INFORME DE INVESTIGACIÓN PARA EL PROYECTO...

92
INFORME DE INVESTIGACIÓN PARA EL PROYECTO INSTITUCIONALIZADO NOVELA COLOMBIANA HOY: DEL CANON A LA MARGINALIDAD MEDIÁTICA MAYRA LORENA HERNÁNDEZ REYES UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA BOGOTÁ 2016

Transcript of INFORME DE INVESTIGACIÓN PARA EL PROYECTO...

INFORME DE INVESTIGACIÓN PARA EL PROYECTO INSTITUCIONALIZADO NOVELA

COLOMBIANA HOY: DEL CANON A LA MARGINALIDAD MEDIÁTICA

MAYRA LORENA HERNÁNDEZ REYES

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA

CASTELLANA

BOGOTÁ

2016

INFORME DE INVESTIGACIÓN PARA EL PROYECTO INSTITUCIONALIZADO NOVELA

COLOMBIANA HOY: DEL CANON A LA MARGINALIDAD MEDIÁTICA

MODALIDAD DE PROYECTO DE GRADO: INVESTIGACIÓN-INNOVACIÓN

MAYRA LORENA HERNÁNDEZ REYES

Código: 20092160034

Informe de investigación para optar por el título de Licenciada en Educación Básica con Énfasis en

Humanidades y Lengua Castellana

DIRECTOR: CARLOS ARTURO GUEVARA AMÓRTEGUI

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA

CASTELLANA

BOGOTÁ

2016

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

CARLOS JAVIER MOSQUERA SUÁREZ

RECTOR

GIOVANNI RODRIGO BERMÚDEZ BOHÓRQUEZ

VICERRECTOR ACADÉMICO

MARIO MONTOYA CASTILLO

DECANO FACULTAD CIENCIAS Y EDUCACIÓN

IRMA ARIZA PEÑA

SECRETARIA ACADÉMICA FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

PEDRO BAQUERO

COORDINADORA PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN HUMANIDADES Y

LENGUA CASTELLANA

BOGOTÁ

2016

Nota de aceptación

—————————————————

—————————————————

—————————————————

—————————————————

——-——————————————

______________________________

Firma del jurado

_______________________________

Ciudad y fecha

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y

LENGUA CASTELLANA

RESUMEN ANALÍTICO

Tipo de

documento

Informe de investigación

Título Informe de investigación para el proyecto institucionalizado Novela colombiana hoy: del canon a la

marginalidad mediática

Autor Mayra Lorena Hernández Reyes

Lugar y fecha Bogotá, agosto de 2016

Palabras

clave

Canon, categoría problémica, fenomenología, marginalidad mediática, mundo de la vida, novela

colombiana.

Descripción En este documento se presentan los resultados de la participación en un proyecto de investigación

institucionalizado, que tuvo como finalidad realizar un estudio analítico-reflexivo sobre las

particularidades estéticas y los problemas evidentes en la novela colombiana que no tiene

reconocimiento mediático de las dos últimas décadas.

Contenido El informe de investigación contiene los hallazgos y las tareas realizadas que contribuyen a la finalidad

del proyecto institucionalizado, el cual consiste en realizar una investigación que resalte la importancia

que tienen para la academia, la escuela y los estudios literarios en general, algunos novelistas

colombianos, entre 2000 y 2013, que no tienen el reconocimiento mediático que prometen los grandes

emporios editoriales, y cuyas obras han ayudado a comprender la cultura del país en cuanto a sus

circunstancias históricas, políticas y sociales. El enfoque teórico es el fenomenológico. De aquí se

tomaron conceptos analíticos como mundo de la vida, actitud natural y actitud reflexiva, muy

indispensables para el análisis del corpus encontrado. Como resultado, además del hallazgo del corpus,

se encuentra el análisis de cinco novelas designadas para este trabajo particular, de las que se hizo un

análisis descriptivo sobre las categorías problémicas que se presentaban: socioeconómica, filosófico-

religiosa, sociológico-sicológica, histórico-política y estética. Después del ejercicio descriptivo se

realizó un análisis reflexivo sobre la forma como se presentan los problemas en las novelas.

Metodología Es de carácter cualitativo. Se realizó en tres fases: la exploratoria, en la que se hizo la búsqueda del

corpus para la investigación, por medio de visitas a casas de la cultura, librerías, bibliotecas y diálogo

con expertos; la descriptiva, en la que se realizó un ejercicio descriptivo sobre seis novelas designadas

para este trabajo particular, de aspectos como la ubicación e identificación de las obras y la

identificación natural de las categorías problémicas; la reflexiva, en la que se desarrolló un ejercicio

reflexivo sobre las categorías problémicas y los problemas específicos en cada una de las novelas

designadas.

Conclusiones La novela colombiana no canónica explora y muestra con profundidad y sentido estético los problemas

fundamentales de la humanidad, reflejados en la violencia, la desigualdad social y los problemas

existenciales. El enfoque fenomenológico fue muy pertinente para la investigación y el análisis de las

novelas que formaron parte del corpus. Respecto a la metodología cualitativa, también fue muy

oportuna ya que llevó a considerar cambios en el curso de la investigación que beneficiaron la finalidad

de esta. No obstante, hubo algunas dificultades a la hora de analizar reflexivamente las novelas, puesto

que fue difícil y muy riguroso englobarlas dentro de las categorías problémicas establecidas.

Finalmente, es importante llevar a cabo este tipo de investigaciones en la escuela, para que se conozcan

otros autores, de tal forma que no se considere solo lo mediático, sino que además se tengan en cuenta

otras formas de ver la realidad, para que el estudio de la literatura sea más incluyente.

Fuentes

principales

Guevara, C. et al. (2015). Enseñanza de la literatura: Perspectivas contemporáneas. Bogotá:

Universidad Distrital Francisco José de Caldas; Herrera Restrepo, D. (2002). La persona y el mundo

de su experiencia. Bogotá, Universidad San Buenaventura; Husserl, E. (1962). Ideas relativas a una

fenomenología pura y una filosofía fenomenológica. México: Fondo de Cultura Económica; Vargas

Guillén, G. (2012). Fenomenología, formación y mundo de la vida: Problemas teóricos y

metodológicos de la fenomenología. Saarbrücken, Alemania: Editorial Académica Española.

Dedicado a los seres que han

hecho iluminar mi vida:

A Killary Mhuykiia Cardona

Hernández, mi pequeña hija.

A Ruby Stella Reyes Guzmán y

Héctor Hernández Zapata, mis

amados padres.

A Lucelly Hernández Zapata, mi tía.

Agradecimientos

Quiero ofrecer mis profundos agradecimientos en primer lugar al Padre Celestial y a la Madre Bendita por todas las

enseñanzas académicas y espirituales que obtuve en este camino, por permitirme contar con todas las facultades y

virtudes que como ser me otorgaron para seguir caminando. Les agradezco el haber puesto personas excepcionales

que participaron junto a mí para hacer esto posible. Seres como el maestro Carlos Guevara, quien con su dedicación

y su amor a la enseñanza me permitió conocer el mundo de la investigación, la filosofía y la literatura. Así mismo,

quiero agradecerles a otros maestros de vida que con sus conocimientos y guías he logrado consolidar el ser que soy

hoy: al profesor Carlos Martínez y al profesor Abelardo Ramos.

A los profesores que contribuyeron en mi formación académica: Wilmer Villa, Margot Guzmán, Ximena

Betancourt, Adrián Perea, María Cristina Sánchez, Oscar Bello, Jaime Sarmiento, Sandra Luz Castro, Alexis

Rodríguez, Pedro Vargas, Mario Montoya, Luz Helena Sáenz, Marieta Quintero, Clara Ivonne González y Adriana

Yamile Suarez.

A mis amigos y amigas de la universidad quienes fueron un apoyo y una compañía incondicional, quienes

conocieron una parte de mi ser, con quienes reí, conocí y disfrute: María Fernanda Bello, Alejandro Molina,

Alexandra Ayala, Jessica Lozano, Luris Munar, Eliana Rodríguez, Liliana Quiroga, Erika González, Michael

Sanabria, Janer Rubiano, Laura Lozada, David García, Cindy Casallas y Nick Pérez.

A mis compañeros de semillero: Rubi Vera, María Fernanda Jurado, Carlos Chacón, Tatiana Mantilla y Andrés

Ayala.

Agradezco por todos los esfuerzos realizados a mi querida familia, por apoyarme siempre y estar en todos los

momentos de mi vida: a mi tíos Lucelly, Ruth Helena y Rusbel Hernández, a mi hermano Johan David Hernández, a

mis padres Stella Reyes y Héctor Hernández, a mis abuelos María Dolores Zapata y Aníbal Hernández, a mi

compañero Hair Cardona.

Por último quiero agradecerle muy especialmente a mi pequeña hija Killary Mhuykiia Cardona Hernández quien

fue mi motivación en la etapa final de este proceso. Gracias por tus enseñanzas y por tu paciencia mi niña.

Tabla de contenido

1. Introducción ................................................................................................................................ 1

2. Marco teórico .............................................................................................................................. 7

2.1 Mundo de la vida ........................................................................................................................ 7

2.2 Reducción fenomenológica: actitud natural y actitud reflexiva ................................................ 9

3. Metodología ............................................................................................................................... 13

3.1 Fase exploratoria ...................................................................................................................... 13

3.2 Fase descriptiva ........................................................................................................................ 15

3.3 Fase analítica y reflexiva .......................................................................................................... 17

4. Resultados ................................................................................................................................. 18

4.1 Obtención del corpus ............................................................................................................... 18

4.2 Análisis descriptivo de las novelas ........................................................................................... 19

4.3 Reflexión sobre los problemas presentados en las novelas ...................................................... 22

4.3.1 Categoría socioeconómica ..................................................................................................... 22

4.3.2 Categoría filosófico-religiosa ................................................................................................ 31

4.3.3 Categoría sociológico-sicológica .......................................................................................... 36

4.3.4 Categoría histórico-política ................................................................................................... 38

4.3.5 Categoría estética .................................................................................................................. 41

5. Conclusiones ............................................................................................................................. 44

5.1 Importancia de la investigación en la práctica docente ............................................................ 47

Referencias .................................................................................................................................... 50

Anexos ........................................................................................................................................... 52

Anexo 1. Ciudad/región de origen de los autores .......................................................................... 52

Anexo 2. Análisis de las novelas, primera parte ............................................................................ 54

Anexo 3. Análisis de novelas, segunda parte ................................................................................. 74

1. Introducción

Entendernos como seres históricos constituyentes de universos de sentido que permanecen en la

memoria de las comunidades es quizá uno de los aportes más trascendentales que hace la

literatura al mundo cultural y estético de una sociedad. La literatura es una manifestación humana

que permite la apertura a una experiencia de lo sensible, a un mundo creado en la mente del

escritor y recreado en la del lector, a la comprensión de la misma existencia humana en un lugar y

en un momento histórico a partir de las costumbres, vivencias, sentires, pensamientos y todo ese

cúmulo de expresiones características de los grupos humanos que permean la espiritualidad y el

reconocimiento identitario de los pueblos.

Así, en la búsqueda por profundizar sobre el fenómeno de la literatura, un grupo de

estudiantes interesadas en la investigación y guiadas por el profesor Carlos Guevara, damos vida

al semillero La Maga Literaria, adscrito al grupo de investigación Imago Literaria de la

Universidad Distrital Francisco José de Caldas. En un principio se trató de un grupo de estudio.

Nos reuníamos a tratar conceptos básicos de fenomenología y de investigación. Luego empezaron

a asistir más estudiantes, lo cual consolidó, finalmente, el semillero. A partir de esto, el trabajo

del semillero se hace más constante y se empiezan a organizar sesiones cada ocho días con la

asesoría del profesor Carlos Guevara. A medida que el proceso avanza se nos invita a los

estudiantes de semestres mayores a que hagamos parte de una investigación en la que empezamos

a trabajar con el grupo Imago Literaria. Es en este contexto que se desarrolla la siguiente

investigación: Novela colombiana hoy: del canon a la marginalidad mediática.

En este informe de investigación se pretende mostrar la participación y las contribuciones

individuales que se realizaron en este proyecto de investigación institucionalizado en el que

trabajaron algunos estudiantes del semillero La Maga Literaria. El grupo lo conforman los

profesores Pedro Vargas, Armando Granda y Carlos Guevara. La investigación tiene como

temática la novela colombiana y se enfoca en las problemáticas presentes en las piezas literarias

de autores y autoras que no son reconocidos dentro del canon literario nacional.

Según la investigación Novela colombiana hoy: del canon a la marginalidad mediática en

Colombia, la literatura que no forma parte del canon oficial no goza del prestigio y del

reconocimiento con el que cuenta la que sí pertenece y tiene el apoyo de las grandes editoriales.

Esto se debe a la selección de un canon oficial que invisibiliza las voces que no pertenecen a él y

que es producto de diversos factores como: el intercambio de favores entre los mismos escritores

del canon; el interés mediático y comercial por parte de las grandes editoriales, que deciden

publicar las obras de escritores y escritoras conocidos con la seguridad de obtener ganancias

económicas; la difusión mediática de autores y autoras; el exiguo apoyo hacia los escritores y

escritoras independientes; la tendencia a creer entre los lectores que las obras literarias que tienen

mayor calidad son las escritas por autores y autoras prestigiosos que tienen reconocimiento

mediático. Atendiendo a esto, la literatura se convierte en un banquete de intereses comerciales

que no permite que otros escritores que demuestran calidad literaria sean reconocidos, ya que no

cuentan con la bastante difusión mediática, ni con los recursos económicos requeridos para la

publicación de sus obras. Como consecuencia quedan en el olvido aquellas piezas literarias

escritas por autores y autoras “desconocidos” que pueden aportar considerablemente a la cultura

de las letras escritas, y en general a la cultural nacional y mundial.

Esto mismo sucede en los ámbitos académicos, en donde se tiende a reproducir la enseñanza

de las obras que pertenecen al canon, dejando de lado otras posibilidades literarias. Pero ¿por qué

no brindarles un espacio a estos escritores y escritoras en los colegios y universidades? Es

importante desligar la literatura del canon oficial para comprender y conocer voces diferentes que

dan cuenta de otras formas de concebir la realidad, de enfrentarse al acto creador y de

experimentar la literatura nacional. Con esto la literatura permite abrir nuevos horizontes de

sentido que llevan a la identificación de otras posibilidades estéticas que enriquecen la visión

histórica, cultural, social, política y estética del país. En ese sentido el proyecto se propone

analizar los problemas y singularidades estéticas de novelas escritas en la última década por

autores no reconocidos dentro del canon literario nacional. Siguiendo con esto, la pregunta de

investigación planteada en el proyecto institucionalizado Novela colombiana hoy: del canon a la

marginalidad mediática es:

¿Cuáles son las problemáticas y particularidades estéticas puestas en evidencia en las obras de

narradores y narradoras colombianos en la última década, desconocidos por la industria

mediática y editorial y por los círculos académicos?

Así el objetivo general del proyecto institucionalizado Novela colombiana hoy: del canon a la

marginalidad mediática es:

Realizar una investigación que dé cuenta de la importancia de algunos autores colombianos de

comienzos del siglo XXI y de sus obras novelísticas que, no obstante pasar desapercibidos para el

mundo académico, literario, mediático, social y cultural del país, han contribuido desde dichas

creaciones estéticas a comprender y conocer mejor nuestra cultura y nuestras circunstancias

históricas, políticas y sociales.

Mis aportes en esta investigación consistieron en la realización de unas labores específicas

como lo fueron la búsqueda de escritores, escritoras y editoriales independientes que

contribuyeron a la construcción del corpus de la investigación, así como la realización de

documentos descriptivo-reflexivos, en los cuales se presenta el análisis de las problemáticas

tratadas en las obras leídas. En ese sentido, el objetivo personal planteado consiste en:

Contribuir en el proyecto de investigación Novela colombiana hoy: del canon a la marginalidad

mediática, con la intención de conocer, analizar y comprender las problemáticas presentes en

las novelas colombianas de los diez últimos años.

Para llevarlo a cabalidad se realizaron unas tareas determinadas que aportaron en el

cumplimiento de los objetivos planteados de la investigación, entre las que se destacan:

Asistencia a las reuniones programadas por el grupo de investigación para acordar

actividades y labores concernientes al proyecto de investigación.

Búsqueda en librerías, casas editoriales, bibliotecas y por la web de novelas escritas en la

última década.

Lectura de novelas escritas y publicadas por editoriales independientes entre 2000 y 2013.

Escritura de textos descriptivos, analíticos y reflexivos a partir de las características

encontradas en las obras leídas.

Consulta de bibliografía necesaria para la investigación.

Para la consolidación de estas tareas y acorde a lo que se pretende mostrar en este informe de

investigación, es de importancia indicar cómo se realizó el proceso investigativo. Primero se

hicieron búsquedas en librerías, bibliotecas, casas de cultura, en el Ministerio de Cultura y por la

web de novelas de escritores no reconocidos; simultáneamente se asistía a las reuniones del grupo

de investigación en donde se estipulaban las tareas que se debían seguir, se evaluaba el proceso

llevado y se realizaba la formación teórica desde la perspectiva fenomenológica; después se

procedió a la lectura de las obras asignadas a cada integrante del grupo de investigación y a la

elaboración de informes que daban cuenta del análisis realizado a cada novela. En este

documento se específica el camino seguido para el desarrollo de estos pasos en los apartados de

Metodología y Resultados.

Ahora bien: expondré las razones que justifican la participación en este proyecto de

investigación. En primer lugar, hay un interés personal por la literatura. Esta es una manera de

retornar a nuestra espiritualidad, de encontrar y reencontrar nuestro ser a partir de la experiencia

estética que dota de sentido nuestra existencia. La literatura nos permite andar por una extensa

variedad de caminos que nos conducen hacia un reconocimiento de lo que hemos sido y de lo que

somos en cierto momento histórico, hacia las fibras más profundas de nuestra sensibilidad, hacia

vivencias y experiencias que son parte de nosotros. Nos permite la apertura a realidades que solo

son posibles en la narración y que recreamos en la mente, aquellas que evocan emociones,

sentimientos, sensaciones, recuerdos, pensamientos que se alojan en nuestra conciencia y que

permiten la desfragmentación de nuestro interior para volvernos a encontrar con lo que no somos,

con lo que fuimos y con lo que seremos. La literatura también nos permite entender nuestro

devenir histórico como motor para seguir hilando el complejo espejo de la humanidad, vincular

nuestro propio existir con otros que ya lo han hecho y continuar con el ánimo de seguir viviendo.

En segundo lugar, en el aspecto formativo desde la Licenciatura en Humanidades y Lengua

Castellana, hay unos aportes que desde la investigación se le hace a los tres componentes

formativos de esta los cuales son el investigativo-pedagógico, el semiodiscursivo y el ético-

humanístico.

En el campo investigativo-pedagógico es importante la investigación, ya que, por un lado,

esta permite que esas otras voces que escriben literatura y que no están enmarcadas dentro del

canon oficial sean llevadas a la escuela, y con esto se promueva una conciencia crítica frente al

acontecer histórico y cultural del país. Por otro lado, desde el ámbito profesional del docente

investigador se hace necesario que este contribuya a la formación de una escuela creativa y

reflexiva para para la formación de un pensamiento crítico y creativo en sujetos que contribuyan

de forma activa en el desarrollo de la sociedad.

Por el lado del componente semiodiscursivo, se aborda la literatura desde una mirada no

canónica que aporta significativamente a su estudio en tanto se hacen posibles otras visiones y

formas estéticas que dan cuenta de realidades que emergen de voces que no han sido conocidas

en el medio literario nacional. Esto permite un enriquecimiento cultural que surge en el

reconocimiento de las problemáticas y temáticas abordadas en cada novela estudiada.

Respecto al componente ético-humanístico, en la investigación se siguió el método

fenomenológico, el cual permitió su desarrollo partiendo del mundo de experiencia de cada

integrante para después analizar reflexivamente los componentes de las obras estudiadas; además,

esta posibilita la recuperación de la memoria histórica que reconoce la diversidad cultural del país

a partir del estudio de novelas de autores no canónicos que pertenecen a diferentes regiones.

Para finalizar con esta introducción, se describen las cuatro secciones en las que se divide este

informe. La primera consiste en el marco teórico, en el cual se explican los fundamentos del

método fenomenológico, partiendo de conceptos como mundo de la vida, reducción

fenomenológica, actitud natural y actitud reflexiva. La siguiente sección es la metodología; allí

se exponen algunas características de la investigación cualitativa y las etapas que se siguieron en

la investigación: la exploratoria, la descriptiva y la reflexiva. La tercera parte corresponde a los

resultados obtenidos que aportaron a la investigación, en esta se muestra el proceso de obtención

del corpus, así como el análisis descriptivo y reflexivo de las obras a partir de unas categorías

problémicas encontradas en estas. Por último, en las conclusiones, se hace un recuento de los

aportes que se hicieron en la investigación, se describen los aprendizajes obtenidos durante ella y

se hace una reflexión pedagógica sobre la enseñanza de la literatura y la importancia de la

investigación en la práctica docente.

2. Marco teórico

La perspectiva teórica seguida en la investigación es la fenomenológica. En este apartado se

aclara en qué consiste, partiendo de dos elementos fundamentales que se desarrollaron en el

ejercicio investigativo como lo son el mundo de la vida y la reducción fenomenológica.

