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b. Trabajo Práctico
TRABAJO PRÁCTICO N. 2
1) Caracterice en un texto breve los modos de explotación predominantes
durante la época de la colonia (no más de 350 palabras).
2) ¿Cuáles son los cambios socio-económicos fundamentales que se
desarrollan en América Latina durante la primera mitad del siglo XIX?
3) ¿Cómo se pueden explicar las crisis del capitalismo?
4) ¿Qué es el imperialismo? ¿Cómo se estructuró en América Latina?
5) ¿Qué relación se da entre la crisis económica mundial de 1873 y el
imperialismo?
6) Lee el apartado “El modelo agro-exportador en Argentina (1880 - 1929)” y
desarrolla las siguientes consignas:
a) Ubica en el tiempo el periodo hegemónico del “Modelo Agro-exportador”.
b) ¿En qué contexto internacional se desarrolló?
c) ¿Qué sectores se beneficiaron con este modelo? ¿En qué instituciones se
agruparon?
d) A costa de qué se pusieron en producción nuevas tierras para la
exportación. ¿Cómo llamamos a este proceso?
e) ¿Por qué fue necesario el tendido de la red de ferrocarriles y el estímulo de
la inmigración extranjera para consolidar el modelo agro-exportador?
1 | P á g i n a
f) Sintetizá las características más importantes del Modelo Agro-exportador (no
más de 200 palabras).
g) ¿Cuáles fueron los límites del modelo?
El modelo agro-exportador en Argentina (1880 - 1929)En los cuarenta años que transcurren entre mediados de la década de 1870 y
la Primera Guerra Mundial el campo argentino experimentó grandes cambios.
La expansión de la agricultura fue notable. De un país importador de granos
y con sólo 580.000 hectáreas sembradas en 1872 pasó a superar las 6.000.000
de hectáreas en 1900, y a aumentarla casi cuatro veces más en 1914, con
22.000.000 hectáreas.
La introducción del ferrocarril, la expropiación a los pueblos originarios y la
llegada masiva de inmigrantes1 resolvieron los problemas de comunicación,
escasez de tierras y de mano de obra. Hacia 1890 el sector agrícola comenzó a
crecer aceleradamente.
La expansión de la frontera permitió incorporar a la producción capitalista los
espacios antes ocupados y trabajados por las poblaciones indígenas a través
de sucesivas campañas militares. El tamaño de las parcelas aumentó y la
rentabilidad de la misma hizo más viable la gran explotación que la pequeña.
En pocos años se evidenció un pronunciado aumento del precio de la tierra que hacia imposible a los pequeños agricultores, inmigrantes o criollos acceder
a la propiedad. El alto costo de las mismas favoreció que en el agro primara el
sistema de arrendamiento. Los grandes propietarios, pertenecientes a la gran
burguesía rural -en su mayor parte ausentes en la explotación-, arrendaban
algunas hectáreas a porcentaje de la producción a fracciones de la pequeña
burguesía rural: los chacareros.
1 La mayoría venían de las áreas rurales de algunos países de Europa (Italia, España y Francia entre los más numerosos); mayoritariamente hombres de 15 y 65 años. Algunos sólo con la promesa de volver y otros venían con sus familias a comenzar una nueva vida.
2 | P á g i n a
Este aumento en el precio de las tierras y la competencia en el mercado de las
mismas generó una fuerte concentración de la propiedad. Tan sólo el 5% de los
propietarios tenía el 55% de las explotaciones a nivel nacional (Rapoport, M.
2008: 73).
El ferrocarril disminuyó considerablemente el costo de los fletes, facilitó la
movilización de la mano de obra y difundió a lo largo de las vías el cultivo de
cereales. A su vera fueron apareciendo pueblos y ciudades y obras de
infraestructura que facilitaron la comercialización de los granos.
Las inversiones, los transportes y la mano de obra fueron tres aspectos fundamentales del modelo argentino. Los dos primeros los aportó Gran Bretaña y el tercer elemento provino en su mayor parte de la inmigración.
El sector ganadero tuvo también, aunque de manera más lenta,
transformaciones significativas. En realidad los cambios en la agricultura
estuvieron muy relacionados con la evolución de la ganadería; ambos se
condicionaron mutuamente a través de la interacción de los cultivos de alfalfa y
la siembra de cereales (Rapoport, M. 2008: 67).
La evolución de la ganadería en este período reconoce tres momentos
fundamentales que aunque se diferencian por sus modalidades y tiempo de
aparición, coexisten por un largo lapso: la llamada “desmerinización”2 del
ganado lanar, el comienzo del refinamiento del vacuno y la exportación de ganado en pie y, finalmente, con la aparición del frigorífico, la exportación de carnes vacunas congeladas y enfriadas.
