Jor Nadas 60

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PENTECOSTALISMO REALIDAD Y PERSPECTIVA ÉPOCA 1 AÑO 16 NÚMERO 60

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PENTECOSTALISMO

REALIDAD Y PERSPECTIVA

{EDITORIAL}

Pentecostalismo, realidad y perspectiva

Contenido1EDITORIAL PBRO. GUILLERMO RODRGUEZ HERRERA POR LA PATRIA QUE L NOS DIO PBRO. DANIEL DE LOS REYES VILLARREAL DE FRENTE PBRO. SAMUEL O. VZQUEZ SALAZAR NADA HAY NUEVO DEBAJO DEL SOL? PBRO. GUILLERMO RODRGUEZ HERRERA PENTECOSTALISMO, REALIDAD Y PERSPECTIVA PBRO. BALTAZAR ZAMORA ZAMORA LA INSUSTITUIBLE OBRA DEL ESPRITU SANTO PBRO. RAL GARCA OVIEDO PLAN REGULADOR DE LA ADMINISTRACIN CONCILIAR 2008-2010 UN SIERVO DE DIOS PENTECOSTAL PBRO. ALEJANDRO CARRANZA DE LA PEA LA EVIDENCIA DEL BAUTISMO EN CRISIS PBRA. ENEDINA MARTNEZ OVIEDO LA SOBERANA DE DIOS Y EL ESPRITU SANTO PBRO. GABRIEL ORTIZ RAMREZ POR QU EL PENTECOSTALISMO ES UNA REALIDAD Y UNA PESPECTIVA? PBRO. NGEL SALMERN SALGADO PORTADORES DE SU PRESENCIA PBRO. MARIO LVAREZ FERIA CALENDARIO DE CONVENCIONES DE DISTRITO CRNICA DE LA L ASAMBLEA CONCILIAR PBRO. JOS M. SAUCEDO VALENCIANO

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al fue el lema de la pasada L Asamblea Conciliar, en la ciudad de Puebla, los das 10 al 14 de noviembre prximo pasado. La representacin nacional a este evento fue la ms numerosa en todos los tiempos. El registro report una asistencia de 2,500, entre ministros y delegados, con derecho a voz y voto, adems de los visitantes que abarrotaron el Centro de Convenciones de Puebla. A propsito del lema los predicadores lo abordaron desde la singularidad de su perspectiva y vivencia. Esta edicin de Jornadas Asamblestas, la nmero 60, reproduce los sermones que hicieron vibrar espiritualmente a la asistencia y regresar a casa henchidos de la presencia de Dios y desaados para continuar en la obra. La seccin del Pbro. Daniel de los Reyes llama a la necesidad de ser movidos por el Espritu Santo de manera que la edicacin del cuerpo sea sana y objetiva. Los retiros espirituales, las convenciones distritales, los eventos nacionales deben saturarse de esta atmsfera de manera que nuestra identidad se muestre tal cual es, sin lugar a dudas. El Pbro. Samuel Vzquez, en Ser o no ser, enfatiza el sentido de pertenencia institucional y pregunta: Somos de las Asambleas de Dios de Mxico o no somos? Y termina asentando: Ojal nosotros tengamos bien denido nuestro sentido de pertenencia eclesistica y digamos: Yo s soy asamblesta, para la gloria de Dios y a mucha honra! Nada hay nuevo debajo del sol? Es el ttulo con que el Pbro. Guillermo Rodrguez aborda la necesidad de una renovacin para conservarse en el primer amor y dispuesto al servicio. Renovacin espiritual, renovacin de la mente, renovacin de los dones y renovacin en la adversidad son los puntos centrales para seguir experimentando los prodigios y maravillas de Dios. El Pbro. Baltazar Zamora retoma en su mensaje el lema conciliar, dene los conceptos y analiza desde tres perspectivas la realidad del pentecostalismo. Termina enfatizando la necesidad del poder de Espritu Santo con la evidencia de hablar en nuevas lenguas y pregunta: qu tan pentecostales somos a la fecha? Ser que tenemos que clamar como deca el siervo de Dios llamado Antonio Rivera: Que se vea en m la gracia, de tu Espritu Seor, necesito urgentemente de esa manifestacin. El Pbro. Alejandro Carranza establece una analoga entre Eliezer, el siervo que Abraham enva para buscarle esposa a Isaac y el siervo de Dios pentecostal. Enfatiza la santidad, la claridad y solemnidad del llamamiento, el fruto y el saber cundo desaparecer de la escena. Arma que el siervo de Dios pentecostal debe tener muy presente que l no es el novio ni el dueo de la iglesia que pastorea, sino Jesucristo. El Pbro. Ral Garca reexiona sobre los tiempos difciles y complicados. Dice cmo el mundo est crujiendo y hay gran desesperacin ante los problemas incluso religiosos, acompaados de cierta decadencia del ministerio. Pero -arma- nosotros tenemos la solucin. Habla sobre el aceite de la uncin del Antiguo Testamen-

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{EDITORIAL}to y termina implorando: Espritu Santo ven sobre nosotros para llenarnos con el aroma del aceite de la santa uncin. La Pbra. Enedina Martnez se enfoca en la glosolalia. Arma que una de las cosas que preocupa a los pastores es que la mayora de los congregantes no ha recibido el bautismo. Pregunta si las lenguas sern obsoletas para los creyentes de este siglo y termina enfatizando: Las lenguas no han pasado de moda, se deben manifestar ahora. Al nal ora: Pidamos que en nuestras iglesias se hable en lenguas para que seamos capaces de entrar en semejante intimidad con Dios. El Pbro. Gabriel Ortiz predica sobre la soberana de Dios y el Espritu Santo. Habla acerca de la soberana voluntad absoluta, del querer divino contingente y condicionado, del otorgamiento de las ddivas divinas en su soberana. Arma que la necesidad del Espritu Santo nos es insoslayable y dice: Que nuestro lema para este tiempo sea una iglesia en que cada creyente es lleno del Espritu Santo, porque donde est el Espritu est la Iglesia, donde no est el Espritu no hay Iglesia. El Pbro. ngel Salmern desglosa su prdica a partir del tema: Por qu el pentecostalismo es una realidad y una perspectiva? Asienta: Hablar del pentecostalismo es hablar del Espritu Santo y su obra en la vida de los seres humanos que han sabido escuchar y obedecer la voz de Dios. Al nal implora: hagamos que el pentecostalismo siga siendo una realidad y una mejor perspectiva para los pueblos y las naciones. Clamemos a Dios por un derramamiento grande de su Espritu Santo! El Pbro. Mario lvarez se enfoca en el arca del pacto y la usa como smbolo de la divinidad y humanidad de Cristo. El arca, arma, tambin simboliza la presencia de Dios. Dentro del arca existan tres cosas: el man, la vara de Aarn que reverdeci y las tablas del pacto. El contenido del arca simblicamente lo tiene la Iglesia. En forma similar la Iglesia tambin es portadora del verdadero Pentecosts, y verdadera portadora de la presencia de Dios. La consabida crnica de cada evento ahora es de la pluma del Pbro. Jos Saucedo. Sntesis, ancdotas, vivencias... nos lleva a rememorar la histrica L Asamblea Conciliar, sus enfoques y diferentes tonos. Termina describiendo los sentimientos de los asistentes: gozosos de haber cumplido con nuestra responsabilidad conciliar y renovados por la palabra y la fraternidad que nos infunde aliento para regresar a la tierra de nuestro ministerio a seguir luchando cada uno por el avance de la obra del Seor. En las pginas interiores se encuentra el Plan Regulador de la Administracin Conciliar. Habiendo seguido el procedimiento constitucional del Artculo VII, punto 3.1 inciso j) aqu se presenta para su difusin e integracin a la visin conciliar nacional. Multiplicando esfuerzos es el lema, y el enfoque: Una sola seal, reproduccin. Dividido en premisas bsicas, propsitos institucionales y estrategias institucionales, se pretende un diagnstico a travs de clnicas para la multiplicacin de congregaciones de acuerdo con la idiosincrasia del rea. Adems se integra el plan, as como las comisiones legislativas, actividades institucionales y la agenda de actividades bienales.

D I R E C T O R I OPbro. Daniel de los Reyes Villarreal Superintendente General Pbro. Salomn Garca Gil Superintendente Adjunto de la Zona Norte

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Pbro. Abel Flores Acevedo Superintendente Adjunto de la Zona Centro Pbro. Juan J. Prez Gonzlez Superintendente Adjunto de la Zona Sur Pbro. Samuel O. Vzquez Salazar Secretario General Pbro. Guillermo Rodrguez Herrera Tesorero General Pbro. Daniel de los Reyes Villarreal Pbro. Guillermo Rodrguez Herrera Editores excelgraf.com.mx Arte y Diseo Editorial

Jornadas Asamblestas es una publicacin de la Directiva General de El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios, A.R. Se publica al trmino del trimestre correspondiente. Publicacin fundada en abril de 1993. poca I, Ao 16, Nmero 60. El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios, A.R. Nicols Len 118, Col. Jardn Balbuena, Del. Venustiano Carranza, Mxico, D.F., 15900. Tiraje 6,500 ejemplares. Distribucin gratuita. El contenido de todos los artculos de la edicin es responsabilidad de sus autores.

www.asambleasdediosmexico.org

Pbro. Guillermo Rodrguez HerreraEDITOR

{ P O R L A PAT R I A Q U E L N O S D I O }

Pbro. Daniel de los Reyes VillarrealSUPERINTENDENTE GENERAL

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uego de la intensa jornada en Puebla, que segn algunos fue batalla, para todos indudablemente se convirti en la oportunidad de reexionar sobre las perspectivas del pentecostalismo. Alguna vez escuch a Jesse Miranda expresar: El futuro es pentecostal, proftico y prctico.Existen razones poderosas para entender que la visitacin divina en el presente fue gemir y solicitud de generaciones enteras. Pidieron un avivamiento de Dios y se humillaron, oraron, insistieron en el perdn, olvidaron sus diferencias e hicieron los nfasis necesarios para que la edicacin del cuerpo de Cristo concretara un despertar sin precedentes. Ese es nuestro glorioso origen, tambin nuestra aspiracin de vida. Necesitamos ser movidos por el Espritu Santo de manera que la edicacin del cuerpo sea sano y objetivo. Los retiros espirituales, las convenciones distritales, los eventos nacionales deben saturarse de esta atmsfera de manera que nuestra identidad se muestre tal cual es, sin lugar a dudas. De la visitacin pasamos al avivamiento, luego al movimiento para desarrollarnos dentro de una organizacin que sea el y til a la causa que le vio nacer, sin perder nuestra doctrina distintiva, la evidencia inicial de carcter fsico del bautismo del Espritu Santo el hablar en lenguas. Adems el nfasis cudruple: Cristo salva, sana, bautiza y viene. De las rearmaciones de CELAD encontramos tres en relacin con este tema: Rearmamos que, como Asambleas de Dios, nos constituimos de origen y mantenemos nuestra denicin doctrinaria pentecostal en relacin con la experiencia bblica denominada bautismo en el Espritu Santo. Rearmamos que la evidencia fsica e inicial de este bautismo, conforme se desprende de las Sagradas Escrituras, es el hablar en otras lenguas segn el Espritu da que se hable.J O R N A D A S

Rearmamos que los dones, ministerios, frutos y manifestaciones del Espritu Santo permanecen vigentes durante toda la edad de la Iglesia. La vigencia de los desafos nos hacen reexionar alrededor del mensaje que nos entregaron los pioneros acerca de la experiencia personal sujeta a la autoridad de las Escrituras, la espontaneidad genuina de las manifestaciones provenientes de Dios y el destino nal de la humanidad. Ms all todava: no debemos desconocer la historia, la doctrina y la organizacin. Es nuestra responsabilidad ganar esta generacin sin perder la pasada, dejando ejemplo a la otra. No debemos asustarnos creyndonos indispensables ante los cambios de los tiempos. Necesitamos rearmar nuestra estrategia misionera global. En los Hechos de los apstoles encontramos el eco de lo que sucedi. Los discpulos estaban ms preocupados en la restauracin del reino poltico que el espiritual y Dios les envi un derramamiento de su Espritu con una serie de manifestaciones que nos revelan los sucesos del Pentecosts provenientes de la mano de Dios. Pero eso no debe ser cosa del pasado, hoy da tambin como en el libro de los Hechos se requieren las manifestaciones tales como: Hablar en otras lenguas (2:4). Hablar las maravillas de Dios (2:11). Exhortacin y testimonio (2:14,40). Nuevas conversiones (2:41). Consolidacin y discipulado (2:42). Temor de Dios (2:43). Comunin y oracin (2:44-46).