2.1 Mundo de la vida

La fenomenología es fundada por Edmund Husserl, quien la define como la ciencia de las

esencias. Husserl parte de una primera intuición: existe una correlación entre el hombre y el

mundo, ello significa que el hombre no puede comprenderse a sí mismo sin su relación con el

mundo, ni viceversa. Esta correlación se da a partir del sentido subjetivo que el hombre le otorga

a cada elemento o ser que lo rodea; es decir, encuentra el eidos —la esencia— de la cosa a partir

de la experiencia personal que ha tenido con esta. La experiencia del ser humano se ve enmarcada

en un mundo circundante que es predado, que ya está ahí desde el inicio de su existir; así, desde

que se nace ya hay una organización social, cultural, política, producto de unas dinámicas

históricas y sociales que repercuten en lo que se es. Para Husserl el mundo es el a priori universal

concreto de todo accionar y conocer, pues es algo que está siempre en el mundo de las vivencias

del ser, ese conjunto de elementos y seres que están dados en el mundo es lo que en

fenomenología se denomina mundo de la vida. Para Husserl, citado por Herrera Restrepo, el

mundo de la vida es:

[…] el mundo de la experiencia concreta pre-científica donde el hombre se instala, actúa, construye

proyectos y se realiza como científico, como político, como creyente. Es el mundo de la experiencia

cotidiana donde el Yo que filosofa posee una existencia consciente y en el que se inscriben las ciencias y los

científicos. En este mundo somos objetos entre los objetos y en el polo opuesto, sujetos egológicos

teleológicamente referidos a este mundo como quienes lo experimentan, valoran se preocupan. Un reino, en

fin, de valores y metas, que no es sustituible por manifestación parcial alguna del mismo, como pretende el

objetivismo científico, sino que subyace como sustrato englobante de todo acontecer y de cualquier obrar

(2002, p. 12).

Ese conglomerado de vivencias, sensaciones, percepciones, recuerdos, sueños que el ser

humano experimenta en el mundo de la vida, forman parte de la subjetividad, de la experiencia

sensible que se despoja de toda pretensión hacia lo mecánico, calculable y metódico, ya que el ser

es movimiento, constituyéndose en una unidad que es el ser de carne y hueso. Es por medio del

cuerpo que se tiene acceso al mundo y al ser propio, se experimentan sensaciones de forma

prereflexiva. Aquí el cuerpo no debe ser entendido como algo que se tiene, sino más bien como

algo que se es, el ser piensa como cuerpo. En este caso el mundo acontece en el torrente de las

vivencias, como un despliegue de posibilidades que son netamente empíricas.

Sin embargo el sujeto no solo experimenta el mundo, también es capaz de tomar conciencia

sobre este mundo experimentado, como lo dice Herrera Restrepo (2002), mediante la reflexión de

sí mismo. En esta reflexión hay un yo transcendental que consiste en volver sobre sí mismo y

sobre las cosas que se perciben para darles un sentido y consolidar la experiencia subjetiva del

ser. En ese sentido el yo se aparta del mundo cotidiano para establecer relaciones más profundas

con su ser en el mundo para redescubrir ese mundo; esto es, en palabras de Husserl “para

descubrir la validez de sentido de nuestra vida consciente en formas siempre nuevas” (Herrera

Restrepo, 2002, p. 52).

En la reflexión, el yo trascendental descubre que el mundo es inacabado y no se da como unas

categorías estructuradas que se establecen como definitivas y que agotan el horizonte de

posibilidades, sino que el mundo permite la constitución subjetiva de la experiencia en tanto el

sujeto llene de sentido sus vivencias vividas en la subjetividad (Husserl, citado por Herrera

Restrepo, 2002, p. 52). Esto indica, como lo reconoce Husserl, que el ser humano está en un

constante devenir que hace que sea un ser inacabado con horizontes temporales que se consolidan

en un pasado, un presente y un futuro que están en diálogo y que atienden a un horizonte de

posibilidades que continúan siendo, son y serán, y que configuran la conciencia del ser sobre sí

mismo. Dicho de otro modo, la reflexión en el sujeto permite tener conciencia sobre cómo ha

sido experimentado el mundo, como se está experimentando en este momento y como se podría

seguir experimentando, al encontrar cual es el sentido actual y como se podría enriquecer o

transformar (Herrera Restrepo, 2002, p. 52).

A continuación se abordará en qué consiste la reducción fenomenológica y los aspectos que

trata: la actitud natural y la actitud reflexiva.

2.2 Reducción fenomenológica: actitud natural y actitud reflexiva

El método fenomenológico o reducción fenomenológica permite entrañarse en el eidos de la cosa,

en el universo de sentido que se le otorga a la cosa de acuerdo a la experiencia sensible que ha

tenido el sujeto. Esto implica que esa cosa no es una simple cosa, sino que se constituye como un

elemento que cobra un gran sentido para el sujeto que la vivencia. Para que esto se dé, el sujeto

debe tomar distancia de su experiencia cotidiana, es decir, del mundo como se le es dado en

actitud natural y tomar conciencia de una experiencia significativa para sí, lo que permitirá que

pase a una actitud reflexiva.

El mundo de la vida le es algo predado al ser humano; este actúa en él en actitud natural, en

el torrente natural de la vida cotidiana que permanece en toda experiencia humana. Fuera de este

mundo no hay nada, pues en él se precede todo tipo de vivencia que conforman todo el complejo

entramado de la vida, con sus sentires, pensamientos, deseos, actividades y todo lo que la

compone. La actitud natural consiste en vivenciar la experiencia tal como se da sin reflexionar

sobre ningún hecho, experimentando el mundo con los sentidos, atentos a la percepción y a la

intuición ingenua del mundo que se da ahí en frente. De este modo, el ser humano da cuenta de su

entorno inmediato reconociendo los elementos que lo componen, en ocasiones de una manera

consciente, en otras de una forma inconsciente, ya que no hace fijaciones profundas sobre ello.

Pero estos elementos no necesariamente son materiales; también pueden ser percibidos como la

cultura, las tradiciones, el lenguaje, la literatura y todo aquello que se concibe también como algo

inmaterial predado a la existencia humana.

El método fenomenológico propone el paso de una actitud natural a una actitud reflexiva, lo

que se conoce como epojé; esto quiere decir que se pone la realidad entre paréntesis para fijarse

en las vivencias de la conciencia. En fenomenología la conciencia es siempre conciencia de algo,

y para llegar a ese algo hay que ir a la cosa misma abandonando todo lo que se ha dicho, se

conoce o se ha supuesto sobre ese algo, es decir: ir al eidos de la cosa para llegar al significado

trascendental de las cosas. En ese sentido, siguiendo a Husserl,

La epojé trascendental es una total alteración del Yo, del Yo que vive constantemente, en la vida de sus

actos, del Yo dirigido sobre el terreno del mundo; una alteración a través de la cual el yo concibe una nueva

voluntad de vivir, más que continuar viviendo con base en lo que ha recibido como elemento de su voluntad

de tener, hace posible una ulterior actividad que crea un nuevo tener, concibe la voluntad de aprender a

conocerse a sí mismo en todo su ser precedente y por ello en su ser prediseñado sobre esta base para el

futuro (Herrera Restrepo, 2002, p. 52).

Entonces la actitud reflexiva permite que el sujeto tome conciencia sobre su existencia, a

partir de las vivencias intencionales por medio de las cuales experimenta el mundo y se concibe

como un yo trascendental que realza el vuelo en la temporalidad para descubrir el propio ser,

volviendo sobre sí mismo en un presente viviente que regresa en la retención y se proyecta en la

protención, como lo explica Herrera Restrepo:

Solo gracias a mi estructura temporal, que retiene el pasado y anticipa el futuro, puedo Yo experimentar el

mundo y experimentarme a mí mismo y ver al mundo de mi experiencia en el presente viviente de la

reflexión. Sin la temporalización de mi Yo la reflexión sería imposible. (Herrera Restrepo, 2002, p. 53).

Ahora bien: tomemos un ejemplo de la vida cotidiana para comprender mejor a qué se refiere

el paso de la actitud natural a la actitud reflexiva. En el torrente personal de vivencias un joven

hace un viaje en el que conoce variedad de culturas y de paisajes. Él va en actitud natural y

contempla ante sí el mundo que le es predado con su verde vegetación, sus grandes montañas,

árboles de diversos tamaños y formas, flores y frutos de variados colores, olores y sabores, y las

personas que habitan esos lugares que tienen sus tradiciones y costumbres. Si bien estos

elementos le parecen interesantes, no se detiene a reflexionar sobre ninguno. Esto forma parte de

su mundo de una manera empírica. En su recorrido conoce una cascada majestuosa, con sus

aguas cristalinas, ante la cual queda deslumbrado. De repente recuerda el olor a tierra mojada en

el río de su pueblo; cuando de niño salía a jugar con sus hermanos y disfrutaban la simplicidad de

la vida; en este momento hay una fuga hacia el pasado y todo ese cúmulo de sensaciones que

evoca terminan por dotar de sentido esta experiencia. Aquí se identifica la actitud reflexiva, ya

que el joven se detiene ante este paisaje y reflexiona sobre sus vivencias, recuerda su niñez, que

constituye su subjetividad y es parte esencial de su ser. Así, esa cascada cobra gran significado en

la vida de este muchacho y constituye su subjetividad. Aquí se da un salto en la temporalidad: a

partir de una experiencia presente toma conciencia de sí cuando recuerda esas vivencias llenas de

sensaciones, sentimientos y emociones que fueron en el pasado y que ahora formarán parte de su

ser futuro.

La reducción fenomenológica en el proyecto de investigación de novela colombiana se

presenta de la siguiente forma: dado que en actitud natural el mundo se presenta como algo que

es predado, que ya está ahí sin reflexionar sobre ello, en la investigación se deben identificar esos

elementos que ya están dados, que son las obras literarias como tal y sus datos generales como lo

son el título, el autor, la editorial, el año de publicación, la cantidad de páginas, la técnica

narrativa y el género. Vale la pena aclarar que puntos como las categorías problémicas y la

descripción general de la novela también forman parte de esta primera actitud, ya que si bien aún

no se genera una reflexión, sí se entra a percibir los contenidos de la novela a partir de un análisis

un poco más profundo. Se puede decir que estos puntos son una transición entre la actitud

natural y la actitud reflexiva.

La actitud reflexiva se encuentra el último punto del análisis que corresponde a “la

contextualización en el marco histórico cultural”. Teniendo en cuenta que en esta actitud se va a

la esencia misma de las cosas, se tomó de cada novela ese eidos, sin el cual la novela no sería esa

novela, es decir, la temática que entretejía su universo literario, y se realizó un escrito de carácter

reflexivo y analítico en el que se relacionaba con problemáticas del mundo de la vida. Por tanto,

se tuvieron en cuenta postulados teóricos que permitían constituir esa esencia de la novela.

3. Metodología

Teniendo en cuenta que la investigación se enmarca dentro del enfoque fenomenológico, la

metodología que se sigue es cualitativa. Esta se caracteriza según, Hernández Sampieri y otros,

por utilizar métodos de recolección de datos por medio de descripciones y observaciones, por su

proceso de investigación flexible; porque busca comprender el fenómeno que se va a estudiar

partiendo de la experiencia, y se fundamenta en un proceso inductivo. Su proceso puede ser

aplicado de manera no secuencial y se compone del desarrollo de un tema, selección de un

ambiente o lugar de estudio, elección de participantes o sujetos de estudio, trabajo de campo,

selección de un diseño de investigación, recolección de datos, preparación de los datos para el

análisis, análisis de los datos y la elaboración del reporte de investigación (Hernández Sampieri et

al., 2006, p. 13 y 17).

Este trabajo de investigación es de tipo descriptivo, ya que pretende dar cuenta de las

problemáticas de las novelas colombianas contemporáneas que no gozan con reconocimiento

mediático. Para lograr esto, la investigación se realizó en tres fases: exploratoria, descriptiva y

analítica. A continuación se especificará cada una de ellas.

3.1 Fase exploratoria

En esta etapa se hizo la recolección del corpus de la investigación, mediante la búsqueda de las

novelas en librerías, bibliotecas, casas editoriales, sitios web, casas de la cultura y también por

medio del contacto directo con los autores, quienes nos otorgaron sus obras.

Esta fase se dividió en dos momentos. En el primero se hizo una búsqueda general en

librerías, principalmente, bibliotecas y con personas que trabajan en el medio editorial. Dentro de

estas librearías, la Lerner nos aportó una base de datos que incluía novelistas colombianos que

cumplían con las características solicitadas en la investigación, es decir, tener publicaciones con

editoriales independientes y no pertenecer al canon nacional de autores reconocidos. A partir de

esta información se empezó a hacer una clasificación de los libros formándose una lista que fue

revisada por el profesor Carlos Guevara junto a algunos integrantes del semillero, para finalmente

realizar la cotización y proceder a la compra de los libros.

En el segundo momento, la búsqueda de autores y autoras continuó al ser delegada una región

del país a cada integrante de la investigación. Esta búsqueda se realizó principalmente por medio

de la web, de casas de la cultura y bibliotecas.

Los criterios que se tuvieron en cuenta para realizar la búsqueda fueron los siguientes: autores

y autoras de novelas colombianas que no tuvieran publicaciones con editoriales reconocidas tanto

nacionales como internacionales; escritores y escritoras que contaran con poco o ningún

reconocimiento mediático; novelistas que han publicado con sellos independientes como

universidades o alcaldías, y aquellos que lo han hecho por su propia cuenta. También se tomó en

cuenta las novelas que fueron publicadas de 2000 a 2012. Para confirmar si eran escritores

colombianos se hicieron consultas en internet, en donde también se encontraron otros elementos

importantes para la investigación como la región del país a la cual pertenecían (ver anexo 1), si

habían ganado algún tipo de reconocimiento por parte de editoriales prestigiosas o si tenían

publicaciones de carácter masivo; en caso de que sí lo hubieran hecho, se descartaban, ya que

esto se distanciaba de los objetivos de la investigación

Conjunto a la conformación del corpus, se realizaron reuniones por parte de los integrantes de

la investigación en las cuales se compartieron y evaluaron los hallazgos, en donde se delegaron

tareas para seguir en la construcción del corpus. También se precisaron elementos teóricos y

metodológicos que orientaron la investigación.

3.2 Fase descriptiva

Teniendo en cuenta que la investigación se enmarca dentro del método fenomenológico en el cual

se identifican dos momentos específicos que son actitud natural y actitud reflexiva. En esta etapa

de la investigación se llevó a cabo el momento de actitud natural, mediante la cual se realizó el

estudio descriptivo y analítico del corpus conformado. En esta fase se hizo la entrega de las

novelas adquiridas a los participantes de la investigación. A cada uno le correspondió la lectura

de entre tres a cinco novelas.

Para llevar a cabo el ejercicio de lectura se realizó un esquema en el que se debían identificar

diez aspectos en cada novela: 1) título, 2) nombre del autor, 3) editorial, 4) año de publicación, 5)

extensión (cantidad de páginas), 6) categorías problémicas, 7) descripción general de la novela,

8) técnica narrativa, 9) clasificación, 10) contextualización en el marco histórico-cultural. En esta

segunda etapa se tuvieron en cuenta los nueve primeros puntos, ya que en estos se hace la

descripción general de las obras.

Realizado el ejercicio de lectura y sus respectivos análisis, se procedió a sistematizar la

información encontrada. Para esto se trabajó en grupos entre estudiantes y maestros: tres grupos,

integrado cada uno por un profesor y tres estudiantes. La metodología del trabajo consistió en la

socialización de los esquemas realizados, llegando a acuerdos sobre la organización de los datos

para lo cual se utilizaron las tablas que se presentan a continuación.

En la tabla 1 se identificaron y ubicaron las características generales de las obras.

Tabla 1. Ubicación e identificación de las novelas

Título

obra

Autor y

origen

Editorial Ciudad Fecha de

edición

Número de

páginas

Técnica

narrativa

Tipología

de la novela

En la segunda tabla se toma en cuenta el numeral 6, el cual es fundamental para el análisis

que corresponde a las categorías problémicas y a los problemas específicos que se identificaron

en las novelas; las primeras hacen referencia a categorías como: la socioeconómica, la filosófica,

la sociológica-sicológica, la histórico-política y la estética; los segundos se refieren a problemas

en relación con estas categorías que podrían ser: la violencia, el amor, las denuncias sociales, la

inseguridad, entre otros (tabla 2).

Tabla 2. Identificación de categorías y problemas específicos

Título de la novela Categorías problémicas Problemas específicos

En el caso particular de mi participación en la investigación, me correspondieron cinco

novelas en total, tres que me fueron asignadas en un primer momento a partir del corpus aportado

por la librería Lerner y luego dos novelas que fueron encontradas en la biblioteca Luis Ángel

Arango.

3.3 Fase analítica y reflexiva

En esta etapa se tomó como eje fundamental el numeral diez del esquema con anterioridad

nombrado, el cual pertenece a la “contextualización en el marco histórico-cultural”. Este

corresponde con el segundo momento del método fenomenológico, es decir la actitud reflexiva,

en donde se procede a la realización de un ensayo en el que se hace un análisis más profundo

sobre las problemáticas halladas en las novelas a partir del mundo de la vida.

El texto realizado se fundamentó en una de las problemáticas más sobresaliente de la obra, es

decir, aquella que era esencial y envolvía toda la trama de la pieza literaria, para luego

profundizar en ella teniendo en cuenta citas textuales o paráfrasis en las que se evidenciara dicha

problemática. Para realizar el análisis se tuvo en cuenta el mundo de la experiencia de quien

abordó la obra, este elemento como reflejo de la subjetividad de cada quien. También fueron

utilizados otros referentes teóricos si se consideraban necesarios, organizando una reflexión de

esta índole en el documento final.

4. Resultados

En esta parte del informe se muestran los resultados de la investigación, específicamente de mi

aporte personal para la consolidación de esta. Para esto, en un primer momento se expone la fase

de obtención del corpus que formó parte de la investigación; en segunda instancia, se abordan las

problemáticas encontradas en las novelas, y en un último momento, se muestra cómo se

manifiestan las categorías problémicas en cada novela leída. En estos tres momentos se deja en

evidencia en qué consistieron mis aportes individuales en el proceso de investigación, desde la

obtención del corpus, la lectura de las obras asignadas, la elaboración de informes de corte

descriptivos y reflexivos y finalmente la asistencia a las reuniones propuestas por el equipo de

trabajo para llegar a acuerdos que serían esenciales para determinar el curso de la investigación.

4.1 Obtención del corpus

Una de las primeras labores que se delegaron al inicio de la investigación fue la búsqueda de

novelas publicadas por editoriales independientes o por escritores no reconocidos por el canon

oficial. Para esto, en primer lugar se acudió a la librería de la Universidad Nacional, sede centro,

en donde la información suministrada no fue muy pertinente para la investigación, ya que no se

tenían datos exactos sobre las publicaciones de literatura. Otro lugar fue el Ministerio de Cultura,

en donde no se encontró suficiente información, ya que no contaban con una base de datos que

contribuyera en la búsqueda. Para continuar con la búsqueda se acudió a la librería Lerner, sede

centro. En esta se obtuvo una base de datos muy extensa en la que se incluían piezas de literatura

colombiana publicadas por editoriales independientes. Esta fue la lista que formó parte del corpus

de la investigación, además de otras obras que habían sido aportadas por los mismos escritores.

Con la lista aportada por la librería Lerner, la siguiente labor consistió en seleccionar las obras

que cumplían con los parámetros de la investigación, es decir, que fueran de editoriales

independientes, de escritores no reconocidos y que fueran novelas. Para esto se delegó que cada

integrante del semillero visitara la librería e hiciera una elección de las obras, tomando en cuenta

la lista aportada por la Lerner. Las novelas seleccionadas se dejaban separadas. Finalmente se

compraron 37 novelas.

Para continuar con la búsqueda de novelas, se propuso buscar por regiones del país. A mí me

correspondió la región de Cundinamarca, de la cual encontré algunos datos por internet. Otras

obras fueron aportadas por escritores, profesores o expertos en el tema, para, finalmente, contar

con un corpus de 44 novelas. Estas fueron repartidas entre los integrantes del grupo de

investigación.

Cada integrante del grupo de investigación realizó el informe correspondiente de cada novela.

Hubo una segunda fase de búsqueda de novelas la cual corrió por cuenta de cada integrante, ya

que no se contaba con el presupuesto de la Universidad Distrital para obtener las obras. Estas se

encontraron en bibliotecas, fueron compradas por estudiantes y maestros del grupo de

investigación, y otras fueron cedidas por la Universidad Central o por los propios autores. Se

completó un corpus de 22 obras en esta fase. Así se logró un corpus total de 66 novelas.

4.2 Análisis descriptivo de las novelas

Cabe resaltar que en la primera fase se realizó la lectura de tres novelas las cuales fueron:

Plop! de Rigoberto Gil Montoya (2008)

Toque de queda de Adalberto Agudelo (2008)

Tanifabú de Rosalba Suarez Rivera (2004)

Para la segunda fase se hizo la lectura de dos novelas:

Historias encontradas de Marlene Manevich (2004)

Las glorias de Matías Godoy (2011)

En un primer momento, se hizo la identificación de las novelas teniendo en cuenta ocho de los

diez puntos establecidos para el análisis respectivo de cada una. Estos ocho puntos son los

siguientes: 1) título de la novela, 2) autor y origen, 3) editorial, 4) ciudad, 5) año de publicación,

6) número de páginas, 7) técnica narrativa, 8) tipología de la novela. A continuación se muestran

los resultados en la tabla 3 que es producto de la propuesta de la categorización realizada por los

profesores investigadores.

Tabla 3. Ubicación e identificación de las obras

Título Autor y

origen

Editorial Ciudad Fecha

de

edición

Nº de

págs.

