Jaime Osorio - Fundamentos Del Análisis Social

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCIIIMILCO Rectoría Dra. PATRICIA ELENA ACEVES PASTRANA Secretaría de Unidad Dr. ERNESTO SOTO REYES GARMENDIA División de Ciencias Sociales y Humanidades Lie. GERARDO ZAMORA FERNÁNDEZ DE LARA Departamento de Relaciones Sociales Dra. MARÍA DOLORES PARÍS POMBO Coordinación de Extensión Universitaria Lie. RENE AVILES FABILA JAIME OSORIO FUNDAMENTOS DEL ANÁLISIS SOCIAL La realidad social y su conocimiento Casa abierta al tiempo UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCHIMILCO FONDO DE CULTURA ECONÓMICA MÉXICO

Transcript of Jaime Osorio - Fundamentos Del Análisis Social

  • UNIVERSIDAD AUTNOMA METROPOLITANAUNIDAD XOCIIIMILCO

    RectoraDra. PATRICIA ELENA ACEVES PASTRANA

    Secretara de UnidadDr. ERNESTO SOTO REYES GARMENDIA

    Divisin de Ciencias Sociales y HumanidadesLie. GERARDO ZAMORA FERNNDEZ DE LARA

    Departamento de Relaciones SocialesDra. MARA DOLORES PARS POMBO

    Coordinacin de Extensin UniversitariaLie. RENE AVILES FABILA

    JAIME OSORIO

    FUNDAMENTOSDEL ANLISIS SOCIALLa realidad social y su conocimiento

    Casa abierta al tiempo

    UNIVERSIDAD AUTNOMA METROPOLITANAUNIDAD XOCHIMILCO

    FONDO DE CULTURA ECONMICAMXICO

  • Primera edicin, 2001Segunda reimpresin, 2005

    Osorio, JaimeFundamentos del anlisis social. La realidad social y

    su conocimiento / Jaime Osorio. Mxico : FCE, UAM/ Xochimilco, 2001

    176 p. ;21 x 13 cm (Colee. Sociologa)ISBN 968-16-6226-1

    1. Ciencias sociales Mtodos de investigacin2. Sociologa I. Ser II. t

    LC HM598 076 Dewey 301 O784f

    Comentarios y sugerencias: [email protected]. (55)5227-4672 Fax (55)5227-4694

    D. R. 2001, UNIVERSIDAD AUTNOMA METROPOLITANA, UNIDAD XOCHIMILCOCalzada del Hueso, 1100; 04960 Mxico, D. F.

    D. R. 2001, FONDO DE CULTURA ECONMICACarretera Picacho-Ajusco 227; 14200 Mxico, D. F.

    Se prohibe la reproduccin total o parcial de esta obraincluido el diseo tipogrfico y de portada,sea cual fuere el medio, electrnico o mecnico,sin el consentimiento por escrito del editor.

    ISBN 968-16-6226-1Impreso en Mxico Printed in Mxico

    PRESENTACIN

    Durante mis aos de estudiante de sociologa en Chile, a finesde los aos sesenta y comienzos de los setenta, la politizacin delos debates en torno a paradigmas y autores, que buscaba unarpida clasificacin entre "revolucionarios" y "reaccionarios",dificultaba la comprensin de las races tericas de las queemanaban las diferencias entre ellos. En ese contexto no siem-pre quedaban claras las aproximaciones y distancias entre los"tipos ideales" de Weber y el "proceso de abstraccin" enMarx; la consideracin de "los hechos sociales como cosas" deDurkheim y el empirismo, o entre el descubrimiento del indi-viduo de la modernidad y el individualismo metodolgico dePopper.

    No es que no se contara con cursos de filosofa y de metodo-loga. Los primeros reunan a estudiantes de diversas discipli-nas, pero, a pesar de ello, se movan en un terreno de difcilacceso para quienes no tuvieran una aproximacin almenos a Kant y Hegel, por lo que fuimos muchos los queganamos ms interrogantes que respuestas sobre los proble-mas debatidos. Los segundos, por lo general, quedaban con-finados a complicadas explicaciones sobre las bondades deuna encuesta, cmo alcanzar una muestra representativa ocmo definir indicadores. Es decir, reducan la metodologa alcampo de las tcnicas de investigacin.

    Los cursos de posgrado que curs daban por sentado que losque all nos encontrbamos contbamos con el conocimientode los elementos bsicos en materia de epistemologa, o bienlos consideraban innecesarios. Lo cierto es que no hubo espa-cio suficiente para abordarlos.

    Los varios aos de docencia me han demostrado que miexperiencia como estudiante no fue excepcional, sino msbien un asunto bastante generalizado, tanto en el nivel delicenciatura como en el de posgrado.

    La bibliografa disponible sobre epistemologa y metodolo-

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  • 8 PRESENTACIN

    ga para las ciencias sociales se mueve en un espectro bipolar:trabajos con una fuerte carga filosfica, de difcil compren-sin, por lo general escritos para expertos o para personas conuna slida formacin en ese terreno, y manuales mejores opeores en donde se termina ofreciendo "recetas" para hacertesis o resolver tcnicas de investigacin.

    No es fcil encontrar material bibliogrfico que funda eldebate de temas epistemolgicos con problemas centrales delas ciencias sociales. sta es la propuesta y la ventaja, si es quetiene alguna, de este libro.

    ste material, por tanto, no va dirigido a especialistas, sino aestudiantes de licenciatura y posgrado y a jvenes investigado-res que se enfrentan a preguntas elementales referidas a la epis-temologa y a cuestiones de mtodo en las ciencias sociales.

    Es comn que se considere importante aquello de lo queuno se ocupa, y quiz no escapo de ese designio. Sin embargo,espero haber abordado temas que ms all de mi inters pare-cen relevantes para futuros investigadores sociales.

    La mayor parte de los ensayos que conforman este libro fue-ron escritos entre 1997 y 1998, en momentos en los que impar-ta ctedra a estudiantes del rea de Relaciones de Poder yCultura Poltica del Doctorado en Ciencias Sociales de laUniversidad Autnoma Metropolitana, unidad Xochimilco,tanto de la sede de Mxico como de la de Quertaro. Las dis-cusiones con los estudiantes fueron un rico estmulo para nue-vas bsquedas a fin de aclarar ideas, as como para definir laforma de exposicin de las mismas.

    La revisin de algunos problemas epistemolgicos en el reade investigacin, Problemas de Amrica Latina, del Depar-tamento de Poltica y Cultura de la UAM-Xochimilco, entre1998 y 1999, me permiti mejorar la visin sobre algunos pun-tos, as como ampliar mis dudas sobre muchos otros.

    Algunos captulos que aqu se presentan fueron publicadoscomo artculos en revistas diversas. Partes del captulo I y delVII fueron publicadas en Acta Sociolgica nm. 24, septiembre-diciembre de 1998, Coordinacin de Sociologa, Facultad deCiencias Polticas y Sociales de la UNAM, Mxico, con el nom-bre "De totalidades y parcelas. Las ciencias sociales ante launidad de la realidad social".

    PRESENTACIN 9

    Una primera versin del captulo v fue publicada en Iztapa-lapa nm. 44, julio-diciembre de 1998, de la Divisin de Cien-cias Sociales y Humanidades de la unidad Iztapalapa de la UAM,con el ttulo "Estructuras, sujetos y coyuntura: desequilibriosy arritmias en la historia".

    l captulo VIII tuvo un adelanto de su versin definitiva enel ensayo "l malestar con la teora en las ciencias sociales",publicado en Metapolica nm. 13, vol. 4, enero-marzo de2000, en tanto el captulo ix fue publicado bajo el ttulo "Ac-tualidad de la reflexin sobre el subdesarrollo y la dependen-cia", en el libro La teora social latinoamericana. Cuestionescontemporneas, tomo v, Ediciones l Caballito-UNAM, coordi-nado por Ruy Mauro Marini y Margara Milln, Mxico, 1996.

    J.O.Tepepan, D. E, marzo de 2000

  • INTRODUCCIN: LOS COSTOSDEL POSMODERNISMO Y DE LA RUPTURA

    ENTRE LAS CIENCIAS SOCIALESY LA FILOSOFA

    En una poca en la que el discurso posmoderno da por senta-da la desvalorizacin de la teorizacin y le da vuelo a un relati-vismo discursivo en el que "todo se vale", e importa ms la es-ttica del discurso que su consistencia y capacidad explicativade la realidad, o en el que predominan los llamados a "ir a larealidad concreta", mistificando el dato, asumiendo una pos-tura empirista ingenua frente a la propia nocin de realidad,y otorgndole a la informacin un poder omnicomprensivo,este libro busca navegar a contracorriente.

    Frente al anuncio del derrumbe de los metadiscursos, el pos-modernismo ha terminado por crear el suyo, que da por senta-do que slo las visiones fragmentarias y la dispersin puedenofrecer respuestas, vlidas corno cualquiera otra, a un mundoen el que "todo lo slido se desvanece en el aire", un escenariovirtual de cambios vertiginosos en el que se asume no la trans-formacin sino la desaparicin de las estructuras societales.

    Como bien lo ha sealado la Comisin Gulbenkian, "veni-mos de un pasado social de certezas en conflicto, relacionadascon la ciencia, la tica o los sistemas sociales, a un presentede cuestionamiento considerable, incluyendo el cuestionamien-to sobre la posibilidad intrnseca de la certeza". Ms an,"es posible que estemos presenciando el fin de un tipo deracionalidad que ya no es apropiada para nuestro tiempo".1El caos, la incertidumbre, el azar, lo contingente, lo diverso,son elementos que toda nueva ciencia social debe conside-rar en su construccin. Hasta aqu es posible compartiralgunos diagnsticos presentes en ciertas visiones posmo-

    1 Immanuel Wallerstein (coord.), Abrir las ciencias sacales, Siglo XXI Edito-res, Mxico, 1996, p. 85.

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  • 12 INTRODUCCIN

    dernas, que empatan con aspectos de las modernas teorasdel caos.2

    Pero "esto de ninguna manera significa que pidamos elabandono del concepto de racionalidad sustantiva", comoreclaman los pensadores posmodernistas ms radicales, quie-nes adoptan como punto de partida la irracionalidad del mun-do social. Por el contrario, "el proyecto que sigue siendo cen-tral para los cientficos es la inteligibilidad del mundo",3 estoes, "ordenar un sistema de ideas generales coherentes, lgicoy necesario en cuyos trminos sea posible interpretar cual-quier elemento de nuestra experiencia".4

    La nocin de objetividad debe ser igualmente repensada.Pero el hecho de que toda visin del mundo sea una seleccinde realidad y de informacin no nos puede llevar a suponer quelas ciencias sociales se deben reducir "a una miscelnea de vi-siones privadas, todas igualmente vlidas",5 como gusta pre-gonar el relativismo posmodernista.6

    Por otra parte, en ciencias sociales el camino ms cortopara llegar a conocer no pasa por enfrentarse a la realidad sinms, como supone el empirismo ingenuo. Esta posicin eludela mediacin central referida a los problemas de cmo nosparamos frente a la realidad social, cmo la interrogamos,cmo leemos e interpretamos sus respuestas e incluso cmose construyen el dato y la informacin.

