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  • ISSN 1989-7197

    HERMESRevista del Mundo Clsico

    Nmero 17 Abril de 2014

  • Editorial

    Descubrimientos, teatro y nuestro segundo suplemento

    Poco antes del cierre de este nuevo nmero de Hermes un grupo de alumnos del Grado en Ciencias y Lenguas de la Antigedad de la UAM represent la comedia de Aristfanes La Asamblea de las Mujeres.La obra fue todo un xito y, por eso, queremos felicitar a todos los actores - magnficos! - y al director, el profesor Luis M. Maca Aparicio, por su excelente trabajo.

    Las pginas de Hermes 17 estn repletas de actualidad. Presentamos, entre otras muchas cosas, los des-cubrimientos de dos nuevos poemas de Safo y del ataud de Neb o el viaje de estudios que los alumnos de tercer y cuarto curso realizaron a Mrida. Adems, en marzo se celebr en Sevilla el II Congreso Nacional Ganimedes y hemos elaborado un suplemento muy especial.

    Por ltimo, damos la bienvenida a Marta Ca, Sebastian Holtom y Marta Marchena, que se incorpo-

    ran al Consejo de Redaccin de Hermes.

    Directora

    Raquel Fornieles

    Comit Cientco

    Leticia Martn Fuertes, Jos Ramn Urzar

    Diseo y Maquetacin

    Ester Belaire, Raquel Fornieles, Carlos Villanueva

    Comit de edicin

    Eveling Garzn, Violeta Gomis, Jaime Gutirrez, Alberto Pardal

    Consejo de redaccin

    Claudia V. Alonso, Ester Belaire, Sonia Blanco, Elena Cardea, Marta Ca, Sandra Cruz, Natalia Elvira, Eduardo Fernndez, Sarit F.

    Otero, Silvia Fornas, Eveling Garzn, Nicols Gimnez, Violeta Gomis, Helena Gonzlez, Jaime Gutirrez, Sebastian Holtom, Marta

    Marchena, Leticia Martn-Fuertes, Antonio Moral, Mara Morn, Mireia Movelln, Alberto Pardal, Paloma Quicios, Roco Rivas,

    Sara Snchez-Molina, Jos Ramn Urzar, Carlos Villanueva.

    Pgina web y contacto

    https://sites.google.com/site/hermesrevistadelmundoclasico/home ([email protected])

  • ContenidosACTUALIDAD

    Las Furias. De Tiziano a Ribera ...................................................... 4-7 Giuseppe Arcimboldo: dos pinturas de Flora .................................. 8 Roma en el bolsillo .......................................................................... 9-10 Anton Raphael Mengs y la Antigedad .................................... 11-12 Exposicin de Augusto en la Scuderie del Quirinale .............. 13-15 Augusto: Historia, Literatura y Arte ................................................ 16 La femme fatale en la literatura griega ......................................... 17-20 Descubrimiento del proyecto Djehuty ......................................... 21-23EL REPORTAJE

    El Antiguo Egipto est de actualidad ........................................... 24-27 El Museo Britnico y sus colecciones romanas ........................... 28-32OPININ

    Estamos en Grecia o en Londres? ......................................................... 33ESPECTCULOS

    La Asamblea de las Mujeres .................................................................. 34 yax ...................................................................................................... 35-37EL PERSONAJE

    yax ..................................................................................................... 38-40 Odiseo .................................................................................................. 41-43LITERATURA

    Odiseo. El juramento ..................................................................... 44-45 Ilada y Odisea. El manga ..................................................................... 46 Mito e interdisciplinariedad ................................................................. 47 Una guia de la Antigedad para la vida moderna ............................ 48TEXTOS

    Circe y Odiseo .................................................................................... 49-52 SABAS QUE ...

    ... se han descubierto dos nuevos poemas de Safo? ...................... 53-54LA ENTREVISTA

    Adolfo J. Domnguez Monedero .................................................... 55-57DE VISITA

    Viaje de estudios a Mrida ............................................................... 58-59Jerusaln ................................................................................................ 60-63

    NOTICIAS BREVES 64

    ndice

    DESCARGAR NORMAS

    PARA LOS AUTORES

  • Actualidad

    LAS FURIAS.DE TIZIANO A RIBERA

    Una exposicin con diferentes niveles de lectura

    EstEr BElairE PEco

    D esde el 1 de enero hasta el 4 de mayo, el Museo del Prado de Madrid presenta Las Furias. De Tiziano a Ribera. En esta exposicin se ilustra el nacimiento, la evolucin y la muerte del tema de las Furias desde mediados del siglo XVI hasta finales del siglo XVII.

    O riginariamente las Furias eran unos personajes femeninos encargados de que los condenados en el Ha-des cumplieran sus castigos. Pero en 1548 este significado cambi cuando Mara de Hungra encarg a Tiziano cuatro lienzos con los personajes de Ticio, Tntalo, Ssifo e Ixin, identificndolos con los cuatro prncipes alemanes que atacaron a su hermano, el emperador Carlos V, y que fueron derrotados. Se estableca as por primera vez una alegora poltica con estos personajes que fueron castigados por desafiar a los dioses del Olimpo por diferentes motivos: Ticio, por intentar violar a una amante de Zeus; Tntalo, por servir a su hijo de festn a los dioses; Ssifo, por delatar las infidelidades de Zeus, e Ixin, por querer seducir a Hera.

    Ixin, de Giovanni Battista Langetti. Puerto Rico, Museo de Arte de Ponce. Las fotografas de todos los cuadros de este reportaje han sido cedidas por el Museo del Prado.

  • Actualidad

    L a exposicin est orga-nizada de tal manera que todas las piezas dialo-gan entre s en torno a una rplica del siglo XIX del Laocoonte. Esta escultura est situada en el centro por ser el ejemplo mximo de exemplum artis et doloris, es decir, la obra de arte su-prema y la representacin ms perfecta del dolor.

    E l resto de pinturas, grabados, dibujos y la nica medalla que se exhibe estn distribuidas en cinco seccio-nes. La primera de ellas es la denominada como Miguel ngel. En ella encontramos las obras anteriores a 1548, ao en el que Tiziano empez a pintar Las Furias. En la segunda seccin podemos ver a las Furias como alegora poltica, es decir, las pintadas por Tiziano para Mara de Hungra.

    Ticio, de Miguel ngel Buona-rroti. Londres, Royal Collection, Windsor Castle.

    Laocoonte y sus hijos. Museo Po-Clementino, Vaticano. Fotografa de Ester Belaire.

  • Actualidad

    E n la tercera seccin estn las relacionadas con la Academia de Haarlem y Rubens. A finales del siglo XVI los pintores vieron en las Furias un excelente vehculo para tratar la varietas y la representacin del dolor extremo. Esta sensacin se ve con claridad en el Prometeo de Rubens.

    L a cuarta es la perteneciente a la esttica del terror, cuyo mayor representante es Ribera. En estas obras las figuras estn en un primer plano muy iluminado y con fondos muy oscuros. Las expresiones son muy desgarradoras, pudindose ver incluso las heridas sangrientas causadas por sus castigos. Y, por lti-mo, en la quinta estn las obras de las Furias que se difundieron desde Npoles hasta Venecia a travs de las obras de Ribera y los pintores que viajaron con l, como Salvator Rosa.

    Ssifo, de Tiziano Vellecio di Gregorio. Museo Nacional del Prado de Madrid.

    Ticio, de Tiziano Vellecio di Gregorio. Museo Nacional del Prado de Madrid.

  • Actualidad

    Ixin, de Jos de Ribera. Museo Nacional del Prado.

    Prometeo encadenado, de Pedro Pablo Rubens y Frans Snyders. Philadelphia Museum of Art.

    El suplicio de Prometeo, de Salvator Rosa. Galeria Nazionale dArte Antica Palazzo Corsini.

  • Actualidad

    GIUSEPPE ARCIMBOLDO: DOS PINTURAS DE FLORA

    Exposicin sobre la diosa romana de la primavera en la Fundacin Juan March

    lEticia Martn-FuErtEs MorEno

    S olo durante el pasado mes de febrero, la Fundacin Juan March acogi la exquisita exposicin Giuseppe Arcim-boldo: dos pinturas de Flora. Se trataba de dos obras de Giuseppe Arcimboldo (Miln, 1526-1593), realizadas en leo sobre tabla y mostradas al pblico por primera vez, caractersticas de la tcnica teste composte o cabeza compuesta, que consiste en construir un retrato a base de pequeos dibujos de flores, animales y dems detalles de la naturaleza. De esta forma, de cerca se aprecian las miniaturas que forman la base del cuadro y, de lejos, la cara que resulta del conjunto. Esta efmera y pequea exposicin consisti en una sola sala: en una pared colgaban los dos cuadros, Flora y Flora meretrix; en la pared opuesta, frente a unos asientos, se proyectaba un vdeo que iba repasando de forma cclica las miniaturas de ambas obras, detalle a detalle; por ltimo, en las paredes de los lados se encontraban los textos explicativos.

    A mbas obras, con su temtica floral y natural, representan dos personajes distintos que se funden en uno: Flora, la diosa romana de la primavera. Flora hace referencia a su vertiente de diosa vital y marital, la Cloris romana, prudente esposa de Favonio y estandarte de la fertilidad, siguiendo la versin conceptual y literaria de Ovidio. Flora meretrix, dotada de unos rasgos ms finos y sensuales y con un pecho al descubierto, corresponde a la famosa prostituta romana que sufrag los primeros juegos en honor a la diosa, los ludi florae, festivales de carcter plebeyo con contenido sexual, bailes y bebidas, que se celebraban en marzo o abril; la parte prctica de la religiosidad, en definitiva.

    Flora y Flora Meretrix, de Giuseppe Arcimboldo.

  • Actualidad

    sandra cruz GutirrEz

    A mediados del siglo XVIII, un grupo de jvenes artistas y arquitectos tu-vieron la oportunidad viajar a Roma pen-sionados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con el objetivo fundamental de perfeccionar su apren-dizaje y formacin. Durante su estancia, y siguiendo las instrucciones de la Aca-demia, contaron con unos cuadernos de dibujo en los que deban copiar obras de la Antigedad y de maestros del Renaci-miento y Barroco.

    E l Museo Nacional del Prado acogi entre el 15 de octubre de 2013 y el 19 de enero de 2014 una exposicin en la que se exhiban los cuadernos roma-nos de cinco de estos jvenes afortuna-dos: Domingo lvarez Enciso, Antonio Primo, Domingo Antonio Lois, Mariano Salvador Maella y Jos del Castillo, lo que constituye un conjunto de excepcional in-ters para comprender las motivaciones y el modo de trabajo de estos artistas. Adems de estos cuadernos, el Museo del Prado conserva el de Francisco de Goya, que aunque posterior a este programa de subvenciones, unido a los anteriores supo-ne una imagen ms libre y personal frente al carcter oficial y reglado de los acad-micos. Tambin se incluyen cuadernos de otros artistas europeos que tambin estu-vieron en Roma a finales del siglo XVIII, como Angelika Kauffman, Joshua Rey-nolds, Edme Bouchardon o Carlo Spiri-dione Mariotti.

    ROMA EN EL BOLSILLOCuadernos de dibujo y aprendizaje artstico en el siglo XVIII

    Alegora de las Artes, Jos del Castillo. Cuaderno italiano I, p. 3, 1762, Museo Nacional del Prado.