Técnica

narrativa

Tipología

Plop! Rigoberto Gil

Montoya

(Risaralda)

El Arca

Perdida

Editores

Pereira 2008 132 Monólogo

interior

Lineal

Urbana

Política

Toque de

queda

Adalberto

Agudelo

(Caldas)

Pijao

Editores-

Caza de

libros

Ibagué 2008 168 Diálogo

epistolar

Lineal

Diario

Histórico-social

Tanifabú Rosalba

Suarez Rivera

(Tolima)

Papeles

Sueltos

Editores

Ibagué 2004 89 Saltos en la

temporalidad

Fantástica

Las Glorias Matias Godoy

(Bogotá)

Editorial

Destiempo

Bogotá 2011 139 Racconto Urbana

Historias

Encontradas

Marlene

Manevich

(Antioquia)

Silueta

Ediciones

Medellín 2004 142 Saltos en la

temporalidad

Autobiográfica

Autobiográfica

Según estos datos, se encuentra que hay dos obras escritas en Ibagué y las otras pertenecen a

ciudades principales y variadas. Respecto al origen de los escritores, se evidencia que todos

pertenecen a diferentes regiones del país, lo que demuestra una gran variedad en la escritura de

novelas de acuerdo con la cosmovisión de cada autor. En las novelas las técnicas narrativas que

más predominan tienen relación con el tiempo. Por un lado, en dos novelas se recurre a la técnica

lineal, en donde los hechos son narrados en un orden cronológico; por otro lado, se utilizan las

técnicas de saltos en la temporalidad y la de racconto, las cuales tienen que ver con rupturas en el

tiempo cronológico de la narración.

Para la etapa de la identificación de las categorías problémicas en cada obra, se tuvieron en

cuenta los componentes fundamentales de la novela, sin los cuales esta no sería lo que es, su

esencia misma. Así mismo, se identificaron los problemas específicos de cada novela. Para esto

se tuvo en cuenta el punto 6 de los 10 puntos para el análisis de las obras, así como se evidencia

en el anexo 2. De esta manera los hallazgos sobre la identificación de las categorías problémicas

y sus respectivos problemas específicos se muestran en la tabla 4, que hace parte de la propuesta

de los profesores investigadores.

Tabla 4. Identificación de las categorías problémicas en las novelas

Novela Categorías problémicas Problemas específicos

Plop! Socioeconómica Inseguridad

Violencia

Desapariciones

Toque de queda Socioeconómica

Histórico-político

Violencia

Saqueo

Quiebras

Estigmatización mediática

Corrupción institucional

Tanifabú Filosófica

Sociológica-sicológica

Rituales

Fantasía

Exaltación de valores

Historias encontradas Socioeconómica

Filosófico-religiosa

Pobreza y corrupción

Memoria de la historia personal

Cultura y religión como estilos de

vida

Las glorias Socioeconómica

Estética

Comercialización de libros piratas

Pobreza y discriminación

Creación de un relato dentro de la

novela.

Según estos datos, encontramos que la categoría socioeconómica se encuentra presente en

todas las obras. Las categorías estética y filosófica-religiosa solo aparecen en dos de las novelas.

Dentro de los problemas específicos que tienen más importancia se encuentran la violencia, la

corrupción y la pobreza, los cuales están en cuatro de las novelas. Estos se enmarcan dentro de la

categoría socioeconómica, la cual tiende a ser representativa dentro de las novelas dispuestas para

el análisis. En adelante, se procederá al análisis reflexivo de los problemas que sobresalen en las

cinco novelas.

4.3 Reflexión de los problemas presentados en las novelas

En este apartado se pretende mostrar el análisis de las novelas a partir de lo que en

fenomenología se denomina actitud reflexiva, es decir, se identifican los problemas en cada

novela y su relación con el mundo de la vida. Vale la pena aclarar que este ejercicio corresponde

con el punto 10 del análisis de las novelas. Se sugiere al lector que si desea conocer la trama de

las novelas se dirija a los anexos 2 y 3.

4.3.1 Categoría socioeconómica

Los problemas que se relacionan con esta categoría tienen que ver con la administración de

bienes y recursos de una sociedad, en donde se establecen relaciones de poder que impactan

fuertemente en las formas de ser y de estar dentro de esta, lo que genera acciones que pueden

llegar a alterar el orden social establecido. Estas formas de ser y de estar son determinadas por la

distribución de los recursos en la población y la aparición de problemas sociales a partir de una

suministración inequitativa causada por unos intereses económicos individuales que prevalecen

por encima del bienestar de la comunidad. Como consecuencia de ello se desprenden acciones

que motivan a los actores sociales ya sean de aprobación o de oposición, en donde sea cual sea el

caso, dan cuenta de lo que se es en ese preciso momento histórico y determina la conciencia

histórica que cada sujeto tiene. Vale la pena resaltar que existen correlaciones entre esta categoría

y otras como la sociológica-sicológica, la política o la filosófica, puesto que las actividades de los

personajes conforman todo un mundo complejo de interacciones humanas que no están aisladas

las unas de las otras.

Dentro de esta categoría se encuentran problemas específicos como la violencia y la pobreza,

los cuales tienen gran importancia en cuatro de las novelas analizadas. Así mismo, es a raíz de la

violencia que se desprenden otras categorías como lo son la inseguridad, las desapariciones, el

saqueo y la discriminación. Es por ello por lo que la violencia tiene gran importancia en la

consecución del análisis de esta categoría. La violencia es una manifestación humana que se ha

presentado de diversas maneras a lo largo de la humanidad que, sin embargo, tiene algo en

común: el daño o sufrimiento que es infringido hacia otro ser vivo. Arendt (2006) afirma que la

violencia, a diferencia de la fuerza o el poder, “siempre necesita herramientas”; por ende, la

sustancia de la acción violenta es regida por la categoría medios-fin. Esto implica que hasta que

resulte efectiva para alcanzar el fin que deba justificarla, ésta, como lo dice Arendt, es racional

(p. 85). En ese sentido, han sido innumerables los conflictos violentos que hemos tenido en la

historia de la humanidad, aquellos que se han grabado en la memoria de los pueblos que los han

sufrido, y que los siguen sufriendo. Estos son acontecimientos que se dan en el ámbito histórico-

cultural, y por tanto son fundamentales en la constitución de los sujetos que se han visto

involucrados en ellos, o que se han conmovido profundamente por estos, convirtiéndolos en su

horizonte de sentido frente a la acción creadora. Este último caso es aplicable a la literatura, es

decir, la violencia se enmarca como un horizonte de sentido en ella. Es así como esta se convierte

en uno de los problemas que se destacan en dos de las novelas que forman parte del análisis:

Plop! de Rigoberto Gil Montoya y Toque de queda de Adalberto Agudelo. En Plop! se describe a

un país desangrado por la violencia, atravesado por acontecimientos como la aparición de

pandillas que matan y roban en las ciudades, el narcotráfico, los asesinatos en las urbes, las

desapariciones forzadas, la prostitución, el desplazamiento forzado y las amenazas a periodistas.

En este contexto se desenvuelve la historia de un periodista que vive en un barrio de Pereira,

quien se ha enterado de que uno de sus amigos ha desaparecido. Nadie en el barrio sabe que ha

pasado con él y se ponen en la labor de buscarlo. El periodista desde su medio intenta hacer una

búsqueda de su amigo, obteniendo como respuesta amenazas hacia su labor. Así, los habitantes

de este lugar viven con la incertidumbre de que en cualquier momento pueden llegar a ser las

víctimas de la próxima desaparición.

Las cosas por estos días eran más aterradoras: nadie parecía escapar a la acción de fuerzas oscuras; nadie

recorría los espacios urbanos sin que desconfiara de los otros o sintiera, al cruzar la esquina o cambiar de

acera, que su destino podría alterarse de repente, porque de un vehículo sin placas dos seres encapuchados se

apoderaban de su cuerpo inerme o un individuo, de hombros anchos piel trigueña, se había acercado a la

víctima, le había susurrado al oído y otro era ya el camino, otro el enigma ante la indiferencia y el miedo de

quienes se persignaban en el acto, porque por lo menos se habían salvado, no era el momento para ellos,

reflexionaban los curiosos de los apartamentos contiguos al lugar de los hechos y al instante las luces de lo

alto se apagaban, no fuera que ojos atentos señalaran a los fisgones y por esa bobadita de estar mirando lo

que no es conmigo, madruguen a saldar cuentas (Gil Montoya, 2006, p. 35).

Ligada a la violencia y como motivo de esta, encontramos otra de las categorías problémicas

que conforman el horizonte de sentido de esta novela: inseguridad. Esta se muestra como un

elemento que se vuelve cotidiano en la vida de las personas, y que cada vez va adquiriendo

mayor importancia en las decisiones y en las acciones de quienes han vivido directa o

indirectamente esta situación. El miedo es ahora la cara de la inseguridad.

Este hombre tiene un fuerte dolor de muelas. Va hasta el patio y ve como su mascota se orina en el árbol de

naranjas. Él hace lo mismo. Piensa que vivir duele, que la cara se hincha, que quién sabe qué injusticia está

pagando hoy. Tiene miedo de salir a la calle. Un vecino suyo ha desaparecido y otro desapareció la tarde del

jueves, por los lados del barrio América. Se especula mucho, pero él sabe que hay una sola verdad y teme

enfrentarla. No irá a trabajar. Llamará por teléfono y dirá que está enfermo, no puede salir, luego llevará la

incapacidad. Más tarde regresara al patio. Allí se sabe a salvo. Dará gracias a dios por este día (Gil Montoya,

2006, p 111)

A partir de la desaparición de alguien, se ven truncados planes que no se han realizado y que

ante la situación de incertidumbre no se sabe si ya se lleven a cabo. Fernando ha desaparecido

abandonando su hogar, conformado por su esposa Susana y sus dos hijos, sus padres y sus

amigos de barrio. Así como él, estamos expuestos a que en cualquier momento se nos venga la

tragedia, cambiando en definitiva nuestro rumbo de vida, y abriendo el horizonte a otras

posibilidades que, dolorosas o no, reciben un nuevo sentido. En este caso, ese cambio de rumbo

es una de las consecuencias de la violencia, que vulnera la estabilidad y nos recuerda lo frágiles

que somos.

Bueno, y por qué un sujeto desparece, ¿Ah?

Pues porque lo secuestran, hermano y habitamos este espacio de mugre y papa, único, tan indivisible como

bala de cañón. Ya no se necesita pertenecer a un clase privilegiada, para que pongan precio a tu cabeza y te

marquen, o bien con una mano negra, o bien con un código de barras. Todos somos secuestrables, quede

claro que no lo digo con orgullo (Gil Montoya, 2006, p 83).

Solo cuando escenarios de violencia tocan a la puerta de los seres humanos, somos capaces de

entender el valor de lo que somos y tener conciencia sobre nuestra fragilidad innata. La

incertidumbre ante la espera de ese ser querido que ha desaparecido se alimenta de angustia y

espera, pero siempre aparecerá la esperanza como un brillo de dignidad humana. Esto le ocurre a

Susana, la esposa de Fernando, el personaje desaparecido.

En síntesis: es tan fácil dejar de ser, hermano, he ahí el misterio de la vida, eso es tan engorroso de explicar,

eso que se escapa en un suspiro hondo o mientras rebanamos un pepino o nos negamos a coger el teléfono o

nos persignamos […] Y al final, esa preocupación de Susana, el destello de unos ojos que se niegan a

alumbrarme, ese cuerpo tan suyo, perdido en la angustia de la espera (Gil Montoya, 2006, p 93).

Esta novela nos muestra una realidad que vivimos en nuestro país: los rostros desconocidos

de los desaparecidos que son consecuencia de la violencia existente en la ciudad. Esta obra tiene

una voz de denuncia hacia injusticias que le pueden ocurrir a un ciudadano cualquiera en las

cercanías de su barrio, como las desapariciones forzadas y hacia las amenazas que reciben

periodistas al denunciar estos actos.

En la novela “Toque de queda” de Adalberto Agudelo, el escenario de la violencia es

presentado como un constante enfrentamiento entre las fuerzas antimotines y los estudiantes de

las universidades públicas y los colegios. En ella las manifestaciones cobran gran protagonismo,

ya que conmocionan toda una ciudad y dejan como saldo grandes daños a la universidad,

pérdidas en el comercio y un estudiante muerto. La violencia en esta novela no solo es física sino

también ideológica. Es ejercida por parte del Estado y se materializa en los cuerpos de policía que

actúan de forma violenta para mantener “el orden y el control”, dejando como saldo la detención

y desaparición de estudiantes, varios heridos y, finalmente, víctimas mortales.

Un compañero de Medicina aún inconsciente. Los otros heridos fuera de peligro. Nadie detenido. El

allanamiento fue un síntoma de debilidad como todo acto de fuerza en contra de la razón. Es necesario

aprovechar la imprecisión o la imprevisión de sus actos. Sin el cambio de directiva no será posible

reconquistar los privilegios. Vamos por la cabeza de El Piojo (Agudelo, 2008, p. 18).

En fin, siempre resistimos un poco más. Lo que no resistimos fue el asalto final: bolillo en ristre, bita arriba,

escudo de frente. Nos cayeron como una horda de salvajes, silenciosos, sin respirar, arrolladores,

incontenibles. Si lo pescaban a uno no lo soltaban bueno y sano, le daban hasta dejarlo grogui y después lo

tiraban al vuelco de las volquetas del municipio aparecidas entre los curiosos de pie en los andenes y las

zonas verdes, como turmas, con las caimas deshechas del culillo y unas ganas grandes de entrarle a la piedra

(p. 9).

El correlato de la violencia se vive en la resistencia. Los estudiantes han encontrado como

horizonte de sentido resistir a la violencia infringida por la fuerza policial, defendiendo su

objetivo: la denuncia. Estos hechos son narrados desde el punto de vista de un estudiante quien

escribe algunos de los acontecimientos en su diario personal.

Cada cual cumple su papel ineludible: ¿Quién pone la piedra en las manos de quién la lanza? ¿Quién arma a

los locos? ¿Sería posible eludir las provocaciones, el cordón de los antimotín y pasar de largo? En la metas

de la federación no existía otros objetivo más allá de la simple denuncia. Quisieron acallarnos y si nos

amordazan ¿Qué nos queda? (Agudelo, 2008, p. 18)

Todos tenemos miedo. Se palpa en el ambiente la disposición del enemigo para enfrentarnos a sangre y

fuego. “La violencia es el arma de los que no tienen razón” será una de nuestras consignas, pues no hay

tregua para la razón (p. 30).

La ciudad cobra gran protagonismo en esta novela, es el epicentro de actividad en donde se

dan las manifestaciones consecutivas, el lugar en donde acontecen estos hechos histórico-sociales

que llenan de sentido la experiencia del movimiento estudiantil, y de los habitantes de la misma

ciudad que se ven involucrados en los hechos. Todo esto se termina constituyendo como el

mundo histórico del sujeto en el que se deben afrontar problemáticas como los “saqueos a los

comercios” y “las quiebras a los negocios”.

Andando, andando. Vitrinas rotas. La ciudad enmuletada y coja, llena de parches en el rostro múltiple y

sonriente. Las calles llenas de pedregones como si la arena fina, los diminutos pedruscos hubieran crecido al

conjuro de la turba. Los comercios vacíos (Agudelo, 2008, p. 88).

La violencia es un instrumento que es usado para justificar un fin; según dice Arendt, si

ponemos como fin al poder, y a este lo entendemos en las relaciones entre mando y obediencia,

encontramos que es gracias a estas relaciones que el poder se mantiene, entonces aquel que ejerce

la violencia en este caso sería aquel que tiene el poder. Recordando lo que Sartre dice sobre la

violencia, citado por Arentd (2006), “un hombre se siente más hombre cuando se impone a sí

mismo y convierte a otros en instrumentos de su voluntad”, lo que le proporciona “incomparable

placer”, esto para dejar en evidencia que el que ejerce la violencia siente placer, y por eso comete

tantos actos atroces y se abusa del poder.

El bloqueo, desde todos los ángulos posibles, en una operación envolvente, precisa, exacta, obligó a los

muchachos a tomar asiento en el asfalto. Cantando sus himnos, gritando sus consignas de batalla,

denunciando con nombres propios a los culpables de esta rara y espectacular explosión de violencia que no

estaba en los presupuestos estudiantiles. Resistieron uno tras otros los intentos de desalojos (Agudelo, 2008,

p. 77).

Como se nombró anteriormente, otro de los problemas específicos que corresponden con esta

categoría es la pobreza. Esta tiene que ver con la condición socioeconómica de una población en

la que las necesidades básicas tales como la alimentación, la vivienda, la educación entre otras no

son cubiertas en su totalidad, lo que afecta las condiciones de vida. Esta categoría se encuentra en

dos de las novelas analizadas: Historias encontradas de Marlene Manevich y Las glorias de

Matías Godoy. La primera obra la conforman dos propuestas escritas que se encuentran, se

complementan y conforman la gran historia personal de Marlene Manevich, su propia autora. Por

un lado Mi Medellín es un relato autobiográfico que cuenta las diferentes historias que entretejen

la vida familiar de una comunidad judía en la ciudad que lleva como título; luego, en Crónica de

un relato sin tiempo encontramos la vida que se lleva en un pequeño pueblo de Antioquia

llamado Apartadó, que da cuenta de las condiciones de vida y de las costumbres de sus

habitantes. Es en esta última en donde la pobreza se plantea como una problemática sociocultural

y económica, que afecta el desarrollo de una población abandonada por el Estado colombiano.

Apartadó es un pueblo que queda casi entre la selva y se encuentra con una realidad permeada

por la pobreza, la inequidad y la violencia. Así es como la autora caracteriza al pueblo y devela la

situación de pobreza que este atraviesa:

Apartadó es un pueblo con un pasado tan negro que ni vale la pena mencionarlo, en donde el tiempo parece

que se hubiera estancado. […] Apartadó, ha sido un pueblo azotado por la violencia, sin embargo sus gentes

están llenas de esperanza y deseos de progresar (Manevich, 2004, p. 113).

La pobreza es una de las consecuencias de la administración inequitativa de los bienes y

recursos de la sociedad. En este caso, Apartadó tiene grandes recursos naturales, ya que está

ubicado por el Urabá antioqueño, conocida zona bananera, pero la intervención de intereses

privados no permiten que sus habitantes tengan una buena calidad de vida. Sus habitantes tienen

arduas jornadas de trabajo que no son remuneradas lo suficiente y además no cuentan con

alcantarillado, ni luz, ni agua, ni condiciones de vida digna.

En medio de esa pobreza, de esos chocoanos que se dedican a cortar banano por unos empolvados y

devaluados pesos, bajo una temperatura de 35 grados centígrados y viviendo en los campamentos de las

fincas en unas condiciones infrahumanas con una dieta a base de carbohidratos, también se ven exóticas

casitas de colores con sembríos de árboles alrededor (Manevich, 2004, p. 118).

A pesar del subdesarrollo y de todas las adversidades que hay en este pueblo- como el no tener agua, ni luz,

ni alcantarillado, ni calles asfaltadas, solo un río que arrastras con toda la basura y del cual se saca el agua

para suministrar a los habitantes y unas cuantas callejas donde está el comercio y unos contados

contrabandistas, el supermercado de doña Liliana donde todas las señoras entran una vez, pero casi nunca

vuelven, no porque no sea bueno el servicio, porque doña Liliana de Jiménez es un amor de persona y tiene

muy buen surtido, pero así mismo son las cuentas y a ese ritmo no hay bolsillo que resista, entonces es mejor

comprarle a los Ibáñez y no darse tanto caché; también quedan allí las farmacias, los bancos, las heladerías,

restaurantes, en fin zona de mayor movimientos del pueblo- los hombres que tienen visión futurista dentro

del negocio tienen los ojos, las esperanzas y las inversiones puestas en Apartadó (p. 114).

En medio de esa Parente quietud, las comercializadoras de banano, que cumplen una importante función

económica en la región, siguen expandiendo su poder y aportando elementos técnicos para el cultivo del

banano, mientras los habitantes siguen esperando a que dentro de cincuenta años vuelva la ventisca arrase

con todo y volver a iniciar nuevamente para caer otra vez en el mismo punto (p. 141).

Otras problemáticas tratadas en esta novela son el acceso limitado a la educación y a la salud,

las cuales se desprenden de la pobreza. Las condiciones de vida para una gran parte de los

habitantes en este pueblo son muy precarias; en contraste, otra parte vive mucho más acomodada,

estos son los grandes bananeros que manejan el negocio en el pueblo. Mientras los trabajadores

viven una situación precaria frente a la salud y la educación de sus hijos, los dueños de las

bananeras envían a sus hijos a estudiar a Medellín.

Hay un hospital regional donde se trabaja mucho, pero como en todos los hospitales rurales del país, aunque

se llama regional, no hay material para trabajar y todo hay que hacerlo con las uñas, bajo la iluminación del

sagrado Corazón de Jesús, así como se hacen todas las cosas importantes en este país (Manevich, 2004,

p.116).

Además del colegio de la gente bien, hay tres colegios para la gente menos bien. El de las monjas, el Liceo

que es el oficial y el Coopertivo, cuyas edificaciones están construidas sobre el lote que donó el dueño de la

Santa Isabel, del barrio caché de Apartadó y de otros cuantos inmuebles (p. 125).

La problemática de la pobreza en Las glorias se presenta como una situación cotidiana en las

calles de Bogotá, que se refleja en el rebusque de los comerciantes de libros piratas y de otros

comercios como las fruterías, y las personas que piden limosnas en las mañanas cerca a la iglesia

de San Francisco, llamados en la novela “imitadores de santos”.

