John Rawls

La Justicia como

equidad

Una reformulaci

ón

Miguel Romero Jurado 2ºBachillerato A.

1. Descripción del contexto histórico-cultural y filosófico del autor.

Se sitúa en la segunda mitad del S.XIX. El primer acontecimiento histórico que condicionó su vida y obra fue la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en la que intervino directamente.

Tras la este conflicto se desarrolló un tenso enfrentamiento entre los 2 bloques (Capitalistas y Comunistas), encabezados por los Estados Unidos de Norteamérica y la Unión Soviética, lo que produjo la denominada “Guerra Fría”, en la que el rearme, la carrera espacial y el avance e implantación de zonas de influencia en todo el mundo fue la tónica hasta la década de los años ochenta, con la caída del “Muro de Berlín” el 9 de noviembre de 1989, símbolo de la separación de los 2 grandes bloques hegemónicos.

Los movimientos estudiantiles de 1968 (denominado “Mayo del 68”), pusieron de manifiesto nuevos movimientos sociales reivindicativos, que se unieron, en Estados Unidos, a las protestas por la Guerra de Vietnam.

El fracaso de los regímenes comunistas y su reconversión al Capitalismo comenzó en la “Primavera de Praga” en 1968.En la década de los 80 el sindicato polaco Solidaridad, se enfrenta al régimen comunista. En la misma década se desarrolla la Peretroika, fomentada desde dentro del propio sistema por M.Gorbachov en la Unión Soviética, acabando con el régimen comunista soviético.Con la caída del “Muro de Berlín” se desarrolla el proceso de finalización de los regímenes marxistas. Lo que supone una reformulación de los planteamientos liberales.

El final del siglo XX y el comienzo del siglo XXI asistieron a enfrentamientos importantes en el mundo árabe: las guerras del Golfo Pérsico (en 1991 y en 2003) y la Guerra de Afganistán.

Contexto Cultural

Se produjeron una serie de revoluciones científicas, que comienzan en 1900 con la física cuántica desarrollada por Max Planck (1858-1974). En 1905 se público la teoría especial de la relatividad de Albert Einstein (1879-1995), que se vio ampliada en 1915 con una teoría general de la relatividad, superando la física clásica de Newton y la concepción mecanicista que se había impuesto desde el S.XVIII.

En 1953, Waston y Crick descubren la estructura del ADN, lo que impulsó la biología molecular. Una de las revoluciones más importantes del S.XX fue la revolución informática y de la tecnología de la información, que desde el año 1953 permitió la comercialización e implantación comercial del ordenador.

En el ámbito artístico, el S.XX ha sido testigo de la aparición de múltiples corrientes y diversos movimientos. En el ambiente cercano a Rawls, podemos destacar el movimiento hiperrealista en Estados Unidos y el Pop Art.

Contexto Filosófico

Las influencias filosóficas sobre la obra de Rawls pueden ser clasificadas de acuerdo con su distancia histórica: a largo y a corto plazo.

La filosofía política y moral de Rawls se puede encuadrar dentro de la tradición contractual que tiene su origen en los pensadores modernos e ilustrados de los siglos XVII y XVIII.Autores como Locke,Rousseau o Kant, partían de que el hombre pasa de un estado de naturaleza a un estado de sociedad mediante un contrato social, defendidos desde la perspectiva de Locke y Rousseau.

La fundamentación de la teoría de la justicia se pretende hacer mediante una justificación racional de la legitimación del poder.Esta legitimación parte de una concepción moral. En este aspecto, Rawls está muy influido por la corriente moral de

intuicionismo, que fue importante e influyente en la segunda mitad del S.XIX hasta 1920. El intuicionismo sostiene la existencia de una serie de principios morales básicos no jerarquizados, sino que pueden adquirir la misma importancia y que son conocidos mediante intuición. Esta corriente opuesta al utilitarismo, representado por John Stuart Mill, que considera la validez moral de una acción por el criterio de utilidad para los seres afectados por esa acción.

