Historia de La Medicina

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1 HISTORIA DE LA MEDICINA Medicina Indígena Americana La Medicina de la América Precolombina La medicina precolombina se dio a conocer con el descubrimiento de América. En ella existían simultáneamente las formas prehistóricas más primitivas del arte de curar con otras formas en algunos aspectos más avanzados que la medicina europea de aquélla época (Ej: la medicina azteca utilizó el interrogatorio y procedimientos psicoterapéuticos para enfermedades mentales). Es importante tener en cuenta que el hombre americano no fue autóctono sino que procedía de migraciones asiáticas a través del estrecho de Bering. La práctica médica de esta población no se diferenciaba básicamente de la medicina primitiva ni de ciertos grupos indígenas en selvas sudamericanas que aún no han asimilado la cultura occidental. En general, todos los pueblos indígenas de América tienen aspectos y conceptos comunes con relación a la práctica médica: - La idea de la enfermedad como castigo a los pecados cometidos. - El curandero como intermediario entre el enfermo y los dioses. - Los tratamientos mágico-religiosos de la enfermedad, combinados o no con métodos físicos. Por lo que las drogas o medicamentos incluían el componente mágico para combatir el espíritu maligno y además muchos de ellos poseen un principio farmacológico activo. Sin embargo, es importante destacar las características peculiares de la medicina de las tres grandes civilizaciones americanas encontradas por los españoles con el descubrimiento de América: Aztecas, Mayas e Incas. A pesar de la distancia geográfica y temporal, en la medicina de estas culturas existió un doble fenómeno característico; por un lado, el curandero, el sacerdote y el hechicero estaban íntimamente relacionados entre sí y, por otro, existía el uso intensivo de drogas alucinógenas. La herbolaria fue de gran importancia, basada en el conocimiento de infinidad de plantas medicinales clasificadas y aplicadas con gran acierto en distintas enfermedades. El curandero siempre fue importante en la sociedad, ya que personificó la medicina precolombina, reuniendo los elementos mágicos de los rituales dados a él por los dioses, así como el manejo de drogas y su preparación, que sólo él conocía y guardaba en secreto. Medicina del pueblo Inca Los incas creían que la mayoría de las enfermedades eran enviadas por los dioses como castigo por sus pecados. Las prácticas médicas eran unas de las tareas que correspondían a los sacerdotes. Sus tratamientos incluían prácticas mágicas, oraciones, ayuno, sacrificios y medicamentos. Los remedios se preparaban generalmente con plantas. Algunos eran muy efectivos. Los incas no conocían las

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HISTORIA DE LA MEDICINA

Medicina Indígena AmericanaLa Medicina de la América Precolombina

La medicina precolombina se dio a conocer con el descubrimiento de América. En ella existían simultáneamente las formas prehistóricas más primitivas del arte de curar con otras formas en algunos aspectos más avanzados que la medicina europea de aquélla época (Ej: la medicina azteca utilizó el interrogatorio y procedimientos psicoterapéuticos para enfermedades mentales). Es importante tener en cuenta que el hombre americano no fue autóctono sino que procedía de migraciones asiáticas a través del estrecho de Bering. La práctica médica de esta población no se diferenciaba básicamente de la medicina primitiva ni de ciertos grupos indígenas en selvas sudamericanas que aún no han asimilado la cultura occidental.En general, todos los pueblos indígenas de América tienen aspectos y conceptos comunes con relación a la práctica médica:

- La idea de la enfermedad como castigo a los pecados cometidos.- El curandero como intermediario entre el enfermo y los dioses.- Los tratamientos mágico-religiosos de la enfermedad, combinados o no con métodos físicos. Por lo

que las drogas o medicamentos incluían el componente mágico para combatir el espíritu maligno y además muchos de ellos poseen un principio farmacológico activo.

Sin embargo, es importante destacar las características peculiares de la medicina de las tres grandes civilizaciones americanas encontradas por los españoles con el descubrimiento de América: Aztecas, Mayas e Incas.

A pesar de la distancia geográfica y temporal, en la medicina de estas culturas existió un doble fenómeno característico; por un lado, el curandero, el sacerdote y el hechicero estaban íntimamente relacionados entre sí y, por otro, existía el uso intensivo de drogas alucinógenas. La herbolaria fue de gran importancia, basada en el conocimiento de infinidad de plantas medicinales clasificadas y aplicadas con gran acierto en distintas enfermedades.

