Introducción+ -...

Picard, Bettoni, Iannello Taller de Reflexión Artística I

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Introducción

Decidimos abordar el Trabajo Práctico Final seleccionando como objeto de

estudio al artista muralista Martín Ron. El origen de esta decisión tiene lugar a

partir de una de las últimas obras realizadas por el artista, un mural de la

heladería Lucciano’s ubicada en Caballito, donde se le pidió a Ron crear un mural

que conecte al barrio con la heladería.

Al ver la obra terminada nos encontramos impactadas y sorprendidas por las

habilidades del artista y decidimos investigarlo para conocer un poco más acerca

de él. Fascinadas por sus trabajos y acercándose la fecha del Trabajo Práctico Final

no tuvimos ninguna duda en utilizar sus obras para la realización del ensayo.

Martín Ron es un muralista argentino de 36 años que se dedica al arte desde

pequeño, estudio Gestión en arte y cultura en la Universidad de Tres de Febrero,

siendo ahora docente de la Universidad y es co-‐fundador del programa

“Embellecimiento Urbano”. Ron se llama a sí mismo un inconformista artístico ya

que en sus obras hay siempre una búsqueda de nuevos colores, texturas,

dimensiones y tamaños. Suele tener en cuenta en sus obras acontecimientos que

suceden en el mundo dándole a sus trabajos elementos de la vida real. Utiliza el

estilo del hiperrealismo pero posee una fuerte influencia del Surrealismo

(vanguardia sobre la que volcaremos nuestro ensayo).

Martín Ron trabajo en diversos países tales como Inglaterra, EE.UU, España,

Estonia, Malasia y por supuesto, Argentina.

Consideramos a este artista una total inspiración y un excelente objeto de estudio

gracias a sus obras ricas de contenido, colores y vida.


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Marco teórico

Para obtener conceptos más claros sobre el Surrealismo y el Hiperrealismo,

elegimos el libro Del arte objetual al arte de concepto donde el autor, Simón

Marchán Fiz, compara distintos estilos artísticos, marcando fuertes diferencias,

por ejemplo, entre el Surrealismo y el arte psicodélico exponiendo que, “Ambas

cuestionan el principio de realidad y conceden primacía a las profundidades del

psiquismo. Pero los símbolos psicodélicos ya no proceden de la neurosis o del

sueño como sucedía en el surrealismo” (Marchán, 1997. P.56). A demás define

específicamente el hiperrealismo, comparándolo con el superrealismo.

En La Imagen, Jacques Aumont trata diversos temas, desde la percepción de la

luminosidad y la percepción del espacio, pasando por el papel del espectador

frente a una obra. Nos pareció bibliografía pertinente frente al enfoque de este

Trabajo Práctico Final ya que debido a las dimensiones de las obras de Martín Ron

y los elementos utilizados, creemos que el autor establece conceptos e ideas que

se relacionan con factores cruciales del trabajo del artista.

Por último, utilizamos la obra de Umberto Eco, Obra Abierta donde encontramos

interesante como toma el autor a la obra como metáfora epistemológica. Él

afirma que “no nos aventuremos a imaginar que las estructuras del arte reflejan

las presuntas estructuras del universo real, sino que señalaremos que la

circulación cultural de determinados nociones ha influido particularmente en el

artista […] su arte quiere ser y debe verse como la reacción imaginativa, la

meteorización estructural de cierta visión de las cosas.”(Eco, 1993. P.198).

Sostenemos que Eco es oportuno para el objeto de estudio ya que plantea


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interesantes conceptos que pueden ser aplicados al surrealismo y a la visión del

artista.


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Capítulo 1.

Pintar para Martín Ron es una forma de vida, algo que hace desde muy temprana edad y comenzó casi como un juego antes de cumplir los 10 años.

“Toda mi experiencia en pintura tenía que ver con talleres y workshops que hacía en diferentes talleres de barrio.” (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

Desde los 7 años hasta la adolescencia asistió a talleres de dibujo y pintura, hasta que comenzó a incursionar en el mundo de los murales a partir de una oportunidad presentada por su colegio, o pintando con amigos.

Así es como fue encontrando muy de a poco su camino. A pesar de haber tenido una gran influencia artística desde muy chico, paso por distintas carreras hasta encontrar una con la que se sintiera en su elemento. Comenzó con Ciencias Económicas, siguió con Gestión de Arte y Cultura y terminó con Diseño Industrial, mientras que la pintura no respondía más que a un hobby.

