HECHOS Y RELATOS DE 1246franciscosuarezsalguero.es/wp-content/uploads/2017/11/Siglo XIII/Anyo...

128
HECHOS Y RELATOS DE 1246 FRANCISCO SUÁREZ SALGUERO

Transcript of HECHOS Y RELATOS DE 1246franciscosuarezsalguero.es/wp-content/uploads/2017/11/Siglo XIII/Anyo...

HECHOS Y RELATOS DE 1246

FRANCISCO SUÁREZ SALGUERO

~ 1 ~

Francisco Suárez Salguero ha compuesto estos escritos esmerándose en ofrecer

la crónica cronológica que el lector podrá aprovechar y disfrutar. Lo ha hecho

valiéndose de cuantas fuentes que ha tenido a mano o por medio de la red in-

formática. Agradece las aportaciones a cuantas personas le documentaron a tra-

vés de cualquier medio, teniendo en cuenta que actúa como editor en el caso de

algún texto conseguido por las vías mencionadas. Y para no causar ningún per-

juicio, ni propio ni ajeno, queda prohibida la reproducción total o parcial de este

libro, así como su tratamiento o transmisión informática, no debiendo utilizarse

ni manipularse su contenido por ningún registro o medio que no sea legal, ni se

reproduzcan indebidamente dichos contenidos, ni por fotografía ni por fotocopia,

etc.

~ 2 ~

~ 3 ~

A MODO DE PRÓLOGO

APODERARSE DE JAÉN E IR HACIA SEVILLA

Estamos en 1246 (MCCXLVI), un año como tantos otros, comenzado en lunes, pero

un año que en la reconquista cristiana de España supuso para Castilla apoderarse de

Jaén, lo que tiene su gran importancia en el contexto de las campañas militares empren-

didas por el rey Fernando III, siendo una de estas campañas la que se comprende entre

los años 1240-1248.

Tras los intentos de conquista de la ciudad en los asedios de 1225 y 1230, el rey

Fernando optó por un nuevo asedio, muy apoyado esta vez por el maestre santiaguista

Pelayo (o Pelay) Pérez Correa, descartando ambos el asalto a la ciudad. Durante el in-

vierno de 1245 se lanzaron duros ataques por el entorno jiennense arrasando cultivos y

asolando aldeas de moros.

Las tropas castellanas efectuaron varios ataques contra diferentes puertas de la ciudad,

no logrando sino expulsar como mucho a los defensores del antemuro sin causar daño a

la muralla principal. Consta que hubo una emboscada perpetrada por los musulmanes,

de modo que siete jinetes de ellos capturaron a algunos castellanos de los dedicados al

aprovisionamiento; del campamento cristiano salieron luego algunos caballeros, dirigi-

dos por don Alvar Gil de Villalobos, que socorrieron al mencionado grupo de aprovi-

sionamiento, pero los jinetes musulmanes, mientras huían, llevaron a los castellanos a

una nueva emboscada, en la que se implicaron medio centenar de jinetes y unos cien in-

fantes musulmanes.

Ya a 28 de febrero de 1246, el rey moro Muhammad I, Ibn Nasr ibn al-Ahmar, decidía

entregar la ciudad de Jaén y rendir vasallaje a Fernando III, para así consolidar su reino

en Granada, consolidándose y firmándose luego el bien pactado Tratado de Jaén, entre

los meses de marzo y abril. Por dicho pacto, el reino nazarí de Granada pudo prolon-

garse, como bien sabemos, durante más de dos siglos, hasta el año 1492.

Sobre la conquista de Jaén existen historias legendarias, como la relacionada con una

aparición en sueños de Santa Catalina de Alejandría al rey San Fernando. En ese sueño,

la joven mártir le entregaba al santo rey unas llaves grandes. Al despertar interpretó el

monarca castellano que dichas llaves serían las de la ciudad de Jaén. La visión causó

además que el rey y las tropas cristianas se motivaran y se envalentonaran en el asedio a

la ciudad y en recibir la ayuda celestial para la reconquista.

Como consecuencia posterior a la toma de Jaén se fue consolidando el reino de su

nombre, conociéndose como Santo Reino. Coincidiendo aproximadamente con la actual

provincia de Jaén, fue uno de los cuatro reinos de Andalucía. Los otros reinos fueron el

nazarí de Granada y los cristianos de Córdoba y Sevilla.

Tras la reconquista del territorio jiennense, se creó un reino en torno a Baeza, dando

continuidad a la taifa de Baeza y sirviendo para restaurar posteriormente la desapareci-

da diócesis de Cástulo-Baeza. Jaén, que anteriormente había sido capital de la taifa ho-

mónima, ocuparía una posición significativa, apareciendo en la larga lista de las intitu-

~ 4 ~

laciones reales. Los principales concejos del reino de Jaén fueron Andújar, Úbeda, Bae-

za (que conformaría un pequeño reino integrado), Martos, Cazorla y Alcalá la Real.

Desde el punto de vista jurisdiccional, el territorio del reino de Jaén era tanto de rea-

lengo como señorial, existiendo en él señoríos tanto laicos como eclesiásticos. Había

enclaves en las actuales provincias de Córdoba y de Granada.

Fernando III y sus ejércitos habían logrado la reconquista-capitulación de Córdoba en

1236 y de Jaén en 1246. En ambas ciudades procedió a la expulsión de los musulmanes,

cosa que también hará en Sevilla, preparándose a continuación su reconquista.

El rey San Fernando reunió en Consejo a sus capitanes y a los maestres de las órdenes

militares, decidiendo dirigir sus esfuerzos en campaña de reconquista hacia la almohade

Sevilla (que tenía más de 7 kilómetros de murallas). Para tomarla tuvieron que ponerse

de acuerdo con el rey de Aragón, Jaime I, y con el rey de Granada, Muhammad I (Al-

Hamar). Sabemos que el reino de Granada, hubo de acordar con total aceptación ser feu-

do y vasallo de Castilla tras la toma de Jaén, y sabemos también que se estaban decidi-

das las fronteras de Castilla y Granada con los reinos de Valencia (con dominio arago-

nés) y de Murcia (con dominio castellano).

Todo el invierno de 1246-1247 lo pasó Fernando III en Jaén, habiendo dejado

en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) a Don Rodrigo Álvarez y en el Aljarafe al maestre de la

Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa. Todo el verano siguiente lo dedicó a planes de

guerra como cruzada y reconquista. Fue organizando un poderoso y muy numeroso

ejército, como jamás hubo otro en toda la Edad Media. Hubo un centenar de generales y

varios centenares de famosos mandos o caudillos. Entre los miembros de este ejército

destacan: el mencionado Don Pelay Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago, Don

Fernando Ordóñez, maestre de la Orden de Calatrava, Don Pedro Yáñez, maestre de la

Orden de Alcántara, Don Pedro Álvarez Avito, maestro de la Orden del Temple, Don

Fernán Royz, maestre de la Orden de San Juan, Don Diego López III de Haro, señor de

Vizcaya y alférez real, el célebre almirante Don Ramón de Bonifaz, Don Alfonso Téllez

de Meneses, el infante Don Fadrique, el príncipe Don Alfonso y, junto a ellos, gran

cantidad de nobles de Castilla y León y los concejos de ambos anexados reinos. El ar-

zobispo toledano y canciller Don Rodrigo Jiménez de Rada realizó las pertinentes ges-

tiones en Roma (la Santa Sede), obteniendo del Papa Inocencio IV una bula de cruzada,

en 1246, mediante la cual, o gracias a ella, se logró en España un total apoyo económico

y militar de franceses, alemanes e italianos. Y el 15 de marzo de 1247, mediante otra

bula emitida, decretará el Papa que las iglesias de toda Castilla y León se obligarían a

aplicar las tercias de fábrica en los gastos de esta guerra hacia Sevilla, desde Jaén pa-

sando por Alcalá de Guadaira y Carmona, además de por Sierra Morena y el Aljarafe.

~ 5 ~

~ 6 ~

~ 7 ~

AÑO 1246

~ 8 ~

CARTAGENA (REINO DE CASTILLA)

CONCESIÓN DE FUERO

Estando el rey Fernando III de Castilla sitiando la medina o ciudad de Jaén, siendo la

fecha del 16 de enero de este año 1246, concedió a Cartagena1 el fuero de Córdoba.

En 1243 –como podemos recordar– el territorio murciano se sometía, como reino-pro-

tectorado y en poder del infante Alfonso,2 al reino de Castilla, bajo la autoridad de

Fernando III, haciendo valer sobre dicho protectorado el Tratado de Alcaraz.3

1 Provincia de Murcia.

2 Futuro Alfonso X el Sabio a partir de 1252.

3 Acuerdo firmado entonces (abril de 1243) en Alcaraz (Albacete), entre el infante Alfonso de Castilla, re-

presentando plenamente a su padre Fernando III, y varios representantes del que fue emirato o tercera

taifa de Murcia, teniéndose en cuenta que el dominio territorial ejercido por el emir Muhammad ibn Mu-

hammad ibn Hud Baha al-Dawla, pariente de Ibn Hud (muerto en 1238), era nominal, pues solo tenía el

control efectivo sobre Murcia, la capital del emirato. Al-Dawla ostentó el poder del emirato posterior-

mente al gobierno de Zayyan ibn Mardanis (1239-1241), no de rama ni origen hudí y que fue el último

rey o gobernante musulmán (muladí) de Valencia.

Zayyan, conocido también como Zahén, se había convertido en rey de Valencia (malik Balansiya) en

1229, cuando destronó de allí al último gobernador o valí almohade Zayd Abu Zayd y restauró la taifa

valenciana. De Zayd sabemos su fuga al reino de Aragón, como aliado y como cristiano, jurando vasallaje

y lealtad al rey Jaime I. Éste usó del casus belli que se le presentaba, aprovechando así la reconquista de

Valencia.

Zayyan mandó personalmente las tropas en varias batallas durante toda la campaña de guerra contra

Aragón, incluido el recordado sitio de Burriana (provincia de Castellón) en 1233 y la batalla del Puig

(provincia de Valencia) en 1237, siendo derrotados los musulmanes. Luego llegó Jaime I a Valencia, en

1238, comenzando su asedio, con un ejército formado por soldados provenientes de toda Europa, si-

guiendo la convocatoria de bula emitida (febrero de 1237) para cruzada por parte del Papa Gregorio IX.

Es reseñable que se excluyan de los beneficios espirituales de la bula y la cruzada a las diócesis de Pam-

plona y Calahorra, pertenecientes a la provincia eclesiástica de Tarragona pero situadas fuera de la Co-

rona de Aragón. De todos modos, viéndose Zayyan rodeado por tan gran ejército, envió emisarios a mu-

chos gobernantes musulmanes de Ál-Ándalus y el Magreb norteafricano. Pero fue escasa la respuesta de

auxilio que obtuvo. El sultán hafsí (tunecino) de Ifriqiya Abu Zakariya Yahya I mandó a Valencia una

flota 12 barcos, pero Valencia no pudo ser socorrida, pues los hombres de Jaime I habían bloqueado el

puerto. Después de cinco meses de asedio, Zayyan pudo percatarse de que no había esperanza y comenzó

las negociaciones para la rendición. La ciudad se rindió oficialmente el 28 de septiembre de 1238.

En los acuerdos de capitulación se pactó entre Zahén y Jaime I la protección de los musulmanes que

quisieran quedarse en la ciudad, permitiéndose también la debida protección a los que querían irse. Se

pactó también la propia salida de Zahén, libremente desde Valencia, por el puerto de Cullera, hacia

Túnez, donde Zahén muere, en 1270.

~ 9 ~

El infante Alfonso entró victorioso en la ciudad de Murcia, pero no en Cartagena, que

se resistía a la capitulación decretada desde Murcia y hacía frente a la ocupación caste-

llana atrincherada entre sus murallas. Finalmente, en el reciente año 1245, como pode-

mos recordar, un ejército castellano auxiliado y pertrechado con una flota cántabra, re-

conquistó Cartagena.

Como queda dicho, Fernando III concedió a Cartagena el fuero de Córdoba, cediendo

“los diezmos de salinas y los del puerto de Cartagena a obispo, clérigos, iglesias y voz

de este Concejo”.

~ 10 ~

REINO DE PORTUGAL

NOTICIAS VARIAS Y GUERRA CIVIL

Podemos destacar en primer lugar, que a 19 de enero de este año 1246, murió en San-

tarém, donde mismo había nacido, el infante Fernando de Portugal, conocido también

como el infante de Serpa, por haber ostentado y tenido en dominio este señorío.4 Tenía

22 años de edad. Le sabemos hijo del rey Alfonso II de Portugal (muerto en 1223) y de

Urraca de Castilla (muerta en 1220). Fue hermano del rey portugués Sancho II, el mis-

mo que, en 1232, le hizo donación del señorío de Serpa.

A finales de 12425 contrajo matrimonio este infante con Sancha Fernández de Lara, de

quien no hubo descendencia.6 Al quedar viuda, Sancha donó el castillo y las tierras de

Serpa a la Orden de los Caballeros Hospitalarios.7

Este infante estuvo involucrado en la disputa que enfrentó al reino de Portugal con la

Santa Sede en el asunto sucesorio del obispo Payo País de Lisboa, en 1234. Había dos

candidatos a la sucesión, siendo uno de ellos Sancho Gómez (el apoyado por el reino) y

el otro Juan Falberto (el querido por la Santa Sede). Habiendo resultado elegido este

último, el infante Fernando se dirigió a Lisboa, con no pocos hombres armados y cau-

sando varios incidentes, contra los partidarios del obispo elegido e intentando que éste

renunciara a su nombramiento. Entró Fernando y sus hombres en una iglesia donde pen-

saban que estarían escondidos los parientes del obispo Juan. Después de estos aconteci-

mientos, el Papa Gregorio IX (1227-1241) exigió que el reino de Portugal castigara a

los responsables de tanto desafuero; y el infante Fernando, muy arrepentido, se encami-

nó a Roma para pedir perdón al Papa.

De otra parte, en el reino de Portugal estalló guerra civil. Como sabemos, con fecha

24 de julio de 1245, tras haberse celebrado en Francia el Concilio I de Lyon,8 el Papa

Inocencio IV emitió una bula por la que se depuso al rey portugués Sancho II.9 Me-

diante esta bula, contándose también con el apoyo de las ciudades (de la que se va in-

4 En el Bajo Alentejo, fronterizo de Portugal con España por el norte de la provincia de Huelva.

5 O tal vez a comienzos de 1243.

6 Pero se sabe que tuvo al menos un hijo ilegítimo, Sancho Fernandes.

7 La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida

luego como Orden de Malta, La podemos recordar fundada a finales del siglo XI.

8 Del 28 de junio al 17 de julio de dicho año 1245.

9 Hijo de Alfonso II de Portugal (muerto en 1223) y de Urraca de Castilla (muerta en 1220).

~ 11 ~

crementando como burguesía portuguesa), la deposición del rey portugués vino a efec-

tuarla su hermano Alfonso, que se proclamó visitador, cuidador y defensor del reino de

Portugal.10

El depuesto Sancho II resistió haciéndose fuerte y resguardado en Coímbra, teniendo

como actuación la cesión a Castilla del Algarve portugués11

(cuando se reconquiste), co-

mo pago por la ayuda que Castilla prestara –que de hecho prestó– cuando Alfonso el

Boloñés invadió Portugal, a 20 de diciembre, tomando Covilhã12

y Guarda.13

Los caballeros de la Orden de Santiago reconquistaron Aljezur, en la costa atlántica

del Algarve.

10

Apodado el Boloñés, por su condición de conde consorte de Boulogne, o el Reformador. Será Alfonso

III de Portugal entre los años 1248-1279. En su calidad de no primogénito, Alfonso no esperaba heredar

el trono portugués, que estaba de por sí destinado a su hermano Sancho. Vivió en Francia, donde se casó

en 1238 con Matilda II o de Dammartin (muerta en 1260), heredera de Boulogne. Los conflictos entre su

hermano Sancho II y la Santa Sede se intensificaron en 1245 y 1246. El Papa Inocencio IV excomulgó y

depuso a Sancho y confió el gobierno del reino a Alfonso. Éste no rechazó le orden pontificia, disponién-

dose a invadir Portugal. Sancho no era un rey popular, por lo que no fue difícil cumplir la decisión del

Papa, de modo que, tras la guerra civil emprendida, Sancho fue exiliado a Castilla, sin que Alfonso tu-

viera el título de rey anteriormente a la muerte de Sancho en 1248. Para acceder plenamente al trono por-

tugués, renunció al condado de Boulogne en 1253 y repudió a la condesa Matilda. Ese mismo año se casó

con Beatriz de Castilla, hija ilegítima del rey Alfonso X de Castilla.

Decidido a no cometer los mismos errores que su hermano, Alfonso III prestó atención a la clase media

y ciudadana compuesta por los mercaderes y los pequeños propietarios de tierras. En 1254, asistió en la

ciudad de Leiría a la primera sesión de las Cortes portuguesas, asamblea general compuesta por la noble-

za, la clase media y representantes de todos los municipios. Dictó leyes que evitaban que la clase alta abu-

sara de la población más desfavorecida. Recordado como un gran administrador, Alfonso III fundó diver-

sas ciudades y reorganizó la administración pública.

Seguro en su trono, Alfonso III entró en guerra con las comunidades musulmanas que aún residían en el

sur. Durante su reinado, el Algarve se convirtió en parte del reino; tras la conquista de Faro, Portugal fue

el primer reino de la Península Ibérica en completar su Reconquista, en 1249. Después de vencer a los

musulmanes, Alfonso III tuvo que enfrentarse a los problemas políticos crecientes en las fronteras con

Castilla, que reclamaba las tierras del Algarve, lo que produjo tensiones, conflictos y enfrentamientos. Fi-

nalmente se firma el Tratado de Badajoz en 1267, determinándose en el mismo que la frontera sur entre

Portugal y Castilla se establecía en el río Guadiana. En 1255, Alfonso III traslada su corte y capitalidad

del reino desde Coímbra a Lisboa, ciudad que sigue siendo actualmente la capital de Portugal.

La muerte de Alfonso III acaecerá en 1279, siendo sucedido entonces por su hijo Dionisio. Alfonso III

recibió sepultura en el monasterio cisterciense de Alcobaça, donde mismo recibió también sepultura Bea-

triz de Castilla, su segunda esposa, muerta en 1303.

11

El sur de Portugal, en frontera lusa-española y más concretamente lusa-andaluza.

12

Distrito de Castelo Branco.

13

En el distrito homónimo, no lejos de Covilhã.

~ 12 ~

Sancho II de Portugal y su hermano Alfonso

~ 13 ~

JAÉN (REINO ANDALUZ-CASTELLANO)

CAPITULACIÓN Y OTRAS NOTICIAS DE JAÉN

TRAS SIETE MESES DE ASEDIO

Jaén, ciudad andaluza en poder musulmán, estuvo sitiada en buena parte de este año

1246, estando allí con ingentes tropas el rey Fernando III de Castilla, sucediéndose

mientras tanto variados asuntos más o menos relacionados al respecto, hechos que aquí

relatamos ahora brevemente.

El maestre Pelayo Pérez Correa, de la Orden de Santiago, al incorporarse al sitio de

Jaén otorgó fuero a la localidad de Segura de la Sierra,14

el 12 de febrero.

Como Fernando III necesita sus buenos dineros para financiar sus campañas, concre-

tamente en este año la de reconquistar Jaén, vendió al concejo de Toledo prácticamente

todos los montes del lugar,15

los que había recibido en 1243 del arzobispo Jiménez de

Rada. Fernando III (su administración) recibió así la cantidad de cuarenta y cinco mil

(45.000) maravedíes de oro, además de castillos y pueblas o pueblos del momento como

14

Provincia de Jaén, por la zona serrana que ya los griegos denominaron Orospeda, zona relacionada

también con los nacimientos respectivos de los ríos Segura y Guadalquivir. Por allí lidiaron sus contien-

das cartagineses y romanos.

Secura la llamaron los romanos y Shaqura los musulmanes, que la fortificaron convirtiéndola en bien

defendida. Gobernaron allí valíes directamente nombrados desde la Córdoba musulmana.

Ocurridas no pocas disensiones entre los almohades y ya éstos en decadencia, llegando cada vez más

fuertes y decididos los cristianos a los territorios andalusíes, Segura fue ocupada por los castellanos de

Alfonso VIII, quien la cedió a la Orden de Santiago.

En 1243, el emir murciano Ibn Hud al-Dawla, como bien sabemos, firmó las capitulaciones o tratado de

Alcaraz, integrándose así el territorio de Segura de la Sierra en la corona de Castilla, comprendiéndose en

el reino de Murcia hasta 1833, cuando se creó la actual provincia de Jaén.

15

De los llamados Montes de Toledo, una cordillera de varias sierras entre las cuencas del Tajo y del

Guadiana.

~ 14 ~

Malamoneda,16

Dos Hermanas,17

el Milagro,18

la Torre de la Foz de Abraham (donde

mismo), Herrera,19

Peña de Alcocer20

y Muro,21

así como varias aldeas de señorío.22

Tras siete meses de asedio, Jaén pasó a manos castellanas, reconquistada en marzo por

el rey Fernando III. La ciudad fue defendida por el mismo emir de Granada Muhammad

I, el mismo que capituló rindiéndose ante el monarca castellano, firmando entre ambos

las condiciones de vasallaje. Se plasmaba la firma en el mes de abril, quedando selladas

las condiciones pactadas en el que podrá conocerse como Tratado de Jaén, en este año

1246. Muhammad I, a cambio de quedar a salvo o en tregua indefinida en su reino na-

zarí-granadino, quedó obligado a pagar un tributo de ciento cincuenta mil (150.000) ma-

ravedíes de oro al año y deber asistir al rey castellano en sus campañas con ciento

cincuenta (150) lanzas. Por lo pactado quedó resuelto también que Medina Baguh,23

con

su alquería o aldea Al-Medina-iya,24

pasa a Castilla (temporalmente) hasta ser donada

sin tardanza a la Orden de Calatrava,25

mientras que Iznájar (Hisn-Ashar)26

queda del

lado granadino. Al trazarse por ahí la frontera entre Castilla y Granada, erigen los gra-

nadinos un castillo en la zona, el de Arenas.27

De resaltarse entre cuanto acaeció en Jaén procede señalar que murió allí don Tello

Téllez de Meneses, obispo de Palencia y partícipe en la campaña de reconquista cris-

tiana de la zona. Tenía 76 años de edad28

y era, como bien sabemos, miembro de una de

las familias más preclaras y poderosas de la castellana-leonesa Tierra de Campos, con

cuna u origen señorial en Meneses de Campos.29

Fue hijo de Tello Pérez de Meneses30

y

16

Lugar actualmente arqueológico y despoblado en el municipio toledano de Hontanar.

17

En Navahermosa, también provincia de Toledo.

18

En Retuerta del Bullaque (Ciudad Real).

19

En Herrera del Duque (Badajoz).

20

En Puebla de Alcocer (Badajoz).

21

En Helechosa de los Montes (Badajoz).

22

Pulgar, Peña Aguilera, la población de Los Yébenes, etc.

23

La población cordobesa de Priego de Córdoba.

24

Actual Almedinilla (Córdoba).

25

Hasta 1327.

26

Provincia de Córdoba, a 28 kilómetros de Priego.

27

En Campillo de Arenas (Jaén).

28

Si nació, como parece ser, en 1170.

29

Al suroeste de la provincia de Palencia.

~ 15 ~

de Gontrodo García, fundadora del monasterio cisterciense de Santa María de Matalla-

na.31

Tello Téllez de Meneses fue obispo de Palencia durante 38 años, desde 1208, ha-

biendo sucedido entonces a Arderico.32

A instancias del rey Alfonso VIII de Castilla, Tello Téllez fue quien fundó el Studium

Generale de Palencia, en 1208.33

Consta que también participó en la batalla de Las Na-

vas de Tolosa34

(año 1212), yendo al frente de un cuerpo de soldados junto con sus her-

manos Alfonso, Suero y García. Asistió luego al IV Concilio de Letrán, en 1215. Se

ocupó bien de la iglesia y palacio episcopal de Villamuriel de Cerrato.35

Fue muy va-

lioso y fiel consejero y acompañante en todo de los reyes castellanos Alfonso VIII y

Fernando III. A Tello Téllez de Meneses le sucede Rodrigo como obispo de Palencia.36

Señalando otra noticia del entorno jiennense en este año 1246 podemos nombrar la

población de Espeluy, donde se halla un bien pertrechado castillo, el mismo que fue ata-

cado, entre otros, por el rey Fernando III en 1224. Los habitantes de Espeluy pactaron la

entrega de la localidad a cambio de poder irse en paz o emigrar de la misma en buenas y

recompensadas condiciones. Espeluy quedó enseguida como lugar de realengo, pero en

este año 1246 cedió el rey Fernando III veinte yugadas de heredad a la Orden de Cala-

trava.37

30

Muerto hacia el año 1200.

31

Tello y Gontrodo lo fundaron hacia el año 1185, gracias a la donación que hizo para ello el rey Alfonso

VIII de Castilla (1158-1214).

El ruinoso monasterio está situado al norte del municipio vallisoletano de Villalba de los Alcores. Los

monjes fueron exclaustrados cuando la desamortización decimonónica El lugar es actualmente un Centro

de Interpretación de la Naturaleza, dependiendo de la Diputación Provincial de Valladolid.

32

Obispo de Sigüenza entre los años 1178-1184 y de Palencia entre los años 1184-1208. Fue tío de Pedro

González Telmo (San Telmo), de cuya muerte también nos haremos eco en este año 1246, en el mes de

abril.

33

Siendo así el primer Estudio General o Universidad que se abrió en España, formándose aquí tanto

Santo Domingo de Guzmán como San Telmo, dominico.

34

Provincia de Jaén.

35

Al sur de la provincia de Palencia. Ya en el siglo X las tierras de Villamuriel estarían repobladas como

una villa dentro del alfoz palentino de Dueñas. Hay constancia de que Alfonso VII el Emperador (1126-

1157) donó la villa al obispo de Palencia, en 1141, aunque manteniendo una comunidad de pastos en los

montes reales del alfoz. En 1162, el obispo Raimundo II de Palencia (1148-1184) concedió carta de

buenos fueros a la villa. El obispo Arderico inició después la construcción de la Iglesia de Santa María y

el palacio-fortaleza como residencia de verano y retiro de los prelados palentinos. Continuó la obra el

obispo Tello Téllez de Meneses. En 1308 hay constancia de que se alojó en él la reina María de Molina.

A Pedro de Castilla (obispo de Palencia entre los años 1439-1464), nieto del rey Pedro I de Castilla (de

mediados del siglo XIV en adelante) se le atribuye la construcción de la torre, gran parte del palacio y la

finalización de la iglesia a mediados del siglo XV.

36

Hasta 1254.

37

La donación será confirmada por Alfonso X en 1254.

~ 16 ~

Escena de la reconquista española en una de las puertas de la catedral madrileña

de Nuestra Señora de La Almudena

Cabe señalarse que en el castillo de Espeluy recibió hospitalidad y atenciones Santa Teresa de Jesús

(1515-1582), en una ocasión tras haber sufrido un accidente atravesando el río Guadalquivir (lo cuenta

ella en el libro de sus Fundaciones).

~ 17 ~

Sello del obispo Tello Téllez de Meneses

~ 18 ~

REINO DE GWYNEDD

ÓBITO DE DAFYDD AP LLYWELYN

El 25 de febrero de este año 1246 cuyos relatos o noticias ofrecemos, murió en su

reino38

de Gwynedd39

el príncipe40

Dafydd ap41

Llywelyn, cuando tenía 33 años de

edad.42

Ocupó su trono durante 6 años, desde 1240, sucediendo a su padre Llywelyn el

Grande (muerto el 11 de abril de ese año 1240, como podemos recordar). Ha sido el

primer gobernante de Gwynedd en reclamar el título de príncipe de Gales.43

Dafydd fue el hijo único de Llywelyn de Gwynedd y de su mujer, Joan, hija del rey

Juan I de Inglaterra, muerta en 1237. Como sabemos, su abuelo materno afrontaba pro-

blemas de toda índole frente a sus barones o nobles señorías. Pero no removemos o de-

tallamos ahora aquí sobre el particular. En 1220, Llywelyn hizo que Dafydd fuera reco-

nocido como su heredero, accediendo a ello su tío el rey Enrique III. Y se reforzaron los

derechos legítimos de Joan por parte de la Santa Sede.

Al morir Dafydd, repentinamente y sin descendencia, le sucede Llywelyn ap Gru-

ffydd.44

38

Equivalente a gran principado o gran señorío.

39

Uno de los pequeños reinos que conformaron el país o nación de Gales, al oeste de Gran Bretaña, du-

rante la Edad Media.

40

Equivalente a rey.

41

Hijo de (en galés).

42

Casi 34, si nació, como parece ser en marzo de 1212.

43

Que conlleva la sucesión de los monarcas británicos, desde 1301.

44

El cual plantea liosos o complejos problemas genealógicos. No entramos aquí en ellos.

~ 19 ~

TUY (GALICIA)

RECORDANDO A PEDRO GONZÁLEZ TELMO

A mediados de abril, el día 15, murió en Tuy45

el célebre presbítero y predicador

dominico Pedro González Telmo.46

Tenía 56 años de edad.47

Además de ser generoso

hasta el agotamiento, estaba lleno de méritos y se le atribuyen muchos milagros. Era el

Domingo de Ramos cuando pronunció su último sermón, en el monasterio de San Mi-

guel que hay en el cercano lugar de Pexegueiro.48

Recordemos que fue canónigo en Palencia y cómo ingresó en la Orden de Predicado-

res, distinguiéndose por sus muy vivaces y expresivas prédicas. Siendo de familia dis-

tinguida, se formó en el Studium Generale o Universidad de Palencia, recibiendo la or-

denación sacerdotal. Gracias a la protección de su tío el obispo Arderico de Palencia, le

fue otorgada la canonjía que disfrutó, siendo muy joven nombrado deán de la catedral

con bula especial por su poca edad. Fue noticia destacada en su momento que desfi-

lando a caballo muy enjaezado por las calles de Palencia cuando iba a tomar posesión

de su cargo como deán, todo engalanado él, luciendo brillantes y lujosas prendas, en el

momento de mayor pavoneo tropezó el animal y se encabritó espantado por algo que le

asustó, echando a correr despavorida y desordenadamente. El caso fue que Pedro Gon-

zález Telmo acabó por los suelos, cayendo en un lodazal o gran charco que habían pro-

ducido recientes lluvias. El incidente provocó muchas risas, chanzas y burlas de quienes

concurrían o veían el desfile, la misma multitud que antes le admiraba y aplaudía. Se

enfureció tanto Pedro González que decidió hacerse dominico, optando así por consa-

grarse en humildad y pobreza como religioso. Y esto explica su vocación de fraile men-

dicante y predicador. También fue capellán castrense acompañando a Fernando III y sus

tropas en las campañas militares de reconquista. El rey se sentía muy atraído por la edi-

ficante elocuencia de su predicación y le tuvo como confesor. Pero comprendió la nece-

sidad de abandonar la vida cortesana y se fue a predicar por Asturias y Galicia. Se cuen- 45

Provincia de Pontevedra. Pero hay fuentes que señalan a Santiago de Compostela (provincia de La Co-

ruña) como lugar del óbito que ahora notificamos. Según parece, nuestro personaje, del que enseguida

hablamos, se disponía a realizar una peregrinación a Santiago de Compostela, pero enfermó y murió.

46

El conocido como San Telmo, aunque más que canonizado es seguro que está beatificado. Se conme-

mora el 14 de abril. Es el patrono de los navegantes.

En la advocación popular se lo confundió en un tiempo con San Erasmo de Formia (Sanct’Elmo), mártir

hacia el año 303, cuya conmemoración es el 2 de junio.

47

Si nació, como pudiera suponerse, en 1190. Era de Frómista (Palencia).

48

Provincia de Pontevedra. De la iglesia perteneciente al monasterio se conservan interesante muros y al-

gunos importantes restos arqueológicos.

~ 20 ~

tan milagros que a él se debieron especialmente en este período, favoreciendo sobre to-

do a los más necesitados, atendiendo a marineros trabajadores del mar o pescadores.

En el convento dominico de Guimarães49

fue nombrado prior, siendo uno de sus frai-

les Gonzalo de Amarante.50

Retirado posteriormente a Tuy, reforzó su gran amistad con

el obispo Lucas.51

49

Portugal.

50

San Gonzalo de Amarante (1186-1260). Se conmemora el 10 de enero.

51

El autor del Chronicon mundi, cuya muerte acaecerá en 1249.

~ 21 ~

EXPLANADA DE HAUGSNES (ISLANDIA)

MUERE DECAPITADO BRANDUR KOLBEINSSON

El 19 de abril de este año 1246, en la que pasa a ser conocida como batalla de Haugs-

nes (Islandia), murió decapitado Brandur Kolbeinsson, godi o caudillo del clan Ásbir-

ningar, del norte de Islandia. Tenía 35 años de edad. Encabezó a su ejército en la men-

cionada batalla.52

Lugar donde fue ejecutado Brandur Kolbeinsson

52

La más sangrienta en la historia de Islandia, con más de un centenar de muertos, suponiendo el final

del clan de Brandur Kolbeinsson.

~ 22 ~

ABADÍA DE FONTEVRAULT (REINO DE FRANCIA)

ÓBITO DE ISABEL DE ANGULEMA,

REINA CONSORTE DE INGLATERRA

31 de mayo de este año 1246. En la abadía de Fontevrault.53

Murió Isabel de Angule-

ma.54

Acusada de conspirar contra el rey Luis IX de Francia en 1244, se refugió en la

mencionada abadía, siendo sepultada por propio deseo en el cementerio de la misma.

Tenía 57 años de edad. De rocambolesca historia, ofrecemos aquí un resumen biográ-

fico de la misma. Fue hija única de Aimar III, conde de Angulema, y de Alicia de Cour-

tenay, hija a su vez de Pedro I, señor de Courtenay,55

hijo del rey Luis VI de Francia.