Como a la madrugada no hay nadie en el pasaje Veracruz, pues los libreros llegan más tarde y a los piratas

no les gusta el sol, ni en la iglesia de San Francisco ni ante su portón de madera hay nadie hasta después,

cuando llegan los imitadores de santos, ni en la séptima pasa más que uno que otro carro con las luces aún

prendidas, ni en el parque Santander ni alrededor del museo hay nadie tampoco, la luz del alba alumbra todo

del mismo modo, mortecino y sin hacer sombras, pues es una luz sin foco y por tanto sin dirección, que sale

y a medida que despeja lentamente la neblina, lo palidece todo- calles, tejas y palomas- por igual (Godoy,

2001, p. 12).

A los libreros del pasaje Veracruz, sobre todo a los que llevan diez o veinte años en el mismo puesto

tratando de vender el mismo libro al mismo cliente, y aunque tal sedentarismo haya engendrado en ellos una

paciencia de obispo, no les queda un rastro de consideración por los clientes y no están dispuestos a

satisfacerlos a menos que pregunten un título particular y que en ese instante el librero recuerde en qué

anaquel fue que lo puso. Si alguno de eso requisitos no se cumple, se extinguen sus esfuerzos (p. 20).

La pobreza en esta novela va ligada a la discriminación. La historia de Las glorias se

desarrolla en Bogotá, específicamente en las calles del centro, en donde Pacho, un viejo librero

que tiene una librería de libros de segunda en el pasaje Veracruz, junto a su mejor amigo,

Alejandro, se ha dedicado al negocio de la producción pirata de libros. Pacho desde niño ha

querido ser un pirata del siglo XVIII, y para hacer realidad de alguna manera su sueño decide

escribir una novela sobre ellos. Debido a que Pacho no cuenta con los suficientes recursos

económicos para publicar su novela, es él mismo quien se encarga de la impresión de los

ejemplares de la obra en su imprenta bajo el sello editorial Alfaguara. Este juego que muestra el

autor hace alusión a la discriminación que hay en el negocio editorial, ya que muchas de las

editoriales reconocidas no publican a autores que no son reconocidos mediáticamente, y en tanto

estas no tengan alguna ganancia económica en la publicación se abstendrán de hacerlo.

4.3.2 Categoría filosófico-religiosa

Esta categoría tiene que ver con los problemas aludidos a la existencia del ser humano que llevan

a la reflexión sobre su propia experiencia en relación con su entorno. Así, el sentido que este le

halla a su ser mismo se ve reflejado en las acciones y decisiones que emprende de acuerdo con su

contexto, constituyendo creencias, valores y reflexiones en los que fundamenta su existencia.

Según el corpus analizado, en esta categoría encontramos problemas específicos como la

fantasía, la memoria de la historia personal, la religión como estilo de vida y los rituales de una

comunidad.

Cuando un acontecimiento, una persona o un objeto se convierten en algo más que un mero

fenómeno del mundo circundante para darle un sentido ligado a la propia experiencia, que ha

movido algo dentro sujeto y ahora forma parte de lo que este es, empieza a emerger una actitud

filosófica del mundo. Entonces el sentido de la existencia se presenta en cada individuo de

acuerdo a su experiencia subjetiva y así este constituye su ser en el mundo. En tanto el sujeto es

constitución dialógica constante con su ser, este se piensa en relación con el mundo circundante,

el cual conoce por medio de los sentidos que le permiten percibir ese mundo; luego este toma

conciencia del mundo y así le da sentido a sus vivencias. En la novela Tanifabú de Rosalba

Suárez el sentido de la existencia se presenta en el marco de la fantasía que se desborda de su

escritora. Aquí el problema específico de la fantasía es el horizonte de sentido de la novela. Este

es un mundo subjetivo, construido poéticamente en un plano mitológico con imágenes vivaces,

coloridas, cálidas y mágicas que hacen reavivar los sentidos, lo cual da lugar a la imaginación,

esa creación dada en imágenes mentales que surgen desaforadamente como una representación de

sensaciones, percepciones y recuerdos de cosas vivenciadas en el campo de la experiencia, a las

cuales el sujeto les ha otorgado un sentido. En este caso Rosalba Suarez nos relata su experiencia

imaginativa:

Y ahora para este tiempo, quiero contarles que conocí a Tanifabú en la ensoñación de un cielo

inmensamente azul y luminoso con brillante espejo en donde me podía mirar y mientras me retrataba en los

ojos bellísimos de los peces que me observaban desde el fondo del río a través de sus cristalinas aguas de las

que bebía, para aplacar la sed que el sol me causaba, con sus rayos cayéndome, imaginaba una dimensión de

bellísimo colorido, más allá de las copas pomposas de los árboles y el candoroso vuelo de los pájaros

(Suarez Rivera, 2004, p. 87).

Desde una perspectiva fenomenológica, la fantasía se acuna en la actividad imaginaria, que es

producto de la percepción sensible, pero la traspasa originando mundos que se escapan a la

realidad, que son totalmente autónomos y que se crean desde lo esencial. En la fantasía se crean

figuras que tienen infinitas formas en una cadena que desprende cada vez más figuras,

constituyendo todo un universo originario. Así, en la libre fantasía, citando a Husserl, (1962) “se

abre literalmente el acceso a los espacios de las posibilidades propias de las esencias con sus

infinitos horizontes de conocimientos esenciales”, se da origen a una multiplicidad de figuras

nuevas que pueden tener cualquier forma. Estas visiones de la fantasía, que se instalan en la

conciencia, son concebidas como fenómenos, pero no son aprehendidas como experiencia (1962,

p. 21). Tanifabú es la entrada a un mundo de ensoñación, de fantasía, que recrea imágenes

vívidas que son construidas detalladamente en el acontecer de la imaginación. Es un espacio

donde habitan seres únicos que solo son posibles allí, con características que desbordan cualquier

vínculo con la realidad, dando paso al misterio que se desprende ante lo inimaginado y que

recrean todo un mundo literario que es dado fuera de la experiencia física. Los lugares como

Arizabú o los personajes como los Turdines constituyen toda esta atmosfera de fantasía.

Arizabú, es el techo del último universo visibles llamado Tanifabú, porque más allá de sus límites y perdidas

entre montañas de rocío, miel, leche, yuente, chion y trigo solamente existen luces de brillantísimos colores

subiendo y bajando en una preciosa coreografía, que las une y las aleja en líneas paralelas y luego las recoge

en luces de profundos espacios con diversidad de sonidos, que en las bellas melodías se dispersan en

espirales, hacia una fantástica aurora, vista únicamente en contadas ocasiones por algún excelente habitante

de este universo, que en su cotidianidad lleva su mirada hacía recónditos lugares (Suarez Rivera, 2004, p. 5).

Los Turdines son los animales más grandes de Tanifabú, de piel azul, cabeza cubierta de escamas y de

espinas rojas, ojos grandes, blancos y cuadrados, boca pequeña con diminuta lengua que lame una y otra vez

los oídos y la nariz de formas triangulares y alguna que otra vellosidad dorada, y aunque lloran y ríen con

facilidad aparentando fragilidad, son temidos por sus enormes patas con peligrosas ponzoñas destrozadoras

de todo lo que se atraviese o salga a su paso (p. 27).

Por su carácter mitológico en el que se muestra un universo de seres con características

excepcionales que se organizan bajo unos principios y unas tradiciones en comunidad, los rituales

cobran gran significado en este relato. Aquí el problema específico de “los ritos de una

comunidad” se presenta como un elemento fundamental que dota de sentido la vida de los

habitantes tanifubeños. Cada una de las fiestas y ritos se realizan al son de juegos, cantos, danzas

y pruebas que tradicionalmente son practicadas por la comunidad cada determinado tiempo,

medido en amaneceres. Mediante estos rituales los tanifubeños acceden al conocimiento de su

universo, el cual es legendario y es la base para mantener una sana convivencia fundamentada en

el amor y en la alegría.

La fiesta de cada amanecer es la convivencia más importante en el territorio Tanifubeño y entre danzas,

coros, desfiles, declamaciones y otros festejos, se destaca el más importante juego de competencia y de

exclusiva participación de los adultos. Se trata de sumergirse en las heladas aguas del Mar de Garelinú uno

de los más profundos e ilimitados mares de Tanifabú (Suarez Rivera, 2004, p. 11).

La Fiesta Mayor de la Hondanada es una expléndida y maravillosa celebración, que se lleva a cabo cada dos

mil amaneceres y en la que el programa a desarrollar durante los cincuenta amaneceres que duran los

festejos es organizado por la niñez Tanibubeña, creativos por excelencia y hacendosos por naturaleza (p.

44).

Estas fiestas son muy esperadas por los seres de Tanifabú, quienes se preparan con antelación

para recibirlas con trajes que son realizados cuidadosamente para cada uno de los participantes.

En general la vida en este universo se fundamenta en la realización de rituales que se derivan de

los mitos y leyendas que son conocidos por todos los habitantes desde su niñez, bajo los cuales

orientan sus principios como comunidad y su respeto por las tradiciones.

Por su lado, en la novela Historias encontradas de la escritora Marlene Manevich, el sentido

de la existencia se da en el recuerdo, así la autora relata momentos entrañables de su vida como lo

fueron su niñez y su juventud en Medellín dentro de una comunidad judía. El problema

específico de la memoria de la historia personal se convierte en el tema que dota de sentido este

relato. La memoria permite el hallazgo de un lugar ameno y cálido del ser: el recuerdo. Es en la

memoria en donde surgen los recuerdos personales; así, estos se forman en una cadena

prolongada que le dan un horizonte de sentido a la existencia. Dice Bergson (1977) “los

recuerdos personales, exactamente localizados, y cuya serie diseñará el curso de nuestra

existencia pasada, constituyen, reunidos, la última y más larga envoltura de nuestra memoria” (p.

58).

Al recordar, se trae la imagen que es virtual y se hace el ejercicio de imaginar algo que

aunque no está físicamente, se ha quedado en la conciencia como un eidos que se vuelve a traer y

que se convierte en una nueva vivencia. Según plantea Bergson (1977), vamos de la percepción a

los recuerdos, y de los recuerdos a la percepción. De esta manera, cuando se vivencia una

situación, la recepción de ese momento es la que queda en el recuerdo, en ese sentido se revive la

percepción cuando se recuerda la cosa. Es la percepción presente la que le da una orientación al

espíritu —como lo afirma Bergson—, pero según el grado de tensión que nuestro espíritu adopte,

según la altura en que se sitúe, esta percepción desarrolla en nosotros un número mayor o menor

de recuerdos. En Historias encontradas, Manevich recrea un universo hallado en sus recuerdos

como un cúmulo de sensaciones, percepciones y vivencias que dotan de sentido su existencia y

que le permiten trasmitir el legado familiar generación tras generación.

Encontradas en el camino de mi vida. Mi Medellín históricamente fue vivida antes. Pero fue escrita después.

Me encontré un día con mi familia, con mis amigos, con mis recuerdos, con mi ciudad natal y no pude parar

de contar cosas hasta el día de hoy que están ustedes ante este libro. Es un encuentro conmigo misma y son

dos historias que se encuentran a través de estas páginas (Manevich, 2004, p. 15).

En fin, miles de recuerdos inundan mi mente de esa infancia tan linda que pasamos en la Bella Villa. Las

“juniniadas” de los viernes por la tarde son históricas. Íbamos a la calle Junín a ver chachos pies- como

decíamos en esa época- en nuestra jeringonza. Nos tocó ver convertir esa calle en un bulevar en donde no

volvieron a pasar carros, sino peatones (p. 64).

Recuerdo con un poco de miedo y emoción el tren fantasma que nos hacían los primos Jorge y Benjamín en

la cocina. Como tenía 2 puertas entrabamos por una y salíamos por la otra. Era divertidísimo. También se

me viene a la mente ese sustico que sentíamos cuando Benjamín abría la puerta del ascensor en la mitad de

un piso y se veía una pared de ladrillo. Una vez hasta hicimos un circo en el patio de la casa, pues también

éramos artistas y hasta cobrábamos la entrada. Se llamaba el circo de la risa (p. 53).

Estas historias son tejidos que se han formado en el trascurrir de la existencia de Manevich,

en el relato ella devela su interior por medio de los recuerdos que le dicen algo sobre su ser en el

mundo y su conciencia histórica, dándole lugar a la temporalidad como un elemento propio de su

acontecer tanto individual como colectivo.

Otro problema específico identificado en esta categoría es la religión como estilo de vida, que

se encuentra también en la novela de Manevich. La religión se instaura como un sistema de

creencias que dota de sentido la existencia humana, a partir del cual se consagran unos valores y

unos principios éticos y morales que guían los actos de los sujetos. En Historias encontradas la

protagonista pertenece a una comunidad judía que habita en Medellín; allí se relata cómo desde

las prácticas cotidianas se manifiestan costumbres, ritos, ceremonias que han sido trasmitidas de

generación en generación dentro de esta pequeña comunidad judía, que se siguen conservando a

pesar del paso del tiempo.

Se me olvidaba contarles que era una comunidad sin rabino. El señor Sudit oficiaba los rezos, Bar Mitzvas,

matrimonios y hasta los Bar Mitzvas que celebramos por primera vez Masha, Jennie, Rossy y yo (Manevich,

2004, p. 109).

Rezamos, charlamos, compartimos y se me hizo un nudo en la garganta por la nostalgia del pasado y la

emoción de este presente que se vive en una de las comunidades más pequeñas de nuestro país, gracias a la

visión y al deseo de seguir adelante de unos cuantos soñadores que no se rindieron porque muchos se fueron.

Es lindo ver a los niños que no son tantos, pero son muy unidos. El colegio sigue, la sinagoga sigue, Kadima

sigue, la vida comunitaria sigue y la educación judía sigue. Hay una continuidad de los valores judaícos en

esta linda comunidad que no se detiene con el paso del tiempo (p. 110).

En El Poblado hay una sinagoga chiquita y hermosa que alberga las necesidades religiosas de esta pequeña y

extraña comunidad que es Medellín. Digo extraña no porque seamos raros, sino porque somos distintos. Es

una comunidad de tendencia conservadora donde los rabinos han tenido que adaptarse a las costumbres de

los comunitarios y no al revés. La gente conversa y reza por ratos (p. 110).

Para Marlene cada una de las vivencias dentro de su comunidad constituyen un horizonte de

sentido que desemboca en el estilo de vida que ella ha llevado desde su infancia, dotando de

sentido a su propio ser: una formación en valores judaicos en una ciudad en donde la población

de judíos no es muy grande. Así cuenta cómo su familia terminó en Colombia y siguió cultivando

estos principios judíos, que a pesar de las dificultades aún se mantienen y se siguen practicando.

Tomábamos clases de todo. Seguramente porque vi a mi mamá chofereándonos todo el día y apoyándonos

en todo, aprendí a ser una buena mamá, pues eso no se estudia en la universidad. Nos enseñó a ser sensibles,

a través de su excelente trabajo comunitario. Trabajó para el colegio, para el costurero, para el hospital San

Vicente de Paul; ella era la encargada de hacer la campaña. Una vez le celebramos el cumpleaños a Michel

en el albergue infantil para que los niños disfrutaran y tuvieran una fiesta linda. De esa experiencia aprendí

que en la vida es más importante dar que recibir (Manevich, 2004, p. 108).

Éramos un montón de primos. Éramos la descendencia de los doce hermanos Rabinovich que llegaron de

Rusia a Colombia en busca de mejores oportunidades… Vivíamos tíos, abuelos, preocupados de las alegrías

y tristezas de los demás así fue como crecí en familia (p. 85).

4.3.3 Categoría sociológica-sicológica

Esta categoría hace referencia a los factores sociales e históricos que tienen influencia en los

actos individuales de los sujetos, que a su vez tienen efecto en las colectividades. Es decir que el

mundo individual de cada quien se ve influenciado por los actos de los demás; asimismo los actos

individuales recaen en la colectividad como comportamientos, visiones de mundo, expresiones

creativas y acciones políticas. Entonces la existencia del ser humano se consolida a partir del

diálogo permanente entre su interior, su relación con los otros y su mundo histórico-social. Estas

relaciones son las que permiten la interacción entre los actos individuales y los actos colectivos

que demarcan el sentido histórico de la sociedad.

Dentro de esta categoría se encuentra el problema específico de la exaltación de valores, el

cual se destaca en la novela Tanifabú. En esta se describe un lugar de sueños que se hacen

realidad, en donde sobresalen valores como la armonía, el amor, la alegría, la vida en comunidad

y la tolerancia. Los habitantes de este lugar son seres mitológicos con características muy

peculiares, que cumplen con unas funciones específicas para que este universo funcione bajo el

amor y la tranquilidad. Aquí las prácticas sociales y culturales que caracterizan la vida en

comunidad se encaminan hacia la armonía de todos los seres que habitan allí quienes aspiran a la

felicidad, a la convivencia, a la fe, al respeto, a la tolerancia, a la salud, a la alegría y a la belleza.

Los Ñupezú son unos de esos seres que cuentan con características excepcionales y que

mantienen la armonía en Tanifabú, así se describen en la novela. “Los Ñupezu son pequeños

seres de color rosado, cabeza erguida, mirada lánguida, movimientos rápidos y seguros…

POSEEDORES DE UNA GRAN TERNURA, RESPONSABILIDAD, EXCELENCIA Y TOLERANCIA” (Suarez

Rivera, 2004, p. 8).

En este universo llamado Tanifabú se hace fundamental que estos valores sean inculcados

desde la niñez para seguir manteniendo los principios de la vida comunitaria. Para esto se

realizan actos como celebraciones y rituales en los que se involucra a los niños, quienes son

considerados seres muy especiales por su transparencia y sensibilidad. Para tal propósito, hay un

himno específico que es enseñado a los niños en el que se inculcan valores y comportamientos

que son fundamentales para la convivencia en este universo y que permiten un reconocimiento de

su historia.

Amamos nuestro Universo

Ama el tuyo también […]

Nos gusta de nuestra historia

El vivir, lo ideal,

Nos gusta siempre estar sanos,

El amor la vida y la libertad (Suarez Rivera, 2004, p. 65).

En una de las regiones de Tanifabú llamada Lugaratí también hay una canción que destaca los

valores más importantes de sus habitantes, quienes son tomados como un ejemplo de vida para

todos los tanifubeños.

Lugaratí, es pueblo feliz,

Todos trabajan, todos así:

Con gran respeto y mucho amor,

Ternura, vida y comprensión,

Lugaratiños ejemplo son! (Suarez Rivera, 2004, p. 56).

En suma, la exaltación de valores en la novela resguarda todo aquello que se encuentra en las

profundidades del corazón humano, que de cierta forma encierra el anhelo de habitar en un

mundo en donde sean posibles el amor y la armonía como fundamentos organizativos de una

sociedad mejor.

4.3.4 Categoría histórico-política

En esta categoría se abarcan las condiciones históricas bajo las que se han constituido las

relaciones de poder político, lo que implica tensiones y luchas que emergen en su consolidación.

Así se destaca la preocupación por el devenir histórico tanto de los individuos como de las

colectividades, que se demuestran en acciones que tienen impacto en la misma organización

política y que llevan a la búsqueda de un proyecto de vida colectivo. Elementos como la

conciencia histórica y la memoria colectiva permiten que los pueblos no pierdan su identidad y

reconozcan su propia historia como fruto de sus propias luchas y no como una recolección

historicista de sucesos contados por las ideologías dominantes.

Los problemas específicos que se encuentran en esta categoría son la corrupción institucional

y la estigmatización mediática, los cuales se destacan en la novela Toque de queda del escritor

Adalberto Agudelo. En esta novela encontramos como tema principal las luchas estudiantiles

acontecidas en Manizales en 1976; manifestaciones dadas por la defensa a la educación pública,

en las que se involucran jóvenes universitarios y de colegio, quienes resultan ser los personajes

principales de esta historia. En esta novela se hace la denuncia de la corrupción institucional que

afecta la educación pública ante la cual el movimiento estudiantil exige soluciones. Esta sigue

siendo una problemática vigente en el ámbito nacional, en donde se ha querido implantar

políticas de estado que se han empeñado en realizar cambios estructurales en la educación con el

fin de privatizarla, y de esta manera solo algunos privilegiados podrían ingresar a estudiar. Las

luchas estudiantiles son una muestra de inconformidad hacia la acogida de dichas políticas que

están veladas por unos intereses individuales, y no tienen nada que ver con una educación

pensada para la mayoría de la población colombiana; lo que deja en evidencia la corrupción que

hay dentro de la estructura de las universidades públicas, en donde en ocasiones el presupuesto se

ve embolatado y las directivas no atienden los reclamos de la comunidad estudiantil, en cambio

les responden con represión policial. Esta es la situación que se presenta en la novela Toque de

queda y se muestra cuando un estudiante relata la situación: “Ya ves, pedíamos calidad

académica, presupuestos, gentecita bacana para manejar el asunto y la respuesta fue los

antimotín, los arrestos, el allanamiento” (Agudelo, 2008, p. 95).

Los estudiantes piden la cabeza de El Piojo, uno de los personajes de dudosa reputación

perteneciente a los altos mandos de la universidad que se ha visto involucrado en actividades

corruptas. Finalmente, este termina cayendo como consecuencia de sus acciones, lo que nos

demuestra que la fuerza de la comunidad estudiantil termina desmantelando un poder concebido

desde la corrupción.

El allanamiento fue un síntoma de debilidad como todo acto de fuerza en contra de la razón. Es necesario

aprovechar la imprecisión o la imprevisión de sus actos. Sin el cambio de directiva no será posible

reconquistar los privilegios. Vamos por la cabeza de El Piojo (Agudelo, 2008, p. 18).

Otro de los problemas específicos identificados en esta novela es la estigmatización

mediática, en este caso hacia el movimiento estudiantil. En medio de las luchas que se presentan

entre estudiantes y las fuerzas antimotines, existen dos versiones de los hechos: la primera es

narrada por un estudiante que vivenció las manifestaciones y la segunda por un periódico local.

