Katty Tyers - La Tregua de Bakura
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La tregua de Bakura
Kathy Tyers
1994
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No puedo pensar en La guerra de las galaxias sin recordar la fanfarria que abre la banda
sonora. No puedo imaginar la larga silueta triangular de un Destructor Estelar Imperial sin or
los ominosos tresillos. Quin es capaz de recrear en su mente la cantina de Mos Eisley sin
aquella inimitable orquesta de jazz?
Dedico esta novela con mi mayor admiracin al hombre que compuso las bandas sonoras
para las tres pelculas de La guerra de las galaxias: JOHN WILLIAMS.
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Sobre un planeta muerto, una luna habitada colgaba suspendida como una turquesa velada
por las nubes. La mano eterna que sujetaba la cadena de su rbita haba espolvoreado su teln
de fondo aterciopelado de estrellas brillantes, y energas csmicas bailaban sobre las arrugas
del espacio tiempo; cantaban su msica intemporal, ajenas por completo al Imperio, la Alianza
Rebelde, o sus breves e insignificantes guerras.
Pero en aquella insignificante escala humana de la perspectiva, una flota de astronaves
giraba alrededor del planeta primario de la luna. Cicatrices de carbono estriaban los costados
de varias naves. Enjambres de androides efectuaban reparaciones alrededor de otras.
Fragmentos metlicos que haban sido componentes fundamentales de naves espaciales, as
como cadveres humanos y aliengenas, giraban con las naves. La batalla para destruir la
segunda Estrella de la Muerte del emperador Palpatine haba costado enormes prdidas a la
Alianza Rebelde.
Luke Skywalker cruz la rada de aterrizaje de un crucero, con los ojos enrojecidos, pero
todava emocionados por la victoria, despus de la celebracin de los ewoks. Cuando pas
junto a un grupo de androides, capt el olor a refrigerantes y lubricantes. Senta todos los
huesos del cuerpo doloridos, despus del da ms largo de su vida. Hoy (no, ayer) se haba
enfrentado al emperador. Ayer, casi, haba pagado con su vida la fe depositada en su padre.
No obstante, un pasajero que viajaba en la lanzadera procedente del poblado Ewok, con rumbo
al crucero, ya haba preguntado si Luke haba matado al emperador, y a Darth Vader, con sus
propias manos.
Luke an no estaba preparado para anunciar que Darth Vader era, en realidad, Anakin
Skywalker, su padre. De todos modos, haba contestado con firmeza que Vader haba matado
al emperador Palpatine. Vader le haba arrojado al ncleo de la segunda Estrella de la Muerte.
Luke supuso que debera explicarlo durante semanas seguidas. De momento, slo deseaba
comprobar el estado de su caza X.
Descubri, sorprendido, que el equipo de mantenimiento se le haba adelantado. Una
magnogra haba bajado a Erreds Dedos, encajndolo en su nicho cilndrico, detrs de la
cabina.
Qu pasa? pregunt Luke, y se detuvo para recuperar el aliento.
Ah, seor respondi un tripulante vestido con un uniforme caqui, mientras
desenganchaba una manguera de combustible plegable, su piloto de relevo se ha ido. El
capitn Antilles regres en la primera lanzadera y sali de patrulla al instante. Intercept una
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nave teledirigida imperial, una de esas reliquias que utilizaban para transportar mensajes antes
de las Guerras Clnicas. Lleg desde las profundidades del espacio.
Lleg. Alguien haba enviado un mensaje al emperador. Luke sonri.
Imagino que an no se habrn enterado. Wedge quiere compaa? No estoy tan
cansado. Podra acompaarle.
El tripulante no sonri.
Por desgracia, el capitn Antilles accion un mecanismo de autodestruccin mientras
intentaba extraer los mensajes codificados. Est bloqueando manualmente una brecha
peligrosa...
Olvdese del piloto de relevo exclam Luke.
Era amigo de Wedge Antilles desde los das de la primera Estrella de la Muerte, cuando
haban volado juntos en el ataque final. Sin esperar a or ms, Luke se volvi hacia el vestidor.
Un minuto ms tarde, se estaba poniendo un traje presurizado naranja.
Los tripulantes se dispersaron. Subi por la escalerilla, se acomod en su asiento
acolchado, se coloc el casco y accion el generador de fusin de la nave. Un conocido
zumbido de alta energa se elev a su alrededor.
El hombre con quien haba hablado subi tras l.
Pero, seor, creo que el almirante Ackbar quera or su informe.
Volver enseguida.
Luke cerr la cubierta corrediza de la cabina y efectu una rpida inspeccin de sus
sistemas e instrumentos. Nada llam su atencin.
Conect el comunicador.
Jefe Rogue, preparado para despegar.
Compuerta abierta, seor.
Conect el propulsor. Un segundo despus, un dolor feroz recorri su cuerpo. Todas las
estrellas desplegadas ante su campo de visin se dividieron en binarias y giraron unas
alrededor de otras. Las voces de los tripulantes resonaron en sus odos. Aturdido, busc en su
interior el centro de serenidad que el Maestro Yoda le haba enseado a tocar...
Tocar...
Ya.
Exhal un tembloroso suspiro y ejercit su control sobre el dolor. Las estrellas volvieron a
transformarse en destellos. Fuera cual fuese la causa, ya pensara en ella ms tarde. Proyect
la Fuerza y localiz a Wedge. Su manos se movieron sobre los controles del caza casi sin
esfuerzo, mientras se desviaba hacia aquel extremo de la flota.
De camino, pudo echar un buen vistazo a los estragos de la batalla, el enjambre de
mecnicos androides y naves remolcadoras. Los cruceros Estelares Mon Calamari estaban
blindados y acorazados para aguantar mltiples impactos directos, pero crey recordar que
haba visto ms de aquellas enormes y abultadas naves. Absorto en luchar por su vida, su
padre y su integridad en el saln del trono del emperador, ni siquiera haba percibido las
perturbaciones en la Fuerza provocadas por tantas muertes. Confi en que no se acostumbrara
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a ellas.
Wedge, me oyes? pregunt Luke por la radio subespacial. Eligi una trayectoria entre
las enormes naves de la flota. Los analizadores indicaron que el transporte pesado ms
prximo se estaba alejando con cautela de algo mucho ms pequeo. Cuatro cazas A se
colocaron detrs de Luke. Wedge, ests ah?
Lo siento respondi una voz apenas audible. Estoy casi fuera de tu alcance. He de...
Wedge se interrumpi y gru. He de mantener apartados estos dos cristales. Es una
especie de artilugio autodestructivo.
Cristales? pregunt Luke, para que Wedge continuara hablando.
Haba dolor en aquella voz.
Conductores de cristal electrnicos. Reliquias de los viejos das elegantes. El
mecanismo intenta aproximarlos hasta que se juntan. Si llegan a tocarse, puf! Todo el motor
de fusin.
Luke sobrevol lentamente el resplandor azul de Endor y vio el caza X de Wedge. A su lado
flotaba un cilindro de nueve metros de largo con los distintivos imperiales, tan largo como el
caza y casi todo motor, un tipo de nave teledirigida que la Alianza an no poda permitirse. Por
algn motivo, la nave le produjo un siniestro presagio. El Imperio ya no utilizaba aquellas
reliquias. Por qu, quienes la haban enviado, no haban usado los canales imperiales
habituales?
Luke silb.
No, no tenemos el menor deseo de que ese motor tan grande estalle.
No era extrao que el transporte se estuviera alejando.
Exacto.
Wedge estaba sujeto a un extremo del cilindro, con un traje presurizado que le conectaba a
su caza mediante un cable de apoyo vital. Deba de haber liberado el aire de la cabina, con el
fin de dirigirse hacia el control principal del cilindro en cuanto comprendi que haba activado
por accidente el mecanismo de detonacin. Podra sobrevivir en el vaco durante varios
minutos, provistos de su traje presurizado de piloto y el casco de emergencia hermtico.
Desde cundo ests ah fuera, Wedge?
No lo s. Da igual. El panorama es fantstico.
Luke se acerc e invirti los motores con cuidado. Wedge tena una mano en el interior de
un panel. Volvi la cabeza para seguir con la vista al caza de Luke, cuando ste acompas su
velocidad a la del cilindro.
Me vendra bien otra mano. Wedge habl con desenvoltura, pero el tono traicion su
tensin. Deba tener la mano medio aplastada. Qu hacis aqu?
Admirando el panorama.
Luke sopes sus opciones. Los pilotos de los cazas A deceleraron y se rezagaron, tal vez
asumiendo que Luke saba lo que haca.
Erreds llam, cul es el alcance de tu brazo manipulador? Si me acerco lo
bastante, podras ayudarle?
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No: 2,76 metros como mnimo, en un ngulo ptimo, apareci en la pantalla.
Luke arrug el entrecejo. Gotas de sudor perlaron su frente. Cualquier cosa pequea, slida
y desechable servira de ayuda. Si no se daba prisa, su amigo morira. La Fuerza concentrada
en Wedge ya empezaba a oscilar.
Luke ech un vistazo a su espada de luz. No estaba dispuesto a desprenderse de aquello.
ipara salvar la vida de Wedge? Adems, podra recuperarla. Desliz con todo cuidado la
espada en el interior del tubo de alimentacin de la portilla de eyeccin. La lanz y extendi
una mano hacia el arma, separada por diez metros de vaco. La envi hacia Wedge. Cuando ya
estaba cerca del objetivo, torci la mueca.
La hoja blancoverdosa apareci, silenciosa en el vaco del espacio. Los grandes ojos pardos
de Wedge parpadearon detrs de su visor.
Cuando d la seal, salta orden Luke.
Perder los dedos, Luke.
Sultate repiti Luke. Perders algo ms que los dedos si te quedas ah.
Existe alguna posibilidad de que me bloquees un poco los nervios con tus capacidades
Jedi? Me duele horriblemente.
La voz de Wedge son ms dbil. Encogi las piernas y se dispuso a soltarse.
En momentos como aqullos, la granja del to Owen en Tatooine no le pareca tan mal.
Lo intentar dijo. Ensame los cristales. Mralos fijamente.
De acueeerdo.
Wedge dio la vuelta para mirar al interior de la escotilla. Luke dej que la espada derivara y
busc la presencia amiga de Wedge. Confi en que no se resistiera, en que le dejara...
A travs de los ojos de Wedge, y mientras combata el terrible dolor que sufra la mano del
piloto, Luke divis un par de joyas redondas y multifacetadas, una en su palma, mientras la
otra, al extremo de un mecanismo de resorte, se clavaba en el dorso de su mano. Del tamao
de un puo, arrojaban reflejos dorados, producidos por la espada de luz, sobre el traje naranja
de Wedge. Luke pens que el guante de vuelo no bastara para mantenerlas apartadas, de lo
contrario habra indicado a Wedge que se desprendiera de l. Una breve despresurizacin no
afectaba demasiado a las extremidades.
Si Wedge saltaba, Luke slo contara con un segundo, a lo sumo, para liberar un cristal, y
muy poco tiempo ms antes de que Wedge se desmayara. Wedge estaba conectado al cable y
seguira respirando, pero perdera mucha sangre. La visin era borrosa en los bordes.