53

La Abadía de Fontevrault (o Fontevraud), en tierras de Anjou (Francia), fue fundada y construida entre

los años 1110-1119 por Robert de Arbrissel (1047-1117), el mismo que originó la Orden de Fontevrault,

en la diócesis de Rennes (región francesa de Bretaña).

La abadía era un monasterio en el que vivían monjes y monjas. La orden llegó a tener éxito internacio-

nal, pues llegaron a echar raíces sólidas muchas otras abadías por el estilo de la misma en Inglaterra. Ro-

bert de Arbrissel impuso que la dirección de la orden debería corresponder siempre a una mujer y señaló a

Petronila de Cheminé como primera abadesa. Fue sucedida por Isabel de Anjou, tía del rey Enrique II de

Inglaterra. Se sucedieron luego varias abadesas de nobles y ricas familias, incluidas algunas de la familia

real francesa. En los primeros años de existencia, la abadía fue muy beneficiada por la familia real Plan-

tagenet. Mientras Isabel de Anjou era abadesa, estuvo allí alojada Leonor de Aquitania, esposa de Enrique

II de Inglaterra.

La Orden de Fontevrault fue disuelta durante la Revolución Francesa (1789-1799). La última abadesa,

Madame d’Antin, murió pobre en París. La abadía se convirtió luego en una prisión, entre los años 1804-

1963, siendo donada en este año al Ministerio de Cultura francés. La abadía y la iglesia culminaron su

restauración en los primeros años del siglo XXI.

Allí se encuentran las tumbas de varios reyes de la dinastía Plantagenet, soberanos de Inglaterra y

señores de Aquitania.

54

Nacida allá por los años 1186-1189.

55

O Pedro de Francia (muerto hacia 1183). Fue el menor de los hijos del rey Luis VI de Francia (muerto

en 1137) y de Adela de Saboya, su segunda esposa (muerta en 1154). Su padre le dio la dignidad de abad

laico de la colegiata de Nantes.

En 1147 acompañó en la segunda cruzada (1144-1148) a sus hermanos Luis VII de Francia (1137-1180)

y Roberto I de Dreux (1137-1184). Lucharon en cuantos combates se trabaron. Entre los cruzados estaba

también Renaud de Courtenay, padre de su futura mujer.

En 1149-1150, cuando sus hermanos Enrique y Roberto se rebelaron contra su hermano Luis, el rey,

Pedro le permaneció fiel.

Fue cruzado por segunda vez en 1179, acompañando hasta Tierra Santa al conde Enrique I de Cham-

paña y a Felipe de Dreux, obispo de Beauvais.

~ 23 ~

El mismo día de su boda, que se dispuso con Hugo X de Lusignan, heredero del con-

dado de La Marche, fue raptada por el rey Juan I de Inglaterra, con el que se casó en la

ciudad de Burdeos, a 24 de junio de 1200. Contaba ella entonces 12 años de edad.

En 1189, Juan de Inglaterra se había casado con Isabel de Gloucester,56

hija y here-

dera de Guillermo FitzRobert, segundo conde de Gloucester. No tuvieron hijos y Juan

pidió la anulación de su matrimonio alegando consanguineidad. En Inglaterra nunca fue

reconocida como reina.

Tras haber conseguido la anulación de su primer matrimonio, Juan I, apodado Sin Tie-

rra, se casó con Isabel de Angulema, a 24 de junio de 1200, en Burdeos, como ya he-

mos anotado anteriormente.57

Isabel tuvo con el rey Juan cinco hijos, siendo dos de

ellos varones: Enrique,58

Ricardo,59

Juana,60

Isabel61

y Leonor.62

Muerto el rey Juan (18 de noviembre de 1216), Isabel regresó de inmediato a su con-

dado francés de Angulema, dejando en Inglaterra a los cinco hijos tenidos con Juan.

El 10 de marzo de 1220 contrajo Isabel segundas nupcias, nada menos que con el que

fuera su antiguo prometido, ahora Hugo X de Lusignan, conde de la Marche desde no-

56

Esta Isabel también pasó a la historia como Avisa, Hawise, Joan y Eleanor. Era Isabel FitzRobert, más

conocida como Isabel de Gloucester, nacida hacia el año 1170, siendo la hija mayor de Guillermo (Wi-

lliam) Fitzroy, conde de Gloucester, y de Havise de Beaumont-le-Roger. A la muerte de su padre (23 de

noviembre de 1183), le sucede como condesa de Gloucester.

Se casó en el castillo de Marlborough, en la localidad de Wiltshire, a 29 de agosto de 1189, con quien

habría de ser Juan I de Inglaterra. Y en 1199, tras diez años de matrimonio, el ya monarca inglés, ale-

gando razones de parentesco, pues el abuelo paterno de Isabel, Roberto Fitzroy (el conde Robert de

Gloucester), era uno de los hijos bastardos del rey Enrique I de Inglaterra (muerto en 1135).

A 20 de enero de 1214 se casó Isabel nuevamente, esta vez con Godofredo de Mandeville, conde de

Essex; enviudando en 1216, contrajo terceras nupcias, en octubre de 1217, con Hubert de Burgh, conde

de Kent (muerto en 1243); fue breve este matrimonio, pues Isabel murió en noviembre de ese mismo año,

a sus 47 años de edad, siendo sepultada en la abadía de Canterbury.

57

Dos años más tarde de su boda (1202), la muerte de su padre la convierte en condesa de Angulema.

58

Enrique III de Inglaterra (reinante entre los años 1216-1272).

59

Nacido en 1209 y muerto en 1272. Creado conde de Cornualles en 1227, y elegido (sólo electo pero

nunca coronado) Rey de Romanos (1257-1272), luego de la caída de los Hohenstaufen.

60

Nacida en 1210 y muerta en 1238. Reina consorte de Escocia por su matrimonio con Alejandro II

(1214-1249).

61

Nacida en 1214 y muerta en 1241. Casada con Federico II Hohenstaufen, emperador germano y rey de

Sicilia y Jerusalén.

62

Nacida en 1215 y muerta en 1275. Casada primero con el conde Guillermo Marshal II de Pembroke y

después con Simón V de Montfort, VI conde de Leicester, el cual sería el virtual gobernante de Inglaterra

entre los años 1264 y 1265 durante la revuelta de los barones, la segunda guerra de los mismos (1264-

1267).

~ 24 ~

viembre del año anterior. De este matrimonio nacieron nueve hijos: Hugo,63

Aymer,64

Inés, Alicia, Guy, Godofredo, Guillermo, Margarita, Aimery e Isabel.

63

Nacido en 1221 y muerto en 1250. Será Hugo XI de Lusignan, conde de La Marche y de Angulema.

Casado con Yolanda de Dreux, condesa de Penthièvre y de Porhoet. Dejaron descendencia.

64

Nacido en 1222 y muerto en 1260. Obispo de Winchester.

~ 25 ~

DUCADOS DE AUSTRIA Y ESTIRIA

MUERTE DEL DUQUE FEDERICO II

Registramos aquí la muerte del duque Federico II de Austria y de Estiria, ocurrida a

mediados de junio. Tenía 45 años de edad. Perteneciendo a la ya ancestral dinastía Ba-

benberg,65

fue duque de Austria y de Estiria desde 1230.

Era hijo del duque Leopoldo VI y de Teodora Angelina, una princesa bizantina. Su

primera esposa fue Sofía Laskarina, también, como su madre, princesa bizantina; y su

segunda esposa fue Inés de Meran, hija del duque Otón de Merania (muerto en 1234) y

de la condesa Beatriz II de Borgoña (muerta en 1231).

Federico murió siendo conocido como el Belicoso, por sus frecuentes guerras contra

sus vecinos, principalmente con Hungría, Baviera y Bohemia. Pero las más peligrosas y

feroces de sus luchas fueron las que disputó enfrentado al emperador germano Federico

II Hohenstaufen, que lo desterró en 1236. Y durante su destierro, Viena se convirtió en

ciudad imperial libre durante algunos años. Sin embargo, el duque se las arregló para

mantener su posición en Wiener Neustadt. En 1239, dándose un cambio espectacular en

las políticas imperiales, Federico II duque se convirtió en uno de los más importantes

aliados de Federico II emperador.

En estos últimos años, como bien sabemos, los mongoles son invasivos y agresivos en

sus ataques al reino húngaro, donde hay derrotas europeas. Recordemos la batalla de

Mohi o Sajó en 1241. El rey Bela IV de Hungría consiguió escapar de la destrucción de

los mongoles y recurrió al duque Federico pidiendo ayuda. Una vez que los mongoles se

retiraron de Hungría, el rey Bela comenzó el proceso de reconstrucción del reino; sin

embargo, Federico condujo decididamente varias campañas militares contra los húnga-

ros adjudicándose la potestad sobre muchos territorios del occidente húngaro. Sobrevino

luego, tras varios enfrentamientos, la muerte de Federico, en una batalla contra el rey

Bela IV de Hungría, junto al río Leitha,66

a mediados de junio de este año 1246, como

queda dicho, concretamente el día 15.

65

Dinastía que en línea masculina acaba en él. A partir de 1248 ascenderá en Austria la Casa de Habs-

burgo. Ya lo iremos considerando.

66

Un río relativamente fronterizo entre Austria y Hungría. Cerca de Nickelsdorf (Austria) penetra su co-

rriente en la actual Hungría, donde se une a un brazo del Danubio, cerca de Mosonmagyaróvár (Hungría).

~ 26 ~

SEÑORÍO DE SANTA MARÍA LA REAL DE SASAMÓN (REINO DE CASTILLA)

CONCESIÓN AL OBISPADO DE BURGOS

Nuño González de Lara,67

a 7 de julio de este año 1246, entregó el señorío de Santa

María la Real de Sasamón68

y cuanto posee en este lugar al obispo Juan de Burgos,

recibiendo a cambio 500 maravedíes y un buen manto.

67

Apodado el Bueno, muy leal al rey Fernando III el Santo. Será su muerte en 1275 (se desconoce su

fecha de nacimiento).

Su padre, el conde Gonzalo Núñez de Lara, se rebeló en varias ocasiones contra Fernando III, pero

Alfonso X se portó bien con Nuño.

Recordemos que, hacia el año 1240, Fernando III cedió el señorío y las rentas de Écija a su hijo Alfonso

(futuro rey Alfonso X de Castilla), el cual encomendó la tenencia de dicha población a su amigo Nuño, el

cual tuvo mucho favor y protagonismo acompañando en la reconquista de Murcia en 1243 y 1244. En

1244, cumpliendo las órdenes del rey Fernando III, y acompañado de su cuñado, Rodrigo Fernández de

Castro, puso sitio al municipio jiennense de Arjona, que capituló tras la llegada del monarca y sus tropas.

Entre los años 1245 y 1246 apareció Nuño González de Lara como confirmante en numerosos privi-

legios reales, como el mencionado de Santa María la Real de Sasamón el obispo Juan de Burgos, de quien

notificaremos su muerte en este año 1246, el 1 de octubre.

También intervino, como ya hemos señalado antes, en la guerra civil portuguesa mantenida entre el rey

Sancho II y su hermano Alfonso el Boloñés.

68

Provincia de Burgos. En el siglo XI, por decisión del rey Sancho II de Castilla (1065-1072), esta

histórica y patrimonial villa fue sede episcopal, siendo don Munio (muerto en 1120) su primer obispo;

posteriormente pasó a depender del obispado de Burgos, cuyo obispo se hacía llamar obispo de Burgos y

Sasamón.

Para la iglesia de Santa María la Real de Sasamón, ir a Epílogo I.

~ 27 ~

MONASTERIO DE SANTIAGO EN ANDRAVIDA

(PRINCIPADO GRIEGO DE ACAYA)

ÓBITO Y SEPULTURA DE GODOFREDO II DE VILLEHARDOUIN

Godofredo (o Geoffrey) II de Villehardouin69

emergió como el vasallo más poderoso

del Imperio Latino de Constantinopla, el hombre en torno al cual se fueron reagrupando

los dominios cruzados de Grecia. Fue el tercero de los príncipes de Acaya, desde

1229.70

Dejando su trayectoria y su legado a la posteridad, murió en este año 1246, el 6

69

Villehardouin, del departamento francés de Aube, se encuentra en la región de Champaña-Ardenas.

70

El principado de Acaya, también llamado de Morea, con capital en Andravida (Peloponeso), fue uno

de los tres estados vasallos del Imperio Latino que reemplazaron al Imperio Bizantino tras la conquista de

Constantinopla por los cruzados durante la cuarta cruzada (1202-1204). Se convirtió en vasallo del reino

de Tesalónica, junto con el ducado de Atenas, hasta que Tesalónica fue capturada en 1224 por Teodoro

Comneno Ducas, déspota de Epiro. Temporalmente se convirtió Acaya en un poderoso ámbito político de

Grecia. A mediados del siglo XIII, la corte de Andravida era considerada el mejor exponente de la caba-

llería por los europeos occidentales.

Acaya fue fundada en 1205 por Guillermo de Champlitte (muerto en 1209) y Godofredo I de Villehar-

douin (muerto hacia 1229), los cuales emprendieron la conquista del Peloponeso, actuando en nombre de

Bonifacio de Montferrato, rey de Tesalónica, muerto en 1207. Con una fuerza de no más de 100 caballe-

ros y 500 infantes, tomaron Acaya y Élide, y después de derrotar a los griegos locales, en la batalla del

Olivar de Koundouras (primavera de 1205), se hicieron dueños de Morea o Peloponeso. La victoria fue

decisiva, y después de la batalla toda resistencia de los locales se limitó a unos pocos fuertes, que con-

tinuaron manteniendo. La fortaleza de Araklovon en Elis, al suroeste del Peloponeso, fue defendida

por Doxapatres Boutsaras, que soportó los ataques hasta 1213, cuando la guarnición finalmente se rindió.

El fuerte de Monemvasia y los castillos de Argos, Nauplia y Corinto (Acrocorinto) bajo León Esgu-

ro resistieron hasta la muerte de León, por suicidio, en 1208. Para 1212 también habían conquistado los

cruzados sus dominios, siendo organizados como señorío de Argos y Nauplia, de modo que sólo Monem-

vasia continuó resistiendo hasta 1248. Guillermo de Champlitte gobernó Acaya hasta que retornó a

Francia para recibir una herencia, pero murió en el camino (año 1209), siendo sucedido por Godofredo (o

Geoffrey) I de Villehardouin, que gobernó hasta su muerte en 1229.

Acaya era un principado algo pequeño en la Península de Morea (Peloponeso), pero tenía su impor-

tancia productiva y comercial, relacionada con un entorno veneciano. Godofredo I lo organizó todo te-

rritorialmente, en doce baronías y diversos feudos, en buena correspondencia financiera. De ello parti-

ciparon también las órdenes militares, los templarios, los hospitalarios o caballeros de San Juan de Jeru-

salén y los teutones.

~ 28 ~

de mayo.71

Tenía 52 años de edad.72

Desde su ascenso al trono regio-principesco, era

una persona poderosa y respetada que incluso atrajo a caballeros francos o franceses po-

niéndose a su servicio en sus dominios. Acudió al rescate de Constantinopla, la capital

imperial, en tres ocasiones. Como recompensa por sus servicios y aciertos diplomáticos

en relación al Imperio Latino, su cuñado el emperador Balduino II de Constantinopla73

le concedió la soberanía sobre la isla de Eubea, con capital en Calcis. También estuvo

capacitado como príncipe humanitario, benevolente, magnánimo y justo, solícito y aten-

to por la gente humilde o común.

Los padres de Godofredo II de Villehardouin fueron Godofredo I e Isabel de Chappes.

El padre, caballero francés de Champaña, se unió a la cuarta cruzada en 1199, tras la

cual conquistó una parte considerable del Peloponeso (Morea), haciéndose con el trono

de Acaya cuando murió su primer príncipe, Guillermo I de Champlitte, en 1209. El nue-

vo príncipe llamó a su esposa de Champaña durante el primer período de su residencia

en el Peloponeso. Ella llegó con su pequeño hijo Godofredo y la familia asentó su resi-

dencia en los castillos de La Crémonie74

y Kalamata. Godofredo se casó en 1217 con

Inés, hija del emperador latino de Constantinopla Pedro II de Courtenay (muerto en

1219). Asociado al gobierno del principado, fue amenazado de excomunión con su pa-

dre en 1222 debido a un conflicto con la Iglesia Católica en relación a la construcción

del castillo de Chlemoutsi.75

Godofredo II sucedió a su padre cuando tenía76

sus 35 años de edad, viviendo al modo

señorial, teniendo siempre en su corte 80 caballeros con espuelas de oro, compatible su

estilo con su generosidad. Comenzó su reinado durante un período muy crítico en la his-

toria del Imperio Latino de Constantinopla, porque la caída del reino de Tesalónica en

1224 había interpuesto enemigos formidables entre la capital del Imperio por un lado y

los dominios cruzados en el Peloponeso por el otro. Pero la derrota del empera-

dor Teodoro Comneno Ducas de Tesalónica por el zar Iván Asen II de Bulgaria (1218-

1241) en Klokotnitsa (abril de 1230) los liberó de los peligros inherentes en la gran con-

centración de poder en manos de Teodoro Comneno Ducas. Teniendo buenas relaciones

con sus vecinos del sureste del Peloponeso (bizantinos y tribus eslavas de Monemvasia,

de territorios tsakonios y del monte Taigeto), Godofredo II aseguró la paz y la prospe-

ridad de su principado. Con frecuencia enviaba investigadores a las cortes de los ba-

rones para informarle de su forma de vida y de la forma en que trataban a sus vasallos.

71

O tal vez algo después.

72

Si nació, como parece ser, en 1194.

73

Reinante entre los años 1228-1261, aunque muerto en 1273.

74

Esparta.

75

A 12 kilómetros al oeste de Andravida.

76

Aproximadamente.

~ 29 ~

Sus recursos le permitieron enviar ayuda financiera a Juan de Brienne, el emperador

Juan I de Constantinopla, su señor feudal (muerto en 1237). En 1236 intervino en per-

sona para socorrer Constantinopla, sitiada por las fuerzas griegas del emperador de Ni-

cea Juan III Vatatzés.77

Se hizo de una flota tripulada por 100 caballeros, 300 ballesteros

y 500 arqueros con la que forzó el bloqueo, tras el cual, juntamente con los venecianos,

pisanos y genoveses, repelió la flota griega y liberó la capital. En ese mismo año, el

conde Mateo I Orsini de Cefalonia se puso bajo la soberanía de Godofredo II. En julio

de 1237 dio a los caballeros teutónicos un hospital en Andravida.

En 1238, uniendo sus naves con las de Venecia, acudió nuevamente al rescate de

Constantinopla, una vez más sitiada por el emperador de Nicea. Al año siguiente, Godo-

fredo II quiso tomar parte en la cruzada de su señor de Francia, el conde Teobaldo IV de

Champaña (rey Teobaldo I de Navarra),78

pero el Papa Gregorio IX (1227-1241) le or-

denó volver sus fuerzas contra el emperador griego (de Nicea) a fin de garantizar la se-

guridad de Constantinopla. El 9 de febrero de 1240, el Papa le concedió una indulgencia

a los efectos del voto que había hecho de ir como cruzado a Tierra Santa, de modo que

se cumplieran todos los beneficios al respecto, mediando la prestación de ayuda conti-

nua al acosado Imperio Latino de Constantinopla. En 1243, corriendo el falso rumor de

la muerte del emperador Balduino II de Constantinopla,79

Godofredo II regresó a Cons-

tantinopla para garantizar la regencia durante la minoría de Felipe, sobrino de su espo-

sa.80

Godofredo II, príncipe de Acaya, recibió sepultura en Andravida, su capital, en la

iglesia monástica de Santiago, siendo sucedido por su hermano Guillermo.81

77

Reinante desde 1222. Su muerte será en noviembre de 1254. Iremos haciendo consideraciones de sus

hechos y balance de sus logros.

78

En 1238, Teobaldo dirigió un ejército cruzado a Tierra Santa. A pesar de ser derrotado, las rencillas

entre musulmanes le permitieron firmar la paz y obtener para los cristianos Jerusalén, Belén y Ascalón.

Regresó de la cruzada a finales de 1240, pasando gran parte de su reinado viajando continuamente de

Navarra a Champaña.

79

Muerto en 1273, tras haber reinado de facto entre los años 1228-1261.

80

Hijo de Balduino II de Constantinopla (Courtenay) y de María de Brienne. Nació en 1233 y será su rei-

nado entre los años 1273-1283, cuando muere.

81

Guillermo II de Villehardouin. Reinará con mucho poderío y riquezas hasta su muerte en 1278.

~ 30 ~

TARNOVO (REINO-IMPERIO DE BULGARIA)

MURIÓ EL ZAR KALIMÁN ASEN I

Cuando declinaba el verano de este año 1246,82

se extinguió la vida del zar de Bulga-

ria Kalimán83

Asen I, muriendo prematuramente84

a la edad de 12 años,85

siendo el

quinto de su reinado, desde 1241. Era hijo (y sucesor) de Iván Asen II (muerto en 1241)

y de Ana María de Hungría (muerta en 1237), hija del rey Andrés II de Hungría (muerto

en 1235) y de Gertrudis de Merania (muerta en 1213).

El reinado de Kalimán Asen I se caracterizó por el debilitamiento gradual de dominio

búlgaro. Dado que, al ascender al trono, el zar tenía tan sólo 7 años de edad, el país es-

tuvo gobernado por una regencia que presidió el patriarca Joaquín I.

A principios del reinado, Bulgaria fue invadida por los mongoles de la denominada

Horda de Oro de Batu Kan, que se retiraron del territorio, como podemos recordar, a

cambio de tributar los búlgaros anualmente a la Horda.86

La influencia de Bulgaria en las vecinas soberanías de Serbia y Tesalónica se desvane-

ció, aunque las fronteras del vasto territorio imperial búlgaro permanecieron inalteradas

hasta la muerte prematura de Kalimán en cuyo relato estamos.87

82

Entre agosto y septiembre.

83

O Colomán.

84

El cronista bizantino Jorge Acropolita (1217-1288) atribuyó la muerte de Kalimán a causas naturales o

por envenenamiento.

85

Nació hacia 1234.

86

La palabra “horda” proviene de la lengua turca-mogola y tiene el significado de “gran campamento”.

En cuanto a la expresión “de oro”, se cree que ésta se debe a la denominación procedente del código di-

reccional en la estepa asiática, donde el negro representaba el norte, el azul el este, el rojo el sur, el blanco

el oeste y el amarillo (dorado) el centro.

Según otras versiones, el nombre derivaría de una suntuosa tienda dorada que Batu Kan levantó para

marcar el lugar de Sarái, su futura capital a orillas del Volga. Pero esta teoría no tiene seguimiento ac-

tualmente, aunque fue de gran difusión durante el siglo XIX.

La Horda de Oro dominó hasta finales del siglo XV el sur de la actual Rusia. Los mongoles impusieron

un sistema burocrático y de recaudación de impuestos que reflejaba la influencia de los métodos chinos.

87

Hay indicios de que las autoridades locales se aprovecharon de la juventud del gobernante para abusar

del poder en las provincias, por ejemplo en Melnik, al suroeste de la actual Bulgaria y de las montañas de

Pirin. Melnik es ahora una pequeña localidad, pero mantiene el rango de ciudad por razones históricas.

~ 31 ~

Podemos contar también que en 1245 le envió una carta el Papa Inocencio IV tratando

en lo posible de unir la Iglesia de Bulgaria en calidad de católica.

A Kalimán Asen I le sucede, bajo regencia, un jovencísimo medio hermano, Miguel

Asen I.88

88

Nacido entre 1238 y 1241. A menudo llamado erróneamente Miguel Asen II. Gobierna como zar (em-

perador) hasta 1256, año de su muerte. Fue hijo de Iván Asen II y de su tercera esposa, Irene Comnena

Ducaina de Epiro, hija de Teodoro I Ducas, déspota de Epiro y emperador de Tesalónica.

Kalimán Asen I fue hijo de Ana María de Hungría y Miguel Asen I de Irene Comnena. Hay una teoría

según la cual Irene envenenó a su hijastro con el fin de asegurar el trono para su hijo Miguel. Parece ser

que Irene se hizo cargo del gobierno como zarina-regente, pero hay poca evidencia que pruebe esta hi-

pótesis.

Con el nombre de Xenia, se retiró Irene a un monasterio. Y tras la muerte de su hijo, en 1256, será

expulsada de Bulgaria, pasando el resto de su vida en el entorno de Tesalónica, en tierras de su familia.

Cuando cundieron de nuevo las noticias de que un monarca menor de edad estaba en el trono búlgaro,

las potencias vecinas (el Imperio de Nicea, el despotado de Epiro y el reino de Hungría), invadieron

Hungría, disputándose la anexión de significativos territorios. Así, Nicea se hizo de Tracia, Epiro se

apoderó de gran parte de Macedonia, y Hungría incluyó en su reino la zona de Belgrado y el banato

(territorio histórico bajo el poder de un ban) de Caraș-Severin. En 1247, a pesar de sus pérdidas, y

disminuida, se verá obligada Bulgaria a ayudar a Nicea contra el Imperio Latino.

Por lo demás, ya iremos viendo el desenvolverse del reinado de Miguel Asen I y cuanto acontezca al

respecto, siendo bastante precario dicho reinado.

~ 32 ~

SEÑORÍO DE ALBARRACÍN

MUERE PEDRO FERNÁNDEZ DE AZAGRA

En septiembre de este año 1246 muere Pedro Fernández de Azagra, III señor de Al-

barracín, sucediéndole su hijo Álvaro Pérez de Azagra.89

Como la herencia de Álvaro

conlleva muchas deudas, se ve obligado a entregar a la Orden de Santiago todo cuanto

le ha dejado su padre, incluidos el castillo y la villa de Albarracín. Por su parte, la Orden

de Santiago empeña todo lo recibido a Andrés de Liñán, para abonar los 20.000 (veinte

mil) maravedíes de oro alfonsíes de las deudas paternas, que se amortizarán a razón de

3.000 (tres mil) al año.

Azagra –recordemos la historia– es una localidad navarra cercana a la riojana Cala-

horra, situada en la orilla izquierda del río Ebro. La independencia del señorío de Alba-

rracín bajo la tutela del caballero navarro Pedro Ruiz de Azagra, hijo del fundador del

linaje, don Rodrigo, señor de Alcanadre en 1140, está atestiguada desde 1170. Se atribu-

ye a la donación de la ciudad efectuada por el rey de Murcia Muhammad ibn Mardanis,

alias rey Lobo, en pago de los servicios prestados en la campaña de Granada de 1162.

Albarracín vino a ser el resultado histórico de una acción político-militar de Navarra

en tierras del rey Lobo, en virtud del tratado de Sangüesa, firmado el 19 de diciembre de

1168, entre Sancho VI de Navarra y Alfonso II de Aragón, dando potestad al prime-

ro para conquistar este emplazamiento, hecho que se produjo en 1170.

Pedro Ruiz de Azagra heredó en 1157 los señoríos de Estella, Gallipienzo y, poste-

riormente, Tudela, una vez fallecido su padre. Fortificó la ciudad y aportó pobladores

navarros resistiendo con éxito la ofensiva conjunta de castellanos y aragoneses en enero

de 1186. Alfonso II de Aragón intentó atraerlo a su órbita nombrándole en 1177 señor

de Daroca, tras ver truncados sus intentos de expansión hacia Cuenca, cuando la con-

quistó Alfonso VIII de Castilla en 1178.

En 1172, como bien podemos recordar, se creó el obispado de Albarracín al que se

une Segorbe en 1248, vinculado al arzobispado de Toledo.

Fue segundo señor de Albarracín Fernando Ruiz de Azagra,90

hermano de Pedro, entre

los años1186-1196, también señor de Daroca, Calatayud, Estella y Arlucena, destacando

como fiel vasallo de Alfonso II de Aragón. Antes de su muerte encomendó la tutela del

señorío durante la minoridad de su primogénito, Pedro Fernández de Azagra (1196-

1246), que contaba 4 años de edad, a la Orden de Santiago. Cuando Jaime I organizó la

conquista de Valencia le acompañó en la hueste aragonesa.

89

Hasta su muerte en 1260.

90

Se le atribuye la primera redacción de los fueros de la ciudad.

~ 33 ~

Yendo aún más atrás en el tiempo, recordemos que en Albarracín hubo una población

primitiva, romana e hispano-goda, de escaso número. Es verosímil que, a la llegada de

los musulmanes, existiera un núcleo de población organizado en torno a una iglesia o

próximo a una ermita, dedicado al culto de Santa María.

La conquista musulmana de Albarracín y Teruel debió realizarse arrancando de Cala-

tayud y siguiendo el curso del Jiloca. Los cristianos de Santa María se quedaron.

De entre las familias musulmanas se distingue la de los Beni Razín desde el siglo

X. La Sahla91

o Santa María de Levante sería un pequeño señorío vasallo del califato

cordobés. El siglo XI es el siglo de la ruina califal, además de esplendor y muerte de las

taifas. Santa María fue la sede del gobierno del señorío independiente o reino de taifa de

la Sahla donde siguen los Banu Razin. El alcázar y otras edificaciones se fueron eri-

giendo en los finales del siglo X y principios del XI.

Durante el reinado de Fernando I de Castilla y León (1037-1065) los reinos de taifas

de Badajoz, Sevilla, Toledo y Zaragoza aceptaron pagarle parias, pero el señorío de los

Banu Razin se salvó gracias a su posición estratégica y a sus naturalmente buenas de-

fensas.

La Sahla no pudo dejar de entrar en guerra con los cristianos tras la toma de Toledo y

quedaría ligada a los acontecimientos que se desarrollaron en el Levante con la inter-

vención del Cid, primero, y con la de los almorávides, después.

El rey Lobo dio Albarracín a Pedro Ruiz de Azagra seguramente para crear dificulta-

des entre los reinos cristianos, dejando un problema político a sus espaldas, además de

pagar así sus servicios a un caballero navarro y atraerse otros mesnaderos navarros a sus

ejércitos mercenarios, en los cuales fiaba y de los que dependía su poder.

De Pedro Fernández de Azagra, tercer señor de Albarracín (1185-1246), cabe seña-

larse que fue muy fuerte la influencia de Castilla en el señorío, entre otras cosas por ser

castellanas su madre, Teresa Ibáñez,92

y la Orden de Santiago.93

91

La llamada Sahla –es decir, “llanura”– de Albarracín o de los Banu Razin, comprendía sus dominios

regidos desde la capital de Santa María de Oriente o de Albarracín, ciudad hermosa, bien poblada, con

mercado permanente, según Al-Idrisi, geógrafo del siglo XII.

92

Parece ser que vivió en Albarracín y fue madre de cuatro hijos.

93

De 1196 a 1210 no se conserva ningún documento que nos hable de Albarracín. Durante estos años la

ciudad y su territorio parecen depender de Castilla en lo político. No obstante, las relaciones con Pedro II

de Aragón son buenas. Los Azagra, por concesión real, siguen poseyendo sus buenos lugares, que per-

manecerán en manos de la familia hasta 1292, cuando por compra se incorporan a la comunidad de Te-

ruel. El mayor peligro parece estar en las tentativas de la Orden de Santiago para quedarse con la ciudad y

tierras de Albarracín.

~ 34 ~

RUS DE KIEV Y OTROS PRINCIPADOS DE SU ENTORNO

MUERTE MARTIRIAL DEL PRÍNCIPE RUSO

MIGUEL DE CHERNÍGOV O MIJAÍL VSÉVOLODOVICH

Miguel de Chernígov o Mijaíl Vsévolodovich, príncipe ruso (de la dinastía Rúrika o

familia Rúrikovich),94

murió mártir, del modo que vamos a relatar, considerando su le-

gado y trayectoria biográfica, en Sarái, capital mongola de Batu Kan, situada cerca de la

desembocadura del Volga en el mar Caspio,95

el 20 de septiembre de este año 1246. Te-

nía 61 años de edad.96

Fue gran príncipe de la Rus de Kiev (1236-1240, 1240, 1241-1243); y también prínci-

pe de Pereyáslavl (1206), de Nóvgorod-Síverski (1219-1226), de Chernígov97

(1223-

1235, 1242-1246), de Nóvgorod (1225-1226, 1229-1230) y de Hálych (1235-1236),

siendo una gran prioridad para él la promoción del comercio,98

destacando al respecto

Hálych y Kiev, auténticas vías o canales haciendo transitar bienes y mercancías desde el

valle del Rin y Hungría hasta Chernígov. También negoció diestros acuerdos comercia-

les y acertadas políticas de alianza con polacos y húngaros. Alivió la carga tributaria en

Nóvgorod, propiciando una mayor libertad política de sus boyardos.99

En vísperas de la invasión mongola por las tierras rusas durante los precedentes años,

Mijaíl Vsévolodovich fue uno de los príncipes más poderosos de la Rus de Kiev.100

94

Y Santo muy venerado en Rusia. Cabe señalar también que fue el primer príncipe de los Ólgovichi (la

dinastía de Chernígov) en convertirse en mártir, según el significado común de esta palabra: fue conde-

nado a la pena de muerte por mantenerse en la fe cristiana. Él y su auxiliar compañero Teodoro, renun-

ciando a rendirse a los ídolos, fueron torturados y decapitados por los mongoles.

95

Cerca de la actual Astracán, al sur de la Rusia europea.

96

Si nació, como parece ser, en 1185.

97

Actual Cherníhiv, al norte de Ucrania.

98

Así lo revelan los descubrimientos arqueológicos.

99

Nobles terratenientes eslavos, de gran influencia o peso político.

100

Ha sido luego acusado de haberse mostrado como líder ineficaz, porque no pudo unir a los príncipes

de la Rus contra los invasores; pero en su defensa, dadas las circunstancias, hay que señalar que aquella

no era una tarea fácil sino prácticamente imposible.

~ 35 ~

Era101

el único hijo del príncipe Vsévolod Sviatoslávich (convertido más tarde en el

gran príncipe Vsévolod IV el Rojo de Kiev, muerto en 1212), siendo su madre María

Anastasia, hija del gran duque polaco Casimiro II el Justo, muerto en 1194. Los do-

minios patrimoniales de su padre se localizan en Vyatichi, donde Mijaíl pasaría su in-

fancia.