  • Actualidad

    L os cuadernos (taccuini en italiano), por su reducido tamao, eran el medio perfecto para llevar de viaje y anotar en ellos todo lo que era de su inters, ya se tratase de obras indicadas por sus directores como obras apreciadas por ellos mismos. Tambin servan a menudo para escribir diarios de viaje, destacando los lugares que visitaban y describiendo un panorama extraordinario de la ciudad. En ellos quedaban registradas todas las obras que encontraban y consideraban dignas de plasmar en sus cuadernos; su anlisis permite deducir que el estudio de la Antigedad y de las obras de arte del Renacimiento y el Barroco fueron referentes obligados, independien-temente de la nacionalidad del artista.

    D urante su estancia, tambin tuvieron la oportunidad de acudir a la conocida Accademia del Nudo, fundada por el Papa Benedicto XIV en el Campidoglio, donde los jvenes copiaban modelos del natural y la estatuaria clsica de la coleccin. En muchas de las academias realizadas a partir de los posados en la Accademia se aprecia la continua vista a la Antigedad, y las posturas recuerdan a esculturas paradigmticas como el Galo Moribundo y a las alegoras del Nilo y el Tber, reflejando el esfuerzo, la tensin y el movimiento de estas obras.

    A la izquierda, Retrato de un dibujante, Jos del Castillo, Cuaderno italiano III, p. 286, 1762, Museo Nacional del Prado; a la derecha, Crtera con relieve alegrico de la Villa Borghese, Domingo Antonio Lois Monteagudo, Libro de varios adornos, fol. 56, Hacia 1759 - 1764, Biblioteca Nacional de Espaa.

    L os pensionados deban enviar los resultados de su estudio a Madrid, para comprobar el progreso artstico de sus autores y servir de modelo a los ms jvenes. A travs de los aos, se vea la evolucin, que alcanzaba un elevado grado de perfeccin y mostraba los gustos e intereses de la poca. Con estas becas, los jvenes artistas espaoles, por primera vez en su historia, se instruyeron de la misma forma que los dems artistas europeos.

  • Actualidad

    ANTON RAPHAEL MENGS Y LA ANTIGEDAD

    Una exposicin en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de algunos vaciados en yeso que el pintor don a Carlos III

    antonio Moral snchEz

    E ntre el 20 de noviembre y el 26 de enero la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, junto con la Fundacin MAPFRE, organiz la primera exposicin celebrada en Espaa en torno al anlisis de la obra de An-ton Raphael Mengs. Con motivo del 250 ani-versario del nombramiento de Mengs como acadmico honorario, se estudiaba la figura del pintor, quien destac por su inters por la An-tigedad y la preeminencia que el mundo cl-sico tuvo en su obra terica y plstica. Mengs, nombrado primer pintor de cmara de Carlos III y uno de los principales representantes de la esttica neoclsica en Europa, tambin destac por su papel como pedagogo, coleccionista, es-tudioso de la Antigedad y arquelogo.

    L a exposicin recoga una recopilacin de vaciados en yeso de esculturas que, en su da, el pintor don a Carlos III con la idea de que fueran utilizadas dentro del programa for-mativo de la Academia madrilea. Los vaciados representan los ideales estticos y las teoras del Neoclasicismo. Segn Mengs, el nico proce-dimiento vlido para acercarse al arte era imitar la Antigedad, puesto que los artistas griegos alcanzaron la perfeccin. As, Mengs utiliz sus vaciados para entender el aspecto que ha-ban tenido las estatuas originales creadas por los clsicos.Apolo de Belvedere, una famosa estatua de mrmol

    representando al dios Apolo.

  • Actualidad

    L os modelos en yeso expuestos, los libros, do-cumentos y dibujos de Mengs copiando la Antigedad reflejan el inters hacia lo clsico que se experiment en el siglo XVIII, as como el din-mico mercado anticuario romano, lleno de restos arqueolgicos y falsificaciones, en el que se haca imprescindible la intervencin de restauradores y escultores.

    A su vez, en la exposicin tambin se recons-trua el transporte de los vaciados a la corte madrilea y la funcin que los mismos cumplieron en la Academia, influyendo sobre los discpulos.

    P or tanto, el conjunto de las obras permite ilustrar un momento histrico de gran relevancia en la evo-lucin del arte occidental. La coleccin no es solo un conjunto de copias destinado a la enseanza, sino tambin un utensilio para el estudio de la escultura griega.

    Escultura creada a partir de la tcnica de vaciado en yeso.

    Pgiles.

  • Actualidad

    EXPOSICIN DE AUGUSTO EN LA SCUDERIE DEL QUIRINALE

    La construccin de una nueva clasicidad

    silvia Fornas riEsco

    B ajo Augusto se cre un nuevo lenguaje artstico como renacimiento de la antigua clasicidad en la que se tomaron como modelos no solo aquellos del siglo V, sino tambin el estilo arcai-co, severo, clsico, tardoantiguo y helenstico. Ejemplo de esta evolucin y revisin son los grupos de Orestes con Electra, una estatua de Livia representada como Ceres o Fortuna que recuerda al s. V, la famosa cabeza de Ulises que adornaba una villa de Livia o la estatua de Claudio Marcelo cuyo modelo fue un Hermes del siglo V a. C. atribuido a Fidias.

    Arbol genealgico de Augusto. La parte central de la segunda sala alberga bustos de la familia imperial. Todas las imgenes de este reportaje tienen licencia Wikimedia Commons.

  • Actualidad

    Augusto de Prima Porta. Una de las estatuas ms famosas encontrada en la

    villa de Livia en Prima Porta. La coraza narra la recuperacin de los estandartes

    perdidos por Craso en la batalla de Carras del 53 a. C.

    Augusto Pontfice. Estatua togata de augusto, con la cabeza cubierta y en pose

    de sacrificio.

    Augusto y los dioses tutelares

    L a poltica de recuperacin de las costumbres reli-giosas y los templos que lleva a cabo Augusto se ve reflejada en distintos relieves con escenas de la iniciacin a los misterios eleusinos, la representacin de Demter en su trono, as como una estatua de Afrodita progene-trix de la familia Iulia, con un bello efecto mojado. Se encuentran tambin varias estatuas de las Nibides, una herida, otra muriendo, una tercera en fuga. Estas estatuas se reorganizaron en los horti sallustiani y hoy en da se encuentran repartidas en Roma y Copenhague.

    Llegada de una nueva edad de oro

    L a victoria de Augusto y Antonio contra Bruto y Ca-sio en la batalla de Filipos en el 42 a. C. constituye una segunda edad de oro en la que se introducen concep-tos como pax, felicitas temporum o pietas.

    A l igual que el crculo de Mecenas compara lite-rariamente el reinado de Augusto con el modelo ideolgico de la edad de Saturno y el amanecer de la humanidad, en la escultura encontramos motivos deco-rativos que evocan abundancia y prosperidad: el follaje y las volutas de acanto como smbolo de regeneracin, elementos que encontramos en los frisos del templo de Divus Iulius que Augusto dedica a su padre adoptivo y fragmentos del Ara Pacis.

    U na de las piezas ms importantes la constituyen los llamados Relieves Grimani, que originalmente se encontraban en el foro de Palestina. Presentan imgenes idlicas y paisajes buclicos: fieras amamantando cras como expresin de paz y tranquilidad.

  • Actualidad

    El eco de Roma en el mundo provincial

    E l programa decorativo fue adoptado por todo el imperio: como ejemplo se mues-tran piezas del foro de Mrida que actualmente se encuentran en el Museo Arqueolgico Na-cional de Arte Romano, como las estatuas de Eneas, Ascanio y Anquises.

    E l foro de Emerita Augusta toma el foro de Augusto cercano a la Subura como mode-lo para decorar el triprtico con estatuas de ca-ritides, togatas, laenatas y el grupo troyano que se situaba a ambos lados de la plaza.

    Muerte y apoteosisde Augusto

    F inalizan la exposicin los relieves de Me-dinaceli, restos de un edificio pblico eri-gido en Campania en memoria de Augusto tras su muerte en el que se cuenta la batalla naval de Accio en el 31 a. C. que pone fin a la guerra civil entre Octavio y Marco Antonio.

    D espus de la muerte de Augusto en Nola el 19 de agosto del 14 d. C., se celebra el funeral que recorre las calles de Roma desde el Palatino hasta el campo de Marte, donde se hizo la cremacin. Los relieves de Medinace-li, trados de Crdoba y Budapest, presentan el carro procesional con Augusto divinizado, msicos, lctores, prisioneros y personajes reli-giosos que participaron en la procesin.

    Moneda Augusto Agripa. Augusto como pacificador con corona de quercus. Las monedas muestran tres etapas en su

    iconografa: en batalla, victorioso y pacificador.

    Camafeo de Augusto. Los regalos de la familia imperial propiciaron el desarrollo de la glptica cuyo mximo exponente

    fue el grabador Dioscrides.

    Espejo de Leda. El tesoro de Boscoreale: 30 kilos de plata sepultados por el Vesubio. Actualmente las piezas se encuentran

    en el Museo del Louvre.

  • Actualidad

    AUGUSTO: HISTORIA, LITERATURA Y ARTE

    Simposio de la SEEC con motivo del II milenario de la muerte del emperador

    alBErto Pardal Padn

    E ste ao 2014 se celebran los 2000 aos de la muerte de Augusto en Nola en agosto del ao 14 d. C. Esta efemride fue la aprovechada por la So-ciedad Espaola de Estudios Clsicos para la celebracin de un simposio mo-nogrfico sobre la vida y la poca del emperador.

    D urante los das 14 y 15 de febrero se reunieron en la Fundacin Pas-tor numerosos especialistas en la histo-ria, arqueologa y filologa de la Roma clsica. El simposio cont con cuatro conferencias plenarias a cargo de Jaime Siles (Universitat de Valncia), Manuel Bendala (Universidad Autnoma de Madrid), Mara Jos Cant (Univer-sidad de Salamanca) y Jos Luis Vidal (Universitat de Barcelona). A estas hay que aadir ms de una docena de co-municaciones a cargo de especialistas procedentes de diversas universidades espaolas y europeas.

    L os asistentes pudieron disfrutar de intervenciones sobre la convulsa historia del siglo I a. C., sobre el paisaje romano o sobre los principales autores de los siglos I a. C. y I d. C., como Vir-gilio, Ovidio y Horacio.

    Mara Jos Cant (USal) y Dulce Estefana (Universidade de Santiago de Compostela).

    Dulce Estefana (USC) y Emma Falque (Universidad de Sevilla).

    ukasz Berger (Adam Mickiewicz University, Poznan) y Emma Falque (US). Fotofografas: Alberto Pardal.

  • Actualidad

    LA FEMME FATALE EN LA LITERATURA GRIEGA

    Este congreso, organizado por la Asociacin Ganimedes y la Fundacin Pastor de Estudios Clsicos, se celebr en Madrid los das 17 y 18 de enero

    raquEl ForniElEs

    L os das 17 y 18 de enero se celebr en la Fundacin Pas-tor de Estudios Clsicos el congre-so La femme fatale en la literatura griega, organizado por la propia Fundacin Pastor y la Asociacin Ganimedes.