Luke pellizc la percepcin del dolor de Wedge.
Demasiados malabarismos. Luke empezaba a perder el control sobre su propio dolor.
Lo tengo gru.
Qu? pregunt Wedge con voz desmayada.
El panorama. Salta cuando cuente tres. Salta con fuerza. Uno.
Wedge no puso objeciones. Luke apret los dientes y se acerc ms a la espada. Siempre
que mantuviera la vista clavada en la espada, lograra mantener el control.
Dos.
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Mientras contaba, experiment la espada, los cristales y la brecha crtica, todo como partes
de la totalidad del universo.
Tres. No ocurri nada. Salta, Wedge!
Wedge se solt. Luke se zambull en el interior. Un cristal qued libre y reflej un
calidoscopio verde remolineante sobre la superficie del caza X.
Oooooh canturre la voz de Wedge en su odo. Fantstico.
Gir en redondo, aferrndose la mano.
Wedge, enderzate!
No hubo respuesta. Luke se mordi el labio. Estabiliz la espada y desactiv la hoja. El
cable de Wedge se tens sobre el otro caza X. Sus extremidades oscilaron al azar.
Luke conect la radio de emergencias.
Jefe Rogue a Hogar Uno. Explosivos desarmados. Necesito ayuda mdica. Ya!
Detrs de los cazas A, alejados de la zona de peligro, apareci una nave mdica.
El cuerpo de Wedge se alzaba y hunda cada vez que respiraba, mientras flotaba erguido en
el depsito de fluido bacterial cicatrizador de la flota. Luke haba averiguado con gran alivio que
salvara los dedos. El cirujano androide Dos-Unob dispuso el tablero de control y se volvi
hacia Luke. Esbeltos miembros articulados se agitaron frente a su reluciente seccin media.
Ahora usted, seor. Pngase detrs del analizador.
Estoy bien. Luke apoy su taburete contra la mampara. Slo cansado.
R2-D2 gorje con suavidad a su lado, como preocupado.
Por favor, seor. Slo ser un momento.
Luke suspir y arrastr los pies hacia un panel rectangular de la altura de un hombre.
Vale? Ya puedo marcharme?
Un momento ms respondi la voz mecnica. A continuacin, unos ruidos metlicos.
Un momento repiti el androide. Ha experimentado visin doble en los ltimos tiempos?
Bueno... Luke se rasc la cabeza. S, pero slo un momento.
Aquel breve mareo no deba de ser significativo.
Mientras el panel de diagnstico se hunda en la mampara, una cama flotadora mdica se
proyect desde la pared contigua a 2-1B. Luke retrocedi.
Para qu es eso?
Usted no se encuentra bien, seor.
Slo estoy cansado.
Seor, mi diagnstico es repentina y masiva calcificacin de su estructura cerebral, de un
tipo poco comn debido a una grave exposicin conductora a campos elctricos y de otras
energas.
Campos de energa. Ayer. El emperador Palpatine, que sonrea burlonamente mientras
chispas blancoazuladas brotaban de sus dedos y Luke se retorca sobre la cubierta. Luke
rompi a sudar, tan reciente era el recuerdo. Pens que iba a morir. Estaba muriendo.
La brusca disminucin de minerales en la sangre est provocando microparlisis
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musculares en todo su cuerpo, seor.
Por eso le dola tanto. Hasta una hora antes, no haba tenido la oportunidad de sentarse
erguido y notarlo. Mir a 2-1B, desolado.
No se trata de daos permanentes, verdad? No tendr que sustituir huesos?
Se estremeci de slo pensar en ello.
El estado se cronificar, a menos que usted descanse y me permita tratarle respondi
la voz mecnica. La alternativa es inmersin bacteriana.
Luke desvi la vista hacia el depsito. Otra vez no. Haba notado el sabor de bacterias en su
aliento durante toda la semana posterior. Se quit las botas de mala gana y se extendi sobre
la cama flotante.
Despert, sobresaltado, un tiempo despus.
La cara metlica de 2-1B apareci junto a su cama.
Un sedante, seor?
Luke siempre haba ledo que los humanos tenan tres huesos en cada oreja. Ahora, estaba
convencido. Poda contarlos.
Me siento peor, en lugar de mejor protest. No han hecho nada?
El tratamiento ha terminado, seor. Ahora, ha de descansar. Me permite ofrecerle un
sedante? repiti con paciencia el androide.
No, gracias gru Luke.
Como Caballero Jedi, deba aprender a controlar las sensaciones, y cuanto antes mejor. El
dolor era un riesgo del oficio.
Erreds gorje una pregunta.
Luke adivin la traduccin.
Muy bien, Erreds. Puedes quedarte a vigilar. Echar otra siesta.
Rod sobre su costado. Poco a poco, su peso dibuj otro surco en el contorno flexible de la
cama. sta era la parte mala de ser considerado un hroe. Haba sido mucho peor cuando
perdi la mano.
Pensndolo bien, la mano binica no dola.
Un punto a su favor.
Haba llegado el momento de recrear el antiguo arte Jedi de autocurarse. Las lecciones
esquemticas de Yoda dejaban mucho a la imaginacin.
Voy a marcharme, seor. 2-1B gir en redondo. Procure dormir, se lo ruego. Llame si
necesita ayuda.
Una ltima pregunta impuls a Luke a levantar la cabeza.
Cmo est Wedge?
La convalecencia va bien, seor. Le daremos el alta maana.
Luke cerr los ojos y trat de recordar las lecciones de Yoda. Pies calzados con botas
pasaron con rapidez ante la escotilla abierta. Ya concentrado en la Fuerza, percibi una
presencia alarmada que corra por el pasillo. Por ms que forz el odo, no reconoci al
individuo. Yoda haba dicho que el discernimiento perfecto, incluso de los extraos, llegara con
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el tiempo a medida que aprendiera el profundo silencio del yo que permita a un Jedi distinguir
las oscilaciones que producan los dems en la Fuerza.
Luke rod sobre su costado, deseoso de dormir. Le haban ordenado dormir.
Pero segua siendo Luke Skywalker, y tena que saber lo que haba alarmado a aquel
soldado. Se incorpor con cautela y se puso en pie. Con el dolor localizado en un extremo de
su cuerpo, poda disminuirlo fingiendo que sus pies no existan..., o algo por el estilo. La Fuerza
no poda explicarse. Era algo que se utilizaba..., cuando te dejaba. Ni siquiera Yoda lo haba
visto todo.
Erreds lanz un silbido de alarma. 2-1B rod hacia l, agitando los miembros.
Acustese, seor, por favor.
Dentro de un momento. Asom la cabeza al largo pasillo y grit: Alto!
El soldado par en seco.
Ya han descodificado el mensaje de esa nave teledirigida?
Siguen en ello, seor.
Entonces, el lugar deba ser la sala de guerra. Luke retrocedi hacia Erreds y apoy una
mano sobre la cpula azul del pequeo androide.
Seor insisti el mdico androide, acustese, por favor. Su estado se cronificar
rpidamente, a menos que descanse.
Al imaginarse torturado por el dolor durante toda su vida, o la alternativa (otra estancia en el
tanque pegajoso), Luke se sent en el borde de la cama flotante y se removi inquieto.
Entonces, una idea acudi a su mente.
2-1B, apuesto a que tienes...
La sala de guerra de la nave insignia, con capacidad para cien personas, estaba casi vaca.
Un criado androide sigui la curva de un banco, y pas entre un tubo lumnico y unas
mamparas blancas centelleantes. Cerca de la mesa de proyeccin circular que ocupaba el
centro de la sala, cerca del nico tcnico que estaba de servicio, Mon Mothma, la mujer que
haba fundado y lideraba ahora la Alianza Rebelde, estaba de pie al lado del general Crix
Madine. La presencia de Mon Mothma resplandeca visiblemente en su larga tnica blanca,
aunque era invisible para la Fuerza, y la confianza del barbudo Madine haba aumentado desde
la batalla de Endor.
Ambos miraron en direccin a Luke y fruncieron el ceo. Luke sonri sin gran conviccin y
sujet los apoyabrazos de la silla repulsora que haba encontrado en el hospital. Avanz hacia
los dos sobre los peldaos.
Nunca aprenders, verdad? Las arrugas que haban aparecido en el ceo del general
Madine se suavizaron. Tu lugar est en el centro mdico. Esta vez, ordenaremos a 2-1B que
te ate a la cama.
Un msculo se agit en la mejilla de Luke.
Y el mensaje? Algn comandante imperial hadilapidado un cuarto de milln de
crditos en esa reliquia.
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Mon Mothma asinti y rega a Luke con su plcida mirada. Una consola lateral, que
tambin era una pequea mesa de proyeccin, se encendi. Sobre ella se materializ un
holograma en miniatura del almirante Ackbar, cuyos enormes ojos sobresalan a ambos lados
de su cabeza alta y cnica. Aunque el calamariano haba dirigido la batalla de Endor desde una
silla, bajo el amplio mirador situado a la izquierda de Luke, Ackbar se senta ms cmodo en su
viejo crucero. El apoyo vital estaba ms adaptado a los patrones calamarianos.
Comandante Skywalker resoll. Peludos zacillos se agitaron bajo su mandbula.
Debera reflexionar sobre los riesgos que corre... con ms atencin.
Lo har, almirante. Cuando pueda.
Luke inclin la silla flotante y la estabiliz junto al borde de acero gris de la mesa principal.
Un silbido electrnico surgi de la escotilla situada a su espalda. R2-D2 no le dejaba escapar
de su alcance fotorreceptor ni treinta segundos. El androide tuvo que dar una larga vuelta.
Eclips diminutas luces parpadeantes de los instrumentos y rod junto al banco informtico
superior hasta una plataforma de descenso. Baj, se acerc a la silla flotante de Luke y emiti
una serie de reprimendas, transmitidas por 2-1B, probablemente. El general Madine sonri.
Luke no haba entendido ni un solo silbido, pero en este caso tambin adivin la traduccin.
De acuerdo, Erreds. Retrae tus ruedas. Yo estoy sentado. Esto puede ser interesante.
El joven teniente Matthews se irgui sobre la consola lateral y volvi la cabeza.
Ya lo tenemos anunci.
Madine y Mon Mothma se inclinaron hacia la pantalla. Luke estir el cuello para ver mejor.
El gobernador imperial Wilek Nereus del sistema de Bakura, a su excelentsimo amo
imperial Palpatine: saludos apresurados.
No se haban enterado. Pasaran meses, tal vez aos, antes de que gran parte de la galaxia
recibiera la noticia de que el reinado del emperador haba terminado. Incluso a Luke le costaba
creerlo.
BAKURA EST SIENDO ATACADA POR FUERZAS ALIENGENAS PROCEDENTES DEL
EXTERIOR DE NUESTROS DOMINIOS. CALCULAMOS CINCO CRUCEROS, VARIAS
DOCENAS DE NAVES DE APOYO, MS DE MIL CAZAS PEQUEOS. TECNOLOGA
DESCONOCIDA. HEMOS PERDIDO LA MITAD DE NUESTRAS FUERZAS DEFENSIVAS Y
TODOS LOS PUESTOS AVANZADOS. ' LAS TRANSMISIONES A CENTRO IMPERIAL Y A
LA ESTRELLA DE LA MUERTE DOS NO HAN OBTENIDO RESPUESTA. ENVEN
MILICIANOS CON URGENCIA, REPITO, CON URGENCIA.
