Historia de la prensa en España

18
HISTORIA DE LA PRENSA ESPAÑOLA 1

description

Traballo de Carmela Bao. IES Francisco Aguiar Betanzos. Curso 2009-2010

Transcript of Historia de la prensa en España

Page 1: Historia de la prensa en España

HISTORIA DE LA PRENSA

ESPAÑOLA

1

Page 2: Historia de la prensa en España

Carmela Bao Ríos 2ºB Nº1

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN pág. 3

LA PRENSA EN ESPAÑA HASTA EL SIGLO XVII pág. 3

EL SIGLO XVIII pág. 3

LA PRENSA EN EL SIGLO XIX pág. 5

LA PRENSA EN LA RESTAURACIÓN pág. 8

LA GUERRA CIVIL pág. 10

EL FRANQUISMO pág. 10

LA LEY DE PRENSA DE 1966 Y LA PRENSA INDEPENDIENTE pág. 10

EVASIÓN Y HUMOR pág. 11

TRANSICIÓN Y DEMOCRACIA pág. 11

BIBLIOGRAFÍA pág. 12

2

Page 3: Historia de la prensa en España

INTRODUCCIÓN

Los comienzos de la prensa en España se pueden datar durante el siglo XV, con manuscritos y relaciones de sucesos (impresos en xilografía). Más tarde, con la invención de la imprenta empiezan a publicarse las primeras gacetas. De todas formas, el principio de la historia de la prensa en España se suele datar en 1661, año en el que se publica La Gaceta de Madrid. Es a partir de entonces cuando se desarrolla un tipo de periodismo, conocido como periodismo viejo, caracterizado por la influencia que el Estado posee sobre sus publicaciones. En el s. XIX comienza la prensa de empresa, la cual competirá con la prensa obrera y la prensa de partidos. Pero se sufrirá una crisis durante la Guerra Civil, razón por la cual numerosos periódicos se verán obligados a parar sus publicaciones. Una vez restaurada la Democracia, el país ha experimentado un enorme boom informativo.A continuación se narrará de forma más detallada la historia de la prensa española desde el siglo XV hasta la actualidad, repasando también como los textos constitucionales a través de la historia han tratado este derecho de la libertad de prensa.

LA PRENSA EN ESPAÑA HASTA EL SIGLO XVII

Durante el siglo XV aparece la primera manifestación de prensa en España, con los romances noticieros, que relataban en versos los sucesos de la Guerra de Granada. Con la aparición en el siglo siguiente de la xilografía (o grabado) se pudo experimentar una amplia difusión de todo tipo de escritos breves. Es entonces cuando comienzan las relaciones de sucesos o los avisos, que se volvieron muy comunes en el siglo XVII.También aparecieron en esta época los mercurios o gacetas, especie de boletines que daba cuenta de lo ocurrido en ferias comerciales importantes o puertos de mucho tráfico. El primer periódico semanal español sería una traducción de la Gazette parisien.

Estas gacetas comenzaron a cobrar gran importancia, lo que llevó al valido del rey Carlos II, don Juan José de Austria, a hacerse publicidad editando también gacetas. En 1661, como ya se menciona en la introducción, se publica la primera gaceta española, , la Relación o gaceta de algunos casos particulares, así políticos como militares, sucedidos en la mayor parte del mundo, de periodicidad mensual. Más tarde se reanudó con el título de Gaceta Ordinaria de Madrid. En 1697, el periódico seguirá editándose, ahora con el nombre de Gaceta de Madrid. Hoy continúa

imprimiéndose bajo el nombre de Boletín Oficial del Estado (B.O.E.). EL SIGLO XVIII

Durante los siglos XVII y XVIII empiezan a surgir gacetas en todas las ciudades, diversificándose y pluralizándose su contenido. Aún así, los periódicos eran muy caros y estaban sólo al alcance de una minoría. De todas formas, tuvieron mucha importancia, ya que constituían un medio de difusión de la ideología ilustrada y burguesa. También hay que tener en cuenta otro aspecto, como es el hecho de que la sociedad en ese

