Jueves 4 de junio de 2009 o crimen T de estAdo · los Alberto Madrazo, dijo que el PRI necesita-ba...

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T odavía existe recelo de hablar sobre el tema; aunque hay quienes emiten su opinión, otros prefieren mantenerse en el anonimato para no atraerse problemas con éste tema, aunque Coronado Hinojosa, ex secretario general del PRI en Nuevo León en tiempos de Carlos Alberto Madrazo, no tiene temor alguno y reabre sus recuerdos una vez más, pues no es la primera vez que concede una entrevista sobre el tema. “Será un crimen de Estado, no será un cri- men de Estado... pero lo que sí, es que murió un gran hombre y lo que sí, es que Madrazo fue una gente de ideas, de propósitos, de pro- gramas, con un proyecto…”, y refiere enton- ces la lectura del libro “Fragmentos de un Avionazo”, una investigación de 10 años con- vertida en novela histórica. La lectura ofrece desde el principio la duda, expone los cabos sueltos, las dificulta- des que Mario Clío, el autor, encontró al re- componer la historia de uno de los accidentes aéreos de mayores consecuencias en la avia- ción mexicana por el saldo de 78 víctimas, entre las que se encontraban el ex goberna- dor de Tabasco, Carlos Madrazo, su esposa, el tenista olímpico Rafael “El Pelón” Osuna y el entonces titular de la Policía Federal de Caminos, Raúl Chapa Zárate. Y es que el libro se terminó por publicar ape- nas en 2008 y da cuenta de notas informativas de aquella época, de testimonios, incluso buscó a otros protagonistas que no dan crédito aún a como ocurrió “el accidente del cerro del Frai- le”, que por cierto es escarpado en gran parte de su superficie, lo que, aseguran regiomonta- nos, complicó el ascenso de las brigadas. Así como es difícil subir ese cerro, así han encontrado dificultades hasta diarios de cir- culación nacional, cuando uno de sus reporte- ros realizó una solicitud al Instituto Federal de Acceso a la Información, el 6 de agosto de 2004, para que lograra que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes entregara así la versión oficial sobre el accidente aéreo. El reportero tuvo que esperar 304 días; el 6 de junio de 2005 le entregaron dicho informe, el cual Coronado Hinojosa puso en entredicho y señala que “el que redactó ese documento le puso el término “altura”; en un avión lo que se mide es latitud, ¡latitud!; el dictamen que se emite para legitimar el accidente de Ma- drazo años después dice “altura” y la altura ¡nunca!, ¡nunca!, oirán a un piloto decir altu- ra, porque latitud es la medida en la que se mueven los aviones”. Tras aquella mañana del 4 de junio, cuando los relojes de los pasajeros se quedaron quietos a las 08:01 horas, la historia fue contada de ma- nera limitada y sesgada, y para ello el ex secre- tario general del PRI de Nuevo León expone las circunstancias que hace 40 años imperaban. El PRI ERa El País La idea de Carlos Alberto Madrazo era demo- cratizar el PRI, dice Coronado Hinojosa, pues en esos tiempos el PRI era el país. “Trabajé con él, empezamos en Chihu- ahua, el experimento Chihuahua nos salió muy bien, pero muchos de los candidatos que salieron no fueron del agrado del secretario de Gobernación, Luis Echeverría, quien tenía sus candidatos”, cuenta el también abogado. Recuerda que le tocó ser delegado en ese experimento político que hicieron en Ciudad Juárez, donde aplicaron principios que fueron replicados en una reunión de partido con dipu- tados federales quienes intentaban reelegirse. “Madrazo se opuso y fue por eso, días más tarde, cuando nosotros estábamos en Monte- rrey en una asamblea, no había celulares, y nos avisaron de México que corrieron a Ma- drazo del partido y que iba a entrar Lauro Or- tega”, rememora. Al esbozar una sonrisa recuerda que fue en Monterrey donde Carlos Madrazo pronunció su último discurso como presidente del PRI, y luego en forma escalonada y por una u otra razón fueron licenciando a los “Madracistas”, al grado que tuvieron que renunciar. “Tomamos la idea de hacer, seríamos tontos el pensar que siendo Echeverría secretario de Gobernación y Díaz Ordaz Presidente de la Re- pública íbamos a formar un nuevo partido, no era esa la idea, la idea era formar una corriente democrática dentro del PRI”, aclara. Revela con orgullo que en un discurso que él pronunció en Torreón, y que escuchó Car- los Alberto Madrazo, dijo que el PRI necesita- ba una nueva patria, lo cual agradó tanto que así llamaron al movimiento ideológico. “Tuvimos mucha respuesta en el país en bases sindicales, en profesionistas, en la opi- nión pública y esa era la situación, ya Lauro Ortega había salido del partido y había entra- do Martínez Domínguez con toda la burocra- cia… Como ellos eran los que peleaban con el grupo de Madrazo, las