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Haritu 11 septiembre de 2007ko iraila 3 euros La voz del pueblo Gari & Josetxo Goia Aribe Próxima estación: solidaridad Kantauri itsasoan, bakearen alde Irak, rugido de esperanza Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Publicación de Lokarri, Red ciudadana por el acuerdo y la consulta

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Haritu 11septiembre de 2007ko iraila 3 euros

La voz del puebloGari & Josetxo Goia Aribe

Próxima estación: solidaridadKantauri itsasoan, bakearen alde

Irak, rugido de esperanza

Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Editorial Transversalidad y consulta popular

Pies de foto Aurrea hartu nahian

Al hilo La voz del pueblo

Ezbaian Josune Ariztondo

Alegiak «Ane», Imanol Carballo

A dos bandas Desdramatizando

Gari & Josetxo Goia Aribe

Orratza Próxima estación: solidaridad

Opinión Una por una es una, Pedro Urquijo

Campaña Kantauri itsasoan, bakearen alde

Munduari so Irak, rugido de esperanza

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Haritu 11Sumario Aurkibidea

Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, A.B. López de Lerena, Miguel Sarratea eta Ruth Soria.

Ale honetako kolaboratzaileak: Pedro Urquijo, Ander Arizmendi, Juan Sánchez, Josune Ariztondo eta Lokarriren Gasteizko Foroa.

- Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan. - Azaleko argazkia: Srinavasa Ramanujan.

Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038

Haritu no se responsabiliza de las opiniones emitidas por sus colaboradores.

Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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lencia se constituye una mesa de partidos en la que se alcanza dichoacuerdo unánime o transversal, que a continuación pasa a ser refren-dado por la ciudadanía en una consulta popular.

Al referirnos a este planteamiento de desarrollo y culminación de unproceso de paz y normalización, hay que tener en cuenta que la reali-dad del momento actual está bastante alejada de dicho ideal. ETA haretomado el uso de la violencia y no es posible poner en marcha unamesa de partidos porque hay partidos políticos que se niegan a ello alconsiderar que no se dan las condiciones necesarias para abordar unproceso de diálogo y acuerdo, precisamente porque la violencia deETA continúa estando presente. Es en este punto donde se está produ-ciendo el debate sobre la consulta popular. Evidentemente, la inmesamayoría de la sociedad y de los propios partidos políticos apuestan, co-mo mejor solución, por alcanzar un acuerdo plural e inclusivo. Lacuestión fundamental reside en cómo o con qué estrategia afrontamosla actual situación.

Una de las primeras alternativas que se presentan es considerar quehasta que ETA no ponga fin a la violencia no existen condiciones nipara una mesa de diálogo ni para una consulta. Es obvio que la violen-

Este verano ha estado marcado por la vuelta a la violencia de ETA,que vulnera la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca, y por el de-bate en torno a la posibilidad de convocar una consulta popular. El pa-sado 31 de marzo, cuando Lokarri puso en marcha su iniciativa socialpor una consulta popular, esta Red ciudadana no era capaz de imagi-nar que esta cuestión marcase la agenda política 6 meses después depresentar su propuesta. Lo que entonces era una alternativa novedosapara desbloquear la situación es hoy una posibilidad real y concreta pa-ra relanzar el proceso hacia la paz. Muchos han sido los comentariosvertidos sobre este tema y es conveniente aclarar algunos de ellos.

En noviembre de 2006 Lokarri publicó un documento titulado «Elacuerdo. Reflexiones y propuestas para construir un acuerdo de convi-vencia», que incluía una definición sobre un acuerdo en el marco deun proceso de paz y normalización. Dicha publicación subrayaba queel objetivo es alcanzar un acuerdo plural e inclusivo, en el que esténrepresentadas las distintas tradiciones sociopolíticas presentes en nues-tra sociedad, sumando esfuerzos para que el acuerdo sea unánime, y enel caso de que no sea posible, para que el acuerdo sea transversal. Estees el esquema ideal de un proceso. En un contexto de ausencia de vio-

Transversalidad y consulta popular

Editorial

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cia de ETA es un obstáculo que no facilita los avances por la amenzaque supone sobre distintos colectivos, pero aceptar este planteamien-to supone conceder a ETA la iniciativa política, porque ella decidecuándo se darán de nuevo las circunstancias que permitan avanzar. Aesta idea se le añade otra, consistente en afirmar que únicamente sepuede avanzar con procesos, contenidos y acuerdos transversales. Es elmarco deseado por todos, aunque llevar este argumento hasta el extre-mo entraña el riesgo de que una minoría pueda bloquear constante-mente los intentos y propuestas de una mayoría, lo cual es inaceptabledemocráticamente.

En esta tesitura una hipótesis de desbloqueo consiste en que sea lapropia ciudadanía la que se pronuncie, y que su decisión democrática-mente expresada por medio de una consulta sea tenida en cuenta pa-ra desbloquear la situación. Este objetivo es el que persigue la propues-ta impulsada por Lokarri de convocar una consulta popular en la quela sociedad pueda decidir y asentar unos principios de convivencia enrelación al final de la violencia, el respeto a los Derechos Humanos yel mandato claro a instituciones y partidos de impulsar un proceso dediálogo que culmine con un acuerdo. Ante la falta de perspectivas de

recomponer la situación y dado el riesgo de vuelta al pasado, esta al-ternativa tiene la capacidad de remover la actual situación y ofrecerun cauce democrático para que se den pasos concretos en favor de lapaz y la normalización.

La sociedad vasca necesita soluciones concretas. ETA condicionanegativamente la vida de muchas personas y la sociedad vasca debemantenerse firme en el rechazo a la violencia. A ello hay que añadirque nuestra sociedad es madura para tomar sus propias decisiones y queha dejado clara su apuesta por el diálogo y el acuerdo. A día de hoyETA ha vuelto a la violencia, no hay diálogo y las posibilidades deacuerdo se alejan. El principal riesgo en estos momentos es que la so-ciedad se resigne ante esta situación al pensar que no hay salidas. Hayque seguir insistiendo y una manera para conseguirlo es dar la palabraa la sociedad para que ésta se exprese y que todos acaten su decisión.La consulta popular es una herramienta pacífica, democrática y direc-ta de poner las bases para el futuro de nuestra sociedad, recogida en elordenamiento jurídico y que puede ayudar a desbloquear esta situa-ción. Todas las iniciativas tienen contraindicaciones, pero lo que real-mente contraindica es no tomar iniciativas.

onsulta popular

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Aurrea hartunahian Tras lo acontecible19/07/2007, Torreblanca (Castellón)

Bilaketen zorabioan jardun da uda. Argazkiko hirukotea, polizia-kon-trol bat ikusi ondoren taxitik jaitsi eta lehergailuak egiteko materiala au-toan utzi zuen ustezko etakidearen bila. Torreblancan, iragan uztailaren19an. Hori baino lehenago, ekainaren 21ean Ayamonte herrian (Huel-va), Portugalgo mugatik bi kilometrora, lehergailuz betetako auto batutzi zuten, ustez polizia kontrol bat ikusi ostean orduan ere. EspainiakoGobernuaren arabera, ETArena zen. Atxiloketak, ihesak, mihaketak...Su-etena hautsiz geroztik areagotuak denak. Bortizkeria garaien beldur,urduritasuna. Gerta zitekeenari, guztion beldurra ernatzen zuenari aurreahartu nahian. Nahian soilik, gerta zitekeena hemen baita jada. Beste be-rriz ere. Ondikotz.

Miguel Sarratea

Escasos segundos los que han hecho falta para que el titular que prece-de a estas líneas, para que lo acontecible, se tornara en lo acontecido, unavez más. Sin que me diera tiempo ni tregua para hacer una porra en la queaventurar cuando nos alcanzaría la sorpresa «in-esperada». Me ha cogidola delantera, y no sólo a mí, sobre todo a aquéllos que durante este vera-no han estado rastreando las pistas de lo acontecible, en Torreblanca, enAyamonte, en Francia, en incontables puntos de Euskal Herria. En oca-siones bien orientados, pero, inafortunadamente, en otras desorientadospor las numerosas bifurcaciones del camino de la violencia, del dolor. Du-rango ha sido el primer testigo tras tiempos de jubilosa esperanza. Graciaspor esos 100 kilos de explosivos que nos agasajan con indignación y has-tío, con desesperanza. Gracias también por la «férrea voluntad, la perse-verancia» que han demostrado los negociadores de la paz. ¿Quién creíaque el camino iba a contar con más rosas que espinas? La tenacidad, elafán y el deseo, el real, son necesarios para extirpar esas agudas púas.

Ruth Soria

Pies de foto

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Al hilo

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A. B. López de Lerena Texto

La vozdel pueblo

Autodeterminación, referéndum, consulta, plebiscito... Muchosson los términos que tejen los matices de la «democracia directa»,es decir, aquélla en la que los ciudadanos se pronuncian directa-mente ante las urnas sobre cuestiones concretas. En este mes deseptiembre, rota la tregua y ante la posibilidad de que el GobiernoVasco presente una propuesta, la convocatoria de una consultacentra de nuevo la actualidad política. ¿Se dan actualmente lascondiciones para consultar directamente a la ciudadanía?; ¿serviríaesta convocatoria para avalar las tesis de ETA, o para deslegitimar-las definitivamente?; ¿superaría los trámites para ser convocada?; y,¿qué se consultaría exáctamente? El debate está más abierto quenunca, y no sólo en Euskadi.

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«La consulta democrática a la sociedad vasca es el punto en el queculminan todas las hojas de ruta de la inmensa mayoría de los parti-dos políticos y constituye, por tanto, el compromiso político de la co-alición de Gobierno que represento para la actual legislatura». Estasfueron las palabras con las que Juan José Ibarretxe anunciaba, en sudiscurso de investidura como lehendakari, que durante los cuatro añossiguientes en Euskadi se celebraría una consulta. Era la consecuenciadel acuerdo programático alcanzado por su partido, el PNV, con Eus-ko Alkartasuna y Ezker Batua para reeditar la fórmula de gobierno tri-partito que permitía a las tres formaciones una cómoda mayoría paragobernar.

Ahora que comienza el tercero de esos cuatro años, es decir, en elepicentro de la citada legislatura, el Pleno de Política General que secelebra este mes de septiembre da inicio a un nuevo curso en el que laconsulta a la ciudadanía se convertirá en el centro del debate políticoen la Comunidad Autónoma Vasca.

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Madrazo y Joseba Azkarraga, como miembros del Consejo Políticocreado por el lehendakari, y en representación de EB y EA en el go-bierno tripartito, se mostraron radicalmente en contra de lo expuestopor el presidente del PNV, hasta el punto de que el consejero de Jus-ticia del Gobierno Vasco lo consideró «una barbaridad». Desde el se-no de la formación jeltzale, el portavoz del Euskadi Buru Batzar, IñigoUrkullu, echaba más leña al fuego y si el trazo de la respuesta de Az-karraga era grueso, él iba más allá y tachaba de «desleal» e «insultan-te» lo dicho por Azkarraga.

El fondo de la cuestiónEl verdadero peso de este debate sobre la consulta, y el motivo por

el que es tan delicado para los partidos reside en que, en realidad,plantea abrir dos melones ante los que las diferentes fuerzas se venobligadas a posicionarse claramente, sobre todo en un contexto so-cial y político como el que actualmente plantea la ruptura del últi-mo proceso frustrado de pacificación y normalización.

Por un lado, lo expuesto por Imaz implica que se debe llegar a laconsulta como refrendo de un acuerdo previo forjado entre los par-tidos de «distintas sensibilidades» que garantice una mayoría ampliamás allá de la fórmula de Lizarra-Garazi. Y si esto no es así, si no seamplía el espectro de apoyos sumando al PSE, no se debe plantear.Y por otra parte, Imaz exige un escenario de «ausencia de violencia»para que la consulta pudiera llevarse a cabo desde unas mínimas«condiciones democráticas»; es decir, que hasta que no vuelva a ha-ber una tregua, tampoco se debería convocar.

Ante este planteamiento, EA, EB -e incluso importantes sectoresdel PNV como los que lideran el presidente del partido en Gipuz-koa, Joseba Egibar, y el antecesor de Imaz al frente del PNV, XabierArzalluz-, consideraron que esta tesis planteaba un doble veto al de-recho a decidir de la sociedad vasca, dando al PSOE y a ETA la ca-pacidad de crear o no esas «condiciones» en las que se pudiera lla-mar a la ciudadanía a las urnas. En contraposición a esta tesis, tan-to los portavoces de EA y EB como el propio Egibar, defendieron quelo que la consulta lograría precisamente sería «desbloquear» la ac-tual situación.

Fuera del ámbito de los partidos que forman el Ejecutivo que lide-ra Juan José Ibarretxe, lo expuesto por Imaz tampoco dejó indiferen-

Pero antes de que se hubiera celebrado la sesión del Parlamento deVitoria, los últimos coletazos del veraneo político ya venían calentan-do esta cuestión, provocando tensiones entre los tres partidos que in-tegran el Gobierno Vasco. La polémica cobró fuerza cuando los dia-rios del grupo Vocento (El Correo, Diario Vasco y ABC) publicaronuna carta abierta del presidente del PNV, Josu Jon Imaz, en la que és-te aseguraba que la consulta «planteada como un escenario de acumu-lación de fuerzas para una confrontación política» era «muy discuti-ble y, desde luego, contraria a la posición del PNV». Además, respec-to al efecto que esta iniciativa pudiera tener sobre la presencia de laviolencia, el líder jeltzale aseguraba que la consulta «podría ser el

plan B al que se acoja una ETA que declare un alto el fuego perma-nente esperando que la misma se lleve a cabo. ¿Qué pasaría el díadespués si no hubiera acuerdo político con el Estado? (...) La conse-cuencia de todo ello puede ser diabólica. No en nuestro nombre»,subrayaba.

Imaz trataba de zanjar así un debate que habían abierto tímidamen-te en sus declaraciones veraniegas algunos dirigentes de EA y EB, quehabían recordado que la consulta es un compromiso del tripartito pa-ra esta legislatura. Pero el efecto que logró fue el contrario.

El balón estaba en juego y las reacciones no tardaron en llegar.Apenas unas horas después de que la carta de Imaz viera la luz, Javier

Al hilo

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«La consulta es el máximo exponenetede la democracia»Jon Abril, vicecoordinador de Aralar.

