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Haritu 13 noviembre 2007ko azaroa 3 euros Caminando entre Downing Street y Lizarra Jonathan Martínez & Fabio González Tareq Al-Bakri Se abre el abanico Myanmar, la tentación del olvido Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkaria Revista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Publicación de Lokarri, Red ciudadana por el acuerdo y la consulta

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Haritu 13noviembre 2007ko azaroa 3 euros

Caminando entreDowning Street y Lizarra

Jonathan Martínez & Fabio GonzálezTareq Al-Bakri

Se abre el abanicoMyanmar, la tentación del olvido

Lokarri akordioaren eta kontsultaren aldeko herritarren Sarearen aldizkariaRevista de la Red ciudadana por el acuerdo y la consulta Lokarri

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Editorial Impulsando un acuerdo para la consulta

Pies de foto Mehatxuaren kiribila

Al hilo Caminando entre Downing Street y Lizarra

Ezbaian David Pejenaute & Pere Francesch

En primera persona Tareq Al-Bakri

A dos bandas La llama de la juventud

Jonathan Martínez & Fabio González

Orratza Se abre el abanico

Opinión Raíces y piedras, Pedro Urquijo

Munduari so Myanmar, la tentación del olvido

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Haritu 13Sumario Aurkibidea

Zuzendariak: María Lizardi eta Alvaro González - Erredakzioa: Itziar Fernandez, Garazi Landa, Ana Elvira, Paul Ríos, Miguel Sarratea eta Ruth Soria.

Ale honetako kolaboratzaileak: Pedro Urquijo, Pere Francesch, David Pejenaute, Ibai Los Arcos eta Juan Sánchez.

Maketazio eta diseinua: Lokarriko diseinu taldea. Ilustrazioak: Srinavasa Ramanujan.

Inprimategia: Antza (industrialdea 2. pab. - 20160 Lasarte) - Lege gordailua: SS-1142/06 - ISSN: 1134-8038

Para la edición de esta revista se utilizan papeles libres de cloro. Aldizkari hau moldatzeko klororik gabeko papera erabiltzen da.

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difundir social y políticamente una alternativa cívica, democrática ypacífica para desbloquear la situación.

2. La propuesta de convocatoria de una consulta ha encontrado unreflejo en las instituciones, más concretamente en la iniciativa plan-teada por el Lehendakari en el Parlamento Vasco.

3. El éxito de las iniciativas ciudadanas se mide por los apoyos reci-bidos y por la capacidad de impulsar alternativas concretas para solu-cionar los problemas que padece nuestra sociedad. En este sentido, elobjetivo de la iniciativa (ofrecer una alternativa concreta y viable a lasituación de bloqueo del proceso hacia la paz) se ha cumplido, aunquequeda un largo camino por recorrer para que la posibilidad de convo-car una consulta pueda materializarse.

4. Ahora la prioridad es contribuir a que la consulta tenga un carác-ter integrador y fomentar la participación ciudadana. Una consulta in-tegradora es aquélla en la que se refrende un acuerdo político alcanza-do por las instituciones y los partidos políticos, o bien, y en caso dedesacuerdo, en la que la ciudadanía establezca unos principios de con-vivencia con capacidad de integrar sin exclusiones a todos los sectoressociales y políticos. En cuanto a la participación ciudadana, Lokarriconsidera que es imprescindible para legitimar socialmente la convo-catoria y definir los contenidos de una consulta integradora.

El pasado 31 de marzo Lokarri puso en marcha una campaña de re-cogida de firmas que apoyasen la presentación de una propuesta deconvocatoria de una consulta popular ante el Parlamento Vasco y elParlamento de Navarra. Esta iniciativa ciudadana nacía con un dobleobjetivo: 1) ofrecer una alternativa cívica, pacífica y democrática pa-ra superar el bloqueo en el que se encontraba el proceso hacia la paz y2) dinamizar la movilización, la participación y la iniciativa social enuna situación de riesgo de vuelta al pasado.

Las circunstancias en las que fue presentada dicha iniciativa hancambiado de forma notoria. El Gobierno Vasco, de mano delLehendakari Ibarretxe, ha presentado una propuesta cuyo objetivo esdesbloquear el proceso hacia la paz y que también recoge la posibilidadde convocar una consulta popular, bien para refrendar un acuerdo quealcancen instituciones y partidos políticos, bien para que la sociedad,en caso de desacuerdo o bloqueo, ponga las bases para iniciar un pro-ceso de pacificación y normalización.

A mediados de octubre Lokarri celebró asambleas provinciales en lasque se reflexionó sobre la contribución de Lokarri en la nueva situa-ción generada tras la presentación de la «hoja de ruta» del GobiernoVasco y se extrajeron las siguientes conclusiones:

1. La campaña impulsada desde el pasado 31 de marzo ha permitido

Impulsando un acuerdopara la consulta

Editorial

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5. La convocatoria de una consulta es una propuesta novedosa paraalcanzar la paz y la normalización y, lógicamente, genera dudas e in-certidumbres en la sociedad sobre su virtualidad, objetivos y conteni-dos. Lokarri debe actuar con responsabilidad y la campaña de recogi-da de firmas puede contribuir a la confusión entre nuestra propuesta yla presentada por el Lehendakari que, coincidiendo en lo esencial, ca-da una de ellas tiene sus propios matices y acentos.

En vista de estas consideraciones, Lokarri decidió dar por concluidala campaña de recogida de firmas que apoyen la presentación de unapropuesta de consulta ante el Parlamento Vasco, no poner en marchalas iniciativas previstas (más concretamente, un día de recogida masi-va de firmas prevista para el 27 de octubre) y acudir al ParlamentoVasco. Así, el pasado 6 de noviembre Lokarri ha entregado su propues-ta en sede parlamentaria, en la que propone la aprobación de una de-claración que incide en dos compromisos: en primer lugar, el compro-miso de impulsar y apoyar la celebración de una consulta popular; ensegundo lugar, el compromiso de hacer todos los esfuerzos necesariosde diálogo y acuerdo para llegar a la consulta con el mayor nivel deconsenso posible. Precisamente, la exigencia de celebrar una consultay de esfuerzo para alcanzar un consenso previo será el trabajo priorita-rio de Lokarri durante los próximos meses.

Si la campaña de recogida de firmas ha finalizado en laCAV, Lokarri ha decidido reforzarla en Navarra, ya que demomento la única propuesta concreta de convocatoria de unaconsulta popular es la planteada por Lokarri desde el pasadomes de marzo. Navarra también se ha visto afectada por elproblema de la violencia, las violaciones de los Derechos Hu-manos y la ausencia de consensos básicos para articular unaconvivencia plural. Navarra ha sido parte del problema y seráparte de las soluciones, porque la sociedad navarra tambiénquiere vivir de manera pacífica y democrática.

Es más, la celebración de una consulta en Navarra adquieremayor importancia al no haberse celebrado ninguna hasta elmomento en la que la ciudadanía navarra haya podido expre-sarse sobre su marco de convivencia. Es cierto que el Parla-mento, sede de la soberanía popular de los navarros, ya se hapronunciado sobre esta cuestión, pero el desarrollo de un sis-tema democrático en el que los ciudadanos sean los protago-nistas es dificilmente compatible con la negativa a permitirque los navarros puedan decidir sobre su futuro. Esta necesi-dad de profundizar en la democracia tiene especial relevanciasi además queremos que la sociedad navarra se pronuncie so-bre un tema tan importante y transcendental como es la paz yla convivencia.

Una consultapopular en Navarra

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MehatxuarenkiribilaAnuncio amenazante

2007/10/05, Bilbo

Hogeita bi? Hogeita hiru izan zirelakoan nago. Hogeita hiru lagun a-txilotuta. Sarekada ederra. Seguran egin zuen bileraren ondoren buruzagiabertzaleak preso eramanak. Orain, berriz ere zornea dario zauriari. Bor-tizkeriaren zornea. Sendatuko duen ukendurik bai? Badago topatzekonahia, baina nahasgarria da mehatxuaren bidea. Lubakiak ditu helmuga.

Miguel Sarratea

Redoble de ofensivas y amenazas. ¡Impongamos nuestras razones con laintimidación! ¡Favorezcamos el enfrentamiento! ¡Total, la agresividad esun valor en alza! Vale que fue una acción represiva. Vale que desde su po-sición privilegiada el Poder Judicial ha saboteado la opción política de mu-chos ciudadanos, que las medidas de excepción y represión que actualmen-te se ciernen sobre la izquierda abertzale sólo sirven para enconar aún másel conflicto, pero no vale decir que la amezana y la violencia siempre ten-drán la razón. No vale. Nos toca luchar con optimismo y esperanza por unfuturo mejor, aunque cueste. Nos toca alumbrar nuevas generaciones mástolerantes, inclinadas a la cooperación y preparadas para solucionar losconflictos de forma pacífica. Nos toca huir de la espiral de la amenaza.

Ruth Soria

Pies de foto

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Al hilo

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A. B. López de Lerena Texto

Caminandoentre DowningStreet y Lizarra

La hoja de ruta dibujada por el lehendakari Ibarretxe ha logradoreabrir el debate político. La ruptura de la tregua, y la paulatinavuelta a la dinámica de la violencia y a la interpretación más res-trictiva de la justicia, planteaban una nueva regresión democráti-ca ante la que había cundido una cierta sensación de impotencia.Pero la lucha por desbloquear esta situación, reabrir el diálogo y la-brar acuerdos parece volver a cobrar fuerza en un momento en elque se antoja imprescindible.

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El pasado 16 de octubre, el lehendakari Ibarretxe subía las escale-ras del palacio de La Moncloa para encontrar allí una vez más al pre-sidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. Era su octavo en-cuentro oficial. Para quienes gustan de leer entre líneas e interpre-tar el significado oculto de los gestos, cabe destacar que el jefe delEjecutivo español bajó, no sólo un par de peldaños, sino toda la es-calera hasta llegar al coche de Ibarretxe, para mostrar una recepciónlo más cálida posible a su invitado; que ambos se estrecharon con felas manos; y que sonrieron francamente a la prensa antes de ence-rrarse solemnemente en Palacio. Después, a la salida de la reunión yante un batallón de periodistas ávidos de titulares que justificaran sudespliegue, pocas palabras y menos información. «Estamos en el pri-mer paso de una negociación (...) y, como dijo Simon Peres, éstas

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Pero este calendario está atravesado por las elecciones generalesde marzo del año que viene (seguramente el domingo 2, o el 9 comotarde), lo que sin duda afectará al avance del diálogo entre Zapateroe Ibarretxe. Y es que el PP parece haberse cansado ya de exprimir ar-gumentos como el juicio del 11-M e incluso las tan aireadas «cesio-nes» que el Gobierno habría estado ofreciendo a ETA, y se centraráen la defensa de una idea blindada de España que convertirá en ar-ma arrojadiza contra el PSOE a la más mínima ocasión que encuen-tre. Y ésta mínima ocasión, bien podría ser el diálogo entre el presi-dente y el lehendakari, si éste empezara a ser serio y fluido.

Así las cosas, esta negociación que reclama Ibarretxe parece estarcondenada a quedar, al menos en el plano público y oficial, a la es-pera de que pasen las elecciones generales y los dos grandes partidosse puedan resituar ante el panorama que ofrezcan el nuevo Congre-so y sus juegos de mayorías y gobernabilidad. Quizá eso explique elhermetismo que rodeó al presidente español en su última compare-cencia, y que no ha sido roto por ningún miembro de su gobiernocuando se le ha preguntado sobre el contenido real de la conversa-ción que mantuvo con el lehendakari el pasado 15 de octubre en LaMoncloa. Zapatero siempre ha hecho de la necesidad, virtud, con-virtiendo su farragosa dialéctica en un escudo tras el que ocultar loque no le interesa decir. Ya lo demostró después del atentado de Ba-rajas, cuando estuvo meses evitando dar oficialmente por «roto» elproceso de diálogo con ETA, y no sería de extrañar que volviera ahacerlo ahora, cuando según las últimas encuestas, la distancia queguarda con el PP no es lo suficientemente grande como para quepueda maniobrar con comodidad sin correr el riesgo de llevarse unbuen revolcón electoral.

El espejo irlandésDicen los chinos que cuando se gana, siempre hay un ganador,

pero cuando se pierde, todos son perdedores. Quizá sea ésta la re-flexión que se ha abierto paso entre la clase política tras la decep-cionante ruptura del último proceso de pacificación y normaliza-ción política. Y quizá por ello, muchos parecen buscar un compa-ñero con quien trabajar hombro con hombro para sacar adelanteesta situación.

En 1996, el conflicto transitaba por sus más oscuros lugares co-munes. La Mesa Nacional de Herri Batasuna fue encarcelada y laactivdad de ETA mantenía sus dramáticos números rojos. Entoncesse activó la vía de Lizarra-Garazi, como un modelo de acuerdo en-tre los partidos vascos que bebía de la contemplación del espejo ir-landés y del esquema que allí estaba funcionando: trabajar unacuerdo político entre los representantes políticos de los vascos pa-ra poner fin al conflicto desde el propio país en el que reside. Sinembargo, la negativa de PP y PSE a participar en este proyecto lerestó potencialidad al quedar como un acuerdo entre sólo un sec-

siempre empiezan con titubeos», afirmó un flemático Ibarretxe. «Loque no se puede hacer, no se va a hacer, no se hará», concluyó Za-patero respondiendo finalmente a la enésima acometida de los pe-riodistas. Pero, si éste hubiera sido todo el mensaje real, todo el con-tenido de una reunión de dos horas, ¿a qué dedicaron los otros 118minutos?

La hoja de ruta planteada por Ibarretxe en la reapertura del cursopolítico del Parlamento Vasco se plasmó en un calendario lleno decírculos rojos con fechas bien delimitadas. Junio del año que vienees el límite marcado para alcanzar un acuerdo político entre AjuriaEnea y La Moncloa. Entonces será cuando el lehendakari dará la pa-labra al Parlamento Vasco, bien para que apruebe el hipotético pac-to alcanzado con Zapatero, o bien, en el caso de que éste no se ha-ya producido, para que autorice la convocatoria de una consulta po-pular «habilitadora» para desbloquear la situación en base a lo quelos ciudadanos decidieran ante las urnas. En ambos casos, el día ele-gido para la consulta sería el 25 de octubre, aniversario de la apro-bación del Estatuto de Gernika. En caso de que el Parlamento re-chazara el hipotético acuerdo, o rechazara la convocatoria de laconsulta, Ibarretxe daría por terminada la legislatura y convocaríaelecciones, adelantándose así a la primavera de 2009, cuando toca-ba convocarlas legalmente. Como punto final de este itinerario, entanto y cuanto a él aún correspondiera tomar esta decisión, el le-hendakari ya ha afirmado que apelaría a la ciudadanía en la segun-da mitad de 2010 para hacer «un referéndum resolutivo que plasmeel ejercicio del derecho a decidir libremente nuestro propio futuro».

