Hogar y Fe Nº 23

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PORTADA Nada mejor para ilustrar el tema central de esta edición, LA SOLIDARIDAD, que la fotografía que insertamos, donde se aprecia la lucha que sostuvieron cruzrojistas y vecinos de Orosi, durante la emergencia vivida recien- temente, por esa comunidad. Durante varios días lucharon contra miles de obstáculos, buscando los cadáveres de sus vecinos y amigos y en algu- nos casos, de personas desconocidas para ellos, sin impor- tarles los peligros que corrían. Este ejemplo será recordado por muchos y por mucho tiem- po, por lo que lo hemos usado para destacar la importancia de ser solidarios con nuestros semejantes, para poder decir que somos cristianos. 1 er Trimestre 2003 Año 6 N° 23 Revista del Movimiento Familiar Cristiano de C. R. Editada por la Asociación Evangelizadora de la Familia HOGAR Y FE Céd. 3-002-275803 Apdo. 1140-3000 Heredia Teléfonos 237-0705 - 238-1376 Fax: 261-1572 E-mail: [email protected] CONSEJO EDITORIAL Jorge y Carmencita Aguilar / Jorge y Xinia Sáenz / Luis y Laura Blanco / Walter y Ma. Elena Cruz DISTRIBUCIÓN Manuel y Gilda Morales Tel.: 261-7589 DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN AGUIJOSA PUBLICADO EN Imprenta Sáenz Lobo Tel.: 237-0064 Diseño de la portada: Collage Producciones Tel.265-5248 Email: [email protected] UNA LUZ PARA LA FAMILIA Editorial “Mirad como se aman”. 2 La Juventud opina Once letras 3 Tema misionero Ser cristiano es ser misionero 4 Para Reflexionar Meditar y actuar 5 Hoguera por mantener encendida 6 Pastoral Familiar ¿Dónde está tu hermano? 7 Gran Tema Autoestima 8-9 Tema de reflexión para grupos pequeños Jesús, una palabra de aliento 10-11 Ciudadanos de oro El lugar del anciano hoy 12 Reto, bienvenida y gratitud 13 En familia Misionar en familia 14 Salud en casa Cáncer de seno 15 Para los más chicos 16 MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO. Entidad sin fines de lucro, inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones, expediente 1209 y con cédula jurídica N.° 3 -002-045708. Miembro de la Confederación Internacional de Movimientos Familiares Cristianos, organismo consultor de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y reconocida por el Consejo Pontificio de la Santa Sede, como Asociación de Fieles Laicos de Derecho Privado, según decreto C.G.C. 87.036.83810001-24, del 23 de junio, 1989. Foto cortesía del periódico AL DÍA

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Artículos que edifican a la familia.

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HOGAR Y FE N° 23 1

PORTADA

Nada mejor para ilustrar el tema central de esta edición, LA SOLIDARIDAD, que la fotografía que insertamos, donde se aprecia la lucha que sostuvieron cruzrojistas y vecinos de Orosi, durante la emergencia vivida recien-

temente, por esa comunidad.

Durante varios días lucharon contra miles de obstáculos, buscando los cadáveres de sus vecinos y amigos y en algu-nos casos, de personas desconocidas para ellos, sin impor-

tarles los peligros que corrían.

Este ejemplo será recordado por muchos y por mucho tiem-po, por lo que lo hemos usado para destacar la importancia de ser solidarios con nuestros semejantes, para poder decir

que somos cristianos.

1er Trimestre 2003

Año 6 N° 23

Revista del Movimiento Familiar Cristiano de C. R. Editada por la Asociación Evangelizadora de la Familia

HOGAR Y FE Céd. 3-002-275803

Apdo. 1140-3000 Heredia

Teléfonos 237-0705 - 238-1376 Fax: 261-1572 E-mail: [email protected]

CONSEJO EDITORIAL

Jorge y Carmencita Aguilar / Jorge y Xinia Sáenz / Luis y Laura Blanco / Walter y Ma. Elena Cruz

DISTRIBUCIÓN

Manuel y Gilda Morales Tel.: 261-7589

DISEÑO Y

DIAGRAMACIÓN AGUIJOSA

PUBLICADO EN

Imprenta Sáenz Lobo Tel.: 237-0064

Diseño de la portada: Collage Producciones Tel.265-5248 Email: [email protected]

UNA LUZ PARA LA FAMILIA

Editorial

“Mirad como se aman”. 2

La Juventud opina

Once letras 3

Tema misionero

Ser cristiano es ser misionero 4

Para Reflexionar

Meditar y actuar 5

Hoguera por mantener encendida 6

Pastoral Familiar

¿Dónde está tu hermano? 7

Gran Tema

Autoestima 8-9

Tema de reflexión para grupos pequeños

Jesús, una palabra de aliento 10-11

Ciudadanos de oro

El lugar del anciano hoy 12

Reto, bienvenida y gratitud 13

En familia

Misionar en familia 14

Salud en casa

Cáncer de seno 15

Para los más chicos

16

MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO. Entidad sin fines de lucro, inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones, expediente 1209 y con cédula jurídica N.° 3-002-045708. Miembro de la Confederación Internacional de Movimientos Familiares Cristianos, organismo consultor de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y reconocida por el Consejo Pontificio de la Santa Sede, como Asociación de Fieles Laicos de Derecho Privado, según decreto C.G.C. 87.036.83810001-24, del 23 de junio, 1989.

Foto cortesía del periódico AL DÍA

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editorial

“MIRAD COMO SE AMAN”

Solidaridad es un término ampliamente utilizado por muchos, cuando quiere invocar la ayuda de las personas para lograr un objetivo común. Sin embargo, con el uso desmesurado del mismo, se ha logrado que algunas personas se desvíen del real y verdadero significado del término y finalmente, no logren soli-darizarse con la causa común que se

persigue.

La Solidaridad con sentido cristiano, realmente es amor y amor de verdad. Eso es Solidaridad: Amor en cada acto de nuestra vida presente, terrenal, dia-ria, pero sobre todo el amor al más ne-cesitado. El amor es un don que Dios nos ha dado gratuitamente y Jesucristo vino a enseñarnos cómo se expresa ese

amor, cómo se vive, cómo se entrega.

En cada acción conjunta de los hom-bres, la presencia de Dios es lo que ha-ce posible que la acción solidaria de todos y cada uno de los participantes, logre avivar el fuego como testimonio

del esfuerzo común.

Por lo tanto la Solidaridad configura un modo de ser humano y cristiano. No sólo es alianza colectiva para defender intereses comunes. Solidaridad es más bien algo que involucra a la persona y,

en principio, la involucra para siempre.

El Nuevo Testamento está centrado en el amor, es lo que distingue a los cristia-nos. Pero la palabra “amor” no tiene en el lenguaje de Jesús, solamente un sen-tido afectivo, una relación directa con los sentimientos. En el mundo semítico se trata más bien de un término jurídico: amar es fundamentalmente ser justo con la persona amada; es compartir; es em-plear los dones que Dios nos ha dado, haciéndolos comunes con los que no los tienen. No hay en el Evangelio ninguna otra virtud, cuya falta de cumplimiento

sea reprochada más duramente.

Estamos en el siglo de los laicos. La Iglesia, que en épocas anteriores se

organizaba en base a los sacerdotes y diáconos para la extensión del Reino y para la evangelización, hoy está organi-zada también en Movimientos y grupos de laicos que también evangelizan en nombre de Jesús. En este momento los laicos son imprescindibles para la con-

creción de la tarea apostólica.

