Jean Paul Sartre

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JEAN PAUL SARTRE Resumen - Sartre fue mostrándose insatisfecho con una filosofía que era principalmente especulación y que poco lidiaba con la vida real. - En su novela La Náusea, Sartre se pregunta: "¿qué soy yo?", y se niega a responderla por vías racionales e intelectuales, para él, la respuesta está en describir y evocar el sentimiento más puro de la existencia. --- - Por esencia entendemos aquello que hace que una cosa sea precisamente esa cosa y no otra; es lo igual entre los iguales. En cambio, la existencia es lo que emerge, aparece y se manifiesta. La existencia es lo propio de un ser y se opone a lo "igual" de los seres. - Para Sartre "la existencia precede a la esencia". Todas las cosas creadas por el hombre vienen al mundo predefinidas, y por lo tanto, para esas cosas la esencia es antes que su existencia. De alguna manera, podría decirse que también la naturaleza está en esta circunstancia. - La tradición filosófica occidental llegó a considerar que también para el hombre su esencia era anterior a su existencia. Para Sartre no existe tal cosa como una naturaleza humana predefinida, ningún criterio para que alguno pudiera ser "menos" humano o n "mal humano" (por carecer de una parte de esencia). "El ser humano primero existe...luego empieza a definirse...se hace con sus actos". - Sartre le apuesta a la libertad. El ser humano es libre para llegar a ser lo que decide ser. Cada persona se va construyendo a sí misma en el mismo proceso de existir. Libertad significa responsabilidad. La paradoja del ser humano es que somos nuestro comportamiento y al mismo tiempo no coincidimos totalmente con ello, somos mucho más que eso. - La conciencia la divide en conciencia refleja o reflexiva y conciencia no refleja o pre-reflexiva. En la pre-reflexiva la atención está en los objetos, lo que pasa afuera y no hay ninguna reflexión sobre el "yo". La conciencia reflexiva es la posibilidad de pensar sobre nosotros mismos. El "yo" sólo existe en la conciencia reflexiva (Vs. El error de Descartes). - Para Sartre el "yo" no es concreto, es inalcanzable a la conciencia porque se está creando a sí mismo a cada momento. Para Sartre es inadmisible que un hombre juzgue a otro hombre. el existencialismo prescinde de este tipo de juicio: el hombre no es fin, no se define puesto que el hombre está todavía sin determinar. Y cualquier cosa que digamos de la persona admás de coincidir con su experiencia, es algo temporal producto de la situación específica del momento. - La conciencia es siempre una experiencia del mundo; Sartre permanece fiel al principio fenomenológico de la intencionalidad. Cualquier experiencia en nuestra conciencia es siempre una experiencia del mundo. La conciencia no se encuentra ni dentro ni fuera del cuerpo sino en el encuentro entre el ser y el mundo. - Para Sartre el centro de la investigación debiera ser la conciencia y no el Ser de Heidegger, aunque podemos notar ciertas similitudes entre la conciencia entendida de forma relacional y el Dasein. Toda conciencia o experiencia del mundo es siempre una conciencia de nosotros mismos, ya que nos captamos a nosotros mismos en el acto de la experiencia. - A Sarte le parece que la angustia y la libertad son dos aspectos inseparables (como a Kierkegaard). Para Sartre el miedo es siempre algo diferente de nosotros mismos, mientras que la angustia es una experiencia que nos pertenece a nosotros mismos, al sabernos libres. El poder que el mundo tiene sobre nosotros depende de nosotros, ya que somos quienes le damos y determinamos el poder que tiene sobre nuestra existencia: cada uno de nosotro decide sin excusas. Lamentablemente rara vez se tiene el valor suficiente para aceptar esta responsabilidad, lo más común es que las personas vayan por la vida mintiéndose a sí mismas, creyendo que sus dificultades o fracasos son responsabilidad de otros, del mundo. Sartre la llama "mala fe" y se opone a la autenticidad de Heidegger. La mala fe es jugar a que el comportamiento nos sucede, en vez de aceptar que decidimos y construimos nuestro ser a cada momento. - La comprensión de Sartre de la libertad individual implica un aspecto social. La responsabilidad hacia los otros y con los otros. Cuando creamos nuestro propio yo individual participamos automáticamente del surgimiento de un ideal de la naturaleza humana en sí. ¿Qué persona es más ser humano que otra? Ninúgún ser humano es más ser humano que ningún otro, por lo tanto, cada ser humano es un digno representante de la humanidad entera. Esto significa que cada individuo actúa, en cada una de sus acciones por pequeña que sea, en nombre de la humanidad. Cada elección nos crea y crea al mundo. Se reconoce la existencia de los otros y el papel importante de cada acción y