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Desarrollemos un liderazgo apasionadamente de punta de lanza y enfoquemos libertad en medio de nuestra codependencia. Ha llegado el tiempo de multiplicar esfuerzos.Alabanza genuina (2:47). Sanidades y milagros (3:8; 9:34,40; 12:6; 28:3-10). Visin (16:9-10). Dones espirituales (19:6). En el da de Pentecosts tambin hubo una serie de actitudes que de tiempo en tiempo se reeditan: Confusin. En Babel la confusin fue por rebelda. En Jerusaln tras el estruendo la multitud se junt y los oan hablar en su propia lengua. Atnitos y maravillados. El desprecio de los ignorantes era soberbia y discriminacin: Mirad, no son galileos todos estos que hablan? Sorprendidamente incrdulos viendo milagros: les omos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido. Atnitos y perplejos. El foro de los lsofos dicindose unos a otros: Qu quiere decir esto? Burlones. Escarnecedoramente dijeron: Estn llenos de mosto. Compungidos de corazn. Los creyentes preguntaron: qu haremos? Dios no quiere que estemos conJ O R N A D A S

fundidos, ni soberbios, sorprendidos o escarnecedores, l quiere que seamos creyentes. Lleg el da. La perspectiva ha de ser prctica. El discernimiento de los tiempos, hoy. Unnimes. Unidad del cuerpo, perfecta, un alma. De repente. Genuinidad y manifestaciones. Fueron llenos. Vacos? De qu nos llenamos? Desde entonces comenzaron a llenarse y nos seguimos llenando. Comenzaron. A hablar en otras lenguas -iniciativa. El Espritu. Les daba que hablasen -milagros. Nos dice el Espritu que hablemos! El Pentecosts es para hoy. Vamos a fortalecernos aplicando estndares administrativos, realistas y adecuados. Evaluemos comparativamente nuestro impulso versus freno. Compartamos una agenda denida y objetiva. Alejmonos de lo complicado y vayamos a lo sencillo. Desarrollemos un liderazgo apasionadamente de punta de lanza y enfoquemos libertad en medio de nuestra codependencia. Ha llegado el tiempo de multiplicar esfuerzos.

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Pbro. Samuel O. Vzquez SalazarS E C R E TA R I O G E N E R A L

Ser o no serA l a memor i a de los P bros. Rol a ndo P r ez Cec a s y A n t onio G on z lez Gu t ir r ez , v er da deros a sa mbles ta s ll a m a dos a l a pr esenci a del Seor en el a o 2 0 0 8

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n das pasados estaba en una reunin de trabajo de un comit en el que participo, y nos entregaron a los asistentes un documento de un instituto bblico nuestro que en su papel membretado ocial tiene la leyenda: aliado a El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios. Me sorprendi un poco, porque la Constitucin de los Institutos Bblicos, no comprende la gura de aliacin para los institutos.Es ms, y siendo precisos, para ninguna otra clase de ministerios. En la regulacin ya sealada existe una declaracin de pertenencia de los institutos y las propiedades que utilizan al Concilio. En el caso de esta escuela del papel membretado conozco la historia de cmo fue creada y aprobada por el Presbiterio Ejecutivo y el Concilio. Me llam mucho la atencin y se me hizo curiosa e incorrecta tal armacin. No es que existiera anteriormente y se le diera un reconocimiento, como es el caso de otro instituto cuyo fundador lo estableci cuando no era ministro del Concilio; pero aun en este caso pertenece al Concilio y no es aliado. No me interes ni me interesa entrar en polmica con la escuela bblica mencionada, ni pedir a su Distrito que corrija tal confusin, ni juzgar la intencin de identicarse como una aliacin al Concilio. Tal vez sea desconocimiento de nuestras normas o una interpretacin equivocada, pero desde mi criterio como directivo general los institutos bblicos aliados no existen. Las iglesias y escuelas bblicas levantadas en el seno asamblesta, dice nuestra Constitucin, son del Concilio. Punto.J O R N A D A S

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Ya entrados en materia de gobierno de la iglesia asamblesta, en las Minutas Permanentes hay una excepcin en cuanto a ministerios incorporados, pero es otro asunto ya que la reglamentacin establece los casos en los que aplica y el procedimiento para la incorporacin, que no es as con los institutos bblicos. Las reexiones que me trae est ancdota son las siguientes: 1. Cuntos ministros e iglesias surgidos de nuestras las, formados en nuestros institutos, que han abrevado siempre de las aguas asamblestas, con documentacin legal externa e interna que da fe de su origen se consideran, por decirlo de alguna manera y con todo respeto y tomando prestado el adjetivo del ejemplo, aliados, cuando son parte e hijos legtimos de las Asambleas de Dios. A lo largo de mis aos de servicio en la Directiva General he visto algunos casos de gente que termina no siendo de nosotros, cuando antes s lo eran. Qu los pudo mover a dejar su cuna y casa y denominacin? Ser que nunca fueron en verdad de nosotros? O es que cuando se vieron beneciados y obtuvieron lo que buscaban demostraron lo que realmente eran?

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Cuntos ministros e iglesias surgidos de nuestras las, formados en nuestros institutos, que han abrevado siempre de las aguas asamblestas, con documentacin legal externa e interna que da fe de su origen se consideran, por decirlo de alguna manera y con todo respeto y tomando prestado el adjetivo del ejemplo, aliados, cuando son parte e hijos legtimos de las Asambleas de Dios.2. Hay expresiones populares y fuertes para sealar la falta de consistencia y la traicin, que no sera conveniente mencionar, pero que reejan grandes verdades sobre todo cuando vemos casos de individuos en quienes se con y puso gran responsabilidad bajo sus hombros y que han despojado al Concilio de iglesias, propiedades y dinero en efectivo. No falta quien est a disgusto, que preferira estar libre y no dar cuenta de su mayordoma a nadie, y que choca con los principios de sujecin a la autoridad al que todos estamos sujetos en las Asambleas de Dios. Hay otros que toman lo que les conviene de los acuerdos conciliares y distritales, o ensean y tratan de infundir en otros ideas de que los acuerdos son para incumplirlos. Qu pena. 3. Somos de las Asambleas de Dios de Mxico o no somos? Podra usted responder esa pregunta delanJ O R N A D A S

te de Dios, con sinceridad y denir cul es su postura respecto a este aspecto tan importante de nuestra vida institucional? Hay quienes dicen que solo son eles a Dios, pero no al Concilio. Qu pobreza de pensamiento y falta de sentido de pertenencia y agradecimiento. Me pregunto si una dualidad as no afectar su relacin con Dios. Cmo pedir lealtad o delidad a los congregantes si uno no puede serlo a la organizacin que le vio nacer y luego dio preparacin y cobijo ministerial. Hay casos de traicin donde se quedaron hasta con la iglesia y propiedad, y que sin esa plataforma jams hubieran accedido a una iglesia o posicin como la que actualmente disfrutan. Ojal nosotros tengamos bien denido nuestro sentido de pertenencia eclesistica y digamos: Yo s soy asamblesta, para la gloria de Dios y a mucha honra!

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Pbro. Guillermo Rodrguez HerreraTESORERO GENERAL

NADA HAY NUEVO DEBAJO DEL SOL?nada hay nuevo debajo del sol, arma el Predicador en Eclesiasts 1:9. El tono de hasto y desencanto producido por la rutina, la monotona y la ausencia de eventos que impactaran su espritu arroja a este hijo de David a considerar la vida como una abrumacin de Dios a la humanidad. Vanidad, afn, fatiga, penas, aiccin de espritu, molestia, dolor... Vaya introduccin al Eclesiasts. Realismo que se antoja surrealismo y donde el eplogo es enteramente diamantino: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos.Ms tarde -de hecho siglos despus- los fsicos acuaran las leyes de la conservacin de la energa y de la materia que corroboran el dicho eclesistico. Aunque es debajo del sol, como quien dice, en el mundo natural. Pero realmente, nada hay nuevo? Bueno, en el mundo sobrenatural de la fe san Pablo nos responde: las cosas viejas pasaron; he aqu todas son hechas nuevas. En ese sentido de la dimensin relacional con Dios Jeremas tambin exclama: Nuevas son cada maana, lo dice con respecto a las misericordias del que ha redimido nuestras almas del hasto pecaminoso. La NVI dice as: Cada maana se renuevan tus bondades. Entonces en el mundo sobrenatural de la vida de fe s hay cosas nuevas! Pero as como el tiempo, el uso y las lavadas envejecen la ropa que una vez fue nueva y terminamos por desecharla, el devenir del tiempo, los golpes de la vida, la prdida del sentido... por decir algo, pueden terminar por envejecer la vida que una vez fue nueva. No es el envejecimiento fsico la materia de este ensayo; el respeto a las canas es un principio evanglico y propio, por consiguiente. Es el envejecimiento en la vida espiJ O R N A D A S

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ritual el que preocupa. Las articulaciones del gozo se desgastan y anquilosan. El espritu analtico se torna en criticn. La satisfaccin del servicio se convierte en soberbia. El afn evangelizador se escasea. Los valores son trastocados y relegados. La preeminencia de Jess, el Libertador eterno, se subordina el criterio egosta. Algunos hasta realmente se sienten en una dimensin diferente y expresan cierto desdn a los que inician o perviven en el evangelio con integridad, pasin y dinamismo. No falta el que les diga: ests en tu primer amor... como si quisieran decir que dentro de algunos aos estarn igual. Uf! Adems, quin dice que hay un segundo amor? En la nueva vida espiritual a la que hemos sido introducidos o se est en el primer amor o ya se cay del Camino y ya no se est. Bien les hara a los tales recordar la admonicin de Apocalipsis: Recuerda, por tanto, de dnde has cado, y arrepintete, y haz las primeras obras... Pero Dios no nos ha llamado al envejecimiento espiritual sino a la renovacin permanente. Dicho de otra forma, el remedio de Dios contra el envejecimiento espiritual es la renovacin sistemtica. Renovar signica

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nicamente el que mantiene su alma en la frescura de la renovacin espiritual es capaz de transmitir esperanza en medio de la adversidad; de compartir pensamientos de paz; de conrmar en la fe.

