Intervalo 4

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Espacio para la cultura en El Sol de Hidalgo

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Page 1: Intervalo 4

in tervaloCoordinación Aída Suárez

El muralismo en México empezó a mediados del siglo XX, después de la Revolución Mexicana; se caracteriza por ser obra monumental que muestra al pueblo y los movimientos sociales, a manera de socializar el arte. Hoy también existen el arte público y el graffitti, como una forma de que la obra gráfica se vea en la calle y entre la gente, con diferentes técnicas y temáticas.En Hidalgo varias firmas y distintas corrientes se pue-den encontrar a través de los años. Aun así, varios de estos murales se encuentran descuidados, abandona-dos a la suerte del peatón y del clima.Hace unas semanas, fue develado un nuevo mural lla-mado “Univisión de Hidalgo” será ubicado en el nuevo edificio del Congreso del estado, pero antes, de forma itinerante, se llevará a las distintas regiones de la enti-dad.Fue realizado por José Luis Carrasco, Julio Carrasco Bre-tón, Mario Gallardo, Isaías Espada, Juan Manuel Calten-co, Paola Victoria y José Luis Rueda.Al presentarlo, Juan Manuel Menes Llaguno, cronista del estado de Hidalgo, hizo una descripción del mural, al señalar que la entidad es una tierra de muralismo, que empieza desde las pinturas rupestres, después pinturas en los conventos y en el siglo XX murales de Mariano Anaya, en el edificio central de la Uaeh; de Jesús Becerril en Palacio de Gobierno; Moyers en el Congreso del esta-do, y otros más.

El mural en las paredes de Hidalgo

Aída Suárez

Desde que vino al mundo tuvo prohibida la posesión de sí mismo. No actua-ba sino por instrucciones recibidas. Desear, sentir: todo debía ordenársele. Vivió porque así quedó escrito en una cláusula de su manual de funciona-miento. Si alguna vez tomó conciencia de que existía, nunca lo demostró, y a nadie le preocupó jamás pedirle que lo demostrara. Quizá un remedo de libre albedrío ocupó el último rincón de su ser, pero faltó quien le exigiera descubrirlo y ejercerlo. Cuando se quitó la vida atravesaba por un anómalo minuto de autonomía. Fue el primer y único acto volitivo de su existencia, porque no se le había pedido suicidarse. Un instante después quedó disuelto en la nada. Ni un puño de polvo sobrevivió. Por fin: el vacío. La voluntaria sen-sación de ser nada en el vacío. La autopsia sicológica —la corporal, desde luego, era imposible— sugirió un microscópico desajuste. Su fabricante le echó la culpa a una rebaba que, seguramente por negligencia del área de ingeniería genómica, se coló en el inyector de sometimiento durante la etapa final del ensamblaje, y por las dudas puso de patitas en la calle al deca-no de los laboratoristas, un tal Aldous.

No porque veamos pinturas "grando-tas" pertenecen al "muralismo mexica-no", pero sí pueden pertenecer a la pin-tura mural, pintura monumental, arte público y arte urbano. De lo más resca-table en los últimos tiempos es el graf-fitti o arte urbano, que propone nuevos lenguajes plásticos con una postura de compromiso social.Por lo tanto, es necesario hacer la dife-rencia entre muralismo, mural, pintura monumental, arte público, graffitti y arte urbano (todos conceptos diferen-tes). El "muralismo mexicano" fue un movi-miento artístico impulsado por José Vasconcelos y El Dr. Atl como una forma de alfabetizar al pueblo mexicano, tam-bién se puede considerar un movimien-to social e incluso político, con caracte-rísticas en su temática muy precisas, una de las más importantes fue retratar los momentos sociales y políticos de los años 20´s hasta mediado de los 50´s, representando a los grupos sociales mayoritarios de México, constituidos principalmente por campesinos, indí-

Expuso: “Dicen que cuando el muralista pinta, dialoga con el lienzo, después la obra dialoga con el especta-dor”. Expresó: “La pintura guarda silencio, ahora el público hablará. Todo lo que nos significa como hidal-guenses está aquí. Ahora a ustedes les toca dialogar con el”.