Los límites del modelo¿Por qué exportar productos agropecuarios y no industriales? ¿Por qué triunfó
el capitalismo agrario atrasado por sobre un proyecto de autonomía económica
a partir de una industrialización llevada adelante por una burguesía industrial
2 Se conoce con este nombre al proceso de mestizaje que reemplazó a los merinos por la raza Lincoln. Este proceso fue una respuesta de los ganaderos argentinos a la crisis lanar de la segunda mitad de la década de 1860, y permitió a la Argentina tener un ovino con carne de mejor calidad y un tipo de lana más acorde a las exigencias europeas.
3 | P á g i n a
nacional? ¿Existió tal burguesía? Una primera respuesta desde el plano
estructural plantea que la transformación del capitalismo de los grandes países
industriales en capitalismo monopolista u oligopolista, impidió, en algunos
puntos, que los países atrasados repitieran el ciclo histórico cumplido por
aquellos, en su evolución desde la pequeña producción pre-capitalista a la gran
industria moderna.
En este sentido, la Argentina llega tarde al mercado mundial. Cuando la
economía Argentina comienza a diversificarse y a expandir nuevas ramas
productivas, el mercado mundial de esas ramas está ya ocupado por
competidores más eficientes, con mayor escala de producción y niveles de
acumulación más elevados (Sartelli, E. 2007: 16).
La industria textil, por ejemplo, tiene más de cien años en el mundo cuando la
Argentina comienza su desarrollo en esa rama. Lo mismo sucede con la
metalurgia, maquinarias agrícolas, automotores, máquinas, herramientas y
química entre otras. Ingresar con esas ramas en el mercado mundial implica
enfrentarse a competidores como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra o
Francia, que no sólo tienen una industria instalada hace rato, sino que tienen
mayor escala productiva.
Como advierte Milciades Peña, los oligopolios de las potencias industriales del
mundo necesitaron mantener ese atraso en estas regiones, porque
precisamente extraían sus superganancias de ese atraso, del desnivel que el
mismo implicaba entre las economías imperialistas más desarrolladas y las
economías atrasadas dependientes (Peña, M. 1975: 15).
4 | P á g i n a
Los trabajadores del agro, verdaderos productores del “Granero del Mundo”.
Paradójicamente las inversiones de Inglaterra y otras potencias extranjeras en
el país, las cuales permitirían un salto a la” modernidad y al progreso”, tenían la
intención de reproducir el atraso y la dependencia a partir del endeudamiento y
la colonización no solo material, sino también, ideológica del bloque
hegemónico dominante de la Argentina3.
La especialización de la Argentina en una sola rama, producción de materias
primas agropecuarias, fue otro de los factores que provocó el retraso. A medida
que avanzaba la división del trabajo, el peso de cada rama disminuye en el
total del mercado, lo que significa, según Eduardo Sartelli, que un país que se
mantiene atado a una sola rama tiende a perder peso relativo general, aún
cuando sea un productor muy importante. Esa es la razón por la cual la
Argentina agro-exportadora no pudo superar la acumulación de capital más allá
de la producción agraria y ve decrecer poco a poco su participación en el
mercado mundial.
7) ¿Qué antecedentes de industrialización existieron en la Argentina antes de
1929?
8) ¿En qué consistió la crisis mundial iniciada en 1929? ¿Cómo trastocó a las
economías latinoamericanas? ¿Argentina se vio afectada? ¿De qué modo?
9) ¿Cuál fue la respuesta general de los países latinoamericanos a la crisis?
10) Lee el apartado “La Industrialización auge y límites en perspectiva histórica”
y responde:
a) En cuántas sub-etapas, a lo largo del tiempo, se puede dividir la
Industrialización en Argentina. Señala cada una de ellas por su nombre y
duración.
3 Milcíades Peña extrae de los análisis de Williams la manera en que las potencias extranjeras succionaban el excedente productivo del país: “…En 1881 la Argentina destina al pago de intereses y ganancias de los inversores extranjeros el 20% de su ingreso en divisas; en 1884 el 40%, en 1887 el 44%, al año siguiente el 49%, en 1889 el 66%...” (1975: 71).
5 | P á g i n a
b) ¿Cual es el contexto internacional de cada una de estas etapas?
c) ¿Por qué se caracterizó como conservadora la primera intención de
Industrialización del país?
d) ¿Qué límites cree que tuvo la industria durante este primer periodo? ¿Por
qué Argentina continuó importando bienes de capital a pesar de haber
desarrollado algunas Industrias?
e) ¿Qué cambios introdujo el peronismo en cuanto a políticas económicas e
industrialización?
f) Explique a qué se refiere Ciafardini cuando plantea que “…la situación
política y económica de la Argentina de la segunda mitad del siglo XX es como
un péndulo que viene y va…”.