Así empezaron a demolernos lernos. Si nosotros avanzábamos como al principio, ellos avanzaban también y

en el desconcierto de si seguir o retroceder nos fueron pescando: nos salían seis o siete hasta arrinconarnos y

nos molían a pata, escudo, bolillo (Agudelo, 2008, p. 8).

[Artículo aparecido en el diario local:]

VIOLENTAS PEDREAS

AMP. Manizales

Una verdadera batalla campal se desató en cercanías del estadio olímpico y alrededores de la universidad

cuando cientos de estudiantes se enfrentaron a piedra con las fuerzas del orden las que no respondieron a las

provocaciones guardando en cambio una compostura sinigual encomiada sin reservas por los altos mando

civiles y eclesiásticos cuyas cabezas miran la situación con mucha zozobra. Sin embargo, agitadores

profesionales orientaron la anárquica y juvenil muchedumbre a las aulas escolares donde, con fiereza

bárbara, rompieron puertas, ventanas y cristales, violaron escritorios y bibliotecas… (p. 19)

¿Quién tiene la verdad sobre los hechos? Las acciones de los estudiantes son estigmatizadas

por los medios de comunicación, allí se exalta la labor de la policía como agentes que mantienen

el control y el orden ante el caos irrumpido por los supuestos criminales. Sin embargo, a lo largo

de la novela queda demostrado cuáles son las intenciones de los estudiantes y cómo desde las

mismas directivas se responde con violencia, ante la que los estudiantes también se defienden.

4.3.5 Categoría estética

En esta categoría se destacan las manifestaciones que componen el universo simbólico de cada

novela. Cada sujeto constituye su mundo de la vida de acuerdo a sus vivencias personales, por

tanto su sentir y percepción están colmados de subjetividad. La experiencia estética tiene una

gama de múltiples sentidos que se dan en la contemplación del mundo circundante, en la

contemplación de la misma obra estética que se refleja en la belleza que el espectador percibe.

Entonces la obra de arte, en este caso la novela, se constituye como un cosmos que comprende un

complejo entramado de sensaciones, percepciones, sentidos y opiniones por parte de los autores y

los lectores.

Dentro de las novelas analizadas el fenómeno de la estética se presenta como un juego en el

que se ve involucrada la ironía entre la creación de relatos y su publicación, así como la crítica a

la forma de hacer literatura. Este es el caso de la novela Las glorias de Matías Godoy, en donde

la creación de relatos dentro de la misma novela y el tema de la publicación editorial consolidan

su horizonte de sentido.

Pacho es un viejo librero que vende libros de segunda en una librería ubicada en el pasaje

Veracruz de Bogotá; este junto a su mejor amigo Alejandro se han dedicado a la publicación de

libros piratas. Pacho, inspirado en el sueño que siempre ha tenido desde niño de ser un pirata del

siglo XVIII, debido a las lecturas que realizaba, decide escribir una novela sobre piratas. Godoy en

su novela hace un juego interesante que surge del desprendimiento de la narrativa convencional

introduciendo otro mundo de ficción dentro de la misma obra. Este artificio es característico de la

creación contemporánea, la cual es comprendida, según Jaime Alejandro Rodríguez (2000), por

la relación que existe entre literatura y posmodernidad. En ese sentido, la novela que este

denomina posmoderna tiene la característica de involucrar nuevas competencias comunicativas

que implican principalmente una lectura no homogénea, “una lectura, por tanto, capaz de asumir

y absorber lo fragmentario, la energía significante en su estado puro; una lectura capaz de

convivir con la inestabilidad y la presencia de la catástrofe” (Rodríguez, 2000, p. 66).

Esto es precisamente lo que ocurre en la obra de Godoy, la creación de la novela de Pacho

establece un rompimiento en la linealidad de la narración en un doble sentido; por un lado, es el

encuentro ante una lectura en la que se mezclan dos universos literarios: la historia propiamente

de la novela y el relato de Pacho que aparece en diferentes apartados de esta; por el otro, entre la

realidad de una ciudad y un mundo totalmente ajeno a esta: trae a Bogotá unos piratas del siglo

XVIII que andan en búsqueda de tesoros.

—Mi buen señor, ¿podríais indicarnos dónde se encuentra el oro que los españoles han extraído de

vuestras exóticas tierras?

—Como así.

—¡El oro, hombre, el oro!

—Ah, ¿son turistas, no? Pues aquí ni más subiendo por esta calle está el Museo del Oro, ¿si me explico?

Y ahí está todo lleno de oro, lógico. Todo es precolombinos y todo eso.

—¿Habláis de ese fuerte que veo detrás de esa plaza, a menos de ochenta pasos, ahí decís que se

encuentran los doblones?

—Ahí nomás; doblones, precolombinos, todo eso.

—Os quedo profundamente agradecido, señor. Buen día. (Godoy, 2001, p. 87)

“La literatura posmoderna parodia la realidad y revela la inestabilidad del proceso de

significación” (Rodríguez. J. 2000. Pág. 68). En Las glorias, además de que el lector se ve

inmerso en una lectura que desconcierta, en la que se deben buscar varios caminos para la

interpretación, y lograr el desenmascaramiento de los sentidos que constituyen la obra misma,

también se hace una crítica a la forma de hacer literatura en la actualidad: se parodia la realidad

de la publicación editorial cuando Pacho mismo es quien imprime los ejemplares de su novela y

lo hace bajo el sello editorial Alfaguara. Resulta que la novela tiene mucho éxito, y se vende

“como pan caliente”, lo que hace que la editorial Alfaguara, en lugar de tomar represalias legales

en contra de su autor, publique la novela legalmente; ahora la novela “pirata” ha sido pirateada

por una editorial.

Y más encima Arnulfo sí me dijo que la novela está que se vende como pan caliente y que incluso ya la

piratearon los piratas del norte y eso se sabe que cuando piratean un libro es porque gusta mucho, claro que

el de mi Pachito ya es pirata ¿sí… o no? (Godoy, 2001, p. 93).

Porque Alejandro desconfiaba con razón de la calidad de la Novela Pirata pero sabía algo que Pacho hasta

entonces desconocía y es que para ser una novela pirata con versión original, es decir sin prensa, publicidad

o crítica, había empezado vendiendo muy bien no solo en su librería sino en la novela de don Jorge Castillo,

la del Abuelo y la de Célico, según le habían contado (p. 73).

Si la novela de Pacho no hubiera tenido tanto éxito en las ventas, seguramente la editorial

Alfaguara no hubiera la hubiera publicado. Sin lugar a dudas lo que se pretende mostrar en la

novela es la dificultad que tienen los escritores no reconocidos para publicar sus obras y la

discriminación por parte de las grandes editoriales interesadas en obtener grandes ganancias

económicas. Al final queda el juego irónico en el que nos mete el autor cuando es un librero

pirata quien escribe una novela sobre piratas del siglo XVIII, que a su vez es pirateada por una

gran editorial.

—Todo por la plata, Pachito. Seguro se enteraron de que una de sus novelas estaba vendiendo como loca,

cayeron en cuenta que no era una de sus novelas y en vez de tratar de joderlo a usted por los derechos

decidieron imprimirla y subirse al bus del éxito de su libro, Pacho, y usted sabe eso qué quiere decir.

—Que no voy a ver ni un mugre peso de regalías, para empezar.

—Pues no, Pachito, ni más faltaba, pero eso quiere decir publicidad, reseñas, revistas, todo eso, incluso

hasta una entrevista con el autor, ya que los dos se están estafando mutuamente y bien mirado no tienen por

qué pelear. ¿Ah? Dígame si no es algo para festejar. Y cuando la novela esté saliendo en todas partes, las

copias piratas, es decir las originales, las suyas, van a vender todavía más de lo que ya han vendido, Pachito,

Todavía más. Perdóneme pero eso es lo que yo llamo hacer literatura en el siglo XXI. Así que venga y nos

tomamos un traguito y brindamos debidamente (Godoy, 2001, p. 110).

5. Conclusiones

La experiencia como componente del mundo vital abre posibilidades para entender nuestra

condición de sujetos activos en el devenir histórico-cultural de la sociedad. De esta manera, la

participación en este proyecto de investigación permitió expandir los horizontes de sentido hacia

la comprensión y reflexión del fenómeno de la literatura nacional, como un componente cultural

que alimenta nuestra memoria histórica para entender cómo el estudio de obras no canónicas

permite un reconocimiento de la realidad desde otras voces que también recurren a juegos

estéticos que enriquecen la narrativa del país.

Esto se evidencia en las cinco novelas que formaron parte de este análisis. En estas, los

autores y autoras demuestran su interés por presentar problemáticas relacionadas con la realidad

colombiana y por presentar propuestas estéticas innovadoras. En las novelas Plop!, de Rigoberto

Gil, y Toque de queda, de Adalberto Agudelo, se reflejan problemáticas socioeconómicas y

políticas que vienen afectando al país durante años: la violencia, la cual se manifiesta mediante

acciones como desapariciones forzadas, amenazas a quien denuncia, represión policial y

corrupción dentro de las universidades. En estas novelas se presenta una voz de denuncia hacia

estas injusticias, que son el pan de cada día en la sociedad. La desigualdad socioeconómica y el

abandono del Estado hacia los pueblos que tienen grandes riquezas de recursos naturales y

culturales son el tema en uno de los relatos de la novela Historias encontradas, de Marlene

Manevich, titulado Crónica de un relato sin tiempo. En esta misma novela, en el relato Mi

Medellín, el horizonte de sentido se encuentra en las vivencias personales de la protagonista,

quien relata su vida en una pequeña comunidad judía en Medellín. Aquí encontramos una mezcla

de culturas entre las costumbres judías y las paisas. Por su parte, en la novela Tanifabú, de

Rosalba Suárez, encontramos un universo de imaginación desbordada, en donde se crea todo un

mundo de fantasía con seres que solo existen en un mundo llamado Tanifabú. Aquí la práctica de

la espiritualidad reflejada en el amor, la armonía, la sabiduría, la paz, entre otros, es la muestra de

los anhelos de una mejor humanidad. Por último, en Las glorias, de Matías Godoy, se hace una

apuesta estética muy novedosa en la que dentro de la novela uno de los personajes escribe otra

novela; a su vez, en esta se hace una fuerte crítica al negocio de las editoriales en nuestro país, ya

que el narrador de la novela es un librero pirata que imprime su novela en un taller clandestino

bajo el nombre de una editorial reconocida. Esta es una novela ingeniosa que parodia la

publicación editorial y muestra la realidad de los libreros piratas.

De esta investigación se puede resaltar la importancia de la memoria como elemento que

permite reconocer la riqueza cultural de las comunidades. Es en la memoria y no en la historia en

donde encontramos la esencia de los pueblos, por ello es en las voces de diferentes autores y

autoras que se manifiesta el color vívido de la cultura y no solo en un unas cuantas obras que han

sido establecidas como canónicas, que si bien son importantes y gozan de prestigio, no son las

únicas que llevan el legado de nuestra nación y que cuentan con calidad estética. Se debe resaltar

que el poco reconocimiento que tienen las obras que formaron parte de esta investigación y

muchas otras que no fueron abordadas por su innumerable cantidad se debe a la poca difusión

mediática que han tenido.

El enfoque fenomenológico que se siguió en esta investigación posibilitó la interacción de la

obra literaria partiendo de las vivencias propias del lector a la reflexión profunda que infundía

cada obra. Así se logró la comprensión de los problemas de las novelas en relación con los

sucesos de la vida cotidiana de nuestra nación, mostrándose este como un elemento esencial para

la creación estética. En ese sentido, el método fenomenológico, dado su carácter subjetivo,

también puede considerarse como un componente estético que permite constituir el conocimiento

del mundo a partir de las sensaciones, experiencias, sentires, recuerdos, vivencias del sujeto que

las dota de sentido para expresarlas en una obra artística.

La participación en este proyecto de investigación permitió reconocer la dinámica de la

investigación cualitativa y su aporte a los estudios sobre la literatura nacional no canónica. En

cada una de las etapas de la investigación siempre hubo un reto que implicaba un proceso de

aprendizaje. Así, en la etapa exploratoria se encontró que llegar a las obras de autores y autoras

no reconocidos fue una tarea difícil debido a su poca difusión. En esta fase fueron varios los

caminos por los que se optaron para recolectar el corpus y era en las reuniones en donde se

discutían diversas estrategias para tal fin. Se acudió al Ministerio de Cultura, casas editoriales,

bibliotecas, librerías y se utilizó el recurso de la web. En la etapa descriptiva se logró el

reconocimiento de los aspectos generales de una obra literaria, además de establecer las

categorías problémicas y problemas específicos para profundizar en su estudio. En la etapa

reflexiva se organizó la información básica para analizar el contenido de las obras desde una

perspectiva fenomenológica, la cual implicó más rigurosidad en su desarrollo, ya que se debía

encontrar una categoría problémica en la que se enmarcara la novela para luego hacer el ejercicio

de relacionarla con el mundo de la vida. Todas estas etapas fueron muy pertinentes para lograr los

objetivos establecidos en la investigación, puesto que permitieron la búsqueda de novelas no

canónicas que aportan a la comprensión de nuestra cultura a partir de esos mundos particulares en

cada novela.

En general la participación en el proyecto de investigación fue una experiencia muy

enriquecedora ya que se ampliaron conocimientos prácticos sobre la investigación en literatura y

la importancia de estos estudios para el reconocimiento de otras voces dentro de la literatura

nacional. Se realizaron las tareas asignadas durante la participación en el proyecto como la

asistencia a las reuniones acordadas con el grupo de investigación para establecer los parámetros

de esta; se hicieron las lecturas de las novelas y los informes correspondientes de cada una; se

realizaron otras lecturas de fundamentación teórica para retroalimentar el ejercicio investigativo.

Para finalizar esta parte, y a modo de reflexión, surge un interés sobre la difusión de estas

obras en otros ámbitos que no se limiten a la academia. Dado que esta investigación es de

carácter académico, puede suceder que solo se conozca en este círculo, y quede fuera del alcance

de un público más amplio. Por eso se deben generar formas de difusión para que estas obras estén

al alcance de lectores que busquen una literatura con la cual identificarse, una literatura de

calidad que sea novedosa, una literatura que es espejo de nuestra nación contada por otras voces,

una literatura que sea diversa e incluyente. Para esto se pueden usar medios de difusión como la

web, en donde es muy factible emplear herramientas multimedia como videos, páginas web,

redes sociales, entre otras cosas; también se pueden emplear medios alternativos de radio,

periódicos y canales de televisión. Otra forma de hacerlo es trabajando con ellas en las aulas de

clase, compartirlas entre nuestros colegas como sugerencia de lectura y, por último, dándolas a

conocer en la cotidianidad entre quienes nos rodean y busquen leer literatura.

5.1 Importancia de la investigación en la práctica docente

Para comenzar con esta reflexión es pertinente abarcar la enseñanza de la literatura como un eje

importante para comprender la implicación de esta investigación en la práctica docente. En ese

sentido partimos de entender, como lo señala el profesor Carlos Guevara, que “Enseñar literatura

es, en realidad, y certísimamente, posibilitar a los niños y niñas el ingreso a la dimensión poética,

a la dimensión simbólica de la existencia humana. No puede ser otra cosa”. Con esto se debe

comprender que la enseñanza de la literatura no se limita a la repetición y memorización de obras

y autores literarios, sino que se propone una apertura de la misma enseñanza en donde el eje de

partida es el mundo cotidiano de cada estudiante, con sus pensamientos, sentimientos, emociones,

recuerdos, sueños y todo ese cúmulo de elementos que componen su subjetividad.

Es en el mundo circundante en donde se origina la imaginación y la fantasía, como universos

que constantemente se ponen en juego; así se recrean situaciones y sensaciones que ya han sido

vividas y se recuerdan, o que tal vez no han sucedido pero se imaginan. Es esto a lo que se

denomina la dimensión poética, la entrada al mundo de lo sensible. Mundo en el que preexisten

los sueños, en el que se conserva la esperanza, en el que se cree para crear y para alimentar el

espíritu. La literatura es una entrada a este mundo y como tal permite la exploración de la

experiencia humana no como algo lineal, rutinario y mecánico, sino como algo dotado de sentido,

que está en constante movimiento y que tiene la fuerza de la transformación. Entonces pensar en

la enseñanza de la literatura es pensar en la forma de hacer atractivo este mundo a los estudiantes;

hay que animarlos a que escriban sobre lo que conocen que es su realidad próxima, mostrarles

piezas literarias con las que se sientan identificados y de este modo lleguen a formar parte de sí

mismos. Es hacerlos sentir y vivir la literatura desde sus propias experiencias. Es pensar en la

construcción de seres humanos capaces de reconocer su existencia y la de otros desde una

perspectiva más amplia que no se limite a cuantificar o intelectualizar lo que nos rodea, sino que

se permita una experiencia más profunda desde lo sensible, lo espiritual y lo creativo.

En consecuencia, la enseñanza de la literatura en relación con la investigación implica un

compromiso en la práctica docente, ya que esta hace diferentes aportes que enriquecen los

contenidos enseñados en la escuela. Es labor del docente reconocer el acontecer histórico de

nuestra nación no como una cadena de eventos enlazados por fechas y protagonistas acartonados,

sino como un vivaz cúmulo de expresiones contadas por voces diferentes a las hegemónicas para

que los estudiantes tengan una visión más amplia de lo que acontece a su alrededor; además de

esto, es fundamental que en esta labor se reconozcan otras apuestas estéticas de calidad que

aportan significativamente a nuestra cultura nacional.

Por otro lado, llevar estas obras al aula es también motivar a los estudiantes para que se

lancen al mundo de la escritura si así lo sienten, y demostrarles que para entrar a este basta con

desnudar los tintes del alma en cada composición y que no depende de la posición económica

como tal vez lo lleguen a pensar. Es por ello por lo que estas obras deben ser conocidas y

estudiadas por docentes de humanidades y lengua castellana, para que las compartan en el aula y

sean identificados otros horizontes de sentido que permitan la reflexión frente a las problemáticas

que se develan en las obras en el ámbito cultural, social, histórico, político y estético.

Referencias

Agudelo, A. (2008). Toque de queda. Ibagué: Pijao Editores, Caza de Libros.

Arendt, H. (2006). Sobre la violencia. España: Alianza Editorial.

Bergson, H. (1977). Memoria y vida. Madrid: Alianza Editorial.

De los Ángeles, C. (1995). Fenomenología de la violencia. Recuperado de:

http://smcomplejidad.com/fenomenologia-de-la-violencia/

García, P. (2004). Martha C. Nussbaum: La fragilidad del bien. Ediciones Universidad de

Salamanca. Recuperado de: http://blogs.cincodias.com/files/rese%C3%B1a-de-pablo-

garc%C3%ADa-castillo-1.pdf

Gil Montoya, R. (2006). Plop!. Pereira: El Arca Perdida Editores.

Godoy, M. (2011). Las glorias. Bogotá: Editorial Destiempo.

Guevara, C. et al. (2015). Enseñanza de la literatura: Perspectivas contemporáneas. Bogotá:

Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Hernández Sampieri, R. et al. (2006). Metodología de la investigación. México: McGraw-Hill

Interamericana.

Herrera Restrepo, D. (2002). La persona y el mundo de su experiencia. Contribuciones para una

ética fenomenológica. Bogotá: Universidad de San Buenaventura.

Husserl, E. (1962). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica.

México-Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Kohurt. K. (2002). Política, violencia y literatura. Anuario de Estudios Americanos 59.

Recuperado de:

ericanos.revistas.csic.es/index.php/estudiosamericanos/article/viewArticle/202

Manevich, M. (2004). Historias encontradas. Bogotá: La Silueta Ediciones.

Ricoeur, P. (2003). La memoria, la historia, el olvido. Madrid: Trotta.

Rodríguez, J. (2000). Posmodernidad, literatura y otras yerbas. Bogotá: Centro Editorial

Javeriano.

Romero, A. (1999). Sartre: filosofía de la violencia. Recuperado de:

http://anibalromero.net/Sartre.pdf

Suárez Rivera, R. (2004). Tanifabú. Ibagué: Papeles Sueltos Editores.

Vargas Guillén, G. (2012). Fenomenología, formación y mundo de la vida: Problemas teóricos y

metodológicos de la fenomenología. Saarbrücken, Alemania: Editorial Académica Española.