Cuando Mijaíl era niño, sufrió cierta parálisis. Su abuelo, el gran príncipe Sviatoslav

III Vsévolodovich de Kiev ofrendó muchas riquezas a las iglesias con el fin, fallido, de

obtener una milagrosa curación, hasta que tuvo noticias del taumaturgo Nikita, monje

estilita de San Nicetas en Pereslavl-Zaleski, en Vladímir-Súzdal. El príncipe, acompa-

ñado por boyardos, cabalgó a la ciudad y llegó al pilar del monje. El estilita le dio su

bastón a uno de los boyardos para que se lo llevara al príncipe; Mijaíl lo tomó, fue cu-

rado, y se acercó al pilar del taumaturgo pidiendo la bendición. Luego de su curación,

ofrendó una generosa donación al monasterio y ordenó que se erigiera una cruz de pie-

dra en el lugar del milagro.102

San Nikita Estilita

101

Que se sepa.

102

El hecho puede ser histórico, si bien rodeado de aspectos legendarios y devocionales.

~ 36 ~

En el verano de 1206, su padre sitió Kiev, enviando a sus posádniki (gobernantes lo-

cales) a todas las ciudades kievitas, y obligando al gran príncipe Riúrik Rostislávich a

retirarse a Vruchi.103

Vsévolod Svyatoslávich también expulsó a Yaroslav Vsévolodo-

vich (hijo del gran príncipe Vsévolod Yúrievich de Vladímir-Súzdal) de Pereyaslavl, y

le dio la ciudad a Mijaíl. Sin embargo, Riúrik estaba determinado a mantener el control

de Kiev, y echó a Vsévolod Sviatoslávich con relativa facilidad. Riúrik Rostislávich de-

mandó a Mijaíl, quien sólo tenía un pequeño séquito a su disposición, desocupar Pere-

yaslavl, y así se retiró hacia su padre en Chernígov. En algún momento del verano de

1207, su padre ocupó de nuevo Kiev, pero en octubre, Riúrik cabalgó hacía allí, expulsó

a Vsévolod Sviatoslávich por segunda vez y ocupó la ciudad; Mijaíl acompañó a su pa-

dre desde Kiev.104

En junio de 1212, el príncipe Mstislav Románovich de Smolensk, el príncipe Mstislav

Mstislávich el Valiente de Nóvgorod y el príncipe Íngvar Yaroslávich de Lutsk lanzaron

una gran ofensiva contra Vsévolod Sviatoslávich, el cual confrontó a los atacantes en

Výshgorod. Sin embargo, los Rostislávichi ocuparon Kiev.105

Cuando murió su tío Gleb Sviatoslávich106

y Mstislav II Sviatoslávich se trasladó a se

muda a Chernígov, Mijaíl, debido a su estatus de segundo en la escala principesca, ocu-

pó107

Nóvgorod-Síverski.

En la primavera de 1223, un fuerte cuerpo de caballería mongola que comandaron

Jebe y Subotai, enviados por Gengis Kan (1206-1227) para explorar “las tierras del

oeste”, entraron en los territorios cumanos de Eurasia. Incapaces de resistir a la estam-

pida, los cumanos huyeron a advertirle a los rusos que, si se negaban a ayudarles, com-

partirían la misma suerte de verse sometidos a la terrible invasión. El consejo de guerra

de los príncipes rusos decidió entonces no esperar a que llegaran los tártaros o mongoles

sino que salieron furibundos a atacarlos en las estepas cumanas. Mijaíl fue uno de los

que estuvieron presentes en la reunión. Las fuerzas unidas de los príncipes bajaron por

el río Dniéper,108

y la primera escaramuza tuvo lugar en sus orillas. En esta batalla de

vanguardia, Mstislav Mstislávich el Valiente logró derrotar a un destacamento de tropas

mongolas.

103

Actual Ovruch (Ucrania).

104

Ninguna fuente relata el casamiento de Mijaíl, pero la evidencia sugiere que se casó con Elena Romá-

novna (o María Románovna), hija del príncipe Román Mstislávich de Hálych en 1210 ó 1211.

105

Vsévolod huyó de Kiev, probablemente acompañado por Mijaíl, por tercera vez y buscó refugio en

Chernígov, donde murió en algún momento de agosto de 1212. Mijaíl probablemente heredó Brin, Se-

rensk y Mosalsk de su padre.

106

Entre 1215-1220.

107

Probablemente.

108

Río del este de Europa que discurre por la Rusia central y desemboca en el mar Negro.

~ 37 ~

Luego sucedió la que recordamos como batalla del río Kalka (31 de mayo de 1223).

Cruzando el Dniéper, los ejércitos rusos marcharon durante ocho días por las estepas,

hasta que se encontraron, a orillas del río Kalka, con el grueso de los ejércitos mongo-

les. No había unidad de comando en el ejército ruso. Como sabemos, el resultado fue

desastroso, sucediendo tras la batalla que un buen número de príncipes rusos (incluyen-

do Mstislav II Sviatoslávich de Chernígov) murieron mientras huían.

Fue Mijaíl109

uno de los primeros supervivientes en regresar a Chernígov. Él reem-

plazó110

a Mstislav II Sviatoslávich como príncipe de Chernígov, con ceremonia cele-

brada en la catedral de San Salvador.111

Debido a que varios príncipes de su generación

murieron antes que él sin dejar herederos, Mijaíl, en su capacidad de principal heredero,

asumió el control de varios dominios. Esta acumulación de territorios lo convirtió en el

mayor terrateniente de la zona.

Por ese tiempo, los de Nóvgorod, con algunas reticencias, reconocieron como su señor

al gran príncipe Yuri II Vsévolodovich de Vladímir (muerto en 1238). Pasó luego, en

1224, que su hijo Vsévolod Yúrievich tuvo que huir de Nóvgorod. Al parecer, ya estaba

Mijaíl a orillas del Kliazma, en Vladímir, cuando Yuri Vsévolodovich se enteró de la

huida de su hijo. Yuri amenazó a los de Nóvgorod con atacarles, y ellos respondieron

confirmando su lealtad, pero hicieron un pacto de morir defendiendo su catedral de

Santa Sofía.112

En las negociaciones, Yuri propuso que aceptaran a Mijaíl como prín-

cipe. Ellos aceptaron y, en marzo de 1225, Mijaíl ocupó Nóvgorod. Hubo también su

correspondiente trato económico.

Mijaíl fue a Nóvgorod, donde actuaba como designado de Yuri Vsévolodovich y no

como gobernante autónomo, con la intención de regresar a Chernígov. Una de sus más

importantes tareas era la de recuperar la mercancía de los nóvgorodienses que Yuri ha-

bía confiscado en Torzhok113

y en su propio dominio. Antes de irse de Nóvgorod, Mija-

íl invitó a los burgueses a enviar mercaderes a Chernígov y declarar sus tierras como

una sola. Luego de su salida de Nóvgorod, el veche114

de Nóvgorod solicitó que fuera

109

Probablemente.

110

Según cuentan las crónicas.

111

A mediados de junio de 1223.

112

Construida entre los años 1045-1052, es la catedral más antigua de Rusia. Como parte del centro his-

tórico de la ciudad de Nóvgorod, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992. Es de

cinco cúpulas típicamente rusas, construida en piedra por Vladímir de Nóvgorod.

113

Ciudad rusa que se menciona por primera vez en una crónica de 1139. Los mongoles la habían que-

mado en 1238, pero luego haciendo estragos no continuaron hacia el norte, hacia Veliki Nóvgorod. En ese

momento la ciudad era gestora de la única vía comercial que llevaba el grano a Nóvgorod. Una vez blo-

queada la ruta Torzhok, una gran escasez de grano y mucha hambre causaron mucha carestía en Nóv-

gorod. Torzhok fue cambiando frecuentemente de dominadores durante las internas y feudales guerras

medievales rusas.

114

Gran consejo o parlamento.

~ 38 ~

príncipe el hermano de Yuri Vsévolodovich, Yaroslav II Vsévolodovich, de Pereyás-

lavl-Zaleski.115

Luego de un año de haber vuelto a Chernígov, Mijaíl se vio envuelto en una disputa

dinástica: Oleg Sviatoslávich de Kursk se estaba preparando para librar una guerra con-

tra él. La evidencia disponible sugiere que el terreno en disputa era Nóvgorod-Síverski.116

Durante el invierno de 1227, Yuri Vsévolodovich y sus sobrinos (el príncipe Vasilko

Konstantínovich de Rostov y el príncipe Vsévolod Konstantínovich de Pereyaslavl)

fueron a ayudar a Mijaíl contra Oleg Sviatoslávich; además, el metropolitano patriarca

Kirill I de Kiev también ayudó a reconciliar a Mijaíl con Oleg, quien evidentemente se

había convertido en príncipe de Nóvgorod-Síverski.

En 1228, el gran príncipe Vladímir III Riúrikovich de Kiev fue aliado de Mijaíl y ata-

có al cuñado de éste, el príncipe Danilo Románovich,117

de Volodímir-Volinski, que ha-

bía sitiado las ciudades de Lutsk y Chertorysk, en la zona ucraniana de Kamianéts. Sin

embargo, fallaron en tomar Kamianéts, siendo la capacidad de Danilo de soportar el

asedio todavía más impresionante ya que Vladímir III supuestamente atacó junto a to-

dos sus aliados.

En diciembre de 1228, el pueblo de Nóvgorod se levantó en armas contra el týsiatski

(distinguido jefe militar) Viacheslav y designó en su lugar a Borís Negóchevich, invi-

tando también a Yaroslav Vsévolodovich para que retornara bajo un nuevo acuerdo. In-

sistieron los de Nóvgorod en que se cumplan todos sus términos y todas las leyes de Ya-

roslav I;118

también hicieron cancelar el zaboshnitse (un impuesto especial a las iglesias

que funcionan como almacenes), y que se dejara de designar jueces extraños en tierras

de Nóvgorod. El 20 de febrero de 1229, sin embargo, los hijos de Yaroslav Vsévolodo-

vich (Teodoro y Alejandro Yaroslávich Nevski) huyeron al encuentro de su padre. Mi-

jaíl, invitado por los de Nóvgorod, llegó allí a primero de mayo.

Mijaíl y los ciudadanos de Nóvgorod adoptaron medidas para debilitar el poder de

Yaroslav: el veche designó a Vnezd Vodóvik como el nuevo jefe principal y también

quitó a sus otros administradores. Luego de imponer fuertes multas a los seguidores de

Yaroslav, los novgorodienses usaron el dinero en beneficio de toda la comunidad para la

construcción de un puente.

Las legislaciones de Mijaíl favorables a Nóvgorod incluyeron la concesión de parte

del poder del príncipe a las autoridades del pueblo, permitiendo así a los boyardos nom-

brar sus propios jueces. También abrogó el zabózhnitse, estableció una moratoria en el

115

Yaroslav II Vsévolodovich muere en septiembre de este año 1246, en las complejas circunstancias que

comprenden la historia medieval de Rusia, tan difícil de conocer y tan desconocida en nuestra cultura o

tradición y mentalidad española occidental. Nos remitimos por esto mismo a tratar del legado y muerte de

Yaroslav II Vsévolodovich en Epílogo II.

116

Es de destacar que las crónicas no acusan ni a Mijaíl ni a Oleg de malas conductas y que cada uno te-

nía una causa justa.

117

Daniel de Galitzia.

118

Yaroslav I el Sabio, príncipe de Kiev y Nóvgorod entre los años 1019-1054.

~ 39 ~

pago de tributo por cinco años a los campesinos que habían huido a otras tierras y que-

rían volver a Nóvgorod y redujo los impuestos de la gente común. Luego de pasar tres

meses en Nóvgorod, Mijaíl volvió a su hogar. Cuando dejó Nóvgorod, designó a su hijo

Rostislav Mijáilovich como su lugarteniente, y al volver a Chernígov se llevó consigo a

los novgorodienses más destacados.

En mayo de 1230, volvió a Nóvgorod, donde había instalado a su hijo en el trono,

como queda dicho. Antes de irse, prometió a los novgorodienses que volvería, el 14 de

septiembre, con renovadas tropas. Luego, el 8 de diciembre, los novgorodienses obliga-

ron a Rostislav a ponerse en marcha hacia su padre, pues Mijaíl había prometido llegar

con sus tropas el 14 de septiembre y ya avanzaban los días de diciembre sin que se cum-

pliera la promesa. De este modo, quienes apoyaban a Yaroslav Vsévolodovich expulsa-

ron de Nóvgorod a los Ólgovichi, por última vez, como se vio después. Convocaron a

Yaroslav Vsévolodovich y él llegó el 30 de diciembre. Mientras tanto, un grupo de disi-

dentes encontraron refugio con Mijaíl; para asegurar su hegemonía sobre Nóvgorod, por

lo tanto, Yaroslav Vsévolodovich tuvo que desistir de los apoyos a Mijaíl.

En verano-otoño de 1231, comenzó Mijaíl la guerra contra el gran príncipe Vladímir

III Riúrikovich de Kiev, quien envió una petición de ayuda a Danilo Románovich (cu-

ñado de Mijaíl). Danilo fue y pacificó a los dos príncipes.

Yaroslav Vsévolodovich atacó luego el distrito noroeste de las tierras de Viatiches.

Prendió fuego a Serensk (centro administrativo del patrimonio de Mijaíl), pero cuando

sitió Mosalsk, falló en tomarla. Yaroslav, sin embargo, se negó a concluir la paz demos-

trándole a Mijaíl que estaba dispuesto a seguir su objetivo hasta que Mijaíl expulsara a

los novgorodienses fugitivos de sus tierras. Hacia finales de 1231 murió Vnezd Vodó-

vik, en Chernígov; Mijaíl había sido obligado a apoyar a Vodóvik debido a sus jura-

mentos mutuos, y su muerte lo liberaba de la obligación. Por lo tanto, el týsiatski Boris

Negóchevich y su grupo dejaron Chernígov antes de la Semana Santa de 1232.

En ese año, tropas enviadas por Vladímir III Riúrikovich persiguieron y capturaron a

los príncipes de Bolojov que habían invadido las tierras de Danilo Románovich y, como

se habían apoderado de ellas, se las devolvieron. Mijaíl y el príncipe Iziaslav Vladímiro-

vich de Putivl119

amenazaron con atacar a Danilo, estando la situación realmente embro-

llada. Aunque Vladímir renovó su pacto con Danilo, Mijaíl e Iziaslav continuaron la

guerra entre ellos. En enero de 1235, Vladímir y Danilo atacaron Chernígov, saquearon

los alrededores y prendieron fuego en las afueras de la ciudad, esperando que Mijaíl se

rindiera. Éste, sin embargo, prometió a Danilo muchos regalos o beneficios si abando-

naba a Vladímir III. Danilo accedió e intentó persuadir a Vladímir de que levantara el

sitio; pero Mijaíl salió de Chernígov, de noche, cogiendo a los soldados de Danilo por

sorpresa, matando a muchos de ellos. Su cuñado apenas pudo escapar y se vio obligado

a retirarse al territorio de Kiev.

Mijaíl esperó hasta que Iziaslav Vladímirovich trajera a los cumanos y cabalgó luego

cabalgó en su persecución. Ambas partes se encontraron cerca de Torchesk, donde Vla-

dímir Riúrikovich y Danilo Románovich fueron derrotados, y los anteriores junto a mu-

119

Ciudad del nordeste de Ucrania.

~ 40 ~

chos boyardos fueron tomados en cautiverio. Mientras tanto, los aliados de Mijaíl toma-

ron Kiev, donde evidentemente hicieron pagar honorarios por sus productos a los co-

merciantes germanos que venían de Nóvgorod, y pusieron a Iziaslav Mstislávich (uno

de los Rostislávichi) en el trono.

En verano aún, luego de la vuelta de Danilo a Hálych tras su derrota en Torchesk, sus

boyardos se rebelaron y le obligaron a huir a Hungría. Hacia finales de septiembre, Mi-

jaíl ocupó Hálych, mientras su compañero de armas, Iziaslav Vladímirovich, sitiaba Ka-

mianéts.

Ya en la primavera de 1236, Mijaíl atacó a Danílo Románovich en Volynia.120

Ade-

más de su propio séquito, llevó también121

boyardos de Galitzia, con los príncipes de

Bolojov y las tropas kievitas. También envió a Iziaslav Vladímirovich que aportara a los

cumanos; y finalmente, convocó al duque polaco Conrado I de Mazovia (su tío mater-

no), que había roto los lazos de amistad con Danilo. El tamaño de su fuerza de ataque

sugiere que intentaba capturar la capital de su cuñado. Sin embargo, los cumanos sa-

quearon las tierras galitzianas obligando a Mijaíl a abandonar su campaña.

Mientras tanto, el rey Bela IV de Hungría renovó el pacto de su padre122

con Mijaíl, al

parecer renunciando a su pretensión sobre Hálych y acordando darle a Mijaíl ayuda mi-

litar. A comienzos del verano de 1236, Danilo Románovich y su hermano Vasílko reu-

nieron sus tropas para marchar contra Mijaíl. Sin embargo, éste se atrincheró en Hálych

con su séquito, la milicia local y un contingente de húngaros. Disuadidos de tomar Há-

lych, intentaron sitiar los puestos de Zvenígorod,123

pero sus habitantes repelieron el

ataque. Luego de que las tropas húngaras se hubiesen ido, lo intentó de nuevo Danilo;

Mijaíl se propuso aplacar a su cuñado dándole Przemyśl,124

cuyos habitantes lo habían

apoyado en tiempos pasados.

Mientras tanto, el gran príncipe Yuri II Vsévolodovich de Vladímir y Danilo Romá-

novich hicieron un pacto, obligando a Vladímir Riúrikovich, quien había reemplazado a

Iziaslav Mstislávich, a abandonar Kiev, y designaron allí príncipe al hermano de Yuri

Vsévolodovich, Yaroslav. Éste llegó a Kiev en marzo de 1236; pero no logró consolidar

su gobierno y volvió a Súzdal. Luego de designar a su hijo (Rostislav Mijáilovich) para

gobernar Hálych, Mijaíl fue a Kiev, donde entró sin oposición. Poco después de ocupar

Kiev, él y su hijo atacaron Przemyśl arrebatándosela en el camino de vuelta a Danílo

Románovich. El pueblo de Hálych, sin embargo, reclamó a Danilo125

y lo instaló como

120

La región histórica del oeste de Ucrania.

121

Probablemente.

122

Andrés II (1205-1235).

123

A 30 kilómetros al noroeste de Moscú.

124

Una ciudad situada actualmente en el sureste de Polonia.

125

Ya seguramente en 1237.

~ 41 ~

príncipe; el hijo de Mijaíl se fue con el rey Bela IV de Hungría y todos los boyardos de

Hálych se sometieron al cuñado de Mijaíl.

En el invierno de 1237, como bien podemos recordar, el mongol Batu Kan llegó a las

fronteras del principado de Riazán.126

El 21 de diciembre, los mongoles tomaron Riazán

y lo saquearon todo, incluyendo muchos bienes patrimoniales de Kiev y Chernígov.

En marzo de 1238, los mongoles, habiendo vencido y matado mucho, también a Yuri

II Vsévolodovich, continuaron su marcha, y en las tierras de los Viátiches llegaron a la

ciudad de Kozelsk, combatiendo aún durante siete semanas hasta destruirla.127

La segunda fase de la invasión mongola empezó a principios de 1239; el 3 de marzo

un contingente tomó Pereyaslavl y le prendió fuego. Poco después de que Pereyaslavl

cayera, Mijaíl fue a Kamianéts128

y organizó una evacuación general de su corte de

Kiev. Sin embargo, Yaroslav Vsévolodovich sitió Kamianéts, capturó a la esposa de

Mijaíl y saqueó varios tesoros, pero Mijaíl escapó de todo y volvió a Kiev. Cuando Da-

nílo Románovich supo que su hermana (esposa de Mijaíl) estaba cautiva, le pidió a Ya-

roslav que se la mandara con él.

En el otoño de 1239, los mongoles, que habían ocupado Chernígov el 18 de octubre,

enviaron mensajeros proponiendo la paz, pero Mijaíl se negó a someterse a sus condi-

ciones. Durante la primera mitad de 1240, Batu Kan envió a Möngke129

a explorar Kiev;

cuando sus mensajeros fueron a Mijaíl por segunda vez, tratando de convencerlo para

que se rindiera, Mijaíl desafió al kan matando a los enviados. Las fuerzas de la Rus en

las que Mijaíl todavía podía confiar eran su propia druzhina130

y la milicia kievita, por

lo que Mijaíl huyó a Hungría.

En el caos que precedió a la invasión en el margen derecho del río Dniéper, príncipes

menores y boyardos tomaron ventaja de las oportunidades que se les presentaban para

hacerse con el poder. Rostislav Mstislávich sitió Kiev, pero fue derrotado por Danilo

Románovich.

Mientras tanto, Mijaíl llegó a Hungría donde intentó arreglar un matrimonio entre su

hijo Rostislav Mijáilovich con la hija del rey Bela. A la luz de la difícil situación de Mi-

jaíl, el monarca húngaro no venía ninguna ventaja para tal alianza y expulsó de Hungría

a Mijaíl y a su hijo. En Mazovia recibió Mijaíl una cálida bienvenida de su tío, pero de-

126

Principado existente desde 1078, al separarse del de Chernígov. Es posible que el príncipe Yuri Íngva-

revich de Riazán enviara a su hermano, Íngvar II Íngvarevich a Chernígov pidiendo ayuda a Mijaíl, pero

éste no envió tropas a los asediados príncipes.

127

Evidencias arqueológicas demuestran también que los dominios de Mijaíl, Mosalsk y Serensk, su-

frieron el mismo final destructivo.

128

Parece ser.

129

Nieto de Gengis Kan, hijo de Tolui y hermano de Hulagu y de Kublai Kan. Es conocido por haber

participado en las campañas mongolas contra los cumanos y los alanos, en las invasiones mongolas de

Rusia y Europa oriental.

130

Tropas selectas y de guardaespaldas.

~ 42 ~

cidió que el siguiente curso de acción era buscar reconciliación y enviar mensajeros a su

cuñado Danilo. Mijaíl prometió no enemistarse nunca más con Danilo Románovich y

abjuró de intentar tomar en el futuro Hálych. Danílo lo invitó a Volynia, le devolvió su

esposa y le cedió el control de Kiev. Frente al ataque mongol, sin embargo, Mijaíl no

volvió a Kiev pero permitió a los hombres de su cuñado permanecer allí.

Hacia finales de 1240, Batu Kan cercó Kiev con sus tropas, y la ciudad cayó el 6 de

diciembre. Al enterarse de la suerte de Kiev, Mijaíl se retiró de Volynia y por segunda

vez acudió a la gracia de su tío materno. Cuando, sin embargo, los mongoles amena-

zaban Mazovia, viajó al oeste, a Wroclaw,131

en Silesia.132

A medida que su caravana

pasaba por el noroeste, llegaron a Środa, donde sus habitantes atacaron el cargamento

de Mijaíl; saquearon sus bienes y mataron a un gran número de personas, incluida su

nieta. Los mongoles invadieron Silesia; y Mijaíl, luego de pasar por Volynia y por tie-

rras polacas, volvió a Mazovia.

Durante la primavera133

de 1241 consideró Mijaíl llegado el momento más seguro pa-

ra retornar a casa. Se detuvo en la devastada ciudad de Volodímir-Volinski,134

cabalgó

al nordeste de Pinsk135

y luego viajó hacia abajo del río Prípiat136

hasta Kiev. Pero le fue

imposible volver a su corte en la ciudadela kievita, porque un oficial de Batu Kan se ha-

bía aposentado en ella.137

Por eso fue a residir a una isla cerca de Podil.138

Hay que des-

tacar, significativamente, que los hombres de Batu Kan no se habían opuesto a su lle-

gada.139

Al enterarse de que Bela IV había dado su hija en casamiento a Rostislav Mijáilovich

(que había huido a Hungría) en 1242, Mijaíl, su padre, creyó que sus esfuerzos por for-

mar una alianza con la húngara Casa de Árpad finalmente se habían realizado. Por lo

tanto, cabalgó decididamente hacia Hungría, esperando negociar los acuerdos que co-

múnmente acompañan dichas alianzas. Sin embargo, sus esperanzas se vieron frustra-

131

La ciudad polaca de Breslavia.

132

Región histórica de Europa nororiental.

133

En fecha imprecisa.

134

Noroeste de Ucrania.

135

En Bielorrusia.

136

Uno de los principales afluentes del río Dniéper, el más importante por cuenca, que discurre general-

mente en dirección este a través de Bielorrusia y Ucrania.

137

Probablemente.

138

Raión de Podil, un barrio histórico de la ciudad de Kiev.

139

Los mongoles estuvieron bien dispuestos a dejar que los príncipes y grandes refugiados rusos, sin

ninguna obstrucción ni impedimentos, regresaran a sus ciudades.

~ 43 ~

das: el rey y su hijo lo rechazaron cuando llegó a la corte húngara. Mijaíl, enfurecido

con su hijo, volvió con las manos vacías, y desengañado, a Chernígov.

Mientras tanto, Batu Kan ordenó a todos los príncipes visitar Sarái y pagarle los co-

rrespondientes tributos. El príncipe Yaroslav Vsévolodovich de Súzdal fue el primero

en responder a la convocatoria: a principios de 1243, viajó a Sarái, donde Batu Kan lo

designó príncipe de mayor rango en el Rus. Luego de volver a Súzdal, envió a su co-

mandante a gobernar Kiev. En consecuencia, en algún momento de la segunda parte del

año, Mijaíl abandonó su corte en la isla debajo de Kiev y volvió a Chernígov. Pero in-

cluso allí su autoridad era insegura: como todos los demás príncipes del Rus, tenía que

obtener la patente de Batu Kan (su yarlik) para gobernar su patrimonio y sus dominios

legítimos.

A finales de 1245, sólo Mijaíl entre los tres principales príncipes no se había doble-

gado ante el conquistador-invasor mongol. Al final, Mijaíl fue a tiempo para prevenir un

ataque de castigo contra su dominio; su nieto, Boris Vasílkovich de Rostov, lo acom-

pañó.

Cuando llegaron a Sarái, Batu Kan envió mensajeros al campamento de Mijaíl con

instrucción de venerar y rendir culto a sus dioses, de acuerdo a las leyes mongolas, arro-

dillándose frente a fuegos sagrados e ídolos. Mijaíl accedió a inclinarse con respetable

veneración ante el kan, pero insultó a los mongoles negándose a obedecer su orden de

venerar ídolos. Enfurecido por la réplica del príncipe, Batu Kan ordenó darle muerte.

Fue torturado y muerto, lo mismo que luego también su boyardo Teodoro. He aquí el

relato:140

Cuando Miguel, uno de los príncipes de Rusia, fue a someterse a Batu, los tár-

taros intentaron primero hacerlo pasar por dos fuegos. Luego de esto le dijeron

que debería inclinarse ante Gengis Kan, pero él replicó que con gusto se inclina-

ría ante Batu y sus siervos pero no ante la imagen de un hombre muerto porque

eso es impropio de un cristiano. Cuando se le dijo repetidamente a través de su

hijo Yaroslav que debía inclinarse, y él aún se negaba, Batu ordenó asesinar al

príncipe Miguel si no se inclinaba. El príncipe Miguel de Chernígov pasó entre

fuegos de acuerdo a una antigua tradición turco-mongola. Batu Khan envió a

apuñalarlo a muerte por su rechazo a rendir homenaje en el santuario de Gengis

Kan en el ritual pagano impuesto por el conquistador. El príncipe replicó que

“prefería morir antes que hacer lo que está mal”. Batu envió a Miguel con uno

de sus seguidores quien lo pisó en el pecho con sus botas hasta que el príncipe

murió. Mientras tanto el príncipe consolaba a uno de sus soldados que estaba

cerca de él diciéndole: “Sé fuerte, a decir verdad, también corta su cabeza con

un cuchillo”.141

140

Según la Primera Crónica de Nóvgorod, la más antigua que reporta la noticia de estas muertes,

narrando que sus cuerpos fueron tirados a los perros; pero como signo de favor divino, los cadáveres no

fueron molestados, siendo rodeados por columnas de fuego.

141

Giovanni da Pian del Carpine (misionero franciscano, muerto en 1252): La historia de los mongoles a

quienes conocemos como tártaros.

~ 44 ~

La gente del Rus, como se recoge en crónica, reconoció como martirial la muerte de

Mijaíl y de Teodoro. En consecuencia, sus cuerpos fueron llevados más tarde a Cherní-

gov, siendo enterrados en una capilla dedicada a ellos en la catedral de San Salvador.142

Del matrimonio de Mijaíl de Chernígov, y de su descendencia, podemos decir que es-

tuvo casado con Elena (o María) Románovna, hija del príncipe Román Mstislávich de

Hálych y de su esposa Predslava Riúrikovna de Kiev, siendo esta su descendencia: Feo-

dula Mijáilovna,143

Rostislav Mijáilovich (sucesor y heredero),144

María Mijáilovna,145

Román Mijáilovich,146

Mstislav Mijáilovich,147

Simón Mijáilovich148

y Yuri Mijáilo-

vich.149

142

Su esposa le sobrevivió y promovió su culto. Su hija María y los hijos de ésta, Boris y Gleb Va-

sílkovich, inauguraron la fiesta de los realizadores o hacedores de milagros de Chernígov, el 20 de sep-

tiembre, y construyeron una iglesia en su honor. Su hermana, Feodula, que se había convertido en la

monja Eufrosina, también adentró el culto a juzgar por un relato del siglo XVII que cuenta de la exis-

tencia de una capilla de madera en Súzdal dedicada a ellos.

El culto fue aprobado oficialmente en 1547. Cuando Chernígov fue ocupada por los polacos, en 1578, el

zar Iván IV el Terrible hizo llevar las reliquias de los dos Santos a Moscú, a la catedral de San Miguel

Arcángel. Particularmente en tiempos de opresión, estos mártires han sido considerados por los rusos

como representantes o referentes especiales, significativos como intercesores ante Dios.

143

Nacida en 1212 y muerta en 1250. Se hizo monja con el nombre de Eufrosina.

144

De quien hemos ido contando cuanto correspondía. Cuando no pudo consolidar su poder en Hálych,

fue a la corte húngara del rey Bela IV y se casó con Ana, su hija. Muere en 1262.

145

Esposa del príncipe Vasílko Konstantínovich de Rostov. Muere en 1271.

146

Príncipe de Chernígov y Briansk.

147

Príncipe de Karachev y Zvenígorod.

148

Príncipe de Glújov y Novosil.

149

Príncipe de Torusa y Bryansk.

~ 45 ~

BURGOS (REINO DE Castilla)

ÓBITO DE JUAN, PRELADO Y CANCILLER DE CASTILLA

En Burgos, a 1 de octubre, murió Juan, su obispo,150

que fue también canciller de

Castilla.151

Fue uno de los enviados como delegado hispano al Concilio IV de Letrán en

1215, siendo confirmado desde entonces como canciller regio castellano, secretario de

Fernando III sobre todo a partir de 1217. Sustituyó a los arzobispos de Toledo y San-

tiago de Compostela como Canciller Mayor de Castilla y León en 1231, año en el que

fue nombrado obispo de Osma.

Acompañó a Fernando III en sus campañas de 1235 y 1236 en cruzada contra los al-

mohades de Al-Ándalus. Estuvo en la reconquista de Córdoba y consagró al culto cató-

lico su catedral en la famosa mezquita mayor.

En 1237 fue elegido obispo de León (ocupando la diócesis vacante tras la renuncia del

obispo Arnaldo), aunque no llegó a tomar posesión, pese a que el Papa Gregorio IX

(1227-1241) aprobó la elección, ya que se opuso a ella el rey Fernando III. En 1241, tras

haber sido obispo de Osma,152

derivó su nombramiento a la sede episcopal de Burgos,

sucediendo al importante y célebre obispo Mauricio (1213-1238) y siendo sucedido

ahora por Aparicio.153

Fue autor de la Chronica latina regum Castellae (Crónica de los reyes de Castilla)

redactada entre los años 1223-1237.

150

Conocido también como Juan de Soria, Juan de Osma, Juan Díaz, Juan Domínguez o Juan Ruiz de

Medina. Fue obispo de Burgos desde 1240, habiendo sido antes obispo de Osma (1231-1240). Otros

fueron también sus cargos eclesiásticos.

151

Al menos desde 1211, sucediéndole el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada en 1239.

152

Sucediéndole Pedro de Pañafiel, muerto también en este año 1246, siendo sucedido por Gil de Villa-

sandino (1246-1261).

153

De pontificado que perdura hasta 1257.

~ 46 ~

PRINCIPADO DE Lieja (SACRO IMPERIO ROMANO

GERMÁNICO)

MUERTE DE ROBERTO DE THOURETTE,

PRÍNCIPE-OBISPO DE LIEJA

El 16 de octubre murió Roberto de Thourette, príncipe-obispo de Lieja154

desde 1240,

habiendo sido antes (entre los años 1232-1240) obispo de Langres (Francia).155

Consagró preciosos y prestigiosos altares, entre otros a la Virgen María (en Tonge-

ren,156

año 1242). En 1245 participó en el Concilio I de Lyon.

La muerte le sobrevino al príncipe obispo Roberto en su castillo de Fosses-la-Ville.157

154

Formando parte de la actual Bélgica.

155

Las informaciones sobre su vida y cargos son escasas, y nos las consideramos de trascendencia o im-

portancia en este cronicón. Pero es conocido por instaurar en Lieja la celebración festiva del Corpus

Christi, tan promovida por la monja Santa Juliana de Cornillón (o de Lieja), muerta en 1258. Será en-

tonces cuando tratemos de este asunto, interesante desde el punto de vista de la historia eucarística.

Juliana de Lieja se conmemora en el santoral el 5 de abril.

156

Bélgica.

157

En la actual provincia de Namur (Bélgica). Hubo sede vacante por casi un año después, pues era difí-

cil una elección entre una docena de candidatos, todos ellos en competición como hijos de condes.

