriquece el patrimonioespiritual de toda la humanidad. En ese terreno, los gitanos y los vas-cos nos presentábamos como dos expresiones distintas de una condi-ción común: la de pueblo afligido.

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Los gitanos pueden enseñarnos muchas cosas a este nivel. Con laautoridad que les da el no haber sido nunca un pueblo que haya ejer-cido la opresión sobre otras gentes, nos hablan con voces procedentesde cinco continentes y en multitud de lenguas, además de la suya pro-pia -la lengua romaní-. No hay muchos lugares en el mundo donde nohaya alguna familia gitana. Actualmente son la minoría étnica más im-portante en la Unión Europea. Después de prolongados pesares, sus de-rechos están siendo progresiva e inexorablemente respetados. Muy le-jos de ser un pueblo llamado a desaparecer o en proceso de decadencia,parece claro que cabe esperar muchos y grandes frutos de los gitanos.Por más que su situación requiere ser mejorada y que sus muchos y gra-ves problemas exigen ser abordados, todo nos señala que su futuro eshalagüeño. ¿Cómo han logrado llegar a este punto de la historia contantos motivos para el optimismo? De momento sabemos lo que nohan necesitado hacer para lograrlo. Por lo demás, ellos cuentan quecuando iban deambulando por los caminos, sujetos a mil calamidades,en lo momentos más críticos siempre invocaban a «la mano invisible».Cualquiera que los haya tratado sabe que es muy raro encontrar un gi-tano que no tenga fe.

Echo la vista atrás y pienso que aquel último recorrido de Mary Ra-banni antes de regresar a Haifa, donde finalmente fue sepultada, tendióun hilo conductor entre los vascos y los gitanos. En este momento amar-go de nuestra conflictiva historia, ya podríamos agitanarnos un poco.

Tener guijarros en la manoy estar viendo joyas,alzarse palos, varas, y ver bosques,sonreír con ojos llorosos.Esto es fe.

Diez años después de aquella entrevista, lo que podemos afirmar esque, en el mejor de los casos, el proceso de conquista de la paz en elPaís Vasco ha sido discreto. Escribo estas líneas dos semanas despuésde que se declarara el fin del alto el fuego y pienso que, cuando se pu-bliquen tal vez ya se haya reanudado el incendio. No se ven signos queinviten al optimismo. Sin embargo, está anunciado que las espadas seconvertirán en arados (Isaías, 2, 2-5). Hay que tener fe para creerlo, esla base de toda esperanza. La paz podrá parecer una quimera, pero des-de una perspectiva como la de Mary Rabanni, la paz, lejos de ser algoirrealizable, es algo que necesariamente tendrá que tener lugar, inclu-so aunque haya quien se esfuerce por impedirla. En 1985, ella hizo ac-to oficial de entrega al entonces Secretario General de la ONU, JavierPérez de Cuellar, de un documento titulado «La promesa de la pazmundial». En él se expresa la convicción de que la solución a las gue-rras y conflictos violentos tiene que abordarse desde una perspectivaglobal, y se declara la fe en su segura consecución.

Pedro UrquijoEducador

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Cuando nos contactaron desde Lokarri para que os contáramos loque desde la capital europea estamos haciendo, la verdad es que noteníamos muy seguro cuál sería el resultado de nuestra aportación aHaritu. No lo teníamos claro, ya que, por un lado, los tiempos actua-les no son los mismos en los que el taller de Elkarri-Bruselas estabamás activo, y por otro, porque sentar en una mesa a las y los volun-tarios del taller no iba a ser sencillo teniendo en cuenta la alta mo-vilidad del grupo en general.Si es algo, Bruselas es la capital de Bélgica, un estado que, segura-

mente, se parezca más en su diversidad y pluralismo a lo de casa queotros, pero también es la capital del proyecto de paz más estable quese conoce hoy en nuestro planeta. Este proyecto es la Unión Euro-pea, que si bien para muchos no significa más que «Bruselas» o «unmercado», en realidad, abarca bastante más, por fortuna de los euro-peos y europeas. Aunque perfeccionable y en constante evolución,como toda sociedad vital, es gracias a la construcción de esta casa co-mún, también conocida como la UE o Europa, que, por ejemplo ale-manes y franceses, no se matan hoy en día.Las fiestas de Semana Santa y el festivo mayo de Bélgica estaban a