Villegas, C. (2005). Aproximación onírica a Bachelard Bachelard: De La poética de la

ensoñación y La poética del espacio. Bogotá: Universidad Nacional. Recuperado de:

https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero29/bachelar.html

Anexos

Anexo 1. Ciudad/región de origen de los autores

Título Autor

Editorial Ciudad/ región de

origen del Autor

El murmullo de la sangre Guillermo Bustamante Casal Gaudi Editores Cali

Relatos de tierra fría Enrique Caballero . Bogotá

Arma de casa Ana maría Cadavid Silaba Bogotá

Los visitantes Kastor Cabrera Solarte Domingo atrasado Nariño

Paraíso artificial Willy Caicedo El sembrador Pradera, Valle

Verdes sueños Cecilia Caicedo Jurado Gobernación de Nariño Nariño

Viva el obispo carajo arrepiéntete algo divertido Caicedo, armando Autor Popayán

Matar a Bukowski Marco Antonio Cala Acevedo Proyecto Libro Pirata Santander

Puerta del infierno, la Ricardo Cano Gaviria Igitur Medellín

Claro oscuro Juan Manuel Camargo Ediciones B Bogotá

Puerta del infierno, la Ricardo Cano Gaviria Igitur Medellín

El pasajero de Walter Benjamín Ricardo Cano Gaviria Universidad de Caldas Medellín

El misterio de los billetes ocre Jairo Cañola Crespo Fundaglobal Medellín

La dosis mortal Adriana Cantor Autor Bogotá

Carreras delictivas Juan Sebastián Cárdenas Univ. de Antioquia Popayán

Todo es adrede Jose Cardona López Univ. del Valle Palmira

El desencantado de la eternidad Alfonso Carvajal El camello sonámbulo Cartagena

Pequeños crímenes de amor Alfonso Carvajal Ediciones b Cartagena

Emergiendo del tejido Eugenia Castaño Ediciones Antropos Bogotá

Cierra los ojos princesa José Alejandro Castaño Icono Editorial Ltda Medellín

Cuentos cortos para noches largas José Anciz Castaño Pérez La serpiente Empluma Tolima

Las guerras de Alejandría Gabriela Castellanos Univ. del Valle Valle

Flecha incandescente, la Giovanny Castro Alcaldía de Pasto Bogotá

Nadador Evangelista Carulla Fornaguera Página maestra Bogotá

Señor juez el muerto es mi testigo Luis Cifuentes Santander

El sacrificio de una madre Luis Cifuentes La palabra Santander

Todos morimos dos veces Leandro Cerro Mundo Novus Bogotá

El discreto encanto de los melancólicos Hugo Chaparro Valderrama Ediciones b Bogotá

La sombra del licántropo Hugo Chaparro Valderrama El Peregrino Ediciones Bogotá

Pandemonium Yuri Chillan reyes Dvinni impresos Chiquinquirá

Calle trece Carlos Colon Calado Tercer mundo Cartagena

Demonio en la proa, el Edgar Collazos Ediciones b Cali

Notas de inframundo Alejandro Cortes González Ediciones Fundación Bogotá

Proyecto Eva Gustavo Corredor Ortiz Albobarbo Bogotá

Operación ameba y serpiente Gustavo Corredor Ortiz Autor Bogotá

El manifiesto o anastiana Gustavo Corredor Ortiz Autor Bogotá

La Mujer de los condenados Javier Correa Univ. de Antioquia

Si las paredes hablaran Javier Correa Correa Univ. Central Barranquilla

Claro oscuro Juan Manuel Camargo Ediciones b Bogotá

Destierro Fernando Cruz Kronfly Silaba Bogotá

Ceniza del libertador, la Fernando Cruz Kronfly Univ. de Caldas Bogotá

Falleba Fernando Cruz Kronfly Pijao Editores Bogotá

El ángel del acordeón Ketty Cuello I/m Editores Guajira

El mar German Cuervo Univ. del Valle Cali

La experiencia interior Eduardo Delgado Ortiz Orbe Pasto

El Caudillo Armando Del valle Alas libres ltda Bogotá

Huellas en la labranza Armando Del valle Carrera 7 Bogotá

Puertas del infierno, las José Luis Díaz granados Pijao editores Santa Martha

Fulgor de la calle grande José Luis Díaz granados Caza de libros Santa Martha

Entre la tinta y la sangre Mauricio Díaz Gómez Hoyos Caldas

Alfabeto de infancia Lucia Donadio Silaba Cúcuta

El pájaro que enamoro a la luna Jose Duran Univ. del Atlántico Magangué

Juro no volver a competir Jose Duran Univ. del Atlántico Magangué

Preludios interludios y minificciones (t.d) Esteban Dublin Adeer lyinad Bogotá

La canción que no he escrito Carlos Duarte Univ. del Valle Cali

Ni siquiera la lluvia Alberto Duque López Gaviota Barranquilla

Pequeñas bestias Naudin Gracian Petro El túnel

Córdoba (Monte

Líbano)

Todo lo que no digas será usado en tu contra Alex Duque . Bogotá

Mateo el flautista Alberto Duque López Pijao Editores Barranquilla

Dos mujeres dos mundos Gloria Echeverry Lacouture Taller de edición ro Bogotá

Novelas y cuentos ti Arturo Echeverri Autores Antioqueños Río Negro (Medellín)

Encierro Alberto Esquivel Pijao editores Cali

Corte final Jaime Echeverri Hoyos Rio Negro

Historia de un hombre que soñó José Ignacio Escobar Hombre nuevo Medellín

Historias del caos y el orden para niños y niñas d Gonzalo Escobar Téllez Simon editor Puente Nacional

El flaco y la ministra Alonso Gaona Escala s.a Bogotá

Anexo 2. Análisis de las novelas, primera parte

Análisis sobre obras leídas para el proyecto de investigación Novela colombiana hoy: del

canon a la marginalidad mediática.

Primera Parte

Primera novela

1. Título: ¡Plop!

2. Autor: Rigoberto Gil Montoya

3. Editorial: El Arca Perdida Editores

4. Año de publicación: 2006

5. Extensión: 132 páginas

ISBN: 958-33-8526-3

6. Categorías problémicas

6.1. Sociocultural

6.1.1. Fragilidad en la vida de las personas: las desapariciones.

6.1.2. Amenazas a un periodista

6.1.3 La violencia en un barrio popular de una ciudad.

6.1.4 El amor imposible.

7. Descripción general: La novela se desarrolla alrededor del tema de la desaparición. Se cuenta

la historia de un personaje que ha desaparecido, y otras historias como la de pueblos en

Colombia abatidos por la violencia y el silencio de la muerte, como por ejemplo la aparición de

un cementerio con huesos de niños; siendo todo esto el reflejo de la realidad de un país en donde

los rostros de la violencia se han vuelto comunes. El protagonista es un periodista que vive en un

barrio de Pereira, quien descubre que un amigo suyo ha desaparecido, el cual tiene sus amigos de

barrio, su esposa, y sus hijos. Nadie sabe qué ha pasado con él, todos los del barrio se sorprenden

con la noticia y empiezan la labor de poner carteles con su foto para encontrarlo. Su esposa es la

más afectada, encontrándose inmersa en la incertidumbre de no saber que sucedió y en la

desesperación por no encontrarlo. El tema del amor aparece con lo prohibido, pues el periodista

se ha enamorado de la esposa de su amigo desaparecido, y decide ofrecerle su ayuda para hacer

lo que este a su alcance para que este regrese: debatiéndose la ilusión por que vuelva su amigo, y

la espera de que no vuelva para quedarse con Susana.

En la narrativa nos encontramos con un collage de voces que tejen la historia: la primera

persona, los testimonios de personas que han vivenciado desapariciones de familiares y

conocidos, los recortes de periódicos y reflexiones profundas sobre las desapariciones; dando

como resultado una narrativa fluida que reconstruyen imágenes de la fragilidad humana como

una historieta cómica, mostrando lo trágico como una fotografía de una realidad cruda y fría, pero

con ironía; imágenes que dan cuenta de la cotidianidad de un ser humano que está atravesando un

conflicto, haciendo una reflexión sobre otros muchos desaparecidos que como este personaje

salen un día de casa y nuca más regresan, lo cual nos recuerdan como lo dice el mismo Montoya

(2006) que “todos somos secuestrables”.

8. Técnica narrativa: El autor utiliza una técnica narrativa basada en el fluir de la conciencia de

un personaje. Su discurso no se da en una forma lineal y lógica, sino muestra el trascurrir del

pensamiento empleando situaciones, pensamientos, diálogos interiores, recuerdos y el presente

para desarrollar el hilo narrativo.

9. Clasificación: Novela urbana.

10. Contextualización en el marco histórico cultural:

La fragilidad en la vida del ser humano: las desapariciones

“Así que nada hay sin daños, sino que incontables son las formas de muerte e imprevisibles las penas y las

calamidades de los hombres. ¡Pero ojalá me escucharan!”

Arquíloco de Paros.

Esta novela nos sumerge en una atmosfera que no es muy lejana a nuestra realidad colombiana:

las desapariciones forzadas. Se narran historias que cuentan una parte de la gran historia de

nuestro país, el surgimiento en 1977 de los escuadrones de la muerte que raptaban de forma

indiscriminada a la gente. Se describe a un país desangrado por la violencia, atravesado por

acontecimientos como la aparición de pandillas que matan y roban en las ciudades, el

narcotráfico, los asesinatos en las urbes, las desapariciones forzadas, la prostitución, el

desplazamiento forzado y las amenazas a periodistas. Queda en la memoria el recuerdo de

aquellos seres que ya nunca aparecieron, de los cuales se guarda la esperanza de que regresen,

para aliviar el dolor que sus familias han tenido al enfrentar ante la incertidumbre de no saber que

paso con ellos. El estado responde con silencio, con impunidad, pero el pueblo sigue reclamando

que se haga justicia, que se repare a las víctimas, que se develen los acontecimientos tal como

sucedieron.

La experiencia humana se da en el mundo de la vida, el que Husserl llama “mundo

circundante”. En este mundo de la vida, encontramos diferentes posiciones tanto subjetivas como

intersubjetivas, que se instauran en nuestra conciencia de acuerdo a las vivencias que hemos

tenido en relación con los otros seres y objetos que también habitan el mundo y con los cuales

interactuamos en nuestra cotidianidad. Desde la perspectiva fenomenológica se entiende que ese

mundo “es base y terreno común sobre el que basculan todos los sentidos” (Vargas, 2012, p. 67),

esto gracias a “un retorno o reconducción al mundo-uno, al que puede ser vuelto a vivir como

fuente de toda posibilidad de sentido […], el que puede darse en múltiples direcciones de sentido;

Mundo-Uno que valida o defrauda nuestras intuiciones, sentidos dados, posibilidades para la

concreción de la experiencia […]” (Vargas, 2012, p. 67); en ese sentido, encontramos que el

acontecer humano no es estático, que está en un constante movimiento abierto a una

multiplicidad de caminos que cobran sentido solo cuando los vivimos. Es ese devenir de la vida

humana, el que nos da la pauta para entender la fragilidad, somos seres expuestos a la

contingencia, no tenemos todo el bienestar de nuestra vida asegurado y la tragedia puede atentar

contra nuestra estabilidad en cualquier momento.

Nuestra subjetividad está ligada al mundo de la vida, el sujeto es una constitución dialógica

constante con su ser, y de este modo, él se piensa en relación con el mundo circundante que

conoce por medio del cuerpo, de los sentidos que le permiten percibir ese mundo que le es dado;

el ser humano tiene conciencia del mundo con la que le da sentido a sus vivencias , así nos

entendemos como sujetos sentí-pensantes que interactúan constantemente en la cotidianidad, por

medio del accionar que hace la experiencia y que permite que elijamos decisiones para seguir

nuestra constitución como sujetos. Es decir que llevamos a cabo acciones que de inmediato dan

cuenta de una decisión, que siendo acertada o no, puede cambiar el rumbo de la vida, e interferir

en el cambio de rumbo de vida de otro. En la novela Plop! del escritor Rigoberto Gil Montoya

encontramos un universo tejido por la fragilidad de la vida, somos seres vulnerables a situaciones

que pueden causar mucho dolor, tanto en nosotros, como en quienes nos rodean, que en definitiva

hace que nuestra vida coja otro rumbo, así nos lo demuestra este relato lleno de retratos que son

reflejo de una realidad que vivimos en nuestro país: los rostros desconocidos de los

desaparecidos.

Este hombre tiene un fuerte dolor de muelas. Va hasta el patio y ve como su mascota se orina en el

árbol de naranjas. Él hace lo mismo. Piensa que vivir duele, que la cara se hincha, que quién sabe qué

injusticia está pagando hoy. Tiene miedo de salir a la calle. Un vecino suyo ha desaparecido y otro

desapareció la tarde del jueves, por los lados del barrio América. Se especula mucho, pero él sabe que

hay una sola verdad y teme enfrentarla. No irá a trabajar. Llamará por teléfono y dirá que está

enfermo, no puede salir, luego llevará la incapacidad. Más tarde regresara al patio. Allí se sabe a

salvo. Dará gracias a dios por este día (Gil Montoya. R. 2006. Pág. 111).

El cambio de rumbo que puede tener nuestra vida es lo que nos recuerda lo frágiles que

somos, que en cualquier momento podemos encontrarnos inmiscuidos en una tragedia que

cambiara para siempre nuestro destino. Para Pablo García (2004) citando a Nussbaum el cambio

de rumbo está dado por un agente externo: la fortuna, lo que demuestra que aunque nuestra

conciencia nos lleve a actuar de determinada manera, nuestra existencia no depende solo de ello,

pues se pueden desatar una multiplicidad de hechos que no teníamos previstos. Cuando nos

enfrentamos a cualquier tragedia entendemos que la experiencia humana está en el límite de la

fortuna, entonces vale la pena recordar esta pregunta ¿Hasta qué punto es vulnerable la vida

humana? (Quintero M. 2013) Lo que buscamos es ponernos a salvo, vivir una vida en lo posible

lejos de sufrimientos, aun sabiendo que no tenemos ninguna fórmula para tener el bienestar

constante en nuestras manos y ser asertivos en nuestras acciones.

Las cosas por estos días eran más aterradoras: nadie parecía escapar a la acción de fuerzas oscuras; nadie

recorría los espacios urbanos sin que desconfiara de los otros o sintiera, al cruzar la esquina o cambiar de

acera, que su destino podría alterarse de repente, porque de un vehículo sin placas dos seres encapuchados se

apoderaban de su cuerpo inerme o un individuo, de hombros anchos piel trigueña, se había acercado a la

víctima, le había susurrado al oído y otro era ya el camino, otro el enigma ante la indiferencia y el miedo de

quienes se persignaban en el acto, porque por lo menos se habían salvado, no era el momento para ellos,

reflexionaban los curiosos de los apartamentos contiguos al lugar de los hechos y al instante las luces de lo

alto se apagaban, no fuera que ojos atentos señalaran a los fisgones y por esa bobadita de estar mirando lo

que no es conmigo, madruguen a saldar cuentas (Gil Montoya, 2006, p. 35).

El mundo de la vida “es el horizonte de horizontes”, el horizonte es el ámbito de experiencias

posibles, que logran una conexión en el tiempo y en el espacio, este está abierto a diversas

posibilidades que generan expectativas frente a lo que acontecerá, expectativas que no

necesariamente suceden y que develan nuestra vulnerabilidad en las relaciones con los otros,

necesitamos de los otros para constituir nuestra experiencia. En Plop! encontramos cómo a partir

de la desaparición de alguien, se ven truncados planes que no se han realizado y que ante la

situación de incertidumbre no se sabe si ya se lleven a cabo. Fernando ha desaparecido

abandonando su hogar, conformado por su esposa Susana y sus dos hijos, sus padres y sus

amigos de barrio. Estamos expuestos a que en cualquier momento se nos venga la tragedia,

cambiando en definitiva nuestro rumbo de vida, y abriendo el horizonte a otras posibilidades, que

dolorosas o no reciben un nuevo sentido.

Aceptó el apoyo que le brindaba y dijo que cualquier ayuda la recibiría con humildad; necesitaba llenarse de

vigor para darle significado a su vida, valor a sus hijos y para continuar pensando en el regreso de su marido

a sus cosas, a sus niños. Quería llevar a cabo esos planes trazados en la intimidad de su hogar cuando todo

parecía ir tan bien, él en la fábrica de confecciones, ella como auxiliar contable de una empresa que prometía

crecer y donde pronto podría aspirar a un ascenso. Tenían un sueño: conocer las islas del Rosario y comer

pescado frito en la Isla del pirata Morgan. Unos amigos del barrio Berlín los habían entusiasmado con esa

idea. Incluso ya tenían un ahorro para ese plan y ella había separado un vestido de baño, color naranja.

Todo lleno de planes a mediano plazo. María Paula entraría al jardín el año entrante y Juan Camilo cursaría

el tercer grado. Habían pensado ingresar a la universidad una vez los niños fueran más independientes y la

economía familiar les permitiera invertir en sus estudios. (Gil Montoya, 2006, p. 31)

La fragilidad de nuestra misma existencia queda en evidencia cuando varios factores,

contextos y actores intervienen para amenazarla y vulnerar nuestra estabilidad, situaciones en las

cuales experimentamos dolor, el cual nos recuerda lo frágiles que somos, nuestra condición de

seres expuestos a la contingencia pues ello nos puede suceder a cualquiera (Quintero. M, 2013)

Bueno, y por qué un sujeto desparece, ¿Ah?

Pues porque lo secuestran, hermano y habitamos este espacio de mugre y papa, único, tan indivisible como

bala de cañón. Ya no se necesita pertenecer a un clase privilegiada, para que pongan precio a tu cabeza y te

marquen, o bien con una mano negra, o bien con un código de barras. Todos somos secuestrables, quede

claro que no lo digo con orgullo (Gil Montoya, 2006, p. 83).

Solo cuando escenarios como estos tocan a la puerta de los seres humanos, somos capaces de

entender el valor de lo que somos, aún más, el sentido que le estamos dando a nuestras vivencias

y nuestra fragilidad innata, la incertidumbre de la espera de ese ser querido que ha desaparecido,

así, siempre aparecerá la esperanza como un brillo de dignidad humana, en relación a lo que nos

ha pasado y lo que puede venir después, que puede ser mejor o peor, en realidad no lo sabemos.

En síntesis: es tan fácil dejar de ser, hermano, he ahí el misterio de la vida, eso es tan engorroso de explicar,

eso que se escapa en un suspiro hondo o mientras rebanamos un pepino o nos negamos a coger el teléfono o

nos persignamos (…) Y al final, esa preocupación de Susana, el destello de unos ojos que se niegan a

alumbrarme, ese cuerpo tan suyo, perdido en la angustia de la espera (Gil Montoya, 2006, p.. 93).

Segunda novela

1. Título: Toque de queda

2. Autor: Adalberto Agudelo

3. Editorial: Pijao Editores- Caza de Libros

4. Año de publicación: 2008

5. Extensión: 168 páginas

ISBN: 978-958-44-3192-9

6. Categorías problémicas:

6.1. Socio-político

6.1.1. Violencia: represión contra el movimiento estudiantil.

6.1.2. Manifestaciones estudiantiles.

6.1.3 Estigmatización de los medios de comunicación contra el movimiento

estudiantil.

6.1.4. Corrupción en las universidades públicas.

6.1.5. Impunidad de los crímenes de estado.

6.3. Económica

6.3.1. Saqueos a los negocios comerciales.

6.3.2. Pérdidas económicas en el comercio de la ciudad.

6.3.3. Grandes destrozos y pérdidas materiales en la universidad.

7. Descripción general: En esta novela encontramos como tema principal las luchas estudiantiles

acontecidas en Manizales hacia 1976. Se recrean los enfrentamientos entre estudiantes y policías

antidisturbios, mostrándose toda la violencia, la crudeza y la resistencia que implica esta batalla,

la cual deja como saldo muchos heridos, detenidos, daños al comercio, a la universidad y al final,

un estudiante muerto. Toda una ciudad se conmociona ante estas luchas, y como no hacerlo si es

que los estudiantes se toman las calles en multitudes innumerables, armándose verdaderas

batallas campales entre estudiantes y policías, que terminan afectando el orden y la tranquilidad

de la ciudadanía, dando pie al saqueo en los comercios. Estas manifestaciones son por la defensa

a la educación pública, en las que se involucran jóvenes universitarios y de colegio, los cuales

resultan ser los personajes principales de esta historia. También se hace evidente la corrupción

que se presenta en las universidades públicas, la estigmatización de los medios de comunicación

hacia el movimiento estudiantil y cómo terminan los personajes sumergidos en situaciones que

nunca se esperan, mostrándonos lo frágiles que podemos ser los seres humanos así se tenga el

poder más grande.

Esta novela se caracteriza por narrar en forma de crónica los hechos, dando un espacio para

diferentes versiones, es decir, encontramos en cada capítulo el hecho acontecido a la luz de un

estudiante que escribe en su diario personal, y la versión que aparecerá en el diario local.

8. Técnica narrativa: Es lineal, se presentan los hechos de una manera ordenada en el tiempo y

en el espacio. La historia se va formando a medida que se van contando los hechos,

encontrándose diálogos interiores y apartados de un diario local.

9. Clasificación: Novela social e histórica.

10. Contextualización en el marco histórico cultural:

La violencia: represión contra el movimiento estudiantil.

En esta obra vemos una problemática que sigue vigente en la actualidad colombiana: el

movimiento estudiantil en defensa de la educación pública y de calidad. Hemos visto como a lo

largo de los años las políticas de estado se han empeñado en realizar cambios estructurales en el

ámbito de la educación con el fin de privatizarla, y así, solo algunos privilegiados podrían

ingresar a estudiar. Las luchas estudiantiles han demostrado la inconformidad por la acogida de

dichas políticas, que están veladas por unos intereses individuales, que no tienen nada que ver

con una educación pensada para la mayor parte de población colombiana, haciéndose evidente en

la corrupción que hay por dentro de las estructura de las universidades. Encontramos, cómo ante

esta situación los medios de comunicación estigmatizan las acciones de los estudiantes, exaltando

la labor de la policía como los salvadores ante el caos irrumpido por los supuestos criminales.

Todo esto devela la represión ideológica ejercida por parte del estado, materializada en los

cuerpos de policía que actúan de forma violenta para mantener “el orden y el control”, dejando

como saldo la detención de estudiantes, la desaparición de los mismos, heridos y finalmente

víctimas mortales, crímenes que además han quedado en la impunidad, pues no se hacen las

investigaciones debidas para hacer justicia. Todo esto constituye el universo de esta novela,

hechos que son el reflejo de la sociedad colombiana.

La violencia es un fenómeno que ha tenido que enfrentar la humanidad desde su existencia. Se

ha manifestado de diversas maneras, pero todas tienen en común el daño y/o sufrimiento que es

infringido hacia algún ser humano. Esta sólo es manifestada por el ser humano y se distinguen

por su malignidad y tendencia ofensiva contra la integridad física, psíquica o moral de un ser

humano (De Los Ángeles, 1995,p. 2). Arendt (2006) afirma que la violencia a diferencia de la

fuerza o el poder “siempre necesita herramientas” entonces la sustancia de la acción violenta es

regida por la categoría medios- fin. Esto implica que hasta que resulte efectiva para alcanzar el

fin que deba justificarla, ésta como lo dice Arendt es racional.