dar nueva fuerza, actividad, intensidad o validez a algo. La renovacin es un desafo permanente que no surge porque el presente est perdido o sin utilidad, sino por la perspectiva de que Dios todava seguir haciendo cosas extraordinarias en nosotros y con nosotros. 1. RENOVACIN ESPIRITUAL Hemos sido salvos por misericordia de Dios, por la regeneracin y por la renovacin en el Espritu Santo, tal como Tito 3:5 seala. En ocasiones el pecado y la depresin contristan esta obra y envejecen la vida. David lo supo muy bien (Salmo 32). l describe su situacin como de esto por ocultar su pecado, acarrendole un envejecimiento de huesos que lo llevaba a gemir todo el da. Y as estuvo mientras lo call. Pero en el Salmo 51 habla de confesin de pecados y declara su profunda necesidad de renovacin espiritual: Crea en m, oh Dios, un corazn limpio, y renueva un espritu recto dentro de m.J O R N A D A S

La depresin igualmente oscurece el panorama. Elas, despus de la victoria en el Carmelo, se sinti atemorizado, solo, sin deseos de vivir. Rehuy incluso la compaa de su criado y se aisl; imagino que no quera ver a nadie. Estaba triste, decado, irritable; estaba deprimido. Necesitaba renovacin en sus fuerzas espirituales. La provisin de Dios, que llega en medio de cualquier desierto donde sus siervos se hayan ido a meter, lo alcanz. La comida doble que el ngel de Jehov le llev lo anim a caminar cuarenta das y cuarenta noches... La renovacin espiritual es tambin recibir nuevas fuerzas para continuar intensamente con la misin. Hechos 2:4 dice que los discpulos fueron todos llenos del Espritu Santo. Ms adelante, de nueva cuenta, Hechos 4:31 anota: todos fueron llenos del Espritu Santo. Bastaron dos captulos de historia eclesistica para que los discpulos se vaciaran de la llenura inicial para necesitar otra? No!, es que tratndose de la re-

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novacin espiritual que las llenuras en el Espritu Santo acarrean el creyente nunca estar totalmente lleno como para decir a Dios, ya no necesito de tu presencia. Siempre anhelamos y necesitamos que nos llene, da tras da, tarea a tarea... que hoy tambin nos d una nueva llenura de su gloria. Amn! 2. RENOVACIN DE LA MENTE Romanos 12:2 manda a los creyentes transformarse por medio de la renovacin de vuestro entendimiento. No es la transformacin que opera el Espritu Santo en el penitente, sino que es una transformacin posterior, encargada al mismo creyente. La consecuencia de sta es comprobar en la propia vida y ministerio cul es la voluntad de Dios, siempre buena, agradable y perfecta, para vivir en ella y nunca fuera de ella. Efesios 4:22-23 tambin expone la necesidad de despojarse del viejo hombre y manda a renovarse en el espritu de vuestra mente. Fuera pensamientos de desnimo, derrota, incomprensin, mundanismo... Y as hasta que todos los proyectos que Dios haga subir al corazn se puedan llevar a cabo. El creyente renovado, como 1 Corintios 10:5 establece, lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. No permitamos que los carnales hagan mayora e inuyan en la toma de las decisiones de nuestras asambleas. Rindamos nuestra mente a Cristo y dejemos que su soberana nos gobierne. 3. RENOVACIN DE LOS DONES No es que los dones hayan dejado de operar y debamos buscar su renovacin. Es ms bien que algunos creyentes se declaran en huelga de manos cadas y dejan de servir como antao solan hacerlo. A veces los verbos en la vida cristiana son mal conjugados. Algunos hermanos o iglesias los conjugan en pasado. Viven en el ayer. Hace tantos aos hicieron esto o aquello, pero hoy viven del pasado. Esa estrategia de evangelizacin? Ya la aplicaron pero sin trascendencia. Algunos, de plano, han ido de baluartes a museos. Ayer estaban en el fuego y hoy slo humean. Estn tambin los que conjugan los verbos de la accin evanglica en el subjuntivo; este modo verbal expresa duda o deseo: si yo tuviera los dones de fulano o los feligreses de mengano o los recursos de zutano o el conocimiento de perengano Bueno que hasta aJ O R N A D A S

Filipenses 4:13 le cambian los modos verbales: todo lo pudiera si Cristo me fortaleciera. Sin embargo, aquellos que viven renovndose cimentados sobre la Roca de refugio hablan en indicativo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Estn incluidos en el grupo de 1 Corintios 15:58: rmes, constantes, creciendo, sabiendo, trabajo... cinco verbos, cinco acciones. Es que han entendido las implicaciones renovadoras de 2 Timoteo 1:6 y obran en consecuencia, avivando sus dones, renovando el servicio. Pero hay otros que son del club de Arquipo, a quien Pablo debi enviarle un mensaje en el sentido de que trabajara, o sea, que cumpliera con su ministerio. Para qu esperar un mensaje del cielo en estos trminos? 4. RENOVACIN EN LA ADVERSIDAD Para algunos la adversidad es la ocasin que esperaban para la inaccin o la desercin. Hay una variedad de plantas que se llama mimosa pudica; tambin se conoce como dormidera. Al mnimo contacto con sus hojas stas se cierran. Sin embargo, hay quienes no se cierran ante la adversidad ni se les cierra el mundo. Saben de quin son hijos y dnde est el fundamento de su fe. A esta estirpe perteneci Pablo. Las adversidades antes que derrumbar son ocasin para la renovacin. 1 Corintios 4:16 as dice. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de da en da. Jeremas escribi Lamentaciones 3:23 cuando las ruinas de Jerusaln humeaban por el saqueo y la devastacin. Es en la expresin de su elega cuando arma que nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada maana; grande es tu delidad. nicamente el que mantiene su alma en la frescura de la renovacin espiritual es capaz de transmitir esperanza en medio de la adversidad; de compartir pensamientos de paz; de conrmar en la fe, como Pedro lo hara con sus hermanos (Lc. 22:31-32). Todava hay nuevas alturas que alcanzar; todava Dios seguir haciendo sus prodigios y maravillas en medio de nosotros. Para ello podemos decirle: renuvame, Seor Jess En medio de las circunstancias de la vida (ya sea en el valle do el peligro est o que en la luz gloriosa de paz habite yo) anhelemos una nueva llenura, una nueva renovacin de su presencia

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REALIDAD Y PERSPECTIVA1 Crnicas 12:32 y Romanos 15:23Pbro. Baltazar Zamora ZamoraS E C R E TA R I O D E L D I S T R I T O S I N A L O A N AYA R I T

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l lema de este Concilio no pudo ser mejor. La razn es que estamos cumpliendo nuestro primer jubileo conciliar como iglesia evanglica nacional. Por la innita gracia de Dios y el arduo trabajo de nuestros santos pioneros -muchos de ellos annimos-, con el apoyo invaluable de misioneros de los cuatro puntos cardinales, hemos llegado al cumplimiento de estas primeras cincuenta reuniones bienales, y algunas extraordinarias que se han dado por all. Pero, quin conoce la realidad? Alguno de ustedes la conoce? Cmo se mide la realidad? Por qu analizar la realidad? Cul ser nuestra realidad? Para efectos de este mensaje pongmonos de acuerdo. El trmino realidad lo denimos como la existencia real y efectiva de algo. El trmino perspectiva se dene como el punto de vista desde el cual se considera o se analiza un asunto. Entonces, tratemos de elucidar la existencia real y efectiva del pentecostalismo, aclarando que no desde el punto de vista etimolgico -porque pentecostalismo no es slo una palabra-. Tiene en s una carga ideolgica y sustancial. La palabra pentecostalismo dene no slo un movimiento cristiano sino una ideologa y ms que eso, una experiencia, un estilo de vida y por aadidura, los que algunos llaman una revolucin silenciosa que est aportando una opcin de vida vlida y aceptable. Ciertamente nuestro trabajo se fundamenta en la espiritualidad del individuo, pero volteando hacia atrs podremos darnos cuenta que ha tenido profundas repercusiones sociales. Incluso la movilidad social ascendente es clsica ya en todos los movimientos pentecostales. As pues, consideremos y analicemos uno de los movimientos ms poderosos y fascinantes de los cuales tenga memoria la historia del cristianismo, el pentecosJ O R N A D A S

talismo, a partir de un contraste de perspectivas para ver si es real y efectivo el movimiento pentecostal entre nosotros. Analicemos, pues, tres perspectivas de una sola realidad: la perspectiva sociolgica; la perspectiva terica cristiana, y la perspectiva bblica. Veamos. I. LA PERSPECTIVA SOCIOLGICA Este anlisis puede llamarse terico social. 1. En la Facultad de Teologa de las Asambleas de Dios se revis una antologa de 55 autores entre socilogos, escritores y periodistas que estudian el pentecostalismo. La mayora de estos autores no son cristianos, lo cual desde el punto de vista sociolgico revela el inters -allende las fronteras del pentecostalismo- que se tiene por el movimiento cristiano de mayor crecimiento en las ltimas dcadas a nivel mundial. 2. David Stoll, un norteamericano acionado a la antropologa, escribi en 1990 un libro que titul con una sugestiva pregunta: Amrica Latina se vuelve protestante? Stoll presenta estadsticas actualizadas que le permiten pensar que nuestro continente se est convirtiendo al protestantismo de manera ms rpida que Europa Central en el siglo XVI. 3. Hay un nmero bastante amplio de estudios sociolgicos, antropolgicos e histricos, incluyendo la mercadotecnia y pasando por acusaciones ciertas o falsas de ser usados para espionaje (entre otras muchas barbaridades) de las ha sido objeto el pentecostalismo. 4. He aqu algunos estudios de investigacin: a) Plantearse la reconguracin del cristianismo y de la misma religin al comienzo del siglo XXI y no atender el fenmeno pentecostal y neopentecostal parece un dislate. (Citado por Jos Mara Mardones en su ensayo titulado Mercado en el contexto de transformacin de la religin. Revista desacatos. No. 18.2005).