    Este libro ha sido concebido como una invitacin a pensary a reflexionar. A cuestionar las evidencias del sentido comn.A tomar la realidad con el cuidado que se merece. A conside-rar el propio proceso de construccin de los datos, de loshechos, como un problema terico y metodolgico. Que nohay datos dados de por s, ya que "todas las observaciones

    2 Vase N. Katherine Havles, La evolucin del caos. El orden dentro del de-sorden en as ciencias contemporneas, Gedisa Editores, Barcelona, 1998, yGeorge Balandier, El desorden, la teora del caos y las ciencias sociales, GedisaEditores, Barcelona, 1997.

    3 Wallerstein, op. cit., p. 86.4 A. N. Whitehead, Process and Reality, ed. corr., Macmillan, Nueva York,

    J978, p. 3, citado por Wallerstein, op. cit., p. 86.5 Wallerstein, op. cit., p. 100.6 En Contra el posmodernismo. Una crtica marxista, de Alex Callinicos, El

    ncora Editores, Bogot, 1993, se encuentra una excelente crtica a los funda-mentos filosficos de algunas de las principales corrientes posmodernas.

    INTRODUCCIN 13

    empricas estn necesariamente cargadas de teora y queincluso los actos ordinarios de percepcin, tales como el actode ver, de tocar, de or, estn profundamente condicionadospor nuestras conceptualizaciones previas".7 En definitiva, "haymucho ms que ver que lo que entra por el ojo".8

    Este tipo de reflexiones son cada vez ms escasas en lasescuelas y facultades que se dedican al estudio de las cienciassociales y tienden a quedar relegadas a las escuelas de filosofa.De esta forma se abandona un aspecto clave de la formacincrtica de quienes se dedican a pensar sobre los problemas so-ciales, como poner en discusin los supuestos tericos y meto-dolgicos, cmo se construyen teoras y paradigmas; por qustos privilegian ciertas dimensiones del anlisis; descifrar loshorizontes de visibilidad que aqullos construyen; responderpor qu iluminan ciertas franjas de la realidad, cules quedanocultas y las consecuencias que se derivan de esta situacin.

    A la larga, filsofos y cientistas sociales pierden. ste es unoms de los costos provocados por la forma que han asumido lasdivisiones disciplinarias en la academia a lo largo del siglo xx.

    Si hay alguna base que debe ser comn entre cientistas so-ciales es justamente la problematizacin que ofrece el tratamien-to de temas como los aqu abordados. Independientemente desu procedencia disciplinaria, un antroplogo, un economistao un cientista poltico pueden dialogar acadmicamente sobreel piso que proporciona la formacin terico-epistemolgicay metodolgica. No es, por tanto, un tema ms en los estudios.Es un tema bsico, que hace posible una comunicacin querebasa las fronteras disciplinarias en ciencias sociales. Haceposible, en definitiva, la transdisciplinariedad.

    sta es quiz una de las bases ms slidas para "abrir lasciencias sociales"9 y romper con la camisa de fuerza queimponen las actuales barreras disciplinarias. Tambin permiteromper con los reduccionismos que "amarran" la reflexin ya

    7 Mark Blaug, La metodologa de la economa, Alianza Universidad, Madrid,1985, p. 61.

    8 N. R. Hanson, Pattern of Discovery, Cambridge University Press, Cambridge,1965, citado por M. Blaug, op. cit., p. 61.

    9 Esta feliz expresin que da ttulo al informe de la Comisin Gulbenkian,coordinada por Immanuel Wallerstein, es retomada en varias partes de estelibro. Vase Wallerstein, op. cit.

  • 14 INTRODUCCIN

    sea a las visiones holsticas, macro o pinamente estructurales,o a su contraparte, las visiones parcelarias, micro y de lossujetos, y que traban la movilidad de una a otra direccin.

    Pensar en la realidad es un asunto complicado. Y muchoms si pensamos en ella como una unidad mltiple y compleja.Este libro desglosa una serie de problemas claves y cada ca-ptulo trata un tema especfico a efecto de simplificar el trata-miento y la comprensin de esa complejidad.

    El primer captulo tiene como tema central la nocin detotalidad y las consecuencias de asumir o rechazar la posibi-lidad de conocerla. La revisin de las posiciones de Weber,Popper y Marx nos ayudan a clarificar los nudos gordianos deesa discusin.

    Las dimensiones con las cuales podemos descomponer latotalidad a efecto de analizarla, entindanse espesores o ca-pas, tiempo y espacio, constituyen el problema que se abordaen el segundo captulo, por lo cual se les desglosa, proceso quebusca, entre otros objetivos, distinguir la capacidad de movili-dad de los paradigmas en las diferentes dimensiones.

    La articulacin de las dimensiones en los cuerpos tericos yel hincapi en alguna de ellas permiten la construccin de ca-tegoras diversas. En el captulo III se analiza la nocin deestructura desde los criterios recin enunciados y las particu-laridades que presenta en el cuerpo conceptual de Braudel,Wallerstein y Marx.

    El captulo IV se aboca a un debate clsico: la relacin entreestructuras y sujetos y propone una lnea de solucin que rom-pa con la polarizacin de paradigmas estructurales o paradig-mas referidos al sujeto. Como base de esa propuesta se dedicaun espacio particular a la caracterizacin de la nocin de co-yuntura.

    El tema de las unidades de anlisis de lo social constituye elasunto central discutido en el captulo v. Por qu el individuocomo unidad irreductible? Por qu las relaciones sociales, o lasociedad o el sistema social? Por qu el sistema-mundo o porqu los estados-nacin? El anlisis del individualismo meto-dolgico y los encuentros y desencuentros entre la teora desistemas y el marxismo son algunos de los aspectos abordadospara desbrozar el camino.

    INTRODUCCIN 15

    Los problemas de articulacin de la totalidad social consti-tuyen el tema central abordado en el captulo VI. El tratamien-to de este asunto se realiza a la luz de la nocin de clases so-ciales y sus diferencias con la teora de la estratificacin.

    El captulo VII busca elementos para comprender por qu lasciencias sociales adquirieron las formas disciplinarias que hoyconocemos, al tiempo que se discute cmo entender los llama-dos a realizar estudios que rompan con aquellas fronteras.

    El captulo VIII aborda la tendencia posmoderna que buscamarginar la teorizacin en las ciencias sociales. Este asunto seencuentra presente en las exigencias por hacer de las cienciasnaturales un modelo para las ciencias sociales, as como en losque profetizan la disolucin de la sociologa, en tanto rama dela literatura contempornea. Tambin se discuten las posicio-nes posmodernas que proclaman (nuevamente) la muerte delos clsicos ante una realidad que, frente a la vorgine de loscambios actuales, habra vuelto obsoleta la reflexin de "los vie-jos problemas sociales", as como cualquier libro que estfechado en aos recientes.

    El ltimo captulo (ix) busca aterrizar algunos de los proble-mas terico-metodolgicos antes revisados en el texto, en elanlisis de Amrica Latina, con particular hincapi en su ca-racterizacin como regin dependiente y subdesarrollada,categoras que, a pesar de tener algunas dcadas de haber sidoformuladas (y con el perdn de los posmodernistas), se refie-ren a problemas que siguen teniendo, a mi parecer, totalvigencia.

    El lector puede ir de manera directa a cada captulo deacuerdo con su inters, porque la exposicin ha sido pensadacomo una unidad en s misma. Sin embargo, se puede aprove-char mejor el material del libro si se leen los dos primeroscaptulos, que abordan los asuntos ms generales, y en los quese encontrarn elementos que harn ms comprensibles lostemas abordados en los captulos posteriores. Para quien de-see profundizar en los temas aqu abordados, se incluye al fi-nal de cada captulo la bibliografa empleada.

  • I. LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDADCOMPLEJA

    1. QU Y CMO CONOCER EN CIENCIAS SOCIALES

    Si bien reconoce que existen diferencias de objeto entre cienciasnaturales y ciencias sociales, el positivismo comteano planteaen los hechos una lnea de continuidad en materia de conoci-miento, en tanto, de acuerdo con "la perspectiva de la poca, lasociedad y las instituciones sociales se consideraban como par-te de un universo natural, nico y regido por leyes".' Por tanto,las reglas del conocimiento de las ciencias sociales son idnticasa las de las ciencias naturales: se trata de alcanzar las regulari-dades, "naturales" e "inmutables", que rigen la vida social.2 Deall la idea de hacer de la sociologa una "fsica" social.

    Esta postura es rechazada por Max Weber y Carlos Marx,aunque no por las mismas razones, por lo cual discrepan enpuntos fundamentales en sus estrategias de conocimiento.

    Weber considera que las vas para conocer de las ciencias his-trico-sociales son especficas, diferentes a las de las cienciasnaturales. Conviene tener presente que la propuesta weberianade conocimiento busca una solucin a aquel problema teniendoenfrente tres grandes rivales: el historicismo alemn, por un la-do, y el positivismo y la filosofa especulativa por otro. Frente alprimero, que desecha la idea de hacer de la ciencia una bsquedade tendencias generales, ante la creatividad inagotable de la vida y

    1 Goran Therborn, Ciencia, clase y sociedad. Sobre la formacin de la socio-loga y del materialismo histrico, Siglo XXI Editores, Madrid, 1980, p. 218.

    2 Las nuevas propuestas epistemolgicas rechazan "la distincin ontolgicaentre los seres humanos y la naturaleza, distincin que forma parte del pen-samiento moderno por lo menos desde Descartes". Por ello se parte del "reco-nocimiento de que aunque las explicaciones que podemos dar de la estructu-racin histrica del universo natural y d la experiencia humana no son enningn sentido idnticas, tampoco son contradictorias y ambas estn relacio-nadas con la evolucin". Vase Immanuel Wallerstein (coord.). Abrir las cien-cias sociales, Siglo XXI Editores, Mxico, 1996, pp. 84-86.

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  • 18 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    lo irrepetible de los hechos histricos, Weber opone la necesi-dad de establecer legalidades de las regularidades sociales y asconstruir explicaciones causales. Ante el positivismo, por otraparte, que enfatiza la conversin de las ciencias sociales en cien-cias regidas por leyes generales, pero consideradas como leyes"naturales", y ante la especulacin de la filosofa que buscaesquemas interpretativos universales, pero metafsicos, Weberopone la comprensin cientfica de fenmenos singulares.

    En esa tensin se dibuja "un punto medular de la concep-cin weberiana, pues su programa de reflexin metodolgicadescansa fundamentalmente [...] en el tenaz esfuerzo por re-lacionar lo tajamente separado en su tradicin: comprensiny explicacin".3 Es as como Weber llega a la definicin de la ex-plicacin comprensiva como el camino especfico de las cien-cias histrico-sociales.4

    En la definicin de las particularidades del conocimiento deesas ciencias Weber abreva y al mismo tiempo toma distan-cia en los planteamientos de algunos de los principales auto-res que dieron vida al Methodenstreit, el debate sobre el mtodoy alcances de las ciencias sociales que tuvo lugar en Alemaniaen la ltima parte del siglo XIX y comienzos del xx.

