Herramienta para la Evaluacion de La Catequesis

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Evaluación de la Catequesis 1.- Evaluar el año de catequesis El final de curso es el momento oportuno para evaluar y para precisar los detalles y cambios necesarios que habrá que tener en cuenta al inicio del curso. No importa la movilidad en el grupo de catequistas. La reflexión y la lección de futuro hay que sacarla al finalizar el presente y con la experiencia del presente. Ahora es un buen momento para descubrir el valor de nuestra acción catequética y de ponderar su bondad y su eficacia. En principio hay que evaluar todo. Nos tenemos que hacer preguntas por todas y cada una de nuestras acciones. No hay cosas insignificantes. Todo tiene sentido y todo es palabra pronunciada. Los catequistas: - Funcionamiento como grupo - Relaciones con la comunidad cristiana. - Relaciones con los padres de los niños y los jóvenes. - Formación permanente.

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Evaluacin de la Catequesis

Evaluacin de la Catequesis1.- Evaluar el ao de catequesis

El final de curso es el momento oportuno para evaluar y para precisar los detalles y cambios necesarios que habr que tener en cuenta al inicio del curso.

No importa la movilidad en el grupo de catequistas. La reflexin y la leccin de futuro hay que sacarla al finalizar el presente y con la experiencia del presente.

Ahora es un buen momento para descubrir el valor de nuestra accin catequtica y de ponderar su bondad y su eficacia.

En principio hay que evaluar todo. Nos tenemos que hacer preguntas por todas y cada una de nuestras acciones. No hay cosas insignificantes. Todo tiene sentido y todo es palabra pronunciada.

Los catequistas:

Funcionamiento como grupo

Relaciones con la comunidad cristiana.

Relaciones con los padres de los nios y los jvenes.

Formacin permanente.

Tiempo dedicado a la preparacin de la catequesis.

Tiempo dedicado a las personas.

Tiempo dedicado a otras exigencias de la catequesis.

Relaciones con otros grupos de catequistas.

Testimonio personal.

Vida de oracin

La Catequesis

Asistencia de los nios o los jvenes.

Lugar y horario de la catequesis.

La marcha del grupo.

La realidad del grupo, cmo fue asumida?

Acentuaciones hechas en el ao de la catequesis.

Metodologa e instrumentos empleados... Resultados...

Se ha podido hacer catequesis o hay que hablar de simples reuniones de grupo... Cul es la diferencia?

Interrogantes que surgen al final; aciertos tenidos.

Contenido y realidad que se ha dado, a lo largo del ao, a palabras como: Comunidad, mensaje, oracin, celebracin, vida cristiana, compromiso, vida, padres, Biblia...

Problemas especialmente afrontados este ao.

Destinatarios

Qu tenemos que decir de los destinatarios...

Qu nos han enseado...

Qu cambio vemos en ellos entre el inicio y el final de la catequesis...

En qu tendra que madurar an este grupo, por dnde convendra empezar el prximo ao...

Qu es lo que mejor han recibido, lo que ms les cuesta, lo que habra que matizar.

Quin es quin en el grupo, cul es su vida y sus preocupaciones?

La historia familiar, cmo influye en cada persona? Conoces las familias?

Qu has dicho a cada uno de manera personal, cundo, por qu...?

2.- Evaluacin

El curso llega a su final. Detrs est la experiencia de un camino recorrido. Es momento de evaluacin. Evaluar no es decir bien, mal, regular. Evaluar pastoralmente nos prohbe justamente dar por hecho que todo se acaba en un bien, mal, regular... Entre otras cosas porque en la accin pastoral hay siempre un porcentaje grande de realidad" que no controlamos.

El Espritu obra "a pesar de nosotros" y "por medio de nosotros". Algo se nos escapa siempre al evaluar la accin

educativo-pastoral y catequtica. Pero esto no nos exime de la urgencia de evaluar. Evaluamos para hacer teora de la accin pastoral y catequtica, no slo para "ponernos nota". Evaluamos para descubrir los grandes interrogantes que hay detrs de pequeos hechos significativos.

La zarza ardiendo

Me parece que una actitud importante hoy es la que describe el libro del xodo: Moiss ve una zarza que no se consume. Se acerca. Siente curiosidad. Quiere saber.

Es un hecho sencillo, normal. Pero dentro de la sencillez, es "algo especial". Porque se acerca Moiss, escucha la voz que no esperaba. Podemos hacerlo realidad as:

.Hechos concretos acaecidos durante el que nos interrogan.

. Encuentros con padres, con otros catequistas, con los destinatarios que nos han planteado alguna interrogacin.