3

Page 4: Historia de la prensa en España

momento era en su mayoría analfabeta, por lo que sus lectores se limitaban a clérigos, nobles, miembros de la burocracia real y oficiales del Ejército, así como algunos sectores de clase media (médicos, profesores…) que constituían una minoría.Durante este siglo se distinguen tres etapas. La primera (1737-1750) supone la consolidación de la prensa en el país, con la aparición de los primeros periódicos, como El Diario de los Literatos. La segunda (1750-1770) supone una época de especialización y madurez. A partir de este momento desaparecen numerosas publicaciones a causa de la situación exterior y acontecimientos políticos (Revolución francesa). Durante este período existe una clara diferenciación entre dos tipos de prensa: una culta (papeles periódicos) y otra popular (almanaques, pronósticos). La primera se imprimía bajo el consentimiento del Consejo de Castilla, sometiéndose a la censura eclesiástica. La información militar y política estaba en manos de los periódicos oficiales (Gaceta de Madrid y Mercurio Histórico y Político), mientras que los de iniciativa privada trataban generalmente sobre temas económicos o culturales, defendiendo una ideología avanzada. Sus lectores eran una minoría burguesa ilustrada.

Pero con la ejecución de la familia real francesa muchas publicaciones fueron sometidas a censura, con el fin de aislar al país de los movimientos que tenían lugar en el país vecino. Asimismo, el rey Carlos IV prohibió la publicación de toda la prensa salvo los periódicos oficiales el 24 de febrero de 1791.

Pero también existían publicaciones de carácter popular que se desarrollaron durante el siglo XVIII: los almanaques y los pronósticos. Estos estaban ilustrados con grabados y

se difundían por los pueblos y ofrecían, además de informar del tiempo, gran variedad de contenidos (datos sobre los cambios de la luna, pensamientos, pautas de conducta e instrucciones y enseñanzas sobre los más variados oficios). Poseían dos secciones: "La introducción al Juicio del año", pronóstico de lo que iba suceder ese año según los astros, y El Juicio del año, que era una especie de carta astral por estaciones, meses y días. Los más famosos almanaques fueron los de Diego Torres

Villarroel.

Más tarde, la burguesía contó con otro medio de difusión de sus ideas, los periódicos populares. Uno importante fue El Diario de los Literatos de España (1737-1742), publicación cultural y literaria que defendió la obra de Feijoo y Luzán, luchando también contra las ideas barrocas.

En 1738 se comenzó a traducir El Mercurio Histórico y Político del francés, cambiando luego su título a El Mercurio de España, que ha sido uno de los periódicos de la historia española que más tiempo ha subsistido.

La primera publicación de periodicidad diaria en España fue El Diario Noticioso, Curioso, Erudito, Comercial y Político. Esta constaba de dos secciones, una de divulgación con artículos de opinión, y otra de información económica. En 1788 pasó a

4

Page 5: Historia de la prensa en España

llamarse Diario de Madrid.

Las ideas ilustradas defendía una reforma en la economía, y por ello también cabe mencionar una prensa de tipo económico. Un ejemplo de ello es El Semanario Económico (1765 - 1766). Asimismo, se debe mencionar la difusión de la prensa literaria entre la que destacaba El Diario de los Literatos, dedicado a la crítica literaria de los libros que se publicaban y El Pensador, que inició el costumbrismo con temas españoles.

Nació en 1786 El Correo de los Ciegos de Madrid, que desde 1787 se llamó Correo de Madrid, donde entre artículos de divulgación de la actualidad literaria, científica, técnica y económica aparecían también artículos de crítica social y de costumbres.

Uno de los periódicos más influyente fue El Censor, de influencia enciclopedista, liberal, regalista y jansenista, que se atreve a cuestionar políticas y principios legislativos y religiosos; realizando una crítica social de las instituciones y cuestionando la organización estamental de la sociedad, razón por la cual tuvo que mantener una lucha constante contra la censura.

Cuando en 1791 se prohíben todos los periódicos no oficiales sólo quedaron la Gaceta de Madrid, El Mercurio y el Diario de Madrid. Al año siguiente se suaviza esta represión, permitiendo algunas publicaciones como El Correo Mercantil de España y sus Indias.

Es entonces cuando la burguesía aumenta su crítica social reclamando más poder a través de las columnas de los diarios. Paul Guinar distingue entonces entre diferentes tipos de prensa dieciochesca: presentativa, informativa, didáctica y polémica. Mientras que la presentativa persuade de la publicación de forma personalizada, la informativa es la voz del gobierno, ofreciendo una información parcial. La didáctica pretende educar al lector y la polémica participa de las controversias de la época.