Al hilo

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Diálogos en la Moncloa

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El lehendakari Ibarretxe estuvo tres añossin pisar las escaleras del palacio de La Mon-cloa. Fue entre 2001 y 2004, cuando las pé-simas relaciones existentes entre AjuriaEnea y el José María Aznar de la mayoría ab-soluta llevaron las relaciones y el diálogo en-tre los jefes de ambos gabinetes al terreno delo inexistente. Desde la llegada de José LuisRodríguez Zapatero al poder, Ibarretxe haacudido hasta en ocho ocasiones a entrevis-tarse con él. La primera fue el 26 de julio de2004, en el marco de una ronda de entrevis-tas que organizó el nuevo inquilino del pala-cio madrileño para estudiar la posibilidad dereformar la estructura del Estado. Nacía eltalante como estilo propio de Zapatero en surelación política con sus adversarios y todoeran sonrisas y palabras de futuro. La segun-da ya fue más tensa. El 13 de enero de 2005,Ibarretxe acudía a la visita con la reformadel Estatuto de Gernika aprobada por el Par-lamento Vasco bajo el brazo y recibía de Za-

patero un anticipo del portazo que luego ibaa recibir en el Congreso. La tercera reuniónse produjo tras las elecciones vascas de abril,el 5 de mayo, y la cuarta, que tuvo lugar acomienzos de septiembre, sirvió para poneren común el estado de un proceso de pacifi-cación cuyos mimbres comenzaban ya a te-jerse. Ya en 2006, después de que el 22 demarzo ETA hiciera público su «alto el fuegopermanente», Ibarretxe volvió a Madrid pa-ra estudiar el nuevo escenario junto con elpresidente español, que le recibió el 4 deabril. Desgraciadamente, el lehendakari tu-vo que volver a citarse con Zapatero cuandoel panorama dio un inesperado giro de 180grados. ETA había asesinado a dos personascolocando en Atocha un potente explosivo,a pesar de que no había roto su alto el fuegode manera pública ni oficial. Era el 18 deenero y ambos dirigentes compartieron sudesconcierto y su frustración y se mostraronsu apoyo en la lucha por acabar con la vio-

lencia. El 20 de junio, la estampa se repetíaporque la ruptura de la tregua ya era oficial yel jefe del Ejecutivo español quiso hacer unanueva ronda de entrevistas para organizaruna respuesta conjunta a la decisión de ETAde volver a las armas.

Así, el pasado día 16, Ibarretxe llegó denuevo con un plan en la cabeza y la volun-tad de dinamizar el debate político poniendoun exigente calendario negociador sobre lamesa de Zapatero. Fue la octava reunión enpoco más de tres años. Tres intensos añosque, además, han estado llenos de conversa-ciones extraoficiales fuera del calor de los fo-cos y que, si bien aún no han fructificado ennada concreto, sí han servido para eviden-ciar que el diálogo está en la agenda de am-bas administraciones como única vía paraabordar los conflictos y que, según parece, loseguirá estando en el futuro, dejando unapuerta abierta a la esperanza de que algúndía llegue a cuajar.

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norirlandés. En aquellos textos, ambos mandatarios se comprome-tían a iniciar una negociación multipartita sobre el futuro de Ir-landa del Norte y a incluir a los partidos asociados con paramili-tares si cesaban el fuego. Asimismo, se establecía el derecho deautodeterminación basado en el consenso para todos los irlande-ses, y se mantenía que cualquier acuerdo debía basarse en el dere-cho de la ciudadanía a «ejercer el derecho de autodeterminaciónsobre la base del consentimiento presente y libre en el norte y surde crear una Irlanda unida si tal es su deseo». Recordando aque-llos términos, se intuye por dónde pretende transcurrir la materiaque quiere abordar el lehendakari en su negociación con Zapate-ro. Además, cabe recordar que incluso en esta última tregua, estosargumentos y este esquema han estado muy presentes, quizá alen-tados por la presencia constante durante los últimos años en elPaís Vasco, bajo el amparo del Obispado de Bilbao, del sacerdoteAlec Reid, que fue entonces intermediario entre el líder del SinnFein, Gerry Adams, el de los nacionalistas norirlandeses pacíficos,John Hume, y el Gobierno de Dublín. Pero quizá también por da-tos como aquél que en su día aseguraba que el término «perma-nente» con el que ETA adornó su declaración de alto el fuego fueincluido por la organización a instancias de una exigencia del Go-bierno español, asesorado por el Jefe de Gabinete de Blair, Jona-than Powell.

Ante esta situación, durante el último mes se han hecho algunaspropuestas que planteaban recuperar en cierto modo el esquema deLizarra para, de forma paralela y de cara a las próximas eleccionesgenerales y a la representación que éstas dibujen en el Congreso,aglutinar a los partidarios de la hoja de ruta de Ibarretxe para acu-dir juntos a defenderla en Madrid. En este sentido, la voz que máseco ha tenido ha sido la del presidente del PNV en Gipuzkoa, Jo-seba Egibar, quien afirmó: «Es hora de unir fuerzas y dar la talla co-mo pueblo», y puso como ejemplo los buenos resultados de Nafa-rroa Bai para plantear exportar la idea y «obligar» al presidente anegociar, una vez que supere el veredicto de las urnas. «Nos juga-mos algo más que un número de diputados y senadores. En deter-minados momentos, un pueblo que tiene derecho a existir y sabeque está jugando en terreno contrario puede introducir un nuevofactor de consolidación de proyecto y un nuevo dato para el análi-sis de Zapatero y de Rajoy», zanjó Egibar en lo que pareció una lla-mada a la unidad que podría incluso resonar en los oídos de aizquierda abertzale representada por Batasuna; sobre todo en un es-cenario en el que la Ley de Partidos pende amenazante sobre su ac-

tor de la población que, si bien era mayoritario, dejaba fuera de losacuerdos que se pudieran alcanzar a casi el 40% de la ciudadaníade la Comunidad Autónoma Vasca.

Salvando las distancias temporales, diez años después, la situa-ción actual guarda un cierto paralelismo con la que se vivía enton-ces, con ETA intentando volver a matar y la Audiencia Nacionalordenando a la Policía cercar y detener a los principales portavo-ces de Batasuna cuando estos se encontraban reunidos para, segúnBaltasar Garzón, colaborar con ETA por estar pensando en cómoorganizar la acción política de este sector de la izquierda abertzale.Y es precisamente en esta situación en la que Ibarretxe vuelve amirar al Reino Unido y se presenta ante Zapatero diciendo que suobjetivo es alcanzar un acuerdo que sea una especie de «DowningStreet, a la vasca», sabedor del valor que Zapatero y su equipo handado a la opinión del ya ex primer ministro británico Tony Blairen este asunto.

Downing Street es una calle residencial erigida en el centro deLondres, a pocos minutos andando de las Cámaras del Parlamentode Reino Unido y en el borde del terreno del Palacio de Bucking-ham, residencia oficial de la Reina de Inglaterra. Toma el nombrede Sir George Downing, un soldado y diplomático que sirvió en elsiglo XXII a las órdenes de Carlos II, y en ella se sitúa, entre otrasinstituciones del Gobierno británico, la residencia del Primer Mi-nistro en el mítico número 10 de la calle. Allí se forjaron en 1993los acuerdos entre los primeros ministros británico e irlandés, JohnMajor y Albert Reynolds, que abrieron la puerta al proceso de paz

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«Todos los conflictos se resuelven por medio de la negociación, dialogando.En algún momento las partes implicadas van a querer volver a negociar»

Gerry Adams, líder del Sinn Féin

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ción política. Sus palabras fueron matizadas por la dirección delPNV, que incluso reconvino a Egibar por airear ante los medios es-te planteamiento sin que hubiera sido oficialmente estudiado. Pe-ro su voz también ha sonado en otras gargantas, como la dellehendakari Carlos Garaikoetxea, o el líder de ELA, José Elorrieta,aunque con los diferentes matices de cada color de voz.

El debate está abierto, y hasta el momento, éste es el primer tan-to que se ha anotado la sorprendente propuesta de un Ibarretxe queha conseguido darle la vuelta a la tortilla y recuperar un protago-nismo político al que había renunciado durante las negociacionesque se produjeron en tiempo de tregua. Sólo han pasado unas se-manas desde que el lehendakari y el presidente español se reunie-ron para analizar este planteamiento y, a pesar del hermetismo que,al parecer, ambos acordaron mantener sobre lo hablado, Ibarretxedesveló recientemente en Deia que Zapatero le había reconocidola «solidez de los argumentos políticos de su propuesta». Poco des-pués, el propio lehendakari ofreció públicamente reconsiderar sucalendario negociador con Zapatero y «cambiar todos los pasos» siel presidente español aborda el debate y acepta su «oferta sincerade negociación».

Un año es muy largo y puede ser mucho tiempo en política. Másallá de la necesaria discreción que puede ser positivo mantener entorno a los diálogos que se produjeron en Loyola durante el proce-so entre PNV, PSE y Batasuna, sí parece que ha quedado acredita-do que los responsables de estos partidos asumieron este esquema ylo hicieron suyo, abriendo sus posturas y poniéndose en el lugar delotro en busca de un acuerdo. Así, si en septiembre de 2006 los con-tactos que se habían ido manteniendo por diferentes vías duranteaños se tradujeron en las primeras reuniones a tres bandas, el 31 deoctubre ya había sobre la mesa un borrador consensuado que abor-daba por un lado la necesidad de establecer los mecanismos paraposibilitar el derecho a decidir del pueblo vasco, y por otro, el com-promiso de promover la creación de un órgano institucional co-mún para el País Vasco y Navarra. Es decir, dos de los puntos cla-ve del conflicto político: el derecho a decidir y territorialidad.

Por eso, un año puede ser tiempo suficiente para que se den pa-sos y se acerquen posturas; para que se desdramaticen los debates yse dialogue, y para que, como aconsejaba el que fuera uno de losprincipales muñidores del proceso en Sudáfrica, Roelf Meyers, ca-da interlocutor pueda escuchar al otro poniéndose en su lugar y tra-tando de entenderle. Y, siguiendo con los consejos internacionalesque dan aquellos que, en mayor o menor medida han seguido el de-venir político del conflicto vasco, quizá quepa recordar lo que dijorecientemente uno de los artífices del proceso irlandés, el líder delSinn Féin, Gerry Adams: «Todos los conflictos se resuelven pormedio de la negociación, y para ello es imprescindible el diálogo.En algún momento las partes implicadas van a querer volver a lamesa de negociación. ¿Por qué no hacerlo inmediatamente, lo an-tes posible?».

Las últimas encuestas que se han realizado sobre la ciudadaníavasca arrojan datos interesantes que apuntan cómo ha vivido laruptura del último proceso y la vuelta al bloqueo y a las expresio-nes más descarnadas del conflicto. En primer lugar, destaca el pe-simismo en el que la ruptura de la tregua ha dejado sumida a lasociedad de la Comunidad Autónoma Vasca.

Así, según una encuesta de Gizaker realizada por encargo deRadio Euskadi, si antes de que ETA volviera a tomar las armas,hace un año, uno de cada tres vascos creía que era posible salirdel túnel del conflicto en menos de cinco años gracias al procesode diálogo iniciado, ahora quienes ven viable esta posibilidad nollegan a ser ni uno de cada diez encuestados. Más aún, si antes dela ruptura del proceso sólo un 4% pensaba que Euskadi nunca po-dría vivir en un escenario de paz, ahora lo piensan cuatro vecesmás personas; un 16% de la población. Sin embargo, la sociedadvasca sigue aferrándose mayoritariamente al diálogo como únicaesperanza de solución. Según una encuesta realizada porLehendakaritza, un 89% se muestra partidaria de que Ibarretxe yZapatero dialoguen para buscar soluciones al conflicto. En estesentido, sólo un 18% valora positivamente que el presidente es-pañol haya rechazado cualquier posibilidad de llegar a un acuer-do con el lehendakari y haya declarado que impedirá la celebra-ción de una consulta a los vascos, llegando a ser un 77% quienesven con buenos ojos que el lehendakari, llegado el caso, pida au-torización al Parlamento para convocar una consulta. Además,ante esta posible llamada a las urnas, un 65% de los encuestadosaseguraron que acudirían a votar, un 13% dice que lo haría segúnlas circunstancias, y sólo un 15% rechazaría hacerlo en cualquiercaso.

Estas cifras arrojan que en torno al 80% de los ciudadanos quie-re expresar directamente su opinión; un porcentaje que ya vienereflejándose casi invariablemente desde tiempos de Lizarra, porencima de las diferentes coyunturas políticas, y que demuestraque existe una gran mayoría social que supera las tradicionalesbarreras de las siglas y las diferentes afiliaciones partidistas y quedesea tener la oportunidad de expresar de una vez lo que realmen-te opina a través de su propia voz mediante un ejercicio de demo-cracia directa que le permita recuperar la voz, la iniciativa y el

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Pesimistas aferradosa la esperanza

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<ten el que podría ser uno de los debates más apasionantes del siglo queacabamos de estrenar en un rastro más, quizá el enésimo estertor, deaquella guerra civil que tantas cicatrices le ha regalado a esta socie-dad. ¿Es necesario reconsiderar el modelo de Estado? Probablementesí. ¿Para ello se requiere la quema de 150.000 retratos de Don JuanCarlos y presentar sus cenizas en los juzgados? Estoy convencido deque no, por mucho que la mayor parte de nosotros estime incompren-sible que hoy por hoy una familia -cada vez más numerosa- esté vi-viendo, y muy bien, gracias a nuestros impuestos y por el mero hechode nacer en una clínica con nombre de goma de borrar. El problema,como casi todo en este santo país, ahora más bien beato, es que las lí-neas maestras de la política centralista, la que se exporta desde la ca-pital a provincias por pasar los pertinentes filtros, lo tiñe todo de unmismo color. Y lo peor es que hay muchos que, pudiendo cambiar es-ta tónica, arremeten contra el capote con una bravura española pocoacorde con los símbolos que ensalzan, en esta ocasión también, paramolestar a otros. ¿Qué más pueden pedir los defensores de la monar-quía, las clases más conservadoras, que poder asociar la imagen de losantimonárquicos con la de «independentistas radicales de tendenciaviolenta»? El mechero, como las pistolas, quita razones. Deja en unsegundo plano los argumentos y ayuda a que quienes así lo deseanpuedan confundir términos, de manera torticera, es verdad, pero apo-yados en un gesto de dudoso encaje en la democracia. En la Edad Me-dia se quemaba a las brujas, en el siglo XXI se pasa por la hoguera loslibros de Salman Rushdie, las banderas americanas y las caricaturas deMahoma. Ha sido -y sigue siendo- una de las armas predilectas de losfanáticos. El infiel debe ser purificado en el fuego. El apego a la mo-narquía se adivina también como un anacronismo, uno de los muchosque tantos problemas generan a diario. La tragedia es que se ha inclui-do en la eterna guerra de bandos. Porque es entonces cuando uno in-tuye que al otro, a quien quizá apenas le importa el símbolo en cues-tión, podría molestarle que se queme. Y sólo por eso, por la intención,resulta plausible que al otro, a ese que probablemente ni le iba ni levenía, le moleste que prendan fuego a algo que se supone que debíaimportarle. Estamos en las mismas: confrontación y violencia. Y ya sesabe, aunque esta vez no lo dijo Gandhi, sino Ibarretxe: «Ojo por ojoy acabamos todos tuertos»… y quemados.