La Industrialización auge y límites en perspectiva histórica A partir de los últimos años de la década del ’20 y hasta entrada la década del
’40 sobrevino un prolongado periodo, apenas interrumpido en algunos
momentos de los años ’30 en que se unieron una crisis económica
internacional de profundidad y amplitud antes no vistas, con una Segunda
Guerra Mundial (1939 - 1945) de extensión y grado de destrucción inigualados.
Esta situación obligó de algún modo a que los países latinoamericanos
buscaran otras vías de acumulación por fuera de la agro-exportación.
Constituyendo lo que dio en llamarse la industrialización por Sustitución de
Importaciones (ISI). Es decir, se trató de desarrollar ramas industriales que iban
siguiendo la vía de las importaciones que se tornaban imposibles o que se
volvían extraordinariamente costosas, haciéndose conveniente por lo tanto, el
reemplazarlas por una producción local nueva (Ciafardini, H. 1985: 42).
6 | P á g i n a
Este proyecto, paradójicamente, fue emprendido en un principio por sectores
de la de la burguesía agraria4. Por ello se plantea que esta etapa de la industrialización es conservadora (1929 - 1943). Esto adquiere sentido si se
entiende que los capitales necesarios para dar comienzo a la industrialización
devenían del único sector capaz de acumular divisas en ese momento, es
decir, de los grupos ligados al modelo agro-exportador. De hecho durante todo
el período las bases de las exportaciones continuaron siendo agrarias.
El proceso significó una diversificación importante de las actividades
económicas de estas fracciones de clase. Que incorporaron a sus negocios
también los de tipo financiero, comercial e industrial, manteniendo sin embargo
una base agraria. Es decir que siguió siendo agraria la base de poder predominante en la sociedad argentina. Por consiguiente, el control de la
tierra siguió siendo una palanca de poder económico y político primordial en
Argentina.
Esto tiene su explicación en el hecho de que la industrialización alcanzada por
estos años no fue trascendental ni permitió la formación de una burguesía
industrial fuerte que pueda consolidarse en el poder. De hecho la industria
siguió dependiendo de elementos que no se producían localmente: “…De
importar sifones, trajes, etc… la Argentina pasó a importar, principalmente,
medios de producción…” (Ciafardini, H. 1985: 44).
El alcance fue limitado en varios aspectos, tanto por el escaso interés del
gobierno como por la falta de capitales nacionales decididos a invertir en la
industria. Además la industrialización se limitó centralmente al desarrollo de los
textiles y las industrias alimenticias y, en menor medida, a los productos
químicos y metálicos.
La industrialización sustitutiva significó entonces una alteración hacia adelante
que abrió nuevos caminos y modernizó la economía y la sociedad. Pero se 4 Siguiendo a Eduardo Basualdo (2007), se puede plantear que la gran burguesía rural devino en oligarquía por el control que ejerció en la conformación del Estado. Por lo tanto para este periodo nos referiremos a la oligarquía sólo para referirnos a aquella fracción de la gran burguesía rural que dominó la política y los resortes del Estado nacional durante el periodo hegemónico del modelo agro-exportador (1880 - 1929).
7 | P á g i n a
trataba de una modificación por la cual la economía argentina continuaba
subordinada, en tanto, si bien contaba ahora con una industria más
desarrollada, se trataba de una industria muy poco integrada, dependiente de
su técnica, sus medios de producción y materias primas esenciales
(hidrocarburos) de su importación desde las metrópolis imperialistas.
Por lo tanto, en términos de Ciafardini, H. (1985), sólo se modificaba la forma
en cómo nuestra economía quedaba subordinada en el esquema de división
internacional del trabajo.
La Industrialización durante los primeros gobiernos peronistasLa política económica del peronismo se caracterizó por una intervención estatal
de proporciones no conocidas hasta entonces. Se continuó con la
Industrialización, pero ya en una etapa que la historiografía denomina
justicialista-distribucionista (1943 - 1955). Esta industrialización estaba
sustentada en el incremento de la demanda de bienes de consumo masivo en
el mercado interno, la cual era generada a través del aumento del salario real.
El modelo requería medidas redistributivas del ingreso que impulsaran la
demanda interna y la ocupación industrial. El principal mecanismo para lograr
este objetivo fue la reasignación de recursos para la producción a través de la
acción estatal (Lobato, M. y Suriano, J. 2004: 394).
