Jean Baptiste Lamarck

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Jean-Baptiste Lamarck Jean-Baptiste, Pierre, Antoine de Monet, chevalier de Lamarck (Bazentin, 1 de agosto de 1744 – París, 18 de diciembre de 1829) fue un naturalista francés, uno de los grandes hombres de la época de la sistematización de la Historia Natural, cercano en su influencia a Linneo, Leclerc y Cuvier. Lamarck formuló la primera teoría de la evolución bioló- gica, [1] en 1802 acuñó el término «biología» para desig- nar la ciencia de los seres vivos y fue el fundador de la paleontología de los invertebrados. 1 Biografía Nace en la Somme, en el pueblo de Bazentin, en el seno de una familia noble de tradición militar. [2] Entre 1755 y 1759 estudia con los jesuitas de Amiens y en 1761 inicia la carrera militar alcanzando el grado de oficial el 16 de julio de ese mismo año en el campo de batalla de Villinghausen. Un episodio accidental y las lesiones que le ocasiona le impiden continuar en el ejército (un compañero de mili- cia, como juego o en el transcurso de una disputa le alza por la cabeza causándole las lesiones). Durante un tiem- po pasa a trabajar como contable para posteriormente in- teresarse por las ciencias naturales. Estudia medicina sin que en ningún momento llegue a practicarla, interesándo- se posteriormente por la Botánica influido por Antoine- Laurent de Jussieu. En un corto periodo de tiempo, en 1778, termina su pri- mer tratado: Flore française, que, elogiado por Buffon, es impreso por “L'Imprimerie Royale” y le abre las puer- tas de la Academia de las Ciencias que lo hace miembro el año siguiente. En esta primera obra, Flore française, aparece su primera aportación a la Biología, utilizando el método dicotómico para ayudarse en la identificación de plantas, método actualmente utilizado en botánica y también en zoología. Trabaja en el Jardin des plantes hasta 1793, cuando a pro- puesta suya pasa a convertirse en Museo “d'Historia Na- turelle” y es nombrado catedrático de Ciencias Naturales de los animales inferiores (invertebrados, término que in- troduce Lamarck, ya que hasta entonces se clasificaban como con presencia o ausencia de sangre o animales de sangre blanca y animales de sangre roja). El museo se convierte desde un primer momento en una alternativa a la entonces obsoleta Sorbona. Lamarck ini- ció todos sus cursos con un Discours d'ouverture en el que vertía su pensamiento tal y como este iba evolucionando, algúnos de estos discursos han llegado hasta nosotros. En el discurso de inauguración del curso VIII (1800) esboza las líneas generales de sus ideas sobre la evolución de la vida que serán desarrrolladas en 1809 en su libro Filoso- fía zoológica. Entre 1799 y 1811 publicó once anuarios sobre meteoro- logía que han pasado, por su contenido, como su trabajo menos científico. Consideró que los fenómenos meteo- rológicos no eran casuales, que se debían a causas y que estas causas crearían ciclos por los que sería posible pre- decirlos, estando, estos anuarios, salpicados de aprecia- ciones que se consideraron descabelladas. En 1802 publica Hydrogéologie concebida como la pri- mera parte de una trilogía sobre la física de la Tierra, con una segunda y tercera parte que no llegaron a publicarse: Metéorologie y Biologie, esta última dedicada a los seres vivos. En 1809 publica su obra Filosofía zoológica en la que desarrolla sus ideas evolucionistas convirtiéndose en la primera teoría sobre la evolución de la vida. Su Filosofía Zoológica circuló ampliamente y la idea de la evolución de la vida y en concreto su teoría propiciaron grandes de- bates que sirvieron pare extender el pensamiento evolu- cionista (Lyell en Principles of Geology y Robert Cham- bers en Vestiges of the Natural History of Creation la con- testaron desde diferentes posturas). También le propicio el caer en desgracia Napoleón, quién rechazó en públi- co un ejemplar cuando se lo ofrecieron, poniéndolo en ridículo. Sobre Filosofía Zoológica Haeckel a finales del siglo XIX escribiría: La obra de Lamarck es verdaderamente, plenamente y estrictamente monística, es de- cir, mecánica; así la unidad de las causas efi- cientes en la naturaleza orgánica y anorgánica, la base fundamental de estas causas atribuida á las propiedades físicas y químicas de la ma- teria; la ausencia de una fuerza vital especial ó de una causa final orgánica; la procedencia de todos los organismos de un corto número de formas antepasadas, salidas por generación es- pontánea de la materia; la perpetuidad no inte- rrumpida de la evolución geológica; la ausencia de revoluciones y especialmente la inadmisibi- lidad de todo milagro; en una palabra, todas las proposiciones más importantes de la biología 1

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Jean-Baptiste Lamarck

Jean-Baptiste, Pierre, Antoine deMonet, chevalier deLamarck (Bazentin, 1 de agosto de 1744 – París, 18 dediciembre de 1829) fue un naturalista francés, uno delos grandes hombres de la época de la sistematizaciónde la Historia Natural, cercano en su influencia a Linneo,Leclerc y Cuvier.Lamarck formuló la primera teoría de la evolución bioló-gica,[1] en 1802 acuñó el término «biología» para desig-nar la ciencia de los seres vivos y fue el fundador de lapaleontología de los invertebrados.

1 Biografía

Nace en la Somme, en el pueblo de Bazentin, en el senode una familia noble de tradición militar.[2]

Entre 1755 y 1759 estudia con los jesuitas de Amiens yen 1761 inicia la carrera militar alcanzando el grado deoficial el 16 de julio de ese mismo año en el campo debatalla de Villinghausen.Un episodio accidental y las lesiones que le ocasiona leimpiden continuar en el ejército (un compañero de mili-cia, como juego o en el transcurso de una disputa le alzapor la cabeza causándole las lesiones). Durante un tiem-po pasa a trabajar como contable para posteriormente in-teresarse por las ciencias naturales. Estudia medicina sinque en ningún momento llegue a practicarla, interesándo-se posteriormente por la Botánica influido por Antoine-Laurent de Jussieu.En un corto periodo de tiempo, en 1778, termina su pri-mer tratado: Flore française, que, elogiado por Buffon, esimpreso por “L'Imprimerie Royale” y le abre las puer-tas de la Academia de las Ciencias que lo hace miembroel año siguiente. En esta primera obra, Flore française,aparece su primera aportación a la Biología, utilizandoel método dicotómico para ayudarse en la identificaciónde plantas, método actualmente utilizado en botánica ytambién en zoología.Trabaja en el Jardin des plantes hasta 1793, cuando a pro-puesta suya pasa a convertirse en Museo “d'Historia Na-turelle” y es nombrado catedrático de Ciencias Naturalesde los animales inferiores (invertebrados, término que in-troduce Lamarck, ya que hasta entonces se clasificabancomo con presencia o ausencia de sangre o animales desangre blanca y animales de sangre roja).El museo se convierte desde un primer momento en unaalternativa a la entonces obsoleta Sorbona. Lamarck ini-