cosas estaban tensas y había elecciones cercanas”, refiere. Para ese entonces Díaz Ordaz concluía su período en 1970, estaba muy reciente lo de Tla- telolco “todavía había sangre”, pero uno de los precandidatos más fuertes era Echeverría. “A Díaz Ordaz yo lo respeto mucho, es uno de los últimos, fue el último jefe de Estado que manejó México hasta que llegamos a la tragedia de Ernesto Zedillo y Miguel de la Madrid, que dice cosas y luego dice que se le olvidan”, manifiesta. En ese México reconoce que Echeverría era un hombre estatológico y escatológico; ¿por qué estatológico?, porque creía pasio- nalmente en el Estado mexicano y escatológico –una palabra de origen religioso pero se aplica en política–, porque sabía que se le estaba acabando el sistema, él quería de alguna forma conti- nuar el sistema. Un sistema que en todo mo- mento tenía a agentes de la Di- rección Federal de Seguridad y de la Dirección de Investiga- ciones Políticas y Sociales vigi- lando y reportando todo cuanto hacía Madrazo y cuyo discurso democratizador estaba lejos del control absoluto que buscaba Echeverría, dice un priísta de aquellos años, quien asegura que las constancias abundan en el Archivo General de la Nación. “Pero ante la respuesta del Estado al movi- miento del 68, ante el movimiento cultural que muchos hicimos y ante el arrojado movimien- to con que se hacia el partido y la burocracia política que lo manejaba, Díaz Ordaz se vio impedido a hacer los cambios que él quería”, considera. También tuvieron que en- frentarse con los grupos de Martínez Domínguez y toda la burocracia que entró eran dos visiones de México por- que “ellos querían el PRI para ellos” y, asevera Coro- nado Hinojosa, “nosotros lo queríamos para México, era la gran diferencia; nosotros queríamos el PRI para Méxi- co, no para nosotros, y a lo mejor todavía sigue igual, por eso hemos perdido”. Entonces esas eran las con- diciones políticas del País, ese día 4 de junio teníamos una boda, en aquellos años las bo- das eran al mediodía”, apunta. 8A ZÓCALO SALTILLO Jueves 4 de junio de 2009 ZÓCALO SALTILLO Jueves 4 de junio de 2009 9A carlos alberto madrazo E n el vuelo comercial de Mexicana de Aviación del DF a Monterrey, viajaba Carlos Madrazo y su esposa Graciela Pintado para asistir a la boda de la hija del li- cenciado Helio Flores Gómez cuando a las 08:01 horas el avión explotó frente al cerro del Fraile en el tramo conocido como “Los Tres Picos”. “Y teníamos en el restaurante Regio una reunión de gentes de esta organización Patria Nueva, para seguir moviendo las cosas en el partido y 40 años después nos dieron la razón”; y considera que nunca se los van a reconocer. Coronado Hinojosa estaba esperando a Madrazo Becerra en el Aeropuerto del Nor- te acompañado por Jorge Piña, y al ver que no llegaba el avión subió a la torre de control para hablar con el jefe del aeropuerto. “Y que no llegaba y Cabrera era el jefe del aeropuerto; entonces subo a la torre y le digo ¿Qué pasó Cabrera? Y me dice: ¡Tronó el avión!”, y expresa que le dijo al licenciado Jorge Piña que avisara a quienes los espera- ban en el restaurante El Regio. A Coronado le tocaron escenas de llanto, porque muchos regios murieron, y a las 12:00 del día ya no los dejaban pasar pues había uno o dos helicópteros. Muchas personas intentaron acercarse tras el estruendo, elementos del Ejército sitia- ron el cerro y recibieron la orden del general Tiburcio Garza, comandante de la Séptima Zona Militar, para que no los dejaran subir y dijeran que se trataba de un accidente. “También inventaron la historia de que el oro que traían era para pagar la campaña con- tra Díaz Ordaz; pero el oro venía para el Banco de México”, y cuenta el notario público que hubo personas que pudieron recoger monedas de oro de los casi 70 kilos que traía el avión, de las cuales sólo fueron recuperadas poco más de 17 kilos. Cita que fueron días de mucha presión políti- ca, ya que llegó la familia y llegó Roberto y sus hermanos y les regresaron lo poco que encon- traron, porque el avión estaba hecho garras y la caja negra la encontraron 15 días después. Señala que en el cerro no quedó impacto al- guno, las piezas estaban fragmentadas, y aun- que no sabe a cuántos kilómetros, sabe que los motores quedaron al otro lado del cerro. “Nos dolió mucho y después sufrimos per- secuciones, Martínez Domínguez nos incor- poró a algunos de nosotros y tuvimos el honor de que Díaz Ordaz platicara con nosotros; ya que te hablara el viejo era que se estaba bus- cando armonizar las cosas”, admite. Carlos Alberto Madrazo nace un 7 de julio de 1915 en la ranchería de Pa- rrilla en Tabasco y es hijo del comer- ciante Píoquinto Madrazo López y de la maestra Concepción Becerra. Estudió en el Instituto José N. Ro- virosa, donde