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Fecha Referéndum Pregunta Part. (%)Sí (%) No (%) Blanco (%) Nulo (%) Resultado

6 de diciembre de 1978Referéndum para la ratificaciónde la Constitución española

¿Aprueba el Proyecto de Constitución? 67,11 88,54 7,89 3,57 0,75 Aprobación

12 de marzo de 1986Referéndum sobre la permanen-cia de España en la OTAN

¿Considera conveniente para España permane-cer en la Alianza Atlántica en los términosacordados por el Gobierno de la Nación?

59,4 52,5 39,8 6,5 1,7 Permanencia

20 de febrero de 2005Referéndum sobre la Constitu-ción Europea en España

¿Aprueba usted el Tratado por el que se estable-ce una Constitución para Europa?

42,3 76,1 17,1 6,0 0,9 Aprobación

Algunos conceptos

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Referéndum: Votación sobre una cuestión oficial para asuntosespeciales y concretos ante los que los dirigentes piden a la ciu-dadanía que se pronuncie directamente dando o no su aproba-ción, su refrendo, a una norma o iniciativa concreta.

Los resultados de los referendums pueden ser de obligada apli-cación, cuando se plantean como «vinculantes», o no serlo y sersólo «consultivos». En este último caso, una vez que la sociedadse ha expresado, la interpretación de la votación queda en ma-nos del poder legislativo. El último ejemplo de referéndum con-sultivo ha sido el relativo a la Constitución Europea.

Plebiscito: Es un caso concreto de referéndum en el que la so-ciedad dice «sí» o «no» a una propuesta concreta formulada des-de los poderes públicos.

Iniciativa popular: También conocida como «iniciativa ciuda-dana», este término se refiere a la posibilidad de que cierto nú-mero de personas presenten una petición avalada por sus firmaspara que se tome a consideración política un determinado asun-to público, como puede ser la reforma de un estatuto, una ley oincluso una enmienda constitucional.

La iniciativa puede ser directa o indirecta. Si es directa, lapresentación de la iniciativa desemboca en un referéndumpara aprobarla o rechazarla. En el caso de las iniciativas indi-rectas, la petición es tomada en consideración por el legisla-tivo, quien decide si se convoca o no el correspondiente re-feréndum.

España: Desde la restauración de la democracia, cuatro han si-do los referéndums convocados y, tras la aprobación de la Cons-titución española, estas consultas quedan reguladas en el artícu-lo 92 de la Carta:

1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podránser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.

2. El referéndum será convocado por el Rey, mediante pro-puesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada porel Congreso de los Diputados.

3. Una ley orgánica regulará las condiciones y el procedimien-to de las distintas modalidades de referéndum previstas en estaConstitución.

Y esta legislación ha arrojado las siguientes consultas de este tipo:

*Los síes, noes y blancos se calculan sobre el total de votos emitidos, no sobre el total de votos válidos.

Resultados de los referendos para la aprobación de estatutos de autonomía Fecha Referéndum Pregunta Part. (%) Sí (%) No (%) Blanco (%) Nulo (%) Resultado

25 de octubre de 1979Referéndum sobre el Estatutode Autonomía del País Vasco

¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomíapara el País Vasco?

59,77 90,29 4,71 3,41 1,16 Aprobación

25 de octubre de 1979Referéndum sobre el Estatutode Autonomía de Cataluña

¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomíapara Cataluña?

59,70 88,15 7,76 3,55 0,48 Aprobación

28 de febrero de 1980Referéndum sobre la iniciativadel proceso autonómico deAndalucía

¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciati-va, prevista en el articulo 151 de la Constitución, aefectos de su tramitación por el procedimiento pre-visto en dicho articulo?

64,19 86,94 5,36 7,04 0,44 Aprobación

21 de diciembre de 1980Referéndum sobre el Estatutode Autonomía de Galicia

¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomíapara Galicia?

28,27 73,35 19,77 4,62 2,25 Aprobación

20 de octubre de 1981Referéndum sobre el Estatutode Autonomía de Andalucía

¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomíapara Andalucía?

53,49 89,38 7,00 2,87 0,74 Aprobación

18 de junio de 2006Referéndum sobre la reformadel Estatuto de Autonomía deCataluña

¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomíapara Cataluña?

48,85 73,24 20,57 5,29 0,90 Aprobación

18 de febrero de 2007Referéndum sobre la reformadel Estatuto de Autonomía deAndalucía

¿Aprueba el proyecto de Estatuto de Autonomíapara Andalucía?

36,28 87,45 9,48 3,07 0,96 Aprobación

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te a nadie. Desde la izquierda abertzale, Batasuna y ANV atacaronesta tesis considerándola una muestra de la «responsabilidad» que elPNV tiene en que exista el conflicto vasco, mientras que Aralar, através de su vicecoordinador Jon Abril, la consideró inviable recor-dando que lo sucedido en Navarra demuestra que es imposible lograrun acuerdo con el PSE que luego vaya a ser refrendado por Ferraz.«La consulta es el máximo exponente de la democracia», concluyó.Por su parte, el presidente del PP en Bizkaia, Antonio Basagoiti,afirmó que el líder del PNV iba «en la buena dirección», si bien lapresidenta del partido en Euskadi, María San Gil -felizmente recu-perada ya de la enfermedad que la apartó de la vida pública- senten-ció que tanto Imaz y Egibar, como ETA «hablan de lo mismo» y queexiste una «coincidencia clara, primero, dentro del PNV y luegocon ETA en un proyecto que es hacia la independencia».

Quizá la postura más compleja ante esta cuestión haya sido la delPSE. El secretario general del partido, Patxi López, aplaudió lo ex-puesto por Imaz hasta llegar a decir que éste había escrito «lo quelos socialistas venimos defendiendo desde hace mucho tiempo» (...)ante «la consulta que propone Ibarretxe» que, según dijo, «nos lle-va a la división».

Sin embargo, la postura del PSOE ante esta cuestión entraña va-rios matices y no siempre ha sido exáctamente ésta. Durante el re-cientemente frustrado proceso de diálogo, en octubre del año pasa-do, Patxi López afirmaba que su intención era discutir -en la mesade partidos que nunca llegó a tomar cuerpo definitivo y oficial (pe-ro que sí lo tuvo de forma oficiosa)- cómo «mejorar» el derecho adecidir de los vascos; una tesis que apoyaron entonces otras vocesdel partidos como la del alcalde de Donostia, Odón Elorza. «Los so-cialistas ya decimos que el derecho a decidir existe. ¿Se puede me-jorar? Quizá», aseguraba. Remontándonos al socialismo histórico, elPSOE se definía -y se define- en el mítico Congreso de Suresnes de1974 como federalista. Así, consideraba que la nueva España quedebía salir del inminente acuerdo constitucional, debería ser unaRepública Federal de las Nacionalidades y reconocía, como lógicaconsecuencia, «el derecho de autodeterminación de los pueblos quela integran». Sin embargo, con el tiempo han pasado a plantear lasconsultas como un refrendo de los acuerdos que se alcancen entrelos partidos para reformar el actual estatuto «siempre dentro de lalegalidad vigente» para que dicha reforma no quede varada en lasCortes como le sucedió al Plan Ibarretxe, o resulte «cepillada», co-mo le ha sucedido al Estatuto catalán -ambos aprobados por mayo-ría absoluta en sus respectivas Cámaras-.

Ante todo este debate tan cargado de tintes políticos, algunos mo-vimientos sociales como el propio Lokarri defienden la consulta co-mo elemento clarificador que ayude a normalizar la convivencia. De

Al hilo

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-«Una consulta planteada como acumulación de fuerzas es (...)contraria al espíritu y la letra de la posición de EAJ-PNV. (...) Ade-más, podría ser el plan B al que se acoja una ETA que declare unalto el fuego permanente esperando que la misma se lleve a cabo.(...) No en nuestro nombre».

Josu Jon Imaz, presidente del PNV

-«Imaz ha dicho lo que los socialistas venimos defendiendo. (...)La consulta que propone Ibarretxe supone resucitar la división en-tre los vascos».

Patxi López, secretario general del PSE

-«Hay que desatar conjuntamente los nudos del conflicto para lle-gar a una consulta en la que los vascos tengamos la última palabra».

Joseba Permach, portavoz de Batasuna

-«Entiendo el derecho de autodeterminación, pero también queno nos corresponde, porque los vascos ya decidimos nuestro futurocon el conjunto de España».

Leopoldo Barreda, portavoz parlamentario del PP

-«Hay que cumplir las obligaciones electorales, y una de las del tri-partito es avanzar hacia la normalidad consultando a la población».

Begoña Errazti, presidenta de Eusko Alkartasuna

--«Una consulta sería muy importante para la normalización po-lítica y para que ETA y quienes les apoyan vean que están en con-tra de Euskadi y de la sociedad vasca».

Javier Madrazo, coordinador general de Ezker Batua

-«Ante la ruptura de la tregua, y tras comprobar que el diálogosin exclusiones no ha encontrado su cauce, la sociedad vasca tienela oportunidad de expresar su voluntad por medio de una consultapopular para desbloquear estos momentos tan difíciles. Sería unerror dejar en manos de ETA la llave para abrir o cerrar el diálogo».

Paúl Ríos, coordinador de Lokarri

Frases destacadas

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hecho, ya desde que ETA diera por rota su tregua, Lokarri se en-cuentra recogiendo 50.000 firmas que apoyen la solicitud de unaconsulta popular ante el Parlamento Vasco y el de Navarra para que,más allá de los rifi rafes de la coyuntura política, sea la ciudadaníaquien directamente manifieste cuáles deben ser los principios deconvivencia y exprese clara y democráticamente su posición ante laviolencia.

Listos para el debateEl pleno de política general que abre este curso político llevará al

Parlamento Vasco este debate una vez más. Antes de su celebración,la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate, ya recordaba quelos «compromisos» del tripartito en relación con la convocatoria deun referéndum o consulta popular están recogidos con claridad en elacuerdo de coalición suscrito hace dos años por PNV, EA y EB. Nohay que olvidar que, según el último Sociómetro, siete de cada diezciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca consideran que elpueblo vasco tiene derecho a convocar un referéndum de autodeter-minación, aunque tampoco se puede obviar que la mitad de ellosaseguraban que esta iniciativa debería llevarse a cabo una vez quehaya desaparecido la violencia.

El Parlamento Vasco se ha pronunciado en varias ocasiones a fa-vor de «el derecho de la sociedad vasca a decidir su propio futuro»y de «abordar un diálogo integrador y sin exclusiones» que permitaalcanzar «la normalización política». En este sentido, durante lasconversaciones que los socialistas, el PNV y Batasuna mantuvieronen el Santuario de Loiola durante el proceso ahora bloqueado, estastres formaciones redactaron el 31 de octubre un borrador llamadoprecisamente «Bases para el diálogo y el acuerdo político». En él, serecogía el compromiso de estos partidos de defender que «las deci-siones que sobre el futuro político adopte libre y democráticamentela ciudadanía vasca sean respetadas por las instituciones del Estado»y que el acuerdo resultante garantice «que todos los proyectos polí-ticos» puedan ser, «no sólo defendidos, sino materializados», consi-guiendo así un dificil equilibrio articulado sobre las bases de la lega-lidad vigente, como exigía el PSE, el llamado Plan Ibarretxe, reivin-dicado por el PNV, y la Alternativa Democrática de Batasuna.

La vuelta a las armas de ETA y la ruptura oficial de un diálogoque, por otra parte nunca dejó de ser del todo extraoficial, han en-turbiado el debate sobre la necesidad o no de consultar a la ciuda-danía, pero ahora el Ejecutivo liderado por Juan José Ibarretxe pa-rece querer ponerlo de nuevo sobre la mesa. Y será la propia socie-dad quien decida si necesita o no este debate, y si quiere o no defi-nir sin ambages cómo quiere que sea su futuro. Tiene la oportunidadde dejar que se escuche su voz.

El debate sobre la versión más política de la consulta ciudada-na, aquélla que se centra en el marco jurídico político, tambiéntiene ecos lejos del suelo vasco. Sin salir del Estado español, losgibraltareños llevan años pidiendo que se les consulte para acla-rar su curiosa situación; en Cataluña, el vicepresidente de la Ge-neralitat, Josep-Lluis Carod Rovira, fijó recientemente el límitedel año 2014 para celebrar un referéndum, y algunos de los miem-bros del nuevo Govern Mallorquín afirmaron en su toma de po-sesión que no renuncian «al derecho de autodeterminación delpueblo en las Islas».

En cualquier caso, la vanguardia es hoy en día escocesa. Hacediez años, el laborista Tony Blair resucitó el parlamento escocés, ylos nacionalistas han ido cobrando fuerza hasta dirigirlo. Ahora, suprimer ministro camina hacia una consulta que se espera para 2010y que laboristas y conservadores han prometido respetar, pese a queabogarán por la permanencia en el Reino Unido. También la cues-tión saharaui gira en torno a la posibilidad de que la antigua colo-nia española decida su futuro. Cabe destacar que, ante esta cues-tión, tanto el PP como el PSOE han abogado históricamente porel derecho de autodeterminación de los saharauis. De puertas aden-tro, estos partidos rechazan defender la misma postura ante los pue-blos del Estado alegando que no son países colonizados.

Pero el componente clarificador que puede aportar una consultano se limita a esos casos de liberación post colonial. En Alemania,

los länders tienen reconocido este derecho y en Quebec se ha ejer-cido en dos ocasiones, demostrando además con la doble convoca-toria que nada tiene por qué ser definitivo ni traumático, y que lademocracia debe adaptarse a la sociedad que la disfruta para que laconvivencia entre ésta y su marco jurídico político no sea un pro-blema. Montenegro ha sido el último escenario de un referéndumde autodeterminación en el seno de Europa, pero antes lo fueronPolonia, Croacia, Malta o Chipre, entre otros. Y estos modelospueden quedar no tan lejos del futuro de Euskadi, porque no hayque olvidar que tienen un amplio apoyo. Incluso el lider del PSE,Patxi López, que ha mostrado siempre su interés con el modelosquebequés, afirmó el año pasado ante lo sucedido en Montenegroque los socialistas subrayan «el derecho a decidir de la ciudadaníavasca a seguir decidiendo su propio futuro, de acuerdo» con el mé-todo utilizado en el que ya es el país más joven de Europa.

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El camino de la autodeterminación

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En los últimos meses, algunos medios se han convertido en el escaparate en el que se han exhibido los contenidos delas conversaciones políticas a tres bandas (PNV, PSE y Batasuna) que quedaron enterradas bajo los escombros de Bara-jas. La situación no es en absoluto novedosa. Sin ir más lejos, tras la ruptura de la tregua de 1998, ETA hizo público elcontenido de los acuerdos que alumbró el proceso de Lizarra-Garazi y ahora la historia parece repetirse, si bien aún estáa salvo todo lo que se encomendó a los mediadores internacionales. ¿Por qué se producen estas filtraciones después decada proceso frustrado?; ¿a quién interesan?; ¿es positivo que se expongan a la luz pública las diferentes versiones de lohablado, o es más bien un elemento que contribuye a alejar la paz?

