In trodución: El poder y la magia del...

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Introdución: El poder y la magia del libro ; .... lihro ha demostrado ser uno de los avances tecnológicos más útiles, ve rsáriles y duraderos de la oria. Su fác il transporte, cómoda consulta y ca pacidad para con ce ntrar una gran camidad de lo hacen ind ispensabl e. Es difícil imaginar mo se habrían logrado si n él algunos de los momemos decisi vos de la hi sto ria occidental. El Rena cimi enw, la Refor ma, la ución científica y la era de la Ilusnación se apoyaron en la palabra impresa pa ra propagarse y ":Z].tcner su influencia. Durante dos milenios y medio, la Humanidad ha usa do el libro, ya sea - su fo rma manuscrita o impresa, para documentar, administr ar, adorar y edu car. los a mantes de los libros. puesms en pie de guerra, suel en insistir en qu e estos no ¡tan baterías, no se infectan a causa de virus y cuando se cierran no hay que «guardan) .a:.l po rq ue jamás se perde su información. El libro ha sido sie mp re mu cho más qu e un co út il. Emce ot ras cosas, pued e se r un instrume mo pedagógico. una fu ente de ció n rel igiosa y un a obra de arte. Ha sido la base de mucha s religion es y una fuente de poder político. El cristian ismo, el judaísmo y el islamismo - tres de l as grand es _- nes del mundo- se centran en libros sagrados. Los grandes es cados e imperios del "o entero han derivado un en orme pod er de textos escritos que documentan tributos o un códigos y decisiones legales. La gente subyugada por regímenes opres ivos nd ía que la autoridad y la gestión buro crática de sus gobiernos dependían de la esc ri ta. «¡ Matar a to do s los abogados! », gritan los rebeld es de Kent en la obra de 1450 "es peare Enrique VI (Parte 11 ) al defender el pod er de la tradi ci ón oral contra los libros .=:Jrura letrada de las autor idad es. Durante la Revolución francesa de 1789. quem ar mos fiscales fue un popular pasati empo entre los campesinos sublevado s. .....t Humanidad ha at ri buido desd e antaño un pod er mágico a la palabra escrita. Du rante "nización del C ar ibe. por ejemplo, el cronista español Gonzalo Fernández de Oviedo y 1 78- 1557) informó de qu e los pueblos indígenas veían en l as letras escritas por sus = .... ""' dores objetos sobrenatural es : parecía qu e la letra sabía lo qu e le pasaría al '"'2I.afio, y a veces algunos de los menos imeligentes e mre ellos pensaba qu e tenía al ma» . .nforme pirenaico del siglo XIX escrüo por el etnógrafo Daniel Fabre, una mujer que Albert (Pequ eño Alberto), un popular manu al de magia . fue poseída por el diablo • .apoderó de ella y le para li la s piernas hasta qu e un petegrinaje a Lourd es la c uró. En sociedades tradicionales, los libros po se ían pod eres milagrosos y simbólicos qu e solo manejar los miembros de la élite religiosa. Si al guien usurpaba dicho monopo lio de la palabra escrita. se arriesgaba a ser acusado de herejía, como los lolardos ingleses y galos aprendieron por su cuenta y riesgo. por no hablar de los mayas. cuyos libros de idólatras sus conq uistadores es pañoles, que los destru ye ron. - Occi dente se margó a la Biblia poderes especiales, mágicos y curativos. En la -.==y Nueva Inglaterra del siglo XVII, por ejemplo. se creía que curaba l as hemorragias Página anterior. La Virgen sostiene un libro en este detalle de La Anunciación, pintadO hacia 1440 por el artista renacentista flamenco Rogier van der Weyden. El cuadro está en el Museo del Louvre. 7

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  • In trodución: El poder y la magia del libro

    ;....lihro ha demostrado ser uno de los avances tecnológicos más útiles, versáriles y duraderos de la

    oria. Su fácil transporte, cómoda consulta y capacidad para concentrar una gran camidad de

    lo hacen indispensable. Es difícil imaginar cómo se habrían logrado sin él algunos de los

    ~es momemos decisivos de la historia occidental. El Renacimienw, la Reforma, la

    ución cien tífica y la era de la Ilusnación se apoyaron en la palabra impresa para propagarse y

    ":Z].tcner su influencia. Durante dos milenios y medio, la Humanidad ha usado el libro, ya sea

    - su forma manuscrita o impresa, para documentar, administrar, adorar y educar.

    los amantes de los lib ros. puesms en pie de guerra, suelen insistir en que estos no