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Mardones tambin acota lo siguiente: ...a un siglo exactamente del tratado sociolgico de la religin ms famoso -La tica protestante y el espritu del capitalismo, de Max Weber- nos podemos preguntar, en el contexto de este ensayo, acerca del signicado de esta mercantilizacin de la religin y de la sacralizacin del mercado. Signica que estamos en una modernidad ya tarda donde el poder de la economa crea fetiches e ideologas nebulosas de consuelo y compensacin para seguir manteniendo su predominio? Mardones tambin ha escrito: Ronda por ah una atrevida hiptesis de si, a travs de la mediacin pentecostal, o ms bien en general de la teologa de la prosperidad, no asistimos a una verdadera revolucin silenciosa. b) David Martin ha lanzado una tesis neoweberiana que ve en el pentecostalismo el tipo de religin que favorece la creacin de un nuevo ethos moral, afn con la fase neoliberal del capitalismo. (David Martin, Pentecostalism the world their parish. Blackwell, Oxford, 2002). En ese mismo sentido, anota Mardones, el neopentecostalismo estara ayudando a crear la nueva cultura que, al menos en Latinoamrica y presumiblemente en frica, aportara una transicin no traumtica desde la premodernidad originaria de mucha gente a la era postindustrial. La sociologa y la antropologa -dice el mismo Mardones- no pueden dejar de observar a un conglomerado cristiano que, con los evanglicos, algunos elevan hasta 700 millones de creyentes. Este cristianismo de los pobres y no blancos, que moviliza la ayuda comunitaria y un espritu de automotivacin para salir de la miseria, hace de este movimiento una esperanza de futuro de muchos excluidos. c) La religin pentecostal permite que cualquier persona tenga un contacto directo con el Espritu Santo sin la mediacin del pastor. Ese contacto directo es la catarsis, la esta, que es lo que desea la gente cuando no tiene futuro en una sociedad que no le deja ningn lugar. La gente que vive en la misma cuadra no se conoce, pero se descubre en el culto del domingo. En muchos barrios de la periferia la nica construccin pintada, bonita pero no ostentosa, es la iglesia pentecostal, que a menudo la arregla la propia gente del barrio. La iglesia pentecostal crea sentido de pertenencia, de comunidad, de un modo muy diferente a como lo hacan hace 30 aos las comunidadesJ O R N A D A S

eclesiales de base de la iglesia Catlica. (El imparable crecimiento de las iglesias pentecostales: el psicoanlisis de los pobres, de Ral Zibechi. Artculo de Internet: www.articulosprensa.wordpress.com). d) Edward L. Cleary en su estudio El Espritu impulsa, el porqu del auge de los pentecostales en Amrica Latina dice que: Quince aos de estudio e interaccin me han convencido que los pentecostales tienen mucho que ensearles a los catlicos, no solamente acerca del cmo reclutar y organizarse, sino algo ms profundo acerca del precio del discipulado. El pentecostalismo es una fe exigente con una visin tanto para este mundo como el porvenir. (Commonwealth, enero 1997, Providence College). e) Sobre la movilidad social que se da en el pentecostalismo, Patricia Fortuny Loret de Mola, en su estudio El pentecostalismo, su capacidad de transformacin en Jalisco y Yucatn acota lo siguiente: En los aos ochenta, las iglesias pentecostales representaban el 70% de todos los protestantes en Mxico. El nmero total de protestantes en 1980 era de ms de cuatro millones o el 6 % de la poblacin total (Barret, 1982). La mayora de los conversos puede ser clasicada como clase trabajadora, pero tambin hay personas de clase media y clase mediaalta, quienes han ascendido econmica y socialmente a partir de los aos setenta y ochenta. Lo anterior nos da a entender que el movimiento pentecostal es de suma importancia para los investigadores sociales y nos pone en el escrutinio pblico, toda vez que en ciertos pases latinoamericanos existen ya verdaderas bancadas evanglicas en los congresos legislativos. II. LA PERSPECTIVA TERICA CRISTIANA Este punto de vista es el de los tericos cristianos. 1. As, Frank Bartleman, en su obra Azusa Street, hace notar que: Ya haba habido otros bautismos del Espritu Santo antes de 1901... lo que marca aqu la diferencia es que la joven estudiante llamada Agnes Ozman, de 18 aos de edad, conciente y razonando la palabra que deca que a los que oraban imponiendo las manos reciban el bautismo en el Espritu Santo, le pide a Parham que le imponga las manos y ore para recibirlo, lo cual por supuesto sucede. 2. Vinson Synan, en El siglo del Espritu Santo (Editorial Peniel), dice sobre los orgenes del pentecostalismo lo siguiente:

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Los primeros pentecostales, en el sentido moderno de la palabra, se remontan al Instituto Bblico de Parham en Topeka, Kansas, en 1901. A pesar de la controversia sobre los orgenes y los tiempos del nfasis de Parham en el don de lenguas, todos los historiadores estn de acuerdo en que el movimiento comenz a principios de 1901, justo cuando el mundo entraba al siglo XX. Pero recin en 1906 el pentecostalismo llam la atencin mundial, gracias al avivamiento de Azusa en los ngeles, dirigido por el pastor William Joseph Seymour. Seymour se enter del bautismo en el Espritu Santo con el don de lenguas en 1905, en la escuela bblica dirigida por Parham en Houston, Texas. 3. Larry D. Pate en su libro Misionologa, nuestro cometido transcultural hace notar que as como sucedi en el libro de los Hechos, las reuniones en el templo de la calle Azusa eran notables por su armona interracial. En el da de Pentecosts estaban representadas por lo menos 15 regiones del Imperio Romano que oyeron las alabanzas de Dios en sus propias lenguas maternas, tan lejos de sus hogares! Pate contina: Esta primera oleada de... pentecostales pioneros produjo lo que ha llegado a ser conocido como el movimiento pentecostal clsico, con ms de catorce mil denominaciones pentecostales en todo el mundo... El crecimiento ms explosivo en estos grupos se produjo entre los hispanos, tanto en Estados Unidos como en Amrica Latina... as como entre los afroamericanos... Una fase posterior fue la penetracin del pentecostalismo en las iglesias protestantes histricas y catlicas, como movimientos de renovacin carismtica con la meta de renovar las iglesias histricas. Entre ellas se encuentra el movimiento neopentecostal que se inici en 1960 en Van Nuys, bajo el ministerio de Dennis Bennet, prroco de la iglesia Episcopal St. Marks. El movimiento de renovacin catlica carismtica tuvo sus comienzos en 1967, entre alumnos y profesores de la Univesidad Duquesne. Despus de extenderse rpidamente en 1967 entre los alumnos de Notre Dame y la Universidad de Michigan, el movimiento se propag a todo el mundo. Adems de todo eso, se encuentra la nueva categora que algunos llamaron la tercera ola del Espritu Santo. Se origin en el Seminario Teolgico Fuller en 1981, bajo el ministerio estudiantil de John Wimber, fundador de la Asociacin de Iglesias de la Via. Esta ola estaba conJ O R N A D A S

formada por evanglicos tradicionales que experimentaban seales y prodigios, pero se negaban a ser clasicados como pentecostales o carismticos. En todos esos movimientos las mujeres tuvieron roles protagnicos como maestras, evangelistas, misioneras y pastoras desde los primeros das del siglo XX. El rea del mundo en que el pentecostalismo se extendi ms rpidamente desde sus primeras pocas fue Amrica Latina... para nes del siglo (XX), en varios pases latinoamericanos los pentecostales constituan el 90% de todos los no catlicos. En algunos pases, los ndices de crecimiento de los pentecostales indican que, en una pocas dcadas ms, podran tener una mayora absoluta en la poblacin. 4. Las Asambleas de Dios, con 35 millones de miembros en todo el mundo es, por lejos, la comunin pentecostal ms grande y conocida del mundo. Es tambin el cuerpo pentecostal ms inuyente y visible, respetado en el mundo del cristianismo carismtico y evanglico. Pate abunda ms: La historia de las Asambleas de Dios es, en gran parte, la historia de todo el movimiento pentecostal, no slo en los Estados Unidos sino tambin en todo el mundo. Con sus races en el movimiento de la fe apostlica fundado por Charles Parham, y el avivamiento de la calle Azusa, fue la primera denominacin enteramente producida por el movimiento pentecostal. Los otros cuerpos pentecostales tenan sus races en el movimiento de la santidad. De nuestra pgina de Internet de El Concilio Nacional se lee que somos una iglesia evanglica de tradicin protestante, que surgi a partir del movimiento pentecostal iniciado a nales del siglo XIX. Las Asambleas de Dios tiene presencia en (casi) todo el pas. Actualmente cuenta con alrededor de 6,000 centros de predicacin donde son ministrados aproximadamente un milln de eles. Esta tarea es llevada a cabo por cerca de 7,000 ministros reconocidos al seno de la Iglesia y debidamente acreditados ante las autoridades en materia de culto pblico. Dentro del contexto netamente mexicano, como lo anota puntualmente el Pbro. Alfonso de los Reyes Valdez, en su libro Historia de las Asambleas de Dios en Mxico: No somos una disidencia sectaria que interpreta la Biblia o la historia a su manera, sino una rama del mismo tronco histrico, teolgico universal cristiano. Honor a quien honor merece: los hermanos descen-

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dientes de otras culturas hicieron lo propio para colaborar en el establecimiento de la obra de Dios en tierras mexicanas. Henry Clio Ball, fundador del primer Instituto Bblico para predicadores hispanos en San Antonio, Texas, al que cuatro mexicanos asistieron en el primer ao: Rubn Jess Arvalo, Juan Consejo Orozco, Manuel Bustamante Prez y Enrique Rosales. Pero estn tambin Alice Evelin Luce, enfermera, teloga y pionera, Francisco Olazabal Velzquez, Sushine Marshall y Anna Sanders, que junto a Juanita Medelln, fundaron la obra en el Distrito Federal. Sin embargo, existen por supuesto nuestros santos pioneros y santas pioneras tambin. No podemos mencionarlos a todos, en primer lugar porque no hemos escrito la historia completa, la hemos vivido, pero no la hemos escrito. Slo existe el documento elaborado por el Pbro. Alfonso de los Reyes Valdez como testimonio de la obra asamblesta en nuestro pas. Tal es el caso de Cesreo Burciaga Rubio, Manuel Bustamante Prez, Maurilio Campos Esquivel, Antonio Gonzlez Vzquez, Marciano Rodrguez Padrn, Juan Lugo, Rodolfo Orozco, Modesto Escobedo, Pablo Rubn Medina, Romn Hernndez, Juanita Medelln, Demetrio Bazn, entre decenas, centenas y miles de hermanos y hermanas. Santos annimos que han dado literalmente su vida por el establecimiento de la obra de Dios en nuestra patria. III. LA PERSPECTIVA BBLICA sta es la perspectiva divina. 1. Joel 2:28 profetiza que el derramamiento del Espritu Santo tendra las siguientes caractersticas: a) Saldra del mismo corazn de Dios: derramar mi Espritu. b) Sera democratizado: sobre toda carne. c) Sera para todo estatus de edad, sexo o posicin social: hijos, hijas, ancianos, jvenes, siervos y siervas... no habran barreras de ningn tipo. d) Tendra el propsito de salvacin: Y todo aquel que invocare el nombre de Jehov ser salvo. e) Y sobre todo, vendra de arriba, sera abundante y universal. 2. En Hechos 2 vemos el cumplimiento de tal profeca como lo reconoce el mismo Pedro: Mas esto es lo dicho por el profeta Joel. Este derramamiento se traduce en hechos prcticos como: a) El temor que sobrevino a todas las personas.J O R N A D A S

b) maravillas y seales eran hechas por los apstoles. c) estaban juntos, y tenan en comn todas las cosas. d) vendan sus propiedades y sus bienes, y lo repartan a todos segn la necesidad de cada uno. e) perseveraban unnimes cada da en el templo. f) partiendo el pan en las casas, coman con alegra y sencillez de corazn. g) alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. 3. En Hechos 13 vemos el salto a los gentiles con el llamamiento de Bernab y Saulo a la obra que el Espritu Santo los haba llamado. a) Esto marca un hito en la recin inaugurada iglesia cristiana. b) Los viajes misioneros de Pablo estuvieron llenos de fruto en salvacin de las almas, seales y prodigios, pero tambin en trabajos, sufrimiento, incomprensin, peligros y naufragios (2 Co. 11:16-26). c) El relativismo cultural es el punto de vista de que toda verdad tica es relativa a una cultura especca. Todo lo que un grupo cultural apruebe es considerado correcto dentro de esa cultura. A la inversa, todo lo que un grupo cultural condena, est mal. La clave para el relativismo cultural es que el bien y el mal slo pueden juzgarse con relacin a determinada sociedad. No existe ninguna norma ltima del bien y del mal mediante la cual juzgar la cultura (Anderson, Kerby,1989). En ese sentido, quiz en la era posmodernista de relativismo cultural y moral nos parezca exagerado el curriculum vitae de Pablo, pero sta es la perspectiva de Dios. Hoy, Pablo nos sigue testicando: en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en fro y en desnudez; y adems de otras cosas, lo que sobre m se agolpa cada da, la preocupacin por todas las iglesias. Quin enferma, y yo no enfermo? A quin se le hace tropezar, y yo no me indigno? ( 2 Co. 11:27-29) CONCLUSIN La perspectiva de Dios, de acuerdo a su Palabra, es que la realidad de su poder sea un hecho palpable en nuestras vidas y ministerios: pero recibiris poder no para ser chicos ni chicas superpoderosas- sino para ser testigos (mrtires).

