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1. «ALFA, una historia en construcción»
«ALFA, UNA HISTORIA EN CONSTRUCCIÓN»
Reseña histórica del Grupo Empresarial ALFA
Documento Elaborado por Juan Francisco Spinel Luna
Revisado por Felipe Andrés Gómez Vivas
Bogotá, Octubre de 2015
2. «ALFA, una historia en construcción»
Índice
PRIMERA PARTE
Capítulo 1. «Mi abuelo se llamaba Gelasio Boggio»
Capítulo 2. «En la mesa se come lo que haya, porque es lo
que tenemos» Capítulo 3. «Lo hemos perdido todo» Capítulo 4. «A la tierra prometida» SEGUNDA PARTE
Capítulo 5. «La mayoría de cartas sirvieron poco…» Capítulo 6. «Así empezó mi etapa de ladrillero» Capítulo 7. «Era una gran montaña de ladrillo roto…» Capítulo 8. Desarrollo y consolidación de la Ladrillera Santafé TERCERA PARTE
Capítulo 9. Nacimiento de Baldosines Alfa Ltda.
Capítulo 10. Transformación, desarrollo y consolidación de
Baldosines Alfa Capítulo 11. Origen y constitución de Alfa Gres S.A
Capítulo 12. Desarrollo de Alfa Gres S.A. y su alianza
comercial con Baldosines Alfa Ltda. Capítulo 13. El desafío de exportar
CUARTA PARTE
Capítulo 14. Inicio de la Era Dorada de Alfa Capítulo 15. ―ALFA, Primero en Pisos‖ Capítulo 16. Internacionalización Capítulo 17. La innovación permanente Capítulo 18. Del ―boom‖ inmobiliario a la crisis económica Capítulo 19. El surgimiento de nuevas empresas QUINTA PARTE
Capítulo 20. Fusión de Alfagres y UNIPSA Capítulo 21. El despertar del nuevo siglo Capítulo 22. Epílogo: El presente y futuro… Fuentes Documentales Entrevistas
Bibliografía
3. «ALFA, una historia en construcción»
PRIMERA PARTE
Capítulo 1. «Mi abuelo se llamaba Gelasio Boggio»
El destino no escapa muchas veces a esa dosis de azar que define el
rumbo de la vida de algunos hombres. No fue su poca inclinación a la
carrera universitaria, ni su pasión, más bien, por las cosas prácticas o
el funcionamiento de las máquinas —lo que le permitió desarrollar
desde muy temprano su vocación por la inventiva y sentirse cómodo
en el barro para crear nuevas cosas— lo que lo llevaría a Colombia, al
continente americano, siempre dispuesto a ofrecer oportunidades y
fortuna.
El joven Pier Carlo parecía predestinado a permanecer en Italia,
entre su natal Torino y las placidas alturas de su Oriomosso
veraniego, en la región del Piamonte. Fue la guerra lo que cambió su
destino, trastocando irremediablemente la tranquilidad de sus años
de infancia en torno a su familia, la cual le auguraba un futuro como
ingeniero y un puesto destacado en la empresa de su padre. Con el
advenimiento de la Segunda Guerra Mundial todo cambió: Torino se
convirtió en una ciudad insegura y su entrañable Oriomosso en un
refugio para él y su familia, ya nada volvería a ser como antes.1
1 Conversación entre Pier Carlo Boggio Bertinet y su hija Cristina Boggio Dávila en junio de 2014 en la ciudad de Santa Mata y recogidas por ella en un pequeño
4. «ALFA, una historia en construcción»
Pier Carlo es el tercero de cuatro hermanos, hijo de Federico Boggio
y Lisetta Rolla-Rosazza. Nació el 1° de marzo de 1926 en la ciudad de
Torino, la que fuere alguna vez sede del gobierno del Reino de Italia
tras su creación en 1861, para luego ceder esta dignidad a Roma en el
año de 1870, cuando se logra la consolidación de la unificación
italiana.2
Un antepasado suyo por la línea materna, llamado Federico Rosazza,
había participado en la Batalla de Sieta al lado de los Saboya,
logrando detener con éxito la avanzada del ejército francés sobre la
región del Piamonte. En reconocimiento por sus servicios el Reino le
otorgó privilegios que le permitieron acumular una importante
fortuna. Fue amigo personal de Cavour y Garibaldi, contribuyendo
financieramente a la causa de la unificación italiana. Su prestigio era
indiscutible en la región, donde dejó ver sus destrezas en la
construcción de iglesias, carreteras y túneles. Tuvo una hija que
murió joven, quedando como única descendiente Matilde Rosazza,
una sobrina suya, que permitió perpetuar el apellido.3
Lisetta Rolla-Rosazza era la mayor de cinco hermanas, hija de Matilde
Ferro, de ascendencia española, y Francesco Rosazza que pertenecía
a una familia originaria del Piamonte que se había establecido de
documento que de aquí en adelante será reseñado como «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio» 2 Filippo Echeverri, Giovanni di. Plátano maduro no vuelve verde. Italianos en Colombia. 1860-1920, Editorial Beta, Bogotá, Ago. 2007, p.89. 3 Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista, Miami, 12 de marzo de 2015. (Vía Skype).
tiempo atrás en Génova, en la región de Liguria. Don Francisco era un
hombre de espíritu emprendedor, desde muy temprano estaba
involucrado en la industria textil y contaba con varias fábricas
algodonera en el Piamonte, posteriormente fundó una fábrica de
ladrillo y finalmente regresó a la tierra de sus antepasados con la
idea de construir una hidroeléctrica.4
La familia Boggio era natural del Piamonte, Gelasio Boggio abuelo
de Pier Carlo había nacido en Oriomosso, un pequeño pueblo
enclavado en la cima de una montaña ubicado a unos mil metros de
altura sobre la ciudad de Torino. Al igual que su abuelo materno, don
Gelasio fue un hombre industrial que en asocio con un hermano suyo
fundó una prospera empresa de construcción que tuvo gran fama en
el norte de Italia.5
Y era precisamente en el norte de Italia donde a finales del siglo XIX
y principios del XX se estaba generando, tardíamente respecto a otros
países europeos, su propia revolución industrial. Fue en ese contexto
modernizador cuando los abuelos de Pier Carlo fundaron sus
empresas, y gracias a su talento, ingenio y esfuerzo lograron amasar
una importante fortuna que garantizaría una vida cómoda a su familia
y auguraba un mejor porvenir para sus hijos, así como la de contribuir
al desarrollo industrial de su país.
4 Ibídem.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista, Torino, 24 de marzo de 2015. (Vía Skype). 5 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Op.Cit.
5. «ALFA, una historia en construcción»
La infancia de Pier Carlo transcurrió sin necesidades de orden
económico, su padre, Federico Boggio, era un ingeniero civil que
trabajaba en la próspera empresa de la familia, lo que permitió
garantizar una buena educación a sus hijos. Sin embargo, Pier Carlo
desde muy pequeño mostró cierta prevención al estudio, nunca se
sintió cómodo con un rígido sistema donde el conocimiento se
impartía como un catecismo y limitaba el desarrollo de su talento
creativo, lo que sin duda le trajo más adelantes disgustos con su
padre, quien era un hombre de carácter fuerte.6
Su temprano interés por las máquinas, y en cierto modo por el barro,
tiene su origen en relación con la empresa de construcción de su
padre y abuelo. En su memoria, Pier Carlo recuerda con claridad una
vieja y enorme retroexcavadora que había traído su tío Ernesto
Boggio de Panamá, que había servido para la construcción del Canal.
Ernesto era un apasionado por las máquinas y el uso de nuevas
tecnologías en la industria de la construcción, lo que pone de
manifiesto ese talento creativo e innovador que caracterizó a los
Boggio y del cual no fue inferior Pier Carlo, años después cuando
iniciaba su propia aventura industrial en Colombia.7
La construcción de la red ferroviaria imponía para entonces desafíos
que tenían que sortear los ingenieros, sobre todo la apertura de
túneles en una región montañosa como el Piamonte. Frente a este
6 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista, Santa Marta, 26 de marrazo de 2015; «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Op. Cit. 7 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
problema, Gelasio Boggio vio una oportunidad para hacer crecer su
empresa e incursionar en un sector en expansión. Supo de la
existencia de grandes excavadoras que habían servido en la
construcción del Canal de Panamá —inaugurado en 1914— y podían
ser útiles para sus propósitos. Estableció los contactos necesarios en
América para comprar y traer una de ellas a Italia, máquina que tuvo
que ser modificada y adaptada para ser empleada en la apertura de
túneles, con tan buen éxito, que además de los beneficios
económicos le granjeó gran fama a la empresa y a los Boggio como
constructores.8
La empresa de construcción de los Boggio se caracterizaba por su
espíritu innovador, el uso de maquinaria moderna y el empleo de
nuevas tecnologías que empleaban en la construcción de casas,
hospitales, ferrovías, puentes y carreteras, primero en la ciudad de
Torino, pero luego extendiendo sus operaciones a Génova, Nápoles y
Roma, logrando sortear las dificultades que sobrevinieron después de
la Gran Guerra de 1914 a 1918 y el establecimiento del régimen
fascista en Italia a partir de 1922.9
La generación de Federico Boggio, padre de Pier Carlo, tuvo que
afrontar una época de grandes convulsiones sociales y políticas que
reconfiguraron el destino de Europa, afectando la vida de los
italianos. Federico, como muchos hijos de familias de clase media y
8 Ibídem. 9 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Op. Cit.; Entrevista a Andrea Boggio Bertinet, Op. Cit.
6. «ALFA, una historia en construcción»
adinerada, se había enrolado en el ejército durante la Primera Guerra
Mundial con la convicción de que la guerra le traería gloria y
prosperidad a Italia. Como soldado alcanzó méritos que lo llevaron a
ser considerado como un «héroe» dentro de la familia.10
Sin embargo, a pesar de que Italia estuvo en el bando de los
vencedores, la guerra no trajo la gloria ni la prosperidad esperada al
país: Por el contrario, el país se vio abocado a una crisis política que
enfrentó a comunistas y nacionalistas por hacerse al poder. La
convulsión social, acompañada de saqueo y revueltas, que se
generalizó en el norte de Italia no fue ajena a la ciudad de Torino,
donde residía la familia Boggio. Y es en medio de este contexto
donde emergió la figura de Benito Mussolini, un personaje que se
presentaba como el salvador que venía a resguardar los valores
nacionales y con la fuerza capaz de poner freno a la amenaza de una
revolución comunista.11
En Torino, muchos jóvenes, hijos de familias aristocráticas e
industriales, seducidos por las ideas del fascismo se unieron al
movimiento y lucharon junto a las camisas negras de manera frontal
contra los comunistas, de tal forma que cuando en octubre de 1922
Benito Mussolini se convierte en Primer Ministro creyeron que con ese
nombramiento estarían salvaguardados los valores fundamentales del
10 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Documental ―El Fascismo en Color: La toma del poder‖ (Parte 1), Five & Discovery, 2006. (https://youtu.be/7J0PCSEEkbA) 11 ―El Fascismo en Color: La toma del poder‖… Op. Cit.
país, como eran la patria, la fe y la familia, sin imaginar que con ello
se estaba inaugurando en Europa el totalitarismo que pondría en
crisis valores más supremos para la existencia humana.12
Resulta difícil discernir las simpatías tempranas que pudo despertar
esta ideología al interior de la familia Boggio. Sin embargo, a pesar
de los beneficios que el nuevo orden ofrecía a la industria y a la
recuperación económica de un país en ruinas, Federico Boggio
comenzó a mostrar cierto rechazo ante un régimen que buscaba
controlar todos los ámbitos de la vida social, política y productiva del
país. Esta oposición al fascismo estaba fundada en el carácter mismo
de la familia Boggio, a la cual no le gustaba que le impusieran lo que
tenía que hacer.13
Federico contrajo matrimonio con Lisetta Bertinet en los años que
siguieron a la Primera Guerra Mundial y tuvieron a Vittorio, el mayor
de sus hijos, un año antes del ascenso de Mussolini al poder. Luego
vendrían Franco, Pier Carlo en 1926 y por último su hija Matilda, poco
antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.14 Hay que anotar
que si bien Federico Boggio se convertiría en un acérrimo
antifascista, su esposa parecía no disimular su inclinación por las
ideas del Duce: «Mussolini encantaba a las mujeres», recuerda Pier
Carlo como tratando de excusar a su madre.15
12 Ibídem. 13 Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit. 14 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 15 Boggio Bertinet, Pier Carlo Boggio. Entrevista… Op. Cit.
7. «ALFA, una historia en construcción»
La nueva familia comenzaba a desarrollarse a la par que el fascismo
ascendía en Italia. Pier Carlo, como sus hermanos, crecerían bajo un
régimen que alcanzaba su madures y al que vieron sucumbir en los
primeros años de juventud. Mientras sus hijos asistían al liceo con su
pantalones cortos color gris-verdoso y camisa negra donde relucía una
pequeña medalla con la esfinge de Mussolini y la mítica Loba de
Roma16, Federico Boggio se debatía en la disyuntiva de sortear las
oportunidades de trabajo para participar en el juego económico que
garantizará el bienestar de su familia, sin que ello significara un
apoyo abierto al régimen político, lo cual no era nada fácil.
Para Mussolini la modernización del país era imprescindible para
instaurar su imperio fascista sobre Europa. Se inició una política de
autosuficiencia en la agricultura y la industria, se emprendieron una
serie de programas de obras públicas que dio un gran impulso al
sector de la construcción, principalmente para drenar pantanos y
construir carreteras. Las revueltas sociales y la amenaza comunista
habían sido prácticamente sofocadas de manera violenta en el
interior del país y se había llegado un acuerdo con la monarquía y la
Iglesia.17
Todo esto daba la impresión de que el nuevo estado de cosas traía
una relativa tranquilidad que dio nuevos aires y una estabilidad a los
negocios de la familia Boggio que se habían interrumpido por la
16 Ibídem.; «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 17 Documental ―El Fascismo en Color. Mussolini en el poder‖ (Parte 2), Five & Discovery, 2006. (https://youtu.be/7J0PCSEEkbA)
Primera Guerra Mundial. Italia se mostraba ante Europa como un país
revitalizado, con un Estado modelo, dispuesta a reavivar sus
pretensiones imperialistas y ganar un puesto de importancia en la
geopolítica europea.
Pero esta relativa tranquilidad interna rivalizaba con la crueldad
mostrada por el régimen en la pacificación de Libia, una colonia
italiana en el norte de Italia. Nadie sospechaba que tras esta ilusión
de prosperidad, Mussolini estaba preparando al país para una futura
guerra. Con el orgullo hinchado, el nuevo régimen buscaba emular la
grandeza del antiguo Imperio Romano, pero bajo los principios de un
fascismo que pronto se verá infectado por el nacismo alemán, lo que
acarreará su propia destrucción y la ruina de su pueblo.18
De tal manera que los Boggio, que parecían haber encontrado un
punto de equilibrio para garantizar la estabilidad de los negocios y
augurar un futuro a sus hijos se verán a la vuelta de los años
enfrentando los avatares de una nueva guerra, que tendrá una gran
incidencia en la personalidad del joven Pier Carlo. Las experiencias
en este período servirán para definir el carácter y afianzará ciertos
principios y valores que fueron fundamentales durante toda su vida;
siendo de cierta forma una impronta que caló en el espíritu de las
empresas que forjará años más tarde en Colombia.
18 Ibídem.
8. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 2. «En la mesa se come lo que haya, porque es lo que
tenemos»
Un año antes del nacimiento de Pier Carlo, Benito Mussolini había
emitido un Decreto que dictaba las directrices que regirían el nuevo
sistema educativo italiano. El aula de clases se convertía así en la
escuela para formar a la juventud bajo los ideales del fascismo y
centrado en la personalidad de su líder máximo.19 Fue en este rígido
sistema que obligaba a los niños a obedecer, creer y luchar
ciegamente por el régimen, en el que tuvo que crecer Pier Carlo
durante los años de estudio en el Liceo y frente al cual nunca se
sintió cómodo.
Tuvo que repetir el último año de bachillerato. Su afición por las
máquinas solo era equiparable con el gusto que despertó por la clase
de filosofía, que lo había cautivado con Platón y el mundo de los
griegos.20 Quizás esta fijación por la civilización helénica fue latente
por mucho tiempo y mantuvo una profunda conexión cuando, ya en la
edad adulta, tuvo la inspiración para darle nombre a su primera
empresa fundada en América.
Pero en ese entonces, la idea de viajar a Colombia era una remota
posibilidad que no cabía en la cabeza de nadie. Su destino parecía
señalarle el camino que le deparaba una carrera universitaria y
vincularse en un cargo de dirección en la empresa familiar. Sin
19 Ibídem. 20 Boggio Bertinet, Pier Carlo Boggio. Entrevista… Op. Cit.
embargo, esta decisión solo se vendría a clarificarse poco después de
que culminará la Segunda Guerra Mundial, que irrumpía de manera
sorpresiva cuando cursaba sus últimos años de colegio.
Con el ascenso al poder de Adolfo Hitler en 1933 se instauró en
Alemania un gobierno que emulaba al régimen italiano aunque con
una carga xenofóbica muy marcada, de tal suerte, que Benito
Mussolini encontraría en él un aliado para la realización de sus
ambiciones. En el marco de esta alianza entre el fascismo italiano y
el nazismo alemán se llevaron a cabo una serie de acciones que
desafiaron el orden geopolítico que intentaban mantener británicos y
franceses después de la Primera Guerra Mundial.21
Fue el 1° de septiembre de 1939, con la invasión alemana a territorio
polaco, lo que hizo inevitable que Gran Bretaña le declarara la guerra
al Tercer Reich, era el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Por su
parte, Benito Mussolini demorará hasta el 10 de julio de 1940 para
comunicarle al pueblo italiano la firme determinación de entrar en la
guerra al lado de Alemania, en contra de Francia y Gran Bretaña.22
Las consecuencias de esta decisión las sentirán de manera inmediata
los habitantes de Torino, quienes al día siguiente sufrieron la
incursión de la real fuerza área británica que bombardeó la ciudad,
dejando un saldo trágico de 14 civiles muerto y una treintena de
heridos. La respuesta italiana al ataque fue insuficiente, dejando al
21 Documental ―El Fascismo en Color. Mussolini en el poder‖… Op. Cit. 22 Ibídem.
9. «ALFA, una historia en construcción»
descubierto su debilidad en el combate aéreo y requerir del auxilio
alemán para el suministro de baterías antiaéreas y munición para
reforzar la defensa de las regiones de Piamonte y la Liguria.23
A partir de entonces las ciudades del norte de Italia serían el blanco
frecuente de los ataques aéreos de los Aliados, ya nada era seguro
bajo el cielo de Torino. Como bien lo recordará Pier Carlo: «Durante
la guerra el único problema eran los bombardeos» y en las noches se
vivía con la zozobra de que una bomba pudiera caer sobre su casa.24
Esta situación de inseguridad permanente llevó a que Federico
Boggio, junto a su esposa, tomarán la resolución de trasladarse a
Oriomosso con su familia.25
Para Pier Carlo, para quien el período de la Segunda Guerra Mundial
coincide con sus años de adolescencia, fue una etapa de intensas
experiencias que marcaron su personalidad. Frente a la violencia que
había en su país, él encontraba en Oriomosso la tranquilidad de estar
junto a su familia. Allí, junto a sus padres, tíos, hermanos y
numerosos primos vivió uno de los momentos «más bellos» de su
juventud.26
23 ―Italia invade a Francia (21-6-1940)‖. En el portal web: Exordio. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Publicado el 30 de enero de 2002. (http://www.exordio.com/1939-1945/militaris/batallas/francia-ITA.html) 24 Boggio Bertinet, Pier Carlo Boggio. Entrevista… Op. Cit. 25 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 26 Ibíddem.
Al pequeño pueblo de Oriomosso, que parece como estar «agarrado
en la montaña»27, habían llegado hacía 1942 las cuatro hermanas de
doña Lisetta con sus esposos e hijos escapando de los horrores de la
guerra. Unas provenientes de Torino donde residían y otras de
Génova, en la vecina región de Liguria, donde los bombardeos
también eran incesantes. De tal modo que cerca de treinta personas,
incluidas las del servicio doméstico, se acomodaron en dos casas de
piedra y madera con sus chimeneas.28
Garantizar la supervivencia de tanta gente no era nada fácil, pero las
mujeres de la familia se las arreglaban con lo poco que disponían
para garantizar por lo menos dos comidas diarias: «En la mesa se
come lo que haya, porque es lo que tenemos», solían repetir la
madre y las tías a Pier Carlo y sus primos.29 Esta situación de carencia
y la necesidad de optimizar lo que se tiene para su mejor
aprovechamiento sería sin duda una lección de oro para el joven Pier
Carlo: el tener poco no representa un impedimento para hacer
buenas obras y construir grandes cosas.
A medida que la guerra avanzaba en Europa, la situación en Italia se
hacía cada vez más dura. Las constantes derrotas militares y la
avanzada conjunta de los ejércitos británicos y norteamericanos en el
frente mediterráneo en 1942 estaban minando la capacidad de
27 Boggio Bertinet, Pier Carlo Boggio. Entrevista… Op. Cit. 28 Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit. 29 Ibídem.; Boggio Bertinet, Pier Carlo Boggio. Entrevista… Op. Cit.
10. «ALFA, una historia en construcción»
resistencia del ejército y la moral de la nación.30 Federico Boggio,
que había vivido en carne propia durante su juventud los rigores de la
Primera Guerra Mundial como soldado italiano, no quería la misma
suerte para sus hijos varones, que ya estaban en edad de
reclutamiento. 31
Sí ya de por sí le resultaba difícil a un hombre que no apoyaba el
fascismo disimular su rechazo a la guerra y eludir las obligaciones que
como ciudadano italiano le tocaba en un momento tan crítico como
ese, Federico Boggio sabía que tenía que actuar rápidamente para
colocar a sus hijos fuera del frente de batalla. Cuando Vittorio, el
mayor de sus hijos, quiso enrolarse en el ejército, a pesar de su
férrea oposición, don Federico consiguió que fuera incorporado en la
Escuela de Oficiales, con la esperanza que sí tenía un rango alto no
correría la misma suerte que un soldado raso.32
Para desdicha suya y de doña Lisetta, Vittorio fue destinado a la
región insular del sur del país, a Sicilia, donde se libraban sangrientos
combates para contener el avance de los aliados que presionaban
desde el norte de África.33 Bajo unas condiciones de insalubridad
30 Documental ―El Fascismo en Color. Mussolini en el poder‖… Op. Cit.; ―Invasión de Sicilia «Operación Husky»‖. En el portal web: Eurasia 1945. (http://www.eurasia1945.com/batallas/contienda/invasion-de-sicilia-operacion-husky/) 31 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 32 Ibídem. 33 ―Invasión de Sicilia «Operación Husky»‖. En el portal web: Eurasia 1945. (http://www.eurasia1945.com/batallas/contienda/invasion-de-sicilia-operacion-husky/)
extremas, Vittorio terminó contagiado de hepatitis y es trasladado a
un hospital en el centro de Italia, para ser tratado de su enfermedad.
Después de pasar una temporada interno obtuvo una licencia para su
recuperación, lo que le permitió regresar a Oriomosso hasta el fin de
la guerra.34
Franco y Pier Carlo contarían con mejor suerte que su hermano mayor
durante este periodo. Don Federico logró conseguir que Franco
entrara al cuerpo de bomberos y que Pier Carlo fuera incorporado en
el de policía de la ciudad de Torino, actividades que los mantendrían
alejados del combate y cerca de Oriomosso, donde estaba el refugio
familiar.35 Hay que decir que este paso por la policía le trae gratos
recuerdos a Pier Carlo, ya que por su cargo, contaba con un carné
que, a pesar de su temprana juventud, le abría las puertas a muchos
sitios, pero sobre todo, poder asistir gratis a todas las funciones que
se presentaran los teatros de la ciudad.36
Pero este tipo de diversiones que servían para distraer la realidad no
duraría mucho tiempo. Las sucesivas derrotas militares y las
desacertadas decisiones del gobierno estaban llevando al régimen a
su punto de quiebre. A medida que el desabastecimiento era más
crítico la fe en el fascismo se desdibujaba, la opinión estaba dividida
y la autoridad de Mussolini erosionada: Italia tenía perdida la guerra
tanto en el frente externo como en su propio interior.
34 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 35 Ibídem. 36 Ibídem.; Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
11. «ALFA, una historia en construcción»
Sin embargo, el combate se mantenía y el ejército alemán no demoró
en llegar en su auxilio. Pronto los nazis comenzaron a ocupar el norte
de Italia y a tomar control de las ciudades a medida que avanzaba. El
epílogo de la guerra no será menos trágico para Mussolini como lo fue
para Italia y en particular para la familia Boggio, que ahora tendría
que responder a las exigencias de los alemanes y afrontar una
desgracia que vendría a torcer el destino que le deparaba al joven
Pier Carlo.
Capítulo 3. «Lo hemos perdido todo»
La guerra había significado la paralización de las actividades
económicas de la familia Boggio. Las ofertas de trabajo disminuyeron
notablemente y el sector industrial se puso en función de las
exigencias de la guerra. Federico, que no estaba dispuesto a poner el
riesgo el patrimonio de la familia, ni mucho menos servir al fascismo,
buscó resguardar su maquinaria y materiales de construcción en un
lugar seguro.37
Contaba además con varios de camiones que puso al servicio de su
familia para movilizar víveres y comida. Tres de las tías de Pier Carlo
poseían fincas con cultivo de arroz en las proximidades de la ciudad
de Torino. El arroz constituye el obligado ingrediente de la dieta de
quienes vivieron en Oriomosso durante la guerra.38
La logística que supuso garantizar el mantenimiento de treinta
personas refugiadas en la cima de una montaña implicó la
organización y colaboración de todos los miembros de la familia. Allí,
las responsabilidades las impusieron las circunstancias de la vida
diaria, en la que se tenía que estar dispuesto a cumplir una tarea útil
en beneficio de los demás.
37 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 38 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.
12. «ALFA, una historia en construcción»
El arroz, por ejemplo, era transportado desde las fincas hasta la base
de la montaña tratando de no llamar la atención y eludir el control
de las autoridades. Desde allí era necesario subirlo a pie cuesta
arriba, ya que en ese entonces no había carretera, por un camino
empinado de seis kilómetros y dos horas de recorrido. En todas estas
actividades participaban activamente los jóvenes de la familia,
cumpliendo tareas diferentes.39
Pero con la ocupación alemana del norte de Italia a partir de 1943 el
suministro de víveres y alimentos se hizo cada vez más complicado y
peligroso. La guerra imponía ahora una dura prueba al pueblo italiano
que tenía que tolerar la presencia alemana controlando parte de su
territorio y vigilando todos los movimientos de la población ocupada.
Los rigores de la nueva condición no serán ajenos a la familia Boggio:
los camiones que poseía don Federico fueron confiscados, logrando
salvar tan solo uno, que continuó prestando sus servicios a la
familia.40
Ante la carencia cada vez más apremiante de alimentos, el arroz se
convirtió prácticamente en el único medio de subsistencia con que
contaba la familia. Cerca de Oriomosso había un viejo cementerio
donde se acondicionaron algunas tumbas como caletas para
resguardar parte del producto, por lo cual se hizo necesario organizar
39 Ibídem. 40 Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.
entre los jóvenes grupos de centinelas que vigilaran el lugar día y
noche.41
Pero ahora, con la presencia alemana el transporte del arroz se hacía
más complicado, ya que caer en un retén alemán no solo podía
significar la confiscación del camión y del producto, sino que los
ocupantes estaban expuestos a ser arrestados o en el peor de los
escenarios fusilados en el acto. En una oportunidad fue necesario
desviarse de la ruta habitual para evadir un retén y tomar una vía
alterna que pasaba por el Santuario de Oropa para llegar a un punto
seguro y ascender a Oriomosso con los bultos a las espaldas por un
improvisado camino.42
Para Pier Carlo, así como a sus hermanos y primos, que muchas veces
no alcanzaban a dimensionar el riesgo que estas actividades
implicaban, les parecía que todo lo que vivían hacía parte de una
especie de aventura de juventud. Pero lo verdaderamente importante
fue que entre juegos y las exigencias de su sus padres, se fue
desarrollando entre los primos un vínculo especial que los hacía
sentirse a todos como hermanos. Este genuino espíritu fraterno fue
un soporte fundamental durante el período de la guerra y marcó
profundamente la vida del joven Pier Carlo.43
41 Ibídem. 42 Ibídem. 43 Ibídem.; Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
13. «ALFA, una historia en construcción»
Pero la guerra continuaba y los riesgos para la supervivencia presente
y futura de la familia Boggio estaban permanentemente amenazados.
La ocupación del ejército alemán había sido una respuesta de
urgencia para prestar auxilio al régimen fascista que no lograba
ningún éxito militar, lo que aumentaba la desmoralización de una
nación que comenzaba a ver en Mussolini la causa de sus desgracias.
A esto se debe agregar los éxitos que los Aliados estaban consiguiendo
al sur del país y que amenazaban con tomarse la ciudad de Roma.44
En julio de 1943 Mussolini fue derrocado por viejos copartidarios
fascistas que, al igual que el rey Víctor Manuel III, tenían
desconfianza de las intenciones de Hitler sobre Italia y comenzaban a
ver a los Aliados ya no como enemigos sino como una fuerza de
liberación. Si bien es cierto que gracias a una intrépida acción de los
nazis lograron rescatar al Duce y llevarlo al norte de Italia, una
victoria del Eje era cada vez más lejana.45
El epílogo de la Segunda Guerra Mundial en Italia fue trágico y
devastador. Tras la caída de Mussolini el país se encontraba abocado
en una guerra civil interna entre partidarios y detractores del
fascismo. En el frente externo, el escalamiento de la guerra era cada
vez mayor en los territorios ocupados por los alemanes, donde la
población sufría por un lado los excesos de la violencia de los nazis y
la arremetida de los bombardeos conjuntos de británicos y
44 Documental ―El Fascismo en Color. Mussolini en el poder‖… Op. Cit. 45 Documental ―El Fascismo en Color. Mussolini en el poder‖… Op. Cit.
estadounidenses por el otro, que no discriminaban entre objetivos
militares o civiles, y de los cuales serían víctima la familia Boggio.
Federico Boggio que había buscado un lugar seguro para guardar las
maquinas, equipos y materiales de construcción con la esperanza de
lograr retomar sus actividades después de finalizada la guerra, nunca
imaginó que podría perderlo todo de un momento a otro y mucho
menos cuando parecía que la guerra se aproximaba a su fin. Así que
una mañana, cuando bajó de Oriomosso a la ciudad de Torino, como
lo hacía con cierta frecuencia para enterarse del desarrollo de los
acontecimientos y buscar cómo proveer la manutención de su familia,
tuvo que observar con sus propios ojos como todo estaba convertido
en cenizas.
En ese entonces los andamios utilizados para los trabajos de
construcción eran esencialmente de madera y no de hierro, así que la
noche anterior cuando cayó una bomba incendiaria sobre el almacén
que servía de escondite, esta madera sirvió de combustible para la
conflagración que lo consumió todo. Pier Carlo recuerda con claridad
el día en que su padre les informó la trágica noticia:
«Todos estábamos en Oriomosso y ese día recuerdo que papá
entró y se sentó en su poltrona, con mirada perdida dijo: “Lo
hemos perdido todo”.»46
46 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.
14. «ALFA, una historia en construcción»
Pier Carlo, que ya se acercaba a la mayoría de edad, pudo
comprender la dimensión de la angustia que vivía su padre. Era claro
que durante la guerra se habían sorteado todo tipo de dificultades y
peligros, pero don Federico sabía que contando con sus equipos y
materiales de trabajo podría sortear de mejor forma los años de
posguerra, sin ellos el sostenimiento de la familia sería muy difícil.
Sin embargo, la tenacidad de su padre y la convicción de no dejarse
derrotar ante la adversidad dejó una fuerte impresión en el joven
Pier Carlo, que desde entonces comenzará a cavilar sobre su futuro y
la manera de no ser una carga para la familia.
Las intensas experiencias que vivió durante la Segunda Guerra
Mundial marcaron profundamente a Pier Carlo, para quien la
persistencia, la solidaridad y la fraternidad constituyeron a lo largo
de su vida valores prevalentes por encima de cualquier bien material.
Además, ese sentido de la responsabilidad y el compromiso por el
trabajo como medio para garantizar la supervivencia y la felicidad de
la familia fueron referentes inquebrantables que lograron permear el
espíritu de sus empresas muchos años después cuando se establece en
Colombia.
Capítulo 4. «A la tierra prometida»
Para los Boggio el futuro no era menos sombrío que los de su patria
después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Italia era un país
fracturado, empobrecido y devastado por la derrota, que exigía su
reconstrucción desde la base misma de los fundamentos que la
constituían como nación. Federico Boggio, que lo había perdido
prácticamente todo no se quedó lamentándose de su suerte, por el
contrario no desfalleció en su propósito de prodigarle a su familia las
atenciones y comodidades que tenían antes de la guerra.
Fueron unos años muy difíciles, en los que se puso a prueba la
tenacidad de don Federico para sacar nuevamente adelante la
empresa en unas condiciones adversas: «Tenía un buen par de pelotas
mi padre», recordará el viejo Pier Carlo cuando evoque este
período.47 Y sea tal vez la convicción demostrada por su padre en
estos momentos lo que despertó en el joven Pier Carlo esa
admiración que le profesó toda la vida. Pero esta admiración y
respeto por su padre no significó la subyugación de su voluntad a los
designios que le tenía señalado sobre su futuro.
Pronto el joven Pier Carlo se vio abocado a una serie de
preocupaciones que lo abrumaban en los años previos a la guerra, que
ahora se presentaban de manera inevitable y sobre los cuales tenía
que tomar una resolución. En 1945 una vez culminado el Liceo se
enfrentó a la disyuntiva sobre lo que sería su futuro profesional y el
47 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
15. «ALFA, una historia en construcción»
deseo de don Federico para que estudiara una ingeniería como él y
sus hermanos, pero contrario a ello se inclinó por la carrera de
economía y comercio.48
La decisión de ingresar a la universidad de Torino obedecía más a un
gusto de su padre que por convicción propia. El joven Pier Carlo, que
puso todo su empeño para entrar a la carrera, pronto chocó con el
rígido sistema educativo frente al cual nunca se había sentido
cómodo desde sus épocas de liceo. Recuerda que al principio de la
carrera tuvo que presentar siete veces un examen para una materia,
porque su profesor lo motivaba a repetirlo una y otra vez seguro de
que podía alcanzar una mejor calificación, pero no fue así.49
Con cierta frustración, pero con la firme determinación de no
presentar de nuevo más exámenes, decidió renunciar a sus
aspiraciones como profesional y dedicarse mejor a trabajar, lo que
vendría bien para colaborar en su familia que atravesaba una difícil
situación después de la guerra. No fue fácil convencer a don
Federico, quien tuvo a Pier Carlo buena parte de la noche en una
tensa conversación que se prolongó hasta el amanecer, cuando
finalmente aceptó y accedió darle un puesto en la empresa.50
48 Ibídem. 49 Ibídem.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit. 50 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.
De este modo Pier Carlo, que para entonces contaba con 20 años,
entró a trabajar de lleno en la empresa de construcciones de la
familia, hasta 1952 cuando viaja a Colombia. El primer empleo
asignado por su padre fue el de obrero con un salario mínimo en una
obra que se estaba adelantando a las afueras de Torino, allí tuvo la
oportunidad de tener ese contacto con el barro que lo sedujo para
toda la vida.51
Fue un período de duro trabajo pero de grandes aprendizajes sobre
técnicas y materiales que fue asimilando rápidamente y le
merecieron ser nombrado maestro de obra. Pronto su experiencia le
permitió entender conceptos mucho más elaborados y complejos
sobre la construcción, le resultaba fácil interpretar planos y hacer
cálculos como cualquier ingeniero, pero sobretodo, se sentía a gusto
en un terreno donde tenía la oportunidad de hacer cosas.52 Sin duda,
para Pier Carlo esta experiencia le permitió generar un cúmulo de
ideas que rondaron por su mente durante mucho tiempo y que
tendrían su realización en Colombia.
Mientras tanto la empresa familiar retomaba su marcha, y si bien es
cierto que el sector de la construcción mostraba un despegue en los
años de postguerra, no eran mucho el trabajo que se conseguía. El
desarrollo de las grandes obras, como las que los Boggio estaban
acostumbrados a realizar, eran ofertadas por el gobierno, donde
había que competir con otros constructores que no siempre actuaban
51 Ibídem. 52 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
16. «ALFA, una historia en construcción»
de forma honesta para ganarse la licitación. Frente a estas
circunstancias, don Federico, un hombre que siempre se caracterizó
por la rectitud en los negocios, prefería perder antes que traicionar
sus principios.53
Para Pier Carlo las preocupaciones de su padre no pasaban
inadvertidas, los trabajos que se conseguían eran obras menores que
dejaban poco margen de ganancia para los Boggio. En lo personal su
futuro se dibujaba incierto y llegó al convencimiento que mientras
Italia continuara en esa situación no había manera de lograr salir
adelante y no quería convertirse en una carga para su familia.54
Además, hay que decirlo, el joven Pier Carlo sentía que dentro de la
empresa sus ideas y opiniones no eran valoradas por su padre por el
hecho de no ser un profesional, una frustración que se convirtió en
una especie de culpa que lo acompañó toda la vida, pero que
extrañamente no amilanó su espíritu creativo y talento innovador,
sino que por el contrario, lo llevó a entregarse denodadamente al
trabajo y no darse por vencido hasta agotar todas las posibilidades
para lograr sacar un proyecto adelante.55
Entre el trabajo y las cavilaciones sobre su futuro, Pier Carlo tuvo la
oportunidad de conocer al Conde di Cosato, Carlo Gechem di Costa,
53 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista, Santa Marta, 26 de marzo de 2015. 54 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 55 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.; Andrea Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista, Bogotá, 10 de junio de 2015.
un lejano primo de la familia que había prestado sus servicios como
Embajador de Italia en Colombia.56 Fue gracias a las conversaciones
que sostuvo con el conde que Pier Carlo supo, quizás por primera vez,
de la existencia de este remoto país al otro lado del Atlántico. Por lo
demás, hay que señalar que un amigo suyo había inmigrado al Brasil
recientemente, donde había establecido un negocio de zapatos,
quien igualmente lo motivó a viajar a ese país. Todo esto comenzó a
inquietar al joven Pier Carlo, quien comenzó a vislumbrar la
posibilidad de encontrar un porvenir más promisorio fuera de Italia.57
No resultaba extraño para los italianos que algún miembro de la
familia pensara en la idea de emigrar y buscar fortuna en otro país.
Las familias italianas por lo general sabían o tenía noticias de algún
pariente que había partido de su patria chica para echar raíces en
tierras extrañas, como venía ocurriendo desde el siglo XIX y
especialmente después de la Primera y Segunda Guerra Mundial.58 Sin
embargo, para don Federico en un principio no fue de buen recibo la
idea de que uno de sus hijos pensara en marcharse del país, pero la
determinación de Pier Carlo volvió a ponerse a prueba frente a su
padre, quien trato de persuadirlo en una de sus acostumbradas y
largas conversaciones, pero no le quedó más remedio que acceder a
los deseos de su hijo.59
56 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; 57 Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit. 58 Filippo Echeverri, Giovanni di. Plátano maduro no vuelve verde… Op. Cit., p.89. 59 Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.;
17. «ALFA, una historia en construcción»
Aunque Pier Carlo no ganaba mucho en su trabajo, el vivir bajo el
techo de su familia alivianada sus gastos y le permitía ahorrar gran
parte del sueldo. Apasionado como lo fue de los automotores, había
comprado años atrás una moto de dos cilindros sin pensar que sería su
boleto que lo traería a América.60 Si bien recibió alguna ayuda
económica de su padre para el viaje, fue con el dinero de la venta de
la moto que compró el pasaje.61 Aunque la idea original era viajar a
Sao Pablo, en el Brasil, para encontrarse con su amigo, dentro de su
equipaje portaba varias cartas de presentación que había elaborado
el Conde di Costa dirigida a varios miembros de la colonia de italianos
que residían en Bogotá, con el propósito de que ayudaran al joven
migrante y si decidía probar suerte en Colombia lograr colocarlo en
algún empleo que le permitiera sobrevivir.62
Fue así que en 1952, con 26 años de edad, Pier Carlo Boggio
emprende el gran viaje de su vida hacia el continente americano, sin
sospechar que el destino le tenía deparado grandes realizaciones en
Colombia. Tomó un tren en la estación de Torino para dirigirse a
Roma, donde abordó un avión que luego de más de doce hora de
vuelo aterrizó en Caracas, la prospera y dinámica capital de
Venezuela.63
60 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Pier Carlo… Op. Cit. 61 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 62 Ibídem.; Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; Dávila Díaz-Granados, Cecilia… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit. 63 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.
SEGUNDA PARTE
Capítulo 5. «La mayoría de cartas sirvieron poco…»
Pier Carlo Boggio arribó a de Caracas en año de 1952, que para
entonces era una dinámica y pujante ciudad gracias al desarrollo de
la industria petrolera venezolana, iniciada tan solo un par de décadas
atrás, pasaba por un buen momento, lo que convertía a ese país en
un atractivo para cualquier inmigrante que se aventuraba por
América. Pero para Pier Carlo su paso por Venezuela fue breve, no se
distrajo con el ruido del ―boom petrolero‖ o las promesas de fortuna
rápida que dibujaban sus compatriotas italianos con quien tuvo
oportunidad de relacionarse.64 Sabía que su viaje debía continuar
hacia el Brasil, pero decidió pasar antes por Bogotá, sin hacerse
grandes expectativas.65
A diferencia de otros países del continente como Estados Unidos,
México, Brasil, Argentina o la misma Venezuela Colombia era un
destino poco atractivo para los extranjeros. En el caso específico de
64 Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista, Torino, 24 de marzo de 2015. (Vía Skype).; Dávila Díaz-Granados, Cecilia, Santa Marta, 26 de marzo de 2015. 65 Boggio Dávila, Cristina. «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Santa Marta, Junio de 2014.
18. «ALFA, una historia en construcción»
los italianos, quienes finalmente se asentaban en este país preferían
las ciudades de la Costa Caribe antes que las del interior.66 Se
dedicaban por lo general a diversas actividades económicas en las
que el comercio ocupaba el puesto principal, pero había italianos que
se aventuraban al desarrollo de empresas industriales, destacándose
en la fabricación de zapatos, de prendas de vestir o en alimentos
procesados.67
A pesar de que la ley colombiana exigía un contrato de trabajo previo
para poderse radicar en el país, por lo general los italianos se zafaban
rápidamente de sus obligaciones formales para obedecer a sus propias
decisiones.68 El italiano que llegaba a Colombia se caracterizaba por
su independencia, como era el caso de Pier Carlo, pero con la
diferencia de que no contaba con ningún contrato laboral, tan sólo
con varias cartas de presentación, que pensaba serían útiles para
encontrar apoyo entre sus compatriotas y por qué no explorar nuevas
oportunidades, sin imaginar que terminaría radicado en Bogotá.
El viaje de Caracas a Bogotá lo hizo en un avión de cuatro motores y
durante el trayecto uno de ellos sufrió un desperfecto que no pasó
más del susto hasta que finalmente aterrizó en el Aeropuerto de
Techo, ubicado en el occidente de la ciudad. Con el poco español que
había estudiado antes de partir, Pier Carlo logró defenderse y
66 Filippo Echeverri, Giovanni di. Plátano maduro no vuelve verde. Italianos en Colombia. 1860-1920, Editorial Beta, Bogotá, Ago. 2007. 67 Charla con Luigi Briganti (Presidente del Centro Italiano di Bogotá), Bogotá, 23 de mayo de 2015. 68 Filippo Echeverri, Giovanni di. Plátano maduro no vuelve verde…, Op. Cit.
conseguir en alquiler una pequeña habitación en una pensión de la
Carrera 17 con Calle 54. Después de instalarse y sin perder el tiempo
se dirigió a la embajada de su país con las cartas de su primo el
Conde bajo el brazo, con el fin de tratar de localizar a los italianos
que le había recomendado.69
Para desconcierto suyo recuerda Pier Carlo «la mayoría de cartas
sirvieron poco». El resultado de las visitas realizadas no eran los
esperados, más allá de amables invitaciones a comer en las cuales,
después de los saludos formales y las atenciones del momento, sus
anfitriones lo despachaban con un afectuoso «ciao» y con las manos
vacías. Pero cuando parecía que sus esperanzas se agotaban tuvo la
fortuna de conocer al arquitecto italiano Tomasini, un viejo amigo
del Conde di Costa, quien le prestó su ayuda desinteresada al punto
de convertirse prácticamente en su protector durante este período y
del cual aprendió mucho de la idiosincrasia del pueblo colombiano.70
Tomasini trabajaba para la prestigiosa firma de arquitectos-
ingenieros Cuéllar Serrano Gómez (CUSEGO), una sociedad que había
sido constituida en 1933 por Camilo Cuéllar Tamayo, Gabriel Serrano
Camargo y José Gómez Pinzón, la cual contaba con más de dos
décadas de trayectoria que le había permitido ganar un indiscutible
reconocimiento como para ser considerada la más importante
69 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista, Santa Marta, 26 de marzo de 2015.; Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit. 70 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Pier Carlo… Op. Cit.
19. «ALFA, una historia en construcción»
empresa de construcción del país gracias a la calidad de sus diseños y
materiales empleados.71
Las obras de Cuéllar Serrano Gómez señalan un punto de arranque en
las transformaciones urbanas que se comenzaban a dar alrededor de
la mitad del siglo XX en las principales ciudades del país,
especialmente en Bogotá. Los proyectos ejecutados se caracterizaban
por la habilidad de combinar varios estilos arquitectónicos con
modernas técnicas de construcción, muchas de ellas adaptadas del
exterior o producto de la inventiva de su propio equipo de
especialistas. Porque frente a los desafíos de orden estructural que
imponía muchas veces los diseños planteados, los socios de la firma
se preocuparon por crear un núcleo de personas creativas para el
desarrollo de nuevos métodos y materiales para hacerlos realidad.72
En este sentido, CUSEGO era el espacio ideal para cualquier joven
emprendedor que quisiera desarrollar sus ideas innovadoras. Uno de
los puntos clave del éxito de la compañía era precisamente contar
con un personal altamente calificado, creativo y de notables
cualidades humanas. Los socios fundadores tenían un gran olfato para
reclutar talentos y no escatimaban esfuerzos ni recursos para atraerlo
71 Ficha Bibliográfica de ―Gabriel Serrano Camargo‖. En: Biografías Biblioteca Virtual del Banco de la República. (http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/serngabr.htm) 72 Ibídem.; Mayor Mora, Alberto y otros. Inventos y patentes en Colombia, 1930-2000: De los límites de las herramientas a las fronteras del conocimiento, Fondo Editorial del Instituto Tecnológico Metropolitano, Medellín, Septiembre de 2005, p. 126.
cuando se encontraban con alguno, tal como fue el caso del ingeniero
Domenico Parma, un inmigrante italiano, al que pronto conocería Pier
Carlo y llegaría a convertirse en una persona importante para su vida
como amigo y socio en futuros proyectos empresariales.