“El muralismo no ha muerto”: CarrascoPara el autor del mural, José Luis Carrasco, el muralis-mo en México no ha muerto”, dijo, al señalar que “si-gue siendo un clásico en México y el mundo”.Al hablar sobre la realización del proyecto, comentó que lo inició hace año y medio, con la participación de varios muralistas.Recordó que el mural mexicano se refuerza por la Revo-lución. Consideró que los muralistas “tenemos el com-promiso de escuchar a los cronistas, aquí coincidimos con la historia del país”.“El muralista tiene que rescatar personajes, es una labor y un compromiso; el muralismo no es sólo una forma de expresión contestataria”, expuso.Quedan preguntas como ¿Qué temas podrían seguirse abordando? ¿Deben criticar la realidad, mostrarla o ser decorativos?

Veces Enrique Rivas PaniaguaRe

genas y mestizos. Es bien sabido que los 3 grandes del muralismo (o así les califican) son Rive-ra, Orozco, y Siqueiros, también está el Dr. Atl (el padre del muralismo), Rober-to Montenegro, Ramón Alva, el hidal-guense Máximo Pacheco entre otros. En los años 70´s , José Hernández Del-gadillo (también hidalguense) y Arnold Belkin, entre otros, (que encajan en esa corriente artística); en el neomuralis-mo, el maestro Rafael Cauduro, Leopol-do Flores, Ismael Ramos, por nombrar sólo algunos. A partir de esto el muralis-mo mexicano se puede decir que no existe “como tal” porque como "ismo" y como corriente artística se ciñe en una época con características precisas, (opresión del pueblo, denuncia de corrupción, a favor del socialismo, exal-taciones de héroes verdaderos, etc.), por lo tanto actualmente pocos mura-les se insertan en esta corriente. Sobre el mural que fue develado hace unos días en Pachuca y que será instala-do en el edificio del Congreso del esta-do de Hidalgo, no pertenece al muralis-

mo mexicano, es solo una “pintura” oficialista que al contrario del Muralis-mo Mexicano exalta a "héroes oficiales y gobernantes" por pedido y a la medi-da, con una marcada discriminación femenina y con una estética folclorista y arqueologista. Aunque en otros gobiernos no sucede lo mismo, y “tra-tan” de hacer lo "políticamente correc-to", tal es el caso de La Suprema Corte de Justicia de la Nación que solicitó en el año 2010 una serie de murales a los maestros Luis Nishizawa, Leopoldo Flo-res, Ismael Ramos, Rafael Cauduro y Carbonell, a sabiendas que plasmarían imágenes en contraposición, y con una visión crítica hacia el sistema de gobierno mexicano (la libertad de expresión también es capitalizable).

Y hablando de machismo en “murales oficiales” otro caso es el del mural ubi-cado en el Palacio Municipal de Puebla, donde ya se borraron las imágenes del “gober precioso”, Mario Marín ( por razones conocidas) y el ex secretario de Obras Públicas, Javier García Ramírez (prófugo por enriquecimiento ilícito). Serán sustituidos por el rostro de dos mujeres que representarán según dicen, la equidad de género. En Pachuca tenemos un mural con la imagen de Luis Echeverría.

Sobre los murales no oficialistas que se encuentran en Pachuca (solo 2 de José Hernández Delgadillo) están descuida-dos, porque es lógico que el Estado no los restaurara por voluntad propia ya que son "Objetos" que para ellos no cumplen con su discurso y estética. Deben ser rescatados y defendidos por la comunidad artística y la población, porque son nuestros”.

Huxleyana

Murales o “pinturotas”

En la opinión de: Enrique Garnica

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Diseño gráfico Enrique Garnica / 2013

Empieza con el número romano de los 84 munici-pios.Escudo de armas, obsidiana, convento de Metztit-lán, Fernandino de Sahagún, Romero de Terreros, Bartolomé de Medina; Fernando Soto, Juan C. Doria, el primer gobernador; el Reloj monumental; la Mine-ría; la Charrería; los hombres cultos Efrén Rebolledo, Abundio Martínez. Juárez, Hidalgo. Y muchas más imágenes. Preguntaría ¿Y las mujeres que han hecho historia en Hidalgo, dónde están?

Algo de lo que muestra el mural