“Con recorrer el tiempo uno lo va convirtiendo en un estilo de vida y en una vocación dormida que empieza a materializarse.” (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

A partir del 2001 es cuando él reconoce su comienzo como muralista, cuando se le presenta la oportunidad de pintar en la calle a través de jornadas organizadas por la Municipalidad de 3 de Febrero, donde colaboraba en la recuperación de instituciones a través del arte.

Hoy en día Ron se considera a sí mismo un trabajador, simplemente una persona que elige una actividad y a partir de esta, propone transformar en un principio su vida, y luego la vida de los demás.

“El arte es un trabajo por sobre todas las cosas, que responde más a una vocación y algo más impulsivo de ganas de transformar la materia y transformar las cosas, enviar mensajes. Pero por sobre todas las cosas es un trabajo. Uno elige trabajar, elige esto como una profesión y como una


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actividad que no tiene que ver con la producción y decir “esto es arte” sino que es más un estilo de vida […] soy alguien que trabaja, para mí, para la gente, en una actividad que la tengo que madurar durante toda mi vida.” (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

Martín Ron es una persona que a través de su trabajo busca llamar la atención de la mayor cantidad de gente posible aunque no esté relacionada con el arte. Busca constantemente, mediante sus obras reemplazar mensajes que están insertos en la calle que él considera innecesarios y mostrar que el arte en las calles transforma los espacios y mejora la calidad de vida.

Capítulo 2.

Las obras de Martín Ron se destacan por su paleta de colores saturados, sus imágenes de carácter hiperrealista pero de temática descabellada y, por supuesto, su gran tamaño.

Podemos caracterizar a Ron como un artista surrealista, aunque a él no le guste la caracterización ni de artista, ni de artista surrealista.

“Me siento identificado con el surrealismo […] trato de no copiarme y no ponerme ese rótulo: “soy surrealista”.” (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

Ron considera que a través de la calle el sigue aprendiendo y es por eso que mediante este aprendizaje él se permite la experimentación de cosas nuevas, dando lugar a cambios de técnica, líneas y temas. Aunque no niega la fuerte influencia del arte surrealista en sus obras, junto que ciertos factores abstractos e hiperrealistas, dando ocasionalmente un giro lúdico a su trabajo.

El surrealismo nace en Francia en el siglo XX en 1925 ofreciendo como principales artistas a Max Ernst, Joan Miró, René Magritte y Salvador Dalí (nos enfocaremos


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principalmente en este último). Surge en un contexto de guerra, en una ciudad convulsionada, y plantea la nueva técnica de automatismo psíquico.

En esta vanguardia el tema de la obra no es tan importante, sino que el material dicta la obra; así como el material de las calles dicta la obra de Martín Ron.

“Encuentro un lugar, una zona geográfica, elijo una pared o me dejo llevar por una pared que creo interesante y una vez que la veo, me fijo que imágenes me disparan en la cabeza para realizar una propuesta. Debe ser una propuesta relacionada con el lugar”. (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

El surrealismo está fuertemente relacionado con el mundo de los sueños, con lo maravilloso, lo que lo transforma en algo altamente llamativo. Posee una gran carga de lo espontáneo y lo sentimental.

En el primer Manifiesto Surrealista, Breton lo define como “Automatismo psíquico puro, por el cual se pretende expresar sea verbalmente, sea por escrito, la esencia netamente real del pensamiento; el pensamiento transcrito en la ausencia de todo control ejercido por la razón, y al margen de toda preocupación moral o estética.” (Dawn Ades, 1984. P.75)

Por otro lado, el descubrimiento del psicoanálisis y de las posibilidades implícitas en las personas fue un factor decisivo para artistas como Salvador Dalí a la hora de definir sus obras. “Tanto Dalí como los surrealistas sentían un profundo interés por la psicología y el psicoanálisis, que se convirtió en un importante punto de contacto.” (Dawn Ades, 1984. P.73)

Los artistas pertenecientes a este movimiento coincidían en que su fuente de inspiración o motivación, el elemento que creían indispensable recaía en el inconsciente, en los sueños, en el momento de no racionalización de las cosas. El mismo Dalí supo describir sus obras como “fotografías de sueños pintadas a mano”. Gombrich en su libro, Historia del arte, afirma que “les impresionaron extraordinariamente los escritos de Freud, que habían revelado que, cuando se


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adormecen nuestros pensamientos, el niño y el salvaje que hay en nosotros despiertan. Fue esta idea la que hizo proclamar al surrealismo que el arte no puede producirse nunca por el pensamiento consciente. Admitieron que la razón puede darnos la ciencia, pero afirmaron que solo lo inconsciente puede producir arte” (Gombrich 1992. P.487).

