Historia de los huevos Fabergé
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Es en Rusia que la celebración de Pascuas alcanza su mayor
resplandor. Pascuas son la mayor fiesta del calendario
ortodoxo ruso.
Tolstoï, Gogol, Dostoïevski no eligen la noche de Pascuas para
hacer reaparecer a sus personajes después de dramas y
convulsiones.
En Rusia, las Pascuas son celebradas por un intercambio de
huevos y tres besos apasionados.
El tipo de huevo ofrecido depende de la fortuna de cada uno
pero el de la gallina pinta es, incuestionablemente, el más
popular. Viene a continuación el huevo de
vidrio, porcelana, madera, y de dinero hasta el huevo precioso
en oro.
Los huevos de Pascuas imperiales son las realizaciones más
famosas de Carl Fabergé. Entre 1885 y 1916, los zares
Alejandro III y Nicolás II encargan cincuenta y cuatro de
estos objetos que deslumbran para ofrecerlos a las zarinas
Marie y Alexandra Feodorovna con motivo de las fiestas
pascuales. Se conocen hoy cuarenta y siete. Cada uno ellos
ocultó una "sorpresa" dentro, astuta y curiosamente
trabajada. ¡Cada huevo es un gran obra de ingeniosidad y
conocimientos técnicos!
Es en 1885 cuando Alejandro III encarga el primer
huevo, destinado a su esposa, la zarina Maria Feodorovna. El
hábito de ofrecer estos huevos la mañana de Pascuas y tres
besos, se afianzaba profundamente en las costumbres de la Rusia
ortodoxa. Este día se daba por lo más importante del año y el
huevo, símbolo de la resurrección, era un elemento esencial.
Carl Fabergé se basa pues en una tradición ya bien establecida.
Pero va a enriquecerlo con su imaginación desbordante y su
infinita creatividad. Alejandro III no se equivoca. Encantado por
la primera creación del joyero, le encarga en adelante una noticia
cada año, y después de su muerte, sus hijos Nicolás II prosiguen el
hábito ofreciendo dos huevos, uno a su madre y otro a la nueva
zarina, su esposa Alexandra a Feodorovna.
Fabergé se inspiraba en el arte bizantino. Otros huevos se añadieron
a la colección y conmemoraban algunas fechas importantes como la
coronación del Zar Nicolás II, la llegada del ferrocarril hasta
Siberia y algunos aniversarios. Otros reflejaron escenas del yate
imperial, la catedral Uspensky, el palacio Gatchina y, más tarde,
durante la Guerra, los huevos representaron la Cruz Roja y a los
militares. La colección implica 56 huevos imperiales.
Entre 1885 y 1894, año de su muerte, Alejandro III ofrece 10
huevos de Pascuas a su esposa, la emperatriz Marie Feodorovna.
Su hijo, el zar Nicolás II, ofrece uno de estos suntuosos regalos, no
sólo a su mujer, sino también a su madre. Pues, de 1895 a
1916, cada emperatriz recibirá 22 huevos de Pascuas (44 para las
dos). ¡El número total sería pues 54! ¡Pero hasta ahora, nadie
pudo probar que se volvieron a poner algunos huevos de Pascuas
en 1917, el año de la revolución!
De los 47 Huevos que se conocen, diez son conservados en
Moscú, por el Kremlin, once son parte de la colección Forbes en
Nueva York, potentados americanos tienen otros
dieciséis, ocho están en colecciones privadas europeas y dos
huevos escapan a toda localización...
En cuanto a los 2 huevos Fabergé que faltan... se dice que
ciertamente los dueños desean guardar el anonimato. Esto es
totalmente comprensible cuando se sabe que Malcolm Forbes
pagó en 1985, 1.760.000 dólares por los huevos a la joyería
Coucou!..
¿Fabergé crea huevos solamente para la Familia del Zar?
En absoluto: el multimillonario y magnate del oro
siberiano, Alexandre Ferdinandovitch Kelch ofreció a su mujer una
serie de huevos de Pascuas tan suntuosos como los de los zares. Se
conocen siete, realizados entre 1898 y 1904. Aunque Fabergé
produjo, modelos exclusivos para sus clientes imperiales, se sintió
con la libertad de copiar sus propios modelos para otros clientes: ¡"el
huevo a la gallina" hecho para Kelch es una copia conforme el
modelo imperial, pero en esmalte rojo!
Fuentes de
información
http://www.russie.net/russie/art_faberge.htm
http://www.saveursdumonde.net/