    Wilhelm Dilthey introduce en aquella discusin la distin-cin entre ciencias del espritu, que tienen como tarea central"comprender" (Verstehen), y ciencias de la naturaleza, en lasque su tarea central es "explicar" (Erlebnis). El investigadorsocial forma parte del objeto que estudia, la sociedad, lo queplantea una diferencia con el investigador de ciencias natura-les, para el cual el objeto de estudio es externo. Por esta rela-cin de internalidad, "el hombre puede comprender su mundo[...] porque forma parte de l y lo capta desde adentro".5

    3 Manuel Gil Antn, Conocimiento cientfico y accin social. Critica episte-molgica a la concepcin de ciencia en Max Weber, Gedisa Editores, Barcelona,1997, p. 47.

    4 Para Goran Therborn, el Verstehen (comprensin) de Weber viene de laeconoma marginalista, la cual "parte del actor individual que calcula cmoalcanzar sus fines con medios escasos y busca, por tanto, lo que puede llamar-se una comprensin explicativa de las regularidades del mercado". VaseTherborn, op. cit., p. 294.

    5 Pietro Rossi, Introduccin, en Max Weber, Ensayos sobre metodologa so-ciolgica. Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1973, 7a. reimp., 1993, p. 16.

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 19

    Weber, siguiendo a Dilthey, agregar que las ciencias histri-co-sociales, en tanto se ocupan de procesos humanos, son"interpretables", esto es, permiten alcanzar el sentido de lasacciones, con lo cual ofrecen un plus respecto a las cienciasnaturales.6 Pero Weber se aparta de Dilthey en tanto no buscaalcanzar la comprensin ubicndose en la "experiencia vivida",algo as como una postura psicolgico-hermenutica, sino conbase en un conocimiento racional del mundo humano, crean-do los instrumentos metodolgicos y conceptuales para captarel "sentido de la accin".

    Qu es posible conocer en las ciencias sociales? La distincinestablecida por Wilhelm Windelband entre ciencias idiogrficas,"orientadas hacia la determinacin de la individualidad dedeterminado fenmeno", y ciencias nomotticas, "orientadashacia la construccin de un sistema de leyes generales",7 plan-tea una respuesta que sigue dividiendo a los cientistas sociales.

    Las ciencias histrico-sociales deben ser nomotticas comopostula el positivismo, o deben quedarse atrapadas en la indi-vidualidad y lo especfico, renunciando a explicaciones gene-rales, como postula el historicismo?

    La relacin entre lo general y lo particular se ha presentadocomo opciones irreconciliables en muchos momentos de lahistoria de las ciencias sociales: "De la ley no podemos llegarpor deduccin al acontecimiento individual, as como delacontecimiento no podemos llegar a la determinacin de leyesgenerales".8 As, "ley y acontecimiento permanecen como lti-mas e inconmensurables grandezas de nuestra representacindel mundo".9

    La solucin weberiana, como en muchos otros aspectos, ter-minar por no aceptar la dicotoma anterior, ofreciendo unasolucin que, sin renunciar al inters por lo particular, no seniega a buscar regularidades y legalidades.

    En el planteamiento weberiano las ciencias naturales y lashistrico-sociales no se distinguen entre s por la presencia o

    6 Este aspecto lo desarrolla Manuel Gil Antn, op. cit.7 P. Rossi, op. cit., p. 14.8 Nora Rabotnikof, Max Weber: desencanto, poltica y democracia, Instituto

    de Investigaciones Filosficas, Universidad Nacional Autnoma de Mxico,Mxico, 1989, p. 64.

    9 P. Rossi, citado por N. Rabotnikoff, op. cit., p. 64

  • 20 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    ausencia del saber nomolgico, sino por "la diversa funcin"de este saber en unas y otras: "lo que en la(s) primera(s) es eltrmino de la investigacin, en las segundas, en cambio es unmomento provisional de ella".10 Al fin que, como seala We-ber, "el conocimiento de las leyes sociales no implica conoci-miento de la realidad social, sino, antes bien, [es] uno de losdiversos medios auxiliares que nuestro pensamiento empleacon ese fin".11

    En materia de conocimiento se trata entonces de alcanzarlas uniformidades de los procesos histrico-sociales, a fin deformularlos como "reglas generales del devenir" y as "lograrla explicacin de los fenmenos en su individualidad".12 Logeneral y lo particular constituyen, por tanto, momentos en elproceso de aprehensin de la realidad.

    Marx busca establecer las regularidades que expliquen lavida social, pero considera esas regularidades como una "cons-truccin social", por lo cual entiende que son creadas por loshombres, al igual que las sociedades, que son histricas, mu-tables con el tiempo y, lo ms importante, posibles de ser trans-formadas por la accin humana, en contra de la idea positivis-ta de la existencia de leyes naturales e inmutables.

    La bsqueda de leyes sociales generales que permitan expli-car el devenir histrico y los movimientos de las sociedadesforma parte en Marx de un esfuerzo para alcanzar, a su vez, lacomprensin y la explicacin de procesos particulares y concre-tos en los que confluyen mltiples determinaciones. As, paradecirlo en el lenguaje propuesto por Windelband, lo nomotti-co y lo idiogrfico estn estrechamente enlazados en la pro-puesta marxista, por lo cual no constituyen polos que se repe-lan, sino momentos en el camino del conocimiento.

    En definitiva, el recurso de conocer reclama pasar del cono-cimiento nomottico al idiogrfico y viceversa, en rutas abier-tas de ida y vuelta. De all que, a contrapelo de lo destacadoanteriormente, ley y hecho singular no son polos irreductibles.Su imbricacin parece constituir un requisito del conocimiento.

    10P. Rossi, op. cit.,p. 6411Max Weber, Ensayos sobre metodologa sociolgica, Amorrortu Editores,

    Buenos Aires (1973), 4a reimp., 1993, p. 70.12Ibidem, p. 26.

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 21

    Si bien Marx y Weber sintetizan en sus proyectos cognosci-tivos lo idiogrfico y lo nomottico, estos conocimientos tie-nen en ambos un papel diferenciado. Para Weber se trata dealcanzar el conocimiento de regularidades probables, com-prensibles por sus motivos y el sentido de sus actores. sta esla clave de la explicacin comprensiva, la tarea distintiva de lasciencias socio-histricas.

    En esta tarea, un camino es la utilizacin de tipos ideales.Importa destacar que la nocin de tipos ideales "no debe con-fundirse con ejemplaridad o deber ser: son ideales en un senti-do puramente lgico", y que tampoco es un "promedio resul-tante de un cmulo de observaciones: si as fuera, su origen sehallara en la experiencia". Es ms bien "un realce unilateralde elementos que derivan de nuestro inters cognitivo",13 res-pecto del cual, aade Weber, "la realidad es medida y compara-da a fin de esclarecer determinados elementos significativosde su contenido emprico" y con los cuales "construimos cone-xiones a las que nuestra fantasa disciplinada y orientada envista de la realidad, juzga adecuadas".14

    En defintiva, los tipos ideales permiten construir conceptosgenerales, pero para comprender procesos particulares. "Enefecto, [el] fin de la formacin de conceptos tpico-ideales esen todas partes obtener ntida conciencia, no de lo genrico, si-no, a la inversa, de la especificidad de fenmenos culturales."15

    De esta forma, en la propuesta weberiana el conocimientonomottico se encuentra subordinado al conocimiento idio-grfico, si bien se supone que ambos constituyen componen-tes del quehacer cientfico.

    La estrategia de transformacin de la realidad social presen-te en Marx demanda conocer las reglas generales que rigen los

    13 M. Gil Antn, op. cit., pp. 62 y 63 (cursivas en el original).14M. Weber, op. cit., p. 82 (cursivas en el original).15 Ibidem, p. 90 (cursivas en el original). En su obra mayor, Weber establece

    distinciones entre la sociologa y la historia en torno a los conocimientos ge-nerales y particulares. As seala que "la sociologa construye conceptos-tipo[...] y se afana por encontrar reglas generales del acaecer. Esto en contraposi-cin a la historia, que se esfuerza por alcanzar el anlisis e imputaciones cau-sales de las personalidades, estructuras y acciones individuales consideradasculturalmente importantes". Vase Economa y sociedad, Fondo de CulturaEconmica, Mxico, 1944, p. 16 (las primeras cursivas son del autor).

  • 22 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    movimientos generales de aqulla, pero, a su vez, exige desen-traar las especificidades de momentos y procesos particu-lares. Desde esta perspectiva, si consideramos algunos hitosde sus obras, tendramos que decir que el prlogo de Contribu-cin a la crtica de la economa poltica (en la que se formulauna visin general de las transformaciones societales), El capi-tal (en que se analizan las particularidades del capitalismo) yEl 18 brumario de Luis Bonaparte (anlisis de una situacinhistrica particular de una sociedad capitalista) constituyenniveles diferenciados, pero integrados, de un mismo esfuerzo deconocimiento. 16

    Aqu tenemos que lo idiogrfico se encuentra subordinadoa lo nomottico, pero no en el sentido de que el conocimiento delo general resuelve el conocimiento de lo particular, sino que lasespecificidades de este ltimo alcanzan inteligibilidad dentrode un campo de interpretacin global.17 Todo esto nos remiteal problema de la totalidad. Qu nocin de totalidad preva-lece en uno y otro discurso?

    2. WEBER, POPPER Y MARX: VISIONES SOBRE LA TOTALIDADY EL CONOCIMIENTO

    Si por totalidad entendemos la suma de todos los fenmenos yacontecimientos, con lo cual es asimilada a la de completud, es-to supone de entrada desechar la posibilidad de conocerla. Frentea una realidad infinita, el conocimiento siempre se enfrenta alimitaciones, ya que no existe conocimiento capaz de abarcar-lo todo. "Cualquier conocimiento conceptual de la realidadinfinita por la mente humana finita seala Weber descan-sa en el supuesto tcito de que slo una parte finita de esta rea-lidad constituye el objeto de la investigacin cientfica, parte

    16 La primera y la ltima obra pueden verse en C. Marx y F. Engels, Obrasescogidas, tres tomos, t. I, Editorial Progreso, Mosc, 1980. Para El capital,puede consultarse la edicin del Fondo de Cultura Econmica, tres tomos,Mxico, 1946.

    17 Se trata de conocer las particularidades de los rboles a partir de unavisin del bosque. El conocimiento del bosque no debe ser un obstculo paracaptar la especificidad de cada rbol. A su vez, los rboles no nos deben impe-dir "ver" el bosque.