Madine toc un panel.
Ms datos exclam. Necesitamos ms.
La voz de un androide de inteligencia se filtr por el comunicador.
Tenemos a su disposicin imgenes confirmativas, seor, as como bancos de datos
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introducidos accesibles mediante cdigos imperiales.
Eso me gusta ms. Madine apoy una mano sobre el hombro del teniente. Proyecte
las imgenes.
Una unidad de proyeccin se elev sobre la mesa central. Apareci una escena que
provoc una descarga aterradora de adrenalina. Yoda me dara un palmetazo en los nudillos
pens Luke. Emocin... Aventuras... Un Jedi no se pirra por esas cosas. Adopt la calma
Jedi. Un planeta aterrorizado necesitaba ayuda.
En el centro de la imagen flotaba un patrullero imperial, de un tipo que Luke haba
estudiado, pero contra el cual jams haba combatido, que se proyectaba como una red de
lneas tridimensionales, de un brillo rojoanaranjado. Se acerc para examinar su batera de
lseres, pero antes de que pudiera echarle un buen vistazo, estall en silencio. Un objeto
anaranjado ms grande apareci ominosamente en su campo de visin, y domin la escena
gracias a su tamao: mucho ms voluminoso que el patrullero, ms rechoncho que los esbeltos
cruceros Mon Calamari, de forma ovoide, pero erizado de protuberancias similares a burbujas.
Lleve a cabo un estudio del diseo de la nave orden Madine.
Al cabo de unos tres segundos, el androide de inteligencia respondi en tono montono.
Se trata de un diseo que no utilizan ni el imperio ni la Alianza.
Luke contuvo el aliento. El inmenso navo aument de tamao sobre la mesa. Ahora,
distingui medio centenar de caones..., o se trataba de antenas direccionales? No dispar
hasta que seis cazas TIE escarlatas se acercaron; a continuacin, los cazas Roguen al mismo
tiempo y aminoraron la velocidad. Cazas y botes de escape aceleraron en direccin a la nave
aliengena, atrapados obviamente por un haz de arrastre. La escena disminuy de tamao.
Quien haba grabado aquellas imgenes haba huido a toda prisa.
Han hecho prisioneros murmur Madine, muy preocupado.
Mon Mothma se volvi hacia un androide, alto hasta su hombro, que se haba acercado en
silencio.
Introdcete en los bancos de datos almacenados. Aplica nuestros cdigos imperiales ms
normales. Localiza ese planeta, Bakura.
Luke experiment cierto alivio cuando comprob que hasta la dirigente de la Alianza, a
pesar de sus conocimientos, ignoraba el emplazamiento del sistema.
El androide gir hacia la mesa y volvi a conectar su brazo. La escena de la batalla se
desvaneci. Destellos de estrellas aparecieron en una conformacin que Luke reconoci como
aquel extremo de la regin Lmite.
Ya est, seora anunci el androide. Segn este registro, su economa se basa en la
exportacin de componentes para repulsores, y del azcar y el licor extrados de una fruta
extica. Fue colonizado por una empresa minera dedicada a la especulacin durante los
ltimos aos de las Guerras Clnicas, y ocupado por el Imperio hace unos tres aos, para
apoderarse de sus fbricas de componentes repulsores.
Subyugado hace lo bastante poco para recordar bien su independencia. Mon Mothma
apoy su delgada mano sobre el borde de la mesa. Ahora, mustrame Endor. Posicin
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relativa.
Otra partcula lanz un destello azul. Olvidado al lado de Luke, Erreds silb por lo bajo. Si
Endor estaba bastante alejado de los planetas del Ncleo, la distancia a Bakura era todava
mayor.
Est en el borde de los planetas del Lmite, por as decirlo observ Luke. Aun
viajando por el hiperespacio, se tardaran das en llegar. El Imperio no puede ayudarles.
Resultaba extrao pensar en que alguien prestara su ayuda al Imperio. La decisiva victoria
de los rebeldes en Endor condenaba a los bakuranos a un destino desconocido, porque el
ejrcito imperial ms prximo no poda ayudarles. Las fuerzas de la Alianza lo haban
dispersado.
La voz de Leia se oy con claridad desde un altavoz situado a su izquierda.
Es muy grande la fuerza imperial destacada en el sistema?
Leia se encontraba en la superficie de Endor, en la aldea ewok. Luke ignoraba que estaba
escuchando, pero tendra que haberlo imaginado. Proyect la Fuerza y roz la clida presencia
de su hermana. Not una tensin muy justificada. Leia se haba quedado a descansar con Han
Solo, para recuperarse de la quemadura del hombro y ayudar a los diminutos ewoks a enterrar
a sus muertos; no tendra ganas de nuevos problemas. Luke se humedeci los labios. Amaba a
Leia desde haca mucho tiempo, y deseaba...
Bien, era cosa del pasado. El androide de inteligencia respondi mediante una transmisin
por radio subespacial.
Una guarnicin imperial defiende Bakura. El transmisor del mensaje ha aadido un
subtexto, recordando al emperador Palpatine que las fuerzas defensoras del planeta estn
anticuadas, debido a la lejana del sistema.
Es evidente que el Imperio no pens en que nadie le disputara Bakura replic con
desdn Leia, pero ahora ya no hay flota imperial que pueda ayudarles. Los imperiales
tardarn semanas en volver a reunirse, y para entonces Bakura habr cado en poder de los
invasores..., o formar parte de la Alianza Rebelde aadi, en un tono ms ligero. Si los
imperiales no pueden ayudar a los bakuranos, nosotros tendremos que hacerlo.
La imagen del almirante Ackbar plant sus manos palmeadas en las cercanas de la parte
inferior de su torso.
Qu quiere decir, Alteza?
Leia se apoy contra la pared, fabricada a base de mimbre y argamasa, de una casa
arbrea ewok y alz los ojos hacia la cpula de su alto techo de paja. Han se estir junto a su
asiento, apoyado en un codo, y retorci una rama entre sus dedos.
Leia levant un comunicador.
Si enviramos ayuda a Bakura contest al almirante Ackbar, es posible que Bakura
desertara del Imperio por gratitud. Podramos colaborar en la liberacin de su pueblo.
Y hacernos con la tecnologa de los repulsores musit Han a la ramita.
Leia slo haba hecho una pausa.
-
Esa posibilidad merece que destaquemos una pequea fuerza de choque. Necesitarn un
negociador de categora.
Mtete en un planeta imperial murmur Han, con las manos enlazadas detrs de la
cabeza, y alguien te incluir entre sus futuras ganancias. Tu cabeza tiene un precio.
Leia frunci el ceo.
Podemos permitirnos el lujo de enviar tropas, en el estado que nos encontramos?
pregunt la voz de Ackbar. Hemos perdido el veinte por ciento de nuestras fuerzas, y slo
hemos luchado contra una parte de la flota imperial. Cualquier destacamento militar imperial
hara un trabajo mejor en Bakura.
Y el Imperio continuara manteniendo el control. Necesitamos Bakura, como necesitamos
Endor. Todos los planetas que podamos aadir a la Alianza.
Han se apoder por sorpresa del comunicador y lo atrajo hacia s.
Almirante dijo, dudo que podamos permitirnos el lujo de no ir. Una fuerza invasora tan
enorme representa un problema para todo este confn de la galaxia. Leia tiene razn:
deberamos ir nosotros. Debera enviar una nave veloz, por si a los imperiales se les ocurriera
alguna idea.
Y el precio por tu cabeza, cerebro de lser? susurr Leia.
Han aguant el chaparrn.
No irs sin m, Alteza.
Luke estudi la expresin y el estado de nimo de Mon Mothma mediante la Fuerza.
Tendr que ser un grupo pequeo dijo con calma, pero una sola nave no es
suficiente. Almirante Ackbar, elija algunos cazas que presten su apoyo al general Solo y a la
princesa Leia.
Luke extendi una mano.
Qu estn haciendo los aliengenas? Por qu toman tantos prisioneros?
El mensaje no lo dice seal Madine.
Entonces, ser mejor que enve a alguien para que lo averige. Podra ser importante.
Usted no, comandante, y me da la impresin de que no podemos esperar a que se
recupere. Madine tabale sobre un pasamanos blanco. El grupo debera partir antes de un
da.
Luke no quera quedarse, aunque confiaba ciegamente en que Han y Leia se cuidaran
mutuamente.
Por otra parte, antes de poner manos a la obra, deba curarse, porque el general Madine, de
repente, se haba duplicado. Sus nervios pticos le estaban aconsejando que se pusiera
horizontal lo antes posible, so pena de sufrir un desmayo, doblemente humillante, en la sala de
guerra. Ech un vistazo hacia la barandilla que se alzaba sobre la doble fila de bancos blancos,
y se pregunt si la silla repulsora lograra pasar por encima. Detestaba quedar en ridculo.
Erreds canturre con acento maternal.
Luke manipul los controles de la silla flotante.
-
Vuelvo a mi camarote. Mantnganme informado.
El general Madine cruz los brazos sobre su uniforme caqui.
Dudo que le enviemos a Bakura. Las ropas de Mon Monthma crujieron cuando se
cuadr de hombros. Piense en lo importante que es usted para la Alianza.
Tiene razn, comandante resoll la pequea imagen rubicunda del almirante Ackbar.
No sirvo de nada si me limito a permanecer acostado.
Sin embargo, deba deshacerse de su reputacin de imprudente, si deseaba obtener el
respeto de la flota rebelde. Yoda le haba encargado que transmitiera sus enseanzas. En la
mente de Luke, eso significaba reconstruir la Orden de los Jedi, en cuanto tuviera la
oportunidad. Cualquier otra persona poda pilotar un caza. Nadie ms poda reclutar y formar a
nuevos Jedi.
Frunci el ceo, se dirigi a la plataforma elevadora, gir la silla y contest a Mon Mothma y
al almirante Ackbar cuando se levant.
Al menos, podr ayudarles a reunir la fuerza de choque.
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2
Los dirigentes continuaron conferenciando mientras Luke flotaba hacia una escotilla. El
guardia de pelaje gris, un gotal, se encogi de temor cuando salud. Luke record que los
gotales sentan la Fuerza como un vago zumbido en sus cuernos sensores en forma de cono, y
aceler el paso para no causar dolor de cabeza al fiel gotal.
Erreds emiti un sonido estridente detrs de l. Ya en el pasillo, Luke aminor la velocidad
de su silla flotante y dej que el pequeo androide le alcanzara. Erreds aferr la barra
estabilizadora izquierda de la silla y la remolc, sin dejar de emitir esttica electrnica.
S, Erreds.