~ 47 ~

MONASTERIO DE SANTA MARÍA LA REAL DE LAS HUELGAS

EN BURGOS (REINO DE CASTILLA)

ÓBITO DE LA REINA MADRE DOÑA BERENGUELA DE CASTILLA

En su retiro monástico de Santa María la Real de las Huelgas, en Burgos, el 8 de no-

viembre de este año 1246, murió y recibió posterior sepultura la reina madre doña Be-

renguela de Castilla. Tenía 66 años de edad. Como sabemos, supo asumir su ascenso al

trono Castilla, del que abdicó a favor de su hijo Fernando III, al que apoyó también sa-

bia y prudentemente en el logro del trono leonés.

La reina Berenguela había nacido en Segovia, en 1180. Era la hija mayor del rey

Alfonso VIII de Castilla158

y de su esposa la reina Leonor Plantagenet, hija del rey En-

rique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania. El nacimiento un año después que ella

de un heredero, Sancho, la reemplazó por muy poco tiempo de la línea sucesoria, pues

Sancho, como podemos recordar, murió siendo todavía un niño.

Ante la perspectiva de no engendrar a un nuevo varón, el rey Alfonso VIII decidió

afianzar su sucesión en la figura de su hija Berenguela. Lo primero que hizo fue elegir

un esposo de fuerte relevancia en defensa de los derechos dinásticos y prerrogativas de

su esposa. Así, en 1188, cuando Berenguela era una niña, todavía con 7 años de edad,

fue desposada con el Hohenstaufen duque Conrado II de Suabia, hijo (el quinto) del em-

perador germano Federico I Barbarroja. La ceremonia inicial de este compromiso se

tuvo en Carrión,159

donde ambos contrayentes fueron jurados como herederos al trono

castellano.160

Conrado volvió a su Alemania natal a la espera de que su pequeña pro-

metida esposa se convirtiera en mujer para serlo del todo. Pero nunca más volvieron a

verse. Pasó que transcurrieron los años, y no sólo desaparecieron los intereses políticos

158

Hijo de Sancho III de Castilla (muerto en 1158) y de Blanca Garcés de Navarra (muerta en 1156).

159

Carrión de los Condes (Palencia).

160

El primer compromiso matrimonial de Berenguela con el duque de Suabia, Conrado de Rothenburg,

se acordó en 1187. Al año siguiente, en Seligenstadt (Alemania), se firmó el contrato matrimonial, in-

cluyendo una dote de 42.000 maravedíes, tras lo cual Conrado marchó a Castilla, donde se celebraron los

esponsales, en la mencionada localidad de Carrión de los Condes (Palencia), en junio de 1188.

~ 48 ~

iniciales de ambas familias, sino que fue la propia Berenguela quien rechazó contraer

matrimonio con Conrado.161

En 1197, cuando la joven heredera había cumplido 17 años de edad, contrajo matri-

monio con el rey Alfonso IX de León,162

celebrándose la boda en Valladolid, supo-

niendo esta unión una ocasión importante y propicia para acabar posiblemente con los

conflictos fronterizos que desde hacía años se sucedían entre los dos monarcas, de las

respectivas coronas leonesa y castellana. Pero el matrimonio, que podía garantizar una

paz duradera entre Castilla y León, fue censurado y sancionado en 1204 por el Papa Ino-

cencio III, quien ordenó su anulación porque Alfonso IX y Berenguela eran parientes en

tercer grado.163

A pesar de la nulidad matrimonial decretada, el Papa aceptó considerar como legíti-

mos a los cuatro hijos que la pareja tenía, entre ellos, el que vendría a ser rey Fernando

III.164

Y separada de su marido, Berenguela marchó a Castilla, junto a sus padres, dedi-

cándose al cuidado de sus cuatro hijos.

En aquel mismo año 1204, Alfonso VIII y su esposa Leonor tuvieron el ansiado here-

dero varón, el futuro Enrique I de Castilla. Cuando diez años después, en 1214, murie-

161

El 29 de noviembre de 1189 nació el infante Fernando (que luego murió en 1211), lógicamente de-

signado heredero al trono, de modo que el emperador Federico, viendo frustradas sus aspiraciones en

Castilla, perdió todo interés en mantener el compromiso de su hijo con Berenguela y los esponsales

fueron cancelados, a pesar de la dote de 42.000 áureos de la infanta. Conrado y Berenguela jamás

volverían a verse. Berenguela solicitó al Papa la anulación del compromiso, seguramente influida por

agentes externos, como muy particularmente tal vez por su abuela Leonor de Aquitania, a quien no gus-

taba ni interesaba para nada tener a un Hohenstaufen en la vecindad de sus feudos franceses. Pero estos

temores se verían posteriormente neutralizados cuando el duque fue asesinado en 1196.

Conrado, con fama de libertino y bellaco, fue asesinado en Durlach (actualmente un barrio de Karls-

ruhe, en el suroeste de Alemania), el 15 de agosto de 1196, siendo el asesino, presuntamente, el marido de

una mujer a la que Conrado había violado. Otra historia o versión cuenta que Conrado fue mordido en el

ojo por una doncella a la que estaba tratando de violar, muriendo como consecuencia de la infección.

162

De edad de 26 años.

163

De Berenguela y Alfonso IX nacieron cinco hijos, de los que Leonor, la primogénita, murió muy pe-

queña, en 1202. En 1204, el Papa Inocencio III (1198-1216) anuló el matrimonio alegando el parentesco

de los cónyuges, a pesar de que Celestino III (1191-1198) lo había permitido en su momento. Esta era la

segunda anulación matrimonial para Alfonso IX y ambos esposos solicitaron con gran vehemencia una

dispensa para permanecer juntos. Pero el Papa Inocencio fue uno de los más duros en cuestiones matri-

moniales, así que se les denegó cuanto suplicaban, aunque consiguieron que su descendencia fuese re-

conocida como legítima.

164

Los hijos fueron éstos: Leonor (nacida en 1198 y muerta niña, en 1202), Constanza (nacida en 1200 y

muerta en 1242, monja en el monasterio burgalés de Santa María la Real de las Huelgas), Fernando

(nacido en 1201 y muerto en 1252, el rey Fernando III el Santo), Alfonso (nacido en 1202 y muerto en

1272, señor de Molina y Mesa por su primer matrimonio con Mafalda González de Lara, casado también

en segundas nupcias con Teresa González de Lara, y una vez más en terceras nupcias con Mayor Alfonso

de Meneses, de la cual nacerá María de Molina, que será esposa del rey Sancho IV de Castilla, reinante

hacia finales del siglo XIII) y Berenguela (nacida en 1204 y muerta en 1235, casada con Juan de Brienne,

rey-regente de Jerusalén y co-emperador latino de Constantinopla).

~ 49 ~

ron los reyes castellanos,165

Enrique accedió inmediatamente al trono. Antes de morir,

Leonor dejó en manos de su hija Berenguela la tutela de su hermano pequeño, de 10

años de edad entonces. Y así, cumpliendo los deseos de su madre, ejerció Berenguela

como regente de su hermano, hasta que pasó lo que pasó, como podemos recordar, que

Enrique murió accidentalmente en 1217.166

Enrique falleció el 6 de junio de 1217, tras recibir una herida en la cabeza por una teja

accidentalmente desprendida mientras jugaba con otros niños en el palacio del obispo de

Palencia don Tello Téllez de Meneses.167

El conde Álvaro Núñez de Lara se llevó el ca-

dáver de Enrique al castillo de Tariego168

para ocultar lo acaecido, aunque la noticia lle-

gó a Berenguela, con la consecuencia de que el trono de Castilla pasaba a ella, la cual

abdicó de reinar, a 2 de julio, cediendo la soberanía de Castilla a su hijo Fernando III.

Fue un acto de suma generosidad o de toda inteligencia política seguramente, por con-

siderar Berenguela, al ser mujer, que sería mejor entonces el reinado de un hombre que

afianzara de manera renovada y más cierta el linaje castellano-leonés.

No obstante, el hecho de que la reina abdicara no significó que abandonara el poder.

Fiel a su hijo, Berenguela estuvo siempre a su lado como consejera y ayudante del rey,

puede decirse que como una buena o excelente reina en la sombra (o no tan en la

sombra).169

Así lo demuestra el hecho de que ambos firmaron todos los documentos del

165

Se llevaron poco tiempo, como podemos recordar, en ese mismo año 1214. Enrique VIII murió entre

el 5 y el 6 de octubre y Leonor el 31 de octubre.

166

El reinado del joven Enrique I se abrió como período de regencia, primero bajo su madre Leonor y en-

seguida bajo su hermana Berenguela. Comenzaron entonces no pocos disturbios nobiliarios, propiciados

principalmente por la casa de Lara, viéndose Berenguela obligada a ceder la tutoría del rey y la regencia

del reino al conde Álvaro Núñez de Lara (muerto en 1218), al objeto de evitar conflictos civiles de mayor

gravedad en el reino.

En febrero de 1216, se celebró en Valladolid una curia extraordinaria a la que asistieron magnates

castellanos fieles a la regente como Lope Díaz II de Haro (muerto en 1236), Gonzalo Rodríguez Girón

(muerto en 1231), Alfonso Téllez de Meneses (muerto en 1230) y Álvaro Díaz de Cameros entre otros,

los cuales, con el apoyo de Berenguela, acordaron hacer frente común ante Álvaro Núñez de Lara. A

finales de mayo de ese mismo año, la situación se tornó peligrosa en Castilla para Berenguela, decidiendo

refugiarse, como bien sabemos, en el castillo de Autillo de Campos (Palencia), cuyo tenente era el noble

Gonzalo Rodríguez, y enviar a su hijo Fernando, el futuro rey, a la corte de León, con su padre, Alfonso

IX. El 15 de agosto de 1216 se reunieron todos los magnates del reino de Castilla para intentar llegar a un

acuerdo que evitase la guerra civil, pero las desavenencias fueron tales que llevaron a los Girón, los

Téllez de Meneses y los Haro a alejarse definitivamente del Lara.

167

Muerto en Jaén en este año 1246, como antes hemos contado.

168

Tariego de Cerrato (Palencia).

169

Destacó la mediación de Berenguela en 1218 cuando la intrigante familia nobiliaria de los Lara con el

antiguo regente, Álvaro Núñez de Lara a la cabeza, conspiró para que Alfonso IX de León, el padre de

Fernando III, penetrara en Castilla de modo que le arrebatase el trono a su hijo. Sin embargo, el falle-

cimiento del conde de Lara por entonces facilitó la intervención de Berenguela, logrando que padre e hijo,

como podemos recordar, firmaran el pacto de Toro (Zamora), a 26 de agosto de aquel año 1218, ce-

rrándose así los enfrentamientos castellano-leoneses.

~ 50 ~

reino y estuvieran siempre juntos en todos los actos públicos y de gobierno. Solamente

se separaban mientras Fernando marchaba a las campañas de reconquista o cruzada en

Al-Ándalus, siendo esos los muy amplios momentos en los cuales ejercía Berenguela el

poder con toda naturalidad y eficiencia.

Además de preocuparse bien de sus otros hijos, Berenguela veló por el linaje buscan-

do una buena esposa para Fernando, primero en la persona de Beatriz de Suabia170

y

posteriormente, tras la muerte de ésta, en Juana de Ponthieu.171

En 1224 logró la reina madre Berenguela el matrimonio de su hija menor, Berenguela,

con el viudo Juan de Brienne, rey de Jerusalén y emperador latino de Constantinopla

(muerto en 1237). Como podemos recordar, fue aquélla una maniobra que acercaba a

Fernando III al trono leonés, ya que Juan de Brienne era el candidato que Alfonso IX

había pensado para casar a una de sus hijas, hermanastras de Fernando. Al adelantarse

Berenguela, evitaba que dichas hijas de su anterior esposo (Sancha y Dulce, una de

ellas) tuvieran un marido que pudiera reclamar el trono leonés.

Pero seguramente la intervención más decisiva de Berenguela a favor de su hijo Fer-

nando se produjo en 1230, cuando falleció Alfonso IX y éste tenía designadas como he-

rederas al trono de León a sus hijas Sancha y Dulce, hijas del primer matrimonio con

Teresa de Portugal. La designación de Alfonso IX era del todo en detrimento de los de-

rechos del también hijo suyo (y de Berenguela) Fernando. Por eso Berenguela se reunió

en Benavente172

con Teresa, la madre de las infantas, consiguiendo la firma mutua de la

Concordia de Benavente, por la cual las infantas renunciaban al trono leonés a favor de

su hermanastro Fernando, a cambio de una sustanciosa cantidad de dinero y otras privi-

legiadas ventajas.

Así pues, cosa a destacar también de la reina madre Berenguela es la de haberse teni-

do que entender, casi enfrentada, con la otra reina madre, la de León, Teresa de Por-

tugal. Cuando en 1230 falleció Alfonso IX de León, se planteó el derecho de Fernando

III al trono de León, no siendo Fernando el único que aspiraba o enarbolaba sus dere-

chos a coronarse en el reino leonés. Sancha y Dulce, hermanastras, hijas habidas del que

En 1222, Berenguela intervino nuevamente a favor de su hijo al conseguir el convenio de Zafra (Guada-

lajara), la firma que puso fin al enfrentamiento con los Lara, concertándose el matrimonio entre Mafalda,

hija y heredera de Gonzalo Pérez de Lara, señor de Molina (Molina de Aragón, provincia de Guadala-

jara), y su hijo, hermano de Fernando III, Alfonso (en adelante Alfonso de Molina).

170

Hija de Felipe de Suabia, muerta en 1235, muerto en 1208, asesinado en Bamberg (Alemania). Beatriz

de Suabia era nieta de dos emperadores: el germano Federico I Barbarroja (muerto en 1190) y el bi-

zantino Isaac II Ángelo (muerto en 1204). El matrimonio de Fernando y Beatriz abría para Castilla des-

tacadas puertas en Europa. La boda se celebró el 30 de noviembre de 1219 en la catedral de Burgos.

171

Aunque el rey Fernando III (el Santo) había tenido suficiente descendencia de Beatriz de Suabia, se

cuenta que Berenguela quiso un segundo matrimonio de su hijo “con el fin de que la virtud del rey no se

menoscabase con relaciones ilícitas”. La elegida como esposa fue la francesa Juana de Ponthieu o de

Danmartin, favorita candidata de Blanca de Castilla, tía del rey Fernando III, hermana de su madre

Berenguela, reina consorte del rey Luis VIII de Francia (muerto en 1226) y madre de Luis IX (San Luis).

172

Provincia de Zamora.

~ 51 ~

fue primer matrimonio de Alfonso IX con Teresa de Portugal, matrimonio también anu-

lado desde la Santa Sede, reclamaron sus derechos sucesorios.

Fue la mediación entre las dos reinas madres la que evitó un conflicto armado, inter-

viniendo ambas reinas en la distensión y el entendimiento que pactaron. A cambio de

importantes rentas y beneficios, Sancha y Dulce renunciaron a reinar. Así, el 7 de octu-

bre de 1230, Fernando de Castilla era también proclamado igualmente rey de León. Fue

el final del reino de León, unido o anexionado definitivamente al de Castilla.

Podemos catalogar de excelente y virtuosa mujer a la reina Berenguela. Fue protectora

de monasterios y de cuantos asuntos eclesiásticos hubo de considerar. Supervisó perso-

nalmente las obras de las catedrales góticas de Burgos y Toledo. Del mismo modo, tam-

bién se preocupó mucho de la cultura y de la literatura, encargando al cronista y obispo

Lucas de Tuy173

un Chronicon Mundi comprendiendo una crónica sobre los reyes de

Castilla y León.174

Doña Berenguela, reina de Castilla

173

Muerto en 1249.

174

Haciendo mención de ella en sus obras el arzobispo toledano y destacado hombre regio don Rodrigo

Jiménez de Rada, cuya muerte será en 1247.

~ 52 ~

COLEGIATA DE SANTA MARÍA LA MAYOR EN VALLADOLID

(REINO DE CASTILLA)

BODA DE ALFONSO DE CASTILLA Y VIOLANTE DE ARAGÓN

Al día siguiente de Navidad, a 26 de diciembre, se casaron en Valladolid el infante

Alfonso de Castilla (25 años de edad) y Violante de Aragón (10 años de edad).175

La

iglesia escogida fue la colegiata de Santa María la Mayor.176

175

Serán padres de cinco hijos y seis hijas que ya mencionaremos y consideraremos. A pesar de la juven-

tud de Violante, se esperaba de ella que le diera descendencia a Alfonso sin demasiada tardanza, pero un

primer embarazo se hizo esperar. Tanto que Alfonso estuvo decidido a pedirle al Papa la anulación ma-

trimonial, alegando la esterilidad de ella, siendo entonces precisamente cuando quedó encinta. Se fue

demostrando que la dama no tenía nada de estéril. No olvidemos que tener hijos era en los tiempos me-

dievales elemento definitorio de ser mujer o desenvolverse como tal con el debido reconocimiento.

Según parece, cuando se daba por desgraciadamente perdido el matrimonio de Alfonso X con Violante,

sospechando que ésta no podía darle descendencia, se buscó una princesa noruega, llamada Cristina,

como alternativa o nueva opción de matrimonio, y Cristina viajó hasta Castilla. Entonces –evidente-

mente– los viajes eran largos y prolongados, de modo que cuando llegó la noruega a Castilla Violante ya

había dado a luz a Berenguela, su primera hija. Pero ya que Cristina había hecho tan fatigoso viaje y ya

estaba en Castilla, porque no se fuera de vacío o desilusionarla, se tuvo el acuerdo de casarla con el

infante Felipe, hermano de Alfonso y al que antes tenían destinado para que fuera arzobispo de Sevilla, de

quien ya contaremos la historia.

176

Esta colegiata fue construida por primera vez en estilo románico durante el último cuarto del siglo XI.

Después fue derribada para construir en su lugar una iglesia protogótica, en la segunda década del siglo

XI, aunque se mantuvo la torre de la anterior edificación, la misma que acabó desmontándose para que

ocupara su lugar la actual catedral de Valladolid, diseñada por Juan de Herrera (1533-1597) a finales del

siglo XVI.

Recordemos que en el año 1074 el conde Pedro Ansúrez recibió de Alfonso VI el señorío de la villa de

Valladolid. Hacia 1080 comenzó la construcción de la mencionada iglesia colegial, según carta de fun-

dación datada luego en 1095. No obstante, no es hasta el año 1100 cuando, según carta de donación,

dicho conde pone la colegiata a disposición de su abad, coincidiendo con el momento en el que las obras

estarían finalizadas. Hacia 1220, el entonces abad de la colegiata, don Juan Domínguez Medina, resolvió

sustituir la obsoleta edificación románica por otra de mayores proporciones y más adecuada a las cre-

cientes necesidades. Se derribó, pues, la antigua construcción y se procedió a erigir otra colegiata en un

estilo de transición al gótico, quedando en pie la torre. Ésta es de planta rectangular poco acusada y su

altura se ha visto reducida al haber sido desmochada. En origen sería muy parecida a la de la vecina igle-

sia de Santa María de la Antigua, de la que fue precedente y modelo, como lo fue también de la de San

Esteban de Segovia y otras más. Le faltarían, pues, los dos cuerpos superiores de arcos de medio pun-

to huecos y el chapitel piramidal que la remataba. El acceso a la iglesia se efectuaba a través de ella hasta

~ 53 ~

Antes de casarse con Violante, ya había sido tratado y convenido matrimonio del jo-

vencito Alfonso en dos ocasiones. La primera vez fue en 1234177

con la infanta Blanca

de Champaña, hija del rey Teobaldo I de Navarra. Posteriormente (segunda vez) fue con

Felipa de Ponthieu, hermana de su madrastra la reina Juana, para cuyo enlace emitió

dispensa el Papa Gregorio IX a 31 de agosto de 1237. Ambos compromisos quedaron

sin efecto y en 1240 ya había sido acordado su matrimonio con Violante, según consta

en el testamento del 1 de enero de 1241 del rey Jaime I de Aragón, donde se dice Ioles,

coniugi Alfonsi, primogeniti illustris regis Castellae.

Antes de casarse, ya estaba demostrada la capacidad de tener descendencia del joven

Alfonso, pues ya era padre de tres hijos, de tres mujeres distintas.178

Violante de Aragón, una hija (la mayor) de Jaime I de Aragón y de su esposa Violante

de Hungría, interesaba política y territorialmente como esposa del infante y heredero

Alfonso de Castilla, el cual había firmado en su momento (1244), como podemos re-

cordar, el Tratado de Almizra con su futuro suegro, cuando fijaron entre ellos las fronte-

ras de los reinos de Castilla y de Aragón.

Cabe destacar –lo reiteramos– que los detalles del casamiento habían quedado estipu-

lados por Jaime I de modo testamentario. Y dada la consanguineidad en cuarto nivel de

los cónyuges fue necesario obtener una dispensa pontificia que otorgó Inocencio IV.

que en época gótica se cerró ese paso por la construcción de una capilla adosada al lienzo occidental de la

torre por el exterior.

177

Cuando Alfonso tenía 13 años de edad.

178

Siendo éstos los siguientes, y sus respectivas madres:

De su tía María Alfonso de León, hija ilegítima del rey Alfonso IX de León y de Teresa Gil de Sove-

rosa, tuvo a Berenguela Alfonso.

De Elvira Rodríguez de Villada, hija de Rodrigo Fernández de Villada, tuvo a Alfonso Fernández el

Niño (1242-1281), señor de Molina y Mesa al casarse con Blanca Alfonso de Molina, bisnieta del rey

Alfonso IX de León.

Y de Mayor Guillén de Guzmán, guadalajareña, primera señora de Alcocer, Cifuentes, Viana de Mon-

déjar, Palazuelos, Salmerón y Vadesliras, hija de Guillén Pérez de Guzmán y de María González Girón,

tuvo a Beatriz, la cual heredó los señoríos de su madre y fue reina de Portugal al casarse con el rey Al-

fonso III de Portugal, en 1253.

Para completar todo esto, ir a Epílogo III.

~ 54 ~

Alfonso y Violante

Cristina, princesa noruega que hemos mencionado en anotación más arriba

(en 1257 se casará con el infante Felipe, que iba a ser arzobispo de Sevilla)

~ 55 ~

VILLA Y CASTILLO DE REINA (REINO DE CASTILLA)

RECONQUISTA Y DONACIÓN A LA ORDEN DE SANTIAGO

De mediados de este año 1246 se registra la donación por parte del rey Fernando III a

la Orden de Santiago de la villa y castillo o alcazaba almohade de Reina,179

lugar que se

considera definitivamente reconquistado por las tropas del rey castellano. La Orden de

Santiago convierte Reina en cabeza de una poderosa y extensa encomienda.180

179

En la provincia de Badajoz, por su Campiña Sur y Sierra Morena. El castillo o alcazaba se edifica so-

bre una bien elevada colina desde la que se domina una gran extensión de terreno. Al igual que la for-

taleza de Montemolín (más al oeste, en la misma provincia de Badajoz), servía de barrera defensiva frente

al empuje cristiano en reconquista, impidiendo el tránsito hacia el sur peninsular por Sierra Morena, res-

guardando sobre todo las ciudades de Córdoba y Sevilla.

La actual villa de Reina tuvo su origen en la antigua e importante localidad romana Regina Turdolorum,

en el cruce de las calzadas que unían Córdoba con Mérida.

Con el tiempo, disminuyó la importancia de la gran encomienda santiaguista de Reina, ya que Llerena,

en auge creciente, asumió muy destacada capitalidad santiaguista.

180

Ir a Epílogo IV.

~ 56 ~

MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE BUENAFUENTE DEL SISTAL

(REINO DE CASTILLA)

ACTUACIÓN DE DOÑA SANCHA GÓMEZ

Hubo en este año 1246 actuación de doña Sancha Gómez cediendo al abad de Santa

María de Huerta,181

de monjes cistercienses, el monasterio de Santa María de Buena-

fuente del Sistal,182

para ubicar a monjas cistercienses.

Recordemos cómo no hace tanto, el 16 de noviembre de 1243, el infante Alfonso de

Molina vendió el monasterio de Santa María del Sistal y todo su territorio a su suegra

doña Sancha Gómez,183

siendo el importe de cuatro mil (4.000) maravedíes alfonsíes,

poniendo la condición de que se creara allí un monasterio de monjas cistercienses.

Así pues, doña Sancha Gómez viene a ser la fundadora del nuevo monasterio, dotando

al mismo de manera digna y considerable, con tierras, casas y privilegios. Se resolvie-

ron impedimentos y, en este año, se firmaron acuerdos de tipo administrativo, pasando

el monasterio a ser filial del de Santa María de Huerta. El abad de este monasterio de

181

Provincia de Soria.

182

La Buenafuente del Sistal, donde se ubica este monasterio, está en el término municipal de Olmeda de

Cobeta (Guadalajara). Es un monasterio, de sobria arquitectura cisterciense, que se mantiene en la ac-

tualidad con una pequeña comunidad de monjas cistercienses, atendiendo el lugar como centro o casa de

espiritualidad y de atención a los más necesitados. El conjunto está rodeado de arboleda y vegetación,

formando un paisaje propio del Alto Tajo. En su origen, el monasterio fue de canónigos y monjes cister-

cienses y su fundación fue de carácter repoblador y fronterizo, como era habitual en la reconquista cris-

tiana medieval y como bien sabemos.

183

Como sabemos, el infante Alfonso, hermano de Fernando III, contrajo matrimonio en 1240 con Ma-

falda González de Lara (luego muerta en 1244), hija del tercer señor de Molina y Mesa Gonzalo Pérez y

de su esposa Sancha Gómez de Traba. Fruto de su matrimonio nacieron dos hijos: Fernando (nacido en

1242 y muerto en 1250, con 8 años de edad) y Blanca (nacida en 1243 y muerta en 1292, heredera del se-

ñorío de Molina en su momento, a la muerte de su padre en 1272).

En 1244 se casó Alfonso de Molina en segundas nupcias, con Teresa González de Lara (precisamente

muerta en este año 1246, con 26 años de edad), hija del conde Gonzalo Núñez de Lara, señor de Belorado

(Burgos), y de su esposa María Díaz de Haro y Azagra, de quien tuvo una hija: Juana Alfonso de Molina

(casada en 1269 con Lope Díaz III de Haro, señor de Vizcaya).

~ 57 ~

Huerta trajo para la repoblación un número significativo de monjas procedentes del mo-

nasterio cisterciense de Nuestra Señora de la Gloria en Casbas.184

184

Provincia de Huesca. Monasterio de monjas cistercienses fundado entre 1172 y 1173.

~ 58 ~

MORATALLA (REINO DE MURCIA – CASTILLA)

CONCESIONES POR LA ORDEN DE SANTIAGO

En este año 1246, habiéndose marchado de la murciana Moratalla la mayor parte de la

población mudéjar, la Orden de Santiago concede al lugar el ventajoso fuero de Cuenca

y cuantas beneficiosas prorrogativas se encartan.185

185

Cuentan las crónicas que hacia 1147, Yusuf ibn Hilal se sublevó en tierras de Castellón contra su

pariente Ibn Mardanis, apoderándose de tres castillos, entre ellos el de Moratalla, donde se hizo fuerte. El

conocido como rey Lobo (Mardanis) logró capturar al sublevado, exigiéndole la devolución del castillo de

Moratalla, so pena de saltarle un ojo. Ibn Hilal rehusó y Mardanis cumplió su amenaza. Llevado hasta las

murallas de la fortaleza, a cuyo cuidado había quedado la esposa de Hilal, Mardanis le exigió a ella la

entrega de la plaza o, de lo contrario, dejaría ciego a su marido. Ella no aceptó la propuesta y Mardanis

saltó el otro ojo a Ibn Hilal, dejándole ciego.

Tras la llegada de los musulmanes a la Hispania visigoda, distintos clanes bereberes se fueron repar-

tiendo por nuestro territorio y concretamente por las tierras murcianas. Se formaron grupos sociales y de

comunidades campesinas que se sujetaron al Hisn de Moratalla, centro administrativo y militar de la co-

marca. Algunos geógrafos musulmanes, como Al-Idrisi, en la descripción que hacen de la cora de Tud-

mir, ya refieren esta situación geográfica-administrativa.

Tras la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, el poderío de Al-Ándalus comienza a decaer. La Orden

Militar de Santiago, aprovechando la debilidad musulmana, llega a Segura de la Sierra (Jaén) y la

conquista. El Rey castellano Fernando III, en carta de donación, firmada en Burgos a 21 de agosto de

1242, concede Segura con todos sus términos a la Orden, aunque no los nombra. Sería al año siguiente, a

5 de julio de 1243, cuando en la carta de confirmación firmada por el infante don Alfonso (futuro Alfonso

X) aparezcan los nombres de Moratalla, Priego y Benizar como aldeas mudéjares dependientes de Segura

de la Sierra.

En 1245 se crea la encomienda y villa de Moratalla, segregándose de Segura de la Sierra, aunque la

población mudéjar se mantiene. Tras la repoblación del siglo XIII, y el reparto de tierras, muchas fueron

abandonadas ante la inseguridad de la frontera con Granada. La población mudéjar había huido y los

campos estaban prácticamente deshabitados. Las gentes se refugian en el castillo de Moratalla, dentro de

la villa. Para favorecer el poblamiento, la Orden de Santiago otorgó en este año 1246 privilegios y exen-

ciones, como todo lo previsto en el fuero de Cuenca. Pese al interés de la Orden, nadie quería arriesgarse

a vivir en zona de frontera, no obstante las ventajosas condiciones de la oferta.

La inseguridad es evidente fuera de los castillos, debido a las incursiones de los moros granadinos. Las

sierras de Moratalla fueron escenario de algunas razias. La pérdida cristiana de Huéscar (al norte pro-

vincial de Granada) en 1324 supondrá un acercamiento de las fronteras cristiana y musulmana. No obs-

tante, la debilidad de Al-Ándalus y las negociaciones de paz en Granada, en las que interviene como

mediador el comendador de Moratalla, Diego de Soto, por su conocimiento de la lengua y costumbres

musulmanas, parecen mejorar las cosas. A ello contribuye también la reconquista cristiana de Huéscar en

1488, con lo que desaparece otra vez la frontera y, con ello, el reinicio de las roturaciones y labores

agrícolas y ganaderas en los campos.

~ 59 ~

También las villas de la encomienda santiaguista de Socovos186

recibieron el fuero de

Cuenca.

186

Provincia de Albacete.

~ 60 ~

HISN CANIT (AL-ÁNDALUS)

INTENTO DE RECONQUISTA POR PARTE DE LOS CASTELLANOS

En este año 1246, las tropas castellanas del rey Fernando III llegaron a las mismas

puertas del Hisn Canit,187

lugar almohade andalusí que se halla a occidente del Guadal-

teba.188

Pero no lograron los castellanos la rendición de esta plaza y se marcharon de

momento. El objetivo principal de los cristianos es ahora el de apoderarse de Sevilla,

pero merodean por los diversos entornos, menoscabando resistencias y aglutinando apo-

yos, planteando las correspondientes tácticas y estrategias.

Sabemos que este castillo y su población estuvieron del lado del rebelde muladí Umar

ibn Hafsun (850-918). Después hubo muchas y variadas acometidas, diversas escara-

muzas y combates sobre el lugar, pasando de mano o bando según las circunstancias.

187

Actual Cañete la Real (Málaga), siendo Hisn castillo (que se encuentra restaurado) y siendo traducible

Canit o Qanit como caños, cañitos o cañetes. Aún existen los caños en los alrededores del casco urbano.

El apelativo o calificativo de Real se le añade tras una orden del rey Alfonso XI (1312-1350).

188

Un afluente del Guadalhorce, el principal río de la provincia de Málaga, que desemboca en el mar

Mediterráneo.

~ 61 ~

LÉRIDA (REINO DE ARAGÓN)

CONCILIO POR LO OCURRIDO ENTRE EL REY JAIME I

Y EL OBISPO BERENGUER DE CASTELLBISBAL

El 9 de octubre del año 1238 –recordemos–, el rey Jaime I de Aragón, habiendo re-

conquistado Valencia, entraba victorioso en la ciudad. Fue todo un paseo triunfal, un

vistoso y ocasional pasacalle, si tenemos en cuenta que ya desde el mes de septiembre

se entraba y salía libremente de la ciudad. Pero había que hacerlo a lo grande.

En cuanto Jaime tuvo en sus manos la reconquistada ciudad de Valencia, mandó puri-

ficar en ella su mezquita mayor, para adaptarla como catedral. Esto se hace echando pe-

rros por el recinto, al ser estos animales impuros para el Islam, de modo que lo que to-

can queda impuro y quienes los tocan, o pisan por donde pisaron, quedan impuros. Por

eso un lugar sagrado de los musulmanes queda profanado y desacralizado si lo pisan pe-

rros, animales impuros y repugnantes, que son representantes de los infieles en gene-

ral.189

Luego de lo de los perros, se limpió bien el recinto y se fue procediendo a darle al

edificio su advocación cristiana de iglesia católica.

Ante un icono de la Virgen María, pintada en madera, imagen que portaba el rey Jai-

me y que era de su propiedad,190

se celebró una primera misa consagrando el recinto co-

mo catedral, oficiándola el arzobispo de Tarragona, Pere (Pedro) de Albalat.191

Este ar-

189

Para el Islam más ortodoxo, el contacto con los perros invalida o anula el mérito de una oración o una

buena acción del musulmán, según afirma un controvertido hadiz o dicho de Mahoma / o a él atribuido).

Lo cierto es que los musulmanes en general no pueden ver a los perros, los odian, sin excepción, sin po-

der tocarlos o rozarse con ellos, ni reparando en la función o rol que desempeñen, por ejemplo como

guías de invidentes.

190

Según cuenta la tradición. La imagen de la Virgen permaneció en la catedral de Valencia hasta que la

quemaron los rojos en los lamentables sucesos de 1936. Aun así, existe una placa, de 1952, recordando el

hecho de la mencionada primera misa en la mezquita de Valencia convertida en catedral.

191

Fue, entre otras cosas, obispo de Lérida (1236-1238) y arzobispo de Tarragona (1238-1251, el año de

su muerte). Destacó en su pontificado la restauración de la diócesis de Valencia tras su reconquista. He-

mos de considerar también sus pleitos al respecto con el arzobispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada.