.Palabras escuchadas que nos han hecho pensar porque detrs de ellas intuimos que hay "mucha tela que cortar".

.Acciones que realizamos que no nos llenan.

Despus de hacer una lista de estas cosas propuestas, o de otras, elegid una o dos y haced teora reflexionando sobre ello, o buscando a alguien que os ayude a reflexionar, a ir ms all... Intentad sacar conclusiones de accin prctica y ved cmo se podra comenzar a cambiar algo, a remover elementos que necesitan retoques... . 3.- CATEQUISTA

Has llegado al final del ao: Cmo te sientes? Has hecho lo que podas?

No te juzgues severamente. Siempre se puede hacer ms. Pero basta con que hayas hecho lo que buenamente podas.

Recuerda: lo que haces te sobrepasa. Ni la semilla que esparces, ni el campo donde la esparces, ni la fuerza de la germinacin estn en tus manos. Como los siervos de la parbola, tendrs que rezar desde lo hondo del corazn: "Siervos somos; quizs ni los mejores; pero hemos cumplido nuestro deber" (Lc 17,10).

Quiz sientas la tentacin de "dejar sitio a otros". Recuerda: cada uno tiene su sitio en el mundo y en la Iglesia. T no ocupas el sitio de nadie. Nadie ocupar tu sitio. Discierne y obra segn te dicte el corazn. A veces necesitars que alguien te ayude a ver: Por norma, ni tienes que ser catequista eterno, ni tienes que durar dos aos... En todo lo que es obra de Dios, lo importante es escuchar a qu te llama Dios en cada poca de la vida. Lo importante es ver si dejar la catequesis es una nueva llamada a otra cosa o simplemente una retirada por miedo o ... Las vacaciones no son tiempo de nada, sino de preparar el futuro: cursillos, informacin sobre materiales, lecturas pendientes... La catequesis deja "deberes" a los catequistas... para el tiempo de vacaciones.

4.- Diez sugerencias

Ten una atencin continua, constante, cariosa con cada nio. Es esencial en la catequesis de los nios como lo es el alimento para el cuerpo.

Dedcales tiempo generosamente y mucha comprensin. Si quieres que entren en lo que t les propones, entra t primero en lo que a ellos les gusta.

Aydales a abrirse a nuevas experiencias. Que se sientan siempre acompaados y que vean que lo que les propones es vital para ti, forma parte de tu manera de ser, no es algo postizo.

Procura que en tus catequesis haya siempre algo que hacer, no slo algo que escuchar o aprender. Los nios aprenden mejor haciendo.

Ten palabras de nimo y de aprobacin para resaltar el esfuerzo que hacen, como grupo y como personas.

No tengas miedo en darles responsabilidades de acuerdo a sus posibilidades.

No olvides que cada nio o nia es nico. Trata a cada persona como nica. No compares a nadie con otro. Lo que es bueno para uno posiblemente no lo sea para otro. Cada nio tiene derecho a ser original e irrepetible.

No reprimas tu desaprobacin cuando sea necesario. Desaprobar una accin no es negar el cario. El nio tiene que aprender que no todas las acciones son igualmente vlidas.

Las amenazas sirven de poco. Di y haz lo que tienes que decir y hacer, pero no amenaces con cosas que despus no se cumplen. Las amenazas que no se cumplen desorientan al nio y te hacen poco creble. Acostumbra a los nios a ver que la palabra pronunciada se cumple. En ocasiones no se cumple porque interviene otro factor: el amor perdona.

No esperes demasiada gratitud y recompensa. Es el adulto el que est a disposicin de los nios, como son los padres los que han querido al hijo. Aprendern la accin de gracias viendo tu entrega desinteresada. No ests con ellos para que ten gracias. Tus motivos de estar con ellos son otros.

5.- Mirar bien hacia atrs

Es el final de la tarea catequtica. Se impone saber mirar bien hacia atrs.

Es posible que no veamos lo que queramos ver o no veamos nuestras secretas pretensiones como fruto del trabajo realizado. A muchos catequistas todo esto les lleva a pesimismos y a buscar culpables o razones para justificarse.

Desde esta ptica, ordinariamente los nicos no condenados somos nosotros. Y est bien. No hay ningn principio que nos obligue a condenarnos al final de nuestra tarea. El nico principio, vlido es la verdad, la realidad.

Miremos bien hacia atrs. Con el evangelio en la mano, mirar bien hacia atrs nos lleva a no querer ni poder ver todos los frutos. No somos nosotros los principales protagonistas de que las personas vayan a Jess: nadie puede acercarse a m si el Padre que me envi no tira de l (Jn 6,44).

