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Enfoques de la economía política internacional
El orden económico internacional de la postguerra terminó con el rompimiento del sistema
de Bretton Woods por lo que las Relaciones Internacionales a partir de la década de los
setenta se enfrentan a un cambio en la economía internacional que no podía explicarse bajo
los paradigmas clásicos del pensamiento internacional. Es por ello que al proponerse el
enfoque de la economía política internacional, las Relaciones Internacionales pueden
explicar el cambio que tiene la economía mundial, ya que este tema era materia de análisis
de la ciencia económica.
Aparentemente, el comercio internacional es materia exclusiva de análisis de la economía,
ya que podría pensarse que es la única disciplina en determinar teorías para comprender el
desarrollo de la economía internacional, supuestamente porque los teóricos de las
Relaciones Internacionales están más inclinados al estudio de la política internacional. Sin
duda la teoría de las Relaciones Internacionales necesita de nuevos paradigmas que
analicen la internacionalización de la producción, la conformación de zonas comerciales, el
surgimiento de nuevas tecnologías y el nuevo papel del Estado para hacer frente a la
globalización. En este sentido el enfoque de la economía política internacional, en el
ámbito de la teoría de las Relaciones Internacionales, es de suma importancia para explicar
el actual contexto del comercio internacional.
Una de las aportaciones de la economía política internacional es el análisis, desde la óptica
de las Relaciones Internacionales, de los factores que han cambiado el orden económico
que emergió de la posguerra. Sin duda, el proteccionismo comercial, el desarrollo
tecnológico, la aparición de nuevos países industrializados, las manufacturas con alto valor
agregado, la expansión de la regionalización y la crisis del multilateralismo, pueden
explicar el fenómeno de la globalización. Es por ello, que la economía política de las
Relaciones Internacionales propone una nueva metodología para analizar el moderno
contexto del comercio mundial, y de la economía internacional.
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Este apartado analiza la metodología con la que la economía política de las Relaciones
Internacionales explica el nuevo contexto del comercio mundial. Asimismo, estudia los
factores que han modificado el orden económico de la posguerra, destacando la importancia
que tiene el proteccionismo comercial, el desarrollo tecnológico, la crisis del
multilateralismo comercial, la formación de bloques comerciales y el papel que tiene el
estado-nación en el proceso de globalización, donde ya no impera la estabilidad
hegemónica de la economía de Estados Unidos.
Asimismo, en este trabajo se observa que se ha dejado atrás una economía
internacionalizada, dando paso a una economía globalizada donde hay un conflicto entre el
estado-nación y las empresas multinacionales, ya que el primero busca participar en la
globalización con base en su interés nacional, y las segundas presionan a los gobiernos de
esos Estados para que abran sus mercados, corriendo el riesgo que su soberanía sea
erosionada por la expansión del comercio y de la inversión.
A partir de la década de los setenta se dan cambios estructurales en la economía política
internacional uno de ellos, y sin duda el más significativo, es la decadencia de la hegemonía
económica estadounidense por lo que puede decirse que a partir de entonces hay un
emergente orden económico internacional que todavía no termina de consolidarse, por lo
que el enfoque de la estabilidad económica no es aplicable, ya que no hay un solo Estado
hegemón. En este sentido, en este apartado se analiza que a través del neoproteccionismo y
de la formación de las zonas comerciales, la nueva normatividad del comercio multilateral,
el constante desarrollo tecnológico, la mundialización del sistema financiero, y la
reconversión del estado-nación ante el proceso de la globalización, se transita de una
economía política internacional a una economía política global.
1. El enfoque teórico de la economía política de las Relaciones Internacionales
El empeño por teorizar acerca de la naturaleza humana y la relación entre los estados, tiene
sus orígenes en tiempos muy lejanos. Tal es el caso de las reflexiones que se llevaron a
cabo por parte de Platón, Aristóteles y Tucídides y otros pensadores precursores de las sus
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ideas en la antigüedad. La historia europea durante el período de 1648 a 1914 constituye la
edad de oro de la diplomacia, el equilibrio de poder, las alianzas y el derecho internacional.
