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critica a la tesis de la restriccion externa

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  • El mito de la restriccinexterna como causa de las crisis argentinasGustavo Burachik Instituto de Investigaciones Econmicas y Sociales del SurDepartamento de Economa-Universidad Nacional del [email protected]

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    GU S TAVO BU R AC H I K. EL M I T O D E L A R E S T R I C C I N E X T E R NA C O M O C AU S A D E L A S C R I S I S A RG E N T I NA S

    Resumen

    Este artculo trata sobre la naturaleza de las crisis econmicas en Argentina. La opininusual las vincula con la escasez de divisas. En este ensayo se polemiza con esta tesis. Elpunto de partida del anlisis es la teora del imperialismo. A principios del siglo XX, laeconoma mundial adquiere ciertos rasgos que condicionan las relaciones econmicasentre pases. El anlisis busca asociar el movimiento de entrada y salida de divisas deArgentina, y el fenmeno de las crisis econmicas, con estos condicionantes histricos.

  • Introduccin

    La mayor parte de los estudios sobre las crisis en Argentina se concentraron en el papelde los desequilibrios de la balanza de pagos, sistemticamente presentes en las coyunturas en que tiene lugar la interrupcin de las fases de ascenso de la acumulacin. Enesta perspectiva se enmarca la obra de Prebisch (varios de cuyos trabajos sern citadosaqu) sobre las crisis argentinas previas a la Segunda Guerra Mundial, y las de DazAlejandro (1970), Braun (1973), Diamand (1972) y Brodersohn (1973), entre otros, referidas a la posguerra.

    Como balance general de esta literatura, basada en los enfoques y el herramental propio de la ciencia econmica convencional, pueden sealarse dos importantes lagunas.La primera puede plantearse as: si la acumulacin choca sistemticamente contra undficit de divisas, qu fuerzas impiden que la brecha tienda a ser superada en trminoscapitalistas, o sea, a travs de una aceleracin relativa de la productividad laboral quehabilite, a su turno, un mayor desarrollo e internacionalizacin de la produccin industrial?

    La segunda cuestin surge de considerar una realidad emprica insoslayable: la escasez de divisas no acompaa al proceso de acumulacin en todas las fases de su movimiento cclico, solo se presenta en el punto de inflexin con que se inicia la fase de crisis. De un modo sistemtico, la ocurrencia de un dficit est precedida de un perodo deabundancia y excedente de divisas. Es evidente, por lo tanto, que el anlisis no puedelimitarse al estudio de las fuerzas y mecanismos que generan una desproporcin coyuntural; es preciso considerar crticamente el empleo que se da a las divisas en las coyunturas de holgura cambiaria que, por regla general, tienen lugar en la fase de ascenso delmovimiento cclico de la acumulacin.

    Los movimientos de capitales y del comercio exterior que se registran en la balanzade pagos son solo reflejos de la articulacin internacional del proceso local de acumulacin de capital. Por consiguiente, el punto de partida conceptual para este estudio es lateora del imperialismo, es decir, el anlisis marxista de la transicin del capitalismo auna nueva fase histrica en las ltimas dcadas del siglo XIX y de las caractersticas deesta etapa. Aunque el desarrollo capitalista en Argentina dio sus primeros pasos antesde que tuviera lugar esta transicin, el funcionamiento de la economa mundial en elperodo imperialista consolid un esquema de relaciones internacionales que, en esencia, sigue vigente.

    Dos rasgos del capitalismo en su nueva etapa histrica1 son centrales en el anlisis delas relaciones econmicas entre pases y, por lo tanto, a ellas dedicaremos las siguientesdos secciones del trabajo. La primera (seccin 1) es la formacin en las naciones imperialistas de grandes empresas (monopolios) con un acceso privilegiado al cambio tecnolgico y a los recursos financieros. La segunda (seccin 2) es la exportacin de capitales.Con todo, el despliegue de la acumulacin de capital en su fase imperialista enArgentina supone un marco especfico de poltica econmica cuya caracterizacin sepresenta en la seccin 3. En la seccin 4 se estudia el uso de las divisas en la fase deascenso y el punto de inflexin a la luz de estas relaciones internacionales del capital (laposicin del pas en el comercio de importacin y de exportacin, como receptor decapitales del exterior, etc.). Es necesario identificar el origen histrico de cada uno de loselementos del anlisis para apreciar luego su continuidad, an bajo formas diversas.Seguimos este mtodo en todas las secciones. Solo en la discusin final (seccin 5), ofre

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  • ceremos una respuesta a los interrogantes planteados ms arriba.

    1. Concentracin y centralizacin del capital

    La concentracin y centralizacin del capital en Gran Bretaa, Alemania, Francia yEE.UU. durante el siglo XIX fue dando lugar a la formacin de grandes empresas industriales con una participacin predominante en sus respectivos mercados, control de loscanales de comercializacin y acceso privilegiado a recursos financieros, entre otras ventajas. Esta circunstancia modific las condiciones de acceso de los capitalistas de todoslos pases al mercado mundial de mercancas y molde los flujos de comercio exterior.En esta seccin se analiza el comercio de importacin y de exportacin de Argentina enla era del capital imperialista.

    (a) Importaciones

    Hay dos caractersticas del capitalismo en su etapa imperialista que han incidido histricamente sobre la composicin, nivel y evolucin de las importaciones.

    (i) Un elevado coeficiente de importaciones (CI), como lo seal muy tempranamente Prebisch (1944) y que determina la rpida extincin del efecto expansivo generadopor un aumento de la disponibilidad de divisas. Expresada en trminos dinmicos, laexistencia de una elevada elasticidadingreso de la demanda de importaciones resultaen la tendencia de los auges en la actividad econmica nacional a volcarse masivamente hacia las importaciones (Daz Alejandro, 1970: 348).

    La evolucin temporal del CI replica rigurosamente las alternativas del comerciomundial. En los aos 1900/29 el CI fue, en promedio, de 25% (Daz Alejandro, 1970: 28).Como resultado de la crisis de 1929, la depresin posterior y la Segunda GuerraMundial el CI pas a oscilar en una franja de 5/10% en 1945/75. La restitucin de los flujos internacionales de mercancas y capitales desde los 60 fue creando las condicionespara un nuevo aumento del CI que en Argentina se inici en los aos 90. El nivel actuales similar al de las primeras dcadas del siglo XX.