Durante estos últimos meses se ha producido un curioso fenómeno por el que se han quemado muchasbanderas y, sobre todo, muchas fotos de personajes como el rey Juan Carlos, o el líder independentistacatalán Josep Lluís Carod-Rovira. Esto ha generado un enrabietado debate que ha derivado incluso enque algunos se pregunten si España se está rompiendo. Pero, quemar un símbolo ¿es una mera expresiónde una disconformidad que debería caber en la libertad democrática, o un grave atentado contra los sen-timientos de quienes se ven representados en él y, como tal, debería ser perseguido? Dos periodistas, es-pecializados en las realidades sociales de Euskadi y Catalunya respectivamente, analizan esta cuestión.

El valor

Mahatma Gandhi y Martin Luther King des-tacaron tanto por sus firmes convicciones mora-les como por su valentía a la hora de enfrentar-

se a todos aquellos que seguían otros caminos, alejados de métodos pa-cíficos, para defender unos u otros intereses. «Ojo por ojo y todo elmundo acabará ciego», advirtió el mártir indio. «La violencia creamás problemas sociales de los que resuelve», nos avisó Luther King.Ambos fallecieron asesinados, un final habitual para este tipo de figu-ras en un mundo en el que las manifestaciones de intolerancia a lasque estamos tan habituados persiguen generar, casi siempre, la crispa-ción en el prójimo más que la satisfacción propia. Puede sonar tópico,pero considero que las banderas son simples pedazos de trapo colorea-dos. Hasta que alguien quema aquélla que veneran otros. Se atacansímbolos porque la sociedad ha evolucionado desde los poblados pre-históricos. Antes, quizá en defensa de los mismos intereses territoria-les, se tiraba de hacha. Ahora, de mechero. Porque prender fuego a lossímbolos de cualquier colectivo -por estúpido que pueda parecermepersonalmente el apego que algunos confieren a ciertas efigies- supo-ne recurrir a la violencia, a la agresión. Representa otra forma de agre-sividad que la sociedad debería haber superado hace siglos. Más allá deapreciar sus meteduras de pata y agradecerle el haber representado elpapel ideal para erigirse en protagonista de centenares de rumores so-bre su vida sexual y sus escapadas nocturnas en moto, coincido en elfondo con la mayor parte de esos que se concentraron en lugares pú-blicos para mostrar su desacuerdo con la monarquía. Pero no en lasformas, ni en el mechero. No en las hachas prehistóricas, que convier-

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David PejenauteJefe de Sociedad delDiario de Noticiasde Álava

Ezbaian

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> plo, trascendiera hasta en los medios de comunicación argentinos. Este esel mejor paradigma de la actual situación en la que se presenta un acto nomasivo, pero que levanta pasiones, y que acaba convirtiéndose en un pro-blema general de todo el país. A mi parecer, es puntual y con este tipo dealarmismos las consecuencias inmediatas son crear un efecto llamada aque muchos jóvenes, que se expresan de nuevo libremente, salgan de cla-se o de la universidad y se vayan a quemar fotos del Rey. Algunos mediosde comunicación de tirada nacional han aprovechado con grandes titula-res, portadas y comentarios radiofónicos para resaltar aquello que peorimagen da Catalunya de puertas a fuera. En un programa televisivo se ha-blaba de nuevo de la ruptura de España y tras visualizar los anuncios dellehendakari, Juan José Ibarretxe, con su consulta para 2008, y de Carod-Rovira para el 2014, mostraron lo sucedido en Catalunya con las fotogra-fías del Rey como ejemplo de la «desmembración» del Estado. Y, mien-tras, en Catalunya todos atentos a los retrasos en los trenes para no llegartarde al trabajo. No se puede jugar con estas cosas porque lo único queconsiguen es animar más a la gente a llevar a cabo este tipo de actos incí-vicos y al exterior a tener más argumentos para poder decir aquello de«cómo son estos catalanes de insolidarios y separatistas…» No hay queobviar lo que está sucediendo, pero hay que tener presente que Catalu-nya tiene actualmente 7.134.697 habitantes y que de todos ellos menosde dos mil han participado en la quema de fotografías del Rey.

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Catalunya tiene un problema y no es la quema de fotografías del Rey si-no la parálisis de sus infraestructuras. En los últimos tiempos, la imagen delos catalanes se ha visto de nuevo manchada en el Estado español por lasmanifestaciones contra el monarca en varias ciudades catalanas que acaba-ron con la quema fotografías de Juan Carlos I. Las protestas antimonárqui-cas tuvieron su continuidad ante la posibilidad de que Jaime Roure y En-ric Stern, los dos jóvenes que participaron en la primera quema de fotos enGirona, fueran encarcelados por un delito de injurias a la Corona. Despuésde Girona, vinieron otras ciudades como Manresa, Lleida, Reus, Tarrago-na e incluso la Universitat Autònoma de Barcelona fue escenario de estosactos, con la presencia de 300 estudiantes que se concentraron en la plazaCívica de la universidad.

Catalunya rechaza los actos incívicos muy alejados del famoso seny cata-là (tan difícil de traducir al castellano). Y es que lo que empezó como algoespontáneo, acabó convirtiéndose en un acto de solidaridad a favor de los«perseguidos» y de rebeldía contra «el Estado que nos oprime». Catalun-ya necesita otros héroes que actúen y tengan valentía, pero no en este sen-tido. Quemar fotografías del Rey es un acto inútil, sin sustancia, gratuito yque no busca otro objetivo que provocar y sacar adelante aquel «inteligen-te» modo de hacer política basado en el pulso continuo a ver quien consi-gue tumbar al otro. Al igual que denunciable es quemar fotografías del vi-cepresident de la Generalitat y líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, olos carteles que aparecieron en varias manifestaciones contra el presiden-te del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Catalunya no necesita estetipo de actitudes para conseguir mejoras en su vida diaria, mayores cotasde autogobierno y ni tan siquiera la independencia. Y en este contexto,¿qué papel juega políticamente Juan Carlos I? Ninguno.

Dicho esto y sin comulgar con la acción en sí, en el caso de la quema defotos, los ciudadanos pueden manifestarse amparados por la libertad de ex-presión que les da el artículo 20 de la Constitución española. «Se recono-cen y protegen los derechos a expresar y difundir libremente los pensa-mientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otromedio de reproducción».

En España y Catalunya se ha hablado horas y horas sobre este tema. Entertulias radiofónicas, en columnas de opinión, editoriales… Sin embargo,ahora, el tema que llena las páginas de los periódicos catalanes son las in-fraestructuras. Eso sí es realmente grave. Socavones a causa del AVE. Pro-blemas en la red de Cercanías. Un aeropuerto insuficiente. Levantar algu-nos peajes de la autopista… Ese es el problema que vive Catalunya y quiénsabe si ello fomentará el independentismo más práctico basado en el bino-mio cercanía para gestionar y eficacia.

Es sorprendente que la noticia de la quema de fotos del Rey, por ejem-

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Pere FranceschPeriodista deAgència Catalanade Notícies

de un símbolo

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Haritu: aurten eszenatoki aldaketa izan dugazteei eta gatazkari buruzko nazioartekokonferentziak. Hiru urtez Ipar Irlandan eginondoren, Euskal Herrira etorri zarete. Zerdela eta?

Tareq: batetik, aurten Eusko Jaurlaritzarengonbidapena jaso dugu hemen egiteko. Jadahasiak ginelarik laugarren konferentziaprestatzen, gonbidapena iritsi zitzaigun etaegoki iritzi genion hemen egiteari. Bestetik,konferentzia hau bere baitan hartzen duenprogramaren oinarrizko premisetako bat dagatazka eta gazteen inguruan leku ezberdine-tan lanean ari den jende sare bat hedatzea.Beraz, oso garrantzitsua da leku ezberdinetanegitea. Aurrerantzean, seguraski gatazkandiren beste herrialde batzuetan egingo dugu.Gainera, gero eta baliabide gehiago lortzenari gara horretarako. Euskal Herria gatazkandago eta, hona, egoera berean edo an-tzekoan gauden herritarrak etorri gara. Ba-gaude palestinarrak, irlandarrak, israelda-rrak, Hegoafrikakoak, Balkanetakoak...Konferentzia honen helburua da esperien-tziak eta hausnarketak elkartrukatzea eta ba-tak bestearengandik, guztiok guztiongandik,

ikastea. Hori da bidea gatazkan gazteek zeregin dezaketen, nola aurre egin diezaioke-ten, zehaztuz joateko. Hona etorrita,gainera, askoz hobe uler ditzakegu hemenpairatzen den gatazkaren nondik-norakoak,bai eta gazteekin lanean ari direnak nola jar-duten diren ere.

Haritu: zer moduz orain arte konferentzianjorratzen ari zaretena?

Tareq: primeran. Argi ikusi da konferen-tziara bertaratzen den jendea parte-hartzekogogoz datorrela. Entzuteko, esperientziakpartekatzeko eta komunikatzeko gogoz etorridira. Gainera, giro oso politean izan da orainartekoa. Igarri da parte-hartzaileek gatazkandiren herrialdeetako gazteak gaiaren ezagutzaoso sakona dutela, beren herrialdeari dago-kionez jakina. Orain artekoa kontuan hartuz,uste dut emaitzak oso onuragarriak eta posi-tiboak izango direla hemendik bi egunetara,konferentzia bukatuta alegia. Hemen gaude-nok gazteekin lan egiteko eredu praktikoakhobetzeko konpromisoa hartu dugu, horrelaaldatzen ari den gizarte horri erakusteko gaz-teekiko lanerako tresnek gazteei laguntzen

dietela bidezkoago, demokratikoago eta ani-tzagoa izango den gizarte bat eraikitzeko pro-zesuan eragile aktiboak izaten.

Haritu: nola sortu zen konferentzia berebaitan hartzen duen YWICS ekimena (Ga-tazkan Gazteekin Lanean dauen Gizartee-tan)?

Tareq: akademikoen eta esperientzia prakti-koa dutenen arteko elkarrizketak izan zirenabiapuntua 2002an Ipar Irlandan. Emaitzabatera iritsi ziren, teoria eta praktikarenarteko zubira iritsi nahi zutela. Elkarrizketahaien ondorioz, baliabide pila bat iritsiz joanziren eta iristen ari dira, gero eta gehiago.Hartu-eman asko egin dira leku ezberdinetanlanean ari diren pertsona ugarirekin. Hiruurtean hiru konferentzia egin dira eta badabaita liburu bat ere argitaratuta gatazkan di-ren herrialdeetako gazteekin egin daitekeenlana biltzen duena. Esan beharra dago gaihau jorratzen duen lehendabiziko liburua de-la. Israel, Palestina, Turkia, Hegoafrika, Bal-kanak eta Irlandako jendearen ekarpenakbiltzen dira argitalpenean, teorikoak zeinpraktikoak. Pertsona askoren partaidetzaren

Tareq Al-BakriYWICS proiektuko koordinatzailea

Gatazken konponbidea ez da nagusien eta politikarien kontua bakarrik. Guz-tiona da eta gazteria bere esparrua aldarrikatzen dabil. Tareq Al-Bakri-k,YWICS (Gazteekin Lanean Gatazkan dauden Gizarteetan) proiektukokoordinatzaile den palestinarrak, aski ongi daki hori. Hiragan hilabeteanArantzazuko Baketik zentroan gazteei eta gatazkari buruz egin zen NazioartekoKonferentzian topatu genuen Al-Bakri «gazteek protagonista izateko duteneskubidea» defenditzen. Gizarteari gazteen ahotsa entzun dezan eskatzen duTareq-ek «baliozkoak diren ikuspegi bereziak dituztelako bizi duten gatazkariburuz, gazteekin lan egitea itxaropena gorpuztea baita».

En primera persona

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María Lizardi Testua

Karlos Corbella Argazkiak

«Gazteekin lanean ari garenon zereginada elkarrizketarako esparruak zabaltzea»

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En primera persona

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emaitza da. Oso pozik gaude Euskal Herriraetorri izanagatik, hemen ere argitalpenhorretarako ekarpenak jaso ditzakegulako.Euskal Herrikoak ez ziren sarean sartu iaz ar-te eta horregatik ezin izan dugu landu berenlana liburuan.

Haritu: konferentzia eta argitalpenez gain,egiten al duzue bestelako tailerrik edo denadelakorik gazteekin?

Tareq: YWICS proiektua mundu osoko gazteteknikari, politikari, akademiko eta gazteen

arteko lankidetzan oinarritua dago, luzaroanindarkeriazko gatazaka politikoa bizi izan du-ten edo horretan murgilduta dauden eskual-deei arreta berezia eskainiz. Akademiko, tek-nikari eta politiko horietako asko, beren la-narengatik, egunero-egunero ari dira laneangazteekin, beren errealitatea gertu-gertutikezagutzen. Hala, beraiek bai zuzen-zuzeneanari dira tailerretan gazteekin. Konferentzianhorien guztien ekarpenak jasotzen dira. Aza-leratuz doazen ideiak gazte eragileek aurrezaurre aurkitzen dituzten alderdiei buruzko ez-tabaidaren pizgarriak izango dira.

Haritu: progamaren helburuetatko bat dagatazkan dauden gizarteetan gazteekin egi-ten den lanerako eredu sorta zabal batek no-lako inpaktua izan dezakeen argitzea. Bildual dituzue dagoeneko uzta horren fruituak?Nola neurtzen duzue inpaktu hori?

Tareq: mintegi honetan elkartu garenokhausnarketa lana egitea espero dugu gauza-tzen ari garen lanaren inguruan. Konferen-tzian azken lau urteetako lanaren balorazioaegingo dugu. Lortutako emaitzak eta ondo-rioak baliagarriak izango dira gazteekin

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egiten den lana modu eraikitzailean gara-tzeko. Neurtutako inpaktuari dagokionez,nik, zehazki, Palestinaz hitz egin dezaket, pa-lestinarra naizen heinean han gertatutakoaezagutzen baitut hoberen. Palestinan bizinintzelarik hasi nintzen YWICS programare-kin lanean. Bada, programarekin erdie-tsitakoari esker, gazteekin lan egiten duenproiektu bat abian ipintzeko aukera izan du-gu Palestinan. Hiritarren partaidetza etahezkuntza garatzen dituen programa bat da,bederatzi hilabeteko iraupena duena.Unibertsitateko ikasleekin eta gazteekinlanean aritzea ahalbidetzen du programak.Urtero 900 gazte elkartzen dira. Hain ongiateratzen ari da, ezen beste leku batzuetaneta beste erakunde batzuk ere hasi diren gau-za bera egiten. Gainera, benetako demokra-ziaren alde lanean ari den gazte sare berri batsortu da. Zenbakien atzean gazteen bizitzaeraldatzeko gaitasuna geratzen da. Proiektuhorri esker, orain ikusten dugu gazteekkonfidantza handiagoa dutela elkarrizketanparte-hartzeko orduan, batak besteari uler-tzeko orduan, erronkak finkatzerakoan etajada aldaezinak diruditen ikuspegien ingu-ruan galderak egiteko orduan. Galdetzekogaitzen dira, gaiak ezbaian jartzeko. Gainera,beren eta beste pertsona batzuen aurriritziezere ohartzen dira. Prozesu demokratikoanparte-hartzeari dioten beldurra ere azaleratueta aurre egiteko bide oso egokia izaten ari daproeiktua. Egitarau honen ondorioz, nagusi-tasun demokratikoari ateak irekitzen ahalzaizkiola argi frogaturik ikusi dugu. Aipatulanaren emaitza da.