Casi todo el pensamiento político se centraba en el estado-nación: los orígenes, funciones y
limitaciones de los poderes gubernamentales, los derechos de los individuos dentro del
estado, las exigencias del orden, la autodeterminación y la independencia nacional.
Asimismo, las cuestiones económicas se consideraban como algo separado de la política.
Sólo al término de la Primera Guerra mundial (1919) aparece la disciplina de las Relaciones
Internacionales dentro de las Ciencias Sociales, como una ciencia diferenciada del Derecho
Internacional, la Ciencia Política y la Economía. Dicha ciencia se preocupa por conocer y
analizar la realidad internacional desde un punto de vista global y no particular, surge de la
necesidad de indagar sobre las relaciones de los estados de manera específica y global, pues
hasta ese momento sólo había sido objeto de indagaciones parciales o sectoriales. Así
también, se pretende estudiar y analizar la realidad y los problemas a partir de los cambios
producidos en las relaciones internacionales una vez concluida la Primera Guerra mundial.
Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la Guerra Fría, al
emerger Estados Unidos como potencia con intereses y compromisos globales, expande en
gran medida sus operaciones en las áreas de seguridad nacional, alianza militar y expansión
comercial. En este contexto, muchas empresas estadounidenses aprovecharon esta
coyuntura para incursionar en el comercio internacional y la inversión, principalmente en
Europa Occidental.
Así, los pensadores de las relaciones internacionales, que hasta ese entonces habían
desarrollado teorías, pensamientos y paradigmas considerando como actor fundamental al
estado, observan la necesidad de orientar su esfuerzos en el análisis de otros actores que
estaban latentes (empresas, sindicatos, etc.) y otras organizaciones internacionales que
incursionaban en la política y la seguridad internacional, como es el caso de la ONU y de la
OTAN, asimismo, en aquellas que se desarrollaban en el campo económico, financiero y
en el comercio internacional, y que también surgieron al término de la Segunda Guerra
Mundial, tal es el caso del FMI, BIRF y GATT. Donde se consideraba que, al igual que el
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Estado, tenían una creciente importancia en la determinación de un nuevo orden económico
mundial, ya que establecieron las normas para regular los intercambios financieros y
comerciales, para lo cual se precisaba una política internacional que impusiera una paz
mundial, siendo este el papel que desempeñaría la ONU.
En este contexto, el nuevo orden económico mundial estaba transformando el mundo, en
consecuencia, el enfoque de las relaciones internacionales, centrado en el Estado, estaba
obligado a analizar de manera diferente la relación entre la economía internacional y la
política internacional, ya que la Segunda Guerra Mundial tuvo como corolario la
conformación de un nuevo escenario económico además, por supuesto, de un nuevo orden
político. De tal forma que para comprender los asuntos monetarios, la inversión extranjera,
el desarrollo económico, el flujo comercial, financiero, tecnológico, la creciente
participación de las Empresas Transnacionales (ETN), y el papel que jugaría el estado en
ese nuevo orden económico, se requería de un nuevo paradigma que explicara, con base en
las relaciones internacionales, la interacción del Estado y los nuevos actores en el comercio
internacional. En este contexto, es que surge la Economía Política de las Relaciones
Internacionales.
Lo anterior se confirma con el papel predominante que empezaron a tener las empresas
estadounidenses en el comercio internacional, principalmente en el mercado
eurocomunitario, a raíz de este nuevo orden económico mundial, que de alguna manera era
impuesto por Estados Unidos que se había constituido como un país hegemónico. Esto fue
considerado por un lado, como una expresión del expansionismo económico
estadounidense, y por otro, principalmente por nacionalistas europeos occidentales, Canadá
y el Tercer Mundo como una estrategia del imperialismo estadounidense disfrazado de
cooperación económica y comercial.