    L a idea surgi el pasado vera-no en Heidelberg. Yo estaba realizando all una estancia de in-vestigacin y tuve la gran suerte de conocer a Carlos Primo, periodista y doctorando que disfrutaba de una beca del Iberoamerika-Zen-trum (IAZ). Los profesores scar Loureda y Katrin Berty nos invi-taron a participar en un coloquio de jvenes investigadores para que diramos a conocer nuestros traba-jos y Carlos present la tesis que est realizando, titulada Arquetipos de la crueldad femenina en la pintura y la literatura de entresiglos (1870-1930). Inmediatamente apare-cieron los nombres de Helena de Troya, Circe, Medea o Fedra, entre otras mujeres de la literatura griega, que sirvieron como fuente de ins-piracin a pintores y escritores de finales del siglo XIX en la creacin del arquetipo de la femme fatale.

    Arriba, de izquierda a derecha, Carlos Primo, Emilio Crespo y Raquel Fornieles en la inauguracin del congreso; abajo, el cartel. Las fotografas de

    este reportaje fueron realizadas por Mireia Movelln y Luz Conti.

  • Actualidad

    L os conferenciantes de la tarde del viernes fueron Carlos Primo, Sandra Cruz, Sara Snchez-Molina, Marina Sols de Ovando y Mireia Movelln. El sbado tomaron la palabra Claudia V. Alonso, Raquel Fornieles y Rodrigo Verano.

    Carlos Primo (UCM): Huellas grecolatinas en la femme fatale contempornea.

    Sandra Cruz y Sara Snchez-Molina (UAM): Las femmes fatales de la Odisea: Circe, Calipso y las Sirenas.

  • Actualidad

    Marina Sols de Ovando (UAM): Helena de Troya.

    Mireia Movelln (UCM): Medea.

    El pblico en el saln de actos de la Fundacin Pastor de Estudios Clsicos.

  • Claudia V. Alonso (UAM): Una femme fatale en mi ciudad: el embrujo de las cortesanas.

    Rodrigo Verano (US): La transposicin del prototipo: el dandy.

    Actualidad

    Raquel Fornieles (UAM): Los filtros de amor y el perfume.

    Y despus del congreso, la comida para celebrarlo.

    E l congreso tuvo una exce-lente acogida y el pblico enriqueci nuestros trabajos con sus comentarios y propici interesantes debates despus de cada una de las sesiones.

  • Actualidad

    EL PROYECTO DJEHUTY DESCUBRE UN ATAUD INTACTO

    DE LA DINASTA XVII

    claudia v. alonso MorEno

    L as misiones arqueolgicas espaolas en el pas del Nilo no paran de darnos alegras. El pasado 13 de febrero, una nota de prensa del CSIC informaba de que los miembros del Proyecto Djehuty, liderado por Jos Manuel Galn, haban descubierto al norte de la necrpolis de Dra Abu el-Naga (Luxor, antigua Tebas) un atad intacto de la XVII dinasta egipcia (ca. 1600 a. C.). La sepultura era la de un hombre llamado Neb, un alto funcionario de la corte. Fue hallada en una cmara excavada directamente en la roca, a cuatro metros de profundidad.

    E sa profundidad es poco habitual para este tipo de enterramientos, lo que probablemente contribuy a que no fuera saqueado ya desde la Antigedad. La entrada de la tumba an conservaba el cierre original, realizado con adobes.

    Los obreros egipcios extraen con cuidado el atad de Neb de su cmara funeraria bajo la atenta mirada de Jos Manuel Galn, director de la expedicin, y ngeles Jimnez, supervisora del rea donde se hall la tumba.

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    GEN

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  • Actualidad

    El atud tras su limpieza.

    E l atad, de dos metros de largo por medio metro de ancho, tiene pintada una exquisita decoracin que imita las alas de un ave (los egiptlogos denominan a este tipo de atades rishi, de plumas en rabe), y su estado de conservacin es excepcional, as como el de la momia que haba en su interior, actualmente bajo estudio. Las alas, extendidas sobre el cuerpo del difunto, son el emblema de la diosa celeste Nut. De esta forma, representaban cmo la diosa alada abrazaba al difunto, al que acompaaba y protega en su viaje al Ms All.

    El Proyecto Djehuty al completo posa junto a Neb.

  • Actualidad

    L a importancia del hallazgo es doble. En primer lugar, servi-r para arrojar luz sobre un perodo histrico poco conocido, la dinasta XVII, que se incluye en el Segundo Perodo Intermedio. En esos mo-mentos Egipto estuvo polticamente dividido en dos reinos, uno con Te-bas como capital y comandado por soberanos egipcios (dinasta XVII), y otro centrado alrededor de Avaris, donde resida una dinasta de ori-gen asitico, los hicsos de los textos egipcios. Adems, el tipo de atad es muy raro y estuvo en uso durante un breve periodo de tiempo, por lo que muy pocos han sido hallados en sus contextos originales.

    D e hecho, los ltimos atades de tipo rishi encontrados en su lugar original fueron hallados por Howard Carter, el clebre descubri-dor de la tumba de Tutankamon, a principios del siglo XX. Este ha-llazgo se suma a los otros realiza-dos por el Proyecto Djehuty, que ya lleva 13 campaas trabajando en la zona. La misin tena como objeti-vo inicial el estudio de la tumba de Djehuty, alto funcionario durante el reinado de Hatshepshut (ca. 1479-1458 a.C.), pero la excavacin del patio de la misma ha revelado que esa rea, tanto en periodos ante-riores como posteriores, fue usada como necrpolis.

    Neb ve la luz por primera vez en 3600 aos.

    El polvo y las piedras se haban acumulado en la superficie del atad. Pa Rodrguez, una de las restauradoras de la excavacin, tuvo que ir retirando a mano los residuos uno por uno, incluso los ms diminutos,

    pues de otra manera la superficie del atad se habra daado.

    MS INFORMACIN:

    http://www.excavacionegipto.com.

  • El Reportaje

    EL ANTIGUO EGIPTOEST DE ACTUALIDAD (I)

    Presentamos algunos descubrimientos realizados por proyectos extranjeros. En el prximo nmero, el reportaje continuar con los hallazgos de equipos espaoles

    PaloMa quicios y roco rivas

    E n los ltimos meses el mundo de la egiptologa ha estado de enhorabuena y de actualidad, pues han sido muchos los resultados obtenidos por los diferentes proyectos que llevan aos excavando en Egipto. En su mayora se trata de equipos multidisciplinares de diferentes nacionalidades que estn excavando necrpolis y tumbas pertenecientes a diversos periodos del Antiguo Egipto y que intentan completar la historia de una de las civilizaciones ms importantes de la Antigedad.

    La tumba en el Antiguo Egipto era concebida como un espacio de suma importancia. Se trataba de un lugar de reposo eterno del cuerpo del difunto, donde los vivos recordaban a sus familiares fallecidos a travs de ritos y ofrendas para proteger el Ka.

    Cementerio de nios, Neoltico. Desierto de Gebel Ramlah. Instituto de Arqueologa y Etnologa

    de Poznan, Polonia (J.Kabaciskiego)

    E ste ao el equipo polaco del Insti-tuto de Arqueologa y Etnologa de Poznan ha documentado en el desierto de Gebel Ramlah (situado a 140 kilmetros al oeste de Abu Simbel) un cementerio de 6500 aos que contiene los restos de una decena de nios, bebes y fetos, inhuma-dos en pequeos hoyos de poca profun-didad y sin una estructura aparentemente formalizada.

    1 Por lo general los nios eran enterrados cer-ca de la casa o debajo de ella, dentro de vasijas o cajas y envueltos en esteras. En el caso de las cla-ses sociales ms altas, los nios eran momifi-cados e introducidos en pequeos sarcfagos.

    Enterramiento infantil indivi-dual. La mortalidad infantil era muy alta, siendo dos los periodos ms peligrosos en la

    vida de los nios. En el primer mes de vida, por las condicio-nes higinicas en el parto o por la propia debilidad fsica de

    la madre, y a los tres o cuatro aos, cuando terminaba el

    periodo de lactancia, el cambio de alimentacin provocaba

    infecciones mortales.

  • El Reportaje

    L a mayora de estos enterramientos infantiles son individuales, pero tambin se han encon-trado algunos en los que el nio fue enterrado con un adulto, representando la muerte de la madre y del beb durante el parto. En su conjunto se trata de enterramientos modestos debido al escaso ajuar que acompaaba a los nios y a que tan solo unas pocas tumbas con-tenan ajuares ms elaborados, compuestos por pulseras de marfil o conchas procedentes del Mar Rojo. Igualmente, junto a los ajuares se han documentado en cada entierro trozos de ocre rojizo. Segn los investigadores, podra tratarse de un sistema de creencias funerarias de la poblacin.

    A ctualmente se estn realizando diversos estudios sobre los restos para determinar los lazos familiares de los cuerpos, la edad y el sexo. Asimismo, en las siguientes campaas se tiene previsto iniciar las excavaciones de un cementerio de adultos, situado al este del infantil.

    Ajuar. Cuentas de granito de una pulsera.

  • El Reportaje

    A la izquierda, cartucho de Senebkay; a la derecha, sarcfago de Sobekhotep.

    L a tumba de Senebkay no es de una gran riqueza decorativa, pero se encontraron varios objetos en ella, entre los que se encontraban algunos vasos canopos, donde se introducan las vsceras de los cuerpos momificados, restos humanos, y el ya citado sarcfago, que es de cuarcita y se encontr vaco. Estaba prcticamente sin deco-rar y por los restos donde estaba ubicado se identific como perteneciente al propietario de la tumba donde fue hallado. Ayudaron a la identificacin los vasos canopos que fueron encontrados en los alrededores de la tumba y tambin algunos objetos funerarios. Como es habitual en la poltica arqueolgica del gobierno egipcio, la tumba ser restaurada y se permitir que el pblico la visite.

    Tumba Sobekhotep I, D. XIII / Senebkay (II. P. Interme-dio). Abydos, Universidad de Pensilvania (Joseph Wagner)

    A comienzos de ao, el equipo de arquelogos de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) anunci el descubrimiento de dos hallazgos que, en principio, parecan no estar relacionados, pero que estaban ubicados en la misma zona arqueolgica.

    E l primer hallazgo fue un faran que, hasta la fecha, est poco investigado. Su nombre es Senebkay, uno de los faraones que pudo gobernar en la dinasta reinante en Abydos durante el segundo periodo intermedio (alrededor de 1650 a. C.). Poco tiempo despus, anunciaron el hallazgo del sarcfago del faran Sobekhotep de la dinasta XIII (1781 a. C. 1650 a. C.), perteneciente al periodo conocido como Reino Medio.

  • El Reportaje

    Tumba Junsu-Im-Heb, jefe de produccin de cerveza (D. XVIII), Tebas. Universidad de Waseda,Japn (Jiro Kondo)

    O tro de los descubrimientos que se produje-ron en enero de 2014 fue el realizado por un equipo de arquelogos japoneses de la Universidad de Waseda. Se trata de la tumba de un funcionario perteneciente a la dinasta ramsida que controla-ba la fabricacin de cerveza que estaba destinada al culto de la diosa Mut. El propietario de la tumba se ha identificado como Junsu-Im-Heb. El sepulcro se descubri mientras hacan las labores de limpieza de una tumba cercana, la TT 49, perteneciente a la poca de Amenhotep III.

    L a decoracin de la tumba es de gran riqueza, contiene textos referentes al ritual de la aper-tura de la boca y la calidad de los motivos del techo es excepcional. La importancia del propietario de la tumba radica en la actividad que desarrollaba, la fa-bricacin de cerveza, una de las bebidas principales de la dieta egipcia. Se elaboraba de malta o cebada y tambin se empleaba como ofrenda para los dioses.