Las filtraciones y la paz

Reflexión

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tos periodísticos con verdadero interés y aprendemos de ellos. Y a to-dos nos beneficia el hecho de que los profesionales de los medios pue-dan contar para su trabajo con el contraste, las reflexiones y las infor-maciones necesarias para lograr un buen producto. Nada que objetar,por lo tanto, y sí mucho que reconocer, en general, a los profesionalesde los medios de comunicación, a los cronistas, en este caso, de la co-sa política.

¿Cómo evitar entonces, lo que tienen de amenaza las filtraciones y, ala vez, potenciar su fortaleza como inspiradoras de una buena reflexiónperiodística? En lo que concierne a los responsables políticos, sólo co-nozco una receta: consiste en comunicar en el formato fuentes de sol-vencia solamente aquello que seríamos capaces de firmar o de expresarabiertamente en una comparecencia pública. No escudarnos en estaforma de anonimato para actuar sin la autocontención que nos deman-dan la mesura y la serenidad de juicio. Nuestra responsabilidad ante laciudadanía y el compromiso con el prestigio y el reconocimiento socialde la clase política así nos lo exigen.

Las filtraciones a los medios de comunicación en los procesos de paztienen su espacio propio y se les puede ubicar entre la necesaria discre-ción y el derecho a la información. En lo que se refiere al último proce-so vivido en Euskadi, en la voluntad -estratégica o sólo táctica- de llegara culminar el proceso está, en buena medida, el origen de las filtraciones.

La revista Haritu me solicita un apunte sobre la importancia, grave-dad y consecuencias de las filtraciones en las conversaciones / negocia-ciones de paz, casi siempre convenidas para que queden en la discre-ción de los protagonistas y casi siempre pregonadas en sus diferentes eincluso contradictorias versiones.

No me ha resultado sencillo centrarme en la cuestión a estas altu-ras de final de verano, cuando a muchas personas se nos ha helado lasangre ante atentados como el de Durango o tentativas como la deCastellón. Pero puede que mirar este rincón del pasado reciente seaprovechoso como ejercicio de futuro. Con ese ánimo van las líneasque siguen.

Hablamos de filtración para referimos al deslizamiento de una deter-minada información sin revelar la identidad del autor. Quien actúa eneste formato, es decir, quien filtra directamente o induce la filtración,se suele amparar en fuentes de toda solvencia, fuentes dignas de crédi-to… para subrayar el interés de la información. Pero el anonimatosiempre tiene algo de impune y adolece de la falta del autocontrol ne-cesario para la mesura y la reflexión o para ejercer la crítica sin desca-lificaciones.

La crónica política es un género interesante y valioso, incluso en loscasos en los que se elabora sobre la base de un conjunto de comenta-rios anónimos. Somos muchas las personas que atendemos a estos tex-

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Es evidente que hay tantos relatos como actores y tantas culturas ylenguajes políticos como partidos. Y que entre las formaciones políti-cas existen diferencias a la hora de informar a la ciudadanía. Son es-tilos de política que la gente identifica, generalmente con acierto, se-gún parámetros como la madurez, la sinceridad o / y la valentía -queno envalentonamiento- y termina por identificarse mejor con unosque con otros.

Hay un último aspecto en esta cuestión de las filtraciones que noquiero dejar de señalar: todo lo que se mantenga a salvo de ellas es te-rritorio ganado para la confianza y para sentar las bases de una nuevaocasión para la paz. Pero esto es como la veda de la anchoa: o la respe-tan todos o no sirve de nada el que la respeten unos cuantos, salvo pa-ra que se beneficien aquellos que no la respetan. Y cuando se rompenlas reglas de juego, ya se sabe el final.

Pero a pesar de estas y otras dificultades, sigo considerando que lapaz es el horizonte de un proceso más ligado al diálogo que al monó-logo, más al consenso que al disenso, mucho más a la educación y ala tolerancia que a la ignorancia, a la desconsideración o a la indife-rencia. Y al ejercicio de la política con madurez, serenidad y buenjuicio, dignificándola a los ojos de la sociedad e impulsando la par-ticipación social en la cosa pública, que es un buen indicador de lademocracia.

¿Son contradictorios la discreción y el derecho a la información? Yono lo creo así; más bien al contrario, considero que la ciudadanía, quedeja en manos de la clase política la gestión de sus ideas en relacióncon la cosa pública, es siempre comprensiva con la discreción. Y queno considera como derecho a la información el relato de chascarrilloso las historietas de políticos que arriman el ascua a su sardina para apa-recer como protagonistas de acontecimientos que se interpretan comopropiciadores de paz.

La discreción no sólo no está reñida con el derecho a la información:ambos son complementarios y la ciudadanía es consciente de que enprocesos tan dificultosos y plagados de obstáculos como el que hemosvivido en Euskadi, hay tiempos para la discreción y tiempos para la ex-plicación. Y todos ellos han de ser gestionados con responsabilidad ymadurez.

Y ¿qué pretenden, en este contexto, las filtraciones? La respuesta de-pende, probablemente, de cómo acabe cada proceso. Los vascos sólohemos conocido procesos fallidos y tras cada uno de ellos, hemos co-nocido un insistente relato justificativo de la actuación de la izquier-da abertzale, filtrado a los medios, en primer lugar, y comunicado des-pués directamente por ETA. Y, curiosamente /paradójicamente, la res-ponsabilidad, tanto de la quiebra del proceso como de la actuaciónviolenta posterior de ETA, es siempre ajena.

Josune AriztondoSecretaria del EBB de EAJ-PNV y portavoz delgrupo jeltzale en Ondarroa

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ones y la paz

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Ane

Alegiak

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tsioan, uhin hedakorrak unibertsoaren paretak zartatu eta pen-tsamenduak, sentimenduak, atomorik txikienak ere airean buruz berazintzilikatu balitu bezala.

Hemen geratzen banaiz pertsona bat hil egingo da, bota du Enekokeskumuturrak estututa. Eta ez da hitz hauen esanahia izan tabernariarieskulekua laxatu eta atea irekiarazi diona, Enekoren begirada biziak a-tzean ezkutatzen duena baizik: larritasuna. Ez daki zergatik askatu duenhalako astakeria, baina Ane gal dezakeen pentsamendua izan bezainlaster atera zaio kanpora, barrutik, egia ziur eta ikaragarri baten jabedenaren etsipenaz.

Burua kalera atera duenean, orain arte gor ziren soinuak argitu egindira, anplifikatu, present baina ezkutuan zegoen bizia belarrietan bar-na gailendu balitzaio bezala: ikara oihuak, kristal hautsiaren hotsa, bo-ta ilunen taupadak lurra kolpatzen, gurpil beltzen irrintziak errepideanarrastoak marrazten, mendeku hitzak kale kantoietan, istiluen kontra-ko materialaren danbadak, eta euria; gozo, epel, espaloietako pu-tzuetan pliki eta plaka.

Gasolio usainak airea biziatu du, suaren distira ikus daiteke karrika-ren amaieran. Orain urrun dagoen guda ez da geldia. Kaleetan zeharmugitzen da azkar, otso taldeak gauaren basoetan ehizatzen duen mo-duan momentuoro erasotzeko kokagune egokiena bilatuz, etengabeegoerara moldatuz. Gudak kaleak gurutzatzen ditu, kantoiak galdu etakonkistatu, kaosa eta izua zabaldu. Txikizioa da bere iragatearen seina-le berezia.

Karrika hutsik dago, lurra bustita, zerua iluna. Odol arrastoak ikusdaitezke urarekin bat errekatxo nimiñoak baldosa artean marrazten.Norenak izango ote?

Hemendik mugitzen ez banaiz, ez dut inoiz Ane berriz ikusiko, otuzaio berriz. Karrikan aurrera doan heinean zarata gora doa, adrenalinabezala. Hor bukaeran kristalak hegan ikusten ditu alde batetik bestera,

z dut Ane inondik aurkitzen. Hogei minutudaramatzat taberna honetan atera ezinik. Kaletik oihuak, detonazioaketa lasterketa zaratatsuak iristen dira. Hemen berriz, tentsioaren ka-rraska mutua entzun daiteke soilik tabernan pilatutako dozenaka gaz-teren begiradak zeharkatzen. Bero ere egiten du, kondentsazioa airean.Bertan gelditzen banaiz, ez dut inoiz Ane berriz ikusiko.

* * *

Enekoren aurpegian izerdi tanta nanoak azaltzen hasiak dira. Ondo-koen bizkarrak, sorbaldak, ipurdiak gorputzari itsatsiak ditu eta ia ezinda mugitu ere egin. Bultzaka sartu dute tabernan lasterka ari zirela. Or-duan galdu du Ane. Oxigeno faltak indartsuago arnas hartzera behar-tzen du eta izerdi lurruna goraka doa, sabaira.

Bitan pentsatu gabe, Enekok aterantzako bidea egitea lortu du, kos-tata, bultzaka, ez dago barkamena eskatu beharrik. Baina, nekez, taber-na gurutzatu ondoren, kaleko atea itxita dago, pertsiana jaitsita, leiho-ak gortinaz estalita eta tabernariaren eskua atearen eskulekuan tinko.Kanpora irten behar dut, esan dio Enekok, baina ahoa zabaldu bainolehen tabernaria buruarekin ezetz egiten ari zitzaion. Beltzak kanpoandira, ez dut atea ezergatik zabalduko, dio serio eskulekua are eta estua-go heltzen duen bitartean. Bat-batean eztanda beldurgarri bat entzunda. Segidan isiltasunik ilunena, detonazioaren oihartzun azkarra etxezaharren fatxadetan gero eta urrunago errebotatzen. Erlojuak neurtzenez dakien une lodi eta bikortsu bat zabaldu da denboraren dimen-

EImanol Carballo Idazlea

Ramanujan Marrazkiak

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M.-Hori da kontua. Neskentzako arropa denda batean. Hurrengo hi-labeteetan herri osoaren barreak entzun behar izan nituen. Oso poxpo-lin negoela makuto arrosarekin, nire alderdi femeninoa liraintzen zue-la, telefonoa pasatzeko, ea galtzen azpian izebaren gonak erabiltzen ni-tuen… (keinua handizkatuz) Etsigarria izan zen nire Egoarentzat.

N.-(Orain bai, barrez) Zu bai ahoberoa. M.-Eh! Benetan. Borroka existentzialista batean murgildu nintzen.

Nire printzipioak, arrosa kolorea gizonezkoentzat ere badela aldarrika-tzea, gizarte intolerantearen presioaren aurka. Latza!

N.-Bueno, arrak horrelakoak zarete, laukiburuak; edo dira, ezta?

M.-Nire amak esan zizkidanak entzun beharko zenituzke.

N.-(Barre zintzoarekin) Sexu aldaketa nahi baduk, titiak finantzadiezazkizuket. Komendiante hutsa haiz. Berdin egiten al duk txosnetanaurkitzen dituan neska guztiekin?

M.-Oh, ez. Zurekin bakarrik. Bueno, eta gaur beste dozena erdirekinere, baina zu izan zara elkarrizketa jarraitu didan makuto arrosadunneska bakarra.

N.-(Berriro barrez) Gezurti hutsa haiz!

M.-Bai, baina larunbat eta astearteetan bakarrik.

N.-Gaur jada igandea da.

M.-Egia. Noizbait ikusi izan zaitut hemendik, baina ez inoiz han ederra.

N.-…

ez ordea zeharkako kalean dauden jaurtilariak. Istiluen kontrako ma-terialaren danbatekoak etengabekoak dira. Ikusten dira ere kantoietanburua arriskatuz polizia iraintzen dutenak, beste batzuek pasa nahi du-te baina ez dira ausartzen. Nik ez daukat aukerarik dio Enekok martxaareagotzen duen bitartean, azkenean korrika eta gurutzatzerako orduanmakurtuta, eskuak buruan eta zilipurdika, su botila beltzak gainetik,haize pilota beltzak albotik eta korrika aterpea aurkitu duen arte.

Lurrean etzanda dagoela, kristal txiki baten ziztada nabaritzen dubizkarrean. Kaka zaharra! Gatazkaren erdian harrapatuta dago. Nola-hala lurrean buelta eman eta kristala bizkarretik atera du. Kaka. Etaorain zer?

Buelta eman bezain laster ikusi du polizia bere aurrean.

Musika eszena bat

Oihala gora. Admnistiaren aldeko txosna baten inguruan gazte talde bat.Kortaturen «Equilibrio» kantua bozgorailuetan. Barraren erdialdean gorrizjantzitako Neska bat. Ondoan Mutila.

MUTILA -Horrelako bat izan nuen nik aspaldi.

NESKA -(Asaldatua) Zer? Makutoa?

M. -Bai. Marraduna eta arrosa kolorekoa, zurea bezalakoa.

N.-(Asaldatua oraindik) Ah!, eh… bai. Erakusleihoan ikusi bezainpronto erosi nuen.

M.-(Barre behartu bat) Nik ere! Niretzat egina zegoela pentsatunuen. Garesti ordaindu nuen baina.

N.-Garesti? (Lasaiago) Non erosi zenuen bada?

Alegiak

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M.-Zer? Ez begiratu horrela. Gaur igandea da.

N.-Eskerrik asko.

M.-Goazen hemendik, pote bat hartzera. Barrako tipoa ezagutzendut. (Barraren atzean dagoen gazteari) Eh! Sinvergüenza! Me piro. Ma-ñana nos vemos.

GAZTEA.-Si eso, estamos. Y si no nos vemos, igual es por culpa de la luz!

M.-(Neskari) Ez da fidatzekoa. Ni Eneko naiz. Bagoaz?

N.-(Barrez) Bale. Ni Ane.Neska eta Mutila eskubitik ateratzen dira. Musikak gora egiten du

eta gazteen elkarrizketa gorra entzuten da. Oihala behera.

