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El Álamo I.- Sistematizar la Experiencia El 22 de julio de 2005, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), un grupo de personas crearon formalmente la Cooperativa de Recuperadores Urbanos ‘El Álamo’ Ltda. Inscripta bajo la categoría de provisión, fue producto de un proceso de organización que comenzó a finales de 2001 como respuesta a la profunda crisis social y económica que vivía la Argentina. El emprendimiento cobró fuerza a partir de 2002 con el encuentro entre cartoneros y miembros de una asamblea popular en Barrio de Villa Pueyrredón. Durante el proceso de formalización se pusieron en juego cuestiones que hacían (y hacen) a la integración de sectores excluidos, a los derechos sobre el espacio público y a la necesidad de repensar integralmente la “cuestión de la basura” en la CABA en función de un modelo de desarrollo sustentable. ¿Cómo fue el proceso de formación de la cooperativa? ¿Cuál es su modelo productivo actual? El objetivo de este trabajo es sistematizar la experiencia de El Álamo con una doble finalidad. En primer lugar, para comprender cómo fue posible el pasaje de una organización que emerge como respuesta a una situación de crisis, a una cooperativa productiva que generó 61 nuevos puestos de trabajo y está formalmente inserta dentro de la cadena de valor de los materiales reciclables secos. En segundo lugar, describir y explicar las bases del modelo productivo actual como parte de la implementación de una política pública. El proceso de formalización y la lucha por el reconocimiento estatal resultan fundamentales para comprender el éxito de El Álamo puesto que los eslabones más bajos de la cadena del reciclaje están caracterizados por el trabajo informal, la ilegalidad, la explotación y la baja productividad. En esa dirección, la sistematización, en tanto proceso de reflexión y de reconstrucción analítica, permite explicitar la lógica del proceso dando cuenta de los factores que han intervenido y de la manera en la cual se han relacionado entre sí. Es el primer paso para la formulación de teoría emergente de las práctica que permite, a su vez, producir lecciones y aprendizajes útiles a partir de visibilizar los INCLUSIÓN SOCIOECONÓMICA DE LOS RECOLECTORES DE MATERIALES RECICLABLES 04/2013 ROMINA MALAGAMBA OTEGUI PÁGINA 1 ÍNDICE I. Sistematizar la Experiencia ......................... 1 II. Algunas Definiciones Iniciales ............................... 3 III La Ambientalización de los Conflictos Sociales ............................... 7 IV. La Cooperativa como Opción ................... 19 V. El Modelo de Producción ....................... 28 VI. En Busca de Políticas Públicas Innovadoras ......................48 VII. Bibliografía y Referencias ....................... 50

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El ÁlamoI.- Sistematizar la Experiencia

El 22 de julio de 2005, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), un grupo de personas crearon formalmente la Cooperativa de Recuperadores Urbanos ‘El Álamo’ Ltda. Inscripta bajo la categoría de provisión, fue producto de un proceso de organización que comenzó a finales de 2001 como respuesta a la profunda crisis social y económica que vivía la Argentina. El emprendimiento cobró fuerza a partir de 2002 con el encuentro entre cartoneros y miembros de una asamblea popular en Barrio de Villa Pueyrredón. Durante el proceso de formalización se pusieron en juego cuestiones que hacían (y hacen) a la integración de sectores excluidos, a los derechos sobre el espacio público y a la necesidad de repensar integralmente la “cuestión de la basura” en la CABA en función de un modelo de desarrollo sustentable.

¿Cómo fue el proceso de formación de la cooperativa? ¿Cuál es su modelo productivo actual? El objetivo de este trabajo es sistematizar la experiencia de El Álamo con una doble finalidad. En primer lugar, para comprender cómo fue posible el pasaje de una organización que emerge como respuesta a una situación de crisis, a una cooperativa productiva que generó 61 nuevos puestos de trabajo y está formalmente inserta dentro de la cadena de valor de los materiales reciclables secos. En segundo lugar, describir y explicar las bases del modelo productivo actual como parte de la implementación de una política pública. El proceso de formalización y la lucha por el reconocimiento estatal resultan fundamentales para comprender el éxito de El Álamo puesto que los eslabones más bajos de la cadena del reciclaje están caracterizados por el trabajo informal, la ilegalidad, la explotación y la baja productividad.

En esa dirección, la sistematización, en tanto proceso de reflexión y de reconstrucción analítica, permite explicitar la lógica del proceso dando cuenta de los factores que han intervenido y de la manera en la cual se han relacionado entre sí. Es el primer paso para la formulación de teoría emergente de las práctica que permite, a su vez, producir lecciones y aprendizajes útiles a partir de visibilizar los

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ÍNDICE

I. S i s temat izar l a Experiencia ......................... 1

II. Algunas Definiciones Iniciales ............................... 3

III La Ambientalización de lo s Conf l i c tos Sociales ............................... 7

IV. La Cooperat i va como Opción ................... 19

V. E l Mode lo de Producción ....................... 28

VI . En Busca de Po l í t i ca s Púb l i ca s Innovadoras ......................48

VII . B ib l iograf í a y Referencias ....................... 50

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mecanismos y procesos involucrados. La historia, en términos de ubicación espacio-temporal de las dinámicas dentro de un campo de lucha, asume entonces un rol central en tanto permite comprender qué tiene de particular (irrepetible) y qué de generalizable cada caso.

El diseño metodológico implementado para la sistematización de la experiencia de El Álamo contempló la utilización de diferentes tipos de técnicas y de fuentes. El relevamiento bibliográfico supuso la búsqueda de producciones académicas y de investigación sobre la cuestión de los cartoneros, las asambleas vecinales y acerca de cuestiones ambientales en general y, específicamente, de la gestión de residuos en la CABA. A dicho material se adicionó disposiciones gubernamentales y textos reglamentarios pertinentes. A su vez, el trabajo de archivo consistió en el relevamiento de aquellos documentos producidos para circulación interna y externa tanto por la Cooperativa como de la Fundación Avina, entre otras organizaciones aliadas, que datan desde 2001 hasta la actualidad. La realización de entrevistas en profundidad a diferentes agentes involucrados a lo largo del proceso permitió reconstruir el proceso desde las diferentes perspectivas que incluyeron: líderes y miembros de de la organización, la responsable de llevar a cabo la contabilidad, el más importante (en términos de provisión de material) de los grandes generadores, vecinos y un empresario que compra a la cooperativa casi desde el inicio de la misma. Finalmente, se desarrolló el trabajo de campo que consistió en acompañar a los cartoneros de calle durante sus recorridos, así como observar etnográficamente el funcionamiento de la unidad productiva. Esta metodología, permitió poner en perspectiva las descripciones formales acerca de la operatoria de la cooperativa.

Siguiendo esta línea, el presente informe se estructura de forma que permita una lectura interna de la organización pero que también permita comprender la manera en que se articula con el estado, las empresas, los vecinos, las organizaciones no gubernamentales y agencias de cooperación internacional. Estos agentes, proponen diferentes perspectivas respecto de la recuperación de residuos que abaracan desde “agendas verdes” (ecología), responsabilidad social empresaria, modelos de desarrollo sustentables para las políticas públicas, hasta la ambientalización del lenguaje y de la metodología de protesta social. El trabajo se estructura, entonces, en seis secciones. Luego de esta breve introducción, el apartado II. apunta a estabilizar algunos conceptos clave para comprender la cuestión del reciclaje de residuos urbanos secos. La sección III, ambientalización de los conflictos sociales, aborda la forma particular en la que se desarrolló la cuestión cartonera en la Ciudad de Buenos Aires, anudando los problemas de exclusión socio-económicas con las alianzas estratégicas con vecinos. Permiten pensar “lo verde” como un campo de disputas entre intereses políticos, económicos y sociales. Este aspecto es clave para comprender la tensión fundante de este tipo de emprendimientos: ¿cómo compatibilizar lo social con lo productivo? A continuación, la sección IV se detiene en el formato cooperativa como opción: ¿es siempre deseable constituir una cooperativa? El apartado V se concentra en el modelo de producción específico de El Álamo dando cuenta de los aspectos formales (la estructura) pero también de las dinámicas organizacionales. Finalmente, a modo de conclusión, el punto VI enfatiza la necesidad de desarrollar políticas públicas innovadoras que den cuenta de manera acabada, y no por aproximación, de un fenómeno que tiene un peso y una especificidad propios.

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II.- Algunas Definiciones Iniciales¿BASURA O RESIDUO?

Antes de indagar acerca de la experiencia de El Álamo en la gestión de residuos sólidos urbanos, es necesar io precisar algunos conceptos clave como basura, residuo, residuos sólidos urbanos

(RSU ) pa ra comprender la ubicación de las organizaciones de cartoneros en la cadena de valor del reciclaje.

Siguiendo las definiciones del INTI1 (Mazzeo, 2012), un residuo es “cualquier producto en estado sólido, líquido o gaseoso procedente de un proceso de extracción o utilización, al que su propietario decide abandonar o desprenderse, debido a que carece de valor para él o ya no puede ser utilizado para el uso que fue adquirido o creado”. Los residuos tienen la capacidad de “ser reutilizados o convertirse en materia prima para un nuevo producto”. En cambio, la basura no tiene

utilización posible siendo los desechos que están destinado a disposición final.

Esta distinción no es meramente formal, por el contrario permite comprender aquello que popularmente se denomina el “negocio de la basura” en dos de sus aspectos: el primero, vinculado al hecho que la gestión de residuos impl ica aprox imadamente e l 20% de los presupuestos municipales y, en segundo lugar, el interés de empresas privadas en los materiales recuperables. En efecto, el valor de ciertos materiales posibles de ser reutilizados como materia prima están ligados al precio internacional de commodities (como el petróleo en el caso del PET). Es decir, aquello que es asociado con desperdicio y suciedad en los primeros eslabones de la cadena de valor de reciclaje, es un negocio sumamente redituable en los últimos.

El INTI distingue 5 criterios de clasificación de los residuos:

CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS SEGÚN INTI

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1 El INTI es la sigla para Instituto Nacional de Tecnología Industrial. Se trata de un organismo público autárquico cuya misión misión es el desarrollo, la certificación y la asistencia técnica de la tecnología industrial en la Argentina.

3. NATURALEZA

- Seco

- Húmedo

4. COMPOSICIÓN QUÍMICA

- Orgánicos: desechos de origen biológico que se desintegran o degradan rápidamente mediante el proceso natural de descomposición. Restos de comida, restos de poda, papel, cartón, madera.

- Inorgánicos: residuos de origen industrial o no biológico/natural. Plásticos, vidrio, metal, textil, tetra-pack

5. PROCEDENCIA

- Industriales

- Construcción/Demolición

- Sanitarios

- Agrícola-ganaderos

- Forestales

- Sólidos Urbanos

- Otros

2. PELIGROSIDAD

- Tóxicos y Peligrosos: reactivos, radioactivos, patologías e infecciones, inflamables, explosivos

- Inertes

1. ESTADO FÍSICO:

- Sólido

- Líquido

- Gaseoso

DEFINICIONES

Es central estabilizar los conceptos con los que se trabaja para facilitar la

comparabiliidad dentro del caso (longitudinalmente) y con otros casos (transversalmente)

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LA GESTIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS

Los RSU incluyen la basura y los residuos que son producidos a nivel domiciliario, industrial- empresarial en el área urbana. Según el INTI, están compuestos por los siguientes grupos:

a) Vidrio: frascos, botellas, vidrio plano

b) Papel: diarios, revistas

c) Cartón: embalajes, envases

d) Plástico: botellas, tetra-pack, envases, juguetes, envoltorios

e) Metal: utensilios, mobiliario, construcción, latas

f) Textil: ropas, retazos

g) Escombros: restos de obra

h) Orgánico: restos de comida, restos de poda

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La Gestión Integrada de Residuos Sólidos (GIRS) es el término que incluye todas las actividades relacionadas con la gestión de los residuos dentro de la sociedad. El objetivo de la GIRS es gestionar los residuos de la sociedad de forma compatible con el cuidado del medio ambiente y de la salud pública, considerando la reutilización y el reciclaje de materiales recuperables (Tchobanoglous et al., 1994).

Según la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, actualmente, el modelo de gestión integral de RSU en la Argentina no es sustentable. Si bien hubo progresos en la última década, existen puntos que aún no han sido suficientemente abordados: 1) la extracción desmedida de recursos naturales, 2) el consumo despreocupado, 3) la generación de residuos domiciliarios y de grandes generadores sin la separación adecuada; 4) la disposición final en vertederos y rellenos sanitarios que están llegando a su punto de saturación, 5) la contaminación y transmisión de enfermedades que genera el sistema actual.

GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS NO SUSTENTABLE (SANTIAGO SOLDA, 2011)

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GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS SUSTENTABLE (SANTIAGO SOLDA, 2011)

La gestión integral de residuos sólidos sustentable supone una serie de pasos:

1) Generación. En cuanto a la generación se trata de promover una educación que apunte a los hábitos de consumo de la población y a la regulación de las actividades económicas con la meta de disminuir la producción de residuos.

2) Separación en Origen. La correcta separación en origen (en los hogares y empresas) incluye desde la forma en que se manipulan los residuos al generarse hasta su disposición para la recolección. Si bien el tipo de separación puede variar, existen ciertos criterios de mínima que suelen respetarse: secos-húmedos, inorgánicos-orgánicos, reciclables-no.reciclables.

3) Recolección. Se trata de recoger y transportar los residuos en los puntos indicados (contenedores, puerta de los hogares, puntos verdes, etc.) para llevarlos a donde corresponda: a la planta de tratamiento, a la estación de transferencia o al sitio para la disposición final.

