Informativo Mensual de Comercio Exterior FEDEXPOR Mayo2016
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BOLETIN DE COMERCIO EXTERIOR
MAYO 2016
2016
BOLETÍN DE COMERCIO EXTERIOR
MAYO2016
Contenido
1 Editorial
2 Indicadores de Comercio Exterior
6Análisis Coyuntural7
Desempeño de Mercados
Información FEDEXPOR12
Daniel Legarda T.Presidente Ejecutivo
El terremoto del pasado 16 de abril en la costa ecuato- riana suscitó de forma admirable la solidaridad y movili-zación de la población en general, de las organizaciones de la sociedad civil, empresa privada, instituciones públi-cas y cooperación internacional, todos con el objetivo de brindar ayuda para las necesidades más urgentes de los damni�cados y comprometer apoyo para la recuperación de las familias afectadas, sus viviendas, comercios y espa-cios de convivencia.
Además del alto espíritu de solidaridad de los ecuatoria-nos, no deja de llamar la atención otros dos aspectos del escenario en el cual se presenta este lamentable desastre natural, los cuales vale la pena resal-tar para la re�exión que cada ciudadano debe hacer en su interior al pensar necesariamente en el futuro y en la recuperación del difícil momento por el que atraviesa el país: 1) el momento económico y 2) la previsión.
Y es que el momento económico por el que ya venía atravesando Ecuador previo al terremoto genera mucha preocupación, pues desde hace aproximadamente un año se viene presentando una recesión en la economía, marcada por una signi�cativa baja de los ingresos exter-nos, y un decaimiento de la actividad productiva re�ejada a su vez en menores ventas y en la menor recaudación del impuesto al valor agregado IVA.
A esto se suma la gran necesidad de recursos �scales que previo al terremoto ya enfrentaba el Gobierno, quien desde hace tiempo decidió disponer de todos los exce-dentes que recibió por altos precios del petróleo, subesti-
mando la necesidad de mantener una proporción de éstos como fondos de ahorro para tiempos más difíciles, o justamente para enfrentar contingencias como las de un terremoto; esto tiene que ver con la previsión.
En este escenario, el Gobierno Nacional adopta la decisión de incrementar la carga �scal a través de tres instrumentos (Ley de Equilibrio para las Finanzas, Ley de Corresponsabilidad por el Terremoto y Extensión de las Salvaguardias por Balanza de Pagos), los mismos que entre 2016 y 2017 le signi�carán ingresos de entre 2,5% y 3% del PIB que saldrán directamente de los bolsillos de las familias y de las empresas ecuatorianas.
Por supuesto en una economía en recesión, esto es técni-camente contrario a lo que se requiere para reactivar la producción, el consumo y las exportaciones, se evidencia una falta de equilibrio entre recaudación �scal e incenti-vos para la recuperación y reactivación productiva, y en el caso puntual de las exportaciones, todas ellas afectadas por la pérdida de competitividad producto del encare- cimiento de costos internos y el fortalecimiento del Dólar, salta a la vista como contraste el compromiso pendiente del Gobierno para cubrir los mecanismos de devolución de impuestos y el certi�cado de abono tributario.
El sector privado, las familias y las empresas, están y estarán siempre dispuestos a arrimar su hombro para enfrentar una catástrofe como la que acaba de vivir nues-tro país y poner su parte en el costo de la reconstrucción. Es preciso sin embargo un mayor equilibrio de las medi-das entre recaudación �scal frente a reactivación produc-tiva y de exportaciones.
Es preciso un mayor equilibrio de las medi-das entre recaudación �scal frente a reacti-vación productiva y de exportaciones.
1
El sector privado, las familias y las empresas, están y estarán siempre dispuestos a arrimar su hombro para enfrentar una
catástrofe como la que acaba de vivir nuestro país y poner su parte en el costo de la reconstrucción.
Editorial
2
Resumen de Indicadores de Comercio Exterior
Resumen de Indicadores de Comercio exterior
Totales 1.285 3.627 100% ↑ 8,4% ↓ -25,0% ↓ -25,9%
Petroleras 353 896 25% ↑ 40,6% ↓ -42,6% ↓ -49,3%
No petroleras 931 2.731 75% ↓ -0,3% ↓ -15,2% ↓ -12,6%
Tradicionales 501 1.519 42% ↓ -0,3% ↓ -13,7% ↓ -8,3%No tradicionales 430 1.212 33% ↓ -0,3% ↓ -17,0% ↓ -17,3%
Rubro
Comportamiento de las exportaciones (FOB) marzo 2016Valor
acumulado $millones
Frente a acumulado
anterior año
Variación en %Tendencia en los 12
últimos meses
Valor mensual
$millonesFrente a mes
anterior
Frente a similar mes anterior
año
% del total
Totales 1.266 3.880 100% ↓ -0,1% ↓ -37,3% ↓ -33,4%Consumo 264 826 21% ↓ -5,0% ↓ -38,0% ↓ -29,9%Capital 327 1.009 26% ↓ -3,7% ↓ -43,5% ↓ -36,2%Materias primas 480 1.441 37% ↑ 3,3% ↓ -30,5% ↓ -26,1%Combustibles 191 594 18% ↑ 4,7% ↓ -40,4% ↓ -46,2%
Rubro Tendencia en los 12 últimos meses
Valor mensual
$millones
Valor acumulado $millones
Frente a mes anterior
Frente a similar mes anterior
año
% del total
Comportamiento de las importaciones (CIF) marzo 2016Variación en %
Frente a acumulado
anterior año
Total 19 253 - ↑ 101 ↑ 323 ↑ 962
Petrolera 162 302 ↑ 93 ↓ 133 - ↓ 305 -
No petrolera 144 - 555 - ↑ 7 ↑ 456 ↑ 1.267
Comportamiento de la balanza comercial (FOB-CIF) marzo 2016
Rubro Tendencia en los 12 últimos meses
Valor mensual
$millones
Valor acumulado $millones
Frente a mes anterior
Frente a similar mes anterior año
Variación en $ millonesFrente a
acumulado año anterior
Exportaciones 2.584 7.697 ↑ 8,8% ↓ -9,7% ↓ -7,2%
No petroleras 806 2.405 ↑ 4,9% ↑ 3,2% ↑ 2,5%
Importaciones 1.026 3.412 ↓ -12,9% ↓ -17,9% ↓ -13,3%
Frente a similar mes anterior año
Frente a acumulado año
anterior
Evolución del volumen de comercio (Toneladas) marzo 2016
Rubro Tendencia en los 12 últimos meses
Valor mensual miles Ton.