Y la Familia, la pequeña “Iglesia Domés-tica”, no escapa a ésta obligación y sus miembros deben tener un serio y adulto compromiso, de evangelizar a todas las familias, que deben ser sujeto y objeto de evangelización. Así pues con los ca-sados, quienes evangelizarán el mundo familiar, serán los que allí viven, si es que se transforman en apóstoles de su

medio.

HOGAR Y FE, una publicación dirigida a la familia, quiere hacer énfasis en la dul-ce obligación que tenemos los integran-tes de cada núcleo familiar, de llevar el mensaje de Cristo a otras familias, des-de el punto de vista de la Solidaridad; y esto sólo lo lograremos, siendo solida-

rios con los que nos rodean.

En nuestra propia familia, lu-chando juntos todos los miem-bros, para alcanzar vivir en paz

y armonía.

En nuestros ambientes de traba-jo, dando todo lo mejor de noso-tros, cumpliendo la misión enco-mendada, pensando en el bie-

nestar común.

En nuestro movimiento apostóli-co ó en nuestra comunidad pa-rroquial, siendo justos con nues-tros hermanos, poniendo nues-tros talentos al servicio de los

demás.

En fin, dando testimonio de verdaderos cristianos, cumpliendo las exigencias del evangelio y llevándolo a todos nuestros ambientes, demostrando por que los romanos decían de los primeros cristia-

nos: “Mirad como se aman”.

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la juventud opina

Once letras Gilda González Sandoval Periodista

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SOLIDARIDAD

i solo pusiéramos de por medio el amor en cada acción

casionaríamos grandes respuestas también cargadas de amor.

ejos de la violencia, los desagravios, la maldad y la intriga, debemos

nvitar al hermano, al familiar, al compañero y al amigo a que con solo

ar el corazón, la vida se tiñe de esperanza, agradecimiento, paz y tranquilidad.

veces, como una práctica de vida, medimos nuestros actos y calculamos la recompensa…

etornemos al principio que Dios siempre nos ha inculcado de entregar amor

ndistintamente a quien, cómo, por qué y dónde… Veamos esa acción como un

ar sin recibir nada a cambio, más que la satisfacción espiritual. Es

limentar la solidaridad que tanto falta en nuestros días y en nuestras sociedades.

ios nos quiere transparentes, humildes y dispuestos siempre, con el corazón abierto, sobre la mesa.

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se llevar por la envidia, los rumores malsanos y el desin-terés por las necesidades del otro. Es misión luchar por la verdad, por la justicia, por la buena administración de los fondos públicos y por la conservación del ambiente. El Evangelio es Palabra Viva, actual y real que debemos

hacer vida en nuestras

vidas.

Misiona el padre y la madre que corrigen a sus hijos con respeto y misiona el hijo que aca-ta sus consejos. Lo hace el esposo respon-sable, la esposa amo-rosa, el sacerdote incó-lume, el patrón que paga el salario debido y reporta las cargas sociales. Misioneros cristianos son el em-pleado fiel y honesto que hace crecer la em-presa, la maestra que inculca valores, el estu-diante aplicado y el empleado de gobierno

diligente y servicial.

Los grupos laicos que contribuyen al fortalecimiento de las tareas pastorales y que buscan ante todo acrecentar la espiritualidad y la caridad de sus miembros dejando de lado los afanes per-

sonales y económicos son también ejemplos misioneros.

Tal debe ser nuestro compromiso siempre, pero especial-mente ahora que vivimos el Año Santo Misionero: orar por el éxito de las acciones que emprende la Iglesia dentro de la Nueva Evangelización, colaborar en lo que esté al alcance pero sobre todo tratar de ser mejores en nuestros ámbitos de acción, dando testimonio y ejemplo «para que el mundo crea», según las palabras del Maes-

tro.

M isionero es quien por una profunda convicción deja atrás sus raíces y sale hacia tierras leja-

nas a dar su vida por el anuncio del Evangelio y por el amor a quienes más sufren las agonías del hambre, los maltratos y las incomprensiones. Ellos y ellas - anónimos la gran mayoría - son los grandes héroes de nuestro tiem-

po.

Pero también hay un tipo de misionero y misionera cuyo campo de trabajo no son los calcinantes desiertos ni las selvas inclementes, sino el vecindario, los hogares, los grupos de trabajo, de estudio, de amigos y de reflexión espiritual. Se trata de todos cuantos hemos sido bautizados y conocemos por tanto la gran noticia de la

Salvación.

Ser cristianos implica un compromiso inhe-rente con la misión de testimoniar la esperan-za cristiana y de encar-nar el Evangelio. Cuan-do Jesús dijo «vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio» hablaba a sus discípu-los, pero también a quienes creyeron y se-guimos creyendo en sus palabras a través de los tiempos aún sin

ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos.

Exhorta Jesús a quienes han decidido consagrar su vida a Él, pero también a los niños, a las mujeres, hombres, jóvenes o viejos, a los matrimonios, a los ricos y a los pobres por igual. También por eso ser misionero es tener una buena relación con los vecinos y familiares, no dejar-

«... vayan por todo el mundo a predicar el Evangelio»

tema misionero

SER CRISTIANO ES SER MISIONERO

Martín Rodríguez González Periodista

Pero también hay un tipo de misionero y misionera cuyo campo de trabajo no son los calcinantes desier-tos ni las selvas inclementes, sino el vecindario, los hogares, los grupos de trabajo, de estudio, de ami-gos y de reflexión espiritual.

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para reflexionar

E ra una región muy fría. Los hombres eran muy pobres y

no tenían medios para defenderse contra una temperatura que los mata-ba. Un viajero pasó por la región y se apenó mucho. El viajero era muy sen-sible al dolor y amaba a las personas que sufren. Y pensó mucho tiempo cual podría ser la solución para aquel

problema.

Después de largas reflexiones creyó posible una salida. Aquellos hombres podrían reunirse en la noche, cuando el frío se hacía más crudo y abrigarse

todos junto a un fogón.

Hizo un primer viaje. El mismo llevó la leña para el gran fogón. Explicó su

proyecto a la gente de la región.

Como no podía llegar él mismo al lugar donde se haría el fuego salva-dor, entregó a cada persona un peda-zo de buena leña. A varones y muje-res, a los adultos y niños, a todos les entregó un trozo de leña de acuerdo

con sus fuerzas.

Dejó las instrucciones necesarias y se fue con la promesa de regresar cada día con una carga de leña para

el fogón de cada noche.

Cuando el sol cayó y el frío se exten-dió por la región, los habitantes se pusieron en camino, hacia el lugar

indicado para el fogón de la noche.

Llegando al lugar indicado, formaron un gran círculo y se sentaron silencio-sos, mirándose unos a otros. Cada uno abrazaba entre sus ropas un pe-dazo de leña, como si fuera su propia salvación. El jefe de la región se diri-gió a los que estaban reunidos y les dijo: “Gracias a la bondad del viajero que nos visitó y se compadeció de nosotros, hoy dormiremos sin temor de morirnos de frío. Encenderemos una gran hoguera con la leña de cada uno y dormiremos al abrigo de su ca-lor”. Y fue a sentarse en su lugar del círculo apretando entre sus ropas un

pedazo de leña.

Hubo un gran silencio... nadie se mo-vió de su lugar... cada uno apretó más fuerte entre sus brazos su propio pedazo de leña. Todos comenzaron a temblar. Uno dijo al de su lado: ¿dónde está el fogón? El otro respon-dió: “yo no veo nada. ¡Nos engaña-

ron!