El planteamiento de Rawls está influido a corto plazo por Isaiah Berlin, H.L.A Hart y Jurgen Habermas. Berlin tuvo gran influencia sobre Rawls en los años en que éste estuvo en Oxford. Importante es la distinción, desarrollada por Berlín, entre libertad positiva y libertad negativa: Se entiende por libertad positiva la capacidad de cualquier individuo de ser dueño de su voluntad, de controlar y determinar sus propias acciones, y su destino.Es la noción de libertad como auto-realización. Se complementa con el concepto de libertad negativa, que considera que un individuo es libre en medida en que nada o nadie restringe su acción, sea cual sea el carácter de esa acción. Mientras la libertad negativa de un individuo se refiere a que “le permiten” ejercer su voluntad, pues nadie se lo impide, la libertad positiva se refiere a que “puede” ejercerla, al contar con el necesario entendimiento de sí mismo, y la capacidad personal para ejercerla. La ley establece reglas que operan principalmente restringiendo la libertad negativa de los individuos, en aras de preservar o bien sus libertades positivas, o bien las libertades negativas de otros individuos.

Hart influirá sobre Rawls en el análisis del derecho desde la perspectiva del lenguaje. Habermas influye desde su concepción de la ética dialógica.

La teoría de la justicia de Rawls posee un enfoque constructivas, en el sentido de que los propios sujetos que van a disfrutar de los principios en la práctica, son los que han de construirlos. La situación de partida es la de igualdad y de libertad en la elaboración. Los sujetos han de simular tener un velo (Rawls lo llama “el velo de la ignorancia”) que les impida saber sus condiciones particulares (situación social, religión, ideología, intereses personales, nación a la que se pertenece…).

Comentario de texto.

2. Explicación de las dos expresiones subrayadas.

Principio liberal de legitimidadPrincipio que establece que el poder político es legítimo cuando se ejerce conforme a una constitución cuyos elementos esenciales puedan aceptar todos los ciudadanos, libres e iguales, en cuanto que son racionales y razonables.

Desideratum adicional El deseo de que las leyes concretas se resuelvan, en la medida de lo posible, conforme al principio liberal de legitimidad. Se trata de leyes referidas a tres ámbitos: lo que concierne a las esencias constitucionales, lo que linda con ellas y lo que provoca profundas divisiones sociales.

3. Identificación y explicación del texto.

El título recoge la tesis del autor. Entender la justicia como “equidad” supone separarse de una compresión de la justicia estrictamente distributiva para introducir en su lugar un “principio distributivo apropiado”. Según nuestro autor, una sociedad que aplique la igualdad de manera una sociedad injusta, pues no tendrá en cuenta las distintas circunstancias sociales, personales y colectivas.

El subtítulo “Una Reformulación” nos recuerda que esta obra se presenta precisamente como una revisión de Teoría de la justicia (1971). De esta manera, Rawls pretende responder a sus críticos e introducir nuevos argumentos. De hecho, la revisión de su teoría de la justicia ha sido constante a lo largo de su vida.

Nuestro fragmento se sitúa en la segunda parte de la obra: “Los principios de la justicia”.

Se podrá alcanzar una sociedad justa si aceptamos un concepto político ( y no moral o religioso) de justicia. Ahora bien, una sociedad satisface ese concepto cuando se da el principio liberal de legitimidad: cuando los elementos esenciales de su constitución son aceptables para todos los ciudadanos en cuanto razonables y racionales.

Además, sería deseable que se siguiera el mismo procedimiento para acordar las leyes concretas que tienen que ver con las esencias de la constitución, que las desarrollan o que se refieren a cuestiones que dividen a los ciudadanos.

4. Explicación desde la posición filosófica del autor.

La filosofía política de Rawls puede enmarcarse dentro del liberalismo político, siguiendo una tradición que comienza con los pensadores de la época moderna: Locke, Hobbes, Rousseau, Kant… .

Esta tradición de carácter individualista tuvo como resultado práctico el nacimiento de los movimientos revolucionarios burgueses de los siglos XVII y XVIII.

El fundamento central es el individuo. La defensa del liberalismo volvió tras la Segunda Guerra Mundial y el fracaso de los regímenes de carácter comunista. En la última parte del siglo XX surgen diversas corrientes del liberalismo, especialmente el liberalismo libertario (representado por Nozick) y el liberalismo igualitario (representado por J.Rawls).

Frente a los planteamientos de Rousseau, la idea que triunfa en el liberalismo político de Rawls, de que los hombres no entregan definitivamente su poder individual al Estado, sino que éste al servicio y bajo la supervisión de los individuos, en los que reside el poder y que poseen unos derechos naturales. Entre estos derechos fundamentales, además de la libertad, está el de la propiedad. El Estado, está obligado a protegerlos, porque el Estado surge precisamente con esta finalidad: la defensa de los derechos

naturales de los individuos. Pero, el Estado ha de intervenir los menos posible y , tras la legislatura, son los ciudadanos los que eligen a unos nuevos representantes.