la vuelta de la esquina cuando contactaron con nosotros desde Hari-

tu, así que dejamos nuestra pequeña aportación para unas semanasdespués. Unas semanas que más se parecen a un periodo largo, por loque han dado de sí, que a un mes en un año corriente. Cuando pen-sábamos que posiblemente ya no habría mucho más que aportar des-de aquí o que necesitaríamos reflexionar sobre cómo colaborar con elproyecto de Lokarri desde este punto de encuentro que es Bruselas,parece que nos encontramos ante la misma pesadilla de no hace mu-cho: (1) Acaban de celebrarse en Hegoalde y resto del Estado espa-ñol unas elecciones donde no todos los ciudadanos y ciudadanas hantenido el mismo derecho para elegir o ser elegibles -en base a la apli-cación de la conocida Ley de Partidos; esta vez, no era por ETA-; (2)Seguimos con un clima político de crispación que supera la dosisaguantable para una sociedad -en gran medida debido al PP y a losmedios de comunicación-; y (3) para rematar, y esto es lo más grave,ETA acaba de poner sobre papel lo que ya nos anunció con el aten-tado de Barajas de diciembre pasado. Con el comunicado del 4 de ju-nio, ETA vuelve a ignorar la voluntad de la sociedad vasca.En Bruselas somos un puñado los vascos y vascas que, por diversas

razones, llegamos o pasamos por la capital europea. Un puñado que,además, cuenta con amigos y amigas del llamado conflicto vasco,

Foros

44 Haritu

Bruselas:punto de encuentroEn un cruce de caminos de Europa Occidental, Bruselas es lugar de encuentroy morada para muchos europeos. A finales de los 90 un puñado de vascos se reu-nió en esta casa común, cosmopolita y moderna, aunque no menos orgullosa desu milenario pasado, para brindar apoyo a Elkarri tomando como base los cimien-tos de una capital caracterizada por ostentar el proyecto de paz más estable.Desafortunadamente, en este momento, El Foro de Bruselas de Lokarri se ve enla tesitura de volver a reconstruir esos cimientos que creía firmemente asentados.

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bien porque les interese o porque también les afecte, como españoleso como europeos. Así, allá por finales de los 90, unos cuantas personasque conocíamos el trabajo de Elkarri nos juntamos y de ahí salió unasemillita de Lokarri. Decimos semillita de Lokarri porque, en definiti-va, el taller era lo que servía para unir, más que para hacer cosas conotros, dado nuestro contexto. Como personas ligadas en su mayoría, dealguna manera, a las instituciones europeas, nos parecía natural dar aconocer otros puntos de vista de la realidad vasca -a menudo distantede lo que trasladan los medios españoles- en foros como el de la RedEuropea de ONGs de Derechos Humanos, tender puentes entre las di-ferentes fuerzas políticas españolas o europeas presentes en la capitaleuropea, incluyendo a la Coordinadora por la Paz que se manifestabadespués de cada atentado cometido por ETA, y apoyar a las visitas deElkarri a Bruselas, como por ejemplo en la presentación del proyectode Conferencia de Paz apoyado por las más de 120.000 firmas en elParlamento Europeo.Asimismo, en un tiempo en el que a algunos nos daba cierto miedo

hablar u opinar sobre lo que pasaba en casa, el grupo era un espaciopara poder intercambiar opiniones y expresarse libremente. De las di-ferentes actividades realizadas, la más significativa para nosotros fue

una cena-coloquio que organizamos en junio de 2002, en la que logra-mos reunir a gente de todas las sensibilidades políticas en unos tiem-pos en los que parecía practicamente milagroso.En los últimos años, las idas y venidas de los miembros del grupo -ta

-ller- han sido bastantes; algunos teníamos la esperanza de que, posi-blemente, ya no tendríamos tanto que aportar. Pero ETA nos ha vuel-to a demostrar que ni la voluntad europea expresada con la resolucióndel Parlamento Europeo del 25 de octubre pasado apoyando un proce-so de paz, ni la voluntad de la sociedad vasca son suficientes para que,de una vez por todas, podamos encauzar un proceso de paz resolutivoy la tan ansiada normalización política que la sociedad vasca se mere-ce. En un país y en un continente como el nuestro, con los instrumen-tos democráticos de los que gozamos, vale la pena profundizar en ellosy construir. La libertad y la paz se merecen vivir, no amenazar ni vul-nerar derechos humanos. ¿Será posible que dentro del mayor proyectode paz conocido hasta hoy, ese rinconcito de Europa llamado EuskalHerria, Euskadi, País Vasco o Pays Basque, sea el último del continen-te en vivir en paz y libertad? Ahora, tendremos que ver cómo contri-buir a las iniciativas de Lokarri desde este punto de encuentro que esBruselas.