Martín Ron, en la entrevista realizada afirmo que lo que el pretende de sus obras es “que inspire, motive y le rompa la cabeza a la gente” (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

Creemos fuertemente que el movimiento surrealista fue y es un arte que saca a las personas de su zona de confort, que las hace pensar en qué quiso decir el artista y hace al espectador reflexionar sobre lo que ve y sobre lo que entiende respecto a la obra en cuestión.

Los artistas de esta vanguardia se dejaban llevar por las imágenes que veían en su inconsciente durante sus horas de sueño, y así mismo Martín Ron afirma que disfruta tanto de enviar un mensaje directo a los espectadores como de realizar uno de libre interpretación para cada uno, donde cada persona arma su propia historia.

“Me divierte el hecho, que me permite el surrealismo, de jugar con composiciones ambiguas de libre interpretación y ver qué es lo que pasa”. (Entrevista personal. 22 de Junio, 2017)

Capítulo 3.

En el Diccionario Akal de Estética podemos encontrar que “los surrealistas fueron muy sensibles a la “magia” de algunos lugares urbanos” lo que consideramos otro fuerte factor para realizar una comparación entre las obras de Ron con los artistas del movimiento surrealista, ya que Martín Ron se ve inspirado y motivado por las calles, por las texturas y dimensiones de sus lienzos y como su mensaje puede afectar a las personas y crear espacios.


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André Breton, era quien planteaba que la situación de posguerra exigía un nuevo arte que llegara a indagar en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad; Asegurando que el arte era una forma de soñar y de detener los sueños en instantes eternos para que los demás disfruten de ellos.

En el Manifiesto recopila aportes de Freud, en torno al psicoanálisis, rindiendo, también, un homenaje por su exploración científica de la mente humana.

“Sus estudios no sólo revelaron la existencia de áreas ocultas, sino que además proporcionaron los mecanismos para acceder a ella.” (Dawn Ades 1984. P76); y, a la vez, define al surrealismo como “Automatismo psíquico puro, por el cual se pretende expresar sea verbalmente, sea por escrito, la esencia netamente real del pensamiento; el pensamiento transcrito en la ausencia de todo control ejercido por la razón, y al margen de toda preocupación moral o estética” (Dawn Ades 1984. P.75)

Muchos artistas surrealistas se quedaron asombrados, anteriormente, por escritos de Freud sobre el subconsciente y el psicoanálisis; quien mostró que “cuando los pensamientos que caracterizan el estado de vigilia se adormecen, el niño y el salvaje que viven en nosotros se hacen con el control” (Grombich 1992. P.592).

Esta misma idea llevó al surrealismo a proclamar que “el arte nunca puede ser producido por el pensamiento consciente. Es decir, que admitían que la razón se las podía dar la ciencia, pero afirmaban que sólo lo inconsciente puede producir arte.” (Grombich 1992. P. 592)

Estaban fascinados por los estados anímicos, y hacían hincapié en no planear la obra, sino dejarla fluir.

“El resultado puede parecer monstruoso a un profano, pero si éste soslaya sus prejuicios y deja que su fantasía obre por sí misma, llegará a compartir el extraño sueño del artista.” (Grombich 1992. P.593).

Algunos de los elementos utilizados para poder llevar a cabo esta vanguardia eran: los elementos incongruentes, la evocación del caos, la animación de lo inanimado, la metamorfosis, y las máquinas fantásticas, entre otros.


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El surrealismo es una vanguardia que se la suele relacionar con el arte psicodélico. Ambas tendencias sondean el psiquis, y, a su vez, cuestionan el principio de realidad.

“Si el surrealismo tiende a lo mágico, lo psicodélico se orienta científicamente a la psique. Por este motivo ha sido denominado en alguna ocasión el 'surrealismo de la época tecnológica’”. (Marchán Fiz. 1997. P.56).

Como mencionamos anteriormente, los principales artistas de esta vanguardia eran, Max Ernst, Joan Miró, René Magritte, y Salvador Dalí, entre otros.