Debido al éxito que esas empresas estaban teniendo, el gobierno estadounidense no las
podía apartar de los objetivos de mayor alcance de su política exterior, ya que los objetivos
de seguridad y la actividad económica en Europa Occidental facilitaban en gran medida esa
política comercial, que de alguna manera estaba dirigida para fortalecer el mercado de
5
Europa Occidental para que no sucumbiera ante el avance comunista que se estaba dando
en Europa del Este.
Es importante resaltar que existe una ambigüedad para definir la Economía Política
Internacional, ya que no existe consenso entre los diferentes autores que la analizan para
explicarla1, por lo que podemos definirla como el punto en el que interactúan la economía y
la política, por un lado la economía, entendiéndose ésta como: la producción e intercambio
de medios mercantiles para satisfacer necesidades y por otro el proceso por el cual se ejerce
el poder, que es fundamental en política. Así, ejerciendo poder unos actores sobre otros, la
economía es política. También la economía política podría definirse como un paradigma de
las relaciones internacionales que analiza la interacción del binomio estado-mercado dada
la complementariedad del poder y la riqueza.
Por consiguiente, tenemos que gran parte de la economía moderna es política porque las
empresas, sindicatos, organizaciones, estados, etc., pretenden ejercer poder sobre el
mercado. En síntesis, la economía política internacional dentro de su estudio considera el
enfrentamiento que se da entre las diferentes empresas transnacionales por controlar
determinados mercados, y la participación del estado como ente regulador y promotor de
éste.
Teorías contemporáneas de la economía política internacional
Para la explicación y análisis de la expansión, emergencia y funcionamiento de economía
política internacional, existen tres teorías contemporáneas: la teoría de la economía dual,
la teoría del sistema mundial moderno y la teoría de la estabilidad hegemónica las cuales se
explican de manera somera a continuación:
Teoría de la economía dual2
1 Cfr. Gilpin, Robert. La economía política de las relaciones internacionales, La economía política de las
relaciones internacionales. p. 19. 2 Esta teoría se deriva del liberalismo económico (considera a la política y la economía como esferas
separadas, por lo tanto el mercado – a favor de los intereses de la eficiencia, el crecimiento y la elección del
consumidor - debería estar libre de interferencias políticas).
6
Afirma que toda economía, sea interna o internacional, debe analizarse en términos de dos
sectores relativamente independientes: un sector moderno y progresista, caracterizado por
un alto nivel de eficiencia productiva e integración económica, y un sector tradicional
caracterizado por un modo de producción regresivo y por una autosuficiencia local.3 Así, la
teoría de la economía dual se caracteriza por la transformación del sector tradicional en un
sector moderno, es decir, que la integración global de los mercados y las instituciones son
el resultado de una modificación substancial de las fuerzas productivas hacia una mayor
eficiencia económica e interdependencia global.
Por consiguiente, esta teoría considera que la importante transformación del contexto
económico político mundial, es producto de la globalización del modo de producción del
mercado y la incorporación de nuevas áreas a la economía internacional, por lo tanto, no
surgió de manera súbita en el siglo XVI provocada por los Estados capitalistas europeos.
Concluyendo, esta teoría considera de capital importancia la adaptación de los factores de
producción al proceso de evolución económica, innovando modos de producción,
productos, tecnologías, etc., de lo contrario se estaría propenso a la extinción.
Teoría del Sistema Mundial Moderno4
Esta teoría considera que el mercado mundial es básicamente un mecanismo para que las
economías capitalistas avanzadas exploten a los países menos desarrollados. Por
consiguiente, habla de una jerarquía internacional y de luchas entre Estados y clases
económicas; su análisis se centra en el capitalismo como fenómeno global, asimismo,
considera que los mecanismos que producen acumulación de capital y desarrollo en el
centro, producen subdesarrollo económico en la periferia.
Teoría de la estabilidad hegemónica
Esta teoría afirma que la economía mundial estable, abierta, liberal, exige la existencia de
un estado hegemón o dominante que garantice la estabilidad económica, política y social.