Igualmente hubo de ocuparse del cisma habido en Pamplona tras la muerte del obispo Pedro Ramírez de

Pedrola, en 1238, y los enfrentamientos con el rey navarro Teobaldo I cuando expulsó al obispo Pedro

Jiménez de Gazólaz (1242-1266). En su lucha y medidas contra las herejías, principalmente albigense,

convocó y celebró varios concilios.

~ 62 ~

zobispo fue quien ayudó a Berenguer de Castellbisbal,192

quien en principio fue el ele-

gido por Jaime I para ocupar la sede de Valencia y organizar la restaurada diócesis.

Como podemos recordar, sobre la colina que domina la muy destacada ciudad de Léri-

da, donde palacio regio y catedral tienen total vecindad, el 18 de octubre de 1243, ocu-

rrió algo insólito: pudo verse al rey Jaime I de Aragón, home de fembres, haciendo pú-

blica penitencia, pidiendo perdón a todos en voz alta, para poder recibir la gracia de una

bula pontificia desde la Santa Sede y superar así la pena de excomunión personal en la

que había caído, incluyendo el interdicto de su reino con todos sus dominios, en peligro

de que cualquier monarca o estratega del entorno se adueñara de las riendas aragonesas,

si no lograba tal bula y perdón.

Reparemos acerca de qué es lo que pasó para que el rey tuviera tan terribles y horri-

bles apuros y posibles castigos. ¿Qué había hecho? Pues ordenar en su día que al obispo

Berenguer de Castellbisbal le cortaran la lengua por haber desvelado al Papa Inocencio

IV secretos oídos en confesión por boca del propio rey. El secreto era muy importante:

el monarca, casado con la reina Violante, había confesado sus amoríos constantes con

Teresa Gil de Vidaure, noble y muy bella. Más que un asunto de alcoba, tratándose de

un rey, era un problema de Estado, algo incluso peligrosamente puesto en manos del

Papa, en razón de cuya potestad se podrían declarar ilegítimos algunos de los infantes,

trastocándose así los planes dinásticos de la Corona.

La penitencia impuesta por el Papa obligó al rey a ciertas actuaciones en beneficio de

la iglesia de San Vicente en Valencia y a favor de algunas obras pías.193

Y el obispo

Berenguer de Castellbisbal, sin haber llegado a ocupar la sede valenciana, ejerció muy

limitadamente su ministerio episcopal, estando mudo, en la diócesis de Gerona.

Un concilio en Lérida trató de arreglar el conflicto, el lío que se armó, entre el rey

Jaime I y el que había sido su confesor, el obispo de Gerona Berenguer de Castell-

bisbal.194

192

Castellbisbal es localidad de la provincia de Barcelona.

193

También en beneficio de la cartuja que se encuentra en Puebla de Benifasar (Castellón). Ir a Epilogo

V.

194

El matrimonio que había habido en su momento, parece ser que secreto, entre Jaime I y Teresa Gil de

Vidaure, fue celebrado ante un testigo que después falleció sin que pudiera dar fe del mismo, cuando se

presentaron las correspondientes y reiteradas reclamaciones al respecto por parte de la Santa Sede, en el

deber de legitimar el vínculo y su descendencia, al igual que en lo que respecta al matrimonio de Jaime I

con Violante de Hungría (muerta en 1253). Las reclamaciones pontificias parece ser que se iniciaron ya

con total formalidad en 1254. Parece ser también, según algunas fuentes y crónicas, que el dicho testigo al

que nos referimos hubiera sido el obispo Berenguer de Castellbisbal, al que en su momento mandó Jaime

I que le cortaran la lengua.

¿Verdadero o falso? ¿Mito o realidad histórica? Lo curioso viene ahora. Quizás para acallar y com-

placer a Teresa, el rey le da en posesión lo que debería de ser el dominio principal de la familia. Curio-

samente, Jaime, hijo por aquel entonces ilegítimo de Jaime I, pasaría a heredar con la mayoría de edad lo

que consiguió su madre un 9 de mayo de 1255: el castillo y villa de Jérica (Castellón). ¿Este fue quizás un

acto para acallar a doña Teresa? Sin duda fue el primero de tantos actos hasta que el Papa Clemente IV

(1265-1268) consideró como verdadero matrimonio aquella relación, y así se hace constar en documento

de 17 de Febrero de 1266 con las siguientes palabras: “Aunque no haya sido un verdadero matrimonio,

~ 63 ~

Al rey Jaime I, cumplida o emprendida su penitencia, se le quitó la pena de exco-

munión y quedó absuelto por parte del Papa Inocencio IV, dotando también al hospital

valenciano de San Vicente y manteniendo una capellanía en la sede episcopal de Ge-

rona.

así, no obstante, se inició, para hacerse verdadero y consumado por la unión carnal”. ¿Qué hechos le

obligaron a decir esto al Papa Clemente IV?

Al parecer, en 1265 reconoció el rey Jaime I a Berenguela Alfonso, hija del infante Alfonso de Castilla,

a la cual hizo su amante relegando a Teresa a segunda plano. Doña Teresa, despechada, acudió al Papa

para legitimarse como esposa legal del rey, el cual adujo en contra que había contraído la lepra. Fuera

cierto o no, que según dicen los historiadores era una argucia de Jaime I, aquello terminó definitivamente

con la relación entre el monarca y la querida doña Teresa, la cual se retiró a la valenciana Zaidía, casa

palacio, que fue de Ibn Mardanis y que ahora se le concedió a ella, en fecha 5 de abril de 1260. Allí se

fundaría, en 1265, el ya desaparecido monasterio de Gratia Dei, cisterciense y para retiro de damas

nobles.

Allí murió y recibió santa sepultura doña Teresa Gil de Vidaure, siendo monja cisterciense, a 15 de julio

de 1285.

~ 64 ~

SAN JUAN DE ACRE (REINO DE JERUSALÉN)

MURIÓ ALICIA DE CHAMPAÑA Y JERUSALÉN,

REINA CONSORTE DE CHIPRE

Murió en este 1246 Alicia de Champaña y Jerusalén, reina consorte de Chipre entre

los años 1210-1218. Tenía 50 años de edad. Estuvo casada con Hugo I de Chipre

(muerto en 1218).195

Fue la hija de la reina Isabel de Jerusalén (muerta en 1205) y de su

tercer esposo Enrique II de Champaña (muerto en 1197). Alicia fue regente de Chipre

de su menor hijo en 1218, y regente nominal de Jerusalén por su sobrino nieto desde

1244. Junto con su hermana Felipa pasó parte de su vida luchando por la tierra natal de

su padre en Champaña, sobre otra rama de su familia.

Alicia de Champaña y Jerusalén, reina consorte de Chipre

195

Hugo I de Chipre y su hermanastra Alicia de Champaña y Jerusalén se casaron en Nicosia en sep-

tiembre de 1210. Nacieron tres hijos de este matrimonio: María (que fue la madre de Hugo de Brienne, en

línea de descendencia heredera), Isabel y Enrique.

~ 65 ~

SULTANATO SELYÚCIDA DE RUM

MURIÓ KAIKOSRU II

En el sultanato selyúcida de Rum196

murió Kaikosru II, reinante entre los años 1237 y

este 1246 en que muere. Fue el período histórico en el que se produjo, entre otras cosas,

la invasión mongola de Anatolia, de la que hemos de resaltar la batalla de Köse Dağ en

1243.197

Kaikosru era hijo de Kaikubad I (muerto en 1237) y de su esposa armenia, hija de Kir

Fard. Aunque Kaikosru era el mayor de los hijos, el sultán escogió como heredero suyo

al más joven, Izz al-Din, uno de los dos hijos que tuvo con una princesa ayubí. En 1226,

Kaikubad asignó a Kaikosru la recién anexionada ciudad de Erzincan. Junto al general

Kamyar, el joven príncipe participó en la conquista de Erzurum y más tarde en la de

Ahlat.

Entre los años 1236 y 1237, los mongoles, asistidos por los georgianos, devastaron los

campos de Anatolia hasta las murallas de Sivas y Malatya. Dado que los jinetes mongo-

les desparecieron tan pronto como llegaron, Kaikubad se movilizó para castigar a sus

aliados de Georgia. En cuanto el ejército selyúcida se aproximó, la reina Rusudan de

Georgia198

pidió la paz, ofreciendo a su hija Tamara en matrimonio a Kaikosru. El ma-

trimonio tuvo lugar en 1240.

A la muerte de Kaikubad (1237), Kaikosru se apoderó del trono con el apoyo de los

grandes emires del reino-sultanato. El hombre fuerte de los principios de su reinado fue

Sa’d al-Din Köpek, ministro de caza y de obras bajo el anterior sultán. Köpek sobresalió

en el asesinato político y trató de proteger su nueva influencia en la corte con una serie

de ejecuciones de quien pudiera oponérsele. En 1241 conquistó Diyarbakir arrebatando-

sela a los ayubíes.

Mientras los mongoles amenazaban los dominios del sultanato selyúcida de Rum des-

de el exterior, aparecía un nuevo peligro en el interior: un carismático predicador, Baba

Ishak, fomentó una rebelión entre los turcomanos de Anatolia.

Los nómadas turcomanos habían empezado a desplazarse por aquel territorio peninsu-

lar unos pocos años antes de la recordada batalla de Manzikert (26 de agosto de 1071).

Después de aquel año, la migración túrquica o turcomana pasó a ser más dificultosa.

Tanto por su cantidad como por el poder de persuasión de sus jefes religiosos, los nomi-

196

Que abarca gran parte de la actual Turquía, destacando los grandes dominios de Anatolia y también

territorios de Irán e Irak, siendo Konya (Iconio) la capital.

197

Destacamos que Kaikosru II fue el último sultán de su dinastía que ejerció un poder significativo. Mu-

rió como vasallo de los mongoles al ser derrotado por ellos.

198

Muerta en 1245.

~ 66 ~

nalmente islamizados chamanes conocidos como babas o dedes, tuvieron su importante

función en la conversión al Islam de la Anatolia cristiana. La persianizada clase militar

selyúcida invirtió un esfuerzo considerable en mantener a estos nómadas invadiendo zo-

nas habitadas por granjeros y hostigando a los estados cristianos vecinos. Los turco-

manos eran empujados hacia tierras marginales, en su mayoría montañosas y en regio-

nes fronterizas.

Baba Ishak era uno de aquellos líderes religiosos, pero a diferencia de sus predeceso-

res, cuya influencia se limitaba a pequeños grupos tribales, la autoridad de Baba Ishak

se extendía sobre una vasta población de los turcomanos de Anatolia.199

La revuelta de Baba Ishak comenzó200

en 1240, allá por la remota frontera de Kafar-

sud, al este de los montes Tauro,201

y rápidamente se extendió al norte de la región

de Amasya.202

Las tropas selyúcidas de Malatya y Amasya fueron aniquiladas, y pronto

el corazón o parte más nuclear del sultanato de Rum, las regiones en los alrededores

de Kayseri, Sivas y Tokat, estaban bajo el control de los partidarios de Baba Ishak.

Aunque el tal jefe fue asesinado, los turcomanos continuaron su rebelión contra la au-

toridad central selyúcida. Los rebeldes fueron finalmente acorralados y derrotados cerca

de Kırşehir.203

En el invierno de 1242-1243, los mongoles guiados por las órdenes de Baiju atacaron

la ciudad de Erzurum, que cayó sin ser asediada, y se prepararon para invadir Rum en la

primavera. Para hacer frente a la amenaza, Kaikosru reunió soldados de entre sus alia-

dos y vasallos.204

Al rey de Armenia205

le fueron requeridas 1.400 lanzas y otras 400 al

emperador griego de Nicea.206

Ambos monarcas se reunieron con Kaikosru en Kayseri

para negociar los detalles de la campaña. El emperador de Trebisonda207

contribuyó con

200 soldados, mientras que el joven príncipe ayubí de Alepo208

aportó 1.000 jinetes. A

199

No se conoce qué predicaba, pero su apropiación del título rasul, que normalmente se aplicaba a

Mahoma, nos sugiere algo parecido al considerado Islam ortodoxo.

200

Aproximadamente.

201

En el sur de Turquía.

202

Al norte de Turquía.

203

Entre finales de 1242 o principios de 1243.

204

Simón de San Quintín, un enviado del Papa Inocencio IV y cronista, de camino a la corte del Gran Kan

(Karakórum, en Mongolia), ofrece un relato (con los datos que se exponen a continuación) de los pre-

parativos del sultán.

205

Haitón I (1226-1270).

206

Juan III Ducas Vatatzés (1222-1254).

207

Manuel I Comneno (1238-1263).

208

Mahmud al-Malik al-Zahir (1241-1250).

~ 67 ~

estas fuerzas sumaba el sultán el ejército selyúcida y la caballería irregular turcomana,

aunque en ambos casos se habían debilitado a consecuencia de la revuelta de Baba Is-

hak.

El ejército, a excepción de los armenios que entonces estaban considerando aliarse (o

someterse) a los mongoles, se reunió en Sivas. Kaikosru y sus aliados partieron hacia el

este por el camino principal a Erzurum, encontrándose con los mongoles el 26 de junio

de 1243, en el paso de Köse Dağ, entre Erzincan y Gümüşhane. Una retirada fingida de

los jinetes enemigos desorganizó a los selyúcidas, provocando la derrota de Kaikosru.

El sultán recogió su tesoro y su harén en Tokat y huyó a Ankara, mientras que los mon-

goles tomaron Sivas y saquearon Kayseri, pero no pudieron avanzar sobre Konya, la ca-

pital del sultanato.

En los meses siguientes a la batalla de Köse Dağ, Muhadhdhab al-Din, visir de Kai-

kosru, marchó en busca del victorioso jefe mongol. Puesto que el sultán había huido, la

idea de la embajada parece haber sido una iniciativa propia del visir. Éste previno otro

devastador ataque mongol y salvó el trono de Kaikosru con las condiciones de vasallaje

y un tributo anual considerable, con cuya aceptación el sultán, con un disminuido poder,

pudo regresar a Konya.

Kaikosru II murió dejando tres hijos: ‘Izz al-Din Kaikaus (11 años de edad, siendo su

madre la hija de un sacerdote griego), Rukn al-Din Kilij Arslan (9 años de edad, siendo

su madre una mujer turca de Konya) y ‘Ala al-Din (Aladino) Kaikubad (7 años de edad,

siendo su madre Tamara, princesa georgiana).

El sultán había nombrado a su hijo menor, Kaikubad, como sucesor, pero como era un

niño débil, el nuevo visir Shams al-Din al-Isfahani ascendió a los dos hermanos meno-

res de edad de Kaikubad, Kaikubad II y Kilij Arslan IV, como cogobernantes, siendo

esto un intento de mantener el control selyúcida de Anatolia ante la amenaza mongola.

Aunque debilitado, el sultanato selyúcida se mantenía casi intacto a la muerte de Kai-

kosru en 1246. Los mongoles no pudieron hacerse ni con el tesoro del sultán ni con su

capital cuando tuvieron la oportunidad, y sus tierras escaparon de la peor de las de-

predaciones posibles. El verdadero golpe a la dinastía fue la incapacidad de Kaikosru II

de nombrar un sucesor competente. Con la elección de los tres jóvenes hermanos, el po-

der no pasó a los príncipes, sino a los administradores cortesanos.

Sorprende209

cierta acuñación de monedas del reinado de Kaikosru II. Entre los años

638-641 de la Hégira, equivalente a nuestros años cristianos 1240-1243, se acuñaron en

Sivas y Konya unas notables dírhams de plata con el nombre de Kaikosru representando

un león y un sol con rostro. Podemos señalar que, mientras las monedas con imágenes

no son desconocidas en tierras musulmanas,210

algunas tradiciones islámicas prohíben

ciertamente la representación de seres vivos. Son varias las explicaciones al león y el

sol. Una sugiere que las imágenes representan la constelación Leo, el signo zodiacal de

Tamara, la amada esposa del sultán Kaikosru. Otra explicación afirma que el león sim-

boliza a Kaikosru y el sol a Tamara.

209

A los historiadores y numismáticos.

210

Sobre todo después de las cruzadas.

~ 68 ~

Jinetes selyúcidas

Equipamiento militar de musulmanes (siglo XIII)

~ 69 ~

EPÍLOGO I

LA IGLESIA DE SANTA MARÍA LA REAL DE SASAMÓN (BURGOS)

~ 70 ~

Sasamón no queda lejos de la ciudad de Burgos y está próxima al Camino de San-

tiago. Ya se asentó ahí un antiguo asentamiento celtíbero, seguido de la romana Segisa-

ma Julia, enclave desde donde se dirigieron las guerras contra cántabros y astures a fi-

nes del siglo I.

Pero con la caída del Imperio Romano llegó también la decadencia del lugar, quedán-

donos sin noticias importantes hasta el siglo XI, con una población que fue recuperán-

dose paulatinamente, alcanzando la mayor prosperidad económica y artística en el XIII,

cuando se levantaba el monumento más destacado de la localidad, una sorpresa que se

explica porque en el siglo XI Sancho II el Fuerte estableció allí una sede episcopal, aun-

que a comienzos del siglo XII ya hubiera desaparecido, entregada dicha sede a Burgos

por el rey Alfonso VII el Emperador.

Así, la impresionante iglesia de Santa María la Real presenta las lógicas dimensiones

de una sede catedralicia que en la actualidad, fuera de contexto, resultan extrañas. Tiene

elementos arquitectónicos y escultóricos que abarcan desde su reedificación en el siglo

XIII, con obras realizadas sobre una primitiva iglesia bajo el patrocinio de la realeza,

cuando, paradójicamente, ya le había quitado el rango episcopal, hasta el siglo XVII.

Esta condición catedralicia es la que explica la presencia del escudo con cuatro mitras

y las siglas “E H O E C” en su sacristía, que hacen referencia a la leyenda “Ecclesia

haec olim ecclesia catedralis”: Esta iglesia en otro tiempo fue iglesia catedral.

El templo actual, construido cuando ya no era sede catedralicia, está rodeado de un

amplio atrio, antiguo cementerio parroquial, al que se accede por un arco con una Vir-

gen gótica construido en el siglo XVII.

~ 71 ~

La primera construcción se data hacia 1200, tratándose de una primitiva iglesia tardo-

románica de la que se conservan la fachada occidental, con portada con arquivoltas

apuntadas y capiteles con arpías bajo un rosetón que ilumina la nave central; hay otra

portada tapiada, visible desde el claustro, y distintos elementos escultóricos en este últi-

mo ámbito.

Recreación de cómo sería la primitiva iglesia

~ 72 ~

Fotografía de la fachada occidental de la iglesia, la más antigua, a mediados del

siglo XX, cuando el cuerpo de la iglesia todavía no tenía renovadas las cubiertas

~ 74 ~

A mediados del siglo XIII se decidió ampliar la iglesia acoplándola a los gustos góti-

cos, y de esa época es la portada en el crucero de la Epístola, con notables relaciones

respecto a la Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos.

Puerta del Sarmental de la Catedral de Burgos

Portada del crucero de la Epístola de Sasamón

~ 75 ~

Cuenta dicha portada con tres arquivoltas, con ángeles músicos en la más interna y los

Veinticuatro Ancianos del Apocalipsis tocando o afinando sus instrumentos en las dos

siguientes, tímpano con Cristo en Majestad mostrando el Libro de la Ley rodeado de los

símbolos del Tetramorfos y también de los Evangelistas en sí escribiendo sus respecti-

vos libros al dictado del Salvador, dintel con un Apostolado completo y parteluz, que en

este caso, en vez de representar a un obispo, como en Burgos, está ocupado por una

imagen de la Virgen con el Niño, de acuerdo a la advocación del edificio.

Detalle de las arquivoltas, con ángeles músicos y ancianos del Apocalipsis

Tímpano con Cristo en Majestad y dintel con el Apostolado

~ 76 ~

Parteluz con imagen de la Virgen con el Niño

~ 77 ~

En cuanto a las esculturas, a ambos lados del vano de acceso, son difícilmente identi-

ficables y parecen tener distintas procedencias, sin correspondencias de tamaños ni tipo

de labra.

Esculturas de la derecha

La planta definitiva del templo resulta extraña por haber sufrido diversas alteraciones,

de cruz latina con tres naves de cinco tramos, capillas adosadas a la nave de la Epístola,

crucero muy desarrollado, cabecera de cinco ábsides poligonales comunicados entre sí,

dependencias añadidas por detrás y torre campanario, adosada al brazo del crucero de la

Epístola.

Planta de Santa María la Real de Sasamón

~ 78 ~

La capilla de las Ánimas, en el brazo del crucero del Evangelio, y la de San Barto-

lomé, en el de la Epístola, bajo la torre campanario, ambas funerarias, datan de media-

dos del siglo XV. Y a comienzos del XVI, aprovechando el espacio entre los contra-

fuertes de la fachada sur, construidos en esa época para reforzar las cubiertas utilizando

sillares procedentes del desaparecido convento de San Miguel de Mazarreros, abando-

nado por esas fechas, se añadieron otras cinco capillas abiertas a la nave de la Epístola.

La portada de San Miguel, abierta a una de esas capillas, es también de esas fechas de

comienzos del siglo XVI, del estilo del taller de Simón de Colonia (1450-1511), tan di-

fundido en la zona. Está flanqueada por sendos pináculos que enmarcan un arco apunta-

do y arquivoltado, a su vez enmarcado por otro conopial rematado por unos ángeles te-

nantes con la leyenda “ESTA PORTADA Y CAPILLA SE ACABARON EN EL AÑO

1504”.

Portada de San Miguel

~ 79 ~

El acceso, con dos vanos mixtilíneos, cuenta con parteluz en el que aparece, bajo do-

selete, el escudo de los Reyes Católicos. Sobre todo el conjunto corre un friso que con-

forma una especie de alfiz, y el espacio entre el arco y el friso cuenta con varias escul-

turas dispersas que se cree que podrían proceder del mencionado convento de Mazarre-

ros, identificadas con los Santos Juanes, Fernando el Católico y el obispo de Burgos en

la fecha de ejecución de la portada, fray Pascual de Ampudia. Por encima, destacando

ocupando el eje, está el santo titular de la portada.

Ya a finales del siglo XVI y en adelante se construyeron la sacristía, un ámbito cua-

drado con bóveda estrellada, una destacada portada plateresca y una impresionante cajo-

nería del siglo XVIII con paneles llevando escenas del Ciclo de la Vida de la Virgen, las

estancias capitulares que rodean el ábside y el último cuerpo de la torre.

Bóveda estrellada de la sacristía

Portada plateresca en el interior de la sacristía

~ 81 ~

Panel con la Anunciación

La actual disposición interior cuenta con un muro que separa casi todo el cuerpo de la

nave del primer tramo de ésta, el crucero y la zona absidial, una extraña disposición que

se explica porque tras un incendio durante la invasión francesa, las bóvedas de las naves

se desplomaron y el resto del templo que quedaba en pie se aprovechó como iglesia pa-

rroquial pero cambiando el sentido y colocando el altar mayor en el crucero del Evan-

gelio.

~ 82 ~

Detalle de las cubiertas del crucero, conformado ahora como nave de la iglesia

~ 83 ~

Crucero de la iglesia, convertido en nave de la iglesia parroquial

La iglesia también conserva dos pilas bautismales. Una es románica, muy sencilla de

formas. La otra es renacentista y profusamente decorada con ocho escenas de la Vida de

Jesucristo, fechada en 1500 y atribuida también al círculo de los Colonia. En la actuali-

dad está en la capilla de San Bernabé, a la izquierda de la portada del crucero, a los pies

de la iglesia parroquial.

~ 84 ~

Pila bautismal renacentista

El púlpito es gótico. Presenta forma poligonal con los entrepaños centrales presentan-

do a los cuatro destacados Doctores de la Iglesia bajo doseletes de arco conopial angre-

lado y se apoya sobre una repisa con figuras de Santos.

También destacan los restos de un retablo datado hacia 1480 que muestra las caracte-

rísticas romanistas del ámbito de Simón de Berrieza y Miguel de Quevedo, el retablo de

Santiago de la última capilla de la cabecera, fechado a comienzos del siglo XVI y

relacionado con la escuela de Vigarny, y el retablo-hornacina del Crucificado, realizado

a mediados del siglo XVII por los ensambladores Juan de Valtierra y Diego de Arroyo y

el policromador Agustín Anguiano y que destaca por la imagen de Cristo crucificado

que acoge.

En una posterior restauración se cubrieron los tramos que estaban a cielo abierto y en

ese ámbito se ha ubicado un ecléctico museo parroquial con dos mosaicos romanos del

siglo III que hablan del esplendor de la ciudad en la Antigüedad, tapices flamencos, la

sillería del coro o abundantes piezas de imaginería entre las que destaca un San Miguel

Arcángel fechado en 1520, atribuido a Diego de Siloe y procedente de Villamayor de

Treviño, que lo ha cedido para que quede aquí expuesto.

~ 85 ~

Púlpito

El conjunto cuenta también con un claustro. Adosado al lado del Evangelio y atribui-

do a Juan de Colonia, sustituyó al anterior románico y se fecha a mediados del siglo

XV, habiendo estado plagado de enterramientos, tanto en arcosolios en las paredes co-

mo en sepulturas por el pavimento.

~ 86 ~

La mayoría de las bóvedas estaban caídas debido al incendio mencionado durante la

invasión francesa, pero también ha sido recientemente restaurado el conjunto imitando-

se los nervios de crucería con plementos de madera.

Fotografía antigua del claustro tras haber perdido las bóvedas

Panda oeste del claustro, con los arcosolios de enterramientos en el muro y la

reconstrucción de los nervios de las cubiertas en madera

~ 87 ~

Panda sur del claustro, donde se observan los contrafuertes de la iglesia

El claustro es un ámbito de planta poligonal que ha conservado amplios arcos apunta-

dos que también siguen el modelo de la catedral de Burgos, partidos en cuatro vanos

mediante tres esbeltos maineles, rica tracería que dibuja óculos polilobulados, con capi-

teles corridos profusamente decorados con vegetación entrelazada y figurillas de anima-

les.

Tracería gótica del claustro, con el crucero de la iglesia y la torre al fondo

~ 88 ~

Detalle de la decoración de los capiteles del claustro

Las ménsulas que recogían los nervios muestran variadas esculturas representando án-

geles, reyes y otros personajes.

Una de las ménsulas, con un ángel sosteniendo un blasón

~ 89 ~

En las pandas se distribuyen algunas esculturas románticas y góticas pertenecientes a

distintos momentos del edificio.

La geometría de Santa María la Real de Sasamón

La portada sur de Santa María la Real de Sasamón reproduce –algo más pequeña– la

portada del Sarmental de Burgos. La Geometría aparece en el personaje barbado que en-

seña a dos jóvenes, habiendo sido mutilado su compás.

Como Sasamón había sido sede episcopal, al perderla a favor de Burgos se recaudaron

fondos para compensar el traslado. De esta forma, una portada sapiencial dirigida a los

estudiantes de la escuela catedralicia se ve copiada miméticamente en un lugar cercano.

La portada tiene pequeñas variaciones respecto a la burgalesa, apareciendo la Geome-

tría igualmente en las arquivoltas externas de nuestra derecha, ahora ocupando la se-

gunda figura contando desde abajo en lugar de la cuarta.

~ 90 ~

EPÍLOGO II

EL CONTEXTO DE LA HISTORIA MEDIEVAL RUSA

Y LA MUERTE DE YAROSLAV II VSÉVOLODOVICH

¡Rusia! Para comprender verdaderamente la esencia de este grande y extenso país, se

impone conocer sus antecedentes históricos. Sólo se puede conocer un pueblo o nación

a través de la historia, haciéndolo de manera objetiva, auténtica, sin prejuicios. Atengá-

monos a los hitos más importantes o destacados que fueron marcando la historia de Ru-

sia, compuesta por unas maravillosas tierras de grandes pensadores, escritores, artistas,

pintores, compositores… que la han ido tejiendo y configurando, hasta llegar a nuestros

días y con proyección futura.

Digamos que la historia de Rusia, desde el siglo II, comienza con la llegada de dis-

tintos pueblos a sus tierras, pueblos que fueron derivando sobre todo en rusos, bielorru-

sos y ucranianos.

El primer estado propiamente dicho fue la Rus o principado de Kiev, hacia el año 860,

comenzando así la significativa fusión de la cultura eslava y la bizantina, fusión que se

prolongaría durante los siete siglos posteriores, de la Alta a la Baja Edad Media. En el

año 988 se adoptó allí la religión ortodoxa, el cristianismo oriental.

Finalmente la Rus se dividió repartiéndose en varios reinos o principados que compe-

tirían mutuamente por el control, entre compartido y exclusivo o excluyente, para aca-

bar bajo el dominio mongol, hecho más conocido como la “invasión tártara de los te-

rritorios rusos”.

A partir del siglo XIV, el principado de Moscú comenzará a hacerse con el poder

(prueba de ello será la victoria rusa contra los tártaros o mongoles en la batalla de Ku-

likovo del año 1380); y en el siglo XVI, con el zar Iván IV el Terrible, se pondrá fin a la

invasión mongola, comenzando la unificación territorial y nacional propiamente di-

chas.

Rusia tuvo dos momentos y ubicaciones geográficas. Primero destaca lo que se cono-

ce como Rus de Kiev, surgido en el siglo IX, que expandirá su influencia desde el Dnié-

per y el mar Negro hasta el golfo de Finlandia, y que sucumbirá en el siglo XIII ante las

invasiones mongolas. Fue la primera Rusia.

Después aparece la segunda Rusia, al norte, formada por diferentes principados que

con el tiempo irán adquiriendo mayor autonomía respecto a Kiev, que nunca fue la mis-

ma tras la devastación que sufrió a manos de Gengis Kan y los mongoles. Todos estos

principados norteños tenían una serie de características afines, como eran una cultura,

lengua y religión comunes, heredadas de la primera Rusia.

La situación de estos principados no era fácil, pues tenían que ingeniárselas para so-

brevivir en un clima adverso, ya que los mongoles eran dueños y señores de esta región

fronteriza entre Europa y Asia, región que conocemos actualmente como Rusia. Así, es-

tas pequeñas entidades políticas normalmente estaban sujetas al pago de tributos a los

diferentes kanes, que aplicaban la política del divide y vencerás.

~ 91 ~

Antes de continuar por esta exposición, hemos de recordar ahora que el gran Imperio

Mongol de Gengis Kan se había dividido a su muerte entre sus varios hijos; hemos de

saber también que la entidad política mongola a la que los rusos debían rendir cuentas y

pagar tributos era la llamada Horda de Oro, fundada por Batu Kan, hijo de Gengis, a

mediados del siglo XIII en torno a Sarái, una fastuosa ciudad que mandó construir en el

curso bajo del Volga.

Con el paso del tiempo, los habitantes de la Horda de Oro, así como de otros estados

herederos de los mongoles, al adquirir contacto con los pueblos túrquicos de las estepas,

y con otras poblaciones locales, perdieron, de alguna manera, su carácter étnico puro

exclusivamente mongoloide, y empezaron a ser conocidos como tártaros, una palabra

que puede considerarse o denotar una especie de cajón de sastre, pero que en general de-

signa a los pueblos de la estepa, independientemente del grado de organización política

que posean.

Así pues, rusos y tártaros comienza ahora uno de los episodios más apasionantes de la

Historia, un episodio que en el transcurrir del tiempo llevará a la conquista europea de

Siberia y a la creación del extensísimo y muy duradero Imperio Ruso.

La Horda de Oro estará en todo su apogeo a mediados del siglo XIV, cuando los

principados rusos se limitaban a pagar tributos a los mongoles para poder sobrevivir.

Los kanes normalmente exigían de estos príncipes que reconocieran su soberanía y que

recaudaran los impuestos entre su propio pueblo. Para que esto se cumpliera, había

guarniciones militares de la Horda en las principales ciudades rusas, bajo los baskaki o

agentes administrativos tártaros.

Los principados rusos, además de guardarse y vérselas con la Horda de Oro, tenían

que vérselas también con la necesidad de protegerse de sus enemigos polacos y lituanos,

potencias católicas que amenazaba por su flanco occidental.

Así pues, los rusos bajomedievales eran un conjunto de entidades políticas heterogé-

neas, entre las que destacaban las capitales-ciudades de Vladímir, Rostov, Tver o Nizhni

Nóvgorod; sin embargo, gracias a la pericia y buen hacer de sus gobernantes, y a sus

vínculos con la Iglesia Ortodoxa –aún con sede en la vieja Kiev– empieza a ganar pre-

ponderancia un principado sobre los demás, un principado que pronto será incluso capaz

de plantar cara a los todopoderosos tártaros: se trata de Moscú.

Los príncipes rusos prestaban vasallaje y rendían tributos a los poderosos tártaros de

la Horda de Oro. A ojos del kan, estas entidades políticas rusas conformaban la región

noroccidental de su Imperio Mongol, una región que venía a conocerse como Gran Prin-

cipado de Vladímir, siendo Vladímir ciudad a una buena distancia al este de Moscú. En

realidad, y a pesar de la supremacía del Gran Príncipe de Vladímir, los diferentes nobles

y boyardos o terratenientes de las distintas ciudades luchaban todos contra todos por la

supremacía en esta región, lo cual, por supuesto, favorecía a los intereses de la Horda,

pues mientras estuvieran divididos, nunca podrían encuadrar una acción militar contra

ellos.

A pesar de su situación subordinada, y a medida que la vieja Kiev decaía irremedia-

blemente, el Gran Principado de Vladímir experimentó cierto apogeo económico. Ser

súbditos de los tártaros de Sarái, la capital de la Horda, establecida en el bajo Volga,

permitía a los boyardos amasar grandes fortunas merced a los contactos comerciales que

~ 92 ~

obtenían, y que iban desde el Mediterráneo oriental y la Península Arábiga a la lejana

China. Eran grandes mercados, aptos todos ellos para colocar sus pieles y otros produc-

tos. Esta región, además, estaba situada en la línea de los grandes ríos rusos, auténticas

arterias que articulan todo el territorio, en donde destaca el Volga, y que dotan a la re-

gión de una inmejorable riqueza agrícola, motivo por el cual pronto empezaron a llegar

inmigrantes de la primera Rusia, de Kiev, hacia la segunda y más poderosa del Prin-

cipado de Vladímir, en donde, aparte de su capital, pronto brotaron otras prósperas ciu-

dades, y en donde andando el tiempo tomarán especial protagonismo, como ya señala-

mos, Nizhni Nóvgorod, Tver y Moscú.