HARITU, a partir de un texto deAinhitze BizkarralegorraBravo y los demás miembros del Foro de Bruselas

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Campaña

46 Haritu

Bakeerrepidean

aurreraMilaka kilometroren jiran, Euskal Herriko ia ehunherritan egin dute geldialdia Lokarriren bi furgonetekherri-kontsulta baten alde sinadurak biltzeko.Ibilbidea bukatzeko egun gutxi geratzen direlarik,jende ugarik agertu dio atxikimendua herritarrei hitzaeman nahi dien proposamenari. Gizarteak, zuzen etademokratikoki, biolentzia behin betiko uz dezaneskatuko dio ETAri kontsultaren bidez, bai eta alder-di politikoei elkarrizketa areagotzea ere, bakean etademokrazian elkarbizitzeko akordio berri bat hitzar-tzeko nahia adieraziz.

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Aurreikusi bezala, Lokarriren bi furgonetengurpilak Euskal Herriko kilometro etakilometro ugari ibiltzen ari dira herri-kon-tsultaren berri eman eta proposamenasostengatuko duten sinadurak biltzeko. Nafa-rroa, Gipuzkoa, Bizkaia eta Arabako herri etaauzoetan dabiltza bi ibilgailuak eta,furgoneten diseinu deigarriak eta kon-

tsultaren aldeko mezuak erakarrita, jendeugari bertaratzen ari da martxoaren 31nabiatu zen herri-kontsultaren aldeko Lokarri-ren kanpaina honetara.ETAk su-etena hautsi duela aintzat hartuta,

errezeta berri bat dastatzeko beharraazpimarratu zuen Lokarriren KoordinatzaileNagusi Paul Riosek iragan ekainaren 15ean

Donostiako Boulevardean egin zen fugonetenaurkezpen ekitaldian, gatazkaren konponbi-derako baliagarria izango den errezeta. Izanere, su-etena hautsi eta gero, biolentzia, gizaeskubideen urraketak, bazterketa, inkomuni-kazioa, elkarrizketa eza eta tentsio politikoaezaugarri zituen iraganera itzultzeko arriskuegoera nabarmenean gaude. ETAk euskal

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gizartearen bake itxaropenak jipoitu ditu etaurratu egin ditu biolentzia amaitzeko berenahia eta pertsona guztien giza eskubide guz-tiekiko errespetua. Erabat onartezina den su-frimendu kiribil batean sartu nahi du ETAKgure gizartea.Halaber, kezkagarria da Zapateroren Go-

bernuak ETAren erabakiari eman dion eran-tzuna Aznarren Gobernuak indarrean jarri zi-tuen tresna zaharrak erabiliz; alegia, bazterke-tan oinarritutakoak. ASB eta ANVkohautagaitzak legez kanpokotzat jotzearekinhasitako jardunbideari segida eman zaio Iñakide Juana espetxez aldatzearekin eta ArnaldoOtegi espetxeratzeko erabakiarekin.Euskal gizarteak pairatzen dituen arazoak

konpontzeko bide bezala elkarrizketari ukoegiten dioten ahotsen agerpenak, iraganekoerrezetak -«demokratak batzearen alde etabiolentoak baztertzearen alde» modukoak,adibidez- errepikatzearen alde daudenenak,iraganera itzultzen ari garen uste hau areago-

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Lokarriren furgonetak Euskal Herrianbarna egindako hainbat geldialditan.

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tzen dute; hots, jada gainditutzat ematengenituen hainbat egoera errepikatzen ari-tzearena. Gainera, behin baino gehiagotan ja-rri da agerian errezeta zahar horiek ez dutelabalio konponbideak bilatzeko.Errealitate hau ez dator bat euskal gizartea-

ren gehiengoaren nahiekin. Euskal gizarteaketengabe adierazi ditu bere nahiak: biolen-tziaren amaiera, pertsona guztien giza eskubi-de guztiekiko errespetua, elkarrizketa prozesubat abiatzea eta elkarbizitzarako hitzarmenplural berri bat lortzeko gaitasuna eduki ahalizatea. Zenbat denbora itxaron behar dugugure nahia onartua izan dadin? Zenbat a-tsekabe gehiago jasan behar ditugu?Gure gizarteak ez du etsi nahi eta