    ¡tan baterías, no se infectan a causa de virus y cuando se cierran no hay que «guardan)

    .a:.l porq ue jamás se perderá su información. El libro ha sido siempre mucho más que un

    co út il. Emce otras cosas, puede ser un instrumemo pedagógico. una fuente de

    ció n religiosa y una obra de arte. Ha sido la base de muchas religiones y una fuente de

    ~ poder político. El cristian ismo, el judaísmo y el islamismo - tres de las grandes

    _ - nes del mundo- se centran en libros sagrados. Los grandes escados e imperios del

    "o entero han derivado un enorme poder de textos escritos que documentan tributos o un códigos y decisiones legales. La gente subyugada por regímenes opres ivos

    nd ía que la autoridad y la gestión burocrática de sus gobiernos dependían de la

    escri ta. «¡ Matar a todos los abogados!», gritan los rebeldes de Kent en la obra de 1450

    "espeare Enrique VI (Parte 11) al defender el poder de la tradición oral contra los libros

    .=:Jrura letrada de las autoridades. Durante la Revolución francesa de 1789. quemar

    mos fiscales fue un popular pasatiempo entre los campesinos sublevados .

    .....t H umanidad ha atribuido desde antaño un poder mágico a la palabra escrita. Du rante

    "nización del Caribe. por ejemplo, el cron ista español Gonzalo Fernández de Oviedo y

    1 78- 1557) inform ó de que los pueblos indígenas veían en las letras escritas por sus

    = .... ""'dores objetos sobrenaturales: ~des parecía que la letra sabía lo que le pasaría al '"'2I.afio, y a veces algunos de los menos imeligentes emre ellos pensaba que tenía alma» .

    .nforme pirenaico del siglo XIX escrüo por el etnógrafo D aniel Fabre, una mujer que

    ~"'tTif Albert (Pequeño Alberto), un popular manual de magia. fue poseída por el diablo •

    .apoderó de ella y le parali zó las piernas hasta que un pe tegrinaje a Lourdes la curó. En

    sociedades tradicionales, los libros poseían poderes milagrosos y simbólicos que solo

    manejar los miembros de la élite religiosa. Si alguien usurpaba d icho monopolio

    de la palabra escrita. se arriesgaba a ser acusado de herejía, como los lolardos ingleses y

    ,~_;¡cros galos aprendieron por su cuenta y riesgo. por no hablar de los mayas. cuyos libros

    de idólat ras sus conquistadores españoles, que los destruyeron.

    - Occidente se margó a la Biblia poderes especiales, mágicos y curativos. En la

    -.==y Nueva Inglaterra del siglo XVII, por ejemplo. se creía que curaba las hemorragias

    Página anterior. La Virgen sostiene

    un libro en este detalle de La

    Anunciación , pintadO hacia 1440

    por el artista renacentista

    flamenco Rogier van der Weyden.

    El cuadro está en el Museo del

    Louvre.

    7

  • nasales y protegía a las embarazadas de compl icaciones en el

    pan o. Durante la época victoriana, se d ice que una inglesa de

    Hampshire que sufría de convulsiones se comió un Nuevo

    Testamento entero a fin de curar su do lencia, colocando cada

    página en un bocadillo. La Biblia rambién se usó como

    oráculo, pues la gente la consul raba al azar en busca de

    soluc iones para sus dilemas.

    En el cementerio Pere Lachaise de París hay una lIamariva

    lápida del siglo XLX labrada en forma de libro. Las páginas se

    curvan de manera realista y cada hoja esrá tallada en piedra. En

    las culruras cristianas, las buenas y malas acciones se imaginaban

    regisrradas en un gran li bro del pecado y la redención en el Juicio

    Final de las almas. La desgracia afl igía a quienes no acababan con

    un saldo positivo en sus cuentas. De este modo, el libro se

    convenía en una metáfora de la vida misma.

    Hoy, sin embargo, el libro ha perdido su mágica aura y ya

    no es un atr ibuto ind ispensable del gobierno. Se ha

    convenido en un objem de consumo cotid iano, como la sopa

    o las patatas. Es más, al parecer, a principios del siglo XXI nos

    hallamos en medio de una revolución de la información que

    puede socavar de forma irrevocable el estams del li bro e

    incl uso ~según las predicciones más extremas~ dejarlo

    obsoleto. Considerando la creciente cantidad de papel que

    consumimos de forma global, las profecías que anuncian el fin

    de las tecnologías basadas en él parecen absurdas. Pero es un buen momento para evaluar,

    echar la vista atrás y considerar la historia del libro y su evolución desde la producción de los

    escribas hasta la página impresa, desde el gran formato a las ediciones de tapa blanda y de

    bolsi llo, y desde el rollo al códice y el e-book.