De hecho el primer gobierno justicialista pudo financiar durante algunos años
una continuación y cierta profundización del desarrollo industrial mediante la
monopolización del comercio exterior agropecuario a través del Instituto
Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI).
La función de este organismo era acopiar productos agrarios a precios
relativamente bajos, colocarlos en el mercado internacional a precios
notoriamente más elevados y, a través de la redistribución de ingresos,
financiar e impulsar la industrialización del país (Ciafardini, H. 1985: 48).
8 | P á g i n a
Desde la planificación económica estatal se impulsaron los planes
quinquenales. El Primer Plan Quinquenal (1946) expresaba el interés del
gobierno por industrializar el país. El plan tenía proyectos sobre salud pública,
inmigración y capacidad de transporte. También realizaba previsiones sobre
industrialización y su costo, estimado en 6.600 millones de dólares, iba a ser
cubierto mediante préstamos.
Pero el punto más vulnerable de la economía argentina eran los precios internacionales y después de 1949, cuando éstos cayeron y se perdieron
algunos mercados, la política oficial se invirtió. La situación agrícola no mejoró
en los años 1951 – 52 por una sequía en la región cerealera y ello impactó aun
más en los cambios impulsados por el gobierno.
El Segundo Plan Quinquenal buscaba corregir estas dificultades, postulaba
aumentar la producción, una mayor austeridad en el consumo y el fomento del
ahorro. Se buscaba un mayor control y explotación de los trabajadores para
maximizar su rendimiento, aumentar el volumen de saldos exportables, reducir
las importaciones y frenar el gasto (Lobato, M. y Suriano, J. 2004: 396).
Un péndulo político y económicoEl historiador Horacio Ciafardini recreó en la imagen de un péndulo que viene y
va, la situación política y económica de la Argentina de la segunda mitad del
siglo XX.
Desde el punto de vista del desarrollo económico, el movimiento pendular
consistía en una sucesión de periodos de auge industrial seguidos de crisis en
las que, a través de políticas de ajuste con devaluación, la economía rendía
tributo al sector agro-exportador y al capital financiero extranjero por el pago de
los compromisos adquiridos (Ciafardini, H. 1985: 56).
El ciclo se reiniciaba cuando los gobiernos buscaban continuar el proceso de
industrialización por la vía dependiente atrayendo capitales extranjeros al
sector, iniciando un nuevo periodo de ampliación de la producción industrial, de
9 | P á g i n a
empleo y urbanización, para luego continuar con periodos de recesión,
desempleo y descenso de la actividad económica.
Este fenómeno fue conocido también como la situación “Stop and Go”. El
término “Go” refería una etapa de expansión salarial, de mayor consumo
interno, de mayor producción industrial y de crecimiento del PBI. Pero, la
Argentina importaba cada vez más combustible y bienes de capital, bienes
que no podían producirse en cantidades suficientes en el país y que eran
necesarios para mantener el crecimiento industrial. Esto se combinó con un
saldo exportador cada vez menor, que provocaría un déficit en la balanza de intercambios internacionales: salía más dinero del que entraba y en
pocos años se produjo una recesión.
Con el término “Stop” se quiere explicar un retroceso en la situación económica de los sectores subalternos y en el desarrollo industrial, en el que
el gobierno provocaba una devaluación, favoreciendo al sector agrícola-
ganadero -que aumentó sus exportaciones-, poniendo restricciones a las
importaciones necesarias para la industria, y por ende descomponiendo las
industrias locales, y como corolario de ello provocando una baja de los salarios
reales y el consumo.
En cuanto al aspecto político del péndulo, se halla estrechamente asociado a la
imposibilidad de todos los sectores de la sociedad argentina de estabilizar el sistema político. La Argentina es uno de los pocos países del mundo que
durante tanto tiempo han oscilado entre inestables gobiernos constitucionales y precarias dictaduras.
En 1955 tiene lugar la “Revolución Libertadora”, se inicia con ella una etapa de
aguda inestabilidad institucional en la vida política argentina, caracterizada por
una sucesión de gobiernos civiles precarios, golpes de Estado y dictaduras
militares, hasta 1983 cuando se retorna a la democracia.
Esta situación pendular parte de la observación que hace Ciafardini de los
hechos históricos:
10 | P á g i n a
En 1955 se intenta dar comienzo a una etapa diferente en cuanto a las
relaciones internacionales y las políticas económicas, la Argentina ingresa por primera vez al FMI y al Banco Mundial, se busca estabilizar la moneda,
estimular las exportaciones, sobre todo agrícolas - ganaderas y se abren los
mercados, sin la intervención estatal. Este primer intento aperturista llevado
adelante por las fuerzas conservadoras de la nación, vinculadas al modelo
agro-exportador, deberá postergar esta política económica tras la victoria del
sector vinculado al desarrollismo y liderado por Arturo Frondizi en 1958.