Valor acumulado miles Ton.
Variación en %Frente a mes
anterior
Comercio Exterior
Entre enero y marzo los envíos no petroleros presen-taron una disminución de 12,6% frente al mismo perío-do del año anterior. En marzo se registró exportaciones por $1.285 millones que signi�caron 8,4% más que el mes anterior y una caída de 25% frente a marzo de 2015. En el período señalado los bienes tradicionales disminuyeron 8,3% alcanzando los $1.519 millones, mientras que los no tradicionales disminuyeron en un 17,3% ubicándose en $1.212 millones.
Las exportaciones no petroleras que más crecieron son las que se dirigieron a Medio Oriente (34%) y Rusia (3%). No obstante, se presentaron caídas importantes en Venezuela (57%), EEUU (26%), China (19%), MCCA (15%) y CAN (13%).
Las exportaciones totales del país alcanzaron los $3.627 millones en el primer trimestre de 2016, mientras que la cifra de importaciones se ubicó en $3.880 millones dejando un dé�cit en la balanza comercial (FOB-CIF) de $253 millones. Las exportaciones no petroleras se ubi- caron en $2.731 millones, mientras que las importa-ciones no petroleras alcanzaron los $1.075 millones dejando una balanza comercial no petrolera negativa de $554 millones.
Exportaciones no Petroleras
3
Asia 341 13% 465 14% 124 - -2% ↓ -32% ↓CAN 251 9% 474 15% 223 - -13% ↓ -36% ↓China 106 4% 766 24% 660 - -19% ↓ -28% ↓EEUU 665 25% 479 15% 186 -26% ↓ -50% ↓MCCA 28 1% 22 1% 6 -15% ↓ -10% ↓Medio Oriente 44 1,6% 13 0,4% 31 34% ↑ -53% ↓MERCOSUR 71 3% 220 7% 149 - -21% ↓ -15% ↓Resto ALADI 106 4% 209 6% 103 - -4% ↓ -52% ↓Resto de Europa 84 3% 45 1% 39 -13% ↓ -1% ↓Resto del Mundo 82 3% 86 3% 4 - -16% ↓ -1% ↓Rusia 204 8% 47 1,4% 157 3% ↑ 72% ↑UE(28) 691 26% 426 13% 265 -4% ↓ -27% ↓Venezuela 32 1% 1 0% 31 -57% ↓ -43% ↓Total general 2.704 100% 3.253 100% 549 - -12,6% ↓ -33,8% ↓
*M ercado Común Centroamericano (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) **Cuba, Chile, M éxico
Bloque/paísNo petrolero($ millones)
ImportExport Import Balanza
Evolución del comercio por bloque/país (FOB-CIF) hasta marzo 2016
% % Export
Variación acumulada 2014-2015
837
1.900
59
831
1.662
2.226
107
898
3.413
2.165
147
910
Petroleo
Demas
Derivados
Demas
Pri
ma
rio
sIn
du
stri
ali
zad
os
2014 2015 2016
EXPORTACIONES POR GRUPO DE PRODUCTOS HASTA MARZO DE CADA AÑO ($MILLONES )
$ 9.749 $ 11.385 $ 10.666
$ 19.486 $ 19.237 $ 16.087
-9.737 -7.852-5.421
E N E - O C T 2 0 1 3 E N E - O C T 2 0 1 4 E N E - O C T 2 0 1 5
Exportaciones (FOB) Importaciones CIF Balanza (FOB-CIF)
BALANZA COMERCIAL NO PETROLERA HASTA MARZO DE CADA AÑO ($MILLONES FOB-CIF)
Importaciones
En términos acumulados entre enero y marzo de 2016 las importaciones totales presentaron una caída de 33,4% frente al primer trimestre del año anterior; las compras de combustibles disminuyeron en 46,2% alcanzando un valor de $594 millones, en la compra de materias primas hubo una caída de 26,1% con $1.441 millones. Por otro lado, las importaciones de bienes de capital disminuyeron en un 36,2% con $ 1.009 millones, al igual que las compras de consumo que cayeron en un 29,9% y se ubicaron en los $826 millones. En su conjunto las importaciones no petro- leras presentaron una disminución acumulada de 33,5%.
En términos de volumen, hasta marzo de 2016 las exportaciones se ubicaron en 7,7 millones de toneladas, cifra 7,2% menor a la presentada hasta marzo 2015; las exportaciones petroleras presen-taron una caída de 11,1%; mientras que las exportaciones no petroleras crecieron en 2,5%. Las importaciones por su lado cayeron en un 13,3%.
4
Indicadores de Comercio exterior
30
56
202
518
712
1.212
41
75
225
560
756
1.466
43
77
144
629
656
1.526
Café
yel
abor
ados
Atú
n y
pesc
ado
Caca
o y
elab
orad
osCa
mar
ónBa
nano
ypl
átan
o
Trad
icio
nale
sN
otr
adic
iona
les
2014
2015
2016
EXPORTACIONES POR GRUPO DE PRODUCTOS HASTA MARZO DE CADA AÑO ($ MILLONES)
5.2095.951
5.292
2.319 2.346 2.405
2014 2015 2016
Petroleras No petroleras
VOLUMEN DE EXPORTACIONES HASTA MARZO DE CADA AÑO (MILES DE TONELADAS)
1.921
1.665 1.710
1.170
1.9971.685
1.1621.252
1.441
1.009
594
826
Materias primas Bienes de capital Combustibles Bienes de consumo
2014 2015 2016
IMPORTACIONES CIF POR USO O DESTINO HASTA MARZO DE CADA AÑO($MILLONES)
Exportaciones totales
Hasta marzo de 2016 las exportaciones no petroleras disminuyeron un 12,6%; este comportamiento ha estado motivado por la caída en productos como aceites y extractos vegetales (28,2%), pescado excepto atún y camarón (21,9%), �ores (18,4%), entre los principales. Mientras tanto, los rubros que experimentaron mayor crecimiento fueron neumáticos (42,9%), plásticos y manufacturas (42,3%) y preparaciones alimenticias para animales (31,6%).