Haritu: zeri diote hainbesteko beldurraegungo gazteek?

Tareq: arrazoi askorengatik daude beldurtuta.Aurrena, batzuetan ez da ez segurua ez baliaga-rria ez eta posible ere elkarrizketa demokrati-koan parte-har dezatela. Ez dute jasotzen gon-bidapenik, aukerarik, ez ezer. Bestalde, a-tsekabetuta eta nazkatuta daude egoerarenga-tik politikoek ez baitituzte kontuan hartzengazteak, oro har gizarteak ez die arretarik

eskaintzen. Gauzak horrela, gure lana da gaz-teek prozesu demokratikoetan parte hartzekoesparru seguruak eraikitzea. Eta badituguhorren emaitzak. Esparru horien bidezpartaidetzarako aukera ematen diegu. Gurenahia eta itxaropena da beraiek gero lan horrieustea, segida ematea, beraien artean ohiturabihurtzea. Izoztuta dagoen egoera ezbaian jar-tzeko gaitzen dira, eztabaidarako ahalmenalortzen dute.

Haritu: zeintzuk dira topatzen dituzuen era-gozpen eta abantaila nagusiak gazteekin lanegiteko orduan?

Tareq: gazteek beste pertsona batzuen bizitzaulertzeko duten modua da eragozpen nagusie-tako bat, nire ustez. Gatazkaren heredentziaberen zirkunstantzien eta baldintzen araberairisten zaie beti. Kutxetan sarturik haztendira, gizarteak kutxa hertsietan hazten ditu.Gizartearen, politikaren, erlijioaren etakulturaren eraginez gertatzen da eta, tamalez,aurriritziz janzten dira beren pentsamoldeak.Gure lan jardunbidean ikusi ahal izan dugugazteak sortzaileak direla, badutela gaitasunaeta parte-hartzeko eta laguntzeko borondate-tea baldin eta horretarako esparru seguruabermatzen baldin bazaie.

Haritu: biolentzia eguneroko «ogia» izan-da, nola aurreikusten dute Palestinako gaz-teek beren etorkizuna?

Tareq: nire esperientziak kontuan hartuz, ba-da, egia da baikortasun maila beheruntzdoala. Egunero dira biolentziaren lekukoPalestinan. Politikan gertatzen denaren ara-bera aldatuz doa egoera. Den aden, belaunal-di batek baino gehiagok biziraun du gatazkaegoeran, era asko garatu dituzte hori lortuahal izateko, bai gazteek nola adinduek,gizonek zein emakumeek, aberats etatxiroek… Gauza batetaz oso ziur nago: gureprogrametan eskaintzen eta lantzen duguna,bai Palestinan nola beste leku batzuetan, ba-liagarria da egoera oso krudela eta itzalez be-tea izan arren. Ezin dugu galdu itxaropena,

bakean oinarrituriko bizikidetzaren itxa-ropena. Hain zuzen ere, horrek mantentzendu bizitzaren sugarra pizturik.

Haritu: izango da depresioak jotako gazteasko zure herrialdean...

Tareq: bai, ezin duzu imajinatu besterik.Gatazka hain latzean bizitzeak eragiten di-tuen sentimendu ezkor guztiak oso sakonakdira. Urteak eta urteak beharko dira senti-mendu horiek guztiak eta gauza negatiboguztiak, galerak, minak… gainditzen joate-ko. Ezinbestekoa izango da profesionalenlana zauriak sendatzeko. Hala ere, uste dutgarrantzitsuena dela ikasi egiten dugulanola egin dezakegun lana itxaropenatresnatzat hartuta, esparru berri bat eraiki-tzeko tresnatzat.

Haritu: Euskal Herrian bizi dugungatazkan bada gazteak proagonistatzatdituen biolentzia ekinbide bat kale-borrokaizendatu ohi dena. Ezagutzen al duzu?

Tareq: egia esan, gutxi ezagutzen dut hemengertatzen ari dena, iritsi berria naiz, baina ka-le-borrokarekin lotuta, Palestinan gertatzendenaz hitz egin dezaket. Uste dut hangogazteek biolentziari heltzen diotela ez dutela-ko ikusten beste alternatibarik. Ez dute ikus-ten beren egoera aldatuko duen inolako au-kerarik eta oso errnegatuta daude. Gazteekinlanean ari garen guztion betebeharra etaardura da elkarrizketa abiatzeko esparruakzabaltzea. Ez soilik elkarrekin hitz egiteko,baita emaitzak erdiesteko ere. Emaitzak baiti-ra elkarrizketaren helburuak. Horretarako,gazteak serioski hartu behar ditugu etagizarteak gazteak ulertzeko duen marko-erreferentzia aldatu behar dugu. Oinarriankomunitatean duen proiektu bat aurrera era-mateko esparrua eraiki behar diegu. Gazteenbeharrak, nahiak, itxaropenak ase egin beharditugu. Begirunea zor diegu. Lan zaila da,partaidetza handia eskatzen du, gogoa,ahalegina eta zintzotasuna. Egiten duzun ho-rretan sinistu behar duzu.

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ETA vuelve a intentar matar. Después de sorprender a la sociedadcon el atentado que costó la vida a dos inmigrantes en el aeropuerto deMadrid y de romper posteriormente de forma oficial el «alto el fuegopermanente» que había declarado en marzo del año pasado, no debe-ría extrañar a nadie que la organización intente de nuevo cobrarse víc-timas mortales. Sin embargo, después de haber vivido un proceso co-mo el que hemos vivido, la vuelta a la espiral de violencia a la que nostiene acostumbrados se hace, si cabe, más dramática. Una bomba lapacasi acaba el pasado día 9 de octubre con el escolta Gabriel Ginés enun atentado que se produjo además en mitad de un popular y populo-so barrio de Bilbao, con el riesgo implícito de provocar víctimas cola-terales añadidas. La kale borroka recobra progresivamente el protago-nismo que tuvo en el pasado, extendiendo su macabra amenaza ya nosólo sobre los concejales de los partidos políticos, sino también inclu-so sobre sus familiares. Y además, dos toneladas de una sustancia explo-siva, el nitrometano, fueron robadas de una empresa cercana a SaintEtienne por un grupo de encapuchados en un golpe tras el que pareceesconderse la firma de una ETA que sigue nutriendo sus polvorines.Más violencia en una terrible espiral que crece desde la pequeña bom-ba que un comando colocó en un árbol al paso del Tour de Francia porNavarra, pasa por los coches bomba de Logroño y Durango y por el in-tento de asesinato de Ginés, y que quién sabe hasta dónde puede lle-gar hasta que llegue por fin la paz.

Desde Irak hasta Palestina se teje en Oriente Próximo un escenarioviolento que salpica a todas las regiones de la zona. Una de ellas es elKurdistán, la tierra de los kurdos; un país sin Estado, repartido a travésde las fronteras administrativas de Turquía, Irak, Irán y Siria. Tras la IGuerra Mundial, el Tratado de Sevres reconoció por vez primera el de-recho de autodeterminación que corresponde a este pueblo, dedicadoen su gran mayoría al pastoreo y al trabajo de las montañas. Sin em-bargo, la negativa de los citados Estados a posibilitar el ejercicio de es-te derecho derivó en el nacimiento de un conflicto armado que se haido cronificando con la lucha del Partido de los Trabajadores del Kur-distán (PKK). En los últimos meses, el PKK ha asesinado a decenas demilitares turcos en varios atentados y Turquía parece estar a punto dereaccionar dramáticamente. 100.000 soldados esperan la orden de An-kara para avanzar sobre el kurdistán iraquí, donde dicen que se escon-de esta guerrilla, pero ya han adelantado sus intenciones llevando a ca-bo intensos bombardeos sobre los kurdos de la zona. Más de 20.000personas han muerto en esta guerra no declarada que, por ahora, secentra en este enfrentamiento entre kurdos y turcos, ya que es en Tur-quía donde reside más de la mitad de la población total del Kurdistán:unos 20 millones de personas. Agitar aún más ese avispero, invadien-do además nuevamente la precaria autonomía de Irak, puede acrecen-tar la dramática situación de Oriente Próximo en una vuelta de tuer-ca que Bruselas, e incluso Washington, tratan de evitar a toda costa.

Una vuelta de tuerca más La macabra espiral

Hilvanando

Hari-muturrak...

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Mientras PP y PSOE se tiran las togas a la cabeza con la reforma delConsejo General del Poder Judicial, diferentes tribunales siguen alimen-tando las tesis de quienes apuntan a que actúan muy condicionados por lacoyuntura política y en un contínuo zigzagueo por la línea que separa a lospoderes del Estado. A comienzos de octubre, la Policía Nacional desple-gó un impresionante operativo sobre el pequeño pueblo guipuzcoano deSegura y, por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón,arrestó a más de 20 personas que estaban reunidas en una casa. Se trata-ba de encarcelar a la cúpula de Batasuna, como ya se hizo en 1996 y, así,personas como Rufi Etxeberria, Joseba Permach o Juan José Petrikorena,se unían a los ya encarcelados portavoces de la izquierda abertzale JuanMari Olano y Arnaldo Otegi en una alocada carrera que bebe de la inefa-ble Ley de Partidos para considerar aquella reunión constitutiva de un de-lito de integración en banda armada cuando, como dijo la portavoz delGobierno Vasco, Miren Azkarate, allí no había «ni bombas ni pistolas».Con prácticamente toda la dirección de Batasuna en prisión, se cierranvías al diálogo dejando fuera de juego a uno de los interlocutores y difi-cultando el trabajo por la normalización. Y en este sentido, el TribunalSuperior de Justicia del País Vasco sigue adelante con el juicio emprendi-do contra el lehendakari Ibarretxe y los dirigentes socialistas Patxi Lópezy Rodolfo Ares, precisamente por reunirse para dialogar con la cúpula deBatasuna. Desde el PSE se subrayó que se habían entrevistado con Bata-suna con el único objetivo de «alcanzar la paz y la libertad para este país».

Desde Lehendakaritza, que no puede ser delito dialogar, y que este juicioque pretende que lo sea responde a impulsos «esencialmente políticos».Es curioso ver cómo se han activado estos procesos tras la ruptura de latregua convirtiendo un diálogo que hace un par de meses era vital en undelito. ¿Debe estar la Justicia sujeta al contexto político y actuar en con-secuencia? ¿Actuará en consecuencia contra el presidente español por en-viar a su gente a dialogar con miembros de ETA, o contra el Congreso delos diputados por abrir la vía a ese diálogo? En el camino hacia la norma-lización, sería importante revisar un entramado legal como el actual, queampara leyes como la de Partidos, permitiendo que los jueces decidancuándo es un delito sentarse en torno a una mesa para dialogar, y cuándono lo es.

A vueltas con la Justicia

...hilos sueltos

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Haritu: ¿qué pueden aportar los jóvenes a lapolítica?

Fabio: a parte de las cuestiones propias de nues-tra generación, que obviamente son distintas alas que pueden afectar a personas de otra edad,como la precariedad de la vivienda y demás,creo que podemos aportar una forma distinta dehacer las cosas y ver las distintas realidades Y engeneral, creo que nuestra forma de hacer políti-ca está menos viciada. Si llevas discutiendo conuna persona 30 años, el diálogo que puedesmantener no puede ser el mismo que el que sepuede establecer entre dos personas que no lle-van esa carga de broncas acumuladas, voces ypuñetazos encima de la mesa. Es importante quese dé un cierto relevo para que sean las ideas lasque se sienten a negociar, sin esa carga personalque hace que, a veces, dos no se reunan por pro-blemas personales, porque no se aguantan.

Jonathan: frescura. Yo creo que, tal y como es-tá planteado esto de la política, los jóvenes qui-zá seamos un poco como los taquilleros del cir-co; estamos un poco al margen, pero tenemosla posibilidad de decirle a la gente que compraentrada para la función que el número del tra-pecio está amañado y que no se crean muchoque los elefantes estén domados. Cuando he di-cho frescura me refiero a eso; a que podemosofrecer una forma de decir las cosas más espon-tánea y que no está moldeada por la participa-ción continuada en todo este tinglado.

Haritu: una reciente encuesta afirmaba quesólo uno de cada cien jóvenes vascos militaen alguna organización social o política. ¿Có-mo veis a la juventud actual?

Fabio: está claro que la participación en po-lítica sigue una tendencia descendente, aquí

y en todo Europa. Imagino que esos datos seceñirán a la militancia en partidos políticos,pero sí indica una tendencia que puede res-ponder a que al poder establecido en Europano le interesa esa implicación. Y si tienes elpoder mediático de cortar esa participaciónjuvenil y social, lo utilizas. Está claro es quelos jóvenes de ahora no somos ni más tontosni menos válidos que nuestros mayores, y quees la incertidumbre en el futuro lo que creoque está generando una resignación que oca-siona desmovilización entre los jóvenes. Detodas formas, los estados deberían plantearsepor qué pierden el empuje de la juventud eneste sentido porque, por ejemplo, su partici-pación en sindicatos, sube. ¿Por qué en eseámbito sí participan y en el otro no?

Jonathan: yo creo que quienes ahora nosachacan ser una juventud desmovilizada de-

La llama de la juventudJonathan Martínez & Fabio González

Sorprende la naturalidad con la que hablan de la cosa pública, pero es que JonathanMartínez (25 años y juntero de EB por Bizkaia) y Fabio González (22 años y coordina-dor de organización de las juventudes de Aralar, Iratzarri) tienen ya mucha mili políticaa sus espaldas. No rehuyen ni una pregunta y entran al debate a pecho descubierto. Sonparte del pequeño porcentaje de jóvenes vascos que eligen involucrarse en política acti-vamente y, como buenos idealistas e inconformistas, no renuncian a trabajar para cam-biar la sociedad en la que viven. Son jóvenes políticos que reflejan las preocupacionesde su generación y que, más allá de sus diferencias, coinciden en aferrarse al diálogo co-mo arma de paz tanto para solucionar el problema de la vivienda, como para acabar conel conflicto político vasco, aplaudiendo iniciativas como la de Ahotsak, y confiando enque este espíritu se extienda a todos los ámbitos. Incluido el de la juventud.

