Itinerario Artístico de Kiko Arguello

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Desiderio Parrilla: el itinerario artístico de Kiko ArguelloPara comprender la evolución artística de Kiko Arguello, hace falta una introducción en la historia del arte sacro de mediados del siglo XX, el autor, ayuda a esta comprensión y a no confundir el estilo inicial de Kiko con la verdadera nueva estética que propone, basada en los cánones bizantinos

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  • Para comprender el itinerario artstico de Kiko Arguello

    Por Desiderio Parrilla

    Las primeras obras "religiosas" de Kiko Argello que han

    llegado hasta nosotros son parfrasis de los iconos o

    simplemente de los modelos de estampas devotas. Estas

    representaciones sacras sin embargo estn pasadas por el tamiz

    tcnico de las vanguardias del siglo XX. Se detecta una acusada

    influencia de la llamada "segunda escuela francesa", o nueva

    escuela francesa; lo cual no resulta sorprendente ya que muchos

    de estos autores colaboraron estrechamente con el padre Marie-

    Alain Couturier OP, (1897-1954) y fueron los responsables de la

    renovacin de arte sacro contemporneo.

    Influidos por el rupturismo del arte moderno, se percibe

    tambin en estos iconos iniciales una reaccin estilstica contra

    el "arte pompier", representado en Espaa por el historicismo

  • del nacionalcatolicismo, el pseudo-barroco suntuoso del

    tradicionalismo, el estilo Olot, el "sulpicianismo", etc. Esta

    rplica, sin duda abrupta, genera un arte sacro muy en la lnea

    del padre Couturier, que converta cada pieza artstica en una

    reliquia valiosa por s misma. La consecuencia de estos

    planteamientos deriv en un hermetismo elitista y en el

    culteranismo de un arte autoreferencial. Como tales, resultan

    obras individualistas, muy emocionales, ms adecuadas para la

    galera de arte o el museo que para el culto o la oracin en un

    templo catlico.

    El resultado es una manera arcaizante, con tendencia al

    primitivismo, que recupera as los recursos del arte parietal

    paleocristiano. Una tosquedad deliberada en la composicin, y

    un cromatismo estridente, re-expone los motivos religiosos

    clsicos segn los patrones de las nuevas corrientes surgidas

    del expresionismo europeo: Die Brcke, Der Blaue Reiter,

    Kirchner, Nolde, Ensor, Munch, Buffet, etc. Es fcil detectar

    reminiscencias de Franz Marc, Derain, Los colores carecen de

    brillo, slo manifiestan una materialidad bruta. Predomina as

    el mate en una paleta terrosa, donde impera el gris ceniciento,

    el contorno grosero y negro de figuras ocres, arcillosas,

    marcadas por el existencialismo y los recursos epigrficos.

    Los iconos religiosos de este perodo inicial son la aplicacin

    estricta del denominado "art brut", que abarca al Grupo CoBra y

    a infinidad de artistas independientes, que posteriormente

    desembocar en corrientes como el arte povera o el arte

    matrico. Kiko descompone en este perodo inicial, que llega

    hasta los aos 90, la tradicin iconogrfica, y reconstruye sus

    elementos constitutivos o formales desde la tcnica plstica del

    "outsaider art". Desde este punto de vista, como interpretacin

    estilstica, son obras meritorias, y bastaran por s solas para

  • reivindicar a Kiko como un pintor sobresaliente dentro del

    panorama artstico, a la altura de Emil Nolde, Rouault o

    William Congdon, pongamos por caso, y sin salirnos de la

    corriente que venimos desarrollando.

    Kiko reinventa la tradicin sacra desde los parmetros del post-

    expresionismo, o expresionismo lrico, lo mismo que Picasso o

    Braque deconstruyen la tradicin secular del bodegn, o el

    retrato, generando naturalezas muertas cubistas, bien analticas,

    bien sintticas. Estos iconos iniciales son el art brut aplicado al

    arte sacro. Hay quien denomina a esta corriente sub-

    expresionista, porque siendo heredera del expresionismo

    alemn, no resulta precursora del neo-expresionismo de los

    aos 70. La nomenclatura resulta muy adecuada tambin por su

    contencin expresiva y la autolimitacin en los elementos, por

    lo dems pobres y despreciables: priman las texturas sobre los

    colores, pero resultan texturas peras, que ahogan los pocos

    colores empleados, de una luminosidad por lo dems nula

    omuy apagada, y cuando los colores son vivaces conectan entre

    s de manera incongruente y chillona.

    En estas obras Kiko identifica el nuevo arte sacro segn los

    parmetros academicistas de Couturier, que sin duda conoci a

    travs de sus estudios universitarios en la Academia de Bellas

    Artes de San Fernando, pero sobre todo por la influencia del

    M.A.S. del padre Jos Manuel de Aguilar y Otermn OP (1912-

    1992), quien fue el introductor de esta renovacin en Espaa.