* * *

Ilargiak Aneren ilea marrazten du gauaren maindire gainean. Nirebehatzak bere mototsetan kateatzen ditut poliki, zetazko suge ilunakbailiran, gero eta bilduago, gero eta estuago, behatzen puntaz lepondo-ko azala ukitzeraino. Atsegin dut Aneren buru txikiaren pisua nire bu-larra zanpatzen sentitzea. Denbora infinitoa egiten da horrela, belarre-tan eserita. Anek berearekin nire eskua harrapatu du eta bata bestea-ren pentsamenduak entzuten egon gara isilean. Tipa hau ez da besteakbezalakoa, pentsatu dut nik, eta orduan berak burua jaso, begiak erdiz-ka itxiz nireak bilatu eta muxu geldo bat eman dit ezpainetan. Tipahau ez da besteak bezalakoa, esan diot berriz neure buruari. Beste mu-xu txiki bat.

«Gudak kaleak gurutzatzen ditu, kantoiak galdu eta konkistatu.Txikizioa da bere iragatearen seinale berezia»

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La vuelta a las armas que ETA anunció el pasado 6 de junio parecehaber reavivado la lucha antiterrorista, sobre todo en suelo francés.Durante el alto el fuego, los responsables del Gobierno español se es-forzaron en asegurar que el Estado no estaba «en tregua» y que susFuerzas y Cuerpos de Seguridad seguían persiguiendo con todo su afána los miembros de ETA. Sin embargo, tras la ruptura del alto el fuegose han disparado las detenciones. La gendarmería gala ha detenido du-rante los últimos dos meses a 15 presuntos miembros de la organiza-ción, mientras la Policía española respondía al rebrote de la kale bo-rroka con el arresto de seis de sus presuntos responsables.

Además, se ha golpeado el aparato logístico de la banda con la de-tención de uno de sus más veteranos integrantes y el hallazgo de un zu-lo en Biarritz, pero sobre todo con el golpe de Cahors, donde la Poli-cía asegura haber arrestado al responsabe de la fabricación de explosi-vos y quemado el más importante centro de formación de nuevos acti-vistas. Por otra parte, y aunque de una forma un poco fortuíta, se hanimpedido atentados en las costas españolas neutralizando dos vehícu-los en los que ETA trasladaba numerosos detonadores y explosivos.Ante esta situación, la violencia ha vuelto a las calles y, además de losdos pequeños artefactos que explotaron al paso del Tour de Francia porNavarra, la organización hizo explotar el pasado 23 de agosto una fur-goneta bomba ante el cuartel de a Guardia Civil en Durango, causan-do dos heridos leves y cuantiosos daños materiales al cuartel y a los edi-ficios de la zona, en lo que es su reaparición de hecho tras el atentadode Barajas. Así, suspendido el proceso de paz, los gobiernos y ETAvuelven a enrocarse de nuevo sobre el tablero de la confrontación enuna peligrosa espiral que, desgraciadamente, la sociedad vasca ya cono-ce de sobra.

Quien pudiera haber pensado que los tiempos en los que las bande-ras eran motivo de confrontación política y social habían pasado a lahistoria se equivocaba, ya que una sentencia del Tribunal Supremo he-cha pública a comienzos de agosto ha reabierto la polémica. Según dic-ta el Supremo, las instituciones vascas están obligadas a exhibir la en-seña española en un «lugar preferente». Al poco de conocerse esta or-den, Antonio Basagoiti, concejal del PP en el Consistorio bilbaino,amenazó con acudir a los tribunales si no comienza a ver la rojigualdacolocada «de manera permanente» en los organismos públicos de laComunidad Autónoma Vasca. «Bilbao es muy español y, si algunos seacostumbran a ver la bandera de su país, de España, en Bilbao, no ha-brá ningún problema», sentenciaba. Poco después, simpatizantes de laizquierda abertzale se concentraban ante los ayuntamientos de Donos-tia y Bilbao para exigir que la única bandera con la que se envuelvanlos poderes públicos vascos sea la ikurriña. Así las cosas, la confronta-ción vuelve a estar servida, esta vez construída a base de utilizar lossímbolos y los sentimientos políticos más íntimos como armas arroja-dizas en lo que ya es un obstáculo más colocado gratuitamente en lacarrera hacia la convivencia y la normalización política de este país.

Guerras banderizas Espiral de confrontación

Hilvanando

Hari-muturrak...

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Las diputaciones de Bizkaia, Navarra, Alava y Gipuzkoa ya tie-nen nuevos equipos gestores. En la Comunidad Autónoma Vascaúnicamente repite el de José Luis Bilbao, ante la llegada de Xa-bier Agirre al palacio foral alavés y la sustitución de Joxe JuanGonzález de Txabarri por Markel Olano en Gipuzkoa. De estaforma, las tres diputaciones vuelven a quedar otra vez en manosdel PNV, si bien los acuerdos que han hecho posible que esto seaasí abren la puerta a nuevas posibilidades estratégicas de colabo-ración entre los diferentes partidos vascos que habrá que analizara medio y largo plazo.

Por otra parte, en el Gobierno de Navarra repetirá Miguel Sanz.Llega al cargo tres meses después de que se celebraran las eleccio-nes y tras haber presenciado desde un balcón privilegiado el cule-brón con el que PSN y PSOE han amenizado el verano informati-vo. A pesar del apoyo del CDN, gobernará en minoría y con laamenaza de que la oposición presente una moción de censura quele sacaría del cargo antes de cuatro años, aunque de momento sele ve tranquilo, ya que al PSN le costará forzar esta situación a sa-biendas del daño electoral que podrá sufrir tras esta última crisis.

Lo apretado de los resultados electorales en estos tres territoriosha obligado a los políticos a articular discursos incluyentes y con-ciliadores para lograr los apoyos que les permitan gobernar los pró-ximos cuatro años; un buen punto de partida que ahora tendránque refrendar para consolidar la convivencia entre sus ciudadanos.

Nuevos poderes

...hilos sueltos

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Entre las muchas serpientes de verano, la que más ha coleado ha si-do la del «secuestro» del número de julio de la revista de humor «ElJueves». La Audiencia Nacional consideró que su portada era «deni-grante» para la familia Borbón y les acusó de «injuriar» a la Corona.No es la primera vez que este tribunal arremete contra la libertad deexpresión en la que el periodismo debe hacer pie para ejercer en unEstado de derecho y «Egin», «Ardi Beltza» o «Egunkaria» son nom-bres que aún están frescos en la memoria. En este caso, la línea que se-para el ejercicio de este derecho del derecho al honor y la intimidadde los ciudadanos es delgada, pero sorprende que sea el propio juezquien aparte los casos que se atascan en la lenta maquinaria de la Jus-ticia y actúe de oficio inmediatamente sobre éste para salvaguardar elhonor de la Corona. Más aún, cuando los miembros de esta institu-ción no expresaron ninguna queja ante lo publicado, que era una sá-tira que cuestionaba el «trabajo» que desempeña el príncipe Felipe yla iniciativa del Gabinete Zapatero de fomentar la natalidad dandohasta 2.500 euros por cada hijo que se tenga.

Ya en 1977 «El jueves» sufrió el secuestro de dos de sus ejemplarespor criticar las situaciones que atravesaban España y el Vaticano. Sinembargo, en pleno siglo XXI, sorprende seguir viendo cómo la Policíase lleva pilas de revistas «secuestradas» de los kioskos. Sin duda, unamala noticia para el estado del humor y de las libertades en España,aunque quizá no tanto para los editores de la revista, a quienes la de-cisión judicial les ha facilitado una excelente campaña publicitaria.

Libertad secuestrada

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Hemeroteka

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Umorea

PeliBerria. 31 de agosto.

OrozDiario de Navarra.

21 de agosto.

ZaldieroaBerria. 2 de agosto.

RipaDeia. 31 de agosto.

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Esandakoak

José Luis Rodríguez Zapatero, presidentedel Gobierno español.

José Blanco, secretario de organizacióndel PSOE.

Juan José Ibarretxe, lehendakari.

Antonio Basagoiti, portavoz del PP deBilbao.

Antonio Camacho, secretario de Estadode seguridad.

Pernando Barrena, portavoz de Batasuna.

«Los terroristas se van a encontrar con el muroque representan toda la firmeza del Gobierno, delas fuerzas políticas, de la policía, de la ley y del Es-tado de Derecho».

«Hemos sido firmes en el intento de diálogo,seremos firmes en la persecución de los violentosporque el objetivo es el mismo: acabar con laviolencia».

«La normalización política ha de hacerse, he-mos de desarrollar acuerdos y la sociedad vascadebe decidir, al margen de que exista o no ETA».

«La bandera española es tan bilbaína como laRía o el Pagasarri».

«La desarticulación de la cúpula de Cahors es ungolpe contra la columna vertebral de la banda, peroeso no es acabar con ETA ni mucho menos. Dehecho, ahora es muy peligrosa porque puede sentirsecomo un animal acorralado».

«Rubalcaba tuvo en sus manos una propuesta deETA de desarme definitivo, en el contexto de unacuerdo político que diera la capacidad de decisión alos vascos y dio un no rotundo por respuesta. Ahora,con sus malos augurios y sus amenazas a la izquierdaabertzale, sólo escurre el bulto de su responsabilidadhistórica».

«El nuevo gobierno navarro tendrá lamirada puesta en el futuro, estará

abierto al diálogo y a la concertación,y será respetuoso con la pluralidad so-cial, cultural y política que siempre ha

caracterizado a nuestra Comunidad».

Miguel Sanz, presidente reelecto de laComunidad Foral Navarra.

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Haritu: una de las serpientes informativasdel verano ha sido el asunto de las banderas,y ha venido con resoluciones judiciales, de-claraciones cruzadas entre los partidos, ma-nifestaciones en la calle... ¿Estamos conde-nados a no salir nunca de estos debates?

Josetxo Goia Aribe: las banderas son simbolo-gía, y cuando la gente se pone así con un sím-

bolo es porque necesitan explicar lo que son através de esas banderas; y si es así, tenemos unproblema. Con las banderas se enarbolan sen-timientos de identidad que luego generan con-flictos, porque la simbología se saca de quicio ypuede ser peligrosa. Hay que estar un poco másrelajados, sobre todo ante cuestiones tan in-trascendentes y que necesitamos tan poco co-mo éstas.

Gari: para mí, Euskadi o España no son bande-ras. A mí una bandera me da igual. No es másque un trapo de colores que no me interesa; meinteresan otras cosas mucho más importantesque representan mucho más lo que soy comoeuskaldun, y lo que somos como pueblo. Ycuando los políticos se ponen como se ponencon esto, les están dando a su público lo que supúblico quiere. Es como en un escenario: unos

DesdramatizandoGari & Josetxo Goia Aribe

«Oye, dale a todo esto un tono de humor, que a mí este país, sino, me aburre mucho, ¿eh?». Así es como se despide de la entre-vista Gari ante la sonrisa cómplice de Josetxo. Siempre se ha di-cho que los músicos tienen una peculiar forma de ver la vida.Pero si les pides que compartan sus análisis de la realidad actuala un navarro que hace jazz desde la música tradicional y a unhombre que fue, con Hertzainak, un icono de lo que las etique-tas llamaron rock radical vasco de los 80 y que hoy se ha rein-ventado a sí mismo sin dejar de ser él, sale lo que sale: un retra-to social y humano personal, crítico, pero desdramatizado. Por-que, según la ven ellos, la esencia de la vida es salir a la carrete-ra, conocer a otras personas, aprender y disfrutar de ellas. ¿Rocken estado puro? Gari y Josetxo Goia Aribe en estado puro.

A dos bandas

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Alvaro González Texto Karlos Corbella Fotos

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dicen oeoeoeoeee, o a ver esas palmas, o levan-tan el puño izquierdo, o el derecho... Cada cu-ra, desde su púlpito, da a sus feligreses las ben-diciones que éstos quieren.

Haritu: otra de las cuestiones que va a darde qué hablar es la del derecho a decidir.¿Creéis que sería positivo consultar de formadirecta a la sociedad?

Josetxo Goia Aribe: yo ahí me veo un poco enuna contradicción. Por un lado, entiendo laconsulta, pero tengo dudas sobre si reflejaría loque sociológicamente hay en el país. Los parti-dos se meterían a dar consignas y buf... ¿Más delo mismo, más bronca? No lo sé...

Gari: yo la verdad es que no entiendo muybien todo lo que pasa en este pueblo. No en-tiendo ni a los unos, ni a los otros. He llega-do a la conclusión de que lo más prudente esmandarles a tomar por el culo a todos, por-que para mí el problema radica en que no sepuede estar jugando con los sentimientos deun pueblo, y desde hace unos años, lo estánhaciendo absolutamente todos. Creo que eneste país no se hace política, aunque igual enotros tampoco. Se habla mucho, pero pareceque nadie quiere ahondar en las soluciones,y algunos parecen no querer ni siquiera bus-carlas. Depende de cómo venga el viento segeneran unas ilusiones, y cuando la gente es-tá esperanzada, todo se hunde. Y te dicenque es que la defensa es muy mala, o el cen-tro del campo no ofrece soluciones imagina-tivas, pero todo indica que, en el fondo, esun sinsentido de intereses en el que juegancon quienes nos esperanzamos, que somos elpueblo. Así que no me interesan nada lospolíticos.

Josetxo Goia Aribe: ya. Yo estoy muy deacuerdo con eso. Cada vez parece que hay más

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Gari

«El problema radica en que no se puede jugar con los sentimientos de un pueblo, y desde hace unos años, lo están haciendo todos»

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brecha entre la sociedad, que enseguida nos po-nemos de acuerdo incluso entre diferentes, ylos políticos, que parecen empeñados en no so-lucionar los problemas y en no hacer autocríti-ca ni atados. Yo entiendo que si dices «lo he-mos hecho mal» tengas un coste político a cor-to plazo, pero igual a medio plazo es lo contra-rio, porque has ganado credibilidad. Además,entiendo ese planteamiento conservador cuan-do se trata de vender coches, pero creo que lapolítica debería ser más que eso.

Gari: y yendo más allá en lo de plantear unaconsulta, una iniciativa tan directa; ¿se pue-de hacer mientras esté ETA, mientras unossiguen ejerciendo una violencia como lo dela T4 de Barajas, es decir, como verdaderosmacarras de barrio?... Mmmm. Unos te diránque sí y otros que no en un tremendo batibu-rrillo de ideas, pero lo que está claro es queno es el escenario ideal. Yo no sé si hay quehacerlo o no, pero, desde luego, no es un es-cenario agradable para nadie.

Haritu: pero ésa es precisamente otra de lascuestiones; ¿debe haber agentes que tengancapacidad para vetar con su actividad que es-te debate se desarrolle?

Gari: no, ¿quién es ETA? Pero estamos en lode siempre. Yo creo que hay mucha gente eneste país que está muy capacitada para parar-le los pies a esa gente. Gente de ellos. Pero nohay cojones. Por eso la analogía de los maca-rras de barrio....