tuvo la oportunidad de decir el discurso en el aniversario del natalicio de Benito Juárez en presen- cia del Gobernador del Estado y de Tomás Garrido Canabal, en ese en- tonces presidente de la Liga Central de Resistencia, quien lo invitó como orador en sus giras por el estado. Así se convirtió en el organizador de la Confederación de Estudiantes Socialistas del Sureste, agrupación que incluía obreros y campesinos leales a Garrido Canabal, y además formó parte del grupo juvenil Los Ca- misas Rojas. Escribió en el periódico “Redención” y eso no le impidió seguir sus estudios en el Instituto Juárez. Luego fue becado por el Gobier- no del Estado de modo que se fue al DF y estudio en la Escuela Nacional Preparatoria, ahí participó como de- legado en el Segundo Congreso de Estudiantes Socialistas de México, celebrado en Uruapan, Michoacán, y en ese foro se convirtió en presiden- te de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria. En 1934 y 1935 se convirtió en el líder de los Camisas Rojas y en miem- bro del Comité Organizador de la Fe- deración de Estudiantes Socialistas de México, así como del Comité Téc- nico de Educación en Tabasco. Tuvo la oportunidad de ser profesor de his- toria en escuelas secundarias y cola- borador en la Universidad Obrera con Vicente Lombardo Toledano, aunque en el año 1937 obtuvo el título de Li- cenciado en Derecho en la UNAM. Entre 1937 y 1938 fue secreta- rio particular de Luis I. Rodríguez, Gobernador de Guanajuato, al que también acompañó cuando fue pre- sidente del Partido de la Revolución Mexicana (hoy PRI). En abril de 1938 leyó ante los fun- dadores “Los Principios, Programa y Estatutos” que el naciente Partido de la Revolución Mexicana haría suyos. JóvEnEs MExIcanos Presidió la Confederación de Jóve- nes Mexicanos en 1939 y en 1941 fue jefe del departamento de Estu- dios Económicos del Departamento del Distrito Federal, organismo en el que más tarde ocupó el puesto de director de Acción Social entre los años de 1942 y 1943. Fundó la Confederación Nacio- nal de Organizaciones Populares (CNOP) en enero de 1942, al lado de Ramón G. Bonfil y de Lauro Ortega. Para el año 1943 fue electo diputado federal por el segundo distrito del Distrito Federal y llegó a ser presi- dente de la Cámara de Diputados en septiembre de 1944, pero abandonó su curul temporalmente debido a que en 1945 fue desaforado al invo- lucrársele en la contratación fraudu- lenta de braceros. Testimonios vertidos en versio- nes periodísticas señalan que la acu- sación fue por su apoyo a la precan- didatura presidencial de Javier Rojo Gómez y, aunque fue encarcelado, fue exonerado y de nuevo reinstalado en sus funciones. Más tarde, en 1944 ocupó la dirección de la Escuela Na- cional de Bibliotecarios y Archivis- tas, hasta que en 1952 fue designado jefe del departamento Jurídico de la Comisión de la Caña de Azúcar y en 1954 escribió el libro “Anécdotas de Personajes Famosos”. Tiempo después fue nombrado por el gobernador interino de Ta- basco, general Miguel Orrico de los Llanos, como su representante en la Ciudad de México. Una anécdota señala que en una gira presidencial del candidato del PRI, Adolfo López Mateos, Madrazo lo recibió en Villa- hermosa con un ardiente discurso en que esbozó la posibilidad de de- sarrollar Tabasco y el sureste como la principal fuente de riqueza de la República. El 20 de abril de 1958 rindió pro- testa como candidato a la guberna- tura del Estado de Tabasco para el periodo 1959-1964, y el 1 de enero de 1959 tomó posesión como Gobernador Constitucional, logrando una refor- ma fiscal para hacer más equitativa la carga impositiva de los contribu- yentes, reorganizó la administración pública estatal, creó 16 hospitales, 35 centros rurales de salud, 17 kilóme- tros de drenaje; existen estadísticas de que erradicó el paludismo. EdIfIcó EscuElas Además edificó 536 escuelas y se fundó la Escuela de Bellas Artes, además construyeron el Malecón de la ciudad de VilIahermosa, la Escue- la Normal, la de Educación Física, la de Oficios, la de Audición y Len- guaje y la de Bellas Artes, la Gran- ja para Rehabilitación de Enfermos Mentales, el Instituto de Rehabilita- ción del aparato locomotor, la Casa de la Mujer Tabasqueña, el Casino del Pueblo, un Asilo para Ancianos, el mercado público y viviendas para maestros y burócratas. Otras obras que también destaca- ron fueron la Ciudad Deportiva y la Ciudad Universitaria para dar alojo a las nuevas escuelas de Medicina, Ingeniería Civil, Comercio y Admi- nistración, Enfermería, Veterinaria e Ingeniería Petrolera. Se edificaron el Lienzo Charro y el Parque de la Ceiba. Además se pavimentó la ca- pital, se inauguró el nuevo Palacio Municipal y se comunicó al estado con una red de 990 kilómetros de