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    que debe ser la nica 'esencial' en el sentido de que 'merece ser-conocida'."18

    Weber se aproxima en este terreno al historicismo alemn,para el cual "es necesario renunciar desde el principio a todapretensin totalizadora, al intento de abrazar en un nicomovimiento total la realidad entera".19 Una pretensin de estanaturaleza sera propia de la filosofa de la historia, tipo he-geliana, y se ubicara en la especulacin y en la metafsica,pero no en las ciencias histrico-sociales.20 Por ello, "conWeber nos instalamos explcitamente en la dimensin de lofragmentario, de lo parcial, de lo finito", afirma Rabotnikof.21

    Karl Popper comparte esta perspectiva. Su rechazo a la pro-puesta de una totalidad posible de ser conocida se apoya en lavisin de una realidad sin lmites. Por ello, "si queremos estu-diar una cosa, nos vemos obligados a seleccionar ciertos as-pectos de ella. No nos es posible observar o describir un trozoentero del mundo o un trozo entero de la naturaleza". Totali-dades as concebidas "no pueden nunca ser objeto de ningunaactividad cientfica".22

    Si no podemos acceder a una visin global de la organiza-cin societal, qu determina el corte que el investigador reali-za sobre la realidad para separar un fragmento de la misma,aquella que "merece ser conocida"? Apoyndose en las formu-laciones de Heinrich Rickert, Weber sostendr que son losvalores del investigador los que permiten privilegiar un deter-minado aspecto de la realidad, definir una parcela de cono-

    18 M. Weber, op. cit., p. 62 (cursivas en el original).19 N. Rabotnikof, op. cit., p. 75.2 0 Ya hemos visto, en todo caso, que Weber toma distancias del historicismo

    al reclamar la necesidad de establecer regularidades generales en las cienciashistrico-sociales.

    2 1 Ibidem. El peligro de una reflexin global y general que pudiera alejarnosde la realidad no se resuelve con el privilegio a lo singular o lo inmediato. Conrazn I. Zeit l ing seala que "podra replicarse a Weber que ir en busca de lariqueza caracterstica de determinada realidad cultural puede convertirsetambin en una trampa, al impedirnos ver el bosque por causa de los rboles;y si se extrema esa bsqueda, puede ser tan infecunda y ciega como las abs-tracciones de alto nivel". Vase su Ideologa y teora sociolgica, AmorrortuEditores, Buenos Aires (1970), 4a reimp., 1979, p. 134.

    22 Karl Popper, La miseria del historicismo, Alianza-Taurus, Madrid, 1973,4a reimp., 1992, p. 91. sta es la primera, de dos visiones de totalidad, quePopper califica de "holismos", op. cit., p. 90.

  • 24 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 25

    cimiento. El relativismo en materia de conocimiento alcanzaas fundamentacin terica: no hay posibilidad de conoci-mientos de la totalidad y son los valores de los investigadoreslos que establecen las franjas que se privilegian. Por tanto, nohay criterios para definir qu conocimientos son ms decisi-vos que otros para explicar la realidad social.

    Pero la relacin con valores no excluye la objetividad delconocimiento. Una vez establecido un ngulo de mira y laseleccin de ciertos fenmenos, de acuerdo con valores, sedebe seguir posteriormente un riguroso camino de investiga-cin. Es este proceso el que otorga validez al conocimiento.Con este planteamiento Weber termina acotando la posicinde Rickert, para quien los valores, como universales, validanno slo "la parcela" que se debe conocer, sino tambin el cono-cimiento, asumiendo as una impronta metafsica.

    Marx comparte con Weber la idea de una realidad infinita,imposible de ser aprehendida en todas sus dimensiones y acon-tecimientos. Pero discrepa de este ltimo en su visin del cono-cimiento general de la realidad. A pesar de su heterogeneidad yde ser infinita, la realidad social tiene un orden, o mejor an,tiene varios rdenes, unos inmediatos, perceptibles a simplevista, por lo general engaosos, y otros ms profundos, que esnecesario construir y desentraar. En definitiva, la realidadest estructurada y una de las tareas del conocimiento es des-entraar esa organizacin, as como definir sus legalidades.

    Conocer, por tanto, no es poder explicarlo todo ni aprehenderlotodo, ya que el conocimiento se encuentra limitado ante una rea-lidad sin lmites que se recrea da tras da. Conocer es un esfuerzoque se encamina a desentraar aquellos elementos que estructu-ran y organizan la realidad social y que permiten explicarlacomo totalidad. Es, por tanto, necesario distinguir entre totali-dad y completud. La totalidad es lo que organiza una realidadinfinita. El conocimiento puede, por tanto, formular una expli-cacin de la totalidad, pero nunca alcanzar la completud.23

    Al igual que Weber, Marx tambin discute con la filosofa dela historia en cuanto a sus formulaciones metafsicas y especu-

    23 Edgar Morin formula este trmino casi de pasada, por lo cual no alcanzaun estatuto terico en el paradigma por l construido. Vase su Introduccinal pensamiento complejo, Gedisa Editores, Barcelona, 1998, p. 142.

    lativas sobre la totalidad. Por ello, seala que "en Hegel ladialctica anda de cabeza. Es preciso ponerla sobre sus piespara descubrir el grano racional encubierto bajo la cortezamstica".24 En prrafos anteriores, Marx resume sus diferen-cias con Hegel as:

    Mi mtodo dialctico no slo es en su base distinto del mtodo deHegel, sino que es directamente su reverso. Para Hegel, el procesodel pensamiento, al que l lo convierte incluso, bajo el nombre deidea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo (creador) de lo real,y lo real su simple apariencia. Para m, por el contrario, lo ideal noes ms que lo material transpuesto y traducido en la cabeza delhombre.25

    Poner a Hegel de pie implicaba la construccin de una pro-puesta explicativa que no arrancara de cmo los hombres se vena s mismos, sino de cmo los hombres son. De una propuestaespeculativa pasa entonces a una propuesta materialista.26

    La visin nomottica de Marx difiere de la de Weber, enton-ces, en que considera posible una explicacin de la totalidad(que no de la completud) social, y en que dicha explicacin, enun estadio determinado del desarrollo de las ciencias, puedetener mayor validez que otras. Si es posible una propuestaexplicativa de la totalidad social, si la totalidad no es indife-renciada (que privilegia la idea de que "todo tiene que ver contodo"), sino estructurada y jerarquizada (se reconoce que "to-do tiene que ver con todo", pero no de igual manera, y se re-calca que algunos elementos son ms significativos que otrosen su estructuracin), esto implica reconocer que hay explica-

    24 C. Marx, "Palabras finales a la segunda edicin alemana del primer tomode El capital de 1872", Obras Escogidas, tres tomos, Marx-Engels, EditorialProgreso, Mosc, 1980, tomo II, p. 99.

    25 dem.26 Cmo los hombres hacemos his toria?, se pregunta Marx. Y seala que "la

    primera premisa de toda existencia humana y tambin [...] de toda historia,es que los hombres se hallen, para 'hacer historia', en condiciones de podervivir. Ahora bien, para vivir hacen falta ante todo comida, bebida, vivienda,ropa y algunas cosas ms. El primer hecho histrico es, por consiguiente, laproduccin de los medios indispensables para la satisfaccin de estas necesi-dades, es decir, la produccin de la vida material misma..." La ideologa ale-mana, Obras Escogidas, en tres tomos, Marx-Engels, Editorial Progreso,Mosc, 1980, tomo i, p. 26.

  • 26 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    ciones que dan cuenta de ms procesos de la totalidad social yde mejor manera que otras, lo que cuestiona el relativismo enmateria de conocimiento presente en la propuesta weberiana.

    La propuesta marxista de interpretar la totalidad enfrenta loque considera un error doble: el del empirismo, que cree cono-cer formulando leyes generales sobre simples regularidadesobservadas, y en las que las teoras resultaran por simpleinduccin, y el de la filosofa especulativa que explica el deve-nir de la humanidad a partir de cmo los hombres se ven a smismos.

    El espacio en que se superan las limitaciones del empirismoy las especulaciones de la filosofa es ms ubicable si entende-mos que adems de las "leyes empricas" existen "leyes expli-cadas por una teora". Las primeras "se basan en la aplicacinde construcciones operativas con el fin de describir, por sumedio, las regularidades", en tanto las segundas "implicanotro nivel de interpretacin, pues en este caso se atribuyen alos objetos las relaciones necesarias establecidas en las cons-trucciones tericas".27

    La elevacin de lo inmediato o de la simple recurrencia parapasar a la deduccin por la va de formular categoras ordena-doras generales es un camino desarrollado tambin en lasciencias naturales.

    En su reflexin epistemolgica [Einstein] advierte que el ir msall del origen exclusivamente experiencial de los elementos bsi-cos de las teoras, reconociendo la actividad creativa del sujeto noconduce necesariamente a la metafsica y que es as como debeproceder la ciencia, que no de otra forma actan Newton y l mis-mo al desarrollar sus teoras fsicas.

    Ms an,

    las teoras [...] segn Einstein, no son simples representaciones delos hechos, sino estrategias creativas, no derivables directamentede la experiencia, que producen, sin embargo, lo que llama "elmilagro" de su aplicabilidad como sistemas ordenadores e inter-pretadores de las relaciones entre los fenmenos".28

    27 M. Gil Antn, op. cit., pp. 206-207.28 Ibidem, p. 220.

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 27

    ...

    Las teoras y los paradigmas, en definitiva, en contra de lasideas empiristas, son mucho ms que simples generalizacio-nes formuladas a partir de experiencias. Constituyen propues-tas de organizacin de la realidad que no excluyen intuiciones,chispas creativas ni visiones generales del mundo.29

    Popper argumenta en este sentido cuando indica que "lasteoras no son el resultado de descubrimientos 'debidos a laobservacin', pues la misma observacin est guiada por la teo-ra".30 Con esto toma distancia del empirismo que formula elmtodo inductivo como el camino de la ciencia. "La induc-cin, es decir, la inferencia basada en muchas observacionesseala es un mito." Y agrega que "el procedimiento real dela ciencia consiste en trabajar con conjeturas: en saltar a con-clusiones, a menudo, despus de una sola observacin".31 Msan, "el xito de la ciencia [...] depende de la suerte, el ingenioy las reglas puramente deductivas de argumentacin crtica".32

    Abonando en esta lnea, Popper seala que en "la idea deciencia" que l trata de defender existe una "influencia libera-dora" porque "los cientficos han osado [...] crear mitos, oconjeturas, o teoras, que se encuentran en sorprendente con-traste con el mundo cotidiano de la experiencia comn".33

    Pero es una libertad especfica la que reclama Popper: setrata "de proponer teoras intrpidamente", pero, a su vez, "dehacer todo lo posible por probar que son errneas". Para esto,"no hay procedimiento ms racional que el mtodo del ensayoy del error, de la conjetura y la refutacin".34

    Las especulaciones tericas deben desglosarse en enuncia-dos que permitan la experimentacin y que puedan pasar porpruebas o tests. As se resuelve en Popper el "problema de lademarcacin": "para ser colocados en el rango de cientficos,

    29 De acuerdo con Blaug, el "ncleo" de los "programas cientficos de inves-tigacin" de Lakatos, un discpulo de Popper, es similar a la idea de "visin"de Schumpeter, o de "hiptesis sobre el mundo" de Gouldner, y no excluye lascreencias metafsicas. Vase La metodologa de la economa. Alianza Universi-dad, Madrid, 1985 , p. 56.

