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HJD
Hora de juego diagnóstico
Ayudantía Clínica Infantil, Martes 14 de Abril 2015
Definición y Objetivos
La Hora de Juego diagnóstica, constituye un recurso el cual es
utilizado dentro del proceso Psicodiagnóstico, dicho recurso se
complementa con la entrevista inicial, el registro de la historia del niño
y alguna otra herramienta utilizada durante el proceso.
El objetivo es tomar contacto con el niño que nos traen a consulta y su
problemática.
En esta hora el niño expresará sólo una parte de su personalidad,
reactualizando sus fantasías, temores y deseos.
La Hora de Juego se inscribe dentro de las técnicas proyectivas, ya que al
jugar el niño proyecta realidades que pertenecen tanto a su mundo interno
como a su realidad externa. De ese modo, el juego constituye una
verdadera creación simbólica , en tanto condensa en un espacio
determinado, diferentes elementos del pasado y presente de su vida; en
este sentido; el juego nos descubre una historia.
La HJD supone un proceso, que tiene un comienzo, un desarrollo y un final,
en sí misma; opera como una unidad y se la debe interpretar como tal.
En general, la hora de juego diagnóstica va precedida por la entrevista
inicial a padres, donde el psicólogo elabora junto a los padres una
consigna que darán al niño.
Sala de Juego y Materiales
Se de permitir al niño determinada libertad de movimiento, sin que ello signifique la
necesidad de un espacio demasiado amplio.
El mobiliario debe ser adecuado: una mesa, dos o tres sillas, pizarrón, etc. Es
preferible que el piso y las paredes sean lavables.
En cuanto a los materiales, se debe tener una caja de juegos, donde debe haber los
siguientes materiales:
- Hojas de papel - Lápiz negro y lápices de colores - Tijera de punta redondeada –
Plastilina - Goma de borrar – Sacapuntas -Goma de pegar –Muñecos -Familia de
animales salvajes y domésticos - Autitos - Avioncitos -Platitos con tacitas – Cubo – tela
-Pelota chica.
Es importante que el material esté en buen estado y sea de buena calidad, para evitar la fácil rotura o deterioro del mismo, lo que podría causar culpa a los niños.
Consigna La consigna se da una vez que el niño ha entrado a consulta, y el psicólogo debe
poner de manifiesto en forma breve y en lenguaje sencillo una serie de
informaciones que configuran la consigna:
- Definición de roles
- Limitación de tiempo y espacio
- Material a utilizar
- Objetivos
La consigna puede ser la siguiente: "Los juguetes que están dentro de la caja
(o sobre la mesa) puedes utilizarlos como quieras. Yo mientras observaré
para conocerte y así poder ayudarte".
Rol del Psicólogo
El rol del psicólogo dentro del contexto del Psicodiagnóstico, es más bien "pasivo",
en tanto funciona como observador, pero es también activo en la medida que
formula hipótesis sobre la problemática del niño.
El psicólogo debe registrar por escrito su observación: Secuencias lúdicas, gestos,
desplazamientos, dibujos, asociaciones verbales, etc.
Hay veces que los niños nos piden una participación activa en sus juegos, con un
rol complementario. En estos casos es necesario que sea el niño el que
adjudique y caracterice el rol, para que no interfiera las fantasías del
terapeuta.
En algunas oportunidades será necesario realizar señalamientos cuando se
produzcan bloqueos o inhibición en el juego, pero en ningún caso se deben hacer
interpretaciones.
Análisis e interpretación
1-Elección de juguetes y de juegos
a-Modalidad de Aproximación
b-Primer juguete elegido
2-Modalidad del juego. Creatividad
3-Capacidad simbólica. Personificación
4-Motricidad
5-Tolerancia a la frustración. Adecuación a la realidad
1-Elección de juguetes y de juegos
a)Modalidad de aproximación: Aquí se analiza el modo en que el niño
llega a los juguetes y comienza a jugar con ellos, puede ser:
-de observación a distancia (sin participación activa)
-dependiente (a la espera de indicaciones del entrevistador)
-evitativa (de aproximación lenta o a distancia)
-dubitativa (de tomar y dejar los objetos)
-de irrupción brusca sobre los materiales
-de irrupción caótica e impulsiva
-de acercamiento, previo tiempo de reacción y luego poder desarrollar la
actividad.
b)Primer juguete elegido: Es importante también analizar cuál es el juguete
elegido por el niño para establecer el primer contacto, y si este es acorde a su
momento evolutivo y qué tipo de conflicto trata de vehiculizar a través de él.
c) Observar si el juego tiene principio, desarrollo y fin, si es una unidad
en sí misma y si los juegos organizados a lo largo de la sesión corresponden al
estadio de desarrollo intelectual correspondiente a su edad cronológica.