Unión Europea
Los envíos no petroleros a la UE presentaron una caída de 4%, los productos exportados que presentan disminución son aceites y extractos vegetales (55,7%), café y té (46,6%) y cuero y sus productos (37,7%). Sin embargo, entre las exportaciones que han tenido crecimiento se encuentran productos como preparaciones y conservas de mar (205,4%%) con $2,5 millones, con�tes y chocolates (125,8%) con $11,1 millones y cacao (18,8%) con $54 millones.
Precios Referenciales Exportaciones (X) e importaciones (M) mensuales y precio Internacional
5
1 Otra maquinaria no eléctrica 33.993 15.004 18.989 126,6 1 Oro 78.601 218.262 139.661 - 64,0 -
2 Plástico y manufacturas de plástico 34.165 24.013 10.152 42,3 2 Flores 235.533 288.735 53.202 - 18,4 -
3 Otros productos agrícolas 27.412 19.259 8.154 42,3 3 Banano 714.745 758.090 43.345 - 5,7 -
4 Confites y chocolates 39.456 32.435 7.021 21,6 4 Camarón 524.087 564.940 40.853 - 7,2 -
5 Otros productos de madera 43.413 37.228 6.185 16,6 5 Cacao 171.386 203.800 32.414 - 15,9 -
6 Preparaciones alimenticias para animales11.598 8.816 2.783 31,6 6 Vehiculos y partes 5.726 30.489 24.763 - 81,2 -
7 Neumáticos 7.350 5.142 2.208 42,9 7 Aceites y extractos vegetales 47.278 65.872 18.593 - 28,2 -
8 Demás frutas 23.441 21.687 1.754 8,1 8 Pescado (excepto atún y camarón) 61.437 78.634 17.198 - 21,9 -
9 Conservas de frutas y legumbres 44.094 42.424 1.670 3,9 9 Productos farmacéuticos 8.308 24.340 16.032 - 65,9 -
10 Sombreros 7.011 5.491 1.520 27,7 10 Otras manufacturas de metales 19.895 35.493 15.598 - 43,9 -
495.243 441.616 53.628 12,1 2.218.111 2.688.912 470.802 - 17,5 -
Exportaciones no petroleras totales de mayor y menor crecimiento (10 Principales rubros* FOB), hasta marzo 2016
*Clasificación propia de FEDEXPOR en base a principales rubros de exportación del país según sistema armonizado, montos pueden diferir frente a clasificación presentada por el Banco Central del Ecuador.
RubroMayor crecimiento ($ miles)
Rubro
Total con crecimiento Total con decrecimiento
Monto acumulado
2015
Menor crecimiento ($ miles)Monto
acumulado 2016
Variación absoluta ↑↓ %
Monto acumulado
2016
Variación absoluta ↑↓ %
Monto acumulado
2015
1 Camarón 146.128 125.014 21.114 16,9 1 Banano 219.149 248.995 29.845 - 12,0 -
2 Conservas de atún 116.984 101.887 15.097 14,8 2 Flores 43.767 66.223 22.456 - 33,9 -
3 Cacao 54.030 45.498 8.532 18,8 3 Café y té 15.838 29.638 13.800 - 46,6 -
4 Confites y chocolates 11.114 4.922 6.192 125,8 4 Productos químicos 1.232 5.107 3.875 - 75,9 -
5 Otros productos de madera 11.543 7.588 3.955 52,1 5 Aceites y extractos vegetales 1.607 3.629 2.022 - 55,7 -
6 Preparaciones y conservas del mar 2.565 840 1.725 205,4 6 Conservas de frutas y legumbres 13.272 14.542 1.270 - 8,7 -
7 Demás frutas 7.850 6.685 1.165 17,4 7 Otras manufacturas de metales 1.338 2.463 1.125 - 45,7 -
8 Sombreros 3.309 2.192 1.117 50,9 8 Minerales y metales 363 1.180 817 - 69,2 -
9 Telas, hilados y tejidos 2.394 1.282 1.111 86,7 9 Otra maquinaria eléctrica 1.347 1.846 499 - 27,0 -
10 Otros productos manufacturados 2.028 1.098 930 84,7 10 Cuero y productos de cuero 773 1.240 467 - 37,7 -
391.083 325.206 65.876 20,3 299.594 376.618 77.024 - 20,5 -
Exportaciones no petroleras totales de mayor y menor crecimiento a la Unión Europea (10 Principales rubros* FOB), hasta marzo 2016
*Clasificación propia de FEDEXPOR en base a principales rubros de exportación del país según sistema armonizado, montos pueden diferir frente a clasificación presentada por el Banco Central del Ecuador.
Variación absoluta ↑↓ %Variación
absoluta
Monto acumulado
2016
Total con decrecimiento
Monto acumulado
2015
Monto acumulado
2015
Total con crecimiento
Rubro Monto acumulado
2016
Mayor crecimiento ($ miles)Rubro
Menor crecimiento ($ miles)
↑↓ %
Precio $ Bbl: 37$ Var. men % : -15,0%Petróleo
581581
47
20
30
40
50
60
70
80
90
100
110
120
300
500
700
900
1100
1300
1500
ene-14 jun-14 nov-1 4 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ bbl (der)
Precio $ Oz: 1.245$ Var. men % : -4,6%Oro
74
74
1179
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
1800
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ Ozt derecha
Precio $ TM: 1.020$ Var. men % : 1,0%Banano
246251
1059
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
100
120
140
160
180
200
220
240
260
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ Lb. (der)
Precio $ Lb: 3,00$ Var. men % : 0,0%Camarón
171196
3,23,2
2,0
3,0
4,0
5,0
20
70
120
170
220
270
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ Lb. (der)
Precio $ TM: 164$ Var. men % : -6,2%Trigo
1024
88
60
70
80
90
100
110
120
800
850
900
950
1000
1050
1100
1150
1200
1250
ene-11 jul-11 ene-12 jul-12
X mill FOB (izq) $ bbl (der)
0
307
0
50
100
150
200
250
300
350
400
-1 0
0
10
20
30
40
50
60
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
M mill CIF (izq) $ TM (der)
Desempeño de mercados
Estados Unidos
Los envíos no petroleros a los Estados Unidos tuvieron una caída de 26% hasta marzo de 2016, entre los productos que presentan menor crecimiento se encuentran oro (64,6%), seguido de cacao (58,2%) y conservas de atún (24,1%). Por otro lado los productos que crecieron son harina de pescado (489,1%) y con�tes y chocolates (177,8%), que alcanzaron los $458 mil Dólares y $7,6 millones respectivamente.