    30 K. Popper, Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento cient-fico, Paids, 1967,4a. reimp., 1994, p. 154.

    31 Ibidem, p. 80.32 dem.33 Ibidem, p. 136.34 Ibidem, p. 78.

  • 28 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    los enunciados o sistemas de enunciados deben ser suscep-tibles de entrar en conflicto con observaciones posibles o con-cebibles".35 Si ello no ocurre estn fuera del discurso cien-tfico.

    Si en su propuesta respecto a cmo surge una teora Pop-per rompe con el empirismo, lo recupera con toda su fuerza,sin embargo, en la definicin del criterio de cientificidad:

    El principio del empirismo puede ser conservado totalmente, yaque el destino de una teora, su aceptacin o rechazo, se decidepor la observacin y el experimento, por el resultado de tests. Entanto una teora resista los ms severos tests que podamos planear,se la acepta; si no los resiste, se la rechaza.36

    En este nivel del anlisis, adems de la confusin entre tota-lidad y completud que comparten Popper y Weber, cabe agre-gar otra limitacin en la propuesta popperiana en torno alconocimiento. Son recurrentes las formulaciones de Popperen el sentido de que las ciencias sociales deben caminar haciala cuantificacin matemtica y estadstica, de hacer de la eco-noma matemtica un modelo que se debe seguir, as como delas teoras de la eleccin racional,37 lo que nos muestra un ses-go particular respecto a su visin de la cientificidad y la verifi-cacin en las disciplinas sociales, un tanto estrecho, por decirlo menos.

    Regresando a la nocin de totalidad y las categoras paraconocerla y explicarla, sus cuerpos tericos y enunciados for-man parte de una estrategia de conocimiento que es comn enlas ciencias en general y en las ciencias sociales en particular: laformulacin de teoras hipotticas generales que deben recu-rrir a mecanismos de prueba que, en todo caso, son msamplios que los formulados por Popper.

    35 Ibidem, p. 64.36Ibidem, p. 82.37 Vase, por ejemplo, La miseria del historicismo, Alianza-Taurus, Madrid,

    1973, 4o reimp., 1992, p. 156, en la que se reclama la adopcin de "el mtodode la construccin racional o lgica" y "el mtodo cero" para las cienciassociales.

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 29

    La totalidad es una unidad de partes integradas e interrelacio-nadas. Pero esta afirmacin es el primer peldao en la com-prensin de los problemas heursticos que ofrece la nocin detotalidad. Quedarse en ese peldao es permanecer en un "ho-lismo" simplificante y reduccionista (es quedarse en la idea deque "todo tiene que ver con todo").

    Es necesario responder por el tipo de interrelaciones entrelas partes y su papel diferenciado en la organizacin y estruc-turacin de la totalidad. Porque la totalidad es una unidadjerarquizada y estructurada, por lo cual su comprensin rebasala simple suma de sus partes.

    Esto supone cuestionar el pluralismo emprico para el cualla complejizacin del anlisis se logra por la va de agregarvariados elementos, pero de manera indiferenciada, sin esta-blecer su jerarqua y su interconexin. A esto apunta MarcBloch cuando indica que "en 1800, Fustel de Coulanges decaa sus oyentes, en la Sorbona: 'Suponed cien especialistas re-partindose, en lotes, el pasado de Francia. Creis que al finhubieran hecho la historia de Francia? Lo dudo mucho. Lesfaltara, por lo menos, la vinculacin de los hechos, y esta vincu-lacin es tambin una verdad histrica'".36

    Esto ha sido explicado por Edgar Mqrin mediante la nocinde "emergencia", en cuanto "cualidades o propiedades de un sis-tema que presentan un carcter de novedad en relacin conlas cualidades o propiedades de los componentes considera-dos aisladamente o dispuestos de forma diferente en otro tipode sistemas".39

    Mientras se considera la totalidad como un todo estructura-do (en contra de la idea de totalidad desorganizada) y jerarqui-zada (en contra de la idea de totalidad indiferenciada), estare-

    38 Marc Bloch, In troduccin a la h is toria , Fondo de Cul tura Econmica,Mxico, 1987 (1952), p. 20 (cursivas en el original).

    39 Edgar Morin, El mtodo, t . i , La naturaleza de la naturaleza, EdicionesCtedra, Madrid, 1997, pp. 129-130.

    3. DE LA TOTALIDAD Y LAS PARTES

    La totalidad es ms que la suma de las partes

  • 30 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    mos mejor armados para comprender no slo la propia totali-dad, recreada de manera permanente en su dimensin histricay espacial, sino tambin sus elementos constitutivos. Porque"el conocimiento de los fragmentos estudiados sucesivamente,cada uno de por s, no dar jams el del conjunto, no dar si-quiera el de los fragmentos".40

    La totalidad es menos que la suma de las partes

    Frente a la "ceguera reduccionista" que cree conocer el todopor el conocimiento de sus partes, se contrapone "la ceguera'holista'", que cree conocer considerando slo la totalidad yque "no ve ms que el todo".41

    La reconstruccin de la totalidad ordena el conocimiento delas partes, pero nunca resuelve ni nos absuelve de la necesidaddel conocimiento de stas. Ms an, inscritas en una relacindentro de una totalidad, las partes muchas veces deben res-tringir su accionar a la lgica general. Ello es as, indicaMorin, porque "las cualidades de las propiedades, unidas a laspartes consideradas aisladamente, desaparecen en el seno delsistema", ya que "toda relacin organizacional ejerce restric-ciones y constreimientos en los elementos o partes que leestn [...] sometidos".42 Por ello, "el todo es ms que la sumade las partes, pero tambin es sin duda menos".,43

    En la sociedad los hombres pueden encontrar condicionespara desarrollar las potencialidades de su espritu y protec-cin. "Pero es tambin la sociedad agrega Morin la queimpone sus coerciones y represiones a todas las actividades,desde las sexuales hasta las intelectuales."44

    40 M. Bloch, op. cit. , p. 120 (cursivas del autor). En este sentido, los llama-dos a estudios interdisciplinarios o multidisciplinarios como camino parareconstruir la unidad arrancan de un punto de partida equivocado: suponenque la totalidad social es la sumatoria de fragmentos.

    41 E. Morin, El mtodo, 1.1, p. 135.42 Ibidem, p. 136.43 T. J . G. Locher, citado por I . Wallerstein, en El moderno sistema mundial,

    1.1, Siglo XXI Editores, Mxico, 1979, p. 14 (cursivas de autor).44 "En fin y, sobre todo, en las sociedades histricas la dominacin y las es-

    clavitudes inhiben y prohiben las potencialidades creadoras de los que lassoportan." E. Morin, El mtodo, t.1, p. 138.

    LA TOTALIDADSOCIALCOMOUNIDADCOMPLEJA 31

    En resumen, la totalidad es una unidad compleja que rechazapor igual "la explicacin del todo a las propiedades de las par-tes conocidas aisladamente", as como las explicaciones quereducen "las propiedades de las partes a las propiedades deltodo, concebido igualmente en aislado".45 Su conocimientohace suya la afirmacin de Pascal: "Tengo por imposible cono-cer las partes sin conocer el todo, y tambin conocer el todosin conocer cada una de las partes".46

    As, el paso que va del todo a las partes y de las partes al to-do debe ser permanente y es un camino indispensable en elconocimiento, ya que "ninguno de los trminos es reductibleal otro".47

    4. LA TOTALIDAD COMO UNIDAD COMPLEJA

    "El pensamiento simplificante es incapaz de concebir la con-juncin de lo uno y lo mltiple (unitas multiplex)", sealaMorin. Y agrega que este pensamiento "o unifica abstracta-mente anulando la diversidad o, por el contrario, yuxtapone ladiversidad sin concebir la unidad".48

    De manera sucinta, aqu se encuentra planteado uno de losproblemas ms serios de las ciencias sociales: cmo haceranlisis globales, anlisis de la totalidad social, sin aplastar lasunidades menores, lo micro, lo regional, lo local, los indivi-duos. Pero, a su vez, cmo considerar estos elementos en el an-lisis, reconstruyendo adems la unidad de lo diverso, el mapaen el que la dispersin alcanza sentido.

    Las dificultades de integrar terica y metodolgicamente es-tos elementos implican en las ciencias sociales dos modalidadesde reduccionismos (o de "pensamiento simplificante", al de-cir de Morin): una, que asume un sesgo holstico y globaliza-dor, un tipo de pensamiento "que no ve ms que el todo".49

    Otra, que reduce las ciencias sociales al pequeo relato deactores y contextos, a lo micro, a lo local, en la que lo que

    45Ibidem, p. 150.46 Citado por E. Morin, El mtodo, 1.1, p. 150.47 E. Morin, El mtodo, 1.1, p. 150.48 Edgar Morin, Introduccin al pensamiento complejo, p. 3049 Morin, El mtodo, 1.1, p. 144

  • 32 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    importa es lo diverso, lo particular, pero nunca lo que integra yorganiza lo diverso y lo particular.

    El anlisis debe ser capaz de explicar el todo, debe ayudar-nos a comprender la totalidad. sta es una de las exigenciasms recurrentes del anlisis social: los enfoques holsticos sonpresentados como una meta que se debe alcanzar. Pero notodo anlisis holstico nos conduce a buenos resultados. Hayun holismo que termina oscureciendo ms que aclarando.

    La forma predominante en que es adoptada la globalizacinen los medios de comunicacin y en la academia es quiz elmejor ejemplo en nuestros das de esta modalidad de anlisis.

    En su utilizacin ms recurrente, la globalizacin remite aun discurso holstico en el que las partes de la totalidad pier-den relevancia, con lo cual desaparece lo diverso y lo heterog-neo, predominando la homogeneidad. Se construye as unatotalidad vaca: el mundo global.

    La interdependencia se convierte en la clave de las relacio-nes en el mundo global. Su frmula se sintetiza as: todos(naciones, regiones, individuos) dependemos de todos, ocul-tndose o relegndose a lugares secundarios los problemas dejerarquizaciones y dominios.

    En el mundo globalizado existen grandes movimientos deinformacin, de ttulos burstiles y de dinero. Pero no hayexpropiaciones ni intercambio desigual. Estamos en un mundoen el que todas las naciones pueden aprovechar las ventajasdel mercado global. Es la homogeneidad lo que destaca. Las di-ferencias slo son resultado de quienes aprovechan o desapro-vechan aquellas ventajas.

    Los procesos que han dado y siguen dando vida no al desa-rrollo unificado del mundo, sino ms bien a su fragmentacin,al quiebre y a la ampliacin de las brechas econmicas y so-ciales entre naciones y regiones, en definitiva, al desarrollo yal subdesarrollo, a centros y periferias, desaparecen del hori-zonte de reflexin.