    (ii) Atraso relativo de la industria manufacturera. La incidencia desproporcionada delas mercancas importadas en el proceso de acumulacin refleja el atraso relativo de lagran industria local. El desarrollo de una clase capitalista en los territorios que constituyen la Argentina actual se vincula, desde el perodo colonial, con la produccin ganadera y el comercio de exportacin/importacin: en trminos generales, la industria nuncafue en el pas un negocio brillante capaz de atraer capitales de riesgo (Canitrot, 1983:11). Tambin desde muy temprano, el atraso relativo de la produccin industrial adquiri un carcter ms extremo en las ramas de bienes de capital e insumos intermedios.

    Ciertamente, el atraso relativo de la industria en el pas era ya evidente en el siglo XIX,durante cuyo transcurso la industrializacin y la revolucin tecnolgica avanzaron significativamente en Europa Occidental y en los EE.UU. La transicin de las economascapitalistas ms avanzadas al imperialismo, resultado de esta revolucin tcnica y econmica, no hizo ms que consolidarlo. La etapa imperialista es resultado del avance delproceso de concentracin y centralizacin del capital; surge al formarse grandes empresas, bancos y asociaciones que detentan porciones significativas de la produccin en suspases. Grandes capitales detentan ostensiblemente una posicin de privilegio relativoen lo atinente a las escalas de produccin (costos), acceso a mercados (canales de distri

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  • bucin), capacidad de innovacin de producto y de proceso, implantacin de marcas,acceso a financiamiento a bajo costo, etc.

    (b) Exportaciones

    Esta transformacin cualitativa consolid una polarizacin del desarrollo capitalista anivel mundial entre una minora de naciones imperialistas altamente desarrolladasexportadoras de mercancas industriales y una mayora de pases relativamente atrasados, exportadores de materias privas. De un lado, las civilizaciones moldeadas por laSegunda Revolucin Industrial; del otro, aquellas en que el desarrollo capitalista seencontraba circunscripto a la agricultura, la ganadera y la minera de exportacin.2

    La permanente modificacin de las tcnicas de produccin e introduccin de nuevasmercancas por parte de las corporaciones multinacionales se expresa en la cambiantecomposicin de las estructuras productivas y las exportaciones de las naciones ms desarrolladas. La composicin de las exportaciones de los pases de Amrica Latina, encambio, es ostensiblemente esttica y se encuentra confinada a un nmero limitado demercancas cuya produccin reposa en recursos que el capital solo puede explotar in situy que se limita a dos mbitos: extraccin y transformacin de recursos naturales (minera, petrleo, agricultura, ganadera) y explotacin extensiva de mano de obra no calificada (lneas de produccin basadas en mtodos de baja composicin orgnica del capital).

    El carcter retrgrado de las exportaciones argentinas, integradas exclusivamente porun puado de cereales y productos de la ganadera, ya era evidente a finales del sigloXIX. El amplio predominio de las mercancas primarias y manufacturas de origen agropecuario en las exportaciones argentinas se ha mantenido sin grandes cambios desdeentonces.

    2. Exportacin de capitales

    El otro rasgo del capitalismo en su fase imperialista es la exportacin de capitales. Yaen las primeras dcadas del siglo XIX la economa inglesa mostraba un excedente de capital que busc colocacin a travs de emprstitos a las nuevas repblicas de AmricaLatina en la dcada de 1820 y en los EE.UU. en la de 1830. A partir de entonces el mercado financiero britnico no dej de avanzar en su internacionalizacin (Regalsky, 1986).

    Mientras tanto, la concentracin bancaria progresaba tambin en Francia, Alemania yEE.UU. En los ltimos veinte aos del siglo XIX las exportaciones de capital (de prstamo y de inversin) por parte de las grandes empresas, bancos y consorcios de aquellospases se haban convertido en un rasgo permanente y haban alcanzado una gran significacin cuantitativa (Lenin, 1916).

    El desarrollo del comercio exterior a travs del puerto de Buenos Aires y de lashaciendas capitalistas de la campia de la provincia del mismo nombre (que desde elsiglo XVIII producan cueros para la exportacin) cont desde el principio con una activa participacin del capital europeo. A partir de la dcada de 1860, no bien finalizaronlas guerras civiles, se inici un proceso de unificacin poltica en cuyo marco el paslleg a ocupar un lugar destacado como espacio para la valorizacin de crditos e inversiones europeos.

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  • La vinculacin econmica establecida a partir de estas inversiones presenta dosaspectos que trataremos en los dos incisos que siguen.

    (a) Efectos directos sobre la balanza de pagos

    El ingreso de crditos e inversiones presenta, en el mediano plazo, un resultado netonegativo cuando se lo unifica con los flujos de salida que genera, esto es, las remesas deintereses, utilidades y dividendos, pagos por patentes y regalas, etc.

    Las llamadas inversiones directas del capital extranjero no implican en los hechosingresos efectivos significativos de divisas ya que consisten, en buena medida, en la instalacin de equipos y tecnologas importadas proporcionados por la casa matriz de lafirma inversora. Ms an, a partir de la puesta en marcha, la ampliacin del capital inicial reposa en la reinversin parcial de ganancias generadas internamente. As, la masade utilidades que los capitalistas extranjeros convierten en divisas para remitir al exterior guarda poca o ninguna relacin con ingresos previos de divisas (Frank, 1970: 290).

    El saldo (monto del prstamo con relacin a su amortizacin ms intereses) resultasiempre desfavorable en el caso de los crditos externos.

    Por otra parte, slo una fraccin de las inversiones y crditos externos se aplica (directa o indirectamente) a ampliar la produccin exportable y/o la que sustituye importaciones.

    Habra que aadir que todas estas salidas de rentas por cuenta corriente representanuna demanda rgida de divisas, en el sentido en que su nivel es en buena medida independiente de la disponibilidad de divisas (Ferrer, 2010).

    La economa argentina se erigi en receptora de mercancas, crditos e inversioneseuropeas antes de alcanzar un desarrollo significativo de su propia produccin exportable. De hecho, hasta 1890 las fases expansivas eran impulsadas por el ingreso masivo decrditos e inversiones con los que se cubra el dficit del comercio de mercancas y partede los vencimientos de intereses y giros al exterior de utilidades. Con ello, el endeudamiento adquiri una dinmica propia, potencialmente desvinculado de la ampliacindel capital invertido internamente. Ms an, la deuda pblica poda crecer en perodosde crisis y sequa de fondos externos por la simple refinanciacin de intereses impagos,como de hecho ocurri en la dcada de 1890 y en la de 1980. Naturalmente, esta ampliacin del monto de deuda tiene su correlato en el cronograma de futuros vencimientosde intereses y as sucesivamente. As, mientras que Gran Bretaa y Francia financiabansus dficit comerciales y parte de sus nuevas inversiones con ingresos obtenidos de suscolocaciones en el exterior, Argentina solo poda mantener al da el pago de los intereses aplicando a este fin la totalidad de su supervit comercial y contrayendo nuevasdeudas para cubrir el faltante.