ció todos sus cursos con unDiscours d'ouverture en el quevertía su pensamiento tal y como este iba evolucionando,algúnos de estos discursos han llegado hasta nosotros. Enel discurso de inauguración del curso VIII (1800) esbozalas líneas generales de sus ideas sobre la evolución de lavida que serán desarrrolladas en 1809 en su libro Filoso-fía zoológica.Entre 1799 y 1811 publicó once anuarios sobre meteoro-logía que han pasado, por su contenido, como su trabajomenos científico. Consideró que los fenómenos meteo-rológicos no eran casuales, que se debían a causas y queestas causas crearían ciclos por los que sería posible pre-decirlos, estando, estos anuarios, salpicados de aprecia-ciones que se consideraron descabelladas.En 1802 publica Hydrogéologie concebida como la pri-mera parte de una trilogía sobre la física de la Tierra, conuna segunda y tercera parte que no llegaron a publicarse:Metéorologie y Biologie, esta última dedicada a los seresvivos.En 1809 publica su obra Filosofía zoológica en la quedesarrolla sus ideas evolucionistas convirtiéndose en laprimera teoría sobre la evolución de la vida. Su FilosofíaZoológica circuló ampliamente y la idea de la evoluciónde la vida y en concreto su teoría propiciaron grandes de-bates que sirvieron pare extender el pensamiento evolu-cionista (Lyell en Principles of Geology y Robert Cham-bers en Vestiges of the Natural History of Creation la con-testaron desde diferentes posturas). También le propicioel caer en desgracia Napoleón, quién rechazó en públi-co un ejemplar cuando se lo ofrecieron, poniéndolo enridículo.Sobre Filosofía Zoológica Haeckel a finales del siglo XIXescribiría:

La obra de Lamarck es verdaderamente,plenamente y estrictamente monística, es de-cir, mecánica; así la unidad de las causas efi-cientes en la naturaleza orgánica y anorgánica,la base fundamental de estas causas atribuidaá las propiedades físicas y químicas de la ma-teria; la ausencia de una fuerza vital especial óde una causa final orgánica; la procedencia detodos los organismos de un corto número deformas antepasadas, salidas por generación es-pontánea de la materia; la perpetuidad no inte-rrumpida de la evolución geológica; la ausenciade revoluciones y especialmente la inadmisibi-lidad de todo milagro; en una palabra, todas lasproposiciones más importantes de la biología

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monística están ya formuladas en la FILOSO-FÍA ZOOLÓGICA.

Si el admirable esfuerzo intelectual deLamarck fué casi desconocido en su tiempo,ello se debe de una parte á la grandeza delpaso de gigante por el cual se adelantaba enmedio siglo á sus contemporáneos, y por otraá que faltaba á su obra una base experimentalsuficiente.

Ernst Hæckel, Historia de la creaciónnatural[3]

Gran parte de su obra la desarrolló en el tiempo que es-tuvo como catedrático de invertebrados y está referidaa estos. En 1801 publica Système des animaux sans ver-tèbres, entre 1802 y 1806 Memoires sur les fossiles desenvirons de París, y también en 1806 se publica Discoursd'ouverture du cours des animaux sans vertèbres.Caído en desgracia, uno de sus principales trabajos, sussiete volúmenesHistoire naturalle des animaux sans vertè-bres (1815-1822), los escribe en gran parte dictándoselosa una de sus hijas, ya que en 1819 queda ciego.Pasa la última parte de su vida ignorado, al cuidado de sushermanas, muriendo el 18 de diciembre de 1829.

2 ObraObservar la naturaleza, estudiar sus

productos, buscar las relaciones generales yparticulares que han ido imprimiendo en suscaracteres y, finalmente, intentar comprenderel orden que hace imperar por todas partes, asícomo su funcionamiento, sus leyes y los me-dios infinitamente variados que emplea paradar lugar a este orden, es, desde mi punto devista, ponerse en camino de adquirir los únicosconocimientos positivos que se encuentran anuestra disposición, los únicos, por otra parte,que pueden sernos verdaderamente útiles y almismo tiempo nos pueden proporcionar lassatisfacciones más dulces y limpias capaces dealiviarnos de las inevitables penas de la vida.Lamarck, Filosofía Zoológica, Introducción(primer párrafo)

En Lamarck la capacidad de trabajo y de anticipación asu tiempo fueron excepcionales.[4] Sus principales apor-taciones a la biología son las siguientes:

• El concepto de organización de los seres vivos.

• La clara división del mundo orgánico del inorgánico.

• Una revolucionaria clasificación de los animales deacuerdo a su complejidad.

• Formulación de la primera teoría de la evoluciónbiológica.

2.1 La biología como ciencia

Lamarck reclama para la biología la necesidad de unafilosofía propia:

Sabemos que cualquier ciencia debe tenersu filosofía y que sólo por ese camino haceprogresos reales. Los naturalistas gastaránvanamente su tiempo describiendo nuevasespecies, captando nuevos matices, todas laspequeñas particularidades de sus variacionespara agrandar la inmensa lista de las especiesinscritas [...] Si la filosofía de la ciencia sedescuida, sus progresos no serán reales y laobra entera quedará imperfectaPhilosophia Zoologica, pp. 69-70

Lamarck distingue entre universo (conjunto de la mate-ria) y naturaleza (orden de cosas particular y constante).Esta distinción general es paralela a la establecida entrehechos y relaciones: para Lamarck no sólo es necesaria laobservación y estudio de los hechos y objetos, sino tam-bién de sus partes, las relaciones entre estas y las rela-ciones de los objetos con los demás y de todos ellos consu entorno. El naturalista ha de estar siempre atento paraque las leyes que postula no procedan de la imaginación,sino de la realidad empírica. Su trabajo ha de consistiren observar y recopilar los hechos y, por vía de sucesi-vas inducciones, abstraer con rigor lógico las leyes quelos expliquen del modo más amplio y consistente.

2.2 Clasificación de los seres vivos

La clasificación lamarckiana se basa en criterios funcio-nales. El sistema nervioso central es el punto de partida,pues a partir de su centralización y complejidad progresi-va puede construirse la cadena de los seres. Así, Lamarckclasifica a los animales en tres grandes grupos: aquellosdotados de irritabilidad (invertebrados inferiores), aque-llos que poseen además el «sentimiento interior» (inver-tebrados superiores) y aquellos que revelan inteligencia yvoluntad (vertebrados).