LA PRENSA EN EL SIGLO XIX

En este momento el papel de la prensa en la difusión de las ideas liberales fue decisivo, teniendo que enfrentarse a la censura, que representaba la reacción de numerosos monarcas partidarios del Antiguo Régimen contra la Revolución francesa. Si bien durante la Guerra de la Independencia las Cortes de Cádiz establecieron la libertad de imprenta. Todo ello provocó la multiplicación de las publicaciones periódicas de variopinta tendencia: periódicos liberales como el Semanario Patriótico, El Conciso o

5

Page 6: Historia de la prensa en España

El Robespierre Español; anticonstitucionalistas como El Censor General e incluso afrancesados como La Gaceta de Sevilla, El Diario de Barcelona o El Diario de Valencia.

Paralelamente a las Cortes de Cádiz, en España se instaura la monarquía de José I, hermano de Napoleón. Este publica una carta otorgada en 1808 conocida como el Estatuto de Bayonne. Esta fue rechazada por la mayoría de los españoles, pero conviene citarla ya que en ella se recogen por primera vez numerosos derechos y libertades, entre ellos la libertad de expresión y de imprenta. Pero de todas formas esta es limitada, y como afirmaba Gómez Reino “la prensa quedada sometida a la censura gubernativa”.

Más importancia tiene la constitución elaborada por las Cortes de Cádiz en 1812, que recogen también la libertad de imprenta, como dice en el artículo 371: “Todos los españoles tienen libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas, sin necesidad de licencia, revisión y aprobación alguna anterior a la publicación, bajo las restricciones y responsabilidades que establezcan las leyes”. Además, también establecían la libertad de prensa y abolían la censura previa.

Entre 1808 y 1814 se observa un aumento de las publicaciones, pues la prensa se convierte en un importante elemento del movimiento revolucionario-constitucionalista, dando a conocer textos políticos y concienciando a los lectores de los problemas del país.

Pero con la vuelta de Fernando VII se volvió a interrumpir la actividad periodística (con excepción de los periódicos oficiales), con el decreto del 2 de mayo de 1815. A partir de entonces se suceden alternativamente etapas de represión y de libertad de imprenta coincidiendo con los periodos absolutistas y liberales respectivamente.

Durante el Sexenio Absolutista (1814-1830) se ignoran las reformas liberales llevadas a cabo anteriormente, viéndose sus seguidores obligados a actuar en la clandestinidad. Es entonces cuando se clausuran todos los diarios excepto los oficiales.

Con el triunfo en 1820 del levantamiento de Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla) Fernando VII jura la Constitución de 1812 y se inicia el Trienio Liberal. Ese mismo año se proclama la libertad de imprenta -por la que todo lo que no era prensa ordinaria (folletos, hojas volanderas) pasa a la clandestinidad- y en 1822 se tipifican todos los delitos posibles en la actividad periodística (calumnia, injuria, etc.).

Esto provoca la aparición de numerosas publicaciones, sobre todo de ideología liberal. En este momento se distingue entre liberales moderados; con publicaciones como El Universal, El Censor o El imparcial, y liberales exaltados, que introducen en España la expresión gráfica (caricaturas y chistes con connotaciones políticas), de los cuales destacan los periódicos El eco de Padilla y El Zurriago. El 22 de octubre de 1820 se promulga una Ley de prensa, en donde se recoge extensamente la definición de lo que son considerados delitos de imprenta y sus penalidades. En febrero de 1822 fue promulgada una ley adicional que reduce las multas económicas, así como la limitación de libertad de imprenta de la

6

Page 7: Historia de la prensa en España

ley anterior.

Pero en 1823, debido a la intervención de Cien Mil Hijos de San Luis, el absolutismo vuelve al país, intentando volver a las limitaciones de libertad a las que el pueblo estaba sujeto antes del trienio. Así el Estado proclama la Real Orden de 30 de enero de 1824 en la que se dispone “que en adelante no se publiquen más papeles periódicos en esta Corte que la Gaceta y el llamado Diario de Madrid”.Pero a partir de 1820, Fernando se ve obligado a apoyarse en los sectores liberales más moderados, para poder vencer así a su hermano Carlos María Isidro, representante del absolutismo más radical. A partir de esa fecha, se permite la publicación de cabeceras costumbristas y románticas, que serán una vía de expresión para el pensamiento liberal. Ejemplo de ello son las publicaciones románticas El duende satírico del día y El pobrecito hablador, de Larra, El Guadalhorce y La Alhambra y la costumbrista Semanario pintoresco, de Mesonero Romanos.