El hiperrealismo surgió en 1960 en Estados Unidos, y pronto se extendió por Europa. Esta vanguardia, busca mantener la conexión con la visión fotográfica del encuadre y la traducción fiel de la escena, se agrupa en dos direcciones: La primera, inspirada en un realismo fotográfico, derivado del pop.

“Declara su servidumbre a la fotografía, pero transformándola en un lenguaje pictórico tradicional” (Marchán Fiz. 1997. P.58).

Mientras que la segunda dirección remite lingüísticamente a la tradición renacentista de la pintura de caballete, reinstaurando los valores de la pintura académica.

Sin embargo, en ambos se presenta una exactitud minuciosa y sobriedad de la representación.

“La intensidad de la representación hace que la realidad reproducida de la fotografía dé origen a una realidad objetual del cuadro y este se afirma en cuanto hecho visual como presencia” (Marchán Fiz. 1997. P.59).

El hiperrealismo, es una tendencia regresiva en sus diversas dimensiones semióticas. También, emplea códigos fuertes de imágenes icónicas, claramente perceptibles. A nivel sintáctico y formal, renuncia a la mayor parte de innovaciones lingüísticas desde hace un siglo. Como lenguaje es un oportunismo, ya que no responde a necesidades sociales concretas.


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“La neutralización de los contenidos temáticos y el debilitamiento connotativo histórico le convierte en una personificación de una representación esteticista, apta para satisfacer la fiebre inversa de la obra única” (Marchán Fiz. 1997. P.61)

Uno de los rasgos principales del hiperrealismo es el acabado limpio y cuidadoso de las obras, cuyos artistas se esfuerzan por reproducir de una forma exacta y meticulosa, tanto en lo que respecta a la forma, como a la luz y al color. Otro rasgo es el esfuerzo que hace el artista por no dejar rastro alguno del pincel, y como última característica, la representación de los motivos en el plano detalle a gran escala.

Los principales artistas de esta vanguardia eran Chuck Close, Denis Peterson, Belin, y Ron Mueck entre otros.

Ambas vanguardias, en nuestra opinión, se complementan. El uso de ambos estilos dentro de una misma obra, realza el carácter surrealista determinado por el artista.


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Conclusiones personales

Como conclusión principal podemos afirmar que la experiencia de trabajar e investigar a un artista fue enriquecedora. Nos ayudó a tener una mejor perspectiva para iniciar y desarrollar nuestro Trabajo Práctico Final y entender la mirada del artista frente al mundo y su estilo de vida.

Pudimos observar que sus palabras sobre el arte y su trabajo están llenas de pasión y esfuerzo, dejándonos una sensación de inspiración y motivación para hacer lo que disfrutamos y sacar lo mejor de ello.

Respecto a la formalidad del trabajo, creemos haber entendido mucho mejor la temática de las distintas vanguardias, haciendo hincapié en el surrealismo, para la cual debimos realizar un arduo trabajo de investigación bibliográfico; éste junto con la comparación frente al hiperrealismo, nos permitió indagar más profundamente en ambas vanguardias y conocer por completo sus ideales y principales características.


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‘North West Walls Proyect’ Belgica 2014 Martin Ron

Túnel Caseros Buenos Aires Martin Ron


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‘Hay Canarios… Y Canarios’ 2015 Martin Ron

‘El Cuento de los Loros’ 2013 Martin Ron


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‘Raja Uda – Penang – Malaysia’ 2015 Martin Ron


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‘Aparatos y Manos’ 1927 Salvador Dalí

‘Jirafa en Llamas’ 1937 Salvador Dalí


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‘Desmaterialización cerca de la nariz de Nerón’ 1947 Salvador Dalí


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Entrevista

¿Cómo empezó todo? ¿Estudiaste bellas artes o fue algo que se fue dando?

Bueno, los comienzos de lo que sería mural fueron luego del 2001. Antes toda mi experiencia en pintura tenía que ver con talleres y workshops que hacía en diferentes talleres de barrio, yo soy de Caseros. Luego del 2001 tengo la oportunidad de pintar en la calle, a través de jornadas que organizaba la municipalidad de 3 de Febrero, jornadas solidarias, dónde, a través de la expresión artística y la pintura de mural, lo que hacíamos era recuperar zonas y colaborar con algún comedor, algún colegio municipal, o alguna institución que necesite ser pintada para ponerla en valor y nada, llevar un poquito de arte a los barrios, más que nada barrios de la periferia.