4) Tratamiento. Los residuos deben recibir tratamiento para posibilitar su reutilización. El método y el producto final varían según el material. Por ejemplo, los residuos orgánicos pueden derivar en compostaje u otros, así como los residuos secos pueden reutilizarse como materia prima en botellas, papeles, etc. De este modo, los residuos son valorizados y reintroducidos al mercado, disminuyendo el consumo de recursos no renovables, o tratados para minimizar el impacto ambiental negativo. Sólo aquello que no sea recuperable pasa a disposición final.

5} Disposición final

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III.- La Ambientalización de los Conflictos sociales y la emergencia de El Álamo

El avance del modelo GIRS sustentable, a escala global, junto con la acción de organizaciones sociales, a escala local, insertaron formalmente a los cartoneros en la cadena de valor del reciclaje a partir de una lucha por el reconocimiento.

El 28 de agosto de 2002, el diario Página|12 publicó una nota periodística en la que se hacía eco de las declaraciones del por entonces

candidato a Jefe de Gobierno de la CABA, Macri, en las que manifestaba su intensión de “meter presos” a quienes “se roban la basura” puesto “es tan delito robar la basura como robar a un señor en la esquina”. Macri hacía referencia a la vigencia de la ordenanza municipal 33.581, sancionada en 1977, durante la intendencia de facto de Osvaldo Cacciatore, que prohibía la manipulación de residuos a toda persona ajena a las empresas recolectoras.

Seis años después, el 25 de septiembre de 2008, el periódico Infobae titulaba una nota “Macri quiere a cartoneros para la recolección de residuos”. Habiendo asumido la jefatura de gobierno un año antes, daba curso un proyecto de ley que contemplaba el eje social en el manejo de los residuos a partir de la inclusión de los cartoneros y la formalización de su trabajo. ¿Qué sucedió para que aquella figura política que consideraba a los cartoneros delincuentes pasase a ubicarlos como engranaje del modelo de ciudad sustentable en el rol de recuperadores urbanos?

Comprender la inclusión de los cartoneros en la CABA implica situarlos dentro de un proceso socio-histórico particular en el que se conjugan los efectos en la estructura productiva de la crisis argentina, que tuvo su punto álgido en diciembre de 2001, con la “ambientalización de los conflictos sociales” (Leites Lopes et. al 2004: 19). Esto último se refiere al proceso histórico que supuso la interiorización de las diferentes facetas que hicieron del medio ambiente una “cuestión pública” que transformó la dinámica y lenguaje de los conflictos sociales, produciendo formas de institucionalización y organización alternativas. La “ambientalización” implica transformaciones que ocurren en simultáneo en el estado y en el comportamiento de las personas y están vinculadas con 5 factores (Leites Lopes et. al 2004):

1. El crecimiento de la importancia de la esfera institucional del medio ambiente entre los años 1970s y el final del siglo XX. 2

2. Los conflictos sociales a nivel local y sus efectos en la interiorización de nuevas prácticas.

3. La educación ambiental como nuevo código de conducta individual y colectiva.

4. La cuestión de la “participación” como clave de la acción política.

5. La cuestión ambiental como nueva fuente de legitimidad y de argumentación en los conflictos.

La emergencia de El Álamo como cooperativa en 2005 da cuenta, a su vez, de una arista particular de este proceso en la CABA: la articulación entre cartoneros y vecinos a través de la inserción territorial de la actividad y de las asambleas barriales. A partir de esta alianza, que tuvo sus vaivenes, se impulsó una lucha por el desarrollo de políticas que reconocieran a la actividad del cartonero como un servicio público con impacto ambiental. Y es a partir de esta clave de lectura que se hizo posible la articulación con ONGs y agencias de cooperación internacional, las cuales contribuyeron en la obtención de recursos humanos y materiales.

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2 Se puede suponer que la constitución de esa cuestión se inició en los países desarrollados industrialmente se relaciona con la producción de accidentes industriales ampliados, de grandes riesgos y de su internacionalización. Así en la conferencia de Estocolmo de 1972 fue propuesta por Suecia incomodada por la polución en el mar Báltico, por la lluvia ácida, por los pesticidas y los metales pesados encontrados en los peces. Tal polución sería causada no sólo por las industrias nacionales, sino también por aquellas de países vecinos, y los problemas ambientales contribuyen para el surgimiento de “cuestiones globales” (Leites Lopes et. al 2004).

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LA CRISIS DE 2001: DE CARTONEROS Y ASAMBLEAS

Desde la década de los 1990s hasta principios de los 2000, la Argentina sufrió transformaciones profundas en la estructura social y productiva a partir de medidas que incluyeron la apertura económica, la paridad cambiaria (que ataba el peso al dólar estadounidense), la privatización de empresas y la reestructuración del mercado de trabajo. Respecto de este último, la desregulación, flexibilización y precarización del marco normativo y legal que estructuraba las relaciones laborales, produjeron una fragmentación del salario y una distribución del ingreso que se concentró en los deciles más altos de la población (Tenti Fanfani, 1996; Battistini, 2004; Salvia, 2004, 2005). Esta situación tuvo como correlato el avance del desempleo estructural empujando por debajo de la línea de pobreza (es decir, del ingreso mínimo para subsistir) a un porcentaje cada vez mayor de la población.

El punto álgido de la crisis económica y social se sucedió en diciembre de 2001 cuando las altas tasas de desempleo y el aumento de la protesta social (cortes de rutas y manifestaciones) fueron acompañados por medidas económicas restrictivas. El llamado “impuestazo”, que supuso la baja del mínimo no imponible reduciendo directamente el salario de los trabajadores, y el “corralito”, una disposición que limitaba la movilidad de los fondos depositados en los bancos que afectaban directamente a la clase media, terminaron de poner en jaque al gobierno nacional.

A finales de diciembre de 2001, la dinámica política adquirió una velocidad inusitada. El miércoles 19 por la mañana, en la sede de Cáritas Argentina3 , el obispo católico de San Isidro, Jorge Casaretto, convocó a representantes del gobierno, de la oposición, a sindicalistas y a empresarios, para buscar una salida consensuada al estallido social que vivía la Argentina. Ante la falta de respuestas claras por parte del presidente de la Rúa y sus asesores, no se logró obtener ningún compromiso. Simultáneamente, en los primeros cordones de la Provincia de Buenos Aires se suscitaron olas de saqueos violentos que el gobierno atribuyó al actuar de algunos intendentes del partido justicialistas. Esa misma tarde se declaró el estado de sitio por treinta días en todo el territorio nacional. Con el correr del día se motorizó una protesta masiva (“cacerolazo”4) y un apagón voluntario contra la política económica, que se transformó en un reclamo anti-representación bajo el lema: “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. La clase dirigente argentina, en su conjunto, aparecía como responsable de la situación. El 20 de diciembre, habiendo perdido el apoyo de gran parte de su propio partido, la UCR (Unión Cívica Radical), renuncia de la Rúa. Cinco políticos se sucederán en el ejecutivo nacional en lapso de trece días; el último de los cuales, Duhalde, toma posesión del ejecutivo el 1 de enero de 2002 entregando el mando en mayo de 2003 al justicialista Kirchner, quien fue elegido a través del voto popular. Durante este período de profunda crisis ciertas actividades, como el cirujeo, se resignficaron así como diferentes formas de

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3 Cáritas es la Confederación de las Entidades de Acción Caritativa y Social de la Iglesia Católica que tiene sedes en cada país.

4 El “cacerolazo” es una forma de protesta característica, principalmente, de los sectores medios, en la cual los manifestantes expresan su descontento a través del ruido obtenido por golpear objetos (comúnmente, utensilios de cocina cacerolas, sartenes, etc.) a una hora acordada de antemano (o a veces espontáneamente). Una de sus principales particularidades es que no requiere de concentración en algún lugar determinado, lo cual le permite alcanzar un alto grado de adhesión y participación. A veces, los “cacerolazos” son acompañados por otras medidas de protesta como apagones voluntarios, boicots al consumo, bocinazos de automóviles, corte de calles, entre otros.

EVOLUCIÓN TASA DE DESEMPLEO SEGÚN INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) 2º semestres*

1990: 6,3% 1994: 12.1% 1998: 12.4% 2002: 17.8% 2006: 8.7% 2010: 7.9%

1991: 6.0% 1995: 16.6% 1999: 13.8% 2003: 17.3% 2007: 8.5% 2011: 7.1%

1992: 7.0% 1996: 17.3% 2000: 14.7 2004: 14.8% 2008: 7.9% 2012: 6.9%

1993: 9.3% 1997: 13.2% 2001: 18.3 2005: 11.6% 2009: 8.7%

* En los últimos años hay un debate respecto al correcto funcionamiento del organismo.

En relación al desempleo, la medición excluye a aquellas personas que reciben algún plan asistencial.

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organización social cobraron relevancia. Entre ellas se destacaron, sobre todo en los sectores medios de la ciudad de Buenos Aires, las asambleas barriales.

El cirujeo, es decir la actividad de subsistencia a partir de la recuperación para consumo o venta de residuos, es una práctica que se remonta a fines del siglo XIX en la ciudad de Buenos Aires (García, 2007). Entre las principales características de este grupo social se destacan la posibilidad de una elección de un estilo de vida no regido por los horarios de un trabajo regular, la posibilidad de una “libertad” asociada a obtener los medios de subsistencia al aire libre y “salir a cirujear” cuando la persona desea o necesita. Pero también están la marginalidad, la pobreza y, en algunos casos, el cirujeo vinculado a enfermedades de la psiquis. Fue esta composición social de los cirujas la que se complejizó a principios del siglo XXI a partir de la expulsión de miles de personas del mercado formal del trabajo. Como bien lo remarca Gorbán (2009): “ya no se trata del mundo de los arrabales y el vagabundaje, sino de un mundo ligado al trabajo (aún en sus formas más precarias e informales)”. Paradójicamente, en el momento histórico que en Argentina se perdían numerosos puestos de trabajo, lo cirujas comenzaron a ser pensados como trabajadores. Como parte de este desaplazamiento (del vagabundo al trabajador) la noción de “ciruja” fue dejando paso a la denominación “cartonero” (que comienza a instalarse alrededor del 2003 según Gorban 2009: 50)5 y que culminará con el reconocimiento oficial como “recuperadores urbanos”. Para comprender estas transformaciones, vale remarcar que los empleos precarios habían crecido un 70% entre 1998 y 2002.6 Es decir, de las 13,8 millones de personas que constituían la población económicamente activa, 9,6 millones estaban desocupadas o subempleadas. Si bien no hay datos estadísticos precisos, el relevamiento realizado en 1999 por las universidades de Lanús y General Sarmiento arrojaba que, por entonces, 25 mil personas se dedicaban a la recuperación de materiales en el área metropolitana de Buenos Aires y cerca de 100 mil vivían directa o indirectamente de esta actividad.

Dicha situación, que había sido percibida por los políticos locales como un mal que debía ser erradicado, puesto que era asociado a la suciedad y al delito en la ciudad, fue progresivamente concebido como una situación a regular por el peso de la propia práctica de los cartoneros. Fue entonces que se desarrolló el primer “Programa de Recuperadores Urbanos” que, entre finales de 2002 y 2004, relevó, registró y vacunó a quienes desarrollaban dicha actividad. De los 13.279 cartoneros registrados hacia julio de 2004, el 64,2% eran varones. El 15,6% del total tenían entre 14 y 18 años y si a ello se suma la franja etaria más representada en la muestra que es la de los jóvenes entre 19 y 29 años (33%), se llega a que casi la mitad de los cartoneros tenía entre 14 y 29 años. Por otra parte, del total de personas encuestadas, el 60,9% no llevaba más de un año en esta actividad, muchos de los cuales tenían una trayectoria como obreros la cual fue fundamental al momento de organizarse.

El reconocimiento de la actividad recibió, desde 2003, un impulso por parte de organismos internacionales y ONGs que aumentaron el financiamiento a proyectos y organizaciones que dieran respuestas a la gestión de RSU que implicasen alternativas al enterramiento sanitario. El avance del paradigma de las “ciudades sustentables” abrió la posibilidad de concebir la actividad del cartonero como una respuesta socialmente inclusiva a los nuevos requerimientos en el tratamiento de los residuos. La figura de “promotores ambientales” vino entonces a complejizar aún más la actividad, la cual adquiría densidad a medida que las cuestiones que hacían a la exclusión social eran atravesadas por problemáticas ambientales cuya solución era posible mediante el desarrollo de políticas públicas específicas. Fue este proceso de “ambientalización de los conflictos sociales” el que permitió a los cartoneros no quedarse exclusivamente ligados a los acontecimientos de 2001 y reactualizar su agenda, desafíos y alianzas.

En cuanto a las experiencias organizativas de los cartoneros (como las asociaciones, cooperativas y agrupamientos informales) tomaron impulso en los primeros años del 2000 y tenían como finalidad obtener mejores precios frente a los acopiadores, desarrollar estrategias defensivas frente a las

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5 Para un análisis sobre la circulación de la categoría cartoneros en los medios gráficos de Capital Federal entre fines del 2001 y 2003 ver Adissi (2003).

6 Según un estudio de 2002 elaborado por investigadores de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Católica Argentina (ver Gorbán, 2009).