Un murmullo más denso recorrió la ronda, era de rabia y protesta. Des-pués fueron gritos, discusiones e in-

sultos.

Y comenzaron a levantarse para mar-charse a sus casas... cada uno lle-vando entre sus ropas un pedazo de leña. Y lo acariciaba como su propia

salvación.

Con los primeros rayos del sol, la al-dea despertó, pero durmió en muchos

que habían muerto.

Y llegó de nuevo el viajero generoso,

con su carga de leña.

Los habitantes de la región se acer-caron al viajero amigo... lo miraron con ojos de rabia. ¡Y cada uno apre-taba entre sus ropas un pedazo de leña, como si fuera su propia salva-

ción! El viajero amigo no comprendía.

De pronto gritaron todos juntos: “usted nos engañó. Fuimos al lugar señalado y no encontramos el fogón.

Se nos murieron muchos de frío”.

Y el buen hombre comprendió. Con mucha calma, con voz potente que les dio miedo, les dijo: “Inhumanos. Ustedes son responsables de los que se murieron de frío. ¿No les di la leña necesaria para que todos juntos se abrigaran junto al fuego? Pero uste-des son tan ruines y mezquinos, que cada uno guardó su pedazo de leña. ¿No se dan cuenta que la gran ho-guera se hará sólo si todos entregan

su pedazo de leña?

Y el viajero amigo se marchó amarga-do. Los habitantes de la región se miraron... y regresaron a sus casas

pensando.

EL FOGÓN IMPOSIBLE

Reflexión: P.A. Rodríguez.

Tomado del instructivo de SPLA para el XIII ELA

¿No les di la leña

necesaria para que

todos juntos se

abrigaran junto al

fuego? Pero uste-

des son tan ruines

y mezquinos, que

cada uno guardó

su pedazo de leña.

¿No se dan cuenta

que la gran hogue-

ra se hará sólo si

todos entregan su

pedazo de leña?

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D esde pequeños, en la escuela nos enseñan quie-nes la conforman y qué es la familia. Hoy por esos

múltiples cambios que tenemos en nuestra sociedad, ésta nos ofrece diversos tipos de familia que van desde pa-dres con pocos hijos, hasta madres solteras y jefas de

hogar, pero no por eso dejan de ser y vivir en familia.

Aunque para muchos hablar de familia podría significar un tema trillado, no lo es y nunca debe verse como temá-tica conocida, por lo que debemos educarnos para man-tener viva nuestra familia: ese núcleo que nos vio nacer, y

posiblemente nos verá morir.

Tenemos como premisa que la familia es la base de la sociedad, es el núcleo donde se constitu-ye la formación de la personalidad de ca-da uno de los que habitan bajo un mismo techo, bajo un mis-mo régimen, como toda una peque-ña sociedad, donde se constituye en pilar sobre el cual se funda-menta el desarrollo psicológico, social y

físico de todo ser humano.

Si de verdad reflexionamos sobre el verdadero sentido de nuestra familia, encontraríamos la base del legado emocional de cada ser humano, no importa el tipo de familia que tengamos, siempre constituye el sentimiento de seguridad y estabili-dad emocional. Aunque existe una alta tasa de divorcios, es deber de todos los que formamos la familia mantener

viva la llama familiar.

Hoy de acuerdo a algunas estadísticas, la mitad de los hogares están desintegrados, lo que no significa que la otra mitad esté bien: con relaciones satisfactorias entre sus miembros, con adecuada comunicación y con manejo exitoso de la situación de conflicto. No podemos hablar de hogares felices si sus miembros no comparten tiempo juntos, no dialogan, no refuerzan un lazo afectivo y orien-tan sus anhelos y sueños de familia. Tenga presente que una cosa es familia y otra muy distinta es un lugar donde

cohabitan personas que simplemente se ven.

Vivimos en un mundo que no se expresa amor en forma abierta, la mayoría de los niños no han visto las expresio-nes normales de cariño, y por eso desde luego que no las pueden comprender ni mucho menos dar, ¿cómo las va-

mos a exigir?...

No está de más reflexionar sobre esta lección:

“En una ocasión un niño le dijo a un hombre, ¿sabe qué soy yo? - ¿qué eres?, Le respondió el hombre. - Una co-ma- ¿Qué quieres decir con una coma? - en ocasiones converso con mi papá, cuando él habla hace una pausa

como la haría al poner una coma en una oración. Y cuando yo he ter-

minado de hablar comienza a hablar él otra vez, en

el mismo lugar don-de había parado

antes de empe-zar a hablarle. Yo sólo soy una coma. Mi padre no le da importancia a lo que yo

digo, sólo soy una co-

ma....”

Para nadie es un secreto que el saber

decir las cosas y el cómo decirlas, es uno de los medios

más eficaces para resolver los conflictos en el hogar, en nuestra familia, la comunicación es esa madera de cordialidad, amor y respeto que debe siempre

existir.

Un hogar feliz, una familia unida, no es sólo aquella que no enfrenta problemas o dificultades, y los resuelve, siempre que se pueda, es aquella que está sostenida en una chimenea de principios y valores que la res-guardan de los vientos que tratan de apagarla, y que junto con ladrillos de amor, protección y bienestar de quienes la cuidan, se convierte en un calor de con-fianza para quienes viven bajo el mismo techo... Esa es una familia, una pequeña sociedad, una hoguera por

mantener encendida.

Hoguera por mantener encendida

Rosalyn Villalobos G. Periodista

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¿Dónde está tu hermano?

Fray Luis R. Aguilar L. op

pastoral familiar

C uando me pidieron que escribiera un artículo breve sobre el tema de la SOLIDARIDAD me pare-

ció que un primer paso imprescindi-ble era consultar el diccionario, por-que a veces, en la vida cotidiana, usamos las palabras sin conocer con precisión su significado. En-

contré lo siguiente:

Solidaridad s.f. Adhesión o apoyo a una

causa ajena.

El s.f. es por sustantivo femenino, sin embargo lo que más me llamó la atención fue la expresión “causa ajena”. Entiendo que esta definición nos dice que hay solidaridad cuando alguien se identifi-ca y se une a los proyec-tos, los ideales, los sue-ños, las luchas de otros. Espero no estar malinter-pretando al diccionario, pero supongo que enton-ces una persona solidaria sería algo así como un “metiche”: No es mi pro-blema pero yo decido asu-mirlo como propio. No es mi empresa pero yo deci-do participar en ella. In-mediatamente vino a mi mente el texto evangélico del Buen Samaritano (Lc 10,25-37). Aquel pobre hombre que fue despojado y golpeado brutalmente por los asal-tantes, yacía al borde del camino. Pasaron un sacerdote y un levita, dieron un rodeo y se alejaron. No hicieron suya la causa del herido. Decidieron no meterse en proble-mas. El Buen Samaritano por el contrario, tomó una actitud diferen-te. No sólo se acercó, sino que vendó sus heridas, se las limpió con aceite y vino, lo subió a su caballo, lo llevó a una posada, cuidó de él y pagó al posadero. El samaritano anónimo del Evangelio es un ejem-plo maravilloso de la persona soli-

daria. Alguien que decide hacer

suya una “causa ajena”.