En mi casa pintaba cuadros desde muy chiquito, porque mi experiencia tenía que ver con estos workshops que les cuento, y también hice talleres de dibujo y pintura desde los 7 años hasta la adolescencia. Tuve un par de incursiones en la pintura de mural en el colegio y pintando con amigos en la calle, pero lo que sería “me dedico a mural” arrancó luego del 2001, en forma progresiva. Mientras, estudié Ciencias Económicas, un año. Me aburrí, no era lo mío, recordando que era 2001, y después seguí Gestión de Arte y Cultura en la Universidad de 3 de febrero, que también deje y luego hice diseño industrial. Esto fue en paralelo, en esa época. Lo más importante es que en esa época no había ningún curso, ni tampoco había tanta saturación de expresiones artísticas en la calle, era más que nada un hobbie y respondía a eso solamente, pero bueno, con el correr del tiempo uno lo va como convirtiendo un estilo de vida, y en una vocación dormida que empieza a materializarse y a darle forma a esto de generar circuitos nuevos que integren el arte. Entonces, creo que entre el 2001 y el 2005 fui haciendo, sin darme cuenta, una carrera y empecé a dimensionar lo que generaba y lo que sentía por pintar, y es ahí cuando uno empieza a decidir, “bueno me voy a dedicar a esto” y para eso bueno tiene que hacer un esfuerzo, tomar ciertas decisiones, que lo orienten a un camino un poquito oscuro, no cierto? Recordemos que no es como ahora. Ahora hay mucha información, se descubre que hay muchos circuitos relacionados con el arte urbano, el street art, el mural, uno puede tomar cursos o simplemente tomar la decisión de un día para el otro de dedicarse de eso. En esa época era como una decisión medio estrafalaria, jaja, no cierto? Yo me dedico a pintar murales? De qué se trata? Quién es muralista, si no hay nadie? Y bueno, con el auge de las redes sociales uno se da cuenta que hay un montón de compañeros que están en la misma, y uno por afinidad se empieza a encontrar y empieza a encontrar un camino un poco más acompañado y con un poquito de forma.

¿En qué momento consideras que arrancó tu carrera como artista?

Bueno, en esa época, entre 2001 y 2004, cuando empecé a modo de hobbie y respondiendo más a esos instintos adolescentes de salir a buscar alguna aventura, con un poquito de adrenalina. Obviamente, siempre en el marco legal, nada de graffiti, sino esto de decir “che, que bueno que estoy pintando en la calle, con toda esta sensación de libertad, y tratando de


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generar algo en la gente que pasa”. Eso me gustó, y mientras uno iba buscando su camino, quizás relacionado un poquito más con el arte y con el diseño, se encontró un día que la vida de uno respondía más a pintar murales porque a la gente le gustaba, a mí me satisfacía de todos los ángulos, y bueno, nada uno decide a dedicarse a eso, dejando de lado otros rumbos y dedicarse de lleno en eso.

¿Te consideras un artista?

Mirá, considerarse un artista…yo creo que coincido con muchos colegas, es medio raro, es como auto proclamarse un rey de algo. “Hola, qué tal, soy artista”. Ser artista en realidad es un rótulo que te pone la gente, o sea yo lo veo así, es la imagen que uno da. La gente, cuando le llega tu obra y estás haciendo algo diferente, que a través del arte tocas corazones, empieza a decir “Este es un artista”. Esto siempre lo aclaro, porque por ahí esto de vincularse con mucha gente relacionada con el arte, te das cuenta que hay millones de personas que porque está estudiando una carrera relacionada con el arte o lo que fuese, se te presenta como artista. Eso no lo considero artista. El arte es un trabajo, por sobre todas las cosas, que responde a una vocación y algo más impulsivo de ganas de transformar la materia, transformar las cosas y enviar mensajes. Entonces uno elige trabajar, elige esto como una profesión y como una actividad, que por ahí no tiene que ver con la producción y decir “esto es arte”, sino tiene que ver con una carrera y un estilo de vida. “Considerarse artista" yo lo dejaría y lo cambiaría por “ser un trabajador, o alguien que elige esta actividad para transformar, primero, mi vida, y luego, la vida de los demás”. Es un camino que te acompaña todo la vida, o sea, donde todos los días se aprende algo nuevo. Así que el “aprendí a pintar, ahora soy artista” no te lo compro y te lo cambio por “soy alguien que trabaja, para mí, para la gente, en una actividad que la tengo que madurar toda vida”

¿Qué tomas como inspiración a la hora de arrancar un nuevo proyecto?