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autoridades y/o apoyar la formalización del trabajo.7 Muchos de estos intentos fueron diluyéndose, otros se fortalecieron. Entre las dificultades emergía el hecho de que este tipo de organizaciones apuesta a congregar trabajadores cuya tarea aparenta tener una lógica individual pero que deben negociar colectivamente con diferentes agentes para obtener reconocimiento público. Allí, la cuestión del liderazgo se torna crucial. Si bien la presencia de trabajadores con trayectoria obrera (es decir, con ritmos de trabajos regulares, con más o menos experiencia de sindicalización) era importante, fue clave el rol de los militantes externos al universo cartonero. Se trató, mayormente, de (ex)miembros de partidos políticos o líderes de organizaciones sociales que asumieron un compromiso y un rol de liderazgo de las flamantes organizaciones. En esta articulación de agentes ubicados en diferentes posiciones del espacio social se destacó el rol de las asambleas barriales que, en algunos casos, ayudaron en la gestión con los vecinos, en la búsquedas de subsidios o préstamos y en la negociación con el estado y demás organismos de cooperación.

Como se mencionó al inicio del apartado, entre las formas organizativas que emergieron durante la crisis se encontraban las asambleas que, hacia marzo de 2002, llegaron a ser 112 en la CABA con una participación promedio de entre 90 y 130 personas en cada una (Centro de Estudios Nueva Mayoría, 2002). Se trató de un movimiento que se desenvolvió de forma mayormente espontánea, con escasa coordinación a excepción de algunos intentos, cuya velocidad de aparición sólo es comparable con la rapidez de su desaparición. Dentro del movimiento existe, siguiendo a Rossi (2005 a y b), una diferencia entre la “asamblea vecinal” y la “asamblea popular”. Entre los rasgos promisorios de las asambleas populares (el ala radical) se parte de considerar una doble crisis: la del sistema capitalista (en su modelo neoliberal) y la de la democracia representativa de partidos. La respuesta era la formación de focos de beligerancia popular que planteasen formas de organización-acción a partir del colectivo pueblo. Por su parte, las denominadas asambleas vecinales representaban el ala moderada del movimiento y apostaban a una democracia participativa territorial que permitiera tanto la proposición como el control de los actos de gobierno en su condición de vecinos interesados. En ambos tipos de asamblea, como modalidad de acción se apostó a evitar tanto el voto individual como la elección por mayoría en el intento de tomar decisiones por consensos incluyentes. Para lo cual, las jornadas de reflexión, las sesiones plenarias no resolutivas, abrían la posibilidad de un debate previo que permitiese llegar a consensos en la asamblea (Rossi, 2005 a y b).

Fue sobre todo la participación activa de grupos de militantes de izquierda, anarquistas y socialistas los que intentaron dar continuidad a esta forma de penetración territorial, ensayando intentos de articulación entre diferentes asambleas (por ejemplo la Interbarrial de Parque Centenario). Sin embargo, a medida que la emergencia iba pasando, esta modalidad de acción fue perdiendo continuidad quedando únicamente aquellas asambleas que se articularon con otros actores y/u otros proyectos (como los cartoneros, partidos de izquierda o agrupaciones de trabajadores como la por entonces flamante Central de Trabajadores Argentinos).

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7 Gorbán (2009) propone una clasificación de estas organizaciones en 5 grupos: “1. Organizaciones que se articulan a partir de la defensa del ―cartoneo como actividad laboral y a su vez desarro%an una serie de acciones vinculadas con problemáticas cotidianas de estos trabajadores 2. A partir de la unión en torno a la venta colectiva del cartón, se generan otras acciones (solidarias - comunitarias, ecológicas, comerciales) 3. Asociaciones dedicadas a otras actividades sociales que incorporan la problemática de los cartoneros. 4. Organizaciones que representan intereses de los trabajadores cartoneros y buscan obtener beneficios para éstos. 5. Organizaciones dedicadas a la recolección, acopio y comercialización conjuntas.”

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EL ÁLAMO DESDE LAS VÍAS AL CENTRO VERDE

La Cooperativa El Álamo tiene una particularidad: se ubica en la CABA en un barrio de clase media, residencial.

El proceso de conformación de cooperativa tiene sus inicios en 2001 cuando, como comenta un vecino, “empiezan a bajar los cartoneros” en la estación de trenes de Villa Pueyrredón. La reacción de los habitantes del barrio fue dispar. Si buen una amplia mayoría asociaba su presencia a la inseguridad, la suciedad, generando un estado de pánico moral, otra parte de los vecinos empezaba a tejer lazos de solidaridad con los cartoneros que llegaban de la Provincia de Buenos Aires recorriendo distancias de hasta 90 km (como aquellos que venían desde la localidad de Zárate o Campana). Una de las panaderías cercanas a la estación junto a una iglesia evangélica comenzaron a brindarles una colación de manera gratuita. Al lado de las vías había un lavadero de automotores que, habiendo cerrado por la crisis, se convirtió en el espacio de agrupamiento.

En 2002 se crea la Asamblea Popular de Villa Pueyrredón en un local ubicado a pocas cuadras de la estación y, entre las actividades propuestas, comienza a funcionar en el mes agosto el merendero que atendía a los cartoneros que trabajaban en la zona. En ese mismo período, un grupo de cartoneros ocupa el lavadero donde armaron un asentamiento precario. A medida que los niveles de tensión en el barrio iban en aumento, los miembros de la Asamblea funcionaban como mediadores con los vecinos y las autoridades (policiales y políticas). La situación era compleja. En una de las entrevistas realizadas, uno de los vecinos comenta que “un día me rodearon todos, entré al fondo del lavadero:

X: -Decinos que piensan los vecinos de nosotros. Y: -Si soy sincero, ustedes no me cagan a trompadas ¿no? Ustedes son unos negros de mierda que les acaban de arruinar la vida.”

Pero los conflictos no se limitaban al vínculo con los vecino sino que también existían enfrentamientos internos entre diferentes facciones que pertenecían a diferentes localidades y tenías diferentes proyectos (la pelea entre aquellos recuperadores de Benavídez y León Suárez que estaban enfrentados con aquellos de Campana y Zárate).

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Exi s ten t res r a sgos particulares, que son claves para comprender l a emergencia y desarrollo de la

cooperativa El Álamo:

1. La localización en un barrio de clase media de la CABA, Villa Pueyrredón, con las implicancias en términos de dinámicas sociales y calidad de materiales.

2. El vínculo con el estado que permit ió e l pa sa je de car toneros a recuperadores urbanos y de las vías al centro verde.

3 . La impronta de un liderazgo personalista, militante y no cartonero, que difiere de cargos formales.

El Álamo

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En 2003, el Programa de Recuperadores Urbanos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires censó y vacunó a los recuperadores. En tanto, los vecinos de Villa Pueyrredón realizaron denuncias y quejas por la ocupación del predio en los márgenes de las vías. Uno de los eventos de mayor magnitud fue cuando en 2005 cortan las vías exigiendo a la justicia y a la empresa concesionaria del servicio de ferrocarriles el desalojo de los cartoneros.

Por ese entonces, el grupo de Campana y Benavídez había vencido en la disputa interna y junto con algunos referentes de la Asamblea comienzan el camino de constitución de una cooperativa obteniendo en 2005 la personería jurídica. Sin embargo, aún no había un predio. El desalojo de las vías empuja a trabajar precariamente en el predio del Buen Pastor por dos años y medio (2006-2008) en un estado de alerta continua con presiones por parte de los vecinos y de la policía. Con mediación de los abogados y referentes de la Asamblea se lleva a cabo las gestiones con el gobierno local para el otorgamiento, en 2007 bajo la modalidad comodato, del “Galpón de Roosevelt”. Se emprendió entonces, la tarea de acondicionar ese espacio abandonado, realizándose las obras de remodelación en 2011. Allí, junto con los fondos oficiales, el auspicio de organizaciones como AVINA permitieron que la cooperativa tenga su primer unidad productiva.

En tanto la Asamblea Popular de Villa Pueyrredón desaparecía dejando paso al Centro Cultural Nunca Más.

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DESARROLLO LEGAL: DE CRIMINALES A RECUPERADORES URBANOS

1) PRINCIPALES ANTECEDENTES: EL “CIRUJEO” COMO DELITOSe trata de una serie de instrumentos legales sancionados durante la última dictadura militar

(1976-1983) y mantuvieron vigencia hasta principios de la década del 2000.

• 1977-1978: El Convenio entre la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires que supuso la creación del CEAMSE. El 6 de mayo de 1977 la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires firmaron un convenio (aprobado por el Decreto-Ley 8981/78 del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, del 2 de febrero de 1978). Mediante el mismo, ambos gobiernos determinaron que el relleno sanitario, denominado Cinturón Ecológico y ubicado en la provincia de Buenos Aires, sería el sistema oficial para resolver el problema de la eliminación y disposición final de los residuos en el área metropolitana. El 17 de julio del mismo año fue creado el Cinturón Ecológico del Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE)8 por el Decreto-Ley 9.111 del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Se trata de una sociedad del Estado de carácter interjurisdiccional con gestión privada cuyos recursos derivan del pago de los municipios por tonelada de residuo entregado. Como consecuencia, se prohibieron los depósitos de basura y/o la recuperación de elementos de la misma, sea en espacios abiertos o cerrados y la disposición final de la basura mediante su quema o incineración. Se prohibió expresamente el “cirujeo”.

• La Ordenanza Nº 33.581/1977 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires en su Artículo 6° determinaba que: “Queda prohibida la selección de residuos domiciliarios, su recolección, adquisición, venta, transporte, almacenamiento o manipuleo en contravención a las normas reglamentarias pertinentes o la remoción de los residuos que se depositen en la vía pública, en sus respectivos recipientes, para su retiro por parte del personal afectado a tales tareas”. 

• Ordenanza N° 51.453/1997, Pliego de Bases y Condiciones de la Licitación Pública Nacional e Internacional N° 14/97 para la Contratación de los Servicios de Higiene Urbana de la Ciudad de Buenos Aires. Habrá que esperar hasta 1997 para que, por primera vez, en la licitación de la recolección de residuos de la ciudad se incluya una pauta vinculada a instancias de valorización de residuos: el gobierno “requerirá a los adjudicatarios la incorporación de técnicas para la recolección de los residuos domiciliarios diferenciados por categoría o destino (vidrio, metales, etc.)”. Este requerimiento tenía como máximo “hasta un 10 % del total en peso a partir del segundo año de operación” (Artículo 80). Sin embargo, este Pliego fue prorrogado varias veces hasta que se aprobó uno nuevo en 2003.

2) PRINCIPALES DISPOSICIONES QUE MARCAN DESDE 2002 LA INCORPORACIÓN Y EL RECONOCIMIENTO DEL CARTONERO

• La Ley N° 992/2002 de la CABA, fue sancionada el 12 de diciembre de 2002 en respuesta al creciente número de cartoneros que trabajaban en la ciudad. Por medio de esta Ley, se seclaró a los Servicios de Higiene Urbana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como un servicio público que incorpora a los recuperadores de residuos reciclables a la recolección diferenciada en el servicio. La ley derogó las Ordenanzas previas que consideraban la práctica de manipular residuos en la vía pública sin autorización un delito. Creó, a su vez, el Registro Único Obligatorio Permanente de Recuperadores de Materiales Reciclables (RUR) y dispuso la entrega de una credencial para ser utilizada durante el desarrollo de su actividad; vestimenta de trabajo, guantes y material reflectante autoadhesivo.

• A través del Decreto N° 662 del 30 de mayo de 2003 se reglamentó la ley estableciendo que: 1) “los recuperadores son actores sociales importantes en el manejo de los materiales reciclables, en el beneficio ambiental que genera el reciclado, y la disminución en la cantidad de residuos que es trasladada para su disposición final” , 2) los recuperadores inscriptos se encuentran habilitados para ejercer su trabajo en todo el ámbito de la CABA, 3) se creó el Programa de Recuperadores Urbanos y Reciclado de la Ciudad de Buenos Aires (PRU) dentro del organigrama del Gobierno de la Ciudad (encargado entre otras cosas de implementar

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8 En 1987 el nombre cambió a “Coordinación Ecológica del Área Metropolitana Sociedad del Estado”.

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el RUR)., 4) estableció que debía crearse una Mesa de Diálogo entre los Recuperadores y la Coordinación General del PRU. En su implementación, la ley y el RUR no implicaron una real inclusión social de los cartoneros existiendo serias dificultades para que mejoraran sus condiciones de trabajo.

• El “Pliego 06/2003 de Bases y Condiciones generales y particulares para la licitación pública nacional e internacional para contratar la prestación del servicio público de higiene urbana para cinco zonas de la ciudad de Buenos Aires” aprobado mediante el Decreto N°1.838. El Pliego introdujo elementos novedosos en tanto: 1) cambió el criterio de pago del peso (por tonelada) al principio de “área limpia”, 2) estableció un servicio de recolección diferenciada en grandes generadores (pero sin incluir a los recuperadores urbanos), 3) dispuso un sistema mixto de gestión de residuos en el que intervendrían las empresas, los recuperadores y las cooperativas de recuperadores, 4) previó la construcción de Centros Verdes (uno por cada zona licitada), para acopio y comercialización que recibirían el material de la recolección diferenciada y en donde trabajarían los recuperadores urbanos. Los contratos comenzaron en febrero de 2005 (luego fueron prorrogados en tres ocasiones).

• La Resolución N°50 y la obligación de separar. Elevada por la Secretaría de Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable Buenos Aires el 17 de febrero de 2005, estableció la obligación para los generadores denominados "Hoteles", de cuatro y cinco estrellas, edificios públicos del Gobierno de la CABA, Corporación Puerto Madero y edificios de propiedad horizontal que tengan una altura superior a 19 pisos radicados en el ejido de la Ciudad, de separar los residuos domiciliarios generados, y disponerlos en forma diferenciada, a partir del 20 de febrero de 2005.