El curandero siempre fue importante en la sociedad, ya que personificó la medicina precolombina, reuniendo los elementos mágicos de los rituales dados a él por los dioses, así como el manejo de drogas y su preparación, que sólo él conocía y guardaba en secreto.

Medicina del pueblo Inca

Los incas creían que la mayoría de las enfermedades eran enviadas por los dioses como castigo por sus pecados. Las prácticas médicas eran unas de las tareas que correspondían a los sacerdotes. Sus tratamientos incluían prácticas mágicas, oraciones, ayuno, sacrificios y medicamentos. Los remedios se preparaban generalmente con plantas. Algunos eran muy efectivos. Los incas no conocían las propiedades químicas de los elementos que utilizaban; cuando un medicamento curaba pensaban que tenía propiedades mágicas. Los antiguos pueblos de la región andina eran excelentes cirujanos. Una de las operaciones más comunes que realizaban y una de las que requería mayor habilidad médica, era la trepanación, que consiste en hacer un agujero en el cráneo. Se efectuaba para aliviar al cerebro de una compresión causada por una fractura en el cráneo. El hueso que se dañaba se quitaba. Las lesiones en la cabeza eran muy comunes en un pueblo guerrero que peleaba con garrotes y hondas. Para disminuir el dolor, los médicos daban a sus pacientes chicha o coca antes de operarlos. Si fracasaban todos los remedios y el paciente moría, se procedía a quitarle los órganos internos y a secar completamente el cuerpo. Luego se lo vendaba con muchas capas de tela en posición de sentado, con el mentón en las rodillas. El cuerpo así preparado se conoce con el nombre de momia. En el rostro de la momia de un emperador o de un noble se colocaba una mascara de oro.

En la civilización Inca, las enfermedades sólo se generaban por actos de brujería, motivados por rivalidades locales o conflictos interfamiliares, o por transgresiones que molestaban a los sobrenaturales. Las enfermedades causadas por los humanos creaban discordia entre los individuos y/o familias y era curable

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gracias a la habilidad de otros curanderos. Pero a las enfermedades causadas por la voluntad de las divinidades se las consideraba difíciles de curar y molestaban la paz social. Entre las producidas por la brujería malévola estaba el envenenamiento, provocado por la acción humana, pudiendo afectar a una persona o a una unidad doméstica entera dentro de un ayllu. La basaban en sustancias letales dadas por venganza o por envidia.

Creían que todas las desgracias tenían un origen sobrenatural. Las dolencias enviadas por las divinidades se manifestaban después de haber transgredido ciertas reglas de buena conducta, por ejemplo el incesto, el crimen, el robo, y la inobservancia ritual, no producidas por la revancha de los dioses, pero por castigo.

El curandero tenía que discernir la calidad del enfermo. Si la disfunción la causaba una enfermedad cuyo diagnóstico la atribuía a un designio sobrenatural, el curandero no podía hacer nada porque era imposible vencer los dioses. Tenían nombres propios de algunas enfermedades que habían caracterizado. A los sobrevivientes se les consideraba elegidos por la divinidad.

Curandero/ médico conocía las manipulaciones mágicas y las yerbas, animales y minerales medicinales para las distintas enfermedades que también sabían diagnosticar. Su ciencia la basaban en su propia experiencia y práctica, adquiridas y transmitidas de padres a hijo siglo tras siglo. No hay que confundir a los hampicamayocs con los chamanes encargados de provocar cosas malas. Había chamanes especializados en hacer daño a otra persona a petición de clientes interesados. Usaban muñecos que representaran a la víctima, y para controlar la brujería había amuletos que protegían a sus poseedores.

También practicaban la cirugía: perforaban la capa ósea del cráneo para extraer de su interior las causas de la enfermedad, por ejemplo los espíritus. En cualquier caso usaban anestésicos como la coca, bebidas embriagadoras o drogas que adormecían. Había un porcentaje bastante apreciable de intervenciones con éxito, pero había más pacientes que no se levantaron jamás de la mesa de operaciones. Si morían, tapaban la pequeña abertura con láminas de oro o plata, o con el caparazón de calabazas. Sus instrumentos quirúrgicos eran sencillos, utilizados para extraer los objetos de cualquier órgano o para abrir los cráneos.