Dominico Parma que había cursado sus estudios universitarios en
Génova donde obtuvo su grado de ingeniero civil llegó a Colombia
en 1945 cuando contaba con la edad de 25 años. En 1947 logró
vincularse en la Secretaría de Obras Públicas de Bogotá donde trabajó
como revisor de proyectos estructurales.73 Fue en el ejercicio de esta
actividad que tuvo que vérselas con José Gómez Pinzón, socio de
CUSEGO, y a quien por errores de cálculo le rechazó varios de los
proyectos que se presentaban en la oficina para su aprobación.74
Frente a la desazón que podía traer el rechazo de los proyectos
presentados, el ingeniero Gómez Pinzón antes que entrar en conflicto
con la administración municipal y reconociendo las aptitudes como
calculista estructural del joven Domenico comprendió que la
73 Vargas Caicedo, Hernando. ―El desarrollo de la edificación en concreto armado en Colombia: El caso de los pioneros Doménico Parma y Guillermo González Zuleta (1945-1985)‖. En: DeArq – Revista de Arquitectura, N° 4, Universidad de los Andes, Bogotá, Julio de 2009, p. 65. (http://dearq.uniandes.edu.co/sites/default/files/articles/attachments/DeArq_04_-_Vargas_Caicedo.pdf); Ibíd. ―Arquitectos y constructores: notas sobre el trabajo de equipo en Esguerra, Sáenz y Samper‖. En: German Samper, Diego Samper Ediciones, Bogotá, Agosto de 2011, p. 63 (http://issuu.com/catalinasamperm/docs/german_samper-todo-espanol-comprimido/1) 74 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
20. «ALFA, una historia en construcción»
solución estaba en vincular al talentoso ingeniero a la planta de
personal de su empresa, y no dudo en ofrecerle un puesto en CUSEGO
con mejores garantías laborales que las que tenía dentro del sector
público.75
Fue así como Domenico Parma, en el año de 1949, se vinculó a
Cuéllar Serrano Gómez como ingeniero Jefe del Departamento de
Cálculo y pronto se convirtió en una figura importante dentro del
equipo innovador que lideraba Gabriel Serrano Camargo.76 Una de las
invenciones más representativas y difundidas de CUSEGO fue el
denominado ―entrepiso reticular en celosía‖, donde las ideas del
joven Domenico fueron determinantes para su desarrollo.77
75 Ibídem. 76 Vargas Caicedo, Hernando. ―El desarrollo de edificación en concreto armado en Colombia…‖, Op. Cit., 77 «La invención estrella sobre la cual existe mayor información y que tuvo un gran despliegue publicitario, fue la denominada ―entrepiso reticular celulado en celosía‖, patentada en 1954, y cuyos antecedentes inmediatos lo constituyó un viaje al Brasil, dos años antes, del ingeniero-arquitecto Serrano Camargo quien, de retorno a Colombia, dio a conocer la técnica desarrollada por el arquitecto brasileño Lucio Costa, sintiéndose suficientemente inspirado como para estudiarla a fondo, desarrollarla y transformarla con el equipo técnico de CSG, hasta el punto de reclamar para la firma el privilegio de invención sobre dicha técnica. El equipo que desarrollo el invento entre 1948 y 1952 comprometió varios departamentos, ingenieros, arquitectos y empresas de CSG. / Como se deduce, era una de las primeras veces en las que una patente colombiana no resultaba simplemente del genio individual ni de un taller aislado, sino el compromiso de tiempo, conocimiento, capital, experimentación y perfeccionamiento que comprometió a varias empresas y equipos especialistas.» Mayor Mora, Alberto y otros. Inventos y patentes en Colombia, 1930-2000…, Op. Cit., p. 128.
Como vemos, de la mano de Tomasini, Pier Carlo tuvo el privilegio de
conectarse directamente con la vanguardia del sector de la
construcción en Colombia. Por intermedio de él llegó a conocer a
Dominico Parma, el ingeniero estrella de CUSEGO, con el cual hubo
una gran afinidad que dio inicio a una entrañable amistad. Sin duda
un compatriota que se convirtió en un «gran amigo y compañero de
cacería» por aquellas tierras extrañas, lejos de su patria, donde el
destino parecía prodigarle un porvenir que ahora se mostraba mucho
más amable.78
Fue Domenico quien logró «engancharlo» en la firma Cuéllar Serrano
Gómez, el primer empleo de Pier Carlo en Bogotá. Era un trabajo
formal que le garantizaba un salario más que suficiente para sufragar
sus gastos de habitación, alimento y vestido, así como destinar una
parte para ahorrar.79 Pero más allá de la tranquilidad de contar con
un trabajo seguro, CUSEGO ofreció a Pier Carlo el ambiente ideal
para mostrar el talento que tenía contenido y de relacionarse con
nuevas personas que fueron decisivas para su vida y el desarrollo de
sus proyectos empresariales futuros.
Muy pronto el propio José Gómez Pinzón, para entonces el gerente de
la firma, logró percibir detrás de la personalidad del tímido Pier Carlo
la calidad del barro del que estaba hecho, su dedicación y empeño
78 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit. 79 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
21. «ALFA, una historia en construcción»
para el trabajo, pero sobretodo su capacidad y talento creativo. El
destino de Pier Carlo de aquí en adelante estará estrechamente
ligado a la vida de este «gran hombre», que más que su jefe llegó a
ser considerado como su «ángel guardián», su padre putativo en
Colombia.80
Juntos iniciarían uno de los proyectos más ambiciosos en el sector de
la construcción, donde Pier Carlo pudo exponer su verdadero talante
creativo, su capacidad de aprender nuevas cosas, su recursividad en
la experimentación, su carácter persistente y la paciencia para no
darse por vencido ante el fracaso antes de alcanzar los objetivos
propuestos. Aunque el tiempo ha desdibujado su papel en el origen y
desarrollo de la Ladrillera Santafé, es justo decir que parte del éxito
alcanzado por la empresa también le pertenece.81
80 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 81 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.
Capítulo 6. «Así empezó mi etapa de ladrillero»
Para la firma Cuéllar Serrano Gómez uno de sus mayores problemas
era poder contar de manera diligente y la cantidad requerida de
ladrillos para la ejecución de sus obras.82 En los años cincuenta el
sector de la construcción comenzaba a mostrar una dinámica de
crecimiento importante, jalonado por el proceso de urbanización que
comenzaban a experimentar las principales ciudades del país.83 Para
entonces la tecnología para la producción de ladrillo aún era muy
rudimentaria, generalmente elaborado de manera artesanal en
pequeños chircales que continuaban una tradición que venía desde la
colonia sin grandes transformaciones.84
A mediados del siglo XX en Colombia solo había una fábrica que
producía ladrillo de manera industrial y no daba abasto para atender
la creciente demanda, especialmente de empresas que como
CUSEGO requerían de grandes volúmenes de este material por las
dimensiones de las obras que realizaban.85 Para los constructores esta
situación los ponía en desventaja ya que era necesario apartar el
ladrillo con antelación y esperar con los lentos tiempos de entrega.
82 «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 83 Urrutia, Miguel (Editor). 40 años de desarrollo: su impacto social, Banco
PopularFedesarrollo, Bogotá, 1990. 84 ―A la medida de Santafé de Bogotá‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 29 de julio de 1993. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-181645) 85 «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
22. «ALFA, una historia en construcción»
Esta incertidumbre de contar o no con su materia prima principal fue
una recurrente preocupación para José Gómez Pinzón, quien no
ocultaba su malestar y solía decir que prácticamente había que
arrodillarse ante los dueños de la fábrica para que les vendiera
ladrillo. Pier Carlo recuerda que un día siendo apenas un recién
llegado y un aprendiz dentro de la firma , don José en una charla
que sostuvieron le expresó esta preocupación: era ahí donde estaba
el «gran cuello de botella» que frenaba el desarrollo de sus obras y
del sector de la construcción en general.86
Una de las conclusiones de esa conversación fue la necesidad de
montar una planta propia que les proveyera de ladrillos sin tener que
depender de terceros. Pier Carlos no dudo en ponerse a las órdenes
de José Gómez Pinzón y le dijo que si bien su experiencia en el sector
de la construcción estaba orientada hacia el área operacional y
ejecución de las obras, él con su vocación empírica estaba
dispuesto a aprender todo lo necesario sobre arcillas, técnicas y
procesos para el montaje de una fábrica de ladrillos.
Pier Carlo sabía de la ladrillera que había fundado su abuelo materno
en Génova, donde su familia tenía una pequeña participación
accionaria y con la cual su padre mantenía relaciones comerciales
que podían ser útiles para ir aprender sobre la manufactura del
ladrillo.87 Sin duda esto animó a José Gómez Pinzón quien encargó al
propio Pier Carlo de hacer las gestiones del caso y organizar un viaje
86 Ibídem. 87 Ibídem.
a Italia para visitar las plantas de producción. Sin imaginarlo, a menos
de un año de estar en Colombia y fruto de esta conversación, había
llegado la oportunidad que estaba esperando para comenzar hacer
carrera en el mundo empresarial.
De inmediato Pier Carlo comenzó con las averiguaciones del caso y le
escribió a su padre a Italia comentándole sobre los planes de crear
una ladrillera en Colombia con el ánimo de que le ayudara a
encontrar en Italia algún fabricante que estuviera dispuesto a
colaborarles. Fue así como don Federico lo puso en contacto con el
señor Risso, quien era el gerente de la Ladrillera Plinthos en la
ciudad de Génova, hacía donde partió con José Gómez Pinzón. «Así
empezó mi etapa de ladrillero», recuerda el propio Pier Carlo, quien
a partir de entonces y por cerca de dos años estuvo concentrado en la
tarea de hacer posible el ambicioso proyecto de la mano de don
José.88
Corrieron con la suerte que para ese año de 1953 el señor Risso era el
director pro tempore de la Sociedad de Ladrilleros en Europa, lo que
les facilitó las cosas. Gracias a sus gestiones pudieron visitar en Italia,
Inglaterra, Alemania, Francia y España los más importantes centros
de producción y de vanguardia de esta industria con el objetivo de
«entender profundamente todo el proceso de la manufactura del
ladrillo».89
88 Ibídem. 89 Ibídem.
23. «ALFA, una historia en construcción»
Fue una gira que duró varias semanas y dejó una profunda impresión
en Pier Carlo, no solo por todo lo que pudo aprender con relación al
ladrillo, sino por su cercanía a José Gómez Pinzón, permitiéndole
conocer su talante empresarial y sus extraordinarias cualidades
humanas: «¡Qué cabeza la que tenía ese hombre!», dirá muchos años
después evocando la memoria de ese entrañable amigo, protector y
compañero de aventuras empresariales. Pero esta admiración fue
mutua y entre ellos surgió un vínculo inquebrantable que trascendió
del plano estrictamente laboral, el trato de don José con Pier Carlo
era prácticamente el de un padre con su hijo.90
José Gómez Pinzón, oriundo del Socorro (Santander), contaba para
entonces con 44 años, estaba casado y tenía una sola hija. A esa edad
era uno de los más reputados ingenieros civiles del país, egresado de
la Universidad Nacional de Colombia, donde había sido docente,
decano de su facultad y más tarde rector (1957-1958). Había ocupado
el Ministerio de Obras Públicas en el período final del gobierno de
Eduardo Santos y principios del de Alfonso López Pumarejo.91 Como
vemos, ese era el hombre que consagrado a su vida profesional y con
una vasta experiencia e importantes relaciones en el sector
empresarial como político, venía a convertirse en la guía y maestro
para Pier Carlo cuando apenas cumplía los 27 años.
90 Ibídem. 91 ―Gómez Pinzón: empresario y político‖. En: El Tiempo, Sección Información General, Bogotá, 8 de abril de 1988, p. Última B.
De su correría por las fábricas europeas les había quedado claro que
la elaboración del ladrillo tenía dos fases muy importantes, primero
la de secado y luego la de cocción. Las técnicas y procesos cambiaban
de un país a otro dependiendo de las cualidades de la arcilla que se
empleaba. Esto último era clave para poder determinar el mejor
método para aplicar en Colombia. Fue así que después de evaluar
varias opciones se descartó el «proceso de prensado», tan
generalizado en Inglaterra, ya que la composición de la arcilla
colombiana no era rica en carbón, y se optó mejor por el «proceso
del horno Hoffman» que parecía ser el que se ajustaba a las
condiciones del país.92
Al finalizar la gira José Gómez Pinzón regresó a Bogotá y Pier Carlo se
quedó cerca de tres meses en Génova, ya que el señor Risso se
mostró dispuesto a darle un curso intensivo sobre el proceso escogido
para la elaboración del ladrillo.93 Tres meses de duro aprendizaje que
parecían insuficientes para tratar de comprender el proceso en todos
sus detalles, además de todo lo concerniente a máquinas, hornos y
todo lo que se requería para el montaje de la planta en Colombia.
La generosidad de José Gómez Pinzón demostrada a lo largo del viaje
por Europa no fue inferior a la admiración y gratitud que le profesó
Pier Carlo. Pero más allá de esto, la confianza que tuvo don José en
este joven sobrepasó todas las expectativas de lo que Pier Carlo
podía esperar de este hombre. Antes de pensar siquiera en reclamar
92 «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 93 Ibídem.
24. «ALFA, una historia en construcción»
algún puesto de importancia en lo que hasta entonces era el germen
de la Ladrillera Santafé, José Gómez Pinzón le asignó un sueldo de
$1.000 al mes, lo que representaba toda una fortuna en ese entonces,
y más le ofreció un 5 % de la participación en la futura empresa, los
cuales pagaría con los dividendos de las mismas acciones y su
trabajo.94
94 Ibídem.
Capítulo 7. «Era una gran montaña de ladrillo roto…»
Para construir la planta de producción José Gómez Pinzón había
dispuesto un terreno ubicado a las afueras del entonces municipio de
Usme, cerca de los yacimientos de arcilla. Allí permanecería Pier
Carlo, después de su regreso a Colombia, días y noches enteras
durante varios meses lidiando con este material, tratando de develar
sus misterios, para transformarlo en un bloque de ladrillo compacto,
resistente y durable.95
Era el año de 1954 cuando se comenzó a construir la fábrica. El
primer paso consistía en montar la maquinaría importada de Italia y
construir el horno Hoffman, lo que traería de suyo todo tipo de
problemas que tuvo que sortear Pier Carlo que lideraba un equipo de
jóvenes ingenieros y obreros. Estas actividades pusieron a prueba la
tolerancia y persistencia del grupo, así como el ingenio y recursividad
para no detener el trabajo frente a los inconvenientes técnicos o
mecánicos que iban surgiendo por el camino, hasta que finalmente,
dos años después, en el año de 1956 se puso en operaciones la
planta.96
No deja de sorprender la admiración que despertó en muchos obreros
que conocieron a Pier Carlo en esta época su capacidad incansable
95 Ibídem.; Entrevista grupal con antiguos trabajadores de la Ladrillera Santafé S.A., Bogotá, 25 de mayo de 2015. 96 Del Río, Virgilio. Entrevista grupal con antiguos trabajadores de la Ladrillera Santafé S.A.… Op. Cit.
25. «ALFA, una historia en construcción»
de trabajo. Porque más que un jefe de corbata y oficina, a Pier Carlo
se le veía con el overol puesto y lleno de barro: a él le gustaba
«meter las manos para hacer el trabajo» como un obrero más.
Durante esta primera etapa muchos trabajadores sacrificaban su
domingo de descanso para estar junto a su jefe adelantando obras en
el montaje de las máquinas y el horno.97
La confianza depositada por José Gómez Pinzón fue asumida por Pier
Carlo como una responsabilidad personal en el desarrollo de cada
proceso del montaje de la planta y luego del funcionamiento de la
fábrica como gerente. Gustaba de ser él mismo el que inspeccionaba
las máquinas y la operación del horno. Cuando algo no funcionaba
bien era el primero en ponerse al frente y podía pasar días y noches
de corrido tratando de encontrar el problema e ingeniándose la
solución.98
Pero sin duda, una vez el horno estuvo listo, una de las mayores
preocupaciones que mantuvo desvelado a Pier Carlo fue lograr la
consistencia ideal de la mezcla de arcilla para evitar problemas al
momento del horneado. Creyendo sacar el mejor provecho de las
lecciones aprendidas con el señor Risso, no entendía el fracaso de los
primeros experimentos. Muchas noches pasó encima del horno
Hoffman oyendo a través de las boquillas por las que se alimentaba
97 Ibídem.; «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 98 Del Río, Virgilio. Entrevista grupal… Op. Cit.
de carbón cómo se reventaba el ladrillo para tratar de encontrar la
causa del problema.99
Esos primeros meses fueron muy difíciles y lo único que se obtenía
eran arrumes de ladrillo fracturado que se comenzaban apilar
diariamente: «Era una gran montaña de ladrillo roto» recuerda Pier
Carlo, que de solo verlas desestimularía toda esperanza de alcanzar
el éxito. Pero él, un hombre acostumbrado al reto y no darse por
vencido ante el fracaso, se puso a investigar sobre las calidades de
las arcillas colombianas y evaluar juiciosamente todo el proceso.100
A diferencia del método empleado en Inglaterra, por ejemplo, que
contaba con arcillas ricas en carbón en su composición y no se
requería el uso de abundante agua en la mezcla lo que ofrecía una
mayor ventaja al momento del horneado haciendo que el ladrillo se
cociera más fácil por la combustión del carbón, la arcilla de Usme
cumplía otras características y el empleo de grandes cantidades de
agua hacía crítico el secado y allí era donde estaba la causa de la
rotura de los ladrillos en el momento de la cocción.101 A este
convencimiento cuentan que llegó luego de que por accidente
quedara un lote de ladrillos al aire libre, expuestos al sol y el viento
durante un fin de semana entero. Cuando este material se puso en el
99 Villafrade R., Carlos. Entrevista grupal… Op. Cit. 100 «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit. 101 «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
26. «ALFA, una historia en construcción»
horno comprendió que la clave estaba en el tiempo de secado de los
bloques de ladrillo antes de ser horneado.102
Esta persistencia personal de Pier Carlo se convertía en una exigencia
para quienes trabajaban con él. Cuando, como jefe, encomendaba
una tarea, era muy incisivo con el trabajador hasta que se realizaba.
Podía parecer estricto e inflexible cuando estaba convencido de algo,
sacando a relucir ese carácter fuerte tan característico de los
Boggio.103 No se conformaba con imponer una opinión cuando alguien
lo controvertía, él necesitaba por sí mismo comprobar que no tenía la
razón, hasta agotar todas las causas y confrontar sus consecuencias.
Era el temperamento de un empirista, que cuando tenía una idea no
se detenía a discutir las razones teóricas sino trataba de entender
mediante la experimentación la lógica o el absurdo de algo que
suponía podía ser posible.
Cuando se presentaban este tipo de situaciones incomodas con los
trabajadores ahí siempre estaba Jaime Plazas para servir de
intermediario entre Pier Carlo y los empleados. Sin embargo, la
impresión de tener un carácter fuerte no significaba que fuera un
hombre déspota e intransigente; por el contrario, el recuerdo que
muchos tienen de él es que era una persona solidaria y agradecida.
Así como era de exigente, tampoco disimulaba su complacencia, ni se
102 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit. 103 Acero, Ismael. Entrevista grupal… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; «Fragmentos de memoria de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
guardaba una felicitación cuando se hacía bien el trabajo o se
cumplía a satisfacción con una tarea encomendada.104
Para José Gómez Pinzón no resultaba chocante que sus ―pupilos‖ se
arriesgaran a inventar y formar empresa. Incluso él mismo prestaba
su concurso y apoyaba las buenas ideas. La Ladrillera Santafé fue algo
así como una escuela y al mismo tiempo un laboratorio para la
experimentación de las ideas innovadoras de sus empleados. El
ejemplo más significativo está en el propio Pier Carlo, quien con una
visión más amplia del mercado y las oportunidades que ofrecía, tuvo
la oportunidad para emprender su propio negocio.
Alrededor de la firma Cuéllar Serrano Gómez y luego en la Ladrillera
Santafé, se generó un ambiente innovador que atrajo al talento de
jóvenes arquitectos e ingenieros tanto nacionales como extranjeros
que se encontraban en el país. Gracias a esto Pier Carlo tuvo la
oportunidad de relacionarse con lo más selecto del sector de la
construcción en Colombia y pudo conocer a otros italianos, como
Domenico Parma, los hermanos Pacini y Giorgio Serventi, y a Georges
Sokolow, de nacionalidad francesa, con quienes fundó Baldosines Alfa
a mediados del años de 1955, casi de manera simultánea al arranque
de la Ladrillera.
Pero esto será un tema que se tratara en la siguiente parte. Valga
aquí la referencia para hacer notar que al amparo de José Gómez
Pinzón se gestó una renovada generación de empresarios que se
104 Entrevista grupal… Op. Cit.
27. «ALFA, una historia en construcción»
irradió durante la segunda mitad del siglo XX, contribuyendo al
desarrollo industrial del país.
Capítulo 8. Desarrollo y consolidación de la Ladrillera Santafé
En buena parte el desarrollo urbano que se comienza a experimentar
a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado no se podría
explicar sin la presencia de la Ladrillera Santafé. La idea que había
surgido ante la necesidad de Cuéllar Serrano Gómez para no seguir
dependiendo de terceros en el suministro de ladrillos, terminó
convirtiéndose en un proyecto industrial que llegó cubrir la demanda
de este producto en un sector de la economía colombiana que se
mostraba en franca expansión. Sin embargo, pronto quedó visto que
la capacidad instalada y de producción no era suficiente para suplir la
creciente demanda, lo que llevó a plantear y poner en marcha la
construcción de una nueva planta en Usme.
Pero para la Ladrillera Santafé las preocupaciones por aumentar su
capacidad productiva estuvieron siempre unidas al propósito de
ofrecer a sus clientes un producto cada vez de mayor calidad. Detrás
de estos procesos innovadores encontramos a Pier Carlo, muy atento
a las novedades y las tendencias que se imponían en mercados como
el estadounidense o el europeo, para traer y adaptar esa tecnología
en Colombia, con el fin de ofrecer un ladrillo de mejores
características.
Fue así que viajó a Europa donde asistió a una Feria Internacional
para escoger personalmente la maquinaria que se emplearía en la
nueva planta de la Ladrillera. Entre las nuevas adquisiciones se
compró una mezcladora y una formadora de la marca Morando,
28. «ALFA, una historia en construcción»
producidas por una empresa italiana que tenía para entonces más de
medio siglo de experiencia en el desarrollo de máquinas para la
preparación de arcilla y el moldeo.
Pier Carlo supervisó personalmente el montaje de la planta en cada
una de sus etapas, donde se contó con la presencia de técnicos rusos.
Durante este proceso hubo que sortear una serie de desafíos que
fueron resueltos a medida que la obra avanzaba. Tampoco estuvo
exento de episodios inesperados que a pesar de lo lamentable de los
hechos, deja ver ese factor humano de Pier Carlo y los trabajadores
de la Ladrillera, como fue el caso del accidente que sufrió Víctor
Espitia.
Cuentan los testigos del hecho que ya cuando las máquinas de la
planta N° 2 de Usme estaban en su etapa de prueba se detectó que el
―desmenuzador‖ de la formadora de ladrillo se saltaba sin razón
justificada. Así que un día, cuando ya estaba a punto de concluir la
jornada laboral, Pier Carlos se fue a inspeccionar por sí mismo el
problema y se dirigió directamente al gabinete donde estaba la caja
de control, sin percatarse que al otro lado se encontraba el obrero
Víctor Espitia dentro de la máquina soldando unas astas en el punto
donde la mezcladora alimentaba de material a la formadora. Cuando
Pier Carlo obturó el botón de encendido se escucharon los gritos de
dolor de Víctor, concurriendo de inmediato varios de sus compañeros,
que valiéndose de palos y fuerza física, lograron detener la máquina y
darle auxilio.105
105 Del Río, Virgilio. Entrevista grupal… Op. Cit.
El accidente había comprometió las dos piernas de Víctor Espitia,
quien fue trasladado de urgencias al hospital y afrontar una larga
incapacidad antes de restablecerse completamente y regresar a la
Ladrillera. Pier Carlo, que no dejó de sentir algo de culpa en la
desgracia Víctor, no lo desamparó durante su recuperación y procuró
todos los medios para que se le prestara la mejor atención y cuidados
médicos. Antes más, lo motivó a que estudiara mecánica automotriz y
de eso modo hiciera productivo el tiempo de su rehabilitación, como
efectivamente lo hizo y al reintegrarse a su trabajo se le asignó un
cargo en el área técnica. Allí comenzó Víctor Espitia con tareas
menores, reparando motores pequeños y a medida que mostraba sus
habilidades en ese campo fue asumiendo mayores responsabilidades
en la reparación de motores más complejos, sin guardar
resentimientos y su mucha gratitud para su jefe.106
En la década de los sesenta la Santafé logra su consolidación como la
más importante fábrica productora de ladrillos macizos en el país.
Este período coincide con uno de los procesos migratorios del campo
a la ciudad más significativos del siglo XX, lo que acarrea una mayor
demanda de materiales de construcción. En este contexto se
construye una tercera planta en Usme y se adquiere una fábrica
menor de ladrillo que funcionaba en el municipio de Soacha.
A principios de la década siguiente ingresaron a la Ladrillera un grupo
de jóvenes ingenieros que llegaron a darle continuidad al proceso de
106 Villafrade R., Carlos. Entrevista grupal… Op. Cit.; Plazas, María Teresa. Entrevista grupal… Op. Cit.
29. «ALFA, una historia en construcción»
crecimiento e innovación de la empresa, entre ellos Carlos Villafrade,
Álvaro Romero, Alberto Ospina Carreño, Jorge Gutiérrez y Eduardo
Alarcón Charry. Algunos de ellos fueron destinados a la nueva fábrica
comprada en Soacha, donde Pier Carlo puso a prueba los
conocimientos, talento, recursividad y capacidad de trabajo de
muchos de ellos en las tareas de adecuación de la vieja planta a los
requerimientos de producción que se les exigía.
De igual modo, tuvieron la oportunidad de participar de manera
directa con Pier Carlo en el desarrollo de proyectos innovadores. El
ingeniero Álvaro Romero, que llegó a ser el Jefe de Proyectos de la
Ladrillera, recuerda que estuvo involucrado en dos de ellos: El
primero en 1972, que consistió en adaptar una máquina para lograr
pegar en una de las caras del ladrillo unas láminas de vinilo con
diseños decorativos que Pier Carlo había conseguido en un reciente
viaje a Europa.107 El segundo en 1982, donde también participó Carlos
Villafrade, y con el cual se presentía desarrollar un nuevo sistema
constructivo de muros que fuera más fácil y rápido. El ingeniero
Villafrade lo describe en estos términos: «… con esta premisa se
diseñó para este ladrillo un ―PIN‖ de plástico que se insertaba en los
ladrillos y permitía alinear el muro con facilidad, con la novedad que
al muro se le podía inyectar el mortero de pega mecánicamente
consiguiendo así un novedoso sistema constructivo.»108
107 Romero, Álvaro. Entrevista grupal… Op. Cit. 108 Villafrade R., Carlos. Reseña empresarial de ―Pier Carlo Boggio‖ en la Ladrillera Santafé, Bogotá, Mayo de 2015.; Villafrade R. Carlos. Entrevista grupal… Op. Cit.
Para este experimento Pier Carlo contó con la colaboración
desinteresada de Edmundo Esquenazi, un emprendedor y exitoso
empresario bogotano de origen hebreo, pionero de la industria
plástica y petroquímica en el país, que había fundado en 1962
junto a Jimmy Mayer la sociedad Pisos de Asfalto y Vinilo de
Colombia (PAVCO), con quien tenía una relación de amistad.109 En
PAVCO se hicieron algunas pruebas con el ―pin‖ plástico, pero
desafortunadamente esta innovación exigía un ladrillo con unas
dimensiones precisas que no se logró conseguir y después de varios
meses de ensayo el proyecto se archivó.110
Otro de los jóvenes ingenieros que ingresó a la Ladrillera en este
período fue el bugueño Alberto Ospina Carreño, quien Pier Carlo
reservó para un proyecto ―secreto‖ que venía desarrollando con el
amparo de José Gómez Pinzón, la participación de Jaime Plazas y un
reducido número de trabajadores de su entera confianza. El resultado
de este experimento fue la creación de una nueva e independiente
empresa que se dedicaría a la producción industrial de gres que se
constituyó legalmente en de octubre de 1971.
109 ―Sanford. Ingenio exportador. Edmundo Esquenazi, fundador del grupo Sanford‖. En: Archivo Digital Revista Dinero, 17 de septiembre de 2004. (http://www.dinero.com/edicion-impresa/especial-comercial/articulo/sanford-ingenio-exportador/24947); Larraz, Irene. ―Edmundo Esquenazi, una máquina de fabricar empresas‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 2 de marzo de 2014. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13579720) 110 Villafrade R., Carlos. Reseña empresarial… Op. Cit.; Villafrade R. Carlos. Entrevista grupal… Op. Cit.
30. «ALFA, una historia en construcción»
Pier Carlo estuvo al frente de la gerencia de la Ladrillera Santafé
hasta 1973 cuando se ausentó por un tiempo para atender el arranque
de este nuevo emprendimiento. Volvió a incorporarse de lleno hacía
1978 para liderar un nuevo proceso de modernización tecnológica de
la planta que funcionaba en Soacha y el mejoramiento técnico en las
tres plantas de Usme.111
Durante los años ochenta el sector de la construcción en Colombia
atravesó por un buen momento que se proyectaba continuar durante
la década siguiente. Así que en medio del optimismo de la coyuntura
surgió al interior de la Ladrillera Santafé la idea de diversificar su
portafolio de productos e incursionar en la fabricación de tejas,
adoquines y pisos de arcilla. Pier Carlo, que siempre había estado
convencido que una empresa debía ser fiel a los principios que le
dieron origen, insistía en la importancia de no perder el foco y
concentrar las energías, recursos y talento humano en innovar y
mejorar la calidad del producto que se ofrece, máxime si se tenía en
cuenta que la capacidad de producción de las cuatro plantas era
insuficiente para cubrir la demandas del mercado.112
Sin embargo, hubo un consenso entre el grupo directivo y los
accionistas mayoritarios de la empresa para optar por la estrategia de
la diversificación de productos. Fue así que en medio de esta
coyuntura interna y sin el respaldo de José Gómez Pinzón, que había
fallecido el 7 de abril de 1988, que Pier Carlo Boggio, quien por más
111 Villafrade R., Carlos. Reseña empresarial… Op. Cit. 112 Ibídem.
de tres décadas había estado de la Ladrillera Santafé, toma la
decisión de hacerse a un lado para dedicarse de lleno a sus propios
proyectos empresariales. Puso a disposición de las acciones que tenía
a su nombre y se reservó para sí tan solo el 1 % de lo que poseía,
como una manera simbólica para no romper del todo el vínculo con
una empresa que había ayudado a construir desde sus orígenes y por
la cual guardaba una infinita gratitud por todo lo que le había
permitido experimentar, poder conocer gente talentosa y maravillosa
que lo acompañaron a lo largo de su vida y porque allí había sido el
punto de partida para sus propios emprendimiento personales.
31. «ALFA, una historia en construcción»
TERCERA PARTE
Capítulo 9. Nacimiento de Baldosines Alfa Ltda.
Para ir hasta el origen de la idea que hizo posible la cristalización de
Baldosines Alfa Ltda., tendríamos que remontarnos a esos primeros
años de Pier Carlo en Colombia, cuando trabajaba en la firma Cuéllar
Serrano Gómez, inmerso en un ambiente donde se promovía el
espíritu innovador y se discutía sobre los desafíos técnicos y de diseño
que tenían que sortear para el desarrollo de las obras de construcción
en Colombia. Allí, Pier Carlo, tuvo la oportunidad de formar parte del
equipo de jóvenes innovadores que lideraba el arquitecto Gabriel
Serrano Camargo y del cual hacia parte su amigo Domenico Parma, el
ingeniero estrella de la firma.
Era el clima ideal para quienes les gustaban los desafíos y trabajar
incansablemente hasta encontrar una solución. Pier Carlo reconoció
en la pasión y los dilemas de Gabriel Serrano una fuente de
inspiración para muchas de sus ideas y en José Gómez Pinzón la
motivación y la determinación para enfrentar los desafíos que se
presentaban.113 La confianza mostrada por sus jefes le dio la
113 Boggio Dávila, Cristina. «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Santa Marta, Junio de 2004.
32. «ALFA, una historia en construcción»
seguridad para comenzar a forjarse un futuro en Colombia y de
pensar en el desarrollar sus propios proyectos empresariales.
Si bien no es posible determinar cómo, ni cuándo surge la idea
precisa de formar una empresa para la fabricación de baldosas en
Colombia, hay un consenso en atribuirle a Pier Carlo Boggio el crédito
por la iniciativa, aun cuando él personalmente insista que no fue una
idea suya sino de varios: «No, no fui solo, fuimos seis personas».114
Sea como fuere, es importante destacar en este punto, además de la
personalidad sencilla y nada presuntuosa que siempre caracterizó a
Pier Carlo, fue su capacidad de convertir las ideas en negocios y de
estar siempre informado de las tendencias que se imponen en el
mercado de la construcción.
Sin duda, el viaje realizado en 1953 junto a José Gómez Pinzón
visitando los principales centros de producción de ladrillos del Viejo
Continente le permitió conocer las novedades que ofrecía el mercado
europeo en todo tipo de materiales para la construcción y comenzar a
vislumbrar ideas de negocios que podrían hacerse en Colombia. Esta
fue una constante permanente a lo largo de toda su vida empresarial,
cada vez que Pier Carlo viajaba a Europa o a los Estados Unidos, traía
de vuelta al país una nueva idea para desarrollar en alguna de sus
empresas.
De tal modo, podemos suponer que la idea de las baldosas debió
comenzar a rondar la mente de Pier Carlo a su regreso al país y se
114 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista, Santa Marta, 26 de marrazo de 2015.
desarrolló entre 1954 y mediados de 1955, coincidiendo en el tiempo
con el montaje de la primera planta de la Ladrillera Santafé en el
municipio de Usme. Contó con el apoyo inicial de su amigo Domenico
Parma y posteriormente se fueron vinculando otros extranjeros
radicados en el país, relacionados de alguna forma con CUSEGO o la
Ladrillera Santafé, quienes secundaron la idea, la hicieron madurar y
decidieron finalmente asociarse para fundar una empresa cuyo objeto
principal sería la fabricación y comercialización de baldosines en el
mercado nacional.115
Fue así que el 15 de junio de 1955 se constituyó formal y legalmente
la sociedad comercial denominada Baldosines Alfa Ltda. con un
capital inicial de $42.000 que correspondían a 4.200 acciones
repartidas en partes iguales entre seis socios, a saber: Domenico
Claudio Parma M., Giorgio Sivori Fumagali, Georges Sokolow, Pier
Carlo Boggio Bertinet, Francisco Pacini G. y Antonio Pacini G., todos
de origen italiano, excepto Sokolow que era de nacionalidad
francesa.116 El nombre que tomó la empresa, como bien lo recuerda
Pier Carlo, «salió del optimismo y del ánimo que me dejó el éxito de
la ladrillera» e indicaba el comienzo de lo que se proyectaba iría
creciendo con el tiempo: «Empezaríamos con una empresa llamada
―Alfa‖, después vendría una ―Beta‖ y todo el abecedario griego».117
115 Archivo General de la Nación (AGN) Escritura Pública N° 1.530 de la Notaría 6 del Círculo de Bogotá, 15 de junio de 1955, f. 1v. 116 Ibíd., ff. 1r. y 2r-v. 117 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
33. «ALFA, una historia en construcción»
Como todo emprendimiento, que pretende ofrecer un producto
novedoso en el mercado, el comienzo fue muy difícil. Esta aventura
empresarial implicaba arrancar prácticamente de cero: era necesario
adquirir un terreno, construir y montar la planta, así como importar
la maquinaria, modificarla y adaptarla a los requerimientos técnicos
para la elaboración de un tipo de baldosa diferente a la de cemento
que tradicionalmente se vendía en Colombia.118
Además, a esta situación había que agregarle que la mayoría de los
socios tenían obligaciones y responsabilidades en otros negocios, lo
que no les permitía una dedicación exclusiva. Todo esto nos permite
explicar de alguna forma el lento arranque de la nueva empresa en
un principio. Pero es que hay que ver esta primera etapa de
Baldosines Alfa como un laboratorio para la experimentación, una
especie de extensión de ese espacio que ofrecía el equipo de
innovación de CUEGO, que se desprendía de su nicho originario y
tomaba vida propia e independiente.
La idea que tenía Pier Carlo era producir un tipo de baldosa que era
muy popular en Italia pero que no se conocía en el mercado
colombiano. Entre los socios fundadores estaba Georges Sokolow, un
inmigrante francés de ascendencia rusa, que para entonces era el
representante en Colombia de la compañía francesa Guillon
Barthelemy, una de las más importantes fábricas productoras de
maquinaria para la elaboración de baldosas en Europa, quien se
118 AGN Escritura Pública N° 1.530… Op. Cit., ff. 2r-v.; Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
encargó de hacer las negociaciones del caso para la importación de
las máquinas que contó Baldosines Alfa en un principio.119
La primera fábrica funcionó en la zona industrial de Puente Aranda,
al occidente de Bogotá, donde se arrendó un pequeño inmueble en el
cual se adecuó una oficina para la gerencia, que estaba a cargo de
Francisco Pacini, y se instalaron las máquinas importadas de
Francia.120 A Pier Carlo, que le gustaba ser productivo en todo
momento, aprovechaba el tiempo que le dejaba sus responsabilidades
en la Ladrillera Santafé y se «escapaba» allí para continuar con sus
experimentos que le permitieron encontrar la fórmula para la
elaboración de la baldosa de ―terrazo‖, que eran muy populares en
Italia pero no se conocían en Colombia.121
Hay que decir que el origen del piso de terrazo se encuentra en la
Venecia del siglo XV, donde los trabajadores de la construcción
aprovechaban los trozos sobrantes de mármol que eran desechados y
los empleaban para decorar la superficie de las terrazas que había
119 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista, Santa Marta, 26 de marzo de 2015. 120 Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Según consta en un Certificado expedido por la Cámara de Comercio de Bogotá del 15 de noviembre de 1958, en la primera reunión de Junta Directiva de Baldosines Alfa Ltda. celebrada el 4 de julio de 1955 se nombró como gerente principal al señor Antonio Pacini, como primer suplente al señor Pier Carlo Boggio y como segundo suplente al señor Francisco Pacini (Documento anexo a la Escritura Pública N° 75 de la Notaría Sexta de Bogotá del 16 de enero de 1958). 121 Entrevista grupal con antiguos trabajadores de la Ladrillera Santafé S.A., Bogotá, 25 de mayo de 2015
34. «ALFA, una historia en construcción»
alrededor de sus viviendas. De allí que el nombre de terrazo, con que
popularmente se llegó a llamar este tipo de pisos, derive del término
italiano de ―terraza‖. Con estos trozos de mármol formaban un
mosaico sobre una base de arcilla en el piso, la cual era
posteriormente aplanada para darle una forma lisa. Con el tiempo se
perfeccionó esta técnica y se pulía la superficie suelo para darle un
acabado más estético y firme que lo hiciera más cómodo para
caminar.122
El terrazo tuvo una importante difusión a principios del siglo XVIII en
Estados Unidos, principalmente para la construcción de estructuras
monumentales y en menor medida para el uso residencial. Sin
embargo, en Colombia era prácticamente desconocido a mediados del
siglo XX hasta que Pier Carlo Boggio se interesó por su fabricación.
Técnicamente el producto que se llegó a ofrecer en el mercado era
«terrazo fundido», que se lograba después de un proceso muy
complicado que consistía en incrustar chips de mármol en un molde
con cemento, lo que requería ser sometido a dilataciones muy
grandes para darle consistencia, fundirlo y finalmente pulirlo.123
Pero la novedad del producto no garantizó por sí mismo el éxito
esperado, minando en cierto modo el optimismo inicial que tenían
122 Jiménez, Rocío I. ―El Terrazo‖. En: ARQHYS, El portal de arquitectura, construcción, decoración de interiores & hogar, sin fecha de publicación. (http://www.arqhys.com/construccion/terrazo.html); ―History‖. En: Portal Wed de Precast Terrazzo Enterprises, Inc., sin fecha de publicación. (http://www.precastterrazzo.com/history/) 123 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista, Bogotá, 10 de abril de 2015.
muchos socios. A diferencia de la experiencia de la Ladrillera
Santafé, donde los clientes hacían prácticamente fila para comprar el
ladrillo, en el caso de la baldosa de terrazo esto no ocurrió. Pier
Carlo llegó a comprender que a diferencia del ladrillo, las baldosas de
terrazo, que eran un producto nuevo en el país, necesitaba una
organización dedicada a su promoción, abrir una sala de ventas para
su exhibición y generar su propia fuerza de comercialización para
atraer a los clientes.124
El apoyo de la firma Cuéllar Serrano Gómez fue definitivo para evitar
el fracaso prematuro de Baldosines Alfa en sus comienzos. José
Gómez Pinzón como gerente dela firma nunca abandonó a Pier Carlo
en su empeño de sacar adelante la empresa y le prestó su auxilio en
momentos difíciles. De hecho, en la década de los cincuenta y
sesenta, Baldosines Alfa no pudo contar con mejor vitrina para su
baldosa, que las grandes y modernas construcciones que desarrollaba
CUSEGO. Una de estas obras emblemáticas donde se empleó el
terrazo fue en la construcción del aeropuerto Eldorado de Bogotá
entre 1955 y 1959, que coincide con la etapa de arranque de la
empresa.125
124 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 125 Meriño D., Elías E. ―Aeropuerto Internacional «Eldorado»‖. En: Blog El Hangar Colombiano, sin fecha de publicación. (http://themerinos.com/el_hangar_colombiano/El_Dorado.htm); Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista, Bogotá, 10 de abril de 2015.
35. «ALFA, una historia en construcción»
No hay claridad sobre cuánto tiempo pudo funcionar la fábrica en
Puente Aranda, pero lo cierto es que no fue mucho. La fabricación
del terrazo exigía pulir muy bien la baldosa para darle un mejor
acabado y de este modo lograr que relucieran las piedras de mármol
que estaban incrustadas. Con este procedimiento se generaba un
polvillo de cemento que poco a poco se fue acumulando en las
cañerías del lugar y terminó por taponar la tubería del alcantarillado,
trayendo problemas con los vecinos, sin más remedio que abandonar
el lugar. Es así que se traslada primero a Usme y posteriormente se
compra un terreno en una zona despoblada en las inmediaciones del
municipio de Soacha, al sur de Bogotá, donde se establece
definitivamente y echa raíces la empresa.126
La administración de Baldosines Alfa en su primeros dos años estuvo a
cargo de Antonio Pacini, hasta que la paciencia suya como la del
resto de socios que esperaban mejores resultados en poco tiempo los
llevaron a retirarse de la empresa. Pier Carlo recuerda este periodo
con gran nostalgia: «El camino fue duro y cuando el proyecto se iba
complicando, los socios me fueron abandonando», pero él fue el
único de los socios fundadores que no se dio por vencido.127
126 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Pier
Carlo. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit. 127 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.
A finales de 1957 se convocó una asamblea extraordinaria para
formalizar el retiro de Giorgio Sivori, Georges Sokolow y los hermanos
Pacini, quienes vendieron su participación a Pier Carlo por un monto
total de $28.000.128 Para entonces Pier Carlo tenía un «lindísimo
Chevrolet Belair», que había comprado hacía poco, y que sirvió para
pagar los $7.000 correspondientes a la parte de Antonio Pacini.129
Pero los retiros no pararon allí, y en febrero de 1958 también
abandonaría la empresa su amigo Domenico Parma, quien por su lado
iniciaba su propio emprendimiento empresarial.130
Esta desbandada no significó dejar solo a Pier Carlo en su aventura
empresarial, obedecía de algún modo a un reajuste interno para darle
un nuevo aire a la empresa. Con la salida de los hermanos Pacini llegó
un primo de ellos, Marcelo Pacini, al que prácticamente de común
acuerdo Francesco le cedía su participación en Baldosines Alfa, así
como otro italiano, también recomendado por los Pacini, llamado
Antonio Paladini, quien como veremos será una persona clave en el
ulterior desarrollo y crecimiento de la empresa.131
Éste cambio estuvo acompañado de un aumento significativo del
capital, que pasó de los $42.000 iniciales a $180.000, de los cuales
128 La Asamblea Extraordinaria de Socios a la que se alude se celebró el 25 de noviembre de 1957 como se señala en la Escritura Pública N° 75 de la Notaría Sexta de Bogotá del 16 de enero de 1958. 129 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Op. Cit. 130 AGN Escritura Pública N° 361 de la Notaría Sexta de Bogotá del 13 de febrero de 1958. 131 Ibíd., f. 2r.
36. «ALFA, una historia en construcción»
Pier Carlo Boggio aportó la suma de $75.000, convirtiéndose así en el
socio mayoritario de Baldosines Alfa con una participación el 55 %,
seguido de Marcelo Pacini con el 35 % y Antonio Paladino con el 10
%.132 De este modo se buscaba capitalizar la pequeña empresa,
adecuar la fábrica en el terreno de Soacha y abrir una oficina en
Bogotá enfocada en desarrollar nuevos canales de comercialización a
nivel nacional y comenzar a explorar posibilidades en el mercado
internacional.133
La gerencia estuvo en manos de Marcelo Pacini hasta el mes de marzo
de 1960 cuando la asumió Antonio Paladini, quien la ejerció por
varios años.134 Fue gracias a su trabajo y compromiso al frente de las
responsabilidades administrativas y comerciales que la empresa tuvo
el impulso que esperaba Pier Carlo para sacar su emprendimiento
adelante: «Fue un gran gerente (…) Con su constancia y orden llevó a
la empresa a un nivel más importante»135.