2.3 Naturaleza y origen de la vida

Para Lamarck, la vida es un fenómeno natural consistenteen un modo peculiar de organización de la materia. En es-te sentido, considera que los organismos vivos están for-mados por los mismos elementos y las mismas fuerzas

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2.4 Teoría de la evolución de Lamarck (lamarckismo o transformismo) 3

físicas que componen la materia inanimada; los reinosanimal y vegetal sólo difieren, por tanto, del reino mi-neral por el modo de organización interna de los mismoselementos (HNASV).A partir de su concepto de vida, Lamarck radica en lageneración espontánea, todavía en debate en aquella épo-ca, el mecanismo de su origen: el movimiento de la ma-teria provocado por la acción de las fuerzas de la natu-raleza es capaz de generar de manera espontánea a losorganismos vivos más sencillos. A partir de ellos, la na-turaleza continúa su tendencia al progresivo incrementode complejidad a medida que cada organismo va siendosustituido por otros dotados de más órganos y facultades.Valiéndose también de la generación espontánea para ex-plicar la coexistencia temporal de organismos de distintogrado de complejidad.

2.4 Teoría de la evolución de Lamarck (la-marckismo o transformismo)

Lamarck formuló la primera teoría de la evolución. Pro-puso que la gran variedad de organismos, que en aqueltiempo se aceptaba que eran formas estáticas creadas porDios, habían evolucionado desde formas simples; postu-lando que los protagonistas de esa evolución habían sidolos propios organismos por su capacidad de adaptarse alambiente: los cambios en ese ambiente generaban nuevasnecesidades en los organismos, y esas nuevas necesidadesconllevarían una modificación de los mismos que seríaheredable.

Se apoyó para la formulación de su teoría en la existenciade restos de formas intermedias extintas. Con su teoría seenfrentó a la creencia general por la que todas las espe-cies habían sido creadas y permanecían inmutables desdesu creación. También se enfrentó al influyente Cuvier[5]que justificó la desaparición de especies, no porque fue-ran formas intermedias entre las primigenias y las actua-les, sino porque se trataba de formas de vida diferentes,extinguidas en los diferentes cataclismos geológicos su-fridos por la Tierra.La teoría de Lamarck es una teoría sobre la evoluciónde la vida, no sobre su origen, que, en aquel entonces,se aceptaba, surgía espontáneamente en sus formas mássimples. Sería 50 años después cuando Pasteur demostra-ra que todo proceso de fermentación y descomposiciónorgánica se debe a la acción de organismos vivos y que elcrecimiento de los microorganismos en caldos nutritivosno era debido a la generación espontánea. Lamarck tuvoque esbozar su teoría en un tiempo en el que el estado delas ciencias naturales era “caótico”, “formuladas en unaépoca en que ni siquiera se podía entrever la posibilidadlejana de fundarlas sobre hechos evidentes”.[6]

El estado caótico del conocimiento entorno a los fósiles, la anatomía y la taxonomíaantes del evolucionismo, la pregunta: «¿Cómoes que a nadie se le ocurrió antes pensar en elevolucionismo?» se convierte en «¿Cómo esposible que a alguien se le ocurriera pensar enel evolucionismo?».Leon Harris.

Para Lamarck, la observación de la naturaleza, dondelos organismos se encuentran perfectamente adaptados alambiente en el que se desarrollan, llevaba a la siguientealternativa: o los organismos fueron creados con todas lasadaptaciones a todos los ambientes existentes en la Tierray estos ambientes no habían cambiado desde sus orígenes,como se aceptaba entonces; o los organismos se adapta-ban a estos ambientes y por consiguiente iban modifican-do su estructura conforme el ambiente iba cambiando,como él proponía.[7]

Lamarck, al tiempo que formuló la evolución de la vi-da, formuló un mecanismo por el que ésta evolucionaría.Para Lamarck la naturaleza habría obrado mediante “tan-teos": “Con relación a los cuerpos vivientes, la Naturalezaha procedido por tanteos y sucesivamente”,[8] y su teoríapodría sintetizarse en: las circunstancias crean la necesi-dad, esa necesidad crea los hábitos, los hábitos producenlas modificaciones como resultado del uso o desuso de de-terminado órgano y los medios de la Naturaleza se encar-gan de fijar esas modificaciones. Describió esta evolucióncomo consecuencia de seis puntos:

1. Todos los cuerpos organizados (organismos) de laTierra han sido producidos por la naturaleza sucesi-

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vamente y después de una enorme sucesión de tiem-po.

2. En su marcha constante, la Naturaleza ha comenza-do, y recomienza aún todos los días, por formar loscuerpos organizados más simples, y que no formadirectamente más que éstos. Es decir, que estos pri-meros bosquejos de organismos son los que se hadesignado con el nombre de generaciones espontá-neas.

3. Estando formados los primeros bosquejos del ani-mal y del vegetal han desarrollado poco a poco losórganos y con el tiempo se han diversificado.

4. La facultad de reproducción inherente en cada orga-nismo ha dado lugar a los diferentes modos de mul-tiplicación y de regeneración de los individuos. Porello los progresos adquiridos se han conservado.

5. Con la ayuda de un tiempo suficiente, de las circuns-tancias, de los cambios surgidos en la Tierra, de losdiferentes hábitos que ante nuevas situaciones losorganismos han tenido que mantener, surge la di-versidad de éstos.

6. Los cambios en su organización y de sus partes, loque se llama especie, han sido sucesiva é insensible-mente formados. Por lo que la especie no tiene másque una constancia relativa en su estado y no puedeser tan antigua como la Naturaleza.[9]

Formulando dos leyes:

Así, para llegar a conocer las verdaderascausas de tantas formas diversas y de tantos há-bitos diferentes como nos ofrecen los animales,es preciso considerar que las circunstancias in-finitamente diversificadas, en las cuales se hanencontrado los seres de cada raza, han produci-do para cada uno de ellos necesidades nuevas ycambios en sus hábitos necesariamente. Reco-nocida esta verdad, que nadie podrá negar, seráfácil percibir cómo las nuevas necesidades hanpodido ser satisfechas y los nuevos hábitos ad-quiridos, si se presta alguna atención a las dossiguientes leyes de la Naturaleza, que siempreha comprobado la observación:

Primera ley: En todo animal que no hatraspasado el término de sus desarrollos, el usofrecuente y sostenido de un órgano cualquieralo fortifica poco a poco, dándole una potenciaproporcionada a la duración de este uso, mien-tras que el desuso constante de tal órgano le de-bilita y hasta lo hace desaparecer.

Segunda ley: Todo lo que la Naturalezahizo adquirir o perder a los individuos porla influencia de las circunstancias en quesu raza se ha encontrado colocada durantelargo tiempo, y consecuentemente por la

influencia del empleo predominante de talórgano, o por la de su desuso, la Naturalezalo conserva por la generación en los nuevosindividuos, con tal de que los cambios ad-quiridos sean comunes a los dos sexos, o alos que han producido estos nuevos individuos.

Lamarck, Filosofía zoológica. P. 175-176.