Luke apoy una mano sobre la cpula azul de Erreds. Permiti, agradecido, que le
transportara hacia el centro mdico. Imagin un millar de naves aliengenas que convergan
en..., en un planeta que an era incapaz de recrear. Quera verlo con el ojo de su mente.
Y saber por qu los aliengenas tomaban prisioneros.
Cuando lleg a la clnica, se quit las botas y se tendi sobre la cama de flotacin. Se senta
de maravilla cuando ceda bajo su peso. Despus de echar un vistazo al tanque bacteriano de
Wedge, cerr los ojos e imagin que poda escuchar las conversaciones de la sala de guerra.
Que se ocuparan ellos. De momento, l estaba acabado. Literalmente.
Erreds gorje una pregunta.
Repite, por favor dijo Luke.
Erreds rod hacia la escotilla abierta y proyect un brazo manipulador. La puerta se cerr.
Ah, gracias.
Erreds habra pensado que le gustara desnudarse en privado.
Pero Erreds ignoraba que estaba demasiado cansado para desnudarse. Extendi las
piernas sobre la cama.
Erreds dijo, pdele a 2-1B una pantalla do datos porttil. Introdcete en esos
archivos de datos almacenados de la nave mensajera. Les echar una ojeada mientras
descanso.
Erreds canturre una respuesta desaprobadora mientras se alejaba, pero volvi menos de
un minuto despus con un carrito de ruedas. Lo detuvo junto a la cama de Luke y le enchuf un
conector.
Bakura dijo Luke. Archivos de datos.
Mientras el ordenador analizaba su pauta de voz para confirmar que tena permiso de la
seguridad, Luke se estir y parpade. Jams haba agradecido tanto una visin normal.
-
Un planeta azul cubierto de nubes apareci en la pantalla.
Bakura anunci una voz femenina, desapasionada y madura. Inspeccin Imperial
seiscerosietesietecuatro.
La capa de nubes se acerc. Debajo, apareci una inmensa cadena de montaas verdes.
Dos anchos ros paralelos atravesaban un valle profundo, se internaban en las montaas y
serpenteaban hasta un delta verde. Luke imagin olores intensos y hmedos, como en Endor.
Salis D'aar, la capital, es la sede del gobierno imperial. La contribucin bakurana a la
seguridad imperial incluye una modesta cantidad de metales estratgicos...
Tan verde. Tan hmedo. Luke cerr los ojos. Su cabeza cay.
... Estaba tendido sobre la cubierta de una nave extraa. Un enorme aliengena reptiliano,
de escamas marrones, cabeza gigantesca y roma, carg hacia l, empuando un arma. Luke
encendi la espada de luz. Cubierta por las huellas dactilares del emperador, resbal entre sus
dedos. Entonces, reconoci el arma del gran lagarto: un cepo Propietario, utilizado para
controlar androides. Lanz una carcajada y adopt una postura de combate. El Propietario del
aliengena zumb. Luke se qued petrificado.
Cmo ?
Baj la vista, incrdulo. Tena cuerpo de androide, con las articulaciones rgidas. El
aliengena alz su artilugio...
Luke se esforz por recuperar la conciencia. Not una potente presencia en la Fuerza y se
incorpor con excesiva rapidez. Martillos invisibles repiquetearon en sus sienes.
La pantalla estaba apagada. Ben Kenobi se encontraba sentado al pie de su cama, ataviado
como de costumbre con ropas sencillas sin blanquear, que brillaban bajo las tenues luces
nocturnas del camarote.
Obiwan? murmur Luke. Qu ocurre en Bakura?
Aire ionizado bail alrededor de la silueta.
Irs a Bakura fue la respuesta.
Tan grave es la situacin? pregunt atontado Luke, sin esperar respuesta. Ben las
proporcionaba en muy pocas ocasiones. Daba la impresin de que vena sobre todo para
regaar a Luke, como un profesor que persiguiera a un estudiante incluso despus de la
graduacin (aunque Ben no haba estado presente para completar su adiestramiento).
Obiwan se sent sobre la cama, pero la cama no se movi. La manifestacin no era
fsica, en un sentido literal.
El emperador Palpatine fue el primero que se puso en contacto con los aliengenas que
atacan Bakura explic la aparicin, durante una de sus meditaciones en la Fuerza. Les
propuso un trato, que ya no puede cumplirse.
Qu clase de trato? pregunt Luke en voz baja. Qu peligro corren los bakuranos?
Debes ir. Ben segua sin hacer caso de las preguntas de Luke. Si no te encargas
personalmente del asunto, Luke, Bakura, y todos los dems planetas, tanto aliados como
imperiales, sufrirn un desastre mucho mayor de lo que imaginas.
-
Por lo tanto, era tan grave como teman. Luke mene la cabeza.
He de saber ms. No puedo lanzarme a ciegas, y adems, estoy...
El aire oscil y brill cuando la imagen se desvaneci.
Luke lanz un gruido. Tendra que ingenirselas para convencer al comit mdico de que
le diera el alta, para luego convencer al almirante Ackbar de que le encomendara la misin.
Prometera descansar y autocurarse en el hiperespacio, si inventaba un mtodo. De pronto, la
idea de entrar en batalla ya no le entusiasm.
Cerr los ojos y suspir. El maestro Yoda se sentira complacido.
Erreds dijo, llama al almirante Ackbar.
Erreds farfull.
Ya s que es tarde. Disclpate por despertarle. Dile... Mir a su alrededor. Dile que si
no quiere ir al saln de la clnica, nos veremos en la sala de guerra.
Bien, pues...
Luke levant la vista. La puerta del saln de la clnica se abri. Han y Leia aparecieron en la
escotilla, y se apretujaron entre el general Madine, que se encontraba de pie, y Mon Mothma,
sentada en una unidad de xtasis.
Perdn gru Han.
2-1B haba dado su aprobacin a la conferencia, siempre que Luke no abandonara el centro
mdico. El abarrotado saloncito, de un blanco inmaculado como el resto del centro, haca las
veces de almacn transitorio para guardar unidades de xtasis fra. El asiento de Mon
Mothma albergaba a un ewok herido de muerte, que descansaba en animacin suspendida
hasta que la Alianza le trasladara a un hospital bien equipado.
Han se apoy contra la mampara. Leia se sent al lado de Mon Mothma.
Prosiga.
La imagen proyectada del almirante Ackbar (en miniatura) brillaba sobre el suelo al lado de
Erreds, el cual, en posicin de firmes, se encargaba de mantener la proyeccin.
El general Obiwan Kenobi le dio rdenes?
S, seor.
Luke dese que Leia y Han no hubieran interrumpido su explicacin en el momento ms
impresionante.
El almirante Ackbar se mes los tentculos de la barbilla con una mano palmeada.
He estudiado la ofensiva de Kenobi. Fue magistral. Tengo poca fe en las apariciones,
pero en general Kenobi fue uno de los Caballeros Jedi ms poderosos y, por lo general, se
puede confiar en la palabra del comandante Skywalker.
El general Madine frunci el ceo.,
El capitn Wedge Antilles se habr recuperado por completo cuando un batalln llegue a
Bakura. He pensado darle el mando del grupo. No se ofenda, general aadi, y dirigi una
leve sonrisa a Han.
En absoluto replic Han. Seprenme de la embajadora aqu presente, y dimitir de mi
-
cargo.
Luke disimul una sonrisa con la mano. Mon Mothma ya haba asignado a Leia la
representacin de la Alianza en Bakura, y ante las fuerzas imperiales destacadas en el planeta.
Incluso le haba pedido que intentara ponerse en contacto con los aliengenas. Imagina la
fuerza que podra oponer la Alianza al Imperio, si ese ejrcito aliengena se sumara a nuestras
filas, haba dicho con cautela Mon Mothma.
Pero el estado del comandante Skywalker es mucho ms grave adujo Ackbar.
Para cuando lleguemos a Bakura, ya me habr recuperado.
Hemos de pensar en todas las contingencias. Ackbar mene su cabeza rubicunda.
Ahora, hemos de defender Endor, y hemos prometido ayuda al general Calrissian para liberar
Ciudad Nube...
He hablado con Lando por comunicador interrumpi Han. Dice que tiene sus propias
ideas, pero gracias de todos modos.
Las fuerzas imperiales se haban apoderado de Ciudad Nube cuando Lando Calrissian (su
barnadministrador) haba huido con Leia y Chewie, en persecucin del cazador de
recompensas que haba escapado con Han, al que mantena aprisionado en carbono helado.
Lando se haba visto obligado a olvidar Ciudad Nube cuando dirigi el ataque sobre Endor. Le
haban prometido todos los soldados de que pudieran desprenderse.
Pero Lando siempre haba sido un jugador.
En ese caso, enviaremos a Bakura una fuerza de choque pequea pero fuerte dijo
Ackbar, para apoyar a la princesa Leia, que negociar en nuestro nombre. La mayora de las
batallas en que participen tendrn lugar en el espacio, no en tierra. Cinco Caoneras
corellianas y una Corbeta escoltarn a nuestro carguero, de mucho menor tamao. Ser
suficiente, comandante Skywalker?
Luke se sobresalt.
Me entrega el mando, seor?
Creo que no nos queda otra alternativa dijo con placidez Mon
Mothma. El general Kenobi ha hablado con usted. Sus logros militares son inmejorables.
Ayude a Bakura en nuestro nombre y renase con la nota de inmediato.
Luke, abrumado por el honor, la salud militarmente.
A la maana siguiente, temprano, Luke examin los informes sobre el estado general del
carguero rebelde Frenes.
Est dispuesto para despegar observ.
Dispuesto y ansioso.
La capitn Tessa Manchisco le dio un codazo. Recin llegada de la Guerra Civil Virgiliana,
la capitn Manchisco llevaba su cabello negro distribuido en seis gruesas trenzas que colgaban
sobre su uniforme color crema. Haba aceptado la misin de Bakura con entusiasmo. Su
Frenes, un pequeo carguero/crucero muy poco convencional, renovado con todos los
componentes imperiales que los avispados virgilianos haban podido amontonar a bordo,
-
llevaba una tripulacin de puente virgiliana: adems de Manchisco, tres humanos y un timonel
duro, carente de nariz y con los ojos rojos. Los hombres del almirante Ackbar haban embutido
en las bodegas del Frenes veinte cazas X, tres cazas A y cuatro cazas B de asalto, lo mximo
que la Alianza se poda permitir.
Desde el mirador triangular del Frenes, Luke vio dos de sus Caoneras corellianas. Sobre
el carguero (solan establecer un nivel inferior en todas las formaciones, aun en gravedad
cero), flotaba el carguero ms trucado de aquel cuadrante de la galaxia, el Halcn Milenario.
Han, Chewbacca, Leia y Cetrespe haban subido al Halcn menos de una hora antes.
El jbilo inicial de Luke por haber recibido el mando ya se haba desvanecido. Una cosa era
volar en un caza bajo las rdenes de otro, con la Fuerza como aliado, y otra muy distinta la
estrategia. Sobre sus hombros descansaba la responsabilidad de todas las vidas y todas las
naves.
Empero, haba estudiado manuales sobre estrategia y tctica. Y ahora... Bien, a decir
verdad, casi lo deseaba...