En este sentido, me parece conve-niente agregar un contraejemplo, también tomado de la Sagrada Es-critura, esta vez del libro del Géne-sis. Se trata del relato de Caín y Abel (Gn 4,1-16). Ya desde los pri-meros capítulos de la Biblia, Dios muestra predilección por los peque-ños, los menores, los débiles y pre-fiere la ofrenda de Abel. Por esta razón, Caín –dice el texto- “se enfu-reció mucho y andaba cabizbajo”. Dios le advierte que estos senti-

mientos son fruto del pecado que lo acecha y lo acosa, pero agrega: “tú puedes dominarlo”. Caín no escu-cha la voz de Dios y mata a su her-mano. Es entonces cuando se pro-duce un pequeño y extraordinario diálogo entre Dios y Caín. “¿Dónde está tu hermano?”, pregunta Dios. Y la respuesta de Caín: “No lo sé, ¿soy yo acaso guardián de mi her-mano?” En mi opinión éste es el ejemplo más acabado de anti-solidaridad que nos ofrece la Pala-bra de Dios. Caín no sólo comete fratricidio, sino que además respon-de con una frase cargada de dure-za: ¿soy yo acaso guardián de mi hermano? ¿Es que me importa lo

que le pase? ¿Me conciernen sus problemas? ¿tienen algo que ver conmigo? Casi podríamos hablar de un doble crimen: el asesinato y la indiferencia. El resto de la histo-ria lo conocemos, pero en este pun-to del relato ya está claro el mensa-je: Tal vez nunca levantemos la mano contra nuestro hermano, pero ¿nos damos cuenta que en realidad sí somos “guardianes” los unos de los otros? La falta de solidaridad –parece sugerirnos el texto- es una

forma sutil de fratricidio.

La Constitución Pastoral “Gaudium et Spes”, uno de los do-cumentos más importan-tes del Concilio Vaticano II, comienza con estas

palabras maravillosas:

“Los gozos y las espe-ranzas, las tristezas y las angustias del hom-bre de nuestros días, sobre todo de los po-bres y de toda clase de afligidos, son también gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo, y nada hay ver-daderamente humano que no tenga resonan-

cia en su corazón”.

Por lo tanto, para el cristiano no hay “causas ajenas”, el dolor de mi her-mano es mi propio dolor, las luchas de los otros son mis luchas tam-bién, especialmente cuando se trata de defender la vida y la dignidad humanas, cuando se trabaja por la justicia y la paz, cuando se busca la verdad y la concordia. Somos guar-dianes los unos de los otros y Dios continuamente nos pregunta: ¿dónde esta tu hermano? ¿cómo está? ¿qué has hecho por él? Para los seguidores de Cristo la soli-daridad no es una opción, es una

exigencia ineludible.

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GRAN TEMA

Algunas

personas

creen que

auto-estima

significa

seguridad -

y si bien es

cierto forma

parte de la

misma -

en realidad

es más que

eso.

¿Qué es auto-estima?

Todos usamos el término "auto-estima" pero, ¿qué es lo que queremos decir con el mis-

mo?

Algunas personas creen que auto-estima sig-nifica seguridad - y si bien es cierto forma parte de la misma - en realidad es más que

eso.

Es un hecho que hay un buen grupo de per-sonas que lucen muy seguros y que pueden hacer cosas maravillosas pero tienen una auto-estima muy pobre. Mucha gente ex-puestos a la luz pública caen en esta catego-ría. Actores, cantantes y comediantes pue-den desenvolverse con soltura "en el escena-rio", y fuera de ahí, muchos de ellos se sien-ten desesperadamente inseguros. Es una realidad que existen individuos muy atracti-vos y extraordinariamente famosos, los cua-les lucen equilibrados y casi perfectos, pero en lo profundo de su ser, encuentran difícil valorarse positivamente. Si recordamos a la fallecida princesa de Gales y a Marilyn Mon-roe aceptaremos que la adulación del público no es garantía de una adecuada auto-

valoración.

Entonces, si auto-estima no es sinónimo de

seguridad, ¿qué es entonces?

Bien, la palabra "estima" viene del latín que significa "apreciar”, de manera que "auto-estima" es cómo nos apreciamos a nosotros

mismos.

Para hacer esto, debemos preguntarnos cier-

tas cosas:

¿Me gusta mi persona?

¿Pienso que soy un ser humano bueno?

¿Soy un ser que merezco ser amado?

¿Merezco felicidad?

¿Me siento realmente - en mi mente y en lo más profundo de mi ser - que soy una perso-

na aceptable?

Las personas con una baja auto-estima en-cuentran difícil de responder "sí" a estas pre-guntas. Quizá usted sea una de ellas, y si es así, ¿qué podría hacer? ¿Cómo podemos

mejorar el auto-estima?

Para comenzar aceptemos que no se está solo. Una inmensa cantidad de personas tie-

ne este problema.

En segundo lugar, se debe considerar una realidad muy importante, que uno es una per-sona maravillosa y única - no hay otro como nosotros. Nuestras huellas digitales y nuestro DNA son totalmente diferentes a los de cual-quier otra persona, a menos que se tenga un gemelo idéntico. Además, nuestra mente y la manera como piensa y opera es exclusiva-mente nuestra. Esto quiere decir que de 6 mil millones de personas en el mundo, somos exclusivos. De manera que si Dios nos ha hecho completamente únicos, debemos aceptar que somos importantes y tenemos el mismo derecho que los demás de estar en

este planeta.

Tenemos otros derechos también. Uno de ellos es el derecho a cometer errores. No olvidemos que "errar es de humanos" y mu-chos de nosotros realizamos nuestro aprendi-zaje al hacer primero cosas equivocadas an-

tes de lograrlas hacer bien.

Aún más, tenemos el derecho de respetarnos a nosotros mismo y de ser respetados, lo cual es muy importante. Y finalmente, y qui-zás el más vital de todos, tenemos el derecho

de decir "sí" o "no" por nosotros mismos.

Mucha gente con auto-estima pobre piensan que no son importantes y consideran que sus puntos de vista no tienen ningún peso. ¿Le sucede esto a usted? Si es así, trate de parar estos pensamientos destructivos, porque si usted camina con estos pensamientos, usted

estimula a otras personas a pensar lo mismo.

En vez de ello, comience pensando de usted mismo - con su DNA propio, sus huellas digi-tales y su mente - como una persona que tiene sus propios derechos, opiniones e ideas que son tan válidas como los de cualquier otra persona. Esto ayudará a mejorar su auto

-valoración.