A dos bandas

22 Haritu

Alvaro González Texto Karlos Corbella Fotos

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berían hacer un pequeño examen de con-ciencia y ver qué responsabilidad han podidotener. De todas formas, esta desmovilizaciónno es sino un triunfo de la derecha, que haconseguido después de muchos años un gra-do de corrupción y falta de fe en la políticaque han logrado un desapego por parte de lasociedad que, encima, es lo que les permiteseguir con las manos libres. Por eso me gustahacer una reivindicación de la política. Nopodemos entrar en ese juego y conformarnoscon la demagogia de decir que todos los po-líticos son malos. Pero si de verdad crees eso,entra tú en política e intenta cambiar las co-sas por tí mismo.

Haritu: ¿cuáles creéis que deberían ser lasprioridades de nuestras administracionespúblicas?

Jonathan: que no te extrañe que diga que lavivienda, aunque sea ya un tema tan recurren-te. Siempre recuerdo el artículo de Borges enel que decía que la generación de sus padrestenían que trabajar cuatro años para pagarsesu casa, cuando nosotros tenemos que hipote-carnos de por vida. Es un gravísimo problemaque tiene que ver con esos intereses políticosa los que hemos dejado las manos libres parallevarnos hasta estos extremos. Así que debe-rían preocuparse también por lograr una ma-

yor implicación de la ciudadanía en el debatepúblico y en la política.

Fabio: tanto en Nafarroa como en la CAVpreocupan las condiciones de vida en cuantoa vivienda, trabajo… Pero a medida que laspolíticas neolibrales se apoderen de las insti-tuciones, no habrá libre acceso a la vivienda,ni condiciones decentes de trabajo, ni nada.Por eso, la prioridad es el propio modelo decapitalismo agresivo en el que estamos en-trando, antes de abordar los problemas quecitábamos, porque no son más que reflejos deese problema estructural que los alimenta.Por eso creo también en dar la voz a la ciuda-danía. En todos los ámbitos. Es evidente quehay un conflicto nacional, que también ha-brá que debatir primero y espero que presen-tar ante la ciudadanía para su consulta.

Jonathan: estoy de acuerdo. Por ejemplo,cuando se habla de Europa, parece que fuimoslos más contrarios porque votamos mayorita-riamente que no. Pero no hay nadie más euro-peísta; somos la generación del Interrail y delErasmus. Lo que pasa es que no queríamos esemodelo de Europa neoliberal con fronteras pa-ra el ser humano, pero no para el capital.

Haritu: y, en este muestrario de preocupa-ciones, ¿dónde queda para vosotros el deba-

te nacional, que tanto parece ocupar a lospolíticos?

Jonathan: se me hace complicado que este de-bate nacional capitalice la actividad política ya la opinión pública. Hay diversos sentimien-tos identitarios, pero la identidad es algo múl-tiple. Yo puedo sentirme vasco, hombre, jo-ven… Es un debate que existe, pero es necesa-rio hablar antes de otras cosas y, cuando esténarregladas, ocuparse de estos debates.

Fabio: en realidad ya lo he citado antes, por-que yo considero que es un debate interrelacio-nado con los otros. Mi proyecto político nodesvincula los derechos sociales del proyectonacional que reclama el abertzalismo. La op-ción de la izquierda en Euskal Herria pasa porel abertzalismo, porque sentirte parte de unacomunidad es el primer paso para que la iz-quierda tenga fuerza. No conozco ninguna so-ciedad sin conciencia colectiva que haya ce-rrado el paso al neoliberalismo y optado por unproyecto firme de izquierdas.

Haritu: ¿cómo habéis vivido el último proce-so de paz?

Jonathan: yo debo decir que cuando seanunció el alto el fuego fui pesimista, porquehe vivido una situación similar cuando em-

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pecé a tener conciencia política, en tiemposde Lizarra-Garazi, y después vi como caía eseesfuerzo de solucionar el conflicto por laobstinación de ETA de tutelar un procesoque tiene que recaer en el debate político. Yparece que aún no tienen claro que la acciónarmada es incompatible con la política.

Fabio: yo comparto en parte ese discurso,pero creo también que el Estado ejerce unapresión sobre este debate, cuando no le com-pete inmiscuirse en las cosas de política deaquí, que no resulta positivo. Yo acogí elproceso con mucha esperanza, pensando queel IRA estaba desarmándose y demás, perobueno; creo que lo que ETA hizo en la T-4fue romper su alto el fuego con dos víctimasmortales, y eso no se puede hacer, porquerompes las reglas y ya nadie va a creerte, por-que has roto la tregua unilateralmente y sinaviso previo. Pero el Estado tampoco puedejactarse de hacer menos que sus predeceso-res, porque eso es hacer un bochornoso elec-toralismo con los votos del Ebro hacia abajo.Y en el plano político, también ha servidopara ver que hay un derecho a veto que im-pone la minoría, PP y PSOE, porque son ma-yoría en Madrid, y eso habría que analizarlo.

Jonathan: sí, pero no se puede responsabilizaral Gobierno de la ruptura de ese proceso, por-que se podría haber esperado a la respuesta po-lítica del Estado y, si éste no escuchaba la vo-luntad popular, recurrir a la desobediencia ci-vil, pero no a las armas. Y cuando hablo dedesobediencia civil, hablo por ejemplo de quesi Ibarretxe coloca urnas y nos llama a votar, ylo prohíben, podemos desobedecer e ir a votar.

Fabio: sí, pero, por ejemplo, no se puedepretender que Batasuna entre en un procesocon todas las garantías, cuando el Estado leniega la posibilidad de presentarse a las elec-ciones y hacer política. ¿Alguien podría pen-sar en llegar a como están en Irlanda si elSinn Fein hubiera sido ilegalizado? Yo no

voy a acusar al Estado de romper el proceso,claro que no. Pero sí de no haber hecho casinada por mantenerlo vivo y avanzar en él.

Haritu: y de cara al futuro, ¿qué introducirí-ais para que esto no volviera a suceder?

Jonathan: la expresión de la voz ciudadana.Pero para esto, como para tantas cosas: paraconsultarnos sobre nuestro futuro político,sobre la existencia de ETA… pero tambiénacerca de grandes proyectos como la cons-trucción del TAV, o de la central de Boroa.

Fabio: sí, pero ya se ha visto lo sucedido enNavarra. Su voz se había dejado oír a travésde unas elecciones y ha sido ignorada sin es-crúpulo ninguno. ¿Hasta qué punto estaríandispuestos a asumir lo que dijeran los vascos?

Por eso, lo de Ibarretxe me parece un primerpaso clarificador. No una solución, pero síalgo que, si no es parte de un mareo electo-ral, puede ser muy positivo.

Haritu: ¿cómo véis el panorama vasco? ¿Y laidea que expuso Joseba Egibar de hacer unaespecie de Nafarroa Bai en la CAV para de-fender la capacidad de decidir de los vascos enel Congreso de los diputados como un únicogrupo?

Jonathan: a mi entender, Nafarroa Bai res-ponde a una realidad distinta como es Nava-rra, y además se centra en defender la pro-blemática de la zona norte de la ComunidadForal, de la más euskaldun y vasquista. EB enNavarra trató de defender sus intereses ha-ciendo encaje de bolillos ante este plantea-

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Jonathan Martínez

«Hay muchas cosas que nos unen y muchos problemas que sufrimostodos y que entre todos tendrán que ser solucionados dialogando»

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miento, y tomó una decisión legítima de noir juntos a las urnas, aunque manteniendouna voluntad clara de unir fuerzas después delas elecciones para relevar de una vez a la de-recha. Respecto a la idea de Egibar, habríaque ver si es una suma de fuerzas nacionalis-tas, o una suma de voluntades por el derechoa decidir, pero EB nunca va a cerrar las puer-tas a dialogar y buscar acuerdos. En cual-quier caso desde mi punto de vista personal,sería muy difícil para EB, porque podemosllegar a acuerdos con el PNV, pero no sé sipodríamos defender las mismas políticas enMadrid durante cuatro años.

Fabio: cuando IU en Navarra dice que no ala posibilidad de acudir a las urnas junto conNafarroa Bai, no integrada, sino coaligada,que se ofreció incluso que fuéramos a las ur-

nas como Nafarroa Bai-Izquierda Unida, ha-ce el juego a la derecha. En la ComunidadAutónoma Vasca se podría plantear lo mis-mo. Pues bien, vistos los resultados electora-les de Navarra, y lo que ha pasado despuéscon el PSN y la presión del PSOE, que sigaen esta cerrazón, no lo entiendo, y creo quevuestros votantes en Navarra os lo están ha-ciendo pagar. IU ha bajado del 12% al 4%, yse ha quedado fuera del Ayuntamiento dePamplona. Y si hubiera sumado su fuerza a lade Nafarroa Bai, Yolanda Barcina ya no seríaalcaldesa. Navarra necesita un cambio y hayque unir fuerzas, como podría pasar aquí.

Jonathan: ya, pero creo que es muy difícilpara EB ir con quienes quieran priorizarcuestiones identitarias a los otros problemasde los que hablábamos antes. Por eso, en-tiendo el recelo que pudo tener EB en Nava-rra, y entendería que lo tuviese aquí en fun-ción de cómo se planteara esa «idea» de Egi-bar, si es que se plantea formalmente.

Fabio: ¡Pero si lleváis gestionando las admi-nistraciones con ellos! En cualquier caso, nopuedo entender lo de Navarra, de verdad.Navarra vive una situación de excepciónque no se circunscribe al euskera. ¡En Nava-rra no se puede abortar en 2007! Y en esa si-tuación, cualquier voto perdido de la iz-quierda es hacerle el juego a la extrema de-recha gobernante.

Haritu: ¿Qué os parece el experimento querepresenta Ahotsak? ¿Sería posible o deseabletender a construir un puente similar entre losjóvenes de las diferentes organizaciones?

Jonathan: siempre hemos tenido buena rela-ción entre los jóvenes, quizá por lo que decía-mos de que nuestro debate no está tan viciado.

Fabio: es verdad. Ahotsak demostró que erauna vía para alcanzar consensos y espero quesigan teniendo contacto. Y de cara a la ju-

ventud, ahora la cosa quizá esté demasiadocaliente, pero creo que es un camino que ha-bría que explorar. Hace poco nos hicieronuna entrevista en Gara que planteaban co-mo un cuestionario a cinco jóvenes militan-tes de distintas organizaciones compuestopor cinco preguntas. Y no estábamos deacuerdo en todo, pero sí en gran parte, y deahí puede surgir un debate que alumbreacuerdos. No consensos unitarios, pero sí de-bates sinceros que puedan aportar.

Jonathan: la pena de Ahotsak es que no hatenido reflejo en otros ámbitos. Se abortó yno han surgido otras plataformas ciudadanasque recojan su testigo, más allá de Lokarrique, sin ánimo de dar cera, siempre ha sidoun referente (Je, je,…) Es necesario reacti-var ese espacio, por encima de los golpes ycodazos del día a día de la política.

Fabio: los sindicatos han trabajado en estesentido y la foto de UGT y LAB creo que tu-vo mucho de esta voluntad de reforzar laimagen de diálogo y negociación que enton-ces existía. Y se puede profundizar en ese ca-mino. También desde el ámbito juvenil. Sinmiedo a que no se alcancen consensos, queen algún caso serán imposibles, pero creandoespacios para dialogar y ver en qué podemosestar de acuerdo para, una vez hecho esto,llevar la decisión final a las urnas para que laciudadanía lo refrende. Es importante que seextiendan estos ejemplos porque, por muchopesimismo que haya en torno a la resolucióndel conflicto, se debe saber que existe un pe-queño corazoncito de diálogo latiendo, quesi bien no tiene eco público, existe, de dis-tintas formas, y en distintos ámbitos.

Jonathan: hay que pensar que esto tiene so-lución, que no es irresoluble, y que la vía esel diálogo, porque por encima de ideologíasy demás, hay muchas cosas que nos unen ymuchos problemas que sufrimos todos y queentre todos tendrán que ser solucionados.

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Fabio González

«La incertidumbre en el futuro está generando una resignaciónque ocasiona desmovilización entre los jóvenes»

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Haritu: ¿Cómo acabaste militando en EzkerBatua?

Jonathan: yo empecé en un contexto muy con-creto como fue el de la guerra de Irak. Necesita-ba un cauce para dar salida a mis ganas de parti-cipar y dar una utilidad a mi pensamiento de iz-quierdas. La militancia me facilitó un vehículopara traducir en hechos las utopías en las que,como adolescente, creía. Fue una apuesta senci-lla por lo que veía en EB de vasquismo amable ycosmopolita, y de organización que pretendeabordar los problemas locales para transformarla realidad global.

Haritu: y, ¿por qué no Aralar, el PSE o Ba-tasuna?

Jonathan: dentro de la izquierda, no compartolas tesis de Batasuna ni sus actitudes, porquetengo convicciones plenamente pacifistas, Ara-lar era una organización incipiente y aún sin ha-cer cuando yo entré en política, aparte de queyo reivindico el concepto de ciudadanía por en-cima del de nacionalidad, y no entré en el PSEporque, sencillamente, no le considero un parti-do de izquierdas.

Haritu: como joven, ¿qué ofrece EB para quienquiera simpatizar o militar en ella?

Jonathan: precisamente, que hacemos políticajoven. Al margen de que contamos con una es-tructura abierta y participativa, ralizamos políti-ca para todos aquellos que no tienen la vida re-

suelta. Además de eso, ofrecemos unos plantea-mientos críticos que se revisan a menudo inclu-so a sí mismos.

Haritu: ¿qué actividad real tienen las juven-tudes de EB? Al ser una pataforma que unea diversos partidos, ¿hay unidad de accióncomo jóvenes, o cada formación organiza suscampañas y sus actividades?

Jonathan: Ezker Batua Gazteak, efectivamente,es un grupo de gente joven que se reune y deba-te. Pero los jóvenes de EB participamos plena-mente en las iniciativas de EB. No existe esa di-visión entre las actividades de los jóvenes y lasde nuestros mayores. Y para nosotros es un ho-nor y algo que nos da prestigio, porque como jó-

«Se dice que otro mundo es posible,pero sólo lo será si bajamos el debatea la calle y actuamos desde lo local»

Jonathan Martínez entró en política tras la invasión de Irak y ya es juntero. Desde su compro-miso, este joven se esfuerza por cambiar su realidad para influir en la global con los pies sobreel terreno.

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venes, participamos prácticamente al mismo nivelque el resto de compañeros en las instituciones y tam-bién dentro del partido. No hay más que ver que haymuchos jóvenes en cargos de relevancia e incluso res-ponsabildades de gobierno de las que se ocupa EB.

Haritu: ¿Cómo valoras la gestión de Zapatero ycómo ves el escenario actual de la política españo-la que ya es casi de precampaña?