    Pero as como hay un holismo que oscurece el anlisis, tam-bin existe una mistificacin del conocimiento parcelario, dela exhaustividad fragmentaria, que termina provocando losmismos resultados: oscurecer la realidad, aunque por otrosmedios. En este caso, el estudio de lo diverso, de lo singular, es

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 33

    lo que importa, borrando del escenario lo que organiza lodiverso. De esta forma nunca es posible una recomposicin delas unidades mayores, o slo es posible como realidad-calidos-copio: piezas sueltas que conforman tantas unidades comovueltas se den al instrumento.

    En otra versin de esta tendencia tenemos la idea de unasuerte de recopilacin de "pedacera social", con discursos quese recrearn detallando exhaustivamente algn trozo de reali-dad, pero olvidando el interrogante por el lugar en un todomayor, o bien construyendo realidades-mosaicos por la va dela sumatoria de la pedacera, pero con ausencia de una visinholstica.

    El holismo y el anlisis fragmentario provocan que lo uno ylo mltiple no terminen nunca de conjugarse. Lo que importaes la unidad, la totalidad, dirn algunos (por ejemplo: el siste-ma-mundo o Amrica Latina en su conjunto), en tanto otrosrecalcarn que lo que importa es lo mltiple, lo diverso, loparticular (por ejemplo: Guatemala, una provincia de Guate-mala, un municipio o localidad de Guatemala), derivando enposiciones extremas que tienden a sealar una parte de la ver-dad, pero al hacerla absoluta la trastocan en su contrario,empaando lo que pretenden aclarar.

    El hincapi en uno u otro aspecto conduce a reduccionis-mos que impiden articular lo general y lo particular.

    La idea de unidad compleja va a tomar densidad si presentimos queno podemos reducir el todo a las partes, ni las partes al todo, ni louno a lo mltiple, ni lo mltiple a lo uno, sino que es preciso queintentemos concebir juntas, de forma a la vez complementaria yantagonista, las nociones de todo y de partes, de uno y de diverso.50

    Aceptar la totalidad como unidad compleja implica conce-birla como una unidad contradictoria, que organiza y desor-ganiza, que ordena y desordena. Hay rdenes que terminandesordenando y desrdenes que terminan ordenando. Lasrevoluciones sociales son el mejor ejemplo de esta paradoja.Pero son ejemplos extremos. La totalidad social se organiza demanera cotidiana en estas tensiones.

    50 Ibidem, p. 128.

  • 34 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA

    Los movimientos de la totalidad la producen y reproducen,propiciando la continuidad, pero en esos mismos movimientosse gestan los del cambio y la transformacin.51 En su estudiodebe ponerse atencin, por tanto, a los elementos y procesosque transformndose permanecen, as como aquellos que per-maneciendo, propician procesos de ruptura.

    Ruptura y continuidad son as elementos intrnsecos a losmovimientos de la totalidad, en lucha permanente, en los quealguno tiende a predominar, que no a anular a su complemen-to, en situaciones histricas especficas.

    5. LA TOTALIDAD EN LA INVESTIGACIN Y EN LA EXPOSICIN

    El camino del conocimiento arranca de la totalidad, tal comoes percibida por nuestros sentidos y por las categoras con lascuales miramos la realidad social. De all se pasa a un procesode separacin de elementos con el fin de determinar su papelen la organizacin y dinmica de la realidad social, para, unavez alcanzado este estadio, reconstruir la totalidad, pero ahoracomo una unidad interpretada y explicada.

    Marx sintetiza este proceso as:

    Cuando consideramos un pas dado desde el punto de vista econ-mico-poltico comenzamos por su poblacin, la divisin de sta enclases, la ciudad, el campo, el mar, las diferentes ramas de la pro-duccin, la exportacin y la importacin, la produccin y el consu-mo anuales, los precios de las mercancas, etctera.

    Y prosigue:

    Parece justo comenzar por lo real y concreto [...] Si comenzarapues por la poblacin, tendra una representacin catica del con-junto y, precisando cada vez ms llegara analticamente a concep-tos cada vez ms simples: de lo concreto representado llegara aabstracciones cada vez ms sutiles hasta alcanzar las determina-ciones ms simples. Llegado a este punto habra que reemprenderel viaje de retorno, hasta dar de nuevo con la poblacin, pero esta

    51 Esto implica no slo la transformacin en las estructuras, sino tambin latransformacin de las estructuras.

    LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 35

    vez no tendra una representacin catica de un conjunto, sino unarica totalidad con mltiples determinaciones y relaciones".52

    As, de la totalidad inmediata ("concreto representado",segn Marx, o la "pseudo-concrecin", segn Kosk, o "con-creto de pensamiento" de Althusser) se pasa a una totalidadconcreta (al decir de Kosk, o a la totalidad como "mltiplesdeterminaciones" de Marx, o al "concreto de realidad" de Al-thusser, o al unitas multiplex de Morin). Como paso interme-dio tenemos el proceso de abstraccin, que implica separarelementos, determinar su peso y su papel en la totalidad, paraposteriormente integrar y reconstruir la totalidad previamentedesarticulada.

    Es este proceso el que permite a Marx descubrir a la mer-canca como la unidad desde la cual descomponer y recons-truir la organizacin capitalista. "La riqueza de las sociedadesen que impera el rgimen capitalista de produccin sealaMarx se nos aparece como un 'inmenso arsenal de mercan-cas' y la mercanca como su forma elemental." 53

    Pero, cabe advertir, proceso de investigacin y proceso deexposicin son dos procesos diferentes. "La investigacinseala Marx debe captar con todo detalle el material, ana-lizar sus diversas formas de desarrollo y descubrir la ligazninterna de stas. Slo una vez cumplida esta tarea se puedeexponer adecuadamente el movimiento real."54

    Por ello, "la mercanca poda ser el punto de partida de laexposicin cientfica porque ya se conoca el capitalismo en suconjunto".55

    52 C. Marx, Elementos fundamentales para la crt ica de la economa polt icaJ857-J858 (borrador), dos tomos, Siglo XXI Editores, Mxico, 1971,t .I , p. 21.

    53 C. Marx, El capital , t . i , Fondo de Cultura Econmica, Mxico, 7a reimp.,Mxico, 1973, p. 3.

    54 C. Marx, "Palabras finales a la segunda edicin alemana del primer tomode El capital de 1872", op. cit., p. 99.

    55 Karel Kosk, Dialct ica de lo concreto , p. 198. La seccin pr imera de Elcapital se inicia con "Mercanca y dinero" y su primer captulo es "La mercan-ca", op. cit.

  • 36 LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA LA TOTALIDAD SOCIAL COMO UNIDAD COMPLEJA 37

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  • ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES 39

    II. ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO:TRES DIMENSIONES PARA DESARMARY RECONSTRUIR LA REALIDAD SOCIAL

    LA REALIDAD SOCIAL debe ser pensada como una totalidad com-pleja, que para ser conocida necesita ser desestructurada. Conrazn se ha indicado que "el rasgo ms caracterstico delconocimiento consiste en la descomposicin del todo".1

    Esta descomposicin, sin embargo, debe entenderse comoun paso, nunca como un punto de llegada, ya que "lo simpleno es ms que un momento arbitrario de la abstraccin, unmedio de manipulacin arrancado a la complejidad",2 por loque al final debe buscarse la integracin, la estructuracin, afin de alcanzar una unidad interpretativa completa, la "snte-sis de mltiples determinaciones",3 al decir de Marx.

    1 K. Kosk, Dialctica de lo concreto, Editorial Grijalbo, Mxico, 1967, p. 30.2 Edgar Morn, El mtodo, t.I, Ctedra, Madrid, 1997, p. 178.3 "Lo concreto es concreto porque es la sntesis de mltiples determinacio-

    nes, por lo tanto, unidad de lo diverso." Carlos Marx, Elementos fundamentalespara la crtica de la economa poltica 1857-1858 (borrador), t. I, Siglo XXIEditores, Mxico, 1971, p. 21.

    38

    Desde qu variables o desde qu elementos se debe realizarla desarticulacin de la totalidad? Existen tres dimensionesfundamentales para realizar este proceso desde la perspectivaque preocupa a las ciencias sociales: los espesores o capas quepresenta la realidad social, el tiempo y el espacio. Cada unanos remite a problemas especficos. A su vez, cada una de ellasreclama categoras particulares. Esto se puede expresar comose muestra en la grfica de la pgina anterior.

    De manera esquemtica podemos distinguir en cada dimen-sin tres niveles, lo que nos ofrece el siguiente cuadro:

    CUADRO II. 1. Dimensiones y niveles de anlisis

    Pasemos al anlisis de cada una de estas dimensiones y susComponentes.

    1. ESPESORES DE LA REALIDAD SOCIAL

    Como unidad de distintos espesores, la realidad social se presen-ta como una sedimentacin de capas que van de las ms visibles,las de superficie, a las ms ocultas y profundas. Si la realidadsocial se mostrara completa, en lo inmediatamente perceptible,no habra necesidad de ciencias sociales para descifrarla. Basta-ra con buenos fotgrafos para conocerla. "Si la apariencia feno-mnica y la esencia de las cosas coincidieran totalmente, la cien-cia y la filosofa seran superfluas",4 seala Kosk.

    El papel del conocimiento, desde esta perspectiva, es traspa-sar lo inmediato para alcanzar lo que no est visible: "No hayotra ciencia dice Bachelard que la de lo oculto".5 Iguales

    4 K. Kosk, op. cit., p. 29. La distincin entre apariencia y esencia tiene simi-litud con la relacin entre el espesor de superficie y la capa profunda, si bienno es idntica.

    5 Citado por E. Morn, Introduccin al pensamiento complejo, GedisaEditores, Barcelona, 1998, p. 144.

    Espesores o capas Dimensin temporal Dimensin espacial

    nivel superficie tiempo corto localnivel medio tiempo medio regionalnivel profundo tiempo largo macrorregional

    Mtro. MarnImagen colocada

  • 40 ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES

    ideas estn presentes en la visin de Popper sobre el conoci-miento cuando indica que "en la ciencia siempre tratamos deexplicar lo conocido por lo desconocido, lo observado (y obser-vable) por lo inobservado (y, quiz inobservable)".6 Sin embar-go, en un sentido ms amplio y, al mismo tiempo, ms estric-to, la tarea del conocimiento es integrar lo visible y lo oculto,superficie y estructura.

    Existen muchos procesos sociales que en la superficie sepresentan de una manera y en las capas profundas adquierenotras connotaciones, por lo cual es necesario alcanzar estasltimas a fin de reconstruir y reinterpretar los movimientosque se suceden en la superficie. Ms an, como ocurre conmuchos fenmenos fsicos, la superficie social muchas vecesnos presenta los procesos al revs de como son.7

    Las relaciones sociales entre los hombres, ha sealadoMarx, se nos presentan en lo inmediato como relaciones en-tre cosas.8 En el mercado se intercambian productos por dinero,cosas por cosas. Pero detrs de esta accin hay relacionessociales entre hombres que determinan, entre otros aspectos,quines pueden ir al mercado y qu pueden vender y qu pue-den comprar.