• La Ley N°1.854 De Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos o “Basura Cero”. Sancionada el 24 de noviembre de 2005 y derivada de un proyecto elaborado por la ONG Greenpeace que dio lugar a una serie de debates entre 2004 y 2005 en los que participaron activamente las organizaciones cartoneras.9 Se adoptó el concepto de “Basura Cero” entendido como “el principio de reducción progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado”. Se propuso “Desarro%ar instrumentos de planificación, inspección y control con participación efectiva de los recuperadores urbanos, que favorezcan la seguridad, eficacia, eficiencia y efectividad de las actividades de gestión de los residuos”. Se estableció un criterio de reducción progresiva de los volúmenes de basura a enterrar (fijando para el año 2020 la prohibición de enterrar residuos reciclables) así como la prohibición de la combustión de residuos. Se determinó la recolección diferenciada de residuos secos por un lado y residuos húmedos por el otro, dando “prioridad e inclusión en el proceso de recolección y transporte de los residuos sólidos urbanos secos y en las actividades de los centros de selección, los recuperadores urbanos, en los términos que regula la Ley N° 992” (Artículo 43). A su vez, incluyó el hecho de que la Ciudad debía adoptar “las medidas necesarias para establecer líneas de crédito y subsidios destinados a aque%as cooperativas de recuperadores urbanos inscriptas en el Registro Permanente de Cooperativas y de Pequeñas y Medianas Empresas (REPyME)” (Artículo 44). Instituyó un Consejo Asesor Permanente para monitorear el cumplimiento de la Ley (del cual formaron parte las organizaciones que habían participado de los debates que derivaron en la misma).

• La Resolución N°808/2007 y la nueva definición de Generadores Responsables Elevada por el Ministerio de Medio ambiente del GCBA el 19 de octubre de 2007. Mediante esta resolución se incorpora como Generadores Responsables a: comercios, industrias o empresas de servicios que posean más de diez empleados, bancos y entidades financieras o aseguradoras, supermercados, centros comerciales a cielo abierto, shopping o grandes centros comerciales en espacios cerrados, centros educativos privados y restaurantes. Estos generadores tienen el deber de separar los residuos generados y disponerlos en forma diferenciada.

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9 Fue reglamentada por los Decretos Nº 639/2007 y Nº 760/2008. A través del primero se designó al Ministerio de Medio Ambiente de la ciudad como autoridad de aplicación de la ley, y se estableció la conformación de una Comisión con el objetivo de elaborar y elevar un proyecto de ley de regulación de envases de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

3) NUEVO PROCESO LICITATORIO 2008-2013 • El Gobierno de la Ciudad presentó un Proyecto de Ley (1791-J-2008) por medio del cual solicita a

la Legislatura que autorice al Poder Ejecutivo a concesionar el Servicio Público de Higiene Urbana en vistas al vencimiento del contrato de recolección entonces vigente. El proyecto fue criticado por diversas organizaciones ambientalistas y de recuperadores porque implica el incumplimiento de la Ley 1.854. Se dieron reuniones en la Legislatura Porteña y en octubre se desarrolló una Audiencia Pública para debatir el proyecto que derivó, en el mes de octubre, en una reunión entre las comisiones de Obras y Servicios Públicos, Ecología y Presupuesto, que pusieron bajo consideración las distintas propuestas y proyectos presentados. El 7 de julio de 2008, se firmó un acuerdo entre las organizaciones de cartoneros y el Ministerio de Ambiente y Espacio Público Por el mismo, el gobierno local se comprometió a: 1) concesionar como Servicio de Higiene Urbana exclusivamente los residuos húmedos, y desarrollar una política de gestión integral con participación directa de los recuperadores urbanos, a quienes se reconoce como principales protagonistas de los esfuerzos en pos del reciclado en el ámbito de la ciudad; 2) discutir un marco jurídico que otorgue a las cooperativas y a los recuperadores urbanos independientes la gestión de los RSU secos; 3) garantizar el servicio de transporte a los recuperadores que utilizaban los ramales suspendidos (tren blanco), proveer colectivos y pagar los gastos del transporte para los recuperadores agrupados en el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). 4) proveer logística necesaria para traslado desde grandes generadores a centros verdes con participación de cartoneros; y 5) finalizar los otros centros verdes previstos (entre ellos se encontraba el de La Cooperativa “El Álamo”) en el marco de “Proyecto Global de Recolección y Centro Verde. 10

4) LAS NUEVAS LICITACIONES Y LA INCORPORACIÓN FORMAL DE LAS COOPERATIVAS• En abril de 2010 el GCBA presentó una nueva versión preliminar de los Pliegos para la Licitación

Pública para la Contratación del Servicio Público de Higiene Urbana (Fracción Húmedos) y de un Concurso Público para el Servicio de Recolección de Residuos Sólidos Urbanos (Fracción Secos). El GCBA firmó un Convenio con las Fundaciones Poder Ciudadano y Cambio Democrático para que llevaran a cabo un proceso abierto de consulta sobre los pliegos, garantizando su carácter participativo y transparente. El 27 de julio ese proceso finalizó con una Audiencia Pública dentro de la cual se presentaron propuestas para mejorar los Pliegos. En septiembre del mismo año se conocieron las versiones finales de los pliegos, cuyos puntos centrales en lo referente a RSU secos son: 1) El servicio a prestar durante el plazo de vigencia del convenio está a cargo exclusivamente de Cooperativas de Recuperadores Urbanos (CRU) en forma concurrente con el GCBA. 2) Como contraprestación a su servicio, las Cooperativas concesionarias dispondrán de la plena propiedad y gozar del consecuente beneficio económico de los Residuos Sólidos Urbanos Secos. 3) Las zonas donde las CRU realizaban el servicio de manera preexistente no son sujetas a concurso. El resto de la ciudad es dividida en 12 zonas. Cada Cooperativa puede se concecionaria de hasta 2 zonas.

En cuanto a los servicios que las Cooperativas deben prestar, éstos son:

1) Recolección de RSU secos puerta a puerta y su traslado a un Centro Verde o establecimiento análogo a designar.

2) Separación Clasificación de todos los RSU Secos en el Centro Verde y la consecuente enajenación de los mismos en su beneficio patrimonial.

3) Capacitación a los asociados de la cooperativa para realizar las tareas.

4) Inclusión de recuperadores urbanos individuales que se encuentren desarrollando el servicio por cuenta propia.

5) Ejecución de políticas de comunicación y concientización de la comunidad respecto de los beneficios de la separación en origen y el reciclado de los RSU.

6) Ejecución de políticas de erradicación del trabajo no registrado, insalubre e infantil.

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10 La siguiente información a sido extraida de Schamber; 2012: 9.

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7) El servicio debe prestarse, como mínimo, una vez por semana.

Por su parte, el GCBA se compromete a implementar, gradualmente, una serie de Programas:

1) Programa Integral de Logística (PIL) que implica que el GCABA debe entregar en comodato, como mínimo, un camión completamente equipado por Zona.

2) Programa de Erradicación del Trabajo Infantil (PETI) que desarrolle políticas públicas al respecto e instale una guardería infantil por Centro Verde.

3) Programa de Inclusión Social Integral (PISI) cuya misión es garantizar a todos los asociados de las cooperativas el acceso al monotributo social, seguro de accidentes personales, uniforme e implementos de higiene y seguridad laboral.

4) Programa de Incentivo Mensual (PIM) implica que cada Recuperador Urbano, a través de la cooperativa a la que se encuentra afectado, recibirá un incentivo en pecuniario mensual, siempre y cuando cumpla sus tareas.

5) Programa de Gestión de Centros Verdes (PGCV) debe garantizar el mantenimiento, la seguridad, el contralor administrativo, y transporte de negativos de los Centros Verdes. Se garantizará a las CRU que no dispongan de Centros Verdes, horarios para que hagan uso de los que se construyan en el futuro o de los existentes, en caso de que haya capacidad ociosa en el mismo y previo acuerdo con las CRU que los gestionen.

• Ley Nº 4.120/2011 de marco regulatorio del Servicio Público de Higiene Urbana (SPHU), sancionada el 7 de diciembre de 2011 y promulgada el 18 de enero de 2012, prorroga los contratos de las empresas recolectoras vigentes con las empresas desde el año 2005 y estableciendo un plazo de dos años para licitar el servicio.

• El 29 de abril de 2011 finalizó el plazo de recepción de ofertas. 13 cooperativas presentaron 13 propuestas. Según la Resolución 899/12 del MAyEPGC (publicada en el Boletín Oficial del GCABA del 10 de agosto de 2012) las cooperativa de recuperadores se convirtieron en adjudicatarias de las zonas concursadas, según siguiente distribución:

Zona Nº 1 Y 2: COOPERATIVA DE TRABAJO AMANECER DE LOS CARTONEROS LIMITADA

Zona Nº 3: COOPERATIVA DE TRABAJO RECUPERADORES URBANOS EL ÁLAMO LIMITADA

Zona Nº 4: la COOPERATIVA DE PROVISIÓN DE SERVICIOS PARA RECOLECTORES DEL OESTE LIMITADA

Zona Nº 5: COOPERATIVA DE TRABAJO CARTONERA DEL SUR LIMITADA

Zona Nº 6: COOPERATIVA DE TRABAJO RECUPERADOR URBANO EL TREBOL LIMITADA

Zona Nº 7: COOPERATIVA DE TRABAJO ALELI LIMITADA

Zona Nº 8: COOPERATIVA DE TRABAJO RECICLANDO TRABAJO Y DIGNIDAD LIMITADA

Zona Nº 9 y 10: COOPERATIVA DE TRABAJO BAIRES CERO CON LIMITADA

Zona Nº 11: COOPERATIVA DE TRABAJO PRIMAVERA LIMITADA

• Decreto N° 456 /2012: Nuevo Concurso para realización de plantas de tratamiento de los RSU. El decreto fechado el 20 de septiembre de 2012 generó reclamos por parte de las CRU, ONGs y legisladores puesto que no contemplaba en las bases el trabajo que ya realizan las Cooperativas, pudiendo afectar el mismo. Como resultado, se publican Circulares aclaratorias que garantizan el trabajo de los recuperadores urbanos.

• El 12 de diciembre de 2012 se convocó a una Audiencia Pública para el 17 de enero de 2012 por nuevos proyectos de Pliegos para contratación del SPHU Fracción Húmedos.

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• Firma del primer contrato de prestación de servicios por cuatro años entre las cooperativas de cartoneros adjudicatarias del servicio de recolección de RSU secos y el GCBA, 2 de enero de 2013. El contrato es un hito en los procesos de organización y formalización del trabajo de los recuperadores. El contrato se basa en el Pliego de 2010 e incorpora nuevos elementos puesto que el GCBA se compromete a: 1) llevar a cabo acciones para mejorar las condiciones de venta para las cooperativas; 2) desarrollar un plan anual para la implementación de los programas en cada zona en acuerdo con la cooperativa; 3) convocar a la creación de un Comité de Seguimiento y Control de los objetivos de la aplicación del sistema con participación de todas las cooperativas prestatarias; 4) brindar asistencia técnica para la prestación del servicio y la inclusión social de los Recuperadores Urbanos y la generación de un Reglamento de Recuperadores Urbanos, 5) Incrementar anualmente el presupuesto para la implementación de esta política pública.

EVOLUCIÓN DEL PROCESO NORMATIVO Y POLÍTICA EN LA CABA (SCHAMBER, 2012)

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IV.- La Cooperativa como opciónBUSCAR LA FIGURA POSIBLE

La cooperativa no es la única ni la más deseable figura jurídica para este tipo de emprendimientos. En cada caso, en cada realidad nacional habrá que evaluar cuál es la mejor opción

EL FUROR DE LAS COOPERATIVAS

En las últimas dos décadas hubo en la Argentina un fuerte crecimiento del número de cooperativas. Según el Pronatass11 , el total de entidades creadas (mutuales y cooperativas) fue de 629 en los años 1790s, 1147 en los 1980s y 2121 en los 1990s (en Fajn, 2002). Desde 2001 a 2006 el INAES reconoce la creación y funcionamiento de 7958 ent idades ( 1020 mutua le s y 6938 cooperativas), entre las que se destacan las cooperativas de trabajo.

Parte del crecimiento del formato cooperativa puede explicarse como respuesta a las sucesivas crisis económicas (1995, 1998 y la más grave en 2001), en tanto alternativa para generar empleo o continuar con la actividad de empresas en quiebra. El creciente número de “empresas recuperadas” o bajo gestión obrera dan cuenta de este proceso: tan solo en la CABA hay 20 firmas bajo este régimen (http://www.buenosaires.gob.ar/areas/com_social/emp_recup/ l i s ta_empresa s / ; h t tp : / /www.fabricasrecuperadas.org.ar/).

Fajn (2002) enfatiza una diferencia sustancial en esta oleada de formación de cooperativas. Si hasta los 1980s éstas requerían un nivel de trabajo intensivo y estaban dedicadas a rubros de producción como alimentación, bebidas, textiles y madera, en los 1990s las nuevas organizaciones se centran fundamentalmente en el rubro de servicios. Emprendimientos vinculados a la construcción, limpieza, vigilancia o distribución de diarios y revistas, suponen una estructura más pequeña que demanda menor cantidad de asociados, menos calificados.

A su vez, el hecho de que su emergencia aparezca como respuesta coyuntural a la crisis tiene un efecto paradojal en tanto que es un impulso que, simultáneamente, limita su posible desarrollo y consolidación. Dicha situación se evidencia en el bajo índice de supervivencia y la alta tasa de mortalidad de la cooperativas.