De este modo Baldosines Alfa iniciaba una nueva etapa, que gracias a
la perseverancia de Antonio Paladini y el trabajo de su equipo de
colaboradores lograría posicionar la baldosa de terrazo como uno de
los productos de mayor aceptación en el mercado de pisos
132 Ibíd., 5r-v. 133 Ibíd., ff. 3v-4r. 134 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.; Archivo División Legal
Alfagres S.A. (ADLA) Certificado de la Cámara de Comercio de Bogotá a nombre de la sociedad Baldosines Alfa Ltda., expedido el 22 de marzo de 1967, f. 1v. 135 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Op. Cit.
decorativos en Colombia y dándole forma a una marca que era
sinónimo de calidad y cumplimiento.
37. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 10. Transformación, desarrollo y consolidación de
Baldosines Alfa
En la década de los sesenta Baldosines Alfa experimentó un notable
desarrollo en todos los sentidos. Fue bajo la dirección de Antonio
Paladini que el pequeño emprendimiento que había nacido en 1955
comenzaba verdaderamente a tomar forma de empresa. Pero esto no
hubiera sido posible sin contar con la confianza de Pier Carlo Boggio
y un grupo de colaboradores comprometidos que aportaron su
talento, trabajo y tiempo en esta transformación, entre los que cabe
destacar la figura de Ana Cecilia Acosta Díaz, una mujer incondicional
que entró como secretaria y llegó a convertirse en el «corazón» de
Alfa.136
Antonio Paladini era oriundo de Lucca, una ciudad localizada en la
región de la Toscana en el noroeste de Italia. Era un hombre muy
dinámico y con una personalidad enigmática que había llegado a
Colombia buscando oportunidades y tratando quizás de dejar atrás un
pasado marcado por una infancia muy difícil. Gracias a su relación
con los hermanos Antonio y Francesco Pacini fue que conoció a Pier
Carlo y se vinculó a Baldosines Alfa en 1958 como socio. A diferencia
de Pier Carlo, él nunca pensó en «colombianizarse», se casó con una
italiana y después de una década de aventuras en el país regresó con
su familia a la Toscana que tanto añoraba.137
136 Ibídem. 137 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
Respecto a Cecilia Acosta sabemos que entró muy jovencita a
Baldosines Alfa para ejercer el cargo de secretaria de la gerencia,
mostrando desde un principio ese compromiso y capacidad de
trabajo que siempre la caracterizaron. Fue clave y un pilar
fundamental en el desarrollo de la empresa durante este período,
mereciéndose el respeto y la confianza de sus jefes en una época
donde por el solo hecho de ser mujer no era fácil ganarse un espacio
en el mundo empresarial. Llegó a convertirse en una especie de
gerente en la sombra, acoplándose rápidamente a la dinámica de
trabajo de Antonio Paladini, para quien Cecilia fue un apoyo en las
labores administrativas mientras él se dedicaba a las actividades
comerciales.138
Antonio Paladini y Cecilia Acosta lograron conformar un equipo de
trabajo insuperable, que junto a Pablo López (―Pablito‖), que había
traído Pier Carlo de la Ladrillera para encargarlo de la parte
industrial, llevaron a posicionar el terrazo como uno de los productos
de mayor aceptación en el mercado de la construcción para el uso de
pisos residenciales y de oficinas. Baldosines Alfa comenzaba de este
modo su carrera ascendente para posicionarse como una empresa
pionera y líder en la producción de baldosas y pisos de arcilla en
Colombia.139 Pier Carlo, quien siempre reconoció en ellos una
dedicación incondicional para sacar adelante la empresa, les guarda
138 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 139 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
38. «ALFA, una historia en construcción»
una inmensa gratitud por hacer posible que el sueño de Alfa nunca se
desvaneciera.140
De este modo, mientras Paladini atendía el tema de la
comercialización, Cecilia estaba a cargo de las tareas administrativas
y Pablito al frente de la producción, Pier Carlo que se mantenía
entre Usme y Soacha sacaba el tiempo para dedicarse a lo que más
le gustaba, que era experimentar con los materiales y «jugar con las
máquinas», con la idea de crear nuevas cosas y lograr el
perfeccionamiento de las baldosas.141 Porque por algo que se
caracterizó Baldosines Alfa fue que nunca perdió su naturaleza
originaria de laboratorio y su espíritu innovador. La planta de Soacha
era un espacio dispuesto para el desarrollo de nuevos productos,
donde el ingenio ponía a prueba la determinación de Pier Carlo y su
equipo de colaboradores para crear las condiciones técnicas que los
hiciera posible.
Así mismo, el reto que implicó poner a punto la maquinaria
importada y hacer frente a los problemas de producción relacionados
con el desperfecto de alguna de ellas o la falta de un repuesto, exigió
generar soluciones creativas sobre la marcha, así como el desarrollo
de tecnología propia para optimizar los procesos.142 Este propósito de
140 ―Estas personas siempre fueron incondicionales y gracias a la dedicación de ellos la empresa sale adelante‖, «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 141 Ibídem.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista, Bogotá, 10 de junio de 2015. 142 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖, Soacha, 2000.
hacer las cosas por sí mismo, que constituye tal vez uno de los
rasgos más significativos del espíritu innovador de Pier Carlo, estará
presente en todas las empresas que fundó, convirtiéndose en un signo
esencial y característico que forjó de espíritu empresarial de Alfa.
Este propósito por desarrollar nuevos productos fue una constante
preocupación de Pier Carlo a lo largo de su vida empresarial. Sin
duda, la idea de estar en permanente exploración y experimentación
que se promovía al interior de la firma Cuéllar Serrano Gómez lo
marcaron profundamente. De hecho, basta recordar que alrededor de
los origines de la Ladrillera Santafé, Pier Carlo pudo demostrar ese
talante de creatividad e ingenio que hicieron posible la realización de
la fábrica.
Ya veremos más adelante como gracias a este ímpetu emprendedor
surgen en la década de los setenta varias empresas industriales para
brindar a sus clientes una oferta más variada de materiales para el
revestimiento de pisos, lo que a su vez tendrá una incidencia directa
en el desarrollo que tomó Baldosines Alfa a partir de entonces,
cuando comienza a perfilarse como una empresa orientada
exclusivamente al tema de la comercialización.
Pero en 1960, con apenas cinco años de existencia, a Baldosines Alfa
le faltaba aún un largo camino que recorrer para posicionar el terrazo
en el mercado y diseñar una estrategia efectiva de comercialización.
Pier Carlo y los nuevos socios tenían claro que sí querían que la
empresa creciera se necesitaba desarrollar una campaña de
39. «ALFA, una historia en construcción»
promoción del producto para darlo a conocer en Colombia e interesar
a sus potenciales compradores.
Es así que en marzo de ese año cuando Antonio Paladini tomó las
riendas de la empresa asumió el compromiso expreso de conseguir
nuevos clientes. Puede que no tuviera experiencia en el campo de las
ventas y que por su condición de inmigrante fuera más complejo
comprender las dinámicas de los mercados locales o regionales, pero
nada de esto fue un obstáculo para enfrentar el reto y recorrer todo
el país con una baldosa de terrazo bajo el brazo.143
La estrategia era visitar las principales ciudades capitales del país y
enterarse de los obras de construcción que se estaban ejecutando o
de los planes que se proyectaban desarrollar, para luego ingeniarse la
manera de ponerse en contacto directo con los arquitectos de estos
proyectos a quienes les enseñaba personalmente el novedoso
producto. En estas correrías Antonio Paladini logró interesar a
importas firmas constructoras, mostrando un notable éxito como
vendedor.144
Este periodo coincide con un proceso de transformación en la
estructura económica nacional, en un contexto de prosperidad
económica y de políticas públicas orientadas al fomento del sector
industrial. Esta apuesta por la modernización económica de los
gobierno del Frente Nacional (1958-1974) tuvo que hacer frente a la
143 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 144 Ibídem.
incesante ola de población rural que migraba a las ciudades e imponía
en la agenda gubernamental temas sociales relacionados con obras de
infraestructura, espacio público, vivienda y servicios básicos, hacía
donde se canalizó un grueso del gasto público.145
Fue así como poco a poco la baldosa de terrazo se fue conociendo
ampliamente en el sector de la construcción y ganando terreno en el
mercado colombiano, de tal suerte que con el tiempo llegó a ser muy
popular. De igual forma la ―marca Alfa‖ comenzaba a ser reconocida
a nivel nacional y a forjar así su propia identidad como signo de
innovación y calidad. Y es precisamente en esos primeros años de la
década de los sesenta cuando Antonio Paladini tuvo la idea del logo
que conserva hasta la actualidad los trazos de su diseño original.146
En cuanto al color naranja, que es otra de las características
distintivas de Alfa, vale la pena traer a colación un hecho
anecdótico: Poco antes de que Antonio Paladini se hiciera socio de la
empresa se arrendó un local en el barrio La Capuchina, del centro de
Bogotá, para la primera sala de ventas.147 Así que cuando Pier Carlo
fue a conseguir la pintura para la decoración del lugar, en el almacén
que visitó no encontró el color pensado en la cantidad requerida y
145 Urrutia, Miguel (Editor). 40 años de desarrollo, su impacto social, Banco Popular
FEDESARROLLO, Bogotá, 1990, p. 38.; Palacios, Marco. Entre la legitimidad y la violencia, Colombia 1875-1994, Grupo Editorial Norma, Santafé de Bogotá, Marzo de 1998 [1995], pp. 241-242. 146 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Dávila Díaz-Granados. Entrevista… Op. Cit. 147 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit.
40. «ALFA, una historia en construcción»
preguntando qué otro había para cubrir dicha cantidad, tal parece
que lo único que encontró fue pintura para oxido, que decidió
comprar. 148 El resultado fue un tono anaranjado en las paredes del
nuevo local, color frente al cual Pier Carlo sostendría que: «No podría
ser tan feo, después de todo era parecido a mi Chevrolet Belair que
debí canjear por una parte de la empresa.» 149
De igual modo, Baldosines Alfa contó con su primera oficina en el
cuarto piso del moderno edifico Seguros Bolívar, sobre la carrera
décima en el centro de Bogotá, que había sido inaugurado en el año
de 1956, una obra que no está de más señalar fue construida por la
firma Cuéllar Serrano Gómez en asocio con el arquitecto Gabriel
Largacha y en la que participó Domenico Parma.150 Allí fue el centro
de las actividades administrativas y comerciales de Baldosines Alfa
por cerca de 20 años, cuando en 1977 se trasladaron a la actual sede
en la Avenida Caracas con calle 35, en el tradicional barrio de
Teusaquillo.
Por esa época Pier Carlo conocería a quien sería su futura esposa, una
de las hermanas menores de Rosa Dávila Díaz-Granados que estaba
casada con su socio Marcelo Pacini. Cecilia, que así se llamaba, era
para entonces una adolescente que estaba terminando sus estudios
148 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit. 149 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 150 Vargas Caicedo, Hernando. ―El desarrollo de la edificación en concreto armado en Colombia‖… Op. Cit., pp. 67-68.; ―Edificios de la décima serían patrimonio‖. En: Archivo Digital El Espectador, 1° de marzo de 2009. (http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso122844-edificios-de-decima-serian-patrimonio)
de bachillerato en Nueva York y durante su temporada de vacaciones
venía al país, en compañía de otra hermana, para visitar a su familia
que residía en Santa Marta. Como la primera parada en Colombia era
Bogotá, recuerda Pier Carlo que un día de 1959 Rosa «me pidió que
las sacara a cine esa noche, y después de hacer todo lo posible, sin
resultados de evadir el compromiso, me tocó salir. Deben entender
que las hermanitas tenías 17 (Ceci) y 15 años, y yo 32. Ese día cambió
mi vida. Cuando entré a la casa de Rosa, vi a una niña bailando al
ritmo de un radio y así sencillamente me enamoré.»151
Sin duda la belleza e inteligencia de Cecilia lo habían cautivado y Pier
Carlo, que nunca se daba por vencido fácilmente, se dio a la tarea de
conquistarla: «Esto no fue fácil. Me toco realizar varios viajes a New
York, montar seis horas a caballo con mi futuro suegro en un calor
infernal, mandar un operario de la fábrica a Santa Marta para que le
entregara una carta a Cecilia, pues me había dicho que no había
correo en Santa Marta, y si no hubiera sido por mi suegra, tal vez
hubiera desistido.»152
Cecilia Dávila supo desde que lo conoció la fascinación que tenía por
las máquinas, su espíritu emprendedor y ese compromiso denodado
por el trabajo. Así que no le resultaba extraño cuando recién
casados, Pier Carlo llegaba a la casa a media noche, lleno de grasa y
aceite de pies a cabeza, porque se había quedado en la Ladrillera
Santafé reparando el desperfecto en alguna máquina. Igualmente
151 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 152 Ibídem.
41. «ALFA, una historia en construcción»
recuerda que por esa época iba con frecuencia a las oficinas de
Baldosines Alfa, en el edificio Seguros Bolívar, donde les colaboraba a
Antonio Paladini y Cecilia Acosta a llevar las cuentas de la
empresa.153
Sin embargo, ella que se dedicó a su desarrollo profesional como
pedagoga y trató de no involucrarse en los negocios de su marido, fue
sin duda el soporte fundamental para la realización de Pier Carlo
como empresario, como así él mismo llegó a reconocerlo: «Cecilia fue
mi verdadera socia, sin ella no hubiera logrado hacer todo lo que
hice».154 Y es que esa comprensión de Cecilia, unido al apoyo que le
prestó su familia en Italia, fue definitiva en los momentos aciagos en
que Baldosines Alfa parecía condenado al fracaso. Muchas veces Pier
Carlo se vio obligado a disponer íntegramente de su sueldo en la
Ladrillera Santafé para cubrir la nómica de Alfa.155
Ahí está el caso de Federico Boggio, quien nunca desamparó a Pier
Carlo, mucho menos ahora que se había casado y tenía una hija de
brazos, quien dispuso repartir sus bienes en vida y propuso a sus hijos
conformar una sociedad en la que todos tuvieran participación en los
negocios familiares tanto en Italia como en Colombia. Con ello don
Federico intentaba brindar a Pier Carlo una especie de seguro por si
sus negocios en América no prosperaban, con la idea de que si
regresaba a Italia con su esposa e hijos contara con los mismos
153 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit. 154 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit. 155 Ibídem.; Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.
derechos que Vittorio y Franco en el legado empresarial de la
familia.156
Respecto a Baldosines Alfa, este pacto entre los hermanos Boggio
Bertinet implicó una redistribución de la participación que tenía Pier
Carlo en la empresa, y la parte que le correspondía la cedió a nombre
de su esposa Cecilia Dávila. Aquí es importante señalar que no es fácil
hacer un seguimiento pormenorizado de la participación de cada
socio a lo largo de la década de 1960, ni cuando Marcelo Pacini vende
la suya o Antonio Paladini cede una parte de la suya a su esposa
Giovanna Lovari, quien a su vez en 1967 cede una parte a su hermano
Umberto Lavari y a su cuñada Nelly del Re de Lovari.157
A continuación presentamos un cuadro que permite hacernos una idea
de cómo estaba distribuida la participación de los socios de
Baldosines Alfa a finales de 1967, cuando su gerente aún seguía
siendo Antonio Paladini y el suplente Pier Carlo Boggio:
156 Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.; Ramírez Dallos, German Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 157 ADLA Certificado de la Cámara de Comercio de Bogotá a nombre de la sociedad Baldosines Alfa Ltda., expedido el 22 de marzo de 1967, f. 1v.; Ibíd. Certificado de la Notaría Cuarta del Circuito de Bogotá, expedido el 31 de agosto de 1967, f. 1r.
42. «ALFA, una historia en construcción»
Distribución de la participación de los socios en
Baldosines Alfa Ltda. Agosto de 1967
Socio Cuotas Capital
Cecilia Dávila de Boggio 3.000 $30.000
Victorio Boggio 3.000 $30.000
Franco Boggio 3.000 $3.000
Antonio Paladini 2.250 $22.500
Giovanna Lovari de Paladini 2.250 $22.500
Umberto Lavari 2.250 $22.500
Nelly Del Re de Lovari 2.250 $22.500
18.000 $180.000 Fuente: Certificado de la Notaría Cuarta del Circuito de Bogotá expedido el 31 de agosto de
1967
Como veremos en el capítulo siguiente, con el surgimiento de Alfa
Gres S.A. en octubre de 1971, Pier Carlo vio la oportunidad de
fortalecer las operaciones comerciales de Baldosines Alfa y
aprovechar sus canales de venta para promocionar las tabletas y
tablones de gres, queriendo salvar de algún modo a la nueva empresa
de las contingencias derivadas de conseguir clientes y focalizarla en
el tema de la producción.
De este modo Baldosines Alfa, que era dueño del 20 % de las acciones
de Alfa Gres, comenzaba a perfilar su vocación comercial
propiamente dicha hasta que en 1976, con la constitución de Terrazo
de la Sabana Ltda., se le quita su función como empresa productora y
se concentra definitivamente en las operaciones comerciales.158
158 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit.
Capítulo 11. Origen y constitución de Alfa Gres S.A.159
La idea de fabricar tabletas y tablones de gres, o por lo menos un
producto mucho más resistente para los pisos diferente al baldosín
con retazos de mármol, que era el famoso ―terrazo‖ que se producía
en Baldosines Alfa, debió comenzar a rondar por la cabeza de Pier
Carlo Boggio hacía finales de la década de los sesenta. La
familiaridad y el conocimiento que había adquirido a lo largo de los
últimos años gracias al trabajo con la arcilla para hacer ladrillos, le
había permitido reconocer las características especiales de este
material en los yacimientos de Soacha. Recordemos que para esa
época la Ladrillera Santafé había comprado una pequeña ladrillera
(ELASA) en dicha zona y muy cerca funcionaba la planta de
producción de Baldosines Alfa.
El gres tiene su origen a principios de la era cristiana en China, donde
se construyeron hornos de gran capacidad para soportar altas
temperaturas, permitiendo la obtención de un material cerámico
mucho más resistente. Por eso no resulta extraño que en China,
gracias al refinamiento gradual del proceso de elaboración del gres
por varios siglos, haya logrado encontrar la fórmula para producir el
159 La razón social con que se constituyó la empresa fue ―Alfa Gres‖, nombre con el que aparece registrado en todos los documentos legales hasta noviembre de 1983 cuando su denominación cambió a ―Alfagres‖, que se mantiene hasta el presente. En el texto se ha querido conservar esta distinción porque sirve para indicar de alguna forma un cambio y el comienzo de una nueva etapa en el desarrollo de la empresa, que se enmarca en el contexto de lo que se ha denominado la ―Edad de Oro de ALFA‖.
43. «ALFA, una historia en construcción»
adelanto más importante en la historia de la cerámica como lo fue la
porcelana. Un material que llamó la atención de Marco Polo cuando
visitó esta parte del mundo a finales del siglo XIII, trayendo de vuelta
a Europa algunas piezas que dejaron perplejos a reyes y príncipes.160
Aunque la tradición europea atribuye el descubrimiento del gres a la
condesa Jackeline de Baviera en 1424, lo cierto es que era una
tecnología proveniente del lejano oriente. Los vestigios más antiguos
de artículos de gres en Europa se remontan al siglo XII, en la región
del Rin, en la actual Alemania, desde donde comienza su difusión dos
siglos después. Con relación a la porcelana china hay que anotar que
en un principio fue un enigma y concentró el trabajo de muchos
alfareros y varios alquimistas en su afán por reproducirla. Así que ya
en el siglo XVI se producían excelentes piezas cerámicas de gres,
extendiéndose su tecnología por toda Europa.161 En Italia este
material era conocido como ―Klinker‖, y de él seguramente tendría
noticias Pier Carlo mucho antes de incursionar en su producción en
Colombia, a partir de su experiencia en la fabricación de ladrillos.162
Los principios para la elaboración de una tableta de gres son muy
similares a los empleados para hacer ladrillos, pero las cualidades de
160 ―Materiales Cerámicos‖. Serie Materiales y Materia Prima, Programa de Televisión, Canal Encuentro, Argentina, 2010. https://youtu.be/lf18OV9qI8w) 161 Ibídem.; Sánchez Munévar, Ricardo. Alfagres S.A.: Diagnóstico y Recomendaciones (Trabajo de Grado) Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 3 de mayo de 1982, p. 19. 162 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Boggio-Bertinet, Andrea. Entrevista… Op. Cit.
la arcilla en cada caso es diferente y las etapas del proceso
productivo exigen características tecnológicas distintas.163 Así que
partiendo de la tecnología del ladrillo, el desafío consistía en su
sofisticación para lograr una molienda de arcilla mucho más fina y de
este modo lograr sacar, con una máquina similar a la que se utilizada
para extruir ladrillos, una tableta de baja absorción, con mayor
dureza y durabilidad.164
Es así que bajo el más absoluto secretismo, Pier Carlo, con el auspicio
de José Gómez Pinzón, conformó un equipo con trabajadores de su
más entera confianza para realizar las primeras pruebas con la arcilla
en las instalaciones de la Ladrillera Santafé e incluso en su residencia
al norte de Bogotá donde había construido un pequeño horno.165
Entre sus colaboradores se destacaría Alberto Ospina Carreño, para
entonces un joven estudiante de último semestre de universidad y en
busca de nuevos horizontes, quien aportó sus conocimientos, pasión,
talento y dedicación en la maduración de la idea, el diseño de la
planta y el desarrollo ulterior de Alfa Gres.
Alberto Ospina era un estudiante dedicado que combinaba su
formación universitaria con un trabajo que había conseguido en la
Chrysel-Colmotores desde que cursaba cuarto semestre, pero al
acercarse al final de su carrera comenzó a pensar en la idea de
163 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Bertinet, Pier Carlo… Op. Cit. 164 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 165 Plazas, María Teresa. Entrevista grupal… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
44. «ALFA, una historia en construcción»
emprender su propio negocio o por lo menos vincularse a una
empresa más pequeña que le permitiera ganar experiencia en
distintas áreas. Así se lo manifestó alguna vez a Antonio Paladini, que
era amigo suyo y con quien compartía la afición por el
aeromodelismo, y del que recuerda haber oído hablar por primer vez
de Pier Carlo e incluso visitar la fábrica de Baldosines Alfa mucho
antes de conocerlo.166
Cuando los presentaron, a Pier Carlo debió llamarle la atención la
personalidad del joven universitario y el ímpetu por emprender
nuevas cosas, que no dudó tenerlo en cuenta para su ―proyecto
secreto‖ que apenas estaba en su fase de experimentación. Fue así
como Alberto Ospina se vinculó a la Ladrillera Santafé, con el
propósito manifiesto de Pier Carlo de destinarlo a dicho proyecto,
pero antes era necesario ponerlo a prueba, que se familiarizara con
el proceso de trabajar con la arcilla, que era fundamental para el
objetivo que se pretendía alcanzar, en suma que el joven Alberto
«aprendiera como era el barro, se acostumbrara al barro», donde
tuvo la oportunidad de demostrar con creces su gran talento e
ingenio que lo llevaron más adelante a convertirse en el gerente de
planta y luego general de Alfa Gres.167
El interés de Ospina por conocer más del tema lo llevó, junto a su
compañero de estudios Álvaro Romero, quien también se vincularía
166 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 167 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio»… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
luego a la Ladrillera Santafé, a desarrollar para la clase de ―Estudio
de Proyectos‖, en el último semestre de ingeniería industrial en la
Universidad de América, el diseño de una planta para la producción
de gres.168 Curiosamente el trabajo presentado fue rechazado por los
docentes que lo revisaron ya que consideraron que el estudio de
mercadeo no estaba bien sustentado y porque el producto que se
ofrecía no tenía, en teoría, aceptación en el mercado nacional.169
Y es que ciertamente el gres que se comercializaba en ese entonces
en el país era producido por Tubos Moore, una fábrica fundada por el
bogotano de ascendencia inglesa Plantagenet Moore a principios del
siglo XX y que además producía tejas, tubos y ladrillos.170 El tablón
que vendían tenía la particularidad de ser brillante, lo que lo hacía
muy atractivo al consumidor, pero en realidad no era propiamente
gres ya que tenían una absorción muy alta. Este brillo se lograba
gracias al proceso de cocción de la arcilla en hornos tipo colmena.
Pero esta arcilla estaba mezclaba con sal, que contiene cloruro de
sodio, lo que al someterla a altas temperaturas liberaba el cloro a la
atmosfera que combinado con el hidrogeno del aire es altamente
contaminante y el sodio que queda en el horno pegándose en una
168 Romero, Álvaro. Entrevista grupal… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 169 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 170 ―Tubos, Moore, la primera fábrica de tubos gres, entró a liquidación obligatoria‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 21 de junio de 2007. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-3605798).
45. «ALFA, una historia en construcción»
de las caras del tablón, formando así una fina película, como de
esmalte, que la que le daba un brillo particular.171
Por el contrario, las pruebas realizadas por Pier Carlo Boggio y
Alberto Ospina daban como resultado un tablón sin esa película
brillante, pero de una absorción muy baja, de casi cero, lo que lo
hacía muy resistente. Ahora bien, aunque era posible lograr un tablón
con menos de un 1 % de absorción, el proceso para su producción era
demasiado lento haciéndolo inviable en términos económicos, por sus
costos tecnológicos. Pero esto no fue motivo para sentirse frustrados,
ya que se podía de todos modos conseguir tablones en el rango del 4
y 6 %, lo que seguía siendo bastante bueno y con proceso más
rápido.172 Sin embargo, las virtudes de un tablón de estas
características, mucho más resistente y durable, no fue por sí mismo
una garantía para asegurar un éxito inmediato cuando salió al
mercado.
La preferencia por el tablón de película brillante que producía Tubos
Moore dominaba el mercado nacional sin competencia alguna. Ganar
terreno en este contexto no fue una tarea fácil, pero una vez se fue
reconociendo las cualidades de los tablones de Alfa Gres, lograría
cambiar la tendencia a su favor. Pero esto tomó tiempo, a lo que se
sumaría los planes de la nueva empresa para entrar en el mercado
171 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 172 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.
Internacional, porque sí algo estaba claro cuando se constituyó Alfa
Gres, fue la apuesta por exportar su producto.173
Es a principios de la década de 1970 cuando la idea comienza a tomar
forma y se hacen los primeros diseños de lo que sería la planta de
gres, donde la participación de Alberto Ospina fue fundamental.
Incluso se tenían ya visto un terreno en Soacha donde podría
funcionar la fábrica, muy cerca de la planta de producción de
Baldosines Alfa y con la ventaja de estar relativamente próximo a los
yacimientos de arcilla para explotar. De este modo, mientras los
diseños se perfeccionaban y los resultados de los experimentos daban
buenos resultados, vino la tarea de conseguir recursos e interesar a
los futuros socios.
Sin duda entre los primeros inversionistas encontramos a José Gómez
Pinzón, uno de los más entusiastas patrocinadores de la idea,
prestando su concurso desde un principio y facilitando lo medios para
que se realizaran los primeros experimentos en las instalaciones de la
Ladrillera Santafé, lo que fue un gran estímulo y apoyo para Pier
Carlo. Pero más allá de su contribución en capital, que no superó el
3,5 %, su participación y presencia en un proyecto de estas
características fue un respaldo fundamental, especialmente en la
primera etapa de desarrollo de la empresa, por su conocimiento, el
reconocimiento, la credibilidad, admiración y respeto que de él se
tenía en el sector industrial del país.174
173 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 174 Ibídem.; Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.
46. «ALFA, una historia en construcción»
El grueso de la inversión corrió por cuenta de Baldosines Alfa con el
20 % y Pier Carlo Boggio con el 21,5 %, lo que representaba cerca del
41,5 % del capital inicial.175 Otro de los grandes inversionistas fue
Giovanni Serventi (10 %), un italiano que junto a su hermano Emilio
que Pier Carlo había conocido en su paso por Caracas en 1952,
eran representantes del Banco Francés e Italiano de Colombia, una
institución financiera de capital extranjero que se estableció en el
país en 1920 y funcionaba como una sucursal la Banque Francaise et
Italienne pour L’Amerique Du Sud, que a su vez era propiedad de la
Banca Commerciale Italiana y la Banque de Paris et Des Pays Bas.176
También tuvo como accionista inicial a Inversiones Atlas S.A. (10 %),
una institución financiera nacional constituida en 1962, cuyo
representante legal era Manuel Pardo Umaña, un reconocido
ingeniero civil en el sector de la construcción, co-fundador de la
sociedad de arquitectos Pardo, Restrepo y Santamaría, que como
CUSEGO contribuyó a la modernización urbana de Bogotá, y de la
empresa Central de Mezclas.177 El 35 % restante estaba distribuido en
siete socios unipersonales, como se relaciona en el cuadro que se
presenta más adelante con la distribución accionaria, el número de
acciones, así como el capital suscrito y pagado efectivamente por
cada uno, haciendo la salvedad que en la lista aparecen los nombres
175 ADLA Escritura Pública N° 1.194 de la Notaría 11 del Círculo de Bogotá, 8 de octubre de 1971. 176 ―Sudameris: 75 años‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 28 de noviembre de 1995. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-466843); Dávila Díaz-Granados, Cecilia. Entrevista… Op. Cit. 177 ADLA Escritura Pública N° 1.194… Op. Cit.
de Vittorio y Franco Boggio, cada uno con una participación del 7,5 %,
en razón del pacto de familia que aún estaba vigente entre los
hermanos, y que se da por entendido fue cubierto por Pier Carlo
Boggio.
Fue así que el 8 de octubre 1971 se constituyó legalmente Alfa Gres
como una sociedad anónima, con domicilio en Bogotá y la facultad
para abrir sucursales y agencias en Colombia o en extranjero. El
capital autorizado por la Superintendencia de Sociedades Anónimas
ascendía a $10.000.000, divididos en 1.000.000 de acciones con un
valor nominativo de $10 cada una.178 Según sus estatutos, el objeto
principal de la empresa era inicialmente: «la exploración y
explotación de minerales, metálicos o no; el tratamiento o beneficio
y transformación de los mismos y la venta, en el país o en el exterior
de esos minerales o de los artículos fabricados con ellos».179
Concurrieron a la diligencia notarial Pier Carlo Boggio, en nombre
propio y en representación legal de Baldosines Alfa Ltda., de sus
hermanos Vittorio y Franco, así como del italiano Orazio Spada que
residía en la ciudad de Cali; el ingeniero Manuel Pardo Umaña,
como gerente de Inversiones Atlas S.A.; Emilio Serventi apoderado de
su hermano Giovanni, y en su propio nombre el resto de los socios, a
saber, los industriales: Hernán Gómez Gómez, Arturo Aparicio
178 Ibíd., f. 2v. 179 Ibíd., f. 2r.
47. «ALFA, una historia en construcción»
Jaramillo, Carlos Martínez, José Gómez Pinzón, Manuel Rincón,
Fernando Caballero y Carlos Orjuela A.180
Del millón de acciones autorizadas fueron emitidas inicialmente cien
mil, es decir el 10 %, de las cuales los socios manifestaron haber
suscrito y pagado la quinta parte, o sea $200.000; el saldo faltante se
comprometieron hacerlo efectivo en cuatro cuotas en los meses de
octubre, noviembre y diciembre de ese año y una última cuota el 30
de enero de 1972.181
A continuación se presenta un cuadro detallado con el nombre de
cada socio, su participación accionaria, con el valor correspondiente
y el dinero pagado hasta el momento:
Participación Accionaria Socios Fundadores
Alfa Gres S.A. Octubre de 1967
Accionistas % Acciones Suscritas
Baldosines Alfa Ltda. 20 20.000
Pier Carlo Boggio 14 14.000
Giovanni Serventi 10 10.000
Inversiones Atlas S.A. 10 10.000
Franco Boggio Bertinet 7,5 7.500
Vittorio Boggio 7,5 7.500
Arturo Aparicio Jaramillo 6,5 6.500
Hernán Gómez Gómez 6,5 6.500
Carlos Martínez 5 5.000
180 Ibíd., ff. 1r-2r. 181 Ibíd., f. 3r.
Orazio Spada 5 5.000
José Gómez Pinzón 3,5 3.500
Manuel Rincón 2 2.000
Fernando Caballero 1,5 1.500
Carlos Orjuela A. 1 1.000
Total 100 100.000 Fuente: Escritura Pública N° 1.194 de la Notaría 11 del Circuito de Bogotá, 8 oct. 1977, f. 2v-3r.
La primera Junta Directiva que se nombró estaba integrada por cinco
miembros principales con sus respectivos suplentes, entre los
primeros figuraban tres socios (Hernando Gómez Gómez, Carlos
Martínez y Giovanni Serventi), Antonio Paladini, que actuaba como
gerente de Baldosines Alfa, y Jorge Santamaría. En el grupo de los
suplentes figuraban cuatro socios (Pier Carlo Boggio, Carlos Orjuela,
Manuel Rincón, Fernando Caballero), además de Emilio Serventi,
quien actuaba como apoderado de su hermano. Como gerente
principal se designó a José Gómez Pinzón y como suplentes Pier Carlo
Boggio y Fernando Caballero.182 Esta estructura de gobierno no sufrió
modificaciones sustanciales a lo largo de los dos años siguientes y se
caracterizó por ser muy dinámica y dedicada para sacar adelante Alga
Gres durante su primera etapa de desarrollo.
El costo proyectado para la construcción de la planta fue de
$19.500.000, que se esperaban cubrir en parte con el capital
invertido por los socios y completado con la financiación externa, a
través de un préstamo al First National City Bank, que representaba
182 Ibíd., f. 11v.
48. «ALFA, una historia en construcción»
más del 50 % de la inversión. Fue un préstamo en dólares que se
canalizó a través de dos líneas de crédito, una parte por el Fondo de
Inversión Pública (FIP) y otro por una institución internacional. Para
rebajar costos de importación de la maquinaria se aprovechó los
beneficios que ofrecía el gobierno nacional para el fomento de las
exportaciones, y en este sentido Fernando Caballero gestionó
personalmente ante el Instituto de Comercio Exterior (INCOMEX) un
contrato «con el compromiso de exportar productos por valor de
US$1.550.000.oo en 5 años contados a partir de julio de 1973, a
cambio de lo cual Incomex permite la importación, libre de
impuestos especiales y de depósitos previstos, de todo el equipo
necesario para la planta de Alfa Ges.»183
Ya veremos en el capítulo siguiente los problemas que acarrea este
crédito en dólares por el costo elevado de los intereses y los
inconvenientes a nivel técnico y productivo para cumplir los
compromisos de exportación contraídos con el INCOMEX. Por lo
pronto se tuvo que atender el primer escollo de orden legal que hizo
demorar la expedición de la licencia definitiva de funcionamiento, ya
que la Superintendencia de Sociedad objetaría varios artículos de los
estatutos que tuvieron que ser modificados.184 Pero esto era un
problema menor y aún había margen de tiempo mientras su gerente,
José Gómez Pinzón, y varios de los socios hacían lo propio para
183 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 2, Bogotá, 3 de mayo de 1972, p. 3. 184 Resolución N° 2410 de la Superintendencia de Sociedades expedida el 12 de junio de 1972. Citada en el Acta N° 2 de la Asamblea General de Accionistas del 28 de marzo de 1972, p. 13.
atener las diligencias administrativas, mientras Pier Carlo Boggio y
Alberto Ospina Carreño se concentraban en el montaje de la planta
de gres en Soacha, que duró cerca de dos años.
49. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 12. Desarrollo de Alfa Gres S.A. y su alianza comercial
con Baldosines Alfa Ltda.
Una vez constituida la sociedad el 8 de octubre de 1971 comenzó el
trabajo del montaje de las instalaciones físicas de la planta que tardó
cuatro meses y cerca de año y medio más poner en marcha la fábrica.
Antes fue necesario adquirir nuevos predios, concretar las fuentes de
financiación y contratar la maquinaria. En cuanto al terreno la
sociedad contaba desde un principio con un lote en el municipio de
Soacha. No obstante, como las dimensiones parecieron insuficientes,
José Gómez Pinzón y Pier Carlo Boggio se encargaron personalmente
de inspeccionar y negociar la compra de nuevos predios.
Fue así que en julio de 1972 se iniciaron las negociaciones con María
Teresa Clerici de Cenami Spada para la compra de un terreno
contiguo de 30.442,6712 m2. El precio acordado fue de $600.000, el
cual fue pagado en parte con acciones de Alfa Gres y otra en dinero
para ser cancelado en el plazo de un año. Como el terreno mediaba
con Baldosines Alfa se le reservó una sexta parte que pagó en
efectivo.185 Un mes más tarde, cuando las instalaciones físicas de la
planta ya estaban prácticamente listas, la Junta Directiva autorizó la
compara de otros dos lotes aledaños por un valor de $300.000 a la
sociedad Vima Ltda., con lo que se añadían 18.396,6412 m2 más y les
permitió disponer del recurso hídrico que ofrecía el río Bogotá.186
185 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 17 de julio de 1972, p. 3. 186 Ibíd., Acta N° 5, Bogotá, 25 de agosto de 1972, pp. 13 y 15.
Más adelante, en el año de 1974, se hicieron nuevas adquisiciones, la
primera fue un lote ofrecido por Alberto Vargas y avaluado en
$600.000 a cambio de recibir en pago acciones de Alfa Gres, pero
como aún habían dos millones de acciones en cartera no se creyó
conveniente la emisión de nuevos títulos, así que se le ofreció la
posibilidad de comprar la participación de Mario Rincón, quien había
manifestado a la Junta Directiva su intención de vender las suyas,
como efectivamente ocurrió.187 Posteriormente, cuando surgió la idea
de conectar la fábrica con la línea férrea, como veremos más
adelante, se adquirió un lote de terreno de 30.963 varas cuadradas
(sic) «para facilitar el almacenamiento del material, para la
construcción del apartadero [del ferrocarril] y para futuras adiciones
en las instalaciones de la fábrica.»188
El montaje físico de la planta comenzó en abril 1972 y consistía de un
pabellón cubierto de 5.000 m2 donde funcionaría la planta de gres,
con una «Bodega cubierta de piso de cemento con área de 500 m2,
necesaria para el almacenamiento de material empacado en cajas de
cartón; construcción de 2.140 m2 de pisos utilizando el retal del
material de gres, para el almacenamiento del tablón y que facilita el
manejo del mismo así como su control». Así mismo se dispuso una
187 Ibíd., Acta N° 8, Bogotá, 22 de febrero de 1974, p. 23. 188 Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 5, Bogotá, 7 de marzo de 1975, p. 51.
50. «ALFA, una historia en construcción»
parte para el área administrativa, con sus correspondientes oficinas
de gerencia, contabilidad, despacho y archivo.189
La obra fue encargada a la sociedad Del Hierro & Compañía, quien
cumpliendo con el cronograma concluyó su trabajo a mediados del
mes de agosto de 1972, con lo cual se pudo iniciar la construcción del
horno, que junto al montaje de las máquinas, estuvo listo en junio de
1973.190 Valga la pena señalar que el horno, de unos 60 metros de
longitud, fue hecho íntegramente con materiales nacionales e
ingeniería propia, empleando principalmente ladrillos refractarios
producidos por la Ladrillera Santafé.191
Para sufragar los gastos de la compra de terrenos y el montaje de la
planta se contaba con el capital comprometido por los socios y un
crédito conseguido a través de la Línea FIP, autorizado por el Banco
de la República, por cuatro millones de pesos, para lo cual se
hipotecó los terrenos y edificios.192 Para la financiación de la
maquinaria importada se pensó inicialmente en el Plan KfW, que
189 Ibíd., Acta N° 2, Bogotá, 28 de marzo de 1973, p. 13.; Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 17 de julio de 1972, p. 7.; Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 5… Op. Cit., p. 47. 190 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 2, Bogotá, 3 de mayo de 1972.; Ibíd., Acta N° 3… Op. Cit., p. 7. 191 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 6, Bogotá, 22 de diciembre de 1972, p. 17. 192 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 4, Bogotá, 4 de agosto de 1972, p. 11.
promovía el gobierno Alemán, pero como el trámite en las entidades
públicas colombianas era muy lento y ante la premura que había por
su importación, se solicitó un crédito al First National City Bank por
UD$325.000, dando como garantía la maquinaria, préstamo que sirvió
además para cubrir el flete marítimo y los seguros.193
Como se había comentado en el capítulo anterior, Alfa Gres
aprovechó los beneficios económicos que brindaba el gobierno
nacional en su política de fomento a la industria colombiana,
logrando una exención aduanera que le otorgó el Ministerio de Minas
y Petróleo por ser una empresa minera, además de beneficiarse de la
ley ―Sobre régimen de cambios internacionales y de comercio
exterior‖, que les permitía utilizar parte de las divisas, por su
eventual actividad exportadora, para cubrir el crédito de la
maquinaria importada, además de quedar libres del pago de
impuestos especiales y de depósitos previos. Estas gestiones fueron
realizadas por Fernando Caballero y Alfa Gres se comprometió a
exportar en el término de cinco años el valor de UD$1.550.000.194
Una vez surtidos todos los trámites legales, la maquinaria importada,
que era básicamente traída de España y consistía en una extrusora
para tablones y otra para tabletas, llegó a puerto colombiano en
193 Ibídem. 194 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 2, Bogotá, 3 de mayo de 1972, p. 3.; Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 2… Op. Cit., p. 13.
51. «ALFA, una historia en construcción»
diciembre de 1972 y al año siguiente se trasladó a Soacha.195 En junio
de 1973 se inició la etapa de pruebas preliminares y el 9 de julio se
encendió el horno. «El 27 de julio se produjo el primer carro en
salida del horno, con material tablón de 33x33, procesando así un
cantidad de 17,6 toneladas de arcilla cada 24 horas. // Durante el
mes de agosto y septiembre se produjo tablón de 33x33, y tableta
catalán (…) A finales del mes de octubre se inició con la línea de
tablón de 33x20, y en noviembre se puso en marcha el de 30x15,
habiéndose descontinuado el anterior.»196 En 1974 se adquirió una
troqueladora para tabletas y en 1975 se incorporó una máquina
rectificadora para el tablón, además de instalar un sistema
neumático para el prensado de las tabletas.197
En todo el proceso de instalación de la planta, construcción del horno
y montaje de las máquinas estuvo al frente el joven ingeniero Alberto
Ospina Carreño, quien se convirtió en el primer Gerente de Planta
con que contó Alfa Gres. Su compromiso, entrega y dedicación para
sacar adelante la fábrica en su etapa inicial le merecieron el
reconocimiento y la admiración de Pier Carlo Boggio, quien no dudó
en proponer su nombre ante la Junta Directiva para reemplazar a
José Gómez Pinzón en la Gerencia General. De esta forma Alberto
Ospina asumió el cargo el 1° de agosto de 1974 con el reto de sacar
195 Nier, Luis Augusto. ―Reseña histórica Alfagres S.A.‖, Soacha, Octubre de 2001.;
ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 6… Op. Cit., p. 17. 196 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, pp. 25 y 27. 197 Ibíd., Acta N° 6, Bogotá, 17 de marzo de 1976, p. 67.
adelante la empresa, haciendo frente a los desafíos en el área de la
producción, especialmente en lo que se refería a los problemas de
calidad del producto pensando en el mercado exterior y de este modo
cumplir con los compromisos de exportación pactados con el
Incomex.
En cuanto a las características del gres que se producía no había
ningún inconveniente. Como vimos en el capítulo anterior, gracias a
las características especiales de la arcilla utilizada se obtenía un
producto con muy baja absorción, casi tan duro como el granito,
gracias a que la mezcla del material era muy compacta y extruida al
vacío, lo que permitía sacarle todo el aire a la masa. Las tabletas que
se fabricaban en Alfa Gres eran muy similares a las de ―rasilla‖ que
se hacían en España y que se empleaban en las azotas de los
edificios, pero con la diferencia que mientras allá podían lograr una
absorción mínima del 12 %, en la planta de Soacha llegaban a menos
del 1 %. Con el tablón hubo mayores dificultades ya que era mucho
más grande y pesado, lo que ocasionaba un mayor porcentaje de
roturas y desperfectos con relación a la tableta. Esta falta de
homogeneidad en el producto final llevó a clasificar el material en
tres categorías según su calidad.198
Pier Carlo Boggio, ya con 48 años de edad y teniendo en cuenta la
experiencia de la Ladrillera Santafé y de Baldosines Alfa, sabía
perfectamente que el comienzo de todo emprendimiento implicaba
198 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 11, Bogotá, 31 de mayo de 1974, p. 31.
52. «ALFA, una historia en construcción»
superar una suerte de desafíos que estaban a la orden del día. Aquí,
como en las dos experiencias anteriores, se fraguó un espíritu de
familiaridad y trabajo que fue fundamental para sacar la empresa
adelante. Frente a los problemas técnicos y de calidad del producto,
que tanto preocupaba a los socios, era optimista porque confiaba en
el trabajo que estaba realizando Alberto Ospina y el compromiso de
los empleados de la fábrica. Así se los hizo saber en una de las
reuniones periódicas de Junta Directiva, cuando los tranquilizó
diciéndoles que: «se están estudiando varios sistemas para obtener
una calidad de selección, contando con el espíritu elevado que
reina en la fábrica, en donde se ha logrado introducir una mística
que está perfilando esta empresa joven manejada por gente
joven, que busca presentar al país y poder exportar un producto de
indiscutible calidad.»199
Sin embargo, no fue tarea fácil obtener un producto de color
uniforme, cara plana y lados simétricos que cumpliera con las
características de calidad para el mercado internacional. Esto exigió
del ingenio técnico y de la habilidad propia para ajustar la
maquinaria y mejorar el proceso productivo identificando los puntos
críticos y ofrecer soluciones. En este sentido el control de calidad del
producto se convirtió en una exigencia que se hacía primero en la
máquina, luego en el endague del material en los carros antes de
ingresar al horno y finalmente después de la cocción donde el control
se hacía unidad por unidad. Estas actividades, que requerían de un
199 Ibídem.
cuidado especial, las desarrollaban exclusivamente las cerca de 30
mujeres trabajadoras con que contó inicialmente la planta.200
Con relación a la actividad comercial, José Gómez Pinzón y Pier Carlo
Boggio pretendieron desde un comienzo librar de esta carga a Alfa
Gres y encomendarle esta tarea a Baldosines Alfa, aprovechando su
trayectoria de diez años comercializando su baldosa de terrazo, sus
canales de venta, experiencia y sus relaciones dentro del sector de la
construcción nacional. En este sentido los gerentes de ambas
empresas, a saber José Gómez Pinzón de Alfa Gres S.A. y Antonio
Paladini de Baldosines Alfa Ltda., negociaron un contrato de
distribución exclusiva que se suscribió el 3 de mayo de 1973 y que
entró en vigencia una vez la planta comenzó a producir.201
Esta circunstancia determinaría el destino empresarial de Baldosines
Alfa a futuro, orientado principalmente a la actividad comercial.