gizartearen gehiengoen nahiak baztertzen di-tuztenek agindutako egoeran bizitzen jarraitu.Balizko errezeta guztiak dastatu dira eta ezi-nezkoa egin zaigu bakea eta normalizazioa lor-tzea. Zerbait berria probatzeko ordua da. Eus-kal gizartea gogaituta dago manifestazioak

egiteaz, kaleak betetzeaz, aukerak nola galtzendiren ikusteko eta jada iraganean bizi geni-tuen eta berriz ere bizi nahi ez ditugun egoe-retara herrastan nola eraman gaituztenikusteko.Bere arazoak konpontzeko gizarte honen

heldutasunaz jabetzeko ordua da. Konponbi-derako baliagarria izango den errezeta berribat dastatzeko unea iritsi da euskal gizartea-ren nahia argi gera dadin. Herri-kontsulta batdeitzeko ordua da. Gizarteak, zuzen etademokratikoki, biolentzia behin betiko uz de-zan eskatuko dio ETAri herri-kontsultaren bi-dez, alderdi politikoei elkarrizketa areagotzeaeskatuko die eta bakean eta demokrazianelkarbizitzeko akordio berri bat hitzartzekogure nahia adieraziko du. Euskal gizarteakbere etorkizunaz erabakitzeko gaitasuna edukibehar du. Eskubide ukaezina da baldin etaprintzipio demokratikoak onartzen badira.Herritarrek beren arazo propioak konpon-tzeko giltza daukate eta kontsulta baten bidez

demokratikoki hitz egiteko beren gaitasunaaintzat hartu beharra dago.Orain, su-etena hautsi eta gero prozesua

apurtuta dagoela, Lokarritik, uste dugubeharrezkoa dela ahaleginak biderkatzeairaganera itzul ez gaitezen, bai eta bakeareneta normalizazioaren aldeko lana sustatzeaere. Euskal Herria zeharkatzen ari diren bifurgonetak ari dira eginahal horretan, tinko.Furgoneten ibilbidean laguntzaile dabiltzan

Lokarriren kolaboratzaileak ere ekarpen han-dia egiten ari dira jardun honetan, jendeariherri-kontsultaren berri emanez, sinatzeragonbidatuz; azken batean, bakean eta demo-krazian oinarrituriko bidea eraikiz.Etsipena ezin da gailendu gure gizartean.

Borrokan eta lanean jardun gara bakearen etaelkarrizketaren alde unerik zailenetan eta ezindugu onartu, besterik gabe, zereginik ez dago-ela. Eragozpen guztien gainetik, gizartearengehiengoaren nahiak bakea eta normalizazioaerdietsiko ditu. Gizarteak bere etorkizunaren

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Munduari so

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Un conflicto s

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D. M. Indart Escritor

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Desde hace demasiado tiempo, escarbar en la convulsa realidadque vive Oriente Próximo invita a sumergirse en un estado de de-sesperanza. La sangre de cientos de disputas y conflictos internosentre los diferentes agentes que conforman este polvorín han salpi-cado la actualidad diaria desde hace 60 años pese a que la génesisdel problema, paradójicamente, no fuese otra que la confrontaciónque más muertos ha provocado a lo largo de la Historia, la SegundaGuerra Mundial. El paso del tiempo no ha amansado a este violen-to enjambre de abejas con muy diferentes objetivos políticos peroun enemigo común, Israel, cuyas discutibles actuaciones cuentancon el beneplácito y el apoyo a todos los niveles de EEUU, primerapotencia mundial.Resulta difícil de comprender que hoy en día el núcleo central de

este conflicto total, personificado por el enfrentamiento entre el Es-tado judío y Palestina, persista en toda su crudeza con la perspecti-va, incluso, de varios acuerdos de paz fallidos como Camp David yOslo. Actualmente, sólo Egipto y Jordania poseen tratados de paz vi-gentes que garantizan su convivencia pacífica con Israel.40 años después de la cruenta guerra de los Seis Días, cuyo aniver-

sario se celebró recientemente, Palestina se encuentra sumergida enuna cruenta guerra sectaria, el muro de Cisjordania sigue quebran-tando la libertad de miles de ciudadanos inocentes, Líbano e Israelamenazan con desenterrar las armas que ya emplearon hace casi unaño en el enfrentamiento entre Hezbolá y el Ejército judío y Siria,aunque agazapada, nunca ha renunciado a una respuesta armadacontra su vecino israelí... ¿Qué ha propiciado una situación como és-ta, de conflicto constante, que llena a diario las páginas de nuestrosperiódicos? El detonante apunta a la configuración de unas fronterasartificiales que sólo satisfacen, como en la mayoría de los casos, a lospoderosos y a los que les apoyan.