La violencia se ha inmiscuido en nuestras formas de concebir el mundo, a tal punto que la

hemos naturalizado, haciéndola parte de nuestra vida cotidiana, en palabras de Sartre “estamos

condenados a la violencia; se ha convertido en el acto cotidiano, en la negra luz que nos alumbra”

Pero ¿hasta qué punto debemos permitir esto? Sabemos que han sido innumerables los conflictos

violentos que hemos tenido en la historia de la humanidad, que se han grabado en la memoria de

los pueblos que los han sufrido, y que los siguen sufriendo. Estos, son acontecimientos que se

dan en el ámbito histórico-cultural, y por tanto son fundamentales en la constitución de los

sujetos que se han visto involucrados en ellos, o que se han conmovido profundamente por estos,

convirtiéndolos en su horizonte de sentido frente a la acción creadora. Este último caso es

aplicable a la literatura, es decir la violencia se enmarca como un horizonte de sentido en ella.

Así, siguiendo a Kohut (2002), comprendemos que la literatura debe contribuir a la

humanización del mundo, siéndole atribuido un sentido de denuncia frente a todas las formas de

violencia (vale la pena aclarar que no todos los literatos lo consideran de esta manera). Según

Kohut, esta característica se hace muy evidente en la literatura latinoamericana, esto, como

consecuencia de las diferentes manifestaciones de violencia política que se dieron en el

continente a mediados del siglo XX. Revoluciones, revueltas, protestas, rebeliones, conflictos que

destacan ese carácter de violencia. Entendiendo esto desde la fenomenología, son estos

acontecimientos histórico-culturales los que vienen dados en el horizonte en el que aparecen.

Para Husserl toda experiencia posee una estructura de horizonte (Herrera, 2002, p.59) y el

horizonte implica un “saber con antelación” (una presciencia) y “un saber en relación”, y

siguiendo a Daniel Herrera “este saber con otras cosas y este saber con antelación es lo que

pretende expresar el termino horizonte” (Herrera, 2002, p.59). En la novela Toque de queda del

escritor Adalberto Agudelo, encontramos que ese horizonte de sentido es la violencia política.

Esta recrea la historia del movimiento estudiantil que se dio en Manizales en 1976,

protagonizando manifestaciones que conmocionan toda la ciudad, dejando como saldo grandes

daños a la universidad, grandes pérdidas en el comercio y un estudiante muerto. Aquí los

protagonistas son las grandes batallas campales que tienen lugar entre la fuerza pública y los

estudiantes, quienes son agredidos fuertemente, dejándose en evidencia la represión ideológica y

física que es impartida por las fuerzas de seguridad, las directivas corruptas de la universidad.

Un compañero de Medicina aún inconsciente. Los otros heridos fuera de peligro. Nadie detenido. El

allanamiento fue un síntoma de debilidad como todo acto de fuerza en contra de la razón. Es necesario

aprovechar la imprecisión o la imprevisión de sus actos. Sin el cambio de directiva no será posible

reconquistar los privilegios. Vamos por la cabeza de El Piojo (Agudelo, 2008, p.18).

Husserl nos dice que este horizonte se desplaza al paso de quién en él se mueve. (Herrera,

2002, p.60). En ese sentido las intenciones y las motivaciones de los sujetos que en ellos se

involucran tienen una gran importancia, ya que estos al sentirse afectados por alguna situación

que determinan su corriente de acciones, le dan un sentido en el campo de su experiencia. El

horizonte se ve enmarcado en una toma de decisiones que desencadenan ciertos actos, los

estudiantes deciden irse a asamblea, luego empieza una acción represiva por parte de la

policía antidisturbios. Ellos se van a esos términos demostrando una motivación clara: su

inconformidad con las directivas de la universidad.

La cosa fue tesa llave. A pesar de los otros, vos sabés votamos por unanimidad, bueno casi, la

manifestación. Pero qué va compadre los antimotín sitiaron la U. desde el gran arco y desde el rompoy de la

veintiséis. ¡Qué vainazo! Las dos únicas salidas taponadas por un doble cordón de escudos, cascos,

bolillos… (Agudelo, 2008, p.7)

Este horizonte es abierto, es ilimitado y por tanto en un ámbito de experiencias posibles, que

se conectan con una experiencia concreta. Aquí el sujeto toma una actitud reflexiva al interactuar

en este espacio de una determinada manera, el convertirse en morada de sentido para su

experiencia personal. El correlato de la violencia se vive en la resistencia. Los estudiantes han

encontrado como horizonte de sentido el resistir la violencia infringida por la fuerza policial,

defendiendo su objetivo: la denuncia.

Cada cual cumple su papel ineludible: ¿Quién pone la piedra en las manos de quién la lanza? ¿Quién arma a

los locos? ¿Sería posible eludir las provocaciones, el cordón de los antimotín y pasar de largo? En la metas

de la federación no existía otros objetivo más allá de la simple denuncia. Quisieron acallarnos y si nos

amordazan ¿Qué nos queda? (Agudelo, 2008, p.18)

El ser humano en palabras de Husserl es “una vida que experimenta el mundo”, pero también

es conciencia de ese mundo, es decir que le da sentido a su experiencia, el cual se constituye en el

encuentro entre facticidad y subjetividad, como lo dice Daniel Herrera (2002). Entonces mi yo

está constituido por lo que hago y el sentido que le doy a ese hacer, así soy un sujeto de actos que

tienen una totalidad de vivencias que son intencionales y que son motivadas por mi ser histórico

y libre, demostrando aquí un comportamiento activo. Pero también afirma Husserl, “el ser

humano igualmente se comporta pasivamente: sufre efectos de personas y cosas, se siente

determinado por ellas a valoraciones positivas o negativas, a apetecer o a huir, etcétera. Se siente

influido por personas, se guía por ellas, recibe sus órdenes, da órdenes, etcétera” (Herrera, 2002,

p.48). Es en este sentido que los estudiantes le dan un sentido a su accionar: resistiendo. Sin

embrago las acciones de otros pueden lograr que dicha acción llegue a su límite, y ya no se tenga

fuerza física para seguir emprendiéndola.

En fin, siempre resistimos un poco más. Lo que no resistimos fue el asalto final: bolillo en ristre, bita arriba,

escudo de frente. Nos cayeron como una horda de salvajes, silenciosos, sin respirar, arrolladores,

incontenibles. Si lo pescaban a uno no lo soltaban bueno y sano, le daban hasta dejarlo grogui y después lo

tiraban al vuelco de las volquetas del municipio aparecidas entre los curiosos de pie en los andenes y las

zonas verdes, como turmas, con las caimas deshechas del culillo y unas ganas grandes de entrarle a la piedra

((Agudelo, 2008, p. 9).

En los actos de violencia, según Arendt, desaparece la individualización y se le da pie a la

unión en grupo. Esto se presenta cuando un grupo se une para lograr un fin común, por ejemplo

en el caso de los estudiantes y la policía antidisturbios, si ellos no se unieran colectivamente para

lograr su fin no tendrían tanta fuerza. Aquí, las relaciones que se establecen con el otro son

fundamentales, la intersubjetividad permite que se pueda experimentarme con las otras personas,

que también experimentan el mundo, pero de una forma diferente. El ser es una constitución en

relación con los otros, lo que se hace evidente en la constitución del mundo cultural.

El bloqueo, desde todos los ángulos posibles, en una operación envolvente, precisa, exacta, obligó a los

muchachos a tomar asiento en el asfalto. Cantando sus himnos, gritando sus consignas de batalla,

denunciando con nombres propios a los culpables de esta rara y espectacular explosión de violencia que no

estaba en los presupuestos estudiantiles. Resistieron uno tras otros los intentos de desalojos (Agudelo, 2008,

p.77).

La violencia es un instrumento que es usado para justificar un fin, según dice Arend, entonces

si ponemos como fin al poder, y a este lo entendemos en las relaciones entre mando y

obediencia, encontramos que es gracias a estas relaciones que el poder se mantiene, entonces

aquel que ejerce la violencia, en este caso sería aquel que tiene el poder. Recordando lo que

Sartre dice sobre la violencia, citado por Arentd, “un hombre se siente más hombre cuando se

impone a sí mismo y convierte a otros en instrumentos de su voluntad”, lo que le proporciona

“incomparable placer”, esto para dejar en evidencia que el que ejerce la violencia siente placer, y

por eso comete tantos actos atroces, y se abusa del poder.

Todos tenemos miedo. Se palpa en el ambiente la disposición del enemigo para enfrentarnos a sangre y

fuego. “La violencia es el arma de los que no tienen razón” será una de nuestras consignas, pues no hay

tregua para la razón (Agudelo, 2008, p.30).

Alguien rompió el silencio. Gritó ¡Asesinos! Y al instante lo rodearon a pata, puño, batón. (…) Con el llanto

a punto de brotar incontenibles, vio dispersarse la muchedumbre. Y entonces comprendió: gritos,

detonaciones, carreras. Una ciudad en llamas (Agudelo, 2008, p.39).

La ciudad cobra gran protagonismo en esta novela, es el epicentro de actividad en donde se dan

las manifestaciones consecutivas, el lugar en donde acontecen estos hechos históricos-sociales,

que llenan de sentido la experiencia del movimiento estudiantil, y de los habitantes de la misma

ciudad que se ven involucrados en los hechos. Todo esto se termina constituyendo como el

mundo histórico del sujeto.

Andando, andando. Vitrinas rotas. La ciudad enmuletada y coja, llena de parches en el rostro múltiple y

sonriente. Las calles llenas de pedregones como si la arena fina, los diminutos pedruscos hubieran crecido al

conjuro de la turba. Los comercios vacíos (Agudelo, 2008, p.88).

Es un lugar común señalar que la violencia, dice Arendt brota de la rabia y la rabia puede ser,

desde luego, irracional y patológica, pero de la misma manera que puede serlo cualquier afecto

humano. Así la violencia explica el horizonte de sentido frente al accionar de los estudiantes. “La

rabia solo brota allí donde existen razones para sospechar que las condiciones podrían

modificarse y no se modifican” (Arendt, 2006, p. 85).

Fuera escrúpulos. Era indispensable y propicio ofrecer una víctima a los dioses. Si la muchedumbre no

quiere atacar la sirena de toque de queda es porque no conoce las consecuencias. Le daremos una víctima.

Un mártir. Así los civiles negociaran cualquier cosa y los hijos de papimami irán a dormir con un cuchillo de

espanto (Agudelo, 2008, p.66).

Ya ves, pedíamos calidad académica, presupuestos, gentecita bacana para manejar el asunto y la respuesta

fue los antimotín, los arrestos, el allanamiento (Agudelo, 2008, p.95).

Les responden con más violencia, revelándose intenciones oscuras que se materializaran en

acciones que moverán el horizonte de sentido, combinándolo con la rabia, el dolor y finalmente

con la muerte. La violencia política deja como saldo un estudiante muerto.

Tembloroso, sacó el arma de la funda. Lo examino desde la distancia. Lo vio recoger una piedra pequeña, tal

vez la ultima para la defensa de la fortaleza. Rodilla en tierra, cañón al antebrazo, el ojo a la mira, el pulso

firme, firme. Tomó impulso, cinco, diez metros. Miró el objetivo y por un instante los ojos se cruzaron. Le

apunto a la cabeza. Justo entre las cejas. Y Disparó. Dos veces. No pudo lanzar. Un boquete negro, negro,

una ventana pensó, se abrió en su cerebro. Un trueno largo (Agudelo, 2008, p.118).

Tercera novela

1. Título: Tanifabú

2. Autor: Rosalba Suárez Rivera

3. Editorial: Papales Sueltos Editores

4. Año de publicación: 2004

5. Extensión: 89 páginas

ISBN: 958-336540-8

6. Categorías problémicas:

6.1. Tanifabú como acto de imaginación y fantasía.

6.2. El amor como gran ordenador del universo.

6.4. La exaltación de valores que habitan en las profundidades sinceras del corazón del ser

humano, como principales características de los tanifubeños.

6.3. Ritos y fiestas en Tanifabú.

6.4. El lenguaje poético como un artificio para recrear el mágico universo de Tanifabú.

6.5 Costumbres de los habitantes de un universo llamado Tanifabú.

7. Descripción general: En esta novela encontramos un universo de fantasía, que hace desbordar

la imaginación con seres y paisajes que solo existen en un lugar mágico llamado Tanifabú “el

último universo visible”. Son seres mitológicos con características muy peculiares, que cumplen

con unas funciones específicas que hacen que dicho universo funcione bajo el amor y la armonía.

Así, se distinguen los Tanifubeños que son los habitantes de este lugar, quienes aspiran a la

felicidad, la convivencia, la fe, el respeto la tolerancia, la salud, la alegría, la belleza y la salud,

siendo esto la vida en su perfección; y otros seres entre animales y monstruos, visibles e

invisibles, con sonidos o silenciosos, componiendo todo este universo de misterios. Se destacan

los juegos y las pruebas como muestra de valentía entre los habitantes, así como también, las

fiestas y los ritos en donde la danza, los cantos y la alegría son los protagonistas; cada uno de

estos se practica cada determinado tiempo, medido en amaneceres. Las leyendas son las que

construyen las creencias en este universo, quedándose en la memoria de cada uno de sus

habitantes. Los olores, los sonidos, los colores, cobran un lugar muy importante en todas las

costumbre de este lugar. El lenguaje alcanza una poesía cadenciosa, que se recrea en imágenes

variopintas, llenas de luz y magia, dándoles vida a la novela.

8. Técnica narrativa: Por su carácter mitológico, encontramos que en esta novela se destaca la

retención, es decir la rememoración de los rituales y las fiestas que se realizan en Tanifabú. Cada

capítulo de la historia es una nueva entrada a este universo, que describe las costumbres de sus

habitantes.

9. Clasificación: Novela Fantástica

10. Contextualización en el marco histórico cultural:

Imaginación y fantasía

Un extraordinario provecho cabe sacar de lo que nos brinda la historia,

en medida mayor aún el arte y en especial la poesía,

que sin duda son productos de la imaginación,

pero que en lo que respecta a la originalidad de las innovaciones,

a la abundancia de los rasgos singulares,

a la tupida continuidad de la motivación exceden

con mucho a las operaciones de nuestra

propia fantasía.

Husserl

En esta novela encontramos un universo que surge de la imaginación de su creadora. Tanifabú es

un lugar de ensueños que se hacen realidad, que nos permiten un escape a ese espacio con el que

quizá, muchas veces hemos soñado, en donde priman la armonía, el amor, la alegría, la vida en

comunidad, la tolerancia, todos esos valores que le hacen falta al mundo de hoy; además de

realidades fantásticas que dan cuenta de experiencias sensiblemente profundas que solo son

posibles en una atmosfera totalmente transparente, dotando de sentido el mundo de aquellos

habitantes. Es un laberinto de espacios en el que se entrecruzan seres mitológicos que habitan

dichos lugares llenos de secretos y misterios, que son visibles para unos e invisibles para otros;

que están pero pueden desaparecer, que pueden traer todas las bellas armonías percibidas, pero

también pueden generar una confusión que atrapa a quienes infrinjan las reglas. Este es todo un

mundo subjetivo, construido poéticamente con imágenes vivaces, coloridas, cálidas y mágicas

que hacen reavivar los sentidos, sumergiéndonos en un plano mitológico que hace pensar una

espiritualidad que es percibida cuando interactuamos con la naturaleza, sintiendo ese vínculo que

se aloja en la profundidad más sincera del corazón humano.

El mundo de la vida nos es dado; en él actuamos en actitud natural, reconocemos los objetos

del mundo, sabemos que están allí pero no los tomamos como algo más allá. Después de que

algún acontecimiento, objeto o persona ha movido una parte de nosotros, de nuestro ser, le

empezamos a dar sentido a nuestra experiencia, constituimos nuestra subjetividad, empezamos a

tener una actitud reflexiva del mundo, a ir a la esencia de las cosas, en términos fenomenológicos

al eidos. La imaginación se nos presenta en actitud natural, está a su vez, entra en el campo de

lo subjetivo y se relaciona con la manera de percibir el mundo, aquí, esta se nos da como

imaginación empírica, ligada a la intuición sin que entremos en una reflexión profunda al

observar determinada situación. Cuando alguien esta en una cerca en donde pasan autos, puede

estar hablando con la señora que vende los tintos, a lo lejos se escucha un pito, en ese momento

esa persona intuye que un auto se viene acercando, y de inmediato puede imaginar su forma y su

movimiento. Pero la imaginación también se da en actitud reflexiva, en este caso Husserl la

reconoce como imaginación eidética, que corresponde a la de la “corriente de los eidos”, es decir

así como en el campo de la experiencia tiene lugar la “corriente de las vivencias”, aquí toman

importancia las esencias, y para que estas sean posibles son elementales las vivencias. En la

imaginación se exalta el sentido profundo que se le da a una vivencia: la esencia, se parte de la

percepción sensible para empezar a recrear en la mente objetos, situaciones o personas, imágenes

que aparecen una tras otra, que se inmiscuyen en el pensamiento permaneciendo como una

sucesión y de este modo, dando rienda suelta a la imaginación. Así, la imaginación es una

experiencia subjetiva que establece correlaciones entre la exterioridad (mundo material) y la

interioridad, lugar en donde se constituye el ser. En la novela Tanifabú de Rosalba Suarez

Rivera, encontramos una construcción artística que entra en el marco de la subjetividad, siendo

un producto de la imaginación que aviva el sentido de la acción imaginativa y que tiene origen en

una experiencia sensible. Así como lo afirma Carlos Alberto Villegas (2005) “una imagen poética

puede ser el germen de un mundo imaginado ante las ensoñaciones”. Y precisamente Suarez

rivera nos lo demuestra.

Y ahora para este tiempo, quiero contarles que conocí a Tanifabú en la ensoñación de un cielo

inmensamente azul y luminoso con brillante espejo en donde me podía mirar y mientras me retrataba en los

ojos bellísimos de los peces que me observaban desde el fondo del río a través de sus cristalinas aguas de las

que bebía, para aplacar la sed que el sol me causaba, con sus rayos cayéndome, imaginaba una dimensión de

bellísimo colorido, más allá de las copas pomposas de los árboles y el candoroso vuelo de los pájaros

(Suarez, 2004, p. 87).

La imaginación es correlato de las vivencias que se instalan en la conciencia trascendental,

que habita en la región de lo espiritual, en la última región del ser, esta nueva conciencia la

debemos entender como aquella que se concibe más verdadera y consciente que el mundo

exterior (Guevara, 2013) y por ello mismo constituye una realidad que es creada en lo más

profundo del ser, generándose en el plano de la subjetividad. Allí, precisamente es donde se da

origen a la imaginación, a la creación que es dada en imágenes mentales que surgen

desaforadamente como una representación de sensaciones, percepciones y recuerdos de cosas

vivenciadas en el campo de la experiencia, a las cuales el sujeto les ha otorgado un sentido.

Rosalba Suarez a partir del recuerdo del sonido que hacía su hermanita cuando bebé, se le ocurre

el nombre de las aves Gú.

Gú… Ahhh… Gú

Ahhh… Ahhh… Gú

Gú… Gú… Ah, gú…

Y, éste, llamémoslo sonido, que en la infancia es todo un universo y descubrimiento perfecto; fue la voz de

bautizo, que desde mi memoria fluyo para las aves Gú, que en este texto también dan fe de una razón y de

una verdad; la gratitud, que nunca se perderá en el olvido, no se extraviara, si se sustituirá (Suarez, 2004, p.

89).

Aunque las Rimánas(mariposas) quieren y respetan a los gigantes Turdines, no dejan de apreciar el

legendario misterio de las aves Gú; discretamente las observan y las analizan procurando adentrarse en sus

secretos; pero como nada logran y ante tanta admiración algunas deciden comunicarse con ellas y cuando lo

consiguen una tierna amistad las envuelve (Suarez, 2004, p. 29).

Más allá de la imaginación, en un nivel mucho más avanzado, y en plena conexión con lo

esencial esta la fantasía, ella se acuna en la actividad imaginaria, que es producto de la

percepción sensible, pero la traspasa originando mundos que se escapan a la realidad y que son

totalmente autónomos. Aquí el sentido que se le otorga la vivencia “es acontecer de lo esencial”

(Guevara, 2013), permitiendo una existencia que le es propia, y que no tienen nada que ver con

una mera ficción. La fantasía es originaria de universos enteros en la región de lo espiritual,

surge de la actividad imaginaria, crea mundos desde lo esencial, desde la interioridad del ser que

es totalmente autónoma a la realidad. Tanifabú es la entrada a un mundo de ensoñación, de

fantasía, que recrea imágenes vividas que son construidas detalladamente en el acontecer de la

imaginación. Es un espacio donde habitan seres únicos que sólo son posibles allí, con

características que desbordan cualquier vínculo con la realidad, dando paso al misterio que se

desprende ante lo inimaginado.

Arizabú, es el techo del último universo visibles llamado Tanifabú, porque más allá de sus límites y perdidas

entre montañas de rocío, miel, leche, yuente, chion y trigo solamente existen luces de brillantísimos colores

subiendo y bajando en una preciosa coreografía, que las une y las aleja en líneas paralelas y luego las recoge

en luces de profundos espacios con diversidad de sonidos, que en las bellas melodías se dispersan en

espirales, hacia una fantástica aurora, vista únicamente en contadas ocasiones por algún excelente habitante

de este universo, que en su cotidianidad lleva su mirada hacía recónditos lugares (Suarez, 2004, p. 5).