Los curanderos utilizaban yerbas frescas y secas, animales vivos y disecados, minerales, oraciones misteriosas, canciones, música y danza. El olvido de cualquiera de esas cosas hacía ineficaz el tratamiento curativo. Algunas enfermedades las trataban con danzas rituales y ceremoniales ejecutadas ante sus ídolos durante las fiestas que les dedicaban. En las danzas participaban muchas mujeres, y también los hombres, niños y viejos. La gente bailaba horas y horas en busca de salud. Conocían muchas enfermedades y para todas existe su respectivo vocabulario Quechua.

Medicina del pueblo Maya

Fue una de las culturas más antiguas del continente americano y que floreció varios siglos antes que la de los aztecas o los incas; fue una de las más duraderas e indudablemente sirvió de base para el desarrollo de otras culturas de la zona. Los mayas desarrollaron grandes logros científicos y técnicos, debiéndose a ellos una serie de avances sorprendentes: crearon una arquitectura perfecta y monumental que su tecnología sólo incluía utensilios de piedra tallada y pulimentada; desarrollaron un sistema de escritura jeroglífica, usaron códices o libros de papel de corteza), crearon un sistema vigesimal matemático con la invención del número "cero"; elaboraron un calendario de una exactitud superior a cualquier otro de esa época; desarrollaron las artes, como la pintura, escultura y talla de objetos de jade, y las ciencias como la medicina. Desarrollaron enormemente la astrología y tenían amplios conocimientos astronómicos.

Los mayas y los pueblos de área maya veían la vida como una constante lucha entre el Bien y el Mal, entre dioses benévolos y malévolos. Esto creaba importantes conexiones interdependientes entre salud, enfermedad y religión. Para cada enfermedad había una deidad que la provocaba y otra que protegía a la persona enferma. yerbateros, los que curan con hierbas, personajes de gran importancia en la medicina maya. El documento más importante de la literatura médica de la cultura maya es El Ritual de los Bacabes, el

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cual recupera numerosos conocimientos médicos prehispánicosse apela a las fuerzas cósmicas, se eligen los días favorables para las curas, ritos y tratamientos, y se despliega un amplio conocimiento de botánica y medicina. Cabe destacar que también en los códices Dresde y Madrid se hace una amplia referencia a diversas enfermedades y calamidades perfectamente calendarizadas, todas ellas aparecían ligadas a la presencia de su protectora, la diosa lunar Ixchel: patrona de la medicina, del parto y de la adivinación. Asimismo, en los libros del Chilam Balam En la medicina maya las enfermedades podían tener diversos orígenes.Por una parte estaba la etiologia divina, donde la enfermedad se producía como castigo por haber ofendido directamente a los dioses o a sus leyes, ya sea por la violación de diversos tabúes, por desobedecer a los padres, por cometer abusos sexuales con parientes consanguíneos o por practicar la sodomía. Era frecuente que los dioses, especialmente el dios de la muerte, adoptara diversas formas semihumanas para provocar el mal entre los hombres. se hace referencia a calamidades y curaciones; enfermedades y plantas curativas. En la etiología humana destacaba la producida por efecto de la magia negra, el mal de ojo, que era practicada por algún hechicero o chamán maligno al que se le había ofendido directamente o al que recurría otra persona para que lanzara la enfermedad contra su vecino. La etiología natural incluía el frío y el calor, especialmente los alimentos fríos y calientes, como las causas más comunes de enfermedad. El viento también era una causa habitual, especialmente si éste adoptaba formas de animales. Las plantas también eran origen de enfermedades, no sólo las tóxicas, venenosas o urticantes, sino también aquellas que habían sido utilizadas por los hechiceros en sus ceremonias de curación a un enfermo y que posteriormente abandonaban en medio de un sendero y que podían ser pisadas accidentalmente.

Las enfermedades y los males provenían según los mayas, de los malos vientos, de los hechizos y brujerías, de la conjunción de los astros, o por el enojo de alguno de los dioses de la teogonia maya. Por este motivo, las enfermedades eran curadas bajo un signo y oración religiosa de los sacerdotes. Había curanderos que dominan el conocimiento químico y medicinal de la herbolaria. Su sistema curativo e s reconocido como un método eficaz.