    Las revoluciones del libro

    Apane de la introducción de la imprema, hubo Otros cambios igualmente importantes en la

    historia de los libros y en el modo en que hombres y mujeres los leían. Una de las primeras

    revoluciones fue la invención del códice, que nació en el mundo cristiano de los siglos 11 y 111,

    cuando el libro dejó de ser un rollo, o un voLumen, y se convirtió en un conjunto de hojas

    independientes un idas entre sí. El códice era un libro con páginas que se pasaban en vez de

    una larga ri ra de material que se desenro llaba. A diferencia de la invención de la imprenta, el

    códice revolucionó la forma del lib ro en sí mismo y nos brindó un fo rmaw para el mismo

    que ha perdurado du rante siglos.

    Una segunda revolución fue la lema transición de la lectura oral a la silenciosa. Los

    historiadores creen que en el mundo antiguo los libros se leían en voz al[a, o bien los recitaban a

    8 • El poder J la magia del libro

    En el cristianismo y el judaísmo, el

    ~Libro de la Vida - recoge los

    nombres de todas las personas

    nacidas, así como sus hechos y

    fechorías, para el Juicio Divino.

    Dicha idea se tomó literalmente en

    esta lápida en forma de libro que se

    halla en el cementerio Pere

    Lachaise , en el noreste de París.

  • lico una serie de oradores experimentados. La lectura era una acruación. No obstame. en

    E...xopa medieval los monjes adoptaron poco a poco la práctica de la lecru ra silenciosa como

    de devoción. Por primera vez, los textos que se habían realizado con una escri tura

    :oJIIrITUIDpida empezaron a poblarse con una puntuación rud imentaria y espacios encre

    . Tales cambios facili taron la lectura individual silenciosa y permitieron a oradores más

    ~os leer textos en voz alta con menos dificuhades.

    :.... llamada (( revo lución lectora)) de fi nales del siglo XVIII fue testigo de una explosión de

    =ura recreativa y una expansión de la prensa periódica, cosa que h izo que tradic ionalistas

    d poeta romántico inglés W il liam Wordsworrh (1770- 1850) expresaran su

    CIlpación por la propagación de lo que cons ideraban una lectu ra ráp ida y superficial. Un

    podría sugeri r que Wordsworrh estaba concrariado porque su poesía no se vend ía bien,

    educadores y otros miembros de la élire lireraria se h icieron eco de su queja de que

    .:...zsicos se abandonaban a med ida que cada vez más lectores se aficionaban a la li teratura

    • en especial a las novelas sentimentales.

    - d siglo XJX, el m undo occidencal alcanzó prácticamente la alfaberización universal,

    UC" la as istencia a las escuelas fue muy escasa hasta las lilr imas décadas. Gran Bretana}'

    En esta escena de 1780 del pintor

    belga Léonard Defrance, varios

    paquetes de libros llegan de toda

    Europa a una tienda llamada ~A

    I'Églde de Mlnerve. (Bajo la égida

    de Minerva, bautizada en honor a la

    diosa romana de la sabiduría) . Un

    grupo de eruditos se halla reunido

    para intercambiar saludos e Ideas.

    Defrance fue un defensor de la

    ilustración, y de hecho sentía poca

    simpatía por los clérigos

    representados en primer plano.

    EL pod~r y In magia d~' libro • 9

  • Francia aprendie ron a leer antes, y no después, de que la enseñanza primaria unive rsal fuera

    posible y obligatoria. Pero la alfabe tización generalizada siempre cuvo muchos oponemes. Las

    élices conservadoras tem ían que los campesinos educados adquir ieran ideas peligrosas, y

    conraran con los medios y el anhelo de abandonar su vida de duro uabajo en el campo para

    halla r empleo en las ciudades. En el siglo XVIII, varias colonias americanas prohibieron la

    enseñanza de la escritura a los esclavos negros. Tras la guerra de la Independencia, los estados

    del sur prohibieron también enseñarlos a leer. Hacer más accesibles la lectura y la escricu ra

    puede conducir a cambios ideológicos y posiblememe a la rebelión. Levamamientos como la

    guerra civi l inglesa de la década de 1640 y la Revolución francesa de 1789 reforzaro n el

    micdo de las clases altas a la alfabetizació n. Los miembros de la clase dirigente preferían

    empleados que no hacían preguntas ni abr igaban ambiciones inadecuadas de promoción

    social. No fue hasta fi nales del siglo XIX cuando aparecieron propietarios de fábricas más

    ilustrados que empezaron a ver la al fabetización como una ventaja para mantener el orden y

    la moral , un medio de inculcar a la mano de obra pensamiencos nobles yedificances.