Fueron precisamente las ciudades de Tver y Moscú las que más encarnizadamente lu-

charon por adquirir la supremacía dentro del Gran Principado, siempre bajo la supervi-

sión de los kanes mongoles, que elegían príncipes indistintamente, fueran de una u otra

ciudad, y no por favoritismos concretos, sino a fin de mantener divididos a los rusos.

Pero fue Moscú, a la larga, la que se llevó el gato al agua en su pugna por la hegemonía,

como consecuencia de varios factores: el primero de ellos tiene que ver con el carisma

de sus gobernantes, que si bien mantenían una actitud servil hacia los tártaros, por la

cuenta que les tenía, eran a la vez astutos y aprovechaban la menor oportunidad para

afianzar los intereses de Moscú –que luego serían los intereses de Rusia–. En este mo-

mento destaca la figura del moscovita Iván Danilovich, que tras una encarnizada lucha

con Tver, la ciudad rival, será elegido Gran Príncipe de Vladímir. Este personaje, que

históricamente se conocerá como Iván I,211

destacó por una administración muy eficaz,

que convertirá a Moscú en el centro de la política rusa.

Al factor mencionado, puede añadirse este otro: la urgente necesidad de los kanes en

contar de un poder fuerte en Rusia. Ya no querían aplicar la premisa “divide y vence-

rás”; ¿por qué?; pues por el surgimiento de un nuevo y poderoso enemigo al oes-

te, Lituania, que no ocultaba sus ansias expansionistas a costa de Rusia, apeteciendo la

zona noroccidental del Imperio Mongol, de la Horda de Oro.

El tercer factor que ayuda al ascenso moscovita tuvo que ver con la Iglesia Ortodoxa.

La sede metropolitana de la Iglesia de Rusia aún se encontraba en Kiev a principios del

siglo XIV. Sin embargo la decadencia de la ciudad del Dniéper era más que evidente en

esos momentos, sobre todo si la comparamos con las prosperas urbes del noroeste. La

Iglesia Ortodoxa rusa estaba supeditada al patriarca de Constantinopla, con parecidas

funciones que las del Papa de Roma para el mundo católico. Fue el patriarca Pedro de

Kiev quien se cambió a patriarca de Moscú en 1325, siendo metropolitano y primado

con preeminencia absoluta y definitiva sobre toda Rusia. Así pues, Moscú se afianzará

bajo el patronazgo de la Horda de Oro.

Los mongoles de Batu Kan, bajo el carismático general Subotai, saquearon también,

como sabemos, buena parte de Europa central, habiendo llegando hasta Austria; sin em-

bargo, cuando parecía que iban a plantarse en las orillas mismas del Atlántico, sucedió

la muerte del Gran Kan Ogodei. Estamos en diciembre de 1241, y tanto Batu Kan como

su general Subotai han de ir a China-Mongolia para asistir a la elección del nuevo Kan,

211

Reinante entre los años 1328-1340.

~ 93 ~

lo que conllevará, entre unas cosas y otras, que transcurran cinco años. Europa se había

salvado in extremis. Además, ningún mongol volvió a poner sus ojos tan a Occidente

nunca más. Así, la civilización feudal europea pudo proseguir su rumbo. Y en cuanto a

Rusia, aunque herida casi de muerte, como queda dicho, conservó su identidad y pudo

resurgir en las regiones norteñas del principado de Kiev, en torno a ciudades como Tver,

Moscú, Vladímir o Riazán.

Los sucesores de Batu Kan, que fueron su hijo Sartak y posteriormente su hermano

Berke, perdieron el interés por conquistar Europa occidental. Es decir, no veían con

buenos ojos una expansión cuando a todas luces las divisiones internas dentro del Im-

perio Mongol eran más que evidentes, así que prefirieron más bien consolidar sus terri-

torios.

Durante el reinado de Sartak, personaje con tintes legendarios, se consolida la llamada

Horda de Oro, que englobaba las hordas azul y blanca. Esta Horda comprendía la parte

occidental del disgregado Imperio Mongol, aquella que observaban los cristianos euro-

peos de entonces desde su flanco más oriental, ocupado, como sabemos por los rusos.

Los principados del viejo Rus por tanto, al igual que los reinos hispánicos del mismo

período, hacían de escudo y pantalla de la cristiandad frente a los bárbaros infieles.

Berke se convirtió al Islam, siendo éste un hecho significativo y de vital importancia,

pues todos los kanes de la Hora de Oro después de él profesaron esta religión.

Europa occidental, mientras tanto, no volvió a sufrir ataques mongoles. Fue, paradóji-

camente el mundo islámico, concretamente el dominio de los abasidas el que sufrió des-

de entonces la furia de los mongoles, llegando hasta Siria y Egipto, arruinando Bagdad.

Estas acciones fueron llevadas a cabo por otra rama mongola que nada tenía que ver con

la Horda de Oro, rama que acabó fundando el llamado ilkanato persa. Pero esta es otra

historia.

Mientras la Horda de Oro consolidaba su poder y establecía su capital en la fastuosa

Sarái, en el bajo Volga, el componente étnico mongol dejó de ser exclusivo, y acabó en-

globando a diferentes pueblos túrquicos de las estepas, convirtiéndose en tártaro. La

adopción del Islam les dotó asimismo de una identidad diferente a la de sus hermanos

de Oriente, asentados en China-Mongolia.

Ya sabemos, pues, de la forma de dominación que la Horda de Oro ejercía sobre los

rusos, y que se asemejaba bastante al neocolonialismo más actual o reciente. Las élites

prestaban vasallaje a los tártaros y se enriquecían enormemente recaudando impuestos

para ellos. Esta situación podría haberse prolongado ad infinitum, ya que los grandes

nobles vivían de acuerdo a su status y la Horda les dejaba relativamente en paz mientras

recibiera sus tributos puntualmente. Todos contentos, por lo tanto, claro está, menos el

pueblo o gente subyugada, la que es indiferente a estar bajo un yugo u otro.

En el contexto de un país que no tiene poder de decisión porque está en manos de un

poder extranjero, como era el caso de los principados rusos, es cuando se hace especial-

mente necesario el surgimiento de líderes capaces. Obviamente ninguno de estos gran-

des señores estaba tan loco como para enfrentarse al kan directamente, pero de ahí a la

cobardía suprema va un trecho. Leyendo las fuentes, no es difícil llegar a la conclusión

de que la mayoría de los boyardos pensaban más en su propio interés que en el de la na-

ción, y no les preocupaba lo más mínimo vender y sojuzgar a su pueblo con tal de man-

~ 94 ~

tener sus privilegios. Los kanes lo sabían y por ello cada vez que –digamos– aflojaban

un poco la cuerda, lo hacían alimentando la codicia inagotable de estos magnates rusos.

Así, les dieron el privilegio de la recaudación, de recabar impuestos para el kan, entre

otras cosas, ciertamente abusivas e injustas. Nadie parecía tener la idea romántica de li-

brarse del todo del yugo de la Horda de Oro, aunque fuese un sacrificio inmenso, ya que

los menos predispuestos a tales esfuerzos eran los propios nobles.

Pero en el mundo de las ideas, si hablamos de aquello que está más allá de lo tangible,

es inevitable citar a la Iglesia. Si alguien podía infundir en las gentes el sentimiento de

unidad, era ella. Esta institución, por supuesto, podía ser usada por los magnates para

infundir en el pueblo la resignación y la apatía, sin embargo la Iglesia rusa, que había

elaborado toda una teoría sobre la necesidad de mantener la pureza de la ortodoxia des-

de Constantinopla a Kiev y ahora a los principados del norte, y que pronto consideraría

a Moscú la tercera Roma, y único enclave cristiano verdadero (no olvidemos que Cons-

tantinopla estaba a punto de caer bajo los turcos y que en Roma imperaba la corrupción

más absoluta, con el cisma de Avignon a la vuelta), esta Iglesia no iba a permitir por

mucho tiempo la sumisión a los tártaros. Por ello, aquellos gobernantes moscovitas que

mejores relaciones tuvieron con los patriarcas, fueron aquellos que más éxito tuvieron

plantando cara a la Horda de Oro.

Uno de estos gobernantes –como ya dijimos– será el príncipe moscovita Iván I, entre

1328-1340, reinado bajo el cual Moscú se sentirá por vez primera verdaderamente fuer-

te. Iván fue capaz de elevar la moral del pueblo, mantuvo siempre a la Iglesia a su lado

(Moscú será ahora sede metropolitana) y sobre todo será lo suficientemente astuto como

para afianzar sus dominios y establecer una poder hereditario, una verdadera dinastía, y

todo ello sin ofender al kan.

Retomando nuestras consideraciones, digamos que en Rusia no aparece un estado cen-

tralizado hasta el siglo XVI. Toda la Edad Media se caracterizó por una organización

de los eslavos de tipo tribal, hasta que en el siglo X surgió la Rus de Kiev (primer es-

tado eslavo oriental), pero no era un estado bien centralizado. Los pueblos eslavos esta-

ban organizados según tribus, las tribus en clanes y los clanes en familias. Este sistema

tribal permite la igualdad de todos los miembros de la familia, no así un estado, que se

basa en distintos escalafones sociales y desigualdades entre la población.

Señalemos que la Europa Oriental tardó más en crear estados que la Occidental, lo que

se debe a dos causas fundamentales:

A que no existe una fusión entre elementos germanos y del mundo romano.

Y a la inestabilidad que se debe a las invasiones de pueblos bárbaros entre los siglos

VII-XIII.

La característica fundamental de la gran llanura que se extiende desde el Elba hasta el

Don aproximadamente, puede definirse como la ausencia permanente de una específica

síntesis entre elementos germanos y romanos, la cual sí se daba en Occidente, puesto

que los pueblos germanos habían empezado a invadir territorio romano durante los si-

glos IV y V.

La síntesis occidental se produce entre un sistema socioeconómico de tipo tribal co-

munal en proceso de desintegración, y el sistema esclavista de los romanos. Un sistema

tribal basado en una agricultura primitiva y dominado por aristocracias guerreras, junto

~ 95 ~

a un sistema esclavista en vías de disolución, con una amplia civilización urbana basada

en un sistema mercantil y en un sistema imperial de estado.

En la Europa Oriental, al otro lado del limes franco, que incluía desde Italia hasta Is-

tria y desde la Germanía hasta el Elba, no hubo ninguna fusión de formas históricas y

dispares que pueda compararse a la de Occidente. Este hecho crucial fue el determinante

histórico básico del desarrollo desigual de Europa y del persistente atraso del este. Las

regiones situadas más allá de los Cárpatos, siempre habían quedado fuera de los límites

de la antigüedad.

La civilización romana había conquistado y colonizado la mayor parte de Occidente,

el norte de África, Hispania, la Galia hasta el Rin e incluso el sur de Inglaterra. Esta

expansión no se repitió en Europa Oriental. A lo más que llegaron los romanos fue a la

Dacia, situada al norte de Grecia, pero que fue muy pronto abandonada. Por esta razón

no hubo convivencia con los romanos en la Europa Oriental, quedando ésta excluida de

la integración en el sistema imperial romano.

El intercambio comercial con los germanos al otro lado del Rin y del Danubio está

constatado desde Julio César (siglo I a. de C.). Esto fue un factor importante en la trans-

formación de estos grupos, hacia la diferenciación de clases.

También la participación en los ejércitos romanos fue frecuente, llegando a constituir

un tanto por ciento elevado de éste, sobre todo en el Bajo Imperio. Algunos de estos sol-

dados volvían enriquecidos a sus lugares de origen, lo que acentuaba la estratificación

social constatable a partir del siglo I de nuestra era y que irá en aumento hasta culminar

en los siglos V y VI con las monarquías germánicas nacionales.

Los eslavos se encontraban en la región del Dniéper, el Príper y el Bug, en lo que hoy

es Ucrania occidental y Bielorrusia. Comenzaron a extenderse entre los siglos V y VI,

pero se desconocen las causas por las que se expandieron. En principio era una invasión

de tierras abandonadas por otros pueblos germanos al oeste y al sur buscando mejores

zonas cultivables y mejores pastos para los rebaños. Fue un avance lento que duró dos o

tres siglos. Las referencias en fuentes escritas son muy escasas y la arqueología no ha

podido llenar el vacío de las fuentes escritas. A pesar de su inmensa extensión terri-

torial, las lenguas eslavas se diferenciaban muy poco entre sí y menos que las germáni-

cas. Esto se debe a que durante mucho tiempo fueron un pueblo común, aunque estu-

vieran divididos en clanes. La divergencia lingüística se produjo muy tarde, probable-

mente después del siglo IX, debido a las invasiones de los pueblos de las estepas, que

hicieron que los eslavos se esparcieran y separasen.

Tenemos poca información acerca de los pre-eslavos. Sabemos que se encontraban en

la cuenca superior del Dniéper y en la cuenca superior de los ríos Vístula, Oder y

Dniéster. Esta ubicación se debe fundamentalmente a la presión ejercida por los godos

que, desde el siglo II, se encontraban en la orilla meridional del Báltico y se dirigían ha-

cia las costas occidentales del mar Negro. La presión que ejercen los godos sobre los es-

lavos no les hacen cambiar de sitio, puesto que en su marcha al mar Negro los godos los

rodean, al no ser muy numerosos.

La primera mención que tenemos de los eslavos es de Tácito (siglo I a. de C.), ha-

blando de los “bastarnos” (germanos), los “vénetos” (eslavos) y los “fennes” (fine-

ses). Ya en nuestra era, Ptolomeo menciona a los vénetos y los sitúa a la orilla oriental

~ 96 ~

del Vístula. Ya más tarde Jordanes y Procopio en el siglo VI son los que les dan el

nombre de eslavos (eslovo). En el siglo IV los godos habían llegado al mar Negro y se

encontraban divididos por el río Dniéper, con los visigodos al oeste y los ostrogodos al

este. Cuando se produce la invasión de los hunos, a partir del año 375, éstos empujan a

todos los pueblos germanos que hasta el momento no habían cruzado las fronteras ro-

manas. Los ostrogodos cruzan el Danubio en el 375, y en el 406 hay una segunda in-

vasión germana que cruza el Rin. Un grupo de godos que no habían cruzado quedaron

bajo el dominio de los hunos en Panonia.212

Los eslavos quedan también bajo dominio

huno, pero en el año 453, al morir Atila, comenzó para ellos la correspondiente Alta

Edad Media, coincidiendo con la dispersión de todos los pueblos subyugados hasta el

momento por los mongoles o bárbaros de procedencia asiática.

Así fue la expansión de los eslavos durante los siglos V-VI: 1) llegaron por el noreste

de Europa hasta el Báltico oriental; 2) al mar de Azov por el sureste; 3) hasta el río Elba

por el oeste; 4) a los Balcanes por el sur, donde tuvieron problemas.

En efecto, el avance eslavo tuvo un carácter más violento cuando entraron en los Bal-

canes, al chocar con los bizantinos, una población autóctona sólidamente asentada y con

una organización políticamente compleja. En el año 548, reinando el emperador Justi-

niano (527-565), entraron en territorio imperial. Una vez dentro de dicho territorio, se

dedicaron a la búsqueda de botín y lo arrasaban todo si los campesinos oponían resis-

tencia. No se mezclaron con la población autóctona y se mantuvieron al margen ocu-

pando territorios concretos, formando “sclavinías”. El estado bizantino no los asimiló,

sino que los mantuvo autónomos, aunque les obligaban a pagar un tributo y a efectuar el

servicio militar.

En la costa báltica se encontraban los obodritas, los luchichi y los pomerianos. Al sur

estaban los servios, croatas y eslovenos. En el este se ubicaban los criviches, viatiches,

radimiches, dregoviches, drevlianos, severianos, uliches, triverces y polianos.

Los eslavos estaban organizados en tribus. Procopio dijo de ellos: “los eslavos no tie-

nen jefes y viven en democracia”. Hasta el siglo VI no había una unión de tribus. Las

primeras uniones de tribus que conocemos se producen con una finalidad militar, y se

forman con vistas a una expedición contra el Imperio o contra los pueblos vecinos. En-

tre los eslavos la propiedad era comunal, pues todo pertenecía al clan. La familia era la

unidad principal y estaban muy unidos, por lo que la venganza familiar era obligatoria.

A pesar de esta igualdad, sabemos que poco antes de la llegada de los vikingos va-

regos, en el siglo IX, había una élite guerrera que contribuyó a la unión de las tribus.

Hubo semejanza respecto a la organización de los eslavos y los germanos. Éstos es-

taban organizados en tribus y clanes. Se mantenían unidos por lazos de parentesco. La

familia germánica estaba encabezada y dirigida por el padre. Era monógama y se regía

por lazos muy sólidos (el adulterio era severamente castigado). En el siglo I a. de C.,

con Julio César, la población germánica se dedicaba al pastoreo, pero no estaba consti-

tuida por pastores nómadas. El nomadismo no era preciso en un lugar donde había llu-

via y vegetación en abundancia durante todo el año. El ganado y la caza constituía la

212

Amplia región de Europa central que se corresponde con zonas en torno al Danubio.

~ 97 ~

mayor parte de la alimentación: carne, queso y leche. La agricultura tenía un papel se-

cundario.

La diferencia de riqueza entre las poblaciones era muy leve, y se desconocía la propie-

dad privada de la tierra. Cada año decidían los jefes qué partes de tierra debían ser ara-

das y las distribuían entre cada clan. Araban y recogían la cosecha en común, por lo que

no existía propiedad individual de la tierra. La cosecha era continuamente redistribuida,

por lo que no era posible que alguien tuviera más que otro. Las diferencias sociales ba-

sadas en la riqueza eran leves o muy pocas. El clan era la unidad social y económica. En

tiempos de guerra formaban un consejo de jefes de tribus, pero en tiempos de paz no

había ningún poder político centralizado.

Pero esta situación de igualdad llegó a romperse. Un siglo después,213

según Tácito,

ya la sociedad germana había sufrido un cambio importante. El clan ya no era la unidad

social y económica, sino el individuo. La tierra se reparte o distribuye al individuo se-

gún su clase. La transformación fue debido a que, aunque la tierra era comunal, había

elementos que no lo eran, como el botín, y eso dio pie a una progresiva transformación.

Botín de guerra compuesto de esclavos, ganado, joyas, adornos, etc. Con estas perte-

nencias individuales comerciaban en la frontera con los romanos y adquirían artículos

de lujo como vino, plata, vajillas, etc., y con estos objetos marcaban las diferencias so-

ciales. Este interés por adquirir mercancías hizo que los jefes germanos prestasen aten-

ción a los productos del suelo y que se afanasen en convertirlos en propiedad privada.

Este hecho está demostrado por la nueva manera en que se distribuye la tierra.

Las instituciones germanas las formaron: 1) un consejo de jefes; 2) destacaron como

jefes un dux o mando militar y un rex que fue siendo de estirpe regia dinástica; 3) Una

asamblea de guerreros con poder ejecutivo; un comitatus (príncipe y druzhina o guarda-

espaldas).214

Detallamos todo esto un poco a continuación.

Consejo de jefes: Sólo existía en tiempos de guerra o acontecimientos vitales, pero a

partir del siglo I se da también en tiempos de paz. Está formado por los guerreros de no-

ble cuna o por los que se han distinguido o han destacado militarmente y reciben hono-

res militares. Su función es la de tratar asuntos, aunque no pueden tomar decisiones has-

ta que las aprueben en la asamblea de guerreros.

Jefes militares: El jefe militar o dux también existía en el siglo I a. de C., pero estaba

acompañado de algún jefe militar más. Tácito hablaba de que nunca se concentraba el

poder en un sólo jefe. Su función era la de guiar militarmente al pueblo. Los dos jefes

son electivos. En cuanto al rex, se elige dentro del clan regio, no teniendo por qué pasar

necesariamente el cargo de padre a hijo. Su función es la de aconsejar, nunca la de man-

dar. Participa en actos religiosos y no impone su autoridad en ningún momento.

Asamblea de guerreros: Eligen a los jefes tras ser propuestos los candidatos por el

consejo de jefes. La asamblea no podía proponer, sólo elegir. La forman todos los gue-

213

En pleno siglo I de nuestra era.

214

Comitatus es compromiso de leal compañerismo. Se trata, resumidamente hablando, de un vínculo

existente entre un guerrero germánico y su señor, por el que nadie abandonaba el campo de batalla antes

que el otro.

~ 98 ~

rreros que no han arrojado su escudo, o sea, todos los guerreros que se han destacado

por su valentía. Deciden por aclamación, golpeando sus lanzas contra los escudos. Hay

unanimidad en todas las decisiones que toma la asamblea, y son inapelables, por lo que

quien no está de acuerdo se va.

Comitatus: Era muy propio en tiempos de Julio César. El comitatus era un hombre in-

fluyente que elegía a otro bien equipado para hacer incursiones militares en territorios

diversos con el fin de logar botín. Se ve rodeado por un grupo de gente también in-

fluyente. El jefe y los nobles se reparten el botín. Esta relación jefe-nobles se hace per-

manente, haya o no incursiones o campañas militares. El jefe establecía lazos perma-

nentes con los nobles y los mantenía. La institución del comitatus como equipo se desa-

rrolla en tres líneas: 1) El jefe del comitatus es autónomo respecto a otros jefes del mis-

mo y respecto a la asamblea; 2) crea una nobleza tribal, porque el comitatus está cons-

tituido por los más ricos y pudientes en todos los sentidos;215

3) el comitatus estaba for-

mado por aristócratas, de donde surgirá el príncipe con su séquito.

Adentrémonos de nuevo o un tanto detalladamente en el origen e historia de la Rus de

Kiev. Las fuentes que tenemos nos vienen de viajeros árabes y de comerciantes, así co-

mo también de la conocida como Crónica de Néstor (siglo XII), que habla de la Rus de

Kiev desde su fundación en el año 856 hasta el siglo XII. Otras fuentes con las que con-

tamos son las de los restos arqueológicos que se han encontrado en Kiev y en otras ciu-

dades del principado. Los resultados de estas excavaciones están oscurecidos por moti-

vos ideológicos y políticos. Se sabe que estas ciudades existían ya en el siglo IX, y se

desarrollaron entre los siglos X y XII, pero se desconoce si existían antes de la llegada

de los varegos en el siglo IX. Las investigaciones han sido manipuladas por motivos po-

líticos, ya que en la época comunista, en la que había un gran sentimiento nacionalista

gran-ruso, no se quería admitir que los eslavos de Rusia debían su origen a los varegos

escandinavos.

Néstor (monje al que se le atribuye la crónica homónima) nos relata que a mediados

del siglo IX los eslavos orientales estaban dominados por dos pueblos: al sur los jázaros

y al norte los varegos. Los eslavos estaban organizados: existía una diferenciación so-

cial establecida en clases, y había una clase dirigente, una especie de príncipes con su

séquito, pero no se había producido todavía una unificación de esas tribus, es decir, que

no existía un estado. Ante esa dominación (cobraban tributos), los eslavos del norte se

rebelan y logran expulsar a los varegos. Néstor cuenta que intentaron gobernarse a sí

mismos, pero que no lo consiguieron porque seguramente se enzarzaron en luchas tri-

bales y no lograron formar un estado con poder real y efectivo.

Los varegos aparecen en la costa meridional del mar Báltico, y los eslavos del norte

aceptan que los gobiernen. Sabemos que tres hermanos, Rjurik, Sineus y Truver se ins-

talaron, respectivamente, en Nóvgorod, Beloózero e Izborsk en el año 862. Por este

tiempo, otros dos varegos se dirigieron hasta Kiev, Askold y Dir. Allí se encontraron

con varias tribus eslavas meridionales que pagaban tributos a los jázaros. En la Crónica

215

Sólo los más ricos pueden abandonar sus tierras durante el tiempo determinado o no que duran las

incursiones y también porque están equipados militarmente. Un guerrero pobre o con pocos esclavos no

podía abandonar sus tierras.

~ 99 ~

de Néstor, aparece que Askold y Dir preguntaron quién gobernaba la ciudad y que los

eslavos respondieron que Kiev había sido fundada por tres hermanos eslavos: Kij, Scek

y Choriv, pero que muertos sin descendencia se vieron obligados a seguir pagando tri-

butos a los jázaros. Así pues, Askold y Dir comenzaron a gobernar sobre los polianos de

Kiev. Todo indica que si existieron los tres hermanos, probablemente había habido una

confederación tribal en cuya cabeza se situarían estos tres hermanos eslavos. Puede ser

que también fueran ellos los que construyeran la primera fortaleza de Kiev. Estos her-

manos no llegaron a consolidarse como familia reinante, tal vez porque hubo una re-

belión tribal contra su gobierno o porque aparecieron los jázaros. De cualquier manera,

la llegada de Askold y Dir, e inmediatamente después la de otros varegos, supuso una

liberación del yugo jázaro.

Mientras tanto, Rjurik deja en Nóvgorod a Oleg como tutor de su hijo Igor. En el año

872 muere Rjurik y en el año 882 Oleg se dirige a Kiev, donde se establece tras dar

muerte a Askold y a Dir.

Los guerreros de Oleg fueron siempre tanto varegos como eslavos, y a todos ellos se

les denominó ros’ (rusos). En su séquito también se encontraban eslavos y fineses.

La esfera de dominio de Askold y Dir abarcaba la tribu eslava oriental de los polianos.

Oleg, no sólo reinó sobre los polianos, sino también sobre otras tribus orientales (drev-

lianos, severianos y radimiches), o bien les impuso tributos, luchando con las tribus que

no querían doblegarse como fue el caso de los uliches y triverces, en el sur. Quedaban

por resolver las relaciones del nuevo reino con sus vecinos, los jázaros al este y el Im-

perio Bizantino al sur.

Consideremos a los primeros miembros de la dinastía Rjurik, empezando por Oleg,

con quien comienza una nueva relación con el Imperio Bizantino, una relación fuerte-

mente marcada por su carácter religioso, natural o identificativo en la vida pública del

pueblo ruso. La composición religiosa, ciertamente, es la siguiente: los varegos, más

agresivos y atacantes, poseen un paganismo diferente al de los eslavos. Pero también

hay que contar con un buen número de eslavos cristianizados.

No siempre el paganismo ha estado en conflicto abierto con la fe monoteísta, pero

Oleg, impulsado por la élite de los varegos, toma tal actitud contra el cristianismo que

queda en la historia como perseguidor de los cristianos, al igual que sus sucesores.

Los eslavos no son tan reacios al cristianismo, porque llevan más tiempo que los va-

regos en contacto con los bizantinos, sobre todo los eslavos orientales del sur (en con-

tacto con las costas del mar Negro, habitadas desde los antiguos griegos y donde habían

colonias y factorías bizantinas). Los eslavos, por esta razón, habían empezado a cristia-

nizarse en el siglo VII. En el IX, en pleno siglo de expansión y auge de Bizancio, hay

una reconquista de territorios y una gran labor evangelizadora para cristianizar a los es-

lavos. Se produce entonces un proceso lento de evangelización de los eslavos rusos y de

los varegos.

Oleg se presenta como un vikingo, con una política agresiva contra los eslavos cris-

tianos y los bizantinos. En el año 907 fleta una escuadra en el mar Negro que vence a la

flota bizantina, viéndose el autócrata León VI (886-912) obligado a firmar un tratado de

paz con Oleg en ese mismo año. Todos estos datos están sacados de la Crónica de

Néstor, al igual que los siguientes.

~ 100 ~

Los comerciantes varegos se ven muy favorecidos por la exención de impuestos en el

comercio con Bizancio. El emperador además les concede el privilegio de habitar en un

barrio de Constantinopla, que desde entonces será el barrio ruso y mediante el cual au-

mentará indirectamente la influencia bizantina en el pueblo ruso.

Todos los ros’ (rusos) firmantes de la paz poseen nombres vikingos, además de paga-

nos, con lo que se demuestra que eran todos varegos, por lo que el elemento eslavo no

desempeña ningún papel en la vida política de la Rus de Kiev por entonces o en esa

circunstancia.

Pasamos a la consideración de Ígor. A la muerte de Oleg, le sucede Igor (Ingvar), hijo

de Rjurik, reinando entre los años 913-945. Igor realiza una nueva campaña contra

Constantinopla, pero se encuentra con una potente flota bizantina que destroza sus na-

ves (siendo muy importante, como podemos recordar, la utilización del fuego griego).

Ígor se vio obligado a la firma de un nuevo tratado de paz (año 944). Al contrario que

en la anterior, son los comerciantes bizantinos los favorecidos, y en la lista de los fir-

mantes ya hay cristianos y muchos nombres eslavos. El reinado de Ígor acaba cuando

éste muere asesinado por la tribu de los drevlianos.

Muerto Ígor, le sucede Olga (o Helga), Santa Olga, su esposa, como podemos recor-

dar, tutora del hijo de ambos, Sviatoslav, reinante entre los años 945-962. Olga, fasci-

nada por el mundo greco-bizantino, visita Constantinopla en el año 957, donde se evan-

geliza y es bautizada por el patriarca tomando el nombre de la esposa del emperador de

ese momento, Elena. Vuelve a Rusia con una corte de bizantinos, acelerándose de este

modo el proceso de cristianización, pero sin que se diera una evangelización en masa o

forzada. Olga pasa a la historia como santa y sabia mujer, reinando acertada y prudente-

mente, sucediéndole Sviatoslav, su hijo.

A diferencia de su madre, Sviatoslav sigue siendo pagano, pero aclara la situación po-

lítica de su estado, afianzándola para después comenzar la expansión hacia el sur y el

este.

Bizancio está en esos momentos en la última fase de su lucha con el primer Imperio

Búlgaro. En el año 966, Nicéforo Focas paga a Sviatoslav para que se enfrente a los búl-

garos, a los que aplasta, primero con el débil monarca Pedro, hijo del famoso zar Si-

meón, y luego, en el año 969, con el todavía más débil zar Boris, autoproclamándose

soberano de los búlgaros. Entonces abandona Kiev para instalarse en Preslav. Bizancio

se encuentra en una situación peor de lo que estaba, por tener ahora que enfrentarse al

poderoso Sviatoslav, a pesar de lo cual, es derrotado por el emperador Juan Tzimisces

en el año 970, llegando incluso a Preslav, huyendo el monarca ruso a Kiev. En su ca-

mino de vuelta, es emboscado por los pechenegos y derrotado, muriendo allí. Sviatos-

lav, anteriormente había acabado con el reino jázaro. Fue un tremendo error pues en vez

de tener como vecinos a este pacífico pueblo, dejó vía libre a los más violentos peche-

negos, situados al este del reino jázaro, que los había contenido hasta el momento. Bi-

zancio, por tanto, se adueñó de los Balcanes.

La Rus de Kiev se fue originando con solidez por el paso organizativo (druzhina), por

la importancia que cobró la ciudad como sede del poder político y administrativo y por

la adopción del cristianismo abandonando el paganismo, desapareciendo así lo base mo-

tivadora de los clanes. El cristianismo refuerza la posición del príncipe. Sociedad más

~ 101 ~

jerarquizada al dotar al príncipe de poder de origen divino. El cristianismo incluyó al

estado llamado Rus de Kiev en el conjunto de los estados europeos.

Recordemos ahora, para seguir avanzando en nuestras consideraciones, la sucesión de

Sviatoslav, tras dividir éste el reino entre sus hijos. Yaropolk recibe Kiev; Oleg el país

de los drevlianos (próximo a Kiev, al noroeste); y Vladimiro o Vladímir, el más joven,

Nóvgorod. Luchan entre ellos no sólo por su propia ambición, sino también por la am-

bición de sus séquitos. Vladímir (980-1015) se alzó con la victoria y se erigió como ja-

gán o príncipe.

Pero el dominio de Kiev seguía siendo problemático: entre el año 981 y el 982, tuvo

que someter a los viatiches (cuenca superior del Oka) y a los radimiches (cuenca supe-

rior del Dniéper).

Vladímir intentó la unificación política y religiosa, a sabiendas de que para realizar la

unificación política es muy importante la unificación religiosa. Los eslavos del sur es-

taban muy influenciados por los bizantinos, por consiguiente había muchos cristianos.

De otra parte, su élite política varega era muy reacia al cristianismo.

En un principio favoreció a los vikingos persiguiendo al cristianismo (según relatan

fuentes bizantinas), pero posteriormente se dio cuenta de la ineficacia del paganismo pa-

ra la unificación de su pueblo, dado que las religiones monoteístas son más ideales para

una monarquía absoluta.

Las principales religiones monoteístas del momento son el cristianismo, con sus ver-

tientes ortodoxa y romana, el islamismo y el judaísmo. Según Néstor, Vladímir manda

embajadores para analizar los pros y los contras de cada una de ellas. Al final se decide

por el cristianismo ortodoxo, pues queda impresionado por los relatos de sus enviados

sobre la fastuosidad del rito bizantino. Pero lo que más le convence es el que al con-

vertirse al cristianismo va a tener al emperador bizantino como padre espiritual, con la

supuesta ventaja de que, debido a la lejanía de Constantinopla, va a poder actuar a vo-

luntad.

Bizancio tenía en esos momentos grandes conflictos internos y luchas con los búlga-

ros. Basilio II (976-1025) pide ayuda a Vladímir, petición a la que éste accede a cambio

de la mano de la porfirogéneta Ana, hija del emperador bizantino. En el año 988 se cris-

tianizan los rusos, conversión que favorece la cultura y la religión de los eslavos orien-

tales. La emperatriz Ana arrastra con ella una corte de bizantinos, entre los que se en-

cuentran escultores, pintores y arquitectos que son los que van a hacer que se produzca

una rápida bizantinización de Kiev. Se producen las primeras traducciones litúrgicas al

protoeslavo, y se construyen una gran cantidad de iglesias (unas cuatrocientas), entre

ellas la Iglesia de Santa Sofía de Kiev, en el mismo lugar donde años antes había man-

dado construir una enorme estatua dedicada a uno de los más importantes dioses de su

antigua religión pagana, Perún.

La Iglesia rusa se va a organizar según el modelo de la bizantina, de la cual es como

una diócesis, siendo el metropolitano, los obispos y el clero de origen griego.