La cultura maya mantenía una mezcla de religión, magia y empirismo para combatir la enfermedad. Esto era similar a lo que ocurría en otras sociedades arcaicas. Religión porque algunos dioses provocaban las enfermedades mientras que otros protegían a sus devotos; magia, porque muchas enfermedades que se consideraban causadas por encantamientos de enemigos o rivales, debían de curarse por medios mágicos; empirismo, porque se usaban plantas, minerales y técnicas cuyo valor aún se mantiene. No obstante la religión y la magia fueron más importantes que el empirismo.

La presencia de enfermedad significaba una pérdida del equilibrio entre las influencias favorables y desfavorables. Era por lo tanto importante conocer la fuerza causante de ese desequilibrio para poder aplicarla o expulsarla.

En estas culturas precolombinas nada era natural, ni siquiera la muerte. Se creía que un poder sobrenatural era el que manejaba a la humanidad.

La historia refiere que la decadencia de la sociedad Maya quizá tuvo relación con una enfermedad endémica y contagiosa, probablemente fiebre amarilla o "vómito negro", representado por los mayas en sus pictogramas y descrito por los españoles.

Entre los mayas las prácticas mágicas (invocación e influencia de los espíritus) se acompañaban de procedimientos quirúrgicos, quiroprácticos o de farmacopea vegetal, cuya eficacia había sido demostrada por experiencias previas. Igual que en otras sociedades primitivas, las funciones de curandero, hechicero y sacerdote recaían en la misma persona generalmente.

Muchos fueron los hidalgos españoles que quedaron maravillados de verse curados de males crónicos y de otros con la sabia medicinal de los mayas.

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Medicina del pueblo Azteca

La medicina azteca sobresalió poco más que las otras en lo referente al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, tanto en medicina interna como externa. Quienes la practicaban eran los curanderos llamados tícitl, que pertenecían a una casta sacerdotal en la que los padres enseñaban la profesión a sus hijos y éstos heredaban el cargo. Además, la medicina era asociada con tres factores: con la religión, en virtud de que atribuían a los dioses ciertas enfermedades, así como su remedio; con la magia, porque creían que algunas enfermedades eran provocadas por los hechiceros, y con la ciencia, porque conocían las propiedades curativas de las plantas y de algunos minerales.

Entre las enfermedades más comunes se mencionan las fiebres eruptivas, afecciones de la piel y parasitosis intestinales, a las que daban cura con abundantes medicamentos. Gracias a ello no existieron grandes epidemias

Entre sus prácticas medicinales se incluía el baño de vapor en el temazcalli, para purificar el cuerpo, contrarrestar fiebres causadas por alguna constipación, recuperarse después del parto y sanar heridos o mordidos por algún animal venenoso.

De los muchos dioses que los aztecas reconocían y adoraban, varios de ellos estaban relacionados con la medicina; por ejemplo, Tláloc, señor de la Lluvia, producía enfriamientos y catarros, neumonías y reumatismos; Xochiquetzal, diosa del Amor y de la Fertilidad, enviaba enfermedades venéreas y complicaciones del embarazo y del parto; Tezcatlipoca o Titlahuacán era especialmente temible, pues se asociaba con enfermedades graves o letales; Xipe-Tótec, Nuestro Señor el Desollado, era especialista en enfermedades de la piel. Hasta cuando el padecimiento era algo tan natural, como una fractura consecuencia de una caída sufrida durante el ascenso de una montaña, los aztecas lo relacionaban con una causa divina, pues sabían muy bien que era precisamente en los sitios más peligrosos de la montaña en donde moraban los chaneques y otros espíritus malignos, expertos en empujones y zancadillas.

Con frecuencia el enfermo azteca no tenía conciencia de haber violado alguna ley o mandamiento religioso, o no sabía bien cuál era la deidad que había ofendido con su comportamiento, y entonces la consulta con el médico incluía no sólo el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, sino también la identificación del dios enojado. Esto era muy importante, porque los ritos sacrificios y exorcismos eran diferentes para los distintos dioses. Además de los rezos y las ceremonias religiosas correspondientes, también empleaba medios terapéuticos naturales, entre ellos principalmente la herbolaria, que entre los aztecas era extraordinariamente rica.

Algunas medicinas que todavía se usan hoy provienen de la herbolaria precolombina, pero en la antigüedad se usaban muchas otras con muy distintas indicaciones. Es probable que dentro de esta riqueza tradicional todavía se puedan encontrar algunas otras sustancias con uso terapéutico real y efectivo, pero tal sugestión requiere estudios científicos críticos y religiosos.