3 Gilpin, Robert. Op. Cit. p. 80. 4 Esta teoría se basa en la concepción marxista de la realidad social la cual, sostiene que la economía
determina a la política. Los conflictos políticos surgen de la lucha que se da entre las clases por la distribución
de la riqueza.
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Así, los otros estados aceptan las reglas de este a causa de su prestigio y status dentro del
sistema político internacional, ya que la hegemonía está basada en la creencia general de su
legitimidad.
Por otro lado, el sistema internacional hegemónico, económicamente hablando será
duradero y estable si ese estado hegemónico garantiza un reparto de beneficios entre los
actores del sistema internacional, en el que todos los estados queden satisfechos con los
beneficios obtenidos, de los contrario, se intentará el cambio de hegemonía. También se
deterioraría si la ciudadanía del estado hegemónico se sintiese engañada por los otros
actores.
Adicionalmente, esta teoría sostiene que el estado hegemónico debe garantizar la provisión
de bienes colectivos, tales como un sistema comercial abierto y una divisa estable. Cuando
el Estado hegemónico comienza a debilitarse, es decir a perder esa hegemonía se plantea
un cambio del sistema o una sustitución por otra que logre desplazarla (hegemonías
sucesivas).
Con base en la economía política, puede explicarse el nuevo orden económico mundial que
surge después de la postguerra, que impulsó el fortalecimiento del multilateralismo
comercial, que entró en crisis una vez que se agotó el sistema de Bretton Woods, ya que
hubo cambios muy significativos, “[...] uno de los cuales fue el desarrollo de altos niveles
de integración financiera. El retorno de la convertibilidad de las monedas de Europa
Occidental a finales de 1958 y el yen Japonés que en 1964 hizo posible una enorme
expansión de transacciones financieras internacionales”5.
La integración financiera internacional fue también resultado de la internacionalización de
la producción. Las Corporaciones Multinacionales que controlaban los activos consiguieron
ser más sofisticadas y trasladaban sus capitales de un país a otro, para obtener ventajas
respecto a las tasas de intereses o esperar ajustes en los tipos de cambio. Así, dio comienzo
nuevamente un choque entre los intereses económicos, políticos y comerciales de los
5 Spero, Joan E. y Jeffrey A. Hart. The Politics of International Economic Relations, p.16
8
estados, estableciendo una serie de barreras comerciales para proteger sus respectivos
mercados.
Es aquí donde encontramos la interacción que comenzarían a tener el estado y las empresas
transnacionales en el mercado, ya que cada quien pretendería defender su interés
económico. Por un lado, el estado adoptando medidas para proteger a su mercado nacional,
y por ende a sus empresas, y por el otro las grandes empresas buscando la eliminación de
esas barreras impuestas para penetrar a esos mercados. Bajo este contexto, inició una nueva
etapa en el comercio internacional que fue sustentada en el unilateralismo comercial y que
fue seguida por la regionalización comercial, ya que el multilateralismo comercial estaba en
una crisis, por lo que podría pensarse que la regionalización está en conflicto permanente
con el multilateralismo comercial, en la nueva fase de la globalización de la economía
mundial.
Estos temas serán abordados con base en el enfoque de la economía política internacional.
Hacia economía política global
Después del colapso financiero y energético y del proteccionismo que se dieron en la
década de los setenta, en el decenio de los ochenta tanto países industrializados como
algunas de las naciones subdesarrolladas instrumentaron estrategias para participar
gradualmente en los mercados internacionales; la competencia se agudiza a mitad de la
misma década ya que la innovación y el cambio tecnológico empezaron a ser las fuentes de
cualquier ventaja competitiva haciendo necesario que las políticas científica y tecnológica
de diversos países tuvieran modificaciones impulsadas por los mismas innovaciones y los
cambios tecnológicos6 que cambiaron la propia dinámica del comercio internacional.