    Es preciso discutir ahora algunas estadsticas sobre los flujos de divisas asociados alcapital extranjero. Si se suman el saldo neto de la cuenta capital y las salidas en concepto de rentas de la inversin extranjera registradas en la cuenta corriente, el saldo haresultado negativo desde los aos 1890, en los que el supervit comercial excedi enmucho a la acumulacin de reservas. En un conocido estudio de Cepal (1959: 29, Cuadro28) se muestran las entradas y salidas de capital y remesas de intereses y dividendospara los once lustros (promedios anuales) del perodo 1900/54. En solo dos de ellos elmovimiento neto del capital y los giros result, en promedio, positivo; fue justo en

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    1905/14, cuando la entrada neta de crditos e inversiones alcanz el mximo de todoeste perodo histrico. A partir de all, los saldos quinquenales del movimiento del capital (incluyendo pagos de intereses y giro de utilidades) fueron negativos.3

    En el grfico 1 mostramos la continuidad de estas transferencias netas a lo largo delltimo siglo.

    La economa argentina tiende a generar un excedente comercial (mercancas y servicios reales) que resulta neutralizado casi en su totalidad por un dficit del resto de labalanza de pagos. Este resto aglutina, en lo esencial, el movimiento neto de la cuentacapital y financiera y las remesas del capital extranjero por cuenta corriente. Con ayudade la siguiente tabla, se pueden establecer tres subperodos.

    Tabla N 1. Balance de divisas del comercio y del movimiento de capitales

    Millones de dlares de 2012 (*)

    1914/45 1946/75 1976/2012

    A. Saldos acumulados de comercio (mercancas y servicios) 56,235 10,275 193,970

    B. Variacin de reservas (ao final ao previo al inicial) 7,819 14,078 43,586

    C = A B. Variacin resto partidas balanza de pagos 48,416 24,353 150,384

    Transferencia neta promedio anual 1,513 812 4,064(C/nmero de aos del perodo)

    (*) Dlares corregidos por indice de precios mayoristas de los EE.UU. Fuentes.

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    Reservas: promedios anuales BCRA 1940/2012 y Ferreres (2010, Cuadro 8.1.1) 1913/39.Saldo de comercio de mercancas y servicios; Ferreres (2010, Cuadro 9.2) e Indec para2010/12

    En el primer subperodo, hasta fines de la Segunda Guerra Mundial, el pas gir alexterior, en concepto de movimiento de capitales, 86% de su supervit comercial. En ellapso 1946/75 se transfiri la totalidad del (exiguo) saldo de comercio ms casi todas lasreservas acumuladas durante la Guerra (que en 1946 ascendan a unos u$s 16.000 millones a precios de 2012). La implantacin del control de capitales desde fines de 1931 y suvigencia (bajo formas diversas) hasta los 70 no implic, ni mucho menos, la detencinde las transferencias netas de divisas por parte del capital extranjero. Con el golpe militar de 1976 se inaugur el ltimo perodo; en el marco de un nuevo ascenso de lasimportaciones de capital, el pas termin transfiriendo al exterior casi 80% de sus excedentes comerciales.

    El grfico tambin muestra que la salida neta de divisas tiende a crecer al profundizarse la incorporacin de la economa local como esfera de la inversin y los crditosextranjeros desde mediados de los 70 en el marco de la llamada segunda globalizacin.Solo se observan dos breves reversiones de las transferencias al exterior en 1978/80 y1992/2000, en coincidencia con las dos ms recientes oleadas de inversin internacionalen Argentina. Ambas tuvieron un desarrollo similar; desembocaron en profundas crisisy fueron sucedidas por perodos caracterizados por la aceleracin de la transferencia alexterior de divisas comerciales.

    Podra argumentarse que la acumulacin de saldos negativos en todas las partidas nocomerciales de la balanza de pagos se debe al resultado negativo de la cuenta capital yno (o al menos, no solo) al movimiento de divisas generado por el capital extranjero enla cuenta corriente (rentas de la inversin). Sin embargo, por un lado, la cuenta capitalha arrojado saldos ligeramente positivos en los tres perodos.4 Parecera que, a grandesrasgos, el pas exporta una masa de capital dinero (fuga de capitales) apenas inferior a laque importa en calidad de crditos e inversiones. Por el otro, al menos en Argentina, lasempresas extranjeras desempean un papel clave en el atesoramiento de divisas y susalida por la cuenta capital.5 Por ende, lo que muestra la lnea negativa del grfico es elreflujo al exterior de gran parte de los saldos positivos de comercio a travs de la partida rentas de la inversin (utilidades, intereses y dividendos), enteramente imputable a lasretribuciones del capital extranjero.

    A la luz de estos datos, parecera que las transferencias de plusvala originadas en unintercambio desigual en el plano del comercio internacional (no analizadas aqu) noconstituyen un factor determinante con relacin al desequilibrio de la balanza de pagos.Pese a su especializacin en las exportaciones primarias y a su demanda neta de manufacturas industriales, Argentina es capaz de obtener significativos excedentes de comercio; pero estos emigran sistemticamente en lugar de volcarse a la acumulacin.

    (b) Efectos indirectos

    Las inversiones extranjeras detentan un papel determinante en la orientacin del proceso de acumulacin, inciden sobre el dinamismo relativo de las diversas esferas de laproduccin, del tipo de tecnologas y marcas empleadas, el patrn de consumo, etc. Enel ejercicio de este liderazgo, contribuyen a intensificar la demanda de divisas que emer

  • ge del proceso de reproduccin del capital.