    1 TT / Tumba Tebana es la nomenclatura utilizada para refe-rirse al conjunto de tumbas ubicadas en el Valle Este, cercano a la antigua Tebas.El interior de la tumba.

    PARA SABER MS:

    http://www.pasthorizonspr.com/index.php/archives/01/2014/unique-neolithic-child-cemetery-found-in-egypt

    http://www.aedeweb.com/actualidad/cementerio-neolitico-unico-de-ninos-encontrado-en-egipto/

    http://blogs.elpais.com/con-arte-y-sonante/2014/01/desentierran-la-tumba-del-faraon-sobekhotep-i.html

    http://cinabrio.over-blog.es/article-sobekhotep-i-faraon-por-4-a-os-que-resurge-despues-de-3-800-calendarios-122077264.html

    http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/8999/hallan_tumba_maestro_cervecero_egipcio.html

    http://www.elmundo.es/cultura/2014/01/04/52c7d03bca4741a5198b456a.html

    http://www.rpp.com.pe/2014-01-03-hallan-en-luxor-la-tumba-de-un-jefe-cervecero-del-antiguo-egipto-noticia_659288.html

  • El Reportaje

    EL MUSEO BRITNICO Y SUS COLECCIONES ROMANAS

    Presentamos el primer reportaje de una serie dedicada a uno de los museos ms visitados del mundo. En el prximo nmero de Hermes, las piezas griegas

    sEBastian holtoM

    E l origen del Museo Britnico se remonta a una coleccin de ms de 80.000 artculos procedentes de la co-leccin privada de Sir Hans Sloane, mdico y naturalista, que don su coleccin privada al Estado britnico, segn indicaba su testamento del ao 1753. La coleccin inclua 40.000 libros, 7.000 manuscritos, cuadros de Durero, su coleccin de ciencias naturales y medicina, as como antigedades de Egipto, Grecia, Roma, Oriente Medio, Extremo Oriente y Amrica. l quera que su coleccin se mantuviera preservada intacta despus de su muerte, as que se la dej como legado, por completo, al rey Jorge II a cambio de un pago de 20.000 a sus herederos. Dicho importe se obtuvo mediante una lotera pblica organizada por el Parlamento Britnico, segn muestra su acta de fundacin del 7 de enero de 1753. Adems, se adquiri la biblioteca de Sir Robert Cotton y la del anticuario Robert Harley.

    E l Museo Britnico se abri al pblico el 15 de enero de 1759. Se encontraba en una mansin del siglo XVII llamada Montagu House, en el barrio de Bloomsbury, situado en el lugar donde se encuentra la sede actual. La entrada era libre y podan acceder tanto curiosos como expertos. Excepto durante las dos guerras mundiales, el museo ha permanecido abierto desde entonces, aumentando progresivamente sus horas de apertura y pasando de una asistencia de cinco mil a seis millones de visitantes a comienzos del siglo XXI.

    A la izquierda, Montagu House, primera sede del museo; a la derecha, visitantes en el museo en el siglo XVIII.

  • El Reportaje

    E n la primera mitad del siglo XIX, hubo una serie de adquisiciones de alto perfil, como la Piedra Rosetta (1802), la coleccin de escul-tura clsica Townley (1805) y las esculturas del Partenn (1816). En 1823, el rey Jorge IV de Inglaterra don a la institucin la biblioteca de su padre el rey Jorge III (la Biblioteca del Rey) e impuls la construccin del edificio cuadrangu-lar de hoy, diseado por el arquitecto britnico Sir Robert Smirke (1780-1867).

    L a construccin del nuevo edificio se pro-long durante ms de 30 aos y se hizo ala por ala, hasta que fue completado e inaugurado en 1857. El nuevo edificio inclua la Biblioteca del Rey y la sala de lectura redonda. Cabe desta-car que, en su tiempo, el Museo Britnico fue el edificio pblico ms grande de Europa.

    U na figura clave durante este periodo fue Sir Augustus Wollaston Franks (1826-1897). Nombrado para el museo en 1851, fue el primer encargado de las colecciones britnicas y medievales y ampli la coleccin con nuevas tendencias, no solo aumentando las antigeda-des inglesas y medievales, sino tambin otorgan-do al museo material prehistrico, etnogrfico y arqueolgico de Europa y de otros continen-tes, as como arte y objetos prodecedentes de India, China o Japn.

    L as colecciones de historia natural eran par-te de la del Museo Britnico, hasta que fueron trasladadas al nuevo Museo Britnico de Historia Natural (actual Museo de Historia Natural) en 1887. Con la salida de las colec-ciones de historia natural y la finalizacin de la nueva Ala Blanca (frente a Montague Street) en 1884, haba ms espacio disponible para las antigedades. Esta fue una poca de innovacin para el museo, pues la iluminacin elctrica se introdujo en la sala de lectura y en las salas de exposiciones, siendo las de las colecciones ro-manas las primeras en hacerlo.

    A finales del siglo XIX, las colecciones del Museo Britnico haban aumentado tan-to que el edificio ya no era lo suficientemente grande. En 1895 los administradores compra-ron las sesenta y nueve casas que rodeaban el museo con la intencin de demolerlas y poder construir en los lados norte, oeste y este. Por estos aos se iniciaron nuevas colecciones de antigedades obtenidas en diversas partes del mundo, como frica central, Asia central y Ca-chemira.

    E n agosto de 1939, debido a la inminencia de la guerra y de la probabilidad de que hubiera ataques areos, las esculturas del Parte-nn, junto con las colecciones ms valiosas del museo fueron evacuadas del edificio para garan-tizar su seguridad, principalmente a stanos, a casas de campo, e incluso algunos a la estacin de metro de Aldwych, actualmente en desuso. La evacuacin fue oportuna, ya que en 1940 la Galera Duveen fue severamente daada por los bombardeos areos. Tras la guerra, poco a poco se fueron devolviendo las colecciones al museo.

    Entrada principal del museo, construido en estilo neoclsico, un estilo imitador de la arquitectura griega y

    romana. La fotografa se tom en agosto de 2012.

  • El Reportaje

    E n la dcada de 1970 hubo un pro-grama activo de reformas. Se rea-lizaron varias obras que dieron nuevas salas, entre las que se incluye la galera Duveen, construida para albergar las es-culturas del Partenn (1939/62). En 1973 la biblioteca se convirti en parte de una nueva organizacin, la Bibliote-ca Britnica. La biblioteca en s perma-neci en el museo hasta 1997, cuando los libros salieron de Bloomsbury y fueron enviados a un nuevo edificio en St. Pancras. All haba ms espacio, lo que permiti reconstruir y transformar el espacio vaco en el patio central del edificio de Robert Smirke. El arquitecto encargado de ello fue Norman Foster.

    El nuevo patio del Museo Britnico, diseado por el arquitecto bri-tnico Norman Foster, con la sala redonda de lectura en el centro.

    S e cre una nueva planta, un piso ms alto que el patio original y, a partir de entonces, la planta inferior fue utilizada para alojar el Centro de Educacin Clore y las galeras de frica. El prtico del sur fue reconstruido en gran parte y se incorporaron dos ascensores nuevos para que las personas discapacitadas puedan subir a los niveles superiores del museo. Tambin se instal un techo de cristal en todo el patio para crear un espacio cubierto en el centro del museo. Esta estructura fue inaugurada el 16 de noviembre de 2000 por la reina Isabel II de Inglaterra y, actualmente, es la plaza cubierta ms grande del mundo.

    La sala redonda de lectura.

  • El Reportaje

    LAS COLECCIONES ROMANAS

    E l Museo Britnico tiene una de las mejores colecciones de artefactos romanos, que est repartida en las salas 70 (dedicada al Imperio romano en s), 77 (destinada a las arquitecturas romana y griega) 83 y 84 (que contienen la escultura romana), 85 (sobre el retrato romano) y 49 (dedicada exclusivamente a los romanos en Gran Bretaa).

    Sala 49: Britania romana

    J ulio Csar fue el primer romano que llev un ejrcito a Gran Bretaa en los aos 55 y 54 a. C., pero no se qued y tampoco conquist el territorio ni lo anexion. Fue el emperador Claudio quien finalmente invadi Gran Breta-a en el ao 43 d. C. y la convirti en parte del Imperio romano, creando as la provincia de Gran Bretaa. Los romanos introdujeron el latn y su estilo de vida, construyeron ciudades, villas y caminos.

    Cabeza romana de mujer (siglos I-IV d. C.) influida cla-

    ramente por la sociedad nativa

    britnica.

    L a ocupacin romana de Gran Bretaa transform la cultura material de la pro-vincia. Los bienes importados y los colonos procedentes de Europa, Oriente Medio y fri-ca del Norte crearon una sociedad ms diver-sa y rica. La legislacin, la administracin, la moneda, la arquitectura, la religin y el arte de Roma se fusionaron con las sociedades de la Edad de Hierro de Gran Bretaa, creando una identidad distintiva, la romano-britnica, que se muestra en la sala 49 a travs de una varie-dad de objetos y obras de arte.

    Sala 70: Imperio romano

    L os objetos en la habitacin 70 ilustran el paso de Roma de una pequea ciudad a una capital imperial. La exposicin abarca un periodo de aproximadamente mil aos: desde la fundacin legendaria de Roma en el ao 753 a. C. hasta el ao 324, cuando el emperador Constantino fund la nueva capital cristiana de Constantinopla.

    L as piezas que aqu se exhiben pro-vienen de todo el Imperio. Pueden encontrarse creaciones en piedra y me-tal, esculturas de emperadores y dioses o joyera, cermica y vidrio cubierto, como la famosa Vasija de Portland.

    Vasija de Portland (5-25 d. C.).

  • El Reportaje

    Salas 83 y 84: Escultura romana

    E l coleccionista Charles Townley (1737-1805) hizo tres grandes viajes a Italia. Tanto durante sus visitas como por encargo, desde su casa en Londres, compr numerosas esculturas antiguas. Su extensa coleccin inclu-ye estatuas, bustos romanos y cofres sepulcrales y sarcfagos. Muchas de estas obras se exhiben en las salas 83 y 84 del museo.

    L a escultura jug un papel importante en los mbitos domstico y cvico durante el Imperio. Muchas de las estatuas, sarcfagos y relieves que hoy se encuentran en el Museo Britnico haban estado colocadas en casas par-ticulares, jardines y edificios pblicos de im-portantes ciudades como feso, Alejandra o Cirene. Entre los objetos expuestos destacan un gran jarrn tallado en mrmol de manera muy elaborada en el siglo II d. C., conocido como la vasija de Townley. Destacan tambin varias es-culturas procedentes de la Cirenaica (actual Li-bia) y un precioso busto de Clitia (40-50 d. C.)

    La vasija Townley (s. II d. C.).

    Clitia (40-50 d. C.), la escul-tura favorita de Townley.

    Sala 85: Retrato romano

    L os retratos son uno de los ms grandes legados de arte romano. Reflejan a hombres, mujeres y nios de la mayora de los altos rangos de la sociedad. Se instalaron en las casas, tumbas y edificios pbli-cos en todo el Imperio romano. Una serie de ellos, junto con otros de Cirene (este de Libia) se exhiben en la sala 85.

  • Estamos en Grecia o en Londres?Ester Belaire Peco

    El pasado mes de febrero, el actor estadounidense George Clooney hizo unas declaraciones que alteraron todos los medios de comunicacin. Durante la presentacin de su ltima pelcula, The Monuments Men, donde se aborda el tema del saqueo de las obras de arte por parte de los nazis, una periodista griega le pregunt si crea oportuna la repatriacin de los mrmoles del Partenn hacia suelo helnico. El actor contest que sera justo y que debera hacerse porque los griegos tienen todo el derecho a ello. Pero, cmo llegaron los mrmoles al Museo Britnico?

