Invitación a la filosofía - CORE · Invitación a la filosofía 267 «fuentes» de la Historia de...

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Invitación a la filosofía 267 «fuentes» de la Historia de la Filosofía, desde un punto de vista que supe- ra el planteamiento meramente filológico de la cuestión y la aborda des- de una postura filosófica, que remite el problema al propio concepto de filosofía que se adopte. Para terminar, sólo nos queda resaltar la necesidad de la lectura de es- ta obra para todo aquel que desee adquirir un serio conocimiento del es- tado actual de la investigación en teoría y metodología de la Historia de la Filosofía. Julián CARVAJAL CORDON Martin Hollis, Invitación a la filosofía. Ed. Ariel. Barcelona, 1986. 220 págs. Iyaducción de Juan-Andrés Iglesias. Los libros que, como éste> se presentan a si mismos como invitacio- nes, intentan tomar de ellas al menos tres virtudes: la brevedad, la amabi- lidad y la persuación. Al mismo tiempo —no hace falta decirlo—> son li- bros dirigidos a lectores poco familiarizados con las materias que tratan, lo cual exige del ya iniciado, si es que se decide a leerlos> una predisposi- ción especial que lo aleje de su rutina crítica cotidiana. En no pocas oca- siones, la conjunción de estas circunstancias da lugar a resultados nefas- tos: bien porque el autor no las tiene suficientemente en cuenta, y sus buenas intenciones se pierden en argumentos inacabables> intrincados y aburridos; bien porque las toma al pie de la letra, y el producto queda ali- corto, zumbón e irremisiblemente trivial. Rigor y pedagogia son ingre- dientes tanto más difíciles de combinar cuanto que tienden a disolverse mutuamente; es más fácil disculpar el uno por el otro que dar satisfac- ción a los dos. Martin Hollis merece ser elogiado, en primer lugar, por salir airoso de este compromiso inicial. Su Invitación a la filosofía es un trabajo por lo general claro, asequible y> sobre todo> estimulante. Posee la capacidad de despertar la curiosidad del lector, pero también —y esto vale más— la de encaminarla en las direcciones más adecuadas. La segunda baza de Hollis es tan sencilla como efectiva: escribe con apasionamiento. Resuelto a predicar con el ejemplo, el autor invita a re- flexionar sobre preguntas que parecen provocar en él un interés conta- gioso, de modo que la falta de respuestas contundentes llega a convertir- se en un acicate de imprevisible poder. Hollis quiere mostrar que el atractivo de la filosofía radica en lo que exige de quien se decide a practi- carla, más aún que en lo que ofrece como corpus o disciplina de métodos y saberes. Es así cómo los problemas más arduos e irreductibles, formu- lados en un lenguaje comprensible> pueden convertirse también en los más excitantes.

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Invitación a la filosofía 267

«fuentes»de la Historiadela Filosofía,desdeun puntode vistaquesupe-ra el planteamientomeramentefilológico de la cuestióny laabordades-de unaposturafilosófica, queremiteel problemaalpropioconceptodefilosofía quese adopte.

Paraterminar,sólonosquedaresaltarlanecesidaddela lecturadees-ta obraparatodoaquelquedeseeadquirirun serioconocimientodeles-tadoactualdelainvestigaciónenteoríay metodologíadela Historiade laFilosofía.

JuliánCARVAJAL CORDON

Martin Hollis, Invitación a la filosofía. Ed. Ariel. Barcelona,1986. 220 págs.Iyaducciónde Juan-AndrésIglesias.