    Toda la accin de las filiales de empresas extranjeras muestra un sesgo hacia la importacin que no es casual. La valorizacin de los capitales exportados a un pas perifricoreposa en tres elementos. Primero, en la rentabilidad producida directamente por el proyecto de inversin. Esta fuente de rentabilidad contiene elementos de monopolio porque surge del acceso privilegiado del capital imperialista a la produccin en gran escala, tecnologas avanzadas y financiamiento. De all que los sectores ms dinmicos y rentables de los pases atrasados sean operados directa o indirectamente por el capitalimperialista. Segundo, en las condiciones institucionales que inciden en la rentabilidaddel nuevo proyecto (impuestos, subsidios, acceso a divisas para repatriar, etc.) y quereflejan tambin la influencia especial del capital imperialista en el diseo de la polticaeconmica del pas atrasado. Tercero, en las ganancias adicionales que el proyecto aporta a la valorizacin del conjunto del capital controlado por el inversor, la mayor partedel cual est radicado en el pas de origen. Por este medio, a travs de sus nuevas inversiones en un pas dado, el capital imperialista favorece la valorizacin de sus inversiones pasadas concediendo licencias y crditos y abasteciendo de insumos y equipos a suspropias filiales.6

    Es fcil corroborar que la inversin imperialista ingresada a la Argentina ha presentadoen todas sus etapas las siguientes tres caractersticas: el acaparamiento de las posicionesms dinmicas y rentables, la fuerte induccin importadora de estas inversiones y su acceso a privilegios, regmenes especiales, subsidios y prebendas que hacen posible o facilitanel armado de todo el esquema (libertad para la repatriacin de divisas, desgravacionespara la importacin de equipos, proteccin del producto terminado, etc.).

    La primera forma bajo la cual la exportacin de capitales fue empleada como refuerzo de la valorizacin del capital metropolitano se bas en su capacidad para inducirexportaciones de las propias empresas inversoras u otras vinculadas con ellas. Puedenencontrarse numerosas referencias a este hecho en los textos clsicos sobre el imperialismo (Bujarin, 1917; Lenin, 1916; Dobb, 1937). Segn Tougan (1914: 45), parte del impulso que permiti a la economa inglesa salir del estancamiento en que se encontraba aprincipios de la dcada de 1820 provino de la apertura de los nuevos mercados enAmrica Central y del Sur, a medida que se produca la ruptura poltica de estos territorios con Espaa y Portugal. Las exportaciones britnicas de manufacturas fueron abonadas con libras esterlinas giradas desde Londres contra la emisin de emprstitospblicos y acciones de empresas. Parte de los emprstitos llegaba a las ex colonias, directamente, en mercancas (tejidos de algodn).

    El vnculo entre importaciones de capital e importaciones de mercancas en Argentinase aprecia muy tempranamente. Regalsky (1986) describe el papel de los llamados grupos inversores formados por comerciantes y fabricantes britnicos que invertan en el paspara aumentar sus exportaciones de textiles desde Inglaterra. Ferns (1950) pone demanifiesto la correspondencia que exista entre la orientacin sectorial de las inversiones directas de Gran Bretaa en Argentina y el tipo de manufacturas que esta ltimaimportaba de aqulla. Gran parte de los crditos ingleses de la dcada de 1880 debanser gastados en adquisiciones a empresas de ese origen, proveedoras de material ferroviario (Williams, 1920). Las inversiones britnicas en la dcada de 1860 en Argentina,escribi Regalsky (1986), eran rentables en s mismas y contaban con una garanta estatal pero, adems, generaban un flujo de importaciones de material ferroviario cuyosproveedores eran empresas de ese origen que integraban o se encontraban vinculadas

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  • con los grupos inversores. Estn presentes en este caso los tres elementos constitutivosde la rentabilidad de la inversin extranjera puntualizados ms arriba; la rentabilidadespecfica del proyecto, los privilegios concedidos por el gobierno local y la articulacincon los dems negocios de los propios inversores.

    La induccin de importaciones fue uno de los objetivos centrales de las inversionesnorteamericanas en la industria argentina en la dcada de 1920 (Schvarzer, 1996). Mstarde, la ley de inversin extranjera promulgada durante el gobierno de Frondizi (1959)otorg importantes beneficios impositivos a la radicacin de capital extranjero en sectores especficos para abastecer una demanda existente y de gran significacin luego dedcadas de importaciones restringidas por la depresin y la Segunda Guerra Mundial.Se permiti a los inversores extranjeros instalar maquinarias obsoletas y amortizadas quecontabilizaron como parte de la inversin (a valores muy superiores a los del mercado)sobre cuya base giraron utilidades al exterior. Adems, como si se tratase de frgiles einfantiles emprendimientos, la produccin resultante estaba amparada por elevadosaranceles. Todo el esquema productivo se basaba en la importacin desgravada de insumos, partes y equipos, pagos a la matriz por el uso de patentes y marcas, etc.

    Las empresas imperialistas, que lideraron la industrializacin sustitutiva en AmricaLatina despus del 30, presentaban sistemticamente los coeficientes de importacinms elevados (Fajnzylber, 1983). El grueso del dficit comercial de mercancas industriales se originaba en las llamadas ramas dinmicas, enteramente controladas por grandesempresas multinacionales (bienes de capital, equipos de transporte y productos qumicos). En los pases imperialistas ocurra exactamente al revs; las ramas ms modernasy rentables lideraban tanto el crecimiento interno como las exportaciones.

    La industrializacin, su dinmica, su estructura y la naturaleza de los procesos productivos adoptados, especialmente en cuanto a tecnologa, han sido inducidos en granmedida por condiciones externas (Sunkel, 1976: 22). Por esta razn, la industrializacinno solo no liber a Amrica Latina de su dependencia de las exportaciones de productos primarios y mineros y del capital y tecnologas externos sino que de hecho la agrav y, con ello, agudiz la necesidad de divisas para operar y para remunerar aquellasinversiones.

    3. El rgimen econmico

    En las naciones atrasadas la burguesa procura establecer aquellas instituciones econmicas, polticas, etc. que permitan atraer al capital de los pases ms avanzados. Hayvarios rasgos del rgimen de poltica econmica que delatan esta orientacin.

    (a) Libertad de movimiento para el capital extranjero

    Muy tempranamente, la clase dominante argentina alumbr una nocin de progresoque reposaba en una sociedad con el capital industrial, comercial y financiero europeo(Oszlak, 1997). El proceso de unificacin y construccin de un Estado burgus sobre latotalidad del actual territorio nacional (parcialmente ocupado an por comunidades originarias) se inici luego de la batalla de Pavn (1861). Los sucesivos gobiernos apuntaron a garantizar la libre navegacin de los ros, eliminar las aduanas interiores, establecer el orden (suprimir la amenaza del indio y las montoneras), proteger el derecho a lapropiedad, renegociar (en 1857) el crdito impago de 1824, en una palabra; brindar con

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  • fianza al capital interno y externo y atraer al pas a la fuerza de trabajo que habra de permitir su valorizacin.7 Se cre el marco jurdico requerido para la llegada de tres grandes oleadas de capital extranjero hasta la Primera Guerra Mundial y para la correspondiente salida de divisas en concepto de intereses, utilidades, etc.