Josetxo Goia Aribe: sí, es que existe unacierta cultura de la violencia asimilada. Esta-mos esperando a lo que diga el primo de Zu-mosol. Y por todas las partes, ¿eh?

Gari: en este último proceso, se ha visto quees penoso. Y hemos visto cómo ha acabado a

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Josetxo Goia Aribe

«Cuando ETA desaparezca va a haber una sensación de tristeza por losaños de sufrimiento padecido que va a necesitar de mucha terapia»

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pesar de que parecía que había como una cri-sis de la que podía salir algo. Pero a mí es queme horroriza la estética militar y que sigamosjugando a los argamboys con una estética decapuchas y salvas al aire en una campa perdi-da que a veces hace que me dé la risa. Si nofuera tan triste como es, sería para reírnos.Pero insisto en que son capaces de hacer mu-cho más de lo que hacen para que esto se aca-be de verdad. Y esto es como subir una mon-taña, que hay que ir paso a paso, y muchas ve-ces sólo se piensa en hacer cima. No se llegaen paracaídas.

Josetxo Goia Aribe: a mi parecer, hay capa-cidad para hacerlo. Yo venía pensando en unejercicio de literatura: imagina que colamosuna información en los periódicos del tipo«ETA anuncia que deja las armas y que ani-ma a las bases de la izquierda abertzale a tra-bajar en el marco político hasta el final». Yocreo que todos, hasta los dirigentes de estemundo, estarían hoy en día totalmente deacuerdo. ¿A qué conclusión llegamos?... Lavida es efímera y a veces no nos damos cuen-ta de que nos vamos a morir. Y el día queETA desaparezca, va a haber una sensaciónde tristeza por los años de sufrimiento quehemos padecido que va a necesitar de muchaterapia.

Gari: sí, ¡vamos a tener que importar psicó-logos de Argentina a patadas! Ja, ja...

Josetxo Goia Aribe: y hay muchas miseriaspersonales y muchos problemas que se enmas-caran con este tema de la violencia. Habráque meterles mano cuando sean el debateprioritario.

Haritu: ¿Y esto pasa sólo en Euskadi?

Gari: yo lo que haría es poner más Marijaiasy quitaría las sidrerías, que me parece un am-

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Gari

«Me horroriza la estética militar y que sigamos jugando a los argamboys conuna estética de capuchas y salvas al aire en una campa perdida»

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biente burdo y banal -sonríe de forma cómpli-ce-. No; poniéndome un poco serio, aquí hayuna cosa muy evidente que hay que quitar yque en esto creo que estamos todos de acuer-do. Y los que no lo están, es porque aún tie-nen la herida sangrante, que es también deentender. Me preocupa la cultura de la vio-lencia, ¿no?, el hecho de que en este país vea-mos como normales algunas cosas que, si lasmiras desde otra perspectiva más distante, fli-pas un poco. Y lo ves cuando comentas estascosas en círculos de fuera del país. ¿Y poner?,

más sentido del humor, por ejemplo. ¡Y mássexo! Je, je,...

Josetxo Goia Aribe: aquí hay muchos pre-sos y huídos de la Justicia, que creo que es eleufemismo al uso. Eso está ahí, y es una pa-tata ardiendo que supone el sufrimiento demuchísima gente. Si tuviera una varita má-gica y pudiera acabar con esta situación, es-toy seguro de que cambiarían mucho las co-sas. Y el gobierno español podía hacer mu-cho más en esta materia, en cumplir la ley,

en acabar con la dispersión, y eso me gusta-ría que lo afrontara Zapatero si revalida sucargo en los próximos cuatro años y al mar-gen de todo lo demás. Porque es de ley y se-ría muy sano y muy positivo acabar con esesufrimiento. Y acabar con ese punto gregarioque tanto daño nos ha hecho y que se puedetraducir en la violencia identitaria, en lamanipulación del euskara, o en la conver-sión de la sidrería o la cuadrilla -como metá-foras- en círculos cerrados y muy condicio-nados en los que o te diluyes o te ahogas.

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Josetxo Goia Aribe

«El Gobierno español podía hacer mucho más en esta materia, en cumplir laley, en acabar con la dispersión, y eso me gustaría que lo afrontara Zapatero»

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A dos bandas

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Haritu: «Saxofonista y compositor nava-rro, toma música tradicional y la trasgredellevándola a espacios más universales».¿Qué quiere decir esto?; ¿cómo definiríastu música?

Josetxo Goia Aribe: me resulta muy difícilcalificarla, definirla, me da mucho pudor. Amí me gusta cuando se utiliza ese concepto detrasgredir la música tradicional, porque es dedonde parto, pero sin militancia, porque a par-tir de mi sensibilidad propia extraigo ese jugocon el que preparo mi guiso musical entre latradición musical navarra que he mamado, lasenseñanzas clásicas del conservatorio y misexperiencias vitales en París, hasta llegar a esepunto más macarra que puedo tener. Desdeluego, no me van los ejercicios de nostalgiaque a veces se dan demasiado en este país,porque ese punto gregario aquí tiene muy bue-na venta.

Haritu: en tu último trabajo, «Los pendien-tes de la Reina», ha habido una gran presen-

cia femenina. ¿Te interesa esa sensibilidadque pueden ofrecer a la música las mujeres?

Josetxo Goia Aribe: sí. Antes había trabaja-do con Arantza Díez, y ahora con tres mujeres.Generalizar no es bueno, pero cuando descu-bres los valores de mujeres como Estitxu Pi-natxo, que me parece una bomba, o SorkundeIdigoras, o Luisa Brito, trabajar es un placerporque se aprende mucho y uno se diviertemucho. Los hombres tenemos muchísimo queaprender de las mujeres, y la música no estampoco ninguna excepción. Es una gozadatrabajar con ellas.

Haritu: otro elemento muy presente en tumúsica es el euskara. ¿Cómo ves el estado deese idioma en la Comunidad Foral?

Josetxo Goia Aribe: muy preocupante. Soyescéptico ante su futuro por dos razones: unaes la de la Administración, que no ayuda deltodo al restablecimiento de una lengua a laque tanto se ha atacado, pero como esto ya es-

tá muy hablado, a mi me preocupa más su usodiario. Hay una gran diferencia entre lo que sedice en la pancarta y lo que abarca el compro-miso real, y todo esto está llevando el euskaraa un plano cada vez más simbólico y menos re-al. Y eso no es nada bueno.

Haritu: ¿Cantar en euskara siendo navarroes síntoma inequívoco de ser nacionalista?

Josetxo Goia Aribe: ese es el tema. Es que yo,por ejemplo, no me siento nacionalista. Soyvasco, porque hablo euskara. Y en este sentido,vivimos una gran mentira que hace que el idio-ma envejezca y llegue a puntos kitch como hapasado en Iparralde, donde cada vez queda másreducido a un ejercicio de nostalgia folklóricade banderitas en los quesos y pastorales. Y de-bemos reconocer este problema cuanto antes.Yo quiero mucho a este idioma y lo aprendí conmucho esfuerzo y voluntad, pero hay que nor-malizar su uso y no enmascarar el problema conla bronca y la pancarta. La autocrítica es lo queayuda a crecer, y nos hace mucha falta en este

«Hay que rescatar al euskara del plano simbólico y folklórico al que algunos

le están condenando»

Josetxo Goia Aribe es un hombre vital. No le gustan demasiado los «ejercicios nostálgicos» niel folklore mal entendido y, por eso, echa de menos una autocrítica seria que haga más real latierra de diversidad que cree que debe ser Navarra. En todos los sentidos.

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país en casi todos los sentidos. Yo no soy amigode patrias ni de militantes; soy consecuente conmi amor al euskara, a la lingua navarrorum, y ami gente, pero no me gusta que se utilice, y me-nos con los niños. Mediante el idioma nos do-tamos de una forma de entender la vida, y esoes lo que nos da nuestra identidad, pero no hayque crear animadversiones por contaminacio-nes políticas de uno u otro signo.

Haritu: ¿Cómo has vivido todo el proceso dela formación del Gobierno de Navarra?

Josetxo Goia Aribe: con mucha tristeza. Hayun lema turístico que es «Navarra, tierra de di-versidad», y me encanta. Yo, a través de mimúsica, intento reflejarlo. Con 12 años vi lapelícula «Navarra, cuatro estaciones», de JulioCaro Baroja, y me marcó a fuego. Tanto que

hoy en día la vuelvo a ver mucho, incluso conmi hijo. No se ha dejado que se vea esa diver-sidad en la vida política. Lo triste es que el go-bierno actual tenga que cambiar ahora su for-ma de actuar, si es que lo hace, por interés; porsalvar réditos electorales y no por conviccióno por que realmente apueste por construir unaNavarra unida y conforme con su diversidad,que es la mayor riqueza que tiene.

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A dos bandas

Haritu: ¿Estás cansado de que te recuerdentu pasado en Hertzainak o te enorgullece?

Gari: es parte de mi historia. Y es posible quealgún día podamos incluso volver a tocarjuntos. ¡Con lo de moda que están ahora losrevivals!...

Haritu: ¿Qué sientes cuando pasas a hacermúsica como Gari?

Gari: ¡Una paz... inmensa! Je, je... Es que ima-gínate; si la convivencia entre dos personas esdura, imagínate entre cinco patos mareados,que es lo que éramos. Y más con todas las con-notaciones que tenía el grupo y que hacía queéste se moviera por unos parámetros ideológi-camente muy posicionados. Fueron once añosmuy duros. Nos sobrevino el éxito, y el éxitonunca es un buen consejero; el éxito es muchomás difícil de digerir que el fracaso. A fin decuentas, yo valoro que cerráramos el telón de

la manera más digna posible en aquellos mo-mentos. Y me aferro a haber contribuído a queese final fuera así.

Haritu: en aquella etapa llegaste a decir:«Aquí no se trata de cantar, esto es dar con-signas». ¿Sientes que tienes ahora un mayormargen para la música?

Gari: hombre, vamos a ver, la experiencia ensolitario resulta siempre mucho más democrá-tica; es decir: hago lo que me da la gana. Escierto que se generan otro tipo de problemas,pero te rodeas de quienes crees que debes, vastú en tu barco, tú navegas, tú remas, tú ponesla vela... y todo eso te da una libertad increí-ble. En un grupo eso no suele suceder porqueel sistema asambleario no funciona y porque,además, las rutinas hacen que las decisionesprácticamente estén tomadas de antemanoantes de que se pueda plantear un debate so-bre la mesa.

Haritu: ¿Y qué es lo que intentas transmitircon esa libertad desde tu último disco?

Gari: mi disco habla sobre la aventura de la vi-da. Se titula «Condenado a la esperanza» -queno condenados a la esperanza- y en él me habloa mí, que bastante tengo yo con mi piragua. Poreso, a la hora de hablar del conjunto de la so-ciedad, de los euskaldunes, lo hago con muchadistancia, de una forma mucho menos involu-crada que cuando estaba en Hertzainak. Y poreso hablo de la vida, que es una aventura; de sa-lir adelante y de lo difícil que es; de que sólohay una manera de hacerlo, luchando; de queno hay penas; de que no hay más que esa lucha.Es un disco muy potente y creativo y yo quisie-ra destacar que ha habido muy buen rollo a to-dos los niveles a la hora de hacerlo. Ha existi-do mucha química en todo el equipo y unosvínculos muy positivos, lo que ha hecho quehaya sido un trabajo que me ha llenado. Al fi-nal, tal y como está la industria, un disco sirve

«El éxito es mucho más difícil de digerir que el fracaso»

Lucha por ser optimista, pero no parece poder librarse del todo de ese humor ácido y descreídoque ponía las gotas de rabia en Hertzainak. El Gari de hoy en día se aferra a un contagioso amorpor su música, por la que él quiere hacer, y transmite unas tremendas ganas de vivirla.

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para eso y para juntarte con viejos amigos, ycon nuevos. Para volver a salir a la carretera,que yo estoy hecho para salir a la carretera.

Haritu: ¿Cómo ves a la escena musical vas-ca de hoy en día?

Gari: si hablamos de calidad y la oferta, desdeluego, se puede afirmar que mucho mejor que

antes. Hay un abanico mucho mayor, musical-mente hablando. Están gente como FerminMuguruza y otros nuevos, que mantienen esaforma de criticar la realidad dando mucha ca-ña y con un lenguaje muy directo, y hay mu-chas otras cosas que suenan a aire fresco. Y elpúblico es igualmente más receptivo a las nue-vas propuestas que les podamos presentar losnuevos o los que ya estábamos antes.

Haritu: para terminar, una curiosidad; gui-puzcoano de nacimiento, forjado musical-mente en Vitoria, el corazón del Athletic...¿qué contestas cuando te preguntan de dón-de eres?

Gari: ¿Yo?, ¡de Bilbao! Ja, ja, ja!! ¡Somos cua-tro los elegidos, pero yo puedo decirlo porquelo siento!

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Orratza

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solidaridadPróxima estación:

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Países como Perú, Filipinas, Colombia, Kenya, Venezuela... son algu-nos de los destinos que eligen desinteresadamente cada verano decenasde vascos y vascas con el único fin de ayudar a las comunidades autóc-tonas de la zona. Una actividad que, en ocasiones, también tiene susriesgos. Cuatro cooperantes catalanes fueron detenidos el pasado mesde agosto en el mexicano estado de Oaxaca, sin motivo aparente. Elsimple hecho de haber acudido como brigadistas, según relataron estoscuatro jóvenes, fue suficiente para detenerles y trasladarles a un centropolicial donde sufrieron presuntos malos tratos físicos y psicológicos,además de robarles todas las pertenencias y la documentación. Des-pués, les trasladaron a un centro de Inmigración de la capital mexica-na desde donde fueron expulsados del país. Según declaró Rosario Iba-rra, senadora mexicana y presidenta de la Comisión de Derechos Hu-manos del Senado, la detención pudo ser «una especie de venganza»por parte de las autoridades mexicanas por el análisis crítico del con-flicto que vive Oaxaca que en 2006 hizo una ONG a la que pertenecíauna de las detenidas.