Un reparto discutibleLa victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial y el con-

secuente derrumbe nazi aceleró la creación del Estado de Israel, as-piración histórica de la antigua Sociedad de Naciones, en virtud dela partición en dos de la «Palestina Histórica» -actuales territoriospalestinos más el Estado de Israel-, bajo mandato británico desde1922. La población autóctona, antes y durante la tutela del ReinoUnido, era sobre todo musulmana, con una pequeña minoría cristia-na y otra judía, pero la violenta escalada antisemita había provoca-do un importante éxodo de judíos que encontraron en el territorioun refugio ideal, principalmente después de 1930.

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40 años después de la Guerra delos Seis Días, la situación políti-ca de Oriente Próximo no tienevisos de solución inmediata pe-se a los numeros e infructuososintentos de consolidar la paz enla zona. El núcleo central, en-cuadrado en las hostilidades en-tre Israel y Palestina persiste entoda su crudeza.

sin fin

Texto: Carlos Martínez Orduna

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Al terminar la Guerra en 1945, cuando las dimensiones reales delHolocausto se hicieron evidentes, la doctrina sionista, que partía dela base de que los judíos sólo podrían estar seguros en un Estado ju-dío, se convirtió por vez primera en el sentimiento mayoritario enel judaísmo mundial. La ubicación de las tierras palestinas sobre elIsrael bíblico, el pretexto. Y aunque los judíos sólo formaban un ter-cio de la población de Palestina y únicamente poseían el 6% de esosterritorios en 1947, la Asamblea de la ONU decidió otorgarles ennoviembre un 55% de la superficie total dentro de su plan de parti-ción, a lo que la comunidad árabe se opuso frontalmente. Si los ju-díos tenían derecho a un Estado, ¿por qué no se fraguaba en Alema-nia, responsable de esta situación? Desde ese momento, en un ejer-cicio premonitorio, los árabes palestinos ya dibujaron una Palestinacada vez más numerosa en población judía -controlar un Estado so-berano trae de la mano, irremediablemente, controlar la inmigra-ción- y pronto dominada por la comunidad israelita.

Los sionistas aceptaron la partición pero sus líderes, en privado,contaban con objetivos más expansionistas una vez se convirtie-sen en una potencia real. La primera guerra árabe-israelí, conse-cuencia directa de la creación del Estado de Israel en 1948, se con-virtió en la primera «excusa» para hacer reales esos ambiciosos ob-jetivos expansionistas, defendidos a capa y espada por Ben Gu-rion, líder de la comunidad judía en Palestina. «Cuando nos con-virtamos en un poder fuerte después del establecimiento del Esta-do, aboliremos la partición y nos extenderemos por toda Palesti-na». El poder político, económico y militar de la emergente poten-cia le ha permitido hasta la actualidad capear un difícil temporalsin apenas sufrir daños de importancia si se compara con sus veci-nos árabes.El primer conflicto armado involucró a los ejércitos de Transjor-

dania -actual Jordania-, Egipto, Siria, Líbano e Irak, que cruzaron lanueva frontera israelí sólo un día después de que Ben Gurion pro-clamase el Estado judío, al retirarse el Reino Unido de Palestina.Las fuerzas hebreas vencieron sin mayores problemas tras varios me-ses de batallas y en virtud de los armisticios de Rodas, reconocidospor la comunidad internacional y la ONU, el 78% del antiguo Man-dato Británico pasaba a formar parte íntegra de Israel en 1949. El22% restante -Gaza y Cisjordania- quedaba en manos de Egipto y

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La lucha por la pazHan sido numerosas las tentativas de paz en el marco del conflicto de