AUTOESTIMA

Dr. José Fdo. Chavarría Milanés

Basado en un artículo de la psicoterapista Christine Webber

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Técnica de los 10 minutos Las personas con baja auto-estima con frecuen-cia no se dan suficiente tiempo y espacio. Dése 10 minutos cada día para estar solo y simple-mente para sentarse y "hacer nada". Algunos encuentran útil cerrar los ojos e imaginar una escena campestre o imaginar ver y oír las olas que revientan suavemente en la costa. Durante estos 10 minutos debe permitir sentirse en paz y alegría. Disfrute este tiempo, es suyo, solamente suyo, y usted se lo merece. Lograr tener 10 minutos para usted es algo bon-dadoso y usted se sentirá mejor por hacerlo. Acentuar lo positivo Con frecuencia nos hacemos infelices porque repasamos una y otra vez errores que hemos cometido. Pero podemos ser más felices, mejo-rar nuestra auto-estima, si re-pensamos las cosas que creemos haber hecho equivocada-mente. Deberíamos tratar de recordar, e inclusi-ve escribir, las cosas que sucedieron bien. Mu-chas veces olvidamos las buenas cosas que nos han sucedido, a menos que las escribamos. De manera que, cuando tenemos un mal día o algo nos sale mal en una relación o trabajo, escribamos una lista de las cosa que sucedieron BIEN con ese episodio, no las que sucedieron mal. Los resultados nos sorprenderán y mejora-rán cómo nos vemos a nosotros mismo. Lista de 50 cosas que nos gusta de nosotros mismos. Si fuertemente nos hace falta auto-estima, esta parte podría durar semanas. Pero persevere-mos. Podemos escribir nuestras características o cosas sobre nuestra apariencia. Se puede incluso escribir cosas que hacen que usted gus-te de usted mismo. Cuando ha completado las 50 cosas, mantenga la lista en algún lugar que usted la pueda ver todo el tiempo. La siguiente parte es aún más difícil. Trate de anotar una cosa nueva, cada día, de lo que a usted le gusta de usted mismo por el resto de su vida! Brindar y recibir críticas. Una de las áreas que la gente con baja auto-estima tiene gran problema es con las críticas, tanto darlas como recibirlas. Ambas pueden ser extraordinariamente difíciles. De hecho, algunos individuos se sienten completamente desmorali-zados cuando son criticados, pero la crítica es algo que no podemos evitar. Frecuentemente cuando somos criticados, nos sentimos tan heridos que rápidamente comenza-mos a buscar excusas y a refutar lo que están

Técnicas para mejorar su auto-estima

diciendo de nosotros sin escuchar realmente lo que se dice. Una persona madura, con buen control per-sonal, escucha la crítica sin interrumpir. Si hay aspectos de la crítica que son válidos, la persona se pone de acuerdo con esos pun-tos. Si se está inseguro de lo que se ha dicho, se pide que se aclare lo hablado. Se nos damos cuenta que estábamos equivo-cados, así lo manifestamos y pedimos dis-culpas. Pero si estamos en desacuerdo con la crítica, sonreímos y decimos: Temo que no estoy de acuerdo con usted. Sin duda que se necesita mucha práctica para sentir y actuar con esta frialdad. Por lo tanto conviene repasar los pasos a seguir cuando alguien nos critica:

escuche - no interrumpa o comience excusándose a usted mismo

esté de acuerdo - cuando sea posible

solicite que le aclaren

cuando esté equivocado, admítalo y pida disculpas

si la crítica es injusta o equivocada diga: 'Temo que yo no estoy de acuerdo con usted'

Ahora, analicemos el brindar una crítica, ya que las personas con pobre auto-estima con frecuencia sienten que es más difícil dar una crítica que recibirla. De hecho, muchos adul-tos evitan ascender en los trabajos para evitar tener autoridad y verse obligados a criticar a otros. Entonces, ¿cómo podemos aprender a criticar cuando debemos hacerlo? Primero que nada, manténgase calmado. En segundo lugar, trate hacer la crítica en el momento apropiado, en vez de esperarse hasta que esté tan molesto de la situación

que se encuentre muy bravo, y propenso a hacer un verdadero problema. Respire profundamente por un rato cuando sepa que tiene que criticar a alguien. Enton-ces trate de decir algo amable antes de llegar al meollo del asunto. Podría haber notado que las personas que son buenas y justas a la hora de criticar tienden a usar la palabra “yo” en vez de la palabra “usted”. Esto es así porque la pala-bra “yo” muestra que usted está en control y que usted ha pensado lo que está diciendo. Con mucha frecuencia cuando estamos fuera de control no decimos nada inicial-mente, que es precisamente cuando debe-mos puntualizar el problema. Por el contra-rio lo "rumiamos " en nuestra mente hasta que explotamos. Entonces usamos la pala-brea "usted", "usted es", "sus" todo el tiem-po. Frases con esas palabras suenan con mucha ira y muy acusatorias. También muestran que estamos fuera de control. Después de que las empleamos, general-mente nos sentimos peor de nosotros mis-mos y nuestra auto-estima se deteriora aún más. Para recapitular, cuando criticamos: use la palabra “yo”, no la palabra “usted” mantenga la calma y respire profundamente trate de incluir alabanza en la crítica trate de criticar una conducta de la persona en vez de criticar a la persona misma. Estas sugerencias son bastante útiles cuan-do le corresponda ponerse de pie por usted mismo en otras situaciones y son muy útiles cuando usted quiere ser capaz de decir 'no' sin sentirse culpable. Diga: 'no voy a ir a esa fiesta contigo'; o, 'Temo que no voy a prepara café para la reunión del sábado ya que voy a salir de compras'; o 'Hoy yo no puedo quedarme trabajando tarde, pero si fuera necesario, lo haré con gusto mañana.' Personas con baja auto-estima siempre son empujadas a hacer cosas que ellos no quie-ren hacer. ¿Le suena esto familiar a usted? Si es así, esto debe parar si desea valorarse a usted mismo más. Así que aprender a mantenerse ecuánime y simplemente decir 'no' es muy importante. Mayor ayuda Podría ser útil recibir charlas de cómo ser asertivo que con frecuencia son anunciadas en los periódicos. En las librerías pueden encontrarse buenos libros sobre el tema de la auto-estima. La lectura de la Biblia, la palabra de Dios, puede llegar a ser una excelente guía para sanar nuestras heridas y la ayuda idónea para mejorar nuestra auto

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HOGAR Y FE N° 23 10

temas de reflexión para pequeños grupos

TEMA: JESÚS, UNA PALABRA DE ALIENTO

”Eran como ovejas sin pastor..” Mc. 6, 34 OBJETIVO: Caer en la cuenta de que todos en la vida necesitamos de alguien que nos aliente y nos reanime con su palabra. CANTO: “Tu palabra me da vida, confío en ti Señor...”

ORACIÓN: Pues busco, debo encontrar; pues llamo, me debe abrir; pues pido, me debe dar; pues amo, me debe amar Aquel que me hizo vivir. Alma, sigue hasta el final en pos del Bien de los bienes, y consuélate en tu mal pensando con fe total: ¿Lo buscas? ¡Es que lo tienes! Amén.

INTRODUCCIÓN:

Vamos a iniciar estas reflexiones cuaresmales ayudándonos un poco

del pasaje de la Multiplicación de los Panes como nos lo narra San Mar-

cos.

Le escena está llena de detalles:

a) Comenzó la primavera y el campo esta lleno de flores y los trigales

llenos de amapolas.

b) Las ciudades también se llenan de vida ya que se multiplican los pe-regrinos que van a Jerusalén por

la proximidad de la Pascua.

c) Cafarnaúm es una de esas ciuda-des que goza de un atractivo más: se cuentan cosas maravillosas de un predicador que hace milagros y que muchos creen que es el Me-

sías anunciado por los profetas.

d) Además, los apóstoles acaban de vivir una apasionante experiencia personal. Jesús los envió a predi-car solos y regresaron cansados pero felices y contentos y con de-seos de estar a solas para platicar

con Él.

e) Subieron a una barca para ir bor-deando el lago en busca de un

lugar solitario, sin contar que las caravanas de los peregrinos ya los habían divisado y los fueron si-guiendo por la orilla, de tal modo que al desembarcar, ya había una multitud que los estaba esperando. Es gente hambrienta de la palabra

de Dios.

Jesús sintió compasión de ellos y se puso a enseñarles largamente. Toda esta gente, con las prisas de alcan-zarle, debieron de olvidarse de llevar

que comer.