    El elemento esencial del rgimen econmico que deba servir de marco para la integracin de la economa argentina al radio de accin del capital europeo era la libertadde entrada y salida de fondos bajo todas sus formas; entrada y repatriacin de inversiones, garanta poltica del pago de los emprstitos pblicos (sometimiento del conjuntodel presupuesto nacional a dicho objetivo), libertad para el giro al exterior de utilidadesy dividendos, etc. El patrn oro fue el marco monetario y cambiario establecido paraabsorber las oleadas de capital extranjero en la dcada de 1860, la de 1880, entre 1900 y1913 y la muy breve corriente que arrib en 1927/29.

    El complemento inseparable de la apertura financiera era la apertura importadoraque permita gastar las divisas obtenidas por la exportacin e inversiones extranjeras enmercancas fabricadas en las naciones industriales ms avanzadas. La apertura resultaba crucial para el capital extranjero, comercial e industrial, que se radicaba en el pas yque se abasteca de productos intermedios y finales producidos en el exterior. En lamedida en que tambin disminua los costos del capital constante y del valor de la fuerza de trabajo, armonizaba con los intereses de los hacendados.8

    Los gobiernos argentinos de la dcada de 1860 hacan profesin de fe de su compromiso con el librecambio y juraban que su nico inters en los impuestos a la importacin resida en que eran stos los nicos ingresos tributarios del Estado (Chiaramonte,1971). Con tarifas establecidas en niveles relativamente bajos y leyes de aduana sujetasa una permanente modificacin (entre 1894 y 1914 hubo casi una por ao; Oszlak, 1997)la aparicin de negocios rentables en la produccin manufacturera (que disputaran elmercado a las mercancas europeas importadas) resultaba ms bien excepcional. Lasburguesas de los EE.UU. y Alemania vean la cuestin arancelaria de un modo radicalmente distinto.

    Aquella orientacin estratgica continuara sin alteracin hasta la crisis de 1930.Todos los gobiernos argentinos de la posguerra procuraron que el pas volviera a captarinversiones y crditos y a tales efectos fueron corrigiendo o eliminando la legislacinintroducida en los aos de emergencia de la balanza de pagos (1930/45) y poniendo enpie, en su lugar, un marco jurdico que tenda a restituir la libertad de movimiento internacional del capital y conceda atractivos especiales para estimular su localizacin en elpas.

    A partir de 1950 se tomaron nuevos crditos externos para financiar importaciones, en1953 se promulg una Ley de Inversiones Extranjeras, en 1956 el pas fue incorporadocomo miembro del FMI y el BM. En 1958, con Frondizi, se hizo an ms atractiva lelegislacin para la inversin extranjera y se autoriz el acceso irrestricto al endeudamiento externo (Sourrouille et al., 1985: p 30).

    Argentina recibi dos oleadas significativas de inversin extranjera en 1958/62 ydurante la dictadura de Ongana, que se orientaron a las ramas ms dinmicas del perodo (automviles, qumica, petroqumica, hilados sintticos, medicamentos) y que sevieron reflejadas en un drstico aumento de la participacin de las empresas extranjerasen el valor agregado industrial (Sourrouille et al., 1985). Como resultado de esta poltica, la deuda externa pblica y privada experiment una rpida revitalizacin en la pos

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  • guerra (grfico 1).

    Como parte de las reformas econmicas de posguerra orientadas a hospedar a lasempresas multinacionales, comenz a desmontarse la proteccin arancelaria erigida enlos aos de crisis. Esta (re)apertura comercial fue selectiva; mantuvo una fuerte proteccin para los bienes producidos por las ramas ms capitalintensivas (controladas porlas grandes empresas nacionales y extranjeras) y rebaj las que regan para los insumosimportados para su produccin (Peralta Ramos, 2007: 139). Segn Lucngeli (1989), lapoltica comercial haba sido bastante restrictiva hasta finales de los aos 40, bsicamente debido al descalabro del comercio mundial producido por la guerra, pero a partir deall comenz un proceso de apertura que present dos rasgos bsicos. Uno, gradual disminucin de los niveles absolutos de proteccin. Dos, tendencia (que comenz con lareforma arancelaria del gobierno desarrollista de 1958/62) a sesgar la estructura de proteccin de modo que la que amparaba a las ramas de productos intermedios y de capital fuese inferior que la de las actividades usuarias, es decir, las productoras de bienesfinales (escalonamiento de los niveles arancelarios segn grado de elaboracin).

    La industria manufacturera de Amrica latina estaba protegida en la posguerra, s,pero se trataba de una proteccin frvola (Fajnzylber, 1983) porque amparaba a las filiales de las propias empresas extranjeras que operaban en la regin con escalas de produccin antieconmicas y equipos e insumos importados y cuyas decisiones de inversin sebasaban en la coyuntura de sus pases de origen, donde tambin desarrollaban las actividades de ingeniera e innovacin.

    El proceso de desmantelamiento del rgimen econmico de emergencia impuesto porla crisis del 30 y la Segunda Guerra Mundial estaba muy avanzado cuando Martnez deHoz estableci su propio programa de apertura comercial y reforma financiera en 1976.

    Respecto a la orientacin de la poltica econmica aplicada en el pas desde entonces,resulta superfluo abundar; con cada experiencia poltica se ha procurado perfeccionar lalibertad de movimientos del capital extranjero, garantizar el pago de la deuda externa,abaratar las importaciones de mercancas, adaptar la legislacin de patentes a los requerimientos de los laboratorios multinacionales, otorgar inmunidad a las inversiones extranjeras, promulgar regmenes con garantas especiales para el sector automotriz y minero,etc. En una palabra, se han ido montando las piezas regulatorias requeridas por una organizacin econmica que gravita en torno de los movimientos del capital mundial.

    (b) Ventajas y prebendas para atraer al capital extranjero

    Todos los textos clsicos sobre el imperialismo han destacado la presencia de ventajasy prebendas de distinto tipo como parte de las condiciones normales que los pases de laperiferia establecan con el objeto de atraer las inversiones y crditos imperialistas afines del siglo XIX y principios del XX.