Con la muerte de Fernando VII en 1833 comienza el reinado de su hija Isabel, pero como era menor de edad el primer periodo de este es una regencia, primero de su madre, Cristina. Durante este tiempo, hay una primera etapa de continuidad del régimen anterior. En el estatuto Real de 1834 no aparece ninguna referencia a la libertad de imprenta, no es hasta la ley de marzo de 1837 que se recoge una actualización en este campo. Es entonces cuando se establece el derecho a la respuesta (precedente del derecho a la rectificación). Pero la prensa sigue siendo un medio controlado por el Estado.

7

Page 8: Historia de la prensa en España

Con la regencia de Espartero y el posterior reinado de Isabel la situación comienza a cambiar. Es entonces cuando surge el llamado periodismo informativo, así como la introducción de la clase obrera a la prensa. Con la Constitución de 23 de mayo de 1845 se vuelve a proclamar la libertad de imprenta, pero con la novedad de suprimir toda referencia a los jurados como únicos órganos para entender de los delitos de imprenta, lo cual abría la posibilidad de la entrada de tribunales especiales para la prensa, lo que supone un gran adelanto.

Durante este periodo de triunfo del liberalismo se sometió a censura publicaciones carlistas (defensores del absolutismo) y del Partido Democrático (que se encuentra en la extrema izquierda del liberalismo).

En 1853 inició su publicación El faro de Vigo, que continúa publicándose hoy en día.

En 1864 se promulga una nueva ley de prensa, que recoge cierta liberalización del sector. Sin embargo, este texto estuvo en vigor poco tiempo.

En 1868 se produce una revolución que tiene como objetivo echar a los Borbones del poder. Otro de sus principales fines es una mayor libertad de expresión. A partir de entonces, aunque sigue desarrollándose una prensa de opinión (que defiende ciertos sectores o partidos políticos), cobra protagonismo la prensa informativa. Esto es debido a aspectos tales como su imagen más amena y su nuevo contenido, que incluye secciones de crítica literaria, pasatiempos, anécdotas y humor. Además insertan los folletines(o novelas por entregas) y que se vuelven muy populares entre las clases bajas. Estas presentan la más clara representación de la llamada prensa de masas.

En 1869 da a la luz una nueva constitución, la cual reconoce la libertad de imprenta. A consecuencia de ello surgen numerosos periódicos y revistas. De hecho, entre 1868 y 1875 surgen en el país más de seiscientos periódicos. Ejemplo de ello es la revista La Flaca, seguida por otras como La Esquella de la Torratxa, La Filoxera, El Loro, La Viña, El Motín, La Mosca, La Broma , La Tramontana y

Acabose.

A partir de 1880 comienzan a surgir agencias nacionales de noticias, las cuales mantienen una estrecha relación con los gobiernos y se encargan de surtir de información a los periódicos. Además, se estableció una red telegráfica mundial, que tuvo como resultado la uniformidad informativa, por lo que la prensa ganó objetividad, rasgo que caracterizará al medio a lo largo de todo el siglo.

Es en este momento cuando la prensa de masas adquiere una mayor fama, incluyendo más publicidad y bajando los precios, lo que tiene como consecuencia un aumento espectacular de los beneficios. Su presencia en la sociedad la convierte en un medio de gran influencia y poder. En este contexto surge la prensa amarilla, y en contraposición, otra muy documentada y seria, representada por El Imparcial (1867) y El liberal (1879).

La Constitución de 1876 especifica en el artículo 13 que “todo español tiene derecho a emitir libremente las ideas opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento semejante sin sujeción a la censura previa”.

8

Page 9: Historia de la prensa en España

A partir de entonces, conviene destacar también la Ley de la Propiedad Intelectual del 10 de enero de 1879 y la Ley de Policia de Imprenta de 26 de junio de 1883.

LA PRENSA EN LA RESTAURACIÓN

A finales del XIX tenemos una clase de periódico con unas características similares a las que definen a los actuales: abundancia de información (mejor, variada y más extensa, alimentada por corresponsales en cada capital de provincia y en capitales de Europa, con noticias telegráficas) y variedad de secciones (sucesos, negocios, anuncios, extractos de sesiones de Cortes, viajes y entrevistas, sesión de espectáculos, artículos literarios, obras poéticas, cuentos…).

Destacan algunas publicaciones como La Vanguardia (1881-actualidad), ABC (1903, diario en 1905 y de ideología monárquica), El Debate (que defendía las ideas católicas y trataba preocupaciones políticas y religiosas), El Sol (que quería renovar la situación social y política del país), La Voz (cabecera hermana de El Sol que se publicaba por la tarde) o La Nación (periódico de derecha).