Lamarck, con estas leyes, sostuvo que si una “raza” (estoes, un grupo de organismos) estaba sometida a las mis-mas condiciones ambientales y estas condiciones se pro-longaran durante mucho tiempo, se transformarían adap-tándose a ese ambiente. Como mecanismo, propuso quelas trasformaciones que los organismos sufrimos en vidasometidos a los diferentes ambientes, con el tiempo se fi-jarían en su descendencia, lo que hoy conocemos comotransferencia horizontal. Advirtió que ese proceso es unproceso tan lento que desde nuestra capacidad de obser-vación pasaría inadvertido. Según estas leyes los cambiosse producen no en el individuo sino en la población (noen uno o varios individuos, sino en el conjunto de indivi-duos del grupo) y no son cambios inmediatos sino que sefijarían a lo largo de un prolongado proceso.

las variaciones en las circunstancias paralos seres vivientes, y sobre todo para los ani-males, producen cambios en sus necesidades,en sus hábitos y en el modo de existir, y siestos cambios dan lugar a modificaciones odesarrollos en los órganos o en la forma de suspartes, se debe inducir que insensiblementetodo cuerpo viviente cualquiera debe variaren sus formas o sus caracteres exteriores,aunque semejantes variaciones no llegasen aser sensibles más que después de un tiempoconsiderable. […] En cada lugar donde losseres pueden habitar, las circunstancias queestablecen en él un orden de cosas permanecenlargo tiempo siendo las mismas y no cambianen realidad más que con una lentitud tangrande, que el hombre no puede advertirlasdirectamente. Está obligado a consultar losmonumentos para reconocer que en cada unode aquellos lugares el orden de cosas estableci-do no ha sido siempre el mismo. Las razas deanimales que viven en cada uno de ellos debenconservar en él largo tiempo sus hábitos. Deaquí para nosotros la aparente constancia delas razas que llamamos especies, constanciaque hizo nacer en nuestro pensamiento laidea de que las razas son tan antiguas como laNaturaleza.Lamarck, Filosofía zoológica, pp. 69, 174.

Las ideas de Lamarck no fueron tomadas en cuenta en suépoca, aunque su libro filosofía zoológica, donde plasmó

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2.5 Algunas publicaciones 5

su teoría, circuló por Francia y también por Inglaterra,obra a la que tuvo acceso el propio Darwin.[10]

Fue después de formulada la teoría de la selección naturalcuando los evolucionistas retomaron el pensamiento deLamarck intentando suplir el vacío que la selección natu-ral dejaba al no explicar la fuente de la variabilidad sobrela que tal selección actuaba. El propio Darwin, al tiempoque denostaba la teoría de Lamarck, intentó cubrir ese va-cío postulando la “pangénesis”, un mecanismo de transfe-rencia horizontal lamarkiano.[11] Y sería a principios delsiglo XX cuando Weismann lo refutara con la formula-ción de la conocida como “barrera Weismann” por la quese consideraba que existiendo dos líneas, la germinal yla somática, no cabría la posibilidad de transferencia deinformación entre la una y la otra. Malinterpretando a La-marck desarrolló un experimento que supuestamente re-futaba su teoría: cortó el rabo a sucesivas generaciones deratones para demostrar que sus descendientes no nacíancon el rabo cortado.[12]

Desde entonces, el Lamarckismo se ha simplificado conargumentos que vienen a caricaturizarlo: “En pueblosdonde el herrero hereda el oficio de su padre, su abue-lo y su abuelo, se pensaba que heredaba también unosmúsculos bien desarrollados. sólo los heredaba sino quelos desarrollaba más con el ejercicio, y pasaba estas me-joras a su hijo”.[13][14][15] Ya en vida, Lamarck se tendríaque defender de argumentos parecidos:

No obstante, se objeta todavía que todo loque se ve anuncia, relativamente al estado delos cuerpos vivientes, una constancia inaltera-ble en la conservación de su forma, y se pien-sa que todos los animales cuyo recuerdo nos hatransmitido la historia resaltan siempre los mis-mos y no han perdido ni adquirido nada en elperfeccionamiento de sus órganos y en la for-ma de sus partes. [...]

“No se puede por menos —dicen losautores— contener los vuelos de la imagina-ción, cuando todavía se ve conservado con susmenores huesos, sus menores pelos y sus me-nores detalles tal animal que antes tenía en To-bas o en Menfis sacerdotes y altares. Pero sinextraviarnos en todas las ideas que hacen nacersemejantes aproximaciones, limítense a expo-ner que estos animales son perfectamente se-mejantes a los actuales” (Anales del Museo deHistoria Natural.) [...]

Nada existe, por tanto, en la observaciónque acaba de ser citada que resulte contrario alas consideraciones que llevo expuestas sobreeste asunto, ni que pruebe que los animalesde que se trata hayan existido en todo tiempoen la Naturaleza, pues demuestra solamenteque vivían en Egipto hace dos o tres milaños. Y todo hombre que posee el hábito dereflexionar y de observar al propio tiempo

los documentos de la enorme antigüedad quemuestra la Naturaleza, aprecia en su verdaderovalor la insignificante cifra de tres mil añoscon relación a las épocas geológicas.

Lamarck, Filosofía zoológica.

Durante el siglo XX el lamarckismo ha sido defendi-do por diferentes evolucionistas,[16] y el conocido como“efecto Baldwin” (enunciado por James Marck Baldwiny C. Loyd Morgan a finales del siglo XIX), una versiónedulcorada de lamarckismo según la cual los hábitos sos-tenidos de las especies, por selección natural, se fijaríanen la herencia, se mantiene como plausible para resolveralgunas dificultades del neodarwinismo.[17][18]

Avanzado el siglo XX, la “barrera Weismann” se ha mos-trado franqueable, sin poderse probar que los caracteresadquiridos no puedan llegar a ser heredables.[19][20] Latransferencia horizontal se ha demostrado en casos, y seve en los virus, con su capacidad de intercambio gené-tico, a los posibles actores de tales transferencias. Tam-bién, en la simbiosis, se ha demostrado la existencia detransferencia genética, y en su grado de máxima integra-ción, la simbiogénesis, ha demostrado la eclosión de nue-vas individualidades, quimeras que integran a sus sim-biontes. El paso de procariotas a eucariotas, descrito enla endosimbiosis seriada, fue consecuencia de estos pro-cesos simbiogenéticos; aunqueMayr y Maynard Smith enlos años 90 opinaban que estos procesos nada tienen quever con el Lamarckismo. Gould (1977) diría: “Dudo queel lamarckismo pueda volver a experimentar un resurgi-miento como teoría viable de la evolución”.[21]

Al día de hoy, en mayoría, la comunidad científica con-sidera el paradigma neodarwinista satisfactorio para ex-plicar la evolución biológica, no considerando válido ellamarckismo. No obstante, Lynn Margulis, entre otrasy otros, considera que “una sugerencia principal para elnuevo siglo en biología es que el difamado eslogan del la-marckismo, «la herencia de los caracteres adquiridos» nodebe ser todavía abandonado: tan sólo debe ser refinadocuidadosamente”.[22]