    La recepcin de crditos e inversiones del exterior en la Argentina del siglo XIX estuvo acompaada, desde el comienzo, del otorgamiento de garantas de diverso tipo y dela admisin de condiciones relativamente ventajosas para los inversores. La garantaestatal de una rentabilidad del 7% para las empresas de ferrocarriles, las tasas usurariasde inters e inauditas comisiones de los emprstitos, la designacin como representantes financieros del pas a individuos con lazos econmicos con los acreedores, etc. sonsolo algunas de las ms conocidas.

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  • La concesin de condiciones extraordinarias y especiales para la valorizacin del capital extranjero pone de manifiesto un rasgo esencial de la economa mundial en el perodo imperialista; el acaparamiento del control sobre aspectos esenciales del proceso deacumulacin (las tecnologas y medios de produccin ms modernos, marcas, financiamiento a gran escala) por un conjunto reducido de grandes empresas de alcance multinacional y la competencia que por ellos se establece entre los capitales privados y losEstados de las dems naciones.

    Resulta claro, adems, que estas ventajas amplifican la succin de divisas; formanparte de las fuerzas que hacen del vnculo imperialista una fuente de desequilibrios enel balance de divisas.

    4. Divisas y crisis cclicas

    El movimiento de entrada y salida de divisas expresa los distintos aspectos que constituyen la articulacin internacional del proceso local de acumulacin. Como se discutien las secciones precedentes, esta articulacin internacional est moldeada por el carcter imperialista que adquiri el capitalismo desde principios del siglo XX. Es precisoanalizar el balance de divisas en su evolucin a lo largo del movimiento cclico del proceso de acumulacin.

    (a) Fase de ascenso: exceso de oferta de divisas

    La fase de ascenso se caracteriza por la ocurrencia de un exceso de oferta de divisas.Hay dos rasgos bsicos de esta fase, ambos vinculados con la naturaleza de las relaciones internacionales del capital, que dan lugar a una desproporcin entre la disponibilidad de divisas y su demanda.

    (i) Uso capitalista de las divisas. El uso capitalista de las divisas es aqul que reproduce las relaciones sociales existentes incluyendo la red internacional de intercambiosen la que se encuentra inserto el capital que opera en el pas.

    Una parte de las divisas que ingresan por la venta de las exportaciones, la radicacinde inversiones y la concesin de crditos retorna continuamente al exterior en pago deimportaciones de medios de produccin y de mercancas terminadas. La expansin localreposa en patrones de produccin y consumo moldeados, en una medida considerable,por las propias empresas multinacionales. Con ello, el sistema econmico local reafirmasu condicin de mercado receptor de las mercancas, marcas y tecnologas elaboradaspor grandes empresas de los pases ms avanzados o por cadenas de valor lideradas porstas.

    Otra parte de las divisas ingresadas egresa todo el tiempo bajo la forma de rentas dela inversin (utilidades e intereses) y con ello el sistema econmico local reproduce sucondicin de campo de operaciones del capital imperialista. Por su naturaleza y orientacin sectorial estas inversiones y crditos profundizan, como ya se coment, el crecimiento desproporcionado de la demanda y la oferta de divisas.

    Una fraccin adicional de las divisas es sustrada de la circulacin para ser empleadacomo reserva de valor. Las empresas internacionales, cuyo predominio en la propiedaddel capital en la Argentina se ha ampliado significativamente en las ltimas dos dcadas, desempean en este proceso un papel protagnico. Realizan una gestin centrali

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  • zada de sus tenencias internacionales de liquidez en funcin del vector de tasas, tiposde cambio, estructura tributaria, etc. vigentes en sus diversas localizaciones. Aceleran odemoran pagos entre matriz y subsidiarias, transfieren efectivo entre pases y alteran lacomposicin de monedas de sus cajas en respuesta a modificaciones en los elementos dedicho vector. Las expectativas de cambio o de estabilidad del valor relativo de unamoneda inducen desplazamientos internacionales de efectivo de cobertura o especulativos (Aliber, 1976: 64). Naturalmente, esta tendencia se extiende al conjunto de lasempresas capitalistas, extranjeras o no, cuya actividad (abastecimiento, financiamiento,etc.) adquiere un perfil cada vez ms internacional y que poseen tambin capitales lquidos expuestos a la desvalorizacin del peso.

    Todas las divisas ingresadas en la fase ascendente y que exceden la cantidad requerida para las aplicaciones sealadas ms arriba son acumuladas en carcter de reserva.Dicho de otro modo, la demanda de divisas (su uso capitalista) es insuficiente para absorber la totalidad de las que ingresan al inicio de la fase de ascenso. En lugar de evitar estedesequilibrio y sus consecuencias monetarias, financieras y cambiarias la poltica estatal procede a la esterilizacin de las divisas excedentes construyendo una reserva; un testimonio inequvoco de la relativa estrechez de las oportunidades rentables de produccin capitalista que, en un pas como Argentina y en la era del imperialismo, afloran enel sistema econmico local.

    (ii) Aumento del valor monetario del capital. A lo largo de la fase de ascenso el valormonetario del capital se incrementa como resultado de dos procesos. El primero es laexpansin real de la fuerza de trabajo activa y la produccin. La monetizacin del exceso de oferta de divisas proporciona el flujo neto9 adicional de medios de circulacinrequerido por la expansin de la fuerza de trabajo y de los capitales movilizados. Crecenasimismo la liquidez y los depsitos en los bancos y se ampla el crdito.

    La masa de valor monetario en circulacin aumenta, en segundo lugar, como consecuencia del incremento del valor de cambio del peso en trminos de divisas. Este fenmeno se expresa en general bajo la forma de aumentos de precios no compensados porun incremento concomitante en el tipo de cambio.10 La inflacin en dlares suele ser msmarcada en la construccin, el mercado inmobiliario y en el financiero11 pero tambintiene lugar en los precios internos al consumidor de numerosas mercancas industriales(en cuya determinacin la oferta importada tiene, por algn motivo, una reducidainfluencia) dando lugar a un ensanchamiento de los mrgenes de comercializacin.