De pronto, sinti un hormigueo en los nudillos. Oy o record la suave risa de Yoda.
Arrug el entrecejo, cerr los ojos y se relaj. An le dola todo, pero haba prometido a 2-
1B que descansara y se autocurara. Dese sentirse mejor.
Puestos de hiperpropulsin grit Manchisco. Quiz quiera apretar el botn,
comandante.
Luke pase la vista por el espartano puente hexagonal. Tres puestos, adems de su silla de
mando, una hilera de tableros de batalla, ahora apagados en previsin del salto, y un solo
empalme de androide R2, ocupado por la unidad virgiliana. Puls el botn, y se pregunt qu
desastre acechaba a Bakura a menos que l se ocupara personalmente.
En una cubierta exterior de un gigantesco crucero de guerra llamado Shriwirr, Dev Sibwarra
apoy su esbelta mano morena sobre el hombro izquierdo de un prisionero.
Todo ir bien dijo en voz baja. El miedo del otro humano golpe su mente como un
ltigo de tres colas. No duele. Te espera una maravillosa sorpresa.
Una autntica maravilla, de hecho, una vida sin hambre, fro o deseos egostas.
El prisionero, un imperial de tez mucho ms clara que la de Dev, haba dejado de protestar,
y su respiracin era entrecortada. Estaba derrumbado sobre la silla de tecnificacin. Correas
flexibles sujetaban sus miembros delanteros, cuello y rodillas, pero slo para mantener el
equilibrio. Con su sistema nervioso desionizado en los hombros, no poda revolverse. Un fino
tubo intravenoso inyectaba una solucin magnetizadora azul plido en ambas arterias
cartidas, mientras diminutas servo bombas zumbaban. Bastaban unos pocos milmetros de
magsol para armonizar los fluctuantes campos magnticos de las ondas cerebrales humanas
con los aparatos de tecnificacin Ssi-ruuvi.
Detrs de Dev, el maestro Firwirrung gorje una pregunta en ssi-ruuvi.
Ya se ha calmado?
Dev dedic una breve reverencia a su amo y cambi del idioma humano al ssi-ruuvi.
-
Lo bastante contest. Casi est a punto.
Escamas bermejas y lustrosas protegan los dos metros de largo de Firwirrung, desde el
morro picudo hasta el extremo de la cola musculosa, y una prominente cresta negra en forma
de V coronaba su frente. De mediano tamao para ser un Ssi-ruu, an estaba en perodo de
crecimiento, y slo se vean unas pocas marcas de edad donde las escamas que crecan sobre
su hermoso pecho empezaban a separarse. Firwirrung baj un amplio arco de captacin
metlico, que cubra al prisionero desde la mitad del torso a la nariz. Dev mir por encima y vio
que las pupilas del hombre se dilataban. En cualquier momento...
Ahora anunci Dev.
Firwirrung toc un control. Su musculosa cola se agit de placer. La caza del da haba sido
fructfera. Dev trabajara hasta bien entrada la noche, junto con su amo. Antes de la
tecnificacin, los prisioneros eran ruidosos y peligrosos. Despus, sus energas vitales dieron
impulso a los androides seleccionados por los Ssi-ruu vi.
El zumbido del arco de captacin adopt un tono ms agudo. Dev retrocedi. En el interior
de aquel crneo humano redondo, el cerebro impregnado de magsol estaba perdiendo el
control. Aunque el maestro Firwirrung le haba asegurado que la transferencia de energa
incorprea era indolora, todos los prisioneros chillaban.
Al igual que ste, cuando Firwirrung tir del interruptor del arco de captacin. El arco vibr, a
medida que la energa del cerebro saltaba a un electromagneto perfectamente sintonizado con
el magsol. Un grito de angustia indescriptible se transmiti por mediacin de la Fuerza.
Dev trastabille y se aferr al conocimiento recibido de sus amos: los prisioneros slo crean
sentir dolor. El slo crea sentir su dolor. Cuando el cuerpo chillaba, todas las energas del
sujeto haban saltado al arco de captacin. El cuerpo ya haba muerto.
Transferencia.
El silbido aflautado de Firwirrung delat que se estaba divirtiendo. Aquella actitud paternal
consigui que Dev se sintiera violento. Era inferior. Humano. Blando y vulnerable, como una
larva blanca antes de la metamorfosis. Anhel ser destinado a la tecnificacin y transferir su
energa vital a un poderoso androide de batalla. Maldijo en silencio el talento que le haba
sentenciado a seguir esperando.
El zumbido del arco de captacin aument de intensidad, cargado por completo, ms vivo
que el cuerpo derrumbado sobre la silla. Firwirrung se volvi hacia una mampara erizada de
escamas metlicas hexagonales.
Preparados ah abajo?
Su pregunta surgi como un silbido labial ascendente, rematado por un chasquido del pico
dentado, y seguido por dos silbidos sibilantes apagados en la garganta. Dev haba tardado
varios aos en dominar el ssi-ruuvi, adems de incontables sesiones de acondicionamiento
hipntico, tras las cuales anhelaba complacer a Firwirrung, jefe de tecnificacin.
La labor de tecnificacin era interminable. La energa vital, como cualquier otra, poda ser
almacenada en las bateras adecuadas, pero la actividad elctrica de las ondas cerebrales, que
penetraba junto con la energa vital en las cargas del androide, sola desencadenar frecuencias
-
armnicas destructivas. Los circuitos de control vitales del androide moran a causa de una
psicosis fatal.
De todos modos, las energas humanas duraban ms que las de cualquier otra especie en
la tecnificacin, tanto sometidas a circuitos de navegacin como a androides de batalla.
La cubierta 16 del enorme crucero de batalla silb por fin una respuesta. Firwirrung apret
un botn con su garra delantera de tres dedos. El arco de captacin enmudeci. La energa
vital del afortunado humano centelleaba ahora en una bobina de reserva, situada detrs de los
grupos sensores de un pequeo androide de combate piramidal. Ahora podra captar ms
longitudes de onda y ver en todas direcciones. Jams necesitara oxgeno, control de
temperatura, alimento o descanso. Liberado de la engorrosa necesidad del libre albedro, de
tomar sus propias decisiones, su nuevo cuerpo obedecera todas las rdenes de los Ssi-ruu.
Obediencia perfecta. Dev inclin la cabeza y dese ocupar su lugar. Las naves androide no
padecan tristeza ni dolor. Una metamorfosis gloriosa, hasta que un da, un rayo lser enemigo
destrua la bobina..., o aquellas armonas psicticas destructivas lo desconectaban de los
circuitos de control.
Firwirrung retir el arco de captacin, las intravenosas y las correas. Dev levant el cuerpo
flccido de la silla y lo introdujo en un sumidero hexagonal de la cubierta. Cay hacia la
oscuridad.
Firwirrung se alej de la mesa, con la cola relajada. Se sirvi una taza de ksaa rojo, en tanto
Dev bajaba un brazo pulverizador y rociaba la silla varias veces. Dos subproductos biolgicos
desaparecieron por los desages del centro del asiento.
Dev levant el brazo pulverizador, lo cerr y movi la mano en direccin a un interruptor de
la silla, para que sta se secara.
Preparado silb, y se volvi hacia la escotilla.
Dos menudos p'w'ecks jvenes trajeron al siguiente prisionero, un hombre arrugado con
ocho rectngulos rojos y azules, separados por espacios muy breves, sobre la parte delantera
de su tnica imperial grisverdosa, y el pelo .blanco alborotado. Se revolvi para liberar sus
brazos de las garras delanteras de sus guardias. La tnica le haba proporcionado escasa
proteccin. Sangre roja humana brotaba de su piel y de las mangas desgarradas.
Ojal supiera lo innecesaria que era su resistencia. Dev dio un paso adelante.
Tranquilo. Guardaba su ionizador en forma de paleta, un instrumento mdico que
tambin poda utilizarse como arma de a bordo, en las franjas laterales azules y verdes de su
larga tnica. No es lo que usted imagina.
El hombre abri tanto los ojos que obscenas esclerticas blancas aparecieron alrededor de
los iris.
Qu imagino? pregunt el hombre, aterrado. Quin es usted? Qu hace aqu?
Espere, usted es el...
Soy su amigo.
Dev apoy la mano derecha sobre el hombro del prisionero, con los ojos entornados para
ocultar sus esclerticas (slo tena dos prpados, en lugar de los tres de su amo).
-
Estoy aqu para ayudarle. No tenga miedo.
Por favor, aadi en silencio, duele si me tiene miedo. Est de suerte. Ser rpido. Apret el
ionizador contra la nuca del hombre. Sin soltar el activador, recorri con el aparato la espina
dorsal del hombre.
Los msculos del oficial imperial se distendieron. Sus guardias le dejaron caer a la cubierta
de losas grises.
Torpes! Firwirrung avanz sobre sus fuertes patas traseras, con la cola tiesa mientras
regaaba a los pequeos p'w'ecks. Dejando aparte el tamao y el tono deslustrado de la piel,
casi se parecan al maestro ssi-ruuk..., de lejos. Un respeto al prisionero!
canturre Firwirrung. Poda ser joven para el rango que ostentaba, pero exiga deferencia.
Dev ayud a los tres a levantar al sudoroso y maloliente humano. Totalmente consciente (el
arco de captacin no poda funcionar en caso contrario), el hombre resbal de la silla. Dev le
aferr por los hombros, doblando la espalda.
Reljese murmur Dev. No pasa nada.
No haga esto! grit el prisionero. Tengo amigos poderosos. Pagarn un buen precio
por mi rescate.
Nos encantara conocerles, pero no le negaremos esta alegra.
Dev dej que su centro espiritual flotara sobre el miedo del desconocido, y despus lo
apret como una manta confortable. Una vez los p'w'ecks aseguraron las correas, Dev afloj su
presa y se masaje la espalda. La garra delantera derecha de Firwirrung se alz y aplic una
intravenosa. No haba esterilizado las agujas. No era necesario.
Por fin, el prisionero qued indefenso y preparado. Un lquido transparente brot de un ojo y
de la comisura de la boca. La servo bomba envi un fluido magnetizador por la intravenosa.
Otra alma liberada, otra nave androide preparada para conquistar el imperio humano.
Dev intent hacer caso omiso del rostro hmedo y el inquietante temor del prisionero, y
apoy una esbelta mano morena sobre su hombro izquierdo.
Todo ir bien dijo con voz suave. No duele. Le espera una sorpresa maravillosa.
Por fin, todos los prisioneros del da fueron tecnificados, salvo una hembra, que se liber de
los guardias p'w'ecks y se golpe la cabeza contra una mampara antes de que Dev pudiera
atraparla. Tras esforzarse varios minutos en revivirla, el maestro Firwirrung dej caer la cabeza
y la cola.
Es intil silb con pesar. Una triste prdida. Recicladla.
Dev limpi. La tecnificacin era un trabajo noble, y se senta orgulloso de su participacin en
el proceso, aunque su papel era el de un mero criado que calmaba a los sujetos mediante la
Fuerza. Desliz su ionizador en la parte inferior de una estantera, con la parte plana hacia
arriba, y despus introdujo su extremo puntiagudo en la vaina hasta que se oy un clic. La
nudosa culata, especialmente diseada para su mano de cinco dedos, qued colgando bajo la
paleta.