2.5 Algunas publicaciones

• Flore Françoise: Ou Description Succincte De Tou-tes Les Plantes Qui croissent naturellement En Fran-ce ; Disposée selon une nouvelle méthode d'Analyse,et à laquelle on a joint la citation de leurs vertus lesmoins équivoques en Médicine, et de leur utilité dansles Arts. Paris 1778

• Encyclopédie Méthodique: Botanique. Tomo 1 al 3de un total de 8 vv. Paris 1783–1808

• Mémoires de physique et d'histoire naturelle, établissur des bâses de raisonnement indépendantes de toute

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théorie; avec l'exposition de nouvelles considérationssur la cause générale des dissolutions; sur la matiè-re du feu; sur la couleur des corps; sur la forma-tion des composés; sur l'origine des minéraux; et surl'organisation des corps vivans. Paris 1797

• Système des animaux sans vertèbres, ou Tableau gé-néral des classes, des ordres et des genres de cesanimaux présentant leurs caractères essentiels et leurdistribution, d'après la considération de leurs rap-ports naturels et de leur organisation, et suivantl'arrangement établi dans les galeries du Muséumd'Hist. Naturelle, parmi leurs dépouilles conservées.Paris 1801

• Recherches sur l'organisation des corps vivans : etparticulièrement sur son origine ... : précédé du dis-cours d'ouverture du cours de zoologie donné dansle Muséum national d'histoire naturelle, l'an X de laRépublique. Paris 1802

• Mémoires sur les fossiles des environs de Paris com-prenant la détermination des espèces qui appartien-nent aux animaux marins sans vertèbres, et dont laplupart sont figurés dans la collection des vélins duMuséum. Paris 1802

• Philosophie zoologique, ou, Exposition des considéra-tions relative à l'histoire naturelle des animaux (tra-dujo al alemán Arnold Lang: Jena 1876). Paris 1809

• Histoire naturelle des animaux sans vertèbres présen-tant les caractères généraux et particuliers de ces ani-maux, leur distribution, leurs genres, et la citation desprincipales espèces qui s’y rapportent : précédée d'uneintroduction offrant la détermination des caractèresessentiels de l'animal, sa distinction du végétal et desautres corps naturels : enfin, l'exposition des principesfondamentaux de la zoologie. Paris 1815-1822

• Système Analytique des Connaissances Positives del'Homme. Ed. del autor, Paris 1820

2.6 Honores

2.6.1 Eponimia

Zoología

Especies de abeja

• Apis mellifera lamarckii

• Cyaneia lamarckii

Especies marinas[23]

• Acropora lamarcki Veron, 2002

• Agaricia lamarckiMilne Edwards & Haime, 1851

• Ascaltis lamarcki (Haeckel, 1870)

• Bursa lamarckii (Deshayes, 1853) rana caracol

• Carinaria lamarckii Blainville, 1817, pequeño cara-col planctónico de mar

• Caligodes lamarcki Quidor, 1913

• Cyanea lamarckii Péron & Lesueur 1810

• Cyllene desnoyersi lamarcki Cernohorsky, 1975

• Erosaria lamarckii (J. E. Gray, 1825)

• Genicanthus lamarck (Lacepède, 1802)

• Gorgonocephalus lamarckii (Müller & Troschel,1842)

• Gyroidinoides lamarckiana (d´Orbigny, 1839)

• Lamarckdromia Guinot & Tavares, 2003

• Lamarckina Berthelin, 1881

• Lobophytum lamarcki Tixier-Durivault, 1956

• Marginella lamarcki Boyer, 2004, caracol de mar

• Megerlina lamarckiana (Davidson, 1852)

• Meretrix lamarckii Deshayes, 1853

• Morum lamarckii (Deshayes, 1844), caracol de mar

• Mycetophyllia lamarckiana Milne Edwards & Hai-me, 1848,

• Neotrigonia lamarckii (Gray, 1838)

• Olencira lamarckii Leach, 1818

• Petrolisthes lamarckii (Leach, 1820)

• Pomatoceros lamarckii (Quatrefages, 1866)

• Quinqueloculina lamarckiana d´Orbigny, 1839

• Raninoides lamarcki A. Milne-Edwards & Bouvier,1923

• Rhizophora x lamarckiiMontr.

• Siphonina lamarckana Cushman, 1927

• Solen lamarckii Chenu, 1843

• Spondylus lamarckii Chenu, 1845, ostra espinosa

• Xanthias lamarckii (H. Milne Edwards, 1834)

Botánica

Géneros

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• (Poaceae) Lamarckia Moench[24]

• (Solanaceae) Lamarckia Vahl[25]

Especies (116 registros IPNI)

• (Rosaceae) Amelanchier lamarckii F.G.Schroed.[26]

• (Scrophulariaceae) Digitalis lamarckii Ivanina[27]

• (Ranunculaceae) Aconitum lamarckii Rchb. exSpreng.[28]

3 Véase• Lamarckismo

• Darwinismo

• Filosofía zoológica

• Anexo:naturalistas y epónimos

4 Abreviatura

La abreviatura Lam. se emplea para indicar a Jean-Baptiste Lamarck como autoridad en la descripción yclasificación científica de los vegetales. (consulte el lista-do de todos los géneros y especies descritos por este autor enIPNI).

5 Abreviatura

La abreviatura Lamarck se emplea para indicar a Jean-Baptiste Lamarck como autoridad en la descripción ytaxonomía en zoología.

6 Referencias[1] A Lamarck corresponde la imperecedera

gloria de haber sido el primero en elevar lateoría de la descendencia a la altura de unateoría científica independiente y de haberhecho de la filosofía de la Naturaleza la basesólida de toda la biología.Ernesto Hæckel, Prólogo Filosofía Zoológi-ca, Prólogo, p. VIII.

[2] Adrià Casinos. Presentación, en el facsímil de Alta FullaEdiciones de Filosofía Zoológica

[3] Prólogo Filosofía evolutiva Edición de F. Sempere yCompañia Editores. (Facsimil de Editorial Alta Fulla1986)

[4] Si el admirable esfuerzo intelectual deLamarck fue casi desconocido en su tiempo,se debe en parte a la grandeza del paso degigante por el cual se adelantaba en mediosiglo á sus contemporáneosErnesto Hæckel, Filosofía Zoológica (Prólo-go).