    La industrialización de la producción del lib ro en el siglo XIX cons ticuyó otra revolución

    del mismo. Una serie de cambios tecnológicos transfo rmó la imprema y la fabri cación de

    papel, mien u as que el ferrocarril brindó nuevas oportunidades de distribución y

    mercadotecnia a escala nac ional e incernacional. Las prensas metálicas , las de vapor y el

    papel fabr icado de forma industrial a parti r de mater ia vegetal en lugar de vieja tela

    contribuyeron a una oleada de producción de libros y ayudaron a hacer que estos fueran más

    baratos que nunca. También fu e en el siglo XIX cuando los oficios en torno al libro en su

    conjunco desarrollaron un modelo comercial moderno y hoy famil iar. A partir de la segunda

    mitad de siglo emergió en Occidente un práctico sistema que por fin ofrecía la debida

    recompensa a los amores, lib reros, impresores y editores. Dicho sistema se basaba por vez

    primera en el pago de derechos (royalties) -un porcencaje de los beneficios basado en el

    número de copias vendidas- a los amores, y en una protección internacional de los derechos

    de reproducción (copyright) para todas las profesiones especializadas implicadas en el

    negocio de crear la propiedad intelectual.

    Por último, la revolución electrónica ha sido el mayor cambio desde el códice. Ha

    cambiado la forma física del libro simplemente deshaciéndose por completO de su mate rial de

    soporte tradicional: el papel. Las revoluciones en las comunicaciones electrónicas han

    producido reacciones sim ilares y han despertado miedos parecidos a los que provocó la invención

    de la imprenta hace más dc 500 años. Por una pane !mernet, al igual que la im prenta, ofrece un

    .alcance ilimitado para la producción y difusión del conocimiemo pero, del mismo modo que

    la imprema, también puede transm itir mentiras y disparates de forma más eficaz. La Igles ia

    católica romana del siglo xv, así como algunos gobiernos soberanos de la actualidad, vio

    cómo se debilitaba su cOlHrol sobre la propagación del conocimielHo. Vistas en el contexto

    más amplio de la «historia viva)) de los libros, muchas de las preocupaciones contemporáneas

    que rodean !m erner y el surgimiento de los lib ros e1ecrrónicos se hacen eco de la ingenua y

    enervada retórica que circuló cuando nació la imprenta.

    10 • El podu y la magia del libro

  • --. cunpo de la tecnología de la información, el ritmo recieme de cambios es

    ~"""",menre rápido. Si imaginamos toda la hiscoria de la comunicación tex tual como un

    :v anual, con el origen de la escritura en Sumeria en e! 1 de enero, el códice se

    :n sept iembre; Gutenberg creó sus tipos móviles a final es de noviembre; e Internet, e!

    :zas fundamemal de codos, se invenró hacia e! mediodía de! 31 de diciembre, y los

    e.o:rrónicos hacia la puesta de sol. La nuestra no es la primera «sociedad de la

    ==,,-.', n* sobre la faz de la Tierra, y seguro que no será la última.

    s del libro

    -.a del lib ro no es un relaco sobre grandes auto res. Su producción ha dependido

    J:: 105 conrex[Qs sociales, polít icos, económicos y culturales. La historia de la

    ;:a::::.. ... lirerar ia no puede reducirse a un relato de novelistas famosos, ganadores de los

    300ker o Goncoun, o, por ejemplo, a las placas conmemorativas de los grandes

    aus[ral ianos incrustadas en e! paseo que como para ir a la Sydney Opera House.

    -.¡ de los libros abarca también los nichos de mercado y los géneros menores como

    - ñcción, las novelas gráficas japonesas o la novela rosa. Por tanto, no hay motivo

    =,.o.:>n para presentar un respero exagerado a las reputaciones literarias. Como

    :::. poema de Berro lt Brech[ Preguntas de un obrero que lee (1935): «La noche en que

    Proceso de impreSión y equipo del

    taller de Plantin-Moretus, la

    editorial fundada en 1555 por

    Christopher Plantin y dirigida por su

    yerno Jan Moretus y sus

    descendientes a partir de 1589.

    El edificio en Amberes es hoy un

    museo de la historia de la imprenta.