Los eslavos occidentales estaban más influenciados por el mundo germánico y por la

Iglesia latina de Roma. Pero los rusos, eslavos orientales, heredaron de Bizancio su re-

chazo a todo lo occidental, aunque no se dejaron influenciar políticamente. El príncipe

de Kiev reforzó su posición debido al cristianismo ortodoxo, y en calidad de cristiano

~ 102 ~

ungido por Dios, se elevó por encima de todos, incluso de su familia. La Iglesia asumió

el carácter de consejera y colaboradora, obteniendo un estatus privilegiado en el princi-

pado de Kiev. Le fueron asignados asuntos de la vida jurídica y de la administración

pública, como el control de los pesos y medidas. Vladímir le asignó una décima parte de

los derechos judiciales, y un diezmo del ganado y los cereales de la población que vivía

en sus tierras. La Iglesia fue acumulando bienes. La codificación de los derechos de la

Iglesia tuvo una gran importancia y repercutió fuera del ámbito eclesiástico, pues animó

a que se codificaran otros estamentos civiles.

Vladímir se dedicó a defender la frontera suroriental de los pechenegos. Construyó en

esta zona una serie de fortificaciones y mandó fortificar Kiev.

Dividió el reino entre sus hijos, ganando Yaroslav I en las mutuas luchas fratricidas

entre ellos. Reinó entre los años 1019-1054. Tuvo como sobrenombre el Sabio. Fue un

reinado destacado en traducciones y en recopilaciones jurídicas.

Yaroslav I el Sabio inició una importante política matrimonial que le puso en contacto

con otros países europeos: Noruega, Suecia, Hungría, Polonia y Bizancio.

Se observa también un auge del monacato, que empieza con el famoso monasterio de

la Gruta, cuyo prototipo es el de Studium de Constantinopla. A partir de éste, van a apa-

recer infinidad de monasterios e iglesias, siendo la más representativa de estas últimas la

catedral de Santa Sofía de Nóvgorod, en la primera mitad del siglo XI.

Y llegamos así a la época de los principados independientes o de bastante composi-

ción feudal, cuando los hijos de Yaroslav I se dividieron o repartieron el reino paterno.

Iziaslav, el mayor, recibió la mayor parte del mismo, de Kiev a Nóvgorod y el antiguo

país de los drevlianos, junto a Turow; Sviatoslav se hizo cargo de la sede de Chernigov,

de la ciudad de Murom y a la muerte de Vladímir, otro hermano, también de Tmutara-

kán; Vsevolod recibió Rostov y Pereiaslav; Ígor, puso su sede en Vladimir-Volinsk; y

Viaceslav recibió Smolensko. Todos los principados tendieron a aflojar sus vínculos e

incluso a independizarse de la sede central, Kiev.

Los primeros 15 años tras la muerte de Yaroslav I, en los que gobernó el triunvirato

de los hermanos, no presentó graves problemas. La crisis se desencadenó en las estepas

del norte del mar Negro al aparecer los cumanos o polovtsi. El ejército ruso al mando de

Vsevolod fue derrotado en 1061 y además en poco tiempo, comenzaron las luchas di-

násticas. Iziaslav (1054-1073) quiso en Kiev por sucesor a sus hermanos Sviatoslav

(1073-1076) y Vsevolod (1078-1093). Esos dos años (1076-1078) estuvieron ocupados

en guerras con los cumanos. Más tarde gobernaron Sviatopolk II (1093-1113), hijo de

Iziaslav, y Vladímir II Monócamo (1113-1125), hijo de Vsevolod. Las diversas sucesio-

nes estuvieron llenas de incidentes que auguraban un mal futuro. Iziaslav nunca pudo

hacer respetar su autoridad como príncipe de Kiev, y tuvo que compartirla con sus dos

hermanos.

Los cumanos aprovecharon la desunión del reino y las guerras dinásticas, para atacar

en busca de botín. Sviatopolk, inmediatamente después de subir al trono, sufrió una im-

portante derrota. Con el fin de asegurar su reinado, se casó con una hija del kan de los

cumanos, pero eso no supuso tranquilidad alguna. Vladímir II Monómaco (1113-1125)

fue llamado por los ciudadanos para acceder al trono porque estaban descontentos con

~ 103 ~

la política financiera y social de Sviatopolk. Debía su popularidad a la energía y el co-

raje del que había hecho gala en su campaña contra los cumanos.

Pero en el año 1103, Sviatopolk y Vladímir II unieron sus fuerzas y anularon las hor-

das de los invasores. La victoria fue corroborada en el año 1111 cuando una expedición

rusa de gran envergadura avanzó por las estepas. El joven Vladímir fue el héroe de esta

campaña, lo que le atrajo el favor de los ciudadanos de Kiev, de tal forma que los de-

rechos de sucesión al trono de Kiev de los hermanos de Sviatopolk y los hijos de Svia-

toslav fueron ignorados.

Vladímir II inauguró su reino tomando medidas legislativas en favor de las clases so-

ciales inferiores. Gracias a su popularidad pudo dejar el trono a su hijo Mstislav I

(1125-1132). Conjuntamente con su hermano Yaropolk II hizo un serio esfuerzo para

proteger las fronteras rusas amenazadas de norte a sur por los fineses de Estonia y por

los cumanos. Parecía que la dinastía Monómaca se había implantado firmemente en

Kiev.

A la muerte de Mstislav I le sucedió su hermano Yaropolk II (1132-1139). Un litigio

estalló entre los miembros de la familia de Mstislav respecto a la posesión del principa-

do de Pereiaslav y por esa situación y Yaropolk quedó debilitado. Fue expulsado de

Kiev por un nieto de Sviatoslav, Vsevolod II (1139-1146). Una larga lucha de las dos

dinastías fue la consecuencia, pero los ciudadanos de Kiev tenían más simpatía por los

Monómaco y acogieron a Iziaslav II (1146-1154), rechazando a Ígor, hermano de Vse-

volod II.

Pero el tío de Iziaslav II, Yuri, príncipe de Rostov-Súzdal (en el noreste), se opuso

también a su sucesión al trono. Después de una lucha interminable, Yuri, llamado “el

del brazo largo”, consiguió la victoria y reinó entre 1154-1157. El hijo de Yuri, Andrés,

le sucedió, pero en 1167 Mstislav II (1167-1169), hijo de Iziaslav II, le arrebató el po-

der. Sin embargo, Andrés volvió a tomar posesión de Kiev dos años más tarde, en 1169

pasando a fuego la ciudad. Andrés no se quedó en ella, sino que se fue a Vladímir. El

declive de Kiev se aceleró bajo el reinado del hermano de Andrés, Vsevolod III (1176-

1212), que no solamente continuó residiendo en Vladímir, sino que tomó el título de

primer príncipe de Vladímir.

Paralelamente a estas luchas dinásticas, el Estado se trasformaba. El centro de la ri-

queza nacional y el poder político se desplazan al suroeste y al noreste. Los principados

de Smolensko, Chernígov, Pereiaslav y Polovtsk se veían crecer en importancia confor-

me la población aumentaba debido a la migración que había por los ataques de los cu-

manos. Riazán y Murom fueron superados por el principado de Rostov-Súzdal.

Al mismo tiempo, los territorios del suroeste adquirían también un lugar importante

en el desarrollo nacional. Se agrupaban bajo el nombre de principado de Volhynia. El

lugar ruso más occidental era el fuerte de Galitz o Halitz, que había sido fundado por

Vladímir Monómaco, llamándose Galitzia toda la región. La unión temporal de Galit-

zia-Volhynia parecía ofrecer nuevas posibilidades a la expansión rusa.

También en Nóvgorod había surgido un gran poder colonial, desde donde se enviaban

colonos y prisioneros al mar Blanco y al Volga superior.

Las luchas internas de la dinastía Rjuríkida por la posesión de Kiev no explican por sí

solas un éxodo masivo de la población al suroeste y al noreste. La razón principal re-

~ 104 ~

side quizás en las invasiones devastadoras de los cumanos. La Crónica de Néstor enu-

mera 50 invasiones entre 1061 y 1210. El prestigio de Kiev por estas dos razones dismi-

nuyó ininterrumpidamente. Las importantes relaciones comerciales de Kiev con Bizan-

cio por el Dniéper, y del Volga a Asia Central, disminuirán en el siglo XII, debido a la

ocupación cumana en la primera mitad del siglo XI y las cruzadas.

Las ciudades italianas toman ahora el control del comercio islámico y bizantino. Se

traslada la residencia del gran duque a Vladímir, quedando de manifiesto que la vieja

capital del reino sólo conserva su importancia como sede de la cabeza de la Iglesia orto-

doxa rusa. La conquista de Constantinopla en 1204 por la cuarta cruzada y el naci-

miento de un Imperio y Patriarcado latinos en el Bósforo provocó la pérdida de las rela-

ciones económicas y eclesiásticas de Kiev con Bizancio. Los venecianos dominaban el

comercio en el Mediterráneo Oriental y en la salida del mar Negro.

Consideremos ahora los factores que determinaron la subida y la caída de Kiev. La

fuente principal de la riqueza e importancia de Kiev en Europa era el comercio con el

este. Con la fundación de Kiev se había descubierto al fin una vía para acceder a los te-

soros de Bizancio y Medio Oriente, vía que no podía ser interceptada por los árabes. Es-

to no quiere decir que los árabes no prestaran atención al comercio, pero el combate que

llevaban a cabo contra Bizancio, como en Italia y en España, les impedía ver las ven-

tajas comerciales con Occidente y explotarlas más a fondo.

Fueron los escandinavos los que encontraron las rutas susceptibles de restaurar las re-

laciones comerciales entre Europa y Medio Oriente, evitando a los piratas del Medi-

terráneo y del Adriático. Esto fue logrado gracias a la ruta del Volga que unía el mar

Caspio con Bagdad (capital considerable desde el año 750), y más tarde mediante otra

ruta por el Dniéper que comunicaba Escandinavia con Bizancio. Así, Kiev logró ser uno

de los centros comerciales principales de Europa. Desde Kiev, los conquistadores escan-

dinavos abrieron la vía del comercio a Europa Central, siguiendo lo máximo posible el

itinerario fijado anteriormente por los godos en el siglo III. Así se explica el interés del

Santo Vladímir I (978-1015) y sus sucesores por las ciudades que ligaban la vía Kiev-

Cracovia-Vístula, y por otra parte Praga-Danubio-Ratisbona.

Ya desde el siglo X se hace mención de comerciantes en Praga y en el sur del alto Da-

nubio. Estas relaciones habrían tenido una gran importancia y duración si los príncipes

de Kiev hubiesen controlado definitivamente las desembocaduras del Don, Volga, Dnié-

per y Dniéster, principales vías para sus intercambios. Pero no fue así, debido a las con-

tinuas invasiones de tribus venidas de Asia continental que lo impedían. El fracaso para

evitar estas invasiones nómadas fue el obstáculo para el desarrollo del comercio en

Kiev.

Al principio, los jázaros y los pechenegos comprendieron la importancia de las rela-

ciones comerciales y firmaron acuerdos de comercio con los rusos. Pero los siguientes

pueblos, cumanos y mongoles, asfixiaron toda esperanza de comercio normal.

Pero hay una causa más importante. Esta situación era más grave en la medida en que

en el intervalo de tiempo en el cual tenían lugar las invasiones cumanas y mongolas,

Occidente, por iniciativa propia, había abierto una vía hacia Medio Oriente, fundando

después de la primera cruzada (1096-1099) estados cristianos en Siria y Palestina.

~ 105 ~

Veamos las formas socioeconómicas de Kiev. La evolución de Rusia en los aspectos

sociales y políticos estuvo muy influenciada por la vida comercial. Existe una gran dife-

rencia entre Rusia y Europa Central (influenciada por las migraciones germanas). Desde

la época carolingia en el siglo IX, las residencias de los nobles fueron centros económi-

cos en la Europa Central. Hasta ahora habían existido grandes propiedades.

Las ciudades surgieron en el siglo XII, cuando los mercaderes y artesanos encontraron

su lugar en la economía. En la Rusia de Kiev, el comercio sólo se podía desarrollar en

las ciudades. La plaza del mercado era el centro donde se encontraban los habitantes de

las ciudades y el campesinado. Pronto estas ciudades fueron también centros de la admi-

nistración y de la vida política.

Hablando de las clases sociales en Kiev, la más importante de ellas estaba constituida

por los mercaderes, los cuales tenían una gran influencia en la vida económica y política

del Estado, y se agrupaban en corporaciones. Los artesanos también se organizaban en

corporaciones.

El vietche era una asamblea municipal (órgano político-económico), teniendo su ori-

gen en los antiguos consejos de jefes tribales, comunes a todos los pueblos indoeuro-

peos. En las pequeñas ciudades, las asambleas limitaban su actividad a los asuntos lo-

cales, pero en las grandes ciudades el vietche se convirtió en una poderosa institución

política presidida por el alcalde, que convocaba a los miembros cuando era necesario.

Se reunían cerca del palacio ducal, en el lugar de la catedral o en el mercado. Tenían

voto en la decisión de la sucesión al trono y reivindicaban el derecho a expresar su des-

contento al príncipe reinante, llegando incluso a pedir su abdicación, si la veían conve-

niente o necesaria. En general, los príncipes de Kiev tuvieron la asamblea bajo su auto-

ridad.

En Nóvgorod tuvieron un gran poder. De este modo los habitantes de las ciudades

constituían un factor de gran importancia estatal, aun siendo menos numerosos que los

campesinos, que vivían organizados en grandes familias (zadruga) y que formaban co-

munidades (verv).

Entre los siglos XI y XII había campesinos libres (smerd) y campesinos que trabaja-

ban los campos de los boyardos.

Las clases superiores estaban constituidas por los antiguos jefes de clanes o tribus

(muji) y de extranjeros (escandinavos). A partir de la segunda mitad del siglo IX desa-

parece cualquier distinción entre ambos grupos, adoptando el nombre de boyardos.

El elemento decisivo de esta transformación fue el séquito o druzhina. Entre los anti-

guos miembros de la druzhina, el príncipe elegía a los posadnik (jefes provinciales).

También entre su séquito elegía al tysiatski (gobernador de la ciudad y jefe de la mili-

cia). Al principio éste era elegido por el pueblo al que representaba delante del príncipe,

costumbre que se mantuvo en Nóvgorod. El príncipe también elegía a los miembros de

su consejo privado (duma) de entre los más antiguos de la druzhina. Los nobles de naci-

miento, algunos obispos y representantes de los mercaderes tenían el cargo de conseje-

ros ducales.

Hubo feudalismo. El empobrecimiento del campesinado libre debido a impuestos de-

masiado pesados y las invasiones extranjeras favorecieron a la aristocracia terrateniente

que dio protección al campesinado, el cual dejó de tener la propiedad de sus tierras, en-

~ 106 ~

tregándosela a los grandes señores a cambio de protección y de no pagar impuestos. Los

campesinos cultivaban sus tierras, que ahora pertenecían a los señores, y les entregaban

una renta.

En Europa Occidental, la situación del campesino se fue degradando en el siglo IX

después del reinado carolingio. El campesino paga en especie o en moneda y trabaja

gratuitamente en la reserva señorial.

Entre los siglos X y XI su situación se agrava al pasar de ser juzgados por el tribunal

público (mallus), presidido por un conde, a ser juzgados directamente por el señor. En

estas fechas el poder político está muy fraccionado. Los príncipes, los condes y poste-

riormente los señores territoriales van adquiriendo más poderes de los que antes perte-

necían al rey o emperador, por ejemplo al ir construyendo castillos o fortalezas.

Así, los señores feudales poseen el “ban” (derecho a juzgar y demarcación judicial).

La dependencia de los campesinos hacia los señores se acrecienta, ya que ahora es de

tipo económico y jurídico. Y entre los siglos XI-XII, Kiev decae comercialmente.

El resultado del mencionado aislamiento fue un cambio notable en la formación social

de Kiev. La contracción del comercio estuvo acompañada del hundimiento de las ciu-

dades, y el aumento de la importancia de los terratenientes locales. La clase social bo-

yarda, privada de sus ingresos comerciales, se volvió hacia el interior (la agricultura)

para obtener una compensación con la ampliación de sus dominios territoriales y el au-

mento del excedente agrícola. La consecuencia de esto fue una notable presión econó-

mica sobre los campesinos, que comienzan el estado de servidumbre.

Y se fueron consolidando tres destacados o fundamentales principados: Nóvgorod,

Galitzia-Volhynia y Súzdal, siendo de este último del que surgirá Moscú muy potente

en el siglo XIII.

Cada uno de estos principados, que se consolidaron tras la decadencia de Kiev des-

pués del siglo XII, va a tener características diferentes. Galitzia-Volhynia y Nóvgorod

van a tener un mayor acercamiento a Europa Occidental. Súzdal se volvió más hacia el

este, hacia el Volga y el mundo del Islam.

Galitzia-Volhynia: Estas tierras no adquieren importancia hasta el siglo XII cuando

empiezan a emigrar gentes del principado de Kiev que allí se instalan. Es una zona más

segura en lo referente a las invasiones. En 1199 las tierras de Galitzia-Volhynia queda-

ron unificadas en las manos de un sólo miembro de la dinastía Rjurik, Roman Mstislav,

hijo de Mstislav II. Las influencias polacas y húngaras eran muy fuertes en esta región.

Las instituciones sociales del oeste, como el feudalismo, reemplazaron al sistema demo-

crático del vietche.

Nóvgorod: Al contrario, esta ciudad todavía desarrolla el vietche y se convierte en

una especie de república. Desde final del siglo XII, elegía su príncipe que dirigía con la

ayuda de los administradores nombrados por el vietche. En estas fechas destaca Ale-

xander Newsky, que en 1240 batió a los suecos en el lago Neva (de aquí viene el ape-

llido de Newsky). Este principado se convirtió en un mediador importante en las rela-

ciones con el oeste. La masa del tráfico estaba en manos de la Hansa germana (liga co-

~ 107 ~

mercial y defensiva formada por germanos, polacos y suecos). Durante varios siglos es-

tuvo influenciada por Occidente.

Súzdal: Contaba en su población con muchos fineses. La mayoría de ellos se habían

integrado en la población de colonos rusos venidos de Nóvgorod y del sur. Los colonos

de Nóvgorod introdujeron sus instituciones democráticas en las ciudades que fundaron,

pero los príncipes de Súzdal no consintieron que el vietche se convirtiera en una reali-

dad tan importante. Andrei Bogoliubski, hijo de Yuri Dolgoruki consiguió que se adop-

tara al príncipe de la sucesión hereditaria en el interior de la familia principesca, y puso

las bases para un régimen fuerte y autocrático. Se expande hacia el este y surgen nuevas

ciudades: Tver, Yaroslav, Moscú y Nizhni Nóvgorod. Un príncipe de Súzdal, Yaroslav,

tendió la mano a Nóvgorod y colaboró con su hermano Yuri II, príncipe de Vladímir-

Súzdal, para crear un gran principado, pero no iba a realizarse por la invasión mongola.

El primer encuentro o enfrentamiento que tuvieron con las tropas expedicionarias

mongolas en el río Kalka (año 1223) fue un desastre para los rusos. La gran invasión di-

rigida después por Batu Kan, descendiente de Gengis Kan, fue en 1237. Primero asalta-

ron a los búlgaros del Volga y luego siguieron los principados de Riazán, Súzdal y Vla-

dímir, que fueron destrozados. En 1240 Kiev fue incendiada y Galitzia-Volhynia devas-

tada.

Galitzia-Volhynia se volvió al oeste para pedir ayuda. Ofreció incluso al Papa Ino-

cencio IV unir su país a la Iglesia de Occidente pero todo lo que obtuvo Daniel (Danilo)

fue el título de rey en 1253. Nóvgorod fue la única que sobrevivió al asalto. Por su co-

mercio floreciente con Occidente mantuvo relaciones activas con las ciudades de la liga

hanseática. Se convirtió en un principado rico y guardó suficiente independencia para

ser llamado su príncipe Gran Soberano de Nóvgorod. Los aportes occidentales eran más

tangibles que en otras ciudades, pero también había una influencia bizantina.

El resto de Rusia quedó separada de toda influencia occidental durante más de dos si-

glos. Se añadió para Rusia la dificultad de guardar relaciones con Bizancio, pues la Hor-

da de Oro controlaba el acceso al mar Negro. El emperador de Bizancio seguía siendo el

jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Los mongoles no intervinieron en la Iglesia, sino que

respetaron las instituciones religiosas, dispensaron al clero de pagar tributo y confirma-

ron sus derechos y privilegios.

Se sucedieron las invasiones nómadas. La lenta evolución de las comunidades agríco-

las eslavas hacia la formación de un Estado, se vio afectada por las ininterrumpidas

oleadas de invasiones nómadas procedentes de Asia Central. Se debieron a la similitud

geográfica que tenían el sur y centro de esta región con las estepas asiáticas, lo que la

convirtió en foco de atracción de estos pueblos. Del Don al Danubio medio, hasta la zo-

na de la actual Hungría existía una llana pradera, que al ser menos árida que la estepa

asiática era muy codiciada por los pueblos nómadas.

La primera de estas invasiones fue la de los hunos, que puso decididamente en marcha

la caída del Imperio Romano. Su jefe o caudillo, Atila, establecería un reino depredador

al otro lado del Danubio, en Panonia, desde el que saqueaba toda Europa Central.

~ 108 ~

Después de los hunos, una sucesión de pueblos nómadas se abalanzó sobre Europa

oriental. La primera característica de la Europa Oriental que determinó su retraso con

respecto a la Occidental se puede definir como la ausencia de influencia clásica y la pre-

sión de los pueblos nómadas.

Las sociedades nómadas se definen por el carácter móvil de sus medios básicos de

producción, que son los rebaños. Combinaron la propiedad comunal de los pastos. A di-

ferencia de una sociedad agrícola, en la que la tierra se ocupa y cultiva permanente-

mente, el pastoreo nómada entrañaba un traslado constante de rebaños y manadas de

unos pastos a otros aprovechando los cambios estacionales. Se fueron distinguiendo cla-

ses sociales en torno a la posesión del ganado.

El estrato aristocrático controlaba la asignación de pastos y la regulación de las trashu-

mancias. El clan típico tenía una mezcla variada de animales, en los que se incluían ca-

mellos, caballos y ovejas. Su cuidado exigía conocimientos de las diversas clases de

pastizales. El nomadismo excluía la formación de ciudades. En sus tierras de origen

eran pobres y hambrientos, pero tenían una vía de expansión espectacular, la conquista

y el tributo.

La equitación hacía que fuesen guerreros muy poderosos. Los nómadas tenían la me-

jor caballería del mundo y los primeros arqueros a caballo. Su supremacía en esta arma

fue el secreto de su formidable poderío militar, de Atila a Gengis Kan. La habilidad para

cubrir largas distancias, les permitió realizar expediciones de largo recorrido y someter

vastos territorios. Tendieron así a crear imperios, unos imperios que se basaban en la

extorsión directa de las tierras conquistadas a través del impuesto forzado. No hubo

fusión con los estados sometidos, que solían ser más evolucionados que los nómadas.

Así, se les conoce a los estados nómadas como estados depredadores. Con el estableci-

miento de esos imperios, la sociedad nómada experimentó cambios rápidos y radicales.

La percepción del tributo incrementó las diferencias sociales. El paso de una confede-

ración (sin imperio) tribal a un estado (con imperio) tributario, generó una dinastía mo-

nárquica y una aristocracia dirigente. La creación de ejércitos de campaña permanentes

dividió a la sociedad nómada. Un sector quedó integrado en el ganado y otro en el ejér-

cito.

Conforme se conquistaba un territorio las posibilidades de administrarlo eran más di-

fíciles para una sociedad tan primitiva. Una insurrección de los pueblos sometidos pudo

provocar su fin. Los imperios nómadas estaban condenados al mismo ciclo de expan-

sión y desintegración porque el pastoreo trashumante era incompatible con una adminis-

tración tributaria estable como sistema político.

Detengámonos algo en los mencionados pueblos nómadas que se fueron sucediendo o

entrando en la escena histórica: ávaros, búlgaros, jázaros, húngaros, pechenegos, uzos,

cumanos y mongoles.

Los ávaros están a mediados del siglo VI en el norte del mar Caspio. La presión de los

turcos les obligó a irse al oeste. Buscaron un lugar en la cuenca media del Danubio, que

ocuparon en el año 570, a costa de un pueblo germánico instalado allí, los gépidos, que

habían ocupado a su vez el lugar de los lombardos. Pero en esa misma zona también ha-

bía eslavos, que se quedan. Los ávaros están más organizados políticamente, puesto que

no tienen caudillos sino monarcas. Constituyen una especie de Estado, tienen un poder

~ 109 ~

central. Así que se alían con los eslavos o los someten, y comienzan una serie de incur-

siones mucho más organizadas, con lo que amenazan directamente al Imperio bizantino.

Esto ocurre a principios del siglo VII, en el reinado de la dinastía heracliana, que está

luchando contra los persas. Los ávaros llegan incluso a aliarse con éstos y deciden ata-

car por ambos frentes simultáneamente.

En el año 626, el emperador bizantino Heraclio (610-641) se encuentra luchando den-

tro de Persia, mientras un ejército persa se dirige por tierra a Constantinopla. Al mismo

tiempo, los ávaros también se dirigen allí, y los eslavos también pero por mar, bajando

por la costa oeste del mar Negro, en barcas rudimentarias, y sitian Constantinopla. Pero

se produce una tormenta que destroza muchas de las barcazas, y las que aún había son

aniquiladas por la armada imperial, que no se había ido. Por eso el ataque y el asedio a

la capital fracasan. Los ávaros se retiran detrás del Danubio y los persas se van a su

país. Los ávaros desaparecen como estado, cuando Heraclio más tarde acabe con ellos,

pero sin embargo los eslavos se quedan.

Mucho más tarde, representaron un serio peligro hasta Carlomagno. Iniciaron una se-

rie de sumisiones respecto a Pipino el Breve (751-768) y a su hijo Carlomagno (768-

814). Éste había pensado convertirlos al cristianismo, y mantenerlos en el mismo lugar

en estado de vasallaje, pero el pueblo vencido se desintegró antes de la intervención de

los misioneros francos. Después del 822 no hay mención de los ávaros.

En cuanto a los búlgaros, su historia se divide en muchas fases, de entre las que no

siempre es fácil encontrar una relación. Del el siglo V a principios del VII no son más

que un pueblo oscuro de la estepa, sin ninguna importancia. Pero a finales de este siglo,

presionados por los jázaros, cruzaron el Danubio. Probablemente no eran muy nume-

rosos, pero tenían un poder de organización del que carecían los eslavos. Gradualmente

constituyeron un fuerte reino que ocupaba todo el interior de la Península Balcánica, y

hacia el año 800 dominaban Transilvania y otras tierras de llanura europea. Se enfren-

taron con las tropas imperiales bizantinas en varias guerras. Pero hasta entonces habían

sido demasiado inestables para que la civilización les alcanzara o afectara.

El kan Krum (803-814) y su hijo Omortag (814-831) fueron administradores hábiles.

Bajo su respectivo ordenado gobierno, los griegos y los armenios empezaron a llegar al

país. Como los kanes quisieron tener residencias reales, los griegos y los armenios se las

construyeron. El territorio ofrecía oportunidades al comercio, que los mercaderes del

emperador aprovecharon ávidamente. Durante las guerras, las grandes fortalezas de

Adrianópolis y Mesembría estuvieron algún tiempo en manos búlgaras; los prisioneros

y las mercancías capturadas les enseñaron los recursos y la riqueza de la civilización bi-

zantina. Pero los kanes fueron al principio recelosos y manifestaron su alarma con la

persecución de todos los signos de cristianismo que aparecían. Paulatinamente los ele-

mentos búlgaros se fueron mezclando más con los eslavos, fundiéndose al final en un

sólo pueblo, los búlgaros, pero con rasgos e idioma eslavos. Entre los siglos VII-XI, un

primer Imperio Búlgaro se eleva al rango de las más importantes entidades estatales eu-

ropeas en el norte de la Península Balcánica, siendo destruido este primer Imperio por

los bizantinos hacia 1019.

A los búlgaros siguieron los jázaros –de quienes ahora nos ocupamos–, otro pueblo

turco, que contorneó el mar Caspio por el norte y se estableció en el Volga inferior a fi-

~ 110 ~

nales del siglo VII. Contrariamente a todos los precedentes, no avanzaron más allá.

Entre la taiga, el Cáucaso, el Don y el río Ural fundaron un Estado notablemente estable

durante tres siglos. De todos los pueblos de la estepa es ciertamente el menos caracte-

rizado. La amplitud de su migración es muy débil y se pone de manifiesto muy pronto

una tendencia a la vida sedentaria. La atracción del comercio de caravanas y de las ciu-

dades lo arranca rápidamente del pastoreo. Si durante el siglo VII los jázaros se com-

portaron como jinetes nómadas, a menudo aliados de Bizancio contra los musulmanes,

vemos en el siglo VIII surgir grandes ciudades comerciales construidas por ellos. Los

viajeros árabes las describen como ciudades formadas por barrios judíos, cristianos y

musulmanes, administrados por separado según la fórmula oriental. Las principales

eran: Itil (o Atil), cerca de Astracán, situada en la intersección de los itinerarios Irán-

Rusia y Bizancio-Asia central; Jamlidj, más al norte, a orillas del Volga; Samandar, en

la costa del Caspio, y la importante fortaleza de Sarkel, en el Don, construida según un

modelo bizantino para defenderse de los búlgaros.

El estado jázaro era de tipo oriental, pero de una estructura singular. Tenía dos sobe-

ranos, llamados el uno jagán, y el otro beg, y estaba dotado de una avanzada organiza-

ción financiera y militar. Sin duda el elemento turco sólo desempeñaba un papel de en-

cuadramiento aplicado sobre poblaciones de una gran variedad (caucasianos, iranios,

ugrofineses...). Su mayor originalidad fue de orden religioso, pues los jázaros son el

único pueblo de la historia que se convirtió en masa, pero no en su totalidad, al ju-

daísmo, a fines del siglo VIII; una minoría se sumó más adelante al Islam.

Aislado por su fe judía, el reino jázaro se encontró al final del siglo IX en una situa-

ción crítica: una nueva oleada turca, los pechenegos, se presentó en su frontera oriental

y lo atravesó de este a oeste, mientras que los rusos, abandonando la taiga, querían atra-

vesarlo de norte a sur para llegar al mar Negro. Finalmente el gran príncipe de Kiev,

Sviatoslav, destruyó Sarkel en el año 936 y eliminó los últimos restos jázaros en el 961,

acto poco juicioso que tuvo como principal resultado el poner en contacto, en toda su

frontera meridional, la Rus de Kiev y la tribu salvaje y devastadora de los pechenegos,

en vez de un pacífico reino comercial próspero. Así pues, la muerte del Imperio Jázaro

coincidió con el desencadenamiento de una nueva oleada de pueblos de la estepa. Se ha

supuesto a menudo que el primer Estado ruso se apropió de algunas de sus ideas polí-

ticas, especialmente el título de jagán, tantas veces ostentado por sus príncipes. Esto fue

la única herencia importante que dejó este pueblo.

Y vinieron los húngaros. Después que los búlgaros atravesaran el Danubio, el mundo

de las estepas pareció apaciguarse. Sus movimientos dejaron de interesar a Occidente

desde que Carlomagno acabó con los ávaros en el 796. La reconquista de la cuenca de

Panonia por pueblos sedentarios acababa de empezar: elementos alemanes en el noroes-

te, a lo largo del Danubio, y elementos eslavos sobre todo en el norte y en el sur, avan-

zaban para ocupar los territorios libres.

Pero por el año 895 la vanguardia de un nuevo pueblo nómada, el magiar, franqueaba

los Cárpatos: todo lo que se había hecho durante un siglo fue casi instantáneamente

arrasado por los magiares, que durante sesenta años aterrorizaron la Europa continental,

antes de establecerse en su centro. La oleada nómada que éstos habían iniciado continuó

~ 111 ~

aún largo tiempo: pechenegos, uzos y cumanos se sucedieron por las mismas rutas, aun-

que los húngaros hacían de pantalla entre ellos y la Europa latina.

El episodio húngaro responde a una larga tradición, aunque presenta una notable origi-

nalidad. Es el único que tuvo por iniciadores a los ugrofineses, el único cuyas conse-

cuencias directas son sensibles aún en nuestros días, el único que, desde Atila, ha trans-

formado profundamente el Occidente.

La retaguardia de los caballeros nómadas la conformaron los pechenegos, los uzos y

los cumanos. Vamos a considerarlos.

Los pechenegos aparecen en el horizonte cristiano hacia el año 880, en la estepa entre

los ríos Ural y Volga; quizá venían de los países medio boscosos del norte, siendo, de

todos modos, turcos. Vencidos por otras dos tribus turcas, los jázaros del Volga y los

uzos, inician en 889 una migración hacia el oeste, siendo conducidos primero a Ucrania.

Para conquistar un espacio hacen retroceder a los magiares hacia Rumanía y finalmente

a Panonia. Así, se fijan sus territorios de nomadismo, a finales del siglo IX, entre la

desembocadura del Danubio y el Volga inferior; hasta el año 950 ocupan preferen-

temente la parte oriental; rápidamente su centro de gravedad se traslada en dirección

oeste, entre el mar Negro y el naciente estado kieviano, pues la llegada de otras tribus

también turcas –los cumanos– los empuja, a su vez, hacia Occidente.

Durante el siglo X, los pechenegos constituyen una de las mayores preocupaciones de

la diplomacia bizantina. Además, fueron alternativamente aliados y adversarios de los

magiares, de los búlgaros y de los rusos, tan pronto como cierran la ruta del bajo Dnié-

per y las fructuosas correrías hacia Bizancio a los príncipes de Kiev. En el siglo XI, con-

vertidos en vecinos inmediatos y amenazantes del Imperio de Oriente, después de la

destrucción de Bulgaria, son objeto de toda clase de maniobras con la intención de ha-

cerlos desaparecer, sentar la cabeza o convertirlos.