6. Una innovación surge sólo cuando hay de por medio una transacción comercial; la innovación técnica
introduce, describe y difunde nuevos y mejores productos en la economía; la innovación tecnológica describe
únicamente los avances del conocimiento; y el cambio tecnológico incluye tanto la innovación técnica como
la tecnológica
9
El comercio internacional tiene un cambio significativo que es impulsado por: 1) La
revolución científico-tecnológica que evolucionó al sector terciario de la economía; 2) la
internacionalización de los capitales y los servicios financieros; 3) la importancia creciente
de los factores tecnología avanzada y mano de obra altamente calificada, y el decremento
en importancia en las adquisiciones de los costos de producción de los factores mano de
obra no calificada y materias primas; 4) la demanda creciente de personal técnico y
administrativo con muy alto grado de capacitación; 5) la creciente importancia de las
ventajas comparativas creadas (educación, infraestructura, tecnologías, etc.) con relación a
las ventajas naturales (ubicación geográfica y disponibilidad de materias primas, por
ejemplo).
El comercio internacional es actualmente el motor de crecimiento y desarrollo para los
países, industrias y empresas, porque permite que éstas se especialicen optando no sólo
entre la industria y otros sectores o entre diferentes ramas de la industria, sino incluso entre
etapas diferentes del proceso de producción. Les permite también aumentar sus relaciones y
su interdependencia, haciendo del mundo un mercado global.
El proceso de globalización se manifiesta a través de dos elementos: los mercados
internacionales y la internacionalización de la producción en las cuales se interrelacionan
los mercados nacionales y las empresas. El fenómeno de la globalización se manifiesta en
la expansión del comercio internacional convirtiendo al mundo en un sólo mercado donde
la red comercial, financiera y tecnológica son resultado de la internacionalización de la
producción y de la expansión de los capitales. Con la globalización, el capitalismo mundial
entra a una nueva fase que supone un conjunto de nuevas relaciones globales entre los
Estados y las empresas multinacionales.
Este fenómeno que hoy conocemos como globalización tiene sus orígenes en las décadas
posteriores a la postguerra, particularmente en los sesentas donde se dio un nuevo
dinamismo a la internacionalización de la producción a través de la nueva división trabajo.
Después de las crisis financiera y energética de los setenta surgen tres procesos que operan
en la misma dirección: 1) la globalización financiera, con la cual se integran casi todos los
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mercados bursátiles del mundo quedando atrás los mercados financieros nacionales; 2) la
nueva división internacional de la producción, que empuja a las grandes corporaciones
transnacionales a un buscar nuevos mercados que ofrezcan mayores ventajas y beneficios
comerciales fiscales y bursátiles- que dará paso a las fusiones y acuerdos entre empresas de
países rivales; y 3) la formación de bloques comerciales, en donde los países, a través de la
complementación de los mercados buscan optimizar las economías con base en la creación
de comercio, para reducir costos y revalorizar las desigualdades de desarrollo nacional,
buscando así obtener mayores ventajas en el mercado mundial.
El concepto de globalización tiende a usarse para referirse al proceso de articulación del
conjunto de la economía mundial; no obstante, lo que está globalizando o integrando no es
solamente ésta, ya que hay una fuente tendencia a la integración política de ampliar
regiones del mundo también de relaciones sociales y culturales. En síntesis, la globalización
puede ser considerada como un nuevo nivel cualitativamente superior del proceso de
internacionalización del capital que arranca desde la segunda posguerra
Con la internacionalización de la producción está dándose una recomposición económica-
comercial-financiera donde el estado-nación comienza a perder terreno, pero en campo
político-militar sigue conservando su supremacía7. Sin duda, el papel que juega el estado-
nación es diferente en los diversos bloques comerciales que están conformándose y esto se
debe a la participación activa de cada país hegemón que existe en toda región comercial y
del rol que tienen en la globalización de la economía.