En el caso de los emprendimientos de ca r toneros , como ot ra s de l a s nue va s organizaciones que surgieron en este período, la elección de conformarse como cooperativa no responde a la adhesión del ideario cooperativista per se. Por el contrario, se trata de la búsqueda de una f i gura l ega l que contemple , lo más ajustadamente posible, las particularidades de un emprendimiento que conjuga lógicas no siempre compatibles entre sí: la producción económica y la sustentabilidad social.

A su vez, asumir el formato legal de cooperativa implica para los cartoneros organizados, una t rans formac ión rad ica l de una act i v idad caracterizada por el trabajo individual (a lo sumo familiar), informal y al margen de la ley.

“Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y

democráticamente controlada”Declaración Identidad y Principios Cooperativos -

Alianza Cooperativa Internacional 1995

VALORES COOPERATIVOS1. Ayuda mutua2. Responsabilidad3. Democracia4. Igualdad5. Equidad6. Solidaridad7. Honestidad8. Transparencia9. Responsabilidad Social10. Preocupación por los demás

PRINCIPIOS COOPERATIVOS1. Membresía Abierta y Voluntaria2. Control Democrático de los Miembros3. Participación económica de los Socios.4. Autonomía e Independencia5. Educación, Entrenamiento6. Cooperación entre Cooperativas7. Compromiso con la Comunidad

INAES

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11 Programa Nacional de Asistencia técnica para la administración de los Servicios Sociales en la Argentina

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En una cooperat i va , l a s cues t iones administrativas y contables necesarias para el funcionamiento requieren de la participación de profesionales. La redacción del estatuto, el desarrollo de la estrategia de negocio suponen la contratación o la alianza con agentes que provienen de trayectorias diferentes a los propios cartoneros. Este es uno de los puntos donde el estado, las organizaciones no gubernamentales y las agencias de cooperación internacional , v inculadas principalmente a cuestiones ambientales o a economía social, juegan un rol central en la asistencia financiera y técnica.

El trabajo autogestivo y asociado que supone la cooperativa implica el desafío de una regulación de los tiempos y de las actividades que dejan de ser una decisión individual. Ya no es el ciruja libre que recorre la ciudad cuando quiere o cuando necesita. Razón por la cual, el proceso de puesta en marcha y consolidación de una cooperativa de cartoneros implica el acercamiento de universos y culturas de trabajo disímiles. En todos los casos, la viabilidad del proyecto está directamente asociada a la presencia de líderes y miembros con un nivel de formación mayor y con trayectorias ya sea de militancia política directa o por experiencia de trabajo fabril. Éstos son lo agentes que funcionan como aquellos que teoría de las organizaciones se denominan “gatekeepers”. Es decir, porteros, las personas que median entre los eslabones más débiles en tanto poseen mayor dificultad para amoldarse a culturas de trabajo formales y regladas. Vale mencionar que este tipo de cooperativas, no sólo “recuperan” empleos sino que generan nuevos puestos de trabajo al incluir personas que por edad o trayectoria nunca tuvieron un trabajo formal. Es por eso que las instancias de formación y aprendizaje resultan indispensables.

Sin embargo, no todos los cartoneros forman parte de organizaciones. Existen aquellos que trabajan de manera independiente. En efecto, según datos del Gobierno de la CABA, durante la última campaña que inició la Dirección General de Reciclado en julio de 2008, se inscribieron 5.559 recuperadores, de los cuales sólo el 62% está organizado en instituciones formales de trabajo. A su vez, existen organizaciones que funcionan “en negro”, es decir fuera del amparo legal, algunas de las cuales están en condiciones de recibir fondos de cooperación nacional e internacional a través asociaciones civiles o de fundaciones propias o aliadas.

Si se revisan los datos del INAES puede observarse que el universo cooperativo en la Argentina es mucho más amplio y no contempla una categoría específica para la actividad cartonera.

CANTIDAD DE COOPERATIVAS SEGÚN OBJETO SOCIAL EN LA ARGENTINA (INAES)

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COOPERATIVAS REGISTRADAS POR PROVINCIA (INAES)

Si bien hay cooperativas en todas las provincias argentinas, las primera tres jurisdicciones, en términos de cantidad, concentran casi la mitad de emprendimientos (49,3%) y si se suman las dos siguientes se llega al 62,5% del total:

1. Buenos Aires: 3.367 (26,4%)2. CABA: 1.849 (14,5%)3. Córdoba: 1.072 (8,4%)4. Santa Fe: 882 (6,9%)5. Tucumán: 801 (6,3%)

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DISTRIBUCIÓN COOPERATIVAS DE CARTONEROS SEGÚN JURISDICCIÓN (CALÓ 2009)

Según el trabajo de Caló (diciembre 2008) existen 74 cooperativas de cartoneros en la Argentina, 51 (69%) distribuidas en la CABA más provincia de Buenos Aires.

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DISTRIBUCIÓN COOPERATIVAS DE CARTONEROS PCIA. BUENOS AIRES (CALÓ 2009)

(AGREGADO RECICLANDO SUEÑOS-LA MATANZA)

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Reciclando SueñosLa Matanza

DISTRIBUCIÓN COOPERATIVAS DE CARTONEROS AMBA (CALÓ 2009)

Según datos arrojados por el último relevamiento del gobierno de la ciudad (2008), el 65,88% de los recuperadores proviene de la Provincia de Buenos Aires, mientras que el 34,15% es de la Ciudad de Buenos Aires. Con respecto a la edad, el 82,55% es mayor de 18 años, el 14,2% tiene entre 15 y 18 años, y el 3,23% tiene menos de 15 años.

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CONSTITUCIÓN DE UNA COOPERATIVA

¿Cómo se constituye una cooperativa en la Argentina? Según la entidad que las regula, INAES, el primer paso es que exista un grupo de personas que identifique necesidades comunes posibles de resolver a través de esta figura legal. Tener claro cuál es el objetivo, cómo se va a conseguir, permite saber qué tipo de cooperativa es la adecuada y definir cuál su objeto social.

Los asociados fundadores, por la resolución 2037/03, deben participar de los Cursos de Información y Capacitación dictados por el INAES, y además deberán notificar con quince (15) días de anticipación la realización de la Asamblea Constitutiva.

La cantidad mínima para formar una Cooperativa es de 10 personas (Artículo 2°, Inciso 5º, Ley 20.337), a excepción de las Cooperativas de Provisión de Servicios Rurales y de Trabajo que requieren sólo 6 (Resoluciones 302 y 324).

E l e s tab lec imiento de l a “a samblea constitutiva” marca la fundación de la cooperativa en tanto que es el mecanismos mediante el cual los asociados fundadores deciden las siguientes cuestiones (Artículo 7° - Ley 20.337):

a) La elección de la Mesa Directiva para la Asamblea.

b) Redacción del informe de los iniciadores.

c) La elaboración del Proyecto de Estatuto que debe incluir (Artículo 8° - Ley 20.337):

1°.- El nombre y el domicilio

2°.- La designación precisa del objeto social

3°.- El valor de las cuotas sociales y el derecho de ingreso si lo hubiera, expresado en moneda argentina

4°.- La organización de la administración y la fiscalización y el régimen de las asambleas

5°.- Las reglas para distribuir los excedentes y soportar las pérdidas

6°.- Las condiciones de ingreso, retiro y exclusión de los asociados

7°.- Las cláusulas necesarias para establecer los derechos y obligaciones de los asociados

8°.- Las cláusulas atinentes a la disolución y liquidación

d) Suscripción e integración de cuotas sociales

e) Designación de Consejeros

f) Designación de Síndico

Posteriormente, s iguiendo las pautas establecidas por la Resolución N° 974/93, se debe presentar ante INAES el Acta de la Asamblea Constitutiva.

ESTRUCTURA INTERNA

Según las disposiciones vigentes, toda cooperativa en la Argentina debe tener la siguiente estructura: asamblea, consejo de administración y sindicatura.

a) Asamblea

La Asamblea es el órgano superior y soberano de la cooperativa a través de la cual los asociados expresan su voluntad. En ella todos los asociados participan en un pie de igualdad con 1 voto por persona (Capítulo VI - Ley 20.337). Existen dos tipos de Asambleas:

1°.- Ordinarias. Se realizan una vez al año dentro de los cuatro meses posteriores a la fecha de cierre del ejercicio. En ellas se pone a consideración de los asociados: el informe de ejercicio anual, la distribución de excedentes, se elige consejeros titulares y suplentes y síndicos, si la asamblea coincide con la fecha de finalización sus sus mandatos, otros asuntos incluidos en el Orden del Día.

2º . - Extraordinarias . Son de carácter excepcional y pueden ser convocadas por el Consejo de Administración, el Síndico o por el 10%, como mínimo, del total de los asociados. Aquí se tratan asuntos que no pueden ser considerados en la Asamblea Ordinaria por una cuestión temática o de plazos.

b) Consejo de Administración

El Consejo de Administración es el órgano elegido por la Asamblea para administrar y dirigir las operaciones sociales y realizar todas las funciones que no están reservadas para la Asamblea.

Se trata de un órgano colegiado y de carácter permanente, compuesto por no menos de tres asociados (Artículo 63° - Ley 20.337). La duración en el cargo no puede exceder de 3 ejercicios, pudiendo ser reelectos, salvo disposición expresa del estatuto en contrario.

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ELENA
ELENA
ELENA
ELENA
ELENA
ELENA
ELENA
ELENA
ELENA
ELENA

Debe reunirse por lo menos 1 vez al mes y los temas tratados deben constar en el Libro de Acta s de Reuniones de l Conse jo de Administración (Capítulo VII - Ley 20.337)

 

c) Sindicatura

La Sindicatura es un órgano permanente de la cooperativa desempeñado por uno o varias personas elegidas por la Asamblea entre los asociados (Artículo 76º - Ley 20.337). Es decir, puede ser unipersonal (un Síndico) o colegiada (una Comisión Fiscalizadora compuesta por 3 o más personas, siempre en número impar de miembros).

El Síndico, o la Comisión Fiscalizadora, tienen las siguientes atribuciones (Art. 79° - Ley 20.337):

1°.- Fiscalizar la administración, a cuyo efecto examinará los libros y documentos siempre que lo juzgue conveniente.

2°.- Convocar, previo requerimiento al consejo de administración a asamblea extraordinaria cuando lo juzgue necesario; y a asamblea ordinaria cuando omitiera hacerlo dicho órgano una vez vencido el plazo de ley.

3°.- Verificar periódicamente el estado de caja y la existencia de títulos y valores de toda especie.

4°.- Asistir con voz a las reuniones del consejo de administración.

5°.- Verificar y facilitar el ejercicio de los derechos de los asociados.

6°.- Informar por escrito sobre todos los documentos presentados por el Consejo de Administración a la asamblea ordinaria.

7°.- Hacer incluir en el orden del día de la asamblea los puntos que considere procedentes.

8°.- Designar consejeros en los casos previstos en el último párrafo del artículo 65º.

9°.- Vigilar las operaciones de liquidación.

10°.- En general, velar por que el consejo de administración cumpla la ley, el estatuto, el reglamento y las resoluciones asamblearias.

De acuerdo a la Resolución 1028/94 -ex INAC el Síndico deberá volcar en el Libro de Informe de Sindicatura todas las novedades que hagan a su gestión como órgano de fiscalización privada.

La f i sca l i zac ión inter na debe se r complementada, de acuerdo con el Artículo 81° de la Ley 20.337, con un servicio de auditoría externa a cargo de un Contador Público Nacional matriculado. Este servicio puede ser prestado por:

a) la Cooperativa de grado superior.

b) el Síndico siempre que revista la calidad profesional indicada.

c) el órgano local competente a solicitud de la cooperativa y cuando la situación económica de ésta lo justifique.

Los in formes produc idos deberán conformarse de acuerdo a lo establecido por la Resolución N° 188/80 y su modificatoria 593/89.

DOCUMENTACIÓN A PRESENTAR

Para constituir cualquier tipo de cooperativa debe presentarse la siguiente comunicación:

1°.-Nota de Presentación.

2°.-Acta Constitutiva y Estatuto (en un mismo cuerpo).

3°.-Acta Nº 1 del Consejo de Administración (distribución de cargos).

4°.- Boleta de depósito (5% del capital social suscripto).

5°.- Constancia de Asistencia al Curso previo de Información y Capacitación de los asociados fundadores (según lo establece la Res. 2037/03 INAES)

6°.- Constancia de Comunicación al INAES y/o Órgano Local Competente de realización de la Asamblea Constitutiva, con quince (15) días de anticipación (según lo establece la Res. 2037/03 INAES)

7°.- Certificado de antecedentes penales emitido por el Registro Nacional de Reincidencia (según lo establece la Res. 2036/03 INAES) (Sólo para cooperativas de crédito o con operatorias de Sección de Crédito). 

Una vez que el expediente ha sido aprobado por los asesores legales, la organización recibirá una nota diciendo que para proceder a la protocolización del estatuto de esa entidad. La cooperativa deberá remitir al INAES, un original y dos fotocopias del texto del estatuto social definitivo, confeccionado de acuerdo a las siguientes características. Se utilizará papel romaní o pape l forense (con márgenes

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coincidentes en anverso y reverso), no podrán ser manuscritos, se utilizará cualquier tipo de impres ión mecán ica o de s i s tema s computarizados. Deberá escribirse de forma corrida, sin dejar espacios en blanco. La escritura deberá ser perfectamente legible, en lo posible sin tachaduras ni enmiendas, y, si las hubiere deberán ser salvadas al final del texto.

El texto comenzará de la siguiente manera: "TESTIMONIO DEL ESTATUTO SOCIAL DE LA COOPERATIVA (nombre completo de la entidad, artículo 1º del Estatuto Social).