    Este planteamiento ir cambiando progresivamente: la nueva

    esttica no se identificar entonces con el arte, sino con el

    pueblo de Dios. La renovacin artstica ser una consecuencia,

    secundaria y derivada, de la renovacin del pueblo de Dios. El

    arte se renovar cuando surja de una comunidad renovada por

  • la belleza, a cuyo servicio se pone como diacona el oficio del

    artista sacro.

    De esta manera Kiko supera el academicismo del arte sacro sin

    caer en un academicismo de signo contrario. Escapa de esta

    manera a la apora del culteranismo en que Couturier haba

    encerrado al arte sacro, y que gener polmicas muy agrias

    desde los aos 50, (querella por el Cristo de G. Richier,

    esculturas de Oteiza vetadas para el Santuario de Aranzazu)

    y ha generado un grado de confusin notable en el panorama

    del arte eclesial. Couturier, a fin de superar un mal objetivo

    presente en la Iglesia introdujo a la Iglesia en un mal todava

    peor, si es que cabe. Frente al kitsch religioso propici el

    advenimiento de la marginalidad y el frikismo, el simple

    desconcierto en el mejor de los casos.

    El "art brut" como estilo rompa con el arte acadmico oficial,

    adicto al poder, que aunque utiliza tcnicas magistrales resulta

    a menudo falso y vaco de contenidos. En este sentido es anti-

    triunfalista, subraya la contingencia y precariedad del mundo

    por encima de sus aspectos esenciales. El pompier religioso

    tena, como todo academicismo, el objetivo de garantizar a los

    artistas una norma de calidad, dotndolos de un estilo pleno de

    simplicidad aunque tambin de grandiosidad, de armona y de

    pureza. Con este fin se afirmaba la necesidad de observar los

    siguientes principios: primaca del diseo sobre el color, la obra

    debe ser completa, los elementos deben guardar un equilibro,

    una proporcin y una luminosidad adecuada. El art brut rompe

    con estos criterios y los subvierte, recurriendo a su justo

    contrario: pinceladas burdas, abruptas, muy empastadas, junto

    a lavaduras y frotados erosivos de la superficie,

    incompatibilidad de texturas, composiciones desequilibradas,

    molestas, inacabadas, miserabilismo. Constitua como tal una

  • reordenacin de la tradicin precedente, un cambio de

    mentalidad. No era un fesmo, ya que pretenda obtener el

    predicado trascendental de la belleza ("pulchrum") y la

    consiguiente emocin esttica a partir de la racionalizacin pura

    de un mtodo plstico. Es una pintura figurativa, pero racional,

    pura, deshumanizada, que funciona con imgenes lo mismo

    que el dodecafonismo en msica funciona mediante sonidos. La

    belleza se lograba por el camino inverso pretendido por la

    tradicin clsica premoderna.

    Como forma de arte absoluto, o racional, el "art brut" tendi a

    un conceptualismo excesivo, que hizo depender la emocin

    esttica de la mediacin terica. Sin duda, son obras bellas

    consideradas racionalmente desde las mencionadas teoras

    estticas. Pero esta mediacin convierte estas obras en piezas

    elitistas, reservadas a una minora selecta que sabr apreciarlas

    porque se ha iniciado en dichas teoras estticas. El gusto

    esttico se despierta en el espectador suficientemente cultivado,

    cuando ste se encuentra en posesin de estas coordenadas, y se

    ha ejercitado convenientemente en ellas hasta adquirir la virtud

    de la sabidura. Al resto del pblico, no iniciado en estas

    virtudes dianoticas, les resultan obras evidentemente

    desagradables y feas. Sin embargo, no son obras iconoclastas, ni

    concesiones al fesmo irreverente o al nihilismo que rechaza la

    belleza. Pero hace depender la percepcin de esta belleza de

    unas condiciones excepcionalmente refinadas, que slo estn al

    alcance de las minoras selectas. Slo personas exquisitamente

    educadas podrn captar esa belleza, el resto las despreciaran

    como focos de fealdad sin serlo.

    Kiko superar progresivamente el error elitista de la renovacin

    sacra, segn el mismo reconoce, y culminar a partir de la

    dcada de los 80 cuando se consagre a la obra artstica al

  • servicio del hombre pobre y sin fe, al que Dios sale al paso a

    travs de la providencia del Camino Neocatecumenal, y el

    proyecto de Nueva Esttica

    Encabezamos este artculo con dos iconos: "La Virgen del

    Adviento" de 1968 y "El Buen Pastor" de 1982.

    Contemplndolos bajo este prisma es difcil no dejarse

    embargar por la belleza y su emocin esttica liberadora.

    Ciertamente, a nadie le tienen porqu convencer estas razones.

    Pero es la razn la que educa el gusto, que nunca es espontneo

    sino voluntario y una conquista de la libertad. El gusto no es

    una cuestin psicolgica, sentimental o emocional. El gusto no

    deriva de las pasiones sino del afecto, dicho segn la tradicin

    escolstica. Pero la afectividad es una voluntad virtuosa

    sometida a la prudencia, es decir, la razn.

    Y como es bien sabido, siempre habr gente con ms gusto que

    otros. Eso es bien sabido por todos. Slo el sabio con un gusto

    suficientemente educado reconoce lo bello donde est.