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Si el mundo de las ciencias sociales nos analiza y concluye que somos un ente mercantil asociado o proclive al sistema capitalista y neoliberal, es nuestro deber y privilegio -como lo hizo Pablo en su tiempo- marcar nuestra postura cristocntrica, a travs de las siguientes acciones: 1. Entender que se nos ha entregado el ministerio de la reconciliacin (2 Co. 5:18). A qu entidad o institucin se la dado esta gracia, sino a la Iglesia del Dios viviente? A qu casa se le llama casa de oracin para todas las naciones? 2. Aceptar que la palabra de la cruz que predicamos es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios (1 Co. 1:18), simplemente porque as quiso Dios hacerlo (v. 21). 3. Reconocer que en la fenomenal empresa de evangelizacin y misionalizacin mundial todos nosotros somos nica y exclusivamente colaboradores de Dios (1 Co. 3:9), y si hacemos el trabajo encomendado, un solo calicativo tenemos: siervos intiles somos, porque lo que se nos orden, eso hicimos. 4. Comprender que no es con ejrcito, ni con fuerza, sino con mi Espritu, ha dicho Jehov de los ejrcitos (Zac. 4:6-), porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destruccin de fortalezas (2 Co. 10:4). 5. Evitar ser ocasin de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado; antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias... y en muchas pero muchas reas de testimonio que Pablo enumera en 2 Corintios 6:3-10. 6. Ministrar el evangelio de Dios para que los gentiles le sean ofrenda agradable, santicada por el Espritu Santo ( Ro. 15:16), y no como los profetas en el tiempo de Miqueas, que denunci: As ha dicho Jehov acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra l (3:5). 7. Testimoniar, como parte del gran conglomerado pentecostal que propios y extraos reconocen, que somos corresponsables de llevar a cabo la gran tarea inJ O R N A D A S

conclusa. El testimonio paulino sea el nuestro: Porque no osara hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de m para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de seales y prodigios, en el poder del Espritu de Dios; de manera que desde Jerusaln, y por los alrededores hasta Ilrico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo (Ro. 15:18-19). En ese mismo sentido Reinhard Bonnke dice: un evangelio que no es sobrenatural es slo un Evangelio en apariencia (www.us.cfan.org). 8. Entender de una vez por todas que la misin y la comisin estn inacabadas. La gran pregunta es si seremos capaces de entender los tiempos como los hijos de Isacar, si sabemos lo que la iglesia tiene que hacer. Por ltimo... Reto a esta asamblea con base en la Palabra de Dios y en la estadstica, a una bsqueda incesante de aquel poder que trastorn y transform al mundo conocido de la iglesia del libro de los Hechos. Desafo a esta asamblea para que entienda que la iglesia necesita ser llena del poder de Espritu Santo con la evidencia de hablar en nuevas lenguas. Confronto a los ministros del Seor para que entendamos que es imperiosa, urgente, la necesidad de estar en su presencia para estar siempre llenos del Espritu Santo. Les reto para que recordemos que somos pentecostales porque se da la evidencia del bautismo en el Espritu Santo, que los dones se mueven, y al moverse los dones cosas sobrenaturales suceden. Les digo que no basta con saber que pertenecemos a una iglesia tan pujante como es el ala pentecostal, la pregunta es qu tan pentecostales somos a la fecha? Ser que tenemos que clamar como deca el siervo de Dios llamado Antonio Rivera: Que se vea en m la gracia, de tu Espritu Seor, Necesito urgentemente de esa manifestacin, Yo no quiero dar un paso ms, sin sentir esa virtud, Que convierte a los perdidos, y al enfermo da salud. La evidencia es para hoy, oh s! Y el pueblo pentecosts, debe orar hoy cual Moiss a Dios: No, no me hagas avanzar, Si no llevo tu poder Seor, es mejor aqu quedar. Que as sea! Amn.

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La insustituible obra del Espritu Santoxodo 30:22-37Pbro. Ral Garca OviedoSUPERINTENDENTE DEL DISTRITO NORESTE

INTRODUCCIN uiero, a la luz de la Palabra, hacer una breve reexin sobre la realidad que la iglesia vive hoy ante estos tiempos difciles y complicados. La situacin es apremiante. El mundo est crujiendo, hay gran desesperacin. Enfrentamos graves problemas polticos, sociales, educativos, econmicos e incluso religiosos. No podemos negar adems que hay decadencia del ministerio; hay decadencia de la Iglesia del Seor, y hay decadencia en las estructuras religiosas.

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Pero nosotros tenemos la solucin. Para el mundo que clama slo el evangelio de nuestro Seor Jesucristo es la respuesta. Y en los que conceptan el evangelio como si pareciera que todo est leudado o que todo es lo mismo, tenemos que marcar la diferencia. Debemos iniciar este cambio aqu y ahora; no podemos permitir que el evangelio sea intrascendente al pasar nosotros por este mundo. Que cada uno, en su lugar de trabajo ya sea ciudad, pueblo o comunidad, sea como cuando Moiss baj del monte Sina: que el rostro nuestro resplandezca de la gloria de Jehov, y que las gentes reconozcan y digan: verdaderamente este es el hombre de Dios que nosotros estbamos esperando. En cada momento del trascendental plan de Dios surgen escenas que vemos como cuadros de obras de arte, en donde Dios ha trazado mensajes en dimensiones tridimensionales para nosotros, donde en forma misteriosa pero clara Dios nos revela de una forma especial y extraordinaria las grandezas de su plan as como esa mecnica operativa diseada por Dios de manera profunda. Dentro de esos cuadros aparecen personajes, guras, smbolos y escenas que declaran el amor de Dios y su inmensa misericordia hacia nosotros, de tal forma que al mirarlos con detalle uno va descubrienJ O R N A D A S

do secretos extraordinarios, uno va descubriendo misterios extraordinarios, uno va descubriendo revelaciones sobrenaturales. A la luz de xodo 30 que habla de la composicin del aceite de la santa uncin y su aplicacin, quisiera que notramos varias enseanzas y motivaciones que se desprenden del pasaje. 1. La expectativa que genera Dios en cada uno de los grandes eventos de la historia. 2. Los detalles manejados por Dios en cada evento trascendental que marcan distintivamente su plan. 3. Las advertencias de Dios sobre el cuidado que debemos tener para no ser engaados. De todas esas enseanzas se desprende un principio elemental en el cual quiero aplicar el mayor tiempo de esta prdica y es la insustituible obra del Espritu Santo. DESARROLLO Cuando pensamos en algo o alguien para sustituir o reemplazar debe tener, si no todas, cuando menos la mayor parte de las caractersticas del original. As, ahora tenemos sustitutos de alimentos (soya, carnes, malteadas, sal, azcar); de medicamentos (genricos y similares),

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y de personas (madres, maestros, incluso pastores). La tecnologa ha venido reemplazando y desplazando tanto materiales de consumo como personas. Pero nunca la mquina sustituir al ser humano. Lo mismo se pretende hacer en lo espiritual. Hay quienes quieren sustituir los valores espirituales por valores o pensamientos humanistas, pero jams podrn sustituir la obra que el Espritu de Dios opera en la vida de los hombres y mujeres, porque solamente l puede compungirlos, llevarlos al arrepentimiento y a lavar sus pecados en la sangre de Cristo. Probablemente haya una variedad de parecidos o de emisarios que pretendan imitar la operacin o la obra que el Espritu Santo nicamente sabe hacer. De hecho, hay uno que sin lugar a dudas ha tratado de imitar la obra de Dios o del Espritu Santo, y es ah donde nosotros debemos tener cuidado, debemos tener habilitados y ejercitados los sentidos para no ser engaados, seducidos ni arrastrados por tantos vientos de doctrina que hoy imperan dentro de la iglesia y que pretenden sustituir la obra que slo el Espritu Santo puede hacer. En el pasaje de xodo encontramos el momento cuando el tabernculo de Dios iba ser ungido. Los sacerdotes iban a empezar a ministrar los misterios de Dios a favor del pueblo; se iba a iniciar una labor maravillosa en Israel. Dios habra de descender en medio de su pueblo para visitarlos y animarlo. Todo aquello estaba previamente anticipado cuando los utensilios, el altar, los sacerdotes, la tienda y todo lo dems deba ser ungido con el aceite de la santa uncin antes de entrar en actividad. Era necesario que la santa uncin de Dios viniera sobre ellos para que fueran habilitados a la obra jams concebida por el hombre. As, nadie concibi la idea y hasta el momento no se puede concebir la idea de que nosotros podamos ser llamados hijos de Dios. Humanamente no es posible gracarlo en nuestra mente y corazn; es difcil concebir tal hazaa. Si lo analizamos bien, en nuestras bajezas o deciencias espirituales ninguno de nosotros nos consideraramos aptos para tener ese honroso ttulo. Nadie en el tiempo antiguo tuvo la idea de que Dios vendra a morar con ellos, de que esto se hara realidad. Al contrario, decan, ser posible que Dios morara con el hombre? Es sublime el hecho de que el Espritu Santo nos habilite para morar delante de la presencia del Seor. Pero aunque sea inconcebible o increble, las cosasJ O R N A D A S

imposibles para el hombre para Dios son posibles realizarlas, y es posible mediante su amor y su misericordia. La Biblia dice: por cuanto todos pecaron, y estn destituidos de la gloria de Dios. Sin embargo tambin dice: Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo an pecadores, Cristo muri por nosotros, proveyndonos as el acceso a esta vida en la que ahora nos gloriamos: la vida de ser llamados hijos de Dios, herederos y coherederos con Cristo Jess. Pensamientos jams imaginados, jams subidos al corazn del hombre, jams concebidos por mente alguna. Hoy nosotros podremos disfrutar todo esto como producto de la obra del Espritu Santo. Al ser creado el mundo dice la Biblia que el Espritu de Dios se mova sobre la faz de las aguas. No solamente la misma creacin del mundo material es el producto o resultado del Espritu Santo movindose, sino que principalmente la vida espiritual que hoy vivimos y la que habremos de vivir es igualmente producto de una operacin que al Espritu Santo exclusivamente le fue encomendado. Es que cuando pensamos en la vida que brota de la muerte de nuestro propio ser no podemos ni debemos pensar que esto es atribuible a un factor ajeno al Espritu de Dios, sino que debemos concretarnos en la idea de que solamente porque el Espritu Santo vino para engendrarnos es que nosotros ahora tenemos participacin dentro de la familia cristiana. El Espritu Santo es el que nos engendra. El Espritu Santo es el que nos sostiene. El Espritu Santo es el que nos gua. El Espritu Santo es el que nos revela. El Espritu Santo es el que nos redarguye. El Espritu Santo es el que est a nuestro lado para ayudarnos en todo momento. El Espritu Santo tiene caractersticas sumamente especiales y extraordinarias que pueden ser imitables, pero nadie tiene la capacidad ni la autoridad ni el poder que el Espritu Santo posee. Nada es igual que el aceite de la santa uncin. Nada ni nadie podra entrar en funciones; nada ni nadie podra entrar en actividad; nada ni nadie podra entrar en operacin, sino hasta que el aceite de la uncin fuera aplicado sobre ellos. Todo pareca bello. Muy bello el altar de oro, la madera de acacia baada con oro. Bellas eran las cortinas de lino torcido, tejido. Bellsimo el candelero hecho de oro puro. Todo era bien acabado con sumo detalle. Pareca