    Bajo la ocupacin otomana de Grecia, algunos pases europeos se llevaron consigo parte de los yacimientos arqueolgicos de la ciudad. De ah que, por ejemplo, podamos ver en el Louvre la Victoria de Samotracia o la Venus de Milo. Sin embargo, lo importante es saber cmo lo hicieron. Fueron cedidos los mrmoles por el Imperio o saqueados? Es una pregunta de difcil respuesta. A principios del siglo XIX, fueron llevados en barco a Gran Bretaa por el embajador britnico en Constantinopla Lord Elgin. Por ello el conjunto fue denominado los Mrmoles de Elgin, que incluye 17 estatuas, 15 metopas representando la batalla entre los Centauros y los Lapitas y decenas de paneles de mrmol, frisos y elementos escultricos y arquitectnicos del Partenn. En ese momento ya se abri la duda de si era un saqueo o una cesin.

    Aos despus, el propio Elgin pag de su bolsillo para excavar y transportar ms piezas, puesto que en aquella poca la colina ateniense era un fuerte otomano. En 1816, acept la oferta del parlamento britnico de vender el conjunto al Museo Britnico y as hizo, tras rechazar otras mejores como la del mismo Napolen.

    Sabiendo un poco mejor cmo acabaron all, retomemos el tema: deberan regresar a Atenas?Legtimamente as debera ser. Cuando uno viaja a Atenas, sube hasta lo alto de la Acrpolis, se maravilla del yacimiento y baja al Museo esperando ver aquellas piezas que no estn in situ para su mejor conservacin; pero esto no es posible. El visitante tiene que coger un avin destino Londres para poder ver los restos arqueolgicos.

    Sin embargo, es cierto que muchos visitantes prefieren ir a Londres a visitar el Museo Britnico donde se exponen miles de piezas de diferentes lugares de manera magistral y donde estn realmente bien cuidadas. Vemos, por tanto, que es un tema muy difcil, un tema en el que incluso amigos del mundo helnico no se llegan jams a poner de acuerdo.

    Una de las metopas del Partenn que actualmente se puede ver en el Museo Britnico de Londres.

    Opinin

  • Espectculos

    Un grupo de alumnos del Grado en Ciencias y Lenguas de la Antigedad de la UAM represent esta comedia aristofnica el pasado 2 de abril

    LA ASAMBLEA DE LAS MUJERES

    E l pasado 2 de abril un grupo de alumnos del Grado en Ciencias y Lenguas de la Antigedad represen-t La Asamblea de las Mujeres. Dirigidos por el profesor Luis M. Maca, los estudiantes en-tusiasmaron al pblico que abarrot el Saln de Actos de la Facultad de Profesorado.

    C on esta representacin, el Departamento de Filolo-ga Clsica de la UAM retoma una larga tradicin de, al me-nos, 35 aos de representacio-nes teatrales de clsicos grie-gos. Enhorabuena a todos!

    Los actores con el director, Luis M. Maca Aparicio.

    Dos escenas de la obra.

  • Espectculos

    YAX

    Mara Morn

    L os das 16 y 17 de enero se represent en el Crculo de Bellas Artes la obra yax. Esta tragedia griega, trada a escena por la compaa Teatro del Noctmbulo, llegaba a Madrid tras su presenta-cin en el Festival de Mrida en 2012 y ms de un ao de gira por diversas ciudades espaolas.

    S e trata de una versin de Miguel Murillo de la obra de Sfocles, dirigida por Denis Rafter. yax, uno de los mejores guerreros griegos presentes en Troya, se siente ultrajado por no haber recibi-do las armas del difunto Aquiles, que haban pasado finalmente a manos de Odiseo. Furioso, trama venganza contra el propio Odiseo y los tridas, a los que considera responsables, pero es confundido por Atenea y ataca a los rebaos de los aqueos creyendo que se trata de sus enemigos. Tras volver en s, lamentando la prdida de su honor, y a pesar de las splicas de su esposa Tecmesa, decide suicidarse. Una vez muerto, es Odiseo quien intercede ante Agamenn para que reciba un sepelio digno, ya que reconoce en l a un valiente guerrero.

    yax, uno de los guerreros ms valerosos de la guerra de Troya.

    La versin de Miguel Murillo de la tragedia de Sfocles se represent en enero en el Crculo de Bellas Artes tras ms de un ao de gira por toda Espaa

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  • Espectculos

    E sta adaptacin respeta en lneas generales el argumento de Sfocles, es entretenida, tiene un buen montaje y la interpretacin de algunos actores es realmente notable. yax y Tecmesa tienen fuerza, logran conven-cernos y conmovernos. Sin embargo, existen ciertos cambios y aadidos que no pueden por menos que llamar la atencin. Lgicamente, las obras precisan de cierta adaptacin y el hecho de introducir una parte coral para presentar al espectador quin es yax puede ser til, ya que es posible que algunos lo desconozcan. Pero hay otros aspectos ms cuestionables y ms difciles de explicar. El prlogo resulta largo y se atribuye el enfado de Atenea a motivos sexuales. En esta versin yax no muestra su soberbia ante los dioses manifestando no necesitar su ayuda para conseguir fama y victoria, sino que enfada a Atenea al rehusar sus proposiciones sexua-les. Atenea es representada como una diosa caprichosa y casquivana que ofrece sus favores sexuales a varios aqueos, entre ellos Odiseo Ulises en esta adaptacin , pero que, sin embargo, es rechazada por yax, quien la llama perra y ramera.

    Atenea habla con Odiseo.

    Tecmesa, desgarrada, llora ante el cadver de su esposo.

  • Espectculos

    A la izquierda, el cadver de yax retirado por sus hombres; a la derecha,

    el cartel de la obra.

    S e nos muestra un Odiseo ms cnico y se incide en la relacin entre guerra, hroes y poltica. Cuando el rey de taca intercede para que se cumplan con yax los ritos funerarios debidos, argumenta con varios razonamientos que no estn incluidos en el texto original. Pareciera en esta versin que no se trata tanto de que yax haya sido un valiente soldado, sino de mostrar, con un inters propagandstico, como Grecia honra a sus hroes. Odiseo explica que yax era un soldado cuyo valor cantan los poetas, y que cuando se escuchan sus hazaas, cientos de hombres como l pasan a engrosar nuestras filas. En este sentido el coro acaba la obra defendiendo que un hroe ensalzado hace gran bien a su patria.

  • El Personaje

    YAX, EL GRANDEEl noble debe vivir con honor o con honor morir

    Sfocles, yax 479-480

    Marta MarchEna ocaa

    E l mayor de los guerreros y el ms valiente en la Guerra de Troya tras Aquiles. Su padre fue Telamn, rey de Salamina, y su madre Peribea, enviada a Creta como tributo a Mi-nos, pero que fue salvada por Teseo. Heracles fue muy amigo de Telamn y, cuando se enter de que iba a tener un hijo, le pidi a Zeus que le con-cediera el don de la valenta y el de la fortaleza. Inmediatamente despus apareci un guila como buen pre-sagio de lo que Heracles acababa de pedir a su padre. Como muestra de agradecimiento, cuando el nio naci fue llamado yax, procedente de la palabra griega que designa al guila, . Adems, Heracles lo envolvi en su piel del len de Nemea para que la piel del recin nacido fuera impe-netrable para el resto de su vida. La piel del len abraz todo el cuerpo de yax excepto su hombro y costado izquierdos.

    C uando estall la Guerra de Tro-ya, fue llamado para acudir a luchar del lado de los aqueos y, para ello, yax lleg a Troya con doce na-ves. yax y Aquiles son ntimos ami-gos y, cuando el Pelida entra en clera y decide dejar el combate, el hroe de Salamina es uno de los componentes de la embajada enviada para hacerle entrar en razn y pedirle que deje los problemas a un lado y vuelva a la ba-talla (Hom. Il. IX,165-169).

    Cuello de un nfora tica de figuras negras (520-510 a. C.). yax porta el cadver de su amigo Aquiles bajo la

    proteccin de Atenea y Hermes. Museo del Louvre.

    nfora de figuras negras, atribuida al pintor Exequias (530-525 a. C.), Muse du Chateau Boulogne-sur-Mer. En ella se muestra el momento previo al suicidio del hroe, cuando este se encuentra clavando la lanza en el suelo para abalanzarse despus sobre ella.

  • El Personaje

    S u valenta y fortaleza quedan reflejadas en la Ilada, donde es el nico hroe que lucha sin la compaa de ningn dios. Se enfrenta en combate singular con Hctor en varias ocasiones, de las que ninguno de los dos sale vencedor. En la primera de ellas, tras ser separados por los heraldos pues la noche ya haba cado , deciden hacerse regalos. Hctor entrega a yax una espada, mientras que este corresponde al hijo de Pramo con un cinturn (Hom. Il. VII 206-312). Otro de los combates que libran ambos hroes casi termina con la derrota de Hctor debido a una piedra lanzada por yax y que estuvo a punto de acabar con la vida del troyano (Hom. Il. XIV 402-432).

    A l morir Patroclo a manos de Hctor, yax cubri el cuerpo con su escudo para que los troyanos no se lo llevaran. Este escudo es uno de los ms grandes y fuertes de los aqueos y est formado por siete capas de piel de buey y una ltima capa de bronce.

    C uando muri Aquiles, su gran amigo, se celebraron unos juegos fnebres en los que yax fue el vencedor de la prueba de lanzamiento de disco. Tras estos juegos, Tetis, la madre de Aquiles, decidi entregar las armas del gran hroe mirmidn al que fuera el griego ms valiente y, por ello, digno de recibirlas. Los dos hombres ms valerosos que se ofrecieron para recibir las armas fueron Odiseo y yax, pero Tetis tena que decidir entre uno de los dos. Finalmente, las armas fueron otorgadas a Odiseo, quizs porque los troyanos le teman ms al Laertada o bien porque Agamenn entr en clera, pues yax haba propuesto castigar a Helena por los males surgidos debido a la Guerra de Troya.

    nfora de figuras negras pintada por Exequias (550-530 a. C.). La conocida escena que se represen-ta aqu es la de Aquiles (sentado a la izquierda) y yax jugando una partida de dados. MuseosVaticanos.

  • El Personaje

    L a muerte de yax se deriva de este acon-tecimiento. El hroe se sinti ofendido al no ser elegido como guerrero ms valien-te, lo que le produjo una ira inmensa que desemboc en ansias de venganza. Deci-di asesinar a los jefes de los aqueos, pero Atenea, diosa protectora de estos, no poda consentirlo y, para evitarlo, provoc en yax una locura que le hizo confundir a los cau-dillos aqueos con los animales destinados a alimentar al ejrcito.

    yax aniquil a los rebaos y cuando, al recobrar la cordura, vio lo que haba hecho, se avergonz de s mismo, una carga que no pudo soportar. As, decidi poner fin a su vida de una manera heroica, evocan-do lo que antao fue. Para ello, clav en el suelo la espada que un da se intercambi con Hctor y sobre ella se abalanz. yax, el baluarte del ejrcito aqueo en los momentos en los que Aquiles estaba ausente, acababa de esta manera con el tormento de haber cometido un acto deshonroso.