Los libros que,como éste>sepresentanasi mismoscomo invitacio-nes, intentantomarde ellasal menostresvirtudes:labrevedad,la amabi-lidad y la persuación.Al mismotiempo —no hacefalta decirlo—> sonli-brosdirigidos alectorespocofamiliarizadosconlas materiasquetratan,lo cual exigedelya iniciado, si esquesedecidealeerlos>unapredisposi-ción especialquelo alejede surutinacríticacotidiana.En no pocasoca-siones,la conjunciónde estascircunstanciasda lugara resultadosnefas-tos: bien porqueel autor no las tiene suficientementeen cuenta,y susbuenasintencionessepierdenen argumentosinacabables>intrincadosyaburridos;bienporquelastomaalpie dela letra, yelproductoquedaali-corto, zumbóne irremisiblementetrivial. Rigor y pedagogiason ingre-dientestantomásdifícilesde combinarcuantoquetiendenadisolversemutuamente;es másfácil disculparel unopor el otro quedar satisfac-ción alos dos.

Martin Hollis mereceserelogiado,en primerlugar,porsalirairosodeestecompromisoinicial. Su Invitación a la filosofíaes un trabajopor logeneralclaro,asequibley> sobretodo>estimulante.Poseelacapacidaddedespertarlacuriosidaddel lector,perotambién—y estovale más—la deencaminarlaen lasdireccionesmásadecuadas.

La segundabazade Hollis es tan sencillacomo efectiva:escribeconapasionamiento.Resueltoapredicarconel ejemplo,el autorinvita a re-flexionar sobrepreguntasqueparecenprovocarenélun interésconta-gioso,demodoquela falta de respuestascontundentesllegaaconvertir-se en un acicatede imprevisible poder. Hollis quieremostrarque elatractivode la filosofía radicaen lo queexigedequiensedecideapracti-carla,másaúnqueenlo queofrececomocorpuso disciplinade métodosy saberes.Esasícómolos problemasmásarduose irreductibles,formu-lados en un lenguajecomprensible>puedenconvertirsetambiénen losmásexcitantes.

268 M. Hollis

El libro se esfuerzapor poneren las manosdel lector un mapacon-gruentey articulado,no deunaprovinciadel saber,cerradaysometidaasuspropiasreglas,sinode un territorio vasto,fértil yde borrosasfronte-ras,mapaen elquedeliberadamentese subrayanlos conflictos,las apo-rías,las perplejidades.Estemodode abordarla cuestiónlleva aparejadoel riesgode ofrecer un panoramadesmembradoy caóticoque dejaríauna impresiónde fácil escepticismo.El objetivo deseable,no obstante,vendríaaserobtenerunadescripciónde la filosofía comoperpetuainda-gación, como disciplinamutable, versátil, sensiblea los cambiosde suentornosocialy humano...

Con esefin, Hollis planeaun hilo expositivocuidadosamentemedidoen el quese intentadar cabida,sinromperla economíadelesquemaini-cial, alos núcleostemáticosesencialesde la investigaciónfilosófica. Enestaelaboración,llamémosla«programática»,resideel mayorméritodellibro de bIlis, porsudificultady suriesgo,perode elladerivantambiénsusprincipalesdefectos.Porunaparte,el lectorinexpertopuedesentirsedesconcertadoen algunosmomentos—especialmenteen los primeroscapítulos—alno encontrarla manerade integrarlos datosqueva reci-biendo,lo quepodríahabersepaliadoconuna introducciónen la queelautorofrecieraunabreveexplicaciónde sus propósitos.En segundolu-gar,la preferenciapor las preguntasdesconcertantespuedevolverse,sinun contrapesosuficiente,un armade doblefilo.

Losnuevecapítulosde queconstael libro conformanun itinerario enel queel centrode interésva desplazándose,mediantetransicionesbienresueltas,desdela lógicay la teoría del conocimientohacia la filosofíamoraly política.Tal desplazamientoes fruto, no de la meraacumulacióntaxonómicade «materias»,sino de un verdaderoviaje filosófico en el quelos conceptosvanenriqueciéndoseporsímismosamedidaquese ilumi-nanbajo las diferentesperplejidadesquenos invitan apensar.De estemodo, la actividad filosófica va abriéndosepoco apoco aunarealidadcadavez mástangible>dondeel sujetode conocimientoocupadoen suspropiasinferenciasy en la organizaciónde susconocimientosda pasoalindividuo moral y social preocupadopor su forma de vida y su res-ponsabilidad.