Con la elección de Frondizi en 1958, se intenta profundizar la Industrialización
del país. El plan era que Argentina debía autoabastecerse de combustible y
acero, a la vez que se debía estimular el desarrollo de la industria de base5,
siderurgia y petrolífera, mediante capitales extranjeros. De modo que se inician
nuevamente las negociaciones con empresas extranjeras interesadas en
explotar los yacimientos de petróleo en el país6. Con estas políticas se entra en
la tercera y última etapa de la Industrialización denominada desarrollista (1958 - 1972).
Se devalúa la moneda, para favorecer al sector agrícola, se provoca una
inflación, caen los salarios reales. Con Alsogaray en el Ministerio de Economía
se implementa una política de ajustes y recesión. Como el aumento de los
impuestos. Esto hace que el sector obrero se oponga constantemente al
gobierno, a pesar de haber obtenido de éste el levantamiento de la intervención
de la CGT y de la proscripción del peronismo que había sido prohibido en 1955
tras el Golpe de la “Revolución Libertadora”.
En los años ’60, se continuará con una política liberal, agro-exportadora que
perjudicaba al sector industrial. Con la llegada de Illia al poder se intenta hacer
5 Las industrias de base fabrican productos semielaborados que luego son utilizados por otras industrias. Entre ellas se encuentra la siderurgia, que fabrica hierro y acero, o la petroquímica, que produce cloro, ácido sulfúrico, etc. Son industrias pesadas, ya que consumen grandes cantidades de materias primas, y requieren fuertes inversiones de capital y amplios espacios.6 Por estos años se sancionan la Ley 14.780 de Radicación de Capitales y ley 14.781 de Promoción Industrial, que establecían que los capitales extranjeros gozaban de los mismos derechos que los argentinos.
11 | P á g i n a
un nuevo giro desarrollista en la política económica del país. Se anulan los
contratos petrolíferos con las empresas extranjeras, la Argentina comienza a
exportar a nuevos mercados, entre ellos la China Comunista, la URSS. La
balanza comercial se torna positiva. Se deja de pedir préstamos al FMI, se
achica la deuda externa. Se incentivaba el gasto y el consumo interno y se
sanciona la ley de medicamentos.
No obstante, esta política no perdurará ya que hacia 1966 el ejército y grupos
pertenecientes al mismo, pero muy apegados a los agentes económicos de los
EEUU -que impulsaba políticas que favorecían la compra de armas, el
endeudamiento y la intervención de las Fuerzas Armadas en los gobiernos
latinoamericanos-; junto a otro sectores del empresariado industrial transnacionalizado no estaban de acuerdo con las medidas adoptadas por el
presidente electo. En Junio de 1966 las FF.AA. derrocan al presidente Illia sin
encontrar resistencia por parte de los grupos subalternos o del gobierno mismo.
El golpe de Estado a Illia inaugura un período de represión estudiantil y obrera
sin parangón. La denominada “Revolución Argentina”, de cuyas filas la figura
que se proclamaría presidente sería el Teniente General Onganía, suspendió la
Constitución Nacional, disolvió los Partidos Políticos, intervino nuevamente la
CGT y las Universidades, adscribió a las ideas de la llamada “Doctrina de
Seguridad Nacional”, fundada en una hipótesis de guerra interna permanente
en distintos frentes, estableciendo una estrecha relación entre seguridad y
desarrollo.
Las relaciones con los EEUU tuvieron mayores logros en el terreno económico-
financiero. La gestión económica Krieger Vasena, vinculado a las empresas
transnacionales agrupadas en ADELA recibió las felicitaciones del FMI por su
desempeño y permitió restablecer la confianza de los inversores extranjeros. La
relación con Europa sin embargo se manifestaría en el intercambio
armamentista, e inversiones como la de una empresa alemana en Atucha. Se
conforma un triangulo entre la Arg-EEUU-Europa.
12 | P á g i n a
El Plan Krieger Vasena, con respecto a los asalariados consistió en una
combinación de represión con una política tendiente a evitar bruscas
redistribuciones a favor de propietarios del capital, en un marco de crecimiento
del PBI y disminución de la desocupación hasta 1969. La política estuvo
orientada a favorecer la industria pero manteniendo un cierto margen de
negociación con el agro. Se tomaron de esta manera medidas contradictorias:
Se devaluó la moneda en un 40%. Pero el gobierno se quedó con el
excedente agrario de las exportaciones.
Se puso fin al régimen de arrendamientos, pero finalmente se sancionó
el impuesto a la tierra.