ca- minos vecinales. Al concluirla se convirtió en presi- dente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, el 6 de diciembre de 1964, pero lo obligaron a renunciar el 7 de noviembre de 1965 en su intento por reformar ese instituto político, y por ello se regresó a ocupar la dirección de la Escuela Nacional de Biblioteca- rios y Archivistas. De acuerdo con testimonios Car- los Alberto Madrazo Becerra era un excelente orador, pues además de elocuente era avasallante ya que im- primía pasión en sus discursos. Cabe señalar que el Gobierno mexicano lo llegó a acusar, a través de panfletos, como el promotor del movimiento es- tudiantil de 1968 ya que trabajaba en la UNAM, pero él desmintió a través de comunicados su participación. Murió a los 54 años en el cerro del Fraile, el 4 de junio de 1969, junto a su esposa Graciela Pintado. ¿Quién fue? C arlos a lberto M adrazo Accidente o crimen de estAdo Desde entonces hasta ahora se ha dicho que aquel fue un crimen de estado, como el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y el del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo VALentin VALdés | ZócALo | sALtiLLo | fotos: homero Aguirre y ArchiVo Accidente o crimen de Esta- do?... A 40 años de la tragedia del cerro del Fraile en la que perdió la vida Carlos Alberto Madrazo Becerra –ex líder del PRI y padre del ex can- didato a la presidencia de la República, Roberto Madrazo Pintado– existen aún interro- gantes no resueltas, y aunque el Gobierno respondió que fue una “colisión por error de la tripulación” prevalecen dudas. “Todavía no hemos termi- nado de dilucidar si verda- deramente Brutus le encajó un puñal a Julio César en las escaleras del Senado, si John Wilkes Booth fue verdadera- mente el que mató a Abraham Lincoln y el asesinato o la ejecución múltiple de John F. Kennedy; el informe Warren lo lees y te da risa, ¿a Conally cómo le llegaron los balazos si fue un solo tirador?...”, cues- tiona César Lucio Coronado Hinojosa, abogado y notario público, quien fue cercano colaborador de Carlos Alber- to Madrazo. Regiomontanos que hace 40 años realizaban sus ru- tinas cuentan que instantes después de las 08:01 horas de esa mañana del 4 de junio de 1969 escucharon un estruen- do mayor al que oían todos los días por el rumbo de las pe- dreras que usaban dinamita. “Estábamos parados en la cochera, me acompañaban unas vecinas mientras veía- mos mis flores y se oyó muy fuerte, pensamos que fue un dinamitazo y más tarde por las noticias nos enteramos que fue un avión donde venía el licen- ciado Carlos Alberto Madra- zo, ex dirigente del PRI”, dice Graciela, vecina de una de las últimas colonias edificadas hace 40 años en Monterrey. Carlos Madrazo, conocido como “el Tornado del Sureste” murió en el auge de su carrera política, cuando sumaba volun- tades para fortalecer su proyec- to político llamado Patria Nue- va en la víspera de la sucesión presidencial de 1970, en la cual se perfilaba como el candidato presidencial incómodo del sis- tema político mexicano por sus abiertas diferencias con el pre- sidente Gustavo Díaz Ordaz. A su muerte dejó el cami- no libre a quien entonces era secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, que en los cinco años en que ejerció ese cargo lo persiguió y espió a través del Servicio Secreto Mexicano, según lo constatan los Archivos Gene- rales de la Nación. CÉSAR LUCIO Coronado Hinojosa, habla en exclusiva para Zócalo Saltillo. VERSIÓN OFICIAL VERSIÓN NATURAL Cerro del fraile (perfil) ¿CUÁL ES LA VERDAD? Halladas a 2.5 Kms. de distancia de la cima Zona “cero” en donde encontraron más despojos humanos, pero ningún tipo de impacto. En la mitad del ascenso realizado por los excursionistas se encontraron más de 15 fragmentos, sitio totalmente distante a la cima. En la exploración de Mario Clío en la montaña (Mayo 2007) se encontró uno de los neumáticos en la zona de la falda del cerro. Explosión aérea real y patrón de caída de sus fragmentos con la inercia de la nave y la gravedad. TREN DE ATERRIZAJE TURBINAS Explosión del transbordador espacial Challenger y la autopro- pulsión de sus turbinas después de la explosión. En el 727 las turbinas tuvieron el mismo comportamiento desplazándolas encima del cerro. LOS PERIÓDICOS de la época dieron cuenta de la tragedia y de lo que le rodeó antes y después. 4 de junio de 1969: ¡tronó el avión! TODOS LOS años recibe sendos homenajes. Fragmentos de un avionazo PUBLICACIÓN DE la época, días después del fatal accidente. el movimiento del 68, lo de madrazo, lo de los halcones en 1971; méxico era un país difícil, estábamos a punto de perder el control . CÉSAR LUCIO CORONADO Notario Público. VISTA DEL cerro del Fraile, donde explotó el avión de Aeroméxico. INFOGRAFÍA: ZÓCALO | ALEJANDRO OYERVIDES