De todas formas, la prensa de masas en España no alcanzó las enormes tiradas conseguidas en países extranjeros, ya que el país carecía de un amplio público lector, debido a las altas tasas de analfabetismo. Pero de todas formas la prensa amplía su contenido y emplea un lenguaje más moderno y ameno. Aparecen también páginas especiales o suplementos de economía, espectáculos, arte, deporte, agricultura, mujer y niños. Por otra parte, el impacto de la guerra europea potenció el interés por los temas extranjeros y el pueblo encontraba la información que buscaba en las publicaciones periódicas.

Nacieron también publicaciones del movimiento obrero, como El Socialista (del PSOE), Tierra y Libertad (de la anarquista FAI), Sociedad Obrera (de la CNT) o Mundo Obrero (del PCE).

Asimismo, nació la prensa infantil, con la revista TBO.

Con la aparición de totalitarismos en Europa los periódicos se convirtieron en un importante medio de influencia y de difusión de estas ideologías. Así es como, mediante la propaganda, los Estados podían ejercer un mayor control sobre el pueblo.

9

Page 10: Historia de la prensa en España

Cuando surge el cine y la televisión, para competir con estos nuevos medios, se crea el fotoperiodismo.

En cuanto a los textos legales, destaca la Constitución Republicana de 1931, creada como consecuencia de la segunda república (después del gobierno de Primo de Rivera, que había restringido la libertad de prensa). El artículo 34 de esta afirma “Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio de difusión, sin sujetarse a la previa censura. En ningún caso podrá recogerse la edición de libros y periódicos sino en virtud de mandamiento de juez competente. No podrá decretarse la suspensión de ningún periódico sino por sentencia firme.”

LA GUERRA CIVIL

Durante la guerra civil el país se dividió en dos bandos, cosa que también ocurrió en la prensa, creándose el ministerio de Propaganda en la zona republicana y la delegación de Prensa y Propaganda en la nacional. Así, este fue un periodo en el cual ambos bandos controlaron la prensa de forma exhaustiva, con una fuerte represión y censura.

En las trincheras de los sublevados se publicó el periódico La Ametralladora. En el bando “rojo” cobró importancia El mono azul.

EL FRANQUISMO

Desde 1945 a 1970 se vive una etapa de expansión económica que repercute en el desarrollo del sector informativo. Mientra que en los estados democráticos se asienta la libertad de expresión, no ocurre lo mismo en España, en donde se mantuvo la ley de prensa de 1938, según la cual: “Corresponde al Estado la organización, vigilancia y control de la institución nacional de la Prensa periódica”. Las cabeceras de los periódicos de Madrid representaban la mínima pluralidad: ¡Arriba!, Hoja del lunes, El Alcázar, Diario Ya, Pueblo, ABC, Diario Madrid, Informaciones y Cambio 16.

LA LEY DE PRENSA DE 1966 Y LA PRENSA INDEPENDIENTE

A partir de 1962 la situación comenzó a cambiar. Este es el año en el que el antiguo ministro de información fue cesado y le sucedió Manuel Fraga Iribarne, quien impulsó una nueva ley de prensa, aprobada el 18 de marzo de 1966. Estaba estructurada en tres partes: una donde se recogía la libertad de expresión, manifestada en su articulo primero, otra con la libertad de designación del director de las publicaciones, artículo 40, y la última con la libertad —limitada— de creación de empresas periodísticas, artículo 50. Además abolía la censura previa y las “consignas”. De todas formas, esta reforma fue solo parcial, ya que se seguían prohibiendo ciertas publicaciones, como aquellas de crítica del régimen. Además, se reforzó el principio de la responsabilidad civil e incluso penal de aquellos redactores que infringieran las disposiciones de la ley. Así, se pretendió sustituir el sistema de censura previa por un sistema de autocensura de los órganos de prensa.

10

Page 11: Historia de la prensa en España

Así también conviene resaltar como propias de este período la Ley de 8 de abril de 1967 (por la que se modificaban diversos artículos del Código Penal), la Ley de 28 de junio de 1967 (por la que se regulaba el ejercicio del Derecho Civil a la libertad religiosa), y la Ley de de abril de 1968 sobre secretos oficiales.

Aún así, diarios como Madrid, El Alcázar o El Diario fundaron lo que se llama prensa independiente, exploraron los límites de la nueva libertad de expresión. No obstante, a partir de 1968 el desafío de la prensa independiente al régimen provocó reacciones drásticas por parte del ministerio de Información, que finalmente llevaron a un relevo de las empresas editoras de El Alcázar y de Nuevo Diario en 1969 y al cierre de Madrid en 1971.