[5] Esta imagen de fracaso olvidado fue fo-mentada por las dos figuras más ilustres dela historia natural decimonónica: Cuvier y elpropio Darwin. Este último dijo poco de La-marck, pero su denigración todavía impregnanuestra visión del personaje. Cuvier fue mu-cho más dañino.[…] Tras ridiculizar el méto-do general de construcción de sistemas, Cu-vier monta su segundo ataque y desmantelael sistema de Lamarck, en particular su vi-sión evolucionista. Cuvier hizo un flaco ser-vicio a su colega al caricaturizar la evoluciónlamarckiana como el resultado de la volun-tad orgánica, basada en deseos y traducida enel progreso filético. Una vez más, su brillan-te retórica se pone al servicio de la distorsiónflagrante. Gould, (2005), p. 197-198.

[6] Las opiniones expresadas por Lamarck,en 1809, en estas teorías, son asombrosamen-te atrevidas; son, además, amplias, grandio-sas y fueron formuladas en una época en queni siquiera se podía entrever la posibilidad le-jana de fundarlas sobre hechos evidentes, co-mo podemos hacer hoy. Ya lo veis; la obra deLamarck es verdadera, plena y estrictamentemonística, es decir, mecánica; así, la unidadde las causas eficientes en la naturaleza or-gánica y anorgánica, la base fundamental deestas causas atribuida a las propiedades físi-cas y químicas de la materia; la ausencia deuna fuerza vital especial o de una causa fi-nal orgánica; la procedencia de todos los or-ganismos de un corto número de formas an-tepasadas, salidas por generación espontáneade la materia; la perpetuidad no interrumpi-da de la evolución geológica; la ausencia derevoluciones y especialmente la inadmisibi-lidad de todo milagro; en una palabra, todaslas proposiciones más importantes de la bio-logía monística están ya formuladas en la FI-LOSOFÍA ZOOLÓGICA. Ernesto Hæckel.Filosofía zoológica, (prólogo).

[7] El hecho es que los diversos animalestienen, según su género y su especie, há-bitos particulares y una organización quese encuentra en relación con ellos. De laconsideración de este hecho parece que seestá en libertad de admitir, sea una, sea otrade las dos conclusiones siguientes, aunqueninguna de ellas puede probarse: Conclusiónadmitida hasta hoy.— La Naturaleza (o suautor) al crear los animales, previó todaslas especies posibles de circunstancias en

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las cuales tendrían que vivir y dio a cadaespecie una organización constante, así comouna forma determinada e invariable en suspartes, que fuerzan a cada especie a vivir enlos lugares y los climas donde se la encuentray a conservar en ellos los hábitos que se laconocen. Mi conclusión particular.— LaNaturaleza, al producir sucesivamente todaslas especies de animales y comenzando porlos más imperfectos o los más simples, paraterminar su obra por los más perfectos, hacomplicado gradualmente su organización, yestos animales, esparciéndose por todas lasregiones del globo, cada especie ha recibidode la influencia de las circunstancias enlas cuales se ha encontrado los hábitos queconocemos y las modificaciones en sus partesque nos muestra la observación. La primerade estas dos conclusiones es la corrienteen la actualidad. Supone en cada animaluna organización constante y partes queno han variado nunca. Supone aún que lascircunstancias de los lugares que habita cadaespecie de animal no cambian jamás, porquesi variasen, los mismos animales no podríanvivir en ellos. La segunda conclusión es solomía. Supone que por la influencia de lascircunstancias sobre los hábitos, y en seguidapor la de los hábitos sobre el estado de lasparles y hasta sobre el de la organización,cada animal puede recibir en sus partes y suorganización modificaciones susceptibles dellegar a ser muy considerables y de haberdado lugar al estado en que encontramos atodos los animales. Para sostener que estasegunda conclusión resulta sin fundamento,hay necesidad por de pronto de probar quecada punto de la superficie del globo novaría nunca en su Naturaleza, su exposición,su situación elevada ó profunda, su clima,etc., y probar después que ninguna parte delos animales sufrió modificación alguna altravés de los tiempos por el cambio de lascircunstancias y por la necesidad que lesobliga a otro género de vida y de acción quelos habituales.Lamarck, Filosofía Zoológica, p. 198.

[8] Lamarck, Filosofía zoológica, introducción, p. XVIII.

[9] Lamarck, Filosofía Zoológica.

[10] Creo que Lamarck tuvo mucha másinfluencia sobre Darwin de lo que reconocela tradición (un punto avanzado también porotros historiadores de la ciencia: véase Corsi,1978; Mayr, 1972, pág. 90)[…] Darwindijo poco de Lamarck en sus publicaciones.La única referencia explícita a la teoríalamarckiana en el Origen es un cicateroelogio en el prefacio histórico añadido alas ediciones posteriores a la primera. Perosabemos que Darwin estudió a Lamarck

intensamente y no le gustó lo que leyó.Tenía un ejemplar de la edición de 1830de la Phiiosophie zoologique (véase Hull,1985, pág. 802) que leyó al menos dosveces y del que tomó gran cantidad denotas. Lo que quizá sea más importante esque Lamarck proporcionó a Darwin unaintroducción al tema de la evolución a travésde la imparcial pero crítica exégesis de Lyellen sus Principies of Geology.Goul, 2002, p. 219-221

[11] La teoría de Lamarck fue ampliamentemalinterpretada como tan sólo la herenciade caracteres adquiridos, o caricaturizadacomo cambios resultantes de la voluntad derealización de los organismos. Medio siglomás tarde, sin embargo, Charles Darwinincluiría algunas de las ideas de Lamarcken su propia teoría de la evolución porselección natural, sin el correspondientereconocimiento.Mae-Wan Ho 1988.

[12] Una idea bastante simplista que veremosplanteada por “otro autor” mas adelante,sino a los efectos, a largo plazo, de lascircunstancias ambientales naturales queproduzcan una respuesta del organismo (ycortar la cola a cientos de ratones, la supuestademostración de Weissman de la falsedaddel lamarckismo, no sólo no es una influenciaambiental, sino que es una simpleza cruel einútil).Sandin, 2006, Cap. Una nueva biología parauna nueva sociedad.

[13] Dawkins, El relojero ciego.

[14] Baste, por ejemplo, con señalar quesi, en realidad, se pudieran heredar loscaracteres adquiridos, el hecho de haberaplicado a varios centenares de generacionesla circuncisión habría hecho que los niñosjudíos nacieran hoy en día sin prepucio. Contodo, el problema más profundo es que lateoría lamarckiana, aun cuando, en general,hubiera resultado ser correcta, no sería capazde explicar la complejidad adaptativa. Enprimer lugar, el hecho de usar un órgano nohace, por sí mismo, que el órgano funcionemejor.Pinker, 1995

[15] ¿Y qué decir de otra notoria herejía,el lamarckismo, es decir, la creencia en elcarácter hereditario de las característicasadquiridas. Aquí la situación es bastantemás interesante.[…] Veamos un ejemplo.La violinista desarrolla con asiduidad un

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magnífico vibrato, gracias fundamentalmen-te a los ajustes conseguidos en los tendonesy ligamentos de su muñeca izquierda com-pletamente diferentes de los que poseen sumuñeca derecha, la de la mano que coge elarco. La receta para hacer una muñeca enel ADN humano produce ambas muñecas apartir de un solo conjunto de instruccionesque se aprovecha de la reflexión especular(a ello se debe que las muñecas sean tanparecidas) así que no habría un modo simplede cambiar la receta de la muñeca izquierdasin hacer el mismo cambio (no deseado) enla muñeca derecha.Dennett, 1999, pp.529-533.