Otros, más numerosos, se hacen mercenarios al servicio de los griegos y de los hún-

garos. Por el avance de los uzos, huyen muy pronto de Ucrania a Moldavia, y, después,

al norte de Bulgaria. Su último contacto con Kiev se verifica en 1036: desesperada-

mente intentan hallar un lugar en los Balcanes, fracasan y, a partir de la mitad del siglo

XI, se disgregan.

Los uzos –nos referimos ahora a ellos–, que seguían de cerca a los pechenegos, atra-

vesaron el Danubio inferior en 1064 y llegaron hasta Macedonia, donde fueron aplas-

tados; una parte quedó instalada en los Balcanes y otra fue enviada al ejército bizantino

de Anatolia. Su paso no significó más que un breve episodio.

No ocurrió así con sus sucesores, los cumanos (polovtsi en ruso), el último pueblo de

la estepa aparecido antes de la invasión y conquista mongol. Era una población muy va-

riada: de habla turca, según parece eran rubios, de ojos azules... Llegados del Asia cen-

tral a principios del siglo XI, vagaron por la región del Dniéper y establecieron su domi-

nio en toda la zona comprendida entre los Cárpatos y el lago Baljash antes del 1080. No

se movieron de allí hasta la invasión mongol, que los aniquiló en 1239. Su principal pa-

pel histórico es haber bloqueado definitivamente la ruta del sur a la Rusia de Kiev, aun-

que también tuvieron una cierta importancia como intermediarios comerciales entre Eu-

ropa y Asia.

~ 112 ~

Y llegaron los mongoles, procedentes de Mongolia, de las estepas asiáticas. Basaron

su economía en las ovejas y los caballos. De las primeras sacaban piel, lana para la con-

fección de sus tiendas, leche, quesos y corderos. El caballo era el principal medio de

transporte, siendo esencial para la caza y la guerra. Su leche, una vez fermentada, pro-

porcionaba una bebida levemente alcohólica, el kumis.

Al ser un pueblo eminentemente ganadero, realizaban migraciones estacionales: de los

pastos de verano de la llanura iban a los de invierno en valles protegidos, pues Mon-

golia es un país montañoso.

Los mongoles son uno de los muchos pueblos de Mongolia Central. No eran los más

importantes. Los tártaros también vivían allí. Gengis Kan los exterminó y los sometió

bajo su mando. Temüjin (1206-1227) sometió a varios pueblos y adoptó el título de

Gengis Kan. En 1206, después de haber completado la tarea de unificación o someti-

miento por la fuerza de las tribus de Mongolia, se celebró una asamblea tribal (xuriltai)

y fue aclamado kan de todas las tribus turcas y mongolas. Entre 1211 y 1216 conquista

la China septentrional y tomó Pekín. En 1215 sometió Jorezm (Corasmia), en el Asia

Central. En 1222, como podemos recordar, se tuvo aquel primer contacto o choque con

los rusos en la batalla de Kalka, de mongoles contra tropas rusas y cumanas.

En 1227 murió Gengis Kan, y repartió su reino o dominios entre sus hijos. Ögodei fue

su sucesor (1229-1241). En 1236 su sobrino Batu Kan se dirigió a Occidente aniqui-

lando a los búlgaros del Volga. Después se sucedieron algunas campañas contra los ru-

sos al norte y al sur de Kiev, de 1237 a 1240. La derrota rusa fue completa salvo en

Nóvgorod, de donde los mongoles hubieron de retirarse debido a los problemas causa-

dos por el deshielo de primavera. Los rusos no fueron grandes adversarios para los mon-

goles, pues se vieron disminuidos por sus disputas dinásticas internas. De Rusia fueron

los mongoles a Polonia y a Hungría, en 1241. En este mismo año derrotaron a la caba-

llería germano-polaca y a los búlgaros del Danubio, en la batalla de Liegnitz. Llegaron

también a las puertas de Viena, pero murió el kan y Batu hubo de regresar a Karakórum

para estar presente en la sucesión del nuevo kan. Al regresar, fundó el kanato conocido

como Horda de Oro en las estepas al norte del mar Negro y en las estepas de Kipchak.

Fundó la capital, Sarái, cerca de la desembocadura del Volga.

Fuera del control de los mongoles quedaron algunas de las ciudades rusas, como Nóv-

gorod y, en menor medida, la región de la Galitzia-Volhynia. La atención de Batu Kan

estuvo puesta en las desavenencias que tenía con el Kan Göyük y en el deseo de afian-

zarse en su reino. Los príncipes rusos aprovecharon para afianzar sus posiciones. Tanto

Andrés Yaroslavich de Vladímir como Daniel Romanovich de Galitzia-Volhynia siguie-

ron una política de sometimiento nominal a los mongoles y una concentración-incre-

mento de fuerzas militares en el interior de sus principados. También está Alexander

Newsky de Nóvgorod, hermano de Andrés, cuyo interés había estado centrado en frenar

las penetraciones de los suecos en el Neva, lo que consiguió en 1240, y de la orden

teutónica en el lago Peipus en 1242. Ante la oposición de Alexander a someterse a los

germanos que amenazaban su fe ortodoxa, o a los mongoles, eligió a estos últimos. Esta

elección le facilitaba el intento de despojar a su hermano el título de gran duque con la

ayuda de Batu Kan.

~ 113 ~

Más adelante, en 1250-1251, los principados de Andrés de Vladímir y Daniel de Ga-

litzia-Volhynia se aliarán, lo que dará a Alexander Newsky la oportunidad de intervenir

en su contra con el apoyo mongol. Saldrá vencedor Batu Kan, entregando el título de

gran duque de Vladímir a Alexander (1252-1263). Esta victoria se deberá no sólo a la

superioridad militar de los mongoles, sino también a la colaboración de los boyardos

por temor a represalias.

Durante el gobierno de Alexander Newsky como Gran Duque de Vladímir, se consoli-

dará el dominio mongol. Batu será un kan dependiente del de Karakórum, aunque a me-

diados del siglo XIII se pondrá de manifiesto una mayor independencia de la Horda de

Oro, de modo que los príncipes rusos tratarán sus asuntos directamente con el kan de es-

ta Horda.

Los aspirantes a gran duque, tenían que visitarle personalmente en Sarái para recibir el

nombramiento. El kan, a cambio, les exigía tributo y contingente militar, siendo así los

tributos: los terratenientes y campesinos pagando como una especie de diezmo llamado

“jasaq”; los artesanos y comerciantes pagando un impuesto sobre las ventas que hacían

(tamga). Y otros de carácter excepcional. Eran los propios mongoles los que recogían

los impuestos, pero al cabo del tiempo esta función la pasaron a realizar los príncipes

rusos, a finales del siglo XIII, cuando los kanes autorizaron al gran duque de Vladímir a

hacerlo.

Los príncipes de Vladímir sacaron ventaja de esta situación. La percepción de tributos

les permitió asegurar su autoridad en el plano local. El colaboracionismo les aseguraba

apoyo ante las revueltas. Así, los grandes príncipes de Vladímir preparaban la recon-

quista.

En la lucha por el título quedaron dos dinastías rivales: la de Moscú y la de Tver. Fue

la de Moscú la triunfadora, cuando en 1328 Iván I de Moscú consiga asegurar el gran

ducado para su familia, gracias a las relaciones mantenidas con los tártaros, iniciándose

así lo que se conoce en la historia como principado de Moscú. En la batalla de Kulikovo

(año 1380), llevada a cabo cerca del Don por Dimitri Donskói, vencen los rusos, demos-

trándose por primera vez que el Imperio Mongol podía ser destruido, aunque la Horda

de Oro no fuera aniquilada hasta finales del siglo XIV, por la invasión mongola de Ti-

mur Lenk, Tamerlán.

¿Qué podemos concluir o sacar como consecuencias de la invasión mongola de Ru-

sia? Digamos, en primer lugar, que la conquista mongola entrañó una barbarización de

Rusia y un aislamiento que supondría el retraso de Rusia respecto a Europa Occidental.

También puede verse como positiva la unificación paulatina de la política rusa, sobre

todo cuando el príncipe de Moscú fue reconocido como gran duque. Y según otros, la

influencia mongola en Rusia fue más bien limitada, ya que ambas sociedades vivieron

independientemente, sin que pueda decirse que convivieron. Es preciso recordar que los

mongoles siguieron siendo nómadas en el tiempo de su dominación sobre Rusia. Su ni-

vel cultural fue siempre inferior al de la Rusia agrícola, sobre la que impusieron su yugo

tributario. Ya lo iremos viendo y relatando (D. m.) en el transcurrir de este cronicón.

Vamos ahora –según remitíamos– por la narración o noticia de que a 30 de septiembre

de 1246 murió el príncipe Yaroslav II Vsévolodovich, a sus 55 años de edad. Fue gran

~ 114 ~

príncipe de Vladímir durante ocho años, desde 1238, como también de Nóvgorod y

Kiev. Ayudó a restaurar su país y sus ciudades tras la invasión de los mongoles.

Yaroslav II Vsévolodovich fue el cuarto hijo de Vsévolod III de Vladímir y de María

Shvárnovna. En 1200 fue enviado por su padre a gobernar el principado de Pereyáslavl,

cerca de las estepas cumanas. Seis años después, fue llamado por los boyardos de

Hálych para gobernar su ciudad, pero no pudo reclamar allí el trono de manera efectiva.

Entonces fue enviado a tomar Riazán, pero la obstinada oposición de sus habitantes

llevó a que la ciudad acabase quemada. En 1209, Vsévolod envió a Yaroslav a oponerse

a Mstislav Mstislávich el Valiente en Nóvgorod. Tras varias batallas, los dos príncipes

hicieron la paz, y Yaroslav se casó con la hija de Mstislav, Rostislava Mstislavna (o

Teodosia).

En su lecho de muerte, Vsévolod el Gran Nido le legó Pereslavl-Zaleski. En el con-

flicto entre sus hermanos mayores, Konstantín y Yuri, Yaroslav apoyó al último. En

1215, aceptó la oferta de los novgorodianos de convertirse en su príncipe, pero desean-

do vengarse de su anterior traición capturó Torzhok y bloqueó sus suministros de grano

a Nóvgorod. Varios meses después, fue derrotado por su suegro en la batalla de Lipitsa,

en 1216, y hubo de retirarse a Pereiáslav (en el centro de Ucrania).216

En 1222, Yaroslav, finalmente entronizado en Nóvgorod, invadió toda Estonia y ase-

dió Kolyván,217

su capital. Cuatro años más tarde, devastó Finlandia y dio nombre a Ka-

relia. Su siguiente ambición fue sojuzgar Pskov, pero los novgorodianos rehusaron gue-

rrear contra su vecino. Yaroslav marchó enojado y tomó el enclave novgorodiano

de Volokolamsk. En 1234, regresó a Nóvgorod y varios años más tarde derrotó a sus

principales enemigos, los lituanos y los caballeros teutónicos. En 1236, siguió el conse-

jo de Daniel de Galitzia y se trasladó de Nóvgorod a Kiev, dejando a su hijo Alexander

Nevski como representante en el norte.

En 1238, habiendo invadido los mongoles Rusia y habiendo muerto en combate su

hermano mayor, Yuri, Yaroslav dejó Kiev por Vladímir, donde fue coronado gran prín-

cipe. Yaroslav intentó restaurar las ciudades de Vladímir-Suzdal tras los asaltos e incen-

dios de las mismas por parte de los mongoles. En 1243, fue llamado por Batu Kan a Sa-

rái, su capital. Después de una larga conferencia, regresó con honores a Vladímir. Dos

años más tarde, fue de nuevo llamado al este, esta vez por Kuyuk Kan (1246-1248) al

palacio mongol de Karakórum. Allí fue envenenado por la esposa del kan y murió una

semana después de que se le permitiera regresar a casa.

En cuanto a vida matrimonial y descendencia, hemos de contar que Yaroslav se casó

con su primera esposa hacia el año 1205. Era de origen túrquico, hija de Yuri Konchá-

kovich, kan de los cumanos. El pueblo de ella pertenecía a los cumanos kipchaks.

En 1214, se casó Yaroslav en segundas nupcias, siendo Rostislava Mstislavna la nue-

va esposa. Era hija de Mstislav Mstislávich el Valiente y otra princesa cumana. Se di-

vorciaron en 1216.

216

Un yelmo supuestamente perdido en la batalla fue encontrado por los arqueólogos de la misma en

1808.

217

Actual Tallin.

~ 115 ~

En 1218 fue la tercera boda, esta vez con Teodosia Ígorevna de Riazón, hija de Ígor

Glébovich y de Agrafena de Kiev. Su padre era el segundo hijo de Gleb Rostislá-

vich, príncipe de Riazán (muerto en 1178), y de Eufrosinia de Pereyaslavl. Su madre era

hija de Rostislav I de Kiev (muerto en 1167). Tuvieron al menos doce hijos: Fiódor

(muerto en 1233), Alexander Nevski (muerto en 1263), Andrei II de Vladímir (muerto

en 1264), Mijaíl Jorobrit (muerto en 1248),218

Daniil (muerto en 1256), Yaroslav de

Tver (muerto en 1271), Konstantín Yaroslávich (príncipe de Gálich y Dmítrov), María,

Vasili (nacido en 1241 y muerto en 1276, príncipe de Kostromá), Afanasi, Eudoxia y

Yuliana.

A Yaroslav II Vsévolodovich le sucede como gran príncipe de Vladímir Sviatoslav III

(1246-1249), siendo todo breve en su reinado y nada destacable, muerto en 1252.

Yelmo de Yaroslav II Vsévolodovich

218

Príncipe de Moscú. Asumió el control de Vladímir. Fue asesinado mientras se enfrentaba a una inva-

sión lituana.

~ 116 ~

EPÍLOGO III

ALFONSO Y SU AMANTE DOÑA MAYOR GUILLÉN

De cómo los amores de quien sería el rey Alfonso X el Sabio de Castilla con una aris-

tócrata permiten ilustrar la condición de la mujer cristiana (y judía) en la España medie-

val.219

El amor nunca ha leído el Ave María,

el amor no conoce ley o creencias,

el amor no puede ser prohibido

por un Paternoster.

Estos versos fueron escritos en la segunda mitad del siglo XIII por un poeta italiano

amigo de Dante Alighieri; pero podían haberse escrito igualmente en la Corte del rey

castellano-leonés Alfonso X, centro de cultura donde se desarrolló una obra ingente, en

la que se encuentran reflejos del universo femenino de aquel tiempo. En su extensa obra

jurídica, en especial en las Siete Partidas, se recopila la normativa sobre las mujeres y

en su obra literaria, sobre todo en Las Cantigas de Santa María y en las cantigas pro-

fanas, se expone un amplio panorama del mundo femenino.

Sin embargo, parte de las leyes incluidas en los códigos que mandó redactar no las

cumplió el propio rey, ya que hizo caso omiso de algunas de las normas o ideas sobre

las mujeres reflejadas en su obra literaria: el recato femenino, la vergüenza de la sexua-

lidad y el castigo al adulterio. Cuando era un joven príncipe y, luego, cuando fue rey,

Alfonso mantuvo relaciones con mujeres que no pensaba hacer sus esposas. De todas

ellas hay que destacar a doña Mayor Guillén de Guzmán, con quien estuvo muy unido

en sus años de juventud, mientras le buscaban una esposa.

Doña Mayor Guillén era hija de una familia prominente de la Corte de Fernando III, el

padre de Alfonso X. Su padre fue don Guillén Pérez de Guzmán, adelantado mayor de

Andalucía. Su hermano, Pedro de Guzmán, padre del famoso Guzmán el Bueno, era

adelantado mayor de Castilla. Como otras jóvenes nobles de su tiempo, doña Mayor vi-

viría en la Corte, donde la conoció el príncipe Alfonso.

Tenía Alfonso 21 años de edad cuando nació la hija de ambos, doña Beatriz de Cas-

tilla (1244-1303). Los amores de Alfonso y doña Mayor tuvieron lugar al tiempo que se

negociaba la boda del príncipe heredero con Violante de Aragón, compromiso que se

firmó en los comienzos de la década de los 40, celebrándose la boda en 1246 (o pos-

teriormente). No podía celebrarse antes ese matrimonio, puesto que Violante era una ni-

ña. Durante los años de espera de la boda, Alfonso tuvo sus amores e hijos, siendo una

mujer amante, entre otras, doña Mayor Guillén.

219

Por María Jesús Fuente Pérez, profesora de Historia Medieval de la madrileña Universidad Carlos III.

~ 117 ~

Doña Mayor Guillén fue una de las muchas amantes que el rey Alfonso X el Sabio

tuvo a lo largo de su vida. A pesar de dejar grandes obras jurídicas y literarias en las que

plasmó una rígida normativa acerca del amor y las mujeres, Alfonso X disfrutó del amor

de muchas damas a lo largo de su vida. Doña Mayor destaca entre todas ellas por ser la

madre de una de sus hijas predilectas, Beatriz de Castilla, la que pasó con el tiempo de

bastarda a reina consorte de Portugal.

Doña Mayor pertenecía a una de las principales familias aristocráticas del siglo XIII

en Castilla, los Guzmán. Su padre, Don Guillén Pérez de Guzmán, fue adelantado ma-

yor de Andalucía, y su hermano Pedro de Guzmán, adelantado mayor de Castilla. Los

Guzmán vivían en la corte de Fernando III, padre de Alfonso X. No es de extrañar pues,

que el futuro rey sabio quedara pronto prendado de la belleza de la joven aristócrata.

Los amoríos entre Doña Mayor y el príncipe heredero no pasarían de eso, de una rela-

ción entre amantes, pues doña Mayor no ofrecía los beneficios estratégicos que suponía

una alianza con el reino de Aragón mediante Violante. Pero dado que el matrimonio con

la niña aragonesa se tuvo que posponer, Alfonso contaba con su amante doña Mayor.

Haz lo que yo escribo, pero no lo que hago. Las Siete Partidas recogen las normas y

leyes más importantes del siglo XIII. En ellas, Alfonso X mandó redactar, entre otras

cosas, sobre una rigurosa legislación acerca de las mujeres. Pero en aquel tiempo era

común que personas de alto rango no cumplieran con los dictados destinados al resto de

la población. A pesar de castigar el adulterio, Alfonso X, ciertamente pecador, no tuvo

problemas en rodearse de amantes antes y después de su matrimonio.

Doña Mayor Guillén fue uno de los amores más destacados del sabio rey Alfonso, una

mujer que supo aceptar y hacer valer su condición de amante, retirándose en su mo-

mento a sus dominios, hasta morir, en 1262, recibiendo sepultura en el convento de San-

ta Clara que ella misma fundó en Alcocer (Guadalajara).

~ 118 ~

EPÍLOGO IV

EL CASTILLO DE REINA (BADAJOZ)

En Reina (Badajoz), todavía son visibles los restos de lo que fue una alcazaba mu-

sulmana, que data de la segunda mitad del siglo XII, con rasgos típicos de las edifica-

ciones almohades como, por ejemplo, que el muro exterior perimetral se adapta a las

curvas de nivel, lo que aprovechaban sus constructores para aumentar su capacidad de-

fensiva. Su construcción, destacadamente musulmana, es de tapial modulado mediante

encofrados. Tiene varias torres, de planta rectangular, unas albarranas y otras adosadas

al muro perimetral. Tiene una torre cuya base es de sección cuadrada y pasa a ser oc-

togonal en la parte superior.

Cuando pasó a manos de la Orden de Santiago se llevaron a cabo numerosas construc-

ciones, sobre todo a finales del siglo XV, siendo gran maestre de la Orden Alonso de

Cárdenas. Por cuanto se refiere al sistema defensivo, el maestre elevó a mayor altura las

murallas mediante mampostería. En el interior, durante el siglo XVI, se construyeron

viviendas para el alcaide, las mismas que dieron en llamarse “el palacio”, parece ser

que erigido todo ello sobre lo que fue anterior alcázar. Los edificios dedicados al servi-

cio se componían de viviendas, aljibes, caballerizas, y una ermita de estilo gótico. En el

siglo XVII se fue dando ya el abandono de la fortaleza y, por lo mismo, su deterioro

progresivo.

Aunque en sí muy maltrecha, la silueta de esta poderosa alcazaba se recorta aún sobre

el horizonte como hito evocador de la pasada grandeza de Reina. El recinto amurallado

tenía 14 torres albarranas y defendía a otro recinto interior del que sólo quedan escasos

restos. De entre sus torres destaca la del Homenaje. Se conservan varios aljibes, simila-

res algunos de ellos a los de Cáceres y Medellín entre otros.

La cerca que se conserva es de la época almohade (siglo XII). En el interior de la an-

tigua alcazaba musulmana se conserva aún una ermita del siglo XV, dedicada a la Vir-

gen de las Nieves, cuyos orígenes pueden datarse en la época visigoda. Es de una sola

nave con bóveda de cañón apuntado. La cabecera tiene bóveda con nervios estrelladas.

La sacristía visible es la de la derecha con bóveda casi plana dividida en cuatro case-

tones. La de la izquierda no se comunica con la iglesia y está modificada. El coro está

sostenido por una columna con capitel visigodo. El atrio con dos arcos sostenidos por

una columna torsa220

de factura visigoda. Hay unas pinturas con motivos vegetales y

formas humanas en embarcaciones de difícil clasificación.

220

Columna cuyo fuste aparece decorado con molduras o estrías que la recorren helicoidalmente en torno

a un núcleo cilíndrico central.

~ 119 ~

~ 120 ~

~ 121 ~

EPÍLOGO V

EL MONASTERIO O CARTUJA DE SANTA MARÍA

EN PUEBLA DE BENIFASAR

El monasterio o cartuja de Santa María, situado en el término municipal de Puebla de

Benifasar (Castellón), al este del conocido cerro de Santa Escolástica, lo conforma un

amplio edificio gótico construido en el siglo XIII, habiéndosele añadido obras corres-

pondientes a los siglos siguientes, del XIV al XVI.

El municipio siempre ha formado parte de la Tenencia de Benifasar (una comarca

histórica de Castellón y algo de Tarragona), perteneciendo en feudo al abad del mo-

nasterio al que nos referimos, actualmente ocupado por monjas cartujas de Orden y Re-

gla de San Bruno, siendo el único de estas características en España.

Durante el dominio musulmán, la vida de la comarca se desarrolló en torno al castillo

árabe de Beni-Hassan, hasta que fue conquistado por el rey Jaime I de Aragón, quien

mandó construir junto al castillo la primera fundación cisterciense de las tierras valen-

cianas.

Por su parte, la Puebla de Benifasar fue fundada por el abad Berenguer de Concavella,

mediante carta puebla en fecha 11 de enero de 1261, sobre las aldeas de Belloc y Albari.

En su término se encuentran los restos del monasterio de Benifasar, fundado por monjes

del monasterio de Poblet (Tarragona) en 1233, siendo ya a mediados del siglo XIII, con-

cretamente en 1250, uno de los grandes señoríos eclesiásticos valencianos de la Edad

Media. También se encuentra en su término el poblado de El Mangraner, cuya carta

puebla es del 4 de enero de 1269.

Había pasado, en 1208, que el rey Pedro II de Aragón (1196-1213) donó el castillo a

don Guillem (Guillermo) de Cervera, el cual, en 1229, se hizo monje cisterciense en

Poblet, donando el territorio de su propiedad a la Orden. Y en 1233, Jaime I mandó

construir allí un monasterio, al que nos estamos refiriendo, bajo la advocación de Santa

María.

Los monjes se establecieron provisionalmente en el llano junto al castillo hasta 1250,

cuando se terminaron las viviendas en el monasterio cisterciense, el cual describimos a

continuación.

Se trata de un recinto amurallado con un conjunto de edificaciones de diferentes épo-

cas desde el siglo XIII al XVI, como ya dijimos, con transformaciones incluso en fechas

posteriores. Se edifica según el modelo cisterciense de Poblet, aunque resulta diferente y

de menor monumentalidad. Tiene elementos del románico tardío como la solución en

algunas portadas, arcos torales, perpiaños y formeros de su iglesia y en elementos de-

corativos de los capiteles. También encontramos elementos góticos en las columnas del

claustro, en la estructura de la iglesia y en el claustro mayor.

Se sabe que bajo la dirección de Pedro Torres, se construyeron el palacio del abad y el

claustro, entre 1316 y 1347. La sala capitular y las dos sacristías, una junto al altar ma-

yor y otra junto al claustro, son de finales del siglo XIV.

~ 122 ~

En el ala de acceso, orientada hacia el mediodía, se encuentra la puerta real con ele-

mentos que todavía recuerdan al románico como es la decoración en damero de la im-

posta del gran arco. Esta puerta está flanqueada por la zona residencial de los abades, la

de los reyes, la hospedería y la capilla. Una vez atravesada la puerta hay un gran espacio

a modo de patio, a la izquierda del cual se sitúan varias dependencias y claustros me-

nores con los dormitorios. Junto a la actual entrada hay un pequeño claustro en el que se

encuentra una especie de torre cuadrada, de dos cuerpos; el inferior más robusto y ma-

cizo, está abierto por un arco apuntado a cada lado; el superior, con doble arco por lado

tiene columnillas pareadas en los ángulos, y haces de cuatro en las intermedias. A este

espacio se le llama cisterna o depósito de agua, parece ser que era el templete de la

fuente ya que los depósitos o cisternas solían ser subterráneos. Cerca de este pequeño

claustro se sitúa otro con arcos apainelados o carpaneles y una gran dependencia que es

el dormitorio.

A la derecha de la entrada se encuentra el conjunto monástico que se desarrolla en tor-

no al claustro mayor. Tiene un podio corrido sobre el que se arrancan columnas pa-

readas alternadas con pilares sobre los que apoyan los arcos apuntados de doble canala-

dura en el intradós. Los capiteles y las líneas de imposta están decorados con motivos

vegetales y rosetas, combinando con motivos figurativos y de animales. Sobre los arcos

hay unos óculos que favorecen la iluminación de las galerías.

En un ala del claustro se sitúan la cocina, el refectorio y otras dependencias. En otra,

la sacristía vieja y la sala capitular; esta última levantada a principios del siglo XIV. Es

de planta rectangular dividida en dos tramos por un arco apoyado en ménsulas. El ac-

ceso es a través de una puerta ojival trilobulada, flanqueada por ventanales geminados

con óculos cuatrilobulados; está cubierta con bóveda de crucería.

La iglesia se alza paralela al claustro. Iniciada en 1264 es de una sola nave, con cru-

cero y ábside poligonal, alzados entre 1264 y 1276. La nave fue terminada totalmente en

1460 según planos del maestro Barceló de Vallibona. En su interior hay columnas

adosadas al muro que actúan como soportes de arcos formeros apuntados. La cubierta es

de bóveda de crucería en la nave, el crucero y en los brazos del mismo. En la cabecera

es una bóveda nervada. Tiene la iglesia ventanas ojivales, con una iluminación reducida

propia del estilo cisterciense, en los muros laterales y en el ábside. Las capillas laterales

así como las del crucero se alojan en cuerpos independientes al exterior, sobresaliendo

en altura la nave. En la nave central de la iglesia se hallan el monumental Cristo, talla de

2,20 metros de altura, y la imagen de Nuestra Señora de Benifasar, obras ambas del

escultor Lluis Maria Saumells Panadés (1915-1999). Al exterior se abre la cubierta de la

nave a dos aguas.

El campanario se encuentra entre el ábside y el crucero en el lado de la epístola. El

cuerpo inferior es gótico, los otros dos y el remate en pirámide adquirieron su forma en

1672. La fábrica es de piedra tallada en los muros exteriores y en gran parte de los ele-

mentos interiores.

La decoración se limita a capiteles e impostas predominando los motivos vegetales,

aunque también aparecen temas de animales. Hay arcos, escudos abaciales y portadas

del siglo XVII.

~ 123 ~

En el siglo XVIII, tras la peste del momento y la Guerra de Sucesión (1701-1713) el

monasterio quedó bastante decaído y dañado; así en 1708 quedaban tres monjes que

eligieron como abad a Roberto Forner. En 1712 el nuevo abad, Raimundo de Reverter,

rehízo la comunidad, amplió el palacio del abad y añadió muy digno el crucero de la

iglesia. Con la Guerra de Independencia (1808-1814) tuvieron que abandonar los mon-

jes el monasterio, en 1810, retornando luego, en 1814. La desamortización de Mendi-

zábal de 1835 hizo que se perdiese el carácter religioso del edificio, hasta la restaura-

ción cartujana, de cuya Orden nos hacemos eco a continuación.

Aunque ser cartujo (o cartuja) no es fácil, no faltan aspirantes. En España 61 monjes y

11 monjas de clausura mantienen una vida solitaria consagrada a la oración.

Desde la Provenza llegaron en el siglo XII los monjes de la Orden de la Cartuja para

construir un monasterio, fundando así la primera cartuja de la Península Ibérica. Esco-

gieron un paraje singular, enmarcado por la sierra de Montsant, en la comarca tarraco-

nense del Priorato, donde un pastor había soñado con unos ángeles que subían al cielo

por una escalera apoyada en el tronco de un pino, de ahí Escaladei (escalera de Dios).

La Cartuja subsistió hasta el 1835 con gran esplendor. Con la desamortización de

Mendizábal (1835), los monjes se vieron forzados a huir, privados por decreto de sus

tierras. En tan sólo dos años la majestuosa cartuja quedó convertida en un montón de

escombros.

Hoy día se pueden visitar las ruinas de la Cartuja de Escaladei recorriendo el exterior

de los tres claustros, la iglesia y el refectorio, así como una celda reconstruida con todo

detalle. Además, la Cartuja de Escaladei es una visita por así decir obligada para quie-

nes quieran viajar a los orígenes de la comarca del Priorato.

En cuanto a la Orden milenaria que fundara San Bruno de Colonia (muerto en 1101),

cabe señalar que actualmente existen en el mundo 19 casas de cartujos (sumando un to-

tal de 289 monjes) y 5 casas de cartujas (con 65 monjas en total).

En España existen ahora 4 casas o cartujas: la de Miraflores en Burgos, la de Porta

Coeli en Valencia, la de Montalegre en Barcelona, y la (femenina) de Santa María de

Benifasar en Castellón. En total son 61 monjes y 11 monjas.

La cartuja de Santa María de Benifasar se encuentra en un auténtico desierto, en el

corazón del castellonense Parque Natural de la Tenencia de Benifasar. Como monas-

terio de monjas cartujas en España fue fundado en 1967, aprovechando las ruinas del

antiguo monasterio cistercienses. En 1975 fue posible adaptar la estructura general del

monasterio, transformando las primitivas celdas cistercienses, en los eremitorios clási-

cos cartujanos.

~ 124 ~

Monasterio Cartuja de Santa María de Benifasar

~ 125 ~

ÍNDICE

A modo de prólogo

Apoderarse de Jaén e ir hacia Sevilla ……………………………………….. pág. 3

Cartagena (reino de Castilla)

Concesión de fuero ………………………………………………………….. pág. 8

Reino de Portugal

Noticias varias y guerra civil ……………………………………………….. pág. 10

Jaén (reino andaluz-castellano)

Capitulación y otras noticias de Jaén tras siete meses de asedio …………… pág. 13

Reino de Gwynedd

Óbito de Dafydd ap Lliwelyn ………………………………………………. pág. 18

Tuy (Galicia)

Recordando a Pedro González Telmo ……………………………………… pág. 19

Explanada de Haugsnes (Islandia)

Muere decapitado Brandur Kolbeinsson …………………………………… pág. 21

Abadía de Fontevrault (reino de Francia)

Óbito de Isabel de Angulema, reina consorte de Inglaterra ………………... pág. 22

Ducados de Austria y Estiria

Muerte del duque Federico II ……………………………………………… pág. 25

Señorío de Santa María la Real de Sasamón (reino de Castilla)

Concesión al obispado de Burgos …………………………………………. pág. 26

Monasterio de Santiago de Andravida (principado griego de Acaya)

Óbito y sepultura de Godofredo II de Villehardouin ……………………… pág. 27

Tarnovo (reino-imperio de Bulgaria)

Murió el zar Kalimán Asen I ……………………………………………… pág. 30

Señorío de Albarracín

Muere Pedro Fernández de Azagra ……………………………………….. pág. 32

Rus de Kiev y otros principados de su entorno

Muerte martirial del príncipe ruso Miguel de Chernígov o Mijaíl Vsévolodovich pág. 34

~ 126 ~

Burgos (reino de Castilla)

Óbito de Juan, prelado y canciller de Castilla ……………………………. pág. 45

Principado de Lieja (Sacro Imperio Romano Germánico)

Muerte de Roberto de Thourette, príncipe-obispo de Lieja ……………… pág. 46

Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas en Burgos (reino de

Castilla)

Óbito de la reina madre Doña Berenguela de Castilla ……………………. pág. 47

Colegiata de Santa María la Mayor en Valladolid (reino de Castilla)

Boda de Alfonso de Castilla y Violante de Aragón ………………………. pág. 52

Villa y castillo de Reina (reino de Castilla)

Reconquista y donación a la Orden de Santiago …………………………. pág. 55

Monasterio de Santa María de Buenafuente del Sistal (reino de Castilla)

Actuación de Doña Sancha Gómez ………………………………………. . pág. 56

Moratalla (reino de Murcia-Castilla)

Concesiones por la Orden de Santiago ……………………………………. pág. 58

Hisn Canit (Al-Ándalus)

Intento de reconquista por parte de los castellanos ……………………….. pág. 60

Lérida (reino de Aragón)

Concilio por lo ocurrido entre el rey Jaime I y el obispo Berenguer de

Castellbisbal ………………………………………………………………. pág. 61

San Juan de Acre (reino de Jerusalén)

Murió Alicia de Champaña y Jerusalén, reina consorte de Chipre ……….. pág. 64

Sultanato selyúcida de Rum

Murió Kaikosru II ………………………………………………………… pág. 65

Epílogo I

La iglesia de Santa María la Real de Sasamón (Burgos) ………………..... pág. 69

Epílogo II

El contexto de la historia medieval rusa y la muerte de Yaroslav II

Vsévolodovich …………………………………………………………….. pág. 90

Epílogo III

Alfonso y su amante Doña Mayor Guillén ……………………………….. pág. 116

~ 127 ~

Epílogo IV

El castillo de Reina (Badajoz) …………………………………………… pág. 118

Epílogo V

El monasterio o cartuja de Santa María en Puebla de Benifasar ………… pág. 121