Bueno, la palabra inspiración es rara. Capaz la inspiración está más asociada a que vas caminando por ahí y baja alguien en una nube de pedo y te baja un rayo cósmico que te ilumina y te hace a correr al taller para pintar o para generar un proyecto. Y para eso, se tienen que dar ciertas condiciones que hagan posible esto. En realidad lo que es inspiración tiene que ver más con lo que sería, reformulando la pregunta, qué es lo que me inspira? Qué es lo que me motiva? A mi me motiva pintar en la calle, transformar espacios y generar propuestas que dialoguen con la gente, y hago mucho foco en que dialogue con la mayor cantidad de gente, y si es posible con gente que no está relacionada con el arte, para llevar un poquito el mensaje de que el arte transforma los espacios, mejora la calidad de vida, y por sobre todo quiero llamar un poquito la atención para que la pintura compita con tantas pelotudeces que hay en la calle, dando vueltas, tantos mensajes al pedo, basura, y que le gane la pulseada. ¿Para qué? Para que alguien vea y pueda llegar a reflexionar, más que recibir órdenes. Entonces me motiva eso, entonces trato de cuando voy por la calle hacer el ejercicio de cuáles son las zonas más importantes, que tienen mucha gente de mejor llegada, cuáles son los proyectos más masivos y por lo menos llamar la atención de alguien que se interese por mi trabajo. Entonces uno trata


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de ir por la calle buscando todos estos factores que encuentren un potencial lugar como para empezar una obra, o proponer un proyecto.

¿Cómo te definís como artista? Cómo definís tu arte y lo que haces?

Bueno, simplemente me defino como un pintor que elige la calle para realizar su obra. Y cómo defino mi arte? Como una propuesta pictórica que se entiende como mural que convive en el espacio público y trata de hacerse amigo de la mayor cantidad de gente que pasa e interactúa con la obra. Simplemente eso.

¿Sentís que le transmitís a las personas el deseo de pintar?

Sí, de hecho es casi mi bandera. Yo vengo de un lugar que no es Capital Federal, 3 de Febrero, o sea en esa época no había tanta información ni tanta gente que sea como modelo tuyo a seguir, entonces responde más a un instinto propio en ese marco, y pintando también en lugares donde el acceso al arte es casi nulo, trato de que, más allá del mensaje que pueda transmitir en mi obra, que la gente le toque por lo menos un deseo de pintar. Que motive, inspire y le rompa la cabeza a la gente de decir “che, mirá, eso se puede hacer. Eso lo está haciendo un ser humano. Yo también soy un ser humano, yo también soy capaz de hacerlo”. Que vaya también a otros ámbitos, motivar a ver en mi la proyección de decir “che, que bueno vivir y hacer lo que a uno le gusta”, que eso yo creo que el 99% de la gente lo posterga, no cierto? Se piensa que hacer lo que le gusta, y a vivir de lo que le gusta es algo que tiene que ver con una minoría, o como una utopía y la verdad que no, es quebrar todas las barreras que a vos te imposibilitan llevar adelante tu vocación y dedicarse de lleno, y eso te traslada a todos los ámbitos de la vida. Gente que le toque por el deporte, a gente que le toque por la pintura, a gente que le toque por la música o por cualquiera otra actividad que quede alineadamente con el corazón, y con el bolsillo, obviamente. Así que trato de eso, generar esa imagen para invitar a la gente a hacer lo que le gusta.

¿Te sentís identificado con alguna vanguardia?

Me siento identificado con el surrealismo, que eso se puede ver en la mayor parte de mis obras, aunque trato de no copiarme y no ponerme ese rótulo “soy surrealista”. Volviendo a lo mismo, soy alguien que elige la calle para pintar y para aprender, porque por sobre todo estamos aprendiendo en la calle, no es que yo ya aprendí y salí a la calle a repetir mis obras. Yo sigo utilizando la calle para aprender, y como todo aprendizaje hay búsquedas, y en cada búsquedas hay encuentros y hay desechos. Hay veces que estoy contento con lo que pinto, y otras veces que por ahí maduro más una línea y empiezo a aburrirme y quiero experimentar cosas nuevas. Entonces es muy probable que en poco tiempo vaya cambiando la técnica, la línea y los temas. Hoy por hoy estoy relacionado con el surrealismo, pero me permito a hacer otra técnica como hiperrealismo, algo de abstracto y propuestas que tienen que ver más a lo lúdico.