    T ras su muerte se recogi su cadver y se le enterr en un fretro en el que fuera su reino, Salamina. Los atenienses le rendan culto heroico todos los aos, recordando as al gran hroe que luch en Troya.

    D e la sangre que yax derram al ser herido por la espada surgi una flor, un jacinto en tonos blancos y rojizos, en cu-yos ptalos se podan ver las letras AI, recor-dando as las dos primeras letras del nombre de un hroe que, atacado por la locura, aca-b su vida con el peor de los finales.

    Detalle del cuadro de Nicolas Poussin en la Gemlde Galerie de Dresde, El imperio de Flora (1631) en el que el

    pintor refleja el momento en el que yax se abalanza sobre la espada que un da intercambi con Hctor.

    Vaso de figuras rojas (400-350 a. C.) que refleja el te-rrible fin de la vida del gran hroe, yax. British Museum.

    PARA SABER MS:

    Falcn Martnez, C., Diccionario de Mitologa Clsica, Madrid, Alianza, 1997. GriMal, P., Diccionario de Mitologa Griega y Romana, Paids, 1998. March, J., Diccionario de Mitologa Griega Clsica, Crtica, 2002.

  • El Personaje

    ODISEOEl ms astuto de los hroes y una de las figuras

    ms destacadas de la guerra de Troya

    lEticia Martn-FuErtEs MorEno

    O diseo, llamado Ulises por los romanos, fue un hroe muy popular ya en Grecia y es de los ms conocidos actualmente. Los episodios mticos ms im-portantes en los que participa son narrados en los dos poemas picos de Homero: la guerra de Troya (Ilada) y la vuelta a taca (Odisea). Hijo de Laertes y Anticlea, segn estos relatos, Odiseo es el hroe astuto, que va un paso por delante de los dems por su capacidad para el engao. Tambin es fuerte y valiente, pero no son esas las cualidades que lo definen, pues ya hay otros hroes ms fuertes (Aquiles) y valientes (Hc-tor) que l. Atenea es su principal benefactora y en la iconografa grecolatina siempre se le representa con el pileus (un gorro cnico). Odiseo es una de las figuras ms destacadas de la guerra de Troya, pues protagoniza muchos de sus ms cruciales y famosos episodios, que repasaremos en este artculo.

    U n dato comnmente desconocido es que fue Odiseo quien acab con el problema de las cantidades desorbitadas de pretendientes de Helena, proponiendo un pacto entre todos: juraron ayudar al pretendiente que Helena eligiera como esposo. Este pacto, ms tarde, justificara la guerra de Troya, pues todos los pretendientes (es decir, todos los reyes de Grecia) acudieron en ayuda del esposo escogido, Me-nelao. O casi todos pues, curiosamente, uno de los que al principio opuso resistencia a participar en la guerra fue el propio Odiseo, que no quera separarse de su familia. Cuando sus compaeros fueron a reclutarle a taca, fingi estar loco, sembrando arena en la playa con un arado. Sin embargo, Palamedes, para probarle, coloc en su trayectoria a Telmaco, el hijo de Odiseo, que por aquel entonces tena uno o dos aos. Este tuvo que detenerse, abandonando su papel y quedando as obligado a ir a la guerra de Troya.

    Odiseo (a la izquierda, con el pileus) y Agamenn en las bodas de Aquiles y Polxena. Sarcfago

    del s. III, Museo del Prado.

  • El Personaje

    P ero antes de la guerra, a Odiseo y a Diomedes se les encomienda el reclutamiento de Aquiles. Estos llegan al palacio de Licomedes, rey de la isla de Esciro, que esconde al hijo de Tetis y Peleo hacindole pasar por una de sus hijas. El rey les niega que est all Aquiles, pero les permite investigar. Segn una versin, Odiseo se presenta como embajador, portando regalos propios de la esfera femenina, como collares, sedas y espejos, entre los que esconde un arma. Su plan se cumple con xito cuando Aquiles no puede evitar tomar el arma y ser descubierto por ello.

    E n la guerra, Odiseo participa en muchas embajadas y misiones. Al principio se presenta con Menelao ante Pramo, rey de los troyanos, para pedir la devolucin de Helena, y casi pierden la vida a manos de estos. En otra ocasin, narrada en el canto X de la Ilada, acude con Diomedes a la ciudadela de Troya a espiar los movimientos del ejrcito contrario. En esta misin sorprenden a Doln, espa troyano que pretenda hacer lo mismo en su contra y al que interrogan.

    T ambin participa en el juicio de las armas de Aquiles: tras la muerte del gran hroe griego, Odiseo y yax Telamonio aspiran a quedarse con sus valiossimas armas. Ovidio comienza el libro XIII de sus Metamorfosis recreando los discursos de ambos para ganrselas; como es de esperar, el ganador en una cuestin de persuasin mediante la palabra como es esta es Odiseo, lo que provoca la clera desmedida en yax que acaba en suicidio.

    Aquiles descubierto por Ulises, de Rubens (1617). Se puede reconocer a Diome-des y a Odiseo a la derecha del cuadro prendiendo a Aquiles. Museo del Prado.

  • El Personaje

    E n una nueva misin, hacia el final de la guerra y otra vez con su compaero Diomedes, Odiseo penetra en Troya y rapta a Hleno, que tiene el don de la profeca. Este les revela los tres ele-mentos que necesitan los griegos para vencer: las armas de Hrcules, el Paladio (un xanon o figura de madera con la forma de Atenea, que se conservaba en Troya desde su fundacin) y a Neoptlemo, hijo de Aquiles. Por tanto, van a curar a Filoctetes a la isla de Lemnos, que tena las armas de Hr-cules, roban el Paladio y hacen llamar a Neoptlemo.

    A simismo es Odiseo quien da con la idea, con ayuda de Atenea, de introducir un caballo de madera en Troya relleno de hroes griegos para asaltar la ciudad. Dejan en la playa solo el caballo con una veintena de hombres dentro, y los dems griegos se van en los barcos, para simular que se han dado por vencidos y que el caballo es un regalo para los troyanos como ofrenda a Atenea. Cuando el caballo se encuentra dentro de la ciudad, Helena, sospechando lo que ocurre, empieza a hablar a los griegos desde fuera y Odiseo debe taparles la boca para evitar que contesten y se des-cubra la trampa.

    F inalmente, tras la destruccin de Troya, las mujeres troyanas se convierten en botn de los vence-dores. Odiseo forma parte de los tres hroes con derecho a elegir primero, por la gloria ganada en la guerra. Agamenn elige a Casandra, Odiseo, a Hcuba y Neoptlemo, a Andrmaca. Pero Hcuba, para evitar ser esclava, se arroja al Helesponto. En realidad, conociendo los problemas que tienen los otros dos con sus nuevas esclavas, era lo mejor que le poda pasar a Odiseo, que bastantes contratiempos sufre para regresar a su hogar despus de la guerra.

    El famoso pithos de Miconos, datado en 670 a. C., es una de las representaciones ms antiguas

    del caballo de Troya (Museo Arqueolgico de Mconos). Foto-

    grafa de Travelling Runes.

  • Literatura

    ODISEO. EL JURAMENTO Marta ca BotE

    O diseo. El juramento es la primera parte de una biloga cuyo ttulo original es Il mio nome Nessuno (mi nombre es Nadie). En esta nueva nove-la histrica, Valerio Massimo Manfredi, inspirndose en el ciclo troyano, convier-te a Odiseo en protagonista y narrador de su propia historia.

    L a historia comienza con un Odiseo solo, perdido y desesperado; el au-tor nos hace entrar en la mente del hroe mostrndonos su lado ms humano:

    Cunto tiempo llevo caminando? Ya no lo recuerdo, no consigo recor-dar los das y los meses. [] Cun-to tiempo hace que no veo hombres? [] He aprendido a hablar conmi-go mismo, a tener de compaera a mi mente para que no se evapore con las nieblas. Echo de menos a mi esposa. [] Echo de menos a mi hijo, a mi muchacho, el nico que he engendrado. [] Me odiar: me haba esperado tantos aos [] Rete si es lo que quieres, pero soy un rey. Sin reino, sin sbditos, sin amigos, sin, sin, sin.., pero un rey. He llevado a cabo empresas, estaba a la cabeza de un gran nmero de naves Guerreros. Amigos. Com-paeros. Muertos. Tengo fro. Me os? Tengo fro! Dnde estis? Tal vez a mi alrededor? Bajo tierra!.

    Manfredi, Valerio MassiMo,Odiseo. El juramento, Madrid,

    Grijalbo, 2013.

  • Literatura

    A partir de aqu, Odiseo narrar toda su vida desde su nacimiento. Lo que leemos son los recuerdos del hroe, es decir, toda la narracin es un flashback. La historia se divide en tres partes: en la primera, el protagonista re-cuerda su infancia y adolescencia. Aqu entendemos el ttulo del libro, el juramento, que tiene un papel muy relevante en la obra: es el juramento que propuso Odiseo a Tindreo debido a la enorme cantidad de pretendientes que tena Helena, juramento que, como sabemos, ser el origen de la guerra de Troya al no ser respetado por Paris.

    L a segunda parte, y principal, comprende todos los acontecimientos previos a la guerra de Troya y la propia guerra, incluido el episodio del caballo de madera, hasta la destruccin de la ciudad. Se dice que Odiseo. El juramento es una adaptacin de la Ilada pero, como vemos, en esta novela se narran 25 aos de la vida de Odiseo, mientras que en el poema homrico se narran los hechos sucedidos durante 51 das del ltimo ao de la guerra.

    E n la ltima parte empieza ya la preparacin de las naves de Odiseo para el regreso hacia su patria, taca, que-dando as un final que invita a leer la segunda parte: Il ritorno, que todava no se ha traducido a nuestra lengua. Uno de los rasgos ms atractivos de esta obra es su lenguaje pico pero al mismo tiempo sencillo, en palabras del autor: El lenguaje que he utilizado trata de llevar al lector la atmsfera de la tradicin homrica; y dentro de lo posible tiende a una sntesis esencial, renunciado a perodos demasiado complejos y a conceptos muy abstractos. Otro aspecto muy interesante es la humanizacin que de los hroes realiza el autor, especialmente de Odiseo ya que, al ser el narrador, nos descubre sus inquietudes mostrando as sus rasgos ms humanos: egosmo, miedo, orgullo, etc. En fin, esta novela ofrece un medio atractivo y sencillo, a la vez que fiel a las fuentes literarias, para acercarse a la historia del famoso hroe de taca.

    Mapa incluido en el libro y basado en el Catlogo de las naves de la Ilada.

  • Literatura

    ILADA Y ODISEA. EL MANGA sonia Blanco roMEro

    La edicin en manga de la Ilada y la Odisea de Homero de la editorial Herder pretende acercar de una manera ms amena estas obras clsicas a un pblico juvenil. As, la adaptacin de estos poemas picos se une a otras obras editadas por dicha edito-rial como, por ejemplo, As habl Zaratustra de Nie-tzsche o La Divina Comedia de Dante.