VEAMOS:

Diálogo entre una niña y un anciano

Día con día un anciano sentado en su mecedora prometió no levantarse de allí hasta que viera a Dios. Y una tarde, vio a una niña jugando, y la pelota con que jugaba llegó rodando hasta él. Ella, al inclinarse y recogerla miró al

anciano y le dijo:

-Señor, todos los días lo veo sentado en su sillón y con la

vista perdida ¿Qué es lo que busca?

-Niña, eres demasiado pequeña para entender.

-Tal vez- dijo ella- pero mi mamá me ha dicho que si ten-go algo en la cabeza debo decirlo. Ella me dice siempre:

“comparte hija, comparte para que aprendas”.

-Muy bien, niña ¿Sabes? Busco a Dios -dijo él-.

-¿Cómo? Con todo respeto, Señor, pero se mece en ese

sillón día con día ¿en busca de Dios?

-Sí. Necesito creer, antes de morir, que Dios existe. Quie-

ro una señal suya y no he visto ninguna.

-¿Una señal? Por Dios, señor anciano. Dios le da una señal cuando respira, cuando huele las flores, cuando escucha el canto de los pájaros, cuando nace un bebé, cuando ríe, cuando llora... Es señal de Dios amar, abra-zar a alguien. Dios le da una señal en el viento, en el arco iris, en la lluvia... Dios está en Usted, en mi. ¿Para que buscarlo sentado mirando a lo lejos sí está aquí todo el

tiempo?

-Señorita, respondió el anciano, se ve que Usted sabe

mucho, pero lo que dice no es suficiente.

La niña se le acercó, puso sus pequeñas manos en el

corazón del viejo y le dijo quedito al oído:

-Señor anciano, mi Mamá me dice siempre que si quiero encontrar a Dios, lo busque en mi corazón y que hasta entonces podré ver sus señales ¿Ya buscó usted en el suyo? Ándele, búsquelo de otra forma. Levántese del

sillón y venga a jugar conmigo.

Y aquella tarde, fue una tarde maravillosa para aquel soli-tario viejo. ¡Se divirtió como nunca!. La niña fue para él la señal que Dios le enviaba para salir de su soledad y de

su tristeza.

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HOGAR Y FE N° 23 11

PREGUNTAS: * ¿Que te hace pensar este diálogo entre la niña y el anciano? * ¿En que momentos has sentido la necesidad de una palabra de aliento? * ¿En que detalles ordinarios de la vida has descubierto la presencia de Dios?

PENSEMOS:

Leer Marcos 6, 30-36

Para un hombre entregado como Jesús, no hay mayor felicidad que ver a tanta gente haciendo grandes sacrifi-cios por buscarle y oírle. Se olvidó hasta del descanso y sintió compasión de la multitud porque eran realmente “como ovejas sin pastor”. ¿De qué les hablo tan larga-mente? No lo dice San Marcos pero lo podemos adivinar. Su pasión era hablarles del Reino de Dios. Y no echaba discursos. Hablaba tan sencillo que todos lo entendían y no se cansaban de oírle. No sermoneaba sino que con-

versaba iluminando con su palabra los pequeños y gran-des problemas de todos los días. Esta gente, como el anciano del cuento, busca a Dios. Y a Jesús le duele ver a aquella gente abrumada de problemas y dificultades de toda clase: la carestía y la falta de comida; los altísimos impuestos que tienen que pagar; las enfermedades que los agobian y sin tener medicina segura; el engaño, el

abuso, la mentira, la desilusión.

Jesús, trata de levantarse el ánimo hablándoles de nue-

vas esperanzas. Y la gente esta feliz escuchándole.

¿Cuántas horas estuvo hablando? Debieron de ser varias ya que San Marcos dice que ya “era muy tarde”. Serían como las cinco. Tardísimo para un judío que no ha comi-do. Pensaron los apóstoles que Jesús, entretenido en asuntos espirituales, se olvidó del pan material y fue por eso, por lo que se acercaron a él para interceder por la gente: “Maestro, estamos en despoblado y se hace tarde. Despídelos para que se vayan a los pueblos y compren

algo para comer”.

PREGUNTAS: * ¿Por qué crees que se reúne tanta gente en torno a la Eucaristía? * ¿Qué es lo que busca la gente al querer estar junto a Jesucristo?

ACTUEMOS:

¿A qué te comprometes después de haber reflexiona-

do este tema?

Llegando a tu casa, busca en la Biblia el Evangelio

de San Juan y lee todo el capitulo 6.

CANTO FINAL:

No podemos caminar, con hambre bajo el sol... (Tema elaborado por el Pbro. Javier Ávalos C. Sacerdote de la

Diócesis de Colima, México)

ORACIÓN FINAL:

Señor, ayúdanos a no desanimarnos nunca. Cuando nos asalten las dudas, cuando la tristeza toque a nuestra puerta, cuando la calumnia nos lastime... ayúdanos a levantar la cabeza con valentía y contemplar el cielo luminoso y tranqui-

lo para seguir caminando.

Aunque se nuble con negros nubarrones, ayúdanos a seguir caminando porque también las nubes de la vida pasarán y el

sol de la alegría brillara de nuevo. AMEN.

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EL LUGAR DEL ANCIANO HOY

ciudadanos de oro

El anciano hoy tiende a volverse un cuerpo extraño en la vida moderna. Los sociólo-gos y estadistas afirman que el aumento en el número de an-cianos hace difícil la inclusión

de éstos en la sociedad.

Sin embargo, el hecho de que no estén integrados es influido grandemente por la tecnología moderna y la agresividad o empuje de los jóvenes, quie-nes excluyen al anciano de la

vida productiva y social.

Dos o tres décadas atrás, el viejo era un símbolo de respeto y sabiduría. Anteriormente se le tenía un lugar especial en casa, era denigrante el pensar que acabase sus días en un asilo de ancianos. Esto ocurría sólo si era sumamente necesa-

rio.

En las empresas se empieza a sentir la indiferencia total para

el ejecutivo que pasa de 40 ó 50 años. Este, a pesar de su experiencia y sus capacidades, es rechazado por elementos jóvenes que van en carrera maratónica en la competitivi-

dad y producción.

Si esto sucede hoy en día con el ejecutivo cuarentón, ¿qué esperanza puede haber para el

adulto mayor de los 60?

La historia se ha encargado de mostrar que muchos exitosos presidentes o estadistas mun-diales son personas cercanas a los 60 años de edad. La sabi-duría de estos grandes hom-bres o mujeres es de mucha importancia para el mundo, por

el puesto que ellos ocupan.

Entonces se cumple en teoría, que aquellos de la tercera edad que están física y mental-mente sanos, son aptos para el trabajo de mando y la toma de

decisiones.

Sin embargo, la mayoría de las acciones para el mundo em-presarial de hoy solamente se mueven en función de la oferta y la demanda, y la demanda joven pone al viejo de hoy en

subasta.

Así, la perspectiva de la pro-ductividad está por encima de la calidad humana. La degra-dación a la que se ha sometido al anciano actualmente, es la realidad del hombre viejo que

todos llevamos dentro.

Esto se manifiesta en el dra-mático desorden en algunos aspectos de nuestra sociedad: la corrupción, la injusticia so-cial, la manipulación y la explo-tación del hombre, que la so-ciedad misma es incapaz de

evitar.

Lo peor de todo es que hay una gran apatía hacia los pla-

nes futuros para estructurar una sociedad cálida que dé amor y aproveche la experien-

cia de los mayores.