Los ejes centrales de esta nueva etapa del capitalismo mundial son las corporaciones
globales, que son transnacionales que operan sin detenerse ante consideraciones ideológicas
y controlan mecanismos fundamentales de la acumulación capitalista dentro de la economía
mundial: el capital, la tecnología, la comunicación, el mercado y el proceso del trabajo.
Esta expansión del comercio internacional intrafirma tiene su apogeo en el decenio de los
ochenta
11
Así, con el neoproteccionismo comercial, el desarrollo tecnológico y el papel que hoy día
juega el sistema financiero internacional en la producción mundial, el estado-nación que
emergió de la postguerra y la estabilidad hegemónica tienden a ser relevadas por nuevos
actores y factores de la economía mundial, ya que hoy no puede hablarse de una economía
internacionalizada, que predominó hasta la década de los setenta, pues está siendo
sustituida por una economía global en ciernes, en donde destacan nuevos actores diferentes,
como son los nuevos países industrializados, los países emergentes en el sistema financiero
internacional y las zonas comerciales.
Ante esta economía internacional global, permanecen dos actores de la economía
internacionalizada, el estado-nación y las empresas multinacionales, que necesariamente
tendrán que cambiar sus estrategias para interactuar en esta nueva etapa de la economía
mundial. Uno de los cambios que están teniendo las empresas multinacionales es que ya no
únicamente invierten la investigación, producción, consumo o comercio, sino que trasladan
también sus intereses al sector financiero, donde hoy invierten grandes capitales
desarrollando así un sistema bursátil mundial, es decir en el mercado del dinero8.
Ante este proceso de globalización, se conjugan la matriz estado-mercado, donde
interactúan las variables seguridad, sistema financiero, producción y conocimiento9. Dentro
de este modelo debemos analizar que la estabilidad hegemónica ya no es unilateral, sino
multilateral donde participan los intereses regionales, entrando constantemente en pugna.
En este contexto, sobresalen los intereses de los Estados que predominan en la
globalización, por lo que podríamos denominarlos como Estado-globalizador.
El estado-nación que antaño defendía su interés nacional está cambiando, de manera
particular aquéllos países que protegían sus mercados de la competencia externa y que
tenían un marco jurídico que obstaculizaba la inversión extranjera, hoy han cambiado por el
embate de la globalización, ya que si quiere que su economía se internacionalice y que sus
7. Cfr. Rosas, María Cristina. Crisis del multilateralismo clásico: política comercial externa
estadounidense y zonas de libre comercio, p. 61. 8 Druker, Peter. “The global economy and the nation state”, en Foreign Affairs, vol. 76, num. 5, september-
october, 1997, pp. 159-171. 9 Strange, Susan. States and markets, 266 pp.
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empresas sean competitivas, necesariamente tendrá que ajustarse a las normas que esos
estados-globalizadores han impuesto.
Con esto, entramos hoy a un debate entre el estado-nación y el estado-globalizador. Hoy el
estado-nación que quiera participar en la globalización, necesariamente tendrá que perder
soberanía10
, ya que si quiere atraer inversión extranjera deberá cambiar sus leyes y abrir así
su frontera financiera al capital bursátil especulativo. O bien, si desea participar en un
determinado proceso de integración económica, también deberá ceder soberanía para
ajustar su mercado.
Los estado-nación tienen un proceso de cambio estructural si desean participar en esta
economía global11
. Este cambio debe corresponder a las condiciones de cada estado, es
decir, esos cambios no deben ser impuestos por los actores de la globalización, sino deben
ser resultado de sus condiciones internas que obedezcan a su propio desarrollo y así
defender su interés nacional al momento que abran su mercado a la competencia externa.
Es aquí donde encontramos el conflicto que se dará entre el estado-nación y el estado-
globalizador, ya que uno buscará anteponer su interés nacional y otro presionará para abrir
nuevos mercados que sean atractivos a sus empresas. Hoy el estado-nación está en cuestión,
ya que puede ser sometido por el mercado, de modo que con la atracción de inversión, la
compra de tecnología para innovar su producción, su interés propio tiende a desaparecer12
.