También han tenido problemas este verano varios cooperantes de laONG Paz Ahora, que fueron retenidos durante varias horas en unpuesto fronterizo israelí cuando se disponían a entrar en territorio pa-lestino con 60 niños participantes en el programa Vacaciones para laPaz. Este programa es organizado por Paz Ahora desde el año 1995 conniños de regiones que sufren conflictos bélicos. De esta forma, 60 niñospalestinos han tenido la oportunidad de pasar este verano en diversaslocalidades del Estado español. Los cooperantes retenidos estabanacompañando a los niños a los campos de refugiados donde viven,cuando fueron retenidos en la frontera jordano-israelí. A pesar de quelas autoridades israelíes habían sido avisadas por la diplomacia españo-la en Jerusalén de la entrada de los cooperantes, esto no fue suficientepara que les retuvieran, cachearan y registraran sus equipajes de unaforma, según denunciaba Paz Ahora, totalmente «arbitraria y sin moti-vo aparente».

Texto: Juan Sánchez

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Los meses de verano son para mu-chos sinónimo de descanso, de va-caciones, de exóticas playas o des-tinos paradisíacos donde no hacernada y descansar de nuestras ocu-paciones cotidianas. Sin embargo,otros dedican esos meses a despla-zarse a destinos invisibles en lasagencias de viajes para prestar susservicios a las comunidades loca-les como cooperantes o brigadistaspolíticos.

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No es que esto sea el pan de cada día, pero tampoco es extraño elacoso y hostigamiento de las autoridades hacia los cooperantes y bri-gadistas. Depende, en muchas ocasiones, de la situación política y dela propia implicación o proyecto a desarrollar del cooperante. Así, lafigura del cooperante adquiere diversas formas, tanto organizativascomo ideológicas.

Un amplio abanico para la cooperaciónOrganizaciones como la Asamblea de Cooperación por la Paz reali-

zan, a través del llamado turismo sostenible o responsable, viajes soli-darios a países como Palestina, Senegal, Marruecos, Túnez, Repúbli-ca Dominicana y Honduras. Estos, además, son aprovechados paraimpartir diversos cursos de cooperación. El objetivo de esta iniciativa,según explican, es que el visitante compruebe in situ el impacto de losproyectos que la Asamblea lleva a cabo en esos países, así como sudesarrollo y sus dificultades.

También desde hace algunos años, el Gobierno Vasco organiza ca-da verano el programa Juventud Vasca Cooperante, con el objetivode fomentar el valor de la solidaridad entre los y las jóvenes del PaísVasco e incrementar su sensibilización en acciones de cooperación alde-sarrollo. Alrededor de un centenar de jóvenes de entre 20 y 30años tienen la oportunidad de participar en esta experiencia que leslleva a países de Suramérica, Africa y Asia. En este caso es el propioGobierno Vasco quien sufraga todos los gastos del viaje. Una vez enel punto de destino, los y las jóvenes se ponen en contacto con unaONG determinada que desarrolla un proyecto en el país, en muchasocasiones cofinanciado por el propio Gobierno Vasco, y que puede irdesde una cooperativa agrícola, una escuela o un centro de atencióna la comunidad. Los cooperantes, a su vez, están obligados a realizarun curso previo de formación a cargo de la ONG tutora del proyec-to, a realizar a su regreso un informe valorativo del desarrollo del pro-grama y a tener disponibilidad durante un año a participar en dife-rentes actividades de sensibilización organizadas por la ONG o por elGobierno Vasco.

En los 11 años que lleva en marcha el programa Juventud VascaCooperante, más de 900 jóvenes vascos y 60 ONGs han participadoen el mismo. Según los propios participantes y organizaciones, el Pro-

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grama cumple una función sensibilizadora y un enriquicimiento perso-nal positivo en todos los sentidos. Además de perseguir la inserción dela juventud vasca en el mundo de la solidaridad entre diferentes cultu-ras, el Programa busca también fomentar esos valores entre la sociedadvasca, a través de los propios cooperantes y del provechoso intercambiocultural.

Inmersas en una dinámica algo distinta, las Brigadas Internacionalesde Paz son una organización que promueve la paz y defiende los dere-chos humanos. Una de sus metas principales es la de habilitar un espa-

cio para la paz, en el cual los conflictos puedan ser resueltos de mane-ra no violenta. Para ello, y a petición de organizaciones locales, las Bri-gadas Internacionales de Paz envían grupos de voluntarios a áreas quese encuentran en conflicto y bajo represión política. Su trabajo consis-te principalmente en acompañar a activistas y organizaciones que pue-dan ser susceptibles de ser víctimas de la violencia o prácticas abusivas.De esta forma, ayuda a disuadir a los verdugos de derechos humanos ya crear un espacio donde los activistas locales puedan trabajar en de-fensa de la justicia social y los derechos humanos. No se trata de impo-

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ner solución alguna, sino proveer apoyo moral y un espacio de seguri-dad a las personas y organizaciones locales víctimas de la violencia.

El carácter independiente de las Brigadas Internacionales de Paz, li-bre de todo compromiso con las Naciones Unidas u organización gu-bernamental alguna, genera una mayor confianza por parte de los ac-tivistas y organizaciones locales. No cobra por sus servicios ni patroci-na a las personas o grupos a los que acompaña, como tampoco tomaparte en el trabajo de éstos.

Las Brigadas Internacionales de Paz desarrollan su trabajo a travésde tres modalidades diferentes:

1) Acompañamiento como protección: Las Brigadas acompañan aaquellos que se ven amenazados por la violencia, garantizando así suintegridad, y desalentando, gracias a su propia influencia internacio-nal, el uso de métodos violentos. Se realiza de diferentes maneras, co-mo puede ser escoltando a un individuo las 24 horas del día, estandopresente en las oficinas de una organización amenazada, acompañan-do el retorno de refugiados a sus comunidades de origen, o sirviendocomo observadores internacionales en elecciones y manifestaciones.

Iniciaron este tipo de actividad en Guatemala y El Salvador, y ladesarrollaron también en países como Sri Lanka o Colombia. Personastan relevantes como la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, sehan visto beneficiados por este programa.

2) Educación para la Paz: En este caso, los miembros de las BrigadasInternacionales de Paz se dedican a trabajar en conjunto con activis-tas locales y organizar talleres en torno al desarrollo de métodos noviolentos para la resolución de conflictos.

3) Documentación de Conflictos e Iniciativas de Paz: Los cooperan-tes de las Brigadas realizan además informes relacionados con sus ac-tuaciones y la situación de los países donde operan, así como de posi-bles soluciones que puedan ser respaldadas por la comunidad interna-cional. De esta manera, se pretende divulgar luchas y métodos de re-solución pacíficos, ayudando a construir y enriquecer el movimientomundial de no violencia.

Las Brigadas Internacionales de Paz tienen proyectos a largo plazoen Colombia, Indonesia, México y Guatemala, así como un proyectoconjunto con otras organizaciones en el mexicano estado de Chiapas.

Brigadistas, otra forma de ejercer la solidaridadExiste, además, otro tipo de cooperación diferente, menos centrada

en proyectos concretos de desarrollo y más en la solidaridad política.Así, organizaciones como Euskadi-Cuba organizan brigadas solidariasa la isla, en las que además de realizar labores productivas en la reco-gida de caña de azúcar, en campos de cítricos o en la construcción, re-

alizan conferencias acerca de la realidad cubana, visitas a lugares de in-terés histórico-social y organizan encuentros con la población de ba-rrios y comunidades.

Otra organización que organiza proyectos de esta índole es Askape-na, quizás la más importante que desarrolla esta filosofía en Euskadi.Con un origen en la solidaridad con el movimiento sandinista de Ni-caragua de finales de los 70, así como con otros movimientos popula-res de Suramérica en Guatemala, El Salvador, Cuba… Askapena se hadesarrollado hasta la actualidad como una organización internaciona-lista desde una perspectiva clara de identidad nacional: conciben quela mejor solidaridad entre los pueblos y la más eficaz es la lucha por lalibertad del propio pueblo. Ello, sin embargo, no les impide mirar más

Orratza

Compañeros del mundo,Por favorSigan viniendo a las comunidadesIndigenas en resistenciaLes pedimos que no cejenEn sus esfuerzos y solidaridadSu presencia es imprescindiblePara evitar la barbarie

Llamamos a todos y todas a no soñarSino a algo mas simpley definitivoLos llamamos a despertar

La solidaridad es la ternura entre pueblosla memoria del silencionuestro ojo protector

Versión en castellano de «Brigadistak», de Fermín Muguruza

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allá del Adour y el Ebro. Defensores del derecho de autodeterminaciónde los pueblos como un derecho democrático y universal, mantienenestrechos contactos con pueblos europeos que también aspiran, comoEuskal Herria, a configurarse como sujetos políticos en el Viejo Conti-nente: Irlanda, Bretaña, Cataluña, Córcega, Galicia, Castilla…

La solidaridad, entendida como la ternura de los pueblos, se descubreasí no sólo como un principio ético, sino como una auténtica necesi-dad para la supervivencia de los mismos en este mundo de globalizaciónsalvaje y deshumanizadora; y que, por tanto, no es patrimonio de unoscuantos especialistas, grupos u organizaciones con las que, a menudo,Askapena se muestra bastante crítico, calificándolas de «instituciona-les» o acusándolas de desarrollar un mero «asistencialismo humanita-

rio». Defensora de una concepción revolucionaria de la solidaridad in-ternacionalista, fija su mirada en movimientos populares o países don-de se esté gestando una política de liberación nacional o de corte an-tiimperialista. Así, este verano ha organizado diversas brigadas solida-rias a países como Argentina, Cuba, Venezuela, el territorio mapuchede Chile, o el estado mexicano de Oaxaca. Antes de partir hacia susdestinos, los brigadistas de Askapena, que se costean todos los gastosdel viaje, reciben cursos y talleres formativos con el fin de adquirir unaformación teórica que les permita sacar más partido a la experienciapráctica que van a vivir posteriormente sobre el terreno.

Estos viajes son entendidos por Askapena como un intercambio mu-tuo, como un dar y recibir. Según afirman, los brigadistas ofrecen soli-

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«Aunque los procesos sean diferentes, cada uno podemosaprender algo de nuestras respectivas luchas»

Haritu: ¿Cómo se te ocurrió hacerte cooperante?

María Orcasitas: partiendo de la idea de que esta vida es una sucesiónde luchas diferentes que te tocan o no te tocan, pero las tienes que co-nocer. Había estado pasando unos meses en San Francisco, y la luchade allí, al igual que la de aquí, es muy industrial, por así decirlo, y, aun-que ya sabía algo de los zapatistas, quise conocer de primera mano unalucha unida al campo y a los derechos de los indígenas. Quería cono-cer un poco la lucha campesina del resto del mundo, debido a la pre-sencia de cooperantes de diversos países, y también la cultura de allí,algo fundamental para ellos como motivo de orgullo y rebeldía. En de-finitiva, ver ese tipo de lucha que no había visto nunca.

Haritu: una lucha más rural, menos urbana.

M.O.: exacto. Menos urbana de lo que estamos acostumbrados aquí. Ysobre todo, que era real. Muchas veces estás aquí luchando y partién-dote los cuernos con problemas como la vivienda o la educación y nolo ves materializarse. Aquello es un proyecto que ha ocurrido de ver-dad y se lleva a cabo en el día a día: están autofinanciados, tienen supropio sistema educativo y de salud... Es como un micromundo en unmundo globalizado. Se trata, como decía Marcos, de construir muchosmundos en este mundo. Ellos están creando el suyo, uno propio, y meinteresaba mucho conocerlo.

Haritu: ¿Cuál fue vuestro destino exacto durante el Encuentro?

M.O.: el Encuentro se desarrolló en la Selva Lacandona del Estado deChiapas. Concretamente se llevó a cabo en los caracoles de Oventic,Morelia y La Realidad, que son como una especie de consejo comarcalque albergaba a varios municipios, con el objetivo de facilitar el auto-gobierno.

Acaba de volver. Sus ojos reflejan todavía el brillode un mundo que nace cada minuto y que hace po-sible lo imposible. Un pequeño cielo en la tierraconstruído no por divinidades supremas, sino porel esfuerzo diario de hombres y mujeres que derro-chan dignidad y utopía, y donde hasta los olores,los colores, son diferentes. María Orcasitas ha te-nido la posibilidad de asisitir durante el mes de Ju-lio al II Encuentro de los Pueblos Zapatistas conlos Pueblos del Mundo en el mexicano Estado deChiapas. Ahora, recién llegada a Euskal Herria,nos cuenta su experiencia.

daridad a las comunidades que reciben, pero muchas veces éstas devuelven concreces la solidaridad recibida. A lo largo de su visita, los brigadistas mantienenentrevistas con diferentes organismos del país y acuden a lugares como hospita-les, escuelas, o centros asistenciales, lo que les permite adquirir un cierto cono-cimiento sobre la realidad sociopolítica del territorio, al tiempo que tambiéndan a conocer la problemática del País Vasco y del neoliberalismo europeo.

Uno de los objetivos de las brigadas sería ése, el romper el bloqueo informa-tivo y dar a conocer las luchas que se desarrollan en otras partes del mundo, tra-tando de fomentar así una conciencia internacionalista entre la sociedad vasca.

Desde esa anteriormente mencionada concepción bidireccional del interna-cionalismo, Askapena organiza además giras por Euskal Herria de brigadistasde otros pueblos para que, de esta forma, conozcan de primera mano la reali-dad vasca.

Aunque realiza también otro tipo de actividades como la práctica de un co-mercio solidario que permita establecer unas relaciones comerciales más justasy equitativas entre los diferentes países, el mayor desafío al que se enfrenta As-kapena sería el de tejer pequeños hilos entre los pueblos, el de crear una red quehermane a todos aquellos que siguen pensando que otro mundo es posible, y so-bre todo, necesario.

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ocesos sean diferentes, cada uno podemosnder algo de nuestras respectivas luchas»

Haritu: ¿Qué proyecto o labor realizabais allí?

M.O.: el Encuentro estaba dirigido, sobre todo, a activistas de la VíaCampesina de diferentes países (India, Bolivia...). Al principio, sí creíaque iba a haber más interacción, pero no hubo posibilidad de hacer mu-cho trabajo. Fuimos más que nada como oyentes. Además, los habitan-tes de allí tampoco te dejan hacer mucho. Según la Constitución mexi-cana, no está permitido a los extranjeros inmiscuirse en la vida políticade allí, y los propios compas zapatistas se cuidan mucho para evitar queles acusen de ello. Ellos ya tienen cubiertas necesidades como, por ejem-plo, alimentación, salud y educación, así que el papel que desempeñanlos brigadistas o cooperantes es más bien como observadores. Ser testigosde cómo funciona aquello y evitar con su presencia que haya violacionesde derechos humanos, desapariciones o incursiones de paramilitares o elejército.

Haritu: ¿Cómo era vuestra relación con los habitantes de allí?