    La primera parte del libro est dedicada a la adaptacin de la Ilada, que est precedida por un prlogo en el que el propio Homero, tocando la lira, pone en antecedentes al lector sobre cmo se desencaden la guerra de Troya. A continuacin, los episodios que se escenifican son el enfrentamiento de Agamenn con Aquiles por Briseida, con el con-siguiente abandono del campo de batalla por este ltimo; la lucha de Patroclo con las armas de Aqui-les y su muerte; la vuelta al combate de Aquiles con las armas que su madre Tetis haba pedido fabricar a Hefesto; la muerte de Hctor a manos de aquel y los juegos en honor de Patroclo, donde se incluye la devolucin del cuerpo de Hctor a su padre. Para cerrar la obra, vuelve a aparecer Homero, quien na-rra la muerte de Aquiles y la cada de Troya gracias al engao del caballo de madera. Ambos episodios, ausentes en la Ilada, a mi parecer son necesarios en el manga para que la historia quede cerrada.

    La segunda parte la ocupa la Odisea. Al igual que la Ilada, se inicia con un prlogo. En l se cuenta el episodio de Caribdis en el que Odiseo pierde a sus compaeros y su barco. Despus, la escena se sita en taca, donde Telmaco, dado que los pretendien-tes estn acabando con el legado de su padre, decide emprender un viaje en su bsqueda. Tras ese viaje, el foco se centra de nuevo en Odiseo, que se encuentra en la isla de Ogigia, retenido durante siete aos por la ninfa Calipso.

    HoMero, Ilada y Odisea. El manga, Herder, 2013.

    E n este captulo se cuenta la maldicin de Po-seidn. Odiseo vuelve a emprender el viaje gracias a la nave que le proporciona Calipso; sin embargo, Poseidn la destruye y Odiseo llega a la isla de Esqueria, en la que reina Alcnoo. All Odi-seo relata el episodio del Cclope y luego emprende de nuevo el viaje. Por ltimo, se cuenta el encuentro de Odiseo con Telmaco y cmo acabaron ambos con los pretendientes, as como el reencuentro con su mujer Penlope.

    E n mi opinin, esta adaptacin de los poemas de Homero es una buena forma de acercar a un pblico juvenil ambas historias. Sobre todo en el caso de la Ilada, ya que, a mi parecer, aunque se omiten algunos captulos, los que se presentan per-miten hacerse una idea bastante fiel del poema en general. No opino igual con la de la Odisea, donde se omiten demasiados episodios, como el de Circe, las sirenas o el descenso al Hades. En cuanto a la representacin de los diferentes personajes de las obras homricas, considero que estn muy logrados y, por ejemplo en el caso de la Ilada, las batallas parecen muy reales.

  • Literatura

    MITO E INTERDISCIPLINARIEDADLos mitos antiguos, medievales y modernos en la literatura y las artes contemporneas

    losada, J. M.- LipsCoMb, a., Mito e Interdisciplinariedad,

    Bari, Levante Editori, 2013.

    carlos villanuEva Garca

    E l mito tena en sus orgenes una funcin muy diferente a la que tiene hoy en da. Era una disciplina oral que pretenda dar respuesta a la curiosidad del ser humano y educar a las nuevas generaciones. Ms tarde, surgieron otras discipli-nas artsticas y literarias. Estas absorbieron los mitos y los adaptaron a sus posibilidades, entre-tejiendo as una red mucho ms basta y antigua de lo que se podra pensar.

    E l libro coordinado por Jos Manual Losada Goya y Antonella Lipscomb aborda estas cuestiones desde el punto de vista de la pintura y la escultura, el cine y la televisin, la msica, la pera y el teatro, el cmic, las nuevas tecnologas y las ciencias humanas y polticas.

    L os mitos no son un fenmeno de pocas pasa-das. En la actualidad, reciclamos los antiguos y creamos nuevos, como demuestran los distintos artculos que componen el libro. Es ms, el pano-rama de las nuevas tecnologas ha abierto nuevos horizontes. Muestra de ello es el cine, que naci hace apenas un siglo, o los videojuegos, con solo unas cuantas dcadas. En este sentido, se mueve la ponencia de Jorge Fernndez Gonzalo sobre el mito del zombi, desde los orgenes haitianos hasta el imaginario actual, como devorador de cerebros. Y, por tanto, no son de extraar las menciones a Batman o a Superman en la exposicin de Ester Zann Fernndez en torno al cmic, en especial, a The Sandman.

    N o obstante, los ms prolficos son los mi-tos grecolatinos, que protagonizan muchos de los estudios. No es para menos, han sido uno de los motores de las artes y la literatura occiden-tal y, en consecuencia, reinan sobre las secciones de pintura, escultura, msica y teatro y no quedan excluidos del resto. Estas fuentes son, posiblemen-te, el mayor exponente de la flexibilidad del mito para adaptarse a casi cualquier soporte y perdurar en una constante actualizacin, que alimenta y a la vez se nutre, viajando por las distintas disciplinas artsticas.

    D e la misma forma, el libro se contagia de ese dinamismo y nos ofrece una variedad de ar-tculos, que, si bien es cierto que son parte de un todo relacionado, forman unidades en s mismos. Esto permite dos tipos de lectura: una total, donde se aprecia la magnitud de conexiones que aceptan los mitos, y otra parcial, capaz de satisfacer un con-siderable abanico de intereses. Adems, la comu-nin de materias ampla la captacin de los lectores potenciales, pues cada estudio, como si de un mito se tratara, admite distintas perspectivas de anlisis desde el fondo y la forma.

  • Literatura

    UNA GUA DE LA ANTIGEDAD PARA LA VIDA MODERNA

    sara snchEz-Molina santos

    C omo todos los que alguna vez se han acer-cado al mundo antiguo saben, el legado que este nos ha dejado es grande y est presente en muchsimos aspectos de nuestra vida. Una Gua de la Antigedad para la vida moderna desvela la pre-sencia de lo clsico en nuestro da a da sumer-giendo al lector en el mundo antiguo, pero sin perder la perspectiva del presente. As, la autora, Natalie Haynes una profesora de Clsicas de la universidad de Cambridge que dej la docencia para labrarse una carrera como actriz se sirve del elemento clsico presente en nuestra era para relatar muchas historias fundamentales de la an-tigedad grecolatina.

    E l libro, dividido en ocho captulos, salta de Grecia a Roma para presentar al lector algu-nos de los aspectos ms llamativos de estas civili-zaciones, desde la organizacin poltica y jurdica al pensamiento y filosofa, los ritos religiosos, el mundo de las mujeres, etc. Todo ello por medio de un relato gil, sencillo y con ciertas dosis de humor que acercar el mundo clsico a cualquier persona, convirtindolo en una obra de carcter divulgativo fundamental. El pblico ms ducho en el mundo clsico conocer la mayor parte de las historias que aqu se cuentan, pero la prosa fcil y dinmica le permitir recordar y disfrutar una vez ms de estas ancdotas, mientras que los ms profanos descubrirn las historias y ancdo-tas clsicas de una forma muy entretenida.

    A dems, esta gua tambin se propone hacer-nos reflexionar sobre los tpicos preconce-bidos, que otras fuentes han contribuido a exten-der (el cine y la televisin, por ejemplo) y que son parte del imaginario comn.

    T ambin hay espacio para la comparacin en-tre ambas pocas, la clsica y la actual, por ejemplo, en el captulo 7, Luces de Candilejas, dedicado al mundo del espectculo, Haynes trata el tema de la fama en Roma y muestra que el mundo no ha cambiado tanto. El mundo de los famosos suscitaba (y tambin hoy suscita) mucho inters. Se admiraba y despreciaba a los actores, gladiadores, etc. del mismo modo que actualmente se admiran y desprecian a los famosos, haba quien criticaba este mundo (sic Tertuliano) y tambin los polticos se servan del espectculo para atraer a las masas (el gusto de Nern por el teatro, la msica, etc. es de sobra conocido).

    E n definitiva, la lectura de este libro agradar a muchos, pues gua al lector por las costum-bres de Grecia y Roma en un tono muy fresco y divertido. Adems, le recuerda, como dice Haynes al final del libro, que las clsicas son todo lo que fuimos y buena parte de lo que an somos.

    Haynes, n., Una gua de la Antigedad para la vida moderna,

    Madrid, Crtica, 2011.

  • Textos

    sarit F. otEro

    L os misterios sin respuesta, los remedios naturales de recetas secretas, los perfumes embriagadores que nublan los sentidos, las mujeres de bellezas imposibles todas y cada una de estas cosas evocan sin querer en la mente una nica palabra desde tiempos inmemoriales: magia. Todas y cada una de ellas poseen un encanto que atrae y desconcierta al mismo tiempo; que tienta y, segn moralejas legendarias, lleva a los incautos a la perdicin. Solo los ms astutos pueden escapar de sus garras.

    S egn la tradicin griega, la maga Circe era hija de Helios y la ocenide Perseida, viva en su palacio de la isla de Eea y su nica compaa eran cuatro doncellas y una multitud de bestias salvajes inofensivas, pues en realidad eran hombres transformados en animales por su magia. Esta hechicera fue una de las mujeres ms poderosas de la antigedad, su leyenda temida por navegantes y sus historias contadas por grandes autores de la poca. Sin duda, la ms conocida e importante es su aparicin en el dcimo canto de la Odisea de Homero, cuando el nico barco que quedaba de la tripulacin de Odiseo lleg a las costas de Eea, temerosa la tripulacin de lo que podan encontrar.

    Circe y sus amantes en el campo, de Dosso Dossi (1516).

    CIRCE Y ODISEOUn juego de magia, inteligencia y encantos

  • Textos

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    (Od. X 135-139)

    Llegamos luego a la isla Eea, donde moraba Circe, la de lindas trenzas, poderosa deidad, dotada de voz, hermana carnal del terrible Eetes: pues ambos fueron engendrados por el Helios, que alumbra a los mortales, y tienen por madre a Perseis, la hija del Ocano.

    Textos griegos: Bibliotheca Augustana.

    Traducciones extradas de stuttcliFF, R., Las aventuras de Ulises, la historia de la Odisea de Homero, Barcelona, Vicens-Vives, 2008 (traduccin espaola de Jos Luis Lpez Muoz).

    N os cuenta Homero que Odiseo, tras haber observado una columna de humo en el centro de la isla, decidi dividir a la tripulacin en dos grupos y echar a suertes quin deba acu-dir a explorar. Para suerte de Odiseo y desgracia de Eurloco, el capitn del otro grupo, le toc a este ltimo acudir al palacio de Circe y llamar a su puerta. Esta les recibi con honores y todos los hombres excepto el propio capitn entraron, hambrientos, y comieron y bebieron todo aque-llo que la hechicera les ofreci.

    Odiseo en el palacio de Circe, de Wilhelm Schubert van Ehrenberg (1667).

  • Textos

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    (Od. X 233-250)

    Cuando los tuvo dentro, los hizo sentar en sillas y sillones, confeccion un potaje de queso, harina y miel fresca con vino de Pramnio, y ech drogas perniciosas en l para que los mos ol-vidaran por entero la tierra patria. Se lo dio, bebieron, y, de contado, los toc con una varita y los encerr en pocilgas. Y tenan la cabeza, la voz, las cerdas y el cuerpo como los puercos, pero sus mientes quedaron tan enteras como antes. As fueron encerrados y todos lloraban; y Circe les ech, para comer, fabucos, bellotas y el fruto del cornejo, que es lo que comen los puercos, que se echan en la tierra. Eurloco volvi sin tardanza al ligero y negro bajel, para enterarnos de la aciaga suerte que les haba acaecido a los compaeros. Mas no le era posible proferir una sola palabra, no obstante su deseo, por tener el corazn sumido en grave dolor; los ojos se le llenaron de lgrimas y su nimo nicamente pensaba en sollozar. Todos le contemplbamos con asombro y le hacamos preguntas, hasta que por fin nos cont la prdida de los dems compaeros.