Comunidad Andina
Los envíos no petroleros a la Comunidad Andina hasta marzo de 2016 presenta una caída de 13%, entre los productos que presentaron di�cultades se encuentran productos lácteos (95,4%), vehículos y partes (83,2%), y confecciones textiles (54,5%). Sin embargo, algunos productos como atún (1.017%) y cacao (115%) han incremen-tado sus exportaciones.
Precios Referenciales Exportaciones(X) e importaciones(M) mensuales y Precio Internacional
6
1 Banano 137.257 128.674 8.583 6,7 1 Oro 72.589 205.043 132.453 - 64,6 -
2 Confites y chocolates 7.598 2.735 4.863 177,8 2 Cacao 45.491 108.878 63.387 - 58,2 -
3 Otros productos agrícolas 16.404 12.881 3.523 27,4 3 Camarón 113.272 154.960 41.688 - 26,9 -
4 Flores 124.670 122.053 2.616 2,1 4 Pescado (excepto atún y camarón) 40.579 50.218 9.639 - 19,2 -
5 Preparaciones alimenticias para animales 1.506 114 1.393 1.225,8 5 Conservas de atún 18.845 24.837 5.992 - 24,1 -
6 Brócoli y coliflor 7.299 5.999 1.300 21,7 6 Otra maquinaria eléctrica 9.478 13.065 3.586 - 27,5 -
7 Preparaciones y conservas del mar 2.654 1.514 1.140 75,3 7 Otros productos manufacturados 1.986 3.788 1.803 - 47,6 -
8 Conservas de frutas y legumbres 12.662 11.888 773 6,5 8 Otros productos de madera 7.295 8.490 1.195 - 14,1 -
9 Otra maquinaria no eléctrica 3.953 3.372 581 17,2 9 Otras manufacturas de metales 969 1.976 1.008 - 51,0 -
10 Harina de pescado 458 78 380 489,1 10 Minerales y metales 3.221 4.027 1.008 - 20,0 -
330.852 303.157 27.696 9,1 337.183 601.013 264.033 - 43,9 -
Exportaciones no petroleras totales de mayor y menor crecimiento a los Estados Unidos (10 Principales rubros* FOB), hasta marzo 2016
*Clasificación propia de FEDEXPOR en base a principales rubros de exportación del país según sistema armonizado, montos pueden diferir frente a clasificación presentada por el Banco Central del Ecuador.
Monto acumulado
2015
Total con crecimiento
RubroMayor crecimiento ($ miles)
Monto acumulado
2016
Variación absoluta ↑↓ %
Total con decrecimiento
Monto acumulado
2015
Variación absoluta ↑↓ % Rubro
Menor crecimiento ($ miles)Monto
acumulado 2016
1 Cacao 12.186 5.668 6.518 115,0 1 Vehiculos y partes 4.994 29.735 24.741 - 83,2 -
2 Aceites y extractos vegetales 29.958 24.242 5.716 23,6 2 Tubos y perfiles de hierro y acero 7.520 13.742 6.222 - 45,3 -
3 Otra maquinaria no eléctrica 8.279 3.398 4.880 143,6 3 Confecciones textiles 2.833 6.224 3.391 - 54,5 -
4 Otros productos agrícolas 5.736 2.351 3.386 144,0 4 Otras manufacturas de metales 6.935 9.871 2.936 - 29,7 -
5 Conservas de atún 27.349 25.594 1.755 6,9 5 Telas, hilados y tejidos 6.743 8.927 2.185 - 24,5 -
6 Plástico y manufacturas de plástico 14.834 13.579 1.255 9,2 6 Productos lácteos 102 2.248 2.146 - 95,4 -
7 Atún 793 71 722 1.017,0 7 Harina de pescado 2.280 4.363 2.083 - 47,7 -
8 Productos farmacéuticos 1.855 1.221 634 100,0 8 Productos de limpieza, higiene y belleza 3.685 5.477 1.792 - 32,7 -
9 Bebidas no alcohólicas 480 69 411 596,5 9 Cocinas y estufas 8.131 9.862 1.731 - 17,6 -
10 Tabaco en rama 637 370 267 72,3 10 Refrigeradores y congeladores 2.364 3.948 1.584 - 40,1 -
170.365 147.361 23.004 15,6 90.277 151.011 60.734 - 39,7 -
*Clasificación propia de FEDEXPOR en base a principales rubros de exportación del país según sistema armonizado, montos pueden diferir frente a clasificación presentada por el Banco Central del Ecuador.