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T odavía existe recelo de hablar sobre el tema; aunque hay quienes emiten su opinión, otros prefieren mantenerse

en el anonimato para no atraerse problemas con éste tema, aunque Coronado Hinojosa, ex secretario general del PRI en Nuevo León en tiempos de Carlos Alberto Madrazo, no tiene temor alguno y reabre sus recuerdos una vez más, pues no es la primera vez que concede una entrevista sobre el tema.

“Será un crimen de Estado, no será un cri-men de Estado... pero lo que sí, es que murió un gran hombre y lo que sí, es que Madrazo fue una gente de ideas, de propósitos, de pro-gramas, con un proyecto…”, y refiere enton-ces la lectura del libro “Fragmentos de un Avionazo”, una investigación de 10 años con-vertida en novela histórica.

La lectura ofrece desde el principio la duda, expone los cabos sueltos, las dificulta-des que Mario Clío, el autor, encontró al re-componer la historia de uno de los accidentes aéreos de mayores consecuencias en la avia-ción mexicana por el saldo de 78 víctimas, entre las que se encontraban el ex goberna-dor de Tabasco, Carlos Madrazo, su esposa, el tenista olímpico Rafael “El Pelón” Osuna y el entonces titular de la Policía Federal de Caminos, Raúl Chapa Zárate.

Y es que el libro se terminó por publicar ape-nas en 2008 y da cuenta de notas informativas de aquella época, de testimonios, incluso buscó a otros protagonistas que no dan crédito aún a como ocurrió “el accidente del cerro del Frai-le”, que por cierto es escarpado en gran parte de su superficie, lo que, aseguran regiomonta-nos, complicó el ascenso de las brigadas.

Así como es difícil subir ese cerro, así han encontrado dificultades hasta diarios de cir-culación nacional, cuando uno de sus reporte-ros realizó una solicitud al Instituto Federal de Acceso a la Información, el 6 de agosto de 2004, para que lograra que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes entregara así la versión oficial sobre el accidente aéreo.

El reportero tuvo que esperar 304 días; el 6 de junio de 2005 le entregaron dicho informe, el cual Coronado Hinojosa puso en entredicho y señala que “el que redactó ese documento le puso el término “altura”; en un avión lo que se mide es latitud, ¡latitud!; el dictamen que se emite para legitimar el accidente de Ma-drazo años después dice “altura” y la altura ¡nunca!, ¡nunca!, oirán a un piloto decir altu-ra, porque latitud es la medida en la que se mueven los aviones”.

Tras aquella mañana del 4 de junio, cuando los relojes de los pasajeros se quedaron quietos a las 08:01 horas, la historia fue contada de ma-nera limitada y sesgada, y para ello el ex secre-tario general del PRI de Nuevo León expone las circunstancias que hace 40 años imperaban.

El PRI ERa El PaísLa idea de Carlos Alberto Madrazo era demo-cratizar el PRI, dice Coronado Hinojosa, pues en esos tiempos el PRI era el país.

“Trabajé con él, empezamos en Chihu-ahua, el experimento Chihuahua nos salió muy bien, pero muchos de los candidatos que salieron no fueron del agrado del secretario de Gobernación, Luis Echeverría, quien tenía sus candidatos”, cuenta el también abogado.

Recuerda que le tocó ser delegado en ese experimento político que hicieron en Ciudad Juárez, donde aplicaron principios que fueron replicados en una reunión de partido con dipu-tados federales quienes intentaban reelegirse.

“Madrazo se opuso y fue por eso, días más tarde, cuando nosotros estábamos en Monte-rrey en una asamblea, no había celulares, y nos avisaron de México que corrieron a Ma-drazo del partido y que iba a entrar Lauro Or-tega”, rememora.

Al esbozar una sonrisa recuerda que fue en Monterrey donde Carlos Madrazo pronunció su último discurso como presidente del PRI, y luego en forma escalonada y por una u otra razón fueron licenciando a los “Madracistas”, al grado que tuvieron que renunciar.

“Tomamos la idea de hacer, seríamos tontos el pensar que siendo Echeverría secretario de Gobernación y Díaz Ordaz Presidente de la Re-pública íbamos a formar un nuevo partido, no era esa la idea, la idea era formar una corriente democrática dentro del PRI”, aclara.

Revela con orgullo que en un discurso que él pronunció en Torreón, y que escuchó Car-los Alberto Madrazo, dijo que el PRI necesita-ba una nueva patria, lo cual agradó tanto que así llamaron al movimiento ideológico.

“Tuvimos mucha respuesta en el país en bases sindicales, en profesionistas, en la opi-nión pública y esa era la situación, ya Lauro Ortega había salido del partido y había entra-do Martínez Domínguez con toda la burocra-cia… Como ellos eran los que peleaban con el grupo de Madrazo, las cosas estaban tensas y había elecciones cercanas”, refiere.

Para ese entonces Díaz Ordaz concluía su período en 1970, estaba muy reciente lo de Tla-telolco “todavía había sangre”, pero uno de los precandidatos más fuertes era Echeverría.