    En sntesis, el capital social se incrementa a lo largo de la fase de ascenso y lo mismoocurre con su expresin en pesos. Pero su expresin en dlares aumenta todava msporque muchos capitales, activos y mercancas incrementan su expresin monetaria enun contexto de relativa estabilidad cambiaria. El sistema financiero juega en esto unpapel central por su protagonismo en la expansin de la oferta monetaria y por su aporte crediticio a la formacin de burbujas de precios en varios mercados. Esta expansindesproporcionada de la capacidad de compra de divisas por parte de la masa de pesosen circulacin vuelve inevitable la depreciacin de la moneda cuando se modifica lasituacin internacional.

    (b) Punto de inflexin e inicio de la fase de crisis

    El punto de inflexin de las fases expansivas tiene lugar cuando se produce un cambio en la situacin internacional y de la balanza de pagos, esto es, cuando decrece elritmo de acumulacin en los pases que adquieren las exportaciones del pas y/o decli

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  • nan sus exportaciones de capitales. La perspectiva de que el flujo neto de divisas setorne negativo sustenta una expectativa de devaluacin que produce, a su turno, un desplazamiento de los capitales lquidos en bsqueda de cobertura, pagos anticipados deimportacin, cancelacin anticipada de deudas con el exterior, aceleracin de la remisin de utilidades al exterior, etc.

    En la medida en que, al menos potencialmente, la totalidad de capital lquido y de losahorros acumulados procuran su conversin a divisas, no es posible que las reservasacumuladas satisfagan esta sbita demanda de cobertura sin alterar la estabilidad cambiaria caracterstica de la fase de ascenso.

    Usualmente, el cambio de la situacin internacional que genera el punto de inflexinde la fase de ascenso y acelera la fuga de capitales pone en marcha la fase de crisis quese desdobla, a su vez, en dos momentos econmicos y polticos. La crisis pasa primeropor un lapso de desmonetizacin y deflacin; un sector del capital se inclina por demorar la depreciacin (porque acumula deudas con el exterior, por sus efectos en el patrimonio de los bancos, porque se beneficia de la apreciacin cambiaria, etc.) mientras existan reservas con las que suplir la demanda incrementada de divisas. As, pese a que elflujo de divisas se ha tornado negativo, al menos durante un tiempo las autoridadesponen las reservas a disposicin de los propietarios de capitales lquidos y ahorros quebuscan protegerse de la depreciacin. Cuando stas declinan por debajo de cierto nivel,sin embargo, la depreciacin resulta inevitable.12 Con ello la crisis ingresa a su segundafase de licuacin inflacionaria de costos laborales y deudas en moneda local.

    La cesin de las reservas por parte de las autoridades, en los momentos previos a laruptura cambiaria, corona la indolente dilapidacin de divisas que acompaa a la acumulacin de capital desde el inicio de la fase de ascenso.

    Este anlisis permite cuestionar la idea prevaleciente de que las crisis argentinas sonprovocadas por la escasez de divisas. La experiencia histrica muestra que las coyunturasde exceso de demanda de divisas estn sistemticamente precedidas por perodos mso menos prolongados de abundancia. Es cierto que la escasez de divisas determina lainterrupcin de la fase de ascenso pero esta escasez resulta de su aplicacin improductiva en los momentos de holgura. Se llega a la escasez de divisas no como resultadonatural del aumento de la produccin de mercancas sino por el modo, histricamenteespecfico, en que estas son utilizadas en la fase de ascenso.

    5. Discusin

    Las fluctuaciones del proceso de acumulacin en funcin de las variaciones de la tasa deganancia constituyen un fenmeno mundial. Promediando estas fluctuaciones, contodo, el modo de produccin capitalista avanza hacia su propio agotamiento comoforma de organizacin social. El creciente parasitismo y mediocridad de los ascensos yla profundidad y amplitud de las crisis son expresiones de esta tendencia. La persistencia de la sobreproduccin en amplios sectores del mercado mundial, la creciente polarizacin social incluso en los pases en los que la clase obrera haba obtenido importantesconquistas, el aumento de la pobreza absoluta, el desencanto de las masas con los regmenes democrticos y los partidos de la burguesa, son todos sntomas de este procesode agotamiento histrico.

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  • Aqu se ha estudiado el modo especfico en que se desenvuelve el proceso de crisis ennuestro pas. En oposicin a la tesis de que las crisis argentinas son originadas por laescasez de divisas, en este trabajo se las vincula con la naturaleza de las relaciones econmicas internacionales establecidas por el pas. Estas relaciones, a su turno, reflejanaspectos histricamente especficos del capitalismo en su etapa imperialista. Dos deellos resultan centrales.

    Primero, los elementos de monopolio que determinan un desarrollo desigual y jerrquico de la gran industria en las diversas naciones. El carcter deformado y desintegrado del desarrollo industrial de Argentina, que se nutre de medios de produccin, tecnologas y marcas importadas y que se encuentra marginado de las ramas ms dinmicasde la produccin y el comercio, expresa la configuracin imperialista de la economamundial.

    Segundo, la exportacin de capitales es uno de los mecanismos a travs de los cualesel capital imperialista ejerce el control y el liderazgo del comercio, las finanzas y el avance tcnico y recoge los beneficios que este predominio le reporta. Su aplicacin en la economa perifrica moldea y reproduce su estructura econmica y sus articulaciones internacionales.

    Estos dos rasgos del perodo imperialista se expresan en el comportamiento de labalanza de pagos del pas. El monopolio establece una filtracin externa desproporcionada (aumento de las importaciones) de todo aumento de la acumulacin local e inhibela penetracin del capital privado en la produccin exportable, por fuera de las redes deproduccin y comercializacin controladas por las firmas multinacionales. A su turno,la situacin del pas como receptor de inversiones y crditos imperialistas genera unflujo de salida por cuenta corriente igualmente desproporcionado con relacin a suaporte efectivo de divisas, amplificado por la naturaleza prebendara y confiscatoria delimperialismo.

    El balance de divisas del pas flucta en funcin del ritmo de la acumulacin mundial. Al iniciarse la fase de ascenso, cuando las divisas abundan, la burguesa consientesu despilfarro en intercambios que confirman y eternizan la dependencia del pas respecto de las mercancas, el capital, los crditos, las marcas y las tecnologas importadasy tolera su esterilizacin bajo la forma de una reserva ociosa. Luego, tan pronto comolos capitalistas e inversores vislumbran el fin de la holgura de divisas, las autoridadesceden las reservas para permitir la conversin de capitales lquidos a divisas a un precio que no refleja la nueva situacin de escasez.