Exportaciones no petroleras totales de mayor y menor crecimiento a la CAN (10 Principales rubros* FOB), hasta marzo 2016
Monto acumulado
2015↑↓ %
Monto acumulado
2016↑↓ %
Total con crecimiento Total con decrecimiento
Monto acumulado
2015
RubroMayor crecimiento ($ miles)
RubroMonto acumulado
2016
Variación absoluta
Menor crecimiento ($ miles)Variación absoluta
Precio ₵ Lb : 156 Var. men % : -3,8%Café
1411
180
60
80
100
120
140
160
180
200
220
240
0
5
10
15
20
25
30
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) ₵ Lb. (der)
Precio $ TM: 483$ Var. men % : 0,5%Madera
23
11
460
300
350
400
450
500
550
600
650
700
1
6
11
16
21
26
31
36
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ TM (der)
Precio $ TM: 3.073$ Var. men % : 2,7%Cacao
6866
3174
60
560
1060
1560
2060
2560
3060
3560
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ TM (der)
Precio $TM: 632$ Var. men % : -4,95%Aceite de palma
179
635
400
500
600
700
800
900
1000
0
10
20
30
40
50
60
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
X mill FOB (izq) $ TM (der)
Precio $ TM: 326$ Var. men % : 4,8%Soya
1024
88
60
70
80
90
100
110
120
800
850
900
950
1000
1050
1100
1150
1200
1250
ene-11 jul-11 ene-12 jul-12
X mill FOB (izq) $ bbl (der)
0
528
0
100
200
300
400
500
600
700
-2 0
-
20
40
60
80
100
ene-14 jun-14 nov-14 abr-15 sep-15 feb-16
M mill CIF (izq) $ TM (der)
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
7
Evolución del empleo privado en medio del deterioro de la economía
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
43,2% 44,8% 39,2% 44,7% 45,5% 46,5% 47,9% 49,3% 43,7% 40,0%
18,2% 15,0%16,4%
13,8% 10,7% 9,0% 11,6% 12,9%13,4% 17,1%
23,7% 25,8% 27,2% 27,4% 31,3% 30,1% 29,0% 26,8%29,1% 26,7%
8,8% 8,2% 9,0% 8,2% 7,7% 8,0% 7,1% 7,1% 9,6% 10,1%5,0% 6,0% 6,5% 5,0% 4,2% 4,1% 4,2% 3,8% 3,8% 5,7%
dic-07 dic-08 dic-09 dic-10 dic-11 dic-12 dic-13 dic-14 mar-15 mar-16
Condiciones de empleo y desempleo
Empleo Adecuado Subempleo Otro empleo no pleno Empleo no remunerado DesempleoFuente INEC
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
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Análisis Coyuntural
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
CondiciónVariación absoluta
Variación relativa %
Población en edad de trabajar (PET) 265.882 2,4%
Población Económicamente Activa (PEA) 487.578 6,6%
Población con empleo 7.091.116 96,2% 7.412.671 94,3% 321.555 4,5%
Empleo adecuado/pleno 3.223.996 43,7% 3.142.554 40,0% -81.442 -2,5%
Subempleo 985.698 13,4% 1.348.231 17,1% 362.533 36,8%
Empleo no remunerado 710.083 9,6% 796.919 10,1% 86.836 12,2%
Otro empleo no pleno 2.142.958 29,1% 2.100.225 26,7% -42.733 -2,0%
Empleo no clasificado 28.382 0,4% 24.742 0,3% -3.640 -12,8%
Desempleo 282.967 3,8% 448.990 5,7% 166.023 58,7%
Población Económicamente Inactiva (PEI) -221.696 -5,8%
Fuente: INEC
3.827.552 3.605.856
Mar-15
11.201.636
7.374.083
Mar-16
11.467.518
7.861.661
Composición de la población
Glosario
Principales condiciones de empleo: Población en edad de trabajar (PET): Comprende a todas las personas de 15 años y más. Población económicamente inactiva (PEI): Son todas aquellas personas de 15 años y más que no están empleadas, tampoco buscan trabajo y no estaban disponibles para trabajar. Empleo adecuado/ Pleno: Personas con empleo que, durante la semana de referencia, perciben ingresos laborales iguales o superiores al salario mínimo, trabajan igual o más de 40 horas a la semana, independientemente del deseo y disponibilidad de trabajar horas adicionales. Empleo no remunerado: Lo conforman aquellas personas con empleo que, durante la semana de referencia, no perciben ingresos laborales. Otro empleo no pleno: Son personas con empleo que, durante la semana de referencia, percibieron ingresos inferiores al salario mínimo y/o trabajaron menos de la jornada legal y no tienen el deseo y disponibilidad de trabajar horas adicionales. Subempleo: Personas con empleo que, durante la semana de referencia, percibieron ingresos inferiores al salario mínimo y/o trabajaron menos de la jornada legal y tienen el deseo y disponibilidad de trabajar horas adicionales. Importante: Empleo informal: Personas con empleo que trabajan en empresas (unidad encargada de la producción de bienes y servicios) que no tienen Registro Único de Contribuyentes. (Esta condición laboral, no se encuentra expresada como parte de la PEA, no obstante es considerada como una categoría de la población con empleo).
En el país aumentan el número de personas disponibles para
trabajar, pero se reduce el empleo pleno, lo que deriva en
un aumento tanto del desempleo como del subem-pleo, que en su conjunto afec-tan a la mitad de la población económicamente activa, es
decir a 5 de cada 10 ecuatoria-nos en edad de trabajar
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
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conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
Empleo adecuado-
pleno
Total Empleo
Empleo adecuado-
pleno
Total Empleo
Empleo adecuado-
pleno
Total Empleo
Empleo adecuado-
pleno
Total Empleo
Agricultura, ganadería y pesca 287.607 1.742.241 341.657 1.989.285 305.348 2.084.741 -11% 5%
Explotación de minas y canteras 45.727 52.850 42.625 51.555 38.712 46.016 -9% -11%
Industrias manufactureras 388.987 706.505 411.976 794.203 383.220 761.315 -7% -4%
Construcción 309.764 521.283 305.386 501.838 242.842 463.269 -20% -8%Comercio 522.056 1.209.826 502.298 1.240.109 510.363 1.319.151 2% 6%Servicios 1.383.163 2.194.436 1.350.016 2.236.229 1.365.602 2.429.529 1% 9%
Total 2.937.305 6.427.141 2.953.957 6.813.218 2.846.088 7.104.021 -4% 4%
Empleo por rama de actividad
IT. 2014 Rama de actividad/
Período
IT. 2015 IT. 2016 Variación %
Fuente: INEC, Encuestas trimestrales de empleo, subempleo y desempleo ENEMDU
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
10
Análisis Coyuntural
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
Período / Empleo
Empleo adecuado- Variación % Total empleo Variación %
IT. 2014 346.506 - 1.291.737 -IT. 2015 309.947 -11% 1.258.905 -3%IT. 2016 289.281 -7% 1.310.519 4%
Fuente: FEDEXPOR, estimado en base a información de encuestas trimestrales de empleo, subempleo y desempleo del INEC, ENEMDU
Empleo en el sector exportador
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
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exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
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exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
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4 y 5 de Julio del 2016
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).