Recordemos que en el año de 1976 se constituiría la sociedad Terrazo
de la Sabana Ltda., con lo cual Baldosines Alfa perdía su naturaleza
de empresa productiva y se convertía en una empresa
comercializadora.202 De tal modo, que con el surgimiento de
Derivados del Mármol y Alfatextil en febrero y septiembre de 1977,
respectivamente, la actividad comercial se concentra en una sola
empresa y sería manejada de manera independiente de las otras
200 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 11… Op. Cit., p. 33. 201 Ibíd., Acta N° 7, Bogotá, 12 de marzo de 1973, p. 19.; Ibíd. Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 6… Op. Cit., p. 69. 202 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit.
53. «ALFA, una historia en construcción»
empresas, cada una especializada en la producción de baldosas,
tablones y tabletas, pisos de mármol y alfombras.
De los 123.869 m2 de material de gres producido entre agosto y
diciembre de 1973, correspondía el 37 % a tabletas catalán (45.934
m2) y el 63 % a tablones de gres (77.935 m2), de los cuales Alfa Gres
le vendió a Baldosines Alfa, en virtud del contrato de distribución
exclusiva del que se viene hablando, cerca del 70 % de esta
producción. Fueron 83.369 m2 de material de gres por un valor neto
de $2.300.000, una transacción nada deleznable, si tenemos en
cuenta que corresponde a los cuatro primeros meses y no se estaba
aprovechando toda la capacidad de la planta.203
Aunque el optimismo estaba bien fundado y se hacían proyecciones
muy sensatas para 1974, con lo que nadie contaba era que la
dinámica de la construcción no iba a ser muy favorable en ese año, a
causa de la incertidumbre que reinaba en el sector frente a lo poca
claridad que se tenía respecto a las medidas que estaba tomando el
gobierno nacional en materia de política pública para el fomento y
desarrollo de la construcción.204 Fue una coyuntura pasajera, pero
generó ciertos inconvenientes que llevaron a revisar el contrato de
distribución por la acumulación de inventarios en las dos empresas y
la imposibilidad de Baldosines Alfa de cancelar en los tiempos
pactados la deuda contraída con Alfa Gres, que estaba necesitada de
203 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3… Op. Cit., 23. 204 Ibíd., Acta N° 5, Bogotá, 27 de marzo de 1975, p. 55.
liquidez. Tanto así que a principios de 1975 Baldosines Alfa no tuvo
más alternativa que regresar gran parte del material de gres, de
segunda y tercera categoría, que no se lograba vender. A mediados de
1975 la deuda ascendía a $5.000.000, lo que comenzaba a hacer
insostenible la situación, pues Alfa Gres no contaba con otros
ingresos para atender sus obligaciones crediticias en el exterior.205
Baldosines Alfa alegaba que a diferencia del material de primera
categoría, los de segunda y tercera presentaban muchos
inconvenientes para venderse y que la empresa no podía acarrear con
los costos por los desperfectos del producto, mucho menos «si se
tiene en cuenta que se está tratando de conseguir exportar y contar
con distribuidores exclusivos, [por lo cual] hay que garantizar a esos
distribuidores material de primera, tipo exportación.»206 Que para
reducir el stock venía realizando gestiones para conseguir clientes en
el exterior y a nivel nacional efectuado cursos de capacitación entre
sus vendedores, se incorporó nuevo personal y se estaba
desarrollando una campaña para promocionar en sus salas de venta y
con grandes clientes para comprar el material de gres a pesar de su
imperfección. Baldosines Alfa además de sus salas de venta en Bogotá
había abierto recientemente una en la ciudad fronteriza de Ipiales y
se proponía abrir otra en Pasto y en Cúcuta.207
205 Ibíd. Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 13, Bogotá, 26 de julio de 1974, p. 41.; Ibíd., Acta N° 19, Bogotá, 11 de febrero de 1975, p. 63. 206 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 13… Op. Cit., p. 41. 207 Ibíd., Acta N° 16, Bogotá, 31 de octubre de 1974, p. 49.
54. «ALFA, una historia en construcción»
En consecuencia, Baldosines Alfa en su calidad de distribuidor
exclusivo solicitó a la Junta Directiva de Alfa Gres «un aumento en su
comisión de distribución, del 15 % al 17 %, basándose en los
desfavorables resultados económicos obtenidos en la distribución
hasta la fecha», en consideración a «los gastos que está haciendo
Baldosines Alfa para hacer conocer el producto de Alfagres tanto en
el país como fuera de él; la carga económica que le está implicando
tener que asumir la rotura y los demás factores que han obligado a la
distribuidora a presentar la solicitud». Así que después de consultar
con José Gómez Pinzón, «quien fue la persona que estudió el
contrato (…) y pactó ese porcentaje», y que dio su visto bueno sobre
este requerimiento, se autorizó sin ninguna objeción.208
Por su parte, Alfa Gres encontró oportuno nombrar una comisión para
estudiar la relación comercial y las condiciones del contrato vigente
con Baldosines Alfa, visitar sus instalaciones para hacer un análisis
del inventario, conocer su estrategia de ventas y verificar las cuentas
pendientes por pagar. Entre sus observaciones, la comisión mostró la
falta de coordinación que existía entre las dos empresas, el
desconocimiento de Alfa Gres respecto a la dinámica de sus
productos en el mercado colombiano y la necesidad de trabajar de
manera conjunta con Baldosines Alfa para el desarrollo de programas
de ventas relacionados con el gres.209
208 Ibíd., Acta N° 20, Bogotá, 5 de marzo de 1975, p. 67. 209Ibíd., Acta N° 24, Bogotá, 20 de junio de 1975, pp. 81 y 83.
De este modo la relación entre Alfa Gres y Baldosines Alfa se irá
profundizando con el tiempo, de tal forma que el contrato de
distribución exclusiva se hará permanente, procurando ir
perfeccionándose de acuerdo a la capacidad productiva y oferta de
nuevos productos como enchapes para paredes y tejas, y las
tendencias del mercado. Entre 1973 y 1977 el valor neto de la venta
de materiales de gres pasó de $2.300.000 a $35.300.000, sin
considerar el material destinado a la exportación. Así las cosas,
aprovechando el panorama favorable del sector de la construcción a
partir de 1975-1976, se fue generando una simbiosis, en la que
también contribuyeron los emprendimientos empresariales surgidos a
finales de la década del setenta (mármol y alfombras), que permitió
el desarrollo y consolidación de Baldosines Alfa y Alfa Gres, como
empresas madres. En los años ochenta el gres conquista plenamente
el mercado nacional y la actividad comercial se expande por todo el
país, lo que permitió que la marca ALFA tuviera gran difusión y
reconocimiento a nivel nacional.
55. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 13. El desafío de exportar
No se profundizó en el tema de las exportaciones en el capítulo
anterior, porque se creyó conveniente tratarlo de manera
independiente. Recordemos que cuando se constituyó la empresa,
una de las mayores apuestas productivas y comerciales era
incursionar en el mercado internacional. Fue un objetivo que se logró
plenamente después de varios años trabajo y aprendizaje, donde se
puso a prueba la constancia y determinación de Pier Carlo Boggio y
Alberto Ospina, quienes lograron sobreponerse a los problemas, tanto
de orden productivo como de índole legal, hasta cumplir con las
expectativas de sus clientes internacionales.
Pero más importante aún, fue lo que significó este desafío para el
afianzamiento de ese espíritu empresarial tan característico en las
primeras generaciones de trabajadores de Alfagres, que se irradió en
el tiempo y constituyó un factor clave para su ulterior crecimiento.
Además, este vínculo de familiaridad que se fraguó al interior de la
empresa permite explicar, en parte, el éxito alcanzado en la década
de los ochenta y principios del noventa, contribuyendo notablemente
a la prosperidad alcanzada en Edad de Oro ALFA.
Aun cuando Baldosines Alfa, en virtud del contrato de distribución
exclusiva suscrito el 3 de mayo 1973, estaba encargada de las
operaciones comerciales de Alfa Gres, su foco se concentró
principalmente en el mercado nacional, mientras que el tema de las
exportaciones se coordinó de manera conjunta, hasta que pasó a ser
una operación controlada directamente por la Gerencia Financiera de
Alfagres que se creó a comienzos de la década de 1980 y contó con su
propio Departamento de Comercio Exterior, encargado de «realizar
todos los trámites y operaciones correspondientes a exportaciones e
importaciones».210
Hay que recordar el compromiso de Alfa Gres contraído con el
Incomex en 1973, que consistía en exportar productos de gres por un
valor superior al millón y medio de dólares durante cinco años, a
cambio de la exención de impuestos especiales y la utilización de
divisas para cancelar el crédito de la maquinaria importada. Por otro
lado las exportaciones eran la garantía de ingresos en dólares para
cubrir sus obligaciones crediticias con la banca internacional, que era
una deuda grande y con tasas de interés elevadas que estaba dejando
poco margen de ganancia a la empresa.211
En los primeros informes de la Junta Directiva a los accionistas de la
sociedad se deja ver claramente esta preocupación por los altos
costos financieros y se comenzó a estudiar la posibilidad de
reconvertir la deuda en dólares a pesos colombianos para abaratar el
pago de los intereses. Sin duda había un gran optimismo sobre los
progresos de la fábrica y se esperaba que una vez la planta de gres
210 Sánchez Munévar, Ricardo. Alfagres S.A.: Diagnóstico y Recomendaciones… Op. Cit. p. 85. 211 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, p. 25.
56. «ALFA, una historia en construcción»
lograra su nivel de producción ideal se comenzarían las
exportaciones.212
Desde un principio se pensó en la posibilidad de exportar las tabletas
y tablones de gres a Ecuador, Venezuela, Centro América y los
Estados Unidos, incluso se iniciaron negociaciones con el Japón.213
Con el auspicio de Baldosines Alfa, a principios de 1974, el Instituto
de Ensayos e Investigaciones de la Universidad Nacional realizó
pruebas para evaluar las características y cualidades del gres que
arrojó un resultado muy satisfactorio, confirmando la dureza y
durabilidad del material.214 Sin embargo, este estudio no evaluó las
características del producto terminado en cuanto a la forma u
homogeneidad del color, que fue una queja permanente en esta
etapa, no solo de parte de Baldosines Alfa, sino de sus primeros
clientes en el extranjero.215 Otro de los problemas iniciales estuvo
relacionado con el empaque y embalaje del producto terminado para
212 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, p. 25. 213 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, p. 33. 214 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 9,
Bogotá, 22 de marzo de 1974, p. 25.; ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, p. 27. 215 Carreño Ospina, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
evitar los «desportillos y agrietamientos debidos al cargue y
transporte», máxime si se quería exportar.216
Pero tal vez una de las mayores preocupaciones residía en el alto
costo de transportar por carretera el producto de Soacha a los
puertos del Caribe, a lo que se sumaba el pago de bodegaje.217 Era un
tema recurrente en las reuniones periódicas de la Junta Directiva y se
estudiaron varias estrategias para conseguir fletes más baratos,
donde incluso se llegó a plantear por primera vez la posibilidad de
«formar una empresa de transporte».218
Otra de las propuestas provino de la empresa Ferrocarriles Nacionales
de Colombia, que estaba interesada en conseguir carga de
compensación y planteó la posibilidad de transportar el material de
gres hasta Barranquilla. La ventaja que ofrecía la cercanía de la línea
férrea a la planta de Alfa Gres animó a los socios a considerar
seriamente la propuesta, aun cuando se continuó estudiando otras
alternativas.219
216 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, p. 33. 217 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 6,
Bogotá, 22 de diciembre de 1972, p. 17.; ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 3, Bogotá, 27 de marzo de 1974, p. 27. 218 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 10, Bogotá, 26 de abril de 1974, p. 29. 219 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 11, Bogotá, 31 de mayo de 1974, p. 33.
57. «ALFA, una historia en construcción»
En los primeros meses de 1974 se hizo un viaje de prueba con un
cargamento de 50 toneladas con excelentes resultados como se
informó a la Junta Directiva:
«La experiencia fue muy satisfactoria, pues de 4.100 tablones
que se transportaron de Bogotá a Ciénaga no hubo rotura, y de
Ciénaga a Barranquilla sólo se rompieron 30, que es un
porcentaje muy bajo; pero de todos modos sería necesario,
para futuros y más grandes despachos, un seguro de pérdida
total.»220
Las proyecciones que se hacían en 1974 respecto al volumen de
tabletas y tablones para exportar hacía los Estados Unidos se
calculaba que podía representar, en su fase inicial, cerca del 10 % de
la producción total de la planta una vez se logrará el
aprovechamiento pleno de su capacidad instalada, que se estimaba
en 60.000 m2 de gres al mes. El optimismo no podía ser mejor, al
punto de que se llegó al convencimiento de que se cumpliría
cabalmente con el valor de las exportaciones en el plazo acordado
con el Incomex.221
Fue así que después de evaluar concienzudamente los pros y los
contras de los diferentes medios de transporte, la propuesta de
Ferrocarriles Nacionales tuvo el apoyo necesario para su desarrollo,
220 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 11, Bogotá, 31 de mayo de 1974, p. 33. 221 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 12, Bogotá, 28 de junio de 1974, p. 35.
pues ofrecía precios más competitivos con relación al flete terrestre.
Como la idea inicial era exportar hacía los Estados Unidos y
Centroamérica, el tren ofrecía la disponibilidad de transportar de
manera segura y en gran volumen el material a los puertos de Santa
Marta, Cartagena o Barranquilla. La elección del ferrocarril permitía
«contrarrestar parcialmente la incertidumbre y continuos alzas de
precios que se presentan en el transporte automotor», además de
permitir expandir las actividades comerciales de Baldosines Alfa en la
Costa Caribe colombiana.222 De este modo quedó postergada la
propuesta de constituir una empresa de transporte automotor, la que
volvió a plantearse a finales de los ochenta y se materializó
efectivamente en 1998.
Como la operación de llevar el material de gres al punto de embarque
representaba el 9 % del costo total del transporte y la distancia que
los separaba no era mayor de 200 metros, Ferrocarriles Nacionales de
Colombia le propuso a Alfa Gres la construcción de una variante de la
carrilera y de un apartadero cerca de la puerta principal de la planta,
como efectivamente se hizo: «La idea recuerda Alberto Ospina
era que todo lo que exportáramos lo cargábamos directamente en los
vagones».223
222 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 6,
Bogotá, 22 de diciembre de 1972, p. 17.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 12, Bogotá, 28 de junio de 1974, p. 35. 223 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 12, Bogotá, 28 de junio de 1974, p. 35.; Ospina Carreño, Alberto… Op. Cit.
58. «ALFA, una historia en construcción»
La obra estuvo lista a principios de 1975 e implicó para Alfa Gres una
inversión superior a los $650.000, incluyendo la compra del terreno,
la construcción del aparcadero y de la bancada de la línea férrea con
una longitud de 146 metros, a la que luego se le agregó un espolón
para el ingreso del ferrocarril directamente a la fábrica, garantizando
así la seguridad de los operarios, facilitando el cargue del material y
su transporte.224
Mientras tanto, se venían adelantando las averiguaciones
concernientes a los trámites aduaneros y en coordinación con
Baldosines Alfa se iniciaron las gestiones para la consecución de
clientes en el extranjero. Era imperioso comenzar lo más pronto
posible con las exportaciones para hacer frente a la situación adversa
del sector de la construcción en 1974 y de ese modo contrarrestar el
impacto negativo en las ventas y reducir el stock de material tanto en
la fábrica como en la comercializadora. Por otro lado, a finales de
ese año se vencían varios créditos suscritos con el First National City
Bank, entidad bancaria a la que se le adeudaba un total de USD
224 El terreno que se compró tenía una dimensión de 30.963 varas2 (sic) que se compró a Alberto Vargas Martínez, accionista y miembro de la Junta Directiva de Alfa Gres., por un precio de $450.000. El terreno fue inspeccionado personalmente por Pier Carlo Boggio quien manifestó a la Junta Directiva los siguiente: Que el lote de referencia es muy conveniente para la Compañía porque garantiza su futura expansión además de que facilita la construcción del apartadero para el
ferrocarril.». ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta
N° 12, Bogotá, 28 de junio de 1974, pp. 35 y 37.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 20, Bogotá, 5 de marzo de 1975, p. 65.
$350.059, consistente en doce cartas de crédito a una tasa anual de
16 % de interés.225
El primer contrato de exportación se concretó gracias a un contacto
de Antonio Paladini en la ciudad de San Juan de Puerto Rico, en
virtud del cual se despachó desde el puerto de Barranquilla, entre
septiembre de 1974 y febrero de 1975, 3.400 m2 de tabletas y
tablones de gres por un valor equivalente a USD$15.500. Es
importante anotar que el material de este primer pedido estaba
destinado a la refacción de las calles del ―Centro Histórico‖ de San
Juan, así que el hecho de que el producto no fuera perfectamente
cuadrado no representó ningún inconveniente, ya que esto le daba al
piso la apariencia de ser antiguo, lo que encajaba perfectamente con
los propósitos de la obra que desarrollaba su cliente.226
El producto tuvo una buena aceptación en ese país centroamericano y
logró concretarse con un nuevo cliente un pedido por 7.000 m2 de
materiales de gres a mediados de 1975.227 Igualmente en República
Dominicana el interés por la tableta llevó a que un potencial cliente
225 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 16, Bogotá, 31 de octubre de 1974, p. 51. 226 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 15, Bogotá, 20 de septiembre de 1974, p.
47.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 19, Bogotá, 11 de febrero de 1975, p. 63. 227 Ibídem., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 25, Bogotá, 7 de julio de 1975, p. 87.
59. «ALFA, una historia en construcción»
visitara la fábrica en Soacha.228 Las perspectivas que ofrecía esta
región fueron muy favorables en este primer año de actividad
exportadora, así que en 1976 se buscó ampliar sus operaciones en
Centroamérica y el propio Pier Carlo Boggio logró establecer
contactos en Martinica, Aruba, Curazao y las Islas Vírgenes.229
Otro de los frentes de exportación fue en el área Andina,
principalmente en los países de Venezuela y Ecuador. En el primer
caso se logró concretar y despachar 63.000 m2 en materiales de todas
las referencias a mediados de 1975, lo que ayudó a reducir
notablemente el stock que se tenía. De este modo, las perspectivas
en el mercado venezolano eran positivas y con precios muy
favorables, aun cuando se tuvo que lidiar con problemas en las
licencias de exportación que retuvieron los pedidos en la frontera
ocasionando retrasos en la entrega y sobrecostos que tuvo que asumir
Alfa Gres, pero que de todos modos sirvió para sacar lecciones.230
Las primeras operaciones comerciales con Venezuela se concentraron
principalmente en los Estados fronterizos del occidente del país,
hacía donde se continuaros los despachos en 1976.231 No fue fácil
entrar al mercado de Caracas, lo que llevó a plantear la necesidad de
228 Ibídem. Acta N° 25, Bogotá, 7 de julio de 1975, p. 87.; Ibíd., Acta N° 28, Bogotá, 24 de octubre de 1975, p. 95. 229 Ibíd., Acta N° 32, Bogotá, 25 de febrero de 1976, p. 109.; Ibíd., Acta N° 33, Bogotá, 3 de marzo de 1976, p. 111. 230 Ibíd., Acta N° 24, Bogotá, 6 de junio de 1975, p. 83.; Ibíd., Acta N° 30, Bogotá, 9 de enero de 1976, p. 103. 231 Ibíd., Acta N° 36, Bogotá, 2 de julio de 1976, p. 119.; Ibíd., Acta N° 37, Bogotá, 2 de agosto de 1976, p. 123.
contactar una empresa venezolana conocedora del sector de la
construcción para que prestara sus servicios de distribución,
facilitando de ese modo la promoción y venta de los productos de
gres.232
De igual forma el mercado ecuatoriano mostró desde el principio
expectativas muy favorables. A finales de 1975 se hicieron los
primeros contactos y en abril del año siguiente estaban en Bogotá los
interesados para concretar el negocio y en mayo se hacía el primer
despacho.233 En ese entonces, en Quito se promovía el proyecto de
pavimentar las calles del ―Centro Histórico‖ de la ciudad, de allí el
interés por el tablón que se producía en Alfa Gres. Aun cuando el
negocio no dejaba grandes márgenes de ganancia por los costos que
representaba el transporte, era una oportunidad para dar a conocer
el producto en el vecino país.234
Frente al interés y la aceptación que se venía observando en
Venezuela y Ecuador con relación a las tabletas y tablones de gres, la
Junta Directiva de Alfa Gres estimó conveniente explorar las
oportunidades reales que ofrecía la región para la comercialización
de sus productos. En este sentido, en el segundo semestre de 1976 se
232 Ibíd., Acta N° 35, Bogotá, 1° de junio de 1976, p. 115. 233 Ibíd., Acta N° 28, Bogotá, 24 de octubre de 1975, p. 95.; Ibíd., Acta N° 36, Bogotá, 2 de julio de 1976, p. 119. 234 Ibíd., Acta N° 32, Bogotá, 3 de marzo de 1976, p. 111.; Ibíd., Acta N° 34, Bogotá, 2 de abril de 1976, p. 113 Ibíd., Acta N° 35, Bogotá, 1° de junio de 1976, p. 115.
60. «ALFA, una historia en construcción»
contrató a la firma FRAMO Ltda. la realización de un estudio de
mercadeo en todos los países del área Andina.235
Para lograr entrar en el mercado estadounidense se requirió más
tiempo, ya que además de superar ciertos inconvenientes técnicos y
de calidad, se requirió encontrar un contacto confiable para la
distribución de los productos. Existía la ventaja de que a partir de
1976 se brindaron exenciones arancelarias para el ingreso de
productos y materiales para la construcción provenientes de los
países del Tercer Mundo, liberándolos de pagar los altos costos de
aduana que encarecían las exportaciones. Como las dimensiones de la
tableta que producía Alfa Gres no cumplía con los requerimientos que
demandaba el mercado estadounidense (14½x14½), durante el
segundo semestre de 1975 se realizaron varios ensayos de trefilación
y cocción en el horno para lograr una tableta de dichas
características sin obtener buenos resultados, ya que la mayoría de
ellas presentaron un alto porcentaje de rotura.236
Ahora bien, si en 1976 se quería cumplir con las expectativas de
producir mensualmente 10.000 m2 de piezas de primera calidad
destinadas a la exportación, con miras a entrar al mercado de los
Estados Unidos, era necesario mayor eficiencia en el proceso
productivo, lo que implicaba pasar el material más rápido por el
235 Ibíd., Acta N° 40, Bogotá, 9 de diciembre de 1976, p. 133. 236 Ibíd., Acta N° 28, Bogotá, 24 de octubre de 1975, p. 95.
horno, sacrificando la calidad por la cantidad.237 Así que después de
un par de meses de incesante ensayos para tratar de resolver este
inconveniente, Alberto Ospina logró idear una nueva forma de cocer
la tableta obteniendo un 95 % de piezas ―tipo exportación‖
permitiendo una mayor producción sin necesidad de aumentar los
costos.
El innovador método fue denominado ―Sistema de Estuche‖ y así lo
explicó a los miembros de la Junta Directiva reunida el 9 de enero de
1976:
«… el sistema que he denominado de “estuche”, que consiste
en un tablón con huecos más grandes que los usuales, dentro de
los cuales se coloca la tableta como dentro de un estuche,
evitando en esa forma el pandeamiento tan frecuente, las
manchas y demás imperfecciones. Además se aumentaría la
capacidad del horno en un 20%, con un pequeño aumento de
combustible. Con este sistema no hay desperdicio, pues el
tablón empleado como estuche se parte luego y se puede
emplear en la misma forma que los de huecos pequeños.»238
Los resultados de esta innovación fueron inmediatos e impactó
positivamente en el mejoramiento de la calidad del material y en el
volumen de la producción, lo que hacía pensar en la posibilidad de
alcanzar la meta de los 50.000 m2 mensuales de gres para el mercado
237 Ibíd., Acta N° 28, Bogotá, 24 de octubre de 1975, p. 95. ; Ibíd., Acta N° 29, Bogotá, 11 de noviembre de 1975, p. 99. 238 Ibíd., Acta N° 30, Bogotá, 9 de enero de 1976, p. 103.
61. «ALFA, una historia en construcción»
nacional e internacional. Sin embargo, problemas de índole laboral
llevaron a los trabajadores a declarar una huelga que ocasionó
prácticamente la parálisis de la planta entre julio y agosto de 1976,
con una disminución del 16 % de la producción.239 En septiembre por
fin se logró un acuerdo que incluyó un aumento salarial y por primera
vez se contempló «un incentivo que va de acuerdo con la
productividad y la calidad obtenida al final de cada mes», que fue un
importante estímulo para los trabajadores y daría sus frutos con el
tiempo.240
Entre tanto, Alberto Ospina sacaba tiempo para realizar
averiguaciones ante las entidades públicas para conocer los
programas y acciones que ofrecía el Gobierno Nacional en su política
de incentivar las exportaciones colombianas. De este modo se supo
que COLOMBIAEX, en coordinación con el Fondo para la Promoción de
las Exportaciones (PROEXPO), disponía de bodegas en Cúcuta, en
algunas islas de las Antillas y próximamente abrirían una en Miami,
con el fin de ofrecer a los exportadores un servicio para el
almacenamiento de sus productos durante el trayecto al destino
final.241
Por otro lado, Alberto Vargas Martínez en enero de 1977 entablaba
conversaciones con Mario Uribe Uribe, un colombiano radicado en la
ciudad de Miami y quien proyectaba «dedicarse al negocio de
239 Ibíd., Acta N° 38, Bogotá, 3 de septiembre de 1976, p. 127. 240 Ibíd., Acta N° 39, Bogotá, 21 de octubre de 1976, p. 129. 241 Ibídem.; Ibíd., Acta N° 40, Bogotá, 9 de diciembre de 1976, p. 133.
materiales para pisos y enchapados que, según estudio realizado,
tienen una gran demanda en el área de Florida». Fue así que Mario
Uribe, antes de regresar a los Estados Unidos, visitó la planta de Alfa
Gres para obtener mayor información y llevar alunas muestras de los
productos. Al poco tiempo viajó Alberto Vargas a Miami para explorar
las oportunidades del mercado, contando con el beneplácito unánime
de los miembros de la Junta Directiva que veían en este negocio la
manera de exportar hacía los Estados Unidos.242
En Miami, Alberto Vargas tuvo la posibilidad de visitar varios
distribuidores de materiales para la construcción y constatar la buena
aceptación que tendrían los pisos de gres. Mario Uribe le explicó con
mayor detalle cómo sería el funcionamiento del negocio y los costos
que acarrearía. De vuelta en Bogotá, rindió informe a la Junta de las
gestiones realizadas y se comenzó a evaluar la propuesta. La
viabilidad del negocio dependía en gran medida del precio de venta
que fijara Alfa Gres a su distribuidor en Miami.
Aun cuando se contaba con la ventaja de la ley de preferencias
arancelarias, que había entrado a regir el año anterior en los Estados
Unidos, el mayor inconveniente seguía siendo los altos costos del
transporte marítimo. Se hizo necesario estudiar diferentes
alternativas y solicitar cotizaciones a otras empresas navieras,
diferente a la Flota Mercante Grancolobiana, para encontrar trifas
más económicas y «Con base en este resultado Alfagres podrá dar un
242 Ibíd., Acta N° 41, Bogotá, 11 de febrero de 1977, p. 135.; Ibíd., Acta N° 40, Bogotá, 9 de diciembre de 1976, p. 133.
62. «ALFA, una historia en construcción»
nuevo precio para el mercado de Miami, pero definitivamente, este
negocio será más o menos viable según la rebaja que se obtenga en el
Transporte».243
Tres meses más tarde, a principios de junio, se comenzó a tramitar
una licencia de exportación y su garantía de reintegro por
USD$1.113.000, que era el valor aproximado del primer pedio que se
pensaba despechar a Mario Uribe. En julio, Alberto Ospina viajó al sur
de los Estados Unidos para comprar nuevos equipos para la fábrica y
conocer en mayor detalle el mercado de ese país. Pudo averiguar
sobre la calidad y variedad de pisos y enchapados que se ofrecían, sus
precios, la competencia y la forma cómo se distribuyen.244
En su informe a los miembros de la Junta Directiva, ya de vuelta en el
país, Alberto Ospina expuso el análisis que la situación del mercado
en los siguientes términos:
«Las muestras de Alfagres ya habían llegado, y considera que
será necesario hacerles algunos cambios en su acabado en el
futuro. Se dio cuenta de que hay una competencia muy aguda
para la venta de productos del tipo que produce Alfagres, pues
los hay procedentes de Centroamérica en el caso de la teja, y
también existe una gran oferta de Europa, con España e Italia,
y también vio productos procedentes del Brasil. Les gustan los
243 Ibíd., Acta N° 42, Bogotá, 16 de marzo de 1977, p. 139. 244 Ibíd., Acta N° 44, Bogotá, 27 de mayo de 1977, p. 143.; Ibíd., Acta N° 46, Bogotá, 26 de julio de 1977, p. 149.
productos o muy rústicos, o muy perfectos. Antes se distribuía
a través de mayoristas, pero ahora parece que la distribución
se hace más directamente. El valor de los fletes es muy
incidente en este tipo de productos.»245
Concluye que el paso a seguir debería ser el envío de un pedido
inicial para «tantear la acogida que el material de Alfagres pueda
tener» y de este modo ir progresivamente aumentando los despachos
de acuerdo a la dinámica de las ventas en Miami.246 En septiembre de
1977 se acordó un primer pedido por 5.000 m2 de material de gres y
en octubre viajó al país Mario Uribe para inspeccionar y ultimar los
detalles finales antes de su despacho. Todo parecía ir por buen
camino, salvo por el pequeño inconveniente de que la leyenda de las
cajas que se disponían para empacar los tablones y las tabletas
estaban en español y no inglés, lo que retrasó la exportación.247
A principios del año siguiente se hizo efectivo el primer envío de
material de gres a los Estados Unidos, pero no se despacharon los
5.000 m2 acordados inicialmente, sino solo 1.000 m2 y de tableta
únicamente.248 Finalmente, el 18 de mayo de 1978 se comunicó Mario
Uribe Uribe vía telefónica con Alberto Ospina y le informó que el
material ya se estaba vendiendo en Miami «con resultados
satisfactorios».249 Después de un año de estudios, análisis y
245 Ibíd., Acta N° 46, Bogotá, 26 de julio de 1977, p. 149. 246 Ibídem. 247 Ibíd., p. 161. 248 Ibíd., Acta N° 50, Bogotá, 2 de diciembre de 1977, p. 165. 249 Ibíd., Acta N° 55, Bogotá, 19 de mayo de 1978, p. 181.
63. «ALFA, una historia en construcción»
negociaciones se había logrado por fin uno de los objetivos
principales desde la constitución de Alfa Gres, como fue lograr
ingresar al mercado norteamericano.
Sin embargo, aun cuando el balance en estos primero años de
actividad exportadora eran positivos, con una gran aceptación de los
productos de gres en los mercados del Caribe, Venezuela y Ecuador y
reinaba el optimismo por la incursión en los Estados Unidos, Alfa Gres
se vio abocada a solicitar a finales de 1977 una prórroga del contrato
suscrito con el Incomex.250 A un año de vencerse el plazo el valor
exportado era de US$209.931, lo que representaba tan solo el 13,5 %
del compromiso adquirido.
La presión por cumplir con el compromiso del Incomex y teniendo en
cuenta las proyecciones que se hacían respecto a las exportaciones,
llevaron a los socios a plantear la necesidad de aumentar la
capacidad productiva de Alfa Gres.251 Desde 1976 venían discutiendo
varias alternativas, que incluían el mejoramiento técnico y la
adquisición de nueva maquinaria, la instalación de un horno adicional
o una nueva línea de trefilación, el ensanche de la fábrica e incluso
surgió la idea de montar una planta de gres en la Costa Atlántica para
atender el mercado del Caribe y Norteamérica.252
250 Ibíd., Acta N° 49, Bogotá, 4 de noviembre de 1977, p. 161. 251 Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 9, Bogotá, 23 de marzo de 1979, p. 111. 252 «La Junta solicita al Gerente presentar en su próxima reunión algunos estudios sobre factibilidad y forma de ensanche de la actual fábrica, y algunos daros y conceptos preliminares para la posible instalación de una nueva, que convendría
Después de un largo estudio y análisis de las propuestas se optó por el
enanche de la planta de Soacha, con la idea de separar las líneas de
producción, una para tabletas y otra para tablones, lo que generaría
una mayor eficiencia y un mejor control de la calidad, así como
incursionar en la producción de pisos de gres esmaltados. Con este
propósito Pier Carlo Boggio y Alberto Ospina viajaron a Europa a
finales de 1977 y visitaron varias fábricas productoras de maquinaria
para cerámica, además de conocer sobre los diferentes sistemas de
molienda empleados en España y las novedades técnicas de cocción
en Italia.253
A principios de 1978 se comenzó con el estudio de factibilidad y se
requirieron ocho meses para el perfeccionamiento y estructuración
del proyecto definitivo de ensanche de la fábrica: En enero se
empezó con la construcción de las instalaciones físicas donde estaría
ubicado el horno y la sección de control de calidad. En febrero se
iniciaron gestiones para conseguir recursos por el orden de los
$5.000.000 a través de una línea de financiación del Fondo de
posiblemente localizar en la Costa, con miras a facilitar la exportación y atender el mercado del Caribe, y en función de la localización de la materia prima
adecuada.» ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N°
44, Bogotá, 5 de mayo de 1977, p. 143.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 34, Bogotá, 2 de abril de 1976, p. 113. 253 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 37,
Bogotá, 2 de agosto de 1976, p. 125.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva
de Alfa Gres S.A., Acta N° 46, Bogotá, y de julio de 1977, p. 151.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 47, Bogotá, 30 de agosto de
1977, p. 155.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 49, Bogotá, 4 de noviembre de 1977, pp. 161 y 163.
64. «ALFA, una historia en construcción»
Fomento para las Exportaciones (PROEXPO). En marzo surgió la
oportunidad de negociar la adquisición de un lote adyacente a la
planta de 69.764 varas2 (sic) de propiedad del IFI. En abril viajó
Alberto Ospina a Estados Unidos para conocer sobre el «moldeo de
extrusión dura».
En mayo se contrató con la Universidad Nacional y otros laboratorios
privados el análisis de los caolines de la mina ―El Molino‖ obteniendo
un excelente resultado. En junio se iniciaron averiguaciones sobre las
posibilidades de crédito con el Fondo de Inversiones Privados y del
Fondo Financiero Industrial. En julio se autorizó la compra del lote al
IFI por un valor de $3.000.000. Y finalmente, en agosto se tuvo listo
el proyecto, que se presentó a la Corporación Financiera Colombia
para lograr un préstamo a través de alguna de las líneas de
financiación que ofrecía PROEXPO, el FIP o el Banco Mundial para el
montaje de la Planta N° 2 de Alfa Gres.254
254 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 52,
Bogotá, 3 de febrero de 1978, p. 152.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva
de Alfa Gres S.A., Acta N° 53, Bogotá, 23 de febrero de 1978, p. 173.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 54, Bogotá, 6 de
abril de 1978, p. 177.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres
S.A., Acta N° 55, Bogotá, 19 de mayo de 1978, pp. 181 y 183.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 56, Bogotá, 15 de junio de
1978, p. 185.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta
N° 57, Bogotá, 17 de julio de 1978, p. 187.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 54, Bogotá, 17 de agosto de 1978, p. 189.;
ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 60, Bogotá,
27 de octubre de 1978, p. 193.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 61, Bogotá, 28 de noviembre de 1978, p. 195.
El proyecto incluía la adquisición de máquinas de moldeo de extrusión
dura traídas de los Estados Unidos que ofrecían grandes beneficios
«al disminuir los porcentajes de rotura al tener una contracción
menor y un menor consumo de combustible en el momento de
secar».255 Igualmente la compra de equipo industriales nacionales, la
construcción de un horno, la incorporación de una nueva tecnología
para la fabricación de pisos y enchapes de gres esmaltados o
porcelanizados y la selección de un sistema de molienda con molino
pendular, selección y transporte neumático. De este modo, se
esperaba duplicar el volumen de la producción y si se cumplía el
cronograma sin contratiempos, a finales de 1979 la fábrica estaría
produciendo entre 100.000 y 120.000 m2 mensuales de materiales de
gres, de los cuales unos 50.000 m2 serían porcelanzados.256
El estudio de factibilidad fue aprobado por la Corporación Financiera
Colombina en noviembre de 1978, lo que dio pie para que en
diciembre se inicien las obras civiles de ampliación de la fábrica y el
montaje de la Planta N° 2, que llevó cerca de un año antes de estar
completamente terminadas.257 Frente a las expectativas de
crecimiento de la empresa, la Asamblea General de Accionistas
255 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 55, Bogotá, 19 de mayo de 1978, p. 181. 256 Nier, Luis Augusto. ―Reseña Histórica Alfagres S.A.‖, Soacha, Octubre de 2010,
p. 1.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 49,
Bogotá, 4 de noviembre de 1977, pp. 161.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 51, Bogotá, 11 de enero de 1978, pp. 169. 257 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 9, Bogotá, 23 de marzo de 1979, p. 111.
65. «ALFA, una historia en construcción»
reunida el 23 de marzo de 1979 decidió aumentar el capital de la
sociedad, que pasó de $10.000.000 a $16.000.000, de los fueron
suscritas y pagadas el 62,5 % de las acciones.258
De este modo se iniciaba una nueva etapa en el desarrollo industrial
de Alfa Gres que le posibilitó un crecimiento sin igual en la década de
los ochenta. El aumento de su capacidad productiva y sus operaciones
comerciales en Colombia, Venezuela, Ecuador, Centroamérica y
Estados Unidos llevaron a una redefinición de sus perspectivas
empresariales y la transformación de su estructura administrativa que
implicó una reforma integral de los estatutos de la sociedad en
1983.259 En virtud de esta reforma el nombre de la sociedad cambió
de ―Alfa Gres S.A.” por el de ―Alfagres S.A.‖, razón social que
conserva hasta la actualidad; se amplío su objeto social al incluir la
facultad «para adquirir toda clase de derechos mineros, permisos o
licencias, ejecutar asociaciones, aportes y/o concesiones para
explorar o explotar minas o yacimientos», y se aumentó
significativamente el capital a $50.000.000.260
258 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A.,
Acta N° 9, Bogotá, 23 de marzo de 1979, p. 114.; ADLA Escritura Pública N° 4.418 de la Notaría 7 del Círculo de Bogotá, 20 de agosto de 1979, f. 1v. 259 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 9, Bogotá, 23 de marzo de 1979. 260 ADLA Escritura Pública N° 4.418 de la Notaría 7 del Círculo de Bogotá, 20 de agosto de 1979.
CUARTA PARTE
Capítulo 14. Inicio de la Era Dorada de Alfa
En la década de los ochenta, ALFA entendida como el conjunto de
empresas fundadas por Pier Carlo Boggio: Baldosines Alfa, Alfa Gres,
Derivados del Mármol, Alfatextil y Baldosines Torino experimentó
un crecimiento sin igual, extendiéndose por todo el territorio
nacional y encontrando un espacio en el mercado internacional. Y
este éxito que se alcanzó se debe en gran parte al desarrollo de su
área comercial, ya que desde allí se ideó por primera vez una
estrategia integradora que comenzó a darle forma a la identidad
corporativa de ALFA.
Y es que la estrategia no consistió simplemente en diseñar una
ingeniosa campaña publicitaria de gran difusión por los medios
masivos de comunicación para promocionar sus productos. Lo que se
buscaba era lograr transmitir un concepto claro y definido de lo que
se podía esperar y encontrar en las salas de exhibición y ventas de
ALFA, con el objetivo de conquistar nuevos cliente y alcanzar el
liderazgo en la oferta de pisos para la construcción en el mercado
nacional.
66. «ALFA, una historia en construcción»
Detrás de la conceptualización de esta estrategia comercial estuvo
Oswaldo Acevedo Gómez, un joven y determinado bumangués que
llegó a Baldosines Alfa en el año de 1976. Había ingresado gracias a
un coterráneo suyo de apellido Gallón, que para entonces Gerente de
Ventas y un apoyo fundamental para Antonio Paladini en la
configuración la red y operación comercial a nivel nacional.261
Cuando Baldosines Alfa se convierte en el distribuidor exclusivo de
Alfa Gres, tuvo que concentrar gran parte de su actividad a la
promoción y venta de los productos de gres. Entonces, se hizo
necesario fortalecer el área comercial, lo que requirió la contratación
de más personal y capacitarlo, pensar en abrir nuevas salas de
exhibición y ventas en las principales ciudades del país y diseñar una
campaña publicitaria para ser difundida en la prensa nacional. Sin
embargo, la estructura comercial, a la llegada de Oswaldo Acevedo,
seguía siendo muy pequeña, se necesitaba mayor especialización y
reorientar la estrategia hacia la conquista de nuevos clientes.
Pier Carlo, que conocía como ninguno los problemas que acarreaba el
tema de la comercialización, vio en el talentoso y dinámico Oswaldo
Acevedo el talante de un extraordinario vendedor que estaba
necesitando la empresa. Rápidamente escaló y se convirtió en
Gerente de Ventas, en remplazo de Gallón Domínguez, y al poco
tiempo asumió la Gerencia General de Baldosines Alfa, cuando
261 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Vale la pena señalar que Oswaldo Acevedo Gómez se había casado recientemente con Annie Rehbein Dávila, una sobrina política de Pier Carlo.
Antonio Paladini renunció para regresar a su entrañable Italia,
después de haber vivido más de veinte años en Colombia. La
confianza que le brindó Pier Carlo desde un principio solo es
comparable con la que tuvo hacía Alberto Ospina, un par de años
atrás, cuando se comenzaba el ambicioso proyecto de Alfa Gres.
Entre su red de clientes figuraban principalmente grandes
constructoras y empresas del sector industrial del país. Recordemos
que Antonio Paladini a principios de los años sesenta había recorrido
las principales ciudades colombianas con una baldosa de terrazo bajo
el brazo para darla a conocer entre los arquitectos, lo que le permitió
establecer relaciones comerciales con importantes firmas
constructoras. Los pisos de gres encontraron gran aceptación en el
sector industrial ya que por sus características de dureza y
durabilidad lo convertían en «un producto casi único». Pier Carlo
recuerda que «todas las fábricas» por lo general siempre tenían
problemas relacionados con los pisos por razones de impacto,
térmicas, manchas y desgastes, para lo cual el gres demostró ser la
mejor opción.262
Las salas ventas era apenas una estrategia que se estaba
implementando a nivel nacional cuando llegó Oswaldo Acevedo, quien
fue el que verdaderamente profundizó en ellas, ideando un concepto
novedoso con el que se pretendía conquistar el mercado, atrayendo
al consumidor urbano de clase media y alta del país. Pero las salas de
262 Boggio Bertinet, Pier Carlo. Entrevista… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
67. «ALFA, una historia en construcción»
venta también sirvieron para recabar información sobre las
tendencias del mercado y conocer e interpretar los gustos y
preferencias de los clientes, lo que llevó al desarrollo de nuevos
emprendimientos empresariales.
Fue así como a Oswaldo Acevedo le surgió la idea de incursionar en el
mármol y luego con la alfombra, tratando de dar respuesta al
requerimiento de muchos clientes que visitaban las salas de venta.
Pier Carlo Boggio, siempre dispuesto a crear nuevas cosas y que no se
amilanaba ante los problemas de afrontar retos como estos, decidió
apoyar las dos iniciativas y estimuló a Oswaldo en su propósito de
ofrecer una mayor variedad de productos a través de la producción e
importación de nuevos materiales para pisos.
Fue entonces cuando afloró claramente la disyuntiva sobre la
naturaleza empresarial de Baldosines Alfa, entre lo industrial y lo
comercial. Al convertirse en el distribuidor exclusivo de Alfa Gres,
tuvo que concentrar las energías en la promoción y venta de las
tabletas, tablones, enchapes para paredes y tejas con material de
gres, además de las baldosas de terrazo, a través de sus canales de
ventas y conseguir nuevos clientes en el mercado colombiano, e
incluso internacional. Esta carga llevaría forzosamente plantear la
necesidad de independizar a Baldosines Alfa de las tareas productivas
y focalizar su objetivo en las actividades comerciales.
Con esta lógica surgió en 1976 la oportunidad de hacer efectiva esta
separación, a propósito de un conflicto laboral suscitado con los
obreros de la planta de baldosines, que ocasionó la parálisis de la
producción y afectó notablemente las operaciones comerciales. Esta
situación, que parecía no tener un arreglo favorable para ambas
partes llegó a un punto en que no era posible continuar con las
negociaciones y llevó a que Pier Carlo, de manera intempestiva,
resolviera trasladar las máquinas a un terreno que se disponía en el
municipio de Usme, cerca de la Ladrillera Santafé, mientras se
calmaban los ánimos y de este modo reanudar la producción.263
Fue en esta coyuntura que surgió Terrazzo de la Sabana Ltda.,
constituida legalmente el 4 de septiembre de 1976, con la idea de
dedicarse exclusivamente a la actividad productiva, reservando a
Baldosines Alfa la operación comercial de los productos.264 Además,
esta empresa nacía como una promesa para el futuro, en la que Pier
Carlo depositó toda su confianza en el talentoso Oswaldo Acevedo,
que ahora se convertía en un aliado para el desarrollo de la
estrategia comercial. Por eso no resulta extraño que Pier Carlo haya
querido reservar el 10 % de esta sociedad a Diego Acevedo Rehbein,
hijo de Oswaldo, y que junto a sus tres hijos, Lisetta María, Cristina y
Carlos Alberto Boggio Dávila, figuren como socios de la nueva
empresa.265
263 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Valderrama Cano, Rosita. Entrevista, Soacha, 29 de abril de 2015. 264 ADLA Escritura Pública N° 1.480 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 4 de septiembre de 1976, f. 1v.; Valderrama Cano, Rosita. Entrevista… Op. Cit. 265 El capital autorizado al momento de constituirse Terrazzo de la Sabana Ltda. fue de $3.000.000, repartido en 3.000 partes o cuotas de interés social con un valor
68. «ALFA, una historia en construcción»
Es importante anotar que a mediados de 1978, Pier Carlo cede a
Alberto Ospina el 10 % de la participación en esta empresa, lo que sin
duda puede considerarse como un gesto de generosidad, muy
característico en él, pero hay que verlo más bien como un signo de la
confianza que le tenía y un reconocimiento al trabajo que venía
realizando en Alfa Gres.266 Este desprendimiento demostrado por Pier
Carlo Boggio, tanto a Oswaldo como Alberto, reproduce el mismo
gesto que tuvo en su momento José Gómez Pinzón con él, cuando se
fundó la Ladrillera Santafé en 1955.