Oriente Próximo, principalmente tras la Guerra de los Seis Días, en laque Israel logró un avance sin precedentes en sus objetivos expansionis-tas por el territorio. Sin embargo, y aunque las partes implicadas estáncondenadas irremediablemente a entenderse, ninguno de estos procesosha terminado por cuajar y en la actualidad el conflicto persiste salpica-do, además, por una espiral de violencia interna que amenaza con que-brantar la frágil estabilidad política de Palestina.Recientemente ha vuelto a divisarse una tenue luz al final del túnel,

fruto de la cumbre cuatripartita de Sharm el Sheij, que ha reunido aEgipto, Jordania, la Autoridad Nacional Palestina de Al Fatah -gober-nante en Cisjordania- e Israel en la ciudad egipcia. En este encuentro,primera ocasión en que el Estado hebreo se ha unido en una especie decoalición con gobiernos árabes moderados, Israel se ha comprometido afinalizar el boicot político y económico al Gobierno de emergencia pa-lestino de Al Fatah, a impulsar el proceso de paz, y ha pedido la libera-ción de unos 250 presos del movimiento nacionalista. Todo ello, no obs-tante, a costa de perpetuar el bloqueo al gobierno de Hamas legítima-mente elegido en las urnas en 2006 y que actualmente mantiene el con-trol político y militar en Gaza; soluciones que, a buen seguro, no logra-rán desbloquear por completo el proceso pero que constituyen un gestode buena voluntad por parte de Israel.Retrocediendo casi tres décadas, en 1978, los primeros acuerdos de

Camp David, al margen de establecer la devolución completa de la pe-nínsula del Sinaí a Egipto por parte de Israel, fijaron un calendario y unmínimo de competencias para negociar el establecimiento de un régimenautónomo en Gaza y Cisjordania que nunca llegaron a cumplirse. Perolas buenas intenciones prosiguieron a raíz de la creación de la AutoridadNacional Palestina en 1988 bajo la presidencia de Arafat. Tres años des-pués, Madrid acogió una conferencia para inaugurar las conversacionesdirectas de paz en la que participaron Israel, Palestina, Siria, Jordania yLíbano y en 1993 las esperanzas se acrecentaron con la reunión de repre-sentantes de Israel y la OLP en Oslo.En septiembre de ese mismo año, Isaac Rabin y Yasser Arafat firmaron

una declaración de principios basada en estas reuniones, en virtud de lascuales el Estado judío reconocía a la OLP y otorgaba a los palestinos cier-ta autonomía a cambio de que renunciasen a sus pretensiones territoria-les. Muy pocas veces la paz pareció tan cerca, pero el paso del tiempovolvió a instaurar el pesimismo entre los actores del proceso. Desde la fir-ma de esta declaración de principios hasta el planteamiento de la Hojade Ruta en el año 2003, las negociaciones se han visto sometidas a per-manentes crisis cíclicas que ni siquiera pudieron zanjarse mediante lasconversaciones que se celebraron al amparo del gobierno de Bill Clintona partir del año 2000, una vez más en Camp David.El incumplimiento del calendario planteado por la Hoja de Ruta, que

establecía en poco más de dos años el final del terrorismo y la violencia,la aprobación de una Constitución palestina y la solución de los proble-mas de los refugiados, el estatus de Jerusalén o las fronteras volvió a darla razón a los más escépticos.

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La guerra totalSin un cambio de actitud por ninguna de las partes, era algo evi-

dente que la crisis entre Israel y Egipto no tardaría en repetirse. Enjunio de 1967, a raíz del bloque egipcio de los estrechos de Tirán yla movilización de los ejércitos árabes en la frontera de Israel, esta-lló la Guerra de los Seis Días, que enfrentó al Estado judío contrauna coalición formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria. Un con-flicto que resultó clave en la geopolítica de la región y cuyas conse-cuencias han sido profundas hasta el punto de que se han dejadonotar hasta nuestros días. Seis días en los que Israel se apoderó detoda Palestina, incluyendo Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, jun-to con la Península del Sinaí y los Altos del Golán sirios.

Jordania. El Estado Palestino había desaparecido y Jerusalén, quedebía ser internacionalizada, fue dividida entre el control israelí yel jordano. Como siempre, el drama humano de millones de refu-giados -alrededor de 700.000 palestinos- tiñó de luto un conflictoefervescente que sólo acababa de dar un pequeño primer paso, aun-que esa nueva configuración de las fronteras se asemejase casi al100% a la actual situación.Pese a que hubo varias oportunidades para la paz posteriores a es-