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que todo estaba listo para empezar pues todo estaba terminado. Pero nada tena signicado o valor alguno sin que el aceite de la uncin fuera aplicada sobre ellos, para entonces generar la vida espiritual en medio del pueblo de Israel. As como la exclusividad le fue dada al aceite de la santa uncin, a s mismo la exclusividad de habilitar la vida en los valores espirituales ha sido dada al Espritu Santo. Nada ni nadie puede sustituir al Espritu Santo: No se puede sustituir en el engendramiento de las vidas; no se puede sustituir en el habilitar las vidas para el servicio cristiano; no se puede sustituir en la guianza en esta tierra. El Espritu Santo es el que debe conducirnos al pie de la cruz para lavarnos en la sangre de Cristo. El Espritu Santo es el que debe llenar nuestros vasos. El Espritu Santo debe estar sobre nuestras vidas. El Espritu Santo debe guiar nuestros pasos. El Espritu Santo debe ser nuestro Consolador. El Espritu Santo debe estar todos los das de nuestra vida con nosotros. Nadie puede sustituirlo. La palabra de xodo nos dice: santo es, y por santo lo tendris vosotros. Cualquiera que compusiere ungento semejante, y que pusiere de l sobre extrao, ser cortado de entre su pueblo. La mirra es uno de los componentes principales del aceite de la santa uncin; era una hierba con sabor amargo pero con un olor dulce y agradable. La mirra se inclua en las dos preparaciones santas que se usaban en el culto y la ministracin a Dios en el tabernculo de Moiss. Se utilizaba tanto en el aceite santo de la uncin como en la mezcla ms espesa que se quemaba delante del Seor como incienso santo. Ambos preparados se consideraban tan santos y sagrados (separados exclusivamente para Dios), que cualquiera que los usara para usos personales o profanos se enfrentaba a la pena de muerte. Es notable cmo la mirra aparece cinco veces en la vida de Jess: 1. En su nacimiento. Los sabios del oriente le llevaron este presente. 2. Cuando fue ungido por primera vez en Bethania. Este es uno de los cuadros ms puros de la amargura del arrepentimiento que lleva a la dulzura del perdn y de la aceptacin divina. 3. Cuando fue ungido por Mara la hermana de Marta en la casa de Simn el leproso.J O R N A D A S

4. Cuando los soldados romanos mezclaron la mirra con una bebida y se la ofrecieron en la cruz justo antes de morir. 5. En el entierro de Jess la mirra fue una de las fragancias y especias elegidas para envolver el cuerpo del Seor. La mirra se asocia muchas veces con el arrepentimiento y la santicacin. Esta fragancia impregn toda la vida de Jess, desde su nacimiento hasta su sepultura. Es por eso que la mirra era un ingrediente principal en el aceite de la uncin con el cual se ungan los sacerdotes, los muebles y los instrumentos como un acto de santicacin y separacin para Dios. Este aroma es extraordinario, es el distintivo de la fragancia divina y que nosotros ahora debemos inspirarlo y luego exhalarlo en oracin. Deberamos frotarlo en lo profundo de nuestro ser a n de quitar impurezas y suavizar nuestras actitudes endurecidas y deberamos ingerirlo para limpiar nuestro interior. Si deseamos vivir en la presencia de Dios debemos hacer que el arrepentimiento forme parte de nuestra rutina diaria y de cada momento. Parece que a estas alturas de vida espiritual algunos todava no han comprendido la idea o disciernen en toda su plenitud que no hay sustituto para el Espritu Santo. A pesar de todo el recorrido glorioso que hemos vivido como Iglesia; a pesar de todas esas exhortaciones tajantes, y a pesar de todo lo que se ha sealado de la uncin santa, parece que no hemos entendido que la labor y obra del Espritu Santo es insustituible. Yo creo que el llamado para nosotros es buscar y esperar lo puro; buscar y esperar el aceite puro de la uncin de Dios y dejar de lado todo aquello que no tenga las cualidades y caractersticas de la uncin del Espritu de Dios. Pareciera que a lo largo de la historia religiosa, hasta el da de hoy, no todos disciernen la verdad de que el Espritu de Dios es insustituible en las labores espirituales. Le damos cabida a lo que es humano para que lo humano trate de elevar lo espiritual: que el grito sustituya a la uncin; que la escuela bblica sustituya el llamamiento del Espritu Santo; que la sacudida, grito y algaraba sustituya a los dones. Hemos dejado que entre en nosotros el aceite extrao? Dnde uye el aceite genuino? Dnde el aceite que en realidad transforma, el que nos compunge, el que nos lleva a un verdadero arrepentimiento? Dnde est? Preguntaba la amada del Cantar de

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los Cantares: Habis visto al que ama mi alma? Las doncellas le inquieren: A dnde se ha ido tu amado? Dnde sigue goteando ese Espritu como roco sobre la vida humana? Dnde est ese Espritu que no nos lleva a la confusin, que no nos lleva a la degradacin sino que nos lleva a una vida agradable a los ojos de Dios? Tal vez somos culpables por simples, por tolerantes, por ignorantes o por negligentes. Tal vez somos culpables porque toleramos situaciones, porque toleramos acciones, porque toleramos supuestas adoraciones y reuniones que lo que menos tienen es Espritu de vida. Decimos amn cuando el mundo dice amn. Decimos aleluya cuando los hombres gritan aleluya. Somos tradicionalistas o simples espectadores? A veces lo nico que hacemos es violentar el principio de que el Espritu de Dios es insustituible. Si el Espritu de Dios no opera nadie puede operar. Si el Espritu de Dios no nos conduce a Cristo nadie nos podr conducir. Debemos darle cabida al Espritu Santo; dejar que haga morada en la Iglesia. Dejar que el Espritu Santo vuelva como en la gura del arca de No, cuando la paloma va y vuelve; cuando ya no regres fue porque hall lugar en donde morar, en donde posar. El Espritu Santo tambin ha de hallar lugar, hallar corazones, hallar mentes, hallar conciencias dispuestas a dejar todas esas supercialidades religiosas, dispuestas a dejar todas aquellas cosas que son suplantaciones del poder de Dios y decirle con el corazn en la mano a Dios y a Cristo: Seor, he pecado, pero lvame en tu sangre para que tu Espritu Santo halle morada en m. Antes de ser ungidos los sacerdotes con el aceite de la santa uncin les fue aplicada la sangre: en el lbulo de la oreja derecha de Aarn y de sus hijos; en el dedo pulgar de su mano derecha y en el dedo pulgar de su pie derecho. Les fue aplicada sangre primero y despus el aceite de la uncin. Nosotros, al igual que los del tiempo antiguo, hemos odo lo que Dios hizo. Nadie ignora que Dios se ha movido en otras pocas en favor del mundo, nadie lo ignora. Sabemos que en otro tiempo Dios ha hechos grandes milagros, que resucit muertos, que provey al necesitado, que san al enfermo, que acta a favor de los hombres. Lo sabemos pues lo hemos odo. Pero hoy al igual que el salmista inquiramos por qu el Seor no sale con nuestros ejrcitos; por qu hoy el enemigo se enseorea de nosotros. Es porque hemos sustituido las conversionesJ O R N A D A S

por convencimientos? Porque hemos sustituido el ser miembros integrales del cuerpo de Cristo por miembros nominales, escritos, rmados y sellados por un Concilio? Porque hemos sustituido lo esencial del Espritu Santo por cosas temporales? Porque hemos sustituido el aceite de la uncin por cualquier otra cosa? Preguntamos, cmo estuvo el culto? Nos dicen, estuvo bien aunque haya estado mal, porque ya los sensores han perdido todo contacto con la uncin del aceite de Dios. Lo que los atrajo fueron los artistas, el show. Lo que los atrajo fueron los aplausos de la multitud y han ignorado la verdad que el Espritu de Dios es insustituible en las labores espirituales. El apstol Pablo dijo estas palabras a la iglesia de Corinto: hablamos, no con palabras enseadas por sabidura humana, sino con las que ensea el Espritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual... Jams de aqu en adelante habremos de tolerar -y digo de aqu en adelante porque quiz hemos sido tolerantes en tiempo pasado- ni de concebir la idea de que el Espritu de Dios en su operacin muy particular pueda ser suplantado. Yo s que Satans tiene poder para transformar el agua en sangre, poder para sanar los cuerpos, poder para convertir varas en serpientes, poder para hacer muchas cosas, pero a pesar de ser tan poderoso jams podr salvar a nadie; jams podr generar amor; jams podr generar paz; jams podr traer gozo. Podr imitar, suplantar o aparentar, pero en la esencia, en el fondo, jams podr reemplazar la obra gloriosa y exclusiva que slo el Espritu Santo puede hacer en la vida de los hombres. Los hombres solos no pueden siquiera entender que Dios haya concedido al mortal la dicha de entrar en una pltica con l, de entrar en un coloquio con nuestro Padre celestial y de entrar en una relacin ntima con Dios. Solo Dios concibi tal plan y lo ech andar a travs de su Hijo, para que el Espritu Santo restaurara a hombres y mujeres perdidos y los pusiera sobre una roca rme, poniendo cntico nuevo en sus labios, la alabanza al Dios de Israel. Vida nueva, transformacin radical, porque el Espritu Santo s sabe hacer la obra que el hombre no puede hacer. Uno de los cuadros extraordinarios que llama mi atencin es la historia que encontramos en el libro de Ester. Ah est una historia que revela la solucin divina para la confusin humana. Uno puede preguntar-

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Preguntamos, cmo estuvo el culto? Nos dicen, estuvo bien aunque haya estado mal, porque ya los sensores han perdido todo contacto con la uncin del aceite de Dios. Lo que los atrajo fueron los artistas, el show. Lo que los atrajo fueron los aplausos de la multitud y han ignorado la verdad que el Espritu de Dios es insustituible en las labores espirituales.