    Frente a la experiencia inmediata y al conocimiento queganamos en el espesor de superficie aparecen dos posicionesextremas. Una, que los concibe como simple engao: la super-ficie siempre trastoca en su presentacin lo que realmenteacontece en lo profundo de la realidad social. Aqu se ubicarael "esencialismo", segn Popper, aquella visin que no slobusca conocer el "mundo situado 'detrs' del mundo de la apa-riencia",9 sino que busca "una explicacin ltima basada enesencias".10 Otra, que los concibe como la modalidad funda-

    6 K. Popper, Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento cient-fico, Paids, Barcelona, 1967, 4a. reimp., 1994, p. 217 (cursivas en el original).

    7 En lo inmediato, por ejemplo, el Sol parece que se mueve en torno a laTierra, provocando amaneceres y atardeceres. A pesar de "ver" esto, sabemospor la ciencia que es la Tierra la que gira en torno al Sol. La empiria, enmuchos casos, conduce a visiones equivocadas.

    8 Vase Carlos Marx, El capital, Fondo de Cultura Econmica (tres tomos),Mxico, 1973 (7a. reimp.), t. I, cap. i, punto 4, "El fetichismo de la mercanca ysu secreto", p. 36, et passim.

    9 K. Popper, op. cit., p. 217.10 Ibidem, p. 137 (cursivas en el original).

    ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES 41

    mental de descubrimiento de la realidad.11 El empirismo senutre de esta posicin, caracterizada como "instrumentalista"por Popper, y que afirmara que "el mundo fsico es [...] super-ficial. No tiene profundidad", agregando que aqul "es simple-mente lo que parece ser".12 Una postura ms fructfera indica que aunque lo que alcan-cemos en la superficie sea una visin distorsionada y fragmen-tada, esto construye realidades, por lo cual no puede desechar-se como basura. Por el contrario, los "engaos" de la superficiegeneran relaciones y conductas sociales que es necesario co-nocer. Al fin y al cabo, "la mistificacin y la falsa conciencia delos hombres respecto a los acontecimientos, sean stos con-temporneos o pasados, forman parte de la historia".13

    Tambin se debe indagar por el grado de distorsin de lasuperficie. Si se pregunta al propietario de una pequea pape-lera, por ejemplo, dnde se ubica en la estructura social, pue-de que responda que pertenece a la clase media, para diferen-ciarse de una clase alta y de una clase baja.

    Es posible que el anlisis de la estructura social nos indiqueque el dueo de la pequea papelera pertenece a la pequeaburguesa y, ms especficamente, a su fraccin propietaria,distinta a una fraccin no propietaria, en la que se agrupanSectores de la burocracia estatal, profesionales por cuenta pro-pia y otros,14 y que dentro de aquella fraccin su lugar est ene1 estrato bajo, frente a los estratos medio y alto. Pero ms all de la precisin o imprecisin en la definicinanterior, lo que nos importa sealar es que la percepcin so-cial que tiene de s mismo el propietario de la pequea pape-lera, sin importar su ubicacin social real, genera conductas ycomportamientos sociales, esto es, genera realidades que esnecesario conocer.

    11 "Para Althusser la experiencia inmediata es el universo del engao, lavaga experientia de Spinoza, que slo puede conducir al error", seala PerryAnderson, en tanto "Thompson invierte este error e identifica esencialmentela experiencia con la intuicin y el aprendizaje". Vase Teora, poltica e histo-ria. Un debate con E. P. Thompson. Siglo XXI Editores, Madrid, 1985, p. 63. 12 Karl Popper, op. cit., p. 136 (cursivas en el original).

    13 K. Kosk, op. cit., p. 68.14 Para un anlisis de las clases sociales en el capitalismo, y en particular de

    la pequea burguesa, vase Nicos Poulantzas, Poder, poltica y clases socialesen el Estado capitalista, Siglo XXI Editores, Mxico, 1969.

  • 42 ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES 43

    El conocimiento, tanto de la autopercepcin social (superfi-cie) como de la ubicacin real (capa profunda), nos ofreceinformacin y posibilidades superiores de comprensin delproblema que nos ocupa, a si conocemos uno solo de estoselementos. En pocas palabras, superficie y espesor profundoconforman una unidad de realidad, por lo cual es necesariodesentraar uno y otro y las relaciones entre ambos, ya que "larealidad es la unidad del fenmeno y la esencia".15

    Pero sta no es la nica particularidad en la relacin entresuperficie y espesor profundo. En la superficie la realidadsocial se nos presenta multifactica, catica, dispersa y diver-sa. O bien, se nos ofrece con un orden que debe ser objeto decrtica.

    El conocimiento de la capa profunda de la realidad social eslo que nos permite ordenar la dispersin que presenta la su-perficie o cuestionar el orden aparente. Pero este ordenamien-to siempre es limitado, porque la realidad es infinita y se re-crea diariamente, o porque existen procesos que escapan a lasexplicaciones propuestas o ambas cosas.

    La categora de clases sociales, por ejemplo, permite orde-nar muchos fenmenos de la capa de superficie. Nos puedeayudar a entender las condiciones materiales y sociales que fa-vorecieron el que Bach y Mozart pudieran desarrollar sutalento y dedicarse a la msica en el siglo XVIII en vez de estaren el campo produciendo trigo o papas. Pero quiz esa catego-ra no sea tan buena para explicar las diferencias musicalesentre ellos, o las que existen en las narrativas ms contempo-rneas de escritores como Garca Mrquez y Cortzar.

    Nos puede ayudar a entender tambin cmo y por qu llegla msica africana a Amrica Latina (entre otras razones, por lagran cantidad de esclavos trasladados a la regin entre la etapacolonial y hasta fines del siglo XIX), pero quiz no sea suficien-te para comprender las diferencias entre el soul y el reggae.

    Pero el ordenamiento que nos ofrece el espesor profundo noexenta sino ms bien reclama el retorno al espesor desuperficie para organizar el paisaje catico que all se presen-ta, o para desordenar y reorganizar el orden de superficie, lo

    15 K. Kosk, op. cit., p. 28.

    que nos obliga a hacer movimientos tericos para reconstruiro crear las nuevas categoras ordenadoras.

    Reconstruccin de los objetos de anlisis: las clases sociales

    La complejidad de la realidad social supone entender que hayuna imbricacin entre lo profundo y la superficie que provocamovimientos y procesos que van en una y en otra direccin.Ambos espesores se condicionan y retroalimentan mutuamen-te, por lo cual al final del anlisis se debe llegar a su compren-sin unitaria.

    Pero esta interrelacin permanente no puede hacernos olvi-dar que cada espesor tiene su propia lgica, sus propias regu-laridades, reconstruye los objetos de anlisis y, por tanto,demanda sus propias categoras tericas y metodolgicas y losInstrumentos tcnicos de recoleccin de informacin.

    En la capa profunda, por ejemplo, podemos ver que en undeterminado momento histrico, definido como capitalismo,los hombres organizan la reproduccin material de la sociedada partir de que unos son dueos de la tierra, otros, dueos defbricas, y otros ms, dueos slo de su fuerza de trabajo co-mo elemento clave para poder acceder a bienes para alimen-tarse y reproducirse. Tenemos as, en este espesor, tres grandesagrupamientos sociales: los terratenientes, los burgueses y losobreros, grupos sociales que resuelven su reproduccin socialcon base en la apropiacin de la renta, la plusvala y el salario,respectivamente. stas son las clases sociales que Marx consi-dera en el anlisis que realiza en El capital.16

    Si nos situamos en ese espesor, tendramos que ubicar aldueo de la pequea papelera en alguno de los tres agrupa-mientos sealados, y en todos tiene dificultades para ser admiti-do. No es dueo de tierra ni vive de la renta, por tanto, no esterrateniente. Es dueo de una papelera, pero no contratatrabajadores, por lo cual no vive de plusvala (el valor extraexpresado en dinero); as, tampoco es burgus. Por ltimo,vive de su trabajo, lo que lo asemeja a los obreros, pero tiene

    16 C. Marx, El capital, t. III, cap. LII.

  • 44 ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES

    algo ms que fuerza de trabajo, que es la caracterstica deestos ltimos, ya que posee una pequea papelera, por lo cualtampoco encaja muy bien all.

    En pocas palabras, los procesos que explican la organizacinmaterial de la sociedad y los agrupamientos sociales que de allse desprenden, en el espesor profundo, ofrecen los brochazoscentrales, pero no resuelven los matices de cmo se despliegala organizacin social capitalista en capas menos profundas yen situaciones espaciales y temporales ms especficas.

    En el nivel de la formacin social que se refiere a la mane-ra como los procesos profundos se organizan en un espaciogeogrfico, econmico, social, poltico y cultural determinado(que para ahorrar tinta podemos identificar con los estadosnacionales) y en tiempos particulares es en el que podremosempezar a encontrarnos con los elementos y coordenadas quenos permiten construir y ubicar una cuadrcula especficapara el propietario de la pequea papelera. Es aqu donde sepuede ubicar a la pequea burguesa.17

    Tericamente, entonces, los cuerpos tericos de la capa pro-funda nos dan las claves para entender la organizacin produc-tiva de una formacin social, pero no nos resuelven los dile-mas que all se presentan.

    En la superficie, en definitiva, no basta el concepto de clasessociales de la capa profunda. Se requieren derivaciones y cons-trucciones tericas que permitan dar cuenta de otras clases(como la pequea burguesa y el campesinado), de fraccionesde clases (cortes verticales dentro de las clases, como, porejemplo, las fracciones comercial, industrial, agraria y finan-ciera de la burguesa) y de sectores o estratos (cortes horizon-tales en las clases y fracciones, por ejemplo, gran o medianaburguesa comercial).

    En la superficie se necesita un anlisis como el que Marx harealizado en El 18 brumario de Luis Bonaparte, mucho ms mati-zado que el que ha llevado a cabo en El capital o en el Manifies-

    17 Para profundizar en la caracterizacin de la pequea burguesa, junto altexto de Poulantzas ya sealado (Poder poltico y clases sociales) puede consul-tarse tambin su libro Las clases sociales en el capitalismo actual, Siglo XXIEditores, Madrid, 1976, en particular la seccin "La pequea burguesa tradi-cional y la nueva pequea burguesa", pp. 179-308.

    ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES 45

    to comunista,18 ya que en la primera obra estudia a Francia enun momento particular del siglo XIX, y no est formulando unateora general del capitalismo (como ocurre en la segundaobra) o una teora de la historia (como sucede en la tercera).19 Junto a la construccin terica de nuevas categoras, como

    las de fraccin de clases, sectores y estratos, conciencia de cla-se, fuerza social y otros, tambin en el campo metodolgico einstrumental se necesitan herramientas especficas en cadaespesor. La encuesta puede ser un buen instrumento para

    manejarse en l espesor de superficie, para conocer, por ejem-plo, cmo se autopercibe la poblacin en mltiples temas.Pero la encuesta no es un buen instrumento para determinar,en niveles ms profundos, la organizacin de los agrupamien-los llamados clases sociales y sus fracciones o sectores. Aquhacen falta otros recursos, como censos de poblacin, censosindustriales y otros, que indican datos sobre poblacin eco-nmicamente activa, empleo, desempleo, subempleo, activida-des econmicas, propietarios, tipo de propiedad, montos ymodalidades de ingreso, horas de trabajo, etctera.