-A los 3 años: juego egocéntrico, centrado en sí mismo. Puede pedir ayuda
o hacer preguntas al entrevistador acerca de los objetos, pero en general, no
toma al psicólogo como participante activo en el juego. Su juego no sigue
ningún plan previo, es espontáneo y lábil. Pasa de un juego a otro sin
terminar ninguno. La atención se centra principalmente en la investigación
del objeto, en sus funciones y en el placer que le proporciona el ejercicio y el
manipuleo de los mismos. Restringido sentido de la realidad.
-De los 4 a los 7 años: hay una mayor aproximación a lo real, con
creciente preocupación por la veracidad de la imitación. Reconoce
al otro como copartícipe del juego, pidiendo al psicólogo que tome
un rol activo en su juego.
-De los 7 a los 11 años: Comienzan los esbozos de reglas. Atribuye
y asume roles cercanos a la realidad (vendedor, maestra, etc.)
2- Modalidad de Juego. Creatividad:
A través del juego, el niño pone de manifiesto su capacidad simbólica. Cada niño
estructura su juego de acuerdo a una modalidad que le es propia. Entre dichas
modalidades , podemos detectar las siguientes:
a)Plasticidad: es cuando el niño expresa distintas situaciones con un criterio
económico. Esta plasticidad puede expresarse de distintas maneras:
1-Expresa la misma fantasía o defensa a través de distintos mediatizadores.
2-Expresa varias fantasías con varios mediatizadores
3-Manifiesta gran riqueza interna a través de pocos elementos; es decir que un mismo objeto puede
cambiar de función para vehiculizar diferentes fantasías.
b)Rigidez: Es opuesta a la anterior. Se adhiere a ciertos mediatizadores en forma
exclusiva para expresar la misma fantasía. Esta modalidad tiene como fin evitar la
confusión y la desorganización de la personalidad. Es un juego monótono y poco
creativo.
c)Estereotipia y perseveración: Es una modalidad más patológica.
Aquí se manifiesta una desconexión con la realidad y la única finalidad del juego
es la descarga pulsional. Se repite una y otra vez y no hace lazo social.
Creatividad: Crear es unir o relacionar diferentes elementos o elementos
dispersos en una estructura nueva y distinta. Esto supone un yo plástico,
abierto a nuevas experiencias y tolerante. La nueva configuración tiene una
connotación de sorpresa o descubrimiento para el niño, y se acompaña de un
sentimiento de placer. La creatividad es promotora del crecimiento y un
incremento en la capacidad de aprendizaje.
3- Capacidad Simbólica. Personificación:
El juego es una forma de expresión de la capacidad simbólica, y una vía de acceso a
las fantasías Icc del niño. El niño logra a través del juego la emergencia de sus
fantasías, por medio de objetos suficientemente alejados de la situación originaria.
Estos objetos cumplen la función de mediatizadores.
En la capacidad simbólica no vamos a evaluar sólo la capacidad del niño para utilizar
símbolos, sino también la significación que se desprende de esta simbolización. Para
ello, es importante tener en cuenta, que si bien existe un significado universal para
algunos símbolos, estos siempre deben ser interpretados dentro de la situación global
del proceso y dentro de la historia personal de cada niño.
También sabemos que a medida que el niño crece, la distancia entre símbolo y lo
simbolizado va aumentando. Esto se da por la ganancia del principio de realidad sobre
el principio de placer, por lo cual las fantasías primarias tienden a ser cada vez más
postergadas. Así, es muy distinto el juego de un niño de dos años, que aún sigue las
leyes de los procesos primarios, con el de ocho, con predominancia del proceso
secundario.