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se, por qu una joven campesina, juda, hurfana, de una nacin en el exilio, fue escogida por Dios para ser la reina del poderoso rey de Persia? Esto es asombroso y extraordinario. Todos nosotros al estar respirando su aroma celestial deberamos mostrar agradecimiento y entrega total a nuestro Dios, porque en su inmenso amor y misericordia tambin ha utilizado a los que tenan menos posibilidades de ser hroes. Por eso el apstol Pablo acertadamente, al tener una revelacin ms amplicada, hace la siguiente declaracin: y lo vil del mundo y lo menospreciado escogi Dios... El Espritu Santo sabe hacer los milagros que el hombre no puede hacer y que el diablo trata de imitar. Pero slo el Espritu Santo es bienvenido a nuestra vida, a nuestro corazn, a este lugar, a nuestro Concilio. Jams puede ser sustituido. El Espritu Santo trae una verdadera expectacin a la vida; un verdadero regocijo al corazn; una verdadera paz al alma. Es el Espritu Santo el que debemos activar, en el que debemos andar, en el que debemos vivir. Solo en el Espritu y por el Espritu. Insustituible es la obra del Espritu Santo. Pero si el Espritu Santo es capaz y suciente, entonces no toleremos imitaciones. Hoy es muy comn que casi todo lo que se oye es producto de las capacidades humanasJ O R N A D A S

para dominar y engaar al hombre. Pero lo que dicen no es el producto de la palabra de Dios enviada por el Espritu. No entremos a una tolerancia de imitacin espiritual sino que nicamente aceptamos al Espritu de Dios en sus caractersticas claras: el Espritu Santo guindonos a Cristo Jess, santicndonos en su Palabra, hacindonos amorosos y tiernos, fortalecindonos para vivir una vida mejor. No aceptemos cosas extraas. No las aceptemos en nosotros mismos ni en el ncleo religioso. Que la pureza del Espritu Santo uya en nosotros. Si el Espritu Santo no uye no queremos entonces ni llantos, ni gritos, ni lenguas, ni profeca, ni nada. Pero si el Espritu Santo uye que hablen los profetas; que hablen los que hablan en lenguas extraas; que hablen los predicadores; que acten los que tienen dones de sanidades; que hagan milagros los que tienen el don de milagros; que hablen los que tienen palabra de revelacin, de sabidura o de ciencia; que echen fuera demonios. Pero que sea el Espritu, por el Espritu y en el Espritu. Ven sobre nosotros, sera la conclusin. Ven sobre nosotros. Espritu Santo ven sobre nosotros a redargirnos. Ven sobre nosotros a guiarnos. Espritu Santo ven sobre nosotros para llenarnos con el aroma del aceite de la santa uncin. Amn.

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Multiplicando

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PLAN REGULADORDE LA ADMINISTRACIN CONCILIAR 2008-2010PREMISAS BSICAS LA VIDA DE LA IGLESIA. El cuerpo de Cristo tiene la naturaleza espiritual que lo capacita para sostenerse, desarrollar saludablemente todo su potencial, expandirse y reproducirse. LA MISIN DE LA IGLESIA. El cometido es llegar a todos en todo lugar con el mensaje vivo del evangelio que transforma al individuo y a las comunidades. LA MSTICA PENTECOSTAL. La identidad de origen a la que adherimos desde siempre est ms vigente que nunca en tanto exista en el creyente la necesidad de la llenura del Espritu Santo. LA ESTRUCTURA NACIONAL. Las Asambleas de Dios en Mxico es la denominacin evanglica ms grande y con una organizacin estructurada, lo cual debe aprovecharse como va natural de expansin. EL DESAFO DE LA HORA ACTUAL. La esencia del mandato evangelizador exige que los creyentes ganen a otros, que los lderes y ministros se reproduzcan y que las iglesias se multipliquen a travs de misiones, ministerios y clulas.

PROPSITOS INSTITUCIONALES Buscar la llenura del Espritu Santo como la esencia para la multiplicacin de la Iglesia. Reconocer que la consecuencia natural de la llenura del Espritu Santo es la multiplicacin de la Iglesia utilizando las estructuras organizacionales para hacer uir los propsitos denominacionales. Promover desde la institucionalidad asamblesta la capacitacin de la Iglesia para un ejercicio sano de multiplicacin. Propiciar la optimizacin de los recursos para benecio de la iglesia local. Procurar el mximo rendimiento del liderazgo en todos lo niveles, entendiendo el desafo del mundo en crisis como una oportunidad para la expansin del evangelio. Publicar los avances del proyecto de multiplicacin y cmo se est cumpliendo la misin de la Iglesia.

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esfuerzos

UNA SOLA SEAL : REPRODUCCIN

ESTRATEGIAS INSTITUCIONALESLa salud de la Iglesia. Diagnosticar a travs de clnicas el camino pertinente para la multiplicacin de congregaciones de acuerdo con la idiosincrasia del rea. Los aspectos dbiles han de superarse. Difusin sistemtica. Publicar oportunamente la informacin de los objetivos y programas de manera que motive a todos a luchar por alcanzar los propsitos. La identidad pentecostal y excelencia en los programas. Es una necesidad mejorar la calidad de los eventos y materiales, el camino de la excelencia es nuestra senda.

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EL PLANEl Concilio ofrecer el seminario de capacitacin nacional: Multiplicando esfuerzos, en donde se abordarn los temas alusivos al proyecto, tales como: Metodologa de evangelizacin; Multiplicacin, el distintivo de una iglesia reproductiva; Iglesia con propsito; Desarrollo natural de la Iglesia; Visin celular y Evaluacin de la multiplicacin. A este seminario acudirn los siguientes ociales del Concilio: directivos nacionales, directivas distritales, presbteros de Regin, presidentes de Seccin,

directores distritales de departamentos y directivas distritales de sociedades. Se publicarn dos ediciones especiales de Jornadas Asamblestas durante el bienio para promover las actividades institucionales y dar a conocer los avances del plan. Cada Distrito incluir la multiplicacin en su Plan de Trabajo Bienal apegado al Plan Regulador de la Administracin Conciliar 2008-2010. Utilizando las herramientas del seminario de capacitacin nacional: Multiplicando esfuerzos, celebrarn una clnica en cada regin sobre la salud y desarrollo de la iglesia. Cada iglesia reforzar su propio proyecto de multiplicacin mediante su planeacin anual en 2009 y 2010. Cada creyente seguir la visin de los lderes locales de su iglesia encabezados por su pastor en un proyecto de reproduccin.

COMISIONES LEGISLATIVASLas siguientes comisiones analizarn y propondrn al Presbiterio Ejecutivo la posibilidad de reformas. Atencin y servicio a las iglesias de modelo celular y de ministerios en los distritos. Pbros. Marcelino

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PLAN REGULADORDE L A A DMINIST R ACIN CONCIL I A R 20 0 8-2010

(contina)Gonzlez (presidente), Julio C. Andrade y Rafael Romero. Acerca de las personas recasadas en su vida anterior. Presbiterio General. Reclasicacin de iglesias. Distrito Bajo. Fuero Constitucional del Presbiterio de Distrito. Directiva del Distrito Occidente. Denicin de Causales de Disciplina Ministerial. Pbro. Samuel Vzquez y Directiva del Distrito Yucatn. Regulacin para el registro de delegados a la Asamblea Conciliar y convenciones de Distrito. Directiva del Distrito Oaxaca. Regulacin para la integracin y trabajo de las mesas escrutadoras en la Asamblea Conciliar y convenciones de Distrito. Directiva del Distrito Norte de Chihuahua. Denicin de parmetros ticos de los ministros ante las elecciones nacionales y de Distrito. Directiva del Distrito Centro. Regulacin de ministerios nacionales. Secretario General y Superintendentes Adjuntos. Proyecto de Construccin en el campamento nacional Pinitos. Directiva General y Directiva del Distrito Occidente. Estudio para la reforma de la Comisin de Presupuesto y Finanzas. Directiva General. Tiempo completo. Directiva del Distrito Sinaloa Nayarit. Elaboracin de un manual de ocios y ceremonias. Superintendentes Adjuntos. Estudio de sociedades que no funcionan en los Distritos. Pbros. Humberto Corral, Humberto Sosa y Lorena Lpez Negrete. SECRETARIO GENERAL: Continuar con la capacitacin a ministros en los distritos acerca del captulo de disciplina ministerial. TESORERO GENERAL: Continuar el ofrecimiento de implementar en cada Distrito una campaa de Mayordoma integral usando el manual publicado por ECCAD. Las directivas de los departamentos y los coordinadores de los ministerios nacionales trabajarn con planes, programas y proyectos autorizados por la Directiva General del Concilio. En ECCAD publicaremos la serie Servicio Cristiano y seguiremos ampliando la red de recursos para las iglesias y ministerios.

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AGENDA DE ACTIVIDADES Presbiterio Ejecutivo. 10 y 11 de febrero de 2009 en el Centro Evangelstico Emanuel de la Ciudad de Mxico, D. F. Planeacin de Misiones. 21 al 23 de julio 2009 en Guadalajara, Jal. Camporama Nacional de los Exploradores del Rey. 15 al 18 de julio de 2009 en Pinitos, Zapopan, Jalisco. Exploradores de Rey. Escuela de Personal y adiestramiento. Fecha pendiente. Presbiterio Ejecutivo y General. 24 al 28 de agosto de 2009 en Chihuahua, Chih. Seminario de capacitacin: Multiplicando esfuerzos. 27 al 29 de octubre 2009 en San Luis Potos, S. L. P. Consejo Nacional de Educacin Cristiana. 11 al 13 de febrero de 2010 en las Ocinas Generales. Presbiterio Ejecutivo y General. 12 al 16 de abril de 2010 en Tampico, Tam. Congreso Nacional Juvenil. 6 al 8 de julio de 2010 en Cancn, Q. Roo. Presbiterio Ejecutivo. 21 de noviembre de 2010 en Mrida, Yucatn. LI Asamblea Conciliar. 22 al 26 de noviembre 2010 en Mrida, Yucatn.

ACTIVIDADES INSTITUCIONALESSUPERINTENDENTES ADJUNTOS: Impartirn un curso de liderazgo a los ociales de los distritos en su reunin de planeacin. Impartirn un seminario de Ocio de sacramentos y ceremonias en los distritos, con un manual que elaborar ECCAD.

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UN SIERVO DE DIOS PENTECOSTALPbro. Alejandro Carranza de la PeaMINISTRO DEL DISTRITO COAHUILA

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legado el momento indicado Abraham quiso buscar esposa para su hijo Isaac. El relato est en Gnesis 24, donde abundan los detalles escriturales que nos permiten establecer una analoga casi perfecta entre lo que es el desempeo de aquel siervo -Eliezer damasceno- y cualquier siervo de Dios pentecostal de nuestros das. Tambin nosotros, como Eliezer, servimos a un Padre que tiene un Hijo al que le anda buscando esposa (la Iglesia), y nos mand a cruzar el desierto de la vida para convencer y traer a esa esposa al campamento de nuestro Padre Dios, de tiendas celestiales donde est tambin el tlamo nupcial de su Hijo Jesucristo.Del relato surgen las indicaciones que, al igual que entonces, aplican hoy para la delicada misin que se nos ha encomendado como pastores y siervos de Dios en general. As, un siervo de Dios pentecostal sabe y debe de estar convencido de lo siguiente. 1. LA IGLESIA DEBE DE SER SANTA te juramentar por Jehov... que no tomars para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos... sino que irs a mi tierra y a mi parentela, y tomars mujer para mi hijo Isaac (vv. 3-4). El orden de las ideas en el pasaje indica la preocupacin de Abraham de que la mujer deba tener ciertas caractersticas. Antes que dar la orden de buscar mujer para el hijo se presenta el requisito de no ser cananea (sinnimo de idolatra, pecado y mundanalidad). Es que la preocupacin de Abraham, antes que la esposa misma, es su naturaleza: es indispensable que sea santa, si no va a ser santa no tiene caso que salgas a buscarla. Paralelamente debe ser del mismo linaje y naturaleza que el Padre. La naturaleza de Dios por excelencia es la santidad: porque escrito est: Sed santos, porqueJ O R N A D A S