Firwirrung condujo a Dev por espaciosos pasillos hasta sus aposentos, donde sirvi un ksaa
-
tranquilizador para ambos. Dev bebi agradecido, sentado en la nica silla del camarote
circular. Los ssi-ruuk no necesitaban muebles. Firwirrung sise complacido y descans su cola
y cuartos traseros sobre la clida cubierta gris.
Ests contento, Dev? pregunt.
Sus lquidos ojos negros parpadearon sobre la taza de ksaa y reflejaron el amargo tnico
rojo.
Era una oferta de consuelo. Siempre que la vida afliga a Dev, siempre que echaba de
menos la sensacin de totalidad que le acompaaba cuando la Fuerza de su madre se una a
l, Firwirrung le llevaba a presencia del Anciano Sh'tk'ith para una nueva terapia.
Muy contento contest con sinceridad Dev. Un buen da de trabajo. Muy agradable.
Firwirrung asinti.
Muy agradable repiti. Sus lenguas olfativas asomaron por las fosas nasales, para
saborear y oler la presencia de Dev. Proyctate, Dev. Qu ves esta noche en el universo
oculto?
Dev sonri levemente. El amo le haba hecho un cumplido. Todos los ssi-ruuk eran ciegos a
la Fuerza. Dev saba ahora que era el nico ser perceptivo, humano o no, que haban
encontrado.
Gracias a l, los ssi-ruuk haban sabido la muerte del emperador pocos momentos despus
de que ocurriera. Porque la Fuerza exista en toda vida, haba sentido la onda de choque
energtica que se haba transmitido mediante el espritu y el espacio.
Meses atrs, Su Potencia el Shreeftut haba respondido de inmediato cuando el emperador
Palpatine ofreci prisioneros a cambio de diminutos cazas androide de dos metros. Palpatine
ignoraba cuntos millones de ssi-ruuk vivan en Lwhekk, aquel distante racimo de estrellas. El
almirante Ivpikkis captur e interrog a varios ciudadanos imperiales. Averigu que aquel
imperio humano abarcaba prsecs. Sus sistemas estelares se extendan como frtiles arenas
sembradas de nidos, ideales para plantar la semilla de la vida ssi-ruuvi.
Y entonces, el emperador muri. No habra trato. Los traidores humanos les haban
abandonado para volver a casa como pudieron, casi agotada la energa de la flota. El almirante
Ivpikkis se haba adelantado con el crucero de batalla Shriwirr y una pequea fuerza de
avanzadilla compuesta por media docena de naves de combate, con equipos de apoyo
tecnificados. La flota principal se mantuvo alejada, a la espera de noticias que confirmaran el
xito o el fracaso.
Si podan apoderarse de un planeta humano importante, aquel equipo de tecnificacin,
propiedad del maestro Firwirrung, les conseguira el imperio humano. Cuando cayera Bakura,
les proporcionara la tecnologa necesaria para fabricar docenas de sillas de tecnificacin. Cada
bakurano tecnificado significara energa o proteccin para un caza de combate androide, o
infundira nueva vida a algn componente fundamental de un gran crucero. Con docenas de
grupos de tecnificacin adiestrados y equipados, la flota ssi-ruuvi podra conquistar los
populosos planetas humanos del Ncleo. Haba doce mil planetas que liberar. Una labor muy
agradable.
-
Dev casi reverenciaba la valenta de sus amos al ir tan lejos y arriesgar tanto por el bien del
imperio ssi-ruuvi y la liberacin de las dems especies. Si un ssi-ruuvi mora lejos de un planeta
natal consagrado, su espritu vagara por las galaxias por siempre jams.
Dev mene la cabeza y contest.
Afuera, slo percibo los silenciosos vientos de la vida. A bordo del Shriwirr, dolor y
confusin en tus nuevos hijos.
Firwirrung acarici el brazo de Dev, y sus tres garras oponibles apenas enrojecieron la
suave piel sin escamas. Dev sonri, solidario con su amo. Firwirrung no tena compaeros de
nido a bordo, y la vida militar significaba horas de soledad y peligros terribles.
Amo dijo Dev, algn da volveremos a Lwhekk?
Es posible que t y yo nunca volvamos a casa, Dev, pero pronto consagraremos un nuevo
mundo natal en tu galaxia. Enviaremos a buscar a nuestra familias...
Mientras Firwirrung contemplaba el nido de dormir, una vaharada de acre aliento reptiliano
azot la cara de Dev.
Dev ni siquiera pestae. Estaba acostumbrado a aquel olor. Sus olores corporales
mareaban a los ssi-ruuk, de modo que se baaba y beba disolventes especiales cuatro veces
al da. En las ocasiones especiales, se afeitaba todo el vello.
Un nido de tu especie murmur.
Firwirrung lade la cabeza y mir con un ojo negro.
Tu trabajo me acerca ms a ese nido, pero ahora estoy cansado.
Te estoy manteniendo despierto dijo Dev, arrepentido. Ve a descansar, por favor. No
tardar.
Cuando Firwirrung se aovill en su montn de almohadas, el cuerpo caliente gracias a los
generadores situados bajo la cubierta y los prpados triples cubriendo sus hermosos ojos
negros, Dev tom su bao vespertino y bebi el medicamento desodorante. Para distraer su
mente de los calambres abdominales que siempre le producan, acerc su silla a un largo
escritorio/mostrador curvo. Sac un libro de la biblioteca que haba dejado sin acabar y lo carg
en su lector.
Durante meses, haba trabajado en un proyecto que tal vez beneficiara a la humanidad ms
que sus propios esfuerzos. De hecho, tema que los ssi-ruuk le tecnificaran en circuitos para
completar su obra, y no en el androide de combate al que aspiraba.
Saba leer y escribir antes de que los ssi-ruuk le adoptaran, tanto letras como msica.
Combinando aquellas simbologas, estaba diseando un sistema para escribir ssi-ruuvi,
destinado al uso de los humanos. En el aspecto musical, anotaba tonos. Los smbolos que
haba inventado equivalan a silbidos con toda la lengua, la mitad de la lengua y guturales. Las
letras significaban vocales y combinaciones con un chasquido final. Ssi-ruu exiga toda una
lnea de datos: el silbido con media lengua se elevaba a una quinta perfecta, mientras la boca
formaba la letra e. Despus, un silbido labial con la boca fruncida, bajando a una tercera
menor. Ssi-ruu era el singular. El plural, ssi-ruuk, finalizaba con un chasquido de garganta. El
ssi-ruuvi era complicado pero hermoso, como el canto de los pjaros que Dev recordaba de su
-
juventud, en el planeta G'rho.
Dev tena un buen odo, pero la compleja tarea le abrumaba en la ltima hora de su tiempo
libre. En cuanto los calambres y las nuseas cesaban, cerraba su lector y reptaba en la
oscuridad hacia el olor algo ftido del lecho de Firwirrung. De sangre demasiado caliente,
amontonaba almohadas para aislarse del calor procedente de los aposentos situados bajo la
cubierta. Despus se acurrucaba lejos de su amo y pensaba en su hogar.
Las habilidades de Dev haban llamado la atencin de su madre desde una edad muy
temprana, all en Chandrila. Una aprendiza de Jedi que no haba terminado su adiestramiento
le haba enseado algunas cosas sobre la Fuerza. Dev lograba comunicarse con ella desde
lejos.
Despus, lleg el Imperio. Se produjo una purga de candidatos a Jedi. La familia huy al
aislado G'rho.
Apenas se haban instalado, cuando aparecieron los ssi-ruuk. El sentido de la Fuerza de su
madre se desvaneci, y le dej lejos de casa, solo y aterrorizado de las naves espaciales
invasoras. El maestro Firwirrung siempre haba dicho que sus padres habran matado a Dev de
haber podido, antes que dejarlo en manos de los ssi-ruuk. Una idea terrible: su propio hijo!
Pero Dev haba escapado a la muerte en ambos casos. Los exploradores ssi-ruuvi le
encontraron escondido en un barranco erosionado. Fascinado por los gigantescos lagartos de
redondos ojos negros, el diminuto nio de diez aos haba aceptado su comida y afecto. Le
llevaron de vuelta a Lwehekk, donde vivi durante cinco aos. Por fin, descubri por qu no le
haban tecnificado. Sus increbles facultades mentales le convertiran en un explorador ideal
para acercarse a los dems sistemas humanos. Tambin le permitieron calmar a los sujetos
tecnificados. Deseaba recordar lo que haba dicho o hecho para revelar aquel talento.
Haba enseado a los ssi-ruuk todo cuanto saba sobre la humanidad, desde las pautas
mentales y las costumbres hasta la indumentaria (incluyendo los zapatos, lo cual les diverta).
Ya les haba ayudado a capturar varios puestos de avanzadilla humanos. Bakura sera el
planeta clave... y estaban ganando! Pronto, los bakuranos imperiales huiran de las naves de
guerra y los ssi-ruuk podran acceder a los centros poblados de Bakura. Una docena de naves
de aterrizaje p'w'eck iban cargadas con botes paralizadores, dispuestos a ser lanzados.
Dev ya haba anunciado a los bakuranos, mediante una frecuencia de comunicacin
corriente, la buena noticia de su inminente liberacin de las limitaciones humanas. El maestro
Firwirrung afirmaba que su resistencia era muy normal. Al contrario que los ssi-ruuk, los
humanos teman a lo desconocido. La tecnificacin era un cambio sin posibilidad de regreso.
Dev bostez. Sus amos le protegeran del Imperio, y algn da le recompensaran.
Firwirrung le haba prometido estar a su lado y bajar el arco de captacin en persona.
Dev se acarici la garganta. Las intravenosas se clavaran... all. Y all. Algn da, algn da.
Se cubri la cabeza con los brazos y durmi.
-
3
Las estelas de estrellas se encogieron en el mirador triangular de Luke cuando el Frenes y
sus siete naves de escolta salieron del hiperespacio. Una vez comprobados los escudos
deflectores, gir en su silla para recibir el informe sobre el estado de los sistemas, suministrado
por el ordenador principal, en tanto el oficial de comunicaciones de la capitn Manchisco
analizaba las frecuencias de comunicacin imperiales habituales. Luke se senta mejor,
siempre que se moviera con lentitud.
Los analizadores mostraron ocho planetas, ninguno en el punto de su rbita que el
Navegante Principal de la Alianza haba proyectado. Ahora se alegr de que Manchisco
hubiera hecho caso omiso de su impaciencia, planeado la maniobra con toda cautela y salido
del hiperespacio en el sistema exterior. La mujer le dirigi una mirada significativa. Se toc una
ceja a modo de saludo, y despus asinti en direccin al navegante duro, que parpade con
sus enormes ojos rojos y farfull algo ininteligible.
Dice que de nada tradujo Manchisco.