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40AÑOS
Gran parte de nuestro esfuerzo institucional en estas últimas semanas ha tenido relación con la coordinación de la
emergencia que atraviesa nuestro país; por este motivo hemos decidido POSPONER el
PremioeXpor 2016 para el mes de noviembre.
Te invitamos a estar pendiente de la fecha de�nitiva de nuestro evento, la cual anunciaremos con la debida
anticipación, y a preparar los requerimientos para poder inscribir a tu empresa en esta 7° versión del Premio al
Exportador “PremioeXpor 2016” (como referencia, puedes revisar los requisitos de inscripción que estuvieron vigentes
en nuestra anterior edición del PremioeXpor).
NOVIEMBRE 2016
Durante el último año el nivel de empleo en el país se ha venido deteriorando, siendo uno de los temas de mayor preocupación tanto de las autoridades públicas como de la empresa privada. La caída de la actividad económica, visible a través de la menor recaudación de impuestos -par-ticularmente del IVA- ha termina-do por afectar al empleo privado; en el caso del sector exportador, la pérdida de competitividad y los menores precios en las ventas externas también han tenido sus efectos. Si bien el total de empleo ha incrementado, lo ha hecho a través del subempleo y otras formas no adecuadas, que tienen mucha relación con la informali-dad, mientras que el empleo ade-cuado ha decrecido.
En este artículo se analiza la evo-lución del empleo privado y las mayores afectaciones por secto-res agregados, incluyendo una estimación de la evolución del empleo en el sector exportador. Se revisan también algunos instrumentos implementados por el Gobierno como alternativa y algunas de las propuestas desde el sector privado.
Empleo, desempleo y población activa
En el último año las condiciones de empleo en el país han tenido
un importante deterioro; por un lado se denota un aumento de la población disponible para traba-jar, a través del ingreso de nuevos profesionales y estudiantes a la fuerza laboral, pero que no pueden acceder a un empleo pleno o formal según las cate-gorías que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Este fenómeno sumado a la pérdida de empleos plenos y formales, ha dado como resultado un incremento en la tasa de desempleo y lo más grave un significativo aumento del número de personas que han pasado a estar subempleadas o empleadas informalmente.
Así, según el INEC en marzo de 2016 la población económica-mente activa ( fue un 7% mayor frente a la registrada en el primer trimestre del año pasado, alcan- zando un total de 7,9 millones de personas con cerca de 487 mil personas nuevas que han ingre-sado al mercado laboral o están
disponibles para trabajar. Del total de población activa, el INEC estima que 94,3% tienen algún empleo (formal o informal, pleno o no pleno), mientras que un 5,7% de la población se encuentra desempleada. Esta última ha registrado un incremento de 1,9 puntos porcentuales (pp) frente a marzo de 2015 y 0,9 pp mayor frente a diciembre 2015. La evolu-ción que ha tenido la tasa de desempleo muestra una ligera caída desde 2010, no obstante desde los últimos meses de 2015 este indicador ha venido incre-mentándose. Entre marzo 2015 y marzo 2016, más de 166 mil personas pasaron a engrosar las filas de desempleo (59% más personas que el año previo), condición que afecta directa-mente a 448 mil ecuatorianos.
Aunque se evidencia un aumento del empleo total en un equiva-lente a un poco más de 321 mil personas, el mismo corresponde en su totalidad al incremento de
subempleo y otras formas de empleo no pleno; así mismo, se denota un crecimiento del empleo informal.
De acuerdo al INEC, este cre- cimiento se debe al aumento de la tasa de participación laboral que a marzo de 2016 se ubicó en un 68,6%, es decir 2,7 pp más que en marzo de 2015, y que se traduce en un aumento del ingre-so de personas al mercado laboral, es decir mayor oferta de trabajadores frente a una deman-da contraída por la menor activi-dad económica. Este fenómeno se ve motivado principalmente por el aumento de profesionales, que hasta marzo de 2016 regis-tran un incremento del 19% de graduados de tercer nivel y un 62% de estudiantes de post-gra-do que ahora están disponibles para trabajar.
Las cifras corroboran este aumento de población en búsqueda de oportunidades laborales, así lo demuestra tam-bién la disminución del 6% de la población económicamente inac-tiva (PEI), en donde se encuen-tran 3,6 millones de personas, que representan 221 mil perso-nas menos que en 2015; típica-mente una de las categoría de inactividad se ve presente en estudiantes de 15 años en adelante que igualmente presen-taron un enorme crecimiento de 254% y que ingresan al mercado laboral.
Además del desempleo, otro indicador que muestra el dete- rioro de los niveles de empleo corresponde al incremento del subempleo; este último corres- ponde a personas que han perci-bido una remuneración menor al salario básico o trabajan un tiempo menor a la jornada laboral; de esta forma al sumar las categorías de subempleo y otro empleo no pleno -correspon-dientes a estas características- en el primer trimestre del año la
tasa se ubicó en 43,8%, es decir 1,3 pp más en comparación con el mismo período del año pasado, y que en términos absolutos representa casi 320 mil personas adicionales. En contraste, el empleo pleno pasó de represen-tar 43,7% del total de empleados en marzo 2015 al 40% en marzo 2016, reduciéndose en cerca de 81.400 plazas.
De forma complementaria, la medición de empleo informal -correspondiente a otra categoría de medición-, que toma en cuenta a las personas que traba-jan en pequeños negocios y emprendimientos que no están regulados o no están sujetos a los controles legales como las socie-dades (no tienen RUC), indica que en marzo de 2016 alcanzó una participación de 43% del total de personas que actual-mente poseen empleo, es decir 1 pp mayor que marzo de 2015 y que representa algo más de 3,1 millones de personas, registrán-dose un aumento de más de 240 mil personas en esta clasificación entre marzo 2015 y marzo 2016.
Por otro lado, las amas de casa, jornaleros y ayudantes no asala- riados, forman parte de la cifra de empleo no remunerado que ahora es considerado por el INEC. En los primeros tres meses del año
se ubicó en 10%, el mismo porcentaje que se presentaba en el primer trimestre del año ante- rior.