La fantasía, como lo dice Husserl, hace posible una aprehensión de esencias y así, una

perfecta percepción de estas a través de la representación. Entonces cuando se fantasea, son

desbordantes las imágenes que se recrean que son producto de sensaciones, percepciones y

recuerdos, pero que se salen por completo de la realidad material, quedándose en las

meditaciones los análogos de esta, que sólo son posibles en el mundo de la imaginación. Así, se

tiene conciencia de que ello existe en la fantasía a partir de las vivencias que se experimentan, a

pesar de que esa libre fantasía no se da en el mundo de la experiencia, por medio de una

construcción artística, por ejemplo, se puede hacer que sean comprensibles, y por ende se llenen

de sentido. Tanifabú representa esa región profunda del espíritu que se contempla en la fantasía,

es un universo creado con matices misteriosos que surge en un acto de creación de imaginación

sin límites.

La gritería es extravagante y en esto permanece un buen espacio de tiempo, que súbitamente cancelan

mientras giran y en una danza de preciosa coreografía quitan sus canastas del cuello y se convierten en aves

amarillas de descomunales tamaños, que rápidamente ahuecan sus alas y vuelan buscando la ruta elegida por

los generosos de la parte Ondulada Alta, (…) pero estos Kivixiclues también tienen la propiedad de

volverse diminutos y a medida que van utilizando su dominio entran con facilidad bajo la copisidad de los

árboles y mientras presionan con la sorpresa, cada ovíparo adquiere matices preciosas en sus plumas, que

hacen juego con la sonoridad de sus melodías maravillosamente (Suarez, 2004, p. 83).

En la fantasía se crean figuras que tienen infinitas formas en una cadena que desprende cada

vez más figuras, constituyendo todo un universo originario. Así, en la libre fantasía citando a

Husserl (1962) “se abre literalmente el acceso a los espacios de las posibilidades propias de las

esencias con sus infinitos horizontes de conocimientos esenciales”, se da origen a una

multiplicidad de figuras nuevas que pueden tener cualquier forma. Estas visiones de la fantasía,

que se instalan en la conciencia, son concebidas como fenómenos, pero no son aprehendidas

como experiencia (Husserl, 1962, p. 21). Entonces se es consciente de ese desbordamiento de

imágenes desaforadas que siguen surgiendo en la imaginación, se entra al mundo de la fantasía y

esto se escapa al mundo físico, en donde tiene lugar la experiencia. La fantasía es el horizonte de

sentido que tiene la novela Tanifabú.

Ya moribundos, los peces ciegos lanzan una plegaria que en realidad su último canto; descrito como

DOLOROSAMENTE TRISTE por los anteriores millares de participantes y según la leyenda es señal de la

cercanía del monstruo y también el rápido encuentro de la ruta al túnel de salida, donde una legión de

hermosos seres cubiertos de las más extrañas y exóticas flores lanzan rayos de luz de sus ojos y muestran el

camino a la superficie; obsequiándoles a los expedicionarios conchas doradas repletas de frutas y plantas

marinas y un diminuto hilo plateado, según cuentan, maravilloso regalo, que guarda en su interior el secreto

de la eterna juventud (Suarez, 2004, p. 16)

Referencias

Agudelo, A. (2008). Toque de queda. Ibagué: Pijao Editores: Caza de Libros.

Arendt, H. (2006). Sobre la violencia. España: Alianza Editorial.

De los Ángeles, Carlos. (1995). Fenomenología de la violencia. Recuperado de:

http://smcomplejidad.com/fenomenologia-de-la-violencia/

García, P. (2004). Martha C. Nussbaum: La fragilidad del bien. Ediciones Universidad de

Salamanca. Recuperado de: http://blogs.cincodias.com/files/rese%C3%B1a-de-pablo-

garc%C3%ADa-castillo-1.pdf

Gil Montoya, R. (2006). ¡Plop!.Pereira: El Arca Perdida Editores

Herrera Restrepo, D. (2002) La persona y el mundo de su experiencia. Contribuciones para una

ética fenomenológica. Bogotá: Universidad de San Buenaventura.

Husser, E. (1962). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica.

México- Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Kohut. K. (2002). Política, violencia y literatura. Anuario de Estudios Americanos 59.

Recuperado de: ericanos.revistas.csic.es/index.php/estudiosamericanos/article/viewArticle/202

Romero, A. (1999). Sartre: filosofía de la violencia. Recuperado de:

http://anibalromero.net/Sartre.pdf

Suarez Rivera, R. (2004) Tanifabú. Ibagué: Papeles Sueltos Editores.

Vargas Guillén, G. (2012) Fenomenología, formación y mundo de la vida: Problemas teóricos y

metodológicos de la fenomenología. Alemania: Editorial Académica Española.

Villegas, C. (2005). Aproximación onírica a Bachelard

Bachelard: De la Poética de la ensoñación

y La Poética del espacio. Colombia: Universidad Nacional. Recuperado de:

https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero29/bachelar.html

Anexo 3. Análisis de las novelas, segunda parte

Análisis sobre obras leídas para el proyecto de investigación Novela colombiana hoy: del

canon a la marginalidad mediática.

Segunda Parte

Cuarta novela

1. Título: Historias Encontradas.

2. Autor: Marlene Manevich

3. Editorial: La silueta Ediciones Ltda.

4. Año de publicación: 2004

5. Extensión: 142 páginas

6. Categorías problémicas:

6.1. Sociocultural

6.1.1 La memoria de la historia personal.

6.1.2 Costumbres de una comunidad judía residente en Medellín y de un pueblo.

6.1.3. Vida familiar de una comunidad judía.

6.1.4. La religión judía como un estilo de vida y la exaltación de valores judíos.

6.1.5 La ciudad de Medellín como un lugar entrañable.

6.1.6. La desigualdad social en un pueblo.

6.2. Económica

6.2.1. Pobreza en un pueblo que tiene grandes recursos naturales.

6.2.2. Corrupción en la administración de un pueblo.

7. Descripción general: Historias encontradas es un entramado de historias recordadas con

mucho cariño que se han quedado en la memoria de quienes las han vivido. En esta obra

encontramos dos propuestas escritas que se encuentran, se complementan y conforman la gran

historia personal de Marlene Manevich, su propia autora. Por un lado Mi Medellín es un relato

autobiográfico que cuenta las diferentes historias que entretejen la vida familiar de una

comunidad judía en la ciudad que lleva como título, luego, en Crónica de un relato sin tiempo

encontramos la vida que se lleva en un pequeño pueblo de Antioquia llamado Apartado, dando

cuenta de las condiciones socio culturales y económicas de este, y de las costumbres de sus

habitantes.

Así como son diversas las historias que se relatan, también son muchos los personajes que

aparecen en el transcurso de la obra, que tienen algo común: las experiencias que vivieron en

conjunto y que ahora rememora la autora en su obra. En la primera parte se narra la historia de

una comunidad judía, que viene de Rusia y llegan a Medellín como consecuencia de un exilio en

búsqueda de nuevas oportunidades y se consolidan como una gran familia que empieza a tener

descendencia, y a construir una nueva historia. Aquí Manevich narra gran parte de los

acontecimientos de su vida desde las travesuras que hacía de niña junto con sus familiares y

amigos, pasando por su juventud en donde se caracterizaron por ser los pioneros en muchos

aspectos, hasta cuando decide casarse y tener una familia. En la otra parte, narra parte su

experiencia cuando ella y su esposo deciden irse a vivir por un tiempo a Apartado, un pueblo que

queda casi entre la selva y se encuentra con una realidad permeada por la pobreza, la inequidad y

la violencia.

8. Técnica narrativa: La técnica narrativa empleada por la autora es la perspectiva absoluta, ya

que es un personaje el que relata la historia en primera persona a modo de autobiografía. El

discurso no se presenta de una forma lineal y lógica, sino que se relatan situaciones, recuerdos y

experiencias dejando transcurrir el pensamiento

9. Clasificación: Novela autobiográfica

10. Contextualización en el marco histórico cultural:

La memoria de la historia personal.

Historias que se entretejen en el ámbito de nuestra experiencia, formando figuras que dotan de

sentido nuestro mundo de la vida. Historias que se cuentan, se imaginan, se recuerdan, se vuelven

a vivir y siguen latiendo en nuestra memoria. Historias vividas que se encuentran, se

desencuentran, en constantes movimientos que se despliegan en el tiempo y en el espacio.

Historias que se recuerdan y que se instauran en la memoria de quien las vive, para reinventar el

mundo, dotarlo de sentido y volver sobre lo ya vivido, como una nueva vivencia.

En la novela Historias Encontradas de Marlene Manevich la memoria es el tema que dota de

sentido el relato, que permite el hallazgo de la historia personal en un lugar ameno y cálido del

ser: el recuerdo. Son todo un conjunto de vivencias que tienen lugar en el pasado, las que se

inmiscuyen en las profundidades de la conciencia, para quedarse en la memoria, pues como lo

reconoce Ricoeur (2000) “No tenemos otro recurso, que la referencia al pasado, que la memoria

misma”

Encontradas en el camino de mi vida. Mi Medellín históricamente fue vivida antes. Pero fue escrita después.

Me encontré un día con mi familia, con mis amigos, con mis recuerdos, con mi ciudad natal y no pude para

de contar cosas hasta el día de hoy que están ustedes ante este libro. Es un encuentro conmigo misma y son

dos historias que se encuentran a través de estas páginas (Manevich, 2004, p. 15).

Es en la memoria en donde tienen lugar los recuerdos personales, así estos se forman en una

cadena prolongada que le dan un horizonte se sentido a nuestra existencia. “Los recuerdos

personales,- como lo reconoce Bergson- exactamente localizados, y cuya serie diseñará el curso

de nuestra existencia pasada, constituyen, reunidos, la última y más larga envoltura de nuestra

memoria” (Bergson, 1977, p. 58). Esta envoltura se va reduciendo y se va repitiendo en círculos

que se van haciendo cada vez más estrechos y se van concentrando más, en ese sentido el

recuerdo llega a un punto tan reducido que se inserta tan bien en la percepción que ya no se sabe

en dónde termina esta y en donde termina el recuerdo. Hasta el punto que se regulan los

movimientos corporales. Y se trae el recuerdo como un encantamiento, que permea nuestra

realidad en el tiempo presente.

En fin, miles de recuerdos inundan mi mente de esa infancia tan linda que pasamos en la Bella Villa. Las

“juniniadas” de los viernes por la tarde son históricas. Íbamos a la calle Junín a ver chachos pies- como

decíamos en esa época- en nuestra jeringonza. Nos tocó ver convertir esa calle en un bulevar en donde no

volvieron a pasar carros, sino peatones (Manevich, 2004, p. 64).

Cuando recordamos, ese recuerdo tiene un carácter virtual, y debemos disponernos para

recibirlo. “Poco a poco aparece como una nebulosa que se condensa; de virtual pasa al estado

actual; y a medida que sus contorno se dibujan y que su superficie se colorea, tiende a imitar la

percepción” (Bergson, 1977, p 48). Al recordar, traemos la imagen que es virtual, hacemos el

ejercicio de imaginar algo que aunque no está físicamente, que se ha quedado en nuestra

conciencia como un eidos que se vuelve a traer, convirtiéndose en una nueva vivencia.

Entre mis recuerdos la piscina era grande, pero según me contado mi mamá no era tan grande como en mi

imaginación. Recuerdo un restaurante que era con hotel Gambrinus y todavía me impacta el recuerdo de una

puerta horizontal que se abría hacia arriba y abajo estaban las piezas. Creo que me daría claustrofobia dormir

en un sitio así. Eso era por los lados del Boquerón, donde había mucha neblina en la carretera (Manevich,

2004, p. 52).

Según plantea Bergson (1977), vamos de la percepción a los recuerdo, y de los recuerdos a la

percepción. Cuando vivenciamos una situación, la recepción de ese momento es la que queda en

nuestro recuerdo, en ese mismo sentido revivimos la percepción cuando recordamos la cosa. Es la

percepción presente la que le da una orientación al espíritu,-como lo afirma Bergson- pero según

el grado de tensión que nuestro espíritu adopte, según la altura en que se sitúe, esta percepción

desarrolla en nosotros un número mayor o menor de recuerdos.

Recuerdo con un poco de miedo y emoción el tren fantasma que nos hacían los primos Jorge y Benjamín en

la cocina. Como tenía 2 puertas entrabamos por una y salíamos por la otra. Era divertidísimo. También se

me viene a la mente ese sustico que sentíamos cuando Benjamín abría la puerta del ascensor en la mitad de

un piso y se veía una pared de ladrillo. Una vez hasta hicimos un circo en el patio de la casa, pues también

éramos artistas y hasta cobrábamos la entrada. Se llamaba el circo de la risa (Manevich, 2004, p. 53).

La memoria tiene una relación afectiva con el pasado, está presente en la eternidad de la

memoria y es compartida por grupos humanos, así como lo afirma Ricoeur “No tenemos nada

mejor que la memoria para significar que algo tuvo lugar, sucedió, ocurrió, antes de que

declaremos que nos acordemos de ello” (Ricoeur, 2003, p. 41). En la novela de Manivich la

memoria se comparte de generación en generación, desde los inicios de un núcleo familiar, a

través de las historias contadas.

Que sorpresa cuando íbamos a estudiar inglés al Instituto Kennedy donde antes había sido la clínica Santa

Ana. Éramos un montón de primos. Éramos la descendencia de los doce hermanos Rabinovich que llegaron

de Rusia a Colombia en busca de mejores oportunidades… Vivíamos tíos, abuelos, preocupados de las

alegrías y tristezas de los demás así fue como crecí en familia (Manevich, 2004, p. 85).

Quinta novela

1. Título: Las glorias.

2. Autor: Matías Godoy.

3. Editorial: Editorial Destiempo.

4. Año de publicación: 2011

5. Extensión: 139 páginas

ISBN: 978-958-44-9584-6

6. Categorías problémicas:

6.1. Sociocultural

6.1.1 La vida de los libreros en la ciudad de Bogotá.

6.1.2 Costumbres como parte de la rutina en Bogotá.

6.1.3. El amor y la amistad como motivos fundamentales en la vida.

6.2. Económica

6.2.1. Comercialización de libros piratas

7. Descripción general: Esta novela se desarrolla alrededor de una problemática que ha tenido el

mercado de los libros: la existencia y función de los libreros piratas. La historia se desarrolla en

Bogotá, específicamente en las calles del centro, en donde Pacho, un viejo librero que tiene una

librería de libros de segunda en el pasaje Veracruz, junto a su mejor amigo Alejandro se ha

dedicado al negocio de la producción pirata de libros, decide escribir una novela sobre piratas; de

esos piratas que tienen parches y navegan por los océanos en búsqueda de buenos botines. En

realidad Pacho desde niño ha deseado ser un pirata del siglo XVIII, y para hacer de alguna

manera su sueño realidad decide escribir una novela sobre el tema; los personajes de esta se

inspiran en seres reales que habitan la cotidianidad de aquel librero. Pacho mismo es quien

imprime los ejemplares de su novela en su imprenta y lo hace bajo el sello editorial de Alfaguara.

Resulta que la novela tiene mucho éxito, y se vende “como pan caliente”, lo que hace que la

editorial Alfaguara en lugar de tomar represalias legales EN contra de su autor, publica la novela

legalmente, ahora la novela “pirata” ha sido pirateada por una editorial. En Las glorias

encontramos como el escenario principal la ciudad con sus múltiples facetas, con los personajes

peculiares que rodean el mundo de los libreros del pasaje Veracruz, con sus glorias y sus

derrotas.

8. Técnica narrativa: La técnica narrativa utilizada por el autor es la de reconto, en donde se

narra una historia y en esa acción se pasa a otra historia de fantasía que no tiene que ver con la

primera narración.

9. Clasificación: Novela urbana

10. Contextualización en el marco histórico cultural:

La ciudad se convierte en el lugar en donde se configuran múltiples identidades que siempre

están en movimiento, que subyacen aparentemente dispersas unas de otras, entre encuentros y

desencuentros, entre fragmentaciones y uniones, que enmarcan unas determinadas formas de ser

abordando diversas posibilidades. En la ciudad se han constituido formas de pensar, de sentir y

de actuar frente a la realidad, que se hacen evidentes en las dinámicas sociales cotidianas. La

ciudad ha sido el espacio para la creación de valores, de costumbres, de creencias que solo tienen

sentido allí, y que se sostienen dentro de la misma cultura.

La ciudad es la protagonista en la novela de Matías Godoy Las glorias, en donde se da cuenta

de las practicas que tienen los libreros piratas en Bogotá, y más específicamente en el centro.

Huele a ciudad, se respira el aire agitado del tráfico, de los comercios de la carrera séptima o en

las librerías del pasaje Veracruz.

Como a la madrugada no hay nadie en el pasaje Veracruz, pues los libreros llegan más tarde y a los piratas

no les gusta el sol, ni en la iglesia de San Francisco ni ante su portón de madera hay nadie hasta después,

cuando llegan los imitadores de santos, ni en la séptima pasa más que uno que otro carro con las luces aún

prendidas, ni en el parque Santander ni alrededor del museo hay nadie tampoco, la luz del alba alumbra todo

del mismo modo, mortecino y sin hacer sombras, pues es una luz sin foco y por tanto sin dirección, que sale

y a medida que despeja lentamente la neblina, lo palidece todo- calles, tejas y palomas- por igual (Godoy,

2001, p. 12).

Sitios comunes que son visitados por diferentes personas simultáneamente, sin que unas

tengas que ver con las otras, pero con un interés común: conseguir libros baratos. Es la ciudad el

lugar en donde el comercio crece en gran medida, y el negocio de los libros no se queda atrás.

Los libreros constituyen su mundo de la vida alrededor de costumbres que se vuelven casi un

ritual, que han emergido de unas prácticas cotidianas para configurarse como un horizonte de

sentido.

Las primeras horas en las librerías del pasaje son casi siempre muertas. Más o menos hasta las once, cuando

va la frutería por un pastel Gloria, Alejandro se sienta en su banquito a la entrada de la Destiempo y se pone

a leer La nieve, y a fumar, a fumar mucho porque hay que aprovechar que el aire aún está fresco, y que a las

diez y media, once, hace demasiado calor para fumar y a veces también para leer, y lo único que queda por

hacer es ir a la Frutería a tomarse un cafecito, comerse un pastelito y echar carreta un rato con los otros

libreros, siempre y cuando, sobra decirlo, no este el viejo Salazar (Godoy, 2001, p.19).

A los libreros del pasaje Veracruz, sobre todo a los que llevan diez o veinte años en el mismo puesto

tratando de vender el mismo libro al mismo cliente, y aunque tal sedentarismo haya engendrado en ellos una

paciencia de obispo, no les queda un rastro de consideración por los clientes y no están dispuestos a

satisfacerlos a menos que pregunten un título particular y que en ese instante el librero recuerde en qué

anaquel fue que lo puso. Si alguno de eso requisitos no se cumple, se extinguen sus esfuerzos (Godoy, 2001,

p. 20).

Los habitantes de la ciudad conciben su cotidianidad dentro de un amplio marco de

posibilidades que tienen que ver con unas formas subjetivas. En ese sentido la ciudad se

despliega como ese ancho mar de realidad en donde entran en dialogo lo trágico y cómico, el

concreto y la naturaleza, el movimiento y lo estático, el sueño y la realidad. Frente a esto, Godoy

en su novela hace un juego interesante entre lo que implica la realidad de una ciudad, y un mundo

aparentemente ajeno a esta: trae a la ciudad de Bogotá unos piratas del siglo XVIII en búsqueda

de tesoros, este engranaje lo construye dentro de un marco literario en donde uno de los

personajes de la novela, Pacho, escribe una obra literaria.

-Mi buen señor, ¿podríais indicarnos dónde se encuentra el oro que los españoles han extraído de vuestras

exóticas tierras?

-Como así.

-¡El oro, hombre, el oro!

-Ah, ¿son turistas, no? Pues aquí ni más subiendo por esta calle está el Museo del Oro, ¿si me explico? Y ahí

está todo lleno de oro, lógico. Todo es precolombinos y todo eso.

-¿Habláis de ese fuerte que veo detrás de esa plaza, a menos de ochenta pasos, ahí decís que se encuentran

los doblones?

-Ahí nomás; doblones, precolombinos, todo eso.

-Os quedo profundamente agradecido, señor. Buen día (Godoy, 2001, p.87).

La ciudad como un laberinto de posibilidades en donde convergen los sentires propios de una

época cuyo vestigio es la desesperanza, la ausencia y el encuentro con el otro, como un

agotamiento del tiempo que nos queda, que gota a gota nos va atrapando en sus asfixiantes

dinámicas, hasta pactar una cita con la muerte, solo que no se sabe cuándo.

-¡Señora Muerte que se va llevando todo lo bueno que en nosotros topa!... Solos –en un rincón- vamos

quedando los demás… ¡gente mísera de tropa! (Godoy, 2001, p.137)

Doña Gloria no entendía porque había muerto Pacho, por qué había tenido que morir. Entendía las

circunstancias del crimen, entendía que el culpable era Salazar, quien ahora estaba por supuesto

desaparecido, entendía que había sucedido en la librería de Alejandro cuando Alejandro no estaba. (Godoy,

2001, p.133)

Referencias

Bergson, H. (1977). Memoria y vida. Madrid: Alianza Editorial.

Godoy, M. (2011). Las glorias. Bogotá. Editorial Destiempo.

Manevich, M. (2004). Historias encontradas. Bogotá: La Silueta Ediciones.

Ricoeur, P. (2003). La memoria, la historia, el olvido. Madrid: Trotta.