te conflicto, la intransigencia israelí, que rechazó en 1951 un plande paz de la ONU aceptado por los países árabes, fue un factor fun-damental. Las acciones de guerrilla posteriores contra Israel y lasnegociaciones infructuosas para que el Reino Unido se retirara dela zona del Canal de Suez provocaron en 1956 el estallido de unsegundo conflicto armado, antecesor y en parte causante de laGuerra de los Seis Días, en el que tomaron parte la antigua colo-nia, Francia e Israel en Egipto. La aplastante victoria militar de laspotencias occidentales, no obstante, se convirtió en una importan-te derrota política para ellos por la presión internacional que lesobligó a retirar sus ejércitos de la zona. Israel también debió reti-rarse de la península del Sinaí, conquistada por primera vez duran-te esta guerra, y un cuerpo especial de la ONU fue desplegado enla península.

Incumplimientos continuadosIsrael, desde su constitución como Estado en 1948, ha logrado por

sus propios deméritos ganarse la antipatía de una parte muy impor-tante de la opinión pública internacional por perder su prestigio depequeño país en lucha por la supervivencia y convertirse en poten-cia agresora y ocupante. A todo ello también han ayudado, en bue-na medida, las constantes violaciones de las resoluciones de la ONUsobre el conflicto desde la primera guerra árabe-israelí de 1947, algoque no le ha salido nada caro por el apoyo total de algunas de las másimportantes potencias mundiales, primero Francia, principal sumi-nistrador de armas a Israel hasta 1967, y posteriormente EEUU. Es-tas son algunas de las más importantes.En diciembre de 1948, durante este primer conflicto armado que

causó miles de desplazados, la ONU exigió en su resolución 194 «quehay lugar para permitir a los refugiados que lo deseen regresar a sushogares lo más pronto posible y vivir en paz con sus vecinos y que sedeben pagar indemnizaciones a título de compensación por los bie-nes de aquéllos que decidan no regresar». Una resolución apoyada deforma abrumadora un año tras otro y que Israel se negó repetidamen-te a cumplir.Dos décadas más tarde, seis meses después de la Guerra de los

Seis Días (noviembre de 1967), la resolución 242 subrayó «la inad-misibilidad de la adquisición de territorio mediante la guerra» y lla-mó «al retiro de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocu-pados en el conflicto», así como a «respetar y reconocer la sobera-

nía, integridad territorial e independencia política» de cada Esta-do. Israel, amparado en la ambigüedad del término «territorios» -seescudó en que no estaba claro el artículo «los» en el texto, pese aque sí figuraba en las traducciones en francés y en ruso-, respondióque sí podía conservar algunos de ellos como una forma de obtenerfronteras seguras. Al margen de ampliarlas, sólo se desprendió departe de los Altos del Golán fruto de la guerra del Yom Kippur(1973) y no devolvió a Egipto la Península del Sinaí hasta 1979(Camp David). En cuanto a Gaza y Cisjordania, la situación actualhabla a las claras.En 1974, la resolución 3236 volvió a reafirmar «el derecho inalie-

nable de los palestinos a regresar a sus hogares y recuperar sus bie-nes desde donde quiera que se encuentren desplazados». Tambiénexigió el «derecho de autodeterminación del pueblo palestino». Na-da más lejos de la realidad.Y más recientemente, el 9 de julio de 2004, el Tribunal de La Ha-

ya declaró ilegal el Muro de Cisjordania y exigió su desmantelamien-to, pero el entonces presidente Ariel Sharon hizo oídos sordos pesea la exigencia por parte de la ONU de acatar esta resolución. Actual-mente, esta erizada frontera de más de 700 kilómetros se erige comoun obstáculo casi insalvable hacia una normalización política dura-dera. Con la excusa de proteger la seguridad del Estado judío, Israelse ha anexionado de facto nuevos territorios de Cisjordania donde re-side un buen numero de ciudadanos palestinos.

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14/05/1948: la asamblea de la ONU vota a favor de la Creación delEstado de Israel, un plan de partición de la Palestina Histórica en dosestados independientes que rechaza la comunidad árabe al completo.Palestina nace «muerta» porque un día más tarde estalla la primeraguerra árabe israelí, que involucra a los ejércitos de Transjordania,Egipto, Siria, Líbano e Irak contra el recién creado Estado judío.

1949: tras la victoria de Israel, los armisticios de Rodas otorgan aIsrael un 78% de las tierras del antiguo Mandato Británico y el 22%restante (Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este) queda en manos deEgipto y Jordania. Unas 700.000 palestinos debieron abandonar sushogares.