Desempeño del empleo privado y público
El sector productivo es el mayor generador de empleo a nivel nacional; de cada 10 plazas de trabajo 9 son generados por este sector y 1 plaza es generada por el sector público. Hasta marzo de 2016, el sector privado presenta un crecimiento del empleo total de 3,8%, alcanzando casi 6,7 millones de plazas, incremento que se ha generado a través del subempleo, pues el empleo pleno registra una caída de 4% en relación al primer trimestre de 2015, llegando a un total de 2,8 millones de plazas. Llama la atención que en el mismo perío-do de análisis, la participación del empleo privado frente al total de empleo bajó ligeramente de 90,9% a 90,3%, mientras que en contraste el empleo público (casi 100% de este empleo pleno) pasó de representar 9,1% a 9,7% del empleo total, lo que represen-ta un incremento de más de 73 mil personas en plazas del sector público, es decir un 11% mayor frente al total registrado en marzo 2015, alcanzando 719 mil plazas.
En base a la fortaleza productiva que tiene el país, la rama de actividad económica en donde existe una mayor demanda de empleo es la agricultura, gana- dería y pesca, la participación en este sector es de 28,1% a nivel nacional. Según datos del INEC, al comparar los tres primeros meses de 2015 y 2016, el empleo total en esta actividad presenta un crecimiento de 95 mil plazas (4,8% mayor a marzo 2015) llegando a un total de más de 2 millones de personas empleadas en el sector. No obstante, el pleno empleo en estas activi-
dades redujo en más de 36 mil plazas (casi 11%) con un incre-mento consecuente en el subem-pleo.
En el caso del sector comercial, que representa 17,8% del empleo total nacional, las plazas totales incrementaron en un poco más de 79 mil (6,4% mayor frente a marzo 2015) llegando a un total de 1,3 millones de empleos; llama la atención el incremento en el empleo pleno que superó las 8 mil plazas (1,6% mayor a marzo 2015) que sin embargo no alcan- zan para cubrir el total de incre-mento de empleos que se gene- ran en el sector, y que también se dirigieron al subempleo.
En los sectores de industrias y construcción, la situación es diferente y refleja un drama mayor, puesto que en ambos casos se registra una disminución del total de empleos por más de 32 mil plazas en el primer caso y superior a 38 mil plazas en el segundo (4,1% y 7,7% menos que el primer trimestre de 2015, respectivamente), totalizando cerca de 71 mil plazas menos de empleo en estos sectores. El empleo pleno de estas dos activi-dades también tiene una baja significativa de más de 28 mil puestos de trabajo en industria y 62 mil en la construcción, es decir una reducción de más de 91 mil plazas de empleo pleno en su
Núñez de Vela E3-13 y Atahualpa Ed. Torre del Puente piso 7
(593-2) 373 - 1130
conjunto entre estas dos activi-dades (7% y 20,5% menos que el primer trimestre de 2015, respec-tivamente).
Finalmente en el sector de servi-cios, en su conjunto presenta un incremento de plazas totales de empleo por 193 mil (8,6% más que en el primer trimestre de 2015), llegando a un total de 2,4 millones de personas; el empleo pleno en este sector se incre-mentó en un poco más de 15 mil plazas (1,2% más que en marzo 2015), aunque tampoco cubrió el total de incrementos en el empleo, abultando por lo tanto el subempleo; dentro de esta rama se encuentran actividades como
alojamiento, transporte, comuni-cación, servicios personales y empresariales, entre otras.
Un importante porcentaje de la pérdida de empleos (plenos en algunos casos y empleos totales en otros) tiene relación con la caída de la actividad económica registrada en el último año; esto a su vez se ha visto motivado por algunas decisiones/indecisiones del Gobierno en materia de políti-ca pública; por ejemplo las ma- yores restricciones en las impor- taciones y por otro lado la falta de decisión sobre medidas de incentivos para la recuperación productiva, como se revisa más adelante en el caso del sector
exportador. Resta por ver el impacto que se podría generar en el empleo por el incremento de la carga tributaria a través de las dos recientes reformas tribu-tarias aprobadas por la Asam-blea Nacional.
Empleo sector exportador
Acceder a cifras directas sobre el empleo generado en las activi-dades de exportación, resulta en la práctica complejo; las dife- rentes entidades que tienen datos sobre el empleo (INEC, IESS, Ministerio de Trabajo, etc.) no tienen una clasificación espe-cífica al respecto. Ante esta com-plejidad, la Federación de Expor-tadores ha realizado un estimación del empleo directo que generan las actividades de exportación a nivel nacional (urbano y rural, empleo pleno y subempleo); según este análisis la empresa privada exportadora genera alrededor de 1,3 millones de plazas de trabajo directo a nivel nacional, que representa a su vez cerca del 20% de total de empleo y representa ingresos para más de 690 mil hogares en todo el país. Las exportaciones no petroleras presentan fuertes encadenamientos que involucran a varios sectores productivos, lo que genera empleos indirectos en un estimado de dos veces el valor de empleo directo, es decir 2,6 millones de plazas.
Bajo este análisis, el empleo en el sector exportador presenta el mismo comportamiento que en el total de sectores; es decir, un incremento del empleo total, motivado casi en su totalidad por el sector agrícola, pero un decre-cimiento en el empleo adecuado.
Así, en el primer trimestre de 2016 se generaron cerca de 51 mil nuevas plazas de empleo (4% más que el mismo trimestre de 2015), llegando a más de 1,3
millones de empleos. Sin embar-go, el empleo adecuado en las empresas exportadoras cayó en alrededor de 20 mil plazas (7% menos que en el primer trimestre de 2015), motivando por tanto un incremento en las cifras de sub-empleo.
La mayor parte del empleo exportador se concentra en las actividades de agricultura y pesca (incluye actividades agroindustriales), aunque se resalta también una importante participación de empleo del sector de industrias manufactu- reras (muchas veces entrelaza-das con agroindustria) así como actividades del sector comercial (servicios comerciales de expor- tación o comercializadores).
Sobre el desempeño del empleo en el sector exportador también ha influido la adversa situación de la coyuntura internacional; en el primer trimestre de este año las ventas externas no petroleras registraron una baja de 12,6% ($390 millones menos que el mismo período de 2015), mismas que se suman a la baja de 6% registrada en 2015 ($760 millones menos que en 2014). La mayor parte de esta reducción corresponde a un retroceso en los precios de los productos, los mismos que a su vez se han visto influenciados por un menor nivel en los mercados internacionales (sobre todo para el caso de los productos tradicionales de exportación) así como por el fortalecimiento del Dólar, mismo que ha obligado a muchos
exportadores a reducir sus precios -de manera adicional a la reducción de mercado- para poder continuar compitiendo en los mercados internacionales.