Los enunciados "CAPITULO, TITULO, y ARTICULO", deberán cons ignarse en mayúsculas.

Al final de texto, deberán hacer una de declaración jurada diciendo: “DECLARAMOS BAJO JURAMENTO QUE EL ESTATUTO TRANSCRIPTO ES EXPRESION FIEL A LAS CONSTANCIAS OBRANTES EN EL EXPEDIENTE Nº” , la misma deberá ser firmada por presidente y secretario, certificadas sus firmas por autoridad competente.

Previo a su remisión, las copias serán confrontadas por la entidad para establecer si se han cometido errores u omisiones, evitando así la pérdida de tiempo.

TIPOS DE COOPERATIVAS

E l INAES reconoce nue ve t ipos de cooperativas de acuerdo al objeto social por el cual fueron creadas:

1) Cooperativas Agropecuarias.

Son organ izada s por productores agropecuarios para abaratar sus costos y tener mejor inserción en el mercado, así compran insumos, comparten la asistencia técnica y profesional, comercializan la producción en conjunto, aumentando el volumen y mejorando el precio, inician procesos de transformación de la producción primaria, etc.

2) Cooperativas de Trabajo.

La forman trabajadores, que ponen en común su fuerza laboral para llevar adelante una empresa de producción tanto de bienes como de servicios.

3) Cooperativas de ProvisiónLa integran asociados que pertenecen a una

profesión u oficio determinado (médicos, taxistas, comerciantes, transportistas, farmacéuticos, etc.).

4) Cooperativas de Provisión de Servicios Públicos

Los asociados son los usuarios de los servicios que prestará la cooperat iva . Podrán ser beneficiarios de servicios tales como provisión de energía eléctrica, agua potable, teléfono, gas, etc.

5) Cooperativas de Vivienda

Los asociados serán aquellos que necesitan una vivienda, a la cual pueden acceder en forma asociada, tanto por autoconstrucción, como por administración.

6) Cooperativas de Consumo

Son aquellas en las que se asocian los consumidores, para conseguir mejores precios en los bienes y artículos de consumo masivo.

7) Cooperativas de Crédito

Otorgan préstamos a sus asociados con capital propio.

8) Cooperativas de Seguros

Prestan a sus asociados servicios de seguros de todo tipo.

9) Bancos Cooperativos

Operan financieramente con todos los servicios propios de un Banco.

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V.- El Modelo de ProducciónV. 1 ¿QUÉ ES EL ÁLAMO?

Formalmente, El Álamo es una cooperativa de provisión para recuperadores urbanos ubicada en

un lugar estratégico: Villa Pueyrredón, un barrio de clase media residencial de la CABA. La Capital Federal posee una baja tasa de desocupación (5,2%)12 y un alto nivel de empleo registrado (51,9%) 13 . El hecho de que los problemas de exclusión social no sean tan acuciantes como otras jurisdicciones (por ejemplo el Gran Buenos Aires) permite tanto el acceso a materiales de buena calidad (por el tipo de consumo) , como la posibilidad de vincularse más fácilmente con agentes estatales que no están tan sobrepasados por demandas sociales. A su vez, la ubicación de la cooperativa fuera del área de residencia de sus asociados, al menos de la mayoría, mengua la incidencia de los conflictos de índole vecinal.

El Álamo se encuentra, en la actualidad, afianzada en el proceso de integración de las organizaciones de recuperadores urbanos dentro del sector económico del reciclaje desde una perspectiva de servicio público.

Iniciado el trámite en 2003, dos años después obtuvieron la personería jurídica, matrícula nº 20.325. Con domicilio legal en la Av. Nazca 5099, la organización se define como “un g r upo de trabajadores organizados en cooperativa, dedicados a la recuperación de material reciclable” (Informe de Gestión Social, 2012). Sus objetivos se sintetizan en 4 puntos: a) promover la inclusión social de los

recuperadores urbanos, b) aumentar la conciencia y educación ambiental en la ciudadanía, c) disminuir enterramiento en relleno sanitario, d) mejorar la economía de utilización de energía y recursos naturales. Estos objetivos se logran mediante la recolección, clasificación y comercialización RSU secos para su reciclado. En cuanto a la visión proyectiva de su referente, Alicia Montoya, “me gustaría que efectivamente fuera un servicio público con una enorme participación del Estado y escasísima participación de los militantes sociales.” Reconoce como riesgo en este desarrol lo la falta de herramientas para capitalizar y potenciar los éxitos, como lo fue el difícil proceso de incorporación de la cooperativa en el barrio. El hecho de ser una organización conformada por un gran número de sujetos excluidos socialmente, analfabetos funcionales atravesados por las adicciones, dificulta el camino de constitución de un servicio público.

La s t re s pr inc ipa le s for ta leza s de l a organización que reconoce su referente son: en primer lugar, “la inserción barrial”, seguida por “el equipo de militantes sociales” y, finalmente, “el criterio de base de no explotación”. En esta enumeración, sólo e l ú l t imo enunc iado hace re fe renc ia tangencialmente a lo productivo. Lo que prima en todos los casos es lo social por sobre lo productivo que aparece con más claridad como parte de las dificultades. En efecto, las tres debilidades identificadas son: “el escaso registro de la historia social y política de la organización”, “las dificultades en la administración cotidiana” y “la falta de tecnología en la planta”.

Haber asumido legalmente formato de cooperativa en la CABA implica estar bajo el control de 4 o r g a n i s m o s diferentes.

- INAES, es la sigla para Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social que es el organismo del Estado Nacional argentino encargado de legislar, controlar y promover la economía social en relación a Cooperativas y Mutuales. Estar registrado frente a este organismo supone: 1) tener una matrícula

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12 Ministerio de Economía, III trimestre 2011.

13 Ministerio de Economía, III trimestre 2011.

Es importante identificar ba jo l a órb i ta de qué a g e n c i a s e s t a t a l e s s e encuentra la organización y c u á l e s s o n s u s requerimientos. Obviamente, variará no sólo según país sino también según provincia, ciudad o municipio.

ELENA
aquí me quedo!

(20.325), 2) llevar el registro de las asambleas, actividades sociales y económicas en libros rubricados por un contador público matriculado, 3) presentar al organismos las actas y el balance anual. http://www.inaes.gov.ar/es/

- AFIP, Administración Federal de Ingresos Públicos, es la agencia gubernamental argentina encargada de recaudar las tasas. El Álamo está inscripto en este organismos público como “comercializadores de materiales a reciclar”, habiendo obtenido un número de CUIT (Clave Única de Identificación Tributaria) con el que opera. En cuanto a los costos fiscales, está exento del Impuesto a las Ganancias, aporta anualmente al Fondo para Educación y Promoción Cooperativa. A su vez, debe presentar mensualmente la declaración jurada de IVA (Impuesto al Valor Agregado) y pagar el neto entre las ventas y compras. La tributación del IVA es objeto de controversia puesto que en el caso de de los materiales a reciclar, ya han pagado dicho impuesto

al momento de la comercialización. Según lo informado por la contadora, dra. Miriam Juaiek, el IVA se distribuye de la siguiente manera: 9% en retenciones, 5% en efectivo y 86% ingreso por comercialización de materiales reciclables. www.afip.gov.ar/

- Rentas, es necesario inscribirse en las agencias de recaudación de las provincias donde comercializa la cooperativa. En el caso de El Álamo, se paga un 3% sobre los ingresos en la CABA y en la Provincia de Buenos Aires han pedido una exención impositiva. www.agip.gob.ar/ www.arba.com.ar/

- UIF, la Unidad de Información Financiera es el organismo encargado de controlar e investigar el encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo.. En caso de recibir donaciones o aportes mayores a 50 mil pesos mensuales, es preciso declararlo. www.uif.gov.ar/

VENTAJAS Y DESAFÍOS DE OPERAR “EN BLANCO”Operar “en blanco”, es decir acorde a lo que

estipula la ley, implica un gran desafío para este tipo de organizaciones. En primer lugar, supone encontrar el formato legal y contable que le permita operar de manera más eficiente (en términos de su doble objetivo social y económico) para lo cual es preciso disponer de la asistencia de profesionales contables y abogados. Si bien supone costos operativos importantes (a partir de tributar las tasas) el estar constituidos legalmente permite acceder a los precios mayoristas. A su vez, al facturar lo comercializado, se pude obviar a los intermediarios (“galponeros”) quienes compran el material a un precio mucho menor.

En el caso particular de la CABA, operar “en blanco” permite acceder a una serie de ventajas especiales para las cooperativas de recuperadores urbanos que son:

- Acceder a un incentivo económico para cada recuperador (que ronda los mil pesos)

- Obra social (servicio de salud)

- Estar cubierto por una ART (seguro de accidentes personales)

- Aportar para la jubilación

- Contar con ropa de trabajo adecuada

- Estar bancarizado

Operar legalmente, implica para este tipo de emprendimiento no sólo un desafío en términos de costos si que hay un aspecto central a considerar: la educación c o n t a b l e y a d m i n i s t r a t i v a . Como se mencionaba anteriormente, los recuperadores urbanos provienen de estratos sociales excluidos en términos de integración social , cultural y económico. Es por eso que suelen ocurrir discusiones al interior de la organización respecto de las ganancias y su distribución cuando el monto no concuerda con lo que se produjo. En ese sentido, el rol de los profesionales es doble en tanto deben cumplir con las obligaciones de su tarea pero también tienen que ser capaces de transmitir a los miembros. Esto forma parte del proceso de inclusión de la cooperativa para que los asociados estén en igualdad de condiciones.

La elección del abogado y del

contador, figuras centrales para el

funcionamiento de una cooperativa,

deben seguir no sólo criterios de

aptitud profesional, sino que deben ser

capaces de transitar la distancia social

y cultural con los miembros.

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CONDICIÓN DE VENTA DE LOS MATERIALES

En la actualidad, El Álamo vende “en blanco” la mayor parte de los materiales a las siguientes empresas

- Papel y Cartón: Mercopel, Recicor, Rainap- Pet: Cabelma- Vidrio: Cattorini- PBD, PAD: Sir Consultora, Fenor- Tetra-pack: Impack

Sin embargo, quedan algunos materiales que aún no ha sido posible comercializar en el circuito formal e implica un desafío para la cooperativa. Éstos son: - Otros plásticos - Electrónicos - Metales

CADENA DE VALOR

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LA UBICACIÓN DE EL ÁLAMO EN LA CADENA DE VALOR DEL RECICLAJE

Dentro de la Cadena de Valor del Reciclaje, la actividad de la cooperativa El Álamo controla los eslabones más débiles. Respecto de la provisión, depende de la educación ambiental y de las leyes que garanticen la separación en origen de los ciudadanos y de los grandes generadores. En el caso de la recolección y transporte existen dos situaciones. Para los grandes generadores, la recolección y preparación del material para el transporte depende de la cooperativa, mientras que el traslado está a cargo del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) a través de la cooperativa Amanecer de los Cartoneros. Los recuperadores de El Álamo, por su parte, son responsables de la recolección domiciliaria y de los puntos verdes (más información en logística).

Ya en la planta, las actividades de valor agregado en cuanto al tratamiento de los materiales son: la clasificación, el pesaje, el enfardado y acopio. La venta como materia prima a empresas o otros acopiadores polirrubro genera una debilidad en tanto que se depende del precio que establece el “mercado”. Es decir, los grandes compradores y recicladores, PyMES y multinacionales que dominan el negocio o del precio de commodities como el petroleo. La comercialización es también un punto complicado puesto que en algunos rubros, como el caso del vidrio, la situación es oligopólica habiendo pocas empresas que controlan el mercado.Tanto El Álamo, como las demás cooperativas, no tienen capacidad de definir (siquiera influenciar) qué, cómo, cuándo y cuánto se va a producir. Para peor, el mercado de los reciclables se caracteriza por la fluctuación de precios dependiendo factores externos como el precio de commodities o por la oferta (por ejemplo en verano, hay mayor cantidad de envases por lo que el precio del PET disminuye). Puesto que el nivel de producción, más allá del aporte estatal, no llega a generar excedentes significativos, sumado a la falta de espacio, hacen que la cooperativa carezca de fondos de reserva y estrategias anticíclicas que le permitan acopiar el hasta que el material se vuelva a valorizar.

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V.2 ESTRUCTURA PRODUCTIVA

La cooperativa tiene dos sedes : una soc ia l y o t ra productiva. La primera, el Centro Cultural Nunca Más (exasamblea popular de Villa Pueyrredón), es el domicilio legal y está ubicada en la calle Nazca 5099. Allí funciona el comedor (donde almuerzan los asociados) y es el

lugar en el que se desarrollan las asambleas. Si bien son aliados, el centro cultural mantiene una se r ie de ac t i v idades independientes de la cooperativa (como eventos culturales, clases de danza , concursos de fotografía, etc.).

La sede product iva ( “e l galpón”) se localiza en la calle Roosevelt 5890 en un predio de propiedad estatal otorgado en comodato. Las medidas de esta

unidad son de 25m2 de frente por

60m2 de fondo. En la actualidad se

utiliza el 100% en el proceso

productivo faltando espacio para

poder crecer. Las condiciones de

la planta son excelentes: óptimo

acceso en cuanto medios de

comunicación, el piso es de

cemento y la unidad está ,

exceptuando un pequeño patio

trasero, totalmente cubierta. Sin

embargo, el atraso a nivel

tecnológico limita la posibilidad de

generar valor agregado.