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Resumen del Libro de Yaqui Andrés Martínez

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JEAN PAUL SARTRE

Resumen

- Sartre fue mostrándose insatisfecho con una filosofía que era principalmente especulación y que poco lidiaba con la vida real. - En su novela La Náusea, Sartre se pregunta: "¿qué soy yo?", y se niega a responderla por vías racionales e intelectuales, para él, la respuesta está en describir y evocar el sentimiento más puro de la existencia. --- - Por esencia entendemos aquello que hace que una cosa sea precisamente esa cosa y no otra; es lo igual entre los iguales. En cambio, la existencia es lo que emerge, aparece y se manifiesta. La existencia es lo propio de un ser y se opone a lo "igual" de los seres. - Para Sartre "la existencia precede a la esencia". Todas las cosas creadas por el hombre vienen al mundo predefinidas, y por lo tanto, para esas cosas la esencia es antes que su existencia. De alguna manera, podría decirse que también la naturaleza está en esta circunstancia. - La tradición filosófica occidental llegó a considerar que también para el hombre su esencia era anterior a su existencia. Para Sartre no existe tal cosa como una naturaleza humana predefinida, ningún criterio para que alguno pudiera ser "menos" humano o n "mal humano" (por carecer de una parte de esencia). "El ser humano primero existe...luego empieza a definirse...se hace con sus actos". - Sartre le apuesta a la libertad. El ser humano es libre para llegar a ser lo que decide ser. Cada persona se va construyendo a sí misma en el mismo proceso de existir. Libertad significa responsabilidad. La paradoja del ser humano es que somos nuestro comportamiento y al mismo tiempo no coincidimos totalmente con ello, somos mucho más que eso. - La conciencia la divide en conciencia refleja o reflexiva y conciencia no refleja o pre-reflexiva. En la pre-reflexiva la atención está en los objetos, lo que pasa afuera y no hay ninguna reflexión sobre el "yo". La conciencia reflexiva es la posibilidad de pensar sobre nosotros mismos. El "yo" sólo existe en la conciencia reflexiva (Vs. El error de Descartes). - Para Sartre el "yo" no es concreto, es inalcanzable a la conciencia porque se está creando a sí mismo a cada momento. Para Sartre es inadmisible que un hombre juzgue a otro hombre. el existencialismo prescinde de este tipo de juicio: el hombre no es fin, no se define puesto que el hombre está todavía sin determinar. Y cualquier cosa que digamos de la persona admás de coincidir con su experiencia, es algo temporal producto de la situación específica del momento. - La conciencia es siempre una experiencia del mundo; Sartre permanece fiel al principio fenomenológico de la intencionalidad. Cualquier experiencia en nuestra conciencia es siempre una experiencia del mundo. La conciencia no se encuentra ni dentro ni fuera del cuerpo sino en el encuentro entre el ser y el mundo. - Para Sartre el centro de la investigación debiera ser la conciencia y no el Ser de Heidegger, aunque podemos notar ciertas similitudes entre la conciencia entendida de forma relacional y el Dasein. Toda conciencia o experiencia del mundo es siempre una conciencia de nosotros mismos, ya que nos captamos a nosotros mismos en el acto de la experiencia. - A Sarte le parece que la angustia y la libertad son dos aspectos inseparables (como a Kierkegaard). Para Sartre el miedo es siempre algo diferente de nosotros mismos, mientras que la angustia es una experiencia que nos pertenece a nosotros mismos, al sabernos libres. El poder que el mundo tiene sobre nosotros depende de nosotros, ya que somos quienes le damos y determinamos el poder que tiene sobre nuestra existencia: cada uno de nosotro decide sin excusas. Lamentablemente rara vez se tiene el valor suficiente para aceptar esta responsabilidad, lo más común es que las personas vayan por la vida mintiéndose a sí mismas, creyendo que sus dificultades o fracasos son responsabilidad de otros, del mundo. Sartre la llama "mala fe" y se opone a la autenticidad de Heidegger. La mala fe es jugar a que el comportamiento nos sucede, en vez de aceptar que decidimos y construimos nuestro ser a cada momento. - La comprensión de Sartre de la libertad individual implica un aspecto social. La responsabilidad hacia los otros y con los otros. Cuando creamos nuestro propio yo individual participamos automáticamente del surgimiento de un ideal de la naturaleza humana en sí. ¿Qué persona es más ser humano que otra? Ninúgún ser humano es más ser humano que ningún otro, por lo tanto, cada ser humano es un digno representante de la humanidad entera. Esto significa que cada individuo actúa, en cada una de sus acciones por pequeña que sea, en nombre de la humanidad. Cada elección nos crea y crea al mundo. Se reconoce la existencia de los otros y el papel importante de cada acción y