Se aumento el salario nominal de los trabajadores, pero bajo un contexto
de inflación, el congelamiento de los salarios resultó ser una pérdida
para los obreros, que también tuvieron que soportar la suspensión de las
asociaciones colectivas.
Las medianas y pequeñas empresas locales debieron vender su capital
a empresas extranjeras, proceso que se vio favorecido por la
devaluación.
El plan favoreció a las grandes empresas, y en especial a las transnacionales,
permitiendo una consolidación de la desnacionalización y concentración de la
producción industrial.
En 1970 asume Levingston, que intentará una política economía heterodoxa, y
el país cae en una crisis de hiperinflación muy profunda. Con la vuelta de Perón
en el 73 se intenta establecer una relación triangular entre la ARG-EEUU-
URSS.
La UEE recupera su producción agrícola y decide no importar más carnes ni
cereales de la Argentina. Por ello, la Argentina busca nuevos mercados, entre
ellos la Unión Soviética. Se establecen con la URSS y los países del este de
Europa convenios de cooperación comercial, cooperación científico-tecnológica
y tratados económicos.
13 | P á g i n a
EEUU siguió siendo el principal acreedor, prestamista y exportado de
manufacturas a la Argentina.
Se da el pacto social, entre la CGE y la CGT, aumentan los salarios, pero se
congelan. Se ponen precios máximos a productos de la canasta familiar.
Con la muerte de Perón, Isabel Martínez, mas ligada la derecha peronista hace
renunciar al ministro de Economía Gelbard, y se niegan algunos convenios
firmados con la URSS. El Ministro de Economía Rodrigo, realiza una
devaluación del 100%, y esto provoca un aumento excesivo de los precios. La
salida al problema se intentó resolver con un giro radical en cuanto a la política
económica desarrollista que había predominado por esos años y un cambio en
la dirección política, que tras el golpe de estado en marzo de 1976, dejaba el
gobierno en manos de las fuerzas armadas.
11) A partir de la lectura del apartado “El modelo aperturista” completa el siguiente
cuadro:
1976 - 1983 1983 - 2012
Sub – etapa
Contexto Internacional
Políticas EconómicasPrincipales
El modelo aperturistaEl 24 de marzo de 1976 una junta militar asumió el gobierno del país. Integrada
por Videla (ejercito), Massera (armada) y Agosti (fuerza aérea). El golpe se
autodenomino “Proceso de Reorganización Nacional”. Automáticamente se
estableció una política de represión a los obreros y grupos de izquierda, con el
14 | P á g i n a
objetivo de terminar con la “subversión”, lo que llevó a un terrorismo de estado
solo limitado por los hechos y la voluntad de quienes ejercían el poder.
En lo político el gobierno militar cerró el Congreso Nacional, proscribió a los
Partidos Políticos, intervino los sindicatos, estableció la pena de muerte
modificando el código penal, prohibió la libertad de prensa, el derecho a
huelga, suspendió los contratos colectivos, monopolizó los medios masivos de
comunicación, realizó un control asfixiante en cuestiones de educación,
intervino las universidades y se inició una persecución ideológica a
intelectuales de la época, que debieron exiliarse del país.
En lo económico se inició con el Modelo Aperturista (1976 - hasta la
actualidad), en su primera etapa dirigida por el Estado Autoritario (1976 - 1983), en donde se tomaron rigurosamente las recetas del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial:
Achicar las funciones del Estado.
Abandonar el modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones.
Se buscaba la eficiencia en el sistema productivo (apertura económica) para
que las importaciones ingresen al país.
Reestablecer la hegemonía del mercado en la asignación de recursos (no
intervenir).
Buscar un equilibrio en la balanza de pagos y reducir la desocupación.
En el plano de la economía real, la adopción de estas medidas provocó una
recesión incitada por la apertura comercial, dejando como saldo un fuerte
estancamiento de la economía (el PBI solo creció un 2,3% entre 1975 y 1983
en comparación con otras economías que lo superaban ampliamente).
Se produjo también un déficit fiscal elevado, una brutal caída de las reservas
que dejó al país al borde del default (suspensión de pagos). Este momento se
acompañó de una gran inflación.
15 | P á g i n a
Durante estos años, la producción industrial nacional cae un 14%. Mientras que
el sector agropecuario y la explotación de recursos mineros crecieron un 19% y
un 29% respectivamente. Se da una fuerte concentración del capital, entran en
el país grandes grupos económicos -Trust y Cartels-.
La apertura del mercado permite un boom importador, debido a la reducción de
aranceles y al retraso cambiario, su incidencia se destacó sobre todo en los
bienes de consumo durables -como los electrodomésticos-, en bienes
suntuarios y bienes de capital.