    Por lo tanto, es recin en una fase avanzada del movimiento cclico que sobreviene ladepreciacin y la crisis pero su causa verdadera no es la llamada escasez de divisas sinosu depredacin sistemtica durante la fase de ascenso. Es el uso capitalista de las divisas, cuando estas estn disponibles, lo que desemboca inevitablemente en una coyuntura de escasez y de crisis. No se trata, como suele afirmarse, de que la amplitud y el ritmodel proceso de acumulacin se encuentren limitados por la disponibilidad de divisas(restriccin externa). Se trata, ms bien, de que el carcter restringido de las posibilidadesde valorizacin del capital disponibles en un pas como Argentina en este perodo histrico, da lugar a un indolente despilfarro que no puede sino resultar, tarde o temprano, en una coyuntura de escasez.

    Las crisis de divisas caractersticas de la economa argentina expresan el contenidocontradictorio de sus relaciones econmicas internacionales. Existe una contradiccin

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  • entre la necesidad de divisas para aumentar la produccin y las barreras que impone elimperialismo (el control monoplico de la tcnica, el financiamiento y los canales de distribucin) para obtenerlas en el mercado mundial de mercancas; entre el aporte del crdito y la inversin imperialista a la produccin de plusvala en el pas (la innovacin tcnica, las marcas, el crdito en gran escala para las grandes empresas y el Estado) y lasangra de divisas que estos ingresos generan.

    Naturalmente, en la medida en que el uso capitalista de las divisas que ingresan en lafase de ascenso est al servicio de la reproduccin de estas relaciones internacionalesinherentemente desequilibradas, las condiciones que dan lugar a la crisis cambiaria nopueden ser superadas en el marco de las relaciones sociales capitalistas. Como resultado, cuanto mayor es el excedente de divisas generado en la fase de ascenso, mayor es su emigracin a travs de las importaciones, remisin de utilidades, etc. La experiencia del cicloiniciado en 2002 ilustra de un modo perfecto esta afirmacin.

    El carcter imperialista de las relaciones econmicas internacionales impone a las economas dependientes una exaccin permanente de divisas para el pago de deudas, remisin de utilidades, etc., liga el proceso de trabajo en todas las esferas a las mercancasimportadas y limita el desarrollo capitalista y autnomo de las exportaciones; es en estecontexto histrico especfico que toda aceleracin en el ingreso de divisas ejerce un efecto expansivo y toda merma constituye un factor de crisis. Si la posibilidad de las crisis sevincula con la interrupcin de los intercambios mundiales, la necesidad de la crisis se deriva del uso capitalista de las divisas disponibles, que garantiza su gradual extincin.

    La adaptacin del rgimen econmico local a los movimientos y tendencias del capital imperialista plantea un problema que resulta central en el anlisis de las crisis. Porun lado, la burguesa local no puede prescindir del capital extranjero; en su bsquedade plusvalor relativo debe adquirir los medios de produccin ms modernos, debe acceder a financiamiento a gran escala, a las licencias y a las marcas que slo las grandesempresas imperialistas estn en condiciones de ofrecer. Adems, la inversin extranjeraabre un horizonte de posibilidades colaterales de acumulacin de capital que amplan,potencialmente, las oportunidades de expansin de los capitalistas locales.

    Por otro lado, sin embargo, el rgimen econmico montado para establecer esta articulacin, un rgimen que concede libertad de movimiento al capital extranjero, queadmite el cargo de sobretasas punitorias por el crdito internacional, que otorga explcitamente prioridad al pago de intereses de la deuda respecto de las dems partidas delpresupuesto, que ofrece un marco de liberalidad o subsidio para las importaciones demercancas realizadas por las empresas extranjeras y para sus giros al exterior de utilidades, ste rgimen torna inevitable la transformacin de toda holgura temporal en crisis de divisas. Y stas ltimas configuran el marco de las crisis econmicas del pas que,por norma general, van acompaadas de una profunda conmocin social y de un delcolapso del rgimen poltico vigente.

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  • Notas1 Estos elementos resumen lo esencial de los cinco tems sealados por Lenin (1916: 110) en su definicin econmica.

    2 Aunque en el interior de ambos polos, naturalmente, existe una gran diversidad de niveles de desarrollo de lasfuerzas productivas.

    3 Frank (1970) aporta estadsticas sobre el saldo positivo derivado del movimiento de capitales de Inglaterra en1870/1913.

    4 Las refinanciaciones de deudas con el exterior y otras operaciones de este tipo son contabilizadas como ingresos sin involucrar una entrada efectiva de divisas. Si se pudiese depurar el clculo de estas operaciones el saldode la cuenta capital podra resultar negativo.

    5 Segn la Encuesta de Grandes Empresas (Indec), 90% de los beneficios de las 500 empresas de mayor valor deproduccin pertenece a corporaciones de capital extranjero.

    6 Afirma Hymer (1972) que la empresa multinacional combina la dispersin espacial de las inversiones con unacentralizacin rigurosa de la gestin; los objetivos son elaborados al nivel ms elevado de la estructura y esos objetivos son los del capital como un todo y no los de sus partes regionales tomadas individualmente.

    7 La burguesa argentina plasm su inters en esta alianza en la propia Constitucin de 1853 (artculo 67) en la que sefaculta al Congreso para que promulgue leyes protectoras y (realice) concesiones temporales de privilegios y recompensas de estmulo (para lograr) la importacin de capitales extranjeros y la exploracin de los ros interiores.

    8 Entre 1866 y 1876, un sector de la burguesa rural bonaerense (la dedicada a la cra del ovino) se mostr favorable a una poltica estatal de proteccin y subsidio. Diversos factores condujeron a la completa desaparicin de esteinters proteccionista a partir de la dcada de 1880 (ver, al respecto, Chiaramonte, 1971).

    9 Parte de la expansin bruta es esterilizada por la salida de divisas para el pago de importaciones y el giro derentas de la inversin.

    10 En 2002/12, 80% del crecimiento del PBI nominal en dlares corrientes de las llamadas economas emergentescorrespondi a inflacin en dlares (Hausmann, 2013).

    11 Los inversores financieros internacionales tienen muy presente las ganancias proporcionadas por lo que la economa convencional denomina efecto BalassaSamuelson al elaborar sus estrategias de inversin (Boyde, 2012).

    12 Prebisch (1921) encuentra este desdoblamiento en la crisis de 1873. El colapso del programa de Martnez deHoz en febrero de 1981 y el de la Convertibilidad en enero de 2002 siguieron el mismo patrn.

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