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decisión. La valoración de un acto como positivo o negativo entonces depende de si se acepta el acto como positivo o negativo para toda la humanidad. - El tiempo importante es el futuro. El ser humano es un proyecto que se lanza a sí mismo hacia lo que será: un constante devenir. Es el futuro el que determina el pasado y no vicecersa. El pasado no puede cambiar, porque ya no existe. Lo único que tenemos es nuestra experiencia y nuestros significados de eso que llamamos pasado, mas estas experiencias y significados están siendo construidos en el momento presente y son influidos por la situación del momento actual. Del mismo modo lo significados del presente están determinados por lo que no es aún, por el futuro, por aquello que nos jala a cumplir nuestro proyecto. Cada vez que tomamos una decisión o elección, lo hacemos deseando alcanzar un futuro en el que nos hemos proyectado. Poner acento en el futuro es poner acento en el indeterminismo. Cuando ponemos el acento en el pasado, en la historia, sutilmente aceptamos el determinismo causal. Para Sarte, la mayoría de las personas elige aspectos de su pasado y los proyecta al futuro como parte de sí, es una nueva forma de mala fe. A cada momento estamos obligados al elegir el sentido que el pasado tendrá para nosotros. La angustia que sentimos hacia el futuro es más intenda que la que sentimos hacia el pasado, porque el futuro es ausencia de facticidad. - Para Sartre el yo y el otro están inextricablemente unidos. Cuando dos personas se encuentran, una lucha entre ellos comienza de inmediato: la libertad de una persona desestabiliza la libertad de la otra, ya que cada quien puede desear que el otro realice una acción que no desea. Aunque obligara al otro a realizarla, es imposible hacer que él (o ella) desee lo que yo deseo. "Mi libertad termina donde la del otro empieza". Mi conciencia requiere ser reconocida como tal por otra conciecia para que se dé la experiencia plena de la existencia. necesitamos la experiencia del otro para confirmarnos; pero al mismo tiempo el otro es nuestro peligro porque la mirada cosifica. Su mirada aniquila mi libertad de ser alguien distinto y de reconstruirme y de reinventarme a cada momento. Para SArtre los conflictos no surgen como resultado de mecanismos intrapsíquicos en tensión como lo sugería Freud, en vez de ello, se conciben como una consecuencia interrelacional. Ya que cada uno de nosotros intentará rebelarse a dicha limitación. En sus últimos escritos Sartre se mostró más abierto a la posiblidad de encontrar una salida. Que ambos sujetos se miren como tales, ya que los objetos no tienen la posiblidad de mirar. Otra forma de acercarnos a una solución proviene de la perspectiva de Heidegger quien nos enseña que los otros no son aquellos aparte o en contra de mí, sino aquellos hacia quienes soy. Recordando que cualquier conciencia que tenga de mí es también una expresión del no-yo, del otro. Ser en relación incluye la mutualidad de ser-entre-otros. Para Sartre la principal situación de ser con otros es el conflicto. Donde lo importante no es negar o evadir el mismo, sino aceptar su inevitabilidad intentar reconocer y aprovechar mutuamente sus posibilidades. La posibilidad de la cooperación con el otro surge no de erradicar el conflicto entre nosotros, sino del reconocimiento mutuo de lo inevitable del mismo. La cooperación sólo puede surgir de la aceptación de lo incompleto e incierto de nuestro ser y de cómo vamos co-construyéndonos, co-creándonos e inventándonos mutuamente. - Para Sartre lo fundamental es la conciencia, no el Ser como para Heidegger, la conciencia de algo, en movimiento, dirigida hacia. Una conciencia en acción. Para Sartre, la idea del inconsciente es mala fe, ya que es un intento de disculpar lo no disculpable. Todo acto psíquico es co-extenso con la conciencia y ésta y el conocimiento no son la misma cosa, la conciencia refleja puede brindarnos comprensión y es necesario saber lo que comprendemos y sólo es posible convertir la experiencia en conocimiento cuando es adecuadamente conceptualizada. Sólo podemos comprender nuestro proyecto de ser cuando lo miramos a la luz de las relaciones con el ser de otros (es por ello que no estamos en posición privilegiada para autoconocernos). No es posible realizar elecciones de manera inconsciente por muy profundas que éstas sean, si no hay conciencia entonces no hay una verdadera elección. La conciencia es elección. "Es menester ser consciente para elegir y es menester elegir para ser consciente. Elección y concincia son una y la misma cosa. - Sartre utiliza la expresión Ser-para-sí para indicar todas las posibilidades para ser como seres humanos. El ser-para-sí está orientado a trascender las definiciones, las etiquetas y los roles que suelen capturarnos en una sola posibilidad. Ser-para-sí no es algo sencillo. El precio que pagamos es la angustia; angustia por perder las definiciones y significados fijos. El ser-para-sí implica quedarnos en la nada, perdiendo los significados, observando al mundo y a sí mismo como un flujo, como caos y como absurdo. El ser-para-sí está completamente entregado a su presente, aún cuando está inventando su futuro. Y por lo mismo, su vida no tiene ningún sentido mas que el que él mismo le invente con su existencia misma. - El ser-en-sí es el ser de la facticidad, desde lo objetivo, de las verdades permanentes y necesarias, de los hechos. Se apoya en la facticidad de nuestra existencia -nuestros cuerpos, nuestra cultura, nuestro lugar en la historia-, dándonos