Los salarios reales de los trabajadores caen, los impuestos son regresivos, por
lo tanto la acumulación de capital la pagan los sectores subalternos.
La vuelta de la democracia en 1983, no significó un cambio en la política
económica, ya que el modelo aperturista continuaría ahora en su segunda etapa denominada democrática (1983 – hasta la actualidad). Las primeras
medidas de Alfonsín en las cuestiones diplomáticas fue un mejoramiento de las
relaciones bilaterales con los EEUU. Se buscaba consolidar un proceso
democrático en momentos en que la Administración Reagan favorecía la
implantación de democracias moderadas que no cuestionaran los intereses
imperialistas de los EEUU, para renegociar la deuda externa en mejores
condiciones contando con la asistencia de Washington.
Las relaciones con la URSS se mantuvieron, en 1986 se firma un nuevo
convenio comercial por cuatro años con el país, para la venta de 4,5millones de
toneladas de granos. La Argentina se comprometió a comprar por 500 millones
de dólares equipos industriales y manufacturas. Se firmaron convenios
pesqueros, como la reconstrucción del puerto de Bahía Blanca entre otros.
En junio de 1985, Alfonsin declaró una “economía de guerra”, anunciando la
reducción del 12% del gasto publico, un fuerte aumento de las tarifas y los
precios de los combustibles y transportes, la paralización de las inversiones
publicas y la privatización de empresas estatales.
16 | P á g i n a
Poco tiempo después por decreto se implementó el Plan Austral. Que implicó
un ajuste fuerte, aun mayor que lo solicitado por el FMI, con el objetivo explicito
de evitar la hiperinflación. Las medidas que se tomaron fueron:
Cambio del signo monetario, introduciendo el austral, cuya unidad equivalía
a 1000 pesos.
Congelamiento de precios, de las tarifas públicas y los salarios.
Reducción de las tasas de interés al 4% depósitos y 6% prestamos. Con el
fin de favorecer el gasto y consumo interno.
Devaluación del 15% y congelamiento del tipo de cambio, fijándolo a 0,80
centavos el dólar.
El plan tuvo un efecto favorable inmediato, que incluyó el aumento de las
exportaciones, de las liquidaciones de divisas, lo que permitió el aumento de
las reservas del Banco Central, una baja en la inflación. Pero este éxito a corto
plazo, escondía las insuficiencias estructurales, ya que si bien se había logrado
cierta estabilidad en los precios, el programa no incluía objetivos de
reactivación o crecimiento.
En abril de 1988, Argentina entró en moratoria del pago de su deuda externa.
En agosto la inflación alcanzaba el 27,6% mensual. En octubre entonces, el
gobierno de Alfonsín puso en práctica un plan de salvataje, el Plan Primavera,
cuyo objetivo primordial era llegar a las elecciones con la economía bajo un
mínimo de control. Básicamente consistía en un acuerdo de moderación del
aumento de precios con la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina de
Comercio y un nuevo régimen cambiario, en el que el Estado intermediaba en
la compra y venta de divisas.
El Plan Primavera duró poco. Los operadores cambiarios lo rechazaron, no
generó confianza y adicionalmente a comienzos de 1989, el Banco Mundial
suspendió su ayuda a la Argentina (Llach, L. y Gerchunoff, P. 2007: 418). Ante
los rumores de inestabilidad, se inició una corrida masiva hacia el dólar. La
inflación, que en febrero de 1989 era del 9,6% mensual, alcanzó 78,4% en
17 | P á g i n a
mayo, mes de las elecciones presidenciales, adelantadas intencionalmente por
Alfonsín debido a la fuerza presión de los sindicatos y los grupos económicos.
Los años ’90 en ArgentinaLa traumática experiencia de hiperinflación y recesión, el deterioro de las
cuentas fiscales, el elevado endeudamiento, el retroceso de las reservas y la
huida de capitales persuadieron al nuevo presidente electo, Carlos Menem, a
abandonar sus promesas electorales de “salariazo” y “revolución productiva”, y
a buscar el apoyo de los principales agentes económicos, tanto internos como
externos.
De esta manera, priorizando el retorno a la estabilidad, se produjo un rápido
viraje hacia un programa económico neoliberal, que reflejaba los intereses
de las grandes empresas nacionales y extranjeras radicadas en el país, la gran
banca nacional y los representantes de los acreedores externos (Rapoport, M.
2008: 785).
Se acercó entonces al gobierno de turno un conjunto de organizaciones
empresariales representativas de la gran burguesía nacional: el Consejo
Empresario Argentino, la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de
Comercio y la Unión Industrial Argentina.