Media docena de ovoides erizados de burbujas se haban congregado alrededor del tercer
planeta del sistema, rodeados en sus pantallas por un enjambre de cazas pequeos. Todos
haban encendido la luz roja de amenaza, pero maniobraban locamente en la pantalla,
rompan la formacin y volvan a agruparse, se aproximaban y alejaban. Era obvio que no
todos pertenecan al mismo bando. Mir a la nia de los ojos del general Dodonna, el
Ordenador de Anlisis de Batalla. Haba accedido a traer un prototipo OAB, y ahora necesitaba
datos para alimentarlo.
Eso parece una fiesta, pequen.
Oy a Han por el altavoz situado a su lado.
Estoy de acuerdo contest Luke. Hemos enviado una llamada a los imperiales. Es
absurdo...
Seor le interrumpi el responsable de las comunicaciones.
No cuelgue. Luke se volvi con brusquedad y sufri una rampa en la pierna. Casi se
haba curado. Ha captado algo?
El joven virgiliano de pecho ancho seal una luz verde que parpadeaba en su consola.
Alguien haba dado el visto bueno a la transmisin. Luke carraspe. Antes de abandonar
Endor, Leia le haba dado una lista de lo que poda decir. Pero no era su estilo.
Adems, no iba a tratar con un poltico o un diplomtico. Se trataba de un comandante
enfrascado en una batalla, que slo poda dedicar unos segundos a cada decisin.
-
Marina Imperial habl Luke, al habla un grupo de combate de la Alianza. Hemos
izado bandera blanca. Da la impresin de que necesitan ayuda. Aceptaran la nuestra, como
hermanos de raza?
Haba aliengenas entre los rebeldes, por supuesto, adems de Chewbacca y el navegante
duro de Manchisco. Diecisiete mon calamari componan la tripulacin de una Caonera, pero
los chovinistas humanos imperiales no tenan por qu saberlo... todava.
El altavoz crepit. Luke conect con una frecuencia de la Alianza, e imagin a un curtido
veterano imperial examinando frenticamente el procedimiento establecido para tratar con los
rebeldes.
A todos los cazas: mantengan la formacin defensiva. Protjannos. No sabemos qu van
a hacer.
Fragmentos musicales y voces diversas resonaron en el puente del Frenes.
Grupo de combate de la Alianza, al habla el comandante Pter Thanas, de la Marina
Imperial. Anuncien sus propsitos se oy a continuacin; la voz posea un timbre autoritario.
Durante los tres das pasados en el hiperespacio, Luke haba vacilado entre fingir ignorancia
y admitir la situacin real. La capitn Manchisco enarc una ceja, como si preguntara Y
bien?.
Interceptamos un mensaje del gobernador Nereus a la flota imperial, que en estos
momentos se encuentra, hum, dispersa, en su mayor parte. Tuvimos la impresin de que el
problema era grave. Como ya he dicho, hemos venido en su ayuda, si es posible.
Luke cort la transmisin y se dio cuenta, por los espasmos que sacudan sus pantorrillas,
de que se haba levantado. Frustrado, volvi a sentarse. Haba descansado mucho en el
hiperespacio. Las Caoneras solicitaron informacin por el canal interno del grupo. Vio por la
ventana panormica que se haban agrupado en parejas.
Leia habl en voz baja desde el Halcn.
Luke, utiliza la sutileza. Ests hablando con imperiales. Nos considerarn hostiles y se
lanzarn en nuestra persecucin.
En este momento, no estn para lanzarse en persecucin de nadie seal Luke.
Estn a punto de ser borrados...
No me extraa que nadie captara las transmisiones de auxilio habituales interrumpi la
voz seca del comandante imperial Thanas. Grupo de combate de la Alianza, agradeceramos
su ayuda, Voy a enviar un informe codificado de la situacin en una frecuencia inferior en veinte
ciclos a sta.
De acuerdo.
Slo alguien que ya se considerara derrotado aceptara refuerzos identificados slo en
parte. Luke mir al oficial de comunicaciones Delckis, que abri el canal indicado por Thanas.
Al cabo de unos momentos, un pequeo porcentaje de los puntos remolinantes que aparecan
en el tablero de situacin vir a un tono dorado amarillento, por parte de los imperiales. Luke
silb por lo bajo. Los seis ovoides y la mayor parte del enjambre seguan con la luz roja de
amenaza.
-
El OAB empez a escupir informacin. El comandante Thanas posea menos potencia de
fuego que los invasores, y el ochenta por ciento estaba concentrado en un slo crucero de
clase Galen. No se trataba de una gran nave, y slo contaba con una quinta parte de la
tripulacin que sola albergar un Destructor Estelar, pero superaba por amplia ventaja al
armamento del Frenes..
Est seguro de que quiere hacer esto? murmur Manchisco. *
Luke toc el botn que enviaba a los pilotos rebeldes escaleras arriba. Los cazas haban
sido preparados para despegar, aprovisionados de combustible y trasladados a las ensenadas
durante el ltimo da transcurrido en el hiperespacio.
Informe a su formacin dijo Luke a su interlocutor imperial. No estaba seguro de cmo
proceder. Se calm y pidi consejo a la Fuerza. Una corazonada, como decan los dems...
Estn... listos...? empez Thanas.
Un siniestro silbido enmudeci al comandante imperial.
Luke tabale con los dedos sobre la consola. Cuando se oy de nuevo la voz de Thanas,
son serena y controlada.
Lo lamento. Una perturbacin. Si pudieran lanzar una cua de naves por el hueco que
dejan los tres cruceros centrales ssi-ruuk, quiz les obligaran a retroceder. Ganaramos
tiempo.
Ssi-ruuk. Luke archiv el nombre de los aliengenas en el fondo de su mente. Por fin, su
subconsciente lanz una sugerencia.
Comandante Thanas, vamos a descender desde el norte solar para rodear a esos tres
cruceros. Pongan rumbo murmur.
El navegante de la capitn Manchisco se acerc al ordenador de navegacin.
Valtis farfull el duro en idioma corriente, con sus labios delgados y elsticos, curso
ochosiete norte, seis rotacin lateral.
El piloto virgiliano efectu correcciones en el ordenador. Luke not que el Frenes cobraba
vida. Los paneles de la cubierta transmitieron las vibraciones de los motores a sus pies y a la
silla de mando. La escotilla de acceso, que haban dejado abierta para la ventilacin, se cerr
de golpe.
Thanas habl de nuevo al cabo de unos momentos.
Nos encontramos en un gran apuro, grupo de la Alianza. Vengan... y gracias.
Mantnganse alejados de la influencia gravitatoria.
Qu opinas, muchacho? se oy a Han por el altavoz. Mal asunto.
He de llegar a Bakura insisti Leia por el mismo altavoz. He de convencer al
gobernador Nereus de que declare una tregua oficial. De lo contrario, no podrn colaborar con
nosotros. No podemos desafiar a toda la Marina imperial.
Han, te has enterado de cmo vamos a movernos? pregunt Luke.
Oh, ya lo creo. Su amigo pareca divertirse. Buena suerte, hroe. Slo temo que
nuestra nica diplomtica con experiencia tendr que esperar a que termine esto.
Buena idea dijo Luke.
-
Cmo? Luke oy los puntos de exclamacin que seguan a la pregunta de Leia.
De qu estis hablando?
Perdnanos.
Se imagin a Han volvindose, para intentar explicar razonablemente una desagradable
verdad al gemelo Skywalker ms tozudo. Tal vez su hermano debera intervenir.
Leia dijo, echa un vistazo al tablero. Bakura est bloqueado. Todas las
comunicaciones al exterior deben de estar intervenidas. No hemos odo ni po, salvo
fragmentos de emisiones procedentes de emisiones recreativas. Eres demasiado valiosa para
arriesgar tu vida en la zona de batalla.
Y t no? replic su hermana. He de hablar con el gobernador. Nuestra nica
esperanza es persuadirle de que venimos en son de paz.
Estoy de acuerdo contest Luke, y podramos utilizar el Halcn para una maniobra
rpida, pero no vamos a ponerte en peligro. Da gracias de contar con caones.
Silencio sepulcral. Luke dio ms rdenes y dispuso a sus hombres en formacin para el
difcil salto entre sistemas.
Muy bien rezong Leia. El sexto planeta no se encuentra lejos de nuestra trayectoria.
Tomaremos esa direccin. Si parece seguro, aterrizaremos y os esperaremos.
El sexto planeta me parece bien, Leia.
Luke percibi su indignacin, que no slo iba dirigida hacia l. Han y ella deban aprender a
resolver sus desacuerdos. A desarrollar su propio sistema.
Cerr el estado de nimo de su hermana a su percepcin.
Sigue en contacto, Han. Utiliza las frecuencias de la Alianza normales, pero sintoniza las
imperiales.
Afirmativo, pequen.
Luke vio por su mirador que el carguero ligero abandonaba la formacin. El arco
blancoazulado de sus motores se perdi en la negra distancia. Segn su tablero de situacin,
los pilotos de los cazas estaban preparados, y Wedge Antilles se encontraba pasando revista a
la situacin general del escuadrn. Hoy, su puesto no estaba en el espacio. Su fro caza X
reposara en una oscura bodega, y Erreds en sus aposentos, conectado mediante el Frenes
al Ordenador de Anlisis de Batalla. La prxima vez, tal vez podra conseguir que Erreds le
conectara con el puente de mando del carguero, para dirigir la batalla desde un caza, pero
dnde instalara los tableros de control y situacin?
Clculos terminados anunci. Preparados a saltar.
Las luces azules de las naves viraron a verde.
Luke se aferr a los brazos de su asiento.
Ahora.
Han Solo no apart la vista de los sensores del Halcn mientras desviaba de su ruta al
carguero. Demasiado experimentado para quedar atrapado en el remolino que se producira
cuando el grupo saltara al hiperespacio, no pudo dejar de observar el carguero de Luke
(pensar que el muchacho estaba al mando de un grupo de portacazas!), hasta que la nave de
-
Luke desapareci. Leia se encogi.
Ahora, Han haba vuelto al Halcn, donde deba estar. Los equipos de reparacin de la
Alianza no haban perdido tiempo en poner a punto su amado carguero, despus de que Lando
lo lanzara contra la segunda Estrella de la Muerte (... no te culpo, Lando. Fue por una buena
causa). Su lugar estaba en esta cabina, al lado de su buen amigo Chewie.
Pero ya nada era igual. Leia estaba sentada detrs del gigantesco wookie, vestida con un
mono de batalla gris ceido a la cintura. S, haba manejado muy bien el Halcn durante un par
de emergencias, pero hasta para un contrabandista haba lmites.
Cetrespe ocupaba la otra silla posterior. Su cabeza dorada se mova de un lado a otro.
Le estoy muy agradecido de que haya reconsiderado su postura, ama Leia. Si bien mi
experiencia se desperdiciar ms de lo habitual en estas lejanas regiones del sistema, nuestra
seguridad es de vital importancia. Puedo sugerir...?
Han puso los ojos en blanco y habl en un tono burln y amenazador al mismo tiempo.
Leia?
La joven desconect el interruptor situado en la nuca de Cetrespe, que se qued
petrificado.
Han exhal un suspiro de alivio. Chewbacca aport un gruido sarcstico y agit su pelaje
color canela. Han extendi la mano hacia el panel de control.