1956: en la Guerra de Suez, que involucra a Egipto contra Israel,Francia y el Reino Unido, el Ejército judío ocupa la Península del Si-naí, pero la presión internacional obliga a los aliados a retirarse.

1967: la guerra de los Seis Días enfrenta a Israel contra una coali-ción formada por Egipto, Jordania, Irak y Siria. El Ejército hebreo seapodera de toda Palestina, incluyendo Cisjordania, Gaza y JerusalénEste, junto con la Península del Sinaí y los Altos del Golán sirios.

1973: la guerra del Yom Kippur, última guerra total entre Israel y susvecinos árabes (Egipto y Siria), no alteró sustancialmente el mapa ge-opolítico establecido tras la Guerra de los Seis Días. Siria recupera par-te de los Altos del Golán.

1974: la ONU reconoce a la OLP como legítima representante dePalestina. Líbano se convertiría en su cuartel general.

1978: acuerdos de Camp David. Israel y Egipto firman la paz tras ladevolución de la Península del Sinaí al gobierno de el-Sadat.

1982: Israel invade Líbano para expulsar a la OLP. Múltiples asesi-natos de refugiados palestinos en Líbano por milicias libanesas cristia-nas y el ejército judío.

1987: empieza la Primera Intifada, conmás de 20.000muertos y heridos.

1991: conferencia de paz de Madrid, en la que participan Israel, Pa-lestina, Siria, Jordania y Líbano.

1993: acuerdos de Oslo. Israel reconoce a la OLP y otorga cierta au-tonomía a los palestinos.

1996: Arafat vence las primeras elecciones legislativas en Palestina.

2000: fracaso en julio de la Cumbre de Camp David, convocada porBill Clinton para negociar la soberanía de Jerusalén. En setiembre sedesata la Segunda Intifada tras la visita de Ariel Sharon a la Explana-da de las Mezquitas de Jerusalén.

2001: nace el Cuarteto de Madrid (EEUU, UE, Rusia y la ONU)con la intención de acabar con la creciente espiral de violencia. Se es-tablece una Hoja de Ruta para reactivar el proceso de paz, pero suspuntos quedan incumplidos posteriormente.

2004: se inicia la construcción del Muro de Cisjordania.

2005: comienza la evacuación de 25 asentamientos judíos en terri-torio palestino, 21 en Gaza y 4 en Cisjordania.

2006: victoria aplastante de Hamás en las últimas elecciones legis-lativas. Bloqueo económico internacional al nuevo gobierno y poste-rior guerra civil frente a Al Fatah, facción nacionalista.

Israel comenzó a establecer asentamientos en lugares estratégicos deGaza y Cisjordania con el fin de hacer irreversible la ocupación, violan-do de paso las Convenciones de Ginebra, y designaba a Jerusalén comola capital «eterna» del Estado judío. Como consecuencia de estos terri-torios conquistados, que en un principio estaban destinados a convertir-se en moneda de cambio de una paz duradera -paz por territorios-, Israelconsolidaba su posición de potencia ocupante ante una población árabemuy hostil y el apoyo total de EEUU. La situación actual es un fiel re-flejo de este terremoto de acontecimientos, así como los conflictos pos-teriores, que sin ser desdeñables por la gran cantidad de víctimas morta-les que han dejado a su paso apenas han tenido influencia en la confi-guración de las fronteras de la región.Durante la guerra del Yom Kippur (1973) Egipto y Siria recupera-

ron parte de los altos del Golán, en los acuerdos de Camp David de

1979 Israel devolvió a Egipto la península del Sinaí, pero la creaciónde la Autoridad Nacional Palestina en 1988, después de la PrimeraIntifada, no sirvió para que la raíz del conflicto llegase a buen puer-to por el fracaso de los procesos de paz posteriores.Hoy en día la ocupación israelí de los territorios palestinos, pese a

la celebración en 1996 de las primeras elecciones legislativas y almás reciente desmantelamiento de una parte mayoritaria de sus vie-jos asentamientos hebreos de Gaza y Cisjordania, es un hecho todavez que sigue controlando las aguas, el espacio aéreo y las fronterasde los territorios con la construcción del muro de Cisjordania comotelón de fondo. El fracaso de la Hoja de Ruta, último intento de re-anudar el proceso de paz y alcanzar la independencia palestina, vol-vió a demostrar que el camino restante para solucionar el eje delconflicto todavía será largo.

Cronología

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