El cese de Fraga como ministro de Información supuso un retroceso en la libertad de prensa, pues se intensificó la censura y los secuestros periodísticos. . Sin embargo, durante los últimos años del régimen, también los periódicos más establecidos (como La Vanguardia y, en menor grado, ABC y Pueblo) aprovecharon el relativo liberalismo de la ley de prensa para diversificar el discurso político y criticar —aunque siempre de forma moderada o solapada— las políticas del régimen. Con la muerte de Franco, la prensa cobra un papel protagonista llevando a cabo numerosos debates políticos, lo que le aporta el nombre de parlamento de papel.

EVASIÓN Y HUMOR

El franquismo fue una época de florecimiento de publicaciones infantiles, entre las que destacan la revista ya mencionada TBO, Tío Vivo o DDT (de la Editorial Bruguera). La evolución hacia un humor negro y amargo de La Codorniz le supuso problemas con la censura y dio lugar en los años setenta a revistas de humor adulto como Hermano Lobo, El Papus o, en 1977, El Jueves.

También tuvo importancia la prensa más popular, debido a su papel de evasión, con el sensacionalismo como principal orientación. La publicación El caso se centraba en la temática de sucesos, sobre todo los más sórdidos. La prensa del corazón, con periodicidad semanal, contaba con un público mayoritariamente femenino, llegaba a un amplio porcentaje de la sociedad por medio de peluquerías y consultas. Existía una división entre una visión aristocrática (representada por ¡Hola!) y otra más popular (Diez Minutos).

TRANSICIÓN Y DEMOCRACIA

A partir de 1970 se inicia una crisis, la cual da comienzo a la sociedad de la información en la que nos encontramos. El predominio de la televisión (especialmente la estadounidense) obligó a numerosos estados a privatizar sus medios públicos, dejándolos en manos de grupos empresariales tales como PRISA, Grupo Godó…

En el caso de España, la prensa experimenta un gran auge (sobre todo en comparación con la etapa anterior de tiranía. Aparecen, así, numerosos periódicos, como El País (considerado cercano al PSOE) o El Mundo (de ideología cercana al PP). También es importante citar a La Razón, creado más recientemente.

11

Page 12: Historia de la prensa en España

En Barcelona surgieron El Periódico de Cataluña (progresista), y Avui (nacionalista). En el País Vasco surgieron El Correo (conservador), Deia (cercano al PNV) y Egin (que estaba vinculado con ETA, por lo que fue cerrado).

Destacan muchos nombres de periodistas de calidad, como Miguel Delibes, García Márquez, Antonio Gala, Mario Vargas Llosa…

La prensa ha sido la causante de algunos escándalos periodísticos, como las campañas dirigidas por El Mundo (bajo el nombre de periodismo de investigación) en las cuales arremetía contra el gobierno de Felipe González, por causas de corrupción, o la guerra

sucia contra el grupo terrorista GAL.

El formato tradicional de la prensa ha cambiado, y se ha visto muy influenciado por la aparición de otros medios como son Internet y la prensa electrónica. También destacan medios de información alternativos como los blogs o la prensa gratuita (distribuída en la calle, como ADN, 20 minutos o Qué!).

Es en 1978 cuando se publica una nueva constitución, que todavía sigue vigente hoy en día. La Constitución de 1978 significa un cambio radical, no solo en lo que concierne a la libertad de expresión, sino también por el hecho del empleo de una terminología que utiliza las palabras “se recogen y protegen”.

Otro hito importante para la libertad de prensa fue la incorporación de España a la Unión Europea, que tuvo como consecuencia un conjunto de medidas de uniformidad de la profesión periodística, de las empresas informativas, de los mensajes informativos que la CEE pueda ir produciendo, y que paulatinamente se convertirán en normas de obligado cumplimiento para nuestra nación como miembro de dicha organización.

El derecho a la información goza en nuestra Constitución de una especial protección jurídica, y en esto sí podemos decir que es una verdadera Constitución. Estará protegido ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento preferente y sumario, según dice el artículo 53, párrafo 2. Finalmente, aunque tampoco lo diga la Constitución de un modo explícito, se podrá defender el derecho a la información, ante una instancia internacional, y esto porque existen unos Tratados internacionales y, en último término, la Constitución incorpora esos Tratados internacionales.

BIBLIOGRAFÍA

http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_prensa_espa%C3%B1ola

http://es.wikipedia.org/wiki/Libertad_de_expresi%C3%B3n

12