Este indicador nos permite evaluar:
1-La riqueza expresiva: capacidad del niño de buscar en su entorno
elementos que permitan vehiculizar su problemática.
2-La capacidad intelectual: Evaluar si manifiesta manejo de la
realidad acorde a su edad evolutiva.
3-La calidad del conflicto: Aquí se evalúa el contenido de la
simbolización. Los símbolos usados por el niño nos remiten a la
comprensión del estadio psicosexual por el que atraviesa. El niño puede
vehiculizar fantasías de tipo oral, anal, fálica o genital. Asimismo se debe
indagar la intensidad del conflicto, siendo un índice importante la
reiteración de una determinada fantasía o de la forma de expresión.
Personificación:
Es la capacidad de asumir y adjudicar roles en forma dramática, capacidad que en
cada momento evolutivo adquiere características diferentes.
a)En niños pequeños se expresa de un modo inmediato, la realización
de deseos. Asume el rol de otro haciendo suyo el personaje
temido o deseado.
b)En una etapa posterior la personificación se enriquece con figuras
imaginarias (hadas, monstruos, cucos), disociando y proyectando en
estas figuras sus diferentes imagos. El niño así, se
somete, domina, ataca, es perseguido, etc. por estas figuras.
c)En la latencia el niño comienza a personificar roles más definidos socialmente,
con menor expresión de la fantasía en función del incremento de la represión.
Tiende a jugar, por ejemplo al ladrón y al policía, a la maestra, al doctor, etc.
d)En la pre pubertad, se ve una fuerte represión de la capacidad de
personificación, por su posibilidad de concretar sus fantasías.
e)En la adolescencia vuelve a resurgir la capacidad de adjudicar y asumir roles.
En general, la personificación posibilita la elaboración de situaciones traumáticas, el
aprendizaje de roles sociales, la comprensión del rol del otro y el ajuste de su conducta
en función a ello.
El análisis del contenido de la personificación, nos permitirá evaluar la calidad e
intensidad de las identificaciones, el equilibrio entre el Súper-Yo, yo y ello.
Si durante la hora de juego el niño nos pide que asumamos determinado rol,
debemos pedirle que nos explique con claridad las características del rol
adjudicado, para que responda a sus propias fantasías.
4. Motricidad:
Este indicador nos permite ver la adecuación del desarrollo motriz del niño con la
etapa evolutiva por la que atraviesa. En cada período hay pautas esperables, que
responden al grado de maduración y desarrollo neurológico como así también a
factores psicológicos, sociales y culturales. Ya que consideramos que un manejo
adecuado de las posibilidades motoras permite un mayor dominio del mundo externo,
es importante observar cuando este desarrollo se detiene o presenta dificultades. Para
ello vamos a registrar lo siguiente:
1- Desplazamiento geográfico del niño
2- Posibilidad de encaje
3- Alternancia de los miembros
4- Lateralidad
5- Movimientos voluntarios e involuntarios
6- Ritmo del movimiento
7- Hiperkinesia
8- Hipokinesia
5. Tolerancia a la frustración. Adecuación a la realidad:
Esta se detecta a través de la aceptación de la consigna, con las
limitaciones que esta propone: la puesta de límites, la finalización de la
tarea. Y en el desarrollo del juego, en la manera de enfrentarse a las
dificultades inherentes a la actividad que se propone realizar.
Evaluar este indicador, nos permitirá hacer importantes inferencias
diagnósticas, pero sobre todo inferencias pronosticas. Por ello es
fundamental observar dónde pone el niño la fuente de frustración: si
deriva de su mundo internos (dibujar algo que no está a su alcance
madurativo) o en el mundo externo (desear algo que no está presente), así
como la reacción frente a ella: encontrar elementos sustitutivos (buena
adaptación) o desorganizarse, ponerse a llorar (actitud negativista).
Esta capacidad de tolerar la frustración está íntimamente ligada a la
adecuación a la realidad, es decir de adaptarse plásticamente a la realidad
que le propone. Lo primero que debemos observar aquí es la capacidad del
niño para desprenderse de la madre, para entrar al consultorio,
demostrando comprensión y aceptación de la consigna.