Deacuerdoconsusintereses,Hollis seapoyasiempreen los aspectosparadójicosde cadaproblemay, sinagotarsusmúltiplessugerencias,losutiliza conhabilidadparair abriendonuevoscampos.Lasdificultadesre-lacionadasconla objetividaddel conocimientoterminanporconduciraunareflexión sobrela mente;peroel conceptognoseológicode «mente»essólo un instrumentoen manosdel filósofo> y comotal pierdesu sus-tancialidadcuandose lo examinaaisladamente.Suvacíovieneaserlle-nadopórél conceptomáscomplejode «persona»,que,lejosdedisiparlasbrumas,atraenuevosconflictosen relaciónconla filosofíamoraly polí-tica. Hollis siembraasíunalargaseriede incertidumbresqueson otrastantasinvitacionesparael lector.

Invitación a la filosofía 269

La filosofíaqueHollis nospintano sigueun cursolineal, sinoquetra-zacírculoscadavez másampliosen torno aun núcleoque—máso me-nosdisfrazado—seresumeen un soloepígrafe:lacomprensióndelhom-bre y del mundo. Esteha sido y sigue siendoel verdaderoasuntode lafilosofía, inclusocuandosuabstracciónparecealejarlade él, y aquelloscírculosnos sitúancadavez en un nivel superiorde comprensión,aun-quetambiénlos enigmassoncadavez máscomplejos:materiao mente,biología o moral, causalidado libre albedrío.El último capitulo insistesobrela persistenciade dos formasdistintasde pensarsobre los sereshumanos:el modelodeterministade la cajanegray el sujetolibre y per-sonal.Ambasseenfrentancon dificultades>perono conseguimosconci-liarlas.Unapreguntaabiertamásentrelas muchasquepueblanestaspá-ginasy que—de creeraHollis— indica quedebemosseguirbuscando.

La lecturade estaInvitación.., sugeriráalgunascríticasal especialistagravey erudito.En particular,elcapitulodedicadoala lógicaresultapo-co didáctico (cuirosamente,acausadel abusoal prescindirde tecnicis-mos) y empleaalgunasparadojasclásicasde un modoligeramentetram-poso.Por cierto que las insuficienciasde estecapitulosevenagravadasen la edición españolapor doserratasquepuedendespistaral princi-piante:en lapágina39, laslineas12 y 13 estánintercambiadas;en la pá-gina42, línea 41, dondedice«(2)Noq» debedecir«(2)q». Peroes innega-ble que Hollis casi siempreconsigueconservarcon las concesionesmínimase] equilibrio entrela exigenciay el interés.

Por lo quetocaaestaedición, apenasun añoposteriora la publica-ción del original inglés, sepresentaen unatraducciónmuy fluida y casisiemprecorrecta.Figuraal final un breveíndicede lecturasadicionalesclásicasy contemporáneas.Saltainmediatamentealavistaqueno setra-ta del índiceoriginal> sino deunaadaptación«ala realidadbibliográficade nuestromedio», comoadvieneel editor. Sin queestaprácticatenganadade reprochable,hubierasido de desear:primero, un criterio másdesinteresadoen laselecciónde bibliografíaen nuestroidioma;y segun-do, quelaadvertenciadeleditorfiguraraen el lugaradecuado,estoes>enunallamadaalprincipiodel índice,y no,comoen estecaso,escondidaenel comentariode la contraportada.Por lo demás>el libro seabrecon unprólogode FerránRequejoquesitúaaMartin Hollis en la líneade los fi-lósofospostmodernos,cosaqueno seráde muchaayudaparael lector.Requejoterminaproclamandoque«Sócratesha redescubiertoel poli-teísmo»,a Jo quesólo semeocurre contestardiciendoque,de serestocierto,Hollis no ha tenido absolutamentenadaquever conello.

Angel M. FAERNA