“A Díaz Ordaz yo lo respeto mucho, es uno de los últimos, fue el último jefe de Estado que manejó México hasta que llegamos a la

tragedia de Ernesto Zedillo y Miguel de la Madrid, que dice cosas y luego dice que se le olvidan”, manifiesta.

En ese México reconoce que Echeverría era un hombre estatológico y escatológico; ¿por qué estatológico?, porque creía pasio-nalmente en el Estado mexicano y escatológico –una palabra de origen religioso pero se aplica en política–, porque sabía que se le estaba acabando el sistema, él quería de alguna forma conti-nuar el sistema.

Un sistema que en todo mo-mento tenía a agentes de la Di-rección Federal de Seguridad y de la Dirección de Investiga-ciones Políticas y Sociales vigi-lando y reportando todo cuanto hacía Madrazo y cuyo discurso democratizador estaba lejos del control absoluto que buscaba Echeverría, dice un priísta de aquellos años, quien asegura que las constancias abundan en el Archivo General de la Nación.

“Pero ante la respuesta del Estado al movi-miento del 68, ante el movimiento cultural que muchos hicimos y ante el arrojado movimien-to con que se hacia el partido y la burocracia política que lo manejaba, Díaz Ordaz se vio

impedido a hacer los cambios que él quería”, considera.

También tuvieron que en-frentarse con los grupos de Martínez Domínguez y toda la burocracia que entró eran dos visiones de México por-que “ellos querían el PRI para ellos” y, asevera Coro-nado Hinojosa, “nosotros lo queríamos para México, era la gran diferencia; nosotros queríamos el PRI para Méxi-co, no para nosotros, y a lo mejor todavía sigue igual, por eso hemos perdido”.

Entonces esas eran las con-diciones políticas del País, ese día 4 de junio teníamos una boda, en aquellos años las bo-das eran al mediodía”, apunta.

8A ZócaloSaltillo Jueves 4 de junio de 2009 ZócaloSaltillo Jueves 4 de junio de 2009 9A carlos alberto madrazo

E n el vuelo comercial de Mexicana de Aviación del DF a Monterrey, viajaba Carlos Madrazo y su esposa Graciela

Pintado para asistir a la boda de la hija del li-cenciado Helio Flores Gómez cuando a las 08:01 horas el avión explotó frente al cerro del Fraile en el tramo conocido como “Los Tres Picos”.

“Y teníamos en el restaurante Regio una reunión de gentes de esta organización Patria Nueva, para seguir moviendo las cosas en el partido y 40 años después nos dieron la razón”; y considera que nunca se los van a reconocer.

Coronado Hinojosa estaba esperando a Madrazo Becerra en el Aeropuerto del Nor-te acompañado por Jorge Piña, y al ver que no llegaba el avión subió a la torre de control para hablar con el jefe del aeropuerto.

“Y que no llegaba y Cabrera era el jefe del aeropuerto; entonces subo a la torre y le digo ¿Qué pasó Cabrera? Y me dice: ¡Tronó el avión!”, y expresa que le dijo al licenciado Jorge Piña que avisara a quienes los espera-ban en el restaurante El Regio.

A Coronado le tocaron escenas de llanto, porque muchos regios murieron, y a las 12:00

del día ya no los dejaban pasar pues había uno o dos helicópteros.

Muchas personas intentaron acercarse tras el estruendo, elementos del Ejército sitia-ron el cerro y recibieron la orden del general

Tiburcio Garza, comandante de la Séptima Zona Militar, para que no los dejaran subir y dijeran que se trataba de un accidente.

“También inventaron la historia de que el oro que traían era para pagar la campaña con-tra Díaz Ordaz; pero el oro venía para el Banco de México”, y cuenta el notario público que hubo personas que pudieron recoger monedas de oro de los casi 70 kilos que traía el avión, de las cuales sólo fueron recuperadas poco más de 17 kilos.

Cita que fueron días de mucha presión políti-ca, ya que llegó la familia y llegó Roberto y sus hermanos y les regresaron lo poco que encon-traron, porque el avión estaba hecho garras y la caja negra la encontraron 15 días después.

Señala que en el cerro no quedó impacto al-guno, las piezas estaban fragmentadas, y aun-que no sabe a cuántos kilómetros, sabe que los motores quedaron al otro lado del cerro.

“Nos dolió mucho y después sufrimos per-secuciones, Martínez Domínguez nos incor-poró a algunos de nosotros y tuvimos el honor de que Díaz Ordaz platicara con nosotros; ya que te hablara el viejo era que se estaba bus-cando armonizar las cosas”, admite.

Carlos Alberto Madrazo nace un 7 de julio de 1915 en la ranchería de Pa-rrilla en Tabasco y es hijo del comer-ciante Píoquinto Madrazo López y de la maestra Concepción Becerra.

Estudió en el Instituto José N. Ro-virosa, donde tuvo la oportunidad de decir el discurso en el aniversario del natalicio de Benito Juárez en presen-cia del Gobernador del Estado y de Tomás Garrido Canabal, en ese en-tonces presidente de la Liga Central de Resistencia, quien lo invitó como orador en sus giras por el estado.