¿Qué se le puede ofrecer al

anciano para superarse?

Se le puede ofrecer calor o

comunicación afectiva.

La demostración del afecto debe venir principalmente de sus familiares, en espe-cial de los jóvenes, que son los que a veces afir-man sobre ellos los juicios

más severos.

Se le puede ofrecer aten-ción médica a sus trastor-nos o enfermedades, ayu-da para su adaptación, comprender su estado po-niéndonos en el lugar de

él.

Es conveniente reconocer-los útiles como personas, pedirles consejo, aceptar sus sugerencias, encargar-les algún trabajo a la medi-

da de sus posibilidades.

Estimularlos a arreglarse o embellecerse, aplaudir sus logros y no magnificar sus fracasos. Cuando ellos se sienten aceptados por los demás, vuelven a ser per-sonas útiles a la sociedad y seres realizados en la se-

nectud.

Es conveniente también vigilar que se cubra los renglones de las necesida-des básicas ya menciona-

das.

Pero sobre todo, hay que

darles mucho amor.

Yadira Urroz de Garza

¿qué

esperanza puede ha-ber para el adulto ma-yor de los 60 años?

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HOGAR Y FE N° 23 13

RETO, BIENVENIDA Y GRATITUD MSc Eddy Alberto Porras Salazar Asesor de Educación Religiosa Cuenta una leyenda que en cierta ocasión un malabarista decidió realizar la hazaña más retórica de su vida; cruzar de un edificio de 20 pisos a otro de igual tamaño por la cuerda floja. El acto era tan fuera de serie que una gran multitud se aglomeró para observar aquel acto espectacular. La función inició, la gente expresaba en voz baja “está loco”, sin embargo exclamaban a la vez en voz alta: “ ¡ Bravo, bravo!”. Al fin logró cruzar, la euforia era grande, sin embargo el hombre exclamó: -creen ustedes que logre cruzar pero sin la jabalina en mis manos. Definitivamente está loco, exclamaba la gente, pero a la vez gritaba con fuerza, ¡Bravo, bravo, si puedes!, y logró pasar. Nuevamente exclamó el malabarista y ahora creen que logre pasar pero montado sobre un monociclo. ¡Si, si, si puedes! Y logró pasar. Faltaba el acto más importante, ¡Creen ustedes que logre pasar con un carretillo y sobre el una persona monta-da!, si puedes. El hombre bajó el ascensor y por un megáfono preguntó: ¿Quién se anima a montarse en el carretillo? ¿Quién quiere asumir el RETO?. La respuesta fue... SILENCIO. La reflexión lleva implícita dos reflexiones: Asumir el reto que nos presenta este año y particularmente en el estudio en nuestra preparación, en nuestras metas, creyendo que si podemos, especialmente con la ayuda de Dios. No ser simples espectadores, sino protagonistas durante este año escolar. Y en esto estamos todos: PADRES DE FAMILIA: Nuestra labor de montarnos en el carretillo radica en ser protagonistas del futuro de

nuestros hijos (as) en velar por sus aspiraciones, por el cumplimiento de sus funciones y en especial por la vi-vencia de valores arraigados a un convencimiento cristiano. ALUMNOS (AS): Seamos el orgullo para nuestros padres, demos lo mejor de nosotros para cumplir con nues-

tra misión en el colegio, subamos al carretillo del éxito, que el que lo conduce es Jesucristo. MAESTROS Y PROFESORES: Conduzcamos el carretillo y que nuestra meta sea satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes, cumpliendo las palabras de nuestro Divino Maestro: ”Sed luz del mundo, sed camino y verdad para los que la buscan” No se nos olvide darle gracias a Dios porque nos ha puesto una MISIÓN, Ser ejemplo y hacer las cosas con alegría. Bienvenidos niños y niñas, jóvenes todos. Asumimos el inicio del curso lectivo con la seguridad de que si queremos Jesús conduce nuestra vida y que nos pregunta ¿ quien quiere ser protagonista?

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en familia

De manera sucinta se presentan algunas ideas de los primeros “cinco mandamientos” para que se reflexionen en el seno del hogar. ¿Podrían ustedes agregar más interrogan-tes a cada uno? ¿Les gustaría buscar los otros mandamien-tos y hacer lo mismo?

1. Amarás al Señor, tu Dios: ¿Le busca-mos para conocerle? Porque nadie ama lo que no conoce y lo podemos encontrar en su Palabra y en la Crea-ción. ¿Creemos y confiamos en El, aún cuando se presenten situaciones difíci-les, que no podemos por nuestros medios cambiar?. ¿Vemos en los de-más el rostro de Cristo, especialmente

en los más necesitados y limitados?.

2. No tomarás en falso el Nombre del Señor, tu Dios: Si nos decimos cristia-nos, no debemos tomar este nombre en vano, o sea, sin importancia, superfi-cialmente. Todo lo contrario, un hijo de Dios debe procurar transitar por el camino de la verdad. ¿Soy auténtico

con lo que digo ser y hacer?

3. Santificar las fiestas: El domingo es el Día del Señor. Es el día en que Je-sús nos llama para que nos reunamos como gran familia; nos instruye y forta-lece con su Palabra; nos alimenta con el Pan de Vida; y nos envía a compartir con los hermanos. Es el día de las mejores expresiones fraternales para con los demás (una visita, un llamada

telefónica, un pequeño presente)

4. Honrar a padre y madre: Todos so-mos hijos de un padre y una madre. A la vez, también podemos ser padres y madres. Como hijos debemos amar a nuestros progenitores, que incluye el respeto, la obediencia, el diálogo since-ro, el aporte en los quehaceres de la familia, cuidarlos en la vejez... Como padres, la responsabilidad de dar abri-go, protección, alimentación, salud, estudio, educación, buen trato... pero sobre todo, ser evangelizadores con nuestro propio testimonio de vida. ¿Velo por los que me dieron la vida y estoy siendo buen ejemplo para los

míos?

5. No matarás: No sólo se mata si se trunca la vida biológica. También se puede matar a otros con el desprecio, con actitudes groseras, cuando agredi-mos física, sexual o psíquicamente, cuando hablamos mal de ellos, cuando

no se les presta atención.

L a evangelización en nuestras tierras se inició en 1492. Entre las penas y las alegrías que dejó el descubrimiento y la

conquista de América, se debe recono-cer la especial providencia de amor del Señor al regalarnos la fe cristiana, co-mo un don no pedido ni merecido, sino otorgado por El para la salvación del

pueblo americano.

Nos hallamos en el Año Santo Misio-nero y estamos llamados a participar de la Buena Nueva, pues vivimos en un tiempo que requiere de cada cristiano un alto grado de madu-rez para hacer fren-te al materialismo, a la superficiali-dad, a las tensio-nes cotidianas, a la ostentación, a la problemática familiar y social

existentes...

Un cristiano adulto en la fe debe tener su corazón y todo su ser dispuesto para escuchar y acoger a Cristo con la misma actitud de Zaqueo, quien lo buscó, lo escuchó, lo acogió y lo recibió en su casa. “Hoy ha llegado la salvación a esta ca-sa...” (Lc. 19, 9) ¡Y todos queremos

que nuestros hogares sean salvos!

La familia es el primer centro de evan-gelización y por eso nos corresponde, a los padres y madres de familia, cons-tituirnos en “nuevos Zaqueos” para escuchar la Palabra de Dios y hacerla llegar al seno de nuestros hogares. Pero, ¿cómo comprender, de manera sencilla, lo que es evangelizar? La res-puesta es simple: Evangelizar es lle-var el amor a los demás y compartir-

lo con ellos.