Así, habrá un enfrentamiento entre los estado-nación y el mercado, que ya que la
globalización tiende a marginar a aquellos países que no permiten una apertura al capital y
a las empresas multinacionales, además que también puede ser una automarginación,
debido a que ese país no tendrá las condiciones para participar en el comercio internacional.
Con el proceso de la globalización, el estado tiende a conceptualizar una nueva soberanía,
ajustando así ese interés del estado-nación al proceso de la globalización. De hecho,
10 Hirts, Paul and Grahame Thompson. Globalization in question, p. 184. 11 Payne, Anthony y Andrew Gamble. Regionalism and world order. (Eds.). Macmillan, London, 1996, p.
171. 12 Boyer, Robert and Daniel Drache. (Eds.). States again markets.
13
pareciera esta la salida para competir frente a los estados globalizadores y participar de
lleno en esta nueva fase de la economía global. Con esta nueva soberanía, el estado-nación
podría redefinir sus fronteras financiera, comercial, económica y tecnológica. Con la
redefinición del papel del Estado, se presentan dos niveles de globalización que llevarían a:
1) una economía inter-nacional donde predominarían las economías nacionales, o a 2) una
economía globalizada, donde no predominarán los intereses nacionales y girará en torno a
un nuevo poder supranacional de las empresas multinacionales y que estaría caracterizada
por intereses regionales cuya base estaría en los bloques comerciales y en el desarrollo
tecnológico. En este escenario, los estados necesitan de nuevos instrumentos para adoptar
estrategias innovadoras ante la globalización, ya que el comercio y el sistema financiero
pueden erosionar su soberanía nacional.
Estos serán los dos niveles donde tendrá que moverse la nueva política económica
internacional, ya que no puede hablarse tajantemente de una política económica regional o
de una economía política global, de modo que todavía no está totalmente definida la nueva
fase del comercio internacional. De hecho, se habla de una turbulencia estructural en la
economía mundial como resultado de este cambio en las relaciones económicas
internacionales13
. Por ello, la economía política transita del nivel internacional a un nivel
más elevado que es el global, ya que aún no existen las bases necesarias para regular un
sistema económico financiero mundial. Es por ello, que podemos decir que hay una
evolución institucional en el manejo de los problemas globales.
El estado-nación quizá el actor más importante de esta naciente economía política global es
el que más ajustes deberá realizar para no perder su status en el proceso de globalización ,
ya que la creciente interconexión que se da entre el interés nacional y el interés global de
las empresas transnacionales componen la matriz estado-mercado en la que se mueven los
intereses financieros, productivos, conocimiento (desarrollo tecnológico) en donde la
seguridad oscila hoy en el interés económico enfrentándose el estado-nación al estado
globalizador.
13 Mihály Simai. Global power structure technology and world economy, 283 pp.
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Sin duda, con esta transición a una economía política global está dándose una conexión
entre las estructuras político-sociales donde predomina el sistema económico-político
global, tanto de los estados como de las empresas transnacionales. Dentro de la escuela de
las relaciones internacionales hay un enorme escepticismo para analizar este cambio global,
ya que para unos no existe un nuevo orden mundial, sino que se está reformando el orden
mundial de la postguerra, reestructurándose con ello los organismos internacionales que se
crearon al término de la Segunda Guerra Mundial, mientras que para otros el futuro se
encuentra en ciernes una economía política global cuyo proceso de conformación estamos
presenciando. Otros más explican que el cambio del orden mundial, que es analizado por la
economía política internacional se muestra en evolución donde el Estado debe modificar su
histórico anacronismo.