En cuanto a las maquinarias que posee El Álamo, éstas son: una balanza de piso, dos prensas enfardadoras de doble cajón, un autoe le vador y dos computadoras. Cada prensa tiene una capacidad máxima por ciclo de 750 ki los (cartón ) pero, actualmente, no se encuentran plenamente utilizadas puesto que falta mano de obra. Se necesita un trabajador que coordine otro turno para poder procesar la totalidad del material disponible.

A diferencia de las otras organizaciones, El Álamo posee un s i s tema de ges t ión in formát ico que fac i l i ta l a l iqu idac ión de l a s compensaciones al permitir cargar las horas de trabajo, los materiales que entrega cada socio y descontar algo si corresponde (gastos teléfono, ausentismo, etc . ) , generando un remito automático.

EL ÁLAMO EN NÚMEROS

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5 ACUERDOS DE PROVISIÓN con grandes generadores

1 ACUERDO DE VENTA DIRECTA

PROCEDENCIA RECURSOS

- Comercialización 69%

-Subsidio Convenio 15%

- Trabajo Voluntario 9%

- Donaciones 7%

61 MIEMBROS

- Mujeres:18

- Varones 43

MAQUINARIA

- Balanza de Piso

- Autoelevador

- Computadora x 2

- Prensa doble

- Camioneta

2 SEDES

1. Social

2. Productiva: 25m x 60m

COMPOSICIÓN DE RECURSOS

Según el Informe de Gestión de septiembre de 2012, los recursos de El Álamo provienen de las siguientes fuentes. El 69% de la comercialización materiales reciclables de grandes generadores, de recolección domiciliaria y, en menor medida, de materiales que acercan los propios vecinos a la planta. El 15% de subsidios a partir del convenio con el gobierno de la CABA. El 9% de trabajo voluntario, especialmente profesionales que trabajan ad-honorem. Finalmente, un 7% de donaciones provenientes de cooperación nacional e internacional, así como de empresas que a través de sus programas de RSE (responsabilidad social empresaria) transfieren recursos y asistencia técnica.14

ESTRUCTURA MIXTA

La estructura productiva de la cooperativa se sustenta a partir de un sistema mixto de propiedad estatal y gestión cooperativa. Esto implica que el estado provee la planta, las herramientas e insumos básicos (por ejemplo la unidad productiva y la

logística de transporte) y la cooperativa aporta la gestión. Esta situación de reconocimiento parcial (puesto que no cuenta con las mismas ventajas que el resto de las empresas de servicio público) le permite afrontar los costos que supone operar legalmente.

Respecto a los gastos del inmueble, la mercadería, la logística y transporte así como los servicios públicos y parte de las compesanciones, son afrontados por el Gobierno de la CABA. Si bien esto permite un mejor nivel salarial y condiciones de trabajo, el convenio es precario en sus formas. Es decir, puede variar y, si así lo hace, la organización se encontraría en una situación de profunda debi l idad . En esa d i recc ión , l a dependencia extrema del Gobierno es un punto de vulnerabilidad y una amenaza para subsistencia.

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14 Los gráficos de torta contables que aparecen a continuación fueron extraídos del Informe de Gestión 2012, Miriam Juaiek.

BANCARIZACIÓN

La cooperativa posee un alto nivel de bancarización y opera con la banca estatal: el Banco Ciudad. La transferencia es el principal medio que se utiliza para pago a proveedores, cobro a clientes, recibir transferencias de ONGs y organismos de cooperación, y para el pago de las compensaciones. Es requisito que los miembros de la cooperativa abran una caja de ahorro cuando ingresan. Este mecanismo genera, como consecuencia indirecta, que todos los miembros de la cooperativa tengan documento nacional de identidad puesto que es obligatorio para poder abrir una cuenta.

La bancarización ayuda a transparentar los movimientos de fondos de las cooperativa.

EXCEDENTES

Los excedentes se utilizan con fines sociales como, por ejemplo, la compra de anteojos para los asociados que necesiten. Si bien es cierto que estas organizaciones no generan excedentes significativos, la elección de utilizarlos para fines sociales en vez de fines productivos da cuenta del sentido que tienen estas cooperativas y del límite en su desarrollo que esto puede acarrear. Lo productivo queda entonces subsumido a lo social.

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LOS GASTOS OPERATIVOS (INFORME DE GESTIÓN SEPTIEMBRE 2012)

LOS GASTOS ADMINISTRATIVOS (INFORME DE GESTIÓN SEPTIEMBRE 2012)

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MATERIAL QUE SE RECILA (INFORME DE GESTIÓN SEPTIEMBRE 2012)

El Álamo trabaja fundamentalmente con tres tipos de RSU secos: papel y cartón, vidrio y plásticos. La composición de materiales es la siguiente:

Según el informe elaborado por la contadora Juaiek, dichos materiales implicaron un ingreso neto de 1.019.879,41 entre enero y septiembre de 2012.

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V.3 ORIGEN DE LOS MATERIALES Los materiales que procesa El Álamo tienen dos principales proveniencias: los grandes generadores, que representan el 70% de la recaudación, y el 30% restante de la recolección domiciliaria,.

GRANDES GENERADORES

DOMICILIARIAGRANDES GENERADORES

70%

30%

La ley N°1854 establece la obl igator iedad y responsabilidad para la gestión integral de los residuos sólidos urbanos que se generen en el ámbito territorial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las resoluciones N° 50 / GCABA / SPYDS / 05, N° 640 / GCABA / MMAGC / 07 y N° 808 / GCABA / MMAGC / 07, disponen la obligatoriedad de la separación y disposición diferenciada de los residuos, que comprende el retiro de materiales sólidos reciclables de hoteles de 4 y 5 estrellas, edificios públicos del Gobierno de la Ciudad, edificios de más de 19 pisos y Corporación Puerto Madero.

En el marco de dicha ley, la cooperativa El Álamo estableció acuerdos de provisión con 5 empresas: IRSA, Nike, Danone, Natura, IBM. En estas empresas, trabajadores de la cooperativa clasifican los materiales, los embalan y los preparan para el retiro que realiza el camión responsable de su traslado al Centro Verde. Cada trabajador hace firmar por el personal de seguridad de cada empresa el horario de ingreso y de egreso, así como la cantidad de bolsones que deja preparado. La capacidad de cumplimiento de la cooperativa con los grandes generadores es parcial, en el sentido de que no siempre se logra retirar el material a tiempo.

ENTREGA VECINOS

Algunos vecinos llevan materiales reciclables directamente al galpón. Este aporte no es significativo en su monto por lo que se suma a lo que ingresa de grandes generadores.

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RECOLECCIÓN DOMICILIARIA

Se trata de la recolección “puerta a puerta” que realiza cada recuperador urbano dentro de los límites de las dos zonas asignadas por el Gobierno de la CABA a partir del Decreto 636/10 que reglamentó la Ley Nº992, que declara como servicio público a los servicios de higiene urbana de la ciudad e incorpora a los recuperadores a la recolección d i fe renc iada . Se ha ad jud icado directamente a El Álamo la zona que comprender parte de los barrios de Villa Pueyrredón, Parque Chas, Devoto y Agronomía, puesto se ha reconocido su preexistencia. A su vez, la cooperativa ha ganado por licitación del Ministerio de Medio Ambiente y Espacio Público del Gobierno de la CABA la zona 3 que incluye parte de Devoto, Villa del Parque, Villa Real Monte Castro, Villa Santa Rita y Floresta.

El material de la recolección domiciliaria es ingresado por cada recuperador a la planta, clasificado, pesado y entregado a la cooperativa para su posterior venta. El recuperador recibe un comprobante por el material que entrega. Semanalmente, se le deposita en su cuenta bancaria el monto correspondiente.

PUNTOS VERDES

En noviembre de 2012, la cooperativa El Álamo lanzó un nuevo programa de recolección de RSU a partir de la implementación de los puntos verdes. Se trata de locales comerciales y edificios públicos ubicados en puntos estratégicos del barrio donde se colocan recipientes especialmente diseñados para que los vecinos puedan depositar los materiales reciclables (siempre limpios y secos).

La recolección se lleva a cabo a través de los recuperadores urbanos y de la camioneta de la cooperativa que se encarga de realizar al menos dos recorridos al día por los puntos verdes designados. Este procedimiento garantiza que el vecino acompañe la actividad durante el horario de servicio evitando la acumulación del material. En ese sentido, el local patrocinante no tiene ninguna responsabilidad por el cuidado de los materiales ni del recipiente.

Puesto que el programa es reciente, aún no se puede evaluar la efectividad del mismo.

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El Álamo

LOGÍSTICA

El servicio de logística de la cooperativa tiene dos ejes. Por un lado, el camión de la cooperativa (en comodato) que se utiliza para llevar los materiales a los puntos de venta. Por el otro, la recolección de grandes generadores se realiza a través del servicio que provee otra organización social: el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) que agrupa a 2000 cartoneros que trabajan en el Área Metropolitana de Buenos Aires http://www.cartoneando.org.ar/quienes. Este servicio se organiza a través de la Dirección General de Reciclado. A su vez, la cooperativa dispone de una camioneta con la que se recogen los

materiales en dentro del área de influencia domiciliaria en caso que el recolector asignado no haya realizado el recorrido.

Los gastos de combustible, mantenimiento y pago de chofer y de ayudantes de carga y descarga corren por cuenta del GCBA. La provisión de la logística significa un aporte del 40% del costo operativo, lo cual hace viable el emprendimiento.

Si bien los grandes generadores están conformes con este modelo, en tanto no les implica costo adicional alguno, hay reclamos por la falta de regularidad del servicio. Este hecho, genera dificultades porque las empresas por reglamentación de salubridad y/o condiciones de los seguros, no pueden mantener material acumulado por varios días.

La logística es el mayor costo y una de las mayores dificultades que tienen las cooperativas de cartoneros. Razón por la cual, es necesario que la actividad sea reconocida como un servicio público para el Estado afronte el costo de la misma.

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V.5 FLUJO DE TRABAJOPLANO DE “EL GALPÓN” (UNIDAD PRODUCTIVA ) (A PARTIR MODELO GIANINI-NJAMBRE)

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Sector Clasificación de Materiales y Pesaje de Materiales de Recolección Domiciliaria

Estibaje de Fardos

Pañol de Herramientas

Sala de Descanso

Oficina de Administración con baño Visitas

Baño de Varones

Enfardadora y Balanza

Baño de MujeresAlmacén de Residuos Reutilizables

Playón para Vehículos

Guarda de Carros y Estibaje al Aire Libre

Portón

Puerta de Ingreso

Portón para Vehículos

LA SECUENCIA

Una vez que llegan los materiales al galpón se procede según la siguiente secuencia:

Paso 1. En el sector de clasificación se separan los materiales (en caso de grandes generadores llegan ya clasificados)

Paso 2. Se Pesa el material clasificado en la balanza

Paso 3. Antes de la implementación del sistema de gestión informático, se daba un remito a los recuperadores domiciliarios como constancia de la cantidad de material estregado. Ahora el proceso está informatizado y el remito es impreso. A la semana se acredita el monto en las cuentas bancarias. En el caso de grandes generadores y de los aportes de los vecinos, van directamente a la cuenta de la cooperativa con la cual se pagan las compensaciones de quienes trabajan en la planta y en los grandes generadores, más los gastos administrativos.

Paso 4. El material se coloca en el recipiente adecuado según tipo: papel, cartón y plásticos en bolsón, vidrio en los tachos.

Paso 5. Enfardadora. Exceptuando el vidrio que se entrega directamente en tachos, el resto de los materiales se enfardan.

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Paso 6. El material se vuelve a pesar y se registra su peso a mano en el fardo mientras que el sistema de gestión va registrando el peso directamente de la balanza para confeccionar automáticamente el remito que se lleva a la empresa que compra el material

Paso 7. Se almacena el material hasta el momento de la venta.

Paso 8. Carga de camión para transportar el material a la empresa compradora correspondiente. Se transporta un tipo material a la vez.

Paso 9. Transporte y venta del material

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EL SISTEMA DE GESTIÓN

En 2013 comenzó la implementación gradual del nuevo sistema de gestión. Hasta entonces, se realizaban manualmente los registros y se pasaban de la misma forma al programa de computación Access. Gracias al aporte de AVINA se pudo contratar un especialista que desarrolló un sistema de gestión y comercialización a la medida de las necesidades de El Álamo. Según palabras del desarrollador Gianini “esto es una empresa con clientes y proveedores. Lo que hicimos fue similar a cualquier empresa de la Argentina que tiene un sistema de gestión con todas las letras. El único trabajo que nos tomamos aparte […] es sistematizar este sector de manera más simple. No es necesario que el sistema %eve mucha información porque la información es concreta”.

El Sistema de Gestión tiene la particularidad de que permite su utilización a aquellos asociados que tengan dificultades o desconocimiento de lecto-escritura a partir de:

1. Pantalla Táctil

2. Sin teclado, se opera a través de imágenes

Para gestión del material, el sistema prevé una pantalla en la cual hay un icono con la leyenda “recuperadores”, que contiene la nómina de cada uno de ellos con su respectiva fotografía para facilitar la identificación. De este modo, permite verificar visualmente lo que se hace de manera escrita. Luego, se presiona la opción “producto” y allí también aparece la foto y nombre del material con el precio. Las balanzas están conectadas de manera inalámbrica, por lo que pueden tomar el peso en cualquier parte del galpón y registrar en el acto esa información. Puede ser de entrada o de salida de material. De forma automática se transmite al s istema de administración el

movimiento de todos los productos: aquello que figura en el stock de la cooperativa, los materiales pendientes de liquidación, etc. No existe más el papel que se puede perder, todo es en línea, nada se deja para otro momento. Lo cual minimiza la posibilidad de error humano.