Durante los tres primeros meses la gerencia de Terrazzo de la Sabana
estuvo a cargo de Ugo Ciurlo, hasta el 19 de diciembre de 1976
cuando la asumió personalmente Pier Carlo.267 Ciurlo era un
reconocido inventor italiano, amigo personal de Doménico
Tommasini, Domenico Parma y Pier Carlo Boggio, con quienes
compartía la pasión por el diseño y el funcionamiento de las
nominal de $1.000 cada, de las cuales 300 (10 %) figuran a nombre del menor Diego
Acevedo Rehibein, 1.800 (60 %) a nombre de Vittorio y Franco Boggio Bertinet en virtud del acuerdo entre los hermanos Boggio y que se da por entendido pagó Pier
Carlo y 900 (30 %) a nombre de los menores Lisetta María, Cristina y Carlos
Alberto Boggio Dávila. ADLA Escritura Pública N° 1.480 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 4 de septiembre de 1976, f. 2r. 266ADLA Escritura Pública N° 727 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 13 de junio de 1978, ff. 2v-3r. 267 Ibíd., Escritura Pública N° 1.480 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 4 de septiembre de 1976, f. 8v.; Certificado de la Cámara de Comercio de Bogotá a nombre de la sociedad Derivados del Mármol Ltda., expedido el 17 de noviembre de 1977 (Anexo en la Escritura Pública N° 727 de la Notaría 11 del Circulo de Bogotá, 13 de junio de 1978)
máquinas.268 El objetivo inicial era continuar con la fabricación de la
tradicional baldosa de terrazo en sus diversas presentaciones y abrir
la posibilidad de trabajar con nuevos materiales como la piedra, la
cerámica y el mármol.269
A principios de 1977, por iniciativa de Oswaldo Acevedo, la sociedad
cambió su razón social de Terrazzo de la Sabana por Derivados del
Mármol, lo que indicaba claramente esa necesidad y determinación
por diversificar la oferta de productos y consolidar una nueva línea de
producción.270 Así que se compró la primera máquina talla-bloques
con que se cortaba la materia prima fundamental, que consistía en
bloques de mármol natural traídos del Tolima, Boyacá y Santander,
provenientes de las mismas minas que proveían la ―piedra de rajón‖
para la fabricación del terrazo. De este modo, después de un
dispendioso proceso de corte, pulimento y brillo, salían las placas de
mármol listas, las cuales pronto demostraron tener una gran
aceptación en el mercado nacional. 271
Durante un año Derivados del Mármol se dedicó a la producción,
tanto de baldosas de terrazo, como de placas de mármol, pero el
éxito logrado con éstas últimas superó ampliamente las expectativas
268 Valderrama Cano, Rosita. Entrevista… Op. Cit.; Mayor Mora, Alberto y otros. Inventos y patentes en Colombia, 1930-2000…, Op. Cit., p. 161. 269 ADLA Escritura Pública N° 1.480 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 4 de septiembre de 1976, f. 2v. 270 Extracto del Acta N° 3 de la Junta General Extraordinaria de Socios de Terrazzo de la Sabana celebrada en Bogotá el 14 de enero de 1977 (Anexa a la Escritura Pública N° 58 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 3 de febrero de 1977). 271 Valderrama Cano, Rosita. Entrevista… Op. Cit.
69. «ALFA, una historia en construcción»
iniciales, haciendo necesario la especialización de la planta de Usme
en la talla de mármol. Como Baldosines Alfa se había focalizado en la
actividad comercial y aun se contaba con las instalaciones de Soacha,
se regresó la maquinaria a su lugar original y se decidió crear una
nueva empresa con el nombre de Baldosines Torino Ltda.,
independiente de Derivados del Mármol y encargada de continuar el
legado de un producto que después de dos décadas se encontraba
posicionado en el mercado nacional.272
En esta nueva sociedad, además de Oswaldo Acevedo y Alberto
Ospina, cada uno con el 10 % de participación, encontramos a Vanni
Fioretto Vera, Tomasso Gaino, y Raviola Renzo, familiares de Pier
Carlo en Italia y que figuran en la escritura pública de constitución en
virtud del pacto de familia aún vigente entre los hermanos Boggio. El
primero estaba representado por Pier Carlo y los otros dos por su
esposa Cecilia Dávila, según poder general otorgado por cada uno de
ellos ante el cónsul de Colombia en la ciudad de Torino y
debidamente protocolizado en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La participación de los tres representaba el 80 % de la inversión, que
fueron $1.600.000, que inferimos cubrió Pier Carlo.273
La suma de capital no fue tan alta ya que se contaba con la
maquinaria, que consistía en tres prensas, cinco pulidoras rotativas,
272 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit. 273 ADLA Escritura Pública N° 69 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 31 de enero de 1976, f. 1r., 2r. y anexos.
dos trituradoras y un molino.274 Además del terreno y las instalaciones
físicas en Soacha, donde había funcionado por muchos años la planta
de Baldosines Alfa. Como primer gerente se nombró a Alberto Ospina
y subgerente a Pier Carlo Boggio, quienes estaban más familiarizados
con el proceso productivo.275 Aunque el objeto social de Baldosines
Torino también incluía la «comercialización, distribución,
importación, exportación, mercadeo», estas fueron actividades
coordinadas por Oswaldo Acevedo desde Baldosines Alfa. 276
En relación al origen de Alfatex, hay que decir que se inscribe en ese
espíritu innovador que Pier Carlo había irradiado en sus empresas y
del propósito de mantenerse a la vanguardia del mercado brindando
una gama más amplia de pisos, nuevos materiales, formas y diseños.
Así que Oswaldo Acevedo, con el fin de satisfacer el interés
manifiesto de sus clientes por la alfombra, y teniendo en cuenta que
la industria nacional se concentraba en pequeños talleres y había
muchas dificultades para su importación, tomó la iniciativa que
secundó Pier Carlo de iniciar un pequeño emprendimiento para
hacerla ellos mismos.277
Sin embargo, hay que ver este emprendimiento como un
experimento, que en su fase inicial se asemejaba más un proceso
274 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit. 275 ADLA Escritura Pública N° 69 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 31 de enero de 1976, f. 4v. 276 Ibíd., f. 1v. 277 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
70. «ALFA, una historia en construcción»
artesanal que industrial. Las primeras pruebas se hicieron en la casa
de Teusaquillo, donde funcionada la sede administrativa y la sala de
ventas de Baldosines Alfa. Se contó con una pequeña máquina
tejedora eléctrica de 24 agujas, muy similar a la que utilizaban los
fabricantes de tapetes nacionales, hecha por la Broad Street Machine
Company, Inc., que se compró directamente en los Estados Unidos.278
La materia prima fundamental, que era básicamente en un principio
acrílico, una fibra sintética muy parecida a la lana, se compraba a
Industrias Colibrí, una empresa del sector textil que había sido
fundada en 1959 y tenía su planta de producción en Medellín. Con el
tiempo se cambió al nailon ya que el acrílico presentaba muchos
problemas de calidad, luego se comenzó a importar otros
materiales como el látex y actualmente la fábrica produce sus
propios insumos.279
En el desarrollo de este emprendimiento fue muy importante
Herlindo Ramírez, un reconocido tejedor que contactó y contrató
Oswaldo Acevedo gracias a las referencias que le dieron varios
instaladores de tapates en Bogotá. En un garaje, cerca de la planta
eléctrica de la casa, se instaló la máquina tejedora y el apresto se
278 ―Reportaje con Julián Jaramillo‖ (Gerente de Alfatextil S.A.), El Portal, N° 4, Año 2, Enero-Febrero de 1986, p. 3. 279 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Arias, Rodrigo. Entrevista (Pisotex S.A.), Soacha, 29 de abril de 2015.; León, Carlos. Entrevista (Pisotex S.A.), Soacha, 29 de abril de 2015.; Gaviria G., Carlos. ―Industrias Colibrí en Colombia recibe Certificación ISO 9001‖. En: Revista Textiles Panamericanos, Marzo-Abril de 2001. (http://www.textilespanamericanos.com/Ediciones/2001/Enero-Febrero/Artículos/Industrias_Colibri_En_Colombia_Recibe_Certificacion_ISO_9001)
hacía en el andén de la calle. En ese entonces se trabajaba sobre
pedido para atender el requerimiento de clientes especiales. En una
jornada de trabajo se podían hacer hasta 200 m2 de alfombra y un
promedio de 5.000 m2 mensuales, una cantidad nada despreciable
que indicaba la aceptación que comenzaba a ganar el producto.280
A medida que crecía la demanda se hizo necesario un espacio más
amplio para el pequeño taller y se decidió construir una bodega en la
parte de atrás de la planta de Alfagres. Para este trabajo se contrató
a Germán Junco, un ingeniero muy talentoso que por muchos años
prestó sus servicios al conjunto de las empresas de ALFA para la
construcción de las instalaciones físicas de las fábricas y participó en
el montaje del primer horno de cerámica de Alfagres en el año de
1989. 281 Fue entonces cuando el pequeño emprendimiento dio un
paso adelante en su desarrollo y se tomó la determinación de fundar
la fábrica de tapetes.
Alfatex Ltda. se constituyó legalmente el 16 de septiembre de 1977
con el objeto de elaborar «todo tipo de productos textiles,
especialmente de alfombras y tapetes acrílicos y de lana».282 Sin
embargo, su nombre original tuvo que ser modificado al poco tiempo
porque dicha razón social ya se encontraba inscrita en el Registro
280 León, Carlos. Entrevista… Op. Cit. 281 Arias, Rodrigo. Entrevista (Pisotex S.A.), Soacha, 29 de abril de 2015.; León, Carlos. Entrevista (Pisotex S.A.), Soacha, 29 de abril de 2015.; Nier, Luis Augusto. Entrevista (2), Soacha, 29 de abril de 2015. 282 ADLA Escritura Pública N° 1.459 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 16 de septiembre de 1977, f. 1v.
71. «ALFA, una historia en construcción»
Público de Comercio y se optó por el de Alfatextil, nombre que
mantuvo la fábrica hasta 1987, cuando su denominación cambio por
Pisos Textiles (PISOTEX), que es el que conserva actualmente.283 Su
primer gerente fue Oswaldo Acevedo, quien ocupó el cargo hasta
1983 cuando fue reemplazado por Julián Trujillo Mosquera, quien
ejerció la gerencia por varios años y este por Miguel Francisco
Arismendi.284
Al igual que en el caso de Derivados del Mármol la empresa
inicialmente se constituye a nombre de los hijos de Pier Carlo Boggio
y Oswaldo Acevedo Gómez, con la novedad de que en esta
oportunidad no figuran Vittorio ni Franco Boggio.285 Un año más tarde
Pier Carlo cede el 10 % de la participación de sus hijos a Alberto
Ospina Carreño, obedeciendo así a una lógica que luego se convirtió
en regla para las otras empresas.286 Este acto de Pier Carlo era un
reconocimiento por el trabajo y un signo de confianza hacia estos dos
jóvenes. De este modo, se fraguaba una alianza que duró cerca de
283 Ibíd., N° 68 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 31 de enero de 1978, f. 1v.; Ibíd., N° 1.955 de la Notaria 26 del Círculo de Bogotá, 1° de octubre de 1987, f. 1v. 284 Ibíd., N° 1.459 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 16 de septiembre de 1977, f. 4v.; Certificado de Existencia y Representación Legal de ALFATEXTIL S.A. expedido por la Cámara de Comercio de Bogotá el 14 de septiembre de 1987 (Anexo a la Escritura Pública N° 1.955 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 1° de octubre de 1987).; León, Carlos. Entrevista… Op.Cit. 285 La participación de Alfatex Ltda., luego Alfatextil Ltda., estaba repartida de la siguiente manera: Lisetta, Cristina y Carlos Alberto Boggio Dávila, cada uno con el
30 %, y Diego Acevedo Rehbein con el 10 %. ADLA Escritura Pública N° 1.459 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 16 de septiembre de 1977, f. 1v. 286 ADLA Escritura Pública N° 734 de la Notaria 11 del Círculo de Bogotá, 14 de junio de 1978, f. 1v.
tres lustros y fue determinante en el desarrollo del conjunto de las
empresas de ALFA en la década de los ochenta, donde cada uno jugó
un rol fundamental.287
El desarrollo tecnológico de la fábrica de Alfatextil fue gradual y en
correspondencia con la demanda del mercado. Mientras en la bodega
se tejía la alfombra, el proceso de apresto se tuvo que subcontratar
con la empresa Pinturas Victoria, que funcionaba en Soacha. Luego se
compraron máquinas tejedoras industriales de segunda que fueron
traídas de los Estados Unidos y se construyó el llamado
―invernadero‖, donde se comenzó a realizar el trabajo de apresto de
manera manual hasta que se adquirió una máquina que hacía esta
operación. 288
Hay que señalar que cuando se constituyó la empresa en 1978 el
capital inicial fue de $900.000, una suma relativamente baja en
comparación con los emprendimientos anteriores. Pero en 1981,
teniendo en cuenta el éxito obtenido con la alfombra, se aumentó el
capital a $6.500.000 y se comenzó a gestionar créditos de
financiación para ampliar las instalaciones e introducir innovaciones
tecnológicas.289
287 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 288 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Arias, Rodrigo. Entrevista… Op. Cit.; León, Carlos. Entrevista… Op. Cit.; Nier, Luis Augusto. Entrevista (2)… Op. Cit. 289 ADLA Escritura Pública N° 7.071 de la Notaria 7ª del Círculo de Bogotá, 24 de diciembre de 1981, f. 1v.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
72. «ALFA, una historia en construcción»
De este modo, bajo el liderazgo de Oswaldo Acevedo, se inauguró un
periodo de prosperidad para Baldosines Alfa que benefició al
conjunto de las empresas, ya que el desarrollo comercial jalonó el
crecimiento de las fábricas de baldosas, gres, mármol y alfombras. Ya
veremos cómo en el transcurso de la década de los ochenta se
consolidó la red de ventas con los grandes constructores nacionales y
bajo un concepto renovador se logró conquistar un mercado más
amplio de consumidores que impacto de manera positiva las ventas.
Así que a medida que las ventas se incrementaban y la exigencia de
lograr productos de mejor calidad para la exportación llevó a
introducir mejoras tecnológicas en las plantas, pensando siempre en
innovar, para ofrecer a sus clientes productos novedosos y de
excelente calidad.
Capítulo 15. “ALFA, Primero en Pisos”
Con el propósito de ampliar la oferta de productos dirigidos a sus
clientes institucionales, como los grandes constructores, el sector
público e industrial, se habían constituido Derivados del Mármol y
Alfatextil a finales de los años setenta. Con ello se cerraba un primer
ciclo de emprendimientos que había comenzado a mediados de la
década de los cincuenta con la idea de Pier Carlo Boggio de fabricar
baldosas de terrazo y años más tarde tabletas y tablones de gres. De
este modo, se inauguraba un nuevo periodo donde la dinámica
comercial asumiría un rol protagónico que estimuló la actividad
productiva y posibilitó la configuración de la identidad institucional
del grupo de empresas alrededor de la marca ALFA.
Más allá del reconocimiento ganado con sus grandes clientes,
Baldosines Alfa buscó ampliar su participación en el mercado
colombiano conquistando al consumidor de las clases medias y altas
del país. Fue una respuesta a la desaceleración del crecimiento de la
construcción que se comenzó a evidenciar a principios de la década
de los ochenta, donde hubo una disminución notable de los grandes
proyectos urbanos que caracterizaron la década anterior.
Pese a lo adverso del sector de la construcción en este período,
Baldosines Alfa logró mantener y afianzar su participación en el
mercado nacional gracias a su insistente preocupación por ofrecer
nuevos productos. Con la ampliación de la planta de Alfagres en 1979
no solo se logró aumentar la capacidad de producción sino que se
73. «ALFA, una historia en construcción»
introdujo nueva tecnología para la fabricación de pisos y enchapes
porcelanizados que tuvieron una gran aceptación. Igual ocurrió con
las placas de mármol y la alfombra, que fueron sustituyendo las
preferencias que se tenían respecto a las baldosas de terrazo, incluso
se tuvo éxito con la introducción de los pisos vinilos, que era nueva
línea que se promocionaba.290
A diferencia del gres, que ya tenía consolidado su canal de ventas
hacía los grandes constructores, la alfombra se fue imponiendo como
un producto de gran demanda en amplios sectores del mercado. Se
amplió la gama de colores y se mejoró la calidad de las alfombras
para ofrecer mayor variedad y satisfacer los gustos de los
consumidores. Para 1981, cuando se conformó una red nacional de
distribuidores de «tapetes» para lograr un mayor cubrimiento del
mercado, la idea de contar con una ―sala de exhibición y ventas‖ en
las principales ciudades del país se convirtió en un objetivo
inaplazable.
A diferencia de Bogotá, que contaba con un par de salas de ventas,
los experimentos en otras ciudades, como por ejemplo la de Ipiales
en 1974 que pretendió ser una agencia para coordinar las operaciones
comerciales en el sur del país y atender las exportaciones de gres
hacía el Ecuador, no estaban orientadas directamente al consumidor
en general. Pero la contracción de la actividad constructiva que se
experimentó a principios de la década de los ochenta llevó a
290 Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 1, Bogotá, 31 de marzo de 1982, p. 6.
replantear seriamente la estrategia diseñada por Antonio Paladini de
contactar y contratar directamente con los grandes clientes en las
regiones.
Es aquí donde el genio comercial de Oswaldo Acevedo brilló con todo
su esplendor para dar forma a una estrategia exitosa que permitió
incrementar las ventas en un contexto de inestabilidad económica. La
ventaja de contar con una variada oferta de materiales para pisos
ciertamente implicaba contrarrestar la competencia en varios
frentes. Esto exigió a las fábricas, por un lado, mayor eficiencia en
sus procesos industriales y mejorar sus sistemas de control de
calidad, así como estar en la permanente búsqueda de nuevos
productos para mantenerse en la vanguardia del mercado. Por el lado
comercial, era necesario diseñar una estrategia integradora que
permitiera transmitir un concepto claro y definido alrededor de una
―marca‖, más que la promoción de un producto específico.
Otro de los factores que incidió notable en la definición de la
estrategia comercial fueron las importaciones. Siguiendo la idea de
ofrecer a sus clientes nuevos productos se buscó diversificar la oferta
introduciendo materiales para pisos que no se producían en las
fábricas de baldosas, gres, mármol ni tapetes. En 1980 se comenzó a
traer directamente cerámica desde Italia con muy buenos resultados,
pero las restricciones que se imponían a las importaciones, lo
74. «ALFA, una historia en construcción»
engorroso de los trámites y altos de transporte llevaron a buscar
nuevas fuentes de suministro en un país más cercano.291
Fue así que a finales de 1983 se hicieron negociaciones con Cerámica
Lima S.A. (CELIMA), una empresa peruana fundada en 1978 y que en
ese entonces buscaba expandir sus operaciones comerciales en el
mercado internacional, con quien se contrató un primer pedido.292 De
igual modo es importante señalar que para esa época se comenzó a
traer mármol del Perú que era conducido a la planta de Usme para la
producción de las placas que eran comercializas por Baldosines Alfa y
que también tuvieron gran aceptación por parte de los clientes.293
Ahora bien, hay que tener en cuenta que la política proteccionista
que dictaba el Gobierno Nacional y que seguía siendo la regla en la
economía colombiana en la década de los ochenta imponía serias
trabas para hacer efectiva y ágil las importaciones, especialmente lo
concerniente a las gestiones para la obtención de las licencias,
291 Ibídem., Ibíd., Acta N° 3, Bogotá, 30 de marzo de 1983, p. 25.; Ibíd., Libro de Actas de Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 31, Bogotá, 18 de octubre de 1984, p. 26. 292 Ibíd., Libro de Actas de Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 18, Bogotá, 26 de octubre de 1983, p. 17.; Portal Web Grupo CELIMA TRÉBOL. ―Historia‖ (http://www.celima-trebol.com/es/empresa/); Mathews, Juan Carlos. ―CELIMA, apuntando al mercado externo‖, Portal de Negocios y Economía de la Revista Semana Económica (Perú), Publicado el 22 de abril de 2014 (http://semanaeconomica.com/escala-global/2014/04/22/celima-apuntando-al-mercado-externo/) 293 ADLA Libro de Actas de Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 31, Bogotá, 18 de octubre de 1984, p. 26.
ocasionando demoras y retrasos en el despacho de los pedidos.294
Para salvar estas dificultades se buscó nuevos proveedores para
complementar el suministro de pisos cerámicos ante la progresiva
demanda de este producto. A principios de 1984 Oswaldo Acevedo
adelantó personalmente negociaciones con Cerámica Italia, una
empresa nortesantandereana recientemente creada, y que ofrecía la
posibilidad de iniciar operaciones inmediatamente y garantizar el
suministro regular de cerámica hacía Baldosines Alfa.295
Poco a poco el portafolio de productos se fue ampliando y comenzó a
tomar forma un nuevo concepto alrededor de las salas de ventas. Fue
un desarrollo progresivo que llevó varios años y requirió la inversión
de importantes recursos económicos para la compra y adecuación de
los locales. Partiendo de la lógica comercial de Antonio Paladini, se
abrieron sucursales de Baldosines Alfa en Cali, Bucaramanga,
Medellín, Popayán y Barranquilla que funcionaron en un principio
como bodegas o centros de acopio para la distribución de los
productos fabricados en Soacha y Usme, atender los mercados locales
y prestar un mejor servicio a los constructores.296
294 Ibíd., Acta N° 20, Bogotá, 20 de diciembre de 1983, p. 18.; ADLA Libro de Actas de Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 31, Bogotá, 18 de octubre de 1984, p. 26. 295 Ibíd., Acta N° 22, Bogotá, 12 de marzo de 1984, p. 20. 296 Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 3, Bogotá, 30 de marzo de 1983, p. 25.; Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 18, Bogotá, 26 de octubre de 1983, p. 17.; Ibíd., Acta N° 20, Bogotá, 20 de diciembre de 1983, p. 18.; Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 6,
75. «ALFA, una historia en construcción»
Para ese entonces lo más cercano a la idea de una sala de ventas
eran las sucursales que se tenían en Bogotá, y aunque en esencia
cumplían el mismo propósito de servir como agencias para la
negociación con los grandes constructores, eran un primer intento
para exhibir sus productos y conquistar al consumidor de medianos y
altos ingresos. Además de la que funcionaba en la sede administrativa
de la Calle 35 del barrio Teusaquillo, en la carrera 13 con calle 14 en
el centro, se contaba con una sala de ventas en el Centro Comercial
Unicentro (Local 298), que se había recibido como parte de pago de
la constructora Pedro Gómez y Cía., otra en la Calle 85 y una más en
el Country.297 Sin embargo, estos primeros experimentos no
cumplieron del todo con las expectativas iniciales, lo que llevó a
clausurar las salas de la Calle 85 en 1982 y la del Country en 1983.298
La sala de Unicentro requirió ser remodelada por ese entonces en un
esfuerzo por lograr atraer a los clientes, hasta que se decidió
definitivamente vender el local en 1988.299
Pero mientras se cerraban estas salas de ventas al norte de Bogotá,
se hizo necesario reorganizar la sala de Teusaquillo y se planteó la
Bogotá, 15 de marzo de 1984, p. 43.; Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 28, Bogotá, 17 de septiembre de 1984, p. 24. 297 Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista, Mesa de los Santos – Piedecuesta, 4 de abril de 2015. 298 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 6, Bogotá, 19 de noviembre de 1982, p. 7.; Ibíd., Acta N° 9, Bogotá, 23 de diciembre de 1983, p. 10. 299 Ibíd., Acta N° 6, Bogotá, 19 de noviembre de 1982, p. 7.; Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Universo del Piso S.A., Acta N° 13, Bogotá, 9 de marzo de 1983, p. 146.
posibilidad de abrir una al sur de la ciudad. El promotor de esta
iniciativa fue Carlo Arturo Ramos Cortes, para entonces Gerente
Administrativo y luego miembro de la Junta Directiva de Baldosines
Alfa, quien desde finales de 1982 venía insistiendo en atender la
demanda de este sector de la ciudad.300 La idea tomó un par de años
en estructurarse y bajo el concepto de servir como ―puntos de venta
de fábrica‖, en mayo de 1985 se inauguró con gran éxito la sala de
exhibición y ventas de Soacha y a finales del año la de Usme, las
cuales generaron en el primer año de funcionamiento un incremento
del 5 % de las ventas totales registras en Bogotá.301
En ese mismo año de 1985 se emprendió un «programa de
adecuación» para la transformación de las ―ventas de bodega‖ que
habían en Cali (Av. 8 Norte N° 17AN-33), Medellín (Av. Colombia N°
63-23), Bucaramanga (Calle 36 N° 29-05) y Barranquilla (Calle 76 N°
48-08) en verdaderas ―salas de exhibición y ventas‖ dirigidas a un
público más amplio.302 Los recursos económicos para la remodelación
de algunos de estos locales se consiguieron a través de créditos
300 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 6, Bogotá, 19 de noviembre de 1982, p. 7.; Ibíd., Acta N° 13, Bogotá, 16 de abril de 1983, p. 13.; Ibíd., Acta N° 18, Bogotá, 26 de octubre de 1983, p. 17. 301 Ibid. Acta N° 40-B, Bogotá, 7 de noviembre de 1985, p. 34.; ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 8, Bogotá, 21 de marzo de 1986, p. 77.; Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 6, Bogotá, 19 de noviembre de 1982, p. 7. 302 Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 7, Bogotá, 29 de marzo de 1985, p. 61.; Publicidad Cerámica Italia. En: Revista Habitar (El Tiempo), N° 10, Bogotá, 4 de agosto de 1984.
76. «ALFA, una historia en construcción»
otorgados por bancos colombianos y dejando en prenda la hipoteca
de los correspondientes inmuebles.303
Con las nuevas salas se buscaba brindar a sus clientes un ambiente
renovado y organizado por secciones diferenciadas donde se exhibían
todas las líneas de productos nacionales e importados que tenían a su
disposición. Además se prestaban servicios de asesoría, facilidades de
financiación, despacho e instalación. Por ejemplo, en el primer piso
de la sede administrativa de Baldosines Alfa ubicada en el barrio
Teusaquillo de Bogotá, además de contar con la sala de ventas,
disponía de una oficina manejada por una empresa independiente
encargada de prestar el servicio de instalación del material que
contrataba directamente con el cliente.304 Fue este el modelo que se
siguió cuando se inauguró la sala de Pereira a principios de 1986, con
«excelentes resultados desde el mismo día de su apertura», y un año
después con la de Cartagena.305
Con el cierre de las salas de ventas de la Calle 85 y del Country años
atrás, el mercado del norte de Bogotá había pasado a ser manejado
directamente desde la sede de Teusaquillo. Sin embargo, durante el
303 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 28, Bogotá, 17 de septiembre de 1984, p. 24.; Ibíd., Acta N° 47, Bogotá, 10 de marzo de 1986, p. 36. 304 Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit. 305 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 9, Bogotá, 27 de marzo de 1987, p. 96.; Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 73, Bogotá, 10 de abril de 1987, p. 52.
año de 1986 la dinámica de la construcción comenzaba a mostrar
signos de recuperación y como las principales firmas de arquitectos y
empresas constructoras tenían sus oficinas en el norte de la ciudad,
se consideró pertinente abrir nuevamente una sala en este sector,
donde incluso se pensó en la posibilidad de conceder espacio a
terceros para atraer a los arquitectos y las nuevas firmas de
construcción que comenzaban a surgir por aquél entonces.306
Otro de los factores que motivaron la apertura de la sucursal del
norte fue la posibilidad de disponer de un espacio propio y adecuado
para la celebración de pequeños eventos, como reuniones
empresariales o cocteles, diferente a las concurridas ferias de
Expoconstructor o Expocamacol que organizaba el gremio, para
brindar una atención más personalizada que les permitiera afianzar
las relaciones con sus grandes clientes, de los que cabe la pena
mencionar a Cuéllar Serrano Gómez & Salazar, la Organización
Sarmiento Angulo, Pedro Gómez y Cía. y Fernando Mazuera y Cía.,
para presentarles las novedades en las líneas de pisos y concretar
nuevos negocios. Porque si por algo se caracterizó Oswaldo Acevedo
mientras estuvo al frente de la gerencia de Baldosines Alfa fue en
procurar brindar la mejor atención los constructores, que seguía
siendo el canal de ventas más importante de la comercializadora.307
306 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 56, Bogotá, 29 de agosto de 1986, p. 41.; Ibíd., Acta N° 61, Bogotá, 10 de octubre de 1986, pp. 44-45. 307 Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit.; Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.
77. «ALFA, una historia en construcción»
Fue así como el 27 de octubre de 1986 se compró a los dueños de
Discos Bambuco una amplía casa esquinera de dos pisos, muy bonita y
de fachada moderna ubicaba en la intersección de la calle 94 con
carrera 11 en el exclusivo barrio del Chicó, en el norte de Bogotá. El
precio acordado fue de $58.000.000, una suma nada despreciable que
se canceló en parte con recursos propios y gracias a un préstamo
bancario.308 El propósito era construir un edificio, disponiendo el
primer piso para la sala de exhibición y los restantes para oficinas,
aun cuando el deseo original de Pier Carlo Boggio había sido disponer
de apartamentos para los empleados.309
Como el proyecto del ―Edificio ALFA‖ implicaba tiempo para su
planificación y de un estudio más detallado de factibilidad financiera,
se postergó por algunos años. En ese momento se consideró que lo
más prudente, rápido y factible era reformar el interior de la casa del
Chicó y adecuarla para la sala de ventas. El diseño arquitectónico se
encargó a la firma Campuzano Londoño y Asociados Ltda., y el
desarrollo de la obra se hizo de manera progresiva.310 Cuando se
inauguró esta sala el 28 de mayo de 1987 la obra apenas alcanzaba el
30 % de los trabajos y la inversión ascendía a $12.318.775.311 El éxito
308 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 60, Bogotá, 1° de octubre de 1986, pp. 44-45.; Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 9, Bogotá, 27 de marzo de 1987, p. 103. 309 Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit. 310 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 64, Bogotá, 14 de noviembre de 1986, p. 46. 311 Ibíd., Acta N° 79, Bogotá, 24 de junio de 1987, p. 55.
de esta sala no se hizo esperar y a los pocos meses ya era un foco de
atracción para la clase alta de Bogotá. 312
Pero el despegue que tomaron las salas de exhibición y ventas en
todo el país fue posible a una estrategia ideada por Oswaldo Acevedo
dirigida a ganar mayor participación en el mercado nacional,
conquistando un número más amplio de consumidores de las clases
medias y altas del país. Para ello se diseñó una campaña publicitaria
«orientada a incrementar el tráfico de las personas a nuestros
almacenes con el fin de aumentar las ventas al detal» y «apoyar su
imagen institucional», que fue progresivamente evolucionando hasta
adoptar el modelo de los ―supermercados de pisos‖.313
El mensaje se difundió ampliamente por los principales medios de
comunicación del país, especialmente a través de la televisión que
garantizaba mayor audiencia y permitió posicionar la marca ALFA en
el imaginario de los colombianos. Fue aquí donde radicó uno de los
factores claves que determinaron el éxito que se comenzó a
experimentar a mediados de los años ochenta y se prolongó alrededor
de una década, un periodo de notable prosperidad que no dudamos
en considerar como la ―Edad de Oro ALFA‖.
312 Ibíd., Acta N° 82, Bogotá, 3 de septiembre de 1987, p. 57. 313 Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 8, Bogotá, 21 de marzo de 1986, p. 77.; Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Universo del Piso S.A., Acta N° 11, Bogotá, 22 de marzo de 1988, p. 120.; Ibíd., Acta N° 13, Bogotá, 9 de marzo de 1989, p. 140.
78. «ALFA, una historia en construcción»
El gasto por concepto de ―propaganda y publicidad‖ en dicho período
es un indicador de la importancia estratégica que para Oswaldo
Acevedo representaban las campañas publicitarias. En 1981 se
destinaron $3.277.816 para cubrir este rublo y a partir de 1982 se
comenzó a evidenciar un aumento significativo de recursos que se fue
duplicando año tras año hasta alcanzar la cifra record de $81.967.473
en 1988.314 Este dinero estaba dirigido al pago de servicios de
agencias de publicidad y mercadeo, para la elaboración de catálogos,
vallas y avisos, participar en ferias nacionales y sobre todo para
pagar la pauta comercial en radio, prensa y televisión.
Gracias a los comerciales de televisión se generó un alto impacto que
permitió el posicionamiento de la marca ALFA a nivel nacional. La
incursión de Baldosines Alfa en este medio se remonta a mediados de
1983 cuando se iniciaron negociaciones con R.T.I. Televisión S.A.
llagándose a suscribir un contrato millonario que inició en 1984 y se
prorrogó hasta 1991 con el fin de transmitir «cuñas televisadas» que
en un principio estaban orientadas a la promoción de los materiales
de gres y las alfombras.315 En el primer año se canceló a la
programadora la suma de $9.442.714, que representaba el 51 % del
gasto total destinado a ―Propaganda y Publicidad‖. Este porcentaje
314 Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 1, Bogotá, 31 de marzo de 1982, p. 14; Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 3, Bogotá, 30 de marzo de 1983, p. 33.; Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Universo del Piso S.A., Acta N° 13, Bogotá, 9 de marzo de 1989, p. 150. 315 Ibíd., Libro de Actas de Asamblea General de Accionistas de Universo del Piso S.A., Acta N° 7, Bogotá, 29 de marzo de 1985, p. 68.
que se mantuvo regular hasta 1989 cuando se ubicó en el 39,2 % y en
el último año descendió al 6 %. Posteriormente, entre 1991 y 1992, se
pautó con RCN Televisión la emisión de comerciales en su
programación, pero ya este valor ya no superaría el 5 %.
A partir de 1993, a raíz de cambios administrativos y factores
externos, el presupuesto general para ―Propaganda y Publicidad‖ se
recortó drásticamente y los comerciales desaparecen de la televisión
colombiana. Atrás quedaban para la memoria aquél que protagonizó
Robert (o David) Orwell y que popularizó con su marcado acento
norteamericano la frase ―Tranquilo, son ALFA‖, tras caer un vaso
con gaseosa sobre la alfombra. O la clásica propaganda con la voz de
Gloria Valencia de Castaño y la imagen de unas manos llevando un
carrito de supermercado con los diferentes productos que se podían
encontrar en las salas de venta de ALFA para promocionar el nuevo
concepto de los ―supermercados de pisos‖.316
Cabe la pena recordar que la visión de Oswaldo Acevedo cuando
asumió la gerencia de Baldosines Alfa a finales de los años setenta
implicó una serie de transformaciones de orden legal y administrativo
que fueron marcando el desarrollo de la Empresa. Como por ejemplo
el ocurrido en 1981 cuando la naturaleza jurídica de la sociedad pasó
de limitada a anónima con el fin de poder cotizar sus acciones en la
316 Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Ochoa Moreno, José Guillermo. Entrevista, Bogotá, 23 de abril de 2015.
79. «ALFA, una historia en construcción»
bolsa de valores del país.317 O en el caso del cambio de nombre en
1987 por el de Universo del Piso S.A., que obedeció más a razones
conceptuales que de otro tipo, con la idea de estar en
correspondencia con la nueva realidad comercial de la empresa.318
El cambio que se comenzó a dar a partir de 1985 que arrancó con la
transformación de las ―bodegas‖ en ―salas de exhibición‖ evolucionó
rápidamente al concepto de ―supermercado de pisos‖. Este era un
sistema de ventas que venía mostrando notables éxitos en los Estados
Unidos y Europa que ofrecía a diseñadores, arquitectos y
constructores un ambiente renovado donde podían encontrar en un
solo lugar una oferta variada de materiales y acabados para la
construcción.319
Paradójicamente fue Cerámica Corona quien hacía 1983 comenzó a
introducir este modelo para sus salas de venta, lo que sin duda fue un
factor que influyó en la necesidad de reorientar la estrategia
317 «BALDOSINES ALFA S.A. solicitará a una cualquiera de los bolsas de valores que operan en Colombia que se la admita para que sus Acciones puedan ser negociadas por bolsa. Por ello, se reforman los estatutos de la Compañía, en el sentido de eliminar o derogar el derecho de preferencia consagrado en el Art. Septuagésimo Tercero de la Escritura Pública N° 7.313 otorgada por la Notaría Séptima de
Bogotá, el 31 de Diciembre de 1981.» ADLA Libro de Actas de Asamblea General Extraordinaria de Accionistas de Baldosines Alfa S.A., Acta N° 4, Bogotá, 7 de marzo de 1983, p. 38. 318 Boggio Dávila, Cristina, Entrevista… Op. Cit.; Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 319 Rosas Bernal, Martín. ―En supermercados de la construcción‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 11 de septiembre de 1993. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-219141)
comercial de Baldosines Alfa, que como hemos visto a lo largo de
este capítulo no sólo consistió en hacer frente a la competencia,
ampliar su participación en el mercado y sobrellevar los altibajos de
la dinámica de la construcción en la década de los ochenta, sino
lograr consolidar la imagen institucional del grupo de empresas que
dirigían Pier Carlo Boggio, Alberto Ospina Carreño y Oswaldo Acevedo
Gómez.
El éxito del ―supermercado de pisos ALFA‖ puede que no radique en
la originalidad de su concepto, como sí en la gestión comercial y en lo
creativo de sus campañas publicitarias que lograron transmitir un
mensaje directo y claro de lo que la gente podía encontrar en las
salas de ventas que funcionaban en Bogotá, Cali, Medellín,
Bucaramanga, Popayán, Barraquilla, Pereira y Cartagena. Fue en este
contexto que se acuñó el eslogan «ALFA, una empresa con mucho
piso» y luego «ALFA, primero en pisos» que resumía de manera
magistral el propósito de Oswaldo Acevedo de ofrecer a sus clientes
la mejor opción para el suministro de pisos decorativos en Colombia
por su novedad, variedad, calidad y servicio.
80. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 16. Internacionalización
Con el inicio de las operaciones comerciales hacia el exterior en 1975
con el primer despacho de gres a Puerto Rico, que abrió las puertas
de Centroamérica y el Caribe: Martinica, Aruba, Curzao, las Islas
Vírgenes; su posterior incursión al mercado Andino con gran éxito en
Venezuela y el Ecuador en 1976 y, después de sufrir toda suerte de
desengaños, en 1978 con el desembarco de un contenedor de tabletas
en el puerto de Miami, las oportunidades reales por exportar
dibujaron un prometedor horizonte para el terrazo de Baldosines
Torino y los productos de Alfagres.
Vino entonces la ampliación de la planta de gres que encendió su
segundo horno a finales de 1979, la reorganización administrativa de
principio de los ochenta y comenzar a establecer controles de calidad
más estrictos. Mientras tanto en Baldosines Torino se introducía una
prensa OCCEM en 1980 para mejorar el proceso productivo y dos años
más tarde se adquiría un terreno adyacente, que pertenecía a
Baldosines Alfa, con miras a su expansión.320
Tanto para Alberto Ospina, al frente de Alfagres, como para Oswaldo
Acevedo, que dirigía Baldosines Torino, el mercado norteamericano
los seducía. Más de cinco años de experiencia les había enseñado las
particularidades que exigía un mercado como este, así como los
320 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit.;
ADLA Escritura Pública N° 2.823 de la Notaria 32 del Círculo de Bogotá, 18 de noviembre de 1983.
obstáculos que había que sortear, que antes de considerarse
problemas insalvables se convirtió en un desafío que los impulsó a
optimizar sus procesos productivos y perfeccionar sus estrategias de
venta con el propósito de exportar.
Si en verdad se quería conquistar los Estados Unidos, había llegado el
momento de prescindir de su ―distribuidor exclusivo‖ y asumir
directamente las actividades comerciales en Miami. Vale la pena
recordar que un par de años atrás, en medio de la efervescencia de
las negociones para concretar el primer pedido, fue el propio Mario
Uribe Uribe, entusiasta y muy interesado en el negocio, quien a
finales de 1977 había propuesto «formar una sociedad
comercializadora de los producto de Alfagres para los Estados
Unidos» en la cual la empresa «podría llegar a tener un 25 % de las
acciones», sin embargo en ese entonces la Junta Directiva creyó que
aún no era el momento.321
En el transcurso de los primeros años de la década de los ochenta la
idea revivió y terminó con la fundación de la comercializadora
internacional OPA, que se concibió como una unidad de negocio
completamente independiente y de manejo exclusivo de sus socios:
Pier Carlo Boggio, Alberto Ospina y Oswaldo Acevedo. Sin embargo, si
tenemos en cuenta el momento en que se constituye OPA, podemos
encontrar un significado más profundo, que anuncia el inicio de la
―Edad de Oro ALFA‖ bajo el liderazgo de estos tres personajes,
321 ADLA Libro de Actas de Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 50, Bogotá, 2 de diciembre de 1977, p. 165.
81. «ALFA, una historia en construcción»
quienes cada uno desde su campo, contribuyó al crecimiento,
expansión y consolidación empresarial de ALFA. El nombre que se le
dio a la compañía no fue un hecho fortuito, ―OPA‖ es el acrónimo de
Oswaldo, Pier y Alberto, lo que puede verse, si se quiere, como un
símbolo de la confianza de Pier Carlo Boggio por sus socios y el deseo
de afianzar una alianza de talentos que estaba mostrando buenos
resultados.
Fue así que en la pequeña isla caribeña de Curazao el 11 de abril de
1984 se constituyó legalmente OPA International Corporation, que
dos semanas después el 30 de abril se registró en la ciudad de
Miami, en donde se abrió una oficina. Se designó para ejercer la
gerencia a Benjamín Alvarado, un amigo de la familia Boggio Dávila,
quien partió de Bogotá y se radicó en La Florida para ponerse al
frente de la compañía.322 El propósito inicial era replicar el modelo
de las salas de ventas, tal y como se estaba haciendo en Colombia, e
ir gradualmente abriendo nuevas sucursales en otras ciudades con el
fin de ampliar su presencia en mercado del sur de los Estados Unidos.
Pero esto no fue posible y rápidamente se reorientó la estrategia
hacía la búsqueda directa de clientes en el sector de la construcción
y establecer relaciones comerciales con los grandes distribuidores.323
En 1985 comenzaron efectivamente las operaciones comerciales con
los productos que se despachaban directamente desde la planta de
Alfagres. Sin embargo, el volumen de estos primeros pedidos estaba
322 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 323 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.
lejos de cumplir con las expectativas iniciales, pues conseguir
clientes no era una tarea fácil para alguien que apenas estaba
conociendo el mercado estadounidense. Fue gracias a Lisetta Boggio
Dávila, la hija mayor de Pier Carlo, que la dinámica comercial tomó
un nuevo aire a partir de 1987 cuando entró a OPA.324 Era una mujer
joven y entusiasta que había estado antes vinculada a Alfatextil,
donde tuvo la oportunidad de trabajar junto a Oswaldo Acevedo y
llegó a ocupar el cargo de gerente antes de partir a los Estados
Unids.325
Ya en los Estados Unidos, Lisetta se presentó al Georgia Tec con la
intensión de hacer un curso relacionado con la cerámica, pero
desistió al comprobar que nada nuevo le aportaría sobre lo que ya
conocía del proceso de gres. Así que se trasladó a Miami y buscó a
Benjamín Alvarado para lograr algún empleo en OPA. Para entonces
la estructura administrativa de la compañía se reducía a la oficina
que manejaba directamente don Benjamín, para quien ella se
convirtió prácticamente en su secretaria y la encargada de llevar las
cuentas de la comercializadora. Durante un tiempo repartía el día
trabajando en la oficina y en las noches asistiendo a un curso de
comercio exterior al que se había matriculado en la Universidad de
Miami, hasta que su jefe la comenzó a involucrar en las actividades
comerciales.
324 Ibídem. 325 Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.
82. «ALFA, una historia en construcción»
Como el objetivo era conseguir nuevos clientes, Lisetta Boggio
contrató a Margarita Sáenz como secretaria para que se encargara de
la oficina y se dio a la tarea de promocionar el gres: «Usted me viera
recuerda Lisetta, con falda, media velada, con mí maletín. Y
llegaba yo a ver estos distribuidores, que eran todos unos italianos
[…] y que resultaron siendo eran unos instaladores, con las piernas*
puestas encima de la mesas. Entonces ahí comencé a cambiar y me
dije: “No, esto no es así. Esto es de ponerme los bluyines, de llegar
con la muestra y […] a vender y a vender».326 Fue así que,
aprendiendo de la experiencia y con mucha determinación como lo
hiciera su padre años atrás intentando convertir el barro en
ladrillo, que fue forjando su talante como vendedora.
Una de las estrategias fue participar de las ferias de construcción que
se realizaban en los Estados Unidos para dar a conocer las cualidades
del producto. Estas correrías por el país fueron muy importantes
porque les permitieron establecer contactos con grupos de
constructores y distribuidores, ampliar la red de clientes y concretar
negocios. Las tareas logísticas de estos eventos eran coordinadas
directamente por Lisetta y en algunos casos venía de Colombia Mario
Roca, que era algo así como el arquitecto de ALFA, para el montaje
de los stands. Otro de los frentes de acción se focalizó en contactar
directamente a clientes potenciales que pudieran interesarles los
pisos de gres, de tal forma que se encontró un nicho importante
alrededor de las cadenas de restaurantes como SUBWAY o McDonalds
326Ibídem.
en La Florida, principalmente de la tableta denominada ―Guayacán‖
para el piso de sus locales.327
«La Guayacán, es un tipo de tableta que se usa mucho en los
Estados Unidos en los restaurantes de comida rápida, que
por lo general pertenecen a cadenas gigantescas que tienen
sus restaurantes a lo largo y ancho de todo el país; hasta
hace poco solo una fábrica en el mundo fabricaba este
producto, ahora con Alfagres somos dos productores
mundiales y aunque hay muchas fábricas que hacen
imitaciones, solo nuestro producto y el de esta fábrica
americana tienen las características de calidad y diseño que
los clientes quieren.»328
Pero así como OPA hacía un gran trabajo para ampliar la red de
clientes en Norteamérica, que incluso les permitió incursionar en el
mercado canadiense, desde Baldosines Alfa en Bogotá, Oswaldo
Acevedo y su equipo de ventas no desaprovechaban las oportunidades
para concretar importantes negocios. La confianza que se tenía
respecto a las características del gres como un material ideal para la
industria ya estaba más que comprobadas después de una década
atendiendo ese sector, lo que les permitió concretar un gran negocio
con Coca-Cola, por intermedio de su filiar en Colombia, para el
suministro del piso en varias de sus fábricas en los Estados Unidos, ya
327 Ibídem. 328 ―Alfagres en la 8ª Convención Anual de Distribuidores de Baldosas Cerámicas de América‖, El Portal, N° 7, Año 2, Soacha, Noviembre de 1986, p. 4.