  • Textos

    A la izquierda, Circe ofreciendo la copa a Ulises, de John William Waterhouse (1891); a la derecha, Circe envenenando el mar, tambin de John William Waterhouse (1892).

    E ntonces gracias a la astucia de Odiseo y la ayuda de Hermes, el hroe de nuestra historia se encamin al palacio de la maga, tras haber encontrado al dios por el camino y haber ingerido unas hierbas que este le proporcion. Circe no estaba preparada para lo que ocurri. Sus drogas no funcionaron con Odiseo, quien fingi atacarla cuando esta intent transformarle, consiguiendo que ella prometiese devolver a sus compaeros a su estado original, no ocasionarles ningn otro mal y acogerles en su casa. A cambio, solo se tena que acostar con ella.

    C on Circe permaneci toda la tripulacin durante ms de un ao comiendo, bebiendo y dis-frutando de una cmoda vida. La hechicera, encariada con el primer hombre cuya alma, segn sus propias palabras, haba sido suficientemente fuerte para resistirse a sus brebajes, no pa-reca tener ninguna prisa por verles marchar y, si no hubiese sido por la aoranza y sus ansias por regresar, quin sabe si alguna vez habran llegado a hacerlo.

  • Sabas que...

    Claudia V. alonso Moreno

    E l pasado mes de enero, un colec-cionista de Londres mostr al pro-fesor Dirk Obbink, reconocido papir-logo de la Universidad de Oxford, un fragmento de papiro (182 x 108 mm) que iba a agitar la investigacin de la lrica griega arcaica, pues en l se hallan dos nuevos poemas de Safo de Lesbos, poetisa que vivi en la segunda mitad del siglo VII a. C. y que desde la Anti-gedad ha sido admirada por sus versos apasionados y a la vez delicados.

    J unto con la de Alceo, su obra es el mximo exponente de la poesa lrica griega arcaica. Los textos estn incom-pletos por el estado de conservacin del papiro, pero han permitido un estudio pormenorizado de la temtica, la mtri-ca y el dialecto (eolio), lo que ha lleva-do a los investigadores a la conclusin de que es una creacin de Safo, aunque otros tambin han expresado sus dudas al respecto. El anlisis paleogrfico ha revelado que la copia de los textos se realiz en el siglo III de nuestra era y que una mano distinta a la que escribi los poemas puso los acentos.

    E n el primero de los poemas, de 20 lneas, y que es parecido al P. Oxy 1239 fr. 5, Safo ruega a Hera por el regreso de su hermano Caraxo sano y salvo del mar. Como la satisfaccin de ese anhelo depende de la voluntad de los dioses, la nica forma de expresarlo es en forma de peticin a los mismos.

    ... SE HAN DESCUBIERTO DOS NUEVOS POEMAS DE SAFO?

    En los das de Safo, de John William Godward (1904).

    El profesor Obbink, de la Universidad de Oxford, fue el primero en analizar los nuevos poemas y es

    un firme defensor de la autora de Safo.

  • Sabas que...

    S afo us algunos temas homricos en sus versos, por lo que se considera que este tipo de composicin puede hacer referencia al tema de la paciente Penlope que espera a su marido, que ha de vol-ver por mar. Este Caraxo es aquel al que Herdoto se refera en II. 135.1 como el libertador de la cortesana de Nucratis, Rodopis (Drica segn otras tradiciones) quien, por cierto, no dud en abandonar-lo despus. El poema se cierra con el de-seo de que Larico, el supuesto hermano menor de Safo, se haga un hombre, sea un reconocido miembro de la comunidad y libre a su familia de sufrimientos. El uso del trmino para referirse a Larico es llamativo en los versos de la lesbia, y los investigadores consideran que es otro guio a los Poemas Homricos, pues al buen esposo, cuyo arquetipo es Menelao, se le llama as.

    E l segundo poema, de 9 lneas, tie-ne paralelos con el P. Oxy. 1231 fr. 16 (Sappho fr. 26 Voigt). Su estado de conservacin es psimo. Est dirigido a Afrodita, a la que la poetisa cuenta lo an-gustioso que es el amor y cmo la traspa-sa el deseo, hasta el punto de que le fallan las piernas. El tema y el estilo es el tpico de la poesa amorosa de Safo.

    S u obra nos ha llegado en forma de citas en trabajos de otros autores y en fragmentos de papiro, por lo que estos textos vienen a aumentar nuestro conoci-miento de la obra de la escritora, de la que solo ha llegado hasta nosotros completo un poema. La edicin de los poemas est pendiente, aunque el Prof. Obbink los publicar en el prximo nmero de Zeits-chrift fr Papyrologie und Epigraphik.

    Presentacin en la UAM

    El pasado 19 de febrero, los profesores Jess de la Villa, Luis M. Maca y Araceli Striano (de izquierda a derecha en la imagen superior) realizaron una presentacin de los dos

    nuevos poemas. En las fotografas de abajo, Luis Maca, que expuso su propia traduccin, y Araceli Striano, que realiz

    un comentario lingstico de los fragmentos.

  • La Entrevista

    SIN ALEJANDRO NO SE PUEDE ENTENDER NUESTRO MUNDO

    Adolfo J. Domnguez Monedero, catedrtico del rea de Historia Antigua de la UAM

    FOT

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    EntrEvista: claudia v. alonso MorEno

    A dolfo J. Domnguez Monedero (Madrid, 1957), doctor en Historia Antigua por la UCM, es catedrtico del rea de Historia Antigua de la UAM. Es un reconocido especialista en el es-tudio de la colonizacin griega y, en general, de la Historia de la Grecia antigua. Hermes estuvo en la presentacin de su obra Alejandro Magno. Rey de Ma-cedonia y de Asia (Madrid, 2013) en la Feria del Li-bro de Madrid, y ahora nos recibe en su despacho de la UAM para comentar en profundidad su proceso de creacin. - Un nuevo libro de Alejandro Magno. Por qu ahora?- Cualquier momento es bueno. Alejandro es un perso-naje que ha sido, es y ser siempre objeto de anlisis.

    Es una figura tan inabarcable que hay tantas pers-pectivas como autores. Las fuentes son las mismas para todos, pero la manera de interpretarlas es dis-tinta para cada investigador, lo que justifica la apa-ricin de mi libro, de los precedentes y de los que vendrn despus. En mi experiencia, raro es el libro sobre su figura del que no haya aprendido algo. Te-ned en cuenta que cada historiador es hijo de sus lecturas y su formacin, por lo que la perspectiva de anlisis del personaje siempre ser distinta. En mi libro he querido transmitir mi visin sobre Alejan-dro y mi valoracin de algunos de los aspectos ms controvertidos en torno a su figura.

    El profesor Domnguez con su libro Alejandro Magno. Rey de Macedonia y de Asia en su despacho de la UAM.

    Descarga la resea de Alejandro Magno. Rey de Macedo-nia y Asia publicada en el nmero 16 de Hermes.

  • La Entrevista

    - Qu tiene su Alejandro de caracterstico respecto a otros?- He querido hacer una visin ponderada con las fuentes que tenemos a nuestra disposicin. Intento explicar por qu Alejandro se comporta como se comporta con los datos que tenemos y he intentado analizar los movimientos que iban haciendo los persas, sobre todo de su rey (el Estado aquemnida es muy centralizado en muchos aspectos y en otros, curiosamente, tiene una gran descentralizacin), sin hacer una his-toria de buenos y malos. Adems, aporto otra perspectiva de anlisis de la figura de Alejandro: como sealo en el libro, no creo que tuviera prefijada la idea de la destruccin del Imperio persa. En algunos otros se seala que ya Filipo y l tenan diseado un plan para hacerlo, pero yo creo que esto no es autntico. La campaa se fue desarrollando segn una serie de condicio-nantes, y fue creciendo y tomando fuerza segn los mismos. Es decir, en el momento en que Alejandro desembarca en Asia no est escrito que el resultado vaya a ser la destruccin del Imperio aquemnida. Cierto es que ese fue el resultado final, pero intento hacer ver que ese no era el objetivo inicial, sino que fue fruto de la evolucin de la guerra y del propio personaje de Alejandro.

    - Por qu el juicio moral a Alejandro es algo tan recurrente?- Este tipo de juicios forman parte de una tra-dicin que considera la Historia como maestra de vida y ya se hicieron en su propia poca. Alejandro llega al poder en medio de un bao de sangre y tambin mand asesinar a todo aquel que pudiera disputarle su posicin. Aparte, es-tn sus creencias. l se consideraba descendien-te de Heracles y de Aquiles por parte de padre y madre. Que adems pensara que era hijo de Zeus tampoco es descabellado, pues en su po-ca las religiones oficiales ya tenan poco senti-do y estos cultos personales que presentan un mensaje individualizado cobraron mucho peso. Por tanto, no es extrao que Alejandro pudiera aceptar estas ideas. Esto es el detonante de gran parte de los juicios sobre su figura, donde se le tacha de desequilibrado y soberbio, pero ya digo que es algo perfectamente explicable por el contexto histrico sin recurrir a un trastorno de personalidad. Por otro lado, en cualquier sis-tema autocrtico, de poder personal, cualquier amenaza real o terica al poder es tratada de forma brutal y cruel. Y el macedonio era un r-gimen poltico de este estilo. Si adems tenemos en cuenta la trayectoria de su corte, donde los asesinatos de reyes estaban a la orden del da,

  • La Entrevista

    el comportamiento de Alejandro es perfectamente comprensible sin buscar tampoco otros criterios ex-plicativos. Pero toda la tradicin adversa a Alejan-dro ha recalcado estos hechos y ha marcado a gran parte de la investigacin en torno a su figura.- Qu elemento hace de Alejandro un personaje nico e irrepetible?- Tras la victoria del gran ejrcito satrapal en el Grnico Alejandro no encontr ms resistencia en Anatolia y se dio cuenta de que poda ir mu-cho ms all. Cualquier otro contemporneo, incluso Filipo, se hubiera contentado con esa victoria, y tras el Grnico hubiera intentado buscar un acuerdo con el Gran Rey persa para acordar la liberacin de la Jonia con una serie de garantas, y punto. Y eso ya hubiera sido un gran logro. Pero la diferencia, y ah si queremos llamarlo genialidad lo podemos hacer, es que l se dio cuenta de que el Imperio persa era un gigante con los pies de barro. Comprendi que no estaba tan bien estructurado, que no era esa mquina tan perfecta que los griegos pen-saban que era y que poda terminar con l. Es una apuesta personal que podra haber perdido, pero la gan con criterios slidos y con actua-ciones inapelables. - Le debemos el mundo en el que vivimos? - Sin duda alguna. Durante 100-150 aos, e incluso ms en algunas reas, toda el Asia ante-rior y Egipto estuvieron controlados por reyes griegos o fuertemente helenizados. La campa-a de Alejandro modific el aspecto de todos estos territorios a muchos niveles, no solo el poltico, y su influencia se dej sentir a lo lar-go de un amplio arco cronolgico. Pensemos en el campo del arte y la arquitectura, con esas esculturas grecopersas del Imperio parto o en la sntesis entre budismo y religin griega en la zona del Indo. Y qu vamos a decir de Egip-to! El griego pas a ser la lengua de las lites. La Piedra de Rosetta es consecuencia de este proceso, y no es necesario que explique cul ha sido su relevancia. Pero es que incluso un mbi-to tan poco relevante en esos momentos como el hebreo se vio afectado. El cristia