    Si en el espesor de superficie, en el que se requiere pescarsardinas, vamos con una malla propia para cazar ballenas (ade-cuada para el espesor profundo), lo ms seguro es que se nos

    escapen las sardinas y alcancemos solamente ballenas. Esto eslo que ocurre en muchos anlisis que queriendo explicar pro-cesos de superficie comienzan y terminan empleando catego-ras y metodologas de espesores que no corresponden a laparticularidad del anlisis, con lo cual se pierde la particulardel proceso o fenmeno que busca ser explicado.

    As entonces, las nociones que permiten ordenar el caos de lasuperficie o cuestionar el orden que presenta, que arrancan delespesor profundo, slo son tiles con la condicin de que seanrecreadas y reconstruidas y se ajusten al espesor sobre el cual serealiza el anlisis. De lo contrario, el ordenamiento que nos

    18 Vase el primero y el ltimo texto en Marx-Engels, Obras Escogidas, trestomos, t. [, Editorial Progreso, Mosc, 1980. 19 Se ha escrito mucho sobre las diferencias de anlisis de las clases socialesen estas obras sin entender que parte sustantiva de las diferencias se debe aque los anlisis empiezan por ubicarse en espesores distintos, y no a concep-ciones encontradas sobre el tema.

  • 46 ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES 47

    ofrecern ser pobre y burdo, y presentar tantos peligros anal-ticos como incursionar en la superficie sin ninguna brjula con-ceptual, como gustan las corrientes ms empiristas. Lo ms se-guro es que nos perderemos si caminamos sin mapas cognitivos,al igual que si lo hacemos con referencias demasiado generalespara la fineza de la cuadrcula que hay que alcanzar.

    2. LA DIMENSIN TEMPORAL: CONCEPCIONES DEL TIEMPOY PERIODIZACIN

    El tiempo social

    La realidad social es una unidad de diferentes tiempos socia-les. Hay procesos que se desenvuelven y operan a corto plazo,otros que slo adquieren sentido y sus verdaderas dimensio-nes a largo plazo.

    La nocin de tiempo social es distinta a la de tiempo crono-lgico. ste es lineal, continuo, homogneo, y lo percibimosmediante unidades conocidas: segundos, minutos, horas, das,semanas, meses, aos, siglos. El reloj y el calendario son susinstrumentos de medicin. El tiempo social, por el contrario,es diferencial, heterogneo y discontinuo.20 Se dilata y se con-densa. Hay momentos societales en que el tiempo parecetranscurrir lentamente. En pocas de cambio social, a su vez,avanza de manera acelerada.

    Es importante no perder de vista esta distincin, a pesar deque el tiempo social termine siendo "encarcelado" en el tiem-po cronolgico.21 En el tiempo cronolgico podemos tenerdistintos dilatamientos y condensaciones de tiempo social.Hay semanas, meses y aos en los que parece que el tiemposocial, dilatado, apenas transcurre; en tanto, en otros momen-tos, en semanas y das se condensan sucesos y transformacio-nes. Una unidad de tiempo cronolgico puede contener diver-sas cargas de tiempo social.

    20 Perry Anderson, op. cit . , p. 82.21 Vase Norbert Elias, Sobre el tiempo, Fondo de Cultura Econmica,

    Mxico, 1989.

    Diversas concepciones del tiempo

    La percepcin del tiempo es un problema histrico-social. Nosiempre es "visto" de igual manera. Aqu podemos distinguir almenos tres grandes concepciones: el tiempo cclico, el tiempolineal y el tiempo espiral. El tiempo cclico es la forma predominante de percepcindel tiempo en las organizaciones sociales tradicionales. Elregreso permanente a puntos ya recorridos y la repeticinconstituyen elementos claves en esta visin. Pasado, presentey futuro se traslapan, conformando una unidad en la que estossegmentos pierden los lmites que caracterizan la visin tradi-cional del tiempo lineal. Los ciclos recurrentes de las estacio-nes y su impacto en los procesos de preparacin de la tierra,siembra y cosecha dan una buena imagen de esta percepcin.

    La visin del tiempo lineal predomina en la modernidadoccidental. La nocin de progreso es uno de sus puntos noda-les. La sociedad se mueve y se aleja cada vez ms de un puntode partida, que queda en el pasado, aproximndose a un futu-

    ro superior. Pasado, presente y futuro son segmentos de tiem-po claramente diferenciados.

    En algunas concepciones de fines del siglo el tiempo linealse acelera como resultado de procesos que propician una ver-dadera religin de la novedad y la cultura del kleenex: al mismotiempo que un bien aparece ya est condenado a ser desecha-do. Sus manifestaciones se hacen presentes en los ms va-riados campos de la vida social: computadoras y programasque se vuelven obsoletos en tiempos breves, al igual que lneas

    y modelos de automviles en los que el "ltimo modelo" supe- ra largamente al anterior; gobiernos que se rigen por encues-tas diarias de opinin para decidir su quehacer. Y los ejemplospodran continuar. El presente social se hace frgil ante una sociedad que se vearrastrada por la vorgine de un pasado que le pisa los talo-nes y la voracidad de un futuro que se abalanza ante la inmi-nencia de la novedad. As, las relaciones entre pasado, pre-sente y futuro se modifican. El vrtigo y la incertidumbreseran algunas caractersticas del tiempo en esta etapa de la modernidad.

  • 48 ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES 49

    El tiempo en espiral, por ltimo, combina aspectos de lasdos visiones anteriores. Hay un semicrculo de alejamiento yotro de permanente retorno, pero que nos regresa a un estadiodiferente, no forzosamente mejor simplemente distintoque el anterior. El cuestionamiento a las nociones de progresopresente en la visin lineal del tiempo, as como a la cultura dela futilidad son algunos de los fundamentos que dan vida aesta percepcin.

    Para ciertos autores, el tiempo cclico tambin est presenteen la vida cotidiana de los hombres en las sociedades moder-nas,22 lo que pone de relieve un problema importante: lasdiversas concepciones del tiempo conviven de manera simul-tnea en nuestro presente, si bien alguna de ellas prevalece.Esta convivencia no slo se da en grupos o segmentos socialesdiferenciados, sino que alcanza vida dentro de un mismo seg-mento o de un mismo sujeto social.

    Periodizacin: la pluralidad del tiempo

    Los estudios de Fernand Braudel han incidido en las ltimasdcadas en destacar el problema de la pluralidad del tiempo enel anlisis de las ciencias sociales. Desde el campo de las cien-cias en general Ilya Prigogine es quiz el autor que ms impor-tancia ha otorgado al tema, destacando las nociones de "irre-versibilidad" y "flecha del tiempo".23

    Braudel distingue tres grandes temporalidades: el tiempocorto o acontecimiento, "la ms caprichosa, la ms engaosa

    22 Como Christian Lalive D'Epinay, "La vie quotidienne. Essai de construc-tion d'un concept sociologique et antropologique", Cahiers Intemationaux deSociologie, vol. xxiv, PUF, Pars, 1983, citado por Daniel Hiernaux en "Tiempo,espacio y apropiacin social del territorio: hacia la fragmentacin de la mun-dializacin?". Diseo y sociedad, nm. 5, primavera de 1995, UAM-Xochimilco,Mxico.

    23 La formulacin de la segunda ley de la termodinmica que muestra queexiste una prdida (disipacin) de energa, o entropa, pone en evidencia laimposibilidad de una inversin de recorrido y que existe en los procesos una"flecha del tiempo". Vase Ilya Prigogine e Isabelle Stengers, La nueva alianza.Metamorfosis de la ciencia, Alianza Universidad, Madrid, 1983. Tambin de losmismos autores Entre el tiempo y la eternidad, Alianza Universidad, Madrid,1990.

    Los ritmos del tiempo corto son breves y concentrados, entanto la larga duracin presenta un ciclo en que las fases deascenso y descenso son largas y dilatadas. Por ello, en el lapsode un ciclo de larga duracin se pueden desarrollar muchosciclos de corta duracin. A pesar de sus diferencias, existen vnculos estrechos entreunos tiempos y otros. Los procesos de larga duracin permitendescifrar el sentido de los bruscos y a veces contradictoriosmovimientos cortos. Pero, por otra parte, los procesos de tiem-po corto, como la pequea gota de agua, van horadando, por logeneral de manera imperceptible, la roca del largo plazo.

    24 Fernand Braudel, La historia y las ciencias sociales, Alianza Editorial,Mxico, 1992, p. 66.

    25 Ibidem, p. 68.26 Ibidem, p. 71.

    de las duraciones",24 en la que se privilegiara la dimensinpoltica del anlisis; el tiempo medio o coyuntura, "que ofrecea nuestra eleccin una decena de aos, un cuarto de siglo y, enltima instancia, el medio siglo del ciclo clsico de Kondra-tieff",25 con nfasis en la dimensin socioeconmica; y el tiem-po largo, o la larga duracin, que privilegiara "la sorprenden-te fijeza del marco geogrfico de las civilizaciones".26

    Grficamente, el ciclo de los movimientos de corta, media ylarga duracin podemos expresarlo de esta manera:

    Mtro. MarnImagen colocada

  • 50 ESPESORES, TIEMPO Y ESPACIO: TRES DIMENSIONES

    La unidad del tiempo social

    Un problema central del anlisis es captar la unidad del tiemposocial, los puntos en que la integracin de los diversos tiemposalcanza su interseccin: se debe buscar la significacin y la inci-dencia del tiempo corto en la larga duracin, as como la signifi-cacin e incidencia de la larga duracin en el tiempo corto.

    Este problema no es de fcil resolucin, entre otras cosasporque al privilegiar alguno de los tiempos (corto, medio o lar-go) los paradigmas quedan desarmados terica y metodolgi-camente para entender los procesos que alcanzan vida en lostiempos excluidos o mal aprehendidos, as como para enten-der la relacin entre tiempo corto y tiempo largo.

    ste es uno de los problemas de la propuesta braudeliana.El acontecimiento pierde significacin frente a la preeminen-cia de la larga duracin.27 De esta manera no slo se privile-gian los procesos que se leen en el tiempo largo, en desmedrode los procesos que slo pueden ser ledos en el tiempo corto,sino, adems, se pierde la comprensin de la relacin entre losdistintos tiempos y sus mutuas determinaciones.

    La coyuntura: primera aproximacin

    Existe un tiempo corto que, por diversas particularidades, debediferenciarse de los dems: nos referimos a la coyuntura.28 Enla sociedad existe una serie de procesos que se desarrollan en eltiempo corto, pero no todo tiempo corto es una coyuntura. Enuna primera aproximacin,29 hab