Los catequistas corremos el peligro de caer en la tentacin de pretender sembrar y recoger la cosecha inmediatamente. Todo lo del evangelio tiene una lgica que trastoca nuestra lgica; una manera de evaluar que no es equiparable a nuestros controles. Y esto tanto cuando nos parece que tenemos muchos frutos, como cuando parece que hemos predicado en el desierto...

A lo que s estamos obligados siempre es a creer en Dios como amo de la via, y a ser unos discpulos que confan, que buscan, que piensan, que repiensan, que tratan de sintonizar con la persona de hoy, que abren luz y esperanza de evangelio a las gentes por la estilo de vida y por la forma de relacionarse con Dios como Padre y, con los hombres y mujeres de hoy, como hermanos.

La parbola del tesoro escondido o del trigo y la cizaa tienen que estar presentes en este final de tareas para saber mirar bien.

Qu queda?

Cmo es posible que con tantos esfuerzos, con tanta catequesis, al final no quede nada?

Quizs la afirmacin es un poco exagerada: No queda nada. Es posible evaluar hoy lo que la catequesis labra en el corazn de los nios? Podemos hablar realmente de nada? No ser mucho decir? Por lo menos cabe imaginar que algo queda. Pero la pregunta s revela que muchos catequistas encuentran al final de una etapa de catequesis infantil unos resultados pobres, o ms pobres de lo que esperaban. Esta pregunta final es bueno que nos la planteemos... No como un lamento, sino como una llamada de atencin y como un impulso que nos lleve a hacer algo nuevo, a inventar respuestas...

Verano: Tiempo de siembra

Acaba el perodo de catequesis. Comienza el perodo de los catequistas;: un tiempo de siembra personal.

Ahora es el momento de la lectura, de los cursillos, de la preparacin de materiales, de intercambio de experiencias.

Para algunos catequistas tambin es la hora de la verdad, es decir, decidir si siguen o no en la tarea catequtica.

El cansancio, la realidad de la vida, las experiencias, quizs no del todo positivas... llevan a no pocos catequistas a preguntarse si continan o no en la catequesis...

Otros reciben la invitacin a ser catequistas por primera vez...

Es tiempo de invitacin, de reflexin, en una palabra de siembra.

La semilla que lanzamos a otros es tambin semilla lanzada sobre nosotros. Cada catequistas es ante todo, tierra de semilla de evangelio.

Estamos a las puertas de muchos cambios en la catequesis.

Poco a poco vemos que la convocatoria de la catequesis pierde audiencia y respuesta... Y las comunidades tendremos que buscar nuevas respuestas...

No son tiempos de desnimo. Son tiempos de novedad, Reflexin, imaginacin y fuerza del Espritu... Las lamentaciones no sirven de nada...

Para que lo nuevo germine y produzca frutos es preciso estar abiertos al soplo del Espritu...

Las respuestas pastorales son caducas y mutables en la medida en que la persona y sus circunstancias evolucionan y cambian.

Ser fieles a Dios nos pide ser fieles a la persona concreta.

6.- PARA UNA EVALUACIN FINAL

Se trata de tomar el pulso a la realidad que hacemos como catequistas y que vivimos. Doy aqu una serie de sugerencias para hacer esta evaluacin.

Nivel personal:

Cmo me siento en mi tarea eclesial de catequista? Qu voy experimentando, viviendo...?

El ser catequista, me ha hecho pensar en algo nuevo? La funcin que desempeo en la comunidad cristiana, ha influido algo en mi manera de creer? Qu hecho de menos? Qu es lo que ms me ayuda?

Nivel de grupo de catequistas: Cmo me siento dentro del grupo de catequistas? Cmo percibo nuestra manera de hacer grupo, de relacionarnos, de ser comunidad de referencia para los catequizandos?

Qu he aportado al grupo? Qu pido al grupo? Cmo me siento integrado dentro del grupo de catequistas?

Qu es lo que ms me gusta de cuanto hacemos como grupo de catequistas? Qu es lo que deseara? Me ha defraudado...

Nivel de funcionamiento:

Cmo veo la situacin de mi grupo? Qu dificultades encuentro en el momento de dar la catequesis? Cules son las carencias que advierto?

De las acciones realizadas, cules nos han dejado ms contentos?

De las cosas hechas, cules nos dejaron ms descontentos? Por qu esto?

Los problemas que actualmente tenemos planteados son...Y la solucin que me parece ms conveniente es...