Una de las premisas del Sacerdote - Medico era la de impresionar y subyugar a sus pacientes, asi que se hacian acompañar de una extensa gama de extraña y misteriosa "panfernalia" de objetos (conchas, alas de aguilas, madejas de cabellos de muertos, plantas de tabaco y de docenas de elementos a cual mas llamativo y misterioso) que creaba un clima de sugestión, misterio y magia. Con su innata habilidad y poder de sugestión en muchas ocasiones esos sacerdotes ya practicaban el denominado "Efecto Placebo". Es decir suministrar al paceinte algo totalmente inocuo e ineficaz, pero que producía al paciente un efecto semejante al de la curación, y que después se ha seguido utilizando por la medicina moderna. En muchas ocasiones, tambien practicaban al enfermo una serie de misteriosos masajes, cuando se veian incapaces de determinar el exacto origen de la enfermedad. El sacerdote suministraba al enfermo una especie de narcotico de la familia de la belladona, mediante el cual se conseguía dormir al paciente y por medio de habiles y sugestivas preguntas inquirirle como habria sufrido "El Mal" para poder luego encontrar una manera de curarlo. Cualquier mal fisico o mental, nunca podia ser visto y considerado como una acción natural, ya que se consideraba que era enviado por "Acción Directa de los Dioses".

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SANACIONES

Cuando el misterioso "Dios de las Lluvias" temerosa y reverencialmente se enojaba, podía extender milagrosamente enfermedades como la lepra y las ulceras en cualquier parte del cuerpo de cualquier persona.

Se decía que quienes practicaban "el incesto" podían ser castigados,  que venia a ser una "Muerte de Amor". 

El remedio más eficaz que efectuaban los Brujos-Sanadores era invocar la protección del "Genio del Deseo". Después acto seguido conducían al enfermo a practicar una serie de misteriosos rituales que consistían en una serie de baños de vapor, junto con el rezo de unas misteriosas oraciones

La medicina  tuvo un gran grado de desarrollo. Con su conocimiento de la naturaleza distinguieron propiedades curativas en diversos minerales y plantas. Los sacrificios humanos religiosos (que incluían la extracción del corazón y el desmembramiento del cuerpo) favorecieron un buen conocimiento de anatomía. Sabían curar fracturas, mordeduras de serpientes. Posiblemente hubo "odontólogos" encargados de realizar deformaciones dentales. Aunque la medicina era practicada por hombres y mujeres, parece ser que sólo las mujeres podrían encargarse de ayudar en los partos. La medicina estuvo muy ligada a la magia, pero el hecho de no atribuir la causa científicamente correcta a cada enfermedad no significó que no se aplicase el remedio conveniente.

REMEDIOS

Debido a la alimentación básica del maíz y a que consumían poca carne, los aztecas sufrían enfermedades originadas por este desequilibrio.

En una determinada fecha apareció un misterioso "Grimorio" llamado "Herbario Azteca de la Cruz de Badiano" que asombró a propios y extraños, ya que en sus páginas explicaba la forma de curar las cataratas y los tumores de ojos, con métodos que al ser examinados por la medicina actual, han llegado a considerarse eficaces.

Las enfermedades de resfriados y catarros se cuidaban con inhalaciones de la planta denominada "A-Toch-Ietl" que venía a ser muy parecida al poleo o poleo - menta de hoy en dia.

Cabe destacar que la población de Europa debe a los médicos indígenas, entre otros productos, el tabaco, el bálsamo americano, la goma copal, el liquidámbar, la zarzaparrilla, la tacamaca, la jalapa, la cebada y los piñones purgantes, que han sido de gran utilidad hasta nuestros días. Asimismo, los indígenas se valían de infusiones, cocimientos, emplastos, ungüentos y aceites.

Otro aspecto relevante es que los médicos, para darle un toque misterioso a sus curaciones, las acompañaban con algunas ceremonias supersticiosas, con la invocación de sus dioses y con ciertos improperios contra las enfermedades.

Éstos son algunos ejemplos de los usos y aplicaciones de la medicina prehispánica, cuyos beneficios han sido reconocidos paulatinamente en todas las épocas del mundo de la medicina.