Así se convirtió en el organizador de la Confederación de Estudiantes Socialistas del Sureste, agrupación que incluía obreros y campesinos leales a Garrido Canabal, y además formó parte del grupo juvenil Los Ca-misas Rojas. Escribió en el periódico “Redención” y eso no le impidió seguir sus estudios en el Instituto Juárez.

Luego fue becado por el Gobier-no del Estado de modo que se fue al DF y estudio en la Escuela Nacional Preparatoria, ahí participó como de-legado en el Segundo Congreso de Estudiantes Socialistas de México, celebrado en Uruapan, Michoacán, y en ese foro se convirtió en presiden-te de la Sociedad de Alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria.

En 1934 y 1935 se convirtió en el líder de los Camisas Rojas y en miem-bro del Comité Organizador de la Fe-deración de Estudiantes Socialistas de México, así como del Comité Téc-nico de Educación en Tabasco. Tuvo la oportunidad de ser profesor de his-toria en escuelas secundarias y cola-borador en la Universidad Obrera con Vicente Lombardo Toledano, aunque en el año 1937 obtuvo el título de Li-cenciado en Derecho en la UNAM.

Entre 1937 y 1938 fue secreta-rio particular de Luis I. Rodríguez, Gobernador de Guanajuato, al que también acompañó cuando fue pre-sidente del Partido de la Revolución Mexicana (hoy PRI).

En abril de 1938 leyó ante los fun-dadores “Los Principios, Programa y Estatutos” que el naciente Partido de la Revolución Mexicana haría suyos.

JóvEnEs MExIcanosPresidió la Confederación de Jóve-nes Mexicanos en 1939 y en 1941 fue jefe del departamento de Estu-dios Económicos del Departamento del Distrito Federal, organismo en el que más tarde ocupó el puesto de director de Acción Social entre los años de 1942 y 1943.

Fundó la Confederación Nacio-nal de Organizaciones Populares (CNOP) en enero de 1942, al lado de Ramón G. Bonfil y de Lauro Ortega. Para el año 1943 fue electo diputado federal por el segundo distrito del Distrito Federal y llegó a ser presi-dente de la Cámara de Diputados en septiembre de 1944, pero abandonó su curul temporalmente debido a que en 1945 fue desaforado al invo-lucrársele en la contratación fraudu-lenta de braceros.

Testimonios vertidos en versio-nes periodísticas señalan que la acu-sación fue por su apoyo a la precan-didatura presidencial de Javier Rojo Gómez y, aunque fue encarcelado, fue exonerado y de nuevo reinstalado en sus funciones. Más tarde, en 1944

ocupó la dirección de la Escuela Na-cional de Bibliotecarios y Archivis-tas, hasta que en 1952 fue designado jefe del departamento Jurídico de la Comisión de la Caña de Azúcar y en 1954 escribió el libro “Anécdotas de Personajes Famosos”.

Tiempo después fue nombrado por el gobernador interino de Ta-basco, general Miguel Orrico de los Llanos, como su representante en la Ciudad de México. Una anécdota señala que en una gira presidencial del candidato del PRI, Adolfo López Mateos, Madrazo lo recibió en Villa-hermosa con un ardiente discurso en que esbozó la posibilidad de de-sarrollar Tabasco y el sureste como la principal fuente de riqueza de la República.

El 20 de abril de 1958 rindió pro-testa como candidato a la guberna-tura del Estado de Tabasco para el periodo 1959-1964, y el 1 de enero de 1959 tomó posesión como Gobernador Constitucional, logrando una refor-ma fiscal para hacer más equitativa la carga impositiva de los contribu-yentes, reorganizó la administración pública estatal, creó 16 hospitales, 35 centros rurales de salud, 17 kilóme-tros de drenaje; existen estadísticas de que erradicó el paludismo.

EdIfIcó EscuElasAdemás edificó 536 escuelas y se fundó la Escuela de Bellas Artes, además construyeron el Malecón de la ciudad de VilIahermosa, la Escue-la Normal, la de Educación Física, la de Oficios, la de Audición y Len-guaje y la de Bellas Artes, la Gran-ja para Rehabilitación de Enfermos Mentales, el Instituto de Rehabilita-ción del aparato locomotor, la Casa de la Mujer Tabasqueña, el Casino del Pueblo, un Asilo para Ancianos, el mercado público y viviendas para maestros y burócratas.

Otras obras que también destaca-ron fueron la Ciudad Deportiva y la Ciudad Universitaria para dar alojo a las nuevas escuelas de Medicina, Ingeniería Civil, Comercio y Admi-nistración, Enfermería, Veterinaria e Ingeniería Petrolera. Se edificaron el Lienzo Charro y el Parque de la Ceiba. Además se pavimentó la ca-pital, se inauguró el nuevo Palacio Municipal y se comunicó al estado con una red de 990 kilómetros de ca-minos vecinales.