[16] En este sentido, el lamarckismo siguiósiendo una teoría popular hasta bien entradonuestro siglo. Darwin ganó la batalla en favordel hecho de la evolución, pero su teoríaacerca del mecanismo (la selección natural)no obtuvo una popularidad amplia hasta lafusión de las tradiciones de la historia naturaly la genética mendeliana en los años de ladécada de 1930. Más aún, el propio Darwinjamás rechazó el lamarckismo, aunquelo consideraba subsidiario a la selecciónnatural como mecanismo evolutivo. Inclusoya en 1938, por ejemplo, el paleontólogode Harvard Percy Raymond, escribiendo(sospecho) sobre esta misma mesa queestoy utilizando ahora, dijo acerca de suscolegas: «Probablemente la mayor parte deellos sean lamarckistas de alguna manera;al crítico poco caritativo le podría parecerque hay muchos que son más lamarckistasque Lamarck». Hemos de reconocer lacontinuada influencia del lamarckismopara comprender una buena parte de lasteorías sociales. Sombras de Lamarck deun pasado inmediato, ideas que se vuelvenincomprensibles si las encajamos a la fuerzadentro del marco darwinista que a menudodamos por supuesto que tienen.Goul, El pulgar del panda, p.69.

[17] Otro fenómeno que lleva toda una seriede nombres incluido el de «efecto Baldwin»y el de «asimilación genética», pareceostentar un carácter más lamarckista, peroencaja igualmente bien en una perspectivadarwinista. Por elegir la ilustración clásica:los avestruces tienen callosidades en las patasdonde suelen arrodillarse sobre un sueloduro; pero las callosidades se desarrollanya dentro del huevo, antes de que puedanser usadas. ¿Acaso no requiere esto unescenario lamarckista? Unos antepasadosde patas lisas empezaron a arrodillarse y aadquirir callosidades como adaptación nogenética, del mismo modo que nosotros,según nuestra profesión, desarrollamos

callosidades de escritor, o plantares. Estascallosidades fueron seguidamente heredadascomo adaptaciones genéticas, formándosemucho tiempo antes de ser utilizadas.Stephen Jay Goul, El pulgar del panda, 1980,p.74.

[18] De modo similar podemos decir queel lamarekismo, especialmente la doctrinasegún la cual los órganos evolucionan bajola influencia de su uso y degeneran bajo elinflujo de su desuso, se ha visto explicado,en cierto sentido, en términos de selecciónnatural gracias a J. M. Baldwin (un filósofode Princeton), a Waddigton, a Simpsom y aFrwin Schródinger. […] Han mostrado dequé modo la evolución lamarckista, mediantela instrucción, puede ser simulada por laevolución darwinista mediante selecciónnatural. […] La dificultad real del darwi-nismo es el problema, de sobra conocido,de explicar los desarrollos evolucionistasque aparentemente están dirigidos a unfin, como nuestros ojos, recurriendo a unnúmero de pasos muy pequeños, pues, segúnel darwinismo, cada uno de estos pasos esel resultado de una mutación puramenteaccidental. Es difícil explicar que todas esasmutaciones accidentales e independienteshayan tenido un valor de supervivencia. Es,especialmente, el caso de la conducta here-dada de Lorena. El “efecto-Baldwin” —esdecir, la teoría de un desarrollo puramentedarwinista que simula el lamarckismo—me parece un paso importante hacia laexplicación de tales desarrollos.Karl R. Popper, 1972, pp. 245-249

[19] “El reverso de la moneda es que tampoco hay ningunaprueba genética fehaciente de la imposibilidad de la he-rencia de los caracteres adquiridos. Adriá Casinos, prolo-go de Filosofía zoológica.

[20] “No es posible probar que las características adquiridas nose hereden Por la misma razón, no podemos probar que noexisten las hadas”. Dawkins, El relojero ciego.

[21] Las teorías lamarckistas perdieron acep-tación cuando los genetistas demostraronque la herencia de caracteres adquiridos(«herencia blanda») era imposible, ya quelas características adquiridas por el fenotipono se pueden transmitir a la siguientegeneración. La caída definitiva de la he-rencia blanda en el siglo XX la provocóla biología molecular, al demostrar quela información contenida en las proteínas(fenotipo) no se puede transmitir a los ácidosnucleicos (genotipo). El llamado dogmacentral de la biología molecular privó alos lamarckistas de sus últimos restos decredibilidad. Existe una cierta posibilidadde que algunos microorganismos (puede que

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incluso protistas) tengan la capacidad demutar en respuesta a condiciones externas,pero incluso si se confirmara, nunca podríaocurrir en organismos complejos, donde elADN del genotipo está muy separado delfenotipo.Mayr, 1995.

[22] ¿Cómo se traspasó la creatividad micro-biana a las formas de vida de mayor tamaño?Una sugerencia principal para el nuevo sigloen biología es que el difamado eslogan dellamarckismo, «la herencia de los caracteresadquiridos» no debe ser todavía abandonado:tan sólo debe ser refinado cuidadosamente.Nadie, animal o planta, adquiere nuevoscaracteres heredables creciendo, comiendo,ejercitándose, apareándose y demás. Porel contrario, bajo condiciones de estrés,distintos tipos de individuos se asocianfísicamente. Más adelante, algunos se incor-porarán a los otros y algunos de éstos inclusollegarán a fusionar sus sistemas genéticos.Hay muchos modos de fusión, incluyendo lasinfecciones víricas.Margulis, Planeta simbiótico, p. 32.

[23] WoRMS: species with the epithet “lamarcki”; visto 17nov. 2010

[24] Methodus (Moench) 201 1794 (GCI)

[25] Skr. Naturhist.-Selsk. 6: 93 1810 (IK)

[26] Taxon xvii. 633 1968 (IK)

[27] Trudy Bot. Inst. Akad. Nauk S.S.S.R., Ser. 1, Fl. Sist.Vyssh. Rast. 11: 260 1955 (IK)

[28] Syst. Veg. (ed. 16) [Sprengel] 2: 620 1825 (IK)

7 Bibliografía

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• Richard Dawkins 1986, El Relojero Ciego, Trad.Manuel Arroyo Fernández, Editorial Labor S. A.1989

• Daniel Dennett, La peligrosa idea de Darwin. Evolu-ción y significados de la vida, Trad.: Cristóbal PeraBlanco-Morales, Círculo de Lectores /Galaxia Gu-tenberg, 1999

• Stephen Jay Gould, 1980, THE PANDA’S THUMB,El pulgar del panda,Trad. ANTONIO RESINES,Revisión de JOANDOMENEC ROS, HermannBlume, Madrid 1983.