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yo soy santo (1 P. 1:16). Debe ser una Iglesia de naturaleza espiritual, que ha sido engendrada de simiente divina y no humana. De la misma familia, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varn, sino de Dios (Jn. 1:13). En otras palabras, asegrate, siervo, de que la iglesia que pastoreas est constituida de gente que ha nacido de nuevo, nacidos del Espritu, gente convertida y no solamente convencida. 2. EL LLAMADO ES SOLEMNE Y CLARO te juramentar, fue una frase que Abraham us con Eliezer. Es decir, es un llamado y encomienda solemnes. La mano bajo el muslo, segn el original hebreo, se reere a las gnadas, donde estaba depositada la simiente mesinica. El siervo de Dios pentecostal tiene la certeza de su llamado que le viene de la experiencia del bautismo en el Espritu Santo. Adems, como algo irrevocable permanecer para siempre, hasta el da que l nos llame a su presencia o venga por nosotros. Un siervo de Dios que haba dejado el ministerio y hasta el camino, alguna ocasin me comparta una de sus antiguas predicaciones. Al tiempo que yo senta el

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toque divino por sus palabras y pensaba tambin dentro de m: Cmo es posible que un borracho como ste me predique a m, que no he dejado el camino y mantengo mi posicin? El hermano aquel, entendiendo lo que pasaba dentro de mi corazn, exclam con cierta tristeza: no te asustes de que un cuervo, animal inmundo segn la ley, puede traer en su pico pan y carne para el profeta. Lo dicho, no slo el llamado sino los dones tambin son irrevocables. En l se segua manifestando el don de palabra de ciencia, pues lo oculto de mi corazn le era maniesto. El llamado es un misterio. El por qu Dios nos llama no lo podemos saber ni entender, est dentro de su estricta soberana. Sin embargo, aunque nosotros mismos nos descaliquemos y juzguemos con extrema severidad, debemos escuchar la voz divina que nos dice: T quin eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio seor est en pie, o cae; pero estar rme, porque poderoso es el Seor para hacerle estar rme (Ro. 14:4). No nos queda ms que bendecir al que nos llam y unirnos a la expresin de Pablo: Doy gracias al que me fortaleci, a Cristo Jess nuestro Seor, porque me tuvo por el, ponindome en el ministerio (1 Ti 1:12). 3. LA IGLESIA DEBE ESTAR LLENA DE FRUTO En la seal que Eliezer le puso a Dios iba implcita la presencia del fruto del Espritu. No dijo aqulla que camine como gacela; o la que traiga un tocado color fucsia, o la que tenga ojos de ensoacin. Dijo la que me d de beber a m y a mis camellos. Una seal que implicaba cuando menos servicio, amabilidad, fe (atender a un desconocido requera fe y conanza en Dios) y paciencia (eran 10 camellos y cada uno tomaba 135 litros de agua; ello requera denitivamente paciencia). El distintivo por excelencia de un creyente es el fruto: por sus frutos los conoceris. Si una iglesia no abunda en fruto, hemos trabajado en vano. Un siervo de Dios pentecostal se asegura que la iglesia que pastorea tenga indefectiblemente el fruto del Espritu. El ministerio pentecostal lleva esa misma marca. Cuando Dios me llam yo le puse una seal. A la orilla de la carretera me detuve porque senta que Dios me llamaba y quise asegurarme. Par mi automvil y saqu una mano por la ventanilla al tiempo que miraba unaJ O R N A D A S

bella mariposa que volaba cerca. Si me ests llamando, dije, que esa mariposa se me pare en la punta de mi dedo gordo. La mariposa nunca se dio por enterada y sigui con sus bellos colores adornando el paisaje con su vuelo elegante y cadencioso. Cuando deca dentro de m: ya me libr, Dios no me est llamando, una abeja se vino directo hacia mi dedo que an no bajaba y amenazante insisti por cierto tiempo cuando yo luchaba por alejarla. En ese momento entend que Dios me deca: s te estoy llamando, pero el ministerio no es lo que t piensas, no tiene bellos colores, ni elegancia, ni ensoaciones, sino trabajo y aguijn. Hoy abundan las iglesias que ms que iglesias parecen clubes donde lo que importa ms es el estatus y el nivel socioeconmico, que en verdad servir a Cristo hasta el sacricio y el dolor. Dios nos llam a pastorear una iglesia llena de fruto para Dios. 4. HAY QUE SABER CUNDO DESAPARECER DE ESCENA La combinacin de sonidos y silencios bien armonizados da lugar a una de las ms bellas artes que es la msica; si una partitura no lleva silencios no es msica. En la partitura sagrada de la Palabra de Dios aparece, con respecto a Eliezer, un gran silencio, ms elocuente que mil palabras. El nombre y la persona de Eliezer jams se vuelve a mencionar en toda la Escritura. Una vez que Rebeca se encuentra con Isaac y entran en el tlamo nupcial, termina la misin de Eliezer y no se vuelve a hacer mencin de l. Eliezer se saba esclavo. Saba perfectamente que el personaje principal de aquella historia era Isaac y no l. El siervo de Dios pentecostal debe tener muy presente que l no es el novio ni el dueo de la iglesia que pastorea, sino Jesucristo, quien es el esposo de la Iglesia y quien la compr con su sangre preciosa. Nosotros como siervos de Dios debemos hacernos a un lado para que reine Cristo en el corazn de la Iglesia. Conviene que l crezca y que yo menge debe ser nuestro clamor siempre. En cuanto a m, aunque me s parte de la Iglesia y ms que su siervo, su amigo, seguir diciendo con un corazn contrito y humillado: hazme como a uno de tus jornaleros, y con gozo seguir custodiando la novia que l puso a mi cuidado, y que por ms de 20 aos he venido pastoreando. No a nosotros, oh Jehov, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria (Sal. 115:1).

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LA EVIDENCIA DEL BAUTISMODoy gracias a Dios que hablo en lenguas ms que todos vosotros. 1 Corintios 14:18Pbra. Enedina Martnez OviedoMINISTRA DEL DISTRITO CENTRAL

EN CRISIS

INTRODUCCIN Hablar en lenguas, aunque es un distintivo del pentecostalismo, no es practicado por un nmero signicativo de creyentes pentecostales. Esto se dijo durante el Foro PEW cuando trataban el tema de religin y poltica. Durante dicho foro John Green, un observador de la religin y poltica, dijo que la evidencia pentecostal clsica de hablar en lenguas era la evidencia verdadera del bautismo del Espritu Santo, pero que por lo menos en la prctica no es aceptada extensamente alrededor del mundo. Presentaron los resultados de una encuesta hecha en 10 pases. Se encontr que las experiencias de sanidad divina eran ms constantes, pero descubrieron que muchos pentecostales y carismticos asisten a servicios de adoracin donde es evidente hablar en lenguas y otras muestras del Espritu Santo. En seis de los 10 pases examinados por lo menos 60% de los pentecostales dijeron nunca orar o hablar en lenguas. As, el director del foro sugiri que la denicin del movimiento pentecostal como uno que se caracteriza por hablar en lenguas puede ser que necesite ser revisado. Pero el Seor Jess dijo en Marcos 16:17: Y estas seales seguirn a los que creen: En mi nombre echarn fuera demonios; hablarn nuevas lenguas; tomarn en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortfera, no les har dao; sobre los enfermos pondrn las manos, y sanarn. Si Dios dice que hablar en lenguas es una realidad y que inconfundiblemente es una de las seales que seguirn a los que creen es porque es necesaria y verdadera. Si la Escritura dice que es necesaria e importante, es porque as es! Creo que una de las cosas que ms preocupa a los pastores es que la mayora de los congregantes no ha recibido el bautismo pues no est la evidencia de ello. Aunque es para todos, por qu no hablan en lenguas? Sern obsoletas para los creyentes de este siglo? Ser que slo en Pentecosts se presentaron y ya nunca seJ O R N A D A S

manifestarn? Y si ya hemos sido bautizados, por qu es importante que despus del bautismo se siga hablando en lenguas? Nosotros, al igual que Pablo, podramos decirles a los miembros de nuestras congregaciones: doy gracias a Dios que hablo en lenguas ms que todos? Hasta qu grado seremos causantes de que nuestros feligreses no se interesen por buscar el bautismo en el Espritu? Qu est pasando con la evidencia del Espritu en la vida de la Iglesia y sus ministros? 1. NECESITAMOS PREDICAR Y ENSEAR MS SOBRE LA NECESIDAD DE LAS LENGUAS a) Porque las lenguas son una seal para los incrdulos. 1 Corintios 14:22 dice que las lenguas son seal para los incrdulos. Es necesario que prediquemos y enseemos ms sobre esta seal dada a los creyentes para el testimonio de la fe. Esta seal de ninguna manera son las danzas y otras expresiones que se estn manifestando en las distintas congregaciones. La seal que nos distingue es algo que habla de nosotros, que nos identica. La seal del bautismo es la glosolalia y no otra. b) Porque la Biblia ensea siempre sobre eso. Pablo, en Hechos 19:2, les pregunt al grupo de hermanos que estaban en feso: Recibisteis el Espritu Santo cuando cresteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos odo si hay Espritu Santo. El apstol Pablo nos da ejemplo porque cada vez que llegaba a un lugar que no saban sobre el bautismo y su evidencia los instrua l mismo, y en ese momento impona manos sobre ellos y eran bautizados. Pero hoy la gente lo ve como algo pasado de moda y hasta ministros preparados juegan contando chistes o diciendo trabalenguas. 2. NECESITAMOS ORAR EN LENGUAS a) Porque el Espritu Santo intercede por nosotros. Pablo lo experiment: Y de igual manera, tambin el Espritu nos ayuda en nuestra debilidad;

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pues qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Ro. 8:26). b) Porque en nuestro ministerio vivimos situaciones en las que no sabemos cmo proceder, no sabemos qu medidas tomar, nos sentimos entre la espada y la pared. La versin DHH dice: Dios, que examina los corazones, sabe qu es lo que el Espritu ruega, conforme a la voluntad de Dios, por los del pueblo santo. c) Porque cuando oramos en lenguas intercedemos por los que lo escuchan. Es ya no orar tan egostamente, sino por los dems. Durante una comida le preguntaron a Carlos Annacondia cul era la clave de su xito. l contest con toda humildad: Cuando salgo de mi cuarto para la reunin es porque aquellas sbanas quedaron empapadas de lgrimas por esa gente. Nos falta interceder en lenguas por nuestra gente! Cmo saber sus problemas y temores? Slo en la intimidad podremos recibir de Dios los mensajes ungidos que necesita or nuestra congregacin para su edicacin. Intercedamos tambin para que se sientan con deseo de ser bautizados, llenos del Espritu! 3. NECESITAMOS PRACTICAR LAS ESCRITURAS a) Porque como Pablo necesitamos parecernos ms a Cristo. Como ministros atrevmonos a ser imitadores de l, aceptemos su invitacin. Nosotros somos la inspiracin de nuestros feligreses, ellos quieren parecerse a usted. Hay personas que imitan en todo a sus pastores, hablan como usted, visten como usted, hasta predican y ensean como usted. Que nos vean, que nos oigan orar en lenguas y sobre todo que vean los benecios. La Junta Internacional de Misiones de la Convencin Bautista del Sur adopt en el ao 2007 una poltica que prohbe la consideracin de candidatos a misioneros a quienes utilicen una lengua privada para orar. Pero las lenguas son el inicio de una vida llena del Espritu. b) Porque si los ministros no lo hacemos, qu va a pasar? En Juan 7:38-39 Jess mencion: El que cree en m, como dice la Escritura, de su interior c