Al concluirla se convirtió en presi-dente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, el 6 de diciembre de 1964, pero lo obligaron a renunciar el 7 de noviembre de 1965 en su intento por reformar ese instituto político, y por ello se regresó a ocupar la dirección de la Escuela Nacional de Biblioteca-rios y Archivistas.

De acuerdo con testimonios Car-los Alberto Madrazo Becerra era un excelente orador, pues además de elocuente era avasallante ya que im-primía pasión en sus discursos. Cabe señalar que el Gobierno mexicano lo llegó a acusar, a través de panfletos, como el promotor del movimiento es-tudiantil de 1968 ya que trabajaba en la UNAM, pero él desmintió a través de comunicados su participación.

Murió a los 54 años en el cerro del Fraile, el 4 de junio de 1969, junto a su esposa Graciela Pintado.

¿Quién fue?C a r l o s a l b e r t o M a d r a z o

Accidente o crimen de estAdo

Desde entonces hasta ahora se ha dicho que aquel fue un crimen de estado, como el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta y el del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo

V A L e n t i n V A L d é s | Z ó c A L o | s A L t i L L o | f o t o s : h o m e r o A g u i r r e y A r c h i V o

Accidente o crimen de Esta-do?... A 40 años de la tragedia del cerro del Fraile en la que perdió la vida Carlos Alberto Madrazo Becerra –ex líder del PRI y padre del ex can-didato a la presidencia de la República, Roberto Madrazo Pintado– existen aún interro-gantes no resueltas, y aunque el Gobierno respondió que fue una “colisión por error de la tripulación” prevalecen dudas.

“Todavía no hemos termi-nado de dilucidar si verda-deramente Brutus le encajó un puñal a Julio César en las escaleras del Senado, si John Wilkes Booth fue verdadera-mente el que mató a Abraham Lincoln y el asesinato o la ejecución múltiple de John F. Kennedy; el informe Warren lo lees y te da risa, ¿a Conally cómo le llegaron los balazos si fue un solo tirador?...”, cues-tiona César Lucio Coronado Hinojosa, abogado y notario público, quien fue cercano colaborador de Carlos Alber-to Madrazo.

Regiomontanos que hace 40 años realizaban sus ru-tinas cuentan que instantes después de las 08:01 horas de esa mañana del 4 de junio de 1969 escucharon un estruen-do mayor al que oían todos los días por el rumbo de las pe-dreras que usaban dinamita.

“Estábamos parados en la cochera, me acompañaban unas vecinas mientras veía-mos mis flores y se oyó muy fuerte, pensamos que fue un dinamitazo y más tarde por las noticias nos enteramos que fue un avión donde venía el licen-ciado Carlos Alberto Madra-zo, ex dirigente del PRI”, dice Graciela, vecina de una de las últimas colonias edificadas hace 40 años en Monterrey.

Carlos Madrazo, conocido como “el Tornado del Sureste” murió en el auge de su carrera política, cuando sumaba volun-tades para fortalecer su proyec-to político llamado Patria Nue-

va en la víspera de la sucesión presidencial de 1970, en la cual se perfilaba como el candidato presidencial incómodo del sis-tema político mexicano por sus abiertas diferencias con el pre-sidente Gustavo Díaz Ordaz.

A su muerte dejó el cami-no libre a quien entonces era secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, que en los cinco años en que ejerció ese cargo lo persiguió y espió a través del Servicio Secreto Mexicano, según lo constatan los Archivos Gene-rales de la Nación.

César LuCio Coronado Hinojosa, habla en exclusiva para Zócalo Saltillo.

VERSIÓN OFICIAL

VERSIÓN NATURAL

Cerro del fraile(perfil)

¿CUÁL ES LA VERDAD?

Halladas a 2.5 Kms. de distancia de la cima

Zona “cero” en dondeencontraron más despojoshumanos, pero ningúntipo de impacto.

En la mitad del ascenso realizado porlos excursionistas se encontraron másde 15 fragmentos, sitio totalmentedistante a la cima.

En la exploración de Mario Clíoen la montaña (Mayo 2007) seencontró uno de los neumáticosen la zona de la falda del cerro.

■ Explosión aérea real y patrón de caída de susfragmentos con la inerciade la nave y la gravedad.

TREN DE ATERRIZAJE

TURBINAS

■ Explosión del transbordador espacial Challenger y la autopro-pulsión de sus turbinas después de la explosión.

■ En el 727 las turbinas tuvieron el mismo comportamiento desplazándolas encima del cerro.

Los periódiCos de la época dieron cuenta de la tragedia y de lo que le rodeó antes y después.

4 de junio de 1969: ¡tronó el avión!

todos Los años recibe sendos homenajes.

Fragmentos de un avionazo

pubLiCaCión de la época, días después del fatal accidente.

el movimiento del 68, lo de madrazo, lo de los halcones en 1971; méxico era un país difícil, estábamos a punto de perder el control .

César LuCio CoronadoNotario Público.

Vista deL cerro del Fraile, donde explotó el avión de Aeroméxico.

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