    En primer plano se ve una copia

    de Le Bonheur de ce Monde

    (

  • fue terminada la Muralla china, ¿adónde fueron los albañiles?)), al estudiar la gran

    literatu ra del mundo a veces deberíamos hacernos una pregunta similar: ¿qu ién hizo en

    realidad los libros?

    Los aucores no escriben libros, escriben texcos. Los edi[Ores, diseñadores e ilustradores dan

    forma, transforman e interpretan esos texcos. El edicor debe escoger un ópo de forma[O, papel y

    precio. El papel debe fabricarse. Los rexcos deben componerse, imprimi rse y encuadernarse, y en

    épocas anteriores debían copiarse laboriosamente a mano a cargo de escribas. La publicidad y los

    anuncios han puesco en acción estrategias comerciales al dirigirse a mercados de consumo

    paniculares. Y los sistemas de almacenamiento y distribución guardan el material y lo envían a las

    librerías. El au[Or, cuyo genio creativo fUe elevado a un pedestal durante el Romanticismo, es en

    realidad solo un elemento dentro de una complicada cadena de producción.

    También los leccores son parte esencial del proceso, cal vez la más importante de todas, y

    la lectura cuenta con su propia histOria. Muchos lecrores, sobre tOdo en el pasado cuando los

    libros eran raros y caros, los respetaban como fuentes vitales de iluminación y liberación

    intelectual; mros se entregaron a la literatura en busca de la evasión y el placer. Los lectOres

    modernos de los países ri cos suelen tratar los libros como productOS de consumo, fácilmente

    ~esechables y sustituibles en una búsqueda fren ética de la novedad. A veces leemos como si

    hubiéramos hecho un curso intens ivo de lectu ra rápida, y el arte de la lectura lenta, como el

    de la ((comida lenta», esd desapareciendo.

    Definir el libro en sí es una operación arriesgada. Yo prefiero ser inclusivo que exclusivo. y por

    tanto ofrezco una definición fl exible. El libro, por ejemplo, no solo existe como un texto

    encuadernado de hojas de papel impreso, el códice trad icional con el que hoy en día estamos más

    familiar iz.ados. Pero esa definición olvida dos milenios de libros ames de la imprenta, así como las

    diversas formas que adoptó la comunicación textual antes de que se inventara el códice,

    12 • El pod~r J In mngin da libro

    Hileras de estantes en el almacén de

    distribución del minorista en línea

    Amazon.com, en Fernley, Nevada.

    Aunque las ventas de e-books

    crecen con rapidez, Amazon

    informó en el 2010 de que las

    ventas de libros de tapa dura

    también están aumentando.

  • -;"6na defi nición tradicional basada solo en el códice también excluiría el hipertexto y el

    mrual, que se han liberado del soporte material convencional del libro. Yo prefiero

    ......r todas estas formas, desde la escritura cu neiforme hasta el códice impreso y el libro

    . ruco digira.lizado, y colocar el origen de la historia del libro en la invención de los

    sistemas de escritura. De este modo, el término «libro» es una suerte de abreviatura

    """e?resenra muchas formas de comunicación textual escri ta de las sociedades antiguas que

    ~on una gran variedad de materiales.

    E. principal núcleo geográfico de lo que sigue reside en Europa y Norteamérica, y el ritmo

    .:.gico de mis capítulos está d ictado por los evemos del mundo occidental. Al mismo

    Occidente no puede reclamar derechos por antigüedad en la historia de los libros y la

    ~~~ El relato debe remontarse al menos hasta los sistemas de escritura mesoporámicos, y

    :r:conocer los orígenes de la imprenta no solo en Europa, sino también en China y Corea.

    ",,=lmeme, la producción del libro no se confina en la actualidad a Occidente, como ilustra la

    daable producción literaria de Japón, Sudamérica y O riente Próximo. Sin embargo,

    .:lolte es importante porque fue donde nació la imprenta y porque all í se logró por va

    la alfabetización universal , jUntO con tOdas las repercusiones políticas y culturales que

    3Xl.llevaba. La revolución electrónica también se originó en Occidente, aunque sus

    ~ones sean globales. Por tamo, miro hacia hori7..0ntes amplios al tiempo que me

    _==en casos individuales para alumbrar el panorama. Aldo Manucio y Christopher

    por ejemplo. destacan por los nuevos avances en la imprenta y edición renacentistas,

    que Waher Scon descuella por provocar el surgimiento de la ficción de masas.

    largo de este libro, los relacas locales defi nen las tendencias globales.

    Un monje manipuri lee oraciones de

    un antiguo libro religioso en el

    templo Sri Govindaji de Imphal,

    India, dedicado a Krishna.

    El poder y la mngia deL Libro • 13

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