Sí, todos estamos llamados a evange-lizar, a amar. Pero muchas veces esta manera cristiana de vivir se nos hace difícil precisamente porque no medita-mos de dónde venimos ni cuál es nuestra misión. Es vital la reflexión para conocer si nuestros actos son o no solidarios a este mandato del Se-ñor, que busca nuestra propia felicidad y por medio de nosotros, la felicidad de los demás y una forma de saberlo se-ría recapacitar, en los Diez Manda-

mientos (ver recuadro aparte).

De esta reflexión bien podrían surgir “las lu-

ces y las sombras” de nuestra humani-dad, para retomar con más fuerza aquellas que anuncian la pre-sencia del Señor en nuestras vi-das; para darle

continuidad al cultivo de los valo-

res cristianos; pero también, para tomar

conciencia de los errores hasta hoy cometidos, transformán-

dolos con el objeto de hacer presente, con el ejemplo personal, al Señor del

Amor.

Esposo y esposa se unieron por amor en santo sacramento por el deseo de servirse mutuamente para construir y vivir la felicidad entre ellos. El amor de los padres por sus hijos es natural, surge espontáneo. Y el amor de los hijos por sus padres está formado de educación, costumbre y gratitud. Si el amor es el origen, el centro y el sus-tento de toda familia, corresponde a cada quien cultivarlo y nada mejor pa-ra hacerlo que volver su mirada y su

accionar a su mismo principio: Dios.

MISIONAR EN FAMILIA

William y Ma. de los Ángeles Garita de Ramírez

“Año Santo Misionero” hace

alusión a: , o sea,

; a sea ; y la

palabra se refiere a

año

santo

misionero

“a

365 días y cada uno de ellos

con 24 horas”“vivir en amistad con Dios”

“la persona que enseña o predica el Evangelio, la

Buena Nueva”.

,

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HOGAR Y FE N° 23 15

E n este articulo, pretendo concientizar a la mujer cos-

tarricense sobre el cáncer de mama, una enfermedad que si no se detecta a tiempo, puede causar la amputación de sus mamas o bien la muerte. Según las últimas estadísticas, nos refieren que en 1997, el cáncer de mama ocupó el segundo lugar de ca-sos registrados a nivel nacional, y en Heredia ocupa el tercer lugar, ¡Ojo!, el cáncer del cuello en el útero ocupa el primer lugar en esa provincia. En fin cada día aparecen más mujeres con esta enfermedad, pero veamos qué es el cáncer de mama. Es una enfermedad que se caracteri-za por el aumento de las células de las mamas, ocasionando un tumor. Así que si siente un bulto en los se-nos o debajo del brazo, eczema, úlce-ra, líquido o sangre que sale del pe-zón, si ha observado algún cambio en el pezón, o si la piel se asemeja a una cáscara de naranja, y si ha observado lunares que han aumentado de tama-ño o que se hayan oscurecido es pru-dente que visite a su médico y le co-mente. Ahora bien, usted en casa puede realizarse el auto examen, lea con atención y hágaselo entre siete y diez días de haber empezado su pe-riodo menstrual:

1. Descúbrase y mírese bien en un espejo, analice la forma y el tamaño de sus senos.

2. Eleve uno de sus brazos so-bre la cabeza para ver si hay algún cambio en el seno. Le-vante el otro brazo y repita el proceso.

3. Oprima con cuidado los pezo-nes para ver si se desprende algún líquido.

4. Examine la textura de la piel de los senos. Asegúrese de que sea lisa y tersa.

5. Acuéstese con una almohada debajo de los hombros y la cabeza. Mantenga un brazo tendido y con el otro pase la mano sobre el seno en direc-ción circular (en el sentido de las agujas del reloj). Si estira un poco la piel le será más fácil detectar algún bulto que pueda tener. Repita el proce-so con el otro seno.

6. Palpe también la parte supe-rior de la clavícula y la axila para asegurarse que no hay bultos.

En realidad es un procedimiento muy sencillo de hacer, pero vale la pena, ¡anímese!, puede salvar su vida. El riesgo de contraer el cáncer au-menta con la edad, y si a eso le su-mamos que está relacionado este cáncer con la edad en que tuvo su primera regla, la edad en que tuvo su primer hijo, y si alguien de la familia ha padecido de cáncer. Una adecuada nutrición ayuda a pre-venir el cáncer, por ejemplo, las frutas

y los vegetales son fundamentales. Se recomienda no comer carne de res, cerdo, embutidos y las comidas con preservantes., es preferible con-sumir pollo y huevos, eso si, que no contengan hormonas. Consuma ce-reales como la avena, pues contiene alto contenido de fibra, que ayudan a reducir los problemas hormonales que pueden causar el cáncer de seno. El alcohol y el tabaco? Ambos aumentan el riesgo de cáncer. Fumar 10 cigarrillos al día es suficien-te para doblar el riesgo de contraer la enfermedad. Haga ejercicio, aparte de ayudarle a bajar de peso, a mantenerse en for-ma, y tener una salud mental, tam-bién disminuye el riesgo de contraer el cáncer, pues reduce la duración de una de las fases de la menstruación (entre el 11 y 14 días después de la ovulación), pues en estos días el cuerpo produce gran cantidad de pro-gesterona, que se cree contribuye al desarrollo del cáncer. En el próximo artículo, Ana, una víctima del cáncer de mama, les relatará su experiencia, y nos dará un mensaje. Los espero, que Dios los bendiga.

María Marlen Pacheco C. Licda. en Enfermería

CÁNCER DE SENO

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HOGAR Y FE N° 23 16

para los más chicos

Cada día estoy más grande y eso me pone feliz y contento.

Estoy creciendo, estoy más alto,

más grande.

Ayúdame a crecer también en el corazón. Que cada día sea más bueno,

que tu amor me llene por adentro hasta que contagie a los que me rodean.

Ayúdame a crecer en sabiduría, en oración, en solidaridad, en buen humor,

en entrega a los demás. Cuídame mucho, como cuidaste a tu hijo Jesús

cuando crecía. Hazme parecido a él, con sus mismos sentimientos y actitudes.

Que crezca como un buen hijo tuyo en la fe, la esperanza y sobre todo en el amor.

Marcelo A. Murúa

Padre, estoy creciendo

Muchosmetros

Un metro

Mediometro

¿Quieres ganar el

curso lectivo del

2003?

¡Comienza ya! Sigue estos pe-

queños consejos, esto te hará

sentir más feliz y también a

tus padres y maestros.

Colorea con un marcador transparente de la siguiente manera: los consejos 1 y 5 de azul; el consejo N° 3 de rojo, deja en blanco los consejos 2 y 4. ¿Qué pasó?

(1) Toma tu desayuno con calma y llega temprano a clases con tus tareas bien hechas.

(2) Pon mucha atención en clase, participa en las actividades, pregunta lo que no entiendes;

así te resultará más fácil aprender y podrás hacer tus tareas mejor.

(3) Ten presente que el maestro evalúa tu trabajo en clase. Anota tus apuntes con letra clara.

No dejes de anotar todo asunto importante.

(4) Es muy importante tener una mente positiva, muchos deseos de aprender y estar siempre alegres.

(5) Cuando puedas ayuda a tus compañeros y compañeras y trátalos con amabilidad,

así como a tus maestros.