Jonathan: en primer lugar, decir que odio el biparti-dismo español y el partido de tenis entre Zapatero yRajoy a que queda demasiado reducida a política es-pañola. A mi parecer, el presidente Zapatero ha teni-do buena voluntad, pero al final no ha ido a dondequería. Por eso reivindico la voluntad que tuvo alprincipio, que la recupere y la traduzca en hechos. Ypor eso rechazo que se haya plegado al discurso de laderecha y ahora pretenda ponerse parches y, porejemplo, dar un dinero para pagar el alquiler que seráel mismo para un parado en situación precaria, quepara el hijo de una familia acomodada económica-mente que quiera irse de casa. Ese tipo de medidas noson en absouto distributivas, sino electorales. Debevolver al impulso real.

Haritu: ¿Qué buscas con tu militancia activa, yqué es lo que más te gustaría cambiar?

Jonathan: más que o que me gustaría, lo que cambia-mos cada día. Son pequeñas conquistas que logramostodos los días desde la política local, o foral. Todo loque sea avanzar es vital y en ésas estamos. Todo loque sea bajar el debate a la calle y dar voz a la socie-dad para evitar manipulaciones y presiones externasentra dentro de nuestro proyecto, y creo que es en loque se basa nuestra actividad política de izquierdatransformadora.

Haritu: y, ¿es posible?

Jonathan: se suele decir que otro mundo es posiblecomo eslogan. Pero, en realidad, el reto es cambiarnuestro pequeño mundo, haciendo pequeñas cosas,y sabiendo que esto no va a ser un cambio del tipoque mañana todo el mundo se vaya a levantar sien-do de izquierdas. Pero si vamos haciendo cosas des-de ese ámbito, y la gente ve que se puede de verdad,que es posible llevarlas a cabo, la capacidad de trans-formación crece porque va sumando voluntades. Elcamino es ése.

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Haritu: como joven de izquierdas, ¿por quéelegiste Iratzarri para militar y no te decan-taste por las otras opciones?

Fabio: lo ví como un espacio político amable.Además, Aralar desde su nacimiento, supusouna influencia sobre el mensaje político en ge-neral, de lo que estamos muy orgullosos, y esafrescura y esa ilusión fue lo que me llamó. Yo hemilitado en otros movimientos y otros lugares,como el Colectivo de Gays, Lesbanas y Transe-xuales o Izquierda Unida en Madrid, pero Ara-lar me convenció por su estructura y el proyec-to socialista e independentista que presenta. Sientré fue porque el proyecto de Aralar llamabaa mi puerta.

Haritu: pero, ¿por qué no EB, o el PSE, oBatasuna?

Fabio: no fue un proceso de descarte de las otrasopciones, sino un análisis en positivo. Pero si noestoy en el PSOE es porque no lo considero unpartido de izquierdas; si no estoy en EB es por-que, aunque podemos coincidir en gran parte desu política social, considero la cuestión nacionalcomo algo estratégico e impostergable; y, si noestoy en Batasuna, a parte de que aunque quisie-ra no podría, porque es ilegal, como diría la vi-cepresidente, María Teresa Fernández de la Ve-ga, es porque creo que la vía hacia la indepen-dencia de Euskal Herria y el socialismo no pasaen absoluto por la vía armada.

Haritu: siendo Aralar una reciente escisión,¿es fácil la relación entre los jóvenes de Ira-tzarri y el otro grupo de jóvenes de izquierdaabertzale que eligen militar en los diferentesmovimientos que simpatizan con el sectorrepresentado por Batasuna?

Fabio: no, no lo es. Existen ejemplos comopuntos de mira en nuestros carteles, pintadasamenazantes contra nosotros y contra noso-tras y demás. No es fácil, pero no es imposi-ble que existan esas relaciones. Yo creo quetenemos que trabajar y que, en algún mo-mento, si Batasuna se desvincula de una vezde la acción armada, nos vamos a encontrarcon ellos.

«Si no separamos la lucha social de lanacional, hallaremos una gran fuerza

para cambiar nuestro mundo»

Fabio González nació en Madrid y ha militado en distintas organizaciones hasta llegar a Ira-tzarri, un proyecto que define como «amable» y que está seguro de que puede ayudar a cambiarla sociedad.

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Haritu: ¿Qué ofrece Iratzarri para que unjoven decida optar por militar junto a vos-otros?

Fabio: lucro personal, tráfico de influencias, deestupefacientes (ja, ja, ja,…) No, en serio; ofre-ce un espacio amable de participación, con unaestructura asamblearia fuerte y con unas ideasen las que creemos. Si uno se considera deizquierdas y abertzale, y entiende que tiene queparticipar en política, creo que la nuestra esuna opción muy razonable.

Haritu: ¿Qué iniciativas desarrolláis?

Fabio: bueno, ahora estamos en un proceso deorganización interna, pero vamos a hacer unasjornadas en noviembre en Gasteiz donde va-mos a tratar cuestiones como los derechos lin-güísticos, cuestión nacional, derechos de gays ylesbianas, lucha sindical y demás, además dellevar a cabo campañas concretas como la quehicimos este verano, «Cinco mentiras y cincoverdades sobre Euskal Herria» para debatir elestado real del país.

Haritu: ¿Qué te gustaría cambiar en la so-ciedad con tu actividad política?

Fabio: el modelo de sociedad, entendiendo poresto también la cuestión nacional, que las veocomo dos luchas inseparables. Las relaciones demercado actuales no generan sociedad. Some-ten a muchos sectores a la miseria y, si pudieracambiar algo, cambiaría eso, en el marco de unaEuskal Herria unida e independiente y dueñade su futuro.

Haritu: y ¿es posible?

Fabio: no me cabe ninguna duda. La derechanecesita que creamos que las cosas son comoson, pero todo se puede cambiar. Hay que com-batir esa mentira, porque cambiar el mundo esposible, como demuestra hoy en día Sudaméri-ca. A través del debate, se puede crear un sen-timiento compartido y, si no separamos las lu-chas, si entendemos que el debate nacional y elsocial van unidos como fuerzas transformado-ras, será posible. Como dijo el Che Guevara,«patria o muerte. Venceremos».

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abanicoSe abre el

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Los romanos solían enterarse de los más importantes sucesos acaeci-dos a lo largo del Imperio a través de las Actas Públicas o Actas delPueblo, grandes tablones expuestos en el Foro, el habitual punto de en-cuentro para los habitantes de la ciudad del Tíber.

En la Edad Media, en los puertos europeos se vendían los Avisos, ho-jas manuscritas sin título ni firma, pero con la fecha y la ciudad dondefueron redactados, y que recogían informaciones, normalmente facili-tada por marinos, peregrinos o guerreros, acerca de los aconteceres bé-licos de las Cruzadas que tenían lugar en el Mediterráneo oriental.

Sin embargo, el mayor legado que ha recibido la prensa, tal y comohoy la conocemos, fue sin duda la aparición de la imprenta, desarrolla-da por Gutenberg en el siglo XV. Nada fue igual desde entonces. Lo quehasta entonces se había hecho a mano empezó a ser impreso, con lasventajas, sobre todo de rapidez y difusión, que ello acarreaba. A partirde ahí, la prensa escrita ha conocido los cafés, donde la gente se reuníaa leerlos y comentarlos, la figura del pregonero que vendía periódicos agritos en la calle, o de los quiosqueros con bufandas y guantes atrinche-rados tras gruesas pilas de papel manchado. Ha sido adoptado por gran-des e importantes personalidades, y también ha querido ser indepen-diente y valerse por sí mismo. En su profundo armario, podíamos en-contrar grandes trajes asabanados, otros plegados y con forma de tabloi-des, o incluso arrevistados. Tampoco ha sido ajena, claro está, a la mo-

Texto: Juan Sánchez

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La salida al mercado denuevos medios de

comunicaciónproyectados para este

otoño, amplíay extiende el panorama

del variopintoarco informativo.

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da del maquillaje. Así, se ha embadurnado de pesados textos de tintanegra, y también ha sabido retocarse con pequeñas pinceladas de color,y sutiles fragancias de perfume fotográfico. No han sido, como vemos,pocos los cambios que ha experimentado esta aún joven hermana nues-tra, que ha sabido acompañarnos fielmente a lo largo de los años. Sinmolestar, sin decir nada. O tal vez diciendo todo.

Jugando en casaLa prensa del Estado español, no ha sido ajena a todos estos aleato-

rios vaivenes. Fue en su día una de las principales introductoras de lasideas ilustradas, y posteriormente un gran propagadora del liberalismoy los derechos democráticos en los períodos absolutistas del siglo XIX.Ha sido alabada y ensalzada, pero también proscrita y censurada. Haconocido guerras, revoluciones y dictaduras. Ha crecido poco a poco, aveces a trompicones, hasta llegar su mayoría de edad, hasta llegar al si-glo XXI.

A nivel estatal existe un amplio abanico de opciones periodísticas:desde prensa histórica conservadora, de corte tradicional (ABC) aprensa de carácter liberal progresista (El País), sin olvidar los diariosnacionalistas vascos (Deia, Gara) o catalanes (Avui). Hay cabeceraslocales y regionales, así como periódicos deportivos de gran difusión(Marca, As, Sport). Pero si hay un fenómeno a destacar en el panora-ma mediático español de los últimos años es la consolidación y el des-arrollo de importantes grupos de comunicación que editan diversas ca-beceras y se disputan el mercado de la información. Estos grandes gru-pos, además de la prensa escrita, suelen abarcar otros sectores como latelevisión, la radio, o las editoriales. Los dos grupos que han alcanzadouna mayor acumulación de poder e influencia y cota de mercado sonPrisa y Vocento.

El primero de ellos engloba periódicos como El Pais o As, canales te-levisivos como Canal + y Cuatro, o emisoras de radio como la Ser.Además, tiene una importante presencia en diversos medios de comu-nicación de algunos países de Sudamérica.

El segundo, además de editar periódicos históricos a nivel estatal(ABC), posee la emisora Punto Radio, tiene participación en cadenastelevisivas como Tele5, y ha entrado en el sector de las nuevas tecno-logías como Internet, donde posee blogs tan importantes como Info-empleo.com. Vocento se ha convertido en uno de los mayores grupos

en lo que a prensa escrita se refiere, ya que además de ABC, dispone deimportantes rotativos locales y regionales, como pueden ser El Nortede Castilla (Castilla y León), o El Diario Montañés (Cantabria). EnEuskadi, es propietaria del periódico El Correo.

Resulta difícil muchas veces competir con estos dos grandes gigantesde la comunicación, pero no imposible. Un buen ejemplo de ello es lacreación en nuestro territorio del Grupo Noticias, que posee cabecerasen Navarra (Diario de Noticias), Alava (Diario de Noticias de Alava)y Guipúzcoa (Noticias de Gipuzkoa), así como una importante partici-pación en el rotativo vizcaíno Deia. Este joven grupo, encabezado porsu director editorial Pablo Muñoz, ha demostrado, desde una ópticavasquista y progresista, que es posible otra forma de ejercer el periodis-

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mo, independiente de los grandes grupos de comunicación.Hasta ahora, a nivel estatal, el sector de la prensa escrita se halla do-

minado por los dos grandes grupos de comunicación, Vocento y Prisa.El sector que abarcaba la derecha y el centro derecha lo dominabaABC con un reciente desbancamiento por parte de El Mundo, y el sec-tor del centro izquierda, lo copaba única y exclusivamente El País.

Sin embargo, todo indica que a estos grandes medios les ha salidocompetencia.

En el sector situado en la derecha política, está previsto el lanza-miento de un nuevo medio con el mismo nombre que utilizaba otrodiario conservador de los años treinta, La Nación. Sin embargo, paraevitar problemas legales y por no haber podido convencer a los dueños

históricos de ésta para que les cediesen la antigua cabecera, parece serque los promotores del nuevo diario se verán obligados a incorporar elapellido «del tercer milenio», muy similar al que incorpora El Mundo«del siglo XXI». El nuevo rotativo nace bajo el paraguas del Grupo In-tereconomía, y tiene como objetivo captar el público conservador deLa Razón, y en lo posible de ABC. Entre los promotores figuran hom-bres de la talla de Luis María Ansón y Julio Ariza, ex parlamentario delPP y empresario de la comunicación. No obstante, parece que por de-savenencias entre ambos, el primero se ha distanciado progresivamen-te del proyecto. Este hecho puede ser uno de los motivos que hayanprovocado el retraso de la salida a la calle de la edición impresa, que yatiene formato digital (www.La Nación.es). Este salto a los quioscos, ini-

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cialmente previsto para este otoño, podría producirse finalmente paraantes de las elecciones generales que están previstas para marzo delpróximo año. Su difusión se centraría en un primer momento única-mente en Madrid, y tendría un carácter inicial gratuito o semigratuito(50 céntimos).

El otro nuevo medio estatal que ha visto la luz con este módico pre-cio es Público, dirigido por el antiguo director de La Voz de Almería,Ignacio Escolar. Con una clara vocación de dirigirse a un público jo-ven, urbano y de izquierdas, es calificado por sus propios promotorescomo «progresista, popular, democrático radical y respetuoso». Entreestos promotores, su máximo artífice es Jaume Roures, alma mater deMediapro. Con una tirada inicial de más de 200.000 ejemplares, el pe-riódico espera convertirse en una referencia de la prensa progresista anivel estatal. El nuevo medio dispone de cuatro ediciones (Madrid, Ca-taluña, Andalucía y Nacional), y tiene ubicada su sede central en Ma-drid. A través de un diseño moderno, ligero y atractivo, con 64 pági-nas a todo color, el nuevo periódico incorpora ciertas novedades encuanto a su estructuración. Con ciertas semejanzas en cuanto a su ma-quetación con los periódicos de carácter gratuito, Público concede mu-cha importancia al elemento visual y no incorpora una portada tradi-cional ni editorial, a la que considera una reminiscencia del pasado, ba-

jo la que se tenía que disfrazar anónimamente la opción ideológica delmedio. Tan sólo incorpora opiniones. Con nombre y apellidos. Tieneun formato diferente a los periódicos tradicionales: la contraportadasiempre tiene carácter deportivo, y las páginas dos y tres, a continua-ción de la portada, desarrollan el tema principal de la mismo, muchasveces con un estilo de reportaje. Entre otros atractivos, destacan, ade-más, las firmas que han incorporado para las colaboraciones, donde po-demos encontrar a los escritores Lorenzo Silva y Espido Freire, al can-tautor José Antonio Labordeta o al showman Gran Wyoming.

Con un minucioso plan de viabilidad del diario, los promotores ase-guran garantizar su existencia por un mínimo de tres años, con la espe-ranza de llegar a la autofinanciación llegado el cuarto. El periódico viola luz el pasado 26 de septiembre, y parece que tuvo una buena acogi-da de público. El tiempo dirá si se convierte en un sólido referente delpanorama mediático estatal, sobre todo del sector situado en la izquier-da política. Por si acaso, el periódico que ejercía el monopolio en estesector, El País, ya ha acometido un rediseño de su tradicional formato,que incluye, entre otros, ligeros cambios en la maquetación y una nue-va tipografía. Ya lo dice el refranero popular: «cuando las barbas de tuvecino veas pelar, pon las tuyas a remojar». Pues eso.