M.O.: muy buena. En cada fiesta popular acababas bailando con todoslos compañeros aunque no supieras no con quién estabas bailando; o amí, que me encanta la artesanía, me gustaba hablar con las mujeres delas cooperativas sobre sus productos y la posibilidad de exportarlos; losniños te enseñaban la zona, te llevaban al río... Había muy buena acogi-da. Apreciaban la labor de los observadores internacionales. La necesi-tan. Se dan cuenta de que igual que tienen un millón de enemigos, tam-bién tienen un millón de amigos. Valoran mucho el esfuerzo de haber idohasta allí.

Haritu: ¿y con las autoridades zapatistas y los gobiernos municipales?

M.O.: muy buena también. Escribimos una carta a la Junta del Buen Go-bierno para agradecerles toda la infraestructura que habían organizado

para acogernos, y aunque siempre estaban saturados de trabajo, nos reci-bieron. Era gente muy accesible, porque además el cargo va rotando: al-guien del Buen Gobierno puede ser el mismo que unos meses antes o des-púes te venda el pan. Es gente de a pie, sencilla, con los pies en la tierra.

Haritu: en el mes de julio, cuatro cooperantes catalanes fueron de-tenidos en Oaxaca y expulsados del país. ¿Vosotros tuvisteis algúntipo de problema con la Policía o las autoridades federales?

M.O.: nosotros no tuvimos ningún tipo de problema. Había controlespara evitar que la gente acudiera al Encuentro, pero Chiapas estaba bas-tante tranquilo precisamente porque Oaxaca estaba muy alterado. Partede la Policía del propio Distrito Federal ha tenido que desplazarse allí,porque la Policía del lugar se había pasado a la Asamblea Popular cons-tituida en Oaxaca. Si se enteran que vas como brigadista o a realizar al-gún tipo de actividad política, te marean todo lo que pueden. En el ae-ropuerto, por ejemplo, mentimos: dijimos que íbamos a ver las ruinasmayas, o a tomar el sol a la playa.

Haritu: ¿Crees en el papel del cooperante, del brigadista, como for-ma de ejercer una solidaridad activa que pueda servir como mediopara la transformación social?

M.O.: creo que el papel de cooperante es muy importante. Necesitantestigos de lo que están haciendo, romper el cerco informativo de la glo-balización. Pero lo importante es llevar luego esa lucha a tu propio país,difundirla y darla a conocer. Y por supuesto aprender de ella. Una de lascosas más positivas de estos Encuentros es el aprendizaje mutuo: aunquelos procesos sean diferentes, cada uno podemos aprender algo de nues-tras respectivas luchas. Siempre desde el respeto a la propia idiosincrasiade allí. Hay gente que acude como cooperante con la mejor de las inten-ciones, y lo que hace es exportar un modelo foráneo, totalmente ajeno ala cultura del país, y eso puede ser hasta contraproducente. Es en reali-dad un constante dar y recibir. Creo que además no se puede ayudar deuna forma mejor que transformar tu sociedad, allá donde tú vives.

María Orcasitas, cooperante internacional.

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Una por una es una

Opinión

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con Machado: «A distinguir me paro las voces de los ecos, y escuchosolamente, entre las voces, una».

Sin embargo, incluso esto vale de poco si se ciñe al individuo. ¿Ha-brá alguna forma de que toda la sociedad pueda aunar sus criterios pa-ra la convivencia? Me parece que sí, y ésta pasa, paradójicamente, porescuchar todas las voces. Mucho se ha hablado de la necesidad de unaconsulta popular para que la gente decida su destino, pero creo que hayotro concepto de consulta que nunca han aplicado nuestros agentespolíticos y sociales. No consiste en presentar a los votantes unas opcio-nes prefabricadas para elegir entre ellas por mayoría. En cambio, se tra-ta de superar el dualismo. Las dicotomías suelen ser con demasiada fre-cuencia falsas, bien porque nos presentan como incompatibles opcio-nes que se podrían conciliar, bien porque simplifican la diversidad cro-mática reduciéndola a una doble alternativa blanco/negro. La consul-ta que aquí se propone tiene como requisitos, entre otros: la renunciaa conclusiones preconcebidas; la lealtad a la búsqueda de la verdad porencima de la lealtad a un facción de la que uno se considere represen-tante; una elucidación desapasionada de la validez de los principios porencima del prestigio personal de quienes los defiendan; aprecio por elvalor de todas las personas, con independencia de las discrepancias ide-ológicas y de las legítimas opciones de vida; atención especial a las pos-turas minoritarias, en la medida en que sean portadoras de elementosinnovadores y creativos, como a menudo suele ocurrir. Una manera dehacer todo esto fehaciente sería una red de consejos consultivos loca-

El intento de valorar las cosas con independencia de criterio se hatopado siempre con dificultades muchas veces invisibles. Uno no sabemuy bien cómo ha ido formando sus opiniones acerca del conflicto vas-co. Seguramente las primeras noticias que se tienen de un fenómenosuelen marcar una pauta decisiva. Los de mi generación éramos niñoscuando oímos hablar por primera vez acerca de la violencia políticaque ha venido dando titulares de prensa durante los últimos cuarentaaños (me resisto a escribir las siglas, porque cuando se erigen esas tresmayúsculas en los textos periodísticos suelen hacer un efecto de gravi-dez funeraria como el de dólmenes megalíticos al borde de un camino).Después, ha habido por lo menos una generación más que también hallegado con la película ya empezada. A la vista de que todavía jóvenesque apenas han salido del instituto siguen actualmente entregándose ala misma militancia, cabe pensar que las causas que motivaron a aque-llos primeros y las circunstancias que lo propiciaron continúan siendolas mismas. Caben, asimismo, otros supuestos diferentes. Decantarsepor uno u otro planteamiento conlleva toda una interpretación histó-rica y equivale a tomar partido. Seguramente el hacerlo puede consti-tuir en algunos casos una opción heroica, pero uno tiene la impresiónde que el heroísmo es muchas veces una gaviota enlodada que, tras ha-ber levantado el vuelo de forma luminosa en la «noche oscura del al-ma», escuchó desde las alturas a un coro de ranas que croaban a la lu-na y, atraído por este reclamo, descendió hasta la charca donde sus alashan quedado finalmente atrapadas en el fango. En vez de eso, repito

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der el paso a la colaboración. Nuestra sociedad se parece demasiado aun certamen coral. Cada formación intenta que su interpretación sal-ga victoriosa sobre las demás. Esta variedad de coros produce una im-presión de pluralismo, pero de forma engañosa, ya que cada uno deellos acude con una partitura de la que nadie se puede salir. Ese tipo depluralismo que resulta del sectarismo no viene a proteger la diversidad,sino a acallar las disonancias. Sé lo que es eso, porque cuando yo eraniño formaba parte de un grupo de txistularis. Cuando no te acordabasde las notas, dejabas de soplar pero seguías moviendo los dedos paraque el público no lo notara. A esto lo llamábamos «hacer la planta».Me pregunto cuántos han seguido y siguen aún tocando partituras deuna memoria prestada y cuántos ni siquiera la tienen de prestado perosiguen haciendo la planta.

En vez de esto, se me antoja que la imagen de una big band de jazzproporciona un marco más creativo. Cuando Dizzy Gillespie y CharlieParker tocaban juntos adoptaban una actitud de perseguidores de la be-lleza. No sabían lo que iba a resultar de su búsqueda, eso que suelen lla-mar improvisar, y casi siempre les quedaba la sensación de no haberledado «a la caza alcance». Ahora bien, nunca consideraron la disonan-cia como un error. Por el contrario, si hacemos caso de Julio Cortázar,ese vuelo sin partitura es lo que le pudo hacer decir a Charlie Parkeraquello de «Esto lo estoy tocando mañana». Pero de este otro pájarocaído tal vez hablemos en otra ocasión.

les al margen de los partidos políticos, cuyos componentes fueran cam-biando regularmente. Deberían cumplir las mismas funciones que, deforma ideal, tendría que cumplir la institución del jurado popular alládonde existe. Sus conclusiones deberían ser recogidas y elevadas a al-gún foro que, constituido análogamente, desempeñara la misma labory cuyas determinaciones fueran tomadas en consideración por el poderpolítico, hasta el punto incluso de no poder desvincularse de ellas sinuna justificación explícita. Las cuestiones que tendrían que encarar se-rían muy variadas y se tendrían que salir del repertorio habitual. Ha-brían de dar cuenta de los auténticos anhelos de los vascos, sus realessentimientos, la verdad de su conciencia y sus genuinos intereses, yresponder a algunas preguntas que nunca se hacen porque de antema-no se dan por sabidas las respuestas.

Un modelo así sería propio de una sociedad evolucionada, uno decuyos avances sería el de ofrecer al ciudadano la posibilidad de contri-buir al mejoramiento de las cosas sin tener que ser un héroe, al menosen el sentido clásico, ya que el concepto de heroísmo va adquiriendoun nuevo significado. Hoy el héroe es aquél que logra la victoria sobresí mismo. Nadie que no estuviera dispuesto a librar esa batalla podríacontribuir positivamente en esos cauces de participación a los que nosreferíamos, puesto que el hacerlo exige poner coto al egoísmo y, sinmiedo a expresarse y sin renunciar a las propias convicciones, desistirde hacer prevalecer lo propio sobre lo ajeno. La competición ha de ce-

Pedro UrquijoEducador

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En estos momentos en Gasteiz funciona un Foro de Lokarri, com-puesto básicamente por 10 personas, si bien hay también otras per-sonas que participan de manera puntual con la Red ciudadana por elacuerdo y la consulta. Una de las señas de identidad compartida porlos participantes en el Foro de Gasteiz sería la de sentirnos «militan-tes del siglo XX, de la vieja escuela».

En el proceso de renovación, cuando se debatieron las diversas al-ternativas sobre el futuro de Elkarri, una parte importante de las per-sonas que discutieron las propuestas mostraban sus dudas respecto almodelo de trabajo de la nueva organización, puesto que sentían se-guridad y se identificaban con los mecanismos de movilización mástípicos, mostrando cierta distancia hacia los medios que se vislum-braban podrían resultar innovadores o con potencial de futuro, espe-cialmente con la «red en la red».

Por ello, cuando la Asamblea Constituyente de Lokarri posibilitóla creación de foros en su estructura, estas personas que se mostrabanreacias a la frialdad e impersonalidad de lo virtual, vieron que exis-

tía un cauce para el trabajo en grupo, para el debate cara a cara y pa-ra la acción desde dicho equipo. Así, desde un inicio, la mayoría delas personas que nos adherimos al Foro y que seguimos trabajando enél, provenimos de los talleres de Elkarri. Hemos preferido seguir enun único Foro, dado que nos ha parecido más interesante ser un gru-po numeroso, fuerte y diverso que seguir trabajando en talleres me-nos numerosos.

Nuestro método de debate es similar al que practicábamos en lostiempos de Elkarri, si bien entendemos que, además de las personasque integramos el Foro, existen otras que colaboran de manera pun-tual. A esta personas se les va proporcionando información puntual-mente y las tenemos muy presentes de cara a llevar adelante el plande acción que establezcamos para cada periodo. Seguimos mante-niendo una relación fluida con antiguos integrantes de talleres deotras poblaciones de Araba que por motivos diversos han decididono proseguir con el trabajo organizado, pero sí realizar colaboracio-nes ocasionales.

Foros

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Cultivando la sintoníapersonal desde GasteizEl Foro de Lokarri de Gasteiz tiene comprobado que para que el trabajo en equi-

po resulte efectivo debe existir cierta sintonía personal entre sus integrantes,amén de las ideologías y creencias de cada uno de ellos. Es por ello que día a díase esfuerzan por cultivar esa semilla en tierra fértil con la esperanza de que echela raíces sobre las que se asienten un acuerdo político y la paz en nuestro país. Lailusión y la unidad mantiene activo a este Foro, cuya seña de identidad es la desentirse «militantes del siglo XX, de la vieja escuela».

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Y de hecho, con motivo de nuestra última campaña para solicitarante los Parlamentos vasco y navarro la celebración de una consultapopular y de la visita de la furgoneta a diferentes lugares de nuestra ge-ografía para recoger firmas que apoyen dicha iniciativa, nos hemos re-encontrado con antiguos y nuevos colaboradores que conforman laRed. El reencuentro ha sido realmente enriquecedor, así como el tra-bajo realizado en equipo. Tanto es así que nos gustaría poder seguircompartiendo acciones, con el fin de movilizar y encauzar la ilusión yel trabajo de esas personas que comparten nuestra visión de cómo su-perar el conflicto y cómo alcanzar una convivencia normalizada ennuestra sociedad.

Además de lo estrictamente organizativo (debate sobre análisis desituación, concreción de las acciones y campañas a realizar, estudio de

documentos internos de Lokarri, elaboración de propuestas de futu-ro…), tenemos conexión con otras organizaciones de la ciudad, dadoque las personas del Foro suelen ser «multimilitantes». En estos mo-mentos, una de nuestras veteranas anda por Colombia de Brigadista.

Además, nos gusta tener nuestros momentos más festivos y solemosrealizar a lo largo del año alguna cenita, merienda o café, para contar-nos no sólo nuestra visión de la actualidad y nuestros deseos de cara alfuturo, sino para celebrar y encontrarnos. Para que el trabajo en equi-po sea efectivo tiene que existir una cierta sintonía personal, que nosgusta cultivar desde lo festivo, sacando así fuerzas para el día a día. Es-to mantiene nuestra ilusión y nuestra unidad y nos permite seguir tra-bajando con la esperanza de que el acuerdo político y la paz se consi-gan lo antes posible en nuestro país.

HARITU, a partir de un texto de Pablo Martínez y los demás miembros del Foro de Gasteiz

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Campaña

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Kantauriitsasoan

bakearen alde

Bost egun itsasoan igeri eginez. Bost egun Kantauriko uretanmurgilduta 150 kilometro luze egiteko, bakearen aldeko kilo-metroak. Hondarribitik Getxora. Proba areago zailtzeko, biz-karrez igerian. Hori zen erronka, eta hori bera Carlos Peñaklortutakoa. Olatu, ur-laster zein haizearen muga oro gaindituzituen Peña igerilariak joan den hilabetean. Abuztuaren le-hendabizikoan uretara jauzi eta handik bost egunera zen Get-xoko Kirol Portuan, ahalegina eginez gero, oztopo guztien gai-netik, bakerako bidea eraiki dezakegula erakutsiz.