• Stephen Jay Gould (1977), Desde Darwin. Reflexio-nes sobre Historia Natural, Ever Since Darwin. Re-flections in Natural History, Trad. Antonio Resines,(1983), Hermann Blume Ediciones.

• Leon Harris, 1981, Evolución. Génesis y revelacio-nes, Trad: Antonio Resines, 1985, Hermann BlumeEdiciones.

• Lamarck, Jean Baptiste (1809). Philosophie zoologi-que. Prólogo de Ernesto Hæckel[En castellano: Fi-losofía zoológica. F. Sempere y Compañía Editores(F. Sempere y V. Blasco Ibáñez). Col. Biblioteca fi-losófica y social. 262 págs. Valencia, ca.1910. (Edi-ción facsimilar de Editorial Alta Fulla -Mundo cien-tífico. Barcelona, 1986 ISBN 84-86556-08-2)

• Mae-Wan Ho, 1988, Genetic engineering, Trad.: Jo-sé Ángel Álvarez, Editorial Gedisa SA 2001

• Margulis, Lynn (2002). Planeta Simbiótico. Un nue-vo punto de vista sobre la evolución. Victoria LaportaGonzalo (trad.). Madrid: Editorial Debate.

• Ernst Mayr, 1995, This is Biology, Así es la biología1998, Trad. Juan Manuel Ibeas, Editorial Debate,S.A.

• André Pichot. 1997. Histoire de la notion de vie.Ed. Gallimard, coll. « TEL » : 980 pp. ISBN 2-07-073136-7, cap. 7 « Lamarck et la biologie »

• Steven Pinker, 1997, How the mind works, Cómofunciona la mente, Trad. Ferran Meler-Orti, Edicio-nes Destino S. A. 2001

• Karl R. Popper, 1972, Objetive knowledge, Cono-cimiento objetivo. Un enfoque evolucionista, Trad.:Carlos Solís Santos, Ed. Tecnos S. A. 1974

• Sandín Máximo, Pensando la Evolución, Pensandola vida, 2006, Ediciones Crimentales S. L. ISBN 84-935141-0-1

8 Enlaces externos

• Wikimedia Commons alberga contenido multi-media sobre Jean-Baptiste LamarckCommons.

• Wikispecies tiene un artículo sobre Jean-Baptiste Lamarck. Wikispecies

• «Jean-Baptiste Lamarck», Índice Internacional deNombres de las Plantas (IPNI), Real Jardín Botánicode Kew, Herbario de la Universidad de Harvardy Herbario nacional Australiano (eds.), http://www.ipni.org/ipni/authorsearch?id=5227-1&query_type=by_id&output_format=object_view.

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12 9 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS

9 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias

9.1 Texto• Jean-Baptiste Lamarck Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Baptiste_Lamarck?oldid=86110368 Colaboradores: AstroNomo, Jo-seaperez, Oblongo, Moriel, Frutoseco, Looxix~eswiki, Rosarino, Dodo, Sms, Cookie, Lew XXI, Valyag, Erri4a, Javier martin, Loco085,DamianFinol, Elsenyor, Renabot, BKTR, Digigalos, Skiel85, Petronas, MdR, Airunp, Rembiapo pohyiete (bot), LP, Chulloras, Orgullo-bot~eswiki, RobotQuistnix, Yrbot, Nemo, Oscar ., FlaBot, Varano, Maleiva, YurikBot, Icvav, GermanX, Beto29, KnightRider, Gaudio,Fbiole, Eskimbot, Banfield, George McFinnigan, Ketamino, Tomatejc, Jarke, JeanV, BOTpolicia, CEM-bot, Laura Fiorucci, Baiji, Rastro-jo, Rosarinagazo, Jjafjjaf, Alvaro qc, Lauranrg, Yeza, RoyFocker, TuvicBot, Botones, Isha, Góngora, JAnDbot, Thormaster, JuanPaBJ16,Kved, DerHexer, Lecuona, Beta15, Bertie Wooster, SITOMON, Hidoy kukyo, Humberto, Netito777, Ale flashero, NaSz, Amanuense, Pe-dro Nonualco, Chabbot, Pólux, Xvazquez, Aibot, VolkovBot, RaizRaiz, Jurock, Snakeyes, Technopat, Emibacter, Matdrodes, MILEPRI,DJ Nietzsche, BlackBeast, Vatelys, AlleborgoBot, Posible2006, Muro Bot, Gerakibot, SieBot, Obelix83, Cobalttempest, MiguelAngelCa-ballero, Rigenea, Esteban Martínez V., Drinibot, CASF, BOTarate, Mel 23, Inuyasha1111, Manwë, Ugly, Philmarin, Greek, Copydays,Tirithel, Chago.mora, Mutari, Javierito92, HUB, Carlitos shido, Kikobot, Quijav, PixelBot, Leonpolanco, Pan con queso, Petruss, Tool-server, Açipni-Lovrij, PePeEfe, Camilo, UA31, AVBOT, David0811, LucienBOT, Louperibot, MastiBot, Angel GN, MarcoAurelio, Njar-darBot, Ialad, Diegusjaimes, Davidgutierrezalvarez, Arjuno3, Andreasmperu, Luckas-bot, MOZARTLULLY, Spirit-Black-Wikipedista,Ptbotgourou, Vic Fede, Dangelin5, Yonidebot, Nixón, DSisyphBot, ArthurBot, Jordi domenech~eswiki, SuperBraulio13, Juamax, Ma-nuelt15, Xqbot, Jkbw, AlimanRuna, MABot, Ricardogpn, Igna, Botarel, Revoluc, Panderine!, D'ohBot, BOTirithel, TiriBOT, TobeBot,Aleuze, Halfdrag, BF14, Ennagi, Abece, Cris7593, Materialscientist, PatruBOT, Ganímedes, Angelito7, Urasama, Jorge c2010, Foundling,Miss Manzana, Cynthia margarita valle jimenez, EmausBot, Allforrous, Nikolas Poveda, Mecamático, Emiduronte, ChuispastonBot, Ma-driCR, Wiki sec, Nsimean, Kratos654, VeaBot, Antonorsi, MerlIwBot, Vjiced, ChayitaBOT, Brgesto, AvocatoBot, Invadibot, LlamaAl,Creosota, JYBot, Helmy oved, Akdkiller, Totemkin, Legobot, Yendri07, Tepita25, Pocoyo12345, Balles2601, Daviquini, JacobRodrigues,Zidaneelmejor5, JuniorPS7, Jarould, Wilner21, Aldito23, Strakhov, Lectorina y Anónimos: 491

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