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La prensa escrita ha sufrido múltiples y largas transformaciones alo largo de su historia, y no ha sido en ningún modo ajena a los cam-bios y conversiones sociales que han ocurrido a su alrededor. De serun producto propio de élites culturales a ser todo un fenómeno demasas, de las ediciones matutinas y vespertinas, a una única y, encierto modo, amenazada edición de hoy en día. Aunque el siglo XXha visto morir a un gran número de periódicos por los más diversosmotivos (económicos, judiciales...), nunca como en la actualidad, elfuturo de la prensa escrita había estado tan cuestionado. Si la revo-lucionaria aparición de la imprenta tuvo una importancia decisivaen su desarrollo, la aparición de Internet y el fenómeno de la pren-sa gratuita han colocado a la prensa escrita en una situación un tan-to delicada.

Hace ya varios años que la prensa escrita no consigue incremen-tar su número de lectores, y en toda Europa, salvo en España e Irlan-da, ha sufrido retrocesos en cuanto a sus ingresos económicos y su di-fusión.

La falta de hábito de lectura y un cierto desinterés por el análisissociopolítico, han hecho de la prensa gratuita un medio fácil, dige-rible y con noticias en pequeñas dosis, que le permite gozar de granaceptación y un amplio desarrollo en nuestro país en los últimos cin-co años. Con un tratamiento sencillo y breve, sin artículos de opi-nión, medios como Metro, Qué! o 20 Minutos, han logrado conver-tirse en entidades altamente competitivas, con suculentos ingresoseconómicos procedentes de la publicidad.

A su vez, la aparición y generalización en el uso de la Red, hacambiado la forma tradicional de hacer periodismo. Ahora se primala inmediatez, la información personalizada, y se busca constante-mente la interactividad, la participación del ciudadano. Esto ha he-cho que todos los medios escritos den una notable importancia a susediciones digitales, que incorporan gráficos animados, contenidosmultimedia, foros participativos y blogs personales. Además, hanaparecido medios informativos que única y exclusivamente disponende formato digital, como El Periodista Digital o Reportero Digital.

Estos profundos cambios tecnológicos han llevado a la prensa es-crita a sufrir más transformaciones en los últimos diez años que en elmedio siglo anterior. Los rotativos en papel, cada vez han tendidohacia diseños más ligeros, y a dar una importancia decisiva a los ele-mentos gráficos como la fotografía y, sobre todo, la infografía.

Sin embargo, todo ello no ha hecho más que frenar en cierta ma-nera un lento pero constante declive.

Seguramente, la prensa escrita necesite de una reinvención de símisma, aprovechando y rentabilizando todas las posibilidades quenos aportan los soportes multimedia. Entender el nuevo soporte di-gital como un complemento, y no como un rival, es el reto que seplantea para el futuro.

Para Jaime Castellanos, presidente de la Asociación de Editoresde Diarios Españoles, AEDE, «el mestizaje entre la prensa de papely la digital, son las grandes líneas maestras que el sector deberá en-carrilar en los próximos años».

Por tanto, las predicciones agoreras de personajes como Bill Ga-tes que afirman que la prensa escrita está viviendo sus últimos días,parece que no se van a cumplir. Pero la prensa escrita que viene noserá seguramente tal y como hoy la conocemos. Tal vez, si no conse-guimos evitarlo, quede reducida a un producto minoritario consumi-do por personas que valoren la investigación y el análisis, personasque busquen la contextualización y la reflexión frente al vómito sinsentido de noticias inmediatas.

El periodismo que viene

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Raíces y piedras

Opinión

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Los primeros esclavos negros llegaron a Norteamérica en el sigloXVII. La mayor parte de ellos procedían del Golfo de Guinea, dondefueron capturados por tratantes de esclavos europeos, encadenados yconducidos al otro lado del océano en las bodegas de un barco, peor quesi fueran reses de ganado. Siguiendo la unidad de tiempo concebida porOteiza, entre los negros estadounidenses de la actualidad y su origenafricano no hay más de cuatro o cinco abuelas, si entendemos el con-cepto de «abuela» como cabeza de puente intergeneracional para elmantenimiento de la memoria histórica. No sabemos cómo calibrar elefecto que un atropello como aquél tiene sobre las generaciones poste-riores, pero pensemos en lo que supone que te arranquen de tu entornovital súbitamente, te separen de tus lazos familiares, te despojen de tulengua, te obliguen a hacer trabajos penosos a cambio de nada salvomalos tratos y te prohíban casi todos los derechos concedidos a la razadominante, incluido el derecho a la vida. Difícilmente cabe imaginarun acto de violencia peor. Pues bien, a pesar de todo, he aquí un peque-ño fragmento de un conocido discurso que Martin Luther King dirigióa una multitud de cientos de miles y a toda la nación a través de las cá-maras cuando se habían cumplido, hacía unos meses, los primeros cienaños desde que Abraham Lincoln aboliera la esclavitud:

«Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálidoumbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometeractos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos co-

rresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo dela copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nues-tra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No de-bemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia físi-ca. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde seencuentre la fuerza física con la fuerza del alma».

Pronunciado en el Lincoln Memorial como culminación de la his-tórica Marcha sobre Washington por los derechos civiles, permanecetodavía como algo más que una pieza maestra de la oratoria en lenguainglesa; es una emocionante demostración del poder creativo de la pa-labra. «No hay palabra verdadera que no sea una unión inquebrantableentre acción y reflexión y, por ende, que no sea praxis. De ahí que decirla palabra verdadera sea transformar el mundo», decía el pedagogo Pau-lo Freire en su «Pedagogía del oprimido». Efectivamente, lo que hizoLuther King aquel 28 de agosto de 1963 fue apoderarse del lenguaje, ele-var su causa a la cumbre de la elocuencia, erigirse en la voz de los sinvoz y, con eso, impulsar un proceso de empoderamiento de la poblaciónnegra. Por si alguno no sabe de qué estamos hablando, el texto íntegrodel discurso está fácilmente disponible en internet bajo el término «Ihave a dream/Tengo un sueño». Se trata de una intervención de onceminutos a lo largo de los cuales hace hasta once referencias al concep-to que podría resumir su sueño: la justicia. De hecho, aquel año fue cla-ve en todo el mundo para la causa de la justicia, porque las fuerzas la-

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si a no poder aprovecharlas completamente. En nuestro contexto sociale histórico, el reto de la sociedad en su conjunto, como si se tratara deun adolescente problemático, es tomar el poder del lenguaje para ejer-cerlo como mediador entre nosotros y la realidad circundante. Desbara-temos la idea de que las palabras se las lleva el viento. Las palabras tie-nen poder. Dominar el lenguaje es dominar la realidad.

Por tanto si queremos un poder democrático, tendremos que promo-ver el empoderamiento de las gentes permitiéndoles que se apoderendel lenguaje, y esto empezado por los niños y adolescentes a través deprogramas educativos. Es preciso demostrar que la eficacia de la comu-nicación en la resolución de los conflictos mejora en la medida en quelas partes adquieran la capacidad de verbalizar los problemas, de contar-se a sí mismos lo que pasa, de hacer inteligibles y comunicables las ra-zones, los motivos y las ilusiones. Si uno intenta imaginar el efecto delo que Oteiza escribió sobre los cromlech prehistóricos vascos y todoaquello de que lo que cuenta no son las piedras del perímetro sino el va-cío interior, nos topamos con el concepto absoluto de lo inefable. No,Oteiza, eso no nos viene bien. Hay un tiempo para esparcir piedras y untiempo para recogerlas, lo mismo que hay un tiempo para la guerra y untiempo para la paz (Eclesiastés, cap. 3). Reunir piedras es construir ca-sas y levantar torres. La torre de la justicia no se construye sin palabras.

tentes que se desencadenaron realmente abrieron las puertas de unanueva época.

Por lo que a los vascos se refiere, ¿qué nos traíamos entre manos poraquel entonces? Pues en 1963 lo que señaló un hito fue la publicaciónde «Quousque tandem»… Ensayo para la interpretación del alma vas-ca, de Jorge Oteiza. Es un libro que entraña una doble paradoja: habien-do tomado el título de las palabras iniciales de otra pieza maestra de laoratoria política latina, «las Catilinarias» de Cicerón («Hasta cuando,Catilina, vas a abusar de nuestra paciencia», s.I a.d.C.), su forma expre-siva constituye en sí misma una refutación de la oratoria y, sin embar-go, tuvo un enorme poder de persuasión sobre no pocos vascos de aque-lla época que, inspirados por su lectura, decidieron hacer realidad losversos de Tirso: «Vizcaíno es el hierro que os encargo,/ corto en pala-bras, pero en obras largo». Y así, se entregaron a la lucha armada.

Ha pasado ya cerca de medio siglo desde entonces y seguimos sinhabernos podido zafar de lo que nuestros sociólogos llaman «la culturade la violencia». Seguramente podríamos denominarla también como«la cultura del no lenguaje». Esto mismo se comprueba, por ejemplo, alobservar a algunos jóvenes con conductas agresivas. En muchos casos,su imposibilidad de encajar en un plan de vida constructivo tiene quever con dificultades en la comprensión de la realidad, que a su vez co-rrelacionan con deficiencias expresivas. Este tipo de chicos y chicas nosaben nombrar un buen número de sus experiencias, lo que equivale ca-

Pedro UrquijoEducador

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Campaña

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Por una

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Lokarri entrega al Parlamento Vasco 18.131 firmas recogidas en la CAV. EnNavarra el día 17 se instalarán 50 mesas en la calle para recabar adhesiones.

consultaDesde el pasado 6 de noviembre el Parlamento Vasco cuen-ta con las 18.131 firmas recogidas por Lokarri en la Comu-nidadAutónomaVascaenapoyoa lapropuestadeunacon-vocatoria de una consulta popular. Mientras en la CAV seha dado por finalizada la campaña, en Navarra la campañade recogida de adhesiones será reforzada. Para ello, el sába-do 17 de noviembre se instalarán 50 mesas en la calle con elfin de sumar más voluntades a esta iniciativa.

Un total de 18.131 firmas recogidas en laComunidad Autónoma Vasca en apoyo a lasolicitud de una convocatoria de una consultapopular fueron presentadas por Lokarri al Par-lamento Vasco el pasado 6 de noviembre,ejerciendo el Derecho de Petición. Miembrosde los foros y de la Comisión de Coordinaciónde Lokarri, acompañados de varios referentessociales y culturales, participaron en el acto deentrega simbólica de firmas a la Presidenta delParlamento. Además, estuvieron presentes re-presentantes de los grupos parlamentarios.

La propuesta entregada en la sede parla-mentaria propone la aprobación de una decla-ración que insiste en dos compromisos: en pri-mer lugar, el compromiso de impulsar y apoyarla celebración de una consulta popular; en se-gundo lugar, el compromiso de hacer todos losesfuerzos necesarios de diálogo y acuerdo parallegar a la consulta con el mayor nivel de con-senso posible. La exigencia de celebrar unaconsulta y el esfuerzo para alcanzar un consen-so previo será el trabajo prioritario de Lokarridurante los próximos meses.

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La campaña de una iniciativa ciudadana poruna consulta popular dio comienzo el pasado31 de marzo con un doble objetivo: 1) ofreceruna alternativa cívica, pacífica y democráticapara superar el bloqueo en el que se encontra-ba el proceso hacia la paz y 2) dinamizar lamovilización, la participación y la iniciativasocial en una situación de riesgo de vuelta alpasado.

Casi ocho meses después de que la Red ciu-dadana por el acuerdo y la consulta pusiera enmarcha la campaña de recogida de firmas queapoyasen la presentación de una propuesta deconvocatoria de una consulta popular ante elParlamento Vasco y el Parlamento de Nava-rra, las circunstancias en las que fue presenta-da dicha iniciativa han cambiado de formaconsiderable. El Gobierno Vasco, de mano delLehendakari Ibarretxe, presentó el mes pasadouna propuesta cuyo objetivo es desbloquear elproceso hacia la paz y que también recoge laposibilidad de convocar una consulta popular,bien para refrendar un acuerdo que alcanceninstituciones y partidos políticos, bien para

que la sociedad, en caso de desacuerdo o blo-queo, ponga las bases para iniciar un procesode pacificación y normalización.

En octubre Lokarri celebró asambleas pro-vinciales en las que se reflexionó sobre la con-tribución de Lokarri en la nueva situación ge-nerada tras la presentación de la «hoja de ru-ta» del Gobierno Vasco y se decidió dar porconcluida la campaña de recogida de firmas enla Comunidad Autónoma Vasca, no poner enmarcha las iniciativas previstas (más concre-tamente, un día de recogida masiva de firmasprevista para el 27 de octubre) y acudir al Par-lamento Vasco a entregar las 18.131 firmas .

Mientras la campaña se daba por concluidaen la CAV, dentro del mismo proceso asam-bleario, se acordó reforzar la campaña de firmasen Navarra, ya que de momento la única pro-puesta concreta de convocatoria de una consul-ta popular en la Comunidad Foral es la plante-ada por Lokarri desde el pasado mes de marzo.Con este objetivo, Lokarri ha convocado unasalida a la calle masiva en Navarra el sábado17 de noviembre, para la que se necesita la co-

laboración de todas aquellas personas dispues-tas a estar la mañana del sábado detrás de las50 mesas de recogida de firmas que se sacarána la calle.

El próximo sábado 17 de noviembre seráuna gran movilización de miles de personasentre colaboradores y firmantes que lancen unmensaje claro: después de la frustración sufri-da ante el fracaso del proceso de paz, queremostener la oportunidad de decidir para que serespete nuestra voluntad de fin de la violen-cia, diálogo sin exclusiones y acuerdo plural.La convocatoria de una consulta es una pro-puesta cívica, pacífica y democrática para de-finir lo que nos une como sociedad y gestionarconstructivamente nuestra pluralidad. Lokarripropone su celebración para que la sociedadnavarra se pronuncie sobre un tema tan im-portante y trascendental como es la paz y laconvivencia.

Todo aquel que esté interesado en participaren el acto del día 17 todavía puede apuntarsellamando al 902 42 10 10 o en la página webwww.lokarri.org.

Campaña

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El pasado 27 de octubre, y convocadospor el Foro de Lokarri en Madrid, represen-tantes de distintos colectivos y plataformasque trabajan por la paz, los Derechos Hu-manos y el diálogo se reunieron para com-partir experiencias y estudiar la posibilidadde poner en marcha actividades conjuntas.La reunión, que se prolongó por espacio demás de 8 horas, se inició con un intercam-bio de impresiones sobre el reciente proce-so de paz, las causas que lo hicieron fracasary la situación actual en Euskal Herria. Másallá de las lógicas diferencias se extrajeron

dos importantes conclusiones: 1) en rela-ción al pasado, faltó impulso social en elEstado para defender e impulsar el procesode paz y 2) de cara al futuro, hay que refor-zar el trabajo en red para reivindicar la pazy el diálogo.