En este sentido se está transitando de una economía política internacional a una economía
política donde el estado-nación debe replantear su soberanía comercial, financiera y
tecnológica para coexistir con las empresas multinacionales en el proceso de la
globalización. Asimismo, habrá que considerar en el futuro de esta economía política global
que la hegemonía económica ya no recaerá en un solo país, pues se ha perdido la
exclusividad del control económico, financiero y tecnológico, siendo varios países los que
tienen el dominio de uno o de otro, o bien, que se da una interrelación de estos países en la
producción mundial, por lo que puede asegurarse que la economía política global será
totalmente interdependiente y que el desequilibrio de un país en el sector que predomine
afectará inmediatamente a los otros países que participan en la globalización de la
economía.
Hoy día la integración de la economía mundial, o economía de valor agregado, o como se le
ha denominado a este proceso, globalización, puede ser considerada como un nuevo nivel
cualitativamente superior del proceso de internacionalización del capital que arrancó desde
la segunda postguerra. Con ello el capitalismo mundial está entrando en una nueva fase
donde al parecer las economías nacionales no tienen oportunidad si no abren sus fronteras
económicas a los cambios tecnológicos, pues corren el riesgo de quedar al margen de esta
competencia global.
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Hoy con la globalización está la posibilidad de que los procesos productivos y financieros
no tengan límites nacionales sino que sea posible realizarlos en diversas partes del mundo,
donde las mercancías y capitales puedan circular libremente y que no exista la posibilidad
de alguna restricción de tipo nacionalista. Con ello muchas empresas han tomado la
delantera para aprovechar aquellos mercados que desean competir en esta fase del
capitalismo y con ello dar paso a la red mundial de producción. No obstante, esta red
mundial de producción, sigue prevaleciendo el tecnonacionalismo en el proceso de
globalización de la producción que dan paso a conflictos comerciales en industrias de alta
tecnología. Y esto se debe a la alta concentración de investigación y desarrollo que existe
entre los países que controlan el comercio internacional a través del cambio tecnológico.
Con esta competencia global donde la tecnología es el factor predominante, surgen nuevas
facetas de nacionalismos, donde los países defienden a toda costa la supremacía de aquellas
industrias que les han dado un poderío económico y tecnológico. Así, Estados Unidos
defiende a la Boeing, la Unión Europea a la Airbus y Japón a la industria electrónica, Sony
y Mutsubishi, dando paso al tecnonacionalismo para impulsar, con relación a sus intereses,
el tecnoglobalismo14
. Así esos países buscan preservar su nacionalismo a través de sus
empresas de alta tecnología. Incluso han impulsado alianzas entre empresas de la misma
nacionalidad para enfrentarse a las firmas de otros países. Sin embargo, en ocasiones
predomina más el interés del capital que el interés nacional, ya que también las empresas
han establecido alianzas estratégicas con otras firmas de diferentes países pero donde el
sector de producción es el mismo, vgr. IBM-Hyundai o AT&T-Mitsubishi.
Hoy ya no puede explicarse que la hegemonía económica está concentrada en un solo país,
ya que el desarrollo tecnológico, la internacionalización de la producción y del sistema
financiero, no son dominados por una única economía, sino que son varios los países los
que predominan en uno o en varios de estos sectores. Es por ello que hay una transición
entre una economía política internacional a una política económica global donde la
interdependencia será una de las características de la globalización de la economía mundial.
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Ejemplo claro de ello es la capacidad de negociación que obtienen los países al formar
parte de un determinado bloque comercial, o bien, de establecer alianzas tecnológicas. Esto
no sólo una estrategia de los estados, pues las empresas multinacionales también están
participando en este proceso de interdependencia global donde la competencia obliga a
dejar de lado el nacionalismo decimonónico, por lo que hoy el interés nacional debe ser
reformulado planteando una nueva soberanía para participar con una estrategia global en la
economía mundial. Este es quizá el paso que deben dar los estado-nación para hacer frente
a las empresas multinacionales donde existe un solo objetivo, abrir los mercados a sus
intereses globales.
14. Ostry, Silvia y Nelson, Richard. Techno-nacionalism and techno-globalism. Conflict and cooperation,
pp. 61-62.
17
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