Sobre este último aspecto, tam-bién ha influido la falta de clari-dad del Gobierno sobre el cum-plimiento de los compromisos pendientes con centenares de exportadores a través de los mecanismos de devolución simplificada de impuestos (draw-back simplificado) y certificados de abono tributario (CAT’s). En el primer caso, por las exporta-ciones del año 2015 se entrega-ron alrededor de $40 millones en devolución de impuestos, quedando pendiente un saldo por entre $180 y $200 millones así como la renovación del mecanismo para el año 2016. En el caso de los CAT’s por su lado, la compensación se otorga a exportadores que se vieron perjudicados por el incremento de aranceles en los Estados Unidos luego de la renuncia del Gobierno nacional a los esfuer-zos por renovar el mecanismo de preferencias bajo el ATPDEA; esta estuvo vigente hasta 2015, pero se espera aún conocer su renovación para este año, lo que afecta principalmente a sectores como rosas, brócoli, textiles, cerámicas, entre los principales.
Afectación de empleo por terre-moto
La afectación del terremoto dejó importantes perjuicios para la población de Esmeraldas y
Manabí, tanto en pérdidas humanas como de infraestructura. Una importante porcentaje de la actividad económica que man-tenían las zonas se ha visto afec- tado, lo que ha significado una interrupción y en algunos casos el cese de actividades productivas y que ciertamente se sumarán a las cifras de desempleo y subempleo en los próximos meses. Según datos del INEC, en diciembre de 2015 la provincia de Esmeraldas registró una cifra de empleo total de 217 mil personas, de las cuales 83 mil personas se ubican en empleo adecuado, las 134 mil personas restantes, se encuentran ubicadas en otras categorías como subempleo y empleo no pleno. Mientras que en Manabí el empleo total alcanzó 593 mil personas, por el lado del empleo adecuado se registraron 236 mil personas y la diferencia de 357 mil personas corresponden a otras condiciones de empleo. Si bien no existe un dato oficial acerca de la afectación del empleo en estas provincias, de acuerdo al más reciente Informe de Situación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos, existen un total de 7.523 empresas afectadas, principal-mente comercios, aunque tam-bién se contabilizan empresas industriales y segmentos artesa-nales. Por la ubicación geográfica que tiene la zona afectada los principales sectores productivos y exportadores que se han perjudi-cado son los de pesca, agrícola (maíz, café, cacao, plátano, palma africana, arroz), avícola, porcícola y acuícola (camarón).
Se vuelve urgente trabajar sobre la creación de empleo adecuado
El desempleo y el subempleo es una condición que afecta a la mitad de los ecuatorianos en edad de trabajar; éstos indicadores se han deteriorado en el último año y la pérdida de empleos adecuados debe llamar a la búsqueda de
soluciones que permitan frenar su deterioro y motivar su crecimiento; las alertas se han hecho más evidentes en los sectores de industrias y construcción, aunque la pérdida de empleo adecuado se ha generalizado a todos los secto-res privados.
Si bien la empresa es la llamada a generar más y mejores plazas de empleo, esto a su vez depende de las políticas que el Gobierno impulse para el efecto. Lamenta-blemente, la discusión y el debatesobre las alternativas en materia laboral en el país se han politizado, limitando un análisis serio y técni-co sobre los impactos que las normas generan sobre el empleo a nivel nacional. Un ejemplo de ello es la recientemente aprobada “Ley Orgánica para la Promoción del Trabajo Juvenil, Regulación Excepcional de la Jornada de Trabajo, Cesantía y Seguro de Desempleo” que busca una adaptación de la jornada laboral para evitar despidos así como incentivos para motivar la con-tratación juvenil y modifica la figura de cesantía por la de seguro de desempleo.
La norma introdujo la posibilidad de que las empresas puedan redu-cir su jornada laboral, y conse-cuentemente los ingresos de los trabajadores de manera propor-cional por un tiempo determinado debido a condiciones adversas; los requisitos para que una empre-sa pueda calificarse en este régi-men sin embargo, y que fueron introducidos en la discusión en la Asamblea Nacional, hacen que en la práctica sea muy complejo aplicarlo, lo cual limitará sin duda su efectividad y el cumplimiento del objetivo buscado.
Por otro lado, ni en la reciente reforma ni en anteriores se han discutido aspectos que son de vital importancia tanto para la ge- neración de empleo privado así
como para empujar la competitivi-dad y crecimiento de las empre-sas; temas como la regulación de las jornadas de trabajo -particular-mente para sectores agrícolas, agroindustriales y de la pesca-, los costos de despido y la carga que representa la jubilación patronal son algunos de los temas que en la práctica impiden una mayor contratación y dinámica del mer-cado laboral en el país y que al contrario generan una fuerte rigidez que limita su crecimiento.
Esto se refleja en varios estudios tanto a nivel nacional como inter-nacional; es el caso del Reporte Global de Competitividad, que en el pilar sobre la eficiencia del mer-cado de trabajo ubica a Ecuador en el puesto 112 de un total de 140 economías, y donde las regu-laciones restrictivas sobre con-tratación, horarios de trabajo y despidos es uno de los principales problemas que revelan los empre-sarios. Estas regulaciones muchas veces terminan por afectar en mayor medida al empleo juvenil; en el caso del país conforme las cifras del INEC, la tasa de desempleo para los jóvenes entre 18 y 24 años de edad es superior al 12%.
El sector productivo y los empre-sarios nacionales han intentado mantener el empleo a nivel nacio- nal. Sin embargo el recrudecimien-to de la situación económica, sumado a las restricciones de la regulación laboral dificultan ese objetivo. En el caso del sector exportador, estas restricciones afectan de sobremanera en la competitividad; en el sector se suma además la adversa coyuntu-ra de bajos precios internacionales y la falta de decisión del Gobierno sobre el cumplimiento de los com-promisos pendientes con los exportadores a través de los mecanismos de compensación (drawback simplificado e impues-tos).