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la ilusión de que hay un significado a través del cual podemos escapar de la angustia de la libertad. El precio por ésto es que fácilmente podemos caer en la experiencia de la vergüenza y la culpa existencial, experiencias que surgen al darnos cuenta que hemos dejado de lado nuestras propias posibilidades de libertad, haciéndonos menos de lo podríamos ser en nuestra existencia. - La tragedia humana es que aspiramos a ser algo definitivo y definido, casi como si fuéramos objetos, mientras que a la vez seguimos teniendo la capacidad y libertad para irnos construyendo a cada momento. No tenemos otra opción más que ir creando y co-creando nuestra propia versión de vivir esta pardoja. Por ello Sartre concluía que "el hombre es una pasión inútil". ---- APLICACIÓN A LA PSICOTERAPIA - Cada uno de nosotros se está construyendo y reinventando a sí mismo a cada momento. - Ésto revela una gran responsabilidad. La persona no puede seguir echándole la culpa al pasado. - Mirar la angustia de una manera más amigable; como herramienta que nos concientiza de la libertad. - Poner atención a las continuas decisiones y elecciones. - Podemos liberarnos de la tendencia diagnóstica que en muchas ocasiones lejos de apoyar el proceso terapéutico sólo lo entorpece por promover una atención selectiva de parte del especialista. - La distinción entre miedo y angustia. El primero como algo correspondiente al mundo, mientras la segunda algo al sí mismo. - La perspectiva sartreana sobre la angustia y la responsabilidad puede ayudar a que una persona recupere el poder que suele cederle a distintas situaciones en el mundo. - El concepto de mala fe puede ser aplicado para analizar los comportamientos de las personas y su negativa a reconocer su responsabilidad de los mismos. - Su perspectiva sobre la responsabilidad puede brindarnos lineamientos que orienten a la búsqueda de un comportamiento ético. - El énfasis que Sartre pone en el futuro nos libera del determinismo...Si el futuro es el tiempo importante podemos experimentar angustia ante lo que vamos a hacer con nuestras vidas, pero también podemos experimentar mucha esperanza. - Su propuesta sobre cómo la mirada del otro busca encapsularnos de la misma manera que nuestra mirada suele encapsular a los demás y cómo esto genera conflicto, pueden ser muy esclarecedoras a la hora de analizar conflictos interpersonales. Aunque la perspectiva de Sartre no termina siendo muy optimista a las alternativa de solución a los conlfictos humanos, nos deja un lugar desde el cual es posible construir estrategias resolutivas. - El dualismo sartreano del ser-en-sí y el ser-para-sí nos birnda una imagen del ser humano en dilemas y paradojas constantes, un ser que busca de continuo alternativas para ser él mismo, y que se va construyendo el sentido de su vida a través de su existencia misma; sufriendo temores y angustias ante la posibilidad de fallar o al enfrentarse al vacío de la incertidumbre y la contingencia. "Soy una infinitud de posibilidades"

Filosofía Existencial para Terapeutas y uno que otro curioso

pp. 175-207