En cambio, el movimiento obrero, mayoritariamente peronista, ingresó en una
etapa de crisis y la CGT se dividió, apoyando una de las fracciones al gobierno,
mientras la otra mantuvo distancia.
Durante la gestión menemista las políticas económicas observaron una
orientación claramente neoliberal, dirigida a avanzar en el retiro del Estado de
una serie de funciones como salud, educación, explotación de recurso y
servicios para confiarlas a los mecanismos del mercado, y en este sentido
pasarlas a manos privadas.
Con la aprobación de la Ley de Reforma del Estado se privatizaron varias
empresas estatales. Las primeras privatizaciones efectuadas fueron las de la
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empresa telefónica Entel y la de Aerolíneas Argentinas. Las mismas, y otras
posteriores, se privatizaron rápidamente buscando conseguir con ello réditos
mediáticos que instalaran la idea de la voluntad reformista del gobierno, pero
dicha rapidez condujo luego a numerosas críticas y denuncias de
irregularidades, omisiones y casos de corrupción. Pronto se privatizaron
también la red vial, los canales televisivos -con la excepción de ATC, hoy Canal
Siete-, gran parte de las redes ferroviarias, Yacimientos Petrolíferos Fiscales y
Gas del Estado.
Se desreguló la economía, reduciendo cupos, aranceles y prohibiciones de
importaciones, y se estableció la libertad de precios. Con el aumento de impuestos como los del Valor Agregado y Ganancias se aumentó la
recaudación fiscal. Aun así, a pesar de dicho aumento y de los ingresos
generados por las privatizaciones, la situación económica se mantenía
convulsionada y a fines de 1989 se produjo una segunda hiperinflación. El
ministro de economía de entonces, Erman González, apeló al Plan Bonex:
confiscó los depósitos a plazo fijo y los cambió por bonos de largo plazo en
dólares. Asimismo, restringió fuertemente la emisión monetaria.
Durante la gestión de Domingo Cavallo, ministro de Economía del gobierno
menemista, se estableció la Ley de Convertibilidad, cuya aplicación se
prolongaría hasta la crisis argentina de fines de 2001 y comienzos de 2002. El
Banco Central de la República Argentina estaba obligado a respaldar la
moneda argentina con sus reservas en una relación de cambio en la que un
dólar estadounidense equivalía a un peso convertible. De esta forma se
restringía la emisión de billetes como medio de financiamiento del Estado.
Estas medidas lograron una estabilidad económica sin inflación significativa
que ofreció un clima favorable para el surgimiento de inversiones y el ingreso
de capitales desde otros países, produciéndose un marcado crecimiento del
PBI. Ese aumento estuvo sustentado por el incremento del sector servicios,
mientras que el PBI industrial se contraía y la economía argentina se
privatizaba. La estabilidad económica fue entonces, sólo aparente, ya que disminuía la capacidad de la economía de emplear mano de obra y
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cerraban incontables establecimientos industriales. Durante su gobierno la
deuda externa pública se multiplicó desde los 45.000 millones que había
dejado el gobierno de Alfonsín, hasta finalmente llegar en el 2000 a 145.000
millones.
12) Lee la “Carta abierta a la Junta Militar” de Rodolfo Walsh y responde las siguientes consignas:
a) Busca en la carta ejemplos textuales en los que Walsh brinde datos concretos acerca de la adopción de una política aperturista.
b) ¿Cuáles fueron las consecuencias de la política económica de la Junta Militar según Walsh?
c) ¿Cuál es la crítica al FMI?
13) Amplia la definición que se da en el teórico acerca de la globalización a partir de un rastreo en diccionarios, artículos académicos o de divulgación científica (no más de 200 palabras).
14) ¿Qué relación se puede establecer entre globalización y deuda externa?
15) ¿Por qué es importante para las empresas capitalistas el control de los gustos culturales?
16) A partir de la lectura teórica y apoyándote en el texto de Dávalos explicá:
a) La autonomización de la esfera financiera.
b) Las nuevas formas de la regulación de la acumulación capitalista con las nuevas relaciones de poder que emergen y se consolidan a nivel mundial, a partir del endeudamiento.
c) La creciente concentración de mercados en pocas corporaciones transnacionales y holding.
d) La vulnerabilidad de las economías nacionales frente a las decisiones de arbitraje que realizan las bancas de inversión.
e) El nuevo rol de dirección, control e imposición de este nuevo orden mundial definido por los contenidos del “Consenso de Washington”, supervisado por las acciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
17) Lee el texto “Necesidades sociales y vicios privados” de Sartelli y respondé:
a) ¿Cómo explica la burguesía la marginación, la exclusión y la pobreza?
b) ¿Qué ofrece la teoría marxista para superar este análisis?
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