Su obra La justicia como equidad. Una reformulación (2001). Existe, en esta obra, una influencia de la moral formal y autónoma kantiana. El imperativo categórico posee una exigencia de universalidad.

Para Rawls, la fundamentación de su teoría de la justicia ha de ser kantiana. A diferencia de Kant, los principios universalmente racionales y libres, que han de guiar la teoría de la justicia, no son solamente de carácter individual, sino que han de servir para mediar en los conflictos entre los individuos.

El deber generará y dará forma a unos principios universales de justicia, de los que cada individuo pueda partir con la finalidad de su búsqueda racional del bien.

La libertad y la misma concepción del bien individual están limitados por la concepción de la justicia de la que se parta, que servirá como criterio para diferenciar las acciones virtuosas de las no virtuosas; una acción será virtuosa cuando sea acorde con la teoría de la justicia; en caso contrario, no será virtuosa.

La finalidad de la teoría de Rawls es crear un marco que permita a los individuos poder generar libremente su propia vida y dirigirla hacia lo que considere el bien; pero, con una condición previa: respetar los principios que previamente se establezcan sobre la justicia, que brota de un acuerdo sobre la moral (noción contractualista).

Al igual que John Locke, Rawls parte de que todos los hombres son iguales y libres.

La función del Estado es garantizar los derechos que tienen el hombre por naturaleza pero que en un estado de naturaleza, sin que existiera el Estado, podrían ser conculcados.

La libertad se manifiesta en la elección que puedan hacer los individuos, de forma racional, de su propio proyecto de vida. Esta elección determinada por la razón tiene un origen moral kantiano: El imperativo categórico establecía que los sujetos deben actuar de tal forma que quieran que la máxima de su acción individual se convierta en ley universal de comportamiento. El imperativo no establece el contenido de las acciones morales, sino la forma en que éstas deben realizarse.

El principio de igualdad establece que todos los individuos son responsables de sus propias elecciones. Pero, las desigualdades naturales que deben ser contrarrestadas por el Estado.

Una vez compensadas las desigualdades, los sujetos pueden actuar de acuerdo con la moral autónoma y racional kantiana, siendo responsables de sus propios actos, la sociedad deber ser un sistema equitativo de libres e iguales que cooperan entre sí, fundamentada en unos principios de justicia pública, que garantizan la libertad de los individuos.

Las instituciones son las responsables de la garantía de la libertad entre iguales.

Pero, para que esto sea posible, es necesario que los ciudadanos participen activamente en la definición y la concepción de la justicia, que es el resultado de un acuerdo.

El punto de partida en el que se sitúan todos los participantes en las deliberaciones para llegar a acuerdos sobre la definición y la concepción de la justicia, es denominada por Rawls la posición original. Esta posición original es una situación hipotética, en la que unos individuos libres, que desconocen sus propias condiciones y circunstancias vitales, están en la obligación de llegar a una serie de acuerdos sobre unos principios de justicia básicos. Los individuos deben encontrarse en una situación de igualdad y ser libres para proponer sus ideas.

Para asegurarse de esta situación de igualdad, de ausencia de ventajas y de libertad, Rawls propone el velo de la ignorancia. Es el desconocimiento de circunstancias individuales, sociales, políticas, económicas o de cualquier tipo, que suponga una ventaja de unos interlocutores sobre otros a la hora de la negociación. Este velo permanecerá hasta que los interlocutores sobre otros a la hora de la negociación. Este velo permanecerá hasta que los interlocutores lleguen a un acuerdo sobre los principios básicos de la justicia política.

Existen dos principios de justicia, discutidos en la Teoría de la Justicia:

1º) Cada persona tiene el mismo derecho irrevocable a un esquema plenamente adecuado de libertades básicas iguales que sea compatible con un esquema similar de libertades para todos.

Explicación:

Aparece la necesidad de la posición original, ya que supone el velo de la ignorancia, los sujetos no conocen sus circunstancias y tampoco conocen su concepción del bien. Este primer principio se garantiza la libertad negativa mediante los derechos básicos o libertades básicas: libertad de movimientos, de expresión, de asociación, etc.