Si bien aún no se implementado, la intención es utilizar el mismo sistema para las ventas. De este modo, cuando salga mercadería, se selecciona al cliente al cual se le va a vender el producto, se pesa, se genera el remito y periódicamente se le facturar. O sea, tampoco va a existir la posibilidad de entregar algo y después no facturarlo. Esto ayuda a transparentar las transacciones y garantizar que sean en blanco.

Este sistema implica un gran avance en tanto permite mantener informes de gestión de manera más regular y dinámica, disminuyendo la carga de trabajo contable.

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El sistema de gestión es un punto de llegada y no de partida. Si se carece de una dinámica organizacional estable o un mov im ien to de mater i a l e s significativo, el sistema implica un esfuerzo que no se traduce en ventajas.

V. 4 RECURSOS HUMANOS

La cooperativa opera de lunes a viernes en dos turnos (de 6 a 14 horas y de 14 a 20 horas) y los sábados medio día (de 6 a 14 horas). Está compuesta por 61 asociados de los cuales el 70% (43) son varones y el 30% restante (18) mujeres. El tipo de trabajo requiere baja calificación, y una escasa división del trabajo. Esto permite que la s funciones , designadas en asamblea, sean

rotativas. Los miembros del conse jo de admin i s t rac ión cumplen con las tareas asignadas “c o m o c u a l q u i e r o t r o trabajador” (Alicia Montoya). El trabajo infantil como la presencia de niños están prohibidos. En la planta trabajan 10 personas por turno: 5 en la enfardadora y otras 5 se ocupan de pesar y clasificar los materiales recibidos. 20 asociados son los encargados de la recolección domiciliaria, El resto de los miembros están ocupados en g randes generadores, y en menor medida en la administración.

La organización provee, a través del gobierno de la CABA, obra social, ART (aseguradora de riesgo de trabajo) y elementos de seguridad a los trabajadores. Si bien es un c laro avance en mater i a de me jora s de l a s condic iones l abora les y en términos de inclusión de los trabajadores, existe una barrera cultural a derribar. En efecto, tal

como lo mencionó la referente Montoya en una entrevista y como aparece desplegado en el diagnóstico participativo, el hecho de tener acceso a beneficios no implica que los utilicen. Se trata, reconocen, de una cultura acerca del cuerpo por la cual “no ut i l izan con a s i d u i d a d l a o b ra s o c i a l y n o registran su cuerpo como objeto de cuidado” (Goldwaser y Giorla, 2012 ) . El esfuerzo f ís ico es asociado al “tener aguante”, a la construcción de un tipo de masculinidad potente a partir de la fuerza. La uti l ización de elementos de seguridad atenta, desde esta perspectiva, contra la masculinidad. Luego de años de trabajo interno, se ha logrado de que los asociados pidan la faja lumbar y los zapatos y, quienes están en la enfardadora, utilicen casco. La problemática de los guantes es una constante: el guante que sirve para proteger, no sirve para trabajar y viceversa.

REGLAMENTO DE TRABAJO

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Prohibido el consumo de bebidas alcohólicas y el uso de estupefacientes durante el horario laboral

Puntualidad y presentismo.

Las llegadas tardes y las ausencias injustificadas son sancionadas con el descuento proporcional de la jornada laboral. La persistencia del comportamiento puede derivar en la expulsión del asociado.

Utilización de Uniforme

Credencial que identifica a la persona portadora como recuperador registrado en la CABA

Prohibido el trabajo infantil y la presencia de niños en la cooperativa

RUTAS1) El trabajo de recolección domiciliaria se realiza por la mañana y está organizado según recorridos. Es decir, dentro el área designada por licitación pública a la cooperativa, se establecen recorridos fijos que debe cumplir cada recuperador.

La designación de los recorridos toma como criterio primordial el respeto a la zona en que trabajaba el recuperador antes de la conformación de la cooperativa y de la organización por rutas del trabajo: sus “clientes”.

2) Los carros, arrastrados con la fuerza del cuerpo, funcionan como signo de distinción en tanto que cada uno lo per sona l i za con c inta s , bandera s , o sos y demás elementos decorativos. Uno de los problemas habituales es cuando alguien toma prestada una carreta, pincha la goma y no la lleva a emparchar.

3) El corrido se hace por la calle. La tarea consiste en seleccionar material de las bolsas de residuos dispuestas en las veredas, visitar a empresas y edificios públicos, así como el timbreo a vecinos. Es central en este procesos la construcción de vínculos de confianza.

Claves de Ruta:

1) La confianza se construye a partir de la rutina, del hecho de que la misma persona sea la que pasa a recoger los materiales. En algunos casos, los relatos concuerdan con episodios de puesta a prueba de la misma. Por ejemplo, uno de los recuperadores que tiene por cliente una fábrica, en la cual hoy en día le abren la puerta y el se mueve libremente, contó de como una vez le dejaron dinero sobre la mesa para ver su reacción. Pasada la prueba, es decir que no tomó el dinero, le dieron acceso libre sin necesidad de que lo siga un encargado de seguridad.

2) El problema de la “vagancia” de la dificultad de seguir horarios y rutinas, la “fiaca” vinculada en algunos casos a la falta de un hábito de trabajo estable (algunos miembros son segunda o tercera generación de personas con trabajos precarios) dificulta la constancia. Algunas veces, ganan buen dinero y eligen no ir a trabajar, otras, el clima los desalienta (por ejemplo si llueve y los materiales van a estar mojados). Es por eso que en este tipo de emprendimientos, la cuestión del control del presentismo y la llegada tarde es fundamental para poder constituirse en un servicio público. La falta continua hace que algunos recuperadores pierdan clientes.

3) El respeto por la ruta. Existe un recelo respecto de la delimitación de los recorridos. En uno de los relatos un recuperador mencionó: “la otra vez levanté una cajita que estaba en otra ruta y un compañero me vio y me dijo de todo”.

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COMPENSACIONES

En El Álamo se pagan dos tipos de compensación diferentes: por las horas trabajadas en planta o en grandes generadores y por los materiales entregados. Siguiendo lo estipulado por la Ley de Contrato de Trabajo, a partir de las 9 de la noche se cobra un 50% más la hora, así como si se trabaja un día feriado. Los asociados cobran semanalmente y se distribuye la totalidad de las ganancias entre los socios. El monto promedio de la compensación mensual es de 3.200 pesos, siendo el mínimo registrado de 1.300.

El ingreso está atado a la hora trabajada más que a la coyuntura. A diferencia de otras organizaciones, al estar la estructura productiva de El Álamo sostenida por el Gobierno de la CABA las variaciones de precio de los materiales pueden neutralizadas al no sufrir prácticamente modificaciones los costos.

Compensaciones según tipo de trabajo:

_ Asociados que realizan recolección domiciliaria con un recorrido estipulado y con clientes fijos. Estos trabajadores cobran por recolección y reciben dos incentivos por presentismo: uno por parte del Gobierno de la Ciudad y otro por parte de la cooperativa.

_ Asociados en los grandes generadores, tienen un horario estipulado de ocho horas diarias. La compensación se cobra por horas trabajadas y reciben dos incentivos por presentismo: uno por parte del Gobierno de la Ciudad y otro por parte de la cooperativa. Estos trabajadores no tienen mucho contacto cotidiano actualmente con el resto de los compañeros, ya que su función la cumplen en las empresas. 

_ Trabajadores que tienen tareas asignadas en el galpón. La compensación se cobra por horas trabajadas y pueden realizar recolección domiciliaria. Reciben, también, dos incentivos por presentismo: uno por parte del Gobierno de la Ciudad y otro por parte de la cooperativa. Sin embargo, no se suman los incentivos si se realizan trabajos en el galpón y recolección domiciliaria. 

_ Trabajadores no cartoneros que cumplen distintas funciones en la dinámica de la organización cotidiana de la cooperativa: administrativos, la contadora y el abogado se paga un salario por la prestación de servicios (son externos), los representantes del gobierno de la ciudad que cumplen funciones de supervisión y seguimiento del trabajo reciben un sueldo del estado.

INCORPORACIÓN DE NUEVOS MIEMBROS

En cuanto a la incorporación de trabajadores, Montoya comenta

que recién ahora están en “condiciones de recibir”. El proceso

implica que los interesados han de acudir a una charla donde se les

indica que deben: primero registrase ante el gobierno de la CABA

(lo que supone, entre otras cosas, un chequeo médico y vacunación obligatorias), luego es preciso darle el alta en la aseguradora y, finalmente, abrirle una cuenta bancaria. Si no tienen el DNI, se inicia el proceso formal de inscripción. Según estadísticas internas, el 10% de quienes de acercan a la

cooperativa no poseen documentación. En cuanto a la inclusión, la incorporación de los sujetos como trabajadores dentro del mercado laboral formal supone una avance en términos de inclusión puesto que garantiza la obtención de derechos sociales y provisionales.

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VI.- En Busca de Política Públicas InnovadorasLa cuestión de los cartoneros en la CABA cobró visibilidad en 2001 como una prob lemát ica d i rectamente vinculada a la crisis. Su accionar aparecía cómo una respuesta a una situación de emergencia social, a una cuestión de supervivencia coyuntural. Sin embargo, una década después, los recuperadores son considerados parte del modelo sustentable de gestión de residuos urbanos, habiéndose convertido las cooperativas y asociaciones en espacio de generación de nuevos empleos. El proceso de reconocimiento y la inserción de la actividad en la cadena

de valor del reciclaje fue producto de la lucha y de una serie de alianzas con agentes estatales, vecinos y organizaciones no gubernamentales, entre otros. El

hecho de que El Álamo sea ya parte del paisaje del barrio de Villa Pueyrredón forma parte de esta historia de conquistas. Pero aún queda mucho camino por recorrer y desafíos por superar para poder instituirse como un servicio público. Entre de los principales núcleos de la agenda pendiente se destacan:

I.- La separación en origen. Se trata de desarrollar políticas públicas que mediante la educación y la regulación de la producción y manipulación de los residuos que permitan una separación en origen eficiente. Si bien existen leyes que afectan al ciudadano individual como a los grandes generadores, la falta de reglamentación algunas y la escasa aplicación de otras dificultan la prestación del servicio.

II.- La especificidad cartonera. Hasta el momento, las tácticas de las organizaciones de cartoneros se basaron en buscar aquellas figuras legales, aquellas fisuras gubernamentales, aquellas alianzas estratégicas que por proximidad pudieran permitirles el reconocimiento social y estatal de su actividad. Sin embargo, existen una serie de limitaciones que impiden a este tipo de emprendimiento dar un salto cualitativo. En primer lugar, la figura legal. Las dificultades para operar “en blanco” (es decir, acorde a la ley) se vinculan con la inexistencia de un formato específico. La cooperativa, como figura, termina funcionando como un paraguas que poco se acerca a la práctica cotidiana de la organización. Por ejemplo, no existe ninguna categoría específica por lo que este tipo de organizaciones suele inscribirse en rubros dispares como “provisión”, “provisión de servicios” o “de trabajo”. La organización interna se resuelve a partir de las necesidades de la actividad y sólo se cumplen con las formalidades que requiere estar inscripto como cooperativa. A su vez, el hecho de ser asociados supondría una participación que se acerca más a la actividad de un socio capitalista que al tipo de trabajo que desarrollan estas organizaciones. Lo cual se vincula con la segunda cuestión: la especificidad de la población que compone las organizaciones de cartoneros. El avance en materia de reconocimiento estatal, supuso una serie de disposiciones (derechos y obligaciones) que deben respetarse. Sin embargo, al provenir la mayoría de los recuperadores sectores socio-económicamente excluidos, algunas cuestiones que podrían parecer básicas (como la regularidad del servicio, el acceso de la salud, la bancarización, entre otras) presentan desafíos puntuales. Las problemáticas que hacen a la cultura del trabajo o a la educación (ya sea contable o sobre el cuidado del cuerpo, por ejemplo) son procesos que no se resuelven con una simple reglamentación. En efecto, en tercer lugar, lo productivo no puede estar desligado de lo social, situación que requiere políticas integrales de integración (valga la redundancia).

III.- La ubicación en la cadena de valor del reciclaje. Los residuos constituyen un negocio altamente lucrativo ya sea por el valor de lo recuperado, como por el costos que para ciudades y

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municipios representa el manejo de los mismos desde paradigmas que consideren el cuidado del medio ambiente. En esta cadena, las organizaciones de recuperadores operan en los eslabones más débiles ya que no pueden influenciar qué, cómo, cuándo ni cuánto se produce de residuos. La dependencia de políticas respecto de la separación de origen y la nula capacidad de incidencia en el precio que estipula el mercado, las expone a una fragilidad que sólo puede ser superada a partir de acciones concretas y específicas desde el estado. Pero no se trata sólo de cubrir los costos de la operatoria sino de generar condiciones que permitan agregar valor a la tarea realizar y de este modo permitirles salir de la situación de subsistencia y debilidad estructural.

Finalmente, en una década los cartoneros pasaron de delincuentes a ser una alternativa en la gestión de residuos, de recuperadores a productores de empleo, generadores de materia prima reciclada y hasta han cubierto el rol de educadores y promotores en los barrios en donde operan. Sin embargo, hacen faltas nuevas ideas, hacen faltan nuevos conceptos, hacen faltas nuevas figuras legales que contemplen en políticas públicas la especificidad de este tipo de emprendimientos. El desafío es desarrollar políticas no por aproximación, lo que condena a la marginalidad, sino a partir de la decisión de integrarlos como parte de un modelo de gestión sustentable de residuos sólidos urbanos.

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