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Uragandik aldentzea ezinezko balitzaiokebezala, euri-jasa ikusgarriak eman zion ongi-etorria Carlos Peña igerilariari iragan abuz-tuaren 5ean Getxoko Kirol Portuan. Bai etaeuritakoen babespean bildutako hainbat per-tsonak ere.

Probaren azken egunean itsasoa laztua ba-zegoen ere, Peñak eutsi egin zion, gogoz. Ba-

kearen alde 150 kilometro igeri egitea ahale-gin handia zen nabigatzailearentzat, baina ir-moki heldu zion erronkari. Arrakastaz gain-ditu zuen kirol lehia. Eguneko 30 kilometroegin zituen gutxi gorabehera gipuzkoarrak,9-10 orduan.

Sasoi onean heldu zen igerilaria helmugara,zauri txiki batzuk salbu. Neoprenozko jantzi

bereziaren eta ur gaziaren arteko igur-tzimenduak eragin zizkion zauritxoak.

Eguneko geldialdi bana egin zuen kirolariak«Hondarribia-Getxo, 150 kilometro igerianbakearen alde» proban. Hala, Donostia, Zu-maia, Lekeitio, Bakio eta Getxo zeharkatu zi-tuen. Dena den, ez zen bakarrik egon 5 egunhorietan, bere ondoan piraguan 2 lagun izan

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zituen: Iñigo Agirrezabala eta Jesus Ramirez.Horiek jaten eta edaten eman zioten. Horre-taz gainera, segurtasuna mantentzeko itason-tzi batek eskolta eman zion distantzia luzee-tan aditua den igerilariari. Bestalde, egunbakoitzaren amaieran ongietorri txiki bateman eta Carlosekin egon ziren Lokarrikozenbait kide ekimena sostengatuz.

Izan ere, «Hondarribia-Getxo 150 kilome-tro igerian bakearen alde» proba Lokarrikbultzatu du, Hondarribiko Udaletxearekineta Euskal Kirol Portuak S.A. enpresarekinelkarlanean.

Bereziki orain bizi dugun garai zailetan, ba-ke-prozesuak porrot egin eta gero, bake-itxa-ropena bultzatzeko lanean dihardu Lokarrik.«Duela lau bat hilabete inguru Carlosekin bi-

lera bat egin genuen. Berak proba hau egite-ko nahia zuen, bakea eskatzeko helburuz. Gu-ri ere asko gustatu zitzaigun ideia. Modu ho-netan bakea lortzeko esfortzu handi baterakutsi dezakegu eta hau denontzat bakearenalde esfortzu bat egiteko adibide bat izan dai-teke», Paul Rios Lokarriren Koordina-tzailearen hitzetan.

Ahalegin handia izan da Carlos Peñakgauzatutakoa, eta ahalegin horren bitartez,politikariak, eta gizartea oro har, bakearenalde jardun daitezen gonbidatu nahi ditunabigatzaileak.

Carlosek erkutsi du gai dela esfortzu handiaegiteko, sufritzeko, bere burua gainditzekoguztion helburu handia den horretan berehondar alea jartzeko: behingoz bakea lortzea.

Zeregin horretan bere lana emateko prestegon daitezkeen beste pertsona askorentzaterreferentzia izan daiteke Carlosen eredua,guztion artean bakea lortzeko.

1989. urteaz geroztik Carlos Peñak hain-bat itsaso, ozeano, erreka, laku, urtegi etabadia zeharkatu ditu. Gehienetan probahauek lagun eta bolondresen laguntzarekinegin ditu, eta zenbaitetan nazioarteko era-kundeak ere lagun izan ditu, Living Lakeserakundea, esaterako.

Peñak bizkarrez igeri egiten du, neoprenoz-ko jantzi bat erabiltzen du, baita hegats txikibatzuk ere. Urte hauetan guztietan Ness la-kua, Ebro ibaia, Magallanes eta Gibraltar i-tsasarteak, Titikaka eta Marakaibo lakuak etabeste hainbat zeharkatu ditu.

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Campaña

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Azken kilometroak atxikimenduetarakoIragan hilean egin zituzten bere azken kilometroak Euskal He-

rrian barna Lokarriren bi furgonetek herri-kontsulta bat deitzekoatxikimenduak eskatuz. Arrakastatsua izan da Eusko Legebil-tzarrean eta Nafarroakoan herri-kontsulta bat deitzeko eskaerasostengatuko duten sinaduren bilketa-kanpaina. Jende andanabertaratu da ibilgailuetara bere atxikimendua adieraztera eta eki-mena zertan datzan zehatzago jakiteko.

Eragozpen guztien gainetik, gizartearen gehiengoak erakutsi du

bakea eta normalizazioa erdiesteko bidea dela gizarteari bereetorkizunaren inguruan erabakitzen uztea eta, hala, milaka sina-dura jaso ditu Lokarrik herri-kontsultaren alde, bai furgonetenkanpainaren bidez, nola posta arruntez edo gure webgunean(www-lokarri.org) -azken bi hauetan oraindik bada sinatzerik-.Furgoneten kanpaina bukatu da, baina Lokarritik lanean darrai-gu. Urrats berriak egingo ditugu urriaren 31rako behar ditugun50.000 sinadurak erdiesteko.

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Irak es hoy en día un país consumidopor la ocupación y la guerra civil. Sinembargo, las victorias de su selecciónde fútbol han hecho olvidar penas yrencillas por unos momentos a unosciudadanos que apenas recordaban yalo que era una celebración.

Munduari so

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esperanzaRugido de

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Un barco baja por el río Tigris camino del mar Rojo. Aprovechaa su favor las fuerzas que están en su contra y así domina la corrien-te. Entre sus velas ha confundido al viento que trata de encallar laembarcación. Sopla desde las montañas del Kurdistán. Pero tam-bién desde las estepas centrales de Mesopotamia, de donde trae elgrito histérico de sunitas y chiíes. Además, desde los altos de las pe-queñas ruinas de lo que fueran perseguidas iglesias católicas, loscristianos aportan su parte a la confusión.

En este escenario, quizá fue el fútbol el único que entendió quenavegar sirviéndose del aliento de quien parece que está en tu con-tra podia ser la única esperanza para un país en llamas. Y por ellounió a atletas de todas las etnias y creencias religiosas, enfrentadasentre sí en una guerra fratricida, en una única selección. Lo dijo elseleccionador nacional, Jorvan Vieira, que un día cambió Río porBagdad: «No os conozco, y por tanto, no sé quién es kurdo, chií, su-nita o cristiano». Por unos días, tan sólo fueron futbolistas a sus ór-denes, embarcados en el desafío de la Copa Asia.

«Soy un gitano del fútbol», declaró Vieira, «y me muevo por lossitios según me dicta la conciencia». Y su carácter nómada lo llevóa Indonesia, donde el pasado mes de julio se celebró este campeo-nato, al que la selección iraquí acudía sin apenas expectativas. «Loprimero que hicimos fue distribuir las habitaciones del hotel, obvia-mente, mezclándonos entre etnias y credos», explicaba el entrena-dor. «Pero al principio era increíble. No se dirigían la palabra. Ade-más, en el primer entrenamiento no paraban de darse patadas y selesionaron dos jugadores». Con unas perspectivas tan poco halagüe-ñas, Vieira comenzó a imponer su ley. «Vamos a hacer sonreir al

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Texto: Ander Arizmendi

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pueblo por una vez», repetía como un mantra para tratar de subir lamoral y construir equipo. Y «el que no acate mi método, que se va-ya», concluía.

En los entrenamientos de la selección, el fútbol va pareciendo ca-si una nueva religión, como quizá lo sea ya en Occidente. Así, ladoctrina de Vieira llegaba hasta la selección, y los 22 jugadores conlos que contaba -de los que tan sólo siete viven en Irak- así lo sin-tieron. ¡Incluso el sunita empezaba a pasar el balón al chií!

Con el transcurso de la competición y su impecable paso por laCopa Asia, los Leones ganaron en confianza y se fueron forjandocomo grupo. Y así llegó la victoria contra Australia, el combinadoque partía como favorito para hacerse con el título, además de porsu mayor tradición futbolística, por ser país próspero y en paz. Ymarcó un antes y un después en las aspiraciones continentales delos jugadores iraquíes. Ya eran un equipo.

Patadón y adelante, poco a poco el torneo avanza y los Leones de

Munduari so

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Campanadas a muerteResulta dificíl sobrevivir en Irak. Parece una afirmación frívola,

pero tan sólo hay que mirar a los miembros de la selección nacio-nal Iraquí para percatarse de la titánica tarea que representa nomorir en sus calles. «Otro día más con vida», pensarán muchos alacostarse por las noches. Y es que en el tiempo en el que ellos, los22 Leones, han jugado la Copa Asia en Indonesia, los atentadosse sucedían en su país natal. Vieira explica cómo en el momentode firmar los papeles para entrenar a la selección, la Federación leofreció unos ayudantes de entre los que él escogió según su reco-mendación. «Pero un día antes de partir desde mi casa, en Ma-rruecos, hacia Ammán», narra el entrenador brasileño, «murió enun atentado en la capital el que iba a ser mi fisioterapeuta». Fuejusto en el momento de salir de la agencia de viajes donde recogíasu billete, para ir a encontrarse con el resto de la selección. «Mequise morir en ese momento», reconoce.

Otra triste noticia fue la que recibió el portero del combinadoiraquí, Noor Sabri. Se encontraba junto con sus compañeros ya enel aeropuerto de Bangkok, cuando se desplomó en una silla conuna cara de tremenda tristeza. «No sabíamos qué le había ocurri-do y todos sus compañeros fueron a ver lo que le sucedía: acaba-ban de avisarle de que su cuñado había sido asesinado», recuerdaVieira. Y la violencia no es el único problema. Robos, secuestros,amenazas, chantajes... son la moneda corriente de un país en caos.Así, al preparador de porteros de la selección, las milicias armadas«le quitaron todo lo que tenía», aseguran desde el equipo. El erauna persona bien acomodada antes de la guerra. Hasta el día queatracaron en su casa y le robaron el coche. No conformes con ello,regresaron días después para invitarle abandonar su casa en el pla-zo de dos días. Tuvo que dejar todo lo que tenía e irse a vivir alnorte, a Arbil, para salvar la vida.

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Tras la victoria frente a Corea del Sur por 4 a 3 en semifinales, losiraquíes se lanzaron a la calle a festejar algo. Algo, pues pocas son lasalegrías que viven en estos tiempos convulsos. Pero el optimismo yla alegría desatadas tras más de un lustro de continuos sinsabores sevieron superados una vez más por la violencia sectaria, que aprove-chó la congregación de multitudes para recordar al mundo que lamacabra presencia de la violencia en el país no concede treguas. Enel primer atentado, que fue el más sangriento, fallecieron 30 perso-nas y 75 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba con-ducido por un suicida. Poco después, al menos 20 personas murierony 60 resultaron heridas cuando otro suicida empotró un segundo co-che bomba contra un puesto de control del Ejército iraquí en la zo-na de Al Gadir, en el sureste de Bagdad. Fue el cierre de una cele-bración teñida de rojo.

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años, todos estaban contentos. Era momento de celebrar. A pesarde todo.

Un mensaje de unidad al mundo«Decir que fue bonito sería decir poco», explicaba Vieira. Están

en el vestuario y la estampa muestra a unos abrazados con los otros.Bailan, saltan. «Nuestra victoria es un mensaje de unidad al mun-do, por encima de todo lo que a veces puede parecer que nos sepa-ra», concluía el brasileño.

La alegría fue tal que el primer ministro de Emiratos Arabes Uni-dos les cambió el billete de clase turista por su propio jet privado.Primer destino, Dubai, capital de los emiratos. Allí les aguardabauna celebración masiva y callejera, algo impensable en el Bagdaddel ejército de ocupación y la ciega insurgencia. Las celebracionesen el exilio prosiguieron en Siria y Jordania, como si toda la zonaárabe sintiera la victoria como propia, aun teniendo a sus propiasselecciones en liza.

Pero la belleza de la victoria habría de durar tanto como el aterri-zaje final en Irak. Tres futbolistas se negaron a trasladarse a su país na-tal para conmemorar la victoria entre los vítores del pueblo. «Senci-llamente, tememos por nuestras vidas, pero también por las de los afi-cionados que vengan a las celebraciones», se justificaron NashatAkram, Hawar Mulla Mohamed y el capitán Younis Mahmod, los tresguerreros que habían conquistado la Copa y la paz del vestuario.

Mesopotamia alcanzan la final del torneo. «Lo que sucede en Iraknos anima a intentar hacer feliz a nuestra gente», profetizaba el ca-pitán antes del choque. La cita era en Yakarta, y el gol iraquí, elúnico de toda la final, llegaba en el minuto 71 de la mano de Yu-nis Mahmud, portentoso capitán kurdo, que metía un golazo a pa-se del suní Hawar Mullá. Campeones. Irak se echaba a las calles y

turcos, chiíes, suníes y cristianos se abrazaban y daban gritos; estavez, no por una masacre, sino porque, por primera vez en muchos

Una celebración teñida de rojo

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Y es que esta demostración de quienes creyeron en la fuerza de launidad bien podía ser una afrenta terrible para los agoreros de lasetnias que siembran la tristeza en los campos de Mesopotamia.¿Acaso el pueblo seguiría el ejemplo de sus Leones? ¿Dejarían de la-do las corrientes religiosas que algunos profesan hasta sus extremos,quizá para escarnio de los terroristas? Sí, habrían de recordar que elgrupo al que deben su más básica peretenencia no es más que el gé-nero humano. Algo como aquel «que se amen los pueblos en la in-ternacional», que cantó sin música Karl Marx. Pero desde el respe-to mútuo, porque, como tampoco quería olvidar el capitán en me-dio de las celebraciones, los iraquíes quieren «que EEUU salga deIrak. Hoy, mañana o pasado, pero que se vayan».

Nadie cuestiona que el deporte rey haya sido tradicionalmenteescenario de desagradables y violentos episodios entre hinchadas ri-vales. Pero lo que algunos no intuían era que la situación fuera re-versible. Y es que un buen timonel sabe navegar valiéndose delviento en contra, como demostraron los Leones de Mesopotamia,cariñoso sobrenombre que recibe la selección de fútbol iraquí. Y esque no sólo en Bilbao cuentan con fieras por atletas. Pero las dosfotografías, la de Euskadi y la de Irak, no tienen apenas similitudes.El cielo de los vascos se nubló en diciembre. Pero allí, en el lejanooriente, nunca hizo sol. Y sin embargo, los rugidos de sus leones di-bujan sonrisas que prometen un futuro nunca imposible y nuncademasiado lejano de reconciliación y de paz.

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