83. «ALFA, una historia en construcción»
que su resistencia a la acción de los ácidos no la superaba ningún otro
material.329
El gres fue sin duda el producto estrella durante los años ochenta y la
punta de lanza en la internacionalización de ALFA. Ni la baldosa de
terrazo que fue tendencia en los sesenta y setenta y que también se
exportó, ni la misma alfombra que en esa misma década fue un éxito
en el mercado nacional, igualarían los volúmenes de producción y
ventas que alcanzó el gres. Las propiedades físicas de los materiales
para pisos que se producía en Alfagres no tenían punto de
comparación en Colombia, ni el mundo.330 Un estudio científico
realizado en 1974 por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de
Bogotá mostraba desde un principio las características excepcionales
del producto.331 Incluso Baldosines Alfa hizo sus propios experimentos
sometiendo una tableta de Alfagres y una producida por la
competencia echándolas entre ácido nítrico o sulfúrico durante
varias horas para comparar sus efectos: mientras la segunda absorbía
como una esponja el líquido, «la tableta de ALFA salía entera».332
Pero como ya se ha reiterado en varias ocasiones, el mayor reto que
se imponía a principios de la década de los ochenta en el campo de
las exportaciones, y más aún con la constitución de OPA Inc. en 1984,
seguía siendo superar los imperfectos que persistían en cuanto a
329 Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit. 330 Ibídem.; Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 331 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 9, Bogotá, 22 de marzo de 1974, p. 25. 332 Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit.;
forma, tamaño y color de las tabletas y tablones. La ampliación de la
planta de gres y la introducción de nueva tecnología significaron un
gran paso en este sentido, aun cuando hacía falta mucho más para
mejorar los estándares y controles de calidad.
La cuestión no era simplemente técnica, y así lo entendía Alberto
Ospina, sino que requería generar un cambio de mentalidad que
comprometiera todos los niveles de producción de la planta. Fue así
que durante un viaje que realizó a México, por aquél entonces, tuvo
la oportunidad de asistir a una conferencia sobre ―Administración
por Calidad‖ que se dictó en Instituto Panamericano de Alta
Dirección de Empresas (IPADE), que le dio la respuesta que estaba
buscando para generar conciencia entre los trabajadores sobre la
responsabilidad que le correspondía a cada uno en el progreso de la
empresa a través del mejoramiento continuo en sus actividades
laborales. 333
Pero más allá de considerarse como una estrategia que ofrece
herramientas para ser aplicada según una receta predeterminada, la
Administración por Calidad (APC) o también Administración de
Calidad Total (ACT) debe entenderse como una filosofía integral de
la empresa para el perfeccionamiento sistemático de sus procesos,
productos y servicios, enfocado en satisfacer las necesidades y
expectativas de sus clientes. Su implementación requiere
transformaciones en el campo organizacional y gerencial e involucrar
a todos los miembros de la empresa para lograr los objetivos
333 Ospina Carreño, Alberto. Ospina. Entrevista… Op. Cit.
84. «ALFA, una historia en construcción»
propuestos.334 Aún más, con este sistema se daba un renovado
significado al trabajo que se realizaba y contribuía al desarrollo
personal de cada trabajador fomentando el hábito por el
mejoramiento continuo.335
Las preocupaciones modernas relativas al control de calidad se
remontan a la década de 1930 en los Estados Unidos a partir de la
aplicación industrial del ―cuadro de control‖ ideado por Walter A.
Shewhart, que luego derivó en el Control Estadístico de la Calidad
(CEC) y en el Mantenimiento Productivo (MP). Pero fueron los
japoneses quienes adoptaron estas ideas después de la Segunda
Guerra y las transformaron en Control Total de Calidad (CTC) y
Mantenimiento Productivo Total (MPT), que posteriormente
evolucionó hacía lo que hoy se conoce como Administración de la
Calidad Total (ACT), que a diferencia del modelo estadounidense
dejaba de ser un conocimiento exclusivo para un grupo de expertos y
se incorporó en todas las áreas de la compañía, poniendo especial
énfasis en el recurso humano. De allí se desarrolló el concepto de
―círculos de control de calidad‖ (CCC) ―donde un grupo pequeño de
operarios en forma cooperativa seguían métodos para solucionar los
problemas presentes en su centro de trabajo‖.336
334 Fukui, Ryu y otros. Manual de Administración de la Calidad Total y Círculos de Control de Calidad, Vol. I, Banco Interamericano de Desarrollo, Octubre de 2003. 335 ―Entrevista a Juan Humberto Mendoza‖, El Portal, N° 2, Soacha, Agosto de 1985, p. 4. 336 Fukui, Ryu y otros. Manual de Administración de la Calidad Total… Op. Cit., p 3.
En los años ochenta este sistema se popularizó en los Estados Unidos
y Europa, desde donde se difundió y tuvo un alcance más global. En
Colombia era una completa novedad cuando Alfagres lo adoptó en
1985, marcando el inicio de una nueva etapa en su desarrollo
empresarial que le permitió superar definitivamente los problemas
inherentes a la calidad y mejorar ostensiblemente la percepción que
se tenía de los productos de gres, especialmente en el exterior.337 El
19 de julio de ese año en las instalaciones de la planta de Soacha se
reunió el Gerente General, el personal administrativo, los operarios y
obreros de la fábrica y en medio de un acto simbólico hicieron un
juramento frente a la bandera de Colombia para hacer las cosas
bien desde la primera vez y desde entonces, cada año, se
conmemora el ―Día Cero Defectos‖.338
A partir de entonces la calidad se convierte en un objetivo
estratégico y se comienza a desarrollar la metodología de la
―Administración por Calidad‖ consistente en 14 principios
fundamentales: 1) Compromiso gerencial, 2) Formación de equipos de
mejoramiento de calidad, 3) Medición de la calidad, 4) Evaluación del
costo de calidad, 5) Concientización sobre la calidad, 6) Equipos de
Acción Correctiva, 7) Planeación del Programa ―Cero Defectos‖, 8)
Entrenamiento a Jefes y Supervisores, 9) Cero Defectos, 10) Fijación
337 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; ―Entrevista a Alberto Ospina‖ (Gerente General de Alfagres S.A.), El Portal, N° 2, Año 1, Soacha, Agosto de 1985, p. 3. 338 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; El Portal, N° 6, Julio de 1986, Portada.
85. «ALFA, una historia en construcción»
de Metas, 11) Eliminación de la causa del error, 12) Reconocimiento,
13) Consejos de Calidad, y 14) Hacerlo de nuevo.339
En desarrollo de esta nueva filosofía empresarial se creó el
Departamento de Control de Calidad y se designó a Luis Francisco
Barragán como Director del Programa de ―Administración por
Calidad‖. A principios de 1986 se nombró un coordinador en cada una
se las secciones de la empresa: Guillermo Amaya (Producto en
Proceso), Luis Augusto Nier (Productos Terminados), Julián Granada
(Control de Calidad y Klinker), Ricardo Rozzo (Mantenimiento
General) y Carlos E. Barón (Suministro y Administración), quienes
estaban sometidos a un plan de capacitación con cursos sobre manejo
de grupo y reuniones de trabajo dictados por el SENA, profundización
sobre la filosofía ―A.C.P‖ y el autoconocimiento de las personas.
Estos coordinadores a su vez estaban encargados de organizar
internamente en la empresa diferentes cursos, seminarios,
conferencias, dinámicas de grupo y orientar a los ―Equipos de Acción
Correctiva‖, con el fin de concientizar y profundizar entre los
trabajadores la importancia del nuevo sistema.340
El objetivo principal de los ―Equipos de Acción Correctiva‖ era
«promover un método formal, sistemático y permanente de
resolución de problemas que provengan de un plan de identificación
339 ―Administración por Calidad‖, El Portal (Edición Especial), N° 6, Año 1, Julio de 1986, p. 5-7. 340 Barragán, Luis Francisco. ―Informe del Director de A.P.C.‖, El Portal, N° 5, Soacha, Marzo-Abril de 1986, p. 4.
de causas de acción».341 Se conformaron en total 28 equipos en
Alfagres con una responsabilidad puntual de acuerdo a los problemas
previamente identificados en el proceso productivo, contaba con un
líder encargado de motivar a los miembros del equipo y llevar un
seguimiento pormenorizado de las acciones emprendidas y sus
resultados, que eran presentados en reuniones semanales convocadas
por la gerencia general para evaluar los avances de la estrategia en
cada sección.342
Unido a este desarrollo surge la necesidad de fortalecer los controles
de la ―seguridad industrial‖, que es un tema manejado directamente
por el Departamento de Relaciones Industriales. Desde allí se hizo un
gran esfuerzo de comunicación, concientización e involucramiento
de los trabajadores, se creó el ―Comité Paritario de Higiene y
Seguridad Industrial‖ y la ―Brigada Contra Incendios‖.343 Pero sin
duda el mayor reto estaba en propiciar un cambio sustancial en el
modo de pensar y la forma tradicional de trabajo en todos los niveles
de la empresa y propiciar las condiciones para generar un ambiente
laboral propicio para el desarrollo de la nueva filosofía de la A.P.C.,
donde los coordinadores de la A.P.C. y los líderes de los E.A.C.
desempeñaron un rol determinante.
341 ―Administración por Calidad‖, El Portal… Op. Cit., p. 6. 342 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; ―Administración por Calidad‖, El Portal… Op. Cit., p. 4. 343 ―Seguridad Industrial en Alfagres S.A.‖, El Portal, N° 7, Año 2, Noviembre de 1986, p. 11.
86. «ALFA, una historia en construcción»
La implementación de este sistema comenzó a mostrar rápidamente
resultados positivos en lo que se refiere a las exportaciones. En tan
solo seis meses el volumen de material de gres enviado a los Estados
Unidos se duplicó, pasando de 4.789 m2 entre abril y junio de 1985 a
8.070 m2 entre enero y marzo de 1986.344 Las proyecciones eran muy
optimistas, lo que requirió implementar mejoras en la maquinaria
existente y la construcción física de nuevas dependencias, construir
una subestación eléctrica y montar la acometida para el suministro
de gas propano.345
A finales de 1988 se planteó la necesidad de ampliar nuevamente la
planta, pero con la particularidad de que estaría destinada a la
producción de material cerámico, que comenzaba a ser un producto
demandado en el mercado nacional y de gran aceptación en el
internacional. Con gran optimismo se anunciaba en el editorial de la
edición número 11 del periódico de circulación interna, denominado
el ―El Portal‖, de la siguiente manera:
«En nuestra Empresa se aproxima con la puesta en marcha
de la planta nueva, un cambio trascendental tanto en el
volumen de sus operaciones como en la manera de
producir. Estas mejoras, de seguro traerán también
desarrollo y beneficio a las personas que conforman esta
344 ―Entrevista a Juan Humberto Mendoza‖ (Gerente de la Planta de Alfagres S.A.), El Portal, N° 2, Año 1, Soacha, Agosto de 1985, p. 4. 345 Berón, Carlos E. (CABE), Sección: ¡Oiga – Mire – Vea!, El Portal, N° 7, Año 2, Noviembre de 1986, pp. 19-21.; ―Proyecto de Ampliación‖, El Portal, N° 10, Año 3, Enero-Marzo de 1989, p. 6.
pujante Compañía. / El compromiso es grande puesto
que nuestra responsabilidad como equipo aportan en el
trabajo diario el esfuerzo y la dedicación necesarias
para que todas las expectativas de la Administración
cristalicen en logros reales, fuente de progreso y
bienestar.»346
Sin duda, la implementación de esta nueva filosofía cumplió con los
propósitos de internacionalización de la Empresa. Además, durante
una década el gres se había convertido en el producto estrella de
ALFA, posicionando a Alfagres como una empresa líder en el sector
de la construcción a nivel nacional y de reputada fama en el
internacional.
Sin embargo, las tendencias en pisos para la construcción a finales de
la década de los ochenta marcaron el fin de la preeminencia del gres,
desplazado por los productos cerámicos que comenzaban a ser
preferidos en el mercado. Fue así que el 31 de octubre de 1989
cuando se encendió el horno de la nueva planta de cerámica,
denominado ―ALFACER‖, se inauguraba una nueva etapa para ALFA
que le permitía mantenerse en la vanguardia de las empresas
productoras de pisos en Colombia.347
346 ―Editorial‖, El Portal, N° 11, Soacha, Junio de 1989, p. 1. 347 ―Proyecto de Ampliación‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal… Op. Cit., p. 7.
87. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 17. La innovación permanente
Otro de los factores claves y transversales en la denominada ―Edad de
Oro ALFA‖ fue la innovación en el área productiva. Allí estaba el
corazón que impulsaba el crecimiento de las fábricas, el motor
creativo de Pier Carlo Boggio para el desarrollo de nuevos productos.
Porque si por algo se caracterizó ALFA en este período fue por la
novedad y la variedad cada vez más amplia de materiales para pisos
elaborados en sus plantas. Esa idea de laboratorio que hace parte de
los orígenes mismos de Baldosines Alfa en 1955 y que se fue
desarrollando con los años permitiendo incursionar en materiales tan
diversos como el gres en 1971 o la alfombra y el mármol en 1977,
cobran especial relevancia en este período con productos que
hicieron época como el Brecciato, la línea de mármol románico, los
―organizadores de baños‖, la cerámica a partir de 1989, los aditivos y
pegantes en los noventa y las pinturas a principios del siglo XXI.
En Alfagres, como en su momento también la Ladrillera Santafé, Pier
Carlo Boggio contó con un ―espacio reservado‖ que le permitió
concentrar sus energías en la realización de sus proyectos personales.
Pero más allá del secretismo que rodearon muchos de ellos, ese
espíritu innovador no era cosa exclusiva de Pier Carlo, ahí también
estaba Alberto Ospina en la permanente brega por mejorar los
procesos y características del producto, secundándolo en sus
proyectos y brindándole ideas y sus conocimientos técnicos. Hay que
decir que si bien no todas las iniciativas innovadoras fueron exitosas,
esto no desestimuló el trabajo permanente para continuar
experimentando.
Fue así que en 1973 con la puesta en marcha la planta de gres, se
comenzó a producir de manera paralela teja, que era un producto
que tenía una gran demanda en el mercado nacional, pero como no
se tenía la tecnología apropiada se acondicionó la máquina que se
tenía para hacer tabletas. Era un proyecto liderado por Pier Carlo
Boggio que consistía en producir tejas de gres tipo español de 33x20
cm. para ofrecer a constructores y con la eventual idea de
exportarlas. El promedio mensual de producción en 1974 fue de
47.100 m2, una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que
apenas estaba en la fase experimental.348 Sin embargo, eran muchos
los inconvenientes técnicos que se presentaban, y si bien se pensó en
adquirir máquinas especializadas para continuar su fabricación, en los
años ochenta la teja se descontinuó porque sus costos de producción
no eran competitivos en el mercado.349
Con relación a los pisos, la atención estaba en satisfacer las
necesidades del sector industrial, donde el gres había mostrado gran
aceptación por su dureza y durabilidad. En este sentido, tanto Pier
348 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 19, Bogotá, 11 de febrero de 1975, p. 63.; Ibíd., Acta N° 20, Bogotá, 5 de marzo de
1975, p. 67.; Ibíd., Acta N° 23, Bogotá, 23 de mayo de 1975, p. 77.; ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfa Gres S.A., Acta N° 5, Bogotá, 7 de marzo de 1975, pp. 51 y 55. 349 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 25, Bogotá, 18 de julio de 1975, p. 89.
88. «ALFA, una historia en construcción»
Carlo Boggio como Alberto Ospina, llevaron a cabo varios
experimentos para desarrollar pisos antideslizantes en 1974 y
resistentes al impacto del ácido en 1976. El interés también estaba
en lograr productos variados y con nuevas características estéticas
para hacerlos mucho más atractivos al mercado, así surgieron el
tablón biselado y salado o la tableta curvilínea.
A finales de 1975 se hicieron pruebas con unas ―calcomanías‖ traídas
por Pier Carlo de Italia que se pegaban en la superficie del tablón o la
tableta mediante un aditivo y se pasaba por el horno dando «un
producto nuevo como pintado a mano con altorrelieve y en toda la
gama de colores que se hayan empleado en la calcomanía, así sean
los más suaves».350 Los ensayos realizados con las calcomanías
mostraron magníficos resultados, pero ciertamente esta innovación
resultaba muy costosa. En 1977 se comenzaron hacer los primeros
ensayos para producir gres esmaltado y se visitaron fábrica en España
e Italia para conocer más sobre los métodos más avanzados sobre la
materia.351 Fue así que después de varias pruebas satisfactorias, a
mediados del año de 1978 se consigue producir los primero 10.000 m
de gres esmaltado para vender en el mercado.352
Ya con la ampliación de la fábrica en 1979 y la introducción de nueva
tecnología se profundizó en el campo de los esmaltes y la posterior
350 Ibíd., Acta N° 28, Bogotá, 24 de octubre de 1975, p. 95. 351 Ibíd., Acta N° 40, Bogotá, 12 de diciembre de 1976, p. 133.; Ibíd., Acta N° 45, Bogotá, 6 de junio de 1977, p. 143. 352 Ibíd., Acta N° 51, Bogotá, 11 de enero de 1978, p. 169
aparición del Klinker, una tableta de gres esmaltada de
características especiales que tuvo una gran aceptación en el
mercado nacional y para exportación. En 1983, con el ingreso a
Alfagres de Camilo Fonnol se creó el ―Departamento de Investigación
y Calidad‖, que antes era denominado ―Laboratorio‖ y que
posteriormente se llamó ―Departamento de Investigaciones y
Klinker‖. Durante los años ochenta se llevaron a cabo importantes
investigaciones que permitieron perfeccionar el conocimiento en el
manejo de los esmaltes, el cual fue aplicado más adelante cuando se
incursionó en la cerámica.353
Otro de los productos representativos de Alfagres que apareció en
1994, en la etapa final de la Edad de Oro ALFA, fue el cotoforte, una
tableta de gres rústica prensada con una superficie recubierta de
esmalte resistente que dejaba ver el color natural de la arcilla. Venía
en tres presentaciones para pisos en dimensiones de 30x30 y 20x20,
así como una de 6x24 especial para enchapes de fachadas.354
353 ―Reportaje a Camilo Fonnol‖ (Jefe de Investigación y Klinker), El Portal, N° 4, Febrero de 1986, pp. 3-4.; ―Novedosas Alternativas.‖, Sección: Propiedad Horizontal y Diseño. En Archivo Digital Semana, 6 de junio de 1994 (http://www.semana.com/especiales/articulo/propiedad-horizontal-diseo/22687-3). 354 ―Novedosas Alternativas.‖, Sección: Propiedad Horizontal y Diseño. En Archivo Digital Semana… Op. Cit.; ―La decoración también está por el suelo‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 24 de enero de 1998. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-769879). 354 ―Editorial‖, El Portal, N° 11, Año 3, Soacha, Junio de 1989, p. 1.
89. «ALFA, una historia en construcción»
Este espíritu innovador también llevaba a trabajar en proyectos que
permitieran mejorar el nivel tecnológico. La consecución de nuevos
productos requirió del ingenio técnico de Pier Carlo Boggio y Alberto
Ospina para adaptar cuando no idear la maquinaria que hiciera
posible su fabricación. En este sentido se fue requiriendo la
conformación de una división al interior de la planta de Alfagres, de
un ―taller especializado‖ encargado del desarrollo técnico y el
mantenimiento de las máquinas.355 Era el germen de Alfatécnica, una
empresa que se materializó a principio de 1985 para prestar sus
servicios al sector industrial en el suministro de equipos y
maquinaria, así como «sistemas para el manejo de materiales,
ventilación industrial, agitadores para tanques de mezcla,
automatismos para líneas de producción y puertas automáticas.»356
Pero la actividad innovadora no se limitó solamente a los terrenos del
gres, con el surgimiento de Derivados del Mármol y Alfatextil se
abren dos nuevos frentes de actividad creativa que fueron muy
prolíferos en la década de los ochenta. Derivados del Mármol, que
era la fábrica más pequeña dentro del grupo de empresas de ALFA y
que dirigía Oswaldo Acevedo, se convirtió en el refugio predilecto de
Pier Carlo para el despliegue de sus proyectos personales, como el
«famoso Brecciato», un producto inspirado en una piedra llamada
breccia que se encontraba en el norte de Italia y que brilló con luz
355 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 47, Bogotá, 30 de agosto de 1977, p. 153. 356 ―Alfatécnica una gran empresa‖, El Portal, N° 3, Soacha, Septiembre de 1985, p. 3.
propia en la ―Edad de Oro ALFA‖.357 Su desarrollo inició hacía 1987 en
el más absoluto secretismo, montando un laboratorio que contaba
con una pequeña prensa en un predio que compró Baldosines Alfa a
finales de 1985 en las Zona Industrial de Cazucá, que funcionó
originalmente como una extensión de la planta de mármol.
El Brecciato fue un producto original y exclusivo de Derivados del
Mármol que domostró que la innovación puede vencer las condiciones
adversas que impone las dificultades económicas, impactando
positivamente el mercado por su novedad y precio. Hay que recordar
que en la década de los ochenta la dinámica del sector de la
construcción fue muy irregular, y en lo que respecta a la industria del
mármol hay que agregar las dificultades para adquirir la materia
prima fundamental, ya por las restricciones impuestas a las
importaciones que hacía muy costoso traer bloques de mármol
natural o porque las mejores minas estaban localizadas en zonas de
dominio guerrillero, lo que restringía su acceso.358
Como se contaba con una máquina que se había adquirido
recientemente con la intensión de hacer tabletas de mármol y no se
contaba con la materia prima, entonces Pier Carlo se propuso hacer
sus propios bloques, a partir de un aglomerado que mezclaba
cemento blanco con piedras de mármol, agua y se le agregaba
colorantes. Fue un proyecto muy experimental que requirió de
innumerables pruebas, sometiendo la mezcla al efecto del vacío y de
357 De la Torre, Mario. Entrevista, Bogotá, 24 de abril de 2015. 358 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.
90. «ALFA, una historia en construcción»
la vibración, ingeniarse nuevos procedimientos técnicos, hasta lograr
darle consistencia y conseguir unos bloques compactos, sin grumos o
huecos, homogéneos, que luego eran trasladados a la planta de Usme
para hacer las pruebas de corte y pulimento. 359
Fue un proyecto que contó con el con el apoyo de Oswaldo Acevedo y
en el que participaron Mario de la Torre un ingeniero mecánico
recién egresado que había ingresado a Baldosines Torino en 1986 y
muy pronto pasó a trabajar en Derivados del Mármol y Carlos
Alberto Boggio Dávila, hijo de Pier Carlo, quien ya desde su
adolescencia comenzaba a vincularse en los negocios de la familia,
aprendiendo junto a su padre sobre el funcionamiento de las
máquinas y las claves para la formulación de la mezcla perfecta.360
Con el tiempo se desmanteló el ―laboratorio‖ de Cazucá y se
centralizó toda la producción en la planta de Derivados del Mármol.
El mayor atractivo del Brecciato estaba en su variedad de colores:
crema, café, azul, blanco, beige y rosado, así como en su precio, que
lo hicieron un sustituto ideal al costoso mármol. La preeminencia de
este producto en el mercado colombiano llegó hasta principios de los
años noventa, cuando la política de apertura económica que
impulsaba el Gobierno Nacional permitió la importación de mármol
359 De la Torre, Mario. Entrevista… Op. Cit. 360 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista…. Op. Cit.; De la Torre, Mario. Entrevista… Op. Cit.
natural a precios más competitivos, haciendo irrelevante la
permanencia de un producto de imitación.361
En 1994 se desarrolló lo que se conoció como mármol románico, idea
que tuvo su origen tras un viaje a Italia que realizó Pier Carlo para
asistir a una Feria del Mármol que se realizó en ese país y tuvo la
oportunidad de conocer los llamados ―mosaicos‖, que eran una
composición de varias piedrecillas de mármol que se ensamblaban en
una malla. Se construyeron para ello varias máquinas que sirvieron
para cortar distintas figuritas, como cuadrados, triángulos, rombos,
etc., aprovechando el retal de mármol, que luego se pegaban con
colbón sobre papel craf y se metía al horno.362
El producto salió al mercado en 1996 inaugurando la línea de mármol
decorado y gran parte de su éxito radicó en que combinaba muy bien
con la cerámica que desde 1989 se comenzó a producir en Alfagres.
En los dos primeros años se llegó a producir entre 100.000 y 150.000
metros cuadrados mensuales de este material, mucho del cual se
exportó a los Estados Unidos por intermedio de la comercializadora
OPA Inc. que funcionaba en Miami. Hay que señalar que para la
composición de los mosaicos se contrató a la estudiante de diseño
Laura Lozano, para quien se construyó un pequeño laboratorio en la
planta de Derivados del Mármol, donde diseñó composiciones de
diferentes referencias y colores.363
361 Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit. 362 De la Torre, Mario. Entrevista… Op. Cit. 363 Ibídem.
91. «ALFA, una historia en construcción»
Una de las más importantes adquisiciones que se hizo a principios de
los noventa fue un telar gigantesco para cortar piedras de mármol y
sacar láminas de grandes dimensiones. Con ella se produjeron muchas
placas de mármol para bancos, universidades y principalmente para
la fabricación de mesas de billar. Con el tiempo se construyó una
rectificadora ideada por Pier Carlo con tecnología nacional y piezas
italianas, con el objetivo de mejorar el producto calibrando las placas
de mármol.364
Respecto a Alfatextil hay que decir que la innovación radicó en ir
actualizando la tecnología a través de la adquisición de maquinaria
proveniente principalmente de los Estados Unidos, que permitiera
incrementar la producción y las referencias de alfombras que se
ofrecía al mercado. Desde 1981 se contaba con cuatro tejedoras, dos
de 120 agujas y dos de 1.150 agujas, pero a medida que aumentaba la
demanda del producto se compró nueva maquinaria, permitiendo
aumentar su capacidad de producción a 120.000 m2 de alfombra al
mes a partir de 1985, con una carta variada de colores y de excelente
calidad.365
La alfombra fue sin duda un producto estrella durante la ―Edad de
Oro ALFA‖, de gran recordación gracias a los comerciales que se
difundieron por la televisión nacional, que llevaron a posicionar la
364 Ibídem. 365 ―Reportaje con Julián Trujillo‖ (Gerente de Alfatextil S.A.), El Portal, N° 4, Soacha, Febrero de 1986, p. 3.
marca ALFA en el mercado a través de ingeniosos eslogan de gran
recordación como «Tranquilo, son ALFA» o «ALFA, una empresa con
mucho piso». Su predominio en el mercado, así como lo fue con el
gres, comenzó a declinar a medida que avanzaba la década de los
noventa, cuando la cerámica se convertía en el producto de
preferencia por el sector de la construcción.
En Baldosines Torino la innovación estuvo enfocada principalmente
en el diseño propio de máquinas para optimizar el proceso
productivo, mejorar las características de la baldosa, incorporando
nuevos materiales como el vidrio, trabajando con granos de mármol
más pequeños (microgramos) e incursionando en la fabricación de
losetas de cemento en la primera fase de construcción de
Trasmilenio en Bogotá y que luego se extendió al resto del país.
En todo este proceso se destacó el trabajo del ingeniero Henry Rivera
Jaimes, que trabajaba en la planta de Baldosines Torino
desarrollando nuevos productos y asumió la gerencia en 1989. Años
atrás había participado en el proyecto de la planta de Vanity,
fundada el 29 de enero de 1986, para la fabricación de lavamanos en
mármol refinado con tecnología americana. La materia prima era
resina y carbonato, los moldes para las pocetas fueron importados de
los Estados Unidos y el mueble que acompañaba el lavamanos era
elaborado en Colombia. Fue un producto de gran aceptación que se
vendió bajo el concepto de ―organizador de baño‖, pero su éxito tuvo
corto alcance porque con el tiempo se comenzó a fabricar lavamanos
92. «ALFA, una historia en construcción»
con características similares en pequeños talleres empleando fibra de
vidrio, que es mucho más económica.366
Otro de los productos que se hizo a partir de resina fueron las cenefas
a partir de 1998. Su principal atractivo estaba en la originalidad de su
diseño, inspirados en la cultura artesanal colombiana, pero también
fue una técnica que permitió el diseño de logos para empresas, como
Davivienda, Granahorrar, Colmena, Caracol o RCN Televión. Era un
trabajo muy artesanal donde Rosita Valderrama cuido cada detalle
del proceso a partir de la elaboración de los moldes, donde luego se
vertía la resina y se pintaban a mano, para finalmente fundir la
pieza. Estas cenefas se vendieron junto a la cerámica que producía
Alfagres, como un complemento ideal para crear ambientes más
armónicos y decorativos. Fue un producto de gran aceptación que e
incluso se exportó a los Estados Unidos, pero lo complejo de su
elaboración y el cambio de las tendencias en el mercado llevaron a
descontinuar esta línea.367
En el campo mecánico y eléctrico se hicieron importantes desarrollos
a lo largo de la década de los noventa en Baldosines Torino con el
objetivo de mejorar los procesos de trituración y molienda entre 1993
y 1995. Se importó la pulidora lineal Cassani que contribuyó a
mejorar ostensiblemente el acabado de las baldosas y con tecnología
española se construyó la planta de tratamiento de aguas, que
permitió optimizar los procesos de pulido y brillo de manera
366 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit. 367 Ibídem.; Valderrama Cano, Rosita. Entrevista… Op. Cit.
ecológica reduciendo costos, ya que la planta permitía reutilizar el
agua en el proceso de pulido. Entre 1996 y 1997 se construyó la
bodega para el almacenamiento terminado, lo que permitió
organizarlo por referencias agilizando el despacho de los pedidos. En
esos años se inicia la automatización de la fábrica, como el sistema
de mortero empleando tecnología española y se comenzó a introducir
sistemas informáticos para llevar controles estadísticos más precisos
de la producción.368
Como vemos, el desarrollo tecnológico experimentado en la década
de los ochenta era de ingenio propio, lo que reafirmaba el principio
fundamental «de hacer las cosas por sí mismos», muy arraigado al
interior de las fábricas y que sirvió para estimular el ingenio y la
creatividad que llevó al perfeccionamiento de los procesos
productivos y la invención de máquinas. En este desarrollo jugó un
papel trascendental Alfatécnica, una empresa que como ya se
había anotado se había constituido a mediados de los años ochenta.
Su origen está en Alfagres y se remonta a 1977, cuando Alberto
Ospina planteó por primera vez la iniciativa de crear una unidad de
negocio independiente encargada de proveer los servicios de
mantenimiento técnico especializado en la planta de gres. Para
entonces se comenzó con la instalación de un taller y el
adiestramiento de un equipo de técnicos que en un principio se
dedicó hacer trabajos de soldadura y carpintería mecánica, que fue
368 Valderrama Cano, Rosita. ―Reseña Histórica Baldosines Torino S.A.‖… Op. Cit.
93. «ALFA, una historia en construcción»
evolucionando con el tiempo incursionando en nuevos campos.369 La
idea se cristalizó finalmente hasta 1985, de la mano del ingeniero
Henry Devia, quien para entonces era el director de proyectos de
Alfagres y primer gerente de la nueva empresa.370
Alfatécnica S.A. funcionó en el sector del Muña, en la vía que
comunica a Bogotá con Girardot, con el fin de proveer maquinaria a
la industria cerámica nacional, en un contexto donde la importación
de tecnología extranjera era muy costosa. Contaba con una División
de Diseño, que se especializó en el automatismo industrial y
posteriormente incursionó en construcción de controles industriales y
eléctricos, lo que dio origen a la División de Electrónica. También
contaba con una División Comercial, encargada de proveer materiales
eléctricos, neumático, hidráulicos y de transmisión y potencia. Se
logró la representación exclusiva para Colombia «de equipos y
maquinaria automática industrial, equipos y sistemas de manejo de
materiales, ventilación industrial, agitadores para tanques de
mezcla, automatismo para líneas de producción y puertas
automáticas».371
Las ferias internacionales seguían siendo un importante punto de
referencia para conocer los adelantos tecnológicos en la industria de
la cerámica, de donde se ―copiaban‖ modelos de máquinas para ser
369 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 47, Bogotá, 30 de agosto de 1977, p. 153. 370 Gómez Gonfrier, Sergio Andrés. Entrevista, Bogotá, 24 de abril de 2015. 371 ―Alfatécnica una gran empresa… Op. Cit, p. 3.
reproducidas por la División de Diseño. Con el tiempo no solo se
fabricaban máquinas automáticas sino muchas de las partes que la
componían, como sensores, motores, bandas, correas y poleas.372 Los
mayores adelantos industriales se realizaron sin duda en Alfagres,
donde cada problema técnico era por sí mismo un desafío que asumía
un equipo de 10 a 15 ingenieros mecánicos liderados por Pier Carlo
Boggio y Alberto Ospina, para ofrecer una solución ingeniosa y
oportuna. Gran parte de los sistemas de automatización que se
introdujeron en Baldosines Torino y Derivados del Mármol fueron
diseñados y construidos por Alfatécnica.373
Pero su acción no se limitó únicamente al grupo de fábricas de ALFA,
también prestó sus servicios a clientes externos afines al sector,
como lo fueron la Ladrillera Santafé, Conalvidrios, Texmeralda y
Espumados, principalmente.374 Con la apertura económica Alfatécnica
comenzó a perder relevancia en el mercado por las facilidades para
acceder a la importación de maquinaria, así que se comenzó a
incursionar en nuevos productos, como la preparación de morteros y
pegantes, que fueron perfilando la empresa hacía un nuevo campo de
experimentación que ya no respondía a su objeto original. 375
En ese momento la participación accionaria de Alfatécnica se
repartía entre Alfagres, como socio mayoritario, Alberto Ospina y
372 Gómez Gonfrier, Sergio Andrés. Entrevista… Op. Cit. 373 Ospina Carreño, Alerto. Entrevista… Op. Cit. 374 ―Alfatécnica una gran empresa… Op. Cit, p. 3. 375 Ospina Carreño, Alerto. Entrevista… Op. Cit.; Gómez Gonfrier, Sergio Andrés. Entrevista… Op. Cit.
94. «ALFA, una historia en construcción»
Henry Devia, ya que se habían retirado Alberto José Sinisterra y Juan
Mendoza. Se decidió entonces dividir la empresa, quedándose Devia
con la operación comercial y Alfagres y Ospina con las instalaciones
de planta en el Muña y todo lo relacionado con el desarrollo de
productos. Es a partir de entonces que se configuró una nueva línea
de producción al interior de Alfagres denominada ―Alfaquímica‖ y
que operó de manera autónoma desde un principio.376
Entre sus primeros inventos se encontraba ―Alfalisto‖, un mortero
empleado para la instalación de revestimientos de pisos y paredes
con extraordinarios resultados. Fue alrededor de este producto que
Alfaquímica comenzó a estructurarse, permitiendo el desarrollo
ulterior de ―Alfacolor‖, un producto para aplicar en las juntas de
materiales de gres, Klinker, cerámica, piedra, granito, mármol y
porcelanato, y el ―Fijamix‖, un aditivo líquido a base de polímero
acrílico que se mezclaba con el mortero, sin necesidad de usar agua,
logrando una mayor adherencia.377
En términos generales los productos creados en Alfaquímica
obtuvieron gran éxito en el mercado nacional, constituyéndose
prácticamente en una unidad de negocio independiente que dejó
importantes márgenes de rentabilidad y permitió palear en cierto
modo el impacto negativo que traería la crisis económica que se
originó a finales de los noventa en Colombia. A principios del siglo XXI
376 Ibídem. 377 Archivo de la Oficina de Publicidad y Diseño de Alfagres S.A. (AOPDA) Catálogo de Productos 2000, Bogotá, 2000, pp. 2-7.
se hacen los primeros ensayos para la preparación de pinturas que
llevaron al desarrollo de una nueva línea de producción a partir del
año 2004. 378
Finalmente hay que hacer referencia a la cerámica, un producto que
comenzó a producirse en Alfagres en 1989 por iniciativa de Alberto
Ospina, anticipándose al boom de la construcción que se experimentó
en la década siguiente. Ya el volumen de metros cuadrados que
comercializaba Universo del Piso, como distribuidor de cerámica
importada y de producción nacional, eran un indicativo que mostraba
la creciente demanda que tenía este tipo de material en el sector de
la construcción.379
Fue así que Alberto Ospina realizó un viaje a Europa para conocer de
primera mano la tecnología de vanguardia alrededor de esta industria
y tiene la oportunidad de conocer al italiano Mauro Poppin,
considerado en su momento uno de los mejores técnicos a nivel
mundial en el campo de la cerámica, quien presto su asesoría en la
etapa inicial del proyecto y sugirió el método de la cerámica
prensada y no el húmedo, que era el que se empleaba para la
producción del gres. Se compraron dos viejas prensas italianas en
buen estado y las piezas del horno, con tan mala suerte que durante
la travesía el contenedor que traía el horno no había sido bien
378 Ospina Carreño, Alerto. Entrevista… Op. Cit.; Gómez Gonfrier, Sergio Andrés.
Entrevista… Op. Cit.; ADLA Escritura Pública N° 2.464 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 30 de septiembre de 2004, f. 1r. 379 «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Op. Cit.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.
95. «ALFA, una historia en construcción»
amarrado y cayó a la cubierta averiándose por completo, lo que
implicó valerse de ingeniería propia para su reconstrucción.380
Si bien la materia prima y el proceso de hacer baldosas cerámicas
prensadas era en términos generales similares al del gres, además de
que se contaba con un gran desarrollo en el tema de los esmaltes,
«existen diferencias entre los dos procesos como la cantidad de
humedad y tipo de mezclado, el formato ya que se hace prensada, y
el tiempo en el secado y cocción que son muy rápidos debido a que es
una baldosa mucho más porosa». Una de las ventajas comerciales de
este nuevo producto fue las dimensiones de las baldosas en sus
prestaciones de 20x 20 y 30x30 centímetros, mucho más grande que
el 15x15 que se importaba del Perú.381
Con la incursión en la fabricación de pisos de cerámica comenzaba
una prospera etapa de crecimiento industrial en Alfagres, que
dinamizó las actividades comerciales de UNIPSA en Colombia y de
OPA Inc. en los Estados Unidos. Frente al repliegue que se comenzó a
experimentar con relación a los pisos de gres, la alfombra y el
mármol en la primera mitad de la década de los noventas, la
cerámica vino a llenar este vació, posicionándose como un producto
de gran predilección en el mercado.382
380 Ospina Carreño, Alberto. Entrevistas (1 y2)… Op. Cit. 381 ―Descripción el proceso de producción «Alfacer»‖, El Portal, N° 16, Soacha, Julio - Septiembre de 1990, p. 3.; Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit. 382 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.
Capítulo 18. Del “boom” inmobiliario a la crisis económica
Entre finales de los años ochenta y principios de los noventa el
panorama económico en Colombia no era nada alentador,
caracterizado por un alto índice de inflación, un aumento de las tasas
de interés y una contracción de la inversión pública, ocasionando un
impacto negativo en el sector industrial, comercial y especialmente
en el de la construcción, que para 1990 mostró una caída de más del
15 %. En estos términos exponía Pier Carlo Boggio a los socios de
UNIPSA la situación en su Asamblea General celebrada el 22 de
marzo de 1991:
«La caída de la actividad edificadora en 1990, estuvo asociada a
la presencia de algunos problemas que habían venido afectando
su comportamiento desde el año anterior, como son la
disminución de la demanda por soluciones habitacionales, los
síntomas de saturación de la misma en los estratos medios altos
y altos, la baja participación en la actividad de las Entidades
Oficiales y el entrabamiento generado por la Ley de Reforma
Urbana para el financiamiento de las viviendas de interés social
en donde se concentra un porcentaje importante de la demanda
insatisfecha.»383
La estrategia para contrarrestar los efectos negativos en las ventas y
hacer frente a la creciente competencia en el sector de la
construcción consistió en consolidar su presencia a nivel nacional y la
383 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de UNIPSA S.A., Acta N° 15, Bogotá, 22 de marzo de 1991, p. 177.
96. «ALFA, una historia en construcción»
apertura de nuevas salas de ventas en el país, principalmente en
regiones como Medellín y la Costa Atlántica donde la situación de la
construcción era especialmente sensible y representaban un importe
mercado para UNIPSA.384 Fue así que en agosto de 1988 se inauguró
la sucursal del barrio el Poblado de Medellín, en 1989 dos más en la
ciudad de Cartagena y en 1990 se adquiere un lote de terreno en las
inmediaciones de la Calle 80 de la Localidad de Engativá en
Bogotá.385
El lote de la Calle 80 se había comprado a Construcciones, Estudios y
Proyectos S.A. (CEPSA) que en 1994 cambió su nombre a
Constructora Bolívar por un valor de $80.000.000. La negociación la
hizo Oswaldo Acevedo con la visión de que esta zona, ciertamente
despoblada en ese entonces, sería un foco de desarrollo urbano en los
próximos años. En ese sitio se instaló una carpa de circo de color
naranja que fue muy representativa en el sector hasta 1992 cuando
se retiró para dar inició a la construcción de la sala de ventas.386
Fue allí, bajo la carpa de circo, donde se desarrolló originalmente el
concepto de ―Pague y Lleve ALFA‖, que sería la última estrategia
comercial desarrollada por Oswaldo Acevedo antes de su renuncia
384 Ibíd., Acta N° 13, Bogotá, 9 de marzo de 1989, p. 140. 385 Ibídem.; Ibíd., Acta N° 14, Bogotá, 30 de marzo de 1990, p. 159.; Ibíd., Acta N° 15, Bogotá, 22 de marzo de 1991, p. 185. 386 Romero Zapata, José Fernando. Entrevista, Bogotá, 23 de abril de 2015.; Arenas Luna, Gonzalo. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.;
ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de UNIPSA S.A., Acta N° 15, Bogotá, 22 de marzo de 1991, p. 185
irrevocable a la gerencia de UNIPSA el 18 de julio de 1990 y la
consecuente venta de todas sus acciones en las que tenía
participación él y su familia en el grupo de empresas de ALFA.387 En
remplazo de Oswaldo Acevedo se nombró como nuevo gerente a Pier
Carlo Boggio, quien dio continuidad a la estrategia comercial que se
venía desarrollando y que había mostrado sus buenos resultados a
pesar de las condiciones adversas de la economía. Entre las nuevas
medidas se buscó ampliar y afianzar el canal de comercialización que
se realizaba a través de los distribuidores autorizados a nivel
nacional, lo que llevó a replantear la política de ventas en este
sentido y la definición de ―cupos de materiales‖ para cada uno de
ellos.388
Pero mientras la situación económica del país mejoraba, las
exportaciones siempre representaron una alternativa para paliar las
crisis internas y tanto UNIPSA como Alfagres aprovechaban todo
escenario para promocionar y dar a conocer las novedades de sus
productos, especialmente la cerámica que se producía desde 1989.
Fue así que en mayo de 1991 se consiguió participar en la Feria
Internacional de Baldosas Cerámicas que se celebraba anualmente en
la ciudad de Miami, donde asistían las empresas más importantes de
esta industria en el mundo. Gracias a este evento Alfagres presentó
su nuevo producto, con tan buenos resultados que le permitió
387 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 109, Bogotá, 18 de julio de 1990, p. 80. 388 Ibíd., Acta N° 112, Bogotá, 23 de abril de 1991, p. 83.; Ibíd., Acta N° 113, Bogotá, 18 de julio de 1991, p. 84.
97. «ALFA, una historia en construcción»
concretar pedidos con clientes en Estados Unidos, Inglaterra y Nueva
Zelandia.389
En el campo nacional se logró una notable participación en la primera
Feria Internacional EXPOCONSTRUCCIÓN y EXPODISEÑO que se
desarrolló en Bogotá entre el 23 de mayo y 3 de junio de 1991, que
valga la pena señalar que surgió de la necesidad de incentivar la
reactivación de la actividad constructiva en el país. Fue un evento
organizado por la Corporación de Ferias y Exposiciones (COLFERIAS),
la Cámara de la Industria y la Construcción (CAMACOL) y los
Promotores de Diseño (PRODISEÑO), el cual convocó a ingenieros,
arquitectos, constructores, diseñadores e industriales nacionales y
extranjeros para conocer las novedades en cuanto a materiales y
diseños en este sector de la industria colombiana y concretar nuevos
negocios.390
Como vemos las ―ferias industriales‖ se convirtieron en una excelente
oportunidad para conquistar nuevos clientes e incentivar las ventas.
Al igual que los grandes eventos internacionales y nacionales, las
ferias locales cobraban gran relevancia en un contexto donde el
sector de la construcción no atravesaba un buen momento. De allí la
389 ―Alfagres de cara al mundo‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 18, Soacha, Febrero–Junio de 1991, p. 4 390 ―En mayo de 1991 Feria de la Construcción‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 23 de octubre de 1990. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-9898); ―EXPOCONSTRUCCIÓN‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 20 de mayo de 1991. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-86752); ―Nuestros Productos: EXPOCONSTRUCCIÓN‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 18, Soacha, Febrero–Junio de 1991, p. 3.
participación de Alfagres en la Primera Muestra Industrial de Sibaté
por invitación que hiciera el presidente de la Asociación de
Empresarios de Sibaté, Soacha y Sur de Bogotá (ASOMUÑA) y que se
realizó en el Colegio Departamental de ese municipio entre el 28 de
junio y 1° de julio de 1991, donde se exhibió los más importantes
desarrollos de las industrias que había en la región.391 Un año más
tarde, entre el 28 y 30 de junio de 1992, se tendrá nuevamente
presencia en la segunda versión de este evento, donde se «exhibió
gran parte de los últimos productos de las líneas de Decorados,
Piezas Especiales y Cerámica, compartiendo éste con una muestra de
variadas Alfombras de Pisotex.»392
De igual modo, al finalizar 1991 se participó en dos muestras más, la
primera en la IV Feria Industrial de Soacha organizada por la Cámara
de Comercio de Bogotá que se llevó a cabo entre el 7 y 17 el
noviembre con la participación de 35 empresas y microempresas del
municipio, donde se presentó la nueva línea de alfombras producidas
en Pisotex (hoy Alfatextil S.A.). Y la segunda en el mes de diciembre,
en el Primer Encuentro Nacional de Ingeniería Industrial de la
Universidad Católica de Colombia que se desarrolló en Club Militar de
Bogotá, un evento que ayudó a organizar Alfagres y en el cual obtuvo
391 ―Industria de Sibaté‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 27 de junio de 1991. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-110688); ―EXPOCONSTRUCCIÓN‖. En: Archivo Digital El Tiempo… Op. Cit.; ―Nuestros Productos: EXPOCONSTRUCCIÓN‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 18, Soacha, Febrero–Junio de 1991, p. 3. 392‖. ―Ferias Industriales‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 20, Soacha, Enero–Junio de 1992, p. 7.