Si hemos dejado de hacer alguna de las cosas previstas en la programacin, por qu ha sido?

A qu es lo que damos ms importancia? En qu empleamos el mximo de tiempo en la tarea de catequesis? Crees que es justo este empleo del tiempo o habra que hacer correcciones?

Para el prximo ao tendramos que centrarnos sobre todo en...

Nivel de formacin:

Qu lugar ocupa la formacin personal como catequistas? De qu medios nos valemos? Qu ms desearas hacer en esta lnea...?

Nivel de la realidad local:

Lo ms urgente entre nosotros es...

A qu pblico hay que dirigirse de manera especial?

Otras sugerencias...

7.- Gracias, catequista

Queridos catequistas: al llegar al final de nuestra tarea catequtica este curso, os quiero dar las gracias en nombre de los nios y los jvenes, de la comunidad parroquial y en el de vuestros sacerdotes...

Ya s que la gente no entiende muchas cosas...que no os paguemos un pequeo sueldo..

Ya s que la gente suele ser poco agradecida, y lo que ms normal es que te agradezcan poco lo que has hecho...

Ya s que a veces dicen: Si est ah, es porque le gusta, que se aguante...

Ya s que sabis todas estas cosas y ms, porque os toca vivirlas. Pero a lo mejor no est mal recordarlas hoy aqu...

Tambin s que haces lo que puedes y como mejor puedes. Y que ests convencido de que es necesario ms formacin y ms experiencia cristiana para hacer eso que el Espritu de Jess te ha llamado a realizar...

Con toda honradez dices: Hago lo que puedo...

Y poco a poco, haces un poco ms... No es as?

A estas alturas, estoy seguro de que ests convencido de que hay cosas que no se hacen por dinero, sino por llamada; no se hacen como ejercicio de prcticas, sino como responsabilidad de creyentes.

Como s esto y como s que ests en esta lnea, te disculpo todas las cosas que las haces de forma imperfecta...

Has a veces pienso que el milagro mayor es que lo de Jess siga adelante mirndome a m y a unos cuantos como yo...

La tarea que le dejamos para l solito!...

Bueno por todas esas cosas y por muchas que se me olvidan, un GRACIAS MUY GRANDE...

Gracias al Seor

El servicio de la catequesis es una vocacin. Somos enviados por el Seor a proclamar su Palabra. Nosotros, a travs de nuestra dedicacin y esfuerzo, hemos colaborado en el anuncio de esa Palabra. Por la catequesis hemos cumplido el mandato de Jess: Id por el mundo y anunciar el Evangelio...

Gracias a la comunidad

Por la catequesis realizamos un servicio a la comunidad para su crecimiento y maduracin. Nosotros, a travs de nuestro trabajo con los catequizandos, contribuimos a que nuestra comunidad sea, cada vez ms, la comunidad de los seguidores de Jess y vaya creciendo en la fe, la caridad, la oracin, el compromiso. Por eso podemos decir: Gracias, Seor, por lo que ha avanzado mi comunidad.

Gracias a los catequistas

Durante el curso hemos trabajado conjuntamente con los dems catequistas. Con ellos hemos preparado planes y actividades. Juntos hemos procurado realizar una autntica catequesis. Por eso podemos decir: Gracias, Seor, por la tarea compartida.

Gracias a los catequizandos

La catequesis es un servicio hecho con amor a los chicos y chicas de mi grupo. A travs de mi contacto con ellos a lo largo del curso, he procurado ayudarles a descubrir a Jess, les mostr el camino de los valores del Evangelio, les ense a orar al Padre con confianza, les ense a participar en la celebracin de los cristianos. Por eso podemos decir: Gracias, Seor, por los avances cristianos de los chicos y chicas de mi grupo.

Gracias a nosotros mismos

Son muchos los problemas que hay que superar. Pero no todo es exigencia. Tambin nosotros hemos sido beneficiados. A travs de la catequesis hemos desarrollado la generosidad, el amor, la escucha, la paciencia... Y todo de forma libre y gratuita. El Seor no lo olvida, lo agradece y premiar con amplitud. Por eso podemos decir: Gracias, Seor, por lo mucho que recib.

Gracias al Espritu

En la catequesis hemos realizado actividades. La Palabra ha sido escuchada, los chicos y las chicas crecieron en la fe, la vida cristiana de la comunidad se va afianzando. Somos conscientes de que todo esto ha sido posible por la accin del Espritu. Ha sido l quien ha hecho fructificar nuestros esfuerzos y trabajos. Por eso podemos decir: Gracias por la ayuda del Espritu...