La segunda parte de la reunión se centróen el estudio de distintas posibilidades parainiciar una cooperación entre las distintasiniciativas que se vienen desarrollando enCatalunya, Madrid o Aragón, por poner al-gunos ejemplos. La disposición de todos lospresentes fue buena y se adoptó el compro-

miso de celebrar una próxima reunión en laque poder concretar una campaña conjuntade defensa de un proceso de paz en EuskalHerria.

En definitiva, la reunión fue una buenaoportunidad para estrechar lazos entre co-lectivos que comparten una labor esencialde impulso social de la paz y el diálogo enel Estado. Como uno de los participantescomentó: «es muy duro defender estas rei-vindicaciones en un entorno sociopolíticopoco favorable y es ilusionante comprobarque no se está sólo».

Encuentro de redes y colectivos porla paz y el diálogo en Madrid

Concentración de la Plataforma por la Paz, los Derechos, el Diálogo y la Negociación en Madrid.

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Myanmar:

la tentación del olv

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Desde el 21 de septiembre de 2007 se han intensificado las protes-tas pacíficas masivas en todo Myanmar, motivadas por el drásticoaumento del precio de los combustibles en agosto. Los militares go-bernantes subieron más de un 60% el precio de la gasolina, doblaronel precio del diésel y quintuplicaron el precio del gas natural com-primido. Esta súbita subida de precios impedía a muchas personaspagar el autobús para ir al trabajo y comprar artículos esenciales co-mo el arroz.

Era la gota que colmaba el vaso de la paciencia de los ciudadanosy, siguiendo a los monjes budistas que encabezaron las protestas pa-cíficas, se echaron a la calle para protestar contra el gobierno y pa-ra reclamar una reducción de los precios de los artículos de consu-mo, la liberación de las personas encarceladas por motivos políticosy un proceso de reconciliación nacional. Las manifestaciones fueronaumentando en número considerablemente, alcanzando cifras queoscilan entre los 10.000 participantes que apuntan los recuentos gu-bernativos y los 100.000 contados por los periodistas extranjeros.No se celebraban manifestaciones de esta envergadura desde las pro-testas que tuvieron lugar en todo el país en 1988, que las autorida-des reprimieron violentamente y en las que murieron más de 3.000manifestantes pacíficos.

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La antigua Birmania es hoy Myanmar: unpaís gobernado por un régimen militardesde 1962 y en el que las últimas elec-ciones parlamentarias se llevaron a caboen 1990. Ante aquella cita con las urnas,la junta militar perdió de manera abru-madora, por lo que decidió ignorar los re-sultados, arrestar a los líderes opositores yseguir gobernando hasta la actualidadcon el silencio cómplice de la comunidadinternacional. Sin embargo, hace unmes, una subida de precios colmó la pa-ciencia de los birmanos y provocó que seintensificaran las protestas pacíficas y queeste conflicto latente saltase a las prime-ras páginas de medio mundo. La repre-sión del Gobierno ante esta respuestaciudadana no ha terminado y el régimenen absoluto ha cambiado, pero la comu-nidad internacional vuelve a estar tenta-da de olvidar de nuevo a Myanmar.

vidoTexto: Ibai Los Arcos, Equipo deCampañas del Grupo de Amnistía Internacional

de Pamplona-Iruñea

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El 25 de septiembre de 2007 las autoridades dieron comienzo a unacampaña de represión contra los manifestantes, impusieron un toquede queda de 60 días y lanzaron advertencias públicas de que se em-prenderían acciones judiciales contra quienes se manifestaran. Pos-teriormente fueron detenidas al menos 700 personas en la anteriorcapital, Yangón, así como en la segunda ciudad más grande, Mada-lay, y en otros lugares del país. Entre las personas detenidas en Yan-gón había monjes, miembros del Parlamento pertenecientes a la Li-ga Nacional para la Democracia (LND) -principal partido de la opo-sición-, integrantes de la LND y otras figuras públicas. Tanto éstascomo otras personas detenidas corren actualmente un grave riesgode sufrir tortura o malos tratos.

Todavía no se conoce el alcance total de la represión. La televi-sión estatal ha informado de que al menos nueve personas -ocho ma-nifestantes y un periodista japonés- perdieron la vida durante la re-presión de las protestas. Se cree de forma generalizada que la cifra re-al de víctimas mortales es mayor y que cientos de personas resulta-ron heridas. Además, sitios web y blogs que contenían informacióny fotografías de las manifestaciones quedaron bloqueadas por la jun-ta militar, que llegó incluso a cerrar totalmente las conexiones deInternet para evitar que circulara la información de lo que estaba pa-sando en las calles del país.

El 26 de septiembre de 2007, el Consejo de Seguridad de la ONUdebatió esta crisis y, al día siguiente, las autoridades de Myanmaraceptaron el envío de una misión al país encabezada por el represen-tante especial del secretario general de la ONU Ibrahim Gambari.

Riesgos para los defensores de derechos humanosLos disidentes y los activistas continuan actuando expuestos a un al-

to riesgo. La práctica del gobierno de contratar delincuentes para so-focar la disidencia quedó consolidada en las respuestas más recientes

del Estado a las protestas. Durante 2007 se recurrió a bandas de delin-cuentes para atacar a varias personas defensoras de los derechos huma-nos. En algunos casos, también se tuvo noticia de que, entre quienesperpetraban u organizaban los ataques, había agentes de policía y fun-cionarios del Estado. Se provocaba un disturbio, tras lo cual la policíay las autoridades locales se presentaban en el lugar y acusaban a lasvíctimas de haber causado el tumulto. A continuación podía hacerseuso de los tribunales para presentar cargos contra las víctimas de laviolencia.

En total, hay más de 1.160 presos y presas políticos en Myanmar,muchos de los cuales han sido castigados sólo por manifestar pacífica-mente su desacuerdo con las autoridades. Entre las personas encarce-ladas hay muchas enfermas y ancianas, cuya salud sigue en peligro porlas malas condiciones penitenciarias, como la dieta inadecuada y lafalta de atención médica, y la situación que empeora.

Los juicios políticos se realizan conforme a leyes que tipifican comodelito el ejercicio pacífico de los derechos humanos y en procesos queno cumplen las normas internacionales sobre juicios justos. Se produ-cen detenciones sin orden judicial y a los acusados se les niega el de-recho a recibir asistencia letrada o asesoramiento de su elección. Losdetenidos están recluidos en régimen de incomunicación durante lar-gos periodos.

Durante estos últimos meses, Amnistía Internacional ha documen-tado diversos ataques contra defensores de los derechos humanos quepueden servir para dar una idea de la situación que viven: el 18 de

abril de 2007, varios activistas fueron atacados tras llevar a cabo ac-tividades destinadas a sensibilizar a la población sobre las normas de

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derechos humanos. A finales de julio, uno de los activistas y algunoshabitantes de la localidad que se vieron afectados por el incidentefueron condenados a entre 4 y 8 años de prisión por delitos relacio-nados con incitar a los disturbios y provocar inestabilidad. El 1 demayo de 2007, un grupo de defensores de los derechos de los trabaja-dores que organizaban debates con motivo del Día Internacional delTrabajo fueron detenidos ilegalmente en Yangón por individuos noidentificados sin uniformar. Fueron trasladados a un centro especialde interrogatorio. Desde entonces, se han empleado tales métodos de«detención» durante las actuales protestas contra la subida que seprodujo en el precio de los combustibles el 15 de agosto de 2007.Win Ko, según los informes, miembro de la LND de la división deBago, fue condenado a tres años de cárcel en octubre de 2006 por re-coger firmas pidiendo la liberación de dirigentes políticos detenidos.Fue acusado de vender billetes de lotería ilegales. Los ex dirigentesestudiantiles y presos de conciencia Htay Kywe, Ko Ko Gyi, Paw UTun, Min Zeya y Pyone Cho fueron detenidos a finales de septiem-bre de 2006 y permanecieron recluidos en régimen de incomunica-ción hasta el final del año. Las autoridades afirmaron que se tomabanestas medidas para «prevenir la insurgencia». U Aung Thein, de 77años y miembro del Comité Central de la LND, fue detenido juntocon otras tres personas en abril de 2006; los cuatro fueron condena-dos en julio a 20 años de cárcel. Se dijo que U Aung Thein había«confesado» tener un teléfono vía satélite que utilizaba para hablarcon dirigentes de la LND. Los refugiados Chit Thein Tun y MaungMaung Oo fueron secuestrados en la India el 14 de enero de 2006 ytrasladados a Myanmar por un grupo armado desconocido. Tras serentregados a las autoridades de Myanmar y torturados mientras per-manecían recluidos en régimen de incomunicación, fueron condena-dos a muerte en un juicio secreto, acusados de hacer explotar unabomba en la frontera entre India y Myanmar. No consta que Myan-mar haya llevado a cabo ejecuciones en los últimos años y el país es-tá considerado abolicionista en la práctica.

El Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo sigue sin cooperarcon los mecanismos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU,incluso negando la entrada en el país al relator especial de la ONUsobre la situación de los derechos humanos en Myanmar. Al ComitéInternacional de la Cruz Roja también se le sigue negando el accesoa las personas privadas de libertad en Myanmar.

Aunque ahora las protestas han estallado por el acusado aumentodel precio del combustible, hay que considerar que el telón de fondode lo que está ocurriendo estos días es el terrible historial de Myan-mar en materia de derechos humanos.

Por todo ello, algunos organismos como Amnistía Internacionalexigen al Gobierno de Myanmar que ponga fin de inmediato a la re-presión violenta y que permita a la población el libre ejercicio de susderechos a la libertad de expresión, de asociación y reunión sin te-

Trabajo forzoso

A lo largo del año 2006 se recibieron informes de la práctica ge-neralizada del trabajo forzoso en los estados de Kayin, Mon, Ra-jine y Kachin y en la división de Bago. Según estos informes, alos presos y presas se les exigió cada vez más que hiciesen de por-teadores del ejército y fueron objeto de tortura y otros malos tra-tos. Según los informes recibidos, algunos presos porteadores queintentaron escapar fueron víctimas de homicidio. La OIT (Or-ganización Internacional del Trabajo) expresó su preocupaciónporque el hecho de que las autoridades amenazasen constante-mente con emprender acciones legales contra quienes presenta-sen denuncias de trabajo forzoso «falsas» representaba un impor-tante obstáculo a la hora de establecer una colaboración paraabordar esta cuestión. En respuesta a las peticiones concretas dela OIT, al finalizar el año las autoridades habían puesto en liber-tad a dos personas encarceladas en relación con la denuncia decasos de trabajo forzoso y habían anulado el procesamiento deotras. En julio de 2006 se prometió suspender durante seis mesesel procesamiento de las personas que presentasen denuncias so-bre trabajos forzosos.

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mor a ser hostigada, intimidada o detenida arbitrariamente. AsimismoAI reclamó también recientemente la inmediata e incondicional pues-ta en libertad de los presos de conciencia, entre ellos la Premio Nobelde la Paz San Suu Kyi, e instó al Consejo de Seguridad de Naciones Uni-das a adoptar medidas de inmediato, a considerar la posibilidad de im-poner un embargo de armas a Myanmar y a enviar una misión a este pa-ís para informarse de la situación sobre el terreno, sobre el uso innece-sario o excesivo de la fuerza, y sobre los muertos y heridos entre los ma-nifestantes y las detenciones arbitrarias.

Es admirable que todas las personas a los que la dictadura militar haconvertido en presos de conciencia como San Suu Kyi, a pesar de losdisparos y las muertes, sigan ejerciendo y reivindicando su derecho amanifestarse pacíficamente para tratar de recuperar las riendas de su pa-ís. Aunque les cueste la vida. Y la comunidad internacional no puede se-guir haciendo oídos sordos a este grito de paz que llega desde un rincóndel sudeste asiático, ni volver a darle la espalda cuando Myanmar dejede ocupar portadas.

Aung San Suu Kyi es la hija del héroe nacional que firmó la in-dependencia con los británicos en 1947. Licenciada en Oxford, re-gresó a Birmania en 1988 propugnando una «revolución del espíri-tu que se manifiesta mediante el reconocimiento de la necesidaddel diálogo y la compasión por los más humildes». Un año despuésfue arrestada por la junta militar gobernante, y otro año más tarde,su partido, la Liga Nacional para la Democracia, arrasó en las elec-ciones generales que el Gobierno decidió ignorar y no repetir parano volver a perder.

De los últimos 18 años, Aung San Suu Kyi ha pasado más de 11y medio bajo detención domiciliaria arbitraria. El resto del tiempolas autoridades han puesto estrictos límites a su libertad de circula-ción. Y nunca ha sido acusada ni juzgada por ningún delito.

En reconocimiento a su trayectoria, la política birmana ha reci-bido entre otros los premios Thorolf Rafto y Eleanor Roosvelt porsu defensa de los derechos humanos, el Sajarov y el Olof Palme a lalibertad de pensamiento, y el Nobel de la Paz en 1991.

La orden de detención de Suu Kyi debía haber expirado el do-mingo 27 de mayo pero, a pesar de todo, las autoridades de Myan-mar la renovaron el 25 de mayo por un año más haciendo gala dela misma arbitrariedad que preside este caso desde sus oscuros ini-cios, subrayando la necesidad de actuar urgentemente sobre el de-terioro de la situación de los derechos humanos en Myanmar, yconvirtiéndose en el mejor altavoz para denunciar la parodia de jus-ticia que actualmente vive el país.

El caso de Aung San Suu Kyi

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Zu bezalako 200 pertsona behar dituguAzaroaren 17an sinadurak biltzeko 50 mahai atera nahi ditugu kalera. Hori lortzeko, larunbat goizean mahai horienatzean egoteko prest dauden 200 pertsona behar ditugu. Zure laguntzari esker, milaka kolaboratzaile eta sinatzaileenartean mezu argi bat bidaliko duen mobilizazio erraldoia izango da azaroaren 17a: bake-prozesuaren porrotakeragindako etsipena eta gero, erabakitzeko aukera izan nahi dugu gure nahiak, biolentziaren amaiera, bazterketarikgabeko elkarrizketa eta askoren arteko akordioa alegia, errespetatuak izan daitezen.

zure laguntzari eskerHau azaroaren 17a da

www.lokarri.org 902 42 10 10

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Necesitamos 200 personas como túEl día 17 de noviembre queremos sacar a la calle 50 mesas de recogida de firmas. Para lograrlo necesitamos 200personas dispuestas a estar la mañana del sábado detrás de esas mesas. Con tu ayuda el 17 de noviembre será unagran movilización de miles de personas entre colaboradores y firmantes que lancen un mensaje claro: después dela frustración sufrida ante el fracaso del proceso de paz queremos tener la oportunidad de decidir para que se respetenuestra voluntad de fin de la violencia, diálogo sin exclusiones y acuerdo plural.

con tu colaboraciónEsto es el 17 de noviembre

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