Siete minutos para el acercamiento.
Leia se desabroch las correas de seguridad y se acerc a la consola. Apret su clida
pierna contra la de Han.
Los imperiales no pueden estar muy lejos. Dnde estn los analizadores?
Han los conect. El sexto planeta llen las pantallas. Chewbacca emiti varios gruidos.
Hielo y polvo tradujo Han a Leia. El sistema de Bakura slo posee un gigante
gaseoso y una mirada de cometas que le siguen. Hizo una pausa. Si el Halcn se calienta,
se derretir en la superficie.
Mira dijo Leia. Una especie de poblado cerca del terminador.
Ya lo veo. Han mantuvo el rumbo hacia el grupo de formas regulares. Pero no hay
satlites de comunicaciones o defensa, y no captamos la menor transmisin.
Chewie aull su acuerdo.
Las cpulas no tardaron en aparecer ante su vista, Han aument la imagen y divis una
hilera doble de paredes destrozadas entre crteres mellados recientes.
Qu desastre coment Leia.
Diez a uno a que nuestros misteriosos aliengenas ya han bombardeado este lugar.
Bien. Leia sacudi polvo del cabello de Han. ste, sobresaltado, se volvi. Eso
significa que no volvern explic.
Brralo de la lista admiti Han.
Y se dirigen hacia un objetivo ms importante. Espero que Luke sea precavido.
No le pasar nada. Muy bien, Chewie, parece un barrio muy tranquilo. Nos esconderemos
mejor si aterrizas... Nos confundiremos con las rocas, ya sabes. Bajemos y aminoremos la
-
velocidad, slo lo suficiente para neutralizar la gravedad. Vamos a probar suerte.
No aclar a Leia lo difcil que iba a resultar. Sus sensores registraban una gravedad inferior
a 0,2 en aquella bola de hielo, y ninguna atmsfera que recalentara una' nave dispuesta a
descender, pero mantener la temperatura no sera fcil. El calor del ncleo segua siendo
intenso despus del salto hiperespacial, y la friccin no era moco de pavo; aun en la completa
frialdad del espacio exterior al sistema, haban chocado con millones y millones de iones y
tomos. Han toc un control que utilizaba pocas veces y elev al mximo los radiadores
dorsales. Dese que las aletas de aterrizaje poseyeran refrigerantes, pero si los deseos se
cumplieran, los calamarianos ostentaran el mando del cuartel general de la Alianza.
Justo al otro lado del terminador, localiz un crter lo bastante amplio y profundo para
albergar al Halcn. Apag los radiadores, hizo descender al aparato y lo dej flotar. Ahora,
nada de cohetes de frenado...
A punto de descender, distingui un charco oscuro y brillante en el fondo del crter.
No era agua helada, sino amonaco u otro gas oloroso, que se funda a una temperatura tan
superfra que hasta los chorros de los motores lo enturbiaban.
Y ahora, qu?
Chewie gru una sugerencia.
S contest Han. rbita sincrnica. Buena idea.
No vamos a aterrizar?
Leia se relaj en su asiento de respaldo alto cuando el Halcn pas sobre las ruinas y gan
altitud.
Chewbacca aull un pequeo problema.
Funciona bastante bien dijo Han.
Qu funciona bastante bien? pregunt Leia.
Han mir a Chewie con el ceo fruncido. Gracias, colega.
El rastreador estelar del Halcn. Para mantener la rbita con el piloto automtico
conectado. Depende de un circuito que no suele cubrir estas coyunturas.
Por qu?
Han lanz una breve carcajada.
Es imposible llevar a cabo tantas modificaciones en un carguero sin pulirse algunos
circuitos. El rastreador funciona bastante bien, pero... Chewie, procura que no nos salgamos
del rumbo. Mientras nos mantengamos cerca, nadie nos localizar. Han puls un sensor.
Parece que el hermano Luke se dirige hacia el lado de los imperiales. Supongo que querrs
quedarte a mirar.
Leia arrug el entrecejo.
Con este analizador, es imposible distinguir quin est a cada lado. Adems, toda esta
situacin me pone nerviosa...
Oh. Era otro insulto el comentario sobre el analizador?. Oh aadi, en tono
alegre. Quiz, por fin, tendran un momento de respiro. Sus as llamadas vacaciones, despus
de la gran fiesta ofrecida por los ewoks, haba sido un fracaso Leia estaba muerta de
-
cansancio. Pero durante el salto, con todas las manos ocupadas y Cetrespe yendo de un lado
a otro, haba indicado con discrecin a Chewie que hiciera algunas modificaciones en la
bodega principal del Halcn, que no constaban en la Gua de Campo de Cracken.
Esperaba que Chewie lo hubiera hecho bien. El enorme wookie era un genio de la
mecnica, pero su sentido de la esttica no era..., bueno..., humano.
Han Solo no se haba apuntado a aquella excursin slo por aportar su granito de arena a la
guerra.
Leia volvi a conectar a Cetrespe y sigui a Han hacia la popa. Despus de la batalla de
Endor, haban hablado durante horas. Tras la mscara de cnico contrabandista, aquel hombre
albergaba ideales similares a los suyos, pero se los haban destrozado. Adems, tema estar
sola desde que Luke le haba comunicado la terrible noticia: Darth Vader era su...
No.
Su mente esquiv las defensas que haba alzado y atac de nuevo. Mientras contemplaba
la destruccin de Alderaan desde la Estrella de la Muerte, haba pensado que estaba asistiendo
a la muerte de su familia. En realidad, su padre estaba...
No! Jams le aceptara como padre. Aunque Luke s lo hiciera.
Se agach para no tropezar con una manguera colgante. Si tena que encontrar un
escondrijo y sepultar la cabeza durante horas, deba de aprovechar ese tiempo. Ya haba
desperdiciado demasiados das en su recuperacin. Se frot el hombro derecho. Ni siquiera la
smilipiel contrarrestaba por completo la comezn de una quemadura de desintegrador al
curarse. Como haba dicho a Han, no dola..., pero era difcil de olvidar.
Han se detuvo cerca de la rampa de entrada. Se apoy contra una mampara y la mir.
Qu queda por arreglar?
El Halcn era el primer amor de Han. Cuanto antes aceptara Leia aquella realidad, menos
se molestara l. Adems, era absurdo tener celos de una nave espacial.
Han dej caer las manos a lo largo de sus costados.
Supongo que gozaremos de tranquilidad durante unas horas. Chewie mantendr los ojos
abiertos.
De pronto, Leia comprendi que sus ojos no brillaban por la perspectiva del combate.
Crea que debas reparar algo. Desech el desafo. Bien, no hay que poner a
prueba algunas modificaciones?
S. Ah, en la bodega de carga grande.
Han avanz por el curvo pasillo, abri el panel y entr en la bodega de popa del Halcn.
Abri una escotilla que permita el acceso al compartimiento de estribor.
Aqu estn los generadores de campo.
La bodega ola a cerrado. Leia sigui a Han.
Qu llevas de contrabando esta vez?
Algo que recog en Endor.
Que recogimos en Endor corrigi ella.
-
Pilas de cajas, que sujetaban otras cajas, se amontonaban al fondo del compartimiento. Han
apart una caja y dej al descubierto una especie de armario. Leia pens que era una unidad
de refrigeracin. Han introdujo la mano, tante y extrajo una botella de cristal.
Leia la cogi sin cambiar de expresin. Cristal primitivo, sellado con un tapn de corcho, de
aspecto muy poco higinico.
Qu es eso?
Un regalo de hechicero Ewok, aquel que nos nombr miembros honorarios de la tribu.
S, ya me acuerdo. Leia se apoy contra las cajas y le devolvi la botella. No has
contestado a mi pregunta.
Han sac el tapn.
Bayas... Una especie de vino gru. El tapn salt. El tipo vino a decir algo as como
Para encender el corazn que ha empezado a inflamarse.
As que eso tramaba.
Oye, estamos en guerra.
Siempre estaremos en guerra. Cundo vas a vivir?
Leia not calor en sus mejillas. Prefera hablar, discutir, incluso pelear con Han que
esconderse y beber... vino de bayas?, en plena guerra. Como Bail Organa sealara, aquel
hombre no era una compaa adecuada para alguien de su clase. Quera solucionar todos sus
problemas con un desintegrador. Ella era una princesa por adopcin, si no de cuna.
De nuevo, la sombra de la mscara negra irrumpi en sus pensamientos: Vader. Le haba
odiado con toda su alma.
Sirvieron el turbio vino prpura en copas de gres. Deba de ser de una cosecha no apta para
palacio.
No... empez Leia, pero luego call. Ya haba decidido que no poda hacer ningn bien
a Luke si estaba pendiente de la radio subespacial.
Oye Han le tendi una copa, qu ests pensando? De qu tienes miedo?
Demasiado.
Entrechocaron las copas. La cermica tintine suavemente.
Miedo, t?
Leia se vio obligada a sonrer. Lo nico lgico era ser valiente y decidida. Bebi, oli la copa
y arrug la nariz.
Demasiado dulce.
Creo que no hacen otra cosa. Han dej la copa sobre el jergn. Acrcate. Cogi su
mano y la condujo detrs de la mampara que separaba las cajas. Leia dej la copa junto a la de
l. Yo...
Se interrumpi.
Leia vio un montn de almohadas hinchables.
Chewie... Gru Han. Solt la mano de Leia. Creo que es un poco descarado. Jams
tendra que haber confiado en un wookie.
Leia ri.
-
Chewie prepar esto?
Voy a decirle a esa bola de pelo...
Sin dejar de rer, Leia se apoy contra una mampara y le empuj. Han cogi su mano y los
dos cayeron.
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4
Chewbacca confiaba en haberlo hecho bien. El sentido de la esttica de Han no era
civilizado, pero sus intenciones eran buenas. Leia ya lo comprendera. Pareca una hembra
muy vivaz.
Cetrespe parlote detrs de l. Chewbacca manipul el mando de comunicacin, y sigui
de vez en cuando la batalla de Luke. Ya no saba cul de aquellos puntos destellantes era el
Frenes.
Adems, es un escondite bastante precario aadi Cetrespe. Al planeta Seis se le
ha negado con todo el derecho la dignidad de un nombre apropiado. Es apenas ms grande
que un peasco de hielo. Ni siquiera un poblado, slo los restos de un puesto militar avanzado.
Enmudeci de repente. Qu ha sido eso, Chewbacca? Baja unos cuantos kilobits.
Chewie se encogi de hombros y sugiri que Cetrespe se fuera a paseo.
No me ir a paseo, saco de pulgas maleducado chirri el androide. Qu cara ms
dura, no tener en cuenta mi experiencia. He odo algo con toda claridad.
En los lmites del sistema? Chewie sopes la posibilidad de arrancarle un brazo metlico.
Le servira de leccin a Cetrespe, pero tendra que volver a soldar todas aquellas conexiones.
He detectado algo que no era un fenmeno natural. Baja la sintona unos cuantos kilobits.
Bien, era posible. Chewie apret los auriculares contra un odo y conect el analizador de
baj