2º) Las desigualdades sociales y económicas tienen que satisfacer dos condiciones: en primer lugar, tienen que estar vinculadas a cargos y posiciones abiertos a todos en condiciones de igualdad equitativa de oportunidades; y, en segundo lugar, las desigualdades deben redundar en un mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad (principio de diferencia).

Explicación:

Se pretende asegurar una serie de bienes básicos para todos. Ya que esto se admite cuando todavía está presente el velo de ignorancia y nadie sabe su situación particular, es válido para todos, asegurando que los más desfavorecidos puedan ser beneficiados de las desigualdades (principio de diferencia).

Un sistema de libre mercado debe establecerse en un marco de instituciones políticas y legales que ajuste la tendencia a largo plazo de las fuerzas económicas a fin de prevenir las concentraciones excesivas de propiedad y riqueza, especialmente aquellas que conducen a la dominación política. La sociedad debe establecer iguales oportunidades de educación para todos independientemente de la renta de la familia.

Basado en un marco político y legal. Todo el mundo debe de tener el mismo acceso a la educación independientemente de su situación económica.

Jerarquía de estos dos principios

El primer principio es previo al segundo; asimismo, en el segundo principio, la igualdad equitativa de oportunidades es previa al principio de diferencia. Esta prioridad significa que, al aplicar un principio asumimos que los principios previos están plenamente satisfechos. Aquí se expresa el carácter liberal de sus planteamientos, ya que se antepone el principio de libertad como el de igualdad. Solamente es lícito eliminar la prioridad del primer principio sobre el segundo en un caso extraordinario: cuando no se pueden ejercer los derechos y libertades básicas (libertad negativa) por la desigualdad enorme en el poder o la riqueza.

5. Relación con otra posición filosófica y la actualidad.

El Utilitarismo

El utilitarismo defiende que, cuando existe el máximo bienestar para el mayor número de individuos, entonces la sociedad está correctamente ordenada y es justa. El hombre, para realizar su propio bien, hace balance de pérdidas y ganancias, de modo que en un momento dado pueda resultarle racional imponerse un sacrificio para obtener ganancias en el futuro. De la misma manera, sería racional para una sociedad maximizar su bien, aunque para lograr el máximo de bienestar neto tuviera que imponer sacrificios a una parte de sus miembros. Podemos establecer varias diferencias entre esta posición y la teoría de la justicia de Rawls.

En primer lugar, a los utilitaristas les preocupa más el nivel medio alcanzado o la suma total de bienestar en la sociedad que la forma de distribuirlo, lo que atenta contra el principio de igualdad. Para Rawls, sin embargo, la forma de distribución de los bienes primarios es esencial. Así, el principio de diferencia establece que se debe beneficiar en cualquier caso a los más desfavorecidos de la sociedad.

En segundo lugar, y al hilo de lo anterior, el utilitarismo no valora a la persona como un ser moral libre y racional cuya dignidad hay que proteger, sino que lo relega a una posición secundaria e instrumental respecto a la utilidad social general. Esta falta de respeto por los individuos supone que una persona no es considerada como valiosa y digna de protección por derecho propio. Esto significa que a veces tendríamos que aceptar situaciones en las que algunas personas obtengan niveles muy bajos de bienestar, si eso forma parte de la utilidad total.

En tercer lugar, para el utilitarismo, todos los deseos del individuo, sean los que sean, han de tenerse en cuenta para decidir qué es lo correcto. En el balance global de bienestar no importa la finalidad del deseo. Sin embargo, en la teoría de la justicia como imparcialidad, los principios de justicia establecen un límite al valor de los deseos individuales, que todos han de respetar.

Conjugar la libertad e igualdad

La causa fundamental de las injusticias y los conflictos es la desigualdad económica y social. Toda discriminación supone una forma de desigualdad que atenta directamente contra el primer principio de justicia de Rawls y que, por tanto, imposibilita la aplicación del segundo. De ahí el interés de la filosofía política de nuestro autor por compatibilizar los dos valores básicos de nuestras sociedades, libertad e igualdad.

En la práctica política del siglo XX, estos dos valores irrenunciables para una sociedad justa han estado enfrentados y han dado lugar a dos modelos alternativos: el capitalismo, basado en el valor de la libertad, y el socialismo, en el valor de la igualdad. La filosofía de Rawls pretende solucionar esta polarización de los valores básicos, proponiendo un procedimiento para alcanzar un acuerdo sobre la estructura de una sociedad bien ordenada, donde libertad e igualdad estén presentes.