Himnos Nacionales
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HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA
En el año de 1867 un joven ESTUDIANTE de leyes llamado Ramón P. Molina,
siendo Secretario de la Jefatura Política Departamental de Guatemala, compuso
unos versos dedicados a la Patria, cuya primera estrofa decía así:
Guatemala, en tu limpia bandera,
libertad que formó un arrebol,
libertad es tu gloria hechicera
y de América libre es el sol.
El Jefe Político, General Manuel Aguilar, organizó un concurso entre artistas
nacionales a fin de que compusieran un música adecuada para aquella letra del
señor Molina. Un jurado compuesto por Lorenzo Morales, H. Hall y Leopoldo
Cantilena, otorgó el premio al joven autor de la música de nuestro Himno Nacional.
Dicha composición la cantó nuestro pueblo durante diez años, sin ser adoptada
oficialmente como Himno Nacional de Guatemala, pero su letra adolecía de muchos
defectos y no llegaba a colmar los anhelos del pueblo y Gobierno sobre lo que debía
ser el Himno Patrio. Por tales razones el Presidente José María Reyna Barrios
convocó a un concurso nacional para la adopción de un canto patriótico oficial
definitivo, el cual quedó abierto el 24 de julio de 1896 y fue cerrado el 15 de octubre
del mismo año.
Un jurado integrado por personas competentes dio el premio a la letra a cuyo pie se
leía "Anónimo", no sabiéndose por lo tanto a quien entregar el galardón ofrecido; sin
embargo, siendo la premiada, debieron darla a conocer profusamente entre los
músicos nacionales para concursar en la composición de la música.
El Maestro Rafael Álvarez, viendo que la nueva letra coincidía exactamente con la
música que él compusiera diez años atrás, decidió presentarla, puesto que ya
gozaba del beneplácito público.
Cerrada la admisión de los TRABAJOS el día 1º de febrero de 1897, los compases
solemnes y del más inspirado acento nacional volvieron a triunfar, quedando desde
entonces reconocidos como Himno Nacional de Guatemala.
Busto de los autores del Himno Nacional de Guatemala.
Desbordante fue el júbilo del pueblo al conocer el resultado del concurso.
“Guatemala feliz… ya tus aras no ensangrienta feroz el verdugo”, fue entonado
oficialmente por escolares y pueblo con encendido patriotismo; pero el autor de la
letra seguía en impenetrable anonimato, aunque se tenía motivos para atribuirla al
poeta cubano José Joaquín Palma, pero no fue sino hasta catorce años después,
próximo a su fin, cuando el poeta admitió ser el autor del canto a nuestra Patria.
Entonces los más distinguidos intelectuales de la Nación, escolares y pueblo,
rindieron al glorioso poeta un apoteósico homenaje, colocando sobre su frente una
corona de laurel la noche del 23 de julio de 1911.
Más tarde, por acuerdo gubernativo de fecha 26 de julio de 1934, la letra original
fue reformada por el notable gramático profesor José María Bonilla Ruano,
suavizando algunos versos para su mejor armonía con nuestro espíritu pacifista y
rectificando ligeramente conceptos históricos.
LETRA ORIGNAL DEL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA Versión original (1897)
Música: Rafael Álvarez Ovalle Letra: José Joaquín Palma
I
¡Guatemala feliz...! Ya tus aras No sangrienta feroz el verdugo, No hay cobardes que laman el
yugo Ni tiranos que escupan tu faz. Si mañana tu suelo sagrado
Lo profana invasión extranjera Tinta en sangre tu hermosa bandera
De mortaja al audaz servirá.
CORO Tinta en sangre tu hermosa bandera
De mortaja al audaz servirá, Que tu pueblo con ánima fiera
Antes muerto que esclavo será.
II De tus viejas y duras cadenas Tu fundiste con mano iracunda El arado que el suelo fecunda, Y la espada que salva el honor. Nuestros padres lucharon un día Encendidos en patrio ardimiento,
Te arrancaron del potro sangriento Y te alzaron un trono de amor.
CORO
Te arrancaron del potro sangriento Y te alzaron un trono de amor.
Que de patria al enérgico acento Muere el crimen y se hunde el error.
III Es tu enseña pedazo de cielo Entre nubes de nítida albura
Y ¡ay de aquel que con mano perjura Sus colores se atreva a manchar! Que tus hijos valientes y altivos Ven con gozo en la ruda pelea
El torrente de sangre que humea Del acero al vibrante chocar.
CORO
El torrente de sangre que humea De acero al vibrante chocar,
Que es tan sólo el honor su presea Y el altar de la patria, su altar.
IV
Recostada en el ande soberbio De dos mares al ruido sonoro Bajo el ala de grana y de oro
Te adormeces del bello quetzal. Ave indiana que vive en tu escudo,
Paladión que protege tu suelo ¡Ojalá que remonte su vuelo
Más que el cóndor y el águila real!
CORO ¡Ojalá que remonte su vuelo
Más que el cóndor y el águila real, Y en sus alas levante hasta el cielo,
Guatemala, tu nombre inmortal!
LETRA ACTUAL DEL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA Versión reformada (1934)
Música: Rafael Álvarez Ovalle Letra: José Joaquín Palma (modificada por José María Bonilla Ruano)
I
¡Guatemala feliz...! que tus aras no profane jamás el verdugo;
ni haya esclavos que laman el yugo ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera a vencer o a morir llamará.
CORO Libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará; que tu pueblo con ánima fiera
antes muerto que esclavo será.
II
De tus viejas y duras cadenas tú forjaste con mano iracunda, el arado que el suelo fecunda
y la espada que salva el honor.
Nuestros padres lucharon un día encendidos en patrio ardimiento, y lograron sin choque sangriento colocarte en un trono de amor.
CORO Y lograron sin choque sangriento colocarte en un trono de amor,
que de patria en enérgico acento dieron vida al ideal redentor.
III
Es tu enseña pedazo de cielo en que prende una nube su albura, y ¡ay! de aquel que con ciega locura
sus colores pretenda manchar.
Pues tus hijos valientes y altivos, que veneran la paz cual presea,
nunca esquivan la ruda pelea si defienden su tierra y su hogar.
CORO Nunca esquivan la ruda pelea
si defienden su tierra y su hogar, que es tan sólo el honor su alma idea
y el altar de la patria su altar.
IV
Recostada en el ande soberbio, de dos mares al ruido sonoro, bajo el ala de grana y de oro
te adormeces del bello Quetzal.
Ave indiana que vive en tu escudo, paladión que protege tu suelo; ¡ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real!
CORO ¡Ojalá que remonte su vuelo,
más que el cóndor y el águila real! y en sus alas levante hasta el cielo, GUATEMALA, tu nombre inmortal!