98. «ALFA, una historia en construcción»
el premio por mejor diseño del Stand. Hay que destacar que además
del buen recibo que obtuvo la cerámica en todos estos eventos, causó
«gran impacto publicitario y de imagen para la empresa las
diferentes baldosas elaboradas en la sección de decorados a mano,
bajo la dirección de la Dra. Juana Salcedo».393
Ahora bien, hay que decir que paulatinamente el panorama
económico comenzaba a mejorar a partir de 1991 gracias a la política
de internacionalización y desregulación de la economía colombiana
que se había iniciado en el gobierno de Virgilio Barco Vargas y se
profundizó en la presidencia de César Gaviria Trujillo que, bajo el
marco de la nueva Constitución Política de 1991, implementó una
serie de reformas estructurales e institucionales en el orden laboral,
financiero, cambiario, comercial y tributario. El desempeño del PIB
entre 1990 y 1995 fue positivo, con un crecimiento anual en promedio
de 4,5 %, que como veremos no fue sostenible en el tiempo ya que los
índices de inflación sobrepasaron todas las expectativas, obligando al
Banco de la República a tomar una política monetaria fuertemente
restrictiva.394
393 Ibídem. 394 Garay S., Luis Jorge (Director). Colombia: Estructura Industrial e
Internacionalización 1967-1996, Departamento Nacional de Planeación COLCIENCIAS, Santafé de Bogotá, D.C., Julio de 1998, pp. 25-26.; Castaño Lavado, Jessica Fernanda. La crisis hipotecaria a finales de la década de los noventa en Colombia (Proyecto de Grado), Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas, Universidad ICESI, Santiago de Cali, Noviembre de 2011.
Sin embargo, varios factores económicos favorecieron el boom
inmobiliario que experimentó el país entre 1991 y 1996 en un clima
francamente optimista de recuperación, pese a la desregulación y
privatización del sistema financiero que ponía fin al monopolio de las
Corporaciones de Ahorro y Vivienda (CAV) que desde 1972, con la
creación del UPAC, era las únicas entidades autorizadas para captar
el dinero de los colombiano a través del manejo exclusivo de las
cuentas de ahorro y de este modo poder canalizar recursos para la
financiación de la construcción masiva de viviendas. A partir de
entonces la banca privada entró a competir con las CAV por las
cuentas de ahorro y la posibilidad de otorgar créditos hipotecarios
para la compra de vivienda.395
Para mitigar el riesgo que corrían los bancos hipotecarios o CAV
frente a la competencia con la banca privada, el Gobierno Nacional
decidió incluir la tasa de interés de captación (DTF) en la fórmula
para calcular el UPAC. Hasta entonces el único factor que empleaba
el Banco de la República para determinar este valor mes a mes había
sido el Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que garantizaba al
deudor hipotecario que el valor de las cuotas se reajustaban
periódicamente de acuerdo con las fluctuaciones del poder
adquisitivo. Al atar la tasa de interés al UPAC, los deudores quedaron
al vaivén del comportamiento financiero, de tal suerte que si estas se
395 Garay S., Luis Jorge (Director). Colombia: Estructura Industrial e Internacionalización… Op. Cit., pp. 25-26.; Castaño Lavado, Jessica Fernanda. La crisis hipotecaria… Op. Cit.
99. «ALFA, una historia en construcción»
incrementaban por el encima de la inflación, el valor real de los
saldos hipotecarios aumentaba de manera incontrolada.396
Con el nuevo paquete de reformas eliminaba las barreras impuestas
al flujo internacional de divisas, lo que generó la entrada de grandes
flujos de capital al país. Como la economía atravesaba un buen
momento, había confianza inversionista que favoreció el influjo de
liquidez desde el exterior, las tasas de interés se mantuvieron
relativamente estables lo que favoreció los créditos hipotecarios. Era
una época donde se experimentó un aumento sinigual en los precios
de los bienes raíces, lo que hizo muy atractiva la inversión
inmobiliaria, jalonando una dinámica creciente en la construcción.397
De este modo parecía que se revertía el ciclo recesivo que atravesó el
país entre 1988 y 1990, que afectó sensiblemente al sector de la
construcción, y se abría un horizonte prometedor en el futuro
inmediato.398 Las perspectivas no podían ser mejores para UNIPSA que
contaba con una red de salas de ventas y distribuidores en todo el
territorio nacional, así como para el grupo de fábricas que durante
los últimos años habían aumentado su capacidad productiva gracias al
ensanche de sus plantas y la introducción de mejoras tecnológicas. La
decisión de producir baldosas cerámicas prensadas en Alfagres
ciertamente había sido una idea acertada que ahora encontraba su
396 Castaño Lavado, Jessica Fernanda. La crisis hipotecaria… Op. Cit. 397 Ibídem. 398 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de UNIPSA S.A., Acta N° 16, Bogotá, 20 de marzo de 1992, p. 6.
mejor oportunidad para responder a su creciente demanda y
contrarrestar el declive de los materiales de gres.399
De hecho, a finales de 1990 se había iniciado la construcción de
veintidós nuevos módulos para prolongar el horno de ―Alfacer‖ con el
fin de duplicar la capacidad de producción, objetivo que se cumplió
en marzo de 1991 cuando se alcanzó la meta de los 100.000 m2 de
cerámica al mes. En ese entonces se fabricaban dos tipos de
baldosas, una lisa y otra texturizada que venían en cinco colores
diferentes y en los formatos de 20x20 y 30x30 centímetros.400 A
principios de 1992 entró en funcionamiento una segunda línea de
esmaltados, permitiendo elaborar un producto decorado y gravillas,
que vinieron a complementar las referencias existentes.401
Ya para entonces los síntomas de recuperación eran evidentes,
incrementándose la demanda de diferentes materiales para la
construcción como el concreto, el hierro, el ladrillo y los productos
acabados para la decoración, entre ellos los pisos y los enchapes. Fue
en este contexto que surgió la idea de montar una segunda planta de
cerámica con el fin de responder al aumento de la demanda y poder
399 ―Proyecto de Ampliación‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 15, Soacha, Abril–Junio de 1990, p. 7. 400 ―Ampliación Horno de Alfacer‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 16, Soacha, Julio–Septiembre de 1990, p. 5.; ―Ampliación Horno Alfacer‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 17, Soacha, Noviembre de 1990 – Enero de 1990, p. 7.; ―Ampliación horno Alfacer (continuación)‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 18, Soacha, Febrero–Junio de 1991, p. 4. 401 ―Nueva línea de esmaltado en Alfacer‖, Sección: Noticias de Alfagres S.A., El Portal, N° 19, Soacha, Julio–Diciembre de 1991, p. 9.
100. «ALFA, una historia en construcción»
ofrecer nuevos formatos y colores.402 Además, la buena aceptación
que había tenido desde un principio las baldosas de cerámica en el
mercado de los Estados Unidos y Canadá era un aliciente para
emprender con determinación el proyecto de ―Alfacer II‖. 403
Como la planta de cerámica había nacido con la misma línea de
molienda que se empleaba para el gres, el primer paso consistió en
separar cada proceso desde el inicio gracias a la introducción de un
nuevo molino de mejores condiciones tecnológicas y una criba de
gran capacidad. Las obras comenzaron con la ampliación y
adecuación de las bodegas para el almacenamiento de las arcillas y la
nueva línea de molienda comenzó a funcionar a mediados de 1993.
Con esto se lograba eficiencia y permitía «controlar con mayor
precisión los tipos y granulometrías de chamote usados en cada
proceso, sin que esto constituya pérdida de tiempo o sacrificios en
puntos de calidad». El montaje ―Alfacer II‖ se inició a finales de 1993
y entró en funcionamiento a mediados del año siguiente, cuando el
boom inmobiliario se encontraba en su mayor apogeo. Fue tal la
demanda del producto en el mercado nacional, sin contar lo que se
exportaba, que entre 1995 y 1996 se montó una tercera línea de
producción de cerámica (―Alfacer III‖).404
402 ―Proyecto Alfacer II‖, Sección: Noticias, El Portal, N° 21, Soacha, Agosto de 1993, p. 2. 403 ―Entrevista al Doctor Alberto Ospina‖, Sección: Informe Especial, N° 21, Soacha, Agosto de 1993, pp. 6-7. 404 Gómez Gonfrier, Sergio André. Entrevista… Op. Cit.; ―Proyecto Alfacer II‖, Sección: Noticias, N° 21, Soacha, Agosto de 1993, p. 2.
Por otro lado, con la apertura económica la dinámica comercial del
país recibió un importante impulso, quedando atrás las medidas
proteccionistas que imperaron por décadas en la economía
colombiana que imponía fuertes restricciones a la introducción de
bines de consumo y materias primas desde el exterior. Tal vez haya
sido Derivados del Mármol, dentro del grupo de fábricas de ALFA,
quien haya sido la más beneficiada con esta media, ya que le
permitió importar bloques de mármol natural, como el crema
Boticcini y el blanco Carrara de Italia, el verde, rosado y gris de Cuba
o el travertino del Perú, incluso se importaron bloques de España.
Desde Puerto de la Cruz, al noreste de Venezuela, se trajeron
bloques de granito natural de color rojo y gris que eran triturados en
la planta de Usme, parte del cual se conducía a Baldosines Torino
para las baldosas de terrazo.405
Estas operaciones eran coordinadas por Mario de la Torre y Cristina
Boggio Dávila, hija de Pier Carlo y que para ese entonces se
desempeñaba como gerente de producto de Derivados del Mármol. En
la mayoría de los casos viajaban a las minas de mármol en los países
de origen para seleccionar los bloques personalmente, negociar la
compra y hacer las gestiones necesarias para su embarque hacia
puerto colombiano.406 Cuando el material llegaba a la planta se
procesaba para la elaboración de placas de mármol para pisos,
paredes y fachadas, lo que era posible gracias a la reciente
adquisición de un telar gigantesco que permitía sacar placas de
405 De la Torre, Mario. Entrevista… Op. Cit. 406 Ibídem.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.
101. «ALFA, una historia en construcción»
mayores dimensiones. Además, contar con mármoles de diferentes
colores permitió brindar una variada gama de combinaciones en su
oferta de tabletas y en la composición del reconocido mármol
románico.407 En los predios de Cazucá, donde otrora instalara Pier
Carlo su laboratorio de experimentación para la elaboración del
famoso Brecciato, se construyó una bodega para almacenar los
bloques importados.408
Así que en medio del boom de la construcción que se experimentó en
esos años, los resultados no podían ser mejores. Incluso se llegó a
crear al interior de la empresa una pequeña área comercial dirigida
por Santiago Valencia para contactar directamente a los clientes y
visitar universidades, entidades bancarias, hoteles y fabricantes de
mesas de billar para ofrecer los productos de mármol.409 Pero la
bonanza no duró mucho tiempo y la apertura económica trajo en el
corto y mediano plazo consecuencias negativas para Derivados del
Mármol, no sólo porque significó el fin de la era del Brecciato, sino
por la creciente competencia que comenzó a surgir en el mercado
nacional.410
En el caso de UNIPSA la apertura económica se recibía con gran
optimismo ya que posibilitaba dinamizar las actividades comerciales
que comenzaron a verse favorecidas por el fin del ciclo recesivo que
407 De la Torre, Mario. Entrevista… Op. Cit. 408 “¿Sabía Usted qué…?”, Boletín Empresarial Pisos (UNIPSA S.A.), N° 9, Bogotá, Enero de 1996, p. 11. 409 De la Torre, Mario. Entrevista… Op. Cit. 410 Ibídem.; Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.
vivió el país a finales de la década de los ochenta. El aumento de las
ventas fue sumamente significativo en los primeros años del boom de
la construcción, registrándose un increíble crecimiento en las ventas
del 17 % en 1992 respecto a 1991 y del 32,5 % con relación a 1989.
Incluso en 1992 la meta en ventas por metros cuadrados superó
ampliamente las expectativas trazadas, a lo que se agregaba las
ventajas que ofrecía la apertura para ampliar su portafolio e
implementar nuevas líneas de productos.411
Fue en ese entonces cuando por iniciativa de Lisetta Boggio, quien se
encontraba de vuelta en Colombia y se había convertido en un apoyo
fundamental para su padre en las actividades comerciales tras la
salida de Oswaldo Acevedo, que se abrió la línea de porcelana
sanitaria en UNIPSA. Los primeros inodoros que se introdujeron se
compraron a VENCERÁMICA, una empresa industrial venezolana
pionera en la fabricación de este producto, y a partir de 1994 su
principal proveedor fue EDESA, una fábrica del Ecuador. Con ello se
entraba a competir en un terreno de dominio casi exclusivo de
Cerámica Corona, lo que implicó un trabajo arduo de promoción y
capacitación del personal de ventas en todas las ciudades donde
funcionaba una sucursal de ALFA.412 Los sanitarios fueron
almacenados inicialmente en la planta de Pisotex, pero ante la
creciente importación de este producto fue necesario en 1995
411 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de UNIPSA S.A., Acta N° 16, Bogotá, 20 de marzo de 1992, p. 6.; Ibíd., Acta N° 18, Bogotá, 19 de marzo de 1993, p. 32. 412 Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.
102. «ALFA, una historia en construcción»
adecuar las bodegas que se tenían en Cazucá para mantener el
inventario.413
Entre las novedades que se comenzaron a importar a partir de 1992
encontramos el porcelanato italiano, un material que hasta entonces
no se conocía en Colombia y con características muy similares al gres,
aunque técnicamente más evolucionado, con gran aceptación en el
mercado nacional.414 Otro de los productos que se comenzó a traer
desde 1996 fueron los pisos de composición vinílica, producidos por la
fábrica norteamericana Armstrong, que por sus características era
ideales para áreas de alto tráfico, así como aquellas de gran
exigencia aséptica como hospitales y salas de cirugía. Como vemos
poco a poco UNIPSA fue ampliando su portafolio de productos, en los
que hay que incluir la cerámica italiana y peruana, siempre pensando
en ofrecer a sus clientes una variedad cada vez más variada de
materiales «a fin de ofrecer un piso para cada necesidad».415
Otra de las iniciativas que ideo y puso en marcha Lisetta Boggio en
1998 fueron las ―Boutiques ALFA‖, con el fin de abrir una línea de
productos importados de alta gama que se comenzaron a traer
inicialmente de los Estados Unidos y luego de Italia preferentemente.
413 “¿Sabía Usted qué…?”, Boletín Empresarial Pisos (UNIPSA S.A.), N° 9… Op. Cit., p. 11. 414 Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de UNIPSA S.A., Acta N° 16, Bogotá, 20 de marzo de 1992, p. 14.; Ibíd., Acta N° 18, Bogotá, 3 de marzo de 1993, p. 40. 415 “¿Sabía Usted qué…?”, Boletín Empresarial Pisos (UNIPSA S.A.), N° 9… Op. Cit., p. 11.
Las ventas se hacían por catálogo y posteriormente se adecuó un
pequeño espacio en la sala de ventas del Chicó y cuando se construía
el Edificio ALFA se trasladó a la sala de la Calle 138. La idea fue
progresivamente evolucionando y se comenzó a manejar una línea
especial de porcelanato italiano de gran formato, pero sobre todo se
introdujeron nuevos materiales y texturas que complementaron la
oferta tradicional de productos en las Tiendas ALFA.416
Así por ejemplo, en los primeros años del siglo XXI se comenzó a
importar ―yute‖ del Brasil, el cual se compraba a una cooperativa de
pobladores de la localidad de Bahía y tuvo gran aceptación en el
mercado. Con la idea de ofrecer a los clientes una experiencia más
completa se incursionó en la línea de cocinas importadas, que se
manejan a través de las cinco ―Boutiques‖ que actualmente
funcionan en Bogotá. 417
Es importante destacar que entre 1992 y 1998 se amplió de manera
significativa la presencia de ALFA en todo el país, ya fuera a través
de la apertura de nuevas salas de ventas, agencias o distribuidores.
En este sentido Alberto Ospina propuso a los accionistas de UNIPSA la
conveniencia de abrir una sucursal de la comercializadora en San
Andrés Islas, con el doble propósito «de incrementar las ventas de la
compañía y la posibilidad de atender el mercado centroamericano»,
416 AOPDA Catálogo “Novedades Boutique”, Bogotá, Diciembre de 2000.; Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit. 417 Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.
103. «ALFA, una historia en construcción»
la cual funcionó desde finales de 1992 hasta mediados de 1995
cuando se decidió clausurar.418
En la región Caribe también se logró afianzar la presencia de ALFA
con la apertura de nuevas sucursales con la compra en 1994 de una
casa en el barrio Alto Prado de Barranquilla y en 1996 de dos más en
Cartagena, uno de ellos en un local localizado en la Providencia
Urbanización El Biffi. Además, en ese último año se autorizó la
apertura de un establecimiento comercial en Montería bajo la
administración de Álvaro Diego Guzmán.419 En cuanto a la región
oriental, a principios de 1995 se adquiere un lote de 1.961,2 m2
localizado en el municipio de Floridablanca y que pertenece al Área
Metropolitana de Bucaramanga, que además de servir como bodega,
rápidamente es acondicionada una sala de ventas.420
En el interior del país, además de la compra en 1993 de un predio por
$125.000.000 ubicado en la Calle 138 al norte de Bogotá, se
adquieren entre 1993 y 1994 dos nuevas casas contiguas a la sede
418 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General Extraordinaria de UNIPSA S.A., Acta N° 17, Bogotá, 15 de septiembre de 1992, p. 27.; Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 132, Bogotá, 14 de julio de 1995, p. 108. 419 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 127, Bogotá, 20 de septiembre de 1994, p. 102.; Ibíd., Acta N° 136, Bogotá, 12 de junio de 1996, p. 113.; Ibíd., Acta N° 137, Bogotá, 16 de octubre de 1996, p. 115. 420 Ibíd., Acta N° 129, Bogotá, 6 de febrero de 1995, p. 104.; Ibíd., Acta N° 130, Bogotá, 24 de marzo de 1995, p. 106.
administrativa de UNIPSA en el barrio Teusaquillo de dicha ciudad.421
Y en el municipio de Duitama, en el departamento de Boyacá, en
junio de 1996 se autoriza la apertura de una sucursal que fue
administrada en un principio por Jaime Alonso Cadena.422
Uno de los mercados más importantes en ese entonces era Medellín,
donde en 1992 se autorizó la compra de un inmueble en el barrio
Belén, de otros dos sobre la Avenida Bolivariana al año siguiente y
uno más en el barrio San Bernardo en 1995.423 Además, se amplío su
presencia en la región con la apertura en 1996 de nuevas sucursales
en los municipios aledaños de Envigado y Rionegro.424 En la región del
Eje Cafetero, que hasta entonces contaba con una única sala de
ventas en Pereira desde 1986, se abrieron entre 1995 y 1997 salas de
ventas en Manizales, Dos Quebradas y Armenia.425
Más al sur, en Cali, que no contaba hasta entonces con la presencia
de alguna sala de ventas, entre 1992 y 1993 se compraron tres
421 Ibíd., Acta N° 117, Bogotá, 23 de febrero de 1993, p. 92.; Ibíd., Acta N° 120, Bogotá, 15 de octubre de 1993, p. 95.; Ibíd., Acta N° 128, Bogotá, 22 de noviembre de 1994, p. 103. 422 Ibíd., Acta N° 136, Bogotá, 12 de junio de 1996, p. 114. 423 Ibíd., Acta N° 115, Bogotá, 24 de febrero de 1992, p. 88.; Ibíd., Acta N° 120, Bogotá, 15 de octubre de 1993, p. 94; Ibíd., Acta N° 129, Bogotá, 6 de febrero de 1995, p. 104. 424 Ibíd., Acta N° 136, Bogotá, 12 de junio de 1996, p. 114. 425 Ibíd., Acta N° 129, Bogotá, 6 de febrero de 1995, p. 104.; Ibíd., Acta N° 133, Bogotá, 24 de noviembre de 1995, p. 111.; Ibíd., Acta N° 136, Bogotá, 28 de noviembre de 1997, p. 121.
104. «ALFA, una historia en construcción»
predios localizados en diferentes zonas de la ciudad con este fin.426
Además, hay que señalar que entre 1995 y 1998 funcionó en el
municipio de Cartago una agencia comercial autorizada por
UNIPSA.427 Otro hecho significativo en este proceso es la apertura de
la sala de ventas en la ciudad de Pasto que entró en funcionamiento
en enero de 1996 y posteriormente en octubre de ese mismo año de
una bodega pensando en la posibilidad de servir como centro de
almacenamiento de los productos para suplir la demanda de esta
región y del mercado ecuatoriano que se pretendía conquistar.428
Frente a la creciente operación nacional que se experimentó en este
periodo, se hizo necesario reorganizar la estructura comercial de la
Empresa, que fue una tarea que realizó Alberto José Sinisterra
Molina, quien por muchos años había sido el gerente financiero de
Alfagres y el 10 de febrero de 1994 remplazó a Pier Carlo Boggio en la
Gerencia General de UNIPSA.429 Fue así que se dividió el país en seis
regiones, a saber: la Regional Cafetera, la Regional Oriente, la
Regional Sur, la Regional Centro, la Regional Occidente y la Regional
Noroccidente. Cada una de ellas contaba con un administrador
encargado de las operaciones comerciales en la zona asignada y
426 Ibíd., Acta N° 120, Bogotá, 15 de octubre de 1993, p. 94.; Ibíd, Acta N° 124, Bogotá, 19 de abril de 1994, p. 99. 427 Ibíd., Acta N° 133, Bogotá, 24 de noviembre de 1995, p. 111.; Ibíd., Acta N° 144, Bogotá, 22 de mayo de 1998, p. 125. 428 Ibíd., Acta N° 133, Bogotá, 15 de septiembre de 1995, p. 110.; Ibíd., Acta N° 137, Bogotá, 16 de octubre de 1996, p. 115.; “¿Sabía Usted qué…?”, Boletín Empresarial Pisos (UNIPSA S.A.), N° 9… Op. Cit., p. 11. 429 ADLA Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 121, Bogotá, 10 de febrero de 1994, p. 96.
comprometidos a cumplir los mandatos y seguir las directrices fijadas
por la Gerencia General.430
430 Cuadro de Honor”, Boletín Empresarial Pisos (UNIPSA S.A.), N° 11, Bogotá, Mayo de 1996, p. 3.
105. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 19. El surgimiento de nuevas empresas
Para concluir esta Cuarta Parte es importante señalar cuatro hechos
fundamentales en el desarrollo empresarial de ALFA que van
completando el conjunto de empresas que actualmente conforman el
Grupo Empresarial. Surgieron en la coyuntura de la crisis económica
de los años noventa y respondieron a necesidades tanto del área
productiva como comercial. El primero de ellos fue la constitución de
la Sociedad Minera de Pantoja S.A. el 29 de abril de 1994, con un
capital inicial autorizado de $20.000.000, de los cuales se suscribió la
mitad.431 Su objeto principal era «Adelantar todos los actos
relacionados con las actividades mineras referidas con el
aprovechamiento integral de tales recursos en cualquiera de sus
fases de prospección, exploración, explotación, transporte,
beneficio, comercialización, en sus aspectos técnicos, económicos,
jurídico».432
Esta sociedad se fundó por recomendación del asesor legal de minas
de Alfagres, que para aquél entonces era William Velásquez Jácome,
como una forma de evitar perjuicios económicos a la empresa, ya que
con el otorgamiento de los títulos mineros se pactaba una cláusula de
reversión que consistía en que una vez terminara la concesión, existía
la posibilidad de revertir todos los bienes al Estado.433 Por lo demás,
431 ADLA Escritura Pública N° 1.004 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 29 de abril de 1994, f. 2v. 432 Ibídem. 433 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.
resultaba más provechoso que una organización independiente
estuviera encargada de manejar de manera exclusiva todo lo
referente al tema de la exploración, explotación y administración los
títulos mineros, y en este sentido, cuando se conformó la sociedad,
Alfagres le transfirió el título N° 817 que le había sido otorgado con
anterioridad.434
Durante estos primeros años la actividad extractiva de arcillas se
realizaba a través de buldóceres y se contaba con varios cargadores o
volquetas sin hacer un control exhaustivo y una clasificación
especializada de la arcilla en la fuente, continuando de cierta forma
la técnica que se venía empleando desde los años setenta, lo que
ocasionaba mayores variaciones y problemas de forma y tamaño en
los productos de gres y cerámica. Fue a partir del 2001, cuando
asumió la gerencia de la empresa Guillermo Alexander Carreño Díaz,
un ingeniero mecánico que había ingresado en 1995 a Alfagres como
Jefe de Organización y Métodos en las plantas de cerámica, que se
comenzaron a introducir cambios fundamentales en el proceso, que
fue mucho más allá de la simple separación de las arcillas por colores
como se venía haciendo.435
En este punto es importante señalar que un año atrás, el 12 de
septiembre de 2000, Alfagres había comprado unos terrenos que
434 ADLA Escritura Pública N° 1.004 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 29 de abril de 1994, ff. 2r-v. 435 Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit.; Gómez Gonfrier, Sergio Andrés. Entrevista… Op. Cit.
106. «ALFA, una historia en construcción»
pertenecían a la antigua Base Militar de Pantoja, que constaba de los
predios ―El Monje‖ y ―Ojo de Agua‖ en la vereda Quiba y ―El Recreo‖
en la vereda Fusungá, todos en el municipio de Soacha, que en total
sumaban 612.206 m2 de superficie y por los que se había pagado a
Industria Militar (INDUMIL) $700.000 para la explotación de arcilla.436
Las propiedades de este material eran bien conocidas, ya que
Alfagres desde el principio contó con minas propias en esta zona, las
cuales después de treinta años ya comenzaban a mostrar signos de
agotamiento.437 Si bien la economía nacional atravesaba un mal
momento, no se podía desaprovechar la oportunidad de contar con
una fuente abundante de arcilla que era necesaria para el desarrollo
y crecimiento de su industria cerámica.
En 2001, la Sociedad Minera de Pantoja explotaba seis títulos
mineros, aunque Alfagres continuó manejando algunos de los más
antiguos en razón de conservar los privilegios de tradición que en
estos casos son determinantes para la renovación de los permisos.438
Pero esto no fue un perjuicio para beneficiarse de las innovaciones
técnicas que desde la Sociedad Minera impulsó Alexander Carreño, ya
que contaba con la permanente colaboración de Jaime Augusto
Hernández Álvarez, quien dirigía las plantas de ―Alfacer‖ en Soacha,
y de Sergio Andrés Gómez Gonfrier, encargado de la parte minera en
Alfagres y de la planta dirección de ―Alfaquímica‖.439
436 ADLA Escritura Pública N° 1.803 de la Notaría 35 del Círculo de Bogotá, 12 de septiembre de 2000, pp. 4-5. 437 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit. 438 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 439 Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit.
Como la idea era optimizar el proceso extractivo de las minas se
renovó la maquinaria para realizar las perforaciones con la
adquisición de excavadoras especializadas y se conformó un equipo
de expertos integrado por un geólogo e ingeniero de minas para
caracterizar los yacimientos. Igualmente se desarrolló una nueva
metodología para la clasificación del material y se hicieron pruebas
de laboratorio con el fin de proporcionar arcillas de mejores
características para las plantas de cerámica. Fue un proceso de tres
años que implicó visitar en varias ocasiones el Instituto de Tecnología
Cerámica (ITC), uno de los centro de investigaciones más importantes
de la industria cerámica de España, la contratación de servicios de
consultoría especializada y jornadas de capacitación a los
operarios.440
Fue gracias a estos cambios, y pensando siempre en ofrecer un
material de excelentes cualidades, que se llegó, después de un largo
período de experimentaciones con carbonatos y otras sustancias, a
mejorar radicalmente la fórmula de la mezcla para la elaboración de
la cerámica, permitiendo reducir en un 50 % el tiempo de cocción de
la tableta por el horno. Esta fórmula será nuevamente perfeccionada
al cabo de los años, demostrando el permanente interés de la
Empresa por la investigación. De hecho, todo el diseño de los
esmaltes que se utilizan en la producción actual han sido desarrollado
por la Sociedad Minera de Pantoja.441
440 Ibídem. 441 Ibídem.
107. «ALFA, una historia en construcción»
Alexander Carreño es reemplazado en julio de 2008 por Julián
Rolando Wiest Goyeneche en la gerencia, cuando la Empresa estaba
sólidamente consolidada. Para entonces la empresa ya prestaba sus
servicios de asesoría para el control de las minas a terceros, que
consistían en «hacer el seguimiento técnico, minero y ambiental para
el correcto cumplimiento de las obligaciones Mineras y
Ambientales». La experiencia adquirida en la exploración y el
conocimiento en el campo geológico le permitió a la Sociedad Minera
de Pantoja desarrollar una nueva línea de negocio que resultó
atractiva para otros mineros, que como clientes lograron mejorar la
eficiencia de sus procesos productivos e incrementar las reservas de
sus yacimientos.442 En 2011 asumió la gerencia Jorge Ignacio Barrero
García, cargo que ocupa hasta la actualidad, mientras Alexander
Carreño y Sergio Gómez continuaron ligados como miembros de la
Junta Directiva o suplentes del gerente.443
El segundo hecho está relacionado con el desarrollo de paneles de
concreto celular reforzado y la constitución de Thermocemento Ltda.
el 14 de junio de 1995 y que luego pasó a denominarse
Thermocemento de Colombia Ltda. (THERMOCOL Ltda.).444 Fue el
442 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de la Sociedad Minera de Pantoja S.A., Acta N° 17, Bogotá, 24 de marzo de 2011. (Anexa en la Escritura Pública N° 1.031 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 28 de mayo de 2011). 443 Ibídem.; Ibíd., Certificado de Existencia y Representación Legal de la Sociedad Minera de Pantoja S.A. expedido por la Cámara de Comercio de Bogotá el 4 de septiembre de 2014. 444 Ibíd., Escritura Pública N° 1.847 de la Notaría 12 del Círculo de Bogotá, 14 de junio de 1995; ADLA Escritura Pública N° 2.748 de la Notaría 12 del Círculo de
último proyecto de innovación en el que participó Pier Carlo Boggio a
sus casi 70 años de edad y en el que estuvieron involucrados Alberto
Ospina, Mario Enrique Castro Arocha, Luis Carlo Castro Gómez,
Francisco Gómez Ortiz, Osvaldo Morán y Carlos Alberto Boggio Dávila.
En un principio se comenzó a trabajar en Baldosines Torino y luego
se trasladó a una bodega desocupada de Pisostex, aprovechando que
allí había una extrusora de polietileno, donde se montó una pequeña
planta que ayudó a diseñar Carlos Alberto Boggio y que contó con una
especie de horno de baja temperatura.445
La idea era hacer paneles de cemento aligerado para la construcción
de divisiones o muros a partir de una metodología estadounidense
que consistía en elaborar un aditivo a base de fibra, polietileno,
marmolina y reactivos químicos para reforzar el cemento. Era un
producto innovador con el que se pretendió complementar la oferta
de pisos para los constructores y servía para sustituir al ladrillo.446
Aunque se lograron producir varios paneles de prueba con muy
buenos resultados y se logran conseguir los primeros clientes, el
desarrollo de THERMOCOL se dio en un contexto económico
desfavorable, frustrando en cierto modo la continuidad de este
emprendimiento.
Bogotá, 17 de agosto de 1995.; ―Nuevo Producto‖. En: Archivo Digital El Tiempo, 28 de febrero de 2004. (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1593916). 445 Carreño Ospina, Alberto. Entrevista (2), Bogotá, 3 de junio de 2015; Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit. 446 Carreño Ospina, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit.; Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit.
108. «ALFA, una historia en construcción»
Gran parte de estos paneles que habían quedado almacenados se
utilizaron en la construcción del muro oriental de la planta de
―Alfacer III‖, que con una extensión aproximada de 500 metros de
longitud se pueden apreciar desde la Autopista Sur que comunica a
Soacha con el municipio de Sibaté.447 Finalmente hay que decir que
en diciembre de 2005 se liquidó legalmente esta sociedad «en virtud
de que la empresa no ha ejercido su razón social para la que fue
constituida».448
El tercer hecho está relacionado con el área comercial, más
exactamente con la internacionalización de ALFA hacia el Ecuador,
que fue una iniciativa que surgió al interior de UNIPSA a finales de
1995, cuando la dinámica del sector de la construcción en Colombia
se desaceleraba vertiginosamente. En ese momento, la Junta
Directiva autorizó al gerente «para efectuar todos los trámites para
formar parte de una Sociedad de responsabilidad limitada con
domicilio en la ciudad de Quito – República de Ecuador, que girará
bajo la razón social UNIPSA – ECUADOR. Así mismo lo autoriza para
suscribir en nombre de la Compañía la cantidad de 11.200
participaciones de 1.000 sucres cada una».449
447 Carreño Ospina, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit.; ―Nuevo Producto‖. En: Archivo Digital El Tiempo… Op. Cit. 448 ADLA Escritura Pública N° 4.941 de la Notaría 28 del Círculo de Bogotá, 21 de diciembre de 2005; Ibíd., N° 5.262 de la Notaría 28 del Círculo de Bogotá, 30 de diciembre de 2005. 449 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 133, Bogotá, 24 de noviembre de 1995, p. 111.
Hasta entonces las operaciones comerciales en ese país las manejaba
Alfagres a través de Héctor Chávez, con quien desde los años ochenta
se había establecido un contrato de exclusividad para la distribución
de gres y luego de cerámica.450 Las motivaciones de UNIPSA por
entrar en el Ecuador estaban dadas por el reconocimiento alcanzado
de los productos ALFA y su fluída dinámica económica, que
contrastaba notablemente con las condiciones del mercado
colombiano. Fue así que Alberto José Sinisterra inició las
averiguaciones del caso y se contactó con Alberto Lituma, un abogado
de nacionalidad ecuatoriana que prestó sus servicios de asesoría legal
para la constitución de Baldosines Alfa Cía. Ltda. el 11 de junio de
1996 en la ciudad de Quito.451
El capital inicial de la nueva Compañía fue de S/ 14.000.000 de
sucres, de los cuales UNIPSA aportó el 80 %, convirtiéndose en el
socio mayoritario, mientras que el resto se distribuyó entre FRAMO
Ltda., que era una sociedad que pertenecía a la familia Boggio
Dávila, y Ospinas y Cía. S. en C., que representaba Alberto Ospina.
Como la idea era replicar el modelo de comercialización que se tenía
en Colombia, se comenzó abriendo una sala de ventas en el barrio
San Camilo de la parroquia Calderón en el Cantón de Quito. El éxito
no se hizo esperar y al cabo del tiempo se abrió una segunda sucursal
sobre la Avenida Whimper. Tras dos años de operaciones se decidió
450 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 451 Ibídem.; ADLA Escritura Pública de la Notaría 10 de Quito, 11 de junio de 1996.
109. «ALFA, una historia en construcción»
aumentar el capital de la sociedad a S/ 249.000.000 con el fin de
atender la creciente demanda e incrementar su presencia en el
mercado con la apertura de nuevas salas de ventas en otras ciudades
del país.452
En el año 2000 se hizo necesario reestructurar la Empresa a raíz de la
dolarización de la economía ecuatoriana que se había iniciado en
1999 y que exigía «aumentar el capital de la Compañía para que el
patrimonio sea más representativo y dar una solidez al capital de
trabajo, ya que luego de haber realizado la conversión del balance a
dólares ha originado un patrimonio negativo».453 Gran parte de este
incremento, que dio liquidez a la sociedad, fue aportado por la
familia Boggio Dávila, representada por Lisetta, Cristina y Carlos
Alberto, quienes ahora entraban a ser parte del grupo de accionistas
de la sociedad.
De este modo, el 1° de marzo de 2001 comenzaron a regir los nuevos
estatutos bajo la razón social Baldosines Alfa S.A., contando con un
capital autorizado de USD$20.000, de los cuales se suscribieron y
pagaron USD$10.040. Gracias a estas reformas la Empresa logró
superar sus problemas de liquidez y con el paso de los años logró
consolidar su presencia en el Ecuador con la apertura de nuevas salas
452ADLA Escritura Pública de la Notaría 10 de Quito… Op. Cit. 453Ibíd., N° 554 de la Notaría 3 de Quito, 1° de marzo de 2001.
en Quito y la incursión en otras regiones del país como Guayaquil y
Portoviejo.454
Finalmente, el cuarto hecho fundamental fue la constitución el 6 de
marzo de 1988 de Unitrans Ltda., nombre que tuvo que ser
modificado por el de Pisotrans Ltda. poco tiempo después ya que
existía una empresa con esa denominación.455 Ya en varias ocasiones
se había planteado la necesidad de constituir una empresa de estas
características como una estrategia para reducir los costos
ocasionados por los altos fletes de transporte por las carreteras
nacionales. Hay que recordar que en 1974, cuando Alfagres se
encontraba estudiando las posibilidades de exportar, había surgido
esta iniciativa, pero que fue descartada frente a las ventajas que
representaba el transporte de sus productos hacía los puertos del
Caribe empleando la vía férrea.456
Nuevamente, a finales de la década de los ochenta cuando Oswaldo
Acevedo estaba al frente de UNIPSA se volvió a plantear el problema
del transporte y se comenzó a estudiar diferentes alternativas. Una
de las mayores preocupaciones era reducir al máximo los tiempos de
―stand by‖ que había entre el cargue y descargue de los productos en
454 ―Salas de Ventas‖. Portal Web de Baldosines Alfa S.A. en Ecuador. (http://www.pisosalfa.com.ec/salas_de_venta) 455 ADLA Escritura Pública N° 473 de la Notaría 26 de Bogotá, 6 de marzo de 1998, f. 1v.; Ibíd., N° 760 de la Notaría 26 de Bogotá, 4 de septiembre de 1998, f. 1v.; Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 456 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfa Gres S.A., Acta N° 10, Bogotá, 26 de marzo de 1974, p. 29.
110. «ALFA, una historia en construcción»
los camiones. Se estudiaron varias ideas, y se llegó a la conclusión
que lo más viable en ese momento era economizar los costes de
transporte era llevar carga de compensación. Fue así que se logró
negociar con Fruto Mejía, un reconocido transportador del país y
dueño de la Flota Magdalena, un contrato que se ajustaba a las
necesidades de la Empresa.457
Pero fue en 1998, en medio de la crisis económica, cuando Germán
Ramírez propuso a Pier Carlo Boggio y Alberto Ospina la conveniencia
de crear una empresa independiente para el transporte de sus
productos, que finalmente se cristalizó con la constitución de
Pisotrans, cuyo objeto principal fue «Prestar el servicio público de
transporte terrestre automotor de carga a nivel nacional e
internacional, y la realización de operaciones de transporte
multimodal. Con vehículos adecuados para conducir bienes de un
lugar a otro, propios o tomados en administración o arriendo».458
El capital inicial fue de $204.000.000, de los cuales UNIPSA aportó el
76,5 % y el resto se repartió entre las sociedades FRAMO Ltda. y
Ospinas y Cía. S. en C. Al cabo de unos meses se incrementó este
capital a la suma de $240.600.000, con lo cual la participación de
UNIPSA pasó a representar cerca el 90 % de la nueva Empresa.459 En
2004 se lleva a cabo una reforma integral de los estatutos de la
457 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit. 458 ADLA Escritura Pública N° 473 de la Notaría 26 de Bogotá, 6 de marzo de 1998, f. 1v. 459 Ibíd., ff. 2r-v.; Ibíd., N° 2.136 de la Notaría 26 de Bogotá, 21 de octubre de 1998, f. 1v.
sociedad cambiando su naturaleza jurídica de limitada a anónima y se
incrementó el capital a $800.000.000 sin que se produjera grandes
variaciones en la distribución accionaria.460
Para finalizar, hay que decir que a partir del año 2000, después de la
fusión, todas las participaciones que estaban a nombre de UNIPSA
pasaron a Alfagres. Y en este mismo sentido, tras la terminación
formal que existía entre Pier Carlo Boggio y sus hermanos por esos
años, las participaciones que tenía en esas empresas comenzaron a
pasar a nombre de sus tres hijos, quienes comenzaron a ganar mayor
injerencia en los negocios de la familia, mientras su padre iniciaba su
retiro del mundo empresarial.
460 Ibíd., N° 1.516 de la Notaría 26 de Bogotá, 18 de junio de 2004, f. 2v.
111. «ALFA, una historia en construcción»
QUINTA PARTE
Capítulo 20. Fusión de Alfagres y UNIPSA
En el momento en el que se creía que las condiciones económicas del
país no podían estar mejor, la situación comenzó a cambiar
abruptamente en el sector de la construcción a partir de 1996,
cuando comenzó a experimentarse una caída gradual en el precio de
las viviendas que se agravó a consecuencia del estallido de la crisis
financiera asiática de mediados de 1997 y que se extendió por
Latinoamérica impactando negativamente a economías emergentes
como Brasil, Argentina, México, Chile y Colombia. Esto ocasionó la
fuga masiva de capital extranjero en estos países, y en el caso
colombiano el Banco de la República tuvo que tomar medidas de
urgencia, como fijar la tasa de cambio y ―como los inversionistas
extranjeros estaban sacando sus capitales de Colombia, éstos debían
entregar una cantidad dada de pesos a cambio de dólares
equivalentes a sus inversiones‖, lo que llevó a una contracción en la
oferta real de pesos colombianos en el mercado.461
En este contexto, las tasas de interés comenzaron a incrementarse
rápidamente alcanzando el máximo histórico del 36,6 % en 1998, muy
461 Castaño Lavado, Jessica Fernanda. La crisis hipotecaria… Op. Cit.
112. «ALFA, una historia en construcción»
por encima del índice de inflación. Así las cosas, los saldos de las
deudas hipotecarias se elevaron a tal punto que se hizo insostenible
el pago de las cuotas, ya que en muchos casos el precio real de los
inmuebles llegó ser inferior al valor de la deuda. De este modo, la
cartera vencida de vivienda alcanzó cerca del 25 % de la cartera total
de vivienda, lo que desembocó en un profunda crisis del sistema
hipotecario que llevó prácticamente a la parálisis del sector de la
construcción, al colapso del sistema financiero colombiano y a una
profunda recesión en 1999, con una contracción del 8,5 % del PIB ese
año.462
Ahora bien, hay que recordar que la apertura económica llevó a
incrementar la competencia en el sector de la construcción,
principalmente en las líneas de alfombras y mármol desde 1993. Pero
gracias al reconocimiento que había alcanzado la marca ALFA y a las
nuevas líneas de producción local y de productos importados le
permitió a UNIPSA responder positivamente a esta situación en un
principio, aunque en 1994 fue necesario «modificar las condiciones
de venta y reducir los márgenes de rentabilidad bruta» para
mantener su participación en el mercado e incrementar su presencia
a nivel nacional con la apertura de más salas de ventas como se
indicó más atrás, lo que generó mayores gastos operacionales.463
462 Ibídem.. 463 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de UNIPSA S.A., Acta N° 19, Bogotá, 25 de marzo de 1994, p. 53.; Ibíd., Acta N° 20, Bogotá, 14 de marzo de 1995, p. 83.; Ibíd., Acta N° 21, Bogotá, 22 de marzo de 1996, p. 103.
Sin embargo, la situación en el campo de la construcción fue critica a
partir del segundo semestre de 1995 obligando aún más «a aumentar
los porcentajes de descuento ofrecidos tradicionalmente a nuestras
clientes» para cumplir sus objetivos de ventas en metros cuadrados
proyectados para ese año.464 Además, hay que decir que a finales de
ese año se pone en marcha el proyecto del Edificio ALFA en el
inmueble donde funcionaba la sala de ventas del Chicó, para lo cual
se solicitó un crédito por $1.022.000.000 a la Corporación de Ahorro y
Vivienda GRANAHORRAR.465
La construcción del edificio llevó cerca de 18 meses y a mediados de
1997 con gran optimismo se inauguraron las nuevas instalaciones de
la sala de ventas del Chicó y con las expectativas de recuperar
rápidamente la inversión con la venta locales y oficinas, sin sospechar
la magnitud de la crisis económica que comenzaba a profundizarse
con el paso de los meses en el país. Para entonces, se venía
implementando en UNIPSA una política de austeridad, se había
reorientado la estrategia para lograr una mayor eficiencia en la
operación comercial, así como medidas para mejorar los controles de
cartera e inventarios y se diseñó una campaña publicitaria
«orientada a apoyar la imagen institucional, con excepción de
algunos comerciales promocionales».466
464 Ibíd., Acta N° 21, Bogotá, 22 de marzo de 1996, p. 104 465 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 133, Bogotá, 15 de septiembre de 1995, p. 109. 466 Ibíd., Acta N° 145, Bogotá, 4 de diciembre de 1994, p. 126.; Ibíd., Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de UNIPSA S.A., Acta N° 11, Bogotá, 22 de marzo de 1998, p. 120.; Ibíd., Acta N° 22, Bogotá, 21 de marzo de 1997, p. 122.
113. «ALFA, una historia en construcción»
Para ilustrar la situación financiera y comercial de UNIPSA a partir de
1996 es bueno traer a colación el siguiente extracto del informe que
presentó el gerente Alberto Sinisterra a los socios de la empresa en la
Asamblea General de Accionistas celebrada en marzo de 1997:
«Situaciones particulares de incertidumbre a comienzos del año
[de 1996] tuvieron efectos negativos en el nivel de pedidos
recibidos de parte de los clientes. Igualmente la dificultades
para mover los precios buscando recuperar, así solo fuera en
parte, la depreciación del peso, y presencia de niveles de
descuento nunca antes ofrecidos al mercado, explican a las
claras el resultado de las ventas en el primer semestre. // Se
adaptaron entonces estrategias comerciales que con el correr
de los meses permitieron llegar a fin de año a volúmenes
importantes de pedidos, y niveles satisfactorios de rentabilidad,
permitiendo recuperar en parte los deficientes resultados de
comienzos de año.»467
Gracias a estas medidas las ventas en volumen crecieron en 1997,
pero sacrificando enormemente los márgenes de rentabilidad que
afectaron la liquidez de UNIPSA, agravándose al año siguiente cuando
la economía nacional entró en recesión, lo que llevó a generar
pérdidas en sus balances. En medio de esta situación Alberto José
Sinisterra renunció a la gerencia el 4 de diciembre de 1998 y fue
asumida por Pier Carlo Boggio en su momento más crítico.468 En un
467Ibíd., Acta N° 22, Bogotá, 21 de marzo de 1997, pp. 121-122. 468 Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de UNIPSA S.A., Acta N° 145, Bogotá, 4 de diciembre de 1998, p. 126.
intento de sacar adelante la Empresa se establecen estrictos
controles de gastos y se realizaron comités semanales para conocer el
desarrollo de las operaciones comerciales en los diferentes canales de
venta en todo el país y hacer un seguimiento pormenorizado de la
situación financiera en general.469
Sin embargo, la suerte de UNIPSA dependía en gran medida de la
recuperación económica del país, que durante 1999 entró en su fase
más crítica. Fue así que se comenzó a plantear la necesidad de otro
tipo de alternativas para evitar la quiebra y a mediados de ese año
surgió la posibilidad de fusionarse con Alfagres, que estaba en
condiciones financieras de asumir el pasivo que tenía UNIPSA. De este
modo las gerencias financieras de ambas empresas comenzaron a
estudiar los mecanismos para hacer efectiva esta operación y
elaborar el proyecto de fusión para ser presentados a los accionistas
para su aprobación, que entre sus motivaciones principales se
enumeraban las siguientes:
a) «Alfagres S.A., empresa productora de pisos y revestimiento
cerámicos complementa su actividad industrial con la
comercial.»
b) «Con la fusión se maximiza la eficiencia de las dos
compañías y se eleva la competitividad del producto final al
eliminar las transacciones y operaciones entre las dos»
469 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.; Ochoa Moreno, José Guillermo. Entrevista… Op. Cit.; Romero Zapata, José Fernando. Entrevista… Op. Cit.
114. «ALFA, una historia en construcción»
c) «La mayor eficiencia y competitividad se consigue por lo
siguiente:
Se eliminan costos de transferencia entre las dos empresas.
Reducción de los costos de operación por la optimización de
los recursos del área administrativa.
Se aprovechan grandes sinergias de las estructura de las
empresas fusionadas.»
d) «La eficiencia y la alta competitividad son requisitos
fundamentales pata mantenerse y crecer en el mercado
colombiano actual, caracterizado principalmente por una
recesión generalizada, baja actividad del sector de la
construcción, disminución de la capacidad de compra de los
clientes y en consecuencia una disminución de la demanda.»
e) «Gracias a la mayor competitividad de la compañía, el
cliente podrá continuar adquiriendo nuestros productos a
precios competitivo con la misma calidad y un mejor
servicio, manteniendo así el nivel de producción y de empleo
de las plantas.»
f) «La organización comercial se consolida con el mercado de
exportación, en el cual Alfagres S.A. ha tenido un desarrollo
muy importante. Estas ventas de exportación le permiten a
la Sociedad fusionada un mejor aprovechamiento de los
beneficios de créditos de fomento otorgadas por Bancoldex.
La disminución en los costos financieros se traducen en una
mayor competitividad delos productos en los mercados
internacionales, incrementándose así el potencial de
crecimiento en los mismos. Una ventaja adicional, consiste
en que el riesgo cambiario que asume la comercializadora en
sus importaciones tendrá ahora una cobertura natural con la
cartera de las exportaciones»
g) «Con la integración de las empresas se van a generar
mejoras significativas en eficiencia, mejoras que se pueden
lograr por otros medios.»
h) «Con la fusión se garantiza que no se reducirá la oferta de
productos en el mercado debido a que se trata de una fusión
entre una sociedad productora y una sociedad
comercializadora.»
i) «Con la fusión se mantendrá una empresa con gran solidez y
respaldo financiero.»470
En consecuencia se convocaron a los socios de ambas empresas a
Asambleas Extraordinarias de Accionistas el 31 de agosto de 1999
donde cada una aprobó el proyecto de fusión. De este modo, el 7 de
diciembre la Superintendencia de Sociedades expidió la
correspondiente resolución de aprobación de esta operación:
«ARTÍCULO ÚNICO. – AUTORIZAR la reforma estatutaria
consistente en la fusión de las compañías ALFAGRES S.A. y
UNIVERSO DEL PISO S.A. UNIPSA S.A. domiciliadas en la ciudad
de Santa Fe de Bogotá, D.C., donde la primera será la
absorbente y la segunda la absorbida, de acuerdo con el
compromiso aprobado por los dos órganos rectores de las
mismas el día 31 de agosto de 1999.» 471
470 ADLA Libro de Actas de la Asamblea General Extraordinaria de Accionistas de UNIPSA S.A., Acta N° 25, Bogotá, 31 de agosto de 1999, pp. 186-187. 471 Ibíd., Resolución N° 320-1802 de la Superintendencia de Sociedades expedida en Bogotá el 7 de diciembre de 1999. (Anexa a la Escritura Pública N° 1.889 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 10 de diciembre de 1999).
115. «ALFA, una historia en construcción»
Una vez surtidos los procedimientos legales, tal como los estipulaba
el Código de Comercio, el 10 de diciembre de 1999 concurrieron a la
Notaría 26 de Bogotá Alberto Ospina Carreño, como Gerente General
de Alfagres, y Germán Eduardo Ramírez Dallos, en representación
legal de UNIPSA, para la protocolización de la fusión. En consecuencia
«todos los activos y pasivos de las sociedades fusionadas (…) se
consolidan en la sociedad ALFAGRES S.A. [quedando] como titular de
todos los derechos y obligaciones de cualquier naturaleza y que bajo
cualquier título pertenezcan o se encuentren o habrían de
encontrarse radicados en cabeza de la Sociedad absorbida UNIVERSO
DEL PISO S.A. UNIPSA S.A.»472
De este modo llegó a su fin esa separación taxativa que pretendió
Pier Carlo Boggio entre el área productiva y comercial que se
extendió por cerca de treinta años entre el grupo de empresas que
había fundado. A partir de entonces Alfagres, bajo la dirección de
Alberto Ospina, asume las operaciones comerciales en el mercado
nacional del gres y la cerámica, así como de la línea de productos
importados y los de las plantas de Baldosines Torino, Derivados del
Mármol y Pisos Textiles, que pese a la crisis económica que
atravesaba el país lograron mantenerse con serias dificultades.
Con el advenimiento del nuevo milenio y la recuperación económica
del país se inauguraría una nueva etapa en el devenir empresarial de
ALFA que posibilitó en los primeros diez años del siglo XXI expandir
472 Ibíd., Escritura Pública N° 1.889 de la Notaría 26 del Círculo de Bogotá, 10 de diciembre de 1999, ff. 2r-v.
sus actividades industriales en el Caribe colombiano. Sin embargo, los
años dorados que se experimentaron entre 1985 y 1995 quedarían
para la historia y las nuevas condiciones de una economía cada vez
más globalizada exigirían nuevos retos que llevaron a los hijos de Pier
Carlo Boggio a replantear la estrategia productiva y comercial, lo que
implicó un nuevo enfoque empresarial bajo un liderazgo enfocado en
responder a los desafíos que imponía el mercado.
116. «ALFA, una historia en construcción»
Capítulo 21. El despertar del nuevo siglo
El siglo XXI venía cargado de grandes expectativas respecto a la
reactivación económica del país, especialmente en el sector de la
construcción con la entrada en vigor de la Ley 546 del Congreso de la
República expedida el 23 de diciembre de 1999, que redefinió las
normas generales en materia de vivienda y dictó las directrices para
que el Gobierno Nacional regulara el nuevo sistema hipotecario, con
el fin de evitar repetir en un futuro una crisis financiera como la que
afrontaba el país en aquél momento. Además, ofreció seguridad a los
deudores de créditos de vivienda a largo plazo ya que se les garantizó
conocer de antemano cómo se actualizaría en el tiempo el valor de
sus cuotas hipotecarías mes a mes, expresadas a partir de entonces
en Unidades de Valor Real (UVR), y cuya variación estaría
determinada de manera exclusiva por el Índice de Precios al
Consumidor (IPC) y una tasa de interés inmodificable que se
establecía con la entidad financiera al momento de hacer el
crédito.473
473 Ley N° 546 del Congreso de la República de Colombia «por la cual se dictan normas en materia de vivienda, se señalan los objetivos y criterios generales a los cuales deber sujetarse el Gobierno Nacional para regular un sistema especializado para su financiación, se crean instrumentos de ahorro destinado a dicha financiación, se dictan medidas relacionadas con los impuestos y otros costos vinculados a la construcción y negociación de vivienda y se expiden otras disposiciones», Bogotá, D.C., 23 de diciembre de 1999. Archivo Digital de la Alcaldía Mayor de Bogotá, D.C. (http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=180); Castaño Lavado, Jessica Fernanda. La crisis hipotecaria… Op. Cit.
Sin embargo, este marco regulatorio y los posteriores decretos
reglamentarios emitidos por el Gobierno Nacional generaron un clima
de incertidumbre entre los bancos, lo que prácticamente ocasionó la
paralización del crédito por cerca de dos años.474 Entre tanto
Alfagres, después de la fusión con UNIPSA, entraba en un periodo de
reorganización administrativa y operacional con el que se pretendió
«unir una mentalidad eminentemente industrial con una
resueltamente comercial».475 Aunque hay que decir que esta
integración se logró en principio en el campo administrativo con la
fusión de los Departamentos de Contabilidad de ambas empresas, no
lo fue así en otras áreas como Recursos Humanos o Gestión
Humana.476
Estos primeros años del siglo fueron muy difíciles, porque mientras se
intentaba asimilar la fusión y generar las sinergias para la integración
estratégica de las dos organizaciones, había que afrontar los efectos
de la crisis y esperar a que mejoraran las condiciones económicas del
país. En este sentido, cobraron importancia otras líneas de
producción que se venían desarrollando de manera casi experimental
en la planta de ―Alfaquímica‖ que comenzaron a mostrar una
creciente demanda en el mercado.477 La innovación volvía a ser la
474 Castaño Lavado, Jessica Fernanda. La crisis hipotecaria… Op. Cit. 475 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit. 476 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.; Romero Zapata, José Fernando. Entrevista… Op. Cit.; Ochoa Moreno, José Guillermo. Entrevista… Op. Cit.; Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista, Bogotá, 30 de abril de 2015. 477 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit.
117. «ALFA, una historia en construcción»
mejor alternativa que tenía ALFA para sobrellevar los periodos de
dificultad económica y salir adelante con éxito.
Como ya se había mencionado en el Capítulo 17, ―Alfaquímica‖
surgió en la etapa de declive de Alfatécnica, a mediados de la década
de los noventa, convirtiéndose en una nueva línea de producción de
Alfagres, que tuvo un manejo independiente y funcionó en el Muña.
Para comienzos del siglo, productos como ―Alfalisto‖, ―Alfacolor‖ o
―Fijamix‖ estaban ya posicionados en el mercado, principalmente en
regiones como la Costa Atlántica y Antioquia. Se continuó su
perfeccionamiento con el propósito de ampliar las posibilidades de
usos en el empleo de diferentes materiales, como el ―Alfavidrio‖, un
mortero para «la instalación en pisos y paredes de mallas, cenefas y
bloques de vidrio sobre concreto, dry wall, thermocemento y gran
variedad de superficies», o el ―Alfacril‖, un aditivo «para pegar
materiales de baja absorción como mármol, porcelanato y
granito».478
Entre los años 2000 y 2005 se continuó en el campo de la
experimentación permitiendo el desarrollo de la línea de morteros y
juntas epóxicas, un material de alta resistencia mecánica y químicas
ideal para restaurantes, cocinas comerciales y procesadoras de
alimentos o ambientes industriales como lecherías, cervecerías,
fábricas de quesos, bebidas y planta químicas, entre otras.479
478 AOPDA Catálogo Portafolio de Productos: Aditivos y Pegantes ALFA, Bogotá, Mayo de 2005. 479 Ibídem.
También se comenzó a trabajar en la producción de sellantes para la
protección y mantenimiento de los pisos de arcillas y cemento.
Posteriormente, a principios de la segunda década del siglo XXI, se
abrió una línea muy variada de limpiadores y protectores para el
cuidado del hogar, todos elaborados a partir de investigaciones y
fórmulas propias.480
En cuanto a la línea de pinturas, que es un claro ejemplo que refleja
la filosofía de ―hacer las cosas por sí mismo‖, surge ante la necesidad
de pintar la nueva planta de ―Alfacer III‖. Hay que tener en cuenta
que la situación económica del país no era la más apremiante y se
requería una importante cantidad de pintura; nada más el muro del
costado oriental de la planta, que mira hacía la Autopista del Sur y
donde se emplearon los paneles de thermocemnto, tenía una longitud
aproximada de medio kilómetro, así que este tipo de iniciativas podía
aliviar los costos que esto representaba. Por lo demás, como recuerda
Alberto Ospina, se contaba con la marmolina que se producía en
Baldosines Torino y con mezcladores: «Era cuestión de coger una
fórmula, ponerle agua, marmolina y comprar la materia básica y
fundamental del pegante de la pintura», que era la resina.481
480 Entre los limpiadores encontramos; ―Limpiador Multiusos Antibacterial‖, ―Cera Autobrillante‖, ―Desengrasante Antibacterial‖, ―Desinfectante para Baños‖, ―Solución Removedora‖, ―Limpiador de Juntas‖, ―Limpiador Final de Obra‖, ―Limpiador & Protector de Madera‖, ―Shampoo Alfombras y Tapizados‖ y ―Limpiador de Virios‖. Y entre los productos protectores: ―Aqua-protector‖, ―Piedra, Mármoles y Granitos‖, ―Porcelanato‖, ―Exteriores‖, ―Interiores‖, ―Arcilla‖, ―Juntas‖ y ―Cristalizador de Mármol y Baldosas de Grano de Mármol‖. Ibíd., Catálogo Línea Cuidado del Hogar ALFA, Bogotá, Marzo de 2014. 481 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit.
118. «ALFA, una historia en construcción»
Fue un desarrollo de permanente aprendizaje donde jugó un rol
importante Olga Lucía Flórez, una ingeniera química dedicada al
tema de los morteros y pegantes en ―Alfaquímica‖. Los resultados del
primer experimento no fueron muy satisfactorios, ya que varias
semanas después de haber aplicado la pintura comenzaron aparecer
manchas en las paredes que evidenciaban la presencia de hongos.
Rápidamente se hicieron las investigaciones del caso y se cayó en la
cuenta de que era necesario aplicar antihongos en la fórmula.
Superado este impase, se pintó nuevamente la planta y con el tiempo
se comprobó la buena calidad del producto, lo que motivó a ser
producido de forma industrial. De todos modos la pintura, así como
los pisos, enchapes y fachadas, entraba perfectamente en el campo
de los revestimientos para la construcción.
Así fue que arrancó el emprendimiento de las pinturas, el cual
experimentó un rápido crecimiento por la buena aceptación en el
mercado nacional. Con el tiempo se adquirió la tecnología para la
producción de resinas y se fue aumentando la capacidad de
producción pensando en ofrecer una mayor variedad de productos en
esta línea para diversos usos y espacios, contando con una amplia
gama de colores. Actualmente se cuenta con una serie de pinturas
básicas para proteger superficies y decorar ambientes interiores y
exteriores, así como productos especializados para baños y cocinas,
la intemperie y esmaltes resistentes a la grasa y la humedad.482
482 AOPDA Catálogo Pinturas ALFA: El color del mejor cambio, Bogotá, agosto de 2015.
Pero gran parte del éxito de la pintura, así como de los morteros,
pegantes y aditivos, estuvo en su estrategia comercial a través de la
venta cruzada con los productos cerámicos de Alfagres y el
porcelanato importado. Fue así como la actividad productiva y
comercial adquirió un nuevo ritmo que le permitió sobrellevar los
primeros años del siglo XXI mientras la economía nacional se
recuperaba.
Ahora bien, con el transcurso de los años el país entró por la senda de
la recuperación económica, a tal punto que hacía 2005, Enrique de
Francisco quien era el Gerente Financiero de Alfagres después de
la fusión planteó la pertinencia de pensar en incrementar la
producción de cerámica para responder al crecimiento de la demanda
en el mercado nacional. De este modo se comenzó a estudiar la
iniciativa, teniendo en cuenta también las condiciones favorables que
había para su exportación.
Para entonces la baldosa de cerámica era el producto estrella de
ALFA y todo cuanto estuviera al alcance de las posibilidades para su
mejoramiento y economizar costos era aprovechado, como la
oportunidad que se tuvo de adquirir, gracias a un proceso de
restitución el ―Lote Ladrilleros‖, un terreno de 26 hectáreas en la
vereda Fusungá y cerca de las minas de Pantoja, donde funcionaba la
ladrillera Flor Gres, cuyos propietarios originales eran Carlos Andrés
Morales Henao y Carmen José Sáenz Hurtado, los cuales habían
sufrido los embates de la crisis económica y habían llevado a sus
119. «ALFA, una historia en construcción»
dueños en 1996 a celebrar con la Sociedad Fiduciaria Industrial S.A.
(FIDUIFI) una fiducia mercantil de garantía sobre dicho lote y
posteriormente las construcciones y maquinaria para conformar un
patrimonio autónomo administrado por la Fiducia para garantizar las
obligaciones que tenían con sus acreedores, entre los que estaban
Alfagres y la Sociedad Minera de Pantoja.483
Ante el incumplimiento de sus compromisos, FIDUIFI inició en 1999 un
largo proceso de restitución del inmueble en el Juzgado Segundo Civil
de Soacha, el cual dictó sentencia el 13 de julio de 2004 ordenando la
restitución del inmueble al demandante, es decir a Fiduagraria S.A.
que desde el 2003 había adquirido los derechos y obligaciones que
tenía FIDUIFI en este caso, lo que permitió iniciar el proceso de
venta teniendo en cuenta a los principales acreedores. Fue así que la
Fiduciaria ofreció transferir a título de dación en pago éste bien a
Alfagres y la Sociedad Minera de Pantoja, con lo cual Carlos Morales y
José Sáenz cancelaban una deuda que ascendía a más de mil millones
de pesos. El 9 de diciembre de 2008 se toma posesión material del
terreno, que permitió contar con una fuente adicional para la
explotación de arcilla, y del control de la fábrica que contaba entre
su nómina con 50 operarios.484
483 Ramírez Dallos, German Eduardo. Entrevista… Op. Cit.; ADLA Escritura Pública N° 4.878 de la Notaría 1ª del Círculo de Bogotá, 9 de octubre de 2009. 484 Ibíd., N° 4.878 de la Notaría 1ª del Círculo de Bogotá, 9 de octubre de 2009.; Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit.
El equipamiento y dependencias de la fábrica incluían una bodega de
producción y otra de producto terminado, un taller de maquinaria, un
depósito de carbón, un cobertizo con un tanque de ACPM y otro para
el molino de arcilla, un horno Hoffman, un secadero artificial tipo
túnel, una subestación eléctrica con una capacidad de 400 KVA, más
dos plantas eléctricas de 100 y 2075 KVA cada una con su
correspondiente sistema de conducción interna, un kilómetro de
rieles en la bodega de producción, un sistema de conducción de calor
residual, un casino y oficinas.485 Además del ladrillo se producían
tejas de barro, que se continuó haciendo, pero la función inicial por
la cual se adquirió Flor Gres fue para garantizar el suministro de
chamote para las plantas de gres y cerámica de Soacha.486
El chamote era una innovación que se había introducido en la primera
mitad de los años ochenta en la fórmula del gres, aprovechando el
material que se descartaba en el proceso de fabricación de las
tabletas y tablones, el cual se reciclaba y molía para ser incorporado
como un material para la pasta, con lo cual se logró una mayor
estabilidad del producto, reduciendo el tiempo de cocción en el
horno y garantizando mejores estándares de calidad.487 Fue un
485 En abril de 2010 el 11 % de los derechos de dominio que tenía la Sociedad Minera de Pantoja sobre el ―Lote Ladrilleros‖ en común y proindiviso con Alfagres, fue vendido a esta última por el valor de $191.000.000, quedando como dueña del 100 % de Flor Gres. Ibíd., Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfagres S.A., Acta N° 275, Bogotá, 21 de marzo de 2010. (Extracto de Acta anexa en la Escritura Pública N° 820 de la Notaría 65 del Círculo de Bogotá, 31 de mayo de 2010). 486 Ibíd., Escritura Pública N° 4.878 de la Notaría 1ª del Círculo de Bogotá, 9 de octubre de 2009. 487 Gómez Gonfrier, Sergio Andrés. Entrevista… Op. Cit.
120. «ALFA, una historia en construcción»
material que también se empleó desde un principio en la producción
de baldosas cerámicas, así que la adquisición de Flor Gres era una
oportunidad para garantizar el suministro de chamote a las plantas,
en un momento donde la economía colombiana comenzaba a
experimentar signos de crecimiento.
Volviendo al 2005, cuando se planteó la necesidad de expansión de la
producción de cerámica, se comenzaron a estudiar varias
alternativas, teniendo en cuenta que con la construcción de ―Alfacer
III‖ se había copado el espacio físico que se disponía en Soacha. Esta
disyuntiva abrió la posibilidad de pensar en una nueva planta cerca a
los puertos de embarque de la costa Atlántica con miras a atender el
mercado de exportación hacía el Caribe y Norteamérica,
principalmente a los Estados Unidos, teniendo en cuenta que a partir
del 2003 la comercializadora OPA Inc., ahora dirigida por Carlos
Alberto Boggio Dávila, había abierto dos nuevas oficinas en las
ciudades de Houston y Los Ángeles para cubrir la creciente demanda
de materiales para la construcción generada en medio del boom
inmobiliario que se experimentaba en ese país, y que combinado con
la favorable tasa de cambio del dólar que se registraba en ese
momento, indicaban el camino a seguir.
Con esta idea se organizó un viaje a China, que era un gran
competidor, para conocer la tecnología y metodología que allí se
desarrollaba para la fabricación de productos cerámicos. La primera
conclusión fue que la nueva planta debía diseñare con un orden lógico
que integrara de manera lineal cada una de las etapas de producción:
almacenamiento de la materia prima, molienda, prensan, decoración
y un horno mucho más largo, lo que representaba menores costes de
producción, consumo de energía y menor mano de obra, sin duda una
mejora respecto a lo que se tenía en Soacha.488
Mientras tanto en Colombia se exploraron posibles opciones para el
montaje de la planta en Cartagena, Santa Marta y Barranquilla.
Entonces, Jaime Hernández organizó un equipo de expertos que envió
a la Costa para buscar yacimientos de arcillas, lo que terminó
inclinando la balanza hacía la opción de Barranquilla por encontrase
un material que por sus características prometía muy buenos
resultados.489 Fue así que a principios del 2006 se tomó la resolución
en Alfagres de comprar un terreno denominado ―El Chuval‖,
propiedad de los hermanos Mendoza Santiago, el cual tenía una
dimensión cercana a las 50 hectáreas, localizado en jurisdicción del
municipio de Tubará para la explotación de arcillas,490
Posteriormente, el 20 de septiembre de ese año, se constituyó en
Barranquilla la sociedad Desarrollo Inmobiliario La Cayena S.A.
(PROCAYENA S.A.), con aportes de capital proveniente de Alfagres,
Baldosines Torino, Pisotex, Derivados del Mármol y Pisotrans, con el
fin de encargarse de todo lo referente a la construcción de las
488 Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit. 489 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit.; Romero Zapata, José Fernando. Entrevista… Op. Cit. 490 ADLA Escritura Pública N° 278 de la Notaría 5 del Círculo de Barranquilla, 24 de enero de 2006.
121. «ALFA, una historia en construcción»
instalaciones físicas y montaje de la planta en Barranquilla.491 Fue
por intermedio de esta sociedad que a principios del 2007 se adquirió
el lote donde se emplazaría la nueva fábrica de cerámica, en
terrenos que hicieron parte de la denominada Zona Franca del Caribe
que se había creado en el año 2006, y estaba ubicado en el
corregimiento de Juan Mina del Distrito de Barranquilla, sobre la vía
que comunicaba esta capital con el municipio de Tubará.492
Una vez resuelto el tema de la mina y el terreno se comenzó a
perfilar el diseño definitivo de la fábrica, contratar la compra de la
maquinaria y concretar a los socios externos a ALFA que estaban
interesados en participar de este gran proyecto que se denominó
Alfacer del Caribe. Entre tanto, se instaló en el lugar una pequeña
planta de morteros de manera provisional con el propósito de conocer
el modo de trabajo de los barranquilleros y se desarrolló un proceso
491 Entre su objeto social encontramos: « (…) Soporte técnico instalación, mantenimiento y reparación de equipos, naves, aeronaves y maquinaria (…)Establecer, gestionar y llevar a cabo en general la prestación de servicios de construcción, arquitectura y servicios de ingeniería conexos, limpieza y pruebas de calidad (…) Realizar diseños arquitectónicos, presupuestos, programación, interventorías administración delegada, arrendamiento y administración de inmuebles, gerencia de obras, consultoría y asesoría de obras civiles (…) Realizar el montaje, administración y explotación de centros o talleres de reparación, mantenimiento, armado y prestación de toda clase de servicios para maquinaria y vehículos (…) ». Ibíd., N° 2.959 de la Notaría 7 del Círculo de Barranquilla, 20 de septiembre de 2006. 492 Ibíd., N° 735 de la Notaría 7 del Círculo de Barranquilla, 17 de marzo de 2007.
muy riguroso para la selección de ingenieros, técnicos y personal de
la región que se incorporaría en la nueva empresa.493
El proyecto original constaba de siete plantas de cerámica con dos
hornos cada una para alcanzar una producción de cuarenta millones
de metros cuadrados al mes, de los cuales se estimaba exportar el 80
% a los Estados Unidos. Adicionalmente se planteó la construcción de
una planta para la fabricación de porcelana sanitaria, una de gres,
otra para mármol, baldosas de terrazo y alfombras. En la mitad de
este complejo industrial se concibió un centro de distribución de unos
60.000 m2 al que se conectaban todas las plantas para facilitar
logísticamente la distribución de los productos.494
La idea en cierto modo era replicar lo que se tenía en Soacha en un
lapso de 30 años, comenzando con la construcción de la primera
planta de cerámica. De tal modo que el 16 de noviembre de 2007 se
constituyó oficialmente Alfacer del Caribe S.A., nombrándose como
gerente a Raúl Enrique Navarro Martín-Leyes, un personaje que había
conocido Alberto Ospina y Enrique de Francisco al comienzo del
―Proyecto de Barranquilla‖ y quien había colaborado notablemente
en la consecución de los terrenos de la mina y para la planta.495
493 Opina Carreño, Alberto. Entrevistas… Op. Cit.; Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit. 494 Romero Zapata, José Fernando. Entrevista… Op. Cit. 495 Ibídem.
122. «ALFA, una historia en construcción»
El primero escollo que se tuvo que afrontar cuando se comenzó la
construcción de la planta fue la escasez de acero en el mundo, ya
que estaba siendo absorbido en su gran mayoría por China, lo que
acarreó incrementos de inversión no previstos y retrasos en la
fabricación de las máquinas. A su vez esta situación llevó a replantear
el diseño de las instalaciones para prescindir en lo posible de este
material en su estructura física y sustituirlo preferiblemente por el
cemento. La construcción tomó cerca de un año y contaba con
maquinaria básicamente italiana, la cual se embarcó en más de 100
contenedores que llegaron al puerto de Cartagena.496
Cuando la planta de Alfacer inició operaciones en 2008 las
condiciones económicas en el mercado internacional ya no eran como
se había previsto tres años atrás cuando se concibió el ―Proyecto de
Barranquilla‖. El estallido de la crisis hipotecaria en Estados Unidos
frustró de entrada cualquier expectativa que se tenía respecto a las
proyecciones de exportación a ese país, a lo que se agregaba el inicio
de un periodo de revaluación del peso que se extendió por cerca de
diez años con fuertes repercusiones en el negocio. Otro de los
problemas que surgieron fue alrededor de la arcilla que se empleó
inicialmente, ya que los estudios que se contrataron con anterioridad
no tuvieron en cuenta que este material contenía azufre y flúor, por
lo cual no era la más indicada para el proceso productivo, reduciendo
496 Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit.; Opina Carreño, Alberto. Entrevistas… Op. Cit.
la calidad del producto y no permitió alcanzar un precio
competitivo.497
Para completar este panorama, en el año 2010 el país afrontó una de
las más fuertes olas invernales de los últimos tiempos, dejado
incomunicada la vía carreteable que llevaba a la mina de ―El Chuval‖,
lo que implicó buscar urgentemente nuevos yacimientos de arcillas en
la Costa. Se comenzó explorando primero en un radio de 10
kilómetros alrededor de la planta y posteriormente se fue ampliando
a 50 y 100 kilómetros, hasta que por fin se halló una mina de arcilla
con las características excepcionales, que son las que actualmente se
siguen empleando.498
Frente a lo sombrío de las exportaciones hacia los Estados Unidos,
Alfacer del Caribe no tuvo más opción que mirar el mercado
nacional, donde el sector de la construcción venía mostrando desde
el año 2005 una dinámica de crecimiento muy importante, a través
de los canales tradicionales que tenía Alfagres. Ahora bien, teniendo
en cuenta que mientras la planta de cerámica alcanzaba su punto
ideal, un gran porcentaje de la producción era material de segunda y
tercera que se fue acumulando progresivamente, lo que llevó a que
en el 2010 se creara un canal denominado ―Residencial B‖ para su
comercialización en el mercado nacional. La estrategia fue abrir salas
de ventas o ―Puntos B‖ donde se ofrecía este producto a un precio
497 Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Carreño Díaz, Guillermo Alexander. Entrevista… Op. Cit. 498 Opina Carreño, Alberto. Entrevista (2)… Op. Cit.
123. «ALFA, una historia en construcción»
más económico sin rivalizar con sus distribuidores autorizados. Los
resultados obtenidos con esta medida fueron extraordinarios en el
corto plazo, lo que permitió reducir el inventario y obtener liquidez a
través de estas ventas. Con el tiempo se procuró mejorar las
categorías de esta salas con la introducción de productos de primera,
morteros, pegante y pinturas.499
Sin embargo, las proyecciones para recuperar la inversión se vieron
truncadas y frente a las circunstancias descritas a partir del 2008, la
situación financiera de Alfacer del Caribe no fue la mejor. Así que
Alfagres, entre anticipos y préstamos, canalizó ingentes recursos en
un esfuerzo por garantizar la rentabilidad y sostenibilidad de las
operaciones de la planta de Barranquilla, triplicando su nivel de
endeudamiento entre 2006 y 2013. Así las cosas, el horizonte
empresarial de ALFA era complejo, lo que llevó a pensar en la
necesidad de replantear todo el negocio. Esto no solo que implicaba
revertir la situación financiera y actualizar los procesos, sino repensar
la estrategia y su propuesta de valor de cara a las nuevas realidades
de un mercado globalizado.500
499 Ibídem. 500 Jaramillo Escobar, Julián. Entrevista, Bogotá, 3 de junio de 2015.
Capítulo 22. Epílogo: El presente y futuro…
El comienzo de la segunda década del siglo XXI traía consigo grandes
desafíos para ALFA. El principal problema radicaba en el incremento
de la deuda que comenzaba a experimentar Alfagres con el fin de
capitalizar a Alfacer del Caribe. Por otro lado, las condiciones del
mercado externo se encontraban en una fase de lenta recuperación
tras la crisis financiera internacional de 2008, lo que desestimuló las
exportaciones. En el campo interno, si bien la construcción era uno
de los sectores más dinámicos y de mayor crecimiento en el país, la
industria nacional tenía que contrarrestar una creciente oferta de
productos importados, principalmente llegados de China y en menor
medida de España, Perú, Brasil e Italia, con precios más
competitivos, sin dar por descontado lo que por vía del contrabando
se introducía al país.501
Todos estos factores, a los que había que agregar los problemas
inherentes a la forma de administración y de operatividad tanto en el
área productiva como comercial, muchas veces bajo modelos
tradicionales que no respondían a la lógica de una economía
globalizada, estaban impactando de forma negativa en el desarrollo y
desempeño competitivo del grupo de empresas ALFA, disminuyendo
su participación en el mercado nacional.502
501 González Yamús, Hugo Emmanuel. Entrevista… Op. Cit. 502 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Jaramillo Escobar, Julián. Entrevista… Op. Cit.
124. «ALFA, una historia en construcción»
Había llegado el momento donde se hacía necesario replantear todo
el negocio y ponerlo en sintonía con las nuevas realidades
económicas, y fueron los hermanos Boggio Dávila los que incentivaron
y lideraron este proceso. Su padre, Pier Carlo, que contaba con más
de ochenta años y medio siglo contribuyendo en el desarrollo
industrial del país ya no se encontraba al frente de sus empresas
productivas. Le correspondía ahora a sus hijos continuar con el legado
heredado y reorientar el rumbo estratégico de ALFA para sacarla
adelante y posicionarla de nuevamente en la vanguardia de la
industria de la construcción en Colombia.503
En este sentido, se comenzó a tratar el asunto de la ―sucesión
gerencial‖ y se contrató los servicios de Luis Ernesto Romero, un
experto consultor en estos temas, con quien se trabajó intensamente
para encontrar el modelo de gobierno corporativo más conveniente.
En estas discusiones participaban los hermanos Boggio y Alberto
Ospina, convencidos de la necesidad de propiciar un cambio
fundamental y definir las cualidades de la persona que debería
direccionar el rumbo de la ALFA. De este modo, se concluyó que lo
más pertinente era buscar una persona externa, de espíritu innovador
y de gran experiencia en el manejo de grandes empresas.504
503 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Carlos Alberto. Entrevista… Op. Cit. 504 Boggio Dávila, Cristina. Entrevista… Op. Cit.; Boggio Dávila, Lisetta. Entrevista… Op. Cit.; Rodríguez, Alba Janeth. Entrevista, Bogotá, 6 de mayo de 2015.
A mediados de 2013 se inicia el riguroso proceso de selección, que
contó con personas de alto perfil gerencial con una importante
experiencia empresarial en el país, multinacionales o compañías en el
exterior. Después de evaluar las hojas de vida y entrevistarse con
cada uno de los candidatos se tomó la decisión de nombrar como
nuevo Gerente General de Alfagres a Julián Jaramillo Escobar, un
reconocido y exitoso líder empresarial colombiano que había
cumplido un notable desempeño en la modernización e
internacionalización de Alpina, una compañía en la que había sido su
presidente en los últimos diez años. Llegó en septiembre de ese año
con deseos de aprender y brindar toda su experiencia y
conocimientos para generar una transformación profunda, a todo
nivel y en corto tiempo en la Compañía, lo que implicaba propiciar la
integración efectiva de todo el grupo de empresas de ALFA.
Fueron dos años de intenso trabajo en todos los frentes, tanto en el
productivo como el comercial y el administrativo, que partió de la
redefinición conceptual del negocio, enfocándose en el cliente como
piedra angular y pensando en ofrecerle más allá que pisos, soluciones
integrales que interpretara sus necesidades bajo el concepto de
―espacios inspiradores‖, capaz de generar nuevas experiencias entre
sus clientes. Este era un viraje radical en la lógica que había
dominado desde siempre en ALFA, que concebía en la producción el
eje estratégico de su crecimiento, lo que implicó un ejercicio
complejo y lento para generar una transformación de la cultura
empresarial.505
505 Romero Zapata, José Fernando. Entrevista… Op. Cit.
125. «ALFA, una historia en construcción»
Con relación a la organización administrativa se buscó el
fortalecimiento del gobierno corporativo de la Compañía, lo cual
implicó crear varios comités de apoyo y consulta, como fueron: el
Comité de Innovación y Desarrollo, el Comité de Evaluación y
Compensación, el Comité de Auditoria y el Comité Directivo, con
quienes a través de un proceso participativo de varios meses a
principios del 2014 se construyó el Plan Estratégico de ALFA. En él se
definió claramente la propuesta de valor, el propósito superior, los
valores corporativos y una visión sostenible con metas a mediano y
largo plazo en el campo financiero, en la relación con los clientes, en
los procesos internos, así como en el de aprendizaje y desarrollo del
talento humano, con el fin de cumplir los objetivos de crecimiento y
rentabilidad planteados en este proceso.506
En julio de 2014 se logró consolidar definitivamente la conformación
del Grupo Empresarial ALFA, cristalizándose de esta forma una de
las aspiraciones que habían motivado este proceso de transformación.
A partir de entonces, y con asesoría externa, se inicia el complejo
proceso de integración de las empresas con la conformación de varias
mesas de trabajo en aras de centralizar y estandarizar procesos,
generar sinergias, implementar mejores prácticas y aprovechar las
capacidades del recurso humano.507
506 Jaramillo Escobar, Julián. Entrevista… Op. Cit.; González Yamús, Hugo Emmanuel. Entrevista… Op. Cit. 507 Jaramillo Escobar, Julián. Entrevista… Op. Cit.
El Grupo Empresarial quedó conformado de la siguiente manera:508
1. Alfagres S.A. (Como sociedad Controlante)
2. Baldosines Torino S.A.
3. Derivados del Mármol S.A.
4. Pisos Textiles S.A.
5. OPA International Corporation
6. Sociedad Minera de Pantoja S.A.
7. Pisotrans S.A.
8. Baldosines Alfa Ecuador
9. Flor Gres S.A.
10. Desarrolladora Inmobiliaria la Cayena S.A.S.
11. Alfacer del Caribe S.A.
Pero como estos cambios requirieron de la creación de nuevos cargos
y la redefinición de los roles en la esfera directiva, se llevó a cabo
una reestructuración de la estructura organizacional para estar en
sintonía con las exigencias y desafíos que implicaba la materialización
del Grupo Empresarial. A la cabeza del Grupo quedaba un Presidente
que contaba con el apoyo de seis Vicepresidencias (Mercadeo y
Retail, Comercial e Internacional, Manufactura, Cadena de
Abastecimiento, Financiera y Administrativa) y cuatro gerencias
especializadas (Innovación y Desarrollo, Asuntos Corporativos, Nuevos
Negocios y Legal), de tal forma que se garantizara un trabajo
dinámico, unificado y coordinado capaz de ejecutar el Plan
Estratégico.
508 Ramírez Dallos, Germán Eduardo. Entrevista… Op. Cit.
126. «ALFA, una historia en construcción»
Uno de los campos más sensibles era el comercial, que como hemos
visto se encontraba abocado a superar múltiples factores que estaban
afectando las ventas en un contexto mucho más competitivo que
presionaba a la baja de los precios de los productos de la
construcción, especialmente de la cerámica nacional. En este
sentido, la innovación y el diseño se convertían en factores claves de
competitividad y generadores de valor agregado. Fue así que en 2014
se creó el ―Centro de Diseño e Innovación‖, el cual comenzó a
funcionar en la terraza del Edificio ALFA en Bogotá, y un año más
tarde, entendiendo que «el diseño es el pilar de la innovación», se
conformó un grupo integrado por trece diseñadoras para fortalecer la
propuesta de valor a los clientes en las salas de ventas de Bogotá,
Medellín, Cali, Chía, Barranquilla y Bucaramanga, que bajo el
concepto de ofrecer ―espacios inspiradores” permitiera «ofrecer a los
clientes espacios ideales que vayan de acuerdo a sus necesidades y
contribuyan a la transformación de sus espacios».509
En esta línea y con el propósito de posicionar los productos ALFA en
el mercado nacional por sus características de diseño, en 2015 se
realizó el lanzamiento de la colección ―Inspira by Mercedes Salazar‖.
Un proyecto que contó con la participación de esta reconocida
diseñadora de joyas y accesorios para el diseño de mallas en mármol,
materas para terrazas y cerámicas en HD. Lo interesante de este
proyecto fue que se realizó en alianza con la Fundación Social, lo
permitió vincular a mujeres en estado de vulnerabilidad de la
509 ―El poder del Diseño‖, Boletín Mundo ALFA, Edición N° 15, Bogotá, junio de 2015, p.3.
Comuna 1 de Soacha, quienes tuvieron el trabajo de ensamblar las
piezas de la colección.510
Ahora bien, este nuevo enfoque que priorizó el diseño como forma de
diferenciación y reposicionamiento de la marca ALFA, estuvo
acompañado de nuevas prácticas de mercadeo centrada en ofrecer un
servicio integrado a los clientes, entendiendo el servicio «como la
mejor herramienta para garantizar una experiencia inolvidable para
los clientes y en la que ALFA debe enfocarse para sorprenderlos y
satisfacerlos completamente».511 Como el cliente pasó a estar en el
centro de las preocupaciones del negocio, se idearon mecanismos
para tratar de interpretar sus deseos y lograr satisfacer sus
necesidades, permitiendo orientar la estrategia de ventas con el
objetivo de satisfacer sus expectativas.512
Entre el 2014 y 2015 se inició un proceso de transformación en las
salas de ventas que implicó la remodelación de diez de ellas en todo
el país. A partir del 2015 se comenzó a implementar un nuevo modelo
comercial dirigido a los Gerentes de Salas con el fin de hacer un
mejor seguimiento de las actividades que se desarrollaban y una guía
para el entrenamiento de su equipo de ventas con el fin de
510 «Diseño, impacto social e innovación son las bases de esta nueva propuesta de ALFA para inspirar a los colombianos y conquistar así nuestro Propósito Suprior de crear espacios inspiradores para nuestros clientes». ―Mercedes Salazar y ALFA junto para inspirar‖, Boletín Mundo ALFA, Edición N° 14, Bogotá, mayo de 2015, p.3. 511 ―El servicio que merecen los clientes‖, Boletín Mundo ALFA, Edición N° 14, Bogotá, mayo de 2015, p.2. 512 González Yamús, Hugo Emmanuel. Entrevista… Op. Cit.
127. «ALFA, una historia en construcción»
proporcionarles un mejor conocimiento de los productos, habilidades
en venta y ofrecer un mejor servicio al cliente.513
Respecto a las exportaciones, con la creación de la Vicepresidencia
Comercial e Internacional se buscó generar una mejor integración
operativa de OPA Inc. y Baldosines ALFA Ecuador bajo una estrategia
comercial unificada para consolidación de la marca ALFA en estos
mercados. Igualmente se buscó expandir la presencia en el mercado
sudamericano con la incursión a mediados del 2015 en países como
Chile y Perú a través de agentes comerciales. Ahora, que la tasa de
cambio era un gran estímulo para las exportaciones eran necesario
incentivar alianza con proveedores y clientes extranjeros que
permitiera expandir su presencia en el mercado internacional.514
En el campo productivo y con el propósito de ampliar las
posibilidades de diseño se adquirieron cuatro ―Decoradoras Digitales‖
de última tecnología para las plantas de cerámica de Soacha y
Barranquilla, lo que significó una innovación muy importante que
colocó a ALFA nuevamente en la vanguardia tecnológica de la
producción de cerámica en el país. Otro hito fundamental en esta
etapa fue producir formatos de baldosas mucho más grandes, los
cuales tenían una mayor aceptación en el mercado nacional e
internacional. Con este propósito en el 2014 se inició un proceso de
adecuación de la plantas I y II de ―Alfacer‖ en Soacha que permitió
513 Jaramillo Escobar, Julián. Entrevista… Op. Cit. 514 ―ALFA con aire chileno‖, Boletín Mundo ALFA, Edición N° 14, Bogotá, mayo de 2015, p.4.; González Yamús, Hugo Emmanuel. Entrevista… Op. Cit.
en el primer caso producir formatos de 30x45 para enchapes y en el
segundo de 30x60 para pisos y paredes, mientras que en Alfacer del
Caribe se logró producir formatos de 51x51.
Otro hecho importante fue la inauguración en junio de 2015 de un
nuevo centro de distribución de 3.660 m2 en la ciudad de Barranquilla
con el fin de facilitar el proceso logístico de Alfacer del Caribe y
mejorar la experiencia de servicio de la Zona Norte, que cubre toda
la Costa Atlántica. Con esta bodega «se espera obtener ahorros en la
operación logística cercanos a los $150MM en 2015 y $400MM más en
2016», lo que constituye un avance significativo en el propósito de
reducir los costos operacionales.515
Respecto al pasivo de Alfagres y Alfacer del Caribe, que constituía
una de las mayores preocupaciones de los accionistas, se logró
reestructurar parcialmente con sus acreedores y se diseñó un plan de
sostenibilidad a partir de las proyecciones operacionales de la
Compañía. No obstante este sigue siendo el mayor obstáculo para el
crecimiento y competitividad del Grupo ALFA, porque mientras no se
logre reducir sustancialmente, todos los recursos generados estarán
dirigidos a cubrir la deuda.
Julián Jaramillo ocupó la Presidencia del Grupo ALFA hasta
septiembre de 2015, cuando fue asumida por Carlos Alberto Boggio,
con enormes desafíos por delante, no solo respecto al manejo de la
515 ―ALFA inaugura un nuevo centro de distribución en Barranquilla‖, Boletín Mundo ALFA, Edición N° 15, Bogotá, junio de 2015, p.1.
128. «ALFA, una historia en construcción»
deuda, sino en profundizar las acciones definidas en el Plan
Estratégico que se construyó en el 2014, donde el diseño, la
innovación y el foco orientado en el cliente son factores claves para
el éxito esperado. Por lo demás, las actuales condiciones del mercado
interno, pero sobretodo el fin del ciclo revaluacionista del peso
respecto al dólar que dominó en los últimos diez años, son un signo
positivo que permite encontrar en las exportaciones una ventaja para
mejorar ostensiblemente la situación financiera de la Compañía.516
516 Ospina Carreño, Alberto. Entrevista… Op. Cit.; Jaramillo Escobar, Julián. Entrevista… Op. Cit.; González Yamús, Hugo Emmanuel. Entrevista… Op. Cit.
Fuentes Documentales Archivo General de la Nación (AGN)
Escrituras Públicas Baldosines Alfa Ltda. Archivo de la Oficina de Publicidad y Diseño de Alfagres S.A. (AOPDA)
Catálogos de Productos
Material Fotográfico
Material de Audio y Vídeo Archivo División Legal de Alfagres S.A. (ADLA)
Escrituras Públicas Baldosines Alfa S.A.
Escrituras Públicas Alfagres S.A.
Escrituras Públicas Baldosines Torino S.A.
Escrituras Públicas Derivados del Mármol S.A.
Escrituras Públicas Pisos Textiles S.A.
Escrituras Públicas Universo del Piso S.A.
Escrituras Públicas Sociedad Minera de Pantoja S.A.
Escrituras Públicas Pisotrans S.A.
Escrituras Públicas Thermocemento de Colombia Ltda.
Escrituras Públicas Baldosines Alfa S.A. Ecuador
Escrituras Públicas Desarrolladora Inmobiliaria La Cayena S.A.S.
Escrituras Públicas Alfacer del Caribe S.A.
Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Alfagres S.A.
Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Baldosines Alfa S.A.
Libro de Actas de la Asamblea General de Accionistas de Universo del Piso S.A.
Libro de Actas de la Junta Directiva de Alfagres S.A.
Libro de Actas de la Junta Directiva de Baldosines Alfa S.A.
129. «ALFA, una historia en construcción»
Libro de Actas de la Junta Directiva de Universo del Piso S.A.
Archivos Particulares
Boletín Empresarial de Alfagres S.A. ―El Portal‖
Boletín Empresarial de Alfagres S.A. ―Molienda de Notas‖
Boletín Empresarial de Universo del Piso S.A. ―Pisos‖
Boletín Empresarial ―Mundo ALFA‖ Reseñas Históricas
Boggio Dávila, Cristina. «Fragmentos de memorias de Pier Carlo Boggio», Santa Marta, Junio de 2004.
Nier, Luis Augusto. ―Reseña histórica Alfagres S.A.‖, Soacha, Octubre de 2001.
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