Historias Cortas ilustradas

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN INSTITUTO EDUCATIVO “ANDRÉS BELLO” HISTORIA BREVE: EL CAMPAMENTO INTEGRANTES: Mouari, Michelle Martínez, Carolina La Asunción, 10 de Marzo de 2014

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

INSTITUTO EDUCATIVO “ANDRÉS BELLO”

HISTORIA BREVE:

EL CAMPAMENTO

INTEGRANTES:

Mouari, Michelle

Martínez, Carolina

La Asunción, 10 de Marzo de 2014

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EL CAMPAMENTO

Mouari, Michelle

Martínez, Carolina

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EL CAMPAMENTO

inaliza el año escolar y los niños se preparan para realizar muchas

actividades en sus vacaciones. Algunos se van de campamento. Desde

Caracas y Barcelona, varios niños viajan en avión para Margarita, a su

campamento vacacional. Dos semanas de pura diversión. Todos están felices. Al

llegar a la Isla un autobús los espera. Los chicos se montan. Se miran, algunos no

se conocen y comienzan a presentarse.

El primero en presentarse es Nicolás, uno de los guías del campamento. Les

pide a todos que se presenten y que rompan el hielo.En ese momento se levanta

Corina y se presenta.

-Hola, mi nombre es Corina. Soy de Puerto la Cruz. Y él es mi novio Diego- dijo

ella en voz alta.

-Hola, yo soy Diego, siempre Corina se me adelanta. Vivo en Barcelona. Y tú

cómo te llamas?- preguntó mirando a un joven sentado en el puesto de atrás.

- Mi nombre es Christian y vengo de Caracas- dijo sentándose rápidamente.

- Bueno, yo me llamo Kiara y ella es mi hermana Nicole- interrumpió Nicole y

dijo ¡Hola!-

- ¡Hola!, parece que soy el último. Mi nombre es Andrés y también vengo de

Caracas, estuve en este campamento el año pasado, como Corina, y quise

volver.- dijo otro joven poniéndose de pie.

Los chicos siguen hablando. El autobús llega al campamento.

Al llegar Nicolás les indica donde quedan las habitaciones, les pide que elijan

una cama y organicen sus cosas.

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- Los esperamos en una hora aquí afuera para desayunar y mostrarles el

campamento- dice Nicolás.

Los niños pasan un buen día en el campamento. En la noche se reunen afuera

de las habitaciones y hacen una fogata. Se sientan

alrededor del fuego y comienzan a hablar.

-Propongo hacer algo divertido –dijo Kiara-, qué

proponen ustedes?¿Qué piensan si nos reunimos en

las noches a contar historias de terror?

-Me parece genial. Pero no se pongan a contar historias para niños. Vamos a

hablar de cosas reales. ¿Quién quiere empezar? – respondió Christian

emocionado.

- Les puedo contar una que escuché el año pasado, Andrés también la escuchó

aquí- respondió Corina.

-Una pareja de turistas llega a Margarita –contaba Corina con un tono de voz

suave- y van a comer a un restaurante. Al salir toman un taxi que los lleva a la

casa que habían alquilado para pasar las vacaciones. Era un lugar hermoso, cerca

de la playa. Las casas vecinas se veían a lo lejos, ya que el lugar donde se

quedaban tenía hermosos jardines. El taxista menciona que nunca había estado

alli y que era sorprendente la belleza del lugar. El taxista se va para buscar más

pasajeros, pero más tarde se da cuenta de que en su carro estaba el abrigo de la

señora de la casa hermosa..

-Déjame continuar a mi, para que no hables tu sola- dice Andrés

interrumpiendo a Corina- Bueno, creyendo que ya era muy tarde para devolverse,

pensó en ir el día siguiente y así poder ver cómo se veía el lugar a plena luz del

sol.

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Cuando el taxista llega a la casa, toca la puerta y le abre una señora mayor,

muy delgada. Le pregunta por la pareja que se hospedaba allí. La señora le

explica que la última pareja que se hospedó allí, falleció en su habitación una

noche al regresar de un restaurante y que desde ese momento nadie más había

vivido alli. Se fija en toda el área. Todo estaba abandonado, lleno de monte y

sucio. No era lo mismo que había visto la noche anterior.

-Ya va –dice Nicole- ¿Cómo es eso? ¿Y eso

pasó aquí en Margarita? ¿Y ustedes saben

donde pasó?

-No tengo idea –responde Corina.

-Pero eso se puede averiguar- dijo Christian-

. Podemos hablar con Nicolás, nuestro guía. Quizá él haya escuchado algo,

puesto que tiene varios años aquí. También podemos tratar de encontrar algo por

Internet. Qué piensan?

-Da miedo, pero me encanta la idea- respondió Nicole-. Mañana le preguntamos

a Nicolás. Vamos a dormir ahora y nos vemos mañana.

Esa noche los chicos se fueron a la cama, pero la historia quedó en su mente y

muy pocos pudieron dormir. La mañana siguiente, las muchachas hablan del tema

con Nicolás.

Lo que pasa es que antes de trabajar aquí – dijo Nicolás- yo era taxista. Yo

llevé a esa pareja para allá. Fui yo quien encontró ese abrigo. Y lo guardo por si

alguna vez vuelvo a ver a esa gente. Nunca creí lo que me dijo la señora que

cuidaba la casa. Lo único que me causa duda es que yo pensé que todo era muy

bonito y cuando regresé no era así. Pero pienso que puede ser que no vi bien las

cosas porque era de noche. Si quieren más tarde las guío hasta allá.

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Esa noche las muchachas se fueron con su guía a la casa misteriosa. En el

campamento únicamente Corina se había quedado y le había contado a Diego los

planes de las muchachas.

La mañana siguiente, las chicas no habían regresado al campamento. Diego le

pregunta a Nicolás dónde estaban las muchachas y él les contesta que nunca las

encontró. Que él había pasado la noche en el campamento y que si ellas habían

salido, lo habían hecho solas. Les dice que fueran donde el director del

campamento para avisar lo que había pasado. Buscaron a las muchachas por

todas partes, mas nunca las encontraron. Diego le cuenta a Christian lo que

sabían y sospechan inmediatamente de Nicolás.

Lo que pasó me parece muy sospechoso –dijo Christian-. No creo que las

muchachas hayan salido solas, pero todos le creyeron a Nicolás. ¿Qué hacemos?

Me da mucho miedo –murmura Diego-, pero creo que deberíamos seguirlo a

ver qué hace.

Esa noche los chicos siguen a Nicolás desde lo lejos. Se dan cuenta que sale

caminando del campamento y que atraviesa un enorme jardín que rodea una

casa. Están muy asustados, porque todo está muy oscuro, pero entran con mucho

cuidado. Se esconden tras una puerta cuando sienten que alguien se acerca. Ven

a una anciana muy delgada que se sienta en una mecedora. A su lado, en un sofá,

notan algo que nunca habían visto, unos esqueletos que parecían humanos. En el

otro mueble, ven a las chicas, muertas. En ese momento, sienten algo detrás de

ellos. Al voltearse ven a Nicolás, pero él no está solo, Andrés y Corina lo

acompañan…

Lo único que escucharon Christian y Diego fue “siguen ustedes…”

FIN