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¿Cómo es tu metodología de trabajo, el proceso de inspiración?

Mi método de trabajo y proceso de inspiración tiene que ver con el trabajo de todos los días, con lo que te explicaba en la otra pregunta, pero sobre todo el proceso no empieza en el taller o en mi casa, encuentra una idea, un disparador, una propuesta pictórica, y luego ir a la calle a pintar. No, es al revés. Encuentro un lugar, una zona geográfica, elijo una pared o me dejo llevar por la pared que creo interesante y una vez que veo la pared veo qué imágenes me disparan en la cabeza para empezar recién ahí a trabajar en una propuesta. Esa propuesta tiene que estar siempre relacionada con el lugar, con la cantidad de gente, y con la características arquitectónicas del lugar y dimensiones para ver cómo se puede llegar a ver la obra, si desde lejos, desde un tren, caminando. Hay muchos factores que condicionan la propuesta, trato de estudiarlos todos y luego hacer una propuesta que se lea de todos lados, que le llegue a la mayor cantidad de gente, que dialogue bien con la gente que pasa por ese barrio en particular, que quizá la idiosincrasia del lugar es muy diferente a otro lado, entonces el proceso tiene ver con eso, desde el lugar hacia la obra.

¿Qué planes tenés para un futuro cercano?

Bueno planes para un futuro cercano es terminar todos los proyectos que tengo pendientes, para descansar y tomarme algunos meses para recluirme otra vez en el taller y retomar un poco la pintura de caballete, que hace mucho que no pinto, y también porque con esto de los ciclos tengo ganas de pintar indoor, así seguir estudiando, nutriéndome, y devolver otra vez a la calle nuevas propuestas pictoricas. Ahora estoy de gira, y nada, necesito ir al estudio para sacar cosas nuevas.

¿Pretendes transmitir algún mensaje o sensación específica a través de tus obras o preferís la libre interpretación de cada persona?

Depende el lugar, el proceso, todo. A veces trato de elegir mensajes más literales, que lleguen de una, o a veces simplemente me divierte el hecho de composiciones ambiguas, jugar con la libre interpretación y ver qué es lo que pasa. Me interesa mucho el feedback, qué es lo que le transmite a cada persona. Eso es lo más interesante, dar esas herramientas a la gente para que piense y pueda construir en su cabeza una historia disparada por mi obra, más que orientarlas hacia un mensaje. Esto se relaciona porque la calle está llena de mensajes. Hay una saturación terrible de mensajes, éstos mensajes son de orden imperativos, y son lo de la publicidad, entonces está bueno que los murales equilibren la balanza y al revés, te seduzcan para que lo veas y a la vez, te generen a vos, te de las herramientas para empezar a trabajar la cabeza y preguntarte vos “qué me quiso decir?”, más que obedecer a un mensaje de “qué comprar, qué vender, qué todo”. Así que bueno, sería como un respiro, un aire que encontramos en la calle. Y el otro mensaje que quiero transmitir es eso, que se puede trabajar y vivir de lo que a uno le gusta. Si uno es consciente, responsable y tiene la disciplina y la determinación para seguir su corazón uno puede hacer lo que quiera en esta vida.


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Bibliografía

Textos tomados de la bibliografía obligatoria:

• Aumont, J. (1992). La imagen. Buenos Aires: Paidós.

• Eco, Umberto (1993). Obra Abierta. Buenos Aires: Ariel.

• Marchán Fiz, S. (1997). Del arte objetual al arte de concepto: 1960-‐1974.

Epílogo sobre la sensibilidad "postmoderna". Antología de escritos y

manifiestos. Madrid: Akal.

Conceptos y teorías que sustentan el objeto de estudio:

• Entrevista realizada, de autoría propia, 22 de Junio, 2017

Referencias bibliográficas:

• Dawn Ades (1984). Dalí. Barcelona, Ediciones Folio.

• Gombrich (1992). Historia del arte. Ediciones Garriga.

• Diccionario Akal de Estética (1998). Madrid: Ediciones Akal, S.A.

Otras fuentes:

• Biografía Martín